Tarragona Tortosa

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TORTOSA

Dista 80 km de la capital y accedemos por la autopista AP-7, la salida 40 y la autovía C-12, Eix de
l’Ebre. Tortosa es la capital del Baix Ebre, situada en el centro de la comarca, limita con los términos
de Camarles, l’Aldea, el Perelló, Alfara de Carles, Roquetes, Aldover y Tivenys. Parece derivar de
la Turtuxa árabe, que a su vez adaptó la Dertosa romana. Durante siglos, fue cabecera del territorio
aledaño, aunque su término se fue disgregando en beneficio de nuevos municipios independientes.
Desde época íbero-romana, la ciudad acogió gran diversidad de culturas: andalusí, hebrea y cristia-
na, convirtiéndose en el gran centro vertebrador del territorio. La catedral gótica se alzó en el siglo
xiv y entre los siglos xv y xvi la ciudad se convirtió en un importante centro mercantil, alcanzando
una gran notoriedad que se manifiesta en empresas constructivas como el conjunto renacentista de
los Reials Col·legis.

Ciudad de Tortosa
E
n 1148 el conde de Barcelona Ramon Berenguer IV genoveses, que se irán instalando en los pequeños núcleos ru-
ocupó la ciudad y su amplio territorio, en un momento rales. El conde de Barcelona pasó a compartir el territorio con
de retroceso en la navegabilidad del río, que mantenía los Montcada y la república de Génova, que había prestado
la región conectada con el Mediterráneo. A partir de la re- su ayuda en la empresa reconquistadora, un dominio feudal
conquista, la nueva Tortosa, con una importante población tripartito transformado cuando los templarios aparecen sobre
autóctona musulmana y judía, irá recibiendo gentes proce- el terreno. En 1294 los templarios y los Montcada dejan de
dentes del norte de Cataluña, además de ingleses y pisano- ejercer su dominio en favor de los ciudadanos, sobre todo a

Vista general
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0 150 m

Plano del núcleo medieval

Calle del antiguo barrio judío Portal dels Jueus

partir de la redacción de las Consuetudines Dertosae, que repre- rodean el conjunto catedralicio. La muralla, que inicialmente
sentan un signo de ruptura de la hegemonía feudal. seguía el perímetro de la vieja medina islámica, fue amplián-
Los datos arqueológicos confirman la existencia de un dose partir de la década de 1340. Las primeras noticias ur-
asentamiento prerromano situado sobre el montículo del banas referentes a la reconquista aparecen en los cartularios
castillo de la Suda. La ciudad surgió en época romana y fue catedralicios y desde 1154 consta la existencia de Vilanova,
conquistada por los musulmanes en el siglo viii. Diversas ex- una nueva judería creada a raíz de su apartamiento desde el
cavaciones realizadas en el casco antiguo intentan averiguar núcleo central de la ciudad hacia el actual Carrer Major de
cómo fue la adaptación islámica a la trama urbana bajoimpe- Remolins. Algo similar ocurrió con la comunidad musulmana,
rial y su transformación a partir del año 1000. A los pies de trasladada hacia la periferia, no muy lejos del nuevo barrio ju-
la Suda, la población fue instalándose en estrechas calles que dío. La zona ya ocupada entre la Suda, el río y el barranco del
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Rastre continúa siendo el centro administrativo y religioso de la iglesia de Sant Domènec se localizó una cloaca que comu-
la ciudad, aunque Tortosa fue creciendo extramuros por su nicaba la Suda y el barranco del Rastre, un sector donde se
sector meridonal, en la actual zona del Temple. intuyen restos de una posible estructura fortificada. La ciudad
La intervención arqueológica de 2005 realizada en la de Tortosa precisa aún un estudio de conjunto que permita
Plaça dels Dolors confirmó la presencia de estructuras islámi- aproximarnos con profundidad a la época posterior a la re-
cas. Otras excavaciones en el entorno a la catedral y el barrio conquista. No debemos olvidar que cuando el arte románico
de Remolins revelaron baños árabes del siglo xii. Existieron irrumpió en los territorios meridionales de la Cataluña Nue-
otros baños utilizados hasta el siglo xiv bajo la Plaça dels va, las nuevas formas góticas ya habían hecho su aparición.
Banys –cuyas naves estuvieron cubiertas por bóvedas de ca-
Texto y fotos: VZG - Plano: FML
ñón– que pudieron haber sido construidos por los templarios
en el siglo xii.
Entre 2006 y 2008 se documentaron otras zonas de ocu- Bibliografía
pación en la calle Montcada: suburbios andalusíes de fines del
siglo xi y principios del xiii que fueron reaprovechados por los AA. VV., 2008; Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, pp. 107-114;
nuevos pobladores hacia los siglos xiii y xiv. En el interior de López Vilar, J., 2008; Miravall i Dolç, R., 2004.

Castillo de la Suda
E
l castillo de la Suda o de Sant Joan se encuentra en des de Sant Joan, aunque no se remataron hasta el xviii, con-
lo alto del montículo que domina la ciudad de Tortosa. formando un sólido baluarte defensivo. A inicios de la década
Los hallazgos arqueológicos demuestran que el lugar de 1970 pasó a ser propiedad del estado, convirtiéndose en
estuvo habitado desde época íbero-romana. La construcción parador nacional de turismo.
del castillo data de época andalusí, noticia confirmada por El torreón principal es de planta cuadrangular y ocupa
la descripción del geógrafo al-Idrisi. La fortaleza perteneció un lugar preferente, como punto de vigilancia, en el espolón
a la orden templaria y sirvió como alojamiento temporal de que avanza hacia el río en la cima irregular del altozano, cuyo
los reyes. En el siglo xiv se edificó el palacio real, ampliado perímetro se reforzó con muros y torres. Algunas conservan
durante el siglo xv, sufrió diversas modificaciones a raíz de sus almenas y saeteras. En el extremo sudeste se alza la única
las guerras de los Segadors, Sucesión y Carlistas. Durante el torre de planta circular, aunque las excavaciones de 1986 no
siglo xvii se construyeron en el extremo nordeste las Avança- localizaron materiales anteriores al siglo xiv. El recinto amura-

Vista general
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0 40 m

Planta del conjunto

llado combina el aparejo de mampostería con el opus spicatum, Bibliografía


reaprovechando algunas estelas romanas. La zona occidental,
muy restaurada, es la mejor conservada. En el interior del re- Catalunya Romànica, XXVI,1984-1998, pp. 114-117; Vidal Franquet,
cinto se reconocen restos de una prisión, un aljibe y otras de- J., 2008.
pendencias. Las campañas arqueológicas de la década de 1980
localizaron una zona de enterramientos de los siglos xi y xii.

