Norma Renal BID190117 1pm
Norma Renal BID190117 1pm
Norma Renal BID190117 1pm
Normativa – 025
2
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
CRÉDITOS
EQUIPO QUE ELABORÓ LA GUÍA:
Departamento de Nefrología del Hospital “Manuel de Jesús Rivera “(La Mascota)
- Dra. Mabel Sandoval Díaz
- Dr. Cristian Urbina Jiménez
- Dra. Yajaira Silva Galán
Cooperación Italiana:
- Dr. Alberto Edefonti
- Dra. Giuseppina Marra
- Profesor. Fabio Sereni
LEVANTADO DE TEXTO:
Secretaria: Yanina Sánchez López
ASSOCIAZIONE PER IL
BAMBINO NEFROPATICO
ABN-ONLUS
3
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
4
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
2009: AÑo 30 QE
LA REVOLUCION /
(//t42 .-ft,&:p#lf'w:2 Pél2E•
VI
Que la ley No. 423, "ley General de Salud' en su Arto. 32, establece que: "la atención en salud de la mujer, la niñez y la adolescencia
sera de acuerdo al Programa de Atención Integral a la Mujer, la Ninez y la Adolescencia del Ministerio de Salud' y el Decreto No.
001-2003, "Reglametno de la ley General de Salud", en su Arto. 211 establece: 'Articulo 211.- De la Atención Integral a la Mujer, la
Ninez y la Adolescencia. la atención a la mujer, la niñez y la adolescencia se proveerá segun lo dispuesto en los programas de atención
integral a los grupospoblacionalesde acuerdo a su ciclo de vida, segun manuales y demás disposiciones complementarias'.
ACUERDA:
PRIMERO: Se aprueba el documento denominado: "Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en
Nil'los", el cual forma parte integrante del presente Acuerdo Ministerial.
SEGUNDO: Se designa a la Dirección General de Extensión y Calidad de la Atención para que dé a conocer el presente Acuerdo
Ministerial y el referido documento a los directores de establecimientos de salud públicos y privados, que brinden
atención hospitalaria a niños y niñas con enfermedadesrenales.
Dado en la ciudad de Managua, a los veintidós dlas del mes de Mayo del ano dos mil
nueve.
')~Ml ftt)
~rDE~UD
Tt....... /
MINISTERIO DE SALUD
Co.plejo lIacional de Salud "Dra. Concepción Palacio.", Co.udo 08.t.e Colonia Pr;"ro d. Kayo, HaAaqua, Nicaragua
Teléfono PU: (505) 289-7483 I Apa.rUdo Po.U! 107 • """.IIiDIa.gob.ni
5
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
6
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
Contenido
Presentación ........................................................................................................................... 8
Justificación........................................................................................................................... 10
Bibliografía ............................................................................................................................ 85
7
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
Presentación
Con el fin de enfrentar la problemática del manejo de las patologías de alto costo el
Gobierno de Reconciliación a través del Servicio de Nefrología del Hospital “Manuel de
Jesús Rivera“(La Mascota) en conjunto con el Departamento de Nefrología de Milán-
Italia han elaborado la presente Guía, bajo la rectoría del Ministerio de Salud; para el
Diagnostico y Tratamiento de las Enfermedades Renales con el objetivo de alcanzar un
impacto positivo en la salud de los niños y lograr mayor eficiencia en el manejo de los
recursos, al definir los contenidos más costo efectivos para la atención de dichas
enfermedades.
Con este documento será posible además determinar una línea de base para
evaluación de los planes de beneficios y su pertinencia; generar indicadores de
desempeño; establecer necesidades de recursos (físicos, humanos, monetarios, de
tecnología) y estandarizar y mejorar la gestión clínica permitiendo una disminución de
costo y mejorar la atención en salud de en usuarios con este padecimiento.
8
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
9
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
Antecedentes
La unidad de nefrología del Hospital Infantil “Manuel de Jesús Rivera” (La Mascota)
inició sus funciones 1982. Actualmente es el único centro con capacidad técnica y
científica para atender problemas renales y de vías urinarias en niños de Nicaragua.
En Junio del 2000 con la apoyo de la cooperación Italiana se inició el proyecto IRIS,
dirigido a niños con insuficiencia renal crónica, este proyecto apoya principalmente en
medicamentos, estudios especiales, procedimientos de diálisis y trasplante renal. En el
año 2006 se formó la Asociación para Niños Nefropáticos (ANNEF), gracias a esta
Asociación se ha iniciado el Programa de trasplante Renal.
Justificación
10
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
CAPITULO I
Semiología de las Enfermedades Renales en Niños
11
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
A. Parámetros clínicos
1. Anamnesis: Representa la primera etapa del examen del paciente y por lo tanto
es esencial. Si el interrogatorio ha sido mal recopilado o es incompleta, las
etapas sucesivas para llegar a un diagnó stico correcto corren el riesgo de ser
planteadas en un modo errado.
12
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
13
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
14
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
15
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
PAS (95°centil)
2
1-17 años: 100+ (edad en años x )
PAD (95°centil)
2
1-10 años: 60+ (edad en años x )
11-17 años: 70+ (edad en años)
16
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
a. Diuresis normal por encima de los 2 años de vida de 300-1500 ml/día ó 1-4
ml/kg/h. Ej. Sí el paciente está deshidratado se verificará una fisiológica
contracción de la diuresis. Si en condiciones de deshidratación la diuresis
permanece en el rango fisiológico o es elevada, eso significará que hay una
alteración del poder de concentración (túbulopatía, ERC, nefritis
Tubulointersticial).
b. Alteraciones de la diuresis
9 Oliguria: diuresis reducida (<1ml/kg/h). Presente en insuficiencia renal
aguda, renal, prerrenal y postrenal, en síndrome nefrótico y nefrítico.
9 Poliuria: diuresis muy abundante (>4 ml/kg/h). Presente en nefritis
tubulointersticiales, tubulopatías y uropatías malformativas, nefronoptisis,
cistinosis y ERC.
9 Disturbios miccionales
9 Disuria: dificultad para orinar. Ocurre en cistitis y
uretritis.
9 Polaquiuria: micciones frecuentes. Presente en cistitis y uretritis.
9 Estranguria: micción dolorosa. En cistitis, uretritis e hipercalciuria.
9 Incontinencia: pérdida diurna involuntaria de orina en un paciente que ya ha
alcanzado el control de los esfínteres o en un niño de edad superior a 3 años y
medio. Ocurre en vejiga neurogénica (sin incontinencia total), vejiga perezosa,
inestable, doble sistema colector con uréter que se introduce más allá del cuello
vesical (sin goteo continuo).
9 Enuresis: es la pérdida de orina durante el sueño después de los 3 años y
medio de edad.
B. Parámetros hematoquímicos
1. Creatinina y Aclaramiento de Creatinina: La creatinina sérica y su
aclaramiento son parámetros que indican la función glomerular. Un aumento
de la creatinina sérica con una reducción de su aclaramiento son indicativos de
reducción de la función renal. Si esta reducción persiste por más que tres
meses se hace diagnóstico de enfermedad renal crónica. Los valores normales
de tales parámetros en el niño en sus primeros años de vida son diferentes
a los del adulto y son establecidos con relación a la edad y el sexo.
