El Buen Amor en El Noviazgo

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El Buen Amor en el noviazgo

PRESENTACIÓN
Estimado lector:

En estas páginas he reunido preguntas y mis respuestas intercambiadas


con novios que me han consultado personalmente o por correo
electrónico. Varias de esas preguntas han sido publicadas antes en el
Blog del Buen Amor , que funciona como consultorio o clínica virtual del
Buen Amor. Todas las consultas se publican con la expresa autorización
de los interesados, pero obviamente bajo pseudónimo. Ellos han
comprendido que tanto su pregunta como la respuesta podrían iluminar
a muchos novios que pasan por situaciones semejantes y no saben qué
hacer.

Los que me preguntan son creyentes católicos, que no necesitan


demostración de las verdades en que creen. Mis respuestas a estas
preguntas suponen esa fe y se basan en los principios revelados por
Dios acerca de la creación del varón y la mujer y del amor derramado
por Dios en sus corazones. Es éste un don divino que ellos comparten y
que los impulsa a unirse para siempre en matrimonio fecundo y fiel.

Mis respuestas aplican a los casos concretos los principios revelados por
Dios que he expuesto en los libros: “La Casa sobre Roca” y “¿Qué le
pasó a nuestro amor?”. Si en las obras anteriores expuse la doctrina, en
ésta ofrezco sus aplicaciones prácticas que permitirán asimilarla mejor.
Si aquellas obras eran saludablemente contraculturales - como lo es
nuestra fe -, también lo es, inevitablemente, ésta.

Estos diálogos son apenas un ramillete selecto. No pretenden agotar la


problemática del amor en el noviazgo. Pero aún así espero que
contribuyan a que otros jóvenes creyentes comprendan mejor la
sabiduría que encierra la doctrina revelada acerca del amor humano,
creado, caído y elevado por la gracia de Dios a sacramento y misterio
grande. Y que a su luz puedan orientarse por sí mismos en el camino del
noviazgo hasta el sagrado matrimonio.
Tengo que advertir al lector que a estas respuestas escritas a preguntas
concretas formuladas también por escrito, no se les puede pedir que
sean aplicables tal cual a otros casos. Son ejemplos concretos que
pueden inspirar comportamientos, pero no siempre pueden imitarse al
pie de la letra, sino mediante una creatividad espiritual ayudada por la
gracia. La variedad de circunstancias individuales exigiría muchas veces
variedad de respuestas y consejos. Se puede aplicar aquí lo que advierte
Aristóteles acerca de los principios generales del comportamiento
humano, porque a su manera vale para las aplicaciones casuísticas de
esos principios:

“En la consideración de los asuntos del espíritu no debe exigirse una


precisión igual a la que se exige en los trabajos de precisión. […] Así
pues, cuando se trata de asuntos de este género y se parte de este tipo
de principios, es preciso saber contentarse con un bosquejo un poco
grosero de la verdad. […] De aquí que deba acogerse con indulgente
reserva todo lo que vamos a decir. Un espíritu cultivado no debe exigir
en cada género de objetos más precisión que la que permita la
naturaleza misma de la cosa que se trate. Y tan irracional sería exigir de
un matemático una mera probabilidad, como exigir de un orador
demostraciones en forma” (Aristóteles. Ética a Nicómaco, Libro I,
capítulo 1)

P. Horacio Bojorge S.J.


Montevideo, 8 de setiembre de 2010
Natividad de Santa María Virgen

INDICE

1.- Sonia: Amar ¿Está en mi mano?

2.- Mariana: De si amar está en mi mano

3.- Laura: Al final me volví al que siempre me había amado

4. –Ernesto: La esposa la da Dios


5.- Marcela: Deshojando la margarita

6.- Guadalupe: Soltera para siempre

7.- Gimena: Castidad en el noviazgo ¿qué hacer para no caer?

8. Giovanna: ¡Mi novio es tan callado!

9.- Jacinta: Tentada contra el novio

10.- Verónica: Prepararse a la llegada del esposo


11.- Eliana: Un novio perverso

12.- Aurora: Él no me agrada del todo físicamente

1. Sonia: Amar ¿está en mi mano?


¿Es posible enamorarse por voluntad y decisión o es imposible?

1. Padre:

Aprovecho la presente, para hacerle una pregunta que desde hace un


tiempo está dando vueltas en mi cabeza: ¿Es posible enamorarse por
voluntad y decisión o es imposible, siendo el único camino para el
enamoramiento la espontánea y casi natural inclinación del corazón por
alguien? Es decir, ¿Se puede un hombre proponer a amar a una mujer o
viceversa? De mi parte a veces pienso que sí y otras que no...

¿Será que el mundo actual es tan sensiblero y hedonista? No sé. Se lo


pregunto por algo que me está pasando a mí misma y me hace dudar
dolorosamente. A mí me está ocurriendo que a mis treinta y un años
siento más con la cabeza y mi corazón está más ecuánime.

Pues le cuento que yo tengo un enamorado maravilloso, un hombre muy


bueno que me quiere mucho y ese amor suyo me ha dejado atónita
hasta el punto de dudar si lo que yo siento por él es lo mismo... me
aterra pensar que no pueda corresponder a ese amor grande, pues es
todo lo que yo siempre soñé y pedí al Señor que me diera. Lo quiero
muchísimo pero me preocupa no sentir por el ese apasionamiento del
latir del corazón sino mas bien un amor tranquilo, sereno, conforme... y
esto me llevó a creer si acaso realmente lo amaba.

Sin embargo, yo deseo corresponderle y serle fiel y casarme con él, tal
como lo soñamos... Mas, como le decía no soy la adolescente que antes
amaba con furor a sus amores imposibles... y no ser así me ha dado
preocupación, pero como le digo, deseo seguir con él adelante porque
mi corazón me dice que él es la persona indicada y soy feliz.
Me encantará muchísimo recibir su respuesta, mil Gracias, Padre.
Sonia

Primera parte de mi respuesta

Muy estimada Sonia:

Paso a contestar tu pregunta sobre si el amor entre varón y mujer


puede ser una decisión de la voluntad. Entiendo que me preguntas si
uno podría enamorarse de cualquiera, del que uno quisiera o decidiera
enamorarse. Quizás, como en tu caso, de alguien que lo ama a uno, y
por el que uno no se siente apasionadamente enamorado, o duda de
estar enamorado con amor verdadero, porque tiene sentimientos
distintos a los que sentía siendo más joven.

Primero te contesto con una visión global del hecho del amor humano

El amor "debe" ser una decisión de la voluntad, pero no puede ser


solamente de la voluntad. ¿Por qué? Primero porque el ser humano no
consta solamente de voluntad y segundo, porque a consecuencias del
pecado original, la razón y la voluntad no tienen el dominio de toda la
persona.

Me sigo explicando: El ser humano es un ser complejo, compuesto de


cuerpo y alma De ahí que sus operaciones o acciones son también
complejas. El amor humano también es una operación de todo el ser
humano: de su alma o su espíritu, donde reside la voluntad, pero
también de sus apetitos sensibles, pasionales e instintivos. Claro está
que son la razón y la voluntad las que deben regirlos a todos los demás,
por ser las potencias o facultades espirituales y más elevadas. Por eso,
podemos decir que amar es un acto principalmente de la inteligencia y
la voluntad, pero no solamente de ellos.
A esta consideración es necesario agregar otra. Y es que, a
consecuencia del pecado original, el poder de la razón y de la voluntad
sobre los apetitos sensibles se ve disminuido y a veces hasta anulado,
de modo que la atracción hacia el otro puede convertirse en un impulso
predominante o puramente sensible, (sentimental), o
predominantemente pasional e interesado (lujuria, avaricia, promoción
social) y hasta violento e instintivo con anulación de la razón (como en
el violador compulsivo).

Así que, enamorarse por voluntad o por una pura decisión voluntaria,
"debería" ser posible si la creatura humana hubiera conservado el
dominio de sus facultades espirituales sobre las sensibles que tenía
antes del pecado original, en el estado de inocencia.

Pero puesto que por el pecado original el ser humano ha perdido ese
dominio, el amor se ha convertido en un lugar de conflicto entre sus
facultades o potencias espirituales y sus facultades o potencias
sensibles.

Y eso, no solamente en el momento de enamorarse, sino durante toda


la vida en común de los enamorados, hasta que la muerte los separe.
Por eso, dice San Pablo con entera verdad, que los que se casan
“sufrirán tribulación en la carne” (1ª Corintios 7, 28). Con el pecado
original los deseos ya no obedecen a la razón, y sobreviene lo que se
llama concupiscencia, o desorden de las pasiones, que las potencias
espirituales no podrían dominar por sí solas, si no fuera con el auxilio de
Dios y de su gracia. Por lo que Dios primero dio la Ley de Moisés y luego
instituyó un sacramento de sanación, gracia y santificación: el
matrimonio. Este sacramento auxilia en las tribulaciones de la carne,
pero no las anula, ni las ahorra.

Vuelvo pues a tu pregunta y sigo matizando la respuesta. Es posible


enamorarse del que uno decida querer, por la voluntad y pura decisión,
en la medida en que la gracia sana la naturaleza herida por el pecado
original y le devuelve a las potencias espirituales, el dominio sobre las
potencias sensibles. Es decir, en la medida en que la sanación por la
gracia devuelve a un ser humano el dominio de sus potencias por su
razón y su voluntad sanadas.

Amarse es amistad recíproca. Para amarse se necesita que se amen los


dos.

Pero avancemos ahora un paso más. El amor entre varón y mujer, por
ser un amor de amistad supone que se amen los dos. Es decir que los
dos tomen la decisión de amarse. Para eso sería necesario que los dos
estuvieran tan sanados por la gracia, que su razón y voluntad pudieran
hacer un acuerdo perfecto, dominando todo el ámbito de los afectos,
sentimientos etc.
Aquí se ve que tu pregunta, por referirse a una sola de las partes,
parece estar suponiendo que la otra parte ya ama. La pregunta sería
sobre si es posible corresponder al amor del otro por uno, por pura
voluntad o decisión. ¿Puede una mujer decidir enamorarse del hombre
que la ama, sin tener mayores sentimientos hacia él, por pura voluntad
o decisión?

Comentario de Jorge

En mi experiencia personal sí es posible enamorarse y aún más amar a


una persona por la voluntad. No olvidemos que el acto de amar es un
acto de voluntad y de realizar el esfuerzo de andar en la Gracia del
Señor. Me enamoré de mi esposa y la amo por propia voluntad, pero
dentro de este amor quiero que ella sea feliz.

Segunda parte de mi respuesta

Sonia:
Ahora voy a repetirte la respuesta que te adelanté globalmente en la
entrada anterior, pero procediendo esta vez por pasos
Tu pregunta era, en resumen, ésta: ¿Es posible enamorarse por
voluntad y decisión o es imposible, siendo el único camino para el
enamoramiento la espontánea y casi natural inclinación del corazón por
alguien?

1º) Por ser el ser humano una creatura compuesta: "espiritual-sensible-


instintiva", los actos de la potencia espiritual que es la voluntad, tendrán
resonancias en las demás esferas: sensible, afectiva, pasional. Por su
naturaleza, las resonancias en el dominio sensible, son más "ruidosas" o
"perceptibles" que el deseo o decisión espiritual de la voluntad.

2º) Pero, a consecuencia del pecado original, sucede que el hombre es


movido a menudo "involuntariamente", al margen de su voluntad, o aún
en contra de ella.

Es movido ¿por quién? por los afectos, los sentimientos, las pasiones. A
consecuencia del pecado original, éstas quedaron independizadas del
gobierno de la razón. Y así puede suceder, por ejemplo, que alguien no
sienta afectos de amor hacia el que lo ama. Que no sea bastante motivo
para moverse a amar al otro, el hecho de que el otro lo ame.

El motivo de que se presente el drama del amor no correspondido es


que, a consecuencia del pecado original, alguien puede sentirse incapaz
de amar “por pura voluntad o por decisión” (como dices tú, Sonia) al
que ve que lo ama.

3º) La voluntad, que es la potencia amorosa, por la que nos movemos


hacia el bien conocido por la razón y la inteligencia, es ciega. Ella se
mueve por el bien que la inteligencia y la razón conocen como bien y le
presentan como bien. Por eso el diosecillo griego del amor que llaman
Cupido, es representado como un niño con los ojos vendados y con un
arco y flecha en la mano: un niño, sin razón madura, caprichoso, y que
arroja sus flechas a ciegas.

Una de las consecuencias del pecado original, es una herida su


inteligencia: la ignorancia. Y por eso, una voluntad guiada por una razón
ignorante, puede abrazarse a lo que las pasiones o los instintos le
presentan como un bien, siendo que de hecho son un mal. En ese caso,
la voluntad no hace culpable al hombre cuando él sigue las indicaciones
que le da su inteligencia ignorante y hace el mal que su inteligencia le
presenta como bueno.

Si al varón le dicen que debe fornicar y que no es hombre si no fornica,


y si ese hombre no conoce la ley de Dios que prohíbe fornicar, cuando
hace lo que dicen los hombres sigue con su voluntad lo que le presentan
como bueno. Por eso era necesario que el Señor promulgara la Ley,
porque la razón humana ya no distinguía entre bien y mal.

Así que viniendo a tu pregunta. Sería posible amar con la sola voluntad
al que nos ama

1.- Si el alma fuera sanada por la gracia e instalada en el orden de: a)


una inteligencia sanada de la ignorancia. ¿Cómo? Gracias, 1º) a la
revelación divina; 2º) a la fe y 3º) a la instrucción religiosa ortodoxa,
4º) a una cultura familiar y social que se lo enseñe, facilite y apruebe.
b) una voluntad sanada de su malicia
c) una sensibilidad ordenada por la templanza y la fortaleza.

Dicho cortito: En la medida en que la inteligencia y la voluntad tengan


dominio sobre la sensibilidad, las pasiones y los deseos instintivos, es
posible amar por pura voluntad. En la medida en que pase al revés, las
pasiones pueden más que la voluntad. Eso es lo que procuro dar a
conocer en este Blog del Buen Amor. Por eso, agradezco tu pregunta
que me permite exponerla.

Bueno, vienen a buscarme y tengo que abandonar para seguir en otro


momento, porque el tema da para mucho. Y para responder bien tu
pregunta hay que tener en cuenta muchas cosas acerca de la verdad del
corazón humano, creado, caído, salvado por la gracia.

Tercera y última parte de mi respuesta


Sonia, sigo tratando del tema que me planteaste con tu pregunta...

Ayudará a entender el hecho considerar lo que pasa con los jóvenes.


Resulta que la edad en que los jóvenes se ennovian es precisamente la
edad de las pasiones, en que éstas, especialmente las amorosas y
sexuales, son muy fuertes y compiten con la razón por el dominio de la
voluntad.
Los jóvenes en este caso, evidentemente, están muy influidos por la
pasión en su elección amorosa. Podrían elegir con la voluntad en edad
más avanzada, pero entonces se ha perdido capacidad dialogal y para
adaptarse al otro. Se ha perdido precisamente la vitalidad y la fuerza
que dan las pasiones. Los seres humanos se han hecho más
razonadores, pero no siempre por virtud, sino por desengaños o malas
experiencias.
Lo ideal sería aunar el vigor de las certezas de la razón con la fuerza de
las pasiones y de los sentimientos, y la inteligencia dirigiéndolo todo,
iluminada por el conocimiento del Bien (Dios) y la voluntad orientada
hacia Él.

Eso no sucede debido al pecado original.

Creo que la cultura católica, inspirada por las virtudes teologales,


cuando ella regía la cultura social y política, iniciaba desde niños a la
cultura de las pasiones dominadas y gobernadas por el amor a Dios.
Educaba personas para el matrimonio, desde niños .

A los varones les enseñaba especialmente a dominar su ira y su tristeza,


así como el impulso a la voracidad, por amor a Dios y respeto a sus
padres a sus hermanas, a los suyos. A las niñas les enseñaba a hacerse
libres frente a sus caprichos, capaces de renunciar a su propia voluntad,
por amor a Dios, a los suyos, a los más débiles. Así se preparaban
desde niños para el dominio de las pasiones instintivas (más bien los
varones) y las pasiones del alma (más bien las niñas). Y a gobernarse
por la razón y por el buen amor, a Dios y a los demás, jerarquizado en
ese "los demás" con el orden cristiano.
Tal como están las cosas en el orden (es más bien desorden) de la
naturaleza caída, elevada por la gracia y sanada por Cristo en los
sacramentos, es muy difícil "enamorarse por voluntad y decisión", pero
no imposible. Creo que aquí, como en lo del celibato o virginidad por el
Reino de los Cielos, vale lo que dice Jesús: "el que pueda entender que
entienda".

En la vida de Santo Tomás Moro se lee que hizo una elección muy
racional de la que sería su esposa y la madre de sus hijos.
Hace unas semanas subí al blog el video de María Cecilia y Salvador,
porque demuestra cuánto puede superar en la tolerancia de los defectos
físicos en el otro, la voluntad de construir algo juntos y de perpetuarse
en los hijos.

Las culturas de los pueblos demuestran también que en muchas, no


eran ni los sentimientos, ni la decisión personal la que determinaba el
casamiento, sino la voluntad de los padres, de la familia. Y eso no era
obstáculo para que interiorizando los imperativos del interés familiar o
social, los esposos compartieran un fin común y de ese modo creciera
entre ellos el afecto y la amistad que hace fieles.