Texto y foto: VZG - Plano: FML

Catedral de Santa Maria

E
ntre los monumentos que mejor ejemplifican el signi- acto que constituye el primer paso hacia la restauración de
ficado político y religioso de la Reconquista cristiana la diócesis, que sigue con el nombramiento de Gaufred de
llevada a cabo por el conde de Barcelona Ramon Be- Avignon como primer prelado (1151-1165) y, sobre todo, la
renguer IV entre 1141 y 1149, figura la desaparecida catedral readaptación de la mezquita según las exigencias litúrgicas
románica de Tortosa, erigida para reafirmar el éxito de la cristianas.
campaña militar contra los musulmanes y demolida durante El fascinante caso de la catedral románica perdida de
la construcción del edificio gótico. La construcción de la gran Tortosa ha animado a numerosos estudiosos a formular algu-
e imponente catedral debía representar el dominio cristiano nas hipótesis reconstructivas, asimilables en tres conjeturas
sobre una vasta región –comprendiendo los territorios de principales. En 1932, el canónico Josep Matamoros Sancho
Zaragoza, Lleida y Tortosa– que miraba hacia a las taifas de intentó la primera reconstrucción, en la cual concluyó que
Valencia y Murcia. El día siguiente de la conquista de Torto- la catedral, colocada en una orientación Norte-Sur, debía
sa, firmada el 31 de diciembre de 1148, Ramon Berenguer IV haber tenido una planta de cruz latina, una cabecera plana y
dona a la Iglesia dertosense la mezquita mayor de la ciudad, una cúpula sobre pechinas correspondiente a la conjunción
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de la nave con el transepto. Más recientemente, Victòria fieri coexistieron. Algunos documentos de compraventa de
Almuni Balada ofrece un análisis basado en evidencias físicas propiedades situadas en las cercanías distinguen la mezquita,
y documentales, según el cual la catedral de Tortosa era un la iglesia vetula de la nova, confirmando así la cercanía de los
edificio orientado hacia el Este, de tres naves y con cubierta dos edificios. Tales fuentes documentales, lamentablemente
a dos aguas, dotado de tres portadas en el lado oeste y dos en no ofrecen ninguna descripción de la catedral en construc-
los lados norte y sur, respectivamente. La estructura arquitec- ción, definida solo como un edificio imponente en razón a las
tónica y el programa iconográfico debían manifestar, según multis ac magnis expensis, es decir por los “muchos y conspicuos
Almuni, la influencia del románico lombardo y el estilo pro- gastos”. Si bien algunas fuentes oficiales no dejan de elogiar
venzal. Para acabar, Eduardo Carrero Santamaría ha acercado la generosidad que las autoridades demostraron durante las
la catedral de Tortosa a las de Zaragoza y Tudela: después diversas fases de los trabajos, numerosos actos de donación
de algunas intervenciones de entidad modesta, la mezquita inducen a revalorizar la importancia que el patronazgo laico
mayor de Tortosa fue transformada para los usos litúrgicos tuvo para la realización de la obra. Además, también la Consti-
cristianos y por lo tanto, destinada a catedral hasta su demoli- tutione del Capítulo promulgada en 1339 para la construcción
ción, llevada a cabo progresivamente durante la construcción del actual edificio gótico, menciona claramente la activa par-
de la catedral gótica. ticipación económica de la ciudadanía: Cum in ecclesia dertusensi
Ya restaurada en 955, la mezquita mayor era un edificio liberata civitate Dertuse per Cristi fideles a faucibus paganorum, et capta,
de cinco naves rodeado por un atrio del cual, lamentablemen- fundata fuit cathedralis, et ab ipsis fidelibus hedifficata atque constructa
te, no sobrevive apenas nada. Los únicos restos se reducen a satis decens et capax (“Cuando en la iglesia tortosina liberada la
una inscripción que atestigua la construcción del minarete en ciudad de Tortosa de las fauces de los paganos, gracias a los
955 promovida por el soberano Abderramán (hasta el día de fieles en Cristo y retomada, fue fundada la catedral, y por los
hoy tapiado en el exterior de la oficina del decano del Capí- mismos fieles fue edificada y construida bella y amplia”). El
tulo) y, probablemente, de algunos restos de muro subyacen- examen minucioso de dichos documentos prueba por tanto
tes en la Plaza de la Mare de Déu de la Cinta. Con el añadido cómo la catedral románica fue, no solo la expresión del poder
de un ábside y la separación de la nave central del edificio, la político y religioso sino también de la comunidad tortosina,
mezquita se convirtió en la primitiva catedral de Santa Maria elemento que no encuentra comparación en las vicisitudes
de les Estrelles, que proveía las necesidades litúrgicas de la constructivas de otras catedrales de la Catalunya Nova, y que
canónica agustiniana, fundada por Gaufred en 1153, y de la en cambio resultaría reforzado por todo lo afirmado por el
comunidad de Tortosa. Sin embargo, la exigencia de ratificar historiador Enrique Bayerri i Bertoméu, según lo cual entre
y celebrar la victoria cristiana no se había realizado verda- los siglos xii y xiii el claustro alojaba las asambleas ciudadanas.
deramente con la mera readaptación de la mezquita, pues La primera consagración de la catedral tuvo lugar el
en una carta fechada en 1156, el papa Adriano IV, exhorta 28 de noviembre de 1178. Un pergamino conservado en el
a Ramon Berenguer IV a mantener su compromiso adquirido Arxiu Capitular, que no olvida la minuciosa relación de las
acerca de la construcción de una auténtica y propia iglesia dotalia concedidas, recuerda como placuit Ildefonso illustrissimo
catedral. regi Aragonensi, comiti Barchinonensi (...) et Santie, venerabili regine,
La elección del lugar sobre el cual edificar la catedral se predictam ecclesiam dedicari (“Alfonso, ilustrísimo rey de Aragón,
determinó tanto por razones prácticas como ideológicas. La conde de Barcelona, y Sancha, reina venerable, quisieron que
compleja estratificación del lugar, obtenida solo parcialmente la susodicha iglesia fuera consagrada”). Más allá de la presen-
gracias a las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en cia de Alfonso el Casto y su mujer Sancha, presenciaron la
los sectores de la Costa dels Capellans y de la Plaça de la ceremonia el arzobispo de Tarragona, los obispos de Osona
Cinta, indica la continuidad religiosa del lugar a través de y Urgell, los barones y mayores notables catalanes, entre los
los siglos y de los diferentes cultos. Sede del foro romano y cuales se encontraban miembros de la familia Montcada. Las
de edificios sacros, el lugar acogió probablemente la iglesia fechas 1158 y 1178 como años de inicio y finalización de los
visigótica y, seguidamente a la toma árabe de Tortosa acae- trabajos se repiten también en la inscripción, en un tiempo
cida en 714, fue finalmente ocupado por la mezquita mayor ubicada en la sacristía y actualmente en el Museo Catedrali-
de la ciudad a partir del siglo viii. La estructura del lugar, una cio que dice:
pequeña colina comprendida entre el río Ebro y el promon-
torio de Sant Joan, unida a las características del subsuelo, ha anno incarnacionis d(omi)ni
determinado sin duda la elección de edificar la catedral de ce mclviii coepit hoc
Tortosa sobre el lugar tradicionalmente destinado a centro templu(m) aedificari et xx
político y religioso de la ciudad. annis edificatu(m) fuit
Atestiguado por las numerosas donaciones ofrecidas a
favor de la obra registrada desde abril de 1158, los trabajos (“En el año de la Encarnación del Señor de 1158 comen-
debían estar activos ya desde aquel año. Durante un cierto zó la construcción de este templo y fue construido en
período, la mezquita reconvertida y la catedral románica in veinte años”).
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Epígrafe
de dedicación

