Prieto 2

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Ati-que ayer has

sido
libre 167
r b i o "flete" bien como .
con cercos ni
"prendado" recorrías
pz&r
alambrados, te dedico
esa
inmensa y que
Quien lo escribe ha
pasado algunos este llanuramontado en tu so.
pdas horas, ha eseuchade 11o atiosfolleto
por.esa argentna sin tro.
sciones
Esas narTaci una--sino
cillas, que con tanta veces tuscamparña, donde
mil
uitaTa quenda, difícilmente nde a cada,y
ase rica, qu que Mve costa de
puede olvidarla, frecuencia lamento.
relatas al
ab ajoquien como tú, sufrecompás de tu
a
La lecfura de ste
este folleto, nuestro trahaie
te hará la
RSantes de tu mise ria y es el cu
comprender
prender tiranía de
que te quiénes han sido
recurso quióne
stus nquieres dejar de ser un sido
lo yy son
esclavo o judfo queda si
errante 48 aspiras a
son los
los
lhteo mejorar tu
la prèdicareemplazo
en
hle
nable pOr del
voseo, señalaba el
de la escuela publica, el uso de respeto indecli.
s
respetuosa distancia desde la
sigmos de identificación de la que el
político comillas
de la ciudad indicaha
Manipulado, cultura campesina. rescataba
slactiva., el
usado, requerido desde
criollismo fue igualmente tantas instancias de la
re. en nombre de algunos de los combatido, en su propio vida
el
en la cabeza de alguno fenómenos
de los
nomn-
que
Sin mencionarlo, en el
representaba,
instrumentos
parecía que o
contexto en el representar.
el reconocer las debía ser lefda, no sonaría
& ex ceso de que
ma cultural en
imaginación alusiones contenidas al
que se originó y mag.
diatriba dirigida por Paul expandió el criollismo, en la violenta
La Nación, con motivo Groussac, en 1897, al director del diario
de la
Ge Emilio
Zola. Groussac, que publicación,
había sido
en
folletín, de una novela
en
plena campaña de funcionario oficial en 1882,
La educación el
alfabetización, dirá ahora en su nota titulada
por folleto":
En cien
años la desbordada democracia ha
invadido el mundo, cada vez
22resiva
PLra
y disolvente, batiendo en brecha a la
religión y la sociedad, a la
y la familia. Toda revolución crea su instrumento: la del
0 la prensa diaria, que ha nacido cuando prescribiendo el siglo
xX ha in.

que odos aprendiesen a leer, el dogma de libertad permitía dogma de igual


que todo se pu-
nbIr, He aquf el anarquismo que se esfuerza en completar la tniogia,
Zando por el puñal y la bom ba el dogma de la
esta fratemiaaa,
esta crabien: aunque fuera ineluctable el cataclismo en que haya de perecer
zación cristiana, sería deber nuestro de fenderlaa y perec Us

,àn tes que pasarnos a los bárbaros de silabario y dinamita.


Menos alusivamente, el criollismo dio pábulo la polémicaa
desa-
tada or el nacional de los argen-
libro
de Luciano Abeille, El idioma
tinos, u hi
Du blicado el año 1900. Abeille no mencionaba nunca
libro al lengual de
criollista como ejemplo en
eguaje de la literatura popular
un supuest
upuesto idioma argentino en formación, pero en medidauna
la
na
9ue
esteeste lenguaje se ofrecía como el único muestrario vSible de
168
ADOLFO PRIETO
practica de comunicación su ficientemente diferenciad.
reglor los detractores del trabajo de Abeille erenciada del españo
dedujeron para descali.
ficarlo, que aqué! era el lenguaje que estaba en
la
especulaciones. de sus
La polémica, sin
embargo, lejos de
agotarse en al
discusión académica a
parecia destinada, se convirtió nro.co de la
que
el punto de reflexión
privilegiado sobre el estado de o en
gentina. La lengua difundida en los folletos criollistas la sociedad: ar.
modelo ni real ni deseable del podía nosSertel
uturo
lengua y la literatura en la que la misma se
idioma
nacional. Pero ea
existían y operaban sobre el articulaba estaban ald
miendo direcciones de oscuro imaginario colectivo, empujando o renri
designio, mientras el cuerpo social pr.
verdadera tierra de nadie,
congestión cosmopolita, a soportaba
el momento más
y la violencia
consolidación novedosa del crítico de la
anarquista. gremialismo
Ernesto Quesada logró ubicarse
exactamente en este punto de
reflexión, por lo que su libro, El 'criollismo" en la literatura
tina, pese al apresurado anáisis de los argen
modo de ordenarlos en materiales que emplea y al
función de hipótesis contestadas
mano, convirtió de
primer examen comprehensivo de los ante.
se en el
dos no previstos del proceso de resulta
de una política cultural diriggda amodemización, y el punto de partida
encauzarlos, desde arriba.

