Segunda Guerra Mundial Depresion Suprema

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 19

Causas o antecedentes de la segunda guerra mundial:

- Introducción

El estallido de la segunda guerra mundial inicia en Occidente, la invasión de


Polonia por las tropas alemanas y, en Oriente, la invasión japonesa de China, las
colonias británicas y neerlandesas y posteriormente el ataque a Pearl Harbor.
Empezó después de que unas acciones agresivas recibieran como respuesta una
declaración de guerra. la resistencia armada o ambas, por parte de los países
agredidos y aquellos con los que mantenían tratados.
Al principio los países “Aliados” estaban formados tan solo por Polonia, Reino
Unido y Francia, mientras que las “fuerzas del Eje” las constituían
únicamente Alemania e Italia en una alianza llamada el “Pacto de Acero”. A medida
que la guerra progresó, los países que iban entrando en ella, se alinearon en uno de
los dos bandos, dependiendo de cada situación. Ese fue el caso de los Estados
Unidos y la URSS, atacados respectivamente por Japón y Alemania. Algunos
países, como Hungría o Italia, cambiaron sus alianzas en las fases finales de la
guerra.

- Antecedentes en Europa

El “Tratado de Versalles”, establecía la compensación que Alemania debía pagar a


los vencedores de la Primera Guerra Mundial. El Reino Unido obtuvo la mayor parte
de las colonias alemanas en África y Oceanía.
Francia, en cuyo suelo se libraron la mayor parte de los combates del frente
occidental, recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación
de Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania por Otto von
Bismarck tras la Guerra Franco-prusiana en 1870.
En el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y reemplazada por un
gobierno provisional que a su vez fue derrocado por
los bolcheviques de Lenin y Trotski. Después de firmar el Tratado de Brest-Litovsk,
los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra civil, que vencieron,
creando la URSS en 1922. Sin embargo, ésta había perdido mucho territorio por
haberse retirado prematuramente de la
guerra. Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron como naciones a partir de
una mezcla de territorios soviéticos y alemanes tras el Tratado de Versalles.
Mientras tanto, en Alemania, el tratado de Versalles obtuvo un gran rechazo popular.
la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los Aliados
considerados abusivos, y el Estado carecía de fuerzas de defensa frente a
amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado
dispuesta a expandir su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de
indefensión y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a
combatir en territorio alemán, hizo surgir la teoría de la Dolchstoßlegende (traducido
como puñalada por la espalda), la idea de que en realidad la guerra se podía haber
ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo que hacía
aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel
social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos.
Tras este rencor, surgen los movimientos revolucionarios alemanes, al igual que el
“nazismo”. Una ideología de derecha extrema que emergió con la llegada de Adolfo
Hitler. El nazismo, como gran aglutinador a finales de los años 20 e inicios de los 30.
Hasta entonces, había sido un partido en auge, pero siempre minoritario; un intento
prematuro de hacerse con el poder por la fuerza (el Putsch de Múnich) acabó con
varios muertos, el partido ilegalizado y Hitler en la cárcel. Durante ese periodo de
encarcelamiento Hitler escribió el Mein Kampf (Mi lucha), el libro en el que sintetizó
su ideario político para Alemania.
Alemania seguía siendo afectada de inmensas maneras, sumando a esto, la “Gran
depresión” o también llamada “Crisis de los 30”.
Se caracterizó principalmente por una caída en los índices de producción, un aumen
to del desempleo y una disminución de la inversión en el sector productivo. La crisis
comenzó en 1929 con el derrumbe de los mercados bursátiles estadounidenses y se
extendió a gran parte del mundo occidental. En Alemania, la crisis afectó a la
economía de manera devastadora. La economía se desplomó debido a la caída de
los precios de los productos, el aumento del desempleo, la disminución de la
producción y la baja de los salarios. Logrando mayores conflictos internos. Sin
embargo, para este tiempo, Hitler estaba fuera de la cárcel, ya que, si bien fue
condenado a 5 años de prisión en 1923, por su buena conducta, tras nueve meses
de encarcelamiento, obtuvo libertad condicional a finales de 1924. Ascendiendo una
vez más al poder con su partido nazista, nombrado NSDAP (Partido Nacionalista
Obrero Alemán de Adolf Hitler) que se presentó como la única esperanza para
devolverle la paz, fuerza y el progreso a la nación. Fue así como Hitler y sus
seguidores comenzaron a mover hilos haciendo ver a diferentes grupos de personas
como enemigos. Esto porque la remilitarización era imprescindible para librarse del
yugo opresor de las antiguas potencias aliadas; la inestabilidad del país era
ocasionada por movimientos sociales de obediencia extranjera (comunistas) o
grupos de presión no alemanes (judíos), culpables además de haber apuñalado por
la espalda a la Gran Alemania en 1918; además, Alemania tiene derecho a
recuperar los territorios que fueron suyos, así como asegurarse el necesario espacio
vital (Lebensraum) para asegurar su crecimiento y prosperidad. Todas estas ideas
quedaron plasmadas en el Mein Kampf.
Fue así como los nazis potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de
reparación en la sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las
necesidades de su propio programa político, presentando el militarismo y la
adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías capaces de reconducir la
situación.
Poco a poco, los nazis se extendieron llenando cada vez más su sed de poder
liderada por la ideología narcisista y la mente desquiciada de Hitler.