En una entrada del 31 de diciembre de 2008 subí a este Blog del Buen
Amor, una página de una web judía que expone su punto de vista sobre
el amor humano:

Allí leemos: “El verdadero amor, no consiste en que dos personas se


sientan atraídos el uno hacia el otro por algo exterior que los junta. Hay
verdadero amor cuando se sienten más bien atraídos por la esencia del
otro. Ellos se identifican el uno con el otro y, en consecuencia, sus
propias naturalezas hacen que su amor mutuo sea inevitablemente
verdadero y perdurable” .
El tema da para largo... y pienso seguir tratándolo, pero ya no por mi
cuenta, sino a la luz de un libro que ha tratado el tema en forma muy
profunda e interesante . Bueno, me empieza a pesar mucho el sueño.
Que el Señor la bendiga mucho.

Comentario de Jorge
Excelente post, muchos pensamos que el amor es solo romanticismo,
pero el amor maduro va más allá, y para eso requiere prepararse.

La respuesta final de Sonia


Por viajes y otras distintas ocupaciones, Sonia recién se enteró meses
después de nuestra respuesta a su pregunta. Le impresionó
especialmente la intervención de Mariana (ver el próximo testimonio).
Sonia nos hizo llegar este eco final.

¡Padre, me dio mucha alegría ver mi pregunta en el blog!,


De hecho como no encontraba mi nombre no sabía dónde estaba; ahora
sé que yo era "Sonia" y bueno, leí todo y como siempre su respuesta me
volvió a dar luces y a confirmar lo que ahora siento por él.

Más aún, me llenó de alegría y gratitud el testimonio de Mariana...


¡sinceramente qué alegría! pues pensé que sólo a mí me pasaba y hasta
en algún momento creí que era una cosa extraña lo que sentía, sin
precedentes... y mire usted, luego cuando me respondió sentí
tranquilidad, paz, seguridad.

A estas alturas, le cuento, que me siento felizmente enamorada, muy


segura de Manuel y sé -me lo dice la realidad por todos los lados- que
es el amor de mi vida. Incluso, en Una historia de Amor de Felicita lo
leí... José le describía su amor como algo tranquilo, suave sin
aspavientos. (Un poco me recuerda a la llegada del Espíritu Santo, sin
rayos ni relámpagos como uno se le esperaba).

Amo a Manuel más allá de lo que yo misma creía y todo lo ha hecho


Dios. Ese doloroso tiempo de dudas, que jamás antes había sentido
porque jamás antes me había enamorado, pasó poco tiempo después de
lo que usted me dijo, en su respuesta.
¡Ahora puedo confirmar que Mariana tiene mucha razón!... y yo, así
como ella de su esposo, me enamoro cada vez más de Manuel. ¡Por
favor, le da usted muchas gracias de mi parte! Dígale que estoy muy
feliz. Iba a escribir un comentario al pie de su testimonio pero pensé
que tal vez saldría mi verdadero nombre y me abstuve.

Gracias Padre, por ayudarme tanto.

Manuel estuvo aquí en agosto, no recuerdo si le conté mi historia de


amor, y nos pensamos casar pero por motivos circunstanciales todavía
el año que viene por lo que le ruego que me ayude a rezar para que
todo salga bien. Ahora, estoy haciendo los trámites para viajar al país
donde vive él y conocer a su familia.

Conocí a Manuel el siete de febrero de este año. Recibí un correo


electrónico suyo donde me contaba que me había visto participar en el
foro de solteros de "Catholic.net"... de ahí en adelante conversamos
mucho por este medio hasta que vio posible venir a verme en Semana
Santa, para vernos y así fue. Luego, debí ir yo en julio pero no pude
pero él sí pudo venir por segunda vez y por más tiempo en agosto.
Ahora yo antes de fin de año debo ir al país y a la ciudad donde él vive.
Es un hombre maravilloso, todo lo que soñé, su aparición en mi vida fue
providencial. Lo que sí cuesta mucho... y eso lo vemos pacientemente
como una prueba también, es la distancia... y queremos superarla
prontamente.

Bueno Padre, lamento haberme extendido. Le doy muchas Gracias por


estar siempre ahí, Dios lo bendiga y que todo le salga bien en Paraguay
y luego en Argentina.
Con cariño,
Sonia.

2. Mariana: ¿Amar está en mi mano?2


Muchas mujeres dejan pasar al hombre que Dios les ha destinado
porque están esperando ese rayo que las fulmine, un enamoramiento
adolescente, sin saber que dejan pasar un amor tan cierto y firme, que
es mucho más hermoso, porque es verdadero

Mariana envió este comentario a la pregunta de Sonia de si


“amar está en mi mano”.

Estimado Padre:

He leído con mucho interés la pregunta de Sonia en el Blog del Buen


Amor. Quiero pasarle mi experiencia, pero se la mando a Ud. para que
se la reenvíe, por pudor personal no la publico en el blog, salvo que Ud.
quiera hacerlo con otro nombre si le parece que vale la pena.

Mire, luego de aquel tormentoso noviazgo con X. ¿Lo recuerda? que fue
como amor adolescente, con pasión y temblor, la Providencia quiso que
un rayo me tirara al suelo a través del dolor, dolor que hoy bendigo
tanto. Eso permitió que no quisiera, de ningún modo, volver a
enamorarme de ese modo pasional, digamos, donde el sentimiento
tiraba más que la cabeza.

Cuando apareció mi actual esposo, sentí tranquilidad, nada de rayos y


truenos, solo tranquilidad, tanta que también me preguntaba, como
Sonia, si lo quería. Muchas veces dudé, pero todas las veces recurrí a la
oración, como enseña San Ignacio, para ver qué me decía el Señor: el
silencio de la oración me decía que era la persona para mí, que era la
Voluntad de Dios. Por fuera, los sentidos, tiraban hacia aquel primer
amor, sensiblemente tiraba para ese lado, pero en la oración, todo se
ordenaba y Dios me mostraba con la certeza de una inmensa Paz que el
que es ahora mi esposo, era para mí. De algún modo, la primer decisión
fue con la cabeza, fue aceptar sus invitaciones para conocernos de
forma racional, si se quiere, porque veía de algún modo que era lo que
Dios quería. Estar con él solo me traía tranquilidad. Luego lo fui
conociendo y me enamoré, y puedo decir que cuando me casé, dos años
después, me enamoré mucho más, y me sigo enamorando cada día de
una forma nueva, pareciera que nunca terminaré de conocerlo, lo bueno
y lo malo, en su conjunto, es una continua sorpresa que solo me invita a
quererlo más.

Las dudas afloraron muchas veces, hasta cerca del casamiento, pero esa
paz y certeza que veía, y sentía, en la oración, siempre me dieron la
respuesta. Cuando la cabeza y los sentidos están heridos, siempre
querrán añorar aquello tan sensible que vivieron una vez, sumado al
mundo que nos rodea, donde el amor es pasión, también tiran hacia ese
lado, el incorrecto. Cuando la cabeza se ubica en el lugar correcto, lo
demás se va ordenando, aunque ya está herido de algún modo, y
algunas veces nos quiere confundir.

Muchas mujeres dejan pasar al hombre que Dios les ha destinado


porque están esperando ese rayo que las fulmine, un enamoramiento
adolescente, sin saber que dejan pasar un amor tan cierto y firme, que
es mucho más hermoso, porque es verdadero. Siempre les he dicho a
mis amigas que elijan de este modo, no me comprenden en general. Por
eso me dio una gran alegría leer el testimonio de Sonia: creo que está
con quien Dios quiere para ella.

Ojalá le sirva,
Mariana.

3. Laura: Al final me volví al que siempre me


había amado
Un testimonio hermoso y verdadero

Este testimonio viene a confirmar lo que expresaba Mariana dialogando


con Sonia.

Es frecuente que Dios ponga el amor por una mujer en el corazón del
varón, pero ésta no reconozca al hombre que la ama, o que él no
responda a los ideales que ella tiene acerca del tipo de varón que desea
para esposo. Sus ilusiones y sus sueños le impiden ver el amor que
tienen delante y al príncipe que llega a golpear a la puerta de su
corazón, porque viene disfrazado de mendigo. Mendigo de su amor.

Muchas veces me he encontrado con mujeres que dejaron pasar ese


primer amor, o lo despreciaron, y luego quedaron solteras, porque los
hombres de los que ellas gustaban no gustaban de ellas. El caso que
presenta esta carta es un testimonio real de una joven que no reconoció
de entrada al que la amaba. Pero esta historia tiene un fin feliz. Hoy
están ya casados.

La joven debe cultivar los ojos de su corazón y tenerlos limpios para


poder ver el amor verdadero en el corazón del que Dios le envía como
esposo. Y cuando llega o pasa, debe poder poner de lado sus sueños. Si
ora, su Padre celestial no la dejará engañar. Pero si no... No hay
garantía...

Laura me escribe:

Querido Padre:
Cuando tenía 13 años tuve mi primer novio, Ernesto se llamaba. Fue
una experiencia muy dolorosa pues él me decía que me amaba, me
hacía sentir importante y querida yo tan chica y muy carente de afecto
me aferré a él, él era mi mundo. Un día empezó por gritarme, luego fue
una bofetada y más tarde un moretón y yo no me daba cuenta que no
era normal. Aceptaba su mal trato con tal de tener alguien que me diera
aunque sea un enfermizo amor. En cuanto a lo sexual no llegó a haber
el acto en sí pero se enojaba mucho si yo no lo dejaba que me tocara.
Después del año y medio me dejó y yo sufría mucho parecía que el
mundo se me había acabado estaba tan perdida Padre!!! Salía para
verlo y cuántas locuras más! El volvía cuando tenía ganas o cuando
estaba solo y yo me ilusionaba, y luego sufría más.

"El amor verdadero empezó a asustarme. Lo normal y lógico me


asustaba"

Luego a los 19 conocí al que ahora es mi esposo: Eduardo, el callado, un


poco serio, me empezó a gustar, por amigos en común nos pusimos de
novio, al principio era muy hermoso yo lo atendía, lo cuidaba él me
amaba me decía que quería que fuera la madre de sus hijos, su amor
verdadero empezó a espantarme. Lo normal y lógico a mi me asustaba.

Un DÍA lo engañé con otro y luego, lo dejé, enseguida me puse de novio


con otra persona, claro que a los 4 meses me di cuenta de que sólo
quería pasarla bien y yo no quería eso, pero yo siempre buscaba
enredarme con personas que emocionalmente no me daban nada, sólo
me usaban, estaba tan perdida que no podía distinguir el verdadero
amor, dejaba que me usaran y me lastimaran sólo por un momento de
afecto, me engañaba a mí misma pensando " ya se va a enganchar, ya
me va a amar tengo que darle tiempo".
"¡Otro desengaño!"
En esta búsqueda un día conocí a Raúl diez años mayor que yo. Él era el
modelo de hombre que yo buscaba, me daba seguridad, era divertido,
inteligente, pero fue mi mayor desengaño.
Me enamoré de él o al menos creía estarlo en ese momento, y sufrí
tanto. Estuvimos casi un año saliendo y yo tenía la esperanza, de que él
me eligiera para formalizar pero lejos estaba de eso, un DÍA se fue, no
me llamó más, lo veía sólo pasar hasta me rebajé y lo llamaba para
pedirle explicación, como si la tuviera, lo que mal comienza mal acaba.
A él no le importaba solo quería pasarla bien y que llene el vacío que
había dejado su ex.
Con él toqué fondo, ¡otro desengaño!, ya no me acordaba de Eduardo,
lo menospreciaba, pensaba “yo estoy para más”, como si la pasión o el
dinero importaran más que la persona, estaba ciega!!! Y muy
equivocada.

Sin Dios y sin mi padre estaba realmente perdida.


Un DÍA conocí a Jesucristo y comenzó el proceso del amor en mi vida,
yo en el fondo quería tener un noviazgo, formar mi familia pero hacia
todo mal, estaba muy herida y buscaba consuelo en las creaturas en vez
de buscarlo en Dios.

Un llamado interior
La única persona que de veras me amaba yo la había lastimado, y
subestimado: "Eduardo", el callado, un poco serio… Sentía en mi interior
que debía pedirle perdón por todo lo que lo había lastimado y
sincerarme con él.
Un DÍA lo llamé y hablamos. Le pedí perdón. Él con su bondad me lo
concedió. Pasaron los meses y un DÍA hablamos, y nos vimos y así fue
que desde el perdón, el respeto, pudimos sanar muchas heridas que
ambos teníamos. Ya hace más de un año que estamos de novio y nos
vamos a casar si Dios quiere!
Humanamente nunca CREI posible estar de nuevo con él pero al sanar
mi corazón y buscar la voluntad de Dios, todo se fue dando de una
manera muy especial, porque puedo sentir que Dios bendijo la segunda
etapa de nuestro noviazgo y ahora nuestro matrimonio. Porque en la
primera etapa de nuestro noviazgo tuvimos relaciones, paro luego
vivimos un noviazgo puro y casto como quiere el Padre celestial.

Padre espero que mi testimonio ayude a muchas personas. Como usted


bien decía: "MUJERES QUE NECESITAN DEMASIADO SER AMADAS".
Me despido un abrazo en Cristo su hija
Laura

4. Ernesto: LA ESPOSA LA DA DIOS


"Luego de conocer a la chica que ahora es mi novia,
me di cuenta de que fue Dios el que la puso en mi vida" [...]
"Siento que quiero hacer bien las cosas,
tratando de no caer en pecado.
La veo de otra manera a ella...
La veo como Hija de Dios..."

Hola Padre Horacio,


la paz de nuestro Señor Jesucristo sea con usted.
Lo saludo, desde Ciudad del Este, República del Paraguay, tengo 23
años.
Le quería dar las gracias por los artículos que publicó en la
página Catholic.net

Estuve descargando los Pod-casts sobre noviazgo y matrimonio, los


grabé en el celular y estuve escuchando.

También le grabé a mi novia para que escuche.


Muy buen artículo... me llegó mucho!! Me dio mucha luz, iluminará mi
visión sobre la relación que debo tener con mi novia. Son invalorables
las enseñanzas que da.

Deseo de todo corazón hacer bien las cosas y no caer en pecado, la amo
mucho a mi novia, Dorita se llama, ella tiene 16 años. Sin dudas sus
enseñanzas me ayudaran a entender mejor las cosas cómo deben de
ser.

Espero poder vivir de cara al Padre como hijo de Dios y hacer su


voluntad. Bueno muchísimas gracias Padre Horacio, que el Señor Jesús
y su Madre la Virgen Santísima la acompañen en su tarea
evangelizadora. Bendiciones.
Ernesto

MI RESPUESTA A ERNESTO

Hola querido Ernesto!

¡No te imaginas el alegrón que me das con tu correo electrónico!


Me llena de gozo saber que esas cosas que el Señor me ha dado a decir
están encaminando a jóvenes y los salvan de la destrucción de la lujuria
que Satanás usa para destruirlos. No sé si me conociste en Ciudad del
Este cuando estuve dando unas charlas en el Seminario entre agosto y
octubre del año pasado ¿es así?

Espero que des a conocer esos escritos y audios a otros jóvenes.


Pues puedes hacer copias en CD de esos audios y difundirlos por ahí. O
enseñarles a otros a bajarlos al celular.

En catholic.net también encontrarás un libro titulado Una Historia de Amor

"José y Felicita. Una historia de amor. Cartas 1926-1932"


Son 250 cartas de amor entre un muchacho de 22 y una chica de 16.
Pero se leen como si fuera una novela y al mismo tiempo contienen una
escuela de buen amor, maravillosamente bien escrita.

Búscalo en esta página

Te ayudará mucho para entender a tu novia y para tratar y cultivar su


alma.

El novio tiene que ser el pastor del alma de la novia y la novia tiene que
ser el ángel guardián del cuerpo y alma de su novio.
Puedes leer estas cartas o dárselas a leer a ella, o leer algunas juntos,
las que te parezcan apropiadas para las situaciones que se vayan dando.

El libro Una historia de amor, está editado en Buenos Aires por la


Editorial Lumen.

Es aconsejable tenerlo porque es más práctico tenerlo en libro que


andar bajándolo de Internet. Pídelo a través de alguna librería católica.
El libro da motivo para hablar y comentar en los encuentros con tu
novia. Ella también puede leerlo y le hará mucho bien para entenderte y
entenderse a sí misma. Las jovencitas desean ardientemente ser
amadas y que se les manifieste el amor del novio. A veces no se dan
cuenta que provocan así acercamientos físicos que para ellas no son
peligrosos pero sí lo son para el novio. Igualmente quieren complacer y
atraer con su aspecto físico y pueden no darse cuenta de que se
muestran excesivamente y con eso acosan sexualmente al varón. Estas
cosas tienes que enseñárselas tú a tu noviecita. Por eso es muy
favorable la diferencia de edad que hay entre tú y ella. Es un regalo del
Señor esta hija suya que te da para esposa y madre de tus hijos, cuídala
mucho y respétala, porque deben ser el uno para el otro ministros del
amor de Cristo.

Además, si no conoces mi
2) "Blog del Buen Amor", pueden consultarlo .
Y cualquier duda, estoy a tus órdenes y te atenderé como a hijo muy
querido. Bendiciones y tenme al tanto de cómo van las cosas.

Padre Horacio

RESPUESTA DE ERNESTO

Buenas tardes Padre Horacio:

¡Me alegra mucho que haya leído mi correo y haberme respondido!


