MADERA
MADERA
MADERA
-Baja densidad: Suelen ser menos densas que el agua (de ahí que floten).
- Conductividad térmica y eléctrica baja. La madera es un excelente aislante térmico (casas de madera
en países fríos, por ejemplo). Las maderas ricas en agua son mejores conductores que las secas.
- Es muy resistente al esfuerzo de tracción (estirarse) y bastante resistente a la compresión (aunque
la mitad de resistente que a la tracción).
- Hendibilidad: Una madera es hendible cuando tiene tendencia a desgarrarse en el sentido de las vetas
(dibujo de la madera natural) cuando sufre un esfuerzo.
- Humedad: Es un elemento que se debe reducir para obtener una madera útil, desde un punto de vista
tecnológico.
Clasificación.
Las maderas naturales se clasifican atendiendo a su dureza en dos grandes grupos
a) Maderas blandas: cuyos árboles tienen hoja perenne, son resinosos. Ej: pino, ciprés, abeto, cedro,...
Son maderas ligeras, de color claro, fácil de trabajar y de bajo coste.
b) Maderas duras: cuyos árboles tienen hoja caduca. Ej: roble, castaño, nogal, olmo. Madera compacta,
coloreada, de mayor densidad y en general de mayor calidad y precio. Son de crecimiento lento.
Propiedades de la madera.
• Densidad: En general la madera suele ser menos densa que el agua, de ahí que flote en ella.
• Dureza: la dureza de la madera suele estar relacionada con la estructura orgánica y con la mayor o
menor presencia de agua y aire entre sus células y tejidos. En general, los árboles de crecimiento lento
dan maderas más duras y los de crecimiento rápido a maderas más blandas. En general, las maderas
blandas pertenecen a árboles resinosos de hoja perenne, suelen ser blanquecinas y son fáciles de
trabajar. Las maderas duras corresponden a árboles de hoja caduca y frecuentemente son de color
oscuro y su trabajo ofrece mayor dificultad.
• Brillo: Hay maderas que una vez pulidas, presentan una superficie lisa y brillante que las hace muy
apreciadas. Por ejemplo, la acacia.
• Conductividad térmica y eléctrica: Todas las maderas poseen una escasa conductividad, tanto térmica
como eléctrica; de ahí sus aplicaciones como aislante térmico (casas de madera en países fríos,
ventanas y puertas de madera, etc.).
• Propiedades mecánicas: En general guardan relación con la resistencia que ofrece la madera a los
esfuerzos mecánicos de compresión, tracción, flexión, desgaste y cizallamiento.
• Resistencia mecánica: A la tracción, compresión, flexión, cortadura, desgaste, … Es muy resistente al
esfuerzo de tracción (estirarse) y bastante resistente a la compresión (aunque la mitad de resistente que
a la tracción).
• Hendibilidad: Es la facilidad con que se abren las fibras de la madera en sentido longitudinal. Hienden
peor las maderas duras, las secas, las resinosas y con nudos. La madera hendible es poco apta para el
clavado y para realizar encajes. Si el secado es brusco la madera tiende a abrirse.
• Retractabilidad o contracción: Pérdida de volumen al perder parte del agua.
• Humedad: Cantidad de agua que tiene la madera en su estructura. Está relacionada con su peso y
afecta a otras propiedades físicas y mecánicas. Elemento que se debe reducir para obtener una madera
útil, desde un punto de vista tecnológico.
• Flexibilidad: Característica de las maderas jóvenes, verdes y blandas, que admiten ser dobladas sin
romperse.
• Características estéticas: Color, veteado, olor,…
Si damos un corte transversal a un tronco de un árbol, distinguimos las siguientes partes, de dentro a fuera:
• Médula o duramen: Formada por células muertas que están muy lignificadas. Su aspecto es seco
y duro.
• Albura o leño: De aspecto blanquecino, formada por células vivas en su parte exterior y es el
responsable del transporte de la savia bruta desde la raíz del árbol hasta las partes aéreas. Durante
el crecimiento del árbol, las células interiores mueren y pasan a engrosar el duramen.
• Cambium: Capa de células vivas entre la albura y la corteza interna. Durante su crecimiento da lugar
a la formación de la albura y a nuevas células de la corteza interna.
• Corteza interna: Es por donde circula la savia elaborada; está formada por células que poco a poco
se desplazan al exterior formando la corteza externa. También se denomina floema o líber.
• Corteza externa: Formada por una capa de células muertas, que protege al árbol contra las
inclemencias del tiempo y del ataque de insectos y parásitos.
En la industria se aprovecha casi exclusivamente el tronco del árbol por tener mayores aplicaciones.
Excepcionalmente se aprovechan las raíces y ramas gruesas para la obtención de maderas finas, con
veteados espectaculares, en la construcción de muebles de diseño. La parte que interesa del tronco es
el duramen (leño viejo del árbol en torno al centro, que es más seco y rígido), junto con la albura (leño
joven del árbol, en torno al duramen, que contiene todavía células vivas que transportan agua y
nutrientes).
Generalmente, la madera una vez trabajada, debe sufrir algún tratamiento complementario que garantice
su protección de agentes externos (humedad, sol, hongos, insectos…). Los recubrimientos protectores no
influyen en la estructura de la madera, aumentan la duración del trabajo y facilitan su conservación y buen
aspecto. Estos tratamientos consisten en la aplicación de pinturas, ceras, barnices, tintes... que, además
de proteger, dan una estética adecuada. En el proceso de secado, se emplean algunas sustancias para
proteger la madera, como: sulfato de cobre (elimina los hongos), cloruro de cinc, azufre derretido, creosota
(líquido oleaginoso derivado del alquitrán que protege de la intemperie), resinas, aceite de linaza, etc.