- Antecedentes en Asia

Japón, a pesar de tener una democracia parlamentaria, el Ejército y la Marina de


Japón eran dirigidos por los ministros de Guerra y Marina. Esto generó una
militarización de la población, dando esta enseñanza de preparamiento para guerra
incluso, a los jóvenes del país. A lo que llamamos hoy en día como “servicio militar”.
El ejército y la marina, escasamente controlados por el poder civil, definían sus
propios objetivos y se peleaban por los recursos presupuestarios disponibles, pero
ambos coincidían en su desprecio a la clase política. Se formaron grupos de opinión
enfrentados dentro de las fuerzas armadas que llevaban una "política paralela" a la
del gobierno. Japón, un conjunto de islas con gran cantidad de población, pero falto
de recursos naturales, entró en el siglo XX con el firme propósito de imitar el sistema
económico de las potencias occidentales, incluyendo el colonialismo, como forma de
mantener su propio desarrollo, y volvió sus ojos hacia el continente asiático.
En 1894 Japón, que ya hacía tiempo que se disputaba la península de Corea con el
Imperio Chino, inició la Primera Guerra Sino-japonesa con un ataque sin previo
aviso. Para sorpresa de todos, el pequeño Imperio de Japón aplastó a las fuerzas
del mastodóntico Imperio Chino, forzando un tratado de paz que le supuso la
concesión de Taiwán, de las Islas Pescadores y de Liao-dong. La Rusia Imperial
intentó limitar el dominio local de la emergente potencia: Subvencionó el pago de las
deudas de guerra chinas con Japón y, apoyada por Alemania y Francia, humilló a
Tokio e impuso la restitución de Liao-dong a China.
Rusia y Japón se vieron desde ese momento implicadas en la lucha por la influencia
en la parte noroeste de China. Rusia obtuvo la concesión para la construcción
del ferrocarril Transmanchuriano, y aumentó su presencia militar en el sector con la
creación de una base naval en Port Arthur, en la parte sur de la península de
Liao-dong. La política rusa se encaminaba a desarrollar su influencia sobre
toda Manchuria y Corea. Japón se inquietó e intentó en un principio negociar una
repartición de áreas de influencia en Manchuria, aunque sin éxito. De modo que en
1904 la Marina Imperial Japonesa atacó y destruyó la flota rusa estacionada en Port
Arthur. La Guerra Ruso-japonesa terminó en 1905 con un armisticio que humilló a
Rusia y dejó Liao-dong en manos de Japón, junto con la mitad meridional de la isla
Sajalín y la preeminencia absoluta sobre Corea. En 1914, Japón declaró la guerra a
Alemania, consiguiendo al final de la Primera Guerra Mundial las posesiones
alemanas del Océano Pacífico septentrional.
En la década de los 30 la posición política de los militares en Japón era cada vez
más dominante. El poder político estaba controlado por los grupos de presión dentro
del Ejército y la Armada, hasta el punto de que ocurrieron varios golpes de estado y
atentados por parte de cadetes y oficiales jóvenes del Ejército y la Marina contra
ministros y altos cargos que estorbaban los intereses de las camarillas militares.
Estas acciones llegaron a costar la vida incluso de un primer ministro en 1932, lo
que supuso el final a todos los efectos de cualquier intento de controlar al ejército
desde el gobierno: La clase política era consciente de que simplemente emitir en
público una opinión desfavorable hacia las fuerzas armadas significaba arriesgarse
a morir a manos de un ultranacionalista en un arranque de patriotismo.
En 1931, usando como casus belli unos supuestos incidentes transfronterizos,
Japón invadió Manchuria, que convirtió en 1932 en Manchukuo, estado
independiente bajo protectorado japonés, junto con Jehol. Las críticas
internacionales por esta acción llevaron a Japón a retirarse de la Sociedad de
Naciones al año siguiente. En 1937, necesitado de recursos naturales y
aprovechando la debilidad china provocada por la guerra civil entre comunistas y
republicanos, Japón inició la Segunda Guerra Sino-japonesa, y ocupó la parte
noreste de ese país. Los Estados Unidos de América y Gran Bretaña reaccionaron
en apoyo del Kuomintang concediéndole créditos, ayuda militar encubierta, pilotos y
aeroplanos, y también levantando embargos cada vez mayores contra Japón de
materias primas y petróleo.

Invasión a Polonia y las “guerras relámpago”:


La invasión alemana de Polonia fue una acción militar de la Alemania nazi
encaminada a anexionarse el territorio polaco. La operación técnica, conocida como
«Caso Blanco» se inició el 1 de septiembre de 1939 y las últimas unidades del
ejército polaco se rindieron el 6 de octubre de ese mismo año. Fue el detonante de
la Segunda Guerra Mundial en Europa y acabó con la Segunda República Polaca.
La invasión de Polonia fue la primera de las agresiones bélicas que la Alemania de
Hitler emprendería. El ejército polaco fue fácilmente derrotado, al no poder hacer
frente a las superiores tropas germanas, las cuales estaban usando su famosa
técnica llamada blitzkrieg (‘guerra relámpago’) inventada por el general Heinz
Guderian, basadas en un gran movimiento rápido de los blindados y la máxima
potencia de fuego brutalmente aplicada. No obstante, la caída de Polonia se
aceleraría por la posterior invasión por la Unión Soviética el 17 de septiembre y la
ausencia de ayuda de sus aliados Reino Unido y Francia. La caída de Polonia
significaría la caída abrupta de los estándares de vida de sus ciudadanos,
especialmente de los polacos judíos, muriendo un 20 % de la población polaca
existente antes de la invasión durante la ocupación.
Guerra europea durante la Segunda Guerra Mundial:

La "Guerra de Broma" (Sitzkrieg):

La "guerra de broma" o Sitzkrieg fue el período de relativa inactividad militar en el frente


occidental desde el inicio de la guerra en septiembre de 1939 hasta mayo de 1940. A pesar
de la declaración de guerra por parte de Francia y el Reino Unido a Alemania, no hubo
enfrentamientos significativos en la línea Maginot y las hostilidades se limitaron
principalmente a acciones navales y aéreas.

La Blitzkrieg y la Invasión de Mayo de 1940:

El 10 de mayo de 1940, los alemanes acabaron con la "guerra de broma" al invadir


Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia. La estrategia de Blitzkrieg, o "guerra
relámpago", combinaba ataques rápidos y coordinados de tanques, infantería motorizada y
fuerza aérea para desorientar y derrotar a las fuerzas enemigas.

1. Invasión de los Países Bajos: Los Países Bajos fueron rápidamente arrollados. La
ciudad neerlandesa de Róterdam fue destruida en un bombardeo aéreo el 14 de
mayo de 1940, lo que llevó a la rendición de los Países Bajos al día siguiente.
2. Invasión de Bélgica y Luxemburgo: Bélgica y Luxemburgo también fueron invadidos
simultáneamente. La estrategia aliada, que suponía que el ataque principal alemán
se dirigiría a través del centro de Bélgica, fue desbaratada por la rápida penetración
alemana a través de las Ardenas.

Fall Gelb y la División Aliada:

En mayo de 1940, los alemanes lanzaron la operación Fall Gelb (Caso Amarillo), una invasión
rápida y sorprendente de Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia.

El Panzergruppe von Kleist atravesó las Ardenas, una región densamente boscosa que los
Aliados consideraban impenetrable para un ejército mecanizado. Esta maniobra permitió a
las fuerzas alemanas romper las defensas francesas en Sedán y avanzar rápidamente hacia el
Canal de la Mancha. Este avance dividió a las fuerzas aliadas, atrapando a la Fuerza
Expedicionaria Británica (BEF) y a varias divisiones del ejército francés y belga en el norte de
Francia.

La situación de las tropas aliadas cercadas llevó a la Operación Dinamo, la evacuación masiva
desde Dunkerque entre el 26 de mayo y el 4 de junio de 1940. Más de 338,000 soldados
británicos, franceses y belgas fueron evacuados a Gran Bretaña, utilizando una flotilla de
barcos de guerra, pesqueros y embarcaciones civiles. Aunque se salvó a un gran número de
tropas, gran parte del equipo pesado quedó en Francia.

La Entrada de Italia y Fall Rot (Caso Rojo):

El 10 de junio de 1940, Italia declaró la guerra a Francia y al Reino Unido, atacando el sur de
Francia. La ofensiva alemana continuó con el plan Fall Rot, que comenzó el 5 de junio de
1940 y llevó a la rápida conquista del resto de Francia. El avance alemán culminó en la firma
del armisticio el 22 de junio de 1940.

Finalizando...

Francia fue dividida en una zona ocupada por Alemania en el norte y oeste, y una zona no
ocupada bajo el gobierno títere de Vichy en el sureste. Este régimen, liderado por el mariscal
Philippe Pétain, se rindió con la esperanza de que Alemania sería la "ganadora" de la guerra.

