El Hogar Infernal 50 Peliculas Esenciale

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Alfonso Cuadrado es profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, donde imparte las asignaturas

Narración Audiovisual, Guion Audiovisual y La Narración en la convergencia digital. Profesor de


Narración Seriada durante más de diez años en el Máster de guion en Programas y Series de
Televisión. Es autor de más de una veintena de artículos, de varios capítulos de libro y del manual
Narración Audiovisual. Sus líneas de investigación se centran en las influencias e
interdependencias en la narración y estética del cine, las series televisas y los videojuegos.
Además de la labor docente ha trabajado en postproducción de publicidad y en cine y tv como
guionista.
El hogar infernal
50 películas esenciales
de mansiones y casas
encantadas
Alfonso Cuadrado Alvarado

El hogar infernal
50 películas esenciales
de mansiones y casas
encantadas
Director de la colección: Jordi Sánchez-Navarro

Diseño de la colección: Oberta UOC Publishing

Primera edición en lengua castellana: noviembre 2018

© Alfonso Cuadrado Alvarado, del texto

© Imagen de la cubierta: Album Archivo Fotográfico


© Editorial UOC (Oberta UOC Publishing, SL), de esta edición 2018
Rambla del Poblenou, 156
08018 Barcelona
www.editorialuoc.com

Realización editorial: Sònia Poch Masfarré

ISBN: 978-84-9180-310-2
Depósito legal:

Impresión: Service Point

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea este eléctri-
co, químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización
escrita de los titulares del copyright.
Índice

El hogar infernal 7

LAS PELÍCULAS 27
Cortometrajes mudos (1896-1929) 29
El legado tenebroso (1927) 34
El caserón de las sombras (1932) 37
Los intrusos (1944) 40
La casa del miedo (1945) 43
La mansión de los horrores (1959) 46
La caída de la casa Usher (1960) 49
Los 13 fantasmas (1960) 52
Suspense (1961) 55
La casa encantada (1963) 58
La mansión de los crímenes (1971) 61
La leyenda de la casa del infierno (1973) 64
Pesadilla diabólica (1976) 67
Círculo de la muerte (1977) 70
Profecía diabólica (1978) 73
Terror en Amityville (1979) 76
El resplandor (1980) 79
Al final de la escalera (1980) 82
Poltergeist: fenómenos extraños (1982) 85
El ente (1982) 88
House, una casa alucinante (1985) 91
Poltergeist II: el otro lado (1986) 94

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El hogar infErnal FILMOGRAFÍAS ESENCIALES

Poltergeist III (fenómenos extraños III) (1988) 97


La maldición (1999) 100
House on Haunted Hill (1999) 103
Lo que la verdad esconde (2000) 106
Los otros (2001) 109
Darkness (2002) 112
La mansión encantada (2003) 115
La huella (2005) 118
La morada del miedo (2005) 121
Monster House (2006) 124
El orfanato (2007) 127
Paranormal Activity (2007) 130
REC (2007) 133
1408 (2007) 136
Insidious (2010) 139
La maldición de Rookford (2011) 142
La mujer de negro 145
Insidious: Capítulo 2 (2013) 148
Mamá (2013) 151
Expediente Warren: The Conjuring (2013) 154
Babadook (2014) 157
The House on Pine Street (2015) 160
The House (2016) 163
Expediente Warren: El caso Enfield (2016) 166
Amityville: El despertar (2017) 169
Verónica (2017) 172
Winchester: La casa que construyeron
los espíritus (2018) 175
Ghostland (2018) 178