Un minucioso análisis paleográfico parece sugerir sin reconstrucción y ampliación del edificio románico, elección
embargo, una datación más tardía que la inscripción. El duc- por otra parte dictada por el incremento de la comunidad
tus, sobre todo de las letras n, a, t, m e d, su ligadura, el ex- agustiniana y por la necesidad de hacer frente a las nuevas y
ceso de terminaciones ensortijadas, el efecto ornamental de mayores exigencias religiosas de la ciudadanía en línea a las
las letras y el uso de los tres puntos característicos alineados tendencias litúrgicas y artísticas del siglo xiv. El comienzo de
verticalmente, sitúan cronológicamente la inscripción en el la construcción de la catedral gótica fue autorizado en mayo
siglo xiii, es decir, a décadas de distancia de la fecha de fin de de 1347 con la colocación de la primera piedra. Los Llibres
los trabajos que se recuerda en el pergamino. Sin embargo re- de l’Obra, una colección de 41 manuscritos redactados entre
sulta más razonable mantener que el arco temporal de veinte 1345 y 1463, custodiados en el Archivo Capitular, documen-
años hace referencia solamente al cumplimiento de la zona tan las primeras fases de la construcción y se revelan como
absidal de la catedral, y por eso la actividad de las obras debía una valiosa fuente para el estudio de la catedral románica ya
prolongarse aún más. Según una consolidada praxis construc- que en ellos se documenta su progresiva destrucción. Con
tiva, los trabajos iniciados en 1158 deberían afectar por ello a el fin de asegurar la continuidad de las funciones religiosas,
la parte oriental del edificio y por ello la ceremonia de 1178 la construcción del edificio gótico continúa encapsulando la
concernía probablemente solo al ábside y altar mayor. catedral románica a medida que ésta iba siendo demolida.
Tras la consagración de 1178 no poseemos otras noticias La primera demolición tiene lugar en 1428 y concernió a la
directas sobre la catedral románica, especialmente en lo que zona absidal, mientras que los últimos restos de la fachada
se trata de la fecha de finalización de los trabajos. Sin embar- románica fueron retirados en 1703.
go, en 1272 el edificio se había terminado pues Les Costums de Gracias a análisis comparativos entre fuentes documen-
Tortosa mencionan las portadas de la fachada y atestiguan la tales y restos escultóricos y arquitectónicos resulta posible
costumbre de las cortes ciudadanas de reunirse en el exterior formular algunas hipótesis respecto al aspecto originario del
de la catedral. edificio. Una parte del perímetro de la catedral románica se
Entre 1316 y 1340 se puso en marcha la renovación del puede identificar en el fragmento de muro con orientación
complejo en su totalidad. Los trabajos se iniciaron con la Norte-Sur que se encuentra bajo la reja del edificio gótico.
reconstrucción de la sala capitular y la construcción de un Este tramo de muro hace referencia, por tanto, a la cimenta-
nuevo palacio episcopal con vistas a la fachada de la catedral, ción de la fachada de la catedral románica. La idea según la
llamado a sustituir el viejo edificio románico adosado al sec- cual el actual edificio gótico se asienta sobre la supervivencia
tor meridional de la iglesia y puesto en eje con la misma. La de restos del templo románico está confirmada además en
intervención culminante fue, no obstante, la construcción de un pasaje del Llibre de l’Obra relativo a 1428, cuando dice que
la catedral gótica. En 1339 el Capítulo dicta una Constitutione la cabecera gótica estaba en vías de finalización. Debido a
ratificada por el obispo Berenguer de Prats concerniente a la problemas de estabilidad estructural la maestranza apuntaló
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siglo xii-xiii - in situ siglo xii-xiii - hipótesis reconstructiva fases de construcción de la catedral gótica catedral gótica
Hipótesis reconstructiva de la catedral románica y fases de desamantelamiento