Batalla aérea de Inglaterra:


La batalla de Inglaterra fue la primera gran derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra
Mundial. Después de la evacuación del ejército anglo-francés en Dunkerque el 26 de mayo
de 1940 y la capitulación de Francia el 22 de junio, Adolf Hitler decidió invadir las islas
británicas para vencer al único enemigo que aún se le resistía: el Reino Unido.

Confirmada la alianza germano-soviética y dada la neutralidad de EE. UU., Gran Bretaña


estaba completamente aislada. Los submarinos alemanes atacaban los barcos de
suministros de sus colonias y América. A pesar de todo, el gobierno de Churchill se negó a
rendirse y preparó a su país para enfrentar la inminente invasión nazi.

Si bien el Ejército británico quedó debilitado tras la desastrosa campaña en Francia, los
británicos aún contaban con la Marina Real, la más grande y poderosa del mundo. Ese
poderío hizo comprender a Hitler que una operación anfibia a través del Canal de la Mancha
estaba condenada al fracaso sin el dominio de los cielos. Por eso, encargó al comandante de
la Luftwaffe, Hermann Göring, la destrucción de la Fuerza Aérea británica, sus pistas de
aterrizaje y depósitos de combustible.

El plan parecía factible ya que los alemanes contaban con tres grandes flotas de aviones que
sumaban unos 3,500 aparatos, frente a los 1,300 de los británicos. A esto hay que agregarle
que los pilotos alemanes tenían más experiencia en combate que sus pares británicos. En
principio, las probabilidades de que la RAF pudiera ganar la batalla en el aire parecían ser
muy escasas y alentaron las expectativas de éxito de los alemanes

Inicialmente, Hitler no atacó al Reino Unido con la Luftwaffe en junio de 1940, esperando
una rendición sin necesidad de un costoso asalto. Sin embargo, los británicos, bajo el
liderazgo de Winston Churchill, se negaron a rendirse y utilizaron todos los recursos del
Imperio británico para continuar la guerra.

Entre junio de 1940 y junio de 1941, el Reino Unido luchó solo contra Alemania, con solo un
apoyo limitado de Estados Unidos, que no entró oficialmente en la guerra hasta diciembre
de 1941. Ante la resistencia británica, Hitler planeó la Operación León Marino para invadir el
Reino Unido. Hermann Göring, comandante de la Luftwaffe, prometió destruir la RAF,
permitiendo un desembarco alemán sin contratiempos. La Luftwaffe, con tres flotas y unos
3600 aviones, se enfrentaba a unos 871 aviones de la RAF.

Desde julio de 1940, la Luftwaffe atacó convoyes navales británicos y defensas costeras, sin
atacar a civiles inicialmente. El 24 de agosto de 1940, un bombardeo accidental sobre
Londres cambió la dinámica. En respuesta, los británicos atacaron Berlín, intensificando el
conflicto. La RAF recibió refuerzos de pilotos de todo el Imperio británico y de países
ocupados, sumando 2936 pilotos y tripulantes de 15 nacionalidades distintas. El 15 de
septiembre de 1940, "Día de la Batalla de Inglaterra", fue el punto culminante de los ataques
de la Luftwaffe, con grandes pérdidas para ambos lados. Dos días después, Hitler canceló la
Operación León Marino.

A finales de mayo de 1941, cesaron los ataques a gran escala de la Luftwaffe sobre el Reino
Unido, ya que la RAF mantenía su fuerza y la producción británica de aviones aumentaba. La
Kriegsmarine consideró demasiado arriesgado ejecutar la invasión así que Hitler redirigió sus
fuerzas a la Operación Barbarroja contra la Unión Soviética en junio de 1941. La derrota
alemana en la Batalla de Inglaterra permitió que, cuatro años después, los aliados usarán el
Reino Unido como base para el Desembarco de Normandía y la liberación de Europa
occidental.

ATAQUE A LA URSS:

La operación Barbarroja, también conocida como invasión alemana a la Unión Soviética,


fue el nombre en clave para la invasión de la Unión Soviética por parte de la Alemania nazi y
algunos de sus aliados, que comenzó el domingo 22 de junio de 1941, durante la Segunda
Guerra Mundial. La operación puso en acción el plan ideológico de la Alemania nazi de
conquistar la Unión Soviética occidental para repoblarla de alemanes. El Generalplan
Ost alemán tenía como objetivo utilizar a los conquistados como mano de obra esclava para
el esfuerzo de guerra del Eje mientras adquiere las reservas de petróleo del Cáucaso, así
como los recursos agrícolas de Ucrania. Su objetivo último incluía el exterminio,
esclavización, germanización y deportación masiva a Siberia de los pueblos eslavos, y así
conseguir más espacio vital para Alemania.
En los dos años previos a la invasión, ambos países habían firmado pactos políticos y
económicos con fines estratégicos. Después de la ocupación soviética de Besarabia y el
norte de Bucovina, el Alto Mando Alemán comenzó a planificar la invasión de la Unión
Soviética en julio de 1940 (bajo el nombre en clave de operación Otto), que Adolf
Hitler autorizó el 18 de diciembre de 1940. En el transcurso de la operación, alrededor de
tres millones de soldados de las potencias del Eje —la fuerza de invasión más grande de la
historia hasta ese momento— invadieron la Unión Soviética a lo largo de un frente de más
de 2900 kilómetros. La ofensiva marcó una escalada en la Segunda Guerra Mundial, tanto
geográficamente como en la formación de los aliados de la Segunda Guerra Mundial, al
involucrar a la Unión Soviética en el conflicto.
La operación abrió el Frente Oriental, en el que se comprometieron más fuerzas que en
cualquier otro teatro de guerra anterior. El área fue escenario de algunas de las batallas más
sangrientas de la guerra, con numerosos crímenes de guerra, que se saldaron con el mayor
número de bajas que el mundo había conocido, todo lo cual influiría de manera
determinante en el curso de la conflagración y la posterior historia del siglo XX. Los ejércitos
alemanes finalmente capturaron unos cinco millones de soldados del Ejército Rojo, (Siendo
su nombre completo El Ejército Rojo de obreros y campesinos, hasta que en 1946, cambio su
nombre a Ejercito Soviético). La Alemania nazi deliberadamente mató de hambre y masacró
a una gran cantidad de civiles, ya que el Plan Hambre trabajó para resolver la escasez de
alimentos en Alemania y exterminar a la población eslava mediante el hambre. ​Tiroteos
masivos y operaciones de gaseado, llevadas a cabo por los nazis o colaboradores voluntarios,
asesinaron a más de un millón de judíos soviéticos como parte del Holocausto.
El fracaso de la operación Barbarroja selló la suerte del Tercer Reich.​Operacionalmente, las
fuerzas alemanas lograron victorias significativas y ocuparon algunas áreas económicas
importantes de la Unión Soviética (principalmente en la RSS de Ucrania) e infligieron
también numerosas bajas al Ejército Rojo. A pesar de estos primeros éxitos, la ofensiva
alemana se estancaría en la batalla de Moscú a finales de 1941, y la posterior contraofensiva
de invierno soviética hizo retroceder a los alemanes unos 250 km. Los alemanes esperaban
un rápido colapso del Estado soviético, como había ocurrido en la invasión de Polonia, pero
el Ejército Rojo fue capaz de soportar los golpes más fuertes de la Wehrmacht alemana y
empantanó la lucha en una guerra de desgaste para la cual los alemanes no estaban
preparados.
Después del fracaso de la operación Barbarroja, las diezmadas fuerzas de la Wehrmacht ya
no podían realizar grandes ataques a lo largo de todo el frente oriental, y las operaciones
posteriores para retomar la iniciativa y penetrar profundamente en territorio soviético,
como la operación Azul en 1942 y la operación Ciudadela en 1943, finalmente fracasaron, lo
que resultó en la retirada y el colapso final de la Wehrmacht.