Bibliografía 181

Índice de películas 187

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El hogar infernal

Z ombis, extraterrestres, monstruos marinos, reptiles cenago-


sos, vampiros, troles, seres antropomórficos de las cumbres.
Cualquiera de estas amenazas que protagonizan buena parte del ima-
ginario fantástico y de terror poseen un hábitat propio que les sirve
de guarida, génesis y lugar de calvario para el desdichado humano que
ose perderse en bosques, oscuras alcantarillas, grutas marinas, planetas
ignotos o ruinas urbanas posapocalípticas. Allí reinan y despliegan todo
su poder aterrador, pero lo que sin duda resulta más inquietante es
cuando cualquiera de estos seres deja su morada habitual y emprende el
viaje a los exentos territorios de la aventura, la ciudad o el pueblo más
tranquilo. Las amenazas han venido a quedarse, y se sientan a la mesa
con nosotros, acechan debajo de nuestras camas, se esconden tras las
puertas de los dormitorios y pernoctan en los armarios. No es de extra-
ñar que surja así el subgénero, dentro de los amplios y variados géneros
del terror y el fantástico, de la casa encantada. La casa encantada es el
escenario por antonomasia del terror del siglo XX, en el que los bosques
de cuentos de hadas o los castillos semiderruidos de Europa central
pasan a un lejano olvido como estampas románticas o históricas.
¿Pero qué entendemos por una casa encantada? Una casa encantada
(haunted house es el término por el que se denomina en inglés) es un
espacio que tiene como función la vivienda de una familia y donde se
producen sucesos sobrenaturales. La familia puede ser presente (pareja

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El hogar infErnal FILMOGRAFÍAS ESENCIALES

con hijos o familia monoparental), futurible (pareja que aspira a tener


descendencia) o pasada (un miembro o varios de la familia que han
perdido al resto).
Los sucesos que padecen estas familias se encuadran dentro de los
cánones del género fantástico. En este género, un suceso sobrenatural
es aquel que se produce como efecto de la intervención o como mani-
festación de una fuerza de origen demiúrgico, angelical o demoniaco
(Roas, 2001, pág. 8). En el fantástico, el espacio cotidiano se ve asaltado
por una amenaza cuya naturaleza no se ajusta a ninguna explicación
racional y que tiene como fin la perturbación de la seguridad física,
moral o psicológica de sus habitantes. Cuanto más reconocibles y
próximos se muestren el ambiente y los personajes de partida, mayor
será el impacto de lo sobrenatural y más descolocará al espectador el
sentir cómo lo que considera fuente de la seguridad más íntima, el
hogar y la familia, se torna frágil, amenazado y en peligro.
Esta situación provoca que la arquitectura de la casa deje de ser un
hogar construido a la medida de sus habitantes para recomponerse en
función de los sucesos sobrenaturales o de las entidades que los provo-
can. Todo o parte de su espacio se vuelve oscuro, a veces laberíntico y
en ocasiones revelando habitaciones, sótanos o galerías que hasta ahora
eran desconocidas o infranqueables. La casa puede tornarse una enti-
dad viva donde las paredes sangran; se oyen crujidos de madera o de
tuberías que recuerdan a lamentos humanos; los objetos se mueven; las
puertas se abren o cierran de forma inesperada, las lámparas, cuadros
y estatuas caen; e incluso donde los muros y suelos se derriban con el
objetivo de atrapar a sus moradores.
La reacción que este proceso produce en los personajes es terrorífica,
el miedo en su más pura acepción. Es necesario matizar la palabra miedo,
ya que se puede utilizar de diversas formas y con distintos fines. El miedo
puede ser producto de un susto, lo que provoca el sobresalto automático
que, a su vez, puede generar el miedo a un nuevo susto. Este recurso
es un efecto manido que a veces sustituye al verdadero terror, pero su
alcance no deja de ser epidérmico, tanto como el efecto efímero de un
viaje en una atracción de terror en un parque de atracciones. El miedo
que provoca un relato adscrito al fantástico, sin embargo, va más allá del
susto momentáneo, e incluso del que puede provenir de sentir peligrar la

