1 La Enseñanza de Jesús Sobre El Decálogo y Nueva Ley
1 La Enseñanza de Jesús Sobre El Decálogo y Nueva Ley
1 La Enseñanza de Jesús Sobre El Decálogo y Nueva Ley
Toda la existencia humana de Jesús estuvo comprometida con los problemas de sus contemporáneos. La razón de esta actitud
de Jesús fue su convencimiento de que el mensaje de amor de Dios debe vivirse con los que más lo necesitan. Como Jesús, el
cristiano debe comprometerse por exigencia de su fe en Dios. En respuesta a la súplica de su pueblo, Dios entregó la nueva ley
que son los mandamientos que el hombre debe compartir, respetar y cumplir.
vez
Los mandamientos no son hoy aceptados por todas las personas de buena voluntad como una base del comportamiento honrado,
decisivo y emblemático de Dios y de su hijo. Pero ¿qué pensaba Jesús de cada uno de estas leyes celestiales?, ¿Cómo las
enseñaba? Desde el principio, Dios quiso manifestar, más como Caridad que como obligación, el Decálogo; denominado así por
ser diez normas irrefutable, que el hombre no puede negociar ni modificar a su gusto o complacencia. Cada mandamiento se
aplica de acuerdo con el objetivo de vida de cada persona, su aporte a la fe y su función reguladora en la conducta de todas las
comunidades en la tierra.
El primer mandamiento convoca a amar a Dios. Jesús dice que ese amor ha de ser con todo el corazón, con toda la fuerza
que con toda la mente. Se trata de un amor verdadero: interior y exterior; no solo de palabra, sino también de intención y
la acción. Ha de ser un amor verdadero y universal.
El segundo mandamiento prohíbe cualquier abuso del nombre de Yahveh (Éxodo 20,7). En tiempos de Jesús se recurría
excesivamente los juramentos, por ello, él enseña dos cosas: el amor a Dios es algo natural porque su nombre es Padre y
cuando hay sinceridad no hace falta abusar de los juramentos.
El tercer mandamiento proclama la santidad de del séptimo día (Sabbat) o día de descanso. Jesús, como todos los judíos,
considera el sábado como “día consagrado a Dios”, aunque advierte que “el sábado se hizo para el hombre, no el hombre
para el sábado”. Por eso, en sábado enseña en la sinagoga y cura a los enfermos. Era este el día del honor de Dios y Jesús
lo pone también al servicio de las personas (Marcos 2,27-28). Los cristianos entendieron el domingo como
plenitud del sábado, dando desde el principio a este día un doble sentido un sentido:
En tiempos de Jesús, la Ley o Torá y el templo formaban el eje central de la religión judía. La Torá
corresponde a los cinco primeros libros de la Biblia, escritos por Moisés en el Monte Sinaí, donde se encuentra
Nota consignado el Decálogo o los Diez mandamientos de la Ley de Dios. En aquella época, todos los días sábados
Adicional se reunían los creyentes en la sinagoga, que eran escuelas donde se enseñaba e interpretaba la Torá. De esa
forma, lo describe la biblia en algunos de sus pasajes