IV

Por cierto, Ernesto


sujeto del criollismo Quesada no venía a
idad social de su literario, ni era un improvisar soore e2-
tiemp0, ingenuo observador la de
sayo, en 1902. En 1883, acuando emprendió
los 25 años de
la redacción de esi
Informe sobre el edad, habia ia publicado
entu siasmo que lo periodismo
argentin o",
había conducido a p r e p a r a r la primerd m eno

sobre la situación de la prensa contemporánea y


y el interés, ya
que
a trazar las pman
ras

uest
e.

lfneas sobre la
tuvo atento a lasconfiguración de un mapa de lectura
ese mismo manifestaciones literarias que no popula
dando
bri
mapa,
de los títulos paciente cabida en su tardaro avori3
y colecciones del biblioteca a la erés
y esta criollismo populista.51 Aquel int
lectual perseverancia,
que Quesada iîntroducen bien a las
quiso desempeñar ente los miembros a s inte
to
neración consagrada a
modalidades del papge
preservar el modelo de
en
práctica por sus mayores, modernizac1on ondo
las
prácticas alternativas vigilando, disciplin
capaces de corregir las ando, propalte
raban el modelo.
desviaciones
170
ADOLFOPRIW 1
de Buenos Aires, el 5 de
pronunciara
en El A teneo
la cuestión social
octubre de
sobre "La Iglesia
católicay
oresaba sus puntos
185
Impresionad895
con que la
Iglesia vista soho losa
franqueza
obreros en la Rerum
enciclica "R novarum" (difun.
reclamos
admitirá ién
tambiér con franqueza sus en
1891). Quesada
documento papal, Como
liberal conven
lo aplaudirkacuerdos
d
fondo con el
idea de mantener
el Estado lejos de injerencia
toda injerencia on
conservador
en la
resoluión
de los problemas
laborales; como iberal
ador y pragmático
de contener a la
marea socialista con
con lista todos los
aplau dirá la idea que se definía por su
cursos del espectro ideologico L0. Lasde
corporaciones gremiales, tuteladas en lo posible por el magiststeno
la Iglesia, parecían los instrumentos natura de negociación
encrucijada de la histona, Pero los negociadores de las clases en esa
dirige
tes debian evolucionar en la dirección adecuad si no querían "desen.
cadenar la revolución de
las clases oprimidas".33
También su vinculación a la polémica originada por el liha.de
Abeille temina por explicarse en función de sus preocupacione.por
la llamada cuestión social, A Quesada no le interesan, obviament
el aparato de demostración ni la eventual validez de las hindtbtesis
adelantadas en el trabajo de A beille, Le interesa, sí, que el mismo
apareciera publicado dos años después de la derrota espaH ola en la
guerra de Cuba, coyuntura cronológica que le permite, en la superfi.
cie de su exposición, levantar el uso del español -una vez excluida
la presencia física de España en América- a categoría de símbolo
de resistencia a la ex pansión del imperialismo yan qui, Pero a dirigir
ese uso, en lo profundo, a resolver los problemas previos que la Amé
rica hispana (léase Argentina) tenía que resolver:

En la América Hispana hay problemas previos que resolver: sus puebls


Denen que garantizar no sõlo su autonomía política, sino su autonomía social,
grevisimamente amenazada por la catarata inmigratoria que las invade, Hay que
amalgamar esas masas que vienen a incorporarse a estas naciones juveniles,
para ello el primero de los vínculos es imponerles la lengua nacional, saoa,
hermosa.Y esto no depende de los estadistas americanos: por eso es euesu
verdadero patriotismo, defender el idioma, hacerlo respetar y preponderar.
uerza
Esas masas, por supuesto, constitufan ya el grueso de la u c
Con
Ge
Lrabajo,y lo seguirían constituyendo en el futuro inmediat
un promedio de aumento anual desproporcionado al aporte de
blación nativa, Si la acción de la
Iglesia católica podia ser olise
a
integrar un frente de salvación del proyecto liberal, el nacionaente, Co

antihispánico de latradición liberal podía, consecuen ten eu


vertirse en nacionalismo hispanizante, El mismo ano e
blica El problema del idioma suelve
nacional, el Poder Ejecutyue ofe
OT Himno Nacional todas las estrofas que
dfandecreto suprimir del
la imagen de
España y de los españoles.
172 ADOLFO PRIETO
comunidad de habla hispana;era tam
bién el vehíeulg
liano a
una
se enajenaba
la posibilidad. de su integ
el que
ideológico
con
social damen
agudar po Ca
pacífica a
un cuerpo

Recortado así
el objeto de interés,
Quesada Ouesada dejara
Caoraen en
do08
nbios,
debida al poema de Soto yy
Calvo para segund
mogt
plano la
atencion
del fenómeno que se expresaba
en la acenoi
on genenc h mostrart
magnitud senalar las nada remotas relani.
literatura "criollista", y de
instalacion de la corriento
ciones de e8
literatura con
mayoritaria. Echa
modos
los
nmano de los
iado
demasiad
numerosos folletos ror
cierto pero on suficien-
nminidosgraentorisa
biblioteca y los
describe, sin
al lector de la realidad
te amplitud
como para
convencer

La denaterial de
la literatura
sobre la que fundaria su
examen.
y precisión
el cuu
dado de los detalles no
fueron nunca las virtudes sobresalientesuid
des sobresalia
los ensayos de Quesada, y en éste, por ejemp se permitirá asegura
que José Hernández decidió la redacción de La vuelta de M
contrarrestar los efectos perniciosos del éxito dol
Fierro para
de Juan Moreira, cuya primera entrega, Como se sabe, fue
blletin
sterior
en 8 meses a la aparicion del texto de Hernández. Distracción
mali.
cia, el error le permitirá, en todo caso, adelantar los pasos de emos
tración de lo que se perfila ya como una de las hipótesis fundamen
tales de su trabajo: la de la absoluta separacion entre la tradición de
la literatura gauchesca que culminaba en Martin Fierro y la uleai.
zación de algunos de sus procedimientos que siguió al éxito del fo.
lletín de Gutiérrez.
José Hernández escribió, en palabras de Quesada, una "verdade.
ra epopeya de la raza gaucha", pero su Martin Fierro no inaugura un
ciclo sino que lo clausura. El campesin0 que habia inspirado al per
sonaje de Hernández, arrinconado por el flujo de inmigrantes y por
las nuevas concepciones de explotación de la tierra, era casi un simple
recuerdo en la pampa bonaerense al producirse el deslinde de los si
glos XX y XX. Tomar los recursos que concurrieron a caracterzar
esa literatura; apoyarse en su prestigio para ganar el consenso soore
oDras que proponían no la evocación de un mundo desapareciao,
cian
sino el reflejo de una realidad artificiosamente construida, pare
entonces un abuso, un trucaje intelectual y moral que contribulda
confusión y ala falsificación final de los hechos.
Puesto a examinar el caudal especifico de la llamada literatur
"criollista", Quesada descubre pronto que en ella lo gauchesco ,es
decir el conjunto de signos que debía dar representación sim
al de Usos ex
campesino criollo, era sólo una superficie aglutinantediversa como
presivos correspondientes a una tipología social tan Cipo gau
extrana a la que alguna vez sirviera a la caracterizacio del
cno. El co0coliche, en primer término, la jerga atribulaa a.
italiano, con su mezcla de giros de los dialectos genovs yna
volitano.
o c h o desde
Bi dialecto orillero, magistralmente parodiado por Pray
CRIOLLISMO