la clave de la bóveda del ábside gótico con una pilastra, colo- gaerde datado en 1563, del que hablaremos más adelante,
cada entre el altar románico y el ábside. De nuevo los Llibres parecen confirmar tal estructura.
describen la superficie de recorrido de las naves, rebajada en A través de comparación con la descripción de las
cinco peldaños respecto al presbiterio románico, que estaba demoliciones y de las visitas pastorales se evidencia cómo
rodeado a su vez por otro recinto presbiteral. el número de capillas laterales fue de seis por cada lado,
Diferentes indicios incitan a considerar cómo la es- aspecto que sugeriría una repartición del edificio en seis ar-
tructura planimétrica de la catedral se hubiera basado en un cadas. Desde 1440, año en que se inicia la demolición de las
esquema de tres naves con capillas laterales. Sin embargo, la capillas, se mencionan la de San Esteban, probablemente la
imprecisión de los Llibres de l’Obra al respecto, atestiguan úni- primera del lado meridional, la de San Agustín, la de Santa
camente que en 1494 se desmantelaron las pilastras y arcadas María Magdalena, cercana al presbiterio, la de Santa Elena,
de separación entre las naves. La distribución de la antigua contigua a la portada septentrional, la de San Antonio, la de
fachada según un boceto del flamenco Anton Van der Wyn- San Miguel y la de la Virgen del Rosario, aproximadamente
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Capitel del claustro. Cristo ante Herodes Capitel de la Porta del Romeu

Dicho esquema fue efectivamente repetido en los proyectos


iniciales de las grandes catedrales catalanas. Por ejemplo, la
planimetría de la catedral de Tortosa se puede superponer al
de la catedral de Tarragona, cuya cabecera fue terminada ha-
cia 1184 según un esquema de cinco ábsides, y a la Seu Vella
de Lleida, iniciada en 1203.
También el análisis de algunos restos escultóricos se
revela particularmente útil para la reconstrucción del alzado.
Una clave de bóveda conservada en el Museo Catedralicio,
que representa a Cristo en majestad, con el libro abierto y
bendiciendo, rodeado por dos figuras entre el sol y la luna,
sugiere la presencia de bóvedas de crucería. Lejos de la órbita
artística cisterciense, dichas cubiertas se adoptaron frecuen-
temente en los ábsides catalanes de mediados del siglo xii,
especialmente en edificios de influencia provenzal, como
Sant Esteve d’En Bas, Sant Cugat del Vallès, Santa Maria de
Solsona, y también desde el siglo xiii, por toda la extensión de
Clave de bóveda románica las naves, como sucede en Tarragona y Lleida, si bien dentro
de un contexto todavía románico, como argumenta Josep
Puig i Cadafalch. Más allá de las susodichas similitudes del
hacia la mitad de la nave, la de Santa Justina y Santa Rufina, perfil de la estructura arquitectónica, las catedrales de Torto-
que correspondería a la actual capilla de San Rufo, y final- sa y Tarragona compartían la misma decoración escultórica,
mente, la de Santo Domingo, la tercera desde el ábside. Sin muy probablemente llevada a cabo por el mismo artista o por
embargo, ya en 1177, 1186 y 1193 se registran donaciones el mismo taller. Los dos capiteles historiados del claustro der-
en favor de los altares de San Andrés, San Pedro y Santo To- tosense, reutilizados en el siglo xix, resultan afines estilística-
más, respectivamente. Al altar mayor, dedicado a la Virgen, mente a los relieves de la Portada de la Epístola de Tarragona,
se dirige un notable donativo de cincuenta solidi de Bernat datada en diferentes fechas entre 1215-1230 y 1260-1270.
Santponç en 1177, destinado probablemente a la realización Bajo la provisión de tal comparación parece fácil comprender
de un retablo. la función original de dos capiteles románicos inéditos con
Las tres naves y los dos tramos de capillas laterales columnillas y basas, actualmente colocados en un nicho de
deberían terminar probablemente en cuatro absidiolos y un la Porta del Romeu, ubicado en las inmediatas proximidades de
ábside central, abierto a través de un profundo presbiterio. la catedral. Los capiteles, que se pueden datar hacia finales
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Anthonie van der Wijngaerde, Vista de Tortosa, 1563. Osterreichische Nationalbibliothek, Vienna. Cod. Min. 41, fol. 8 (tomado de Kagan, Richard (ed.),
Spanish cities of the golden age: the views of Anton van den Wyngaerde, Berkeley, 1989)