Estuve apuntando cada uno de los libros que usted cita en los Podcasts,
algunos los encuentro, otros no. Ya tengo "La Casa sobre roca": es
exactamente lo que andaba buscando .
Para compartir un poco con usted mi vida quiero comentarle lo
siguiente.

La verdad que antes andaba perdido, buscando otros tipos de materiales


en otras páginas de internet (que por cierto hay gran cantidad de
basura), como por ejemplo "El Arte de seducir" "la Ciencia de la
seducción", "la Biblia de la seducción", y cosas así... que hablaban de
cómo conseguir tener relaciones con la mayor cantidad de mujeres...
pero me di cuenta que no era eso lo que yo quería; no es eso el
mandamiento de Dios y va contra lo que Él manda.

Luego de conocer a la chica que ahora es mi novia, me di cuenta de que


fue Dios el que la puso en mi vida.
Al ir consolidando nuestra relación (nos tratamos desde hace seis
meses), siento que quiero hacer bien las cosas, tratando de no hacerla
caer en pecado. La veo de otra manera a ella... La veo como Hija de
Dios. Le comento que es una chica de la Iglesia, estamos en el mismo
grupo dentro de la Parroquia, en el "Camino Neocatecumenal" (¿conoce
usted?)

El solo hecho de tener pensamientos desordenados, me pone mal. Por


esa razón por medio de la oración empecé a pedirle al Padre que me
corrija y me puse en campaña para cambiar mi mentalidad y busqué en
Internet temas que traten de cómo comportarse en el noviazgo, cómo
hacer las cosas según la voluntad del Padre. Fue ahí que me topé con
esta página web. En donde encontré materiales, artículos que escriben
personas iluminadas, así como Usted, sobre mensajes que realmente
vienen de Dios.

Voy a leer también la historia de José y Felicita… la verdad que miré


pero no me detuve a leer, no sabía que era un libro suyo… ¡Ah! también
ya visité su “Blog del Buen Amor”, y voy a ir siguiéndolo… A mi
hermana, Laura (tiene 16 años), también le comenté sobre sus Podcasts
y los está escuchando, le gustan mucho me dijo, y quiere hacerle
escuchar a su novio también…
Desde ya muchas Gracias por todo Padre Horacio!!
Ernesto

5. Marcela: DESHOJANDO LA MARGARITA


Marcela se pregunta si su actual novio la quiere de veras
Emprendemos con ella un camino de discernimiento

1. Hola Padre.

Al ver las historias que publica en el Blog del Buen Amor y sus consejos
pensé en Ud. para que pueda orientarme en medio de la situación que
estoy pasando.
En este último tiempo noté que espero de las personas cosas que ellas
no siempre me dan y que eso es causa de mis decepciones. Así
planteado parece un problema fácil de solucionar: tendría que limitarme
a no esperar nada de los demás y así no sufriría más desilusiones. Pero:
¿qué es lo que yo espero? Espero que los demás sean conmigo como yo
soy con ellos, espero recibir el mismo trato que doy a los demás. Y yo
no trato a los demás de tal o cual forma para conseguir un cierto
"resultado" a mi favor, sino que busco ser atenta y cariñosa con todos,
sobre todo con las personas que quiero. Y es aquí donde se podría decir
que empieza mi problema.

Yo trabajo y además estudio en la universidad; sirvo en mi comunidad


desde distintos lugares. Actualmente estoy de novia con una persona
que, como yo sirve, en su comunidad en todo lo posible, y a veces
parece que hiciera más de lo que puede.

Necesidad de sentirse querida

Hoy descubro que en mis relaciones, ya sea de amigos, y sobre todas


las cosas, mis noviazgos, traté de cubrir esa necesidad, lícita o no, de
SENTIRME querida. Yo sé que hay mucha gente que me quiere, pero
una cosa es SABERLO y otra muy distinta, al menos para mi, es
EXPERIMENTARLO.

Mi novio se llama Gabriel y al igual que yo, quiere formar una familia
cristiana. El no tiene nada que ver con los otros novios que tuve antes.
Es una persona con mucho empuje y con la que tengo en común el
trabajo dentro de la comunidad. Él es de otra parroquia, pero entre
otras cosas, lo que me gusta de él es que entiende qué es para mi servir
a Dios porque él mismo lo hace.

Mis novios anteriores estaban muy pendientes de mí y cada vez que


algo me hacia sentir mal, ellos procuraban consolarme. También les
gustaba compartir todo el tiempo que fuera posible y eran muy
complacientes conmigo, eso es algo que descubrí hace poco. Gabriel no
es complaciente y de alguna manera me pone límites en el sentido de
que él no me dice que sí a todo, de que no pasa todo el tiempo posible
conmigo, que no siempre trata de consolarme cuando me siento herida.
Esto me confunde. Quiero que me demuestre que me ama con hechos y
con palabras. Claro que él lo hace, pero no de la forma que quisiera. Sus
múltiples actividades parroquiales le insumen buena parte de la semana.

A él lo conocí a través de mi confesor. Gabriel vino a la parroquia a


hacer unos trabajos durante la remodelación del templo. La familia de
Gabriel tiene una empresa familiar. Él y su padre son herreros y
trabajan en ella. Además de su ocupación, él es catequista, está al
frente del coro de su parroquia, y siempre está pendiente de si falta algo
por hacer. Él es muy apreciado por su comunidad.

No me da todo el tiempo que me gustaría

El problema con mi novio es que no me da todo el tiempo que me


gustaría, que es lo que recibía de mis novios anteriores. Sí, son odiosas
las comparaciones. Pero no sé si tengo derecho a pedir a mi novio más
atenciones que las que recibo. Con él paso unas pocas horas a la
semana. Y todo porque si no soy yo quien no tiene tiempo, es él. Ahora
que el año se está terminando trato de no tomar más responsabilidades
para tratar de tener más tiempo libre.

No es que quiera simplemente pasar el rato con alguien que me gusta,


sino que también trato de conocer mejor a mi novio para descubrir si es
él o no la persona indicada para formar la familia que quiero entregar a
Dios.

Pero parece que mi novio no ve las cosas así. Varias veces le hice estos
planteos pero su respuesta fue que él tiene muchas responsabilidades. Y
en otra ocasión, me dijo que cuando se casara va a dedicarse de lleno a
su esposa. Pero con este ritmo de vida que lleva no sé si será capaz de
cambiar. Hasta estoy empezando a preguntarme por qué se llena de
obligaciones.

Ya hubo una separación y Marcela le pidió que volviera


A causa de mi malestar, él me pidió pasar un tiempo solo para pensar.
Estuvimos separados varias semanas y volvimos a juntarnos porque yo
se lo pedí. Me dijo que si no creyera que yo puedo ser su esposa no
estaría conmigo, que si no me amara nunca hubiera vuelto, pero siento
que yo soy la última persona en su vida.

Hoy en día con lo populares que son los celulares y el acceso a internet
se pueden acortar distancias con el chat y con los mensajes de texto.
Cuando sólo éramos conocidos no pasaba un sólo día sin que nos
pusiéramos en contacto. Hoy, a casi 9 meses de relación, hay ocasiones
en las que puede pasar varios días sin decirme nada.

Me pregunto si es posible de que se olvide de su novia entre tantas


actividades que le insumen toda su atención. Si se acordara de mí, ¿no
tendría al menos la delicadeza de decirme que está bien, de
preguntarme cómo me fue durante el día, a pesar de que está muy
ocupado? ¿O yo soy muy exigente?
Esta situación me desconcierta. Hay veces en la que me siento
abandonada por él.

Espero haber planteado claramente lo que me está pasando y que


pueda ayudarme.

Marcela

Querida Marcela:

Está muy clara tu carta.


Quizás los noviazgos anteriores te crearon un hábito de relacionamiento
con los novios que ante otro tipo de relacionamiento con tu actual novio,
te desconcierta.

Quisiera saber una cosa: Con tu novio actual ¿oran juntos? ¿Lo hacías
con tus novios anteriores?
Sin ánimo de darte una receta como respuesta, me atrevo a invitarte a
que medites el relato del Génesis acerca de la creación de Adán y Eva y
ores pidiendo luz para entender y discernir bien.

Lo que yo veo en la Sagrada Escritura es que Adán trabajaba en el


Paraíso. Y que después del pecado original, su misión siguió siendo la
del trabajo, aunque ahora fatigoso y lacerante por los cardos y espinas.
Veo también que apenas creado, antes de que el Señor creara a Eva
para que fuera su auxilio, Adán tenía a Dios como su primera y única
relación. Es decir que Adán era un ser religioso antes que convertirse en
un ser social. Y que se convirtió en un ser social gracias a la creación de
Eva, pudiendo ser primero esposo y luego padre de los hijos que Eva le
fue dando.

Veo también que no fue creado Adán para Eva, sino que Eva fue creada
para Adán.
Veo que Adán al despertar del sueño, la miró y la reconoció como carne
de su carne y huesos de sus huesos.

Veo que Adán fue amasado del barro y se le sopló un espíritu en la


nariz. Mientras que Eva fue creada de carne humana, una materia ya
animada por el soplo.
Veo que Eva no fue amasada, sino, como dice el texto: construida
(como una casa, un templo, una ciudad) y por eso hecha habitable,
acogedora física, anímica, espiritualmente. Adán era el jardinero del
paraíso y luego del pecado, el labrador de la tierra. Eva era la amiga del
jardinero, la madre de los hijos para que el jardinero tuviera hijos y no
estuviera solo. Ella era una primera compañía, pero su misión era
multiplicar los hijos y la vida, para darle a Adán, como don de su amor
de esposa, una familia, una ciudad, una nación.

Luego del pecado ella quedó herida en sus amores esponsal y materno,
por el temor a los males que le podían venir del esposo, herido por el
pecado original, que podía dominarla, traicionarla, morírsele, no
entenderla o... ser simplemente varón y no mujer. Y también de los
dolores y sufrimientos que le podían ocasionar los hijos.

Me parece ver que en este momento lo que te atormenta más es no


saber. No saber si tu novio actual te quiere verdaderamente. Es decir, la
duda. Y para tratar de salir de tu duda, comparas el comportamiento de
tu novio actual con los anteriores. Y como ves tantas diferencias, eso
aumenta tus dudas.

Pero me pregunto si ese deseo de ser atendida y tenida en cuenta no es


parte de tu herida de hija de Eva y un reclamo de que tu novio sea para
ti y no tú para tu novio. Y también me pregunto si, aún sin darte cuenta,
y aunque te parezca que eres amable sin ánimo de comprar el amor de
los demás con amabilidad, cuando te declaras decepcionada por la falta
de correspondencia, no se está poniendo de manifiesto que esperabas
conseguir el amor dando amor.

Ahora intercalo una anécdota: Me contaba alguien que hoy es ya mayor


y ha criado una familia numerosa, que cuando él era joven, era un
activista católico formidable. Profesor y celador en un colegio católico,
metido en una editorial católica que él mismo dirigió, viajó a Garabandal
para las apariciones marianas que difundió en la Argentina, estuvo en
Madrid y en Roma con el famoso padre Menvielle, a cuyo grupo de
jóvenes apóstoles pertenecía. Conoció a su esposa en una conferencia
que daba informando acerca de Garabandal.
Y me decía que, cuando se casó, se dedicó a su familia. Y sus amigos
vinieron un día a la puerta a reclamarle que por qué se estaba retirando
de la acción. Y él les explicó que ahora estaba casado y que tenía que
atender a su esposa y la familia que iba a venir.

No sé si será el mismo caso de tu novio, pero te lo cuento para que veas


que eso es posible, aunque no te puedo asegurar que tu novio sea igual.

El amor que tiene el hombre a la mujer, no es lo mismo que el que tiene


la mujer al hombre. Ambos quedaron además heridos por el pecado
original de manera distinta y eso crea un malentendido y una dificultad
para ponerse en el lugar del otro.
Bueno te mando esta primera respuesta. Espero el eco de lo que te
sugiere y despierta en ti.

Padre Horacio

2. Marcela se pregunta si su actual novio la quiere de veras

Hola estimado Padre Horacio!


Gracias por responder pronto. Efectivamente, el modo de relacionarme
con mis novios anteriores es muy distinto de éste, y me confunde.

Con ellos tuve oportunidad de orar: con uno para pedir a Dios que nos
tuviera unidos y que pudiéramos casarnos. Él falleció en un accidente
mientras iba de viaje a visitar a sus padres que viven en el interior y
nuestro sueño no se pudo concretar. Estábamos muy, pero muy bien, y
no podía entender por qué Dios había permitido esto, ¡realmente no
podía! Me preguntaba si él tenía en mente otra cosa para mí, otra cosa
que no fuera el matrimonio. Este hecho me hizo cuestionar un montón.
Hablando esto con mi confesor me dijo que orara para tener la certeza
de lo que Él había pensado para mi. Lo que pasa es que el matrimonio
es algo que hace tiempo que quiero, pero estos sucesos me hacían
pensar que mis deseos no fueran los de Dios.

Al año siguiente conozco a Eliseo,


mi segundo novio. Con él también pude compartir bastante la fe ya que
compartimos muchas misas (él volvió a la Iglesia por mi intermedio) y
algunos ratos de oración frente al Santísimo. Si bien con este novio
estábamos por casarnos, algunos meses después de anunciarlo a
nuestras respectivas familias, me abandonó. Me dijo que no se sentía
preparado para dar ese paso y se fue.

Con Gabriel ocurre algo que no debería, y es que a pesar de ser ambos
personas que procuran servir a Dios en todo lo que nos sea posible,
nunca compartimos una misa y menos un rato de oración. Bah, en
realidad una vez fuimos a Luján, pero cuando llegó el momento de rezar
el rosario, él se fue a cargar la imagen de la Virgen que iba en procesión
dentro del templo.
Yo un par de veces lo invité a venir a mi parroquia, pero por una razón o
por otra no vino. Y él tampoco me invitó a la suya.

Además no fui presentada a su familia aún (¡hace nueve meses que


estamos de novios!). Él si quisiera lo podría hacer, ya que no tiene las
dificultades que yo tengo en mi casa para llevarlo. Mis padres después
de que Eliseo me dejó, no quisieron saber nada con que les presentara
algún otro novio, porque no quieren encariñarse y después sufrir otra
vez.

Al principio Gabriel me decía que pronto me presentaría a sus padres


pero ahora ya no menciona ese tema. Y eso me hace pensar que alguna
duda debe tener con respecto a nosotros. Varias veces le reclamé por el
poco tiempo que podíamos pasar y que a mi modo de ver él debería
dejar que los demás asuman las responsabilidades, que él no tiene que
hacer todo. Lo que ocurre es que lamentablemente la gente no se
compromete y espera que sea otro el que haga las cosas. Es algo que
uno puede ver en todos lados, no sólo en la iglesia.

Entonces su respuesta es "no puedo", "tengo muchas


responsabilidades", "estoy muy ocupado", "tengo que hacerlo".
Entiendo que él tiene que estar con su familia, y está bien. Además su
hermana menor está embarazada y el padre de su bebé nunca la ayuda
en nada (ellos no están casados). Y de tanto en tanto ella tiene
discusiones con ese hombre. Cada vez que ella tiene que ir al médico,
Gabriel falta al trabajo y la lleva. Eso es un buen gesto, pero cuando yo
le pido que nos veamos, si tiene que elegir entre acompañar a su
hermana o estar conmigo, me deja de lado, a pesar de que la hermana
mayor y los papás puedan hacer lo mismo. Como si fuera poco, en estos
días habrá un encuentro de coros parroquiales que él mismo organizó. A
eso le dedica buena parte de su tiempo fuera de la herrería.

Hace tiempo que me siento la última persona de su lista


Hace un tiempo que me siento la última persona de su lista, y eso me
pone muy mal. Muchas veces cambió el horario de nuestras citas a
último momento o directamente las canceló porque tenía un
compromiso parroquial, o laboral, o uno familiar. Y por eso, algunas
veces podemos vernos a duras penas una vez en la semana. Para mí
eso es muy poco. Yo no pretendo que esté conmigo casi todos los días
de la semana como hacía con los otros novios que tuve antes; entiendo
que Gabriel está muy ocupado. Y lo que pretendo es que al menos
algunas cosas sean como al comienzo de nuestra relación: varios
mensajes de texto al día si no podíamos vernos, alguna que otra
llamada, chatear, invitarme a sus reuniones con amigos.

Me insinuó tener relaciones poco después de conocernos


Es como si ya estuviera seguro de que me tiene y por eso ya no es tan
atento. Hasta me parece que dijera más seguido que me desea en vez
de decirme que me ama. Es más, a pocas semanas de ser novios me
insinuó tener relaciones pronto. Y de tanto en tanto me dice que le
gustaría llevarme "a un lugar más cómodo" pero ya no dice nada de
hacerme parte de sus cosas. A pesar de eso cuando me ve mal me dice
que si no creyera que nosotros dos podemos tener un futuro juntos, no
estaría conmigo. Entonces no sé qué pensar.

Con respecto a mis atenciones a los que quiero, no creo que lo haga con
la clara intención de ser correspondida, pero ¿a qué persona le da igual
ser querida o ignorada? Hasta los actos más altruistas están
contaminados por la búsqueda de algún tipo de reconocimiento. Yo
procuro ser atenta o al menos mínimamente educada con todos porque
sé que es feo el maltrato, porque yo lo viví en mi familia y sé que es
horrible.

