T Estudio de Casos de Amparo Tarea 3

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TOPICO ESTUDIO DE CASOS DE AMPARO

RESUMEN TAREA 3

NOMBRE: ISRAEL DE JESUS CRUZ MENA.

MATRICULA: 29182

LIC. ANA IGNOROSA.

FECHA: 07 JUNIO 2024


Dentro de una democracia, el amparo funciona como reconstructor del tejido social. La
sociedad democrática se va nutriendo y fortaleciendo, a través de la participación de las
personas y su relación armoniosa con las instituciones públicas. Sin embargo, este proceso
se ve interrumpido por la violación de los derechos de las personas.
El amparo mexicano sirvió como modelo para la redacción del artículo 8 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos (DUDH). La DUDH es la respuesta de la comunidad
internacional a los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Además, representó el mayor
esfuerzo de los estados integrantes de las Naciones Unidas para incorporar en un solo
catálogo los derechos mínimos para asegurar la vida digna de todas las personas. Los
estados miembros de la ONU reconocieron la necesidad de incorporar el derecho humano
a un recurso (judicial) efectivo por ser un instrumento pacífico para la resolución de
conflictos y protección de los individuos frente a los abusos de poder de la autoridad, y así
evitar que las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial se repitieran.
Durante el proceso de adopción de la DUDH y a propuesta de la delegación mexicana, se
retomó la figura del amparo mexicano respecto a la noción de este derecho, al ser el amparo
mexicano un juicio contra el abuso del poder en todas las formas posibles. La historia de
esta figura jurídica procesal la revela como una figura original y de avanzada, que cubre
una gama amplia de efectos para la protección.
Recurso de Amparo
El juicio de amparo es un medio o herramienta de defensa que es muy utilizado y del que
se habla mucho, pero en ocasiones, es difícil entender bien cuál es su objeto y su
funcionamiento. Conocer el amparo es necesario no sólo para quienes son abogadas o
abogados, es importante para cualquier persona, sea porque en algún momento podemos
necesitar defender nuestros derechos a través de la protección del poder judicial, o bien
porque conocer nuestros derechos y la forma de garantizarlos nos hace una sociedad más
libre, democrática, comprometida con el fortalecimiento del estado de Derecho y con la
búsqueda permanente de justicia y equidad. Conocer de qué trata el juicio de amparo es
importante para que cualquier persona o grupo defienda sus derechos.
El 2 de abril de 2013, entró en vigor una nueva Ley de Amparo en México. Pero, como
sabes, el amparo no es nuevo en nuestro país. De hecho, existe a nivel federal desde la
Constitución de 1857. El amparo es una de las herramientas jurídicas más utilizadas en
México. ¿Por qué? Porque el juicio de amparo les permite a todas las personas dentro de
nuestro territorio nacional defenderse, de manera pacífica, de los actos de la autoridad
pública que violen sus derechos humanos. Estos actos pueden provenir de policías,
agentes del ministerio público, regidores e incluso hasta de los actos de los mismos jueces.
El amparo mexicano ha inspirado a muchos otros países, especialmente de América Latina,
a adoptar figuras similares para revisar que los actos de la autoridad se apeguen a su
Constitución. Incluso ha tenido influencia en el ámbito internacional de los derechos
humanos.
El amparo se puede interponer contra:
• Actos de una autoridad;
• Omisiones de una autoridad;
• Normas generales; (tratados, leyes federales, estatales, bandos municipales, decretos,
normas oficiales, etc.),
• Cuando consideramos violado un derecho humano.
Al igual que la ampliación de los derechos humanos protegidos por el amparo, la nueva ley
ha incorporado la ampliación del concepto de quién está en posibilidad legal de interponer
un amparo; la nueva ley fortalece así el carácter garantista y protector de este recurso.
Anteriormente, para tener la facultad de presentar una demanda de amparo y proceder a
juicio, se tenía que demostrar que el acto de autoridad afectaba o violaba un derecho
subjetivo de la quejosa. A esto la jurisprudencia o decisiones obligatorias del poder judicial
le llama interés jurídico.
Para contar con interés jurídico se requiere que el derecho esté establecido en una ley.
Además, se requiere que la persona que se considera afectada por un acto de autoridad
sea titular de ese derecho, tenga la facultad de exigir se respete ese derecho y exista la
obligación correspondiente por parte de una autoridad de responder a esa exigencia.
Partes del Juicio de Amparo

I. El quejoso, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho subjetivo o de un
interés legítimo individual o colectivo, siempre que alegue que la norma, acto u omisión
reclamados violan los derechos previstos en el artículo 1o de la presente Ley y con ello se
produzca una afectación real y actual a su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en
virtud de su especial situación frente al orden jurídico. El interés simple, en ningún caso,
podrá invocarse como interés legítimo. La autoridad pública no podrá invocar interés
legítimo.

II. La autoridad responsable, teniendo tal carácter, con independencia de su naturaleza


formal, la que dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue
situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u omita el acto que de realizarse
crearía, modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas.