17
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
19
Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Renales en Niños
160,0
160,0
140,0
140,0
120,0
120,0
100,0
100,0
80,0
80,0
60,0
60,0
40,0
40,0
20,0
20,0
0,0 0,0
0 6 12 18 24 30 36 42 48 54 60 66
0 6 12 18 24 30 36 42 48 54 60 66
mesi
C. Parámetros urinarios
El examen general de orina puede dar indicaciones diagnósticas muy útiles al médico
que sospecha una patología renal. Una co rrecta ejecución e interpretación de los
resultados, es la base para poderlo utilizar como instrumento de screening para el
diagnóstico de algunas de las principales y más difusas patologías renales:
glomerulonefritis, síndrome nefrótico, infecciones de las vías urinarias. Asimismo el
examen de orina puede ser también un medio útil para seg uir la evolución de muchas
enfermedades renales.
20
2 - Recoger en recipiente seco, limpio y estéril para examen general de orina y
urocultivo.
N.B. todas las áreas con los reactivos (excepto aquella para los leucocitos) deben ser
pH: El pH urinario depende del estado metabólico del paciente, normalmente está
comprendido entre 4.5-7.5. Debe ser medido en orina fresca en cuanto la presencia de
bacterias y el contacto con el aire tienen influencia en el pH.
Interpretación:
9 El pH es bajo por: ayuno, dieta protéica, dieta rica en grasas, ejercicio
intenso, acidosis, fármacos (p.ej: AINEs)
9 El pH es elevado por: dieta rica en fruta y vegetales, en presencia de
piuria (fermentación amoniacal), fármacos, acidosis renal tubular (en
concomitancia de acidosis metabólica), alcalosis sistémica, “cola“ alcalina
postprandial.
3. Síndrome Nefrótico:
Relación Proteina/Creatinina en orina espontánea > 2
2
9 Proteinuria > 40mg/m /h
9 Triglicéridos y colesterol aumentados
9 Proteínas totales < 5.5gr/L
9 Albúmina < 2.5gr/L
8. Tubulopatías
9 Retraso del Crecimiento
9 Alteración de la concentración urinaria
9. Hipertensión Arterial
9 Aumento de la presión arterial
10. Nefrolitiasis
9 Eliminación de Cálculos
9 Cólico Renal
9 Ultrasonido Renal (Cálculo)
CAPITULO III
Anomalías Urinarias Asintomáticas
Anomalía Urinaria Asintomática
2. Causas de Hematuria
Tabla 7. Causas de Hematuria
Recién nacido Lactante
(0 a 28 días) (1 a 12 meses)
Malformación congénita Infección urinaria
Uropatía obstructiva Uropatía obstructiva
Enfermedad renal poliquística Síndrome hemolítico-urémico
Necrosis cortical Necrosis tubular aguda
Asfixia perinatal Choque séptico
Choque (hipovolemia, sepsis) Deshidratación
Alteraciones vasculares Trombosis de la vena renal
Trombosis de la vena renal Tumor de Wilms
Traumatismo obstétrico Nefrocalcinosis
Niño pequeño y preescolar Escolar y adolescentes
(1 a 5 años) ( 6 a 18 años)
Infección urinaria Infección urinaria
Cistitis hemorrágica Traumatismo
(adenovirus) Ejercicio físico (hematuria de
Traumatismo esfuerzo)
Uropatía obstructiva Glomerulopatías
Glomerulopatías Nefropatía IgA
GN aguda postinfecciosa Hematuria benigna familiar y no
Nefropatía IgA familiar
Púrpura de Schönlein-Henoch Púrpura de Schönlein-Henoch
Tumor de Wilms GN aguda postinfecciosa
Hipercalciuria, nefrocalcinosis GN membranoproliferativa
Lupus eritematoso sistémico
Hipercalciuria, litiasis
Nefritis intersticial (fármacos,
tóxicos)
3. Características clínicas:
Los niños con hematuria habitualmente se presentan en la consulta del pediatra
general bajo tres patrones clínicos característicos, estos son:
4. Motivo de ingreso
− Estudio de causa de hematuria macroscópica.
− Microhematuria más proteinuria.
En los trastornos renales la proteinuria es uno de los signos más comunes y fáciles
de detectar. Ante una proteinuria es importante tener en cuenta la siguiente
clasificación:
1. Detección de la proteinuria
− Métodos semicuantitativos:
a. Tiras reactivas: es un método confiable, útil, poco costoso, rápido y
sencillo que detecta proteinuria superior a 10-15 mg/dl. Puede ofrecer
falsos positivos: pH urinario muy alcalino (>8), contaminación importante
con bacterias gram negativas, antisépticos, benzalconio y fenazopiridina y
sobretodo orinas concentradas con densidad urinaria alta, puede dar
falsos negativos, al contrario si las orinas son muy diluidas (densidad
urinaria < 1.005).
− Método de cuantificación:
a. Cuantificación del contenido de proteína en orina de 12-24 horas. Es la
forma más precisa.
b. Exámenes complementarios:
− Confirmación mediante cinta reactiva y cuantificación mediante cociente
proteína/creatinina y así como de recolección en orina de 12 horas en reposo
y de 12 horas en pie.
Los serotipos nefritógenos del estreptococo beta hemolítico del grupo A son 1,2,4,12 y 25
en las infecciones faríngeas y 2,42,49,56,57 y 60 en las infecciones cutáneas.
Tiene una forma limitada en el tiempo, de carácter reversible en menos de una semana.
La situación de riesgo para la vida está dada por la presencia de edema pulmonar agudo
y de la falla cardiaca. La mortalidad está ligada esencialmente a estas dos condiciones y
a la crisis hipertensiva con encefalopatía.
a. Hematuria (30-50%): con frecuencia se refiere orina color coca cola u obscura, sin
coágulo, indolora, uniforme durante toda la micción y en algunas ocasiones sólo se
puede detectar con cinta reactivas o examen general de orina al detectar más de 5
eritrocitos por campo.
pretibial, no deja fóvea, pero puede ser acompañada de leve ascitis o ser más
generalizado.
Otros síntomas inespecíficos incluyen: malestar general, astenia, cefalea, vómitos, dolor
lumbar.
3. Complicaciones
d. Injuria renal aguda (25-30%): expresada como severa afectación de su estado general,
trastornos de conciencia y alteraciones electrolíticas, acido base principalmente del tipo
hiperkalemia y acidosis metabólica. Es infrecuente la necesidad de diálisis (<5%)
4. Criterios de ingreso
b. Hipertensión arterial
c. Insuficiencia cardíaca
e. Encefalopatía hipertensiva
− Si el paciente presenta menos de 10 días de evolución y no presenta criterios de
ingreso se debe de observar al menos 24 horas a fin de vigilar la presión arterial.
