La Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial
1918. Fue un conflicto global que involucró a las principales potencias del mundo divididas en
dos alianzas: los Aliados (liderados por Francia, Reino Unido y Rusia) y las Potencias Centrales
(lideradas por Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano).
El efecto dominó
El emperador austro-húngaro, apoyado por Alemania, culpó a Serbia por el atentado. Serbia
era aliada de Rusia, que a su vez era aliada de Francia. Pocos días después, Alemania declaraba
la guerra a Francia e invadía Bélgica, lo que provocó la reacción inglesa y su entrada en el
conflicto. Comenzaba así la Primera Guerra Mundial, en la que se enfrentaron dos bloques: por
un lado, los países de la Triple Entente, llamados comúnmente «aliados»: Rusia, Francia, Gran
Bretaña, a la que más tarde se sumarían Italia (en 1915) y los EE.UU. (en 1917); y por el otro,
los de la Triple Alianza, conocidos como «Potencias Centrales”: Alemania, Austria-Hungría y
Turquía.
¿Cómo terminó?
Durante los tres primeros años, la guerra parecía desenvolverse en un eventual empate entre
los bloques enfrentados. Esta situación cambió en 1917 con la incorporación de los aliados a la
Entente, que compensó con creces la retirada de Rusia del conflicto. A mediados de 1918, los
aliados vencieron en Amiens a los alemanes, en septiembre, a los austro-húngaros en Italia y
en octubre, a los turcos en Medio Oriente. El 4 de noviembre de 1918, Austria se rindió
dejando sin defensas al ejército alemán, que pidió la rendición el 11 de noviembre. Así concluía
la guerra con el triunfo de los aliados.
¿Qué pasó en Versalles?
En enero de 1919 los países vencedores se reunieron en el palacio de Versalles, cerca de París.
Acordaron las nuevas fronteras europeas y el pago por parte de los vencidos de
indemnizaciones de guerra por los daños causados durante el conflicto. Alemania perdió sus
colonias, debió desmantelar su flota y reducir su ejército; Francia recuperó las regiones de
Alsacia y Lorena; el Imperio Austro-Húngaro quedó desintegrado y surgieron nuevas naciones
como Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungría.
De la guerra a la revolución
En Rusia, donde la guerra era notablemente impopular, se produjeron importantes motines de
obreros, soldados y campesinos que cuestionan el manejo del conflicto, pero también al
régimen zarista en su conjunto. Liderados por Lenin, los comunistas rusos, llamados
bolcheviques, lograron el apoyo de la mayoría de la población y derrocaron a fines de 1917 al
zar Nicolás II. El nuevo gobierno basó su poder en los soviets, grupos de obreros, soldados y
campesinos que deliberaban y decidían el futuro de Rusia, que se transformó en la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas.
1. Inicio de la Guerra (1914):
Frente Oriental: Rusia moviliza sus tropas rápidamente, forzando a Alemania y Austria-
Hungría a dividir sus fuerzas.
Entrada de EE.UU.: Estados Unidos entra en la guerra del lado de los Aliados,
proporcionando un impulso moral y material crucial.
Ofensiva de Primavera Alemana: Alemania lanza una serie de ofensivas para romper
el frente occidental antes de que las tropas estadounidenses lleguen en pleno, pero
son finalmente repelidas.
Contraofensiva Aliada: A partir de julio de 1918, los Aliados inician una contraofensiva
que empuja a las fuerzas alemanas de vuelta, llevando al colapso de las Potencias
Centrales y al fin de la guerra con el armisticio del 11 de noviembre de 1918.
REVOLUCION RUSA
La Revolución rusa fue un conjunto de eventos históricos ocurridos en Rusia en 1917. Consistió
en el derrocamiento del régimen monárquico zarista y la construcción de un Estado de tipo
socialista.
La Revolución rusa fue un proceso de cambio social que sucedió en Rusia entre marzo y
noviembre de 1917.
Tuvo dos etapas: la Revolución de Febrero, en la que se derrocó al zar Nicolás II, y la
Revolución de Octubre, en la que accedieron al poder los bolcheviques.
Las causas de la Revolución rusa fueron varias y se las puede resumir de la siguiente manera:
La situación de opresión y pobreza a la que estaba sometido desde hacía mucho tiempo el
campesinado de Rusia y de otras regiones del Imperio zarista, que contrastaba con la riqueza
de los sectores nobles y terratenientes.
Las sucesivas derrotas del ejército ruso en la Primera Guerra Mundial, que provocaron muchas
bajas, y el fracaso en sostener un ritmo de producción por falta de mano de obra durante el
conflicto, lo que desató una crisis económica que se tradujo en escasez de alimentos, hambre y
un profundo descontento en los trabajadores y soldados.
La llegada del invierno de 1917, que se volvió especialmente duro para la población del
Imperio ruso debido a la escasez de alimentos ocasionada por la participación rusa en la
Primera Guerra Mundial.