Credos Religiosos Teologia

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INSTITUTO BIBLICO LOGOS CAMPUS NAUCALPAN

Materia: Teología
Alumno: Noemi de la Cruz Ramírez

CREDOS RELIGIOSOS

La palabra Latina credo significa, “Yo creo.” Un credo es una declaración de fe. Todos creen algo, y
por lo tanto todos tienen un credo – al menos en principio. Algunos credos no se hallan en forma
escrita, pero no por eso son menos poderosos. Muchos grupos religiosos que afirman no tener credos
en realidad tienen credos no escritos muy rigurosos.

La iglesia de Jesucristo, por otro lado, tiene una larga historia de poner por escrito lo que cree. Uno
de los primeros credos de la iglesia fue, “Jesús es Señor” (Rom. 10:9-10; 1 Cor. 12:3). En contra del
Judaísmo esta confesión identificaba a Jesús de Nazareth como Jehová, el eterno Señor de los
Ejércitos. En contra de la fe del Imperio Romano, esta confesión declaraba que Jesús es el verdadero
Emperador del mundo, la fuente de toda autoridad y ley. Este credo hacía lo que todos los buenos
credos deberían hacer: trazaba una línea clara entre la fe y sus enemigos. Siglos más tarde, el Credo
de los Apóstoles trazó exactamente tal línea entre la fe verdadera y el Gnosticismo, y el Credo
Niceno hizo lo mismo con respecto al racionalismo Arriano. Claro, los Gnósticos y los Arrianos no
estaban felices con los credos. Aquellos que son el blanco de los credos raramente lo están.
Generalmente los denuncian como antibíblicos, racionalistas y faltos de amor.

CREDO DE LOS APOSTOLES


El Credo de los Apóstoles apareció en diversas maneras durante los primeros siglos de la iglesia.
Pero fue estandarizado cerca del año 700 DC. en latín. La traducción moderna del credo en español
es la siguiente:

Creo en Dios Padre Todopoderoso,


Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro.
Que fue concebido del Espíritu Santo,
Nació de la virgen María,
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato;
Fue crucificado, muerto y sepultado;
Descendió a los infiernos;
Al tercer día resucitó de entre los muertos;
Subió al cielo,
Y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso;
Y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
La Santa Iglesia Universal,
La comunión de los santos,
El perdón de los pecados,
La resurrección del cuerpo,
La vida eterna. Amén.

La Biblia es nuestra única norma infalible de fe y práctica. Los credos, por el contrario, son
instrumentos de enseñanza falible que resumen nuestra comprensión de la Escritura. Y como
veremos, el Credo de los Apóstoles fue creado para ayudar a los cristianos a aprender y seguir
siendo fiel a las enseñanzas de la Biblia.

El Credo de los Apóstoles fue especialmente importante e incluso necesario en la historia primitiva de
la iglesia. Ya que el Canon de la Escritura no se formalizó hasta alrededor del año 397 DC., entonces
¿Cuál era la fe autoritaria en la iglesia? Fue resumida en el Credo de los Apóstoles. Pero en aquel
tiempo se tenía a la Biblia. Entonces, ¿por qué debemos de continuar con el credo? Porque no
podemos requerir que la gente entienda toda la Biblia antes de aceptarlos como cristianos. El Credo
de los Apóstoles resume las enseñanzas esenciales de la Biblia en una forma simple. Por esta razón,
nosotros debemos de seguir usándolo incluso hoy. [Dr. Paul Chang].

CREDO DE NICENO

El Credo Niceno, también llamado Credo Niceno-Constantinopolitano, es una declaración de la fe


ortodoxa de la iglesia cristiana primitiva en oposición a ciertas herejías, especialmente el arrianismo.
Estas herejías, que perturbaron a la iglesia durante el siglo IV, se referían a la doctrina de la trinidad y
de la persona de Cristo. Tanto la iglesia griega (oriental) como la latina (occidental) tenían en honra a
este credo, aunque con una importante diferencia: la iglesia occidental insistió en la inclusión de la
frase "y el Hijo" (conocida como "filioque") en el artículo sobre la procesión del Espíritu Santo; esta
frase sigue siendo repudiada por la iglesia ortodoxa oriental. La versión actual de este credo se
remonta en parte al Concilio de Nicea (325 d.C.) con adiciones hechas por el Concilio de
Constantinopla (381 d.C.). La versión actual fue aceptada en el Concilio de Calcedonia en 451, pero
la frase "filioque" no se añadió hasta 589. Sin embargo, el credo es en esencia una formulación
precisa y majestuosa de la fe Nicena. La traducción al inglés del texto en latín fue aprobada por el
Sínodo de 1988 de la ICR.

El arrianismo sostuvo que Jesús no es propiamente Dios, sino la primera criatura creada por el Padre,
la cual no gozaba de divinidad, y fue empleado para la creación del mundo. Con esto el arrianismo
postulo la existencia únicamente de Dios, y la de un solo principio el Padre.
Nosotros creemos en un solo Dios, el Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de
todas las cosas visibles e invisibles.

Y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, engendrado del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado;
consubstancial con el Padre.

Por medio de Él todas las cosas fueron creadas.