5. Estudios complementarios
g. ASLO Cuantitativo.
j. Biopsia renal: en injuria renal asociada a proteinuria masiva por más de 2 semanas,
recidiva de macrohematuria por más de 1-2 meses al diagnóstico, persistencia de
hipocomplementemia por más de 8 semanas, ausencia de datos probables para
infecciones estreptocócicas, persistencia de oligoanuria por más de 5-7 días del
diagnóstico.
k. Realizar examen general de orina a los contactos del paciente nefrítico (Síndrome
Nefrítico Subclínico).
6. Tratamiento
Diurético:
Vasodilatador:
− Encefalopatia hipertensiva:
− El aporte de líquidos a ingerir puede ser igual a la cantidad del volumen urinario
eliminado ó a 300-400ml/M2/día (pérdidas insensibles).
− Reposo relativo.
- Presentación atípica.
9. Criterios de alta
e. Visitar el centro de salud para control de presión arterial diario por una semana.
f. Puede haber hematuria microscópica hasta 18 meses y ser considerado como normal
después del evento de glomerulonefritis.
g. Dieta hiposódica (no dar embutidos derivados de la leche, galletas, etc.)
a . Búsqueda activa de contactos o los que conviven con el caso y realizar cinta reactiva
en orina para detectar hematuria.
c . Monitoreo de la hematuria a través del examen general de orina al mes, seis meses, al
año y de acuerdo a la evolución.
2. Clasificación:
a. Síndrome nefrótico idiopático (primario).
Constituye el 90% de Síndrome Nefrótico en niños entre 2 y 12 años.
− Lesión de cambios mínimos (80-90%).
− Glomeruloesclerosis focal y segmentaria (FSGS) (10-20%).
3. Características clínicas:
Las manifestaciones más frecuentes son: edema, proteinuria e
hipoalbuminemia.
a. Edema:
- En párpados, cara, dorso de las manos y miembros inferiores, deja fóvea.
- Edema en genitales a nivel de escroto y pene.
b. Curso progresivo provoca edema en las cavidades (derrame pleural, ascitis), y
si se generaliza da lugar a anasarca.
c. Disturbios gastrointestinales secundarios al edema que se manifiestan como
anorexia, dolor abdominal que llegan a simular cuadros apendiculares y
diarrea.
d. Palidez constante que se produce por la retención de agua en la piel, por la
anemia y la vasoconstricción refleja.
e. Oliguria que puede ser variable, sin llegar a producirse anuria, y que mejora
con el tratamiento esteroideo. La diuresis se reanuda al cabo de 2 ó 3
semanas, con la pérdida de peso correspondiente y la desaparición del edema.
f. Función renal normal (valores de creatinina, aclaramiento de la creatinina
normales).
g. La hipertensión arterial es poco frecuente (20% de los casos), se puede
presentar en la fase aguda de la enfermedad independientemente del
tratamiento con esteroides y desaparecer cuando desaparece el edema y la
oliguria.
h. Fiebre en casos que cursen con procesos infecciosos simultaneo (infección de
vías urinarias, neumonía, peritonitis, etc).
4. Estudios complementarios:
5. Tratamiento
2
II Fase Prednisona a dosis de 40 mg/m /48 horas por 4 semanas.
2
III Fase Prednisona a dosis de 30 mg/m /48 horas por 2 semanas, después reducir a
20 mg/m2 / por 2 semanas.
Definiciones
2
Remisión Proteinuria < 4 mg/m /hora o cinta reactiva con proteinuria
negativa o trazas por tres días consecutivos. Relación
prot/creatinina < 0.2 en orina espontanea.
2
Recaída Proteinuria > 4 mg/m /hora o cinta reactiva de orina con
proteinuria de 2 ó más + por 3 días consecutivos. Relación
prot/creatinina > 2 en orina espontanea, habiendo alcanzado la
remisión al episodio previo.
Recaída frecuente 2 o más recaídas dentro de 6 meses de la respuesta inicial o 4 o
más recaídas en un período de 12 meses.
Recaída infrecuente Menos de 2 recaídas en 6 meses
Esteroide 2 recaídas consecutivas que ocurren durante el tratamiento
dependiente Standard o dentro de los 14 días a la suspensión del corticoide
Esteroide resistente Falla en alcanzar la remisión a pesar de 4 semanas de
prednisona.
a. Tratamiento sintomático:
− En caso de hospitalización mantener: control diario del peso, presión
arterial (PA), diuresis de las 24 horas.
− Restricción de líquidos de acuerdo a la condición clínica edema,
aumento de peso, diuresis y sodio sérico.
_ Líquidos: 400m/m2/d + 2/3 diuresis.
− Dieta normoproteica. (1-2 mg/kg/d).
−
Dieta hiposódica (Na ≤ 0,8-1gr/día), la restricción permanece si la dosis
2
de esteroides es > 30 mg/m / d.
b. Tratamiento adyuvante:
− Ranitidina 2mg/kg/d, durante el tratamiento con corticoides y/o aspirina
− Vitamina D (400-800U/d).
_ Calcio 500-1,200 mg/d.
− Aspirina, en caso de que persista una trombocitosis con recuento
3
plaquetario de > 500,000 xmm ,50mg/día en niño con peso < 25 kg;
100mg/día si el peso del niño es >25kg.
− El uso de diurético debe ser de manera prudente en caso de edema
principalmente por incrementar el riesgo de hipovolemia y trombosis.
Espirinolactona 5 mg/kg/día.
Furosemida 1-2 mg/kg/d una vez corregida la hipovolemia
e inmediatamente después de la infusión de albúmina con control
estricto del K+ sérico.
− Albúmina 20% (0.5 a 1 gr/kg) en colapso vascular o hipovolemia
(aumento de la urea y del hematócrito), dolor abdominal por ascitis en
ausencia de signos de peritonitis, infecciones graves, derrame pericárdico
y derrame pleural que comprometa la mecánica respiratoria.
c. Uso de Vacunas:
− No aplicación en caso de terapia con corticoides a dosis >1mg/kg/d o en
cualquier tratamiento inmunosupresor.
− Se reporta una alta respuesta serológica a la vacuna antineumocócica
incluso a dosis plena del tratamiento con corticoides.
− Vacuna antigripal se aplica, si la dosis de corticoide es < 1 mg/kg/d.
− Vacunas con virus vivos (BCG, MMR, Antipolio) están
contraindicadas durante la terapia con corticoides o inmunosupresores.
e. Pronóstico: C O M P L E T A R
f . Criterios de alta:
- Edema resuelto o en resolución.
- Hemodinámicamente estable.
- Eventual complicación(es) resuelta(s).
- Función renal normal.
- Educación al paciente y la familia sobre los riesgos de la enfermedad.
- Advertir a la madre efectos adversos de prednisona.
a. Tratamiento farmacológico:
- Prednisona:
2
i. A 60 mg/m /d una vez que alcanza la remisión y se mantiene por 3
2
días consecutivos, se continua 60 mg/m /d cada 48horas,
reduciendo la dosis cada 15 días hasta alcanzar una dosis
aconsejable entre 0,25–0,5 mg/kg o una dosis apenas superior a
aquella en la que el niño presenta la recaída;
ii. Una vez al día cuanto se ha visto que la mono suministración tiene
la misma efectividad para inducir la remisión.
iii. Valorar suspender el corticoide se hace después de 18 meses
de tratamiento.
