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Altar de La Casa de Tu Padre

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Desarraigar el altar de la casa de tu padre

Oración #26

Desarraigar el altar de la casa de tu


padre

Esa misma noche, el Señor dijo a Gedeón: “Toma el toro de tu pa-


dre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que per-
tenece a tu padre, y corta la Acera que está junto a él; y construye
un altar al Señor, tu Dios, en la cima de esta fortaleza de la mon-
taña [con piedras colocadas] de manera ordenada. Luego toma el
segundo toro y ofrece un holocausto con la madera de la Asera que
cortarás.”
—Jueces 6:25-26

S
in sombra de duda, la lucha más difícil que enfrentarás en tu vida con
ídolos y altares malignos en tu linaje es cuando el SEÑOR te envíe a
derribar los altares malignos de la casa de tu padre, ¡para destronar al
ídolo (dios-demonio) que se sienta sobre él! ¡Estén advertidos! ¿Por qué?
Esto se debe al hecho de que el ídolo (espíritu familiar) y el altar maligno
de la casa de tu padre fueron plantados en el linaje familiar por tus ante-
pasados. Estos en su mayoría eran hombres o mujeres en posiciones de au-
toridad sobre el linaje familiar. Consecuentemente, las decisiones que ellos
tomaron sobre la familia se volvieron legalmente vinculantes en el reino del
espíritu y por lo tanto son reconocidas en las Cortes del Cielo. Engañados
por el diablo, muchos de nuestros antepasados voluntariamente abrieron la
puerta del linaje familiar a los ídolos (espíritus familiares) y altares malignos

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Poderosas oraciones de las cortes del cielo que destruyen los altares del mal

que ahora están firmemente plantados en su linaje generacional. Gedeón no


pudo avanzar en su destino dado por Dios como libertador de Israel hasta
que se enfrentó de frente con el altar de Baal que Estaba en la casa de su pa-
dre. Tú tienes que hacer lo mismo que hizo Gedeón. La “Oración peligrosa”
a continuación está diseñada para ayudarte a hacer precisamente eso.

ORACIÓN DE ACTIVACIÓN

1. Dirigirse al Padre en alabanza y adoración

Padre Celestial, santo es Tu nombre y grandemente para ser alabado. Te


adoro en el nombre de Jesús. Que Tu Reino se manifieste en mi vida como
en el Cielo. Defiende mi causa, oh, Señor, con aquellos que luchan conmigo;
lucha contra cualquier entidad o persona que este contendiendo en mi con-
tra. Padre Celestial, está escrito en Salmo 27:6, “Y ahora mi cabeza se alzará
sobre mis enemigos que me rodean, en Su tienda ofreceré sacrificios con gritos de
alegría; cantaré, sí, cantaré alabanzas al Señor”. Abba, encomiendo mi ado-
ración al coro celestial de adoración de Tus santos ángeles y la multitud de
testigos, en el nombre de Jesús.

2. Pedir al Tribunal que se siente

Padre Celestial, Juez Justo, te pido que las Cortes del Cielo sean sentadas
de acuerdo a Daniel 7:9-10. Te lo pido en el poderoso nombre de Jesús. Te
pido esto en el poderoso nombre de Jesús. Está escrito:

Seguí mirando hasta que se levantaron tronos, y el Anciano de


Días (Dios) tomó asiento; su manto era blanco como la nieve
y el pelo de su cabeza como lana pura. Su trono era llamas de
fuego; sus ruedas eran un fuego ardiente. Un río de fuego fluía

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Desarraigar el altar de la casa de tu padre

y salía de delante de Él; mil millares le asistían, y diez mil


veces diez mil Estaban de pie delante de Él; el tribunal Estaba
sentado, y los libros abiertos.