Yo siendo niña ví cómo las discusiones de mis padres terminaban a los


golpes, con mi madre yendo al hospital para curarse las heridas que
recibía, cómo mi padre después de tomar rompía cualquier cosa porque
sí y hacía otras cosas por el estilo. A pesar de todo esto sé que Dios me
cuidó y puso delante de mí un modelo a NO seguir en muchos aspectos.
Cuando algo no me gusta trato de decirlo con cuidado de no ofender a
nadie. Incluso a veces, me callo, pero en la medida de lo posible hablo,
porque con el silencio las cosas no se arreglan.

Obvio que en ocasiones es mejor callar para no echar más leña al


fuego... Y es por eso que la última vez que nos encontramos mi novio y
yo, él, al verme con mala cara me preguntó qué me pasaba. Yo me
limité a decirle que lo extraño mucho, pero no más. No quise hacer
reclamos. Su respuesta fue "no tengo más tiempo". Entonces, ¿no tengo
ningún derecho a nada? ¿Tengo que seguir esperando que él tome la
iniciativa de todo? ¿Tengo que seguir dejando que sea él el que decida
cuándo nos vemos y cuándo no? ¿Que él cambie los planes a último
momento y yo no decir nada, porque los motivos son loables?

¿Que yo haya reservado tiempo para él y deje de lado otras cosas no


tiene valor?¿Por qué no puedo pedir lo mismo que doy? ¿Sólo puedo
conformarme con que me sea fiel y nada más? Es feo lo que voy a decir,
pero ¿por qué no puedo pedir lo que otras parejas tienen: tiempo,
salidas con amigos, alguna tarde para nosotros solos aunque más no
sea mirando la tele, compartir alguna actividad...?

Algunos amigos con los que hablé esto me dicen que soy tonta por darle
tanto margen a mi novio, incluso uno me dijo que lo dejara, luego de
pedirle su opinión como hombre.
Yo quiero que la gente que quiero y que me quiere sea demostrativa,
afectuosa. Es lindo ver cómo el otro se pone contento con un detalle que
uno haya tenido: un piropo, un regalito, una ayuda con alguna tarea...
¿Eso está mal? ¿Está mal tratar de ser útil, tratar que mi vida valga la
pena haciendo feliz a alguien? ¿En qué me estoy equivocando?
Espero ansiosamente su respuesta.
Marcela

Querida Hija (permíteme que te llame así)

Es un mal signo que tu novio no ore contigo y no acepte la invitación a


orar. Es posible y sucede a veces que alguien trabaja en la Iglesia no
por verdadera devoción y amor a Dios, sino por una especie de
inconsciente búsqueda de protagonismo y de sentirse importante, por
un cierto narcisismo que en el fondo es una idolatría de sí mismo. Y por
lo que me cuentas, es lo que me está pareciendo de tu novio. Que la
suya no es verdadera virtud de religión, sino una especie de oculta
superstición y adoración de sí mismo en las cosas de Dios. Cuando un
hombre ama verdaderamente a una mujer, desea estar con ella, salir
con ella, compartir con ella, hablar con ella, confiarse y comunicar con
ella, escucharla... El que no te haya presentado aún a su padres es un
mal signo, no solamente de tu novio sino del ambiente o clima de su
familia.
Y ni qué decir que a poco de haberse conocido te haya insinuado tener
relaciones ¡Qué fe tiene ese hombre?

En la Iglesia lo único que corresponde hacer es celebrar digna y


fervorosamente los sacramentos. Hay un cierto activismo pelagiano que
pone la vida de la Iglesia más en las actividades humanas de los fieles
que en la receptividad para la gracia de Dios. Y tu novio debe compartir
esa falsa espiritualidad pelagiana, en la que el hombre y no Dios es la
causa eficaz y santificadora. Por eso se siente importante y no puede
dejar las cosas en la mano de Dios. Cuando su respuesta es "no puedo",
"tengo muchas responsabilidades", "estoy muy ocupado", "tengo que
hacerlo" ¿él se cree Dios?

Además se mide todo por el número, y no por los frutos espirituales. Y


el número es importante porque es allí donde se pone la gloria. Lo
lamentable es que en la Iglesia suceda lo que en todos lados. Eso
significa que la Iglesia o los católicos están mundanizados y no tienen
capacidad crítica para darse cuenta de que están mundanizados hasta
en su religión.

Tienes razón en tus reclamos. Con poco tiempo para ustedes no puede
crecer la amistad. Sobre todo porque de parte de él no hay interés o
deseo de cultivarla. Pero el caso opuesto era una exageración y eso es
malo para el noviazgo porque produce un desgaste de la relación.
Quizás es por falta de cultura familiar, pero no me parece lo que hace tu
novio sean las actitudes de un hombre realmente enamorado.

Y si fuera religioso, ciertamente debería ser otro su discurso, porque


Dios debería entrar en sus pensamientos y por lo tanto en sus
expresiones, en su visión acerca de su relación. Es otro signo que me
hace dudar de la autenticidad de su religiosidad. Con lo cual no quiero
decir que tenga una intención dolosa, sino que tiene una visión errónea
de la vida de fe católica. Y una ignorancia grande de lo que es el
matrimonio como sacramento.

Tienes razón, a nadie le gusta pasar inadvertido. Todo es cuestión de la


medida y la discreción en no excederse ni desordenarse y eso es asunto
de gracia divina que debemos pedir y recibir. Y con respecto a los actos
altruistas, yo diría más bien están mezclados con la búsqueda de
reconocimiento, no contaminado.

El menos-precio
Además, el maltrato no solamente consiste en el castigo verbal o físico,
pero también en el menos-precio, o el des-precio. Y creo que es esto lo
que te está sucediendo con tu novio. Creo que llega la hora de que
hables seriamente con él, planteándole que como sigue sin cambiar,
consideras que debes cortar. Cuando él te dijo "no tengo más tiempo"
hubiera sido el momento de decir la verdad y plantear la situación.
Puedes volver sobre este episodio y reevaluar su respuesta.

Si no das a conocer tu corazón de mujer, él no lo conocerá nunca. Su


respuesta de falta de tiempo es como para contestar, "si no puedes
cambiar no podré ser tu mujer, mejor cortemos ya". Si no quieres cortar
del todo de entrada, propón un corte por un tiempo, porque las
personas no son dueñas de sus hábitos y necesitan cierto tiempo para
cambiarlos. No debes seguir perdiendo tiempo en relaciones que no te
dan seguridad del amor del otro.

Tienes derechos como novia, pero el que no los ejercita los pierde.
Tampoco tienes que seguir esperando que él tome la iniciativa de todo y
si él hoy cambia lo acordado, mañana cambiará hasta el pacto
matrimonial. Para un ídolo, para un individualista radical, lo único que
tiene valor es él mismo, por eso te digo que me parece que el perfil
personal de tu novio es el del individualista moderno, que solamente
tiene derechos pero que se considera el centro del mundo, porque se ha
puesto en el lugar de Dios.

No lo encuentro feo de tu parte, sino muy razonable y bien mirado, eso


de querer tener esas cosas que tienen otras parejas. Me inclino a
coincidir con el consejo que te dio de ese amigo varón, que, como varón
ve claro que ese muchacho no te está dando los signos del varón
enamorado.

Más bien te busca por alguna forma de su propio interés, como una
pieza en el proyecto de su autorrealización personal y de su propio culto
del YO.

¿No has leído las cartas de José y Felicita, Una historia de amor que yo
publiqué? Creo que te estás equivocando en seguir con él por miedo a
no encontrar otro. Me parece también que has tolerado demasiado
tiempo el destrato y la desconsideración de parte de tu novio y que eso
empieza a deteriorarte psicológicamente y hacerte dudar de ti misma y
de tu sano juicio. Si sigues así terminarás sacrificando a un ídolo tu
dignidad de hija de Dios.
Padre Horacio

3. Estimado Padre, Hola!

Ningún problema en que me llame Hija.


Yo creo que mi novio está actuando así de manera inconsciente. Espero
no estar equivocada. Tuvimos un breve período en el que estuvimos
separados, y luego de arreglarnos me dijo que durante ese tiempo
estaba muy preocupado por mí porque sabe que me pongo muy mal en
ciertas ocasiones. Soy una persona muy sensible.

Me dijo también que me había extrañado y que se dio cuenta de que


tenía temores que creía superados. No sé exactamente en que
consistirán sus temores, pero intuyo que tiene que ver con el miedo a
ser traicionado, ya que varias de sus novias anteriores le fueron infieles,
al menos tres, y eso parece mucho, ¿no?.

Cuando estábamos conociéndonos me contó que una novia le había


dicho que él pasaba mucho tiempo en la iglesia y ocupado en su
trabajo; que no la acompañaba, que él nunca tenía tiempo para ella.
Pensé que quizá a ella le parecía eso porque no es una persona de fe, o
porque fuera celosa. Ahora yo creo que ella tenía razón. Y al comienzo
de nuestro noviazgo me repitió muchas veces que él lo da todo por la
persona que ama. Cuando le hice mi primer reclamo le repetí esa frase
suya. Admitió que yo sí lo hago, que yo pongo todo para que nuestra
relación vaya bien, pero no él.

A pesar de admitir sus fallas también me dijo que soy demandante por
querer pasar más tiempo con él. Se está contradiciendo y no entiendo la
razón. Creo que en estos temores está el hecho de que ya no se
muestre interesado en presentarme a su familia.

También tengo la sospecha de que su fe está algo deforme, pero no


pensé que fuera por las razones que Usted dice. Creí que él se equivoca
sólo en el tema de la castidad (me propuso tener relaciones, pero yo le
dije que no, porque no era el momento, que está reservado para el
matrimonio y no me cuestionó en absoluto, es más, de tanto en tanto
me dice que no ve la hora de que llegue ese momento, pero no me
presiona).

Él me desatiende. En alguna forma es un maltrato porque no me trata


como a su posible esposa. Y lo digo así porque nosotros somos novios
porque pensamos casarnos.
Las cartas de las que me habla las leí, algunas, hace un tiempo. En ellas
yo me vi reflejada a mí como la persona que espera un gesto de su
amada, pero que en este caso, la persona que se hace rogar es mi novio
y no yo. Es como si los papeles estuvieran invertidos. Yo espero, espero
y espero. Trato de ser dulce, de no presionar, pero del otro lado no
encuentro las cosas tal cual como yo quisiera. Encuentro algunos gestos
de amor, pero también falta de correspondencia en otras ocasiones. Y
pensaba: ¿tendré yo también la suerte de que mi espera y mi paciencia
consigan lo que busco?
Gracias de nuevo por su ayuda
Marcela

Querida hija:
Me confirma en mis dudas acerca de la autenticidad de la religiosidad de
tu novio, el hecho de que te haya propuesto tener relaciones antes del
matrimonio. O lo hizo para tantear tus disposiciones (lo cual tampoco
está bien, porque es el uso de astucia) o es capaz de estar haciendo de
apóstol en la Iglesia sin verdadero amor a Dios. Y en ese caso padece de
un desdoblamiento moral bastante peligroso. Llamémosle hipocresía
sistémica. Y sería un mal signo a la hora de evaluar su personalidad.

No sea cosa que estés de nuevo perdiendo tiempo. Quizás te convenga


cortar por un tiempo para pensar más serenamente todo. Porque a la
mujer, una vez que se encariña, le cuesta mucho ver objetivamente los
defectos en el otro y darse cuenta de su real magnitud. Más vale que
sufras una separación temporal ahora y no después.

Sabiendo que lo dejaron tres novias, me explico que no quiera presentar


una cuarta en su familia hasta no estar más seguro. Pero ¿qué les pasó
a las otras? ¿no has hablado con ellas?
Bendiciones
Padre Horacio

4. ¡No me quiere!
Marcela corta finalmente con su novio

Hola Padre
Hoy corté con (el que era) mi novio. Fue muy cobarde conmigo. Debido
a que yo esperaba un mensaje de texto en el que me confirmaba o no si
hoy nos veíamos, y al no tener respuesta después de varias horas de
espera, lo llamé. Porque cabía alguna posibilidad de que su mensaje no
llegara a mi teléfono. Cuando hablamos le planteé que esperaba su
contestación y él me dice que últimamente no nos estábamos
entendiendo. Y así como si nada me dice que está muy confundido y que
le dé tiempo. Le pedí que habláramos en persona, y su respuesta fue
que así sería más duro (no sé a quién se refería, si sería más duro para
mí o para él).

Corté la comunicación, pero luego recordé las muchas vueltas que él


había dado para decirme que se había fijado en mí.
Es que antes de ser novios pasábamos horas chateando, nos
mandábamos mensajes al celular, nos quedábamos también charlando
en el atrio de la parroquia durante el tiempo que estuvo trabajando en
la remodelación del templo. Además varias veces me invitó a tomar un
café y yo siempre aceptaba, para dejarle en claro que yo también
estaba interesada en él.

Por esto de que me buscaba fue que me di cuenta de que yo le gustaba,


pero nunca me decía nada, daba muchas vueltas. Así que recordando el
hecho de que no es directo en ciertas ocasiones, decidí llamarlo de
nuevo y contarle lo que me estaba pasando. Le dije que no desconfiara
de mi, que no tiene que tener ningún temor conmigo (¿se acuerda que
él me había dicho un tiempo atrás que tenía miedos que creía
superados?).

Le dije que yo quiero su bien y que estaba dispuesta a ayudarlo en


solucionar lo que le está pasando, porque ese temor a no sé qué hoy lo
tiene conmigo, y que luego lo tendrá con otra persona. Le dije que por
la forma en la que se estaba comportando, si yo fuese otro tipo de
mujer, le hubiera sido infiel, por desatenderme, como para que le quede
claro que si antes le fueron infieles otras, había seguramente alguna
responsabilidad de parte de él (por supuesto que a la infidelidad no la
justifico, pero hay casos en los que puedo entender perfectamente los
motivos).

Me repitió una y otra vez que el problema es él. Y de a ratos me


insinuaba que yo soy demandante por pedirle más tiempo, que si él no
acepta verme es porque llega muy cansado de la herrería.

Mientras me decía eso me preguntaba a mí misma ¿acaso antes no se


cansaba también cuando me esperaba a la salida de la facultad a las 10
y media de la noche, o cuando nos quedábamos chateando hasta las 2 o
3 de la mañana?. Ahí me di cuenta de que me estaba evitando. Antes
pensaba que realmente estaba cansado, que tenía el típico agotamiento
de fin de año. O que quizá, después de mi primera queja estaba siendo
más cuidadoso y se tomaba la relación con más calma (al comienzo
estaba súper entusiasmado, quería presentarme pronto a su familia y
me presentó como su novia a varios de sus amigos con mucho orgullo).

Mientras hablábamos ayer por teléfono me remarcó que yo le pedía más


tiempo y que él no lo tenía, que yo también tengo poco tiempo (en
realidad ahora estoy más desocupada que al comienzo de la relación).

Sentí que me acusaba de ser injusta con él. Aproveché para decirle que
yo me quedaba horas esperando a que me contestara, que él no estaba
respetando mi tiempo, que podría invitarme a sus actividades, a sus
salidas con sus amigos, que yo no pretendo acapararlo, sino compartir
con él sus cosas, como me gustaría que él lo hiciera conmigo. Que así
nos conoceríamos mejor. Pero que en vez de eso, últimamente la única
invitación que me hacía era otra muy distinta. Me decía que tenía ganas
de llevarme a "otro lugar" "para estar cómodos" (¿un hotel quizá?). Ya
no me hablaba de hacerme conocer a su familia.

También le pregunté si seguía viendo en mí eso que lo había


enamorado, como para ver si él se hizo de mi una idea equivocada y
ahora estaba descubriendo que no soy tan maravillosa... Me dijo que
soy "puro amor", que yo pongo todo para que la relación funcione, pero
que el problema es él, que no insista más, que no le pida respuestas
ahora.

Después de un silencio le dije que yo no puedo seguir así, con sus


evasivas, y que le deseo lo mejor, que si alguna vez lo vuelvo a ver,
espero verlo bien. Esta es la primera vez que me sentí tan mal teniendo
un novio a mi lado. Me sentía abandonada por él desde hacía ya un
tiempo.
Espero que Dios me conceda pronto lo que quiero. No quiero cansarme
de esperar. Hoy confío plenamente en ÉL, y espero que las fuerzas no
me abandonen y que la tristeza no me gane.
Usted y mi mejor amigo me son de mucha ayuda. Los dos me han
aconsejado y me animé a tomar la decisión de dejar a Gabriel. Gracias!
Hasta pronto.
Marcela

Querida hija

Me parece muy acertado lo que has hecho.


Lo que te dijo por teléfono ese muchacho es la salida de un mentiroso
que no se atreve a decir la verdad o no quiere decirla, o teme ser
descubierto O la de un cobarde, o ambas cosas.

Menos mal que lo pusiste al fin entre la espada y la pared porque te iba
a seguir haciendo perder tiempo. Y durante un eventual matrimonio
seguiría celando sus propios pensamientos y usándote para sus fines.
Un individualista radical, me parece. Un yo yo yo.

Abandono hay cuando hubo amor. Yo dudo de que lo haya habido. Él te


probó un tiempo como quien prueba un yuyo contra la soledad, pero no
se la curabas. Quizás porque la receta era que el yuyo había que
tomarlo en la cama de un cuarto de hotel. Más vale que sufras ahora y
no más tarde. Aunque él te llame de nuevo no lo debes atender.
Quédate libre y esperando si el Señor te hace encontrar con alguien al
que te destina.

