C.

JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA

EN MATERIA FAMILIAR EN TURNO
PRESENTE.

ASUNTO: DEMANDA INICIAL

JUICIO: RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD

C. GERARDO DELGADO CARANO mexicano, mayor de

edad, soltero, señalando como domicilio convencional para oír
y recibir toda clase de notificaciones y documentos en el
Despacho Jurídico ubicado en Privada Alfonso Reyes número
3061 oriente, de la Colonia Jardines de Reforma, en esta
Ciudad. Y autorizando en carácter de abogados patronos a los
C.C. LIC. JUAN FIDENCIO PALACIOS MONTELONGO Y
FELIPE EDUARDO HAMDAN MEDINA quienes
respectivamente cuentan con número de Cedulas
Profesionales 7360259 y 10732635, así como los Registros
ante el Tribunal bajo los números 12275 y 10356 del Libro, ante
Usted, C. Juez, con el debido respeto comparezco para
exponer:

Vengo a promover JUICIO DE RECONOCIMIENTO DE

PATERNIDAD, en contra de la señora EMMA GARCÍA
ORNELAS y respecto de nuestros menores hijos MARÍA
VICTORIA y MATÍAS GARCÍA ORNELAS, Dicha demandada
podrá ser emplazada indistintamente en su domicilio particular,
CALLE TORRE ABANDONADA NÚMERO 1199 DEL
FRACCIONAMIENTO HACIENDA DE SANTAMARÍA DE
ESTA CIUDAD; y a quien le reclamo el pago y cumplimiento de
las siguientes:

P R E S T A C I O N E S

1. El reconocimiento judicial de mi paternidad, respecto de

nuestros menores hijos que hoy llevan por nombres de
nuestros menores hijos MARÍA VICTORIA y MATÍAS ambos de
apellidos GARCÍA ORNELAS; con todas sus consecuencias
jurídicas inherentes, es decir, con los derechos y obligaciones
de todo progenitor.
 2. Se deje sin efectos las actas de nacimiento a nombre de
nuestros menores hijos MARÍA VICTORIA y MATÍAS ambos de
apellidos GARCÍA ORNELAS.

3. De resultar procedente la prestación anterior, deberá levantarse

nuevas actas de nacimiento de nuestros menores hijos que hoy
lleva por nombres MARÍA VICTORIA y MATÍAS ambos de
apellidos GARCÍA ORNELAS, en la que asienten mis datos
personales como padre de dicho menor, y los de mis
progenitores como abuelos paternos del mismo.

4. Como consecuencia del levantamiento de las nuevas actas de

nacimiento de nuestros menores hijo, deberá realizarse la
correspondiente anotación marginal en las actas de nacimiento
primigenias de dichos menores.

5. El pago de los gastos y costas que se originen con motivo de la

tramitación de este juicio, hasta la total ejecución de la
sentencia que al efecto se dicte; y en particular los honorarios
de los peritos que participarán en este proceso, para
determinar con pruebas del ácido dexocirribonucleico o ADN mi
paternidad respecto de nuestros menores hijos MARÍA
VICTORIA y MATÍAS ambos de apellidos GARCÍA ORNELAS.

6. Se fijen el régimen de convivencias con mis menores hijos una

vez concluido el presente juicio.

El anterior reclamo se justifica de conformidad con

las siguientes consideraciones de hecho y de derecho:

HECHOS

I. En el mes de treinta de abril del año dos mil veinte, la C. EMMA

GARCÍA ORNELAS y el suscrito, iniciamos una relación de
noviazgo.
II. Derivado de nuestra relación de noviazgo, la cual se llevó
siempre en los términos de afecto, comprensión y cariño,
noviazgo que era de conocimiento público, tanto de mi familia,
como la familia de ella.
III. Dentro de la relación de noviazgo mantuvimos en varias
ocasiones relaciones sexuales, las cuales he de manifestar que
 estas se hicieron de manera consensuada y estas se realizaron
sin ningún método anticonceptivo.
IV. Con fecha primero de mayo del dos mil veinte, iniciamos
empezamos a vivir en unión libre, y aproximadamente en el
mes de junio del año dos mil veinte, me comunica en ese
entonces mi concubina la C. EMMA GARCÍA ORNELAS, que
se encontraba embarazada, situación que nos dio mucho
gusto. Es el caso, que a los dos meses de embarazo que
naciera nuestra primera hija, tuvimos un disgusto muy fuerte, lo
que provoco, que me separara en ese entonces de nuestro
hogar, a lo que, por esas diferencias, no me fue posible asistir
al nacimiento de mi hija, tal grado fue el disgusto que tenía la
hoy demandada con el suscrito, que, al tiempo, me comento,
que, había registrado mi hija a nombre de ella, es decir, como
mama soltera.
V. Ahora bien, después de mucho dialogar entre ambos, llegamos
a la decisión de intentar otra vez la relación, por lo que, de
nueva cuenta volvimos a iniciar el concubinato, y siendo
aproximadamente, en el mes de agosto del año dos mil
veintidós, me comunica que nuevamente se encuentra
embarazada, que, igual que, en el anterior embarazo, lo
esperamos con mucho gusto, pero también así como ocurrió en
el embarazo anterior, a semanas del nacimiento de nuestro
segundo hijo, volvimos a tener problemas entre nosotros, lo
que derivo, a que nuevamente me tuviera que salir de la casa
que compartía con la hoy demandada, la cual, nuevamente,
volvió a registrar a nuestro menor hijo como madre soltera, sin
que me haya tomado en cuenta a que yo fuera quien lo
registrara como su padre.
VI. En relación al párrafo anterior, no obstante, que, nuestros
menores hijos, en sus respectivas actas de nacimiento, no
tienen mi apellido y tampoco dicho documento me da
reconocimiento como el padre de ambos, no he dejado de
aportar alimentos para mis hijos, ya que estoy consciente de la
obligación que tengo de proveerles tal derecho, no omito
manifestar, que, le he insistido en repetidas ocasiones a la hoy
demanda, que, actualicemos la información de filiación de
nuestros menores hijos, con el fin de regularizar su situación
legal, petición, a la que la hoy demandada se ha negado
contantemente y que como consecuencia de esa negativa, me
 ha negado la convivencia con mis menores hijos, diciéndome
que por no estar registrados como hijos míos, no tengo el
derecho a verlos, que ella será madre y padre para ellos.
VII. Como consecuencia de la negativa de la demandada, para
reconocer que soy el padre de nuestros menores hijos, que,
hoy, llevan los nombres de MARÍA VICTORIA y MATÍAS
GARCÍA ORNELAS, es que me veo en la necesidad de
promover este JUICIO DE RECONOCIMIENTO DE MI
PATERNIDAD; para el efecto de que se declare por sentencia
ejecutoriada que soy el padre de los menores y se ordene el
levantamiento de nuevas actas de nacimiento de mis
descendientes, en la que se anoten mis datos personales y los
de mis progenitores; asimismo, en esa sentencia deberá
decretarse la custodia compartida entre la demandada y el
suscrito de nuestros menores hijos MARÍA VICTORIA y
MATÍAS ambos de apellidos GARCÍA ORNELAS.

Por lo anterior, por eso acudo a esta Autoridad, a fin de que el

DERECHO HUMANO a la IDENTIDAD de mi menor hijo sea
respetado, tal como lo consagra la convención Internacional
sobre los Derechos del Niño en su artículo octavo el cual
consagra:

“…El Derecho a la identidad del niño al decir que los Estados

Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a
preservar su identidad Que cuando un niño sea privado
ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de
todos ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y
protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su
identidad…”

Así como lo establecido en la ley para la Protección de los

Derechos de Niñas, Niños y Adolescente, contempla tal
derecho, en su CAPITULO V, el cual, establece:

“… Artículo 22. El derecho a la identidad está compuesto

por: A. Tener un nombre y los apellidos de los padres desde
que nazca a ser inscrito en el Registro Civil. B. Tener una
nacionalidad, de acuerdo con lo establecido en la Constitución.
C. Conocer su filiación y su origen, salvo en los casos que las
leyes lo prohíban. D. Pertenecer a un grupo cultural y compartir
con sus integrantes costumbres, religión, idioma o lengua, sin
que esto pueda ser entendido como razón para contrariar
ninguno de sus derechos. A fin de que niñas, niños y
adolescentes puedan ejercer plenamente el derecho a su
identidad, las normas de cada Entidad Federativa podrán días
poner lo necesario para que la madre y el padre los registren,
sin distinción en virtud de las circunstancias de su
nacimiento…”
En ese mismo tenor del derecho a la identidad de mis menores
hijos, tengo a bien, citar a manera de ilustración un extracto de
una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
respecto al amparo en Revisión número 852/2017, donde la
Ministra Ponente, Licenciada Norma Lucía Piña Hernández, en
la sentencia emitida por Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, de fecha: ocho de mayo de dos mil
diecinueve, en los temas: Derecho a la identidad, derecho a
la igualdad y no discriminación, derecho de protección de
la familia, interés superior del menor, comaternidad,
parejas del mismo sexo, familias homoparentales, filiación
jurídica y biológica, reconocimiento voluntario, voluntad
procreacional. Expone y cito fragmento:

“…El derecho a la identidad es inherente al ser humano y tiene como sustento la

dignidad humana; es un derecho indispensable para que la persona configure su
individualidad, de manera que la identidad personal es un derecho íntimamente
ligado a la persona en su individualidad específica y vida privada, pero también es
un derecho necesario para el ejercicio de las relaciones del individuo con la familia,
la sociedad y el Estado, de manera que tiene injerencia directa en el desarrollo de
vínculos en los distintos ámbitos de la vida de la persona.

Sobre ese derecho humano en relación con la infancia, esta Corte, con base en los
artículos 7 y 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y el precepto 4º
constitucional, en diversos precedentes ha enfatizado que si bien la identidad se
construye a través de múltiples factores psicológicos y sociales, como derecho, la
identidad respecto de un menor de edad reconoce en su núcleo esencial otros
derechos específicos, destacándose el relativo a tener un nombre, a tener un
registro de nacimiento, a conocer la propia historia filial en sus orígenes
genéticos cuando ello es posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por
ellos, al reconocimiento de la personalidad jurídica y a la nacionalidad, a la filiación y
a los derechos emanados de ella, como son los alimentarios y los sucesorios.

En concordancia con lo anterior, en la Contradicción de Tesis 430/2013, la Primera

Sala de esta Corte estableció que el derecho de identidad de un menor de edad, se
integra por varios derechos, y entre ellos, resulta relevante el relativo a indagar y
conocer la verdad sobre sus orígenes, lo cual implica el derecho a solicitar y
recibir información sobre su origen biológico, a fin de poder ejercer su derecho a
la identidad biológica; y que, en términos del artículo 7, inciso 1, y 8, incisos 1 y 2, de
la CDN, cuando la realidad de un vínculo biológico no se encuentre reflejada en el
plano jurídico, el Estado debe reconocer el derecho del menor de edad, para lograr
el estado de familia que corresponda con su relación consanguínea, pues es un
derecho del hijo tener la filiación que le corresponde y no una mera facultad de los
padres hacerlo posible, por ello, esta Corte señaló que la tendencia debe ser que la

filiación jurídica coincida con la filiación biológica…”

Aunado a lo anterior, respecto al derecho invocado cito la
siguiente jurisprudencia:

Registro digital: 2003610

Instancia: Primera Sala
Época: Décima Época
Materia(s): Constitucional, Civil
Tipo: Aislada
Tesis: : 1a. LXXI/2013 (10a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro XX,
Mayo de 2013, Tomo 1, página 541

INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SUS ALCANCES EN UN JUICIO

DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD.

