Cluedo en Vivo

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Cluedo Manada

Personajes
Chusco
Astrid
Brusca
Patapez
Patan Mocoso

Introducción (leer a todas las seisenas antes de empezar)


Bocón el rudo se ha levantado muy temprano para salir a correr, su deporte matutino
que hace cada día de Lunes a Sábado.
Hizo su gran recorrido por casi toda la Isla de Mema con la salida del sol de fondo. Al
regresar de su sesión de footing, se ha dado cuenta de que sus Artefactos de la mano
que estaban en la casa dónde el vive han desaparecido. Suele correr sin ninguna de
sus prótesis de la mano para ir así más ligero.
Bocón el rudo elabora una lista de sospechosos, basada en los alumnos que son de su
total confianza, y que son los únicos que tienen acceso a su vivienda.
(La lista de Sospechosos son los personajes que se ven arriba)
Cada sospechoso será un Seisenero o Subseisenero. Esa persona será un personaje,
el cuál tendrá su coartada para el momento de los hechos. Para entregar su coartada a
las distintas seisenas que investigan el, les pondrá una prueba o juego que deben
superar.
Cada seisena unida deberá conseguir las 5 Coartadas que hay en total para poder
resolver el caso.

1
Coartadas
Astrid
“Yo había quedado con Hipo para entrenar como hacemos cada día temprano”. Siempre
llegan hasta el otro lado de la Montaña y allí buscaban una buena zona para darse un
chapuzón antes de volver. “A la vuelta, pasé por la casa de Patapez pero él ya no
estaba”. Algo raro en él porque suele dormir muy plácidamente hasta tarde.

Patapez
Yo estaba plácidamente leyendo sentado fuera de casa. Hasta que una pequeña roca
me cayó en la cabeza y me tumbó del golpe”.
No sabia que hora era, pero pensé en ir a buscar a Hipo a su casa para charlar con él
un rato. No lo encontró y entonces decidió ir a otro sitio a tratar de leer tranquilamente.
“En ese momento vi a Chusco sobrevolando la zona con su Dragón, el cuál tenía una
mirada muy sospechosa, iba más nervioso y torpe que de costumbre al tratarse de un
Dragón muy diestro”.

Patán Mocoso
“Yo me había despertado con el ruido que hizo Hipo al despertarse para ir a hacer su
sesión de deporte, ya que pasó cerca de mi casa hablando entre gritos”. Cómo ya no
me entraba el sueño, decidí ir a tomar un paseo por la Isla. Aproveche el paseo para
coger algo de comida para preparar el desayuno.
“Al regreso a mi casa, vio a lo lejos y entre las rocas una Gran Sombra alejarse de la
casa de Bocón el rudo”.

Brusca
“Yo estaba con mi familia emprendiendo vuelo hacia el otro de la montaña”. Al ser el
último día de la semana nos tocaba el baño familiar semanal y nos dirigíamos todos
juntos hacia el mar para darnos un chapuzón. Al llegar allí vimos a Hipo y Astrid darse
un chapuzón en las aguas cristalinas del mar de Mema. Se estaban riendo más de la
cuenta, cómo si hubiesen hecho alguna trastada.

Chusco
“Yo me había levantado super pronto para atender a mi Dragón que se encontraba fatal”.
La conjuntivitis que tenía días atrás se le había agravado y casi no podía abrir ni los
ojos. Decidí ir en busca de Patapez a ver si me podria ayudar con ayuda de sus libros.
Iba dando tumbos como podía volando con mi Dragón, incluso creo que se me cayó una
roca del bolso del dragón y por el ruido juraría que le golpeó a alguien. Al final no sé
dónde acabé, porque no supe llegar a la casa de Patapez con tanto mareo. Me encontró
Estoico y con él me quedé a esperar que avisaran a alguien para ayudarme.

2
Coartadas
Astrid
“Yo había quedado con Hipo para entrenar como hacemos cada día temprano”. Siempre
llegan hasta el otro lado de la Montaña y allí buscaban una buena zona para darse un
chapuzón antes de volver. “A la vuelta, pasé por la casa de Patapez pero él ya no
estaba”. Algo raro en él porque suele dormir muy plácidamente hasta tarde.

