Danza Definiciòn
Danza Definiciòn
Danza Definiciòn
La Danza podría definirse como una serie de movimientos corporales rítmicos que siguen un patrón,
acompañados generalmente con música y que sirve como forma de comunicación o expresión. Los seres
humanos se expresan a través del movimiento. La danza es la transformación de funciones normales y
expresiones comunes en movimientos fuera de lo habitual para propósitos extraordinarios. Incluso una
acción tan normal como el caminar se realiza en la danza de una forma establecida, en círculos o en un
ritmo concreto y dentro de un contexto especial. La danza puede incluir un vocabulario preestablecido de
movimientos, como en el ballet y la danza folclórica europea, o pueden utilizarse gestos simbólicos o mimo,
como en las numerosas formas de danza asiática. Personas de diversas culturas bailan de forma distinta por
razones variadas y los diferentes tipos de danzas revelan mucho sobre su forma de vivir.
LA DANZA Y LA MENTE
Además de proporcionar placer físico, la danza tiene efectos psicológicos, ya que a través de ella los
sentimientos y las ideas se pueden expresar y comunicar. El compartir el ritmo y los movimientos puede
conseguir que un grupo se sienta unido. En algunas sociedades, la danza puede llevar a estados de trance u
otro tipo de alteración de la conciencia. Estos estados pueden ser interpretados como muestras de
posesiones de espíritus, o buscados como un medio para liberar emociones. El estado de trance permite a
veces realizar hazañas de fuerza extraordinaria o de resistencia al peligro, como el bailar sobre brasas. En
algunas tribus, los chamanes bailan en estado de trance para poder curar a otros tanto física como
emocionalmente. Se ha desarrollado un nuevo tipo de terapia utilizando la danza para ayudar a las
personas a expresarse y a relacionarse con los demás.
TIPOS DE DANZA
Existen dos tipos principales de danza: danzas de participación, que no necesitan espectadores, y danzas
que se representan, que están diseñadas para un público. Las danzas participativas incluyen danzas de
trabajo, algunas formas de danzas religiosas y danzas recreativas como las danzas campesinas y los bailes
DANZA Y SOCIEDAD
Los efectos tanto físicos como psicológicos de la danza le permiten ser útil para muchas funciones. Puede
ser una forma de adorar a los dioses, un medio de honrar a nuestros ancestros o un método para crear
magia. Se menciona la danza en la Biblia, y hasta la edad media era una parte usual de los homenajes y de
las celebraciones religiosas (tradición que se mantiene en algunos lugares de España y América Latina).
Aunque la Iglesia cristiana denunció la danza como inmoral, el cristianismo no consiguió suprimir todos los
ritos paganos.
La danza puede también formar parte de los ritos de transición que se realizan cuando una persona pasa de
un estado a otro. Así, el nacimiento, la iniciación, la graduación, el matrimonio, el acceso a un puesto oficial
y la muerte pueden ser enmarcados por la danza. También forma parte a veces del galanteo. En algunas
sociedades, los bailes son los únicos eventos a los que acuden y donde se conocen los jóvenes de distinto
sexo. En la sociedad contemporánea, los bailes proporcionan a los jóvenes ocasiones importantes para
reunirse. También es factible trabajar ayudado por la danza. Los movimientos rítmicos son capaces de
lograr que el trabajo sea más rápido y eficiente, como en las danzas japonesas que se realizan en las
plantaciones de arroz. En algunas culturas, la danza es una forma de arte, y en el siglo XX algunas danzas
que originalmente eran ritos religiosos o entretenimientos de la corte se han adaptado al teatro.
LA DANZA Y EL RITO
En la danza ritual se halla contenida una gran parte de la tragedia interior humana ante la naturaleza. Es el
problema de la fertilidad, de la vejez, de la muerte. Es el miedo ante las manifestaciones terroríficamente
grandiosas de la naturaleza o la contemplación de los fenómenos celestes. Pero más aún que esto es su
relación con los problemas creados por el propio hombre dentro de sí en sus actividades mentales, como
los sueños.
Al sumirse los participantes de estas danzas en el éxtasis provocado por ellas, pretendieron influir
mágicamente en esos problemas vitales antes aludidos, y así, como ejemplo más sencillo, en lo que
respecta a la fertilidad de los campos, al unificarse los danzantes con la naturaleza, creyeron transmitirle su
propia actividad orgiástica y excitarla genéticamente; esto en el aspecto más primitivo de la cuestión; otras
veces fueron como el mismo fin ejecutadas las danzas ante los dioses de la fertilidad, como un ritual más
lleno de conceptos religiosos que mágicos.
También llegaron hasta la edad media las danzas rituales del fuego en los festivales ígnicos europeos, sobre
todo los de primavera y otoño, en los que hombres y mujeres danzaban alrededor de las hogueras, saltaban
sobre ellas acompañados de cánticos, con el fin de asegurarse buenas cosechas o librarse de los males.
Otras veces la danza pretende asegurar un matrimonio feliz
Por otra parte, en casi todas las civilizaciones antiguas, y sobre todo las orientales se desarrolló un tipo de
danza ritual mixta, por lo que tenía de sexual y religiosa al mismo tiempo. Estas danzas rituales
constituyeron la parte más atractiva de las grandes fiestas de la fertilidad; y en ellas danzaron dioses,
hombres y mujeres, sin ese serio ceremonial de las danzas puramente religiosas, pero con un alegre frenesí
cuyo motivo religioso dio el fondo necesario para que todo ello no constituyera únicamente un
desbordamiento sexual. Quizá podría hallarse en este tipo de danzas el origen de las famosas danzas
Dionisíacas de la antigua Grecia.
Pero la danza no dejó nunca de ser arte, imprescindible si ella constituye auténticamente elemento
expresivo, de tal forma que si en ocasiones la danza se hizo evolución ñoña e intrascendente de palaciegos
que contaban mentalmente los pasos, dejó de ser danza auténtica para convertirse en un paseo
mecanizado sobre las baldosas del salón, sin contenido emotivo o evocador, porque nada pretendía de
expresar y sólo constituía el placentero ir y venir de damas y caballeros hacia su encuentro respectivo.