Me imagino que lo que quieres es un buen esposo. Esperemos que tú


encuentres pronto lo que el Padre quiere para ti, y es un amor a Dios
que convierta todo lo demás en indiferente.

A veces lo que puede hacer sufrir, es tener una ilusión propia, o un


deseo, que, sin darte cuenta es desordenado. Trata de profundizar en la
relación con tu Padre, aplicando tu inteligencia a conocerlo más,
mediante lecturas, vidas de santos, doctrina, ¡las obras de Santo Tomás
donde él habla de Dios!. Dios es nuestro bien y fin último y supremo,
todos los demás bienes son medios para alcanzarlo a él. No hagas del
matrimonio un ídolo, cuidado.
Bendiciones
Padre Horacio

5. El discernimiento del verdadero amor

Padre:
Ahora que ese noviazgo se terminó, ya estoy muy bien, muy tranquila.
Siento un alivio muy grande. Yo pensaba que cortar esa relación sería
como escaparse de un problema sin intentar resolverlo y por eso no me
animaba a dar este paso.
¿Sabe? Mi mejor amigo, al que le confié todo esto con el mismo detalle
que a Ud., me iba diciendo cosas muy parecidas a los consejos que Ud.
me dio. Se fue preocupando cada vez más por mí, así como yo lo hice
cuando él tuvo sus dificultades a nivel personal y espiritual. Su consejo
como varón fue lo que me hizo empezar a considerar que ese novio con
el que acabo de cortar no me estaba tratando como a una novia en
serio. Creo que él también fue un instrumento de Dios en mi vida. Ese
amigo, sin darse cuenta, fue quien me hizo buscar ayuda y consejo en
Ud.
Gracias Padre por sus palabras.
Marcela

Querida Hija en el Señor:

La paz que has recibido es un signo de que era lo que el Padre quería
que hicieras. Dios nos confirma con la paz.
Te aconsejo que te olvides del que dejaste colgado y te dediques a
cultivar la amistad y la relación con tus buenos amigos. Quizás en
especial con ése que te ayudó con sus buenos consejos y sus puntos de
vista de varón.
Ellos te han sabido aconsejar también. Son un don del Padre y por eso
puedes considerar que tienes ese amigo del que me hablas porque es Su
Voluntad.
No tengas más inquietud que la de gozarte en el bien que se te ha dado.
Que no te gane la desconfianza después de la mala experiencia que has
tenido con ese novio, porque si te dejaras determinar por el temor, la
falta de esperanza no te dejaría cultivar el bien. Ponte de cara a tu
Padre celestial y ora. Y ponte en su mano.

Bendiciones
Padre Horacio

Hola Padre, tanto tiempo!

Ya hice algunas modificaciones en la correspondencia que tuvimos usted


y yo. Me demoré un poco porque quería dejarlo lo mejor posible,
además de que en estos días las celebraciones me insumieron algo más
de tiempo del que pensaba. Revise lo que armé y haga los cambios que
considere pertinentes. No se me ocurrió un buen resumen. Le adjunto 5
archivos.
Aprovecho para decirle una vez más que usted fue de gran ayudad para
mi. Yo sigo muy bien anímicamente a pesar de que hace poco terminó
mi último noviazgo.
Le cuento también que sigo teniendo una relación muy estrecha con ese
amigo del que le hablé y estuve considerando aceptar su invitación de ir
a visitarlo, pero luego de pensarlo bastante, esperaré un poco.
Le doy las gracias a Dios por haberme facilitado todo para encontrarme
con usted y haber recibido su consejo.
Hasta pronto.
Marcela

6. Guadalupe SOLTERA PARA SIEMPRE


“…mi vida va a seguir siendo de este modo,
y tengo que aceptar este estado de soltera para siempre.
Hasta hace unos días me negaba a reconocerlo,
pero ahora lo estoy aceptando.
Tengo que pedir mucho a Dios y a la Mater
para que me dé la santa paciencia y alegría.
Siento que por mí misma no lo voy a lograr,
que es una gracia
y tengo que rogar para recibirla...”

1. Estimado Padre:

Muchas gracias por su pronta y consoladora respuesta.


La convicción mía (quizás ilusa) de que él era mi futuro esposo me vino
en el mismo momento de escuchar en mi interior esas misteriosas
palabras “sí, él, pero no para ahora”. Lo comprendí todo de inmediato y
sentí un estremecimiento en el alma. La tranquilidad todavía me dura,
pero la Eva que hay dentro de mí, que quiere que todo suceda ya y se
impacienta, me quita la paz. Creo que el Señor me quiere purificar en el
abandono a su santa voluntad. Sí, leí su libro y él también.

En su libro usted caracteriza a la mujer como la divina providencia y


como una diosa que no es diosa pero todo lo quiere controlar como si lo
fuese. Yo soy tal cual. Dios me está dando una gran lección con esto,
tengo que dejar de preocuparme del futuro, y vivir con amor el
presente. Por haber querido controlar o disponer todo en mi vida la ha
afeado y he olvidado que el que hace bellas todas las cosas en Cristo.

Unos de los reclamos de él es que él necesita que lleguen al interior de


su alma conocerlo profundamente. A mí esto me causa confusión porque
creo conocerlo, y nuestras charla son profundas. Por momento me da un
poco de miedo ir más allá, o puede ser que no me he dado cuenta de
cómo hacerlo. Él tampoco me da muchas pistas y he creído que como
nuestras charlas son tan profundas... Yo le dije un día, no somos
adivinas y si bien nos damos cuenta de las cosas, hay otras que se nos
escapan. Él está pasando por un momento de prueba y de cambios.

Desde hace tiempo siento en mi interior que hay un velo, como usted
dice, que no le deja verme, como si el amor que él busca fuera desde la
carne, y a la vez siento lo mismo con respecto de mí. Espero que el
Señor no purifique a los dos en este amor para poder ser dignos de los
que Él quiera encomendarnos a los dos.
Quiero ser paciente y esperar. Gracias padre por aclararme esta duda,
no sabe lo feliz que me hace. Seguro que lo voy a tener al tanto y le
seguiré consultando dudas.

Me acojo a su bendición y que el Señor haga su obra. Guadalupe

Mi respuesta

Querida Guadalupe:

Es bueno que te des cuenta de la lucha interior por la que quieres


esperar pero no puedes esperar y quisiera que se diera todo ¡ya!, según
tu voluntad.

El alma de un varón, comparada con la de una mujer, es super simple.


Por eso, no es raro que el varón se sienta algo amedrentado ante el
abismo y la profundidad femenina, y prefiera que lo miren a él, por
miedo a asomarse a ella. Quedarse un poco afincado en una condición
de niño que reclama que mamá lo atienda.

Quizás lo que él tenga que superar, sea precisamente ese ego-


centrismo, por el cual quiere que la amiga se ocupe de él, y él aún no se
anima a asomarse al alma de la amiga, ni ponerle el oído. Quizás, el
velo para verte, pueda ser un velo de temor. Que no le deja verte,
porque tiene miedo de verte.

La superioridad anímica de la mujer, a veces, amedrenta al varón, que


entonces, busca una mujer de apariencia más sencilla, más elemental,
que no lo haga sentirse amenazado por la superioridad espiritual de la
futura esposa. Quiere poder dominar, por miedo a ser superado y
dominado. Quiere poder entrar en la torre, sin encontrarse con la
princesa.

Por eso, con la amiga que él reconoce superior, se anima a "coquetear"


a desafiarla a que lo interpretes. ¡Tú a él! cuando debería ser él, quien
fuese capaz de entenderte e interpretarte. Reclama que hagas tú lo que
tendría que animarse a hacer él contigo, pero aventuro a pensar que no
se anima por verte demasiado superior. Por eso te pide a ti que lo hagas
con él. Y en eso manifiesta su evaluación interior de su propia
inferioridad y la superioridad tuya.
La mujer no se da cuenta a veces de cuánto puede ella, con su
naturaleza, amedrentar al varón; de cuán superior puede verla él, y de
cuánto le cuesta vencer sus timideces con ella en el trato.
Por eso, quizás, él preferiría casarse con una mujer menos superior,
menos espiritual, que pudiera amar "desde la carne". Que fuera más
madre y menos esposa. En ese terreno piensa que sin ser más, puede
dirigirla poniéndola a satisfacer sus reclamos. Se engaña.

Quizás sea algo así lo que vela ante ti los ojos de ese chico, que teme
menos a la mujer según la carne, que a la mujer según el espíritu. Ésta
le parece demasiado superior. Está bien de amiga, en una relación
recíprocamente no comprometida, que se pueda tomar o dejar, pero
bajo cuyo yugo no se pone el cuello para que lo aten... ni siquiera para
tirar juntos del mismo yugo. ¿Quizás teme que ella saldría corriendo y
llevándolo de arrastro, poniendo de manifiesto la propia debilidad que
tanto humilla al varón y teme tomar ante los ojos? Intuyo que por ahí
que vaya, la veta, aún carnal, de ese chico.

Que el Señor te ilumine para que desde esta amistad, que apunta a la
matrimonial (que ya es matrimonial antes del matrimonio, porque a él
está destinada) y que recibirá la asistencia de la gracia, lo ayudes a que
él te vaya perdiendo el miedo y a dejar de vivir a la defensiva contigo; a
no seguir prefiriendo encontrar una mujer subordinable a sus reclamos.
A no temer tanto a la que teme que podrá dominarlo... o que podrá ser
demasiado superior, demasiado exigente en la relación matrimonial,
para lo bajo que, en el fondo, siente de sí mismo. Hay una jactancia,
una autosuficiencia, una soberbia propia del varón que oculta el miedo
ante la mujer.

Ante ella se siente amedrentado y amenazado por la "devoración" de


que teme lo haga objeto. No olvides que la primera mujer con que trata
un varón es ¡su madre! ¡La diosa madre, pero la omniprovidente!

Mientras la niña se rebela más fácilmente contra su madre y se aparta y


separa de ella, el varón tiende a quedar bajo la impresión de la
sobrehumanidad omniprotectora y omniprovidente de la figura materna.
Por un lado preferiría casarse con una mujer tipo "hermana" antes que
con una superior tipo "mamá", una supermadura... Por otro lado
quisiera encontrar en la esposa la solicitud y la servicialidad de su
mamá, pero sin la sujeción sometedora.

Quiero referirme todavía a otro punto de tu mail donde hablando de ti


misma dices:
"Desde hace tiempo siento en mi interior que hay un velo, como usted
dice, que no le deja verme, como si el amor que él busca fuera desde la
carne, y a la vez siento lo mismo con respecto de mi. Espero que el
Señor no purifique a los dos en este amor"
Quiero referirme especialmente al "siento lo mismo con respecto de mí".
"Lo mismo" en que el amor "sea desde la carne". Para el varón el "desde
la carne" significa desde la posesividad física sin respectiva posesión
espiritual por parte de la esposa. Para la esposa, "desde la carne"
significa en realidad, desde el alma, desde el deseo de ser amada y de
poseer afectivamente al que la ama. Ser la única para él.

Creo que superar este "desde la carne" en la mujer debe pasar por
sanarse de la posesividad afectiva y dedicarse a enaltecer al varón. No
para arroparlo en amor de madre ni para inflarlo en vana soberbia, sino
para que pueda mirar a los ojos sus miedos, sus sentimientos de
inferioridad, sobrecompensados con mecanismos de defensa.

Ella debe ser admirada por su capacidad de amar y ayudada a vencer


los miedos, iras y tristezas que le amargan su amor.
El necesita ser sanado de las heridas que debe producirse en la lucha
con la tierra, con el mundo, con los demás hombres.
Ella debe comportarse como una dama y hacer de él un caballero...,

No pretendo que todas estas reflexiones se apliquen a tu situación. Son


más bien consideraciones generales que barajo como hipótesis para que
veas si te pueden abrir los ojos para la observación... Bendiciones y
teneme al tanto.
Padre Horacio

2. Querido Padre:

¡Él es tal cual el hombre que Usted describe! Ya lo había comentado yo


con una amiga. Las mujeres que son fuertes y espirituales lo
amedrentan. Es algo que yo había notado hace tiempo. Pero no sé como
traspasar esta brecha, no quiero perderlo, es un hombre muy bueno, y
en verdad estoy enamorada, lo puedo asegurar porque he pasado por
muchas pruebas, lo conozco mucho, sus virtudes, y sus defectos. Deme
un consejo, ¿cómo hago para mantener un vínculo con él desde la
lejanía?

Le cuento que el otro día le presentaros una chica que no tenía nada en
común con él. Ella juega al fútbol, habla sólo de fútbol. La chica no le
gustó para nada. No tienen punto en común él. Cuando lo contaba,
riéndose, por lo rara de la reunión, yo sentí mucha rabia y pensé: ¿por
qué busca tan lejos lo que tiene tan cerca?

Se lo digo porque esto me recuerda lo que usted me dice, de que busca


una mujer a la que pueda dominar. Con respecto a su mamá: ella es
una mujer muy fuerte y dominante, es una gran mujer pero ella suele
tratar de dominarlo.

Un detalle importante: él tiene un hermano gemelo, con el que tiene


una relación muy estrecha. Una de las causas de que se volviera a ir a
Buenos Aires es que quería separarse de su hermano, que también lo
dominaba. A mí me dolió mucho su partida, pero creo que es lo mejor
para él. Todo lo que me dice Usted de él y de mí es tal cual Usted nos
describe.
Podría ponerle nuestros nombres al hombre y la mujer que describe en
su libro "La casa sobre roca" ja ja ja!

Ahora me encuentro en un problema: ¿qué hacer? Lo que me viene a la


mente en este momento es que tengo que seguir siendo su amiga, y
rezar mucho. Pero ¿qué me dice usted que haga? Creo que es
providencial que le haya escrito y que me pueda aconsejar en esto.

Tengo miedo de que él siga de largo y no me vea. Que pase de largo sin
ver el amor que le tengo.

Con respecto a mí. Mi amor es muy posesivo, y como usted dice " deseo
ser la única para él". Pero es cierto que este desprendimiento por su
partida me ha servido para desprenderme y purificar mi amor. A pesar
de que sea duro, acepto la purificaciones que Dios me envía. Yo le pedí
a mi Madre la Virgen que purificara mi amor hacia él.
Otra cosa se me viene a la mente. Él se sorprende de que yo siempre
vea el lado bueno de todo, incluso de las pruebas. La sensación es como
que ante mi fortaleza ante las contrariedades, él no tiene nada que
hacer para protegerme. Pero, entonces ¿qué hago? ¿Me hago la débil?
¿Cómo encaro esta situación?

Padre hay algo de mi amigo que no le he dicho. Él es una persona muy


abierta, muy sociable, afable, cae bien a todos, tiene muchos amigos y
amigas, y busca comunicarse con todos, no le gusta estar solo, busca
siempre compañía. ¿Podrá ser que ese deseo de ser entendido se lo
plantee a todas para ver quién lo pueda comprender?

Yo siento que en la relación estoy haciendo algo que no me compete,


como si no fuera natural a mí el tener que ir más allá en el
conocimiento, será por eso que si él no lo dice yo no me doy cuenta.

Otra cosa es que todos los que nos ven juntos ven que nos llevamos
muy bien, que somos como novios. Esa es la imagen que damos. Pero
no por la proximidad física sino por el modo como nos
complementamos, ya sea en las ideas, como así también en las
cuestiones prácticas.

Una amiga intima me dijo el otro día que él me ha elegido sólo como
amiga, no como mujer. Esto me turbó un poco, pero en el fondo de mi
alma está esa tranquilidad que me causan las palabras que le comenté.
Hay como una certeza interior. Es como si tuviera que esperar aunque
no vea cómo se pueda resolver esto. Pienso que Dios quiere que venza
esta falta de confianza en la Providencia, y yo quiero confiar. Quiero que
Él destruya mi voluntad, como las uvas en el lagar. No me importa sufrir
porque quiero ser toda de Dios. Mi amiga no sabe lo de las palabras que
oí en mi interior, que ese chico estaba destinado para mí, ni se las voy a
comentar. Bueno Padre quería comentarle esto. Doy gracias a Dios
porque me lo ha puesto en mi camino. Rece mucho por mi y por él.
Gracias espero su respuesta y mandarme su bendición.
Guadalupe

Mi respuesta

Querida Guadalupe:
Cuando a una le dijo Dios al oído interior: "será pero todavía no": ¿Qué
tiene que preguntar acerca de lo que tiene que hacer? Debe más bien
tranquilizar sus ansiedades y esperar, poniéndolo todo en la mano del
Señor. Dejar al chico en paz, y esperar que madure. Si uno anda
tanteando la fruta en el árbol a ver si está madura, la ablanda
machucándola, pero no la hace madurar. No lo machuques. Tendrás que
esperar a que madure solo. Dale tiempo. Necesita estar solo en Buenos
Aires, hasta que empiece a extrañar. Me imagino que tu terror es que
allá va a encontrar otra...s. Y ¿dónde queda tu fe en lo que has oído en
tu corazón? Si das por nula la palabra de Dios, ¿cómo podrá hablarte?
Después te quejarás de que está mudo...

Basta pues de dejarte inquietar. Déjalo todo en la mano de Dios y


dedícate a vivir. Cosas prácticas para una eventual vida matrimonial con
él o con quien sea. Actos de fe prácticos en la palabra que has oído.
Pongo ejemplos: clases de cocina, de economía doméstica, de cuidado
del bebé. Prepararte para la maternidad y ser ama de casa. Esos son
actos de fe prácticos. Te distraerán, te librarán de la obsesión y... de tus
miedos...
Esos sí que son malos consejeros. Las hijas de Eva les creen más
fácilmente a los propios miedos que a las profecías, a las palabras e
inspiraciones interiores.