Patapez
Yo estaba plácidamente leyendo sentado fuera de casa. Hasta que una pequeña roca
me cayó en la cabeza y me tumbó del golpe”.
No sabia que hora era, pero pensé en ir a buscar a Hipo a su casa para charlar con él
un rato. No lo encontró y entonces decidió ir a otro sitio a tratar de leer tranquilamente.
“En ese momento vi a Chusco sobrevolando la zona con su Dragón, el cuál tenía una
mirada muy sospechosa, iba más nervioso y torpe que de costumbre al tratarse de un
Dragón muy diestro”.

Patán Mocoso
“Yo me había despertado con el ruido que hizo Hipo al despertarse para ir a hacer su
sesión de deporte, ya que pasó cerca de mi casa hablando entre gritos”. Cómo ya no
me entraba el sueño, decidí ir a tomar un paseo por la Isla. Aproveche el paseo para
coger algo de comida para preparar el desayuno.
“Al regreso a mi casa, vio a lo lejos y entre las rocas una Gran Sombra alejarse de la
casa de Bocón el rudo”.

Brusca
“Yo estaba con mi familia emprendiendo vuelo hacia el otro de la montaña”. Al ser el
último día de la semana nos tocaba el baño familiar semanal y nos dirigíamos todos
juntos hacia el mar para darnos un chapuzón. Al llegar allí vimos a Hipo y Astrid darse
un chapuzón en las aguas cristalinas del mar de Mema. Se estaban riendo más de la
cuenta, cómo si hubiesen hecho alguna trastada.

Chusco
“Yo me había levantado super pronto para atender a mi Dragón que se encontraba fatal”.
La conjuntivitis que tenía días atrás se le había agravado y casi no podía abrir ni los
ojos. Decidí ir en busca de Patapez a ver si me podria ayudar con ayuda de sus libros.
Iba dando tumbos como podía volando con mi Dragón, incluso creo que se me cayó una
roca del bolso del dragón y por el ruido juraría que le golpeó a alguien. Al final no sé
dónde acabé, porque no supe llegar a la casa de Patapez con tanto mareo. Me encontró
Estoico y con él me quedé a esperar que avisaran a alguien para ayudarme.

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Coartadas
Astrid
“Yo había quedado con Hipo para entrenar como hacemos cada día temprano”. Siempre
llegan hasta el otro lado de la Montaña y allí buscaban una buena zona para darse un
chapuzón antes de volver. “A la vuelta, pasé por la casa de Patapez pero él ya no
estaba”. Algo raro en él porque suele dormir muy plácidamente hasta tarde.

Patapez
Yo estaba plácidamente leyendo sentado fuera de casa. Hasta que una pequeña roca
me cayó en la cabeza y me tumbó del golpe”.
No sabia que hora era, pero pensé en ir a buscar a Hipo a su casa para charlar con él
un rato. No lo encontró y entonces decidió ir a otro sitio a tratar de leer tranquilamente.
“En ese momento vi a Chusco sobrevolando la zona con su Dragón, el cuál tenía una
mirada muy sospechosa, iba más nervioso y torpe que de costumbre al tratarse de un
Dragón muy diestro”.

Patán Mocoso
“Yo me había despertado con el ruido que hizo Hipo al despertarse para ir a hacer su
sesión de deporte, ya que pasó cerca de mi casa hablando entre gritos”. Cómo ya no
me entraba el sueño, decidí ir a tomar un paseo por la Isla. Aproveche el paseo para
coger algo de comida para preparar el desayuno.
“Al regreso a mi casa, vio a lo lejos y entre las rocas una Gran Sombra alejarse de la
casa de Bocón el rudo”.

Brusca
“Yo estaba con mi familia emprendiendo vuelo hacia el otro de la montaña”. Al ser el
último día de la semana nos tocaba el baño familiar semanal y nos dirigíamos todos
juntos hacia el mar para darnos un chapuzón. Al llegar allí vimos a Hipo y Astrid darse
un chapuzón en las aguas cristalinas del mar de Mema. Se estaban riendo más de la
cuenta, cómo si hubiesen hecho alguna trastada.