La injuria renal aguda (IRA) es un síndrome clínico que cursa con un deterioro brusco
de la función renal glomérulo-tubular. Se caracteriza por una retención de productos
nitrogenados, derivados del catabolismo proteico y por una incapacidad para mantener
la homeostasis corporal de líquidos, electrólitos y equilibrio ácido-base.
1. Epidemiología y Etiología
b. IRA no oligúrico: cursa con una diuresis normal o incluso elevada. Es más
frecuente en el periodo neonatal, secundario a nefrotoxicidad, es de más fácil
manejo y de mejor pronóstico. Al conservarse una buena diuresis, la
sintomatología clínica descrita en las formas oligoanúricas va a ser excepcional.
a. Corregir Causa:
i. Si existen factores prerrenales tales como hipovolemia, hipotensión o
hipoxemia, debe corregirse lo más rápidamente posible y junto a una
buena hidratación y oxigenación se puede conseguir una buena
diuresis, revirtiendo el fracaso renal. En algunos casos puede
permanecer igual por haberse producido ya un daño parenquimatoso
intrínseco (necrosis tubular aguda).
b. Diuréticos:
i. Furosemida: A dosis será de 1-5 mg/kg en bolos cada 4-6 horas,
dependiendo de la respuesta diurética; o bien se puede administrar en
infusión continua a dosis de 0,05-0,1 mg/kg/hora, se puede aumentar
hasta 2 mg/kg/hora según respuesta.
i. Equilibrio hidroelectrolítico
- Establecer la normovolemia, para corregir y mantener el volumen
efectivo eficaz.
- Balance hidroelectrolítico exhaustivo de las entradas (oral, parenteral,
lavados endotraqueales) y de las salidas (diuresis, drenajes, vómitos,
fiebre) cada 6-8 horas.
- Control diario de peso.
- Medición frecuente de los signos vitales (frecuencia cardiaca,
respiratoria y tensión arterial)
- Evaluación de la perfusión periférica, llenado capilar y presencia de
edemas.
- Una vez conseguida la normovolemia, la cantidad de líquidos a
2
administrar será igual a las pérdidas insensibles (400 mL/m /día) más
diuresis y perdidas extrarrenales (la fiebre incrementa un 12,5% las
pérdidas insensibles por cada ºC). Para los electrólitos se tendrá en
cuenta que las pérdidas insensibles se reemplazarán únicamente con
dextrosa al 5 ó 10%.
7. Criterios de alta
a. Retorno de niveles séricos de creatinina a lo normal.
b. Ausencia de síntomas clínicos de la injuria renal aguda.
CAPITULO VII
Enfermedad Renal Crónica
Enfermedad renal crónica (ERC)
4. Estudios complementarios
a. Creatinina y Nitrógeno de urea.
b. Biometría hemática completa.
c. Examen general de orina.
d. Urocultivo.
e. Sodio, potasio, calcio, fósforo.
f. Acido úrico.
g. Gasometría arterial.
h. Proteinuria de 12 horas.
i. Relación proteína/creatinina en muestra aislada de orina.
j. Ecografía renal y de vías urinarias.
k. Ferritina.
l. Transferrina.
m. Fosfatasa alcalina.
n. Paratohormona.
o. Niveles de calcidiol (Vit D 2).
p. Cistograma miccional
seriado.
q. Rx de tórax.
r. EKG.
s. Rx de huesos largos y edad ósea.
Por otro lado la bacteriuria asintomática tiene una frecuencia que oscila entre el 1-5%
de niñas en edad preescolar y escolar. La prevalencia de la infección del tracto urinario
es muy elevada, se conoce que la asociación entre la infección urinaria y las
anomalías estructurales del tracto urinario puede ocurrir hasta en el 40-50% de los
casos. Entre estas anomalías, la más frecuente es el reflujo vesico-ureteral que en
algunos estudios aparece en el 30-50% de los niños con infección urinaria. La
presencia de cicatrices renales puede detectarse hasta en el 50% de los casos y
algunos pacientes con nefropatía por reflujo desarrollarán en su seguimiento
hipertensión arterial.
Por otro lado en los casos más severos en donde están afectados ambos riñones se
puede también desarrollar a largo plazo una insuficiencia renal terminal. Los procesos
obstructivos y otras anomalías del tracto urinario aunque ya menos frecuentes también
pueden estar presentes en estos pacientes hasta en el 10% de los casos. Su
tratamiento esta dirigido a erradicar los gérmenes, disminuir los síntomas, evitar
complicaciones sépticas y prevenir el daño renal.
La existencia de tres o más criterios tiene una buena correlación clínica con
pielonefritis aguda (PNA).
La fiebre sin foco infeccioso aparente es uno de los datos clínicos más importantes
para sospechar el diagnóstico de PNA.
3. Exámenes
La muestra recolectada debe llevarse al laboratorio lo antes posible, con tiempo menor
de 1 hora.
4. Tratamiento: Para la elección del antibiótico hay que diferenciar dos situaciones
clínicas: la infección de vías urinarias bajas y altas (PNA).
Esta distinción es muy importante desde un punto de vista práctico, ya que permite
considerar la posibilidad de complicaciones, valorando la infección como de alto o bajo
riesgo.
Entre todos los condicionantes consideraremos en primer lugar la edad del niño (en el
recién nacido y el lactante pequeño la ITU sintomática debe ser manejada como una
pielonefritis aguda), el compromiso sistémico y la existencia de anomalías urológicas,
sin olvidar la importancia del retraso en el tratamiento. Son factores a tener en cuenta
con el riesgo la virulencia del germen y las defensas del paciente (aunque aún están
mal definidos).
Tabla 11. Antibióticos propuestos para el tratamiento de las ITU en pediatría*
Vía parenteral Dosis/día Intervalo
Ampicilina 100-200 mg/Kg q6-8h
Amoxi/clavulánico 50-100 mg/Kg q8h
Cefazolina 50-100 mg/Kg q6-8h
Cefuroxima 50-100 mg/Kg q6-8h
Cefotaxima 100-200 mg/Kg q6-8h
Ceftriaxona 50-75 mg/Kg q12-24h
Ceftazidima 100-150 mg/Kg q8h
Cefepima 100-150 mg/Kg q8-12h
Aztreonam 100 mg/Kg q8h
Gentamicina 5 mg/Kg q8h
Netilmicina 5 mg/Kg q8-24h
Vancomicina 45 mg/Kg q6-8h
Vía oral Dosis/día Intervalo
Amoxicilina 50 mg/Kg q8h
Amoxi/clavulánico 50 mg/Kg q8h
Cefadroxilo 30-50 mg/Kg q12h
Cefuroxima axetilo 15-30 mg/Kg q12h
Cefixima 8 mg/Kg q12-24h
Ceftibuteno 9 mg/Kg q24h
Fosfomicina trometamol 2 g > 4 a 12 años dosis única
1 g < 1 a 6 años dosis única
TMP/SMX 5-10 mg/Kg de TMP q12h
Nitrofurantoína 5-7 mg/Kg q6h
Ác.nalidíxico 50 mg/Kg q6h
*Las dosis; en recién nacidos o pacientes con filtrado glomerular disminuido deben de
ser individualizadas y ajustadas a cada caso.
a. Tratamiento empírico
i. Primer Nivel de Atención:
- Duración del tratamiento: 10 días.