Anthonie van der Wijngaerde, Vista de Tortosa, 1563. Osterreichische Nationalbibliothek, Vienna. Cod. Min. 41, fol. 7 (tomado de Kagan, Richard (ed.),
Spanish cities of the golden age: the views of Anton van den Wyngaerde, Berkeley, 1989)
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del siglo xii, podrían ser fragmentos de las ventanas absidales sobre las cinco portadas de la catedral; una situada en el lado
que la catedral de Tortosa debería haber tenido, así como los septentrional, otra en el lado sur y tres en la fachada occi-
ábsides de las catedrales de Tarragona y Lleida. Los capiteles dental. La portada norte, desmantelada entre 1451 y 1455, se
presentan por cada uno de sus lados una figura que abraza abría al cementerio y al hospital; mientras que la meridional,
por el cuello a dos pájaros, mientras otra, con la cabeza hacia llamada de la Majestas, por la decoración del tímpano, daba
abajo los sujeta por el pico. Dicha iconografía, que simboliza acceso al claustro, y probablemente estuviera ubicada en
el triunfo del bien sobre las fuerzas del mal, proviene del la actual capilla de San Rufo, entonces consagrada a Santa
Rosellón donde está testimoniada desde mediados del siglo Justina y Santa Rufina, es decir, la segunda desde el ábside.
xii (Santa Maria de Brullà, Santa Maria d’Espirà d’Anglí, Sant La portada norte debía, por lo tanto, encontrarse en eje con
Andreu de Sureda, Sant Genís de Fontanes), y a través de la portada meridional. Además en la fachada occidental se
su adopción en la zona de Girona (catedral de Girona, Sant abrían tres portadas de ingreso. En 1272 Las Costums de Tortosa
Jaume de Queralbs) alcanza los territorios de la Cataluña me- atestiguan cómo las unidades de medida lineal de la ciudad
ridional, llegando hasta Tortosa e incluso a Valencia (Palacio estuvieron esculpidas sobre la pared derecha de la portada
Episcopal, de mediados del siglo xiii). principal, en la primera pilastra de la derecha de la catedral
También la fachada original de la catedral de Tortosa de Santa Maria.
parece estar marcada por un esquema románico. Como ya
apuntábamos anteriormente, el dibujo a pluma de Anton Van Texto y fotos: MG
der Wijngaerde es el primero en inmortalizar una imponente
fachada con tejaroz, adornada con un gran rosetón y por
arquillos ciegos bajo la línea del techo, de los cuales parten Bibliografía
dos lesenas en cada lado que dividen la fachada en cinco
cuerpos sugeridos por la división interna de tres naves y dos Acto: Fàbrica, 16; Llibres de l’Obra 1427-1428, fol. 15r; 1440-1441, 56r-
tramos laterales de capillas. Otra vista de Wijngaerde tomada 57v; 1345-1347, fols. 30v, 42r; 1441-1442, fols. 11r-28r-37v; Notaris de
Capítol, 1486-1495, 7-6-1494; 28.4.1440; 1439-1443; Ahcte Comù, 50,
desde el barrio Remolins documenta, siempre en el año 1563,
doc. 206. Costumbres, v, Del offici de pes i de mesures, lib. 9; Alanyà i Roig, J.,
la coexistencia del cuerpo constructivo gótico y de la zona 2009, pp. 27-30; Almuni Balada, V., 2004, pp. 211-250; Almuni Bala-
oeste románica, y confirma la presencia de un campanario da, V. y Lluís i Ginovart, J., 2000; Bayerri Bertomeu, E., 1957, VII, p.
en el lado meridional de la catedral. El edificio se asomaba 34; Carrero Santamaría, E., 2011, pp. 188-189; Catalunya Romànica,
a una gran plaza. Un documento de compraventa de 1384 1984-1998, XXVI, pp. 117-121; Curto Homedes, A., 1997, p. 159;
describe la Plaça Cruera como el espacio comprendido entre Curto Homedes, A. et alii, 1984-1985, pp. 115-120; Font i Rius, J. M.,
la catedral y el Palacio Episcopal y por consiguiente, antes 1953, pp. 104-128; Forey, A. J., 1973, p. 420; Matamoros, J., 1932, pp.
que este último fuera edificado entre 1316-1340, la plaza se 8-9; Miravall i Dolç, R., 1988, pp. 54-55; Miravall i Dolç, R., 1999;
extendía hasta las orillas del Ebro. La plaza, en cuyo centro Miravall i Dolç, R., 2003, pp. 78-80; Miró, N. y Martínez, J., 1991-
1992, pp. 129-135; Morán i Ocerinjauregui, J., 1999, pp. 115-126;
se colocó una fuente, estaba comunicada con la fachada de la
O’Callaghan i Forcadell, R., 1895, pp. 25-31; Querol Lor, A., 1992,
catedral a través de un pórtico que, como aparece escrito en pp. 4-6; Viguera, M. J., 1992, pp. 75-76; Virgili i Colet, A., 1995, pp.
los Llibres de l’Obra, fue demolido en 1441. Bajo dicho pórtico 35-49; Virgili i Colet, A., 1997, docs. 13, 28, 66, 85, 155, 207, 214,
los canónigos solían recibir la eucaristía durante la Cuaresma. 229, 285, 286, 301, 303, 394, 488; Virgili i Colet, A., 2001, pp. 44-70.
De nuevo los Llibres de l’Obra aportan valiosas informaciones

Tesoro de la Catedral

A
unque parte del tesoro litúrgico custodiado en la de 1178 –día de la consagración de la iglesia románica según
catedral de Tortosa desapareció durante la guerra civil corrobora la lápida conmemorativa– Alfonso el Casto firmó
de 1936-39, aún conserva piezas de gran valor. Desta- otra Dotalia detallando los territorios cedidos al obispado. La
can el Misal de San Rufo del siglo xii, el retablo de la Trans- bibliografía pone en duda el hecho de que en tan pocos años
figuración del xv y la sillería del coro del xvi. El tesoro se se hubiera conseguido acabar una obra de tal magnitud, de
encuentra expuesto en las antiguas dependencias canonicales. manera que es muy probable que la inscripción conmemora-
A partir de la reconquista de la ciudad de Tortosa se tiva hiciera solo referencia a la consagración del altar pues
inició una etapa de ampliación de sus dominios. En el museo la construcción de la catedral no fue rematada hasta época
de la catedral se expone la Dotalia Ecclesiae Dertosensis, carta barroca. A mediados del siglo xii la sede dertusense contaba
original fechada el 5 de agosto de 1151 por la que Ramon con la organización necesaria para establecer una canónica
Berenguer IV dotó la iglesia de Tortosa. El 28 de noviembre adscrita a la regla de san Agustín.
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Del tesoro catedralicio sobrevivió una arqueta andalusí