Chusco
“Yo me había levantado super pronto para atender a mi Dragón que se encontraba fatal”.
La conjuntivitis que tenía días atrás se le había agravado y casi no podía abrir ni los
ojos. Decidí ir en busca de Patapez a ver si me podria ayudar con ayuda de sus libros.
Iba dando tumbos como podía volando con mi Dragón, incluso creo que se me cayó una
roca del bolso del dragón y por el ruido juraría que le golpeó a alguien. Al final no sé
dónde acabé, porque no supe llegar a la casa de Patapez con tanto mareo. Me encontró
Estoico y con él me quedé a esperar que avisaran a alguien para ayudarme.

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Coartadas
Astrid
“Yo había quedado con Hipo para entrenar como hacemos cada día temprano”. Siempre
llegan hasta el otro lado de la Montaña y allí buscaban una buena zona para darse un
chapuzón antes de volver. “A la vuelta, pasé por la casa de Patapez pero él ya no
estaba”. Algo raro en él porque suele dormir muy plácidamente hasta tarde.

Patapez
Yo estaba plácidamente leyendo sentado fuera de casa. Hasta que una pequeña roca
me cayó en la cabeza y me tumbó del golpe”.
No sabia que hora era, pero pensé en ir a buscar a Hipo a su casa para charlar con él
un rato. No lo encontró y entonces decidió ir a otro sitio a tratar de leer tranquilamente.
“En ese momento vi a Chusco sobrevolando la zona con su Dragón, el cuál tenía una
mirada muy sospechosa, iba más nervioso y torpe que de costumbre al tratarse de un
Dragón muy diestro”.

Patán Mocoso
“Yo me había despertado con el ruido que hizo Hipo al despertarse para ir a hacer su
sesión de deporte, ya que pasó cerca de mi casa hablando entre gritos”. Cómo ya no
me entraba el sueño, decidí ir a tomar un paseo por la Isla. Aproveche el paseo para
coger algo de comida para preparar el desayuno.
“Al regreso a mi casa, vio a lo lejos y entre las rocas una Gran Sombra alejarse de la
casa de Bocón el rudo”.

Brusca
“Yo estaba con mi familia emprendiendo vuelo hacia el otro de la montaña”. Al ser el
último día de la semana nos tocaba el baño familiar semanal y nos dirigíamos todos
juntos hacia el mar para darnos un chapuzón. Al llegar allí vimos a Hipo y Astrid darse
un chapuzón en las aguas cristalinas del mar de Mema. Se estaban riendo más de la
cuenta, cómo si hubiesen hecho alguna trastada.

Chusco
“Yo me había levantado super pronto para atender a mi Dragón que se encontraba fatal”.
La conjuntivitis que tenía días atrás se le había agravado y casi no podía abrir ni los
ojos. Decidí ir en busca de Patapez a ver si me podria ayudar con ayuda de sus libros.
Iba dando tumbos como podía volando con mi Dragón, incluso creo que se me cayó una
roca del bolso del dragón y por el ruido juraría que le golpeó a alguien. Al final no sé
dónde acabé, porque no supe llegar a la casa de Patapez con tanto mareo. Me encontró
Estoico y con él me quedé a esperar que avisaran a alguien para ayudarme.

5
Coartadas
Astrid
“Yo había quedado con Hipo para entrenar como hacemos cada día temprano”. Siempre
llegan hasta el otro lado de la Montaña y allí buscaban una buena zona para darse un
chapuzón antes de volver. “A la vuelta, pasé por la casa de Patapez pero él ya no
estaba”. Algo raro en él porque suele dormir muy plácidamente hasta tarde.

Patapez
Yo estaba plácidamente leyendo sentado fuera de casa. Hasta que una pequeña roca
me cayó en la cabeza y me tumbó del golpe”.
No sabia que hora era, pero pensé en ir a buscar a Hipo a su casa para charlar con él
un rato. No lo encontró y entonces decidió ir a otro sitio a tratar de leer tranquilamente.
“En ese momento vi a Chusco sobrevolando la zona con su Dragón, el cuál tenía una
mirada muy sospechosa, iba más nervioso y torpe que de costumbre al tratarse de un
Dragón muy diestro”.