FUNCIONEs 173

da Caras y Caretas, vehiculo


de
ales recién afincados en la periferia manifestación
de
páginas
de Buenos e los
pos ruhla de los malvivientes, código Aires. El
profesional y re.
igo profa especiali-
unfardo, h embargo, con
zado que circu irculaba, sin sorprendente consenso en dis-
t i n t o sque
23do dios de estas iergas señala, entonces, la
medios sociales.

presencia efectiva
bien dilerenciados. Pero el lenguaje
Cada

tinos ociales
#inos soCl
de tipos sociale,

nte de las gauchesco, la


las mismas, no correspondia a ningún
aglutinante tipo
superficie

existente y su patrimonio, o mas bien, los remanentes degra-


sOCial

ese
patrimonio, entraban en el arbitrio de unos cuantos
patrimon
de
dados desalón y de algunos aprovechados autores de folletines,
a y a d o r e s

incansables las ssituaciones difundidas


de la intriga y de las
etidores
e p e t

Moreira de Gutiérrez.
Juan
por el
Cualquiera fuera
alguiera fuera el éxito de esta seudogauchesca, cualesquiera
márgenes con que
las ediciones de algunos de sus títulos su-
fueran los
l e g e n d a r i a s tiradas del Martín Fierro, parecía
evidente que
las
peraran su propia artificiosidad y de sus falencias ar-
n esperarse de
n0 podia
y de controlar un proceso en el
isticas, la capacidad de conduCir. lunfardo intervenían con
dialecto orillero y el
UIe el cocoliche, el perspectiva, esta seudo
existencia. Desde esta
solidos derechos de no cumplir sus aspiraciones
de convertirse
gauchesca no sôlo podía función
argentinos: en la práctica, su
en la literatura
nacional de losS que debían
cobertura a lineas de expresión
servir de
consistía en
nacional.
de literatura
una
entenderse como extrañas
a la 1dea misma
agregara a su lengua familiar
recién llegado
Bastaba que un italiano bastaba que un compa-
de resonancia campera;
algún dicho o refrán modismos otros de proce-
injertara a sus propios
drito del suburbio sus con
un payador del centro mechara bien
aEncia gaucha; bastaba que del lunfardo, para que esa suerte de
tomados Ilancos y
rapuntos con giros abriera sus
la seudogauchesca
Senco constituido por protecelon,:4
de .2
unovilizara de inmediato sus reflejos provistos por esta
literatura, aquela
de los textos la plasma-
n la mayoría r r e s p o n s a b l e aparecía reforzada por cualquierac
iberalidad frívola e x t r e m o s de
los eextremo5
de un malevo aauchado,
ción de un personaje que r e s u m fa en sí agauchado,
el
titud permisiva: el aucho alzado, lel matrero,
matrero, el nuesto por el
modelo impuesto por e
del encarnadas
cada una todas las variant posibles sociales
Las transgresiones operadas en
uan Moreira de Gutiérrez. transgresiones la
en el de las por
moreirismo era el
correlato

de u n o s pocos
marginados
se cobija-
en el que
historias
gua. Las universo en aa
ley y las buenas costumbres abrían
un
propia
desafeccion
desafección

su
ban densos humanos para
legitimar
gru
las normas establecidas.
pasiones
todas las bajase c o n ó m i -
halagando ediciones
folletines,
de esgraciadamente los tales popularidad
colosal:

8as incultas, adauirieron una


ES DEL CRIOLLISM
SMO
177
NONES

El antimoreirismo
itante, aunque oblicuo de Calandria
militante

rea-
timore del escándalo, tanto
del escandalo, tanto en la presentacion de los
Diedraque vuelven odiosa la figura del gaucho identifi
BIa itivos
tereslos rasgos de Moreira, como en explícit: referencias al tipo
CArac
cado
con
atribuye al personaje de Gutierrez, El protago
odirigirá
diri
asi, en algun momento, al peón penden-
se

el
drama
Juan oreira de carton, / que un hom
/ Juan
has
creido,
n i s t a

0:: Te retrocede ante un bandido?".. Pero la prédica


ero
zón /
de
coraz
directa es,
con todo, incidental en el texto de Coro-
antumoreiris
b r ta reetrategia del texto, mas sutil y de electos más duraderos
sdo. Otra estrategia

Quesada,
consistirá en el desplazamientoo del drama
de
eura
la lectura de
enl a seimponía como inevitable en el teatro argentino
hilleros que
d e cue
que el propio texto sugiere, por lo demas-, por
temporaneoy

desligado de condicionamientos
emp nasiones notoriamentecriollo".60
de pasi
un
drama
establecida del "drama
la retorica

El "criollismo"
En su doble aspecto, mostrativo y pragmatico,
provoco
lo literatura argentina
respuestas que deben incorporarse
en La carta con que Miguel
ahora a su propio movimiento
de escritura. del
Nación, la aparicion libro, indicaba desde
Cané saludó, desde La deliberadamente ajeno a la existencia
de
escritor
a perspectiva de un ocasionar tanto la
una literatura popular, la perplejidad que podía
del fenómeno, como el descu-
verificación de la magnitud material
internos. Sabia, como se de.
brimiento de algunos de sus desarrollos
la misma carta, de la participacion
duce de la anécdota incluida en instancias funda-
de juventud, Eduardo Gutierrez, en las
0e amigo enteraba ahora, o declaraba
enterarse a
aOras del fenómeno; pero se Quesada, del injerto de una
uaves de la información ofrecida porseudogauchesca de los versifi
uraura cocoliche en el tejido de la de la va-
criollistas. Y enteraba de la enorme popularidad
res se
rante.
me atrae, me hipnotiza",
dirá entre divertido, des
C aCina,
denoso, sorprendido. Pero
a la hora

de la y acaso
también auténticamente
Acepta,
juicio será tan radical como el de Quesada.
Por
por , Su aunque su
con-