- Realizar urocultivo de contro para valorar la respuesta del fármaco en
72 horas y al final del tratamiento
- Seleccionar cualquiera de los siguientes antibióticos:
Amoxicilina+Acido Clavulanico..
Nitrofurantoina.
Trimetropin sulfa (TMP).
Cefalosporina oral.
Fosfomicina Trometamol.
5. Profilaxis:
a. Indicaciones para la quimioprofilaxis de ITU recurrentes.
- Estudios en curso
- PNA de repetición
- Reflujo Vesicouretral grado III-IV en < de 5 años
- Uropatía obstructiva, con o sin RVU
- Disfunción vesical
- ITU recidivante
6. Recomendaciones:
1. Epidemiología: Alrededor del 10% de los nacimientos manifiestan alguna malformación, que
se detecta con la ecografía prenatal, ocurriendo en el 0.3-1.6/1000 recien nacidos vivos,
ocasionado un 30-50% de insuficiencia renal terminal. Alguna de estas malformaciones pueden
permanecer asintomáticas y no afectan el desarrollo y otras obstaculizan la excreción urinaria,
pero se relacionan con litiasis e hipertensión arterial que contribuyen a la morbilidad y al
deterioro progresivo de la función renal. Las malformaciones urinarias constituyen 20-30% de
todas las malformaciones identificadas en el período neonatal, dignosticado por ultrasonografía
entre 0.1 y 0.7%. En recien nacidos hay asociación entre parto prematuro y anomalías como
agenesia renal un o bilateral, enfermedad quística renal o Hidronefosis. La Hipospadia se ha
asociado con bajo peso al nacimiento.
Las anomalías estructurales del tracto urinario pueden ocurrir hasta en el 40-50% de los casos,
asociados a infección de la vía urinaria. Las malformaciones renales y urológicas constituyen por
lo menos la cuarta parte de las causas que provocan insuficiencia renal crónica terminal en la
infancia. Es relativamente frecuente la asociación con malformaciones de otros aparatos, en
cerca del 10% de los casos hay malformaciones cardiovasculares.
2. Clasificación
i. Malformación extrínseca: No existe en un comienzo una alteración importante del tejido renal y
la anomalía solo se manifiesta macroscópicamente.
ii. Malformación intrínseca: Existe un mal desarrollo del tejido renal, generalizado o localizado.
iii. En las malformaciones renales se consideran, las malformaciones vasculares y los tumores
disontogénicos.
Del número:
focal y segmentaria.
De la forma:
Riñón en herradura: Los riñones están unidos por sus polos superiores o, más
frecuentemente, por los inferiores. En la mitad de los casos se presentan complicaciones, como
litiasis e infecciones, o se asocian otras anomalías, como estenosis pieloureteral.
Riñón doble o largo: Tiene doble sistema pielocalicilal y doble sistema vascular. Debe
diferenciarse de la reduplicación renal, que tiene doble sistema pielocalicilal y un solo sistema
vascular.
De localización:
En las primeras la arteria renal nace de la aorta, en las segundas, de otra arteria (ilíaca,
suprarrenal, mesentérica superior, espermática, u otra). Las heterotopías altas corresponden al
riñón intratorácico; las bajas, más frecuentes, pueden ser pelvianas, ilíacas o abdominales bajas.
El riñón móvil o ptosis renal es una heterotopia adquirida en la que el riñón desciende cuando el
sujeto está de pie, por poseer un hilio largo.
De rotación
Frecuentemente miden varios centímetros. Cuando se trata de tres o más quistes se habla de
riñón quístico o de enfermedad renal quística. La enfermedad renal quística puede ser adquirida:
hay casos idiopáticos y otros en que los quistes son inducidos por la acción de drogas o agentes
químicos.
- Riñón en esponja (también llamado enfermedad renal poliquística autosómica recesiva, riñón
quístico con gigantismo tubular, enfermedad poliquística o riñón poliquístico infantil):
Corresponde a una malformación quística renal tipo I de Potter. La malformación es bilateral, los
riñones conservan la forma, generalmente son grandes (240 a 560 gramos), la superficie de
corte muestra, tanto en la corteza como en la médula, un aspecto esponjoso característico, dado
por espacios elongados dispuestos radialmente, de alrededor de 1 milímetro de ancho,
separados por delgadas láminas de tejido renal. Es incompatible con la vida. Se acompaña
invariablemente de alteraciones quísticas de la vía biliar intrahepática en forma de
microhamartomas
- Riñón multiquístico infantil: La malformación no es hereditaria, puede ser unilateral o, menos
frecuentemente, bilateral, a veces es segmentaria. Corresponde al riñón quístico tipo II de Potter.
Las dilataciones constituyen quistes de diversos tamaños que en conjunto dan al riñón la forma
de un racimo de uvas. No se forma orina.
Sin tejido renal reconocible a simple vista Con tejido renal reconocible a simple vista
Poliquistosis: hígado (50%), páncreas (10%), pulmones (5%), bazo (5%), etc.
La obstrucción puede deberse a una estenosis uretral por válvulas o a una atresia uretral. La
complicación habitual es la infección.
- Quistes renales congénitos: El quiste renal solitario tiene una pared constituida por tejido
fibroso y muscular liso y un revestimiento interno de epitelio simple. Con frecuencia se complican
de litiasis, pueden ocasionar hemorragias o infectarse. Entre las anomalías del uréter
encontramos la agenesia ureteral, el megaureter y el ureterocele.
iii. Malformaciones vasculares: Entre estas anomalías pueden distinguirse: las arterias
accesorias o supernumerarias, las fístulas arterio-venosas y la displasia fibromuscular de la
arteria renal.
Los hay derivados del pronefros (quiste celómico del mediastino), del mesonefros (el
mesonefroma) y del metanefros, entre estos últimos, el nefroblastoma o tumor de Wilms.
El nefroblastoma se presenta con mayor frecuencia entre los 2 y 5 años de edad, actualmente
tiene una sobrevida del 90%. En el momento de ser descubierto, generalmente es un tumor
grande, que ha destruido gran parte o todo el riñón, es blando, rosado grisáceo, con extensos
focos necróticos y hemorrágicos, a veces es de consistencia algo mayor debido a un
componente mesenquimático fibroso importante.