● CONSECUENCIAS

A pesar de la Unión Soviética no haber firmado la Convención de Ginebra, Alemania estaba


legalmente obligada, a tratar humanamente a los prisioneros de guerra soviéticos. Sin
embargo, el régimen de Hitler desencadenó una campaña brutal contra la Unión Soviética,
caracterizada por la aplicación de una política de aniquilación total hacia los ejércitos rusos y
la justificación de crímenes de guerra atroces contra los prisioneros soviéticos.
Se destaca la emisión de la Orden de los Comisarios por parte de Hitler antes de la guerra,
que ordenaba la ejecución sumaria y sin juicio de todos los comisarios políticos soviéticos
capturados en el frente. Esta orden fue implementada por soldados alemanes en
colaboración con los Einsatzgruppen de las SS. Además, se describe cómo los soldados
alemanes fueron instruidos antes de la invasión para tomar medidas despiadadas contra
cualquier forma de resistencia, lo que incluía el castigo colectivo y la ejecución sumaria de
civiles sospechosos de ser partisanos.
Se resalta que, aunque algunos oficiales alemanes expresaron objeciones a estas órdenes, la
mayoría las aceptó sin cuestionarlas, en parte debido a la intensa propaganda nazi que
retrataba a los soldados soviéticos como subhumanos. Lo que resultó en la muerte de
aproximadamente el 58% de ellos mientras estaban en cautiverio alemán.
Por otro lado están los casos de violación sexual, este fue un fenómeno generalizado en el
frente del Este, ya que los soldados alemanes cometieron regularmente actos sexuales
violentos contra mujeres y niñas soviéticas.​Unidades enteras estuvieron ocasionalmente
involucradas en el crimen con más de un tercio de los casos siendo violación en grupo.
Otra consecuencia son los crímenes organizados contra civiles, incluidas mujeres y niños,
llevados a cabo a gran escala por la policía y las fuerzas militares alemanas, así como por
colaboradores locales. Se mencionan las masacres sistemáticas de judíos, comunistas y
sospechosos de ser partisanos en los territorios soviéticos conquistados.
Se resalta especialmente el sitio de Leningrado, donde la población sufrió un asedio
prolongado que duró 872 días y que resultó en la muerte por hambre de más de un millón
de personas, incluyendo aproximadamente 400,000 niños menores de 14 años. Se describen
las condiciones extremas de hambre y desesperación, que llevaron a casos de canibalismo
entre la población civil.
Y por último los casos de violación sexual, este fue un fenómeno generalizado en el frente
del Este, ya que los soldados alemanes cometieron regularmente actos sexuales violentos
contra mujeres y niñas soviéticas.​Unidades enteras estuvieron ocasionalmente involucradas
en el crimen con más de un tercio de los casos siendo violación en grupo.

Campaña de África:
La Campaña en África del Norte fue el segundo frente más importante durante la Segunda
Guerra Mundial, después del Frente oriental. Tuvo lugar en el desierto de África del Norte, a
partir del 10 de junio de 1940 y hasta el 16 de mayo de 1943. Incluyó campañas en la Libia
Italiana y Reino de Egipto, en Protectorado Francés de Marruecos y Argelia Francesa y en el
Túnez francés.

La campaña se produjo entre las potencias del Eje y las Aliadas. Los esfuerzos de guerra
principales fueron dominados por el Reino Unido y su imperio y por exiliados de la Europa
ocupada, hasta que los Estados Unidos entraron en la guerra el 11 de mayo, proporcionando
ayuda directa a las fuerzas aliadas en el Norte de África.

La lucha en el norte de África empezó con la ocupación del Fuerte Capuzzo italiano por
fuerzas británicas en junio de 1940. Esto fue seguido por una ofensiva italiana y una
contraofensiva británica. Cuando los italianos sufrieron terribles derrotas, el Afrika Korps
alemán acudió en su ayuda. Después de una serie de batallas de desgaste por el control de
Libia y de algunas partes de Egipto, las fuerzas británicas empujaron a las fuerzas del Eje
hacia Túnez.
Pearl Harbor:
El ataque a Pearl Harbor fue una ofensiva militar sorpresa efectuada por la Armada Imperial
Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor (Hawái) en la mañana
del domingo 7 de diciembre de 1941. El ataque pretendía ser una
acción preventiva destinada a evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados
Unidos en las acciones militares que el Imperio del Japón estaba planeando realizar en
el Sureste Asiático contra las posesiones ultramarinas del Reino Unido, Francia, Países
Bajos y Estados Unidos. Los japoneses hicieron coincidir esta ofensiva con el ataque a las
posesiones del Imperio británico en Hong Kong, Malasia y Singapur, las cuales estaban ya en
su poder a mediados de febrero de 1942.

El ataque comenzó a las 7:48 a. m. hora local, y fue llevado a cabo por 353 aviones
japoneses, ​que incluían cazas de combate, bombarderos y torpederos que despegaron de
seis portaaviones. Resultaron dañados los ocho acorazados estadounidenses atracados en el
puerto, y cuatro de ellos se hundieron. De estos ocho, dos fueron reflotados y cuatro
reparados, por lo que seis pudieron volver a entrar en servicio más tarde, durante la guerra.
El ataque japonés también hundió o dañó tres cruceros, tres destructores, un buque
escuela y un minador. Los estadounidenses perdieron 188 aviones, murieron 2403
estadounidenses​y otros 1178 resultaron heridos de diversa consideración. ​Sin embargo, los
japoneses no atacaron la central eléctrica, el astillero, las instalaciones de mantenimiento,
los depósitos de combustible y torpedos, los muelles de submarinos y el edificio del cuartel
general y de la sección de inteligencia. Los nipones perdieron 29 aeronaves y
cinco minisubmarinos, además de sufrir 65 bajas militares entre muertos y heridos.

Para beneficio estadounidense, uno de los tripulantes de los minisubmarinos


japoneses, Kazuo Sakamaki, fue capturado. Al cuál USA nombró primer prisionero de guerra.
Este ataque dirigió directamente a Estados Unidos a la segunda guerra mundial. Al día
siguiente de esta ofensiva, 8 de diciembre, Estados Unidos le declaró la guerra al Imperio del
Sol naciente.

