La Civilización Romana

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La Civilización romana

La civilización romana fue una de las más influyentes de la antigüedad, y sus


características abarcaron una amplia gama de aspectos políticos, sociales, económicos
y culturales.

Sistema político: La civilización romana evolucionó desde una monarquía a una


república y finalmente a un imperio. Durante la República, el poder político estaba en
manos de dos cónsules y un senado compuesto por la élite aristocrática. Bajo el
Imperio, el poder estuvo centralizado en un emperador.

Derecho romano: La civilización romana es famosa por su sistema legal, que sentó
las bases del derecho moderno. El derecho romano se basaba en principios de justicia,
equidad y derecho natural. Incluía leyes escritas (como las Leyes de las XII Tablas) y
leyes no escritas basadas en la costumbre y el precedente.

Ejército: Roma construyó uno de los ejércitos más poderosos de la antigüedad. Los
soldados romanos, organizados en legiones, eran disciplinados, bien entrenados y
altamente eficientes. La expansión territorial de Roma se debió en gran medida a la
habilidad y disciplina de su ejército.

Imperio y expansión territorial: La civilización romana creó un vasto imperio que


se extendía por gran parte de Europa, el norte de África y Oriente Medio. Roma utilizó
su poder militar para conquistar y controlar territorios, estableciendo provincias y
creando una red de caminos y vías navegables para facilitar la administración y el
comercio.

Innovación en ingeniería y arquitectura: Los romanos fueron grandes


ingenieros y arquitectos. Construyeron impresionantes estructuras, como acueductos,
puentes, caminos, anfiteatros y baños públicos. Su arquitectura era conocida por su
grandeza y durabilidad, utilizando técnicas como arcos, bóvedas y cúpulas.

Cultura y educación: La civilización romana fue un crisol de culturas, influenciada


por las tradiciones griega, etrusca y otras. Roma produjo una rica literatura, arte,
filosofía y teatro. La educación era valorada y estaba disponible para los hombres
libres, y las escuelas enseñaban literatura, retórica, matemáticas, filosofía y derecho.

Sociedad estratificada: La sociedad romana estaba dividida en clases sociales, con


los patricios (nobleza) en la cima, seguidos por los plebeyos (ciudadanos comunes) y
los esclavos en la parte inferior. A pesar de estas divisiones, había cierta movilidad
social, y los plebeyos podían ascender en la sociedad a través de la riqueza, la
educación o el servicio militar.
Organización política
Se basaba en un sistema de poder centralizado en la figura del emperador, facultado
para legislar, comandar el ejército, y presidir la religión, el emperador contaba con un
cuerpo consejero, llamado senado, y una institución representativa del pueblo romano,
llamada asamblea o comicios.

El Emperador: El cargo era electivo y tenía amplísimos poderes políticos, militares y


religiosos.

El Senado: Estaba integrado por los jefes de las familias fundadoras de la ciudad.
Asesoraban al Rey y asumían el gobierno en períodos de transición entre la muerte del
Rey y la elección del sucesor.

Los Comicios o Asamblea del pueblo: En la época republicana con la expulsión


del último Rey, se instauró un régimen republicano. Fue una etapa de expansión militar,
de conflictos sociales entre Patricios y Plebeyos; y de una profunda reorganización
política. El nuevo sistema pretendía que nadie pudiese acaparar demasiado poder.

Organización económica
Había circulación de la moneda (sestercio, denario), lo que facilitaba la integración
económica. El comercio se vio alentado por la red de caminos del Imperio. El
crecimiento económico permitió la división del trabajo.

Agricultura: La mayoría de la población romana estaba compuesta por agricultores


que trabajaban la tierra. Los romanos cultivaban una amplia variedad de cultivos,
incluyendo trigo, cebada, uvas, olivas y legumbres. La introducción de nuevas técnicas
agrícolas, como el arado de hierro, permitió un aumento en la productividad.

Esclavitud: Los esclavos, trabajaban en las grandes fincas agrícolas, las minas, las
canteras y en los hogares de los romanos ricos. Eran una parte fundamental de la
economía romana y proporcionaban la mano de obra necesaria para mantener el alto
nivel de producción agrícola y la construcción de grandes obras públicas.

Comercio: Las principales ciudades romanas se convirtieron en importantes centros


comerciales donde se intercambiaban bienes de todo el imperio y más allá. Además, el
comercio de esclavos, el comercio de grano y el comercio de bienes de lujo, como el
vino y el aceite de oliva, eran especialmente importantes para la economía romana.

Organización social
La familia era patriarcal. Esto significa que el padre ejercía la autoridad máxima sobre
las finanzas y los hijos, independientemente de su estado civil. Por otro lado, las clases
sociales se enmarcaban en dos grupos: ciudadanos; no ciudadanos.
Patricios: su nombre proviene de páter (padre) en alusión a los fundadores de Roma.
Era una clase aristocrática hereditaria, que conformaba la orden senatorial (senadores).
Équites: varones patricios de menor rango que los senadores, originalmente eran
miembros de la orden ecuestre. Se ocupaban de la actividad comercial y financiera.
Plebeyos: esta clase se ocupaba de funciones profesionales (como la docencia o la
arquitectura) o productivas (como la agricultura, la artesanía, la industria, etc.). Se
dividían en adinerados y pobres.
Libertos: antiguos esclavos que compraron su libertad o les fue concedida por su
dueño. Podían aspirar a la ciudadanía, pero no podían ocupar cargos públicos. Sus hijos
sí gozaban de derecho ciudadano pleno.
Esclavos: cumplían las tareas más forzadas. Solían reclutarse de los prisioneros de
guerra durante las conquistas romanas. No estaba relacionada con la raza.

Organización cultura
El Imperio romano destacó por ser cosmopolita y abierto al conocimiento de pueblos
extranjeros, lo que permitió grandes innovaciones. Junto a ello, promovió la
construcción de una cultura común en todos sus dominios, facilitada por sus obras
públicas de ingeniería y arquitectura, el arte y la literatura latina.
Lengua: El latín era la lengua oficial del Imperio Romano y se hablaba en todo el
territorio. Además del latín, en algunas provincias del imperio se hablaban otras
lenguas, como el griego, el celta y el arameo.
Religión: Eran politeístas y adoraban a una amplia variedad de dioses. Los romanos
adoptaron muchas de las deidades griegas y las incorporaron a su panteón religioso.
Algunos de los dioses más importantes para los romanos eran Júpiter, Marte, Venus y
Juno. Además, adoraban a una multitud de dioses menores y espíritus.
Arte y Arquitectura: Los romanos fueron grandes admiradores del arte y la
arquitectura griega y se inspiraron en gran medida en la cultura griega. Los romanos
construyeron numerosos templos, teatros, anfiteatros, acueductos, calzadas y edificios
públicos. Algunos de los ejemplos más famosos de la arquitectura romana incluyen el
Coliseo, el Panteón, el Foro Romano y los acueductos de Roma.
Literatura: La literatura romana abarcaba una amplia variedad de géneros, incluyendo
la poesía épica, la poesía lírica, la tragedia, la comedia, la historia y la filosofía. Algunos
de los escritores romanos más famosos incluyen a Virgilio, Ovidio, Horacio, Séneca,
Cicerón y Tácito.
Educación: Estaba reservada principalmente para los hombres de clase alta. Los niños
romanos recibían educación en casa hasta los siete años, momento en el que
comenzaban a asistir a la escuela. En la escuela, los niños estudiaban lectura, escritura,
aritmética, gramática, retórica, literatura y filosofía.

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