Quizás esas cualidades y apertura sociable de él sea para ti fuente de


temores e inquietudes, por si se le cruza otra. Renuncia a tener eso bajo
tu control, porque es imposible. Y déjaselo al Señor, porque para él es
posible.
Jesús en ti confío. A ti te lo confío.

Creo que tampoco debes andar hablando con uno y otro de él y de ti.
Basta. Guárdatelo en el corazón. Háblalo con Jesús, con la Virgen, algún
santo de tu devoción y nadie más.
Sé mujer creyente y fuerte. Y déjalo a Él también golpearse y sanarse.

Eso es todo, repetido varias veces, para vaya calando en tu corazón...

Padre Horacio

Guadalupe siguió durante meses con problemas de salud y pasó por un


estado depresivo. Finalmente el chico se alejó totalmente de ella y ella
perdió toda esperanza de que ese vínculo pudiera llegar a algo. Durante
todo ese tiempo mantuvimos una correspondencia que no corresponde
reproducir aquí. Pero sí lo que sigue.

Luchando con la tristeza

3.¡Hola Padre! ¿Cómo está Usted?


Yo le cuento que no estoy muy bien. Mi psicóloga me pidió que le
escribiera, pero me he dejado estar. Le cuento: como Usted ya sabe
estoy con depresión y con tratamiento médico. Pero mi terapeuta me
dice que mi estado, en parte, se puede deber a una prueba espiritual.

Todo me causa desilusión, pena, hastío. Me siento como si no


perteneciera a este mundo. Extraño el Cielo, como si ya hubiera estado
allí. Le pido al Padre que me lleve con Él, este mundo es muy triste.
Hace unas semanas que estoy en un estado de sequedad, esa es la
palabra me siento seca, y a la vez triste, pero no es propiamente
tristeza, es como si viera todo de color gris. Para mí todo ha perdido su
brillo. Vivo cada momento para Dios ofreciéndole este estado por mis
pecados y los de todo el mundo. Además, hay mucha gente que sufre
terriblemente, personas cercanas que yo ni sabía. Esto me ha llevado a
ofrecer este dolor por ellos.
Le cuento que la Psicóloga me había pedido que le escribiera a Usted y
yo no lo había hecho caso porque "no tenía ganas". Me estoy
acostumbrando a la idea de que mi vida va a seguir siendo de este
modo, y que tengo que aceptar este estado de soltera para siempre.
Hasta hace unos días me negaba a reconocerlo, pero ahora lo estoy
aceptando. Tengo que pedir mucho a Dios y a la Mater para que me dé
la santa paciencia y alegría. Siento que por mí misma no lo voy a lograr,
que es una gracia y tengo que rogar para recibirla.

Le cuento que varias veces he pensado que morir sería una solución, no
pienso en quitarme la vida, pero tengo miedo de que esta tentación
aparezca.

Además, veo mi miseria y la rabia que hay en mi interior.


Le pido que rece mucho por mí, quisiera tener una vida interior estable,
sin estos altos y bajos, quisiera tener paz. Pero son muchos los pecados
que tengo que reparar, muchas las faltas de amor con que he ofendido
al Señor.
Espero su respuesta y ruego su bendición.
Guadalupe

Comentario de Edit Liliana:


Gracias por compartirnos estas vivencias de Guadalupe... La soledad
también es un Don, cuando uno aprende a aceptarla y comienza a
crecer en ella, al vivir la Comunión con Dios. Bendiciones. Edit Liliana.

De la depresión al gozo

“… viví, desde mi paso por la secundaria,


pendiente de encontrar un hombre para formar un familia,
en el fondo para "ser querida", como dice Usted.
Siento que Dios me ha regalado la gracia de estar libre de este deseo.
Nunca antes me había sentido tan libre de espíritu, desapegada.
En realidad estoy tan bien....
Todo lo que ha pasado en mi vida
ha sido para prepararme para esta gracia”

4. Padre querido

Qué alegría me dio recibir su mail después de tanto tiempo.


Yo estoy bien. Sigo con la terapia psicológica y con los medicamentos de
la depresión.

Estoy bien, volví a vivir con mi padre, lo que me ha hecho mucho bien.
Tengo mucha tranquilidad en el alma, tengo paz, cosa que antes no
tenía. Estoy un poco guardada en mi casa. Vivo en un lugar tranquilo, le
dedico mucho tiempo a mis sobrinitos.
Le cuento que trato de crecer en la vida de oración. Dios me está
regalando la gracia del abandono a su voluntad y esto me da mucho
descanso, aunque pongo todavía resistencia. Trato de vivir el día a día lo
mejor que pueda en la presencia del Señor.
Me gusta la soledad donde me encuentro más íntimamente con Dios. Es
como si la mirada la tuviera dirigida hacia lo interior de mi alma.

Con respecto al hombre de mis sueños e ilusiones, hace bastante que no


tengo noticias suyas y está bueno. El tiempo y la distancia están
ayudando a olvidarlo. pero con respecto a este tema, viví, desde mi
paso por la secundaria, pendiente de encontrar un hombre para formar
un familia, en el fondo para "ser querida", como dice Usted.

Siento que Dios me ha regalado la gracia de estar libre de este deseo.


Nunca antes me había sentido tan libre de espíritu, desapegada.

En realidad estoy tan bien. Creo que también ha ayudado el hecho de


volver con mi padre, el saberme amada por mi padre en tan
plenificador, y eso lo traslado a mi Padre Dios y ni le cuento la alegría
que me da. Siento que nada me falta. Todo lo que ha pasado en mi vida
ha sido para prepararme para esta gracia y agradezco todo lo sucedido.
Además el nacimiento de mis sobrinos, de Laurita, hija de mi hermana,
y de Maximino, hijo de mi hermano, han ayudado también. Estoy
enamorada de ellos. Son dos cositas tan hermosas, siento un amor por
ellos que antes no había experimentado, y es tan plenificador.
Querido Padre soy muy feliz en estos momentos. La visión de la vida me
ha cambiado, ya no vivo pensando en lo que no tengo, sino que pongo
la mirada en lo valioso de todo lo que poseo, el vivir en gracia, tener mi
familia, mis queridos sobrinos, amigos queridos, el amor del Padre, y
tantas otras cosas con las que soy regalada todos los días.

Gracias por cuidarme con sus oraciones desde la lejanía. Disculpe la


demora en contestarle pero no estoy viendo mis correos muy seguido.
Gracias otra vez, y que pase una Santa Navidad y un próspero Año
Nuevo. Que la Familia de Nazaret lo guarde y lo colme de bendiciones.
Un gran abrazo grande y mándeme su bendición.
Guadalupe

Bendita sea esta experiencia

“…creo que el demonio saca mucho provecho


distrayéndonos con esta terrible tentación.
Esa obsesión por encontrar el hombre para casarnos.
Nos desvía la mirada del Verdadero Amor,
el único que nos plenifica y nos hace felices.
El demonio sabe todo el mal que hace
al apartar nuestro corazón del Verdadero Amor…”

5. ¡Hola Querido Padre! ¡Gracias por alegrarse conmigo!


Sí, yo no tengo ningún inconveniente en que suba mi testimonio al Blog,
al contrario, si este testimonio va a servir a tantas mujeres que pasan
por lo mismo, bendita sea esta experiencia.
Creo que el demonio saca mucho provecho distrayéndonos con esta
terrible tentación. Esta obsesión por encontrar el hombre para casarnos,
el hombre que nos quiera. La obsesión de ser queridas. Nos desvía la
mirada del Verdadero Amor, el único que nos plenifica y nos hace
felices. El demonio sabe todo el mal que hace al apartar nuestro corazón
del Verdadero Amor. Yo no soy madre físicamente pero el Señor me ha
concedido ser madre espiritualmente de mis sobrinitos, y esto ha
contribuido a sanarme, porque me olvido de mí. El Padre Leonardo
Castellani dice que la mujer se santifica por la maternidad o por algo
semejante, y cuánta verdad tiene. La prueba es necesaria, y creo que el
Señor en su infinita bondad me ha bendecido sin yo merecerlo.

Padre Gracias por cuidarme con sus oraciones, le pido que lo siga
haciendo. Nada más le pido que cambie los nombres de este testimonio.

Le encomiendo a mi sobrina Laurita que hoy cumple un añito para que


el Señor le conceda, que el don de la fe que recibió en el bautismo,
crezca y que llegue a alcanzar en esta vida el grado de santidad que el
Señor pensó para ella. Además, le encomiendo a mi sobrinito
Maximiliano que está con gastroenteritis, tiene once meses, para que se
ponga bien, hace varias semana que está sufriendo por esto y no se
recupera.
Otra vez gracias. Bendígame Padre.
Guadalupe

El 10 de marzo de 2010, me escribe Guadalupe. Ha recibido una gracia


de liberación por la que ahora encuentra su felicidad entregándose a
amar a su padre, hermanos, sobrinos y esos afectos le llenan el
corazón. Ha descubierto que es más feliz dar que recibir… amor.

6. ¡Hola padre!

Hoy estoy abriendo su mail... perdón por la demora en responderle,


abro muy de vez en cuando mi correo. Gracias a Dios este demonio del
miedo a la soltería me ha dejado, pero de vez en cuando regresa y me
atormenta, pero el Señor se las arregla y lo aleja pronto y me quedo
tranquila.
Le cuento que ahora mi sobrinita está con problemas intestinales y le
han hecho los estudios para ver si es celíaca, los que van a estar esta
semana. Mientras tanto el pediatra le ha cambiado la leche por una
deslactosada y se le ha cortado la diarrea, espero que sea problema de
la lactosa y nada más. Mi sobrino, que tiene un año y dos meses está
hermoso, ya camina como su hermanita, son mis dos soles, me alegran
la vida. Mi hermana M. está de 7 meses de embarazo, no sabemos lo
que es porque no se ha dejado ver, así que la familia se agranda.

Le cuento que en febrero pasé un gran susto, mi hermano, papá de mi


sobrinita, sufrió un problema del corazón, estuvo muy grave en terapias,
fue muy difícil la situación. No sé si le conté que somos tres hermanos,
mi mamá murió de un infarto cuando yo tenía cinco años. Para mí, como
para la familia fue muy duro, yo pedía a Dios que no le pasara a mi
sobrina lo que nos pasó a nosotros. Gracias a Dios él está bien, pero los
médicos no saben por qué le ha pasado esto y si le puede volver a
pasar, no lo han medicado, solo le han dicho que haga vida sana.
Yo tengo miedo que le vuelva a pasar, lo pongo en las manos de Dios,
que se haga su voluntad. Sé que vivimos en el amor del Señor, y nos
ama a cada uno de modo infinito y quiere nuestra salvación. Pido todos
los días para que el Señor nos salve que nos guie por el camino que
cada uno tiene marcado para llegar al cielo.

Además, el esposo de mi otra hermana sufrió una quemaduras con agua


caliente del radiador del auto, que fueron bastante graves, gracias a
Dios él ahora está bien, pero fueron uno momentos de una gran
angustia.

Ha sido un inicio de año con varias cosas, y vivo con miedo que les pase
algo a alguno de mis familiares, me pongo en las manos de Dios, pero la
angustia sigue, quisiera poder protegerlos a todos, pero yo no soy Dios,
y El los ama infinitamente más que yo y tiene un plan para cada uno de
nosotros, ve Padre, todavía está en mi esa mujer que quiere que todo
salga como ella quiere porque piensa que esa es la mejor forma en que
pueden suceder las cosas. La diferencia con la Guadalupe de ahora es
que ésta trata por todos los medios de silenciar a aquella, y que esta no
se empeña en hacer todo lo posible para que las cosas salgan como ella
quiere. Lo de ahora es una lucha pasiva, es abandono y confianza.

Bueno querido Padre gracias por sus oraciones, por sus consejos, por
tenerme presente en la Santa Misa, por su cariño, el que hace mucho
bien.
Me encomiendo a mis oraciones y a mi familia. Un abrazo grande.
Bendígame.
Guadalupe

Comentario de Valeria

Veo que ella está muy pendiente de sus sobrinos y del resto de su
familia. A pesar de que trata de vencer a Guadalupe que quiere que
salga todo a su manera y que por eso se queja un poco, ella de esa
forma se realiza como mujer, aunque no como casada, pero sí como
madre espiritual.
Creo que el temor de Guadalupe es el temor de muchas mujeres, temor
por el que yo alguna vez también pasé. Gracias a Dios hoy tengo mis
energías abocadas al trabajo dentro de mi comunidad, sacando
provecho de mi soltería. Si Dios me concede que yo me case y tenga
una familia en el futuro, ya no podré hacer muchas de las cosas que hoy
hago por Él. Es de esta forma en la que yo espero hasta que encuentre
a mi futuro esposo. Ojalá ella no decaiga y pueda ser siempre fiel a Dios

7. Gimena: LA CASTIDAD EN EL NOVIAZGO


¿QUÉ HACER PARA NO CAER?
Realmente nos asustamos mucho porque se nos fue de las manos,
no pasó nada, pero sólo porque Dios no nos dejó caer…
los dos perdimos el control…
Yo quiero que él sea santo y que se vaya al Cielo.
Y quiero lo mismo para mí.
Quiero que podamos mostrarle a Dios los frutos de un noviazgo santo,
pero, con lo que nos viene pasando a los dos,
me parece realmente lejano e imposible.”

1. Padre,
¿Cómo está?

Antes que nada muchas gracias por el aporte que hace a todos los
cristianos con su blog. Le cuento por qué le escribo.
Resulta que estoy de novia hace poco más de seis meses, con un chico
buenísimo, practicante y piadoso. Pero tenemos un problema con el
tema de la pureza.
Hemos tenido varias caídas, (no es que hayamos tenido relaciones
sexuales, sólo caricias fuera de lugar). La última vez que pasó esto,
realmente nos asustamos mucho porque se nos fue de las manos, no
pasó nada, porque Dios no nos dejó caer tan bajo.
Hablamos del tema y ambos pensamos en terminar la relación por este
problema. Quedamos en rezarlo y en pedir consejo. Sinceramente, yo
no quiero terminar la relación por lo que sucedió, yo lo amo. Pienso en
una familia con él y él piensa igual.

¿Qué quiere Dios? Obviamente no quiere que caigamos en pecado


mortal, yo tampoco quiero eso. Esta situación me hace mal... a él
también. Trato de rectificarme, ¿me ayuda? ¿Cómo podemos hacer para
no caer más? Padre, espero que pueda aconsejarme. Muchas gracias,
desde ya. Que Dios lo bendiga.
Gimena

Mi respuesta

Tengo una respuesta para ti en la carpeta de borradores. Pero antes de


enviártela desearía que me dijeras algo más acerca de ti misma: país y
ciudad de residencia, si estudias y o trabajas y en qué; tu edad y la de
tu novio (o por lo menos la diferencia que hay en años y quién de los
dos es mayor), si has tenido otro(s) novio(s) antes y lo mismo tu novio
si ha tenido otra(s) novia(s)... en fin algunos datos biográficos tuyos e
información sobre tu vida religiosa pasada y presente.

Comprenderás que es muy arriesgado responder sobre un hecho tan


importante, a una persona totalmente desconocida con tan poca
información acerca de la situación de ambos.
También quiero pedirte que seas prudente con mi respuesta, que si algo
no entiendes me lo preguntes a mí y no a terceros. Y que lo tengas
como una conversación confidencial solamente para ti y tu novio.

A mi vez, yo podría pedirte que, cambiando todos los nombres y datos,


pudiera subir al Blog del Buen Amor tus "preguntas" y mis "respuestas"
para provecho de otros jóvenes. Antes de publicar nada, lo sometería a
tu corrección y aprobación para publicar solamente lo que tú estés
conforme en que se publique. Pero respetaría tu negativa. Bendiciones
Padre Horacio

2. Padre,
Puede publicar, sé que mantendrá la confidencialidad.
Ambos tenemos 24 años y somos católicos militantes de Misa diaria y
apostolados semanales. Vivimos en Argentina, pero él a mil doscientos
kilómetros de Buenos Aires donde vivo yo. Como verá la distancia es
grande, nos vemos una vez por mes, como mucho.

Yo practico de manera constante desde hace 4 años y él desde


adolescente. Él tuvo una novia antes y salió con una chica también.
Lamentablemente sí… tuvo relaciones, pero sólo una vez. Luego hizo un
retiro espiritual y no pasó nunca más. Yo estuve de novia una vez antes
y sin mayores problemas en relación a este tema. Es recién ahora que
se me empieza a convertir en un verdadero problema.

Ambos estudiamos y trabajamos en nuestras ciudades de origen. Yo doy


un círculo de formación católica y él participa de uno de estudio,
también participa de campamentos coordinando la pastoral con niños.

Últimamente ambos hemos estado bastante secos (espiritualmente


hablando) y nos ha costado el estudio y la oración. Yo creo que es por
este problema de la pureza en el noviazgo.

Tengo miedo de perderlo, porque él es mi mejor amigo. Nos llevamos


bien a pesar de tener el mismo carácter (fuerte) y creo que si esto
arruina el tesoro tan lindo que nos dio Dios, habremos hecho la peor
cosa.

Yo soy bastante "rara" con mis sentimientos, nunca sé si quiero a


alguien. Me pasa eso con mis padres, y los amo. La cuestión es que a él
sí sé que lo amo. Pero no quiero que este amor mío sea desordenado ni
contra la voluntad de Dios.