Uno de los comandantes japoneses llamado Isoroku Yamamoto, mencionó que Japón
“despertó al gigante dormido”. Dando a entender que las consecuencias por parte de
Estados Unidos serían graves. Mientras que la asistencia clandestina al Reino Unido se le
reemplazó por una alianza plena. La Alemania nazi y la Italia fascista declararon la guerra a
Estados Unidos el 11 de diciembre, en respuesta a las operaciones puestas en marcha en
contra de la potencia asiática del Eje.
La inexistencia de una declaración formal por parte nipona mientras se llevaban a cabo
negociaciones que parecían prosperar, llevó al presidente estadounidense Franklin D.
Roosevelt a calificar al 7 de diciembre de 1941 como “una fecha que vivirá en la infamia”
Además, el ataque a Pearl Harbor fue juzgado en los Juicios de Tokio como crimen de guerra.

- Antecedentes de Pearl Harbor.


El ataque a Pearl Harbor buscaba neutralizar la Flota del Pacífico de los Estados Unidos y así
proteger el avance de Japón en la Malasia británica y en las Indias Orientales Neerlandesas,
donde pretendían acceder a recursos naturales como petróleo y caucho.
La guerra entre Japón y los Estados Unidos era una posibilidad de la que ambas naciones
eran conscientes desde la década de 1920 y para la que habían hecho planes, aunque las
tensiones no comenzaron a surgir seriamente hasta la invasión japonesa de Manchuria en
1931. En la década siguiente el imperio del Sol naciente continuó su expansión en China, lo
que dio lugar a una guerra que se desató en 1937. Sin embargo, desde diciembre de 1937
hechos como el ataque japonés al barco estadounidense USS Panay y la masacre de Nankín,
en la que fueron asesinadas más de 200 000 personas, puso a toda la opinión pública
occidental en contra de Japón e hizo que aumentara el miedo por el expansionismo japonés.

Los Estados Unidos cancelaron los envíos de aeronaves, repuestos, maquinaria y


combustible de aviación, algo que los japoneses percibieron como poco amistoso. Sin
embargo, la nación norteamericana no detuvo entonces las exportaciones de petróleo a
Japón porque Washington creyó que sería una medida extrema dada la dependencia nipona
del crudo estadounidense y porque ello sería visto como una provocación por Japón. El alto
mando japonés estaba erróneamente convencido de que cualquier ataque a las colonias
británicas en el Sureste Asiático provocaría la entrada de los Estados Unidos en la guerra
mundial, por lo que decidió llevar a cabo un devastador ataque preventivo que impidiera la
interferencia naval estadounidense. Esa estrategia japonesa de un gran ataque naval
preventivo ya fue usada por Japón contra los rusos en la Guerra ruso-japonesa el 8 de
febrero de 1904 en Port Arthur. El Plan de Guerra Naranja estadounidense preveía la defensa
de las Filipinas con una fuerza de élite de 40,000 hombres, pero el general Douglas
MacArthur se oponía porque pensaba que era necesaria una fuerza diez veces más
numerosa, por lo que este plan nunca fue implementado.

A fines de 1941 muchos observadores creían que las hostilidades entre los Estados Unidos y
Japón eran inminentes. Una encuesta llevada a cabo justo antes del ataque arrojó que un
52% de los estadounidenses esperaba la guerra con Japón, un 27% no la esperaba y un 21%
no tenía opinión. Aunque las bases e instalaciones de los Estados Unidos en el Pacífico
habían sido puestas en alerta numerosas veces, los militares estadounidenses dudaban que
Pearl Harbor fuera un objetivo y creían que las Filipinas serían atacadas primero, presunción
que se fundaba en la amenaza que las bases estadounidenses a lo largo del país y la base
naval de Manila suponían para el envío de suministros de Japón hacia el sur. Asimismo,
estaban convencidos de que el Imperio del Japón era incapaz de montar más de una gran
operación naval al mismo tiempo.
- Planificación del ataque a Pearl Harbor

El plan de ataque a Pearl Harbor fue obra del almirante jefe de la Flota Combinada, Isoroku
Yamamoto, quien paradójicamente no creía que Japón pudiera ganar una guerra con Estados
Unidos y así lo había advertido al Estado Mayor de la Armada. Pero Yamamoto pensaba que
si la guerra finalmente estallaba su obligación era explorar la más mínima posibilidad que
hubiera de ganarla. Así desde la firma del Pacto Tripartito en septiembre de 1940, al que se
había opuesto porque estaba convencido de que conduciría a la guerra con las potencias
occidentales, había comenzado a diseñar la estrategia de la guerra en el Pacífico, llegando a
la conclusión de que la única opción de victoria para Japón era asestar un golpe decisivo al
inicio de la guerra que quizá obligara a Estados Unidos a negociar, y que ese golpe debía ser
el ataque a la flota estadounidense del Pacífico en su propia base de Pearl Harbor, en
las islas Hawái. Una idea descabellada, y así se lo pareció al embajador estadounidense en
Tokio Joseph Grew, cuando a finales de enero de 1941 le llegaron rumores de guerra de que
las fuerzas militares japonesas estaban planeando un ataque sorpresa masivo en Pearl
Harbor.

Derrota de Italia:
La participación de Italia en la Segunda Guerra Mundial tuvo dos fases bien diferenciadas. Primero, a
partir de junio de 1940, bajo el mando del dictador Benito Mussolini, luchó al lado de la Alemania
nazi de Adolf Hitler contra Francia, el Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética. En 1940,
Italia firmó con la Alemania Nazi una alianza conocida como el Eje Roma-Berlín, a la que se adhería el
Imperio del Japón más tarde configurándose el Eje Berlín-Roma-Tokio.

En la segunda fase, a partir del derrocamiento de Mussolini en el verano de 1943, el rey Víctor
Emmanuel III y su nuevo gobierno firmaron un armisticio y se alinearon con los aliados, mientras los
alemanes se hacían con el control de gran parte del país, donde crearon un estado títere, la
República Social Italiana presidida por Mussolini. Así, de 1943 a 1945 hubo tropas italianas en ambos
bandos del conflicto, y a veces lucharon unas contra otras en lo que vino a ser una guerra civil dentro
de la Segunda Guerra Mundial.

En los años 1930, Mussolini y Hitler empezaron a preparar a sus países para una guerra que
pensaban que se desataría hacia 1942 o 1943. A ambos les sorprendió que Francia y el Reino Unido
le declararan la guerra a Alemania en 1939 a raíz de la invasión alemana de Polonia. Dada la falta de
preparación de Italia para la guerra, Mussolini optó inicialmente por mantenerse neutral en el
conflicto. Fue solo a finales de junio de 1940, cuando Francia estaba invadida y prácticamente
vencida por los alemanes, que Mussolini entró en la guerra al lado de Alemania. Su ejército atacó sin
éxito el sur de Francia, si bien su intervención le permitió ocupar una parte del país tras el armisticio.
Simultáneamente, las fuerzas armadas italianas emprendieron una larga lucha contra los británicos
en la Batalla del Mediterráneo y el continente africano.

