Las Ideas de Pólya en La Resolución de Problemas
Las Ideas de Pólya en La Resolución de Problemas
Las Ideas de Pólya en La Resolución de Problemas
Cristian Alfaro
crisalfaro2002@yahoo.es
Escuela de Matemática
Universidad Nacional de Costa Rica
Resumen
Las principales ideas de G. Pólya son descritas: el método de los cuatro pasos, el papel del
docente, la lógica del razonamiento plausible, cómo resolver un problema.
Abstract
We describe the principal ideas of G. Pólya: his four-step method, the rôle of the teacher, the
logic of plausible reasoning, how to solve a problem.
Palabras clave
George Pólya fue un gran matemático que nació en Budapest en 1887 y murió en Palo
Alto California en 1985. A lo largo de su vida generó una larga lista de resultados
matemáticos y, también, trabajos dedicados a la enseñanza de esta disciplina, sobretodo
en el área de la Resolución de Problemas.
Estos trabajos básicamente fueron escritos en los años cuarenta del siglo XX pero
fueron traducidos hasta los años sesenta y setenta.
Se trata de un personaje clave en la Resolución de Problemas y es considerado el
pionero o gestor de las primeras etapas de esta temática.
La posición de Pólya respecto a la Resolución de Problemas se basa en una perspectiva
global y no restringida a un punto de vista matemático. Es decir, este autor plantea la
Resolución de Problemas como una serie de procedimientos que, en realidad, utilizamos
y aplicamos en cualquier campo de la vida diaria.
Para ser más precisos, Pólya expresa: “Mi punto de vista es que la parte más
importante de la forma de pensar que se desarrolla en matemática es la correcta actitud de
la manera de cometer y tratar los problemas, tenemos problemas en la vida diaria, en las
ciencias, en la política, tenemos problemas por doquier. La actitud correcta en la forma
de pensar puede ser ligeramente diferente de un dominio a otro pero solo tenemos una
cabeza y por lo tanto es natural que en definitiva allá sólo un método de acometer toda
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Este texto es una trascripción editada de una conferencia impartida por el Master Cristian Alfaro, el 25 de
marzo del 2006 en un Seminario Teórico. La trascripción y edición preliminar de la misma fue realizada
por el estudiante de la Universidad Nacional José Romilio Loría. El autor hizo la edición final.
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clase de problemas. Mi opinión personal es que lo central en la enseñanza de la
matemática es desarrollar tácticas en la Resolución de Problemas”.
Es interesante rescatar que esta idea no nació de la noche a la mañana, Pólya desde
joven era una persona muy inquieta por la física y la matemática; le encantaba asistir a
conferencias y a clases para observar la demostración de teoremas. En estas charlas o
lecciones, a pesar de que la exposición de los conceptos era bastante clara, la inquietud
de él siempre era: “sí, yo tengo claro el razonamiento, pero no tengo claro cómo se
origina, cómo organizar las ideas, por qué se debe hacer así, por qué se pone de tal orden
y no de otro”. Esto lo llevó a cuestionar las estrategias que existían para resolver
problemas o cómo se concebiría una sucesión de pasos lógicos para aplicar a la resolución
de cualquier tipo de problema.
Él plantea en su primer libro el llamado “El Método de los Cuatro Pasos”, para
resolver cualquier tipo de problema se debe:
• comprender el problema
• concebir un plan
• ejecutar el plan y
• examinar la solución.
Para cada una de estas etapas él plantea una serie de preguntas y sugerencias.
1. Comprender el Problema.
2. Concebir un Plan.
Para Pólya en esta etapa del plan el problema debe relacionarse con problemas
semejantes. También debe relacionarse con resultados útiles, y se debe determinar si se
pueden usar problemas similares o sus resultados (aquí se subraya la importancia de los
problemas análogos). Algunas interrogantes útiles en esta etapa son:
• ¿Se ha encontrado con un problema semejante?
• ¿Ha visto el mismo problema planteado en forma ligeramente diferente?