Yo quiero que él sea santo y que se vaya al Cielo, yo quiero lo mismo


para mí. Quiero que podamos mostrarle a Dios los frutos de un noviazgo
santo, pero, con lo que nos viene pasando a los dos, me parece
realmente lejano e imposible por momentos. Yo quiero esforzarme y él
también, no quiero que esto nos separe.
Gracias Padre, es importante para mí su respuesta. Saludos afectuosos
de:
Gimena

Mi respuesta

Querida Gimena:
Después de tu respuesta te envío lo que tenía preparado. No tuve que
cambiar prácticamente nada después de tus aclaraciones.

1) Examina serenamente lo sucedido – yo me lo imagino, pero todavía


no te has atrevido a describírmelo y entiendo tu pudor, pero conviene
que lo explicites - y me juego a que fuiste tú la que no pusiste límites al
comienzo y tuviste que ponerlos antes de un mal final.

Sucede que la chica, a menudo, no sólo no pone límites sino que


provoca la extralimitación sin plena conciencia de los riesgos. ¿Por qué?
porque hambrea las manifestaciones de afecto de su novio: el abrazo
cariñoso, el beso, el contacto físico. Si el novio fuera una amiga no
pasaría nada. ¡Pero es un varón! Y en él, esa misma cercanía física que
ella busca y anhela en su hambre de amor, se convierte en motivo de
excitación sexual y pasión enceguecedora.

Por eso te digo que si examinas lo sucedido, apuesto a que fuiste tú la


que indujiste el comienzo y tuviste que poner fin al episodio que tanto te
aflige. Y menos mal que lo hiciste. Hay chicas que no se conforman con
que el novio no le dé frecuentes y hasta continuos signos físicos de
afecto. Por este motivo a menudo lo tildan de frío o de desamorado. O
dudan de si realmente la querrá.

Por el otro lado hay chicos que no entienden otra forma de manifestar
su amor y de que su novia se lo exprese si no es con besos, tactos y
abrazos. Error por ambas partes.

Durante el noviazgo hay que aprender a manifestarse el afecto sin


profusión de contactos físicos intensos. Éstos son más peligrosos para el
varón que para ella. Por eso debe ser ella la que cultive el recato y el
pudor. Pudor en el vestir y en el actuar. Ya bastante agredida está la
castidad de nuestros varones, para que su propia novia provoque su
desgobierno pasional y se convierta, por eso mismo, de la amiga en
enemigo.

2) Pero lo que tanto te aflige no es motivo para romper el noviazgo y la


relación. Dice un proverbio latino muy sabio "abusus non tollit usum": el
abuso no se opone al uso. Por miedo al abuso no hay que desesperar de
que se pueda hacer buen uso. ¿Por miedo al alcoholismo no tomar vino?
Si fuera por eso tampoco habría que casarse. Porque, no nos
engañemos, algo semejante pasa aún dentro del matrimonio, durante el
cual también debe el varón alcanzar la virtud de la castidad en el
ejercicio mismo de la intimidad matrimonial. Por eso debe ir cultivando
la virtud de la castidad desde el noviazgo, con la ayuda de su novia, que
debe ser el ángel guardián de la castidad.

La virtud de la templanza es la que sabe moderar el uso de los bienes


de modo que no degeneren en abuso. En este caso creo que hay que
llamar a la mujer a tener templanza en dar y querer recibir
manifestaciones de afecto. Y al varón hay que llamarlo a la templanza
en el impulso sexual físico. Porque por esos dos extremos, el uso
degenera en abuso.

3) Una vez casados empezará, con la gracia divina del sacramento, la


tarea de la esposa en ayudar a su esposo a no perder pie en una
sexualidad despersonalizada y despersonalizadora. Sexualidad, de algún
modo, animal. Ella tendrá la tarea de ayudarlo a crecer en la
personalización de sus relaciones. Ella debe ser médico que sane en el
varón las consecuencias del pecado original, las cuales son en él muy
distintas que en la mujer.
Para entender mejor esto: ¿Has leído "La Casa sobre Roca"? Si no lo has
leído, léanlo con tu novio. Y también te recomiendo la lectura del libro
que sigue a La Casa sobre Roca: “¿Qué la pasó a nuestro amor?
Respuestas divinas a preguntas humanas”.

4) Y ahora vengo a responder tu pregunta: ¿Qué hacer para no caer


más? Hay que dedicar los encuentros del noviazgo a fortalecer la
amistad entre ambos. Con este fin conviene que

a) oren juntos,
b) estudien juntos en el catecismo lo que es el sacramento del
matrimonio,
c) crezcan juntos en su relación de fe, esperanza y caridad, con las Tres
divinas Personas.
d) si es posible prepárense juntos para consagrarse a la Santísima
Virgen.
e) tengan ambos confesor fijo y padre espiritual, cuando esto es posible,
y si es posible, el mismo para los dos
f) vayan a la misa juntos.
g) consagren su noviazgo y su futuro matrimonio e hijos al Señor.
h) Tú examínate si estás dispuesta a tener muchos hijos. Y piensa que
tu novio tendrá que ir aprendiendo a manifestarte su amor de manera
ordenada. En algún momento de tu matrimonio puede ser que no
quieras relaciones íntimas y que te arregles perfectamente con otro tipo
de manifestaciones de afecto de tu esposo ¿Por qué no vas aprendiendo
esa templanza desde el noviazgo, para evitar dañar a tu novio,
haciéndole perder pie en la excitación sexual?
i) Conviene que el lugar del encuentro los proteja de lo sucedido.
Examinen cuál fue el lugar en el que les sucedió lo que me cuentas y
vean por qué pudo suceder eso allí. Eviten ese lugar y ese tipo de
lugares como lugar de encuentro.
j) El que es humilde sabe que puede caer. Y el que casi cae, que
examine si no fue presuntuoso en vez de humilde y no temió ni de sí
mismo ni por el otro, convencido de que "a mí" o "a nosotros no nos va
a pasar nada".
k) Por eso hay que ser cauteloso. Tratar de no encontrarse en
situaciones que facilitarían una caída, como sería quedarse solos en una
misma casa. O salir a vacacionar juntos solos. En los encuentros: evitar
sentarse demasiado juntos en un solo asiento, estar abrazados, etc.

Convéncete de que la naturaleza humana está herida por el pecado


original y que las pasiones se desordenan, sustrayéndose al control de
la razón. En ti se desordena el deseo de ser querida y poseer
afectivamente a tu novio, de expresarle tu afecto al modo femenino. Y
en tu novio se desordena el deseo de poseerte físicamente. Los dos
deseos se desordenan y ambos pierden pie en su propio desorden
arrastrándose mutuamente hacia la pérdida del control.

Si hay dudas sobre algo de lo que te digo, pregunta. Pero también yo


quisiera saber si lo que te digo te enseña algo nuevo. Si reconoces que
estabas equivocada en alguno de los puntos que te expongo en forma
de conjetura.

Si te das cuenta ahora de cuáles fueron tus errores para que las cosas
fueran tan lejos, espero que me lo digas sinceramente. Quiero decir,
que no te reserves para ti misma y para tu propio uso lo que te estoy
exponiendo, para manejarlo todo por ti misma, "con ayuda de los
consejos del padre", pero comportándote como un dios que lo gobierna
todo con su propia pequeña providencia.

He conocido varones que dejaron a su novia porque los acosaba


"echándoseles encima" por decirlo así, o imponiéndoles un contacto
físico que los "descomponía" o "excitaba".

Hay chicas que intentan así un apoderamiento del ser del varón aún a
costa de la dignidad del varón, o de su división espiritual. Y chocan
contra la voluntad de algunos varones, que son quizás los mejores y
más nobles, que aspiran a la castidad como a una condición necesaria
para mantenerse íntegros, es decir, no disociados porque la pasión va
por un camino opuesto al que prescriben la razón y la fe.
Por duda de si me ama y por el miedo a perderlo
“Creo que he caído en la trampa que usted dice:
de querer apoderarme del varón.
Estaba ciega por miedo a perderlo
Por eso lo excité”

2. Estimado Padre:

Mil gracias por su respuesta. Paso a responderle punto por punto.

1- Tiene razón yo no puse límites. Es más: yo llevé la situación a ese


extremo. Lamentablemente nunca me di cuenta de eso hasta después
de lo que sucedió. Eso me llena de mucho dolor pero me muestra lo
necesario de ser humilde para comprender que se puede caer y que es
necesario estar prevenidos.
2 - Mi novio había venido manteniendo distancia física y manejando todo
evitando los "arrumacos". Y yo pensaba que era "frío" o que no me
quería. ¡Estaba tan equivocada! Mi novio nos estaba cuidando a los dos.
Me duele mucho haber sido causa de todo este dolor para ambos.
3 - Todo sucedió por no haber guardado, temerariamente, las cautelas
que Usted recomienda. Esas cautelas son de sentido común cuando uno
sabe que puede caer por estar heridos por el pecado original. Yo no las
tuve en cuenta, aunque se las hubiera aconsejado a cualquier amiga. Ya
que Usted me lo pregunta le cuento, venciendo mi vergüenza de
contarlo, qué es lo que sucedió realmente, para que otros jóvenes que
visiten su Blog, vean cuánta razón tiene lo que Usted aconseja. ¡Hicimos
todo lo que Usted aconseja no hacer!

Nos quedamos solos en su casa de casualidad y comenzamos a


besarnos y acariciarnos de una manera que se fue haciendo bastante
desenfrenada desde el primer momento. No sé ni cómo llegamos a su
habitación y nos recostamos en la cama, ya que nunca dejamos de
besarnos. Allí las cosas se fueron de control, las caricias fueron debajo
de la ropa, (camisa y pantalón). Sinceramente yo no conseguía pensar
en ese momento. La situación se extendió unos minutos. El se recostó
encima mío y metió su mano dentro de mi pantalón, luego lo bajó un
poco, y acaricio mis genitales. Yo también acaricié los suyos. Tanto se
extendieron estas caricias que ambos tuvimos un orgasmo. Cuando a mí
me pasó eso, me asusté por la sensación, ya que era desconocida para
mí y me levanté de manera bastante violenta dirigiéndome al baño.

Estaba muy avergonzada por lo que había hecho; por lo que le hice a él.
La eyaculación me asustó mucho. Me puse a llorar en el baño y él, del
otro lado de la puerta me preguntaba cómo estaba, si él me había
lastimado, etc.
Cuando salí me abrazó, me pidió disculpas. Ambos estábamos realmente
avergonzados, heridos en nuestro pudor. Fue en un segundo que todo
se nos fue de las manos, fuimos muy imprudentes. Y todo fue mi culpa,
yo no puse límites, yo induje la situación...

4- Le cuento cómo llevé la situación a ese extremo. Creo que primero es


por falta de confianza en Dios. Mi novio es muy bueno, realmente
valioso. Me daba miedo perderlo. Y eso que no soy una persona con
problemas aparentes de autoestima. Aunque ante esto creo que se
evidenciaron.
Tiene razón, era miedo irracional. Si me pregunta qué pensaba tengo
que contestarle... "en nada y en todo junto". Eran un montón de ideas
arremolinadas en la cabeza. Sinceramente no puedo identificar una
frase que me moviera, solo era un impulso irracional. MIEDO y DUDA.
La duda era sobre él, sobre su amor hacia mí y sobre mí y sobre mí
misma, si estoy capacitada para estar de novia "bien" o no. Era un
torbellino de inseguridades, se ve que el Enemigo se hizo "tamaño
plato" conmigo...

Respecto a los errores de procedimiento es simple, lo "cargosié" todo el


tiempo. Cuando él me apartaba, yo entendía que era un acto de
desamor cuando era todo lo contrario. Yo procuraba estar sola con él,
sin intención de nada prohibido, pero dado mis "cargoseos" esas
situaciones se daban solas. Creo que yo quería que él me prestara
“toda” su atención, la cual ya me daba. Solo que yo la exigía total y de
una manera más desordenada.
Y otra cosa, yo me sentía muy mal después de haber tenido alguna
caída, pensaba..."¿quién va a querer, para madre de sus hijos, a alguien
como yo, que no se controla?" o "¡no soy digna de confianza!" o " ¡él es
tan bueno, que va a enamorarse de alguien mejor que yo, más buena y
más pura y a mí no me va a querer más!". Ese fue el último
pensamiento que me atormentó.

Y acá estoy.
Anoche hablé con el que todavía es mi novio y no sé si esto seguirá
siendo así. Le conté todo lo que me pasaba, las inseguridades, todo... él
me escuchó como siempre, atento. Calculo que ya lo imaginaba... es
muy perceptivo.
De todas maneras él está dudando de la conveniencia de seguir. Lo
lastimé mucho, hice salir de él cosas muy feas y él no sabe si podrá
manejarlas a futuro.
Dañé a quien amo, me partí el corazón y ofendí a Dios. La hice
completa.
Merezco que la relación se termine y con eso, todo el dolor que eso
traiga.

Espero que esto pueda ayudar a alguien. Yo me pongo en las manos de


mi Madre y le ruego que rece por mí. Y por mi "príncipe", para que
pueda oír la voz de Dios, ya que está muy atribulado. Le está siendo
difícil discernir las ideas del buen espíritu.

5- Me hace muy feliz que usted considere que esto no es motivo para
romper con el noviazgo. También le pido oraciones para que ambos
podamos robustecer la voluntad y crecer en virtud para mantenernos
puros y castos. Principalmente por mí, ya que soy la encargada de ser
"ángel guardián" de la pureza de mi novio. Eso me da mucho miedo,
pero sé que con la gracia de Dios, será posible. También había pensado
antes de recibir su mail en una consagración del noviazgo a la Virgen
Santísima ¡Lo haremos!

6- Respecto a la oración: cuando nos vemos, lo cual no es frecuente por


la distancia a la que vivimos, vamos a la Misa juntos. Por la distancia
tampoco podemos tener el mismo director espiritual. Pero tener uno
cada uno por su lado será algo más posible.

7- Voy a mantener la distancia física en los encuentros para evitar las


caídas, para no herirlo ni salir herida, no quiero "acosarlo" ni
"excitarlo"... Quiero que sea santo, que ambos lo seamos.

8- Cuando usted dice ... "apoderamiento del varón" creo que he caído
en esa trampa también. Supongo que por inseguridad busco que me
demuestre lo que siente de manera más física. Y eso es realmente una
estupidez, él me lo demuestra precisamente "sin lo físico", se esfuerza
por nuestra relación, viaja y se sacrifica... Yo no lo veía, estaba ciega
por miedo a perderlo, cuando él demostraba todo el tiempo amarme.
Padre, espero que no sea tarde y que podamos sanar las heridas del
noviazgo. Sé que mi novio es bueno y que es imprescindible que yo me
esfuerce y empiece a practicar la templanza. He rogado tanto por ello,
Mamá María, va a escucharme, estoy segura.
Si, ya he leído el libro, La Casa sobre Roca. Y creo que mi novio también
lo ha hecho. Estará de acuerdo con que lo meditemos para tenerlo más
presente, ¿no?
Padre, rece por mí y por mi novio. Gracias, que Dios le pague por este
consejo con alegría eterna. Saludos afectuosos en Cristo.
Gimena
Mi respuesta

Querida Gimena
Eso que sucede en el noviazgo viene a ser una masturbación de a dos. Y
por eso se ha de evitar. Y es masturbación porque se excluye la relación
plena en orden a la generación o abierta a ella. ¿Te das cuenta que no
podía responderte sin tener yo claridad al respecto?

Si entendí bien, me dices que tu novio había quedado herido o enojado


o que pensaba que tenían que dejar el noviazgo por lo sucedido ¿puedes
aclararme este punto?
Comprendo tu vergüenza, pero si consultas a un sacerdote, haces bien
en callar la verdad por vergüenza. El Papa nos está enseñando a ser
claros en estos asuntos cuando es para corregir el mal y evitarlo, no
andándonos con tapujos. La verdad nos hace libres. Y la caridad se
realiza en la verdad.
Padre Horacio

3. Padre,
Mi novio me comentó el motivo de su enojo. Él me dijo que creyó
haberme aclarado antes que mi trato hacia él era “cargoso”.
Lamentablemente yo no advertí eso, es decir lo escuché, pero no lo
internalicé y que porque no cambié mi modo de proceder con él,
llegamos a la situación tan fea de esa tarde.

También estimo que tiene que ver con su disgusto, que él en su


adolescencia había tenido una caída significativa en este aspecto, por lo
cual él me confió que esta situación lo hizo "retroceder" a eso de lo cual
él tanto se había venido cuidando.
Me dijo que lo que nos había pasado le dio mucho miedo de no poder
controlarse conmigo en un futuro y seguir ofendiendo a Dios. Me dijo
que en los días posteriores había tenido tentaciones muy fuertes que lo
tenían asqueado (lo cual a mí también me pasó en los días siguientes).

Y por último que él no se sentía capaz de presentarle a Dios un


propósito de enmienda serio, por más que lo tuviera.
Él habló con su confesor y este lo aconsejó de manera semejante a
como Usted me aconsejó a mí. Por eso él quiso plantear nuevas pautas
de comportamiento para cuando estemos juntos, para no dejar en la
"nada" lo que pasó y para no caer de nuevo en la misma falta. Creo que
él se culpa por haberme generado el desorden, de la que sólo yo soy la
culpable por haberlo consentido.