La reforma al artículo 4o. de la Carta Magna que elevó a rango

constitucional el interés superior del menor, se sustentó en la
necesidad de reconocer que el infante, por su falta de madurez física y
mental, necesita una protección legal reforzada que le asegure el
ejercicio pleno de sus derechos, incluidos los reconocidos a nivel
internacional, mismos que no se agregaron en forma expresa al citado
artículo 4o. para evitar el error de establecer un catálogo que resultase
incompleto, no obstante quedaron comprendidos todos los reconocidos
a nivel internacional, en especial, los contenidos en la Convención
sobre los Derechos del Niño, mismos que nuestro país se obligó a
respetar a través de sus diversas autoridades, incluidas las de índole
jurisdiccional. Así, para cumplir con esa obligación, en primer lugar, es
necesario que el juzgador tenga presente cuáles son los derechos que
la Constitución y los tratados internacionales reconocen a favor de la
niñez; después, es preciso que se interpreten y apliquen
adecuadamente, es decir, de la manera que más favorezca a los
infantes, teniendo siempre en cuenta su condición personal, a efecto de
salvaguardar su sano desarrollo en todos los ámbitos posibles. Por
tanto, cuando se demande el reconocimiento de paternidad, el juzgador
está obligado a tener presente que dicha demanda no sólo se relaciona
con el derecho que tiene el menor a indagar y conocer la verdad sobre
su origen, sino que, además, ese conocimiento involucra una serie de
derechos que le resultan fundamentales, pues derivado de esa
investigación se podrá establecer si existe o no una filiación entre él y
quien se considera es el padre y, de ser así, no sólo podrá acceder a
llevar el apellido de su progenitor como parte del derecho a la identidad
que le permite tener un nombre y una filiación, sino que se verá
beneficiado en su derecho a la salud; así, en cumplimiento del artículo
4o. constitucional, el juzgador está constreñido a atender todas las
circunstancias o hechos que se relacionen con la niñez, ya sea que
formen parte de la litis o surjan durante el procedimiento, de ahí que
esté obligado a ordenar la práctica, repetición o ampliación de cualquier
diligencia probatoria que resulte pertinente, entre ellas la pericial, esto
con el fin de dictar una sentencia en la que tenga plena convicción de
que lo decidido en relación con la infancia, no le resultará nocivo ni
contrario a su formación y desarrollo integral. En consecuencia, si en
un juicio de reconocimiento de paternidad se omite ordenar el
desahogo, perfección, ampliación o repetición de la prueba pericial o,
en su caso, no impone los apercibimientos respectivos, resulta
inconcuso que no sólo habrá incumplido con la obligación imperiosa de
otorgar una protección legal reforzada al menor, proveyendo lo
necesario para el respeto pleno de sus derechos, sino que, además,
dejará de atender el interés superior del menor, en tanto que habrá
dictado una sentencia sin contar con los elementos objetivos
necesarios, lo cual no sólo se traduce en una violación a las
formalidades esenciales del procedimiento, en especial las
relacionadas con la oportunidad de ofrecer y desahogar pruebas, sino
que además conlleva una afectación al derecho de acceso efectivo a la
justicia. Por lo anterior, aun si en el referido juicio no se ofrece la
prueba idónea o se hace deficientemente, el juzgador deberá ordenar,
incluso de oficio, su desahogo.

Contradicción de tesis 496/2012. Entre las sustentadas por el Primer

Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y Civil del Décimo
Noveno Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito. 6 de febrero de 2013. La votación se dividió en dos
partes: mayoría de cuatro votos por lo que se refiere a la competencia.
Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos en
cuanto al fondo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria:
Mercedes Verónica Sánchez Miguez.

Por lo tanto, en este momento me permito anunciar que para el

esclarecimiento de mi paternidad respecto de nuestros
menores hijos MARÍA VICTORIA y MATÍAS GARCÍA
ORNELAS, tengo a bien solicitar a esta autoridad, se me
asigne el laboratorio autorizado por este Poder Judicial, a fin de
estar en aptitud de ofrecer la prueba pericial para que se
practique análisis de ÁCIDO DEXOCIRRIBONUCLEICO O
ADN, tanto a los menores así como al suscrito, a fin de que se
llegue a la verdad, respecto a mi referida paternidad, para lo
cual, me permito citar la siguiente jurisprudencia para su
orientación y análisis:

Registro digital: 2013837

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Novena Época:
Materia(s): Civil
Tipo: Aislada
Tesis: : XII.C.12 C (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 40,
marzo de 2017, Tomo IV, página 2694

JUICIOS SOBRE INVESTIGACIÓN O IMPUGNACIÓN DE

PATERNIDAD. CARECE DE VALOR PROBATORIO LA
CERTIFICACIÓN EMITIDA POR EL LABORATORIO
CORRESPONDIENTE, SI NO CONSTA EN AUTOS QUE LA
AUTORIDAD JURISDICCIONAL VERIFICÓ QUE ESTABA
LEGALMENTE AUTORIZADO POR LA SECRETARÍA DE SALUD
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SINALOA).

El artículo 301 del Código Familiar del Estado de Sinaloa señala que en
los juicios sobre investigación o impugnación de la paternidad, son
admisibles todo tipo de pruebas de los grupos sanguíneos y otros
marcadores genéticos, como el estudio del ácido desoxirribonucleico o
análisis biológico molecular entre el hijo y el presunto padre o madre,
con el objeto de probar la existencia o ausencia del vínculo, realizadas
por instituciones o empresas legalmente autorizadas por la Secretaría
de Salud o, en su caso, por laboratorios pertenecientes al Estado. De
manera que, si no consta en autos que la autoridad jurisdiccional
hubiera verificado ese aspecto, la certificación que al efecto emita el
laboratorio correspondiente, carece de valor probatorio, por la
incertidumbre de su autorización legal.

TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL DÉCIMO

SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 414/2016. 20 de octubre de 2016. Mayoría de votos.

Disidente y Ponente: Ramona Manuela Campos Sauceda. Encargada
del engrose: Marina Amalia Rendón Luna, secretaria de tribunal
autorizada por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrada.
Secretario: Ramón Alejandro Jiménez Chávez.
Asimismo, en relación a la pericial genética, se relaciona con la
jurisprudencia que cito a continuación:
Registro digital: 176668
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito de Circuito
Novena Época:
Materia(s): Civil
Tipo: Aislada
Tesis: II.2o.C.501 C
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXII,
noviembre de 2005, página 911 de la Federación. Libro 40, marzo de
2017, Tomo IV, página 2694

PERICIAL EN GENÉTICA. SU DESAHOGO ES PREPONDERANTE EN UN JUICIO DE

DESCONOCIMIENTO O RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD, CON INDEPENDENCIA
DEL DERECHO A LA PRIVACIDAD O INTIMIDAD.

Tratándose de la investigación de la paternidad legal para esclarecer lo planteado en un asunto

de desconocimiento o reconocimiento de paternidad, debe prevalecer esa prerrogativa en
orden con la de intimidad o privacidad, en razón a que en un conflicto de esa naturaleza
sustantiva, el conocimiento o averiguación dirigida a saber quién es el progenitor deviene
predominante al derivar del supremo derecho del menor a obtener, entre otros, su identidad y
filiación, alimentos, casa, educación, vestido, atención médica, etcétera, así como la obligación
común de ambos padres de proporcionar los medios económicos y condiciones de vida
necesarios para el pleno y armonioso desarrollo intelectual y físico de un menor. Además, si
bien es exacto que la protección a la intimidad se puede afectar con el desahogo de la prueba
pericial en genética, que es la idónea para demostrar científica y biológicamente la relación
paterno filial, e implica la práctica de estudios químicos y exámenes de laboratorio traducidos
en la toma de muestras de tejidos sanguíneos u orgánicos que podrían poner al descubierto
otras características genéticas, como diversos aspectos patológicos o de conducta que nada
tengan que ver con la paternidad que se busca dilucidar, no menos verídico resulta que para
preservar tal derecho a la intimidad el desahogo de dicha probanza se debe limitar mediante
niveles de control y acceso a esa información confidencial, esto es, que el juzgador ha de velar
porque en la práctica dicha pericial se lleve a cabo con las medidas de discreción, de reserva y
sanitarias para salvaguardar el estado de salud de los progenitores y del propio menor. Incluso
es patente que la información que se obtenga de dicho procedimiento científico será concreta y
objetiva, sólo para resolver la cuestión controvertida. De consiguiente, en tales casos
indiscutiblemente deviene preponderante el derecho de investigación sobre la identidad de la
paternidad en el juicio de desconocimiento o reconocimiento de la misma, en relación con la
filiación en cuanto al progenitor, frente a una invasión a la intimidad o privacidad individual.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo en revisión 176/2005. 6 de septiembre de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Virgilio

A. Solorio Campos. Secretaria: Norma Ordóñez Jiménez.

Respecto de los alimentos que debo proporcionar a de

nuestros menores hijos MARÍA VICTORIA y MATÍAS GARCÍA
ORNELAS.

Como lo narré con anterioridad, a pesar de la negativa de la

hoy demanda, no he dejado de proporcionar alimentos a mis
dos menores hijos.

Así las cosas, insisto a su Señoría que en ningún momento me

he negado a proporcionarle alimentos a mis menores hijos; y si
hasta el momento no he procedido a promover las
correspondientes diligencias de ofrecimiento de pago y
consignación de una pensión alimentaria a favor de mis
descendientes, ello obedece a que estoy sabedor que mientras
no se reconozca judicialmente, mi paternidad respecto de los
menores, en realidad no puedo demostrar que haya vínculo
jurídico de parentesco que nos una; y en consecuencia se me
desecharían esas diligencias de pago de alimentos.

PRUEBAS

PERICIAL. Consistente en la prueba del ÁCIDO

DESOXIRRIBONUCLEICO (ADN) practicada al ahora
demandada y mi hijo realizada por perito experto en la materia.
Prueba que relaciono, con cada uno de los puntos del capítulo
de hechos.
Prueba con la que pretendo acreditar la filiación biológica que
existe entre el suscrito y mis dos menores hijos MARÍA
VICTORIA y MATÍAS ambos de apellidos GARCÍA ORNELAS.