Por nosotros y por nuestra salvación descendió del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
la virgen María, y fue hecho hombre. Fue crucificado por nosotros bajo el poder de Poncio Pilato,
padeció, y fue sepultado. Al tercer día resucitó según las Escrituras.

Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre. Él vendrá otra vez con gloria a juzgar a
los vivos y a los muertos. Su reino no tendrá fin.

Y nosotros creemos en el Espíritu Santo, el Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que junto con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado; Él habló mediante los profetas.

Nosotros creemos en una santa Iglesia Católica y Apostólica.

Confesamos un solo Bautismo para el perdón de los pecados, Esperamos la resurrección de los
muertos, y la vida en el mundo venidero. Amén.

CREDO DE ATANASIO
El Credo Atanasiano es el tercero y más largo de los “credos ecuménicos,” esas declaraciones de fe
son ampliamente confesadas por Cristianos en muchas denominaciones. Probablemente fue escrito
en el Sur de Galia (Francia) en algún tiempo a fines del Siglo V o comienzos del Siglo VI,
desconocemos el nombre del autor. Al igual que el Credo Apostólico es así llamado, no porque los
apóstoles lo escribieron, sino porque resume fielmente sus enseñanzas, así el Credo Atanasiano
refleja fielmente la posición de Atanasio, obispo de Alejandría, quien defendiera la posición ortodoxa
en la gran controversia del Siglo IV acerca de la correcta comprensión de Cristo. Podemos dividir el
credo en dos partes. La primera trata con la doctrina de la Santísima Trinidad; la segunda, con la
doctrina de la Encarnación.

Quien quiera ser salvo debe sobre todo asirse de la fe universal.


Quien no la observe en su totalidad y sin violarla, sin duda perecerá por la eternidad.
Ahora bien, esta es la fe universal: Adoramos un Dios en Trinidad y la Trinidad en unidad, sin
confundir las personas ni dividir el ser divino.
Porque el Padre es una persona, el Hijo otra, y el Espíritu es también otra.
Pero la deidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo es una, igual en gloria, coeterna en majestad. Lo que
es el Padre, es el Hijo y también lo es el Espíritu Santo.
El Padre es increado; el Hijo es increado; el Espíritu es increado. El Padre es infinito; el Hijo es
infinito; el Espíritu Santo es infinito.
El Padre es eterno; el Hijo es eterno; el Espíritu es eterno: Y sin embargo, no hay tres seres eternos,
sino uno que es eterno; así como no hay tres seres increíbles e ilimitados, sino uno que es increíble e
ilimitado.
El Padre es todopoderoso; el Hijo es todopoderoso; el Espíritu es todopoderoso: Y sin embargo, no
hay tres seres todopoderosos sino uno que es todopoderoso.
Así, el Padre es Dios; el Hijo es Dios; el Espíritu Santo es Dios: Y sin embargo no hay tres dioses
sino un Dios.
Así el Padre es Señor; el Hijo es Señor; el Espíritu Santo es Señor: Y sin embargo no hay tres
señores, sino un Señor.
Como la verdad cristiana nos obliga a reconocer a cada persona en particular como Dios y Señor, así
la religión universal nos prohíbe decir que hay tres dioses o señores.
El Padre no fue hecho, creado o engendrado; el Hijo tampoco fue hecho o creado, pero sí fue
engendrado por el Padre; el Espíritu tampoco fue hecho o creado, pero procede del Padre y del Hijo.
Así, hay un Padre, no tres padres; un Hijo, no tres hijos; un Espíritu Santo, no tres espíritus.
Y en esta Trinidad, ninguno es antes o después, mayor o menor que el otro; sino que las tres
personas son, en sí mismas, coeternas y co--iguales; y por ello debemos adorar la Trinidad en unidad
y al único Dios en tres personas.
Así es como debe pensar acerca de la Trinidad quien quiera ser salvo.
Es necesario para la salvación eterna que la persona también crea fielmente que nuestro Señor
Jesucristo se hizo carne.
Porque esta es la verdadera fe que creemos y confesamos: Que nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de
Dios, es Dios y hombre.
El es Dios, engendrado antes de todos los mundos del ser del Padre, y él es hombre, nacido en el
mundo del ser de su madre -existe plenamente como Dios, y plenamente como hombre, con un alma
racional y un cuerpo humano; igual al Padre en divinidad, subordinado al Padre en humanidad.
Aunque él es Dios y hombre, no está dividido, sino que es un Cristo.
El está unido porque Dios ha tomado en sí mismo la humanidad; no ha transformado la divinidad en
humanidad.
El es completamente uno en la unidad de su persona, sin confusión de sus naturalezas. Pues así
como el alma racional y el cuerpo son una persona, así el Cristo es Dios y hombre.
El sufrió la muerte por nuestra salvación. El descendió al infierno y se levantó de nuevo de la muerte.
El ascendió al cielo y está sentado a la diestra del Padre. El vendrá de nuevo a juzgar a los vivos y a
los muertos.
En su venida, toda la gente se levantará corporalmente para dar cuentas de sus obras.
Los que han hecho el bien, entrarán a la vida eterna, los que han hecho el mal, entrarán al fuego
eterno.
Esta es la fe universal y quien no lo crea fielmente no puede salvarse.

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