• ¿Conoce un problema relacionado?
• ¿Conoce algún teorema que le pueda ser útil?
• ¿Podría enunciar el problema en otra forma?
• ¿Podría plantearlo en forma diferente nuevamente? Refiérase a las definiciones.
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• Una vez que se concibe el plan naturalmente viene la
Durante esta etapa es primordial examinar todos los detalles y es parte importante
recalcar la diferencia entre percibir que un paso es correcto y, por otro lado, demostrar
que un paso es correcto. Es decir, es la diferencia que hay entre un problema por resolver
y un problema por demostrar. Por esta razón, se plantean aquí los siguientes
cuestionamientos:
• ¿Puede ver claramente que el paso es correcto?
• ¿Puede demostrarlo?
Él plantea que se debe hacer un uso intensivo de esta serie de preguntas en cada
momento. Estas preguntas van dirigidas sobre todo a lo que él llama problema por resolver
y no tanto los problemas por demostrar. Cuando se tienen problemas por demostrar,
entonces, cambia un poco el sentido. Esto es así porque ya no se habla de datos sino, más
bien, de hipótesis. En realidad, el trabajo de Pólya es fundamentalmente orientado hacia
los problemas por resolver.
En síntesis: al ejecutar el plan de solución debe comprobarse cada uno de los pasos y
verificar que estén correctos.
4. Examinar la Solución.
Un aspecto muy relevante en todo este proceso es la función que tiene el docente.
Según Pólya, el papel del maestro es “ayudar al alumno”, pero esto debe ser entendido
con mucho cuidado. Es difícil llevarlo a la práctica, porque en realidad esa ayuda, como
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dice él, no tiene que ser ni mucha ni poca; sin embargo, a veces, es un poco subjetivo
determinar si el profesor está ayudando mucho o está ayudando poco. La ayuda que de un
profesor debe ser la suficiente y la necesaria. Por ejemplo, no se puede plantear un
problema muy difícil y abandonar al estudiante a su propia suerte pero, tampoco, plantear
un problema y que el mismo docente lo resuelva. Si se hace lo último no se enseña nada
significativo al estudiante; en otras palabras: es importante que el alumno asuma una parte
adecuada del trabajo.
Hacer preguntas que se le hubieran podido ocurrir al alumno es, también, crucial en
el proceso. Es por eso que Pólya plantea constantemente que el profesor debe ponerse en
los zapatos del estudiante. Evidentemente, cuando el maestro propone un problema y sabe
como se resuelve, presenta la solución de forma que todo parece muy natural. Sin
embargo, el mismo estudiante cuestiona si realmente se le puede ocurrir a él esa solución.
Allí surge una serie de circunstancias que apuntan al profesor como la única persona capaz
de encontrar el mecanismo de solución para el problema:
• Preguntar y señalar el camino de distintas formas.
• Usar las preguntas para ayudar a que el alumno resuelva el problema y desarrollar
en él la habilidad de resolver problemas.
Según él, para resolver un problema lo que se tiene que tener fundamentalmente al
inicio es interés de resolver el problema. La actitud que puede a matar un problema es
precisamente el desinterés; por ello se debe buscar la manera de interesar al alumno a
resolver problemas. Entonces, es relevante el tiempo que se dedique a exponer el
problema: el profesor debe atraer a los estudiantes hacia el problema y motivar la
curiosidad de los muchachos.
En ocasiones, el docente no encontrará progreso en el estudiante y, es probable se
deba a que éste no tiene deseos de resolver el problema.
Un método que suele resultar útil es el de la imitación: el profesor debe ser un modelo
para la Resolución de Problemas. Entonces, él mismo debe hacer las preguntas cuando
resuelve un problema en la clase. Ahora bien, es importante preparar con cuidado los
ejemplos, no se debe proponer ahí problemas que parezcan imposibles, sino que
realmente sean adecuados y que se encuentren al nivel del estudiante.