Padre Celestial, estoy solicitando el privilegio de estar delante de la corte


del Anciano de Días de acuerdo a lo que fue revelado al profeta Daniel, en el
nombre de Jesús, yo oro. Padre Celestial, estoy en Tu corte real por la sangre
y el trabajo de Jesús en la cruz. He venido a recibir Tu justo juicio sobre mi
vida en contra del espíritu y el altar de la casa de mi padre que Satanás ha
plantado en mi linaje generacional. Padre Celestial, invoco a Tus santos án-
geles para que sean testigos de mi demanda y justo enjuiciamiento del altar
maligno de la casa de mi padre. Yo decreto y declaro que este altar maligno de
la casa de mi padre no me matara a mi o a los miembros de mi familia antes
de nuestro tiempo señalado; tampoco destruirá mi habilidad de vivir una
vida pacífica y próspera aquí en la tierra, en el nombre de Jesús yo oro.

3. Renuncia a tus derechos de autorrepresentación al Señor


como tu abogado

Padre Celestial, Tu Palabra en 1 Juan 2:1-2 dice: “Hijitos míos, estás cosas
os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo. Y Él mismo es la propiciación por nuestros pecados,
y no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”. Te agradezco
que Jesús es mi fiel Abogado ante el Juez Justo en las Cortes del Cielo. Señor
Jesús, renuncio a mis derechos de autorrepresentación y te invoco como mi
Abogado para que me ayudes a defender mi caso ante el Juez Justo y pro-
cesar el mal del altar de la casa de mi padre que satanás plantó en mi linaje.
También le pido al bendito Espíritu Santo, quien es el más alto oficial de las
Cortes del Cielo aquí en la tierra, que me haga sensible a los procedimientos
de está Corte para poder procesar exitosamente el mal del altar de la casa de
mi padre en el nombre de Jesús.

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4. Invoca al altar del mal y al ídolo que se sienta sobre él para


que comparezcan ante el tribunal.

Padre Celestial, al estar en Tu corte real me presento a mí mismo como


un sacrificio vivo, santo y aceptable delante de Ti de acuerdo a Romanos
12:1. Padre Celestial, Juez Justo, yo invoco al altar de la casa de mi padre en
mi linaje y al ídolo que se sienta en el para que comparezca en Tu corte real
para ser enjuiciado en el nombre de Jesús. Porque está escrito en 1 Corintios
6:3: “¿No sabéis que nosotros [los creyentes] juzgaremos a los ángeles? ¿Cuánto
más entonces [en cuanto a] los asuntos de esta vida?”. Padre Celestial, ejerzo la
autoridad que Dios me ha dado en Cristo Jesús para juzgar demonios y prin-
cipados, en el nombre de Jesús te lo ruego. Justo Juez, también está escrito en
la Constitución de Tu Reino en 1 Juan 3:8, “Para esto fue manifestado el Hijo
de Dios, para deshacer las obras del diablo”.

5. Responder a las acusaciones de Satanás y ponerse de acuerdo


con el adversario

Padre Celestial, yo sé que hasta el fin de la era del pecado, satanás todavía
tiene acceso legal a las Cortes del Cielo para levantar acusaciones en contra
de los hijos de los hombres; porque está escrito en el libro de Apocalipsis
12:10:

Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: “Ahora han


llegado la salvación, el poder y el reino (dominio, reinado)
de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido
arrojado [por fin] el acusador de nuestros hermanos [creyen-
tes], el que los acusaba y seguía presentando cargos [de com-
portamiento pecaminoso] contra ellos ante nuestro Dios día
y noche.”

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Desarraigar el altar de la casa de tu padre

Padre Celestial, el Señor Jesús también dijo en el libro de Mateo 5:25:

Ponte de acuerdo rápidamente [a la mayor brevedad posible]


con tu adversario de derecho mientras estás con él de camino
[al tribunal], para que tu adversario no te entregue al juez, y
el juez al guardia, y te metan en la cárcel.