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El hogar infErnal

integridad física (un miedo que se da bajo una amenaza tangible, como
la que suscita un agresor que blande un cuchillo o una pistola, o un
accidente de circulación, aéreo o producto de una catástrofe natural), y
nos referimos al que nace de una inquietud (Roas, 2001, pág. 30) que va
creciendo poco a poco según se constata que la amenaza puede hacerse
presente, que su naturaleza es desconocida y que desestabilizará los fun-
damentos más íntimos de nuestra existencia, más incluso que la propia
integridad física: la destrucción de los lazos familiares, la revelación de la
identidad verdadera de un ser querido, la lectura racional de los hechos
o el descubrimiento de nuestras dimensiones desconocidas. La casa es
un soporte de los fenómenos y a la vez un elemento desestabilizador,
también un espejo del inconsciente de los personajes e incluso un itine-
rario de expiación para los protagonistas a través de sus estancias. Los
problemas del pasado convertidos en demonios de la memoria familiar
son por lo general el sustrato que aflora en el presente, y operan como
motor dramático a través de los sucesos que se padecen en la casa.
Esta introducción ha desvelado las primeras claves de las casas
encantadas, lo que nos permite una primera aproximación a sus fun-
ciones:

• La casa como contendor de entidades malignas: fantasmas, diablos o


espíritus que amenazan físicamente o torturan con sus persistentes
manifestaciones al resto de los habitantes. Una vez que la casa queda
limpia de estas entidades porque han sido exorcizadas, derrotadas
o devueltas a su espacio natural, se convierte en una casa normal,
perfectamente habitable. Pero puede ocurrir que la casa sea la eterna
morada de los entes del mal y estos no desparezcan. O que sea en sí
misma una entidad amenazadora, en cuyo caso la destrucción es el
único camino para acabar con los sucesos paranormales.
• La casa como puerta a otra dimensión. Como se indicará a la hora
de desglosar la arquitectura y los espacios de la casa encantada, esta
se divide en espacios seguros y espacios inseguros. Y algunos de
ellos pueden convertirse en puertas a territorios fantásticos o de
otro tiempo.
• La casa viviente cuya arquitectura se transforma en amenaza. En
algunos casos, la propia morfología de la casa se transforma con el

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El hogar infErnal FILMOGRAFÍAS ESENCIALES

fin de agredir a sus habitantes. Paredes que se resquebrajan, suelos


que se hunden, estatuas que cobran vida... incluso la casa entera
puede colapsar hasta sepultar a sus inquilinos.
• La casa como espejo psicológico del personaje. Una de las funciones
más repetidas y que se adhiere a la corriente más extendida, asociar
el terror a fenómenos psíquicos de los protagonistas. La casa acusa
los trastornos de sus habitantes o refleja en sus diferentes estancias
las dimensiones psíquicas del personaje.

Todas estas funciones y características se han conformando con las


aportaciones de varios tipos de espacios, como el castillo, la mansión
señorial, la old dark mystery house o la vieja mansión misteriosa, tal y como
veremos a continuación.

El origen de la casa encantada: castillos góticos, caserones


misteriosos y mansiones victorianas

El punto de partida de la casa encantada contemporánea se encuen-


tra en el castillo gótico. Los autores fundacionales del género gótico,
Walpole (El castillo de Otranto, 1764), Radcliffe (Los misterios de Udolfo,
1794) y Lewis (El Monje, 1796), cambiaron por completo la faz de lo
que era hasta entonces la imagen del castillo medieval, otrora símbolo
de civilización, de expresión del poder nobiliario y real, una muestra
de perfecta arquitectura que combinaba la función militar y la vivienda
señorial, e incluso un espacio seguro para la población civil, que se refu-
giaba en él cuando el enemigo de turno amenazaba una villa.
En cierta forma, el castillo sufre un proceso de antropomorfización
que será una constante en la caracterización de las casas encantadas.
Como un personaje tiene su historia, cada estancia representará un
rasgo de su personalidad y, por supuesto, dará la sensación de tener vida.
Para alcanzar este estatus casi humano, el castillo perderá su majestuosi-
dad secular, sometiéndose a una operación de rediseño conceptual que
le adjudicará para siempre el papel de espacio siniestro. Con el nuevo
paradigma, la arquitectura se rompe y se confunde, y la ruina materializa
el signo del paso del tiempo, del abandono y de la muerte. Las estancias
que aún pueden habitarse coexisten con grandes alas olvidadas y cerra-

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