de principios del siglo xiii y los ajuares funerarios de los
obispos Gaufred de Aviñón y Arnau de Jardí. De Gaufred
(1151-1165), se conserva parte del báculo, una simple voluta
de madera carente de decoración que pudo haber estado po-
licromada. El báculo del obispo Arnau de Jardí (1272-1306)
es una pieza decorada con sencillos elementos vegetales po-
licromados rematada por una cabeza de sierpe, en el espacio
interior desarrolla una escena calada con dos figuras sedentes;
también se recuperó su anillo y unos guantes de seda.
El claustro gótico alberga dos capiteles historiados.
Uno de ellos representa a los discípulos camino de Emaús,
la Visitatio Sepulchri y un grupo de soldados vestidos con cotas
de malla. En el otro aparece Jesús custodiado por soldados,
el Descendimiento y la Matanza de los Inocentes. Son obra
de bien entrado el siglo xiii y probablemente procedan de la
primitiva catedral.
El archivo catedralicio custodia una excelente colección Arqueta andalusí (siglo xiii). Foto: © Boluña Imatge
de códices de autores clásicos y medievales (303 ejemplares
datables entre los siglos xi al xv y una docena de cartularios,
además de una extensa variedad de pergaminos). Se han in-
ventariado hasta un total de 109 códices de época románica,
destacando una versión del Ars Grammatica o el De Arte Poetica
de Horacio, que fue copiado en el siglo xi.
En 1882 Denifle descubrió los códices en un lamentable
estado de conservación, publicándolos en la Revue des Bi-
bliothèques de 1896. Fueron también inventariados por Ramon
O’Callaghan en 1897. Posiblemente los primeros códices
llegaran a Tortosa con el obispo Gaufred de Aviñón, des-
tacando el Misal de San Rufo, monasterio donde había sido
abad. Conserva las cubiertas en plata esmaltada trabajadas en
champlevé con representación de la Maiestas Domini y la Crucifi-
xión. La Maiestas se encuentra dispuesta en el interior de una Báculo del obispo Gaufred de Aviñón. Foto: © Boluña Imatge
mandorla, con la mano diestra bendiciendo y la izquierda
señalando las palabras de Jahvé a Moisés del Éxodo: Ego sum
qui sum. A ambos lados aparecen el alfa y el omega y fuera de
la mandorla el tetramorfos. La otra cubierta muestra a Cristo
crucificado con cuatro clavos, acompañado por la Virgen
María y san Juan que sostiene las escrituras. En la parte supe-
rior dos ángeles representan el sol y la luna. Las caracterís-
ticas paleográficas determinan que el manuscrito procede de
un scriptorium francés. Aunque se desconoce con seguridad el
origen de las cubiertas, algunos investigadores las atribuyen
a un posible taller catalán.
El códice 41 es un Sacramentario del siglo xii que pudo
proceder del monasterio de Sant Joan de les Abadesses, y fue
propiedad del abad Ponç de Monells que, entre 1165 y 1193,
se convirtió en obispo de Tortosa; se trata de un manuscrito
singular que influyó en el resto de los sacramentarios copia-
dos en la catedral a fines del siglo xii. Destaca la representa-
ción de la Crucifixión del folio 50 v., el tratamiento alargado
de sus rostros carentes de color permitió compararlo con el
Sacramentario de Ripoll. El códice 93 es otro Sacramentario
Gregoriano del siglo xii, se trata de un ejemplar escrito en le- Báculo del obispo Arnau de Jardí. Foto: © Boluña Imatge
196 / t o rt o sa

tra gótica iluminado con una Maiestas Domini y una Crucifixión sostenida por ángeles; en la inferior, una figura femenina
en los folios 53 v. y 54. identificada con la Virgen acompañada por un grupo de per-
El Pontifical 133 revela la importancia concedida a sonajes de ambos sexos y la Asunción de María, la Virgen en
rituales como la bendición de iglesias, oficios, alimentos y el interior de una mandorla está acompañada por dos ángeles.
la consagración de altares, un códice muy ornamentado con En la parte superior se dispone el Señor nimbado bendicien-
iniciales doradas dispuestas sobre fondos morados y cenefas do junto al águila y el ángel de Mateo y Juan; abajo aparece
azules. una figura central identificada con San Agustín, va nimbada,
El códice 36 conserva además los nueve primeros libros sostiene un báculo con la diestra y un libro con la izquierda,
del Codex Iustinianus copiados en el siglo xiii. a los lados figuran el león de Marcos y el buey de Lucas.
El códice 206, que fue adquirido a fines del siglo xiii, es Se trata de un fondo bibliográfico de gran valor del
una Summa Theologica que desglosa las 116 cuestiones postu- que todavía desconocemos infinidad de cuestiones. Obras
ladas por Santo Tomás. El códice 20 se corresponde con la litúrgicas, pastorales y copias medievales de los clásicos gre-
De Civitate Dei de San Agustín. Se trata de un ejemplar firmado colatinos, una amplia selección libraría muy apreciada por los
por Nicolau de Berga en el folio 408 v. Destacan cuatro es- investigadores.
cenas representando las dos ciudades, símbolo permanente
de lucha entre el bien y el mal. Una de las páginas muestra Texto y fotos: VZG
un grupo de hombres vestidos con túnicas cortas discutiendo
con un grupo de mujeres; la escena se desarrolla en un marco
arquitectónico de torreones poblados por soldados armados Bibliografía
con escudos y espadas; en la parte inferior se despliega el
enfrentamiento entre unos seres diabólicos alados y un grupo Baiges i Jardí, I., 1999, pp. 3-20; Barrachina Navarro, J., 1986; Bayerri
i Bertomeu, E., 1962; Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, pp.
de soldados. Otra lámina ilustra la Ascensión, aunque algunos
122-147; Massip i Fonollosa, J., 2003; O’Callaghan i Forcadell, R.,
autores creen que podría tratarse de la Maiestas Domini; en la
1886-1895.
escena superior aparece Jesús en el interior de una mandorla

Palacio Episcopal
S
e encuentra frente a la catedral, en la zona septentrio- aumentar las necesidades del núcleo catedralicio; el palacio
nal de la ciudad. A partir de la segunda mitad del siglo episcopal fue uno de los edificios renovados siguiendo las
xiii, el crecimiento de la comunidad eclesiástica hizo características del estilo gótico.

Vista de la fachada oeste


t o rt o sa / 197

0 2 4m

Sección del antiguo palacio

Hacia mediodía de la catedral existió un primer palacio po, además de otras dependencias auxiliares. Las estancias
episcopal anterior a 1316, cuyos menguados restos se encuen- privadas del obispo se situaban en la zona occidental, sobre
tran en el interior de algunos edificios del entorno. Aunque la fachada abierta hacia el río. El edificio tuvo una gran sala
interiormente ha sido completamente modificado, mantiene de celebraciones oficiales que fue remodelada recientemente.
su estructura original. En la fachada se aprecian sillares que En la actualidad sólo se mantiene la estructura original en la
podrían pertenecer a la antigua muralla. Fue un gran edificio sala de los señores y la capilla, impulsada en época del obis-
de planta rectangular con dependencias distribuidas en torno po Berenguer de Prats. La primera de las dependencias es de
a un patio central de planta trapezoidal. La fachada principal planta cuadrada y está cubierta por una techumbre de madera
da a la parte oriental. El patio central estuvo rodeado por una dispuesta sobre arcos diafragmáticos.
galería de arcos apuntados dispuestos sobre esbeltas colum-
Texto y foto: VZG - Plano: PML
nas. Conocemos su configuración palacial a través de unos
inventarios del siglo xiv. Las estancias dedicadas a almacena-
je, bodega y cancillería, entre otras, se situaban en la planta Bibliografía
baja, donde se localizaron los posibles restos de un matacán.
Una escalera lateral volada permitía el acceso hasta la planta Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, pp. 150-153; Riu-Barrera, E.,
noble, dónde estaba ubicaba la capilla y la cámara del obis- 2003, pp. 215-219.