supuesto, la necesidad de corregir esos excesos,


completo.
cepción de los medios disciplinarios adecuados difiere por
Cane desconfía de la persuasión literarios
de los modelos propuesta
literarios propuesta
enn retrotraer la
El argentina. Prefiere
nación"criollismo
en la literatura
lación al estado
de semianalfabetismo en que
las campanas de ns
truccior
cion nado
DIca habrían abandonado a los
convocados de la primer
182
ADOLFO PRIET
que no sirve mas que pa que le
hagan versitos de
Juan
debia estar en el suelo",0*
Es dificil determinar, por Supuesto, Sl este
ción obedeció a un intento de reforzar el alca punto d.e interrup.
Moreria.a. YaYa
Morei
lcance didáctico
saje, designando por sus simbolos familiares la del
sobre el cual apuntaba el mensaje, o respondio
identidad
at el
a un
men
del objet
objeto
intromisión autoral, con el alcance de ajuste
un cuentas de Sinple
te de cuentae simple
con la existencia misma de simbolos.
su
esos
efecto fue el de marcar la pertenencia de La
En una u
otra personal
animosidad antimoreirista abierto en la gringa al nte
Calandria La piedra del escándalo y Al campo.
literat
ratura dramátie te de
dramática
Florencio Sánchez creia que
medias de Leguizamón y de despuesel de representadas las
tolerar la presencia de
Coronado, público había dejado COde
abía deiado
paisanos declamadores en los escenarios.
inclusive, que a esas comedias debia Creia
reira, Cuello y de Hormiga Negra.
de agradecerseles la muerte
de Ma.
taciones de La gringa
a la
Pero aun sumadas las represen.
consolidacion de ese gesto de
fue evidente
que las audiencias habituadas a las confianza
drama criollo" modalidades del
-incluyendo en esas audiencias a los intelectuales
jóvenes recordados en los pasajes anteriormente
nuel Gálvez y de
Enrique Williams transcriptos de Ma
mismas hasta bastante más allá de Alzaga-prolongaron su favor alas
la cronología determinada por Sán.
chez.
Por lo menos dos
textos
"drama criollo" fueron llevados simpatizantes con el repertorio del
a escena
de La
gringa: Alma gaucha, de Alberto con posterioridad al estreno
mencionado Don Quijano de la Ghiraldo, en 1906, y el ya
en
1907. Y el debate sobre la Pampa, de Carlos Mauricio Pacheco,
historia del teatro nacional significación de ese
el resto de la década.repertorio
en la
ocupó
Enrique E. Rivarola, en un artículo
El teatro escrito y publicado en 1905
nacional, su carácter y sus obras"),
lo apareció en escena "bajo las dirá que el drama erno
el
tipo gaucho "tiene un rosario deformas más groseras y brutales", que
mas nefasta secuela de este teatro crímenes por biografía" y que
imponer "el estilo del crimen
bla, 70
gauchesco" tanto la
es su
pretension ha
en literatura como en
Manuel Ugarte, en su
lado en
su libro de trabajo sobre "EI teatro criollo"
una version menos 1908, Las nuevas tendencias (recop
tendenciosa de los literarias), Oeela ecera

acompañará de las razones que orígenes ese teauro


de
inicial: efectismo de sus escenaspudieron sostener su enor éxito
nacional oponerse toda
de
a
de violencia; apologia ae ito
Cion, evocación de autoridad y a toda form
rma de organiz
tida la condición costumbres y personajes del terruno. admi
Sicderar como fundadora del teatro
enteramente logico el criollo,a Ugarte pasuna
etapa de
pasaje la segunda
184
ADOLFO PRIETO
timiento de muchos de los escritores, pensadores
la hora.
Algunos fenómenos, y entre ellos el del aque.
saludables signos de existencia en las
vísperas criollismo
del mostraba
Cente ario.
cho, los folletos criollistas, las compañías De ban
he
especializadas la representacion del
en
de gauchos más o menos literarios en
dramateatrales o circenses
criollo", los des
los carnavales
criollos" acompañaron los festejos del Centenario y los
y hasta centros
vivieron por algunos anos.
Pero en la visión retrospectiva lo sobreos
riamente se seguía para dar cabida al balance del que necesa
primer sigloccomc
independiente, esos signos no podian ya sino computarse VIda
vida
crecencia de una realidad efectivamente
desaparecida. Vale deei x.
no se computaron, o se
computaron en el mejor de los casos Dara d
tacar sucarácter meramente fantasmático. des.
Asíregistrará Vicente Rossi, menos sospechoso de los comen.
taristas, los signos que sobrevivian
el
al teatro criollo en
je forma parte de una muy 1910, El Dasa.
bora sobre la personal interpretacion que el crítico
importancia que Jose Podesta, el actor que ela.
por primera vez a Juan Moreira, habria representara
pañó a las presentaciones inaugurales deltenido en el éxito que acom-
negativos atribuibles a una decision judicialdrama,
de
y sobre los efectos
1897
los herederos de Gutiérrez los
derechos de exclusividadtransfirió a
que
texto: sobre el
La ley,
al matar el Moreira de
ya andrajos0, ya compadron, Podestá, hizo surjir (sic) un homónimo que
alamante, patalea hasta en el desgarbado
aserrín de
o
infeccioso, tal cual lo soño la cronica
los
Moreira que sin circos de último orden; y ése es el
pertenecer a Gutiérrez ni a
sentación por serlo y exhibirse. Podestá, abona derechos de repre
Hecien los alamistas
quedan servidos, pero reciben una elocuente
en cuanto a lo de "la influencia
este Moreira de ahora, que está enpemiciosa de los dramas criollos", y es la leccion
"intuencia" ninguna sobre el pueblo,condiciones de justificar sus aamas, de que
sOs de desde que no se no e
moreirism.o, y se suceden en producen actos del tuo
Es satisfactorio encontrar enmístico silencio sus represen taciones
no dejanincautar sus esto la conclusión de
vulgandad,
que
y que con suentusiasmos por cualquier atrevimiento,
nuestroscualquie
rías y
peligros morales queindiferencia de
vieron ayer." hoy denuncia a los alamisa
porrOs
Desde la línea demarcatoria del
populista
y en la parecía entonces decidido. Centenario,
el fin del
mente del
dirección opuesta de sus Y los pocos que fueracossi,
de
mismo ciertas fenómeno lo hicieron en intereses, se
ocuparO
cifica-
or el
formas de la conducta un intento de explicar
esfuerzo
de ciertaspor convertir a esas formas colectiva enn el pasado
en un