DOCUMENTAL PÚBLICA. - Acta de nacimiento original a

nombre del suscrito; expedida por la oficialía número uno del
Registro Civil, con residencia en Torreón, Coahuila, asentada
en el acta número 00314.
Prueba que relaciono, con cada uno de los puntos del capítulo
de hechos.
Prueba con la que pretendo acreditar la personalidad del
suscrito.

DOCUMENTAL PÚBLICA. - Acta de nacimiento original a

nombre de la C. EMMA GARCÍA ORNELAS; expedida por la
oficialía número tres del Registro Civil, con residencia en
torreón, Coahuila, asentada en el acta número 179.
Prueba que relaciono, con cada uno de los puntos del capítulo
de hechos.
Prueba con la que pretendo acreditar la relación de la hoy
demandada con mis dos menores hijos MARÍA VICTORIA y
MATÍAS ambos de apellidos GARCÍA ORNELAS.

DOCUMENTAL PÚBLICA. - Acta de nacimiento original a

nombre de la menor MARÍA VICTORIA GARCÍA ORNELAS;
expedida por la oficialía número once del Registro Civil, con
residencia en torreón, Coahuila, asentada en el acta número
115.
Prueba que relaciono, con cada uno de los puntos del capítulo
de hechos.
Prueba con la que pretendo acreditar que la hoy demandada
registro a mi menor hija con sus propios apellidos, donde se
hace constar que solo aparece como la única persona en los
datos de filiación de la persona registrada.

DOCUMENTAL PÚBLICA. - Acta de nacimiento original a

nombre del menor MATÍAS GARCÍA ORNELAS; expedida por
la oficialía número veinticuatro del Registro Civil, con residencia
en torreón, Coahuila, asentada en el acta número 16.
Prueba que relaciono, con cada uno de los puntos del capítulo
de hechos.
Prueba con la que pretendo acreditar que la hoy demandada
registro a mi menor hijo con sus propios apellidos, donde se
hace constar que solo aparece como la única persona en los
datos de filiación de la persona registrada.

DOCUMENTALES PÚBLICAS. – Impresión de las Clave Única

de Registro de Población (C.U.R.P.) a nombre de mis menores
hijos MARÍA VICTORIA y MATÍAS ambos de apellidos
GARCÍA ORNELAS.
Prueba que relaciono, con cada uno de los puntos del capítulo
de hechos.
Prueba con la que pretendo robustecer los datos de identidad
que actualmente cuentan mis menores hijos MARÍA VICTORIA
y MATÍAS ambos de apellidos GARCÍA ORNELAS.

D E R E C H O

I. Es Usted Juez competente para conocer del

presente juicio que se plantea, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 89 y demás relativos al Código de Procedimientos
Familiares para el Estado de Coahuila de Zaragoza.

II. Mi legitimación ad caúsam o personalidad, se

justifica en términos de lo estatuido en el artículo 363 de la Ley
para la Familia de Coahuila de Zaragoza.
 III. Son aplicables en cuanto al fondo los artículos
317, 319, 342, 363, 365 y demás relativos de Ley para la
Familia de Coahuila de Zaragoza.

IV. Norman el procedimiento los artículos 89 al 105 y

demás relativos y aplicables al Código de Procedimientos
Familiares para el Estado de Coahuila de Zaragoza.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, a usted

ciudadano Juez, atentamente pido, se sirva:

PRIMERO. - Tenerme por presentado en tiempo y forma

legales, reclamándole a la demandada el pago y cumplimiento
de las prestaciones especificadas con anterioridad.

SEGUNDO. - Admitir a trámite esta demanda, ordenando

que se proceda a emplazar a la demandada EMMA GARCÍA
ORNELAS.

TERCERO. - Tener por señalado mi domicilio procesal

para recibir notificaciones y por autorizados al efecto a los
profesionales antes mencionados.

CUARTO. - Dar la intervención que legalmente le compete

al Representante Social Adscrito a este Juzgado.

QUINTO. - Previos los trámites procesales en rigor, se dicte

sentencia, condenando a la demandada al pago y cumplimiento
de las prestaciones que le reclamo.

PROTESTO LO NECESARIO
TORREÓN, COAHUILA AL DÍA DE SU PRESENTACIÓN

GERARDO DELGADO CARANO