Yacimientos de la plaça Mare de Déu de la Cinta


y de la plaça de Sant Jaume
L
a plaça de la Mare de Déu de la Cinta o de l’Olivera mientos de época de repoblación (mediados del siglo xii). El
se encuentra en el barrio antiguo de la ciudad, al lado espacio fue reestructurado a partir del siglo xiii, derribando
del claustro de la catedral. Se abre entre las calles de la estructuras de época andalusí para abrir una plaza pública que
Rosa, Taules Velles, de la Suda, de la Mercè y el de l’Arc del dignificara el centro administrativo de la ciudad.
Romeu. Las intervenciones arqueológicas acometidas durante La plaza de Sant Jaume se encuentra en el núcleo anti-
la década de 1980 determinaron que la zona –a la vera del guo, en la zona septentrional de la ciudad, dentro del barrio
río– estuvo ocupada desde la segunda mitad del siglo v. Pasó de Remolins y junto al Carrer Major de Sant Jaume. Fue un
a convertirse en un sector habitado a partir del siglo vi con importante sector desde la fundación de la ciudad. Las exca-
continuidad hasta el xiii. Allí fueron hallados nueve enterra- vaciones arqueológicas de la década de 1990 determinaron
198 / t o rt o sa

Yacimiento de la
Plaza Sant Jaume.
Excavación de 1990
con el afloramiento
del ábside de la iglesia
de Sant Jaume (Foto:
Joan Martínez)

que la zona estuvo ocupada desde el siglo iv. En época anda- ampliado a partir del siglo xiv, rectificando la orientación y
lusí se documentan estructuras de grandes dimensiones y un reaprovechando los elementos preexistentes. Ni las excava-
sector de viviendas que fue abandonado entre los siglos x y ciones ni la documentación permiten afirmar que fuera un
xii. A partir de la segunda mitad del siglo xii, inmediatamente templo de fisonomía románica.
después de la reconquista, cuando se transformaron muchos
sectores de la ciudad islámica, parte de la actual plaza pasó a Texto: VZG

convertirse en iglesia de Sant Jaume, de la que existen noti-


cias desde 1165. Fue uno de los primeros templos cristianos
Bibliografía
construidos tras la reconquista de la ciudad gracias a la cola-
boración de la feligresía. En las excavaciones se documenta- Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, pp. 159-161; Informes de les
ron varias fases constructivas correspondientes a un edificio excavacions, 1984; Martínez i Tomás, J. y Miró i Alaix, N., 1991-1992;
litúrgicamente orientado con tres naves y cinco pilares. Fue Vidal Franquet, J., 2008, pp. 124-131.

Castillo de Campredó
A
ccedemos a Campredó desde la autovía C-12, cerca de ibérica, de una lápida funeraria dedicada a Julia Nymphidia
la salida al polígono industrial del Baix Ebre, donde y varias tumbas antropomorfas. La torre de Campredó debió
se encuentra el desvío a la Font de Quinto; siguiendo funcionar desde época andalusí, aunque no existan referen-
esta dirección y bordeando un amplio camino sin asfaltar que cias a la fortificación durante la repoblación acometida por
sigue el curso del canal de l’Esquerra de l’Ebre, podremos ver los Montcada y la orden del Temple.
los restos de una torre en la cima de un montículo a la misma Se trata de una torre de planta cuadrada de unos 10 m de
altura que la Torre de la Carrova, situada en la otra orilla del altura que debió alzarse a fines del siglo xiii; hoy se encuentra
río dentro del término de Amposta. en buen estado de conservación gracias a una consolidación
Los orígenes del asentamiento se remontan a época reciente. Conserva la puerta occidental de acceso, con un
protohistórica, pues se han registrado hallazgos de cerámica arco de medio punto adovelado, aunque con las jambas muy
t o rt o sa / 199

restauradas. Sus muros están perforados por aspilleras y en la


cimera conserva ménsulas que sostenían un matacán corrido
añadido con posterioridad, al igual que la ventana abierta
sobre la puerta de acceso occidental. En la zona baja del
muro norte se aprecian mechinales de alguna construcción
adherida a la torre. La torre se construyó en regular aparejo
de sillería enlucida en parte. En el interior se aprecian clara-
mente los dos niveles, con mechinales para encajar las vigas
que separaban los habitáculos. El nivel superior tiene acceso
a través de una escalera metálica.

Texto y foto: VZG

Bibliografía

Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, pp. 166-167; Arasa i Sol, N.


y Subirats i Sebastià, E., 2002, pp. 27-30; Arbeloa i Rigau, J. V. M.,
1997; Miravall i Dolç, R. y Alavedra Bosch, J., 1980.

Vistas generales del exterior

Construcción de la Llotja
L
a conocida como Llotja dista unos 500 m de la torre Se trata de un edificio de planta rectangular que solo
de Campredó, siguiendo el curso del río Ebro, aunque conserva su nivel inferior, alzado en sillería perfectamente
popularmente se la conoce como el Mas del Prat. consolidada y muy restaurada pues se encontraba en estado

Exterior
200 / t o rt o sa

ruinoso. Una puerta de acceso da paso a una gran estancia “Comanda” o casa del Prat, datable entre los siglos xii y xiii,
cubierta por una bóveda de cañón perforada con una tram- aunque cabe resaltar que alrededor de la construcción se han
pilla rectangular en su centro, sus muros presentan los me- localizado restos de muros de cronología más antigua.
chinales para encajar las vigas. En la esquina nordeste de la
Texto y foto: VZG
estancia se ha conservado una magnífica escalera de caracol
de buena cantería que permite el acceso hasta el segundo
nivel, hoy convertido en terraza. Los estudios más recientes Bibliografía
determinan que podría tratarse de un edificio relacionado con
una encomienda de la orden del Temple, conocida como la Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, pp. 167-168.