3. Exámenes
a. Ecografia renal: Valora las dimensiones y morfología renal, pelvis uréter, vejiga, uretra y
dilatación o alteraciones morfológicas de la vía urinaria. Se indica en caso de ITU con sospecha
de valvas de uretra posterior, agenesia renal, riñón multiquístico, ectopia, hidronefrosis,
pielectasia, alteraciones de la función renal, anomalía urinaria y mal formaciones asociadas.
c. Cistograma miccional: En el niño con alteraciones ecográficas o en primera ITU alta bien
documentada en menores de 2.5 años o en episodio recurrente en los mayores de 2.5 años.
d. Scintigrafia con MAG 3 (no hay disponibilidad en nuestro medio): Es útil para evaluar daño
renal o en RVU > del II grado con alteraciones en el parénquima renal evidenciado en la
ecografía.
- Resultado de ecografía
Parénquima renal normal para dimensiones y diferenciación con dilatación de la pelvis < 1cm
en niños mayores de 1 año cierre del follow- up. Si es menor de un año, realizar control
ecográfico.
Parénquima renal reducido de volumen y dilatación de los cálices con pelvis renal>1cm con o
sin megauréter realizar Urografía excretora.
4. Recomendaciones:
4. Estudios complementarios
a. Biometría hemática completa.
b. Proteínas totales y fracciones.
c. Electrolitos séricos y urinarios: Na, K, Ca, Fósforo, Magnesio.
d. Creatinina, glucosa, acido úrico, sérico y urinario.
e. Ph urinario.
f. Fosfatasa alcalina.
g. Gasometría arterial.
h. Nitrógeno de urea.
i. Examen general de orina.
5. Tratamiento:
a. Depende de la enfermedad diagnosticada:
i. Tratamiento especifico de la enfermedad de base, ej: síndrome de Batter:
antiinflamatorios no esteroideos; cistinosis: cisteamina.
ii. Tratamiento quirúrgico de la malformación uropática.
iii. Tratamiento específico con corticoides en glomeluronefritis.
b. Consiste en corregir los trastornos del equilibrio hidroelectrolítico y acido base
involucrando diferentes medidas como:
i. Infusión de solución salina.
ii. Bicarbonato de sodio
iii. Solución de K.
iv. Solución de citratos.
v. Solución de Shol.
6. Evolución clínica:
a. Neonato y el lactante tienen mayor riesgo pero se supera con el tratamiento
adecuado en ese periodo, la situación mejora. Es importante informar a los
padres de los riesgos que el niño tiene en curso de infecciones recurrentes
como la gastroenteritis, etc .
b. Casi todas las tubulopatías tienen un carácter crónico por lo que debe tener un
seguimiento adecuado a largo plazo, pueden evolucionar a enfermedad renal
crónica por nefrocalcinosis y neuropatía túbulo intersticial crónica.
c. Los pacientes con sospecha de tubulopatía deben ser referidos para
diagnóstico, tratamiento y seguimiento por el tercer nivel de atención.
3. Criterios de ingreso
a. Todo paciente con cifras de PA superiores a la percentil 95.
b. Todo paciente con cifras de PA superiores a la percentil 95 con las siguientes
complicaciones: encefalopatía hipertensiva, insuficiencia cardíaca,
miocardiopatía hipertensiva, accidente cerebrovascular, retinopatía grave.
c. Estados de agitación o dolor en los que la hipertensión obedece a un efecto
transitorio para vigilancia y control de la presión arterial.
4. Estudios complementarios
a. Radiografía de tórax.
b. Electrocardiograma.
c. Ecocardiograma.
d. biometría hemática completa, glucemia, urea, creatinina, Na, K, gasometría
arterial.
e. Análisis de orina y cuantificación de albúmina/ creatinina y/o prot/ creatinina en
una muestra aislada.
5. Tratamiento:
Farmacológico:
El enfoque terapéutico de la hipertensión esencial debe contemplar no sólo el uso de
fármacos sino también la aplicación de medidas no farmacológicas. El objetivo del
tratamiento farmacológico de la HTA es reducir la morbilidad renal y cardiovascular,
para lo cual es necesario conseguir:
Medidas no Farmacológicas:
7. Criterios de Alta:
- Normalización de la presión arterial con o sin tratamiento farmacológico.
- Resolución de complicaciones agudas.
Tabla 12. Importancia de la talla en los valores de PA en menores de 18 años
Presión Edad (años) Percentil de talla Percentil de talla
Arterial VARONES MUJERES
5TH 95TH 5TH 95TH
3 104 113 104 110
6 109 117 108 114
Sistólica
10 114 123 116 122
13 121 130 121 128
16 129 138 125 132
3 63 67 65 68
6 72 76 71 75
Diastólica 10 77 82 77 80
13 79 84 80 84
16 83 87 83 86
Tomado de Task Force on High Blood Pressure in Children and Adolescents.
Pediatrics 1996
Diuréticos ahorradores
de K
Espironolactona 1-3.3mg 12-24 100mg/día
Triamtereno 1- 3 mg 12-24 300mg/día
Amilorida 0.1- 0.4 mg 24 20 mg/día
ARA II
Candesartan 0.16 – 105 24 32mg/día
Cuando una sal está en situación de sobresaturación, la solución se comporta de forma inestable
y la precipitación cristalina resulta entonces irreversible. Una vez producida esta precipitación, el
núcleo calculoso resultante actúa como centro de posterior agregación de cristales, la fijación en
una célula tubular o epitelial y de nuevo el crecimiento posterior con la fijación de nuevos
cristales. La fijación tiene lugar por mediación de sustancias como mucoproteínas que actúan
como pegamento tras polimerizarse.
Probablemente el mecanismo físico-químico discurre así, pero no explica todo el proceso. Las
teorías anatómicas consideran que todas las situaciones que dificulten el flujo normal de la vía
urinaria favoreciendo su estancamiento aumentan a su vez la sobresaturación. Este hecho unido
a la aparición de infección por gérmenes ureolíticos favorecerá la aparición de cálculos renales.
Todos aquellos procesos malformativos o infecciosos que provoquen una
alteración/enlentecimiento del flujo urinario predispondrían al paciente a presentar una litiasis.
Hay asociación entre urolitiasis y malformaciones congénitas del tracto urinario cuyo mecanismo
fisiopatológico de la formación y crecimiento de los cálculos se ha relacionado con la infección y
éstasis de la orina,más evidente en la obstrucción de la unión pieloureteral con incidencia entre
el 16 y 44.7%
2. Características clínicas: En el niño el dolor es el síntoma más importante. Puede ser
abdominal, difuso o bien localizarse en fosa lumbar irradiado a fosa ilíaca y a zona perineal y
genital, hematuria macroscópica indolora o microhematuria mantenida, náuseas y vómitos, no
suele presentarse tan claramente como en el adulto; sólo ocurre así en niños mayores y
adolescentes. También trasrornos miccionales como polaquiuria, incontinencia, disuria o
enuresis nocturna(30% de estos niños tienen hipercalciuria).
3. Motivo de Ingreso
- Dolor difuso.
4. Estudios complementarios: El diagnóstico por imagen del cálculo, por orden de utilización.
a. Imagen:
- Radiografía simple.
- Ecografía renal.
- Urografía intravenosa.
- TAC
b. Séricos:
- Gasometría arterial.