Patán Mocoso
“Yo me había despertado con el ruido que hizo Hipo al despertarse para ir a hacer su
sesión de deporte, ya que pasó cerca de mi casa hablando entre gritos”. Cómo ya no
me entraba el sueño, decidí ir a tomar un paseo por la Isla. Aproveche el paseo para
coger algo de comida para preparar el desayuno.
“Al regreso a mi casa, vio a lo lejos y entre las rocas una Gran Sombra alejarse de la
casa de Bocón el rudo”.

Brusca
“Yo estaba con mi familia emprendiendo vuelo hacia el otro de la montaña”. Al ser el
último día de la semana nos tocaba el baño familiar semanal y nos dirigíamos todos
juntos hacia el mar para darnos un chapuzón. Al llegar allí vimos a Hipo y Astrid darse
un chapuzón en las aguas cristalinas del mar de Mema. Se estaban riendo más de la
cuenta, cómo si hubiesen hecho alguna trastada.

Chusco
“Yo me había levantado super pronto para atender a mi Dragón que se encontraba fatal”.
La conjuntivitis que tenía días atrás se le había agravado y casi no podía abrir ni los
ojos. Decidí ir en busca de Patapez a ver si me podria ayudar con ayuda de sus libros.
Iba dando tumbos como podía volando con mi Dragón, incluso creo que se me cayó una
roca del bolso del dragón y por el ruido juraría que le golpeó a alguien. Al final no sé
dónde acabé, porque no supe llegar a la casa de Patapez con tanto mareo. Me encontró
Estoico y con él me quedé a esperar que avisaran a alguien para ayudarme.

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Coartadas
Astrid
“Yo había quedado con Hipo para entrenar como hacemos cada día temprano”. Siempre
llegan hasta el otro lado de la Montaña y allí buscaban una buena zona para darse un
chapuzón antes de volver. “A la vuelta, pasé por la casa de Patapez pero él ya no
estaba”. Algo raro en él porque suele dormir muy plácidamente hasta tarde.

Patapez
Yo estaba plácidamente leyendo sentado fuera de casa. Hasta que una pequeña roca
me cayó en la cabeza y me tumbó del golpe”.
No sabia que hora era, pero pensé en ir a buscar a Hipo a su casa para charlar con él
un rato. No lo encontró y entonces decidió ir a otro sitio a tratar de leer tranquilamente.
“En ese momento vi a Chusco sobrevolando la zona con su Dragón, el cuál tenía una
mirada muy sospechosa, iba más nervioso y torpe que de costumbre al tratarse de un
Dragón muy diestro”.

Patán Mocoso
“Yo me había despertado con el ruido que hizo Hipo al despertarse para ir a hacer su
sesión de deporte, ya que pasó cerca de mi casa hablando entre gritos”. Cómo ya no
me entraba el sueño, decidí ir a tomar un paseo por la Isla. Aproveche el paseo para
coger algo de comida para preparar el desayuno.
“Al regreso a mi casa, vio a lo lejos y entre las rocas una Gran Sombra alejarse de la
casa de Bocón el rudo”.

Brusca
“Yo estaba con mi familia emprendiendo vuelo hacia el otro de la montaña”. Al ser el
último día de la semana nos tocaba el baño familiar semanal y nos dirigíamos todos
juntos hacia el mar para darnos un chapuzón. Al llegar allí vimos a Hipo y Astrid darse
un chapuzón en las aguas cristalinas del mar de Mema. Se estaban riendo más de la
cuenta, cómo si hubiesen hecho alguna trastada.

Chusco
“Yo me había levantado super pronto para atender a mi Dragón que se encontraba fatal”.
La conjuntivitis que tenía días atrás se le había agravado y casi no podía abrir ni los
ojos. Decidí ir en busca de Patapez a ver si me podria ayudar con ayuda de sus libros.
Iba dando tumbos como podía volando con mi Dragón, incluso creo que se me cayó una
roca del bolso del dragón y por el ruido juraría que le golpeó a alguien. Al final no sé
dónde acabé, porque no supe llegar a la casa de Patapez con tanto mareo. Me encontró
Estoico y con él me quedé a esperar que avisaran a alguien para ayudarme.

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