Castillo de la Fullola
E
l castillo o torre de la Fullola se encuentra en la cima
de un pequeño altozano entre la Serra de les Moles y
el Coll de la Mola. Accedemos desde Tortosa por la
C-237 en dirección a la autopista, a la altura de la cantera
tomamos un desvío hacia a l’Hostalet de la Mosca, un tramo
adoquinado nos deja a la vera de la torre. También tiene
acceso desde Bítem en dirección al Parc Eòlic del Baix Ebre o
desde la carretera del Perelló a Rasquera.
En 1208 Ramón de Montcada otorgaba carta de pobla-
ción a Pere Nebot, cediendo el castillo y su término. De
1216 data una nueva carta de población a favor de Arnau
de Figuerola. En el siglo xiv el término fue integrado en el
término de Tortosa.
La torre, de considerable altura, posee planta circular y
se sitúa junto a las ruinas de una pequeña iglesia gótica. Está
construida en mampostería dispuesta en regulares hiladas.
Aunque en riesgo de ruina, se mantiene íntegra. Conserva
el acceso elevado desde una puerta adintelada occidental y
saeteras en su sector meridional, donde se abre una brecha
que ha ocasionado un llamativo desprendimiento. En la zona
septentrional del recinto aparecen restos de una antigua edi-
ficación de planta rectangular y paños de muralla.

Texto y foto: VZG

Bibliografía

Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, p. 168.


Vista general

Torre del Prior


L
200 m desde la carretera que se diri-
a torre dista unos privada. Podría referirse a la misma un documento de 1187
ge de Tortosa a Gandesa, a la altura del núcleo de Jesús por el que Bertran de Conques, miembro de la orden templa-
y junto al camino de la Casella. Es conocida también ria, permutaba con la canónica de Tortosa, un campo cercano
como torre d’en Pinyol. En la actualidad es una propiedad a Vila-roja por uno situado cerca de la torre del Prior.
t o rt o sa / 201

Se trata de una torre de planta cuadrada dividida en


tres niveles y con una terraza superior. Fue alzada en mam-
postería, reforzada con sillería en sus esquinas. Las estancias
están cubiertas por bóveda de cañón. Comunican entre ellas
a través de estrechas trampillas cuadrangulares conectadas
mediante modernas escaleras metálicas. Los muros están
enlucidos y conservan restos de pintura en algunos paños.
En la bóveda del tercer nivel han sobrevivido perfectamente
las improntas del encofrado de cañizo. La puerta de medio
punto original de acceso se situaba en el muro oriental, aun-
que fue reconvertida en ventana, sobre la que se dispone una
aspillera. En la cimera destaca un matacán corrido y varias
almenas con remates piramidales del siglo xiv. La torre está
rodeada de modernas construcciones adosadas. Pudo ser una
construcción de origen romano muy transformada en el siglo
xii, aunque su aspecto actual parece más propio del siglo xiv.

Texto y foto: VZG

Bibliografía

Catalunya Romànica, XXVI, 1984-1998, pp. 164-165. Vista general

Torre d’en Corder o Despuig


L
a torre se encuentra en el km 38 de la carretera C-12
de Tortosa a Gandesa, en la zona de la Raval de Jesús,
en el interior de una explotación agrícola. El conde de
Barcelona Ramon Berenguer IV donó la torre a Roger Despuig
en agradecimiento por la ayuda prestada durante la conquista
de Tortosa. Perteneció a los Despuig hasta el siglo xvi, aunque
más tarde será mentada como torre d’en Corder, pues una hija
de Cristòfol Despuig contrajo matrimonio con Francesc Cor-
der. Es conocida como torre de Corder, Despuig o Llavera.
Se trata de una completa torre de planta cuadrangular de
finales del siglo xii o inicios del xiii bastante aunque en peligro
de derrumbe. En la actualidad está flanqueada por una casa
semiarruinada. La puerta de acceso de medio punto adovela-
da se encuentra elevada a unos 6 m de altura sobre en el muro
oriental, sus jambas fueron trabajadas con bloques regulares
de gran tamaño. En todos los frentes de la torre, trabados
con sólido aparejo de mampostería, aparecen mechinales y
saeteras, reconvertidas en ventanales en el muro meridional.
El remate del muro oriental pudo acoger un matacán.

Texto y foto: VZG

Bibliografía

Buron i Llorens, V., 1989, p. 77; Catalunya Romànica, XXVI, 1984-


1998, p. 165. Vista general
202 / t o rt o sa

Molinos del Comte


S
e sitúan al lado de la ermita de San Bernabé, en la zona Dalt, aunque solo conserva una estancia de planta cuadrada
de la Raval de Jesús, con acceso desde la carretera que con mechinales hacia el interior y restos de ménsulas hacia
se dirige al Reguers. La documentación sugiere que fue el exterior. Se trata de una construcción en sillería revocada
Ramon Berenguer IV el responsable de su construcción en en su base. Del Molí del Mig quedan restos de una sala de
época inmediatamente posterior a la reconquista, aunque no molienda de planta rectangular cubierta por una bóveda de
consta referencia hasta 1164. Debieron de estar activos en cañón, al igual que ocurre con el Molí de Baix.
1178, según se desprende del documento de consagración de
la catedral de Tortosa. El control del agua y el dominio de Texto y foto: VZG
la red molinera fue motivo constante de controversia entre
la monarquía y la iglesia, aunque terminaron en manos de la
sede de Tortosa, con exclusividad para otorgar licencia de Bibliografía
construcción de nuevas piedras de molienda. Se trata de un
conjunto de tres molinos harineros, situados en un barranco Blay Boqué, J. y Anton Clavé, S., 2001; Catalunya Romànica, XXVI,
y dispuestos en tres niveles diferentes, para aprovechar las 1984-1998, pp. 165-166; Vidal Franquet, J., 2008, pp. 235-240; Virgili
i Colet, A., 2001, pp. 219-220.
aguas que, procedentes de las montañas de Els Ports, descen-
dían por el barranco de Cervera. El más visible es el Molí de

Restos del Molí de Dalt

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