T Estudio de Casos de Amparo Tarea 3
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RESUMEN TAREA 3
MATRICULA: 29182
I. El quejoso, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho subjetivo o de un
interés legítimo individual o colectivo, siempre que alegue que la norma, acto u omisión
reclamados violan los derechos previstos en el artículo 1o de la presente Ley y con ello se
produzca una afectación real y actual a su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en
virtud de su especial situación frente al orden jurídico. El interés simple, en ningún caso,
podrá invocarse como interés legítimo. La autoridad pública no podrá invocar interés
legítimo.
a) La persona que haya gestionado el acto reclamado o tenga interés jurídico en que
subsista;
c) La víctima del delito u ofendido, o quien tenga derecho a la reparación del daño o a
reclamar la responsabilidad civil, cuando el acto reclamado emane de un juicio del orden
penal y afecte de manera directa esa reparación o responsabilidad;
e) El Ministerio Público que haya intervenido en el procedimiento penal del cual derive el
acto reclamado, siempre y cuando no tenga el carácter de autoridad responsable.
IV. El Ministerio Público Federal en todos los juicios, donde podrá interponer los recursos
que señala esta Ley, y los existentes en amparos penales cuando se reclamen resoluciones
de tribunales locales, independientemente de las obligaciones que la misma ley le precisa
para procurar la pronta y expedita administración de justicia.
Etapas Procesales del Juicio de Amparo
Expositiva
Probatoria
Conclusiva
Resolutiva
Impugnativa
Ejecutiva
Para examinar las diversas etapas procesales conviene distinguir, por un lado, aquellas que
pertenecen al proceso penal, y por el otro, las que corresponden a los procesos diferentes
del penal.
Nos referiremos primero a estas últimas para después aludir a las etapas del proceso penal.
En términos generales, los procesos diferentes del penal (civil, mercantil, laboral, etcétera),
se desenvuelven a través de las siguientes etapas:
a) En primer lugar, una etapa preliminar o previa al proceso propiamente dicho, durante
la cual se pueden llevar a cabo algunos de los medios preparatorios o de las
providencias precautorias. En ocasiones, esta etapa preliminar puede ser necesaria
para poder iniciar el proceso, como ocurre con la conciliación en el proceso del
trabajo o con el agotamiento de los recursos administrativos en el proceso fiscal.
Generalmente, sin embargo, se trata de una etapa contingente o eventual.
b) La primera etapa del proceso propiamente dicho es la expositiva, postulatoria o
polémica, durante la cual las partes exponen o formulan, en sus demandas,
contestaciones y reconvenciones, sus pretensiones y excepciones, así como los
hechos y las disposiciones jurídicas en que fundan aquéllas. En esta fase se plantea
el litigio ante el juzgador.
c) La segunda fase del proceso es la probatoria o demostrativa, y en ella las partes y
el juzgador realizan los actos tendentes a verificar los hechos controvertidos, sobre
los cuales se ha planteado el litigio. Esta etapa se desarrolla normalmente a través
de los actos de ofrecimiento o proposición de los medios de prueba, su admisión o
rechazo; la preparación de las pruebas admitidas, y la práctica, ejecución o
desahogo de los medios de prueba admitidos y preparados.
d) La tercera etapa del proceso es la de alegatos o de conclusiones, y en ella las partes
expresan las argumentaciones tendentes a demostrar que han quedado probados
los hechos en que fundaron sus respectivas pretensiones y excepciones y que
resultan aplicables los preceptos jurídicos invocados en apoyo de dichas
pretensiones y excepciones
e) La cuarta etapa del proceso es la resolutiva, en la cual el juzgador, sobre las
posiciones contradictorias de las partes y con base en los hechos efectivamente
probados, emite su decisión sobre el conflicto de fondo y pone término normalmente
al proceso.
Estas cuatro etapas integran lo que se conoce como primera instancia o primer grado de
conocimiento del litigio. En ocasiones las leyes procesales establecen que es la única
instancia, como ocurre con los juicios civiles ante los juzgados mixtos de paz o con los
juicios laborales; aunque en ambos casos todavía es posible impugnar la sentencia o el
laudo, así como las demás resoluciones que pongan fin al juicio o cuya ejecución sea de
imposible reparación, a través del juicio de amparo. En otras ocasiones, los ordenamientos
procesales permiten que, a través de la interposición de un recurso (el de apelación,
generalmente), se inicie la segunda instancia o segundo grado de conocimiento del litigio,
durante el cual se pueden reproducir, repetir o corregir todas o algunas de las etapas de la
primera instancia, según la extensión con que las leyes regulen la segunda instancia. Aun
en los procesos en los que se permite la segunda instancia, ésta regularmente es sólo una
fase eventual, contingente, que puede o no presentarse de acuerdo con los intereses y
posibilidades de la parte que no obtuvo sentencia estimatoria en la primera instancia. La
sentencia que se dice en la segunda instancia también es impugnable por medio del juicio
de amparo.