- Calcio.
- Fósforo.
- Fosfatasa alcalina.
- Magnesio.
- Acido úrico.
- Creatinina.
- Urea.
- Hormona paratiroidea.
c. Urinarios:
- pH.
- Calcio.
- Creatinina.
- Acido úrico.
- Magnesio.
- Oxalatos.
- Citratos.
5. Tratamiento
La mayoría de las anomalias metabólicas cusantes de cálculos tienen un origen genético, por lo
que la predisposición litiásica dura toda la vida, por lo tanto debe cumplirse un control dietético
adecuado:
6. Evaluación clínica
b. Se deben realizar al menos dos visitas médicas diarias o más frecuente según el estado
clínico del niño o la terapia que reciba.
7. Criterios de alta
Bibliografía
1. Bachur R. Nonresponders: Prolonged fever Among Infants With Urinary Tract Infections.
Pediatric, 2000, 105 – 59.
2. Acan- Arikan A, Zappitelli M, Loftis L. Et.al. Modified RIFLE criteria in critically il children
with acute kidney injury. Kidney Int. 2007; 71: 1028-1035.
3. American Academic of Pediatrics. Committee on quality improvement. Subcommittee on
Urinary Tract Infection. Practice parameter: The diagnosis, treatment and evaluation of
the initial urinary tract infection in febrile infants and young children. Pediatrics 1999;
103:843-52.
4. Alchoncher L, Castro C, Quintana D, et.al. Urinary calcium excretion in healthy school
children. Pediatr Nephrol 1997;11:186-188.
5. Alon US, Berenborn A. Idiopathic Hipercalciuria of childhood: 4 to 11 year outcome:
Pediatr Nephrol 2000, 14: 1001-1015.
6. Arneil GC. 164 Children with nephrosis. Lancet 1961; II: 1103-10.
7. Ariceta G. Tubulopatías primarias: metodología diagnóstica y manejo terapéutico.
Pediatría Integral 2000; 5/8): 838-848.
8. Bagga A. Revised guidelines for management of steroid-sensitive nephritic syndrome.
Indian Journal Nephrology (2008); 18(1): 31-39.
9. Beatti J. Acute Renal Failure. Renal Cliricians; 2005.
10. Bérard É, Broyer M, Dehennault M, Dumas R, Eckart P, Fischbach M, Loirat, C,
Martinat L. Syndrome néphrotique pur (ou néphrose) corticosensible de l’enfant.
Néphrologie & Thérapeutique 2005; 1: 150–156.
11. Bergstein JM. Clinical evaluation of the child with hematuria. En: Behrmann, Kliegman
and Jenson, editores. Nelson Texbook of Pediatrics. 16 th Ed. WB Saunders. 2000:
1577-82.
12. Blantz RC. Pathophysiology of pre-renal azotemia. Kidney Int 1998; 53: 512-513.
13. Brezis M, Rosen S. and Epstein FH. Acute Renal Failure due to ischemia (Acute
Tubular Necrosis). In Acute Renal Failure 3× Edition of Lazarous & Brenner. New York.
Churchill Livingstone. 1993. pp: 207-229.
14. Brodehl J. Conventional therapy for idiopathic nephrotic syndrome in children. Clin
Nephrol 1991;35:s8-15.
15. Cataldi L, and Fanos V. Microscopic hematuria in children. Pediatr Med Chir 1998; 20:
187-92.
16. Davin JC, Merkus MP. Levamisole in steroid-sensitive nephritic syndrome of childhood:
the lost paradise? Pediatr Nephrol (2005); 20:10-4.
17. Diven S, Travis L. A practical primary care approach to hematuria in children. Pediatr
Nephrol 2000; 14: 65-72.
18. Durkan A, Hodson EM, Willis NS, et al. Non-corticosteroid treatment for nephritic
syndrome in children. Cochrane Database Syst Rev (2005): (2): CD002290.
19. Ekka BK, Bagga A, Srisvastava RN. Single versus divided-dose prednisolone therapy
for relapses of nephrotic syndrome. Pediatr Nephrol 1997; 35:s8-15.
20. Flynn J, Daniels S. Pharmacologic treatment of hypertension in children and
adolescents. J Pediatric 2006; 149:746-754.
21. Garin, Eduardo; Olavarría, Fernando; García, Víctor Nieto; Valenciano Blanca;
Campos, Alfono and Young, Linda. Clinical Significance of Primary Vesicoureteral
Reflux and Urinary Antibiotic Prophylaxis After Acute Pyelonephritis: A Multicenter,
Randomized, Controlled Study, Pediatrics 2006; 117;626-632.
22. Glassberg, K. Special Article: Annual Meeting of the Section on Pediatric Urology.
Pediatrics, 1988; 81: 588-594.
23. Gonzáles A, Rocchini MD. Hipertensión en la infancia: Etiología, diagnóstico y
tratamiento. Rev Esp Pediatr 2000; 60: 127-87.
24. Gordillo, P. Malformaciones Urológicas y Renales.Nefrología Pediatrica. México. 1999,
2ª edición Mosby. Páginas.133 - 157.
25. Gordillo Paniagua G. Nefrología Pediátrica. Madrid: Mosby/Doyma Libros, 1995.
26. Gordillo PG, Mota HF, Velásquez JL. Diagnóstico y tratamiento de trastornos renales y
electrolíticos en niños.
27. Grossfeld GD, Caroll PR. Evaluation of microscopic hematuria. Urol CNA 1998; 25:
661-76.
28. Hodson, C: The radiologic diagnosis of pyelonephritis. Proc R soc Med Practical
Pediatric Radiology Imaging, Diagnostic radiology of Infants. Donald Kirks Pediatric
Clinics of North America Vol. 34 No. 5. October 1987
29. Hogg RJ, Portman RJ, Milliner D, Lemley MD, Ddy A, Ingelfinger J. Evaluation and
management of proteinuria and nephrotic syndrome in children: Recommendations
from a Pediatric Nephrology Panel established at the National Kidney Foundation
Conference on proteinuria, albuminuria, risk, assessment, detection and elimination
(PARADE). Pediatrics 2000;105: 1242-1249.
30. Hoste EAJ, Lameire NH, Van Holder RC, Benoit DD, Decruyenaere JMA & Colardyn
FA. Acute renal failure in patients with sepsis in a surgical ICU:Predictive factors,
incidence, comorbidity and outcome. J Am Soc Nephrol 2003; 14:1022-1030.
31. Ilyas M, Tolaymat A. Changing epidemiology of acute post-streptococcal
glomerulonephritis in Northeast Florida: a comparative study Pediatr Nephrol (2008) 23:
1101–1106
32. Kidney Disease Outcome Quality Initiative 2002, "K/DOQI clinical practice guidelines for
chronic kidney disease: evaluation, classification, and stratification.", Am J Kidney Dis,
vol. 2 Suppl 1, pp. S1-246.
33. Klaus G, Watson A, Edefonti A. Et al. European Pediatric Dialysis working group
(EPDWG). Prevention and treatment of renal osteodystrophy in children on chronic
renal failure: European guidelines. Pediatr Nephrol 2006, 21 (2): 151-159.