Padre Celestial, con toda humildad, mientras renuncio al espíritu de or-


gullo, elijo rápidamente estar de acuerdo con las acusaciones legales de mi
adversario, satanás. Justo Juez, todas las acusaciones que satanás ha presenta-
do contra mí y mi linaje en está Corte son ciertas.

6. Arrepiéntete

Padre Celestial, me arrepiento por mis transgresiones personales, y por


los pecados e iniquidades de mis antepasados que abrieron la puerta para que
el espíritu y el altar de la casa de mi padre oprimieran mi vida, en el nombre
de Jesús te lo pido. Señor, cada pecado de mis antepasados que el enemi-
go está usando como un derecho legal para construir casos en mi contra y
para negarme mi destino, te pido que la sangre de Jesús simplemente los lave.
También me arrepiento por maldiciones de palabras auto infligidas y todos
los pactos con demonios que han existido en mi linaje ancestral. Te pido que
cada pacto con los poderes demoniacos conectados con el altar maligno de
la casa de mi padre sea revocado y que su derecho a reclamarme a mí y a mi
linaje sea desechado ante Tu corte, en el nombre de Jesús. Gracias, Señor, por
revocar estos pactos demoniacos y altares malignos en el poderoso nombre
de Jesús. Padre Celestial, en mi sincero deseo de divorciarme del espíritu y
del altar de la casa de mi padre, te devuelvo todo y cualquier cosa que el dia-
blo diga que viene de su reino. Solo quiero lo que la sangre de Jesús me ha
asegurado.

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Poderosas oraciones de las cortes del cielo que destruyen los altares del mal

7. Apelar a la Sangre de Jesús para Limpiar Todo Pecado


(Evidencia de Satanás)

Señor Jesús, gracias por limpiarme con Tu sangre para que Satanás no
tenga base legal contra mí en Tu corte. Está escrito en 1 Juan 1:9:

Si admitimos [libremente] que hemos pecado y confesamos


nuestros pecados, Él es fiel y justo [ fiel a Su propia naturaleza
y promesas], y perdonará nuestros pecados y nos limpiará con-
tinuamente de toda maldad [nuestras malas acciones, todo lo
que no esté en conformidad con Su voluntad y propósito].

Justo Juez, apelo a la sangre de Jesús para que limpie todos mis defectos,
transgresiones e iniquidades, en el nombre de Jesús, te lo ruego. Recibo por
fe el poder limpiador de la sangre de Jesús.

8. Pedir al Tribunal que desestime todas las acusaciones y cargos


de Satanás.

Padre Celestial, basado en la obra terminada de Jesús y en mi arrepenti-


miento de corazón, ahora me muevo a la Corte del cielo para desechar todas
las acusaciones y cargos de Satanás en contra mía y de mi linaje en el nombre
de Jesús. Porque está escrito que el acusador de los hermanos ha sido arroja-
do. Así que, te pido Padre que deseches todas las acusaciones de satanás en
mi contra, en el nombre de Jesús, te lo ruego.

9. Pídele al Señor que envíe ángeles para destruir el altar


maligno y ejecutar el juicio del Señor contra él.

Padre Celestial, Juez Justo, te pido que envíes oficiales angélicos de alto
rango de las Cortes que sobresalgan en fuerza para ejecutar el juicio de Tu
corte suprema y destruir el altar maligno de la casa de mi padre y el ídolo
que se sienta en él que satanás plantó en mi línea de sangre, en el nombre de

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Jesús yo oro. Por el espíritu de profecía, profetizo la destrucción completa


del altar maligno de la casa de mi padre en mi vida, en el nombre de Jesús.
Porque está escrito en Salmo 91:11-12, “Porque Él ordenará a Sus ángeles
con respecto a ti, para protegerte y defenderte y guardarte en todos tus caminos
[de obediencia y servicio]. Te levantarán en sus manos, para que ni siquiera
tropieces con piedra alguna”. Recibo asistencia angelical, ahora mismo, en el
nombre de Jesús.

