Talleres Vivenciales

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I.

FUNDAMENTACIÓN

Dentro de la variedad de funciones que tienen los padres de familia, además


de la responsabilidad de satisfacer las necesidades básicas de alimentación,
salud, vestido, vivienda, educación y crecimiento espiritual como la
comprensión y el amor y la atención hacia los niños, niñas y adolescentes, es
el apoyo familiar en las diferentes etapas del proceso educativo,
especialmente cuando se encuentra dificultades de aprendizaje, la familia
influye en la formación de niños, niñas y adolescentes en la construcción de
sus fortalezas, así como su carácter y valores.
Madres y padres deben cumplir su rol formador e involucrarse activamente
en casa etapa de la vida de sus hijos e hijas, recordando que son modelos
para ellos. Por este motivo deben procurar actuar con coherencia, es decir,
que no haya contradicciones entre el decir y el hacer. Hay que plantearnos
siempre esta pregunta: ¿Con mi comportamiento, que le estoy enseñando a
mi hijo?, con respecto a la formación escolar, de un hijo o hija que no fue
orientado y acompañado por su familia tendrá menos posibilidades de lograr
sus aprendizajes y puede verse afectado su autoestima. Frente a esta
situación y considerando que el padre o madre de familia es uno de los
corresponsales más importantes que tiene el docente/tutor o responsable de
la comunidad educativa en la tarea de la formación de los estudiantes.
Los individuos somos el resultado de los estilos de crianza con los que no
educan nuestros padres, lo que hace que en muchas ocasiones nosotros
repitamos los patrones de crianza con nuestros hijos e hijas, sin intención de
perjudicarlos claramente, si no para buscar ajustarlos y promover su
crecimiento personal. Sin embargo, también tenemos conflictos que se
desarrollaron durante nuestra formación que al ser mal canalizados pueden
generar interferencias en la crianza de los hijos, pues aquellos se pueden
presentar al momento de la formación de mi hijo, interfiriendo en su crianza
y en ocasiones generando daños psicológicos, sociales o físicos.
Además teniendo en cuenta la realidad educativa en la que nos hallamos
inmersos dentro de las Instituciones Educativas, que muchos de los padres
de familia con los que nos encontramos trabajando encontramos que estos
mayoritariamente no reconocen la responsabilidad que pueden estar teniendo
en la formación de sus hijos, por lo que esto hace que deleguen sus
responsabilidades a otros, señalándolos en ocasiones como culpables, es allí
donde nace la necesidad de este taller para una mejor interiorización de
nuestros roles y funciones de cada responsable de la formación de los
estudiantes.
Finalmente, nadie nace sabiendo ser padre, por lo que dentro de nuestra labor
incluso vamos a comete errores repetidas veces, y que incluso no los vamos
a lograr reconocer pues estas serán heridas socioemocionales que nos
dejaron nuestros padres que no logramos resanar y que hoy interfieren en
nuestra vida, pudiendo hacer que ello perjudique nuestra labor paterna y
materna.

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