tendencias de la conducta en metáfora mora o


denatoria

colectiva presente.
VES DEL CRIOLLISMo 187
FUNIONE
asombrada del número y de la natura de
De la awhibición
exhibio

llamada "literatura criollista" en el


componían
la
la
referend elíptica al "moreirismo" en la no-
1osede uesada, a
ró, la operacion de cerco intelectual tendida sobre las va
de
ensayod e
avanzaba entonces, inexora-
Payro dol criollismo populista
velade
cortar los canales de comunicación con
ntes disol empeño de ectivo, Que este empeño tuvo
el imaginario
alimentaban

lo prueba la ya comen-
en la visión de sus ejecutores,
menos de acudir en rescate
de Lugones, en el ano 1913,
eNito, a l m e n

determinación
:orminación de. confundido durante treinta años con
de.Martín Fierro,
an de el tiempo justo de
de la folleteria criollista. Era
umagen

de la
de la negativos
más extravagantes
héroes el de volver aceptables sus
los
emprender el rescate; iniCiar a una sociedad que empezaba
razonamientos.
mipntos. EraEra el tiempo de
del proceso modermizador y de la
&Superar los tremendos ajustes
r los sus propios dioses tutelares. Y
tion cosmopolita, en
el culto de de grupo-de
en términos de comportamiento
tiempo-dichodicho
eraeltiempo mentales de muchos de los que contribuyeron a
reservas
las en una ceremo-
perar
Supe
suerte de consagración
oficial del Martin Fierro,
esa
prácticamente oficial.
nia de carácter de asistir a las confe.
Juan Agustín Garcia, muy poco después
preguntaba que es lo que había aplaudido en
Odeón, se
rencias del de Martín Fierro,
somero analisis de las figuras
ellas, porque de un
(observese que no menciona a Mo
Aniceto el Gallo, Santos vega la
certidumbre de que con su ignorancia de
reira), se desprendía la el egoísmo feroz
justicia, del honor y del deber; con la indisciplina y
fundarse y habrían sofoca
que los caracterizaba, nada habría podido
do todas las flores de la civilización. Garcia creía oír, entonces,
unas

música de hielo, como venida


Tisas en sordina que se alejaban; una música eran el comen-
de la region de la muerte. Pero esas risas y esa de una distancia
aro ntimo de sus reservas mentales, la expresion
Ca. Nunca, en los
todo caso, de un deseo de negar la legl
signos
umidad del acto de consagracion aplaudido
gones considera a Martin Fierro como un poema épico, y su concepto
fue aplaudido con entusiasmo por manos nguantadas, por los hombres políticos
Dac también por los jóvenes y por los niños. Así resurgia una leyenda
de gusto
, Can tada por poetas de talento, comentada por poeta
un
y de ne
ae prestigio, de îmaginación creadora."

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