10. Presente las Escrituras que se Usarán para Emitir una


Orden Divina de Restricción

Padre Celestial, presento ante Tu Corte Suprema las siguientes escritu-


ras como mi evidencia solida contra el espíritu y el altar de la casa de mi padre
en mi vida. Está escrito:

Entonces Elías dijo a todo el pueblo: “Acercaos a mí”. Así que


todo el pueblo se acercó a él. Y él reparó y reconstruyó el [an-
tiguo] altar del Señor que había sido derribado [por Jezabel]
(1 Reyes 18:30).

Pero vosotros decís: “¿Por qué no ha de llevar el hijo el castigo


por el pecado del padre?”. Cuando el hijo haya practicado la
justicia y la rectitud y haya guardado todos Mis estatutos y los
haya cumplido, ciertamente vivirá. La persona que peque [es
la que] morirá. El hijo no llevará el castigo por el pecado del
padre, ni el padre llevará el castigo por el pecado del hijo; la
justicia del justo recaerá sobre sí mismo, y la maldad del mal-
vado recaerá sobre sí mismo (Ezequiel 18:19-20).

Justo Juez, basado en las escrituras antes mencionadas, es claro que el


espíritu y el altar de la casa de mi padre, si se le permite tener éxito, causaría
gran daño a mi vida, destino, y también infligiría un daño irreparable a los

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Poderosas oraciones de las cortes del cielo que destruyen los altares del mal

propósitos de Dios. Pido que todo derecho legal que el espíritu y el altar de
la casa de mi padre está sosteniendo sea revocado en el glorioso nombre de
Jesús. Justo Juez, basado en las escrituras antes mencionadas, es claro que
califico para una orden de restricción divina contra el altar de la casa de mi
padre y el ídolo que se sienta en él, en el nombre de Jesús.

11. Pedir al Tribunal que emita una Orden Divina de


Restricción y Recibir la Orden Divina de Restricción
por Fe.

Padre Celestial, Juez Justo, ahora te pido que una orden divina de res-
tricción y una orden permanente contra el espíritu y el altar de la casa de
mi padre en mi vida sea emitida por la autoridad de Tu Corte Suprema,
en el nombre de Jesús. Padre Celestial, yo decreto y declaro que cualquier
calamidad o desgracia que el diablo este orquestando en contra de mi vida
a través del altar maligno de la casa de mi padre es ahora cancelada en el
glorioso nombre de Jesús. Padre Celestial, recibo está orden divina de res-
tricción y mandato permanente por fe, en el nombre de Jesús. Porque está
escrito en la Constitución de Tu Reino en Hebreos 11:6, “Pero sin fe es
imposible [caminar con Dios y] agradarle, porque cualquiera que se acerque
[a] Dios debe [necesariamente] creer que Dios existe y que Él recompensa a
aquellos que [seria y diligentemente] lo buscan.” Creo y declaro por fe que el
espíritu y el altar de la casa de mi padre en mi vida han sido juzgados, ¡en el
nombre de Jesús!

12. Pídele al Señor que selle tu veredicto justo y tus


procedimientos judiciales con la sangre de Jesús.

Padre Celestial, Justo Juez, ahora te pido que selles mi justo veredicto
contra el espíritu y el altar de la casa de mi padre con la preciosa sangre de
Jesús. Que también cubras con la sangre de Jesús todos mis procedimientos
legales en está Corte en el nombre de Jesús. Yo decreto y declaro que mi justo

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veredicto de liberación y rompimiento del malvado altar de la casa de mi pa-


dre está ahora asegurado en los documentos de las Cortes del Cielo. Porque
está escrito en el Evangelio de Juan, capítulo 8:36, “Así que si el Hijo os hace
libres, entonces sois incuestionablemente libres.” Yo decreto y declaro que soy
libre del altar maligno de la casa de mi padre en el nombre de Jesús, ¡amén!

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