● El asesinato de Mussolini y su familia

A medida que la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin en Europa, la situación de Benito
Mussolini se volvió cada vez más desesperada. En abril de 1945, con las fuerzas aliadas
avanzando desde el sur y las tropas soviéticas acercándose a Berlín, Mussolini intentó huir
hacia Suiza con su amante, Clara Petacci, y un grupo de leales. Sin embargo, el 27 de abril de
1945, fueron capturados por partisanos italianos cerca del lago de Como.
El 28 de abril de 1945, Mussolini y Petacci fueron ejecutados sumariamente por los
partisanos. Sus cuerpos, junto con los de otros altos mandos fascistas, fueron llevados a
Milán y colgados boca abajo en una gasolinera en la Piazzale Loreto. Este acto tenía como
objetivo simbolizar la total derrota del fascismo y servir como advertencia a los demás
colaboracionistas. Las imágenes de Mussolini y Petacci colgados circularon rápidamente,
marcando un final violento y humillante para el dictador que había gobernado Italia con
mano de hierro durante más de dos décadas.
La familia de Mussolini también sufrió las consecuencias de su régimen. Varios de sus hijos
fueron detenidos y encarcelados tras la caída del régimen. Romano Mussolini, uno de sus
hijos, se convertiría más tarde en un conocido músico de jazz, mientras que su nieta,
Alessandra Mussolini, entró en la política. La familia Mussolini ha sido objeto de controversia
y debate en Italia durante muchos años, con algunos miembros defendiendo el legado de
Benito Mussolini y otros tratando de distanciarse de su oscura historia.
El asesinato de Mussolini y la exhibición pública de su cadáver marcaron un momento
decisivo en la historia de Italia, simbolizando no solo el fin del fascismo en el país, sino
también el profundo deseo de los italianos de cerrar un capítulo doloroso y mirar hacia un
futuro más democrático y pacífico.

Desembarco en Normandía:

La batalla de Normandía, llamada en clave operación Overlord, fue la operación militar


efectuada por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial que culminó con la liberación
de los territorios de Europa occidental ocupados por la Alemania nazi. La operación anfibia
dio comienzo el 6 de junio de 1944, más conocido como el Día D, con el desembarco de
Normandía; el conjunto de las operaciones navales recibió el nombre clave de operación
Neptuno. Un asalto aerotransportado llevado a cabo por mil doscientas aeronaves precedió
al desembarco anfibio, que involucró a 5 000 barcos. El 6 de junio, 160 000 soldados
cruzaron el canal de la Mancha de Inglaterra a Francia y hacia finales de agosto las tropas
aliadas en suelo francés eran más de tres millones.
La decisión de emprender una invasión a través del canal de la Mancha en 1944 se tomó en
la Conferencia Trident de Washington D. C., en mayo de 1943. El general
estadounidense Dwight D. Eisenhower fue nombrado comandante del Cuartel General
Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada (SHAEF) y el general británico Bernard
Montgomery comandante del XXI Grupo de Ejércitos, que aglutinaba todas las fuerzas
terrestres que tomarían parte en la invasión. El lugar elegido fue la costa de la región
francesa de Normandía, donde se seleccionaron cinco playas a las que se dieron nombres en
clave: Utah y Omaha, que serían atacadas por los estadounidenses, Sword y Gold, objetivo
de los británicos, y la playa Juno, lugar de desembarco de los canadienses. Los puertos
franceses estaban fuertemente defendidos, lo que motivó la creación de
dos muelles artificiales, denominados Mulberry, y para superar las dificultades que se
esperaban en las playas se emplearon carros de combate especialmente modificados. En los
meses previos a la operación, los Aliados llevaron a cabo una elaborada maniobra de
distracción militar, la operación Bodyguard, usando desinformación tanto electrónica como
visual. Con ello consiguieron evitar que los alemanes supieran la fecha y localización de los
desembarcos. Adolf Hitler había encargado al reputado mariscal de campo Erwin Rommel la
supervisión y mejora de una cadena de fortificaciones costeras conocida como el «Muro
Atlántico», en previsión del ataque enemigo.
Los Aliados no fueron capaces de alcanzar los objetivos planeados para el primer día, pero sí
aseguraron una precaria cabeza de playa que expandieron con tenacidad en los días
siguientes, con la captura del puerto de Cherburgo el 26 de junio y de la ciudad de Caen el
21 de julio. El contraataque alemán del 8 de agosto falló y dejó a 50 000 soldados del
VII Ejército de la Wehrmacht atrapados en la denominada bolsa de Falaise. El 15 de agosto,
los Aliados lanzaron una invasión del sur de Francia, la operación Dragoon, y el 25 de agosto
se produjo la Liberación de París. Las fuerzas alemanas se retiraron por el valle del río
Sena el 30 de agosto, lo que marcó el final de la operación Overlord.

● BAJAS

Aliados: Durante la campaña de Normandía, desde el Día D hasta el 21 de agosto, los Aliados
trasladaron a 2,052,299 hombres al norte de Francia. El costo en vidas fue alto para ambos
bandos. Los ejércitos estadounidenses sufrieron 124,394 bajas, con 20,668 muertos entre el
6 de junio y finales de agosto. El Primer Ejército canadiense y el Segundo británico tuvieron
83,045 bajas, con 15,995 fallecidos, 57,996 heridos y 9,054 desaparecidos. Las bajas
canadienses fueron 18,444, incluyendo 5,021 muertos en acción.

Las fuerzas aéreas aliadas realizaron 480,317 salidas en apoyo de la invasión, perdiendo
4,101 aeronaves y 16,714 hombres, con 8,536 de la USAAF y 8,178 de la RAF. Unos 4,000
carros de combate aliados fueron destruidos, divididos entre los estadounidenses y las
fuerzas anglo-canadienses.

Los historiadores discrepan ligeramente en el número total de víctimas, con estimaciones


que van desde 225,606 muertos hasta 226,386.
Alemania: Las fuerzas armadas alemanas sufrieron alrededor de 158,930 bajas en Francia
desde el Día D hasta el 14 de agosto, antes del inicio de la operación Dragoon en el sur de
Francia. En la bolsa de Falaise, perdieron aproximadamente 50,000 hombres, con 10,000
muertos y 40,000 capturados.

Las estimaciones de bajas alemanas en la campaña de Normandía varían entre 400,000 (la
mitad muertos o heridos y el resto capturados) y 450,000 (240,000 muertos, heridos o
desaparecidos, y más de 210,000 capturados).
No hay cifras exactas sobre los carros de combate alemanes destruidos en Normandía, pero
se estima que unos 2,300 tanques y cañones de asalto participaron en combate, de los
cuales solo 100 a 120 lograron cruzar el río Sena al final de la campaña.