III. El tercero interesado, pudiendo tener tal carácter:

a) La persona que haya gestionado el acto reclamado o tenga interés jurídico en que
subsista;

b) La contraparte del quejoso cuando el acto reclamado emane de un juicio o controversia


del orden judicial, administrativo, agrario o del trabajo; o tratándose de persona extraña al
procedimiento, la que tenga interés contrario al del quejoso;

c) La víctima del delito u ofendido, o quien tenga derecho a la reparación del daño o a
reclamar la responsabilidad civil, cuando el acto reclamado emane de un juicio del orden
penal y afecte de manera directa esa reparación o responsabilidad;

d) El indiciado o procesado cuando el acto reclamado sea el no ejercicio o el desistimiento


de la acción penal por el Ministerio Público;

e) El Ministerio Público que haya intervenido en el procedimiento penal del cual derive el
acto reclamado, siempre y cuando no tenga el carácter de autoridad responsable.

IV. El Ministerio Público Federal en todos los juicios, donde podrá interponer los recursos
que señala esta Ley, y los existentes en amparos penales cuando se reclamen resoluciones
de tribunales locales, independientemente de las obligaciones que la misma ley le precisa
para procurar la pronta y expedita administración de justicia.
Etapas Procesales del Juicio de Amparo
 Expositiva
 Probatoria
 Conclusiva
 Resolutiva
 Impugnativa
 Ejecutiva
Para examinar las diversas etapas procesales conviene distinguir, por un lado, aquellas que
pertenecen al proceso penal, y por el otro, las que corresponden a los procesos diferentes
del penal.
Nos referiremos primero a estas últimas para después aludir a las etapas del proceso penal.
En términos generales, los procesos diferentes del penal (civil, mercantil, laboral, etcétera),
se desenvuelven a través de las siguientes etapas:
a) En primer lugar, una etapa preliminar o previa al proceso propiamente dicho, durante
la cual se pueden llevar a cabo algunos de los medios preparatorios o de las
providencias precautorias. En ocasiones, esta etapa preliminar puede ser necesaria
para poder iniciar el proceso, como ocurre con la conciliación en el proceso del
trabajo o con el agotamiento de los recursos administrativos en el proceso fiscal.
Generalmente, sin embargo, se trata de una etapa contingente o eventual.
b) La primera etapa del proceso propiamente dicho es la expositiva, postulatoria o
polémica, durante la cual las partes exponen o formulan, en sus demandas,
contestaciones y reconvenciones, sus pretensiones y excepciones, así como los
hechos y las disposiciones jurídicas en que fundan aquéllas. En esta fase se plantea
el litigio ante el juzgador.
c) La segunda fase del proceso es la probatoria o demostrativa, y en ella las partes y
el juzgador realizan los actos tendentes a verificar los hechos controvertidos, sobre
los cuales se ha planteado el litigio. Esta etapa se desarrolla normalmente a través
de los actos de ofrecimiento o proposición de los medios de prueba, su admisión o
rechazo; la preparación de las pruebas admitidas, y la práctica, ejecución o
desahogo de los medios de prueba admitidos y preparados.
d) La tercera etapa del proceso es la de alegatos o de conclusiones, y en ella las partes
expresan las argumentaciones tendentes a demostrar que han quedado probados
los hechos en que fundaron sus respectivas pretensiones y excepciones y que
resultan aplicables los preceptos jurídicos invocados en apoyo de dichas
pretensiones y excepciones
e) La cuarta etapa del proceso es la resolutiva, en la cual el juzgador, sobre las
posiciones contradictorias de las partes y con base en los hechos efectivamente
probados, emite su decisión sobre el conflicto de fondo y pone término normalmente
al proceso.
Estas cuatro etapas integran lo que se conoce como primera instancia o primer grado de
conocimiento del litigio. En ocasiones las leyes procesales establecen que es la única
instancia, como ocurre con los juicios civiles ante los juzgados mixtos de paz o con los
juicios laborales; aunque en ambos casos todavía es posible impugnar la sentencia o el
laudo, así como las demás resoluciones que pongan fin al juicio o cuya ejecución sea de
imposible reparación, a través del juicio de amparo. En otras ocasiones, los ordenamientos
procesales permiten que, a través de la interposición de un recurso (el de apelación,
generalmente), se inicie la segunda instancia o segundo grado de conocimiento del litigio,
durante el cual se pueden reproducir, repetir o corregir todas o algunas de las etapas de la
primera instancia, según la extensión con que las leyes regulen la segunda instancia. Aun
en los procesos en los que se permite la segunda instancia, ésta regularmente es sólo una
fase eventual, contingente, que puede o no presentarse de acuerdo con los intereses y
posibilidades de la parte que no obtuvo sentencia estimatoria en la primera instancia. La
sentencia que se dice en la segunda instancia también es impugnable por medio del juicio
de amparo.

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