La presentación de los problemas tiene, entonces, mucho peso en el proceso. No
consiste en dar una lista interminable de ejercicios para que resuelvan y punto, de lo
contrario: se trata de sembrar la curiosidad y el interés por el problema.
El docente debe comenzar con una pregunta general o una sugerencia, ir poco a poco
a preguntas más precisas hasta obtener respuestas de los alumnos; luego debe realizar
preguntas y sugerencias simples y naturales.
En este libro de Pólya aparecen constantemente diálogos entre el profesor y estudiante,
así como ejemplos de problemas. Uno muy interesante es acerca del cálculo de la diagonal
de un paralelepípedo. En este problema Pólya sugiere que hay que llevar al estudiante a
razonar y ver problemas análogos (como el de calcular una diagonal en un rectángulo),
sin embargo acotaba: sería incorrecto que los profesores, con el afán de ayudar a los
estudiantes, hagan sugerencias como, por ejemplo, preguntar si se puede aplicar el
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teorema de Pitágoras. Pólya dice que un pregunta en ese sentido sería deplorable. El
estudiante que ya tiene clara la idea por donde va la solución va a ver muy natural que se
va a emplear el teorema de Pitágoras; pero la persona que no ha tenido la comprensión
clara del problema en ese momento va a decir: “se qué es el teorema de Pitágoras, pero
¿cómo se aplica en este problema?”
Esas preguntas parecen simples pero no son simples, tienen que ser conformadas con
mucho cuidado. El insiste mucho en que sean preguntas simples, naturales, que se le
puedan haber ocurrido a algún estudiante, que sean aplicables a todo tipo de problemas.
Este tipo de preguntas mencionan indirectamente las operaciones típicamente
intelectuales que se van a utilizar en la Resolución de Problemas.
La generalidad
El sentido común
Las preguntas tienen que ser naturales, sencillas: es lo que dice Pólya constantemente
ver en la pregunta ¿cuáles son sus datos? ¿Cuáles son sus posiciones? En realidad, este
tipo de preguntas aplican a cualquier ámbito del saber y no necesariamente a la
matemática. Sugieren ellas una cierta conducta que debe presentarse en forma natural en
la mente de cualquiera que tenga un cierto sentido común. Pólya hace mucho hincapié en
que si no existe un verdadero interés en el problema es muy complicado poder resolverlo.
El objetivo de realizar una pregunta o sugerencia es evidentemente ayudar al alumno
a resolver el problema en cuestión y, desde luego, desarrollar la habilidad de éste, de tal
modo que pueda resolver por sí mismo problemas posteriormente.
El libro de Pólya hacia el final resulta repetitivo. Insiste mucho en empezar por el
enunciado, visualizar el problema como un todo. Lo natural es que primero se deba
familiarizar con el problema como un todo; esto estimula la memoria. Ya visualizado se
tiene claro qué se tiene que resolver, y, una vez que suceda este proceso, se comprende el
problema; aquí ya se aíslan las partes y se comienza a resolver por partes el problema.
Una idea útil: comenzar por lo principal, verlo desde diferentes perspectivas,
conectarlo con conocimientos anteriores, buscar algo familiar y útil en lo que ha hecho
antes. Si se tiene una idea incompleta se debe considerar a fondo. Verificar en qué la idea
le pueda servir y en qué no, ayudará a concebir el problema en forma global.
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Ejecución del plan: inicie con la idea que lo lleve a la solución cuando esté seguro de
poder suplir todos los detalles. Asegúrese de que cada paso es correcto. Si es posible
divida el proceso en pequeños y grandes pasos.
Visión retrospectiva: una vez que se resuelve el problema es importante no dejar de
lado que siempre hay un aprendizaje para analizar lo que se hizo; evidentemente se aplica
posteriormente. El mismo problema puede ser útil en otro problema, no solo por el tipo
de problema sino por el método de solución.
LAS HEURÍSTICAS
2- Generalización
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consideración de un conjunto más pequeño (o incluso de un solo objeto) contenido en el
conjunto dado.
4- Analogía
REFERENCIAS