La derrota de Alemania:
A partir de 1944, las fuerzas aliadas (principalmente Estados Unidos, el Reino Unido y la
Unión Soviética) lograron avances significativos en todos los frentes. En el oeste, la invasión
del Día D en Normandía (6 de junio de 1944) permitió a las fuerzas aliadas liberar Francia y
avanzar hacia Alemania. En el este, la ofensiva soviética empujó a las fuerzas alemanas hacia
Berlín. Los aliados avanzaron desde varias direcciones, y las fuerzas del Eje, debilitadas y
desmoralizadas, no pudieron resistir. La caída de Berlín, donde se libró una de las últimas y
más sangrientas batallas, fue inminente. Finalmente, el 8 de mayo de 1945, después de
intensas negociaciones y combates, Alemania firmó la rendición incondicional, conocido
como el Día de la Victoria en Europa (VE Day).
A principios de 1945, era evidente que Alemania estaba perdiendo la guerra. Las fuerzas
soviéticas rodeaban Berlín y los bombardeos aliados destruían ciudades alemanas. Hitler se
refugió en su búnker subterráneo en Berlín, conocido como el Führerbunker. A medida que
las tropas soviéticas se acercaban, la situación dentro del búnker se volvió cada vez más
desesperada. El 30 de abril de 1945, Hitler se suicidó junto a su esposa, Eva Braun, quien
también se suicidó. Hitler se disparó en la cabeza, mientras que Eva Braun ingirió cianuro.
Los cuerpos fueron encontrados y quemados por sus leales para evitar que cayeran en
manos de los soviéticos. La muerte de Hitler marcó el colapso final del régimen nazi. Poco
después, Berlín cayó ante las fuerzas soviéticas y Alemania se rindió oficialmente días
después.
La derrota de Alemania llevó a la ocupación del país por las fuerzas aliadas y a la división de
Alemania en zonas de ocupación. Esto eventualmente condujo a la creación de dos estados
alemanes separados: la República Federal de Alemania (RFA) en el oeste y la República
Democrática Alemana (RDA) en el este, marcando el inicio de la Guerra Fría. Además, los
líderes nazis fueron juzgados en los Juicios de Núremberg por crímenes de guerra, crímenes
contra la humanidad y otros delitos atroces. La muerte de Hitler puso fin a la ideología nazi y
permitió el inicio de un largo proceso de reconstrucción y desmilitarización en Alemania y
Europa.

Rendición de Japón:
La última conferencia aliada de la Segunda Guerra Mundial se celebró en la ciudad
de Potsdam, cercana a Berlín, desde el 17 de julio hasta el 2 de agosto. Durante
la Conferencia de Potsdam se alcanzaron acuerdos entre los Aliados sobre la política a llevar
en la Alemania ocupada. También se lanzó un ultimátum a Japón pidiendo su rendición
incondicional.
El presidente de los Estados Unidos Harry Truman decidió usar la nueva arma atómica para
acelerar el final de la guerra. La batalla de Okinawa había mostrado que una invasión en las
islas de origen japonesas (planeada para noviembre) significaría un gran número de bajas
estadounidenses. La estimación oficial que fue dada por la Secretaría de Guerra era de 1,4
millones de bajas aliadas, aunque algunos historiadores discuten si esto habría sido el caso o
no. La invasión habría significado la muerte de millones de soldados japoneses y civiles, que
estaban siendo entrenados como milicia.
El 6 de agosto de 1945, un B-29 Superfortress, el Enola Gay, lanzó una bomba
atómica apodada Little Boy sobre Hiroshima, destruyendo la ciudad. El 9 de agosto, un B-29
llamado Bockscar lanzó la segunda bomba atómica, apodada Fat Man, sobre la ciudad
portuaria de Nagasaki.
El 8 de agosto, dos días después de que se hubiese lanzado la bomba atómica sobre
Hiroshima, la Unión Soviética, habiendo abolido su pacto de no agresión con Japón en abril,
atacó a los japoneses en Manchukuo y Mengjiang, cumpliendo su promesa hecha en Yalta
de atacar a los Japoneses tres meses después de que hubiese acabado la guerra en Europa.
En menos de dos semanas, el ejército japonés en Manchuria, que consistía en
aproximadamente un millón de hombres, había sido destruido por los soviéticos. ​El Ejército
Rojo, ayudado por tropas de la República Popular de Mongolia, se movió hacia Corea del
Norte el 18 de agosto. Corea fue seguidamente dividida en el paralelo 38 en las zonas
soviética y estadounidense.

El uso estadounidense de las armas atómicas contra Japón y la invasión soviética del
Manchukuo, hicieron que Hirohito se apresurarse a puentear al gobierno existente e
interviniera para finalizar la guerra. En su alocución radiofónica a la nación, el Emperador no
mencionó la entrada de la Unión Soviética en la guerra, pero en su «reescritura a los
soldados y marineros» del 17 de agosto, ordenándose el alto el fuego y entregar las armas,
acentuó la relación entre la entrada de los soviéticos en la guerra y su decisión de rendirse,
omitiendo cualquier mención a las bombas atómicas. Los japoneses se rindieron el 14 de
agosto de 1945, o el Día de la Victoria sobre Japón, firmando el Acta de Rendición de
Japón el 2 de septiembre. Las tropas japonesas en China se rindieron formalmente el 9 de
septiembre de 1945.
A las 8:15 horas de ese día, un avión estadounidense lanzó sobre la ciudad japonesa de
Hiroshima la primera bomba atómica usada directamente sobre población civil. Un mes
antes, el 16 de julio, había estallado la primera en la historia de la humanidad, como parte
de las pruebas de preparación de este devastador implemento bélico que los Estados Unidos
de América (EUA) llevaban a cabo a la sombra del proyecto Manhattan en el desierto de
Arizona, Nuevo México. Aquel 6 de agosto de 1945 la población de Hiroshima despertó
dispuesta a desempeñar sus actividades como en cualquier día de esos tiempos de guerra.
Un avión estadounidense sobrevolaba la zona y, antes de ser detectado, lanzó a "Little Boy",
el nombre clave de la bomba atómica.
Con 4.4 toneladas y 64 kilos de uranio, detonó con una potencia de aproximadamente 16
kilotones de Trinitrotolueno (TNT) y, con una intensidad mayor a mil relámpagos, en un
instante acabó con la vida de 70 mil personas. Los efectos secundarios permanecieron por
años y aún están presentes. El avión era un B-29, el Enola Gay, y lo piloteaba el coronel Paul
Tibbets. En la nave iban también el coronel Thomas W. Ferebee, experto en bombardeos, el
capitán Theodore J. van Kink, copiloto, y el capitán Robert Lewis, oficial de tripulación.
Era una medida más de presión para obtener la rendición incondicional, y en esa
estratagema se empleó un recurso que, ante los resultados del 6 de agosto, puede parecer
incomprensible por atentar contra el derecho humano a la vida: el lanzamiento de la
segunda bomba atómica el 9 de agosto de 1945 sobre la ciudad de Nagasaki.
El proyecto Manhattan estaba dirigido desde el 17 de septiembre de 1942 por el general
Leslie Groves, quien el 4 de marzo de 1945 recibió el encargo del jefe de Estado Mayor
estadounidense, James C. Marshall, de buscar posibles objetivos para usar la bomba. Se
seleccionaron cuatro ciudades japonesas: Hiroshima, Kokura, Kyoto y Niiagata. Nagasaki no
estaba en esa lista original, pero Henry L. Stimson, secretario de Guerra, protestó ante la
presencia de Kyoto, el centro religioso y cultural más importante de Japón. Consiguió
convencer a Marshall, y en su lugar se colocó a Nagasaki.
El lanzamiento sobre el segundo blanco estaba programado para el 11 de agosto, pero
debido al mal tiempo se adelantó para el 9 de agosto. Charles W. Sweeny despegó de la isla
de Tinian en otro B-29, el Bock’s Car, a las 2:56 horas rumbo a Kokura. En vuelo, el mecánico
a bordo, John Kuharek, informó que no funcionaba una de las bombas de gasolina y no
alcanzarían a llegar al blanco. Sweeney le avisó al jefe de la misión, Tibbets, quien dejó la
decisión en manos del piloto. Entonces, "Fat Man" –nombre de la segunda bomba, de
Plutonio– se activó en pleno vuelo. Nervioso, Sweeney decidió abortar la misión y avisó por
radio: esto puso a los japoneses sobre aviso. Ante este nuevo tensor, a las 11:02 horas se
encontraron sobre el tercer blanco de la lista (más cercano que el segundo) y lanzaron la
bomba. Está cayó sobre Nagasaki, explotando con una energía de aproximadamente 20
kilotones de TNT.