34. Koskimies O, Vilska J, Rapola J, Halman N. Long-term outcome of primary nephrotic
syndrome. Arch Dis Child 1982; 57: 544-8.
35. Levin A. Management of membranoproliferative glomerulonephritis. Evidence based
recommendations. Kidney Int 1999; 55 (Sup 70): S41-S46.
36. Levy J, Morgan J., Brown E. Conservative management of renal failure: prevention of
symptoms, in Oxford. Handbook of Dialysis (2001) p 40.
37. Loza R. Estremadoyro L, Loza C. Factors associated with mortality in acute renal failure
(ARF) in children. Pediatr Nephrol 2006; 21:106-109.
38. Martínez V, Cimadevilla R, Ordóñez FA, Casado R, Santos F, Málaga S. Tratamiento
de las infecciones urinarias en el niño. Acta Pediatr Esp 2000; 58:214-22.
39. Martínez Suárez V *, Santos R. F. Infección de las vías urinarias (ITU) en el niño: Plan
diagnóstico-terapéutico. Bol Pediatr 2006; 46: 222-229.
40. Moe OW. Kidney Stones: Pathophysiology and medical management (Seminar) The
Lancet 2006; 367: 333-344.
41. National Kidney Foundation 2000, Clinical practice guidelines for anemia of chronic
kidney disease.
42. National High Blood Pressure Education Program Working group on High Blood
Pressure in Children and adolescents. The Fourth Report on the Diagnosis, Evaluation
and treatment of High Blood pressure in Children and Adolescents. Pediatrics
2004;114: 555-576.
43. Orta N, Moriyón JC, López M. Estudio epidemiológico de enfermedades renales en
niños en Venezuela. Arch Ven P y Ped 2001.
44. Park YH , Choi JY, Chung HS. Hematuria and proteinuria in a mass school urine
screening test. Pediatr Nephrol (2005) 20: 1126–1130.
45. Pierrat A. et. al. Predicting GFR in children and adults: A comparison of the Cockcroft-
Galt, Schwartz, and modification of Diet in Renal Disease formulas. Kidney Int. (2003);
64: 4:1425-1436.
46. Rodríguez-Iturbe B. Poststreptococcal glomerulonephritis In: Glassoch R Current
Therapy in Nephrology and Hypertension. 4ta ed. Boston: Mosby-Year Book Inc.
Publishers. 1998.
47. Rodríguez Soriano J. Actitud del Pediatra ante una hematuria. Acta Pediatr Esp.
(1991), 49: 581-6.
48. Reusz G, Dobor M. Tulassay T. Hydrochlorothiazide treatment of children with
hypercalciuria: effects and side effects. Pediatr Nephrol (1993); 699-702.
49. Rodríguez Soriano J. Bartter and Síndromes; the puzzle in almost solved. Pediatr
Nephrol (1998); 12:315-327.
50. Rodríguez-Soriano J. New insight into the pathogenesis of renal tubular acidosis: from
functional to molecular studies. Pediatr Nephrol (2000); 14: 1121-36.
51. Rubin MI, Baliat T. Orina y análisis de orina. Enfermedades Renales en el niño.
Editorial Pediátrica. Barcelona (1988): 109-33.
52. Romanello C. Trattamento della sindrome nefrosica idiopatica corticosensibile. Medico
e Bambino (2005): 580-586.
53. Schlesinger ER, Sultz HA, Mosher WE, Feldman JG. The nephrotic syndrome. Its
incidence and implications for the community. Am J Dis Child 1968; 116: 623-32.
54. Sayer JA, Pearce SH. Diagnosis and clinical biochemistry of inherited tubulopathies.
Ann Clin Biochem 2001; 38: 459 - 70.
55. Srivastava R.N. Acute Glomerulonephritis. Symposium: Pediatric Nephrology Indian J
Pediatr 1999; 66 : 199-205.
56. Sharma S, Claude Cortas MD. Hypertension. Lancet 2003; 24 (9570):1230-45.
57. Sorof JM, Lai D, Turner J, et al. Overweight, ethnicity and the prevalence of
hypertension in school-aged children. Pediatrics 2004;113:475-482
58. Sutton RAL. The medical management of stone disease. Oxford textbook of Clincial
Nephrology. 2nd Ed. Oxford University Press 1998; 1343-1359.
59. Thompson D, Obarzanek E, Franco D. et al. Childhood overweight and Cardiovascular
Disease Risk Factors: The National Heart, Lung and Blood. Institute Growth and Health
Study. J. Pediatr 2007;150:18-25.
60. Uchino S, Bellomo R, Goldsmith D et al. An assessment of the RIFLE criteria for
acute renal failure in hospitalized patients. Crit Care Med. 2006; 34:1913.
61. Ueda N, Chihara M, Kawaguchi S, et al. Intermittent versus long term tapering
prednisolone for initial therapy in children nephrotic syndrome in children. Eur J Pediatr
1993; 152:357-361.
62. Ulinsky et al. High serological response to pneumococcal vaccine in nephrotic children
at disease onset on high prednisone. Pediatr Nephrol (2008); 7
63. Vijayakumar M. Acute and Crescentic Glomerulonephritis. Indian J Pediatr 2002; 69
(12): 1071-1075.
64. Xeisinger J. New insights into the pathogenesis of idiopathic hypercalciuria: The role of
bone. Kidney Int. (1996); 49: 1507-1518.
ANEXOS
Anexo 1: Instrumentos y metodologías analíticas mínimas que deben estar disponibles
HEMATURIA
Anamnesis y Exploración
Considerar Urinálisis
Infección Urinaria (Tira reactiva y sedimento)
Confirmar Enfermedad
Sistémica
Ausente Presente
Aspecto de la orina
Proteinuria
Localización Cilindros hemáticos Glomerulopatía Enfermedad
de la Hematuria Morfología hematíes
No Glomerular
Índice eritrociturios
Infección urinaria
Infección urinarHiaipercalciuria GN aguda postinfecciosa
Malforaciones Hiperuricosuria GN membranoproliferativa Familia + Familia -
IRA
Historia Clínica
Examen Físico Biometría
Hemática Completa Plaqueta
Química Sanguínea
Examen General de Orina
Índice Urinario
Ultrasonido Renal
Renal
Pre-renal Post-renal
Balance Hidroelectrólitico
Corrección hipovolemia Nefrostomía
Soporte nutricional
Corrección del Choque Sonda Vesical
Corrección de la Insuf. Cardicac
Ajustar dosis de fármaco
Tratamiento de complicaciones
Rehidratación hasta
normovolemia
Recuperación Diálisis Recuperación
Diuresis Oliguria
Estudio de
Imagen
Diuretico
Recuperación
Dopamina?
Corrección Qx
Persiste
Oliguria
Anexo 5. Estrategia Diagnóstica de Anomalías Urinarias
Anexo 6. Hidronefrosis Congénita Prenatal
Anexo 7. Infección de Vías Urinarias en Atención Primaria