Menores A t2 13
Menores A t2 13
Menores A t2 13
Esta lección está basada en los textos abajo indicados y en “El conflicto de los siglos”, capítulo 40.
3. Un jardinero ponía gran interés en mantener hermoso el jardín de su dueño. Un transeúnte le preguntó:
-¿Viene el dueño todos los días a ver el jardín?
-No -replicó el jardinero-, está de viaje.
-¿Va a regresar pronto?
-No sé cuándo regresará. Precisamente por eso quiero tener todo listo, porque puede venir en cualquier momento-
contestó el jardinero.
4. Cuando Shsckelton había sido forzado a salir y dejar su búsqueda en el Polo Sur, dejó a sus hombres en la Isla
Elefantes y les prometió regresar por ellos. Tratando de hallar la mejor manera para hacer su viaje a South Georgia,
trató de regresar por sus hombres para cumplir su promesa y fracasó; lo intentó de nuevo y fracasó.
El hielo estaba entre ellos y la isla, por lo cual no podía acercarse a ella. Él les había prometido a sus hombres
regresar y no pudiendo llegar, no podía dejar de pensar en ello.
Aunque la temporada era adversa, y aunque le habían dicho que era imposible que él pudiera llegar con su pequeño
barco "Yaliho" por la barrera de hielo que era muy gruesa entre ellos, lo intentó de nuevo. No era la estación
apropiada, pero cuando se acercó a la isla, había una avenida abierta entre el mar y el lugar donde había dejado a
sus hombres. Puso su barco en gran riesgo, recogió a todos sus hombres, los subió a bordo y salió antes de que el
hielo chocara con ellos. Todo esto se hizo en una media hora. Cuando la emoción ya casi había terminado se volvió a
uno de sus hombres y le dijo: "Bien, todos ustedes tenían todas las cosas preparadas y listas para partir."
El hombre contestó: “Cómo puedes ver jefe, Wild (el segundo al mando) nunca perdió la esperanza y cuando
veíamos que el mar estaba libre de hielo el enrollaba su saco de dormir y decía: «Enrollen sus bolsas de dormir,
muchachos: el jefe puede llegar hoy»”.
Cristianos, enrollen sus sacos de dormir: El Señor puede venir hoy.
5. Un inspector de escuela, que simpatizaba con los niños, un día visitó cierta escuela y dijo: “Pronto regresaré
y le daré un premio a quien tenga el pupitre más limpio. ¿Se van a preparar?”
“Pero ¿cuándo regresarás?”, preguntaron los niños.
“No les puedo decir cuando voy a volver”, respondió él.
Una niñita, conocida por sus hábitos de desorden, anunció que ganaría el premio. Los compañeros se rieron y le
dijeron: “Tu pupitre está siempre desordenado. Nunca vas a ganar el premio”. Ella, sin embargo, respondió:
“Voy a limpiarlo al comienzo de la semana”. Sus compañeros le dijeron que el inspector podría venir al final de la
semana.
“Entonces, voy a limpiarlo todas las mañanas”, dijo la muchachita.
Ellos observaron: “¿Y si viniera a la tarde?” Ella pensó un poco y afirmó: “Ya sé lo que voy a hacer: lo voy a
mantener siempre limpio”.
Necesitamos estar así, siempre listos. ¿Quieres estar preparado para el regreso de Jesús?
EL MAYOR RESCATE
Material para grupos pequeños: “Disfruta el viaje”. Por Joni Roger de Oliveira y Wellington Vedovello Barbosa
La revista Times, en la edición del 19 de Junio de 1995, en su artículo de tapa titulado “El escape del piloto” cuenta la
dramática historia del capitán de la fuerza aérea norteamericana Scott O’Grady, quien participó en la guerra de
Bosnia y su avión fue alcanzado por un misil enemigo. Milagrosamente, antes de descender al desenlace fatal en el
jet F-16, al sur de Bihac, O’Grady consiguió accionar entre sus rodillas lo que después llamaría, en una reunión de
prensa, la “bella palanca dorada” activando el asiento paracaídas que lo colocó fuera de la nave afectada.
Sus enemigos vieron el aterrizaje en las montañas de Bosnia e iniciaron una búsqueda implacable. Ya en el suelo,
entre el pequeño equipo de sobrevivencia, el piloto americano encontró un radio transmisor PRC-112, casi del
tamaño de un walkman común, con una autonomía de 7 horas. Debido al mal tiempo, O’Grady consiguió hacer solo
un contacto con otro piloto americano, el capitán Thomas Hanford, indicándole que había sobrevivido y el lugar
aproximado donde se encontraba.
A partir de ahí se inició la pesadilla de una larga espera. Perseguido por los enemigos, escondiéndose durante el día y
cambiando con frecuencia de escondite a la noche, fugitivo en un territorio desconocido, solo, con frío y hambre,
alimentándose solo de hojas, raíces y pequeños insectos, O’Grady se preguntaba si alguien realmente estaría
preocupado con su suerte.
Las horas pasaban extremadamente lentas, sin ninguna señal de ayuda externa. Pasaron seis días de absoluto
silencio. Lo que el capitán Scott O’Grady no sabía era que, mientras tanto, la mayor potencia militar del planeta
estaba movilizándose intensamente para el rescate. La inteligencia militar americana reunida en el Pentágono,
contaba con el interés directo del presidente Bill Clinton y planeaba cada detalle de la operación. Finalmente, a las
2:08 de la madrugada del 8 de junio, exactamente seis días después de la caída, después de determinar su ubicación
exacta, con la ayuda de satélites e instrumentos de precisión capaces de detectar el calor de un cuerpo en
movimiento en el suelo, con una operación de precisión quirúrgica, Scott O’Grady fue rescatado y transportado a
salvo a casa.
El mayor rescate de la historia sin dudas será la segunda venida de Cristo. Cuando se concrete esta promesa, nos
libraremos del enemigo que nos persigue constantemente y Dios nos llevará al hogar eterno para vivir con los salvos
en la permanente presencia del Señor. Si Jesús volviera ahora, ¿estarías preparado para estar en su presencia? Si
todavía no lo estás, ¿qué te falta para estar listo? ¿Qué le dirías? Dile a Jesús cuál es tu expectativa sobre su venida y
qué tipo de ayuda deseas que te dé para estar preparado cuando venga a rescatarte.
“Padre, quiero estar preparado para el mayor rescate de la historia. Quiero que ese día me lleves a tu reino, necesito
tu ayuda para ser un hijo fiel al Señor. Aparta de mí lo que me separa de ti. En el nombre de Jesús, amén".
NO MÁS MUERTE, NI LLANTO, NI CLAMOR, NI DOLOR
Estudios Bíblicos Avanzados- Fase 2, JUVENILES Y ADOLESCENTES, Un llamado para todos. Por Ilson Geisler