CONSECUENCIAS:

Además de los horrores propios de toda guerra, la Segunda Guerra Mundial introdujo
formas de sufrimiento no achacables a la propia escala de la misma:
● Deportaciones masivas a campos de concentración y de trabajo forzado,
organizados en Europa por Alemania (contra judíos, homosexuales, eslavos,
discapacitados, gitanos, Testigos de Jehová, comunistas, españoles
republicanos, sacerdotes católicos y ministros de otras religiones, etc.), que se
convertirían en campos de exterminio donde tendría lugar el Holocausto;
también en Estados Unidos y otros países de América, internando a sus
ciudadanos de ascendencia japonesa.
● Masacres masivas de población y de prisioneros enemigos.
● Violaciones masivas de mujeres por parte de tropas soviéticas y japonesas.
● Experimentos científicos usando prisioneros realizados por médicos nazis y
japoneses, que solían acabar con la muerte del individuo.
● Bombardeo aéreo masivo de civiles y lanzamiento de cohetes. Además, por
primera y única vez, la bomba atómica fue utilizada en una guerra: dos bombas
arrojadas por Estados Unidos a Hiroshima y Nagasaki.
● Durísimos años de postguerra para la población civil.
● Como consecuencia de los cambios territoriales, millones de personas se vieron
desplazadas y desarraigadas de sus lugares de origen.
● Guerra después de la guerra: Combates en Indochina entre franceses
y movimientos separatistas creados tras el vacío de poder que ocasionó la
guerra, guerra civil en Grecia y Turquía, etc.

La Segunda Guerra Mundial contribuyó a que emergieran dos superpotencias que buscaban
repartirse el mundo: Estados Unidos y la URSS. La Sociedad de Naciones, a la que se
responsabilizó de contribuir a desatar la guerra, fue reemplazada por la ONU. La carta de las
Naciones Unidas se firmó en San Francisco el 26 de junio de 1945. En los Juicios de
Núremberg y Tokio, parte de la jerarquía nazi y del Tenno nipón fue juzgada y condenada por
crímenes contra la humanidad. La investigación científica y técnica, en su conjunto, se
benefició de un fuerte impulso en particular: el dominio del átomo tras el Proyecto
Manhattan. También contribuyó a la creación del helicóptero, los aviones de reacción y la
creación del ICBM.

Los soviéticos, que se aliaron con EE. UU. y los aliados solo por conveniencia contra el
enemigo común, Alemania, se convirtieron en enemigos por sus ideales contrarios.

En Alemania tras la firma del armisticio por parte del Eje, el Plan Marshall contribuyó a la
reconstrucción de Alemania. Si bien los alemanes perdieron la guerra, sus adelantos en
tecnología punta en cadenas de industrias, fabricación de componentes para cohetes,
misiles y diversos tipos de armas ayudaron a los Aliados del Oeste y sirvieron para el llamado
«milagro alemán».
Sin embargo, se presentó la expulsión de alemanes en Europa central
(Prusia, Checoslovaquia, Polonia y países bálticos) donde había asentamientos alemanes
desde varios siglos atrás. Los alemanes de los Sudetes, que pedían su incorporación a
Alemania, habían desencadenado el desmantelamiento de Checoslovaquia, acordado en los
Acuerdos de Múnich de 1938.
Los Estados Unidos tomaron la iniciativa de una actitud «positiva». Impusieron la
democracia (particularmente al Japón), a través de una depuración y de un control del
Estado y la educación.
Las pérdidas de vidas humanas para Estados Unidos fueron, en comparación con el resto de
los Aliados, muy inferiores en número porque en su territorio no se desarrolló la guerra y las
pérdidas solo fueron militares.
El Reino Unido salió considerablemente debilitado de la guerra que consagró el fin de su
poderío colonial. Por consiguiente, las islas británicas conocieron una crisis sin precedentes
que requirió la reconstrucción y reestructuración de su economía.
Se estima que alrededor de seis millones de judíos, junto con otros grupos étnicos, fueron
asesinados por los nazis, principalmente mediante la deportación a campos de
concentración, algunos tan conocidos como Auschwitz, Treblinka y Majdanek. La expresión
hebrea Shoah (catástrofe) —también conocida como «Holocausto»— designa la
exterminación en masa de los judíos perpetrada durante esta sangrienta guerra.
Al final del conflicto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reemplazó a la Sociedad
de Naciones (SDN), fundada en 1919, y se otorgó a sí misma la misión de resolver los
conflictos, en general bélicos, de carácter internacional.

● CONSECUENCIAS TERRITORIALES

La Unión Soviética se anexionó Estonia, Letonia, Lituania, el este de Polonia y partes


de Finlandia y Rumanía. Polonia recibió territorios de Alemania (Pomerania, Silesia y la mitad
de Prusia Oriental). Austria recuperó su independencia en 1955.
Alemania quedó dividida en cuatro zonas de influencia: Estados Unidos, Francia y Reino
Unido unificaron sus respectivas zonas en la República Federal Alemana y la URSS hizo lo
mismo con su zona que se convirtió en la República Democrática Alemana, hasta 1990,
cuando los Länder que la conformaban se incorporaron a la República Federal de Alemania,
dando lugar a la reunificación alemana y a la creación de la actual Alemania.
La guerra dejó al descubierto la debilidad de los países europeos y los movimientos de
independencia de las colonias se generalizaron con el apoyo de las dos superpotencias. Los
ejércitos de las potencias coloniales no tenían ya capacidad para controlar dichos
movimientos, por lo que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX se produjo la
llamada descolonización.
El mundo quedó dividido en dos bloques:

● El bloque capitalista: Liderado por los Estados Unidos y con influencia en Europa
Occidental.
● El bloque comunista: Liderado por la URSS y con influencia en Europa del Este.

También podría gustarte