Eutanasia-Periodismo de Opinión.

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La eutanasia – artículo de opinión

Docente: Sandro Guillermo Bossio Suarez.

Estudiantes: Lazo Lozano, Daniela A. y Mallqui Chavez, Dulce L.

Asignatura: Periodismo de opinión

Facultad de Ciencias de la Comunicación

Huancayo, 25 de noviembre del 2021


La eutanasia un crimen o libertad

La vida y la muerte son procesos naturales concernientes al ciclo biológico de los seres
humanos, esto que todos nosotros conocemos ha conllevado a que muchas personas lleguen a
considerar que como nacemos naturalmente, con nuestra muerte también debería ser lo
mismo, esperando a que nos llegue nuestra hora sin intervenir, pero ¿que hay sobre aquellos
que quieren decidir sobre su muerte, de los que ya no quieren seguir sufriendo por una
enfermedad degenerativa y lo que buscan es una muerte digna?

Ante ellos, quienes quieren decidir sobre su muerte por el gran padecimiento que pasan, es
que aparece la eutanasia, definida como “buena muerte”, es decir, una muerte sin agonía o
sufrimiento de alguna clase. En la práctica, según Hurtado es tomada como el acto que pone
fin a la vida de un enfermo terminal. Entonces entendiéndolo como tal, es una forma de
ayuda para que una persona no pase por un sufrimiento desmesuradamente insoportable,
donde esta pueda elegir que hacer y no estar condenada a un gran dolor, el cual no sabrán
cuando terminara, llegando a ya no ser vida para ellos, sino un castigo diario del que no
pueden escapar. La eutanasia es la libertad para elegir cuando se quiere morir dignamente.

En el Perú, la eutanasia activa es un proceso ilegal, además es considerado un tema muy


controversial, que hoy en día se pone en discusión por sus diferentes conflictos obtenidos,
partiendo de la ética y la moral de los mismos profesionales que, en su mayoría niegan poner
en practica este acto, su pena si se llevara a cabo seria por un crimen de homicidio piadoso y
estaría sancionado según el derecho penal con 3 años de cárcel. Y aunque algunos mencionan
que, en vez de legalizar la eutanasia activa, los enfermos que deseen morir pueden recurrir a
la eutanasia pasiva, que no es sancionada y consiste básicamente en que el paciente deje de
consumir las medicinas o tratamientos necesarios por propia voluntad, esta resultaría como
un proceso muy tormentoso, ya que sería soportar todo el dolor de la enfermedad hasta la
muerte.

En nuestro país, un principal opositor a este método, es la visión religiosa, donde se alude a
que Dios es quien debe decidir sobre cuando y como debemos morir, esta posición es muy
apoyada por una gran cantidad de personas religiosas. Pero analicémoslo bien y
comprendamos de verdad que siente una persona con una enfermedad terminal dolorosa.
Ante esto, la psicóloga Medalith Lucho nos menciona, que las persona las cual han
sobrellevado una enfermedad difícil por muchos años, se agotan por tantas intervenciones
quirúrgicas y permanencias largas en el hospital, porque ya no puede decidir por sí mismos,
llegando a cuestionarse intensamente sobre ¿qué más pasará conmigo? y ¿esto es vida?

Como ejemplo, está el caso de el caso de Ana Estrada, una mujer de 44 años que padecía de
una enfermedad rara, degenerativa, que inflamaba y debilitaba sus músculos de manera
progresiva. En el 2015, su enfermedad había llegado a la cúspide atacando parte de sus
músculos pulmonares, causando una traqueotomía y una gastrostomía (sondas en la tráquea y
en el estómago para respirar y comer), después de eso ella renuncio a ser autónoma,
quedando bajo el cuidado de enfermeras las 24 horas al día, ese proceso que padeció fue una
agonía física y mental para Estrada, quien por eso ya en el 2019 decide abrir un blog titulado
“Ana busca la muerte digna”, a la vez que decide solicitar a las autoridades que le permitan
acceder a una muerte asistida, donde la defensoría del pueblo decide llevar su caso al Poder
Judicial a través de una acción de Amparo, agregar que su demanda carecía de precedentes.
Luego de una gran lucha constante y ardua, finalmente en el 2021 se le acepto su petición,
llegando a ser el primer caso legalizado en nuestro país, así logrando para ella no aplicarse el
código penal ante la eutanasia activa, pudiendo decidir cuándo morir. Al enterarse Estrada,
menciono su gran sorpresa y alegría, resaltando que es el mayor logro de su vida, pues es
como si le digieran que ella ahora tiene la libertad en sus manos, las herramientas, para que
cuando decida que ya no puede seguir más, tome la decisión de cuando, donde y como desea
morir, además agrega que su campaña siempre ha sido por la libertad de elegir y no ha sido
una campaña por la muerte.

Su caso abre esperanzas a muchas personas más que piden se les pueda legalizar la muerte
asistida y esto no solo en el Perú, sino en el mundo, les da fuerza para que puedan seguir
luchando ante esa libertad de poder elegir el momento en que deseen terminar o evitar ese
cruel sufrimiento que padecen, ser libres de esa vida que para ellos ya no merecen vivirse,
pues es como estar condenados, queriendo por eso, esa autonomía y dignidad en su muerte.
Se deja además algo en claro, estamos a favor de legalizar la eutanasia porque esta no
significa que cualquiera va a poder morir incluso sin una razón, sino que es algo para
personas que en verdad lo necesiten.

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