Más allá de eso no hubo enojo en él. Creo que fue más frustración y
amor propio herido por contemplar sus faltas y las mías (se ve que me
tenía en gran estima).
Muchas gracias, Padre. Saludos afectuosos de
Gimena

Mi respuesta

Gimena, querida hija:


Doy gracias al Señor por darte tanta luz para entender lo que te pasó y
para poderlo describir tan bien. Tu relato hará mucho bien a otras chicas
a las que el demonio les juega las mismas malas pasadas.

Creo que tienes que abrirle tu alma a tu novio y contarle todo lo que me
cuentas a mí. Quizás escribírselo. Reconocer tu error, pedir perdón... y
dar tiempo esperando. Orando para aguantar la marejada a la que te
someterá tu enemigo.

Debe ser algo muy discreto, por eso te hablo de una carta. Creo que
convendría que se entere de este intercambio de correos. Quizás le
convenga leerlos enteros para entender él también lo que me dices y lo
que te explico respondiendo.

Es importante que tu miedo y tus dudas no te precipiten a tomar la


iniciativa y "cargosearlo" no dándole tiempo para que decante su
vergüenza y vuelva a tomar la iniciativa él.

En todo lo sucedido, que describes muy bien, si lo relees, verás que


esas tentaciones te hicieron tomar iniciativa, es decir quitarle al varón la
iniciativa.

El amor de la mujer debe ser un amor de respuesta. De lo contrario se


convierte en lo del cantar; "el que quiere comprar el amor se hace
despreciable". Comprar, es decir ser dueño, apoderarse.

Y por eso, cuando ella duda del amor del varón se inclina a intentar
comprobarlo por sí misma y pasa lo que pasó.
La mujer debe apreciar la gratuidad del amor del buen varón, del varón
virtuoso. Portador del fuego divino del amor. La "gratuidad". Es un don
gratuito. ¿Y cómo se ha de recibir un regalo? Pues sin temor ni dudas,
¡con gratitud!
Y la gratitud es un efecto de la receptividad. Se agradece lo que se
recibe. La mujer debe recibir el amor del varón como se recibe un
regalo.
Las flores, los bombones, las cartas, y otros regalos del novio, son como
"sacramentos", signos sensibles del amor invisible. Cuando la mujer no
ve el regalo, en lugar de dar las gracias quiere manotearlo. Pasa de la
receptividad a la iniciativa.
Receptividad no quiere decir pasividad. Es una acción, es algo muy
activo: es una activa receptividad. Por eso te insisto que te quedes
quieta y que confíes. Que no empieces a los manotazos de ahogada.
Confía en Dios que ha puesto amor en el corazón de tu novio. Y espéralo
luchando si es necesario contra las tentaciones, para lograr estar en
paz.

¡Nuestra Señora de la Paz, ruega por Gimena. Rey de la Paz, reina en el


corazón de Gimena. Amen!

Padre Horacio

4. Padre,

Agradezco a Dios por sus consejos. Han sido fundamentales para mí.

He hablado con mi novio, sincerándome. Le pedí disculpas por lo que


había hecho, le conté que había llevado a la oración todo lo que pasó y
que todo había sido mi culpa.

Él me dijo que de ninguna manera las cosas podrían quedar como "si
nada hubiese pasado"; que era necesario modificar nuestras acciones
para encaminar nuestro noviazgo al Cielo. Y que esos cambios iban a ser
lo que demostrarán a Dios el propósito de enmienda por nuestros
pecados.

Me dijo que temía mucho volver a caer y que no quería arriesgarse a


eso nunca más. Hizo hincapié en el miedo que tenía a dañarme, que eso
no iba a poder perdonárselo, que en este tiempo de noviazgo él no me
había aportado nada bueno (lo cual no es verdad).

Hablamos bastante, la distancia hace que usemos el teléfono, lo cual


deja más tiempo para pensar y para no guiarse por las emociones de
una charla frente a frente.

Así que llegamos a una conclusión. El amor entre los dos es algo que se
meditó mucho antes de ponernos de novios, ambos lo llevamos a la
oración y fuimos prudentes.
Si ocurrió el desorden fue después, por falta de vigilancia de mi parte...
por todo lo que ya vimos. Así que me dio otra oportunidad (decir esto
atenta terriblemente con mi amor propio, pero es verdad. Yo me
equivoqué y a mí me dieron otra oportunidad).

Cambiamos algunas "reglas internas" para protegernos del enemigo. Y


acá estamos, haciendo un acto de confianza en la gracia de Dios. Yo
tratando de ser receptiva de ese amor que mi novio me da. Eso implica
que mortifique mucho mi impaciencia natural y que rechace las
imaginaciones e inseguridades.
Es verdad lo que Usted me dijo, el amor es un don de Dios, un regalo
que tengo que aceptar cuando se me da. Habrá notado que me cuesta
mucho tener una actitud pasiva, pero es la más conveniente y apropiada
para una mujer. De eso estoy convencida (me convencí con esto).

Dios es muy bueno, me dio a un novio muy virtuoso y encima me ama,


tengo que cuidar ese "don". Estoy bastante esperanzada, pero eso no
quita mi cuota de realismo, sé que va a ser difícil. Por eso me quiero
preparar con mucha oración y mortificación, para poder someter mis
pasiones.

El domingo pasado, ya habiéndose solucionado todo con mi novio


ofrecimos el Rosario en agradecimiento y pidiendo fuerzas para llevar un
noviazgo santo. También en la Misa y en la Adoración de la tarde me
encargué de eso. Le pido que nos encomiende. Sé que será difícil pero
es la voluntad de Dios. Además lo único que tenemos es la Cruz, así que
acá vamos...
Padre, muchas Gracias! Ha sido un gran apoyo para mí en estos
momentos...

A mi novio ya le mandé los mails, para que entienda mejor. Dios nos
guíe y sepamos nosotros ser dóciles a sus inspiraciones.
Que Dios le pague con alegría eterna lo que ha hecho por mí.
Saludos afectuosos de
Gimena

8. Giovanna:¡MI NOVIO ES TAN CALLADO!


Mi necesidad de saberme querida y el miedo de perderlo,
mis celos: es un chico muy lindo objetivamente y talentoso
pero con su falta de expresividad se complica todo.
Además tengo terror de equivocarme en la elección
y como usted dice tengo miedo de nunca ser feliz,
he visto a mi madre sufrir demasiado.

1. Querido Padre:

Dios lo colme de bendiciones cada día. Le cuento que le tengo mucho


aprecio aun sin conocerlo ya que he leído sus libros y escuchado CDs
con sus retiros y para mí fueron una bendición del cielo de manos de la
Providencia.

Lamento no haber comprendido las cosas que usted explica muchos


años antes, ya que creo que de ser así no hubiera cometido tantos
errores, pero Dios sabe por qué y cuándo se dan las cosas y por
misericordia Suya no debo lamentar graves consecuencias.

Le cuento que tengo veintiséis años, estudio en Corrientes desde hace


ocho años, soy de Santo Tomé y si Dios quiere me recibiré de médica en
unos meses.

Lo que quería contarle es que siempre tuve el inmenso deseo en mi


alma de tener una familia santa al servicio de Cristo, he anhelado años
poder santificarme en las tareas simples de un hogar, tareas que yo
encuentro maravillosas, he soñado con tener muchos hijos, todos los
que Dios quiera y que mi vida sea un desgaste en el servicio de Dios en
la educación de mis hijos y la atención de mi esposo, me llena de gozo
pensar, que si es voluntad de Dios algún día podré dar vida a almas
para Dios, para el cielo, para que den gloria a Él en esta vida y lo
acompañen en la eternidad.

Hace cuatro años que conocí un chico que entre mil vueltas y después
de ser amigos mucho tiempo, hemos decidido, no sin oración y viendo la
mano del Padre, tomarnos este año para rezar y discernir si es voluntad
de Dios que comencemos un noviazgo a fin de año. La idea primera fue
terminar de madurar por separado cosas que ambos teníamos aun sin
madurar, pero poco a poco y en estos 8 meses hemos compartido más
tiempo juntos y vivido muchas cosas por lo que lo único que nos queda
es oficializar nuestro noviazgo, Dios mediante el ocho de diciembre,
previa preparación para que él se consagre a la Virgen y yo renueve mi
consagración a ella ese mismo día.
Pero no todo es tan bonito, nos conocemos mucho, yo podría enunciarle
sus defectos al igual que él los míos, y es por esto que quiero
consultarle.

En medio de todas nuestras falencias hay dos que me preocupan más:


por parte de él, le cuesta horrores comunicarse, creo que ha sido una
falencia de su familia. Ninguno de nosotros dos tuvo hogares católicos,
sino que fue nuestro Jesús que guio los pasos para que yo me
convirtiera a los 16 y el hace aproximadamente hace 5 años y en
especial después de conocernos cambio su vida radicalmente. Tiene 27
años, es contador y administrador de empresa, trabaja mucho y es muy
inteligente, pero este tema de la comunicación es su mayor problema.

Le cuesta expresarse, le cuesta demostrar su amor a las personas, en


estos años de amistad creo que fue la primera vez que dijo te quiero,
porque fueron miles de veces las que lo hice yo y la que le dije lo
importante que era para las personas que ama que les demuestre lo que
siente. Creo que fue una falla de sus padres, en especial su mama, y
eso es lo que más me duele porque prácticamente no hay culpabilidad,
sino que no sabe dar lo que no recibió. Sus padres están juntos, son
unidos, se han dedicado a sus dos hijos con toda el alma, pero intuyo
que le dieron muchas cosas materiales, pero no supieron educarlos en
sus afectos, quizás con dolor le digo, no les enseñaron a amar, podrá
ser así? Él lo reconoce y se esfuerza por ser demostrativo y expresivo,
se esfuerza por dedicar tiempo a los que ama, ya que por ahí creo que
se encierra en su trabajo donde es sumamente eficiente y deja de lado
sus afectos que no sabe cómo manejar.
Tengo miedo de cómo influirá esto el día que sea padre y esposo y
quisiera saber como yo, como "maestra de la amistad" puedo ayudarle.
De más está decirle que lo amo profundamente y sé que en su vida no
ha existido otra mujer desde que me conoció y que nunca quiso tanto a
alguien, en verdad esto es lo que me da fuerzas para seguir cuando
descubro esta herida en el, que no sabemos cómo curar.

Estamos lejos, hace dos años que vive en San Juan. Le cuento que
hablamos (cosa nada fácil por teléfono) y nos vemos una vez por mes.
Esto nos ayuda a rezar mucho y dejar las cosas en manos de Dios, que
tiene un plan para nuestras vidas desde toda la eternidad y que si nos
quiere juntos así será. Pero esto a veces no es visto tan claro por mí, y
acá va el segundo punto. Yo tuve padres generosos y abnegados, que se
sacrificaron por nosotros y nos dieron lo mejor aunque no mucho
material gracias a Dios! Soy la única mujer de tres hermanos y siempre
fui muy mimada, hasta que me fui dando cuenta que en la vida hay que
sufrir, que es el único camino para crecer humanamente y para llegar al
cielo y desde allí le pido a mama que me deje sufrir ( ya que es una
gran mujer, pero siempre ejerció la "divinidad ilegalmente"). El tema es
que papa ha sido alcohólico desde siempre, tuvo momentos peores y
otros no, no llegaba a emborracharse mal, pero tomaba todos los días y
a veces era muy violento con mi mama, nunca le pego, pero las
palabras a veces son peores que los golpes, además nunca la valoro,
siempre fue muy noble, muy buen padre dentro de sus posibilidades,
pobrecito, pero lo he visto humillar a mamá delante de otras personas y
no valorarla como mujer ni como esposa. Ella, con amor heroico, calló y
aceptó grandes injusticias por amor a él y por nosotros, como no
permitirle ver a sus padres por diez años con todo lo que eso implicaba,
o que muchas veces el no tuviera razón en lo que decía, pero ella debía
aceptarlo. Yo tengo cosas de mamá, como la gran capacidad de amor o
el sacrificio por los que amo, pero otras cosas no, mi temperamento es
diferente y yo hago que la persona que tengo al lado me escuche y aun
cuando deba luchar siempre por ser más dulce, hago valer lo que
pienso, pero tengo dos cosas, querido padre, mucha inseguridad en mí
misma, David, el chico con el que estoy, me pide que me valore más ¡a
mí me cuesta horrores!

Además se une mi necesidad de saberme querida y el miedo de


perderlo, mis celos (es un chico muy lindo objetivamente y talentoso) y
su falta de expresividad y ahí se complica todo. Además tengo terror de
equivocarme en la elección y como usted dice tengo miedo de nunca ser
feliz, he visto a mi madre sufrir demasiado.

En medio de esto, que le pido me muestre cómo sanar, cada día alzo
mis ojos al cielo y rezo y pido, ayer pensaba que Dios Padre conoce la
intimidad de mi corazón, mis anhelos y que en medio de estas
tormentas que se levantan yo quiero desde mi miseria humana, cumplir
su voluntad en mi vida, y sí, también anhelo ser feliz, pero sé que la
parte de felicidad posible en esta tierra se logra solo en la compañía de
Jesús y que aun cuando ame profundamente a David, y este muy
enamorada de él, el único amor que puede llenar mi corazón es el amor
de Dios porque nuestro corazón tiene sed de infinito y de eternidad y
que en la medida en que ame mas a Dios aprenderé a amar a mi novio
a quien Dios me ha prestado dándome mucha alegría y a la vez
sufrimiento, y es que creo que el amor va unido a la cruz, no padre? y
que la muestra más grande nos la dio Jesús.

Perdón por alargarme tanto. Como verá, a mí no me cuesta


expresarme...

Gracias por su tiempo, espero su respuesta, en verdad a los dos nos ha


hecho muy bien sus consejos en los libros y el retiro, yo creo que fue
providencia. Pido oración por este amor que esperamos sea para la
mayor gloria de Dios y para que seamos puros y yo sepa cuidarlo, (que
por cierto soy sanguínea de temperamento y muy cariñosa y eso a
veces no ayuda) él sabe respetarme, y eso llena mi alma de gozo y yo le
pido que me encomiende a la Virgen para que yo sea el "ángel de su
pureza".
¡Gracias querido Padre!!! Rezo por su santidad y para que siga haciendo
tanto bien a las almas que Dios cruce en su camino. Que la Reina del
cielo y Madre nuestra lo cubra con su manto y lo lleve entre sus brazos
cada día... con afecto en Jesús:
Giovanna

Mi respuesta

Querida Giovanna
Creo que la respuesta principal es "el matrimonio es un sacramento" y
es "un sacramento de sanación". Un sacramento quiere decir, un signo
eficaz de la gracia instituido por nuestro Señor Jesucristo, y por lo tanto
un signo en el que el mismo Jesucristo está activo como ministro de la
Gracia, que toma como ministros mediadores suyos a los esposos, de
modo que él es ministro de sanación y santificación para ella, y ella es
ministro de sanación y santificación para él. En efecto esa gracia del
sacramento es sanadora y santificadora. Por lo tanto, se supone que los
ministros, es decir, los esposos, al contraer matrimonio, son seres
heridos por las penas del pecado original y que están comenzando un
camino de santificación.

Por eso, los defectos o limitaciones que hay en él o en ti, no deben ser
obstáculo, sino simplemente motivo para que el amor esponsal se
ejercite en la misericordia por lo que en el otro aún hay para
compadecer y ayudar a sanar mediante el ministerio medicinal de la
gracia matrimonial.

"Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?" pueden decir y creer
los esposos, confiando en Jesús "Jesús en ti confío".
En cuanto a tus temores, son parte de la "pena" que sufren las hijas de
Eva como consecuencia del pecado de la madre de todas. Es el doloroso
desgarramiento entre el amor (esponsal y maternal) por un lado y los
miedos, iras y tristezas, que esos mismos amores despiertan en su
alma, porque los seres amados, bienes amables, tienen algunos males
menores adjuntos "pero él te dominará" (o te traicionará o se te morirá)
"los darás a luz con dolor" (y te darán trabajos y otros sufrimientos).

Es aleccionador lo que cuenta San Agustín acerca del matrimonio de su


madre Mónica y de su figura como esposa.
Creo que esta respuesta global, responde a lo que me planteas en
detalle.

Me ha alegrado mucho ver hasta qué punto has asimilado y sabes


aplicar lo que he podido decir en "La Casa sobre Roca".
Te recomiendo que las cartas de amor de José y Felicita que publiqué
con el título: "José y Felicita. Una Historia de Amor. Cartas 1926-1932" .
Yo sólo les hago la introducción, una crónica y anoto este epistolario
amoroso auténtico, un verdadero documento histórico que es la
correspondencia entre dos novios. Creo que podría ser beneficioso para
ambos, pero sobre todo para tu novio, leerlo. Se lee como una novela y
mi intención al publicarlo fue ofrecer un testimonio más sobre lo que
expuse en La Casa sobre Roca, pero que, por su extensión debía
presentarse aparte. Se lee como una novela, te decía, y las chicas
encuentran en la lectura el gusto de las "novelas rosa". Pero también los
varones encuentran en él un buen modelo de relacionamiento con su
novia.

Sólo que esta es una “novela real”, de un amor extraordinario en lo


ordinario. Un arquetipo o modelo, en un tiempo en que lo que se
propone como modelo son pobres tipos, como los del gran hermano.

Un arquetipo como éste puede ser una escuela para tu novio, para
destrabar en él la lectura de sus propios sentimientos y la atención y
comprensión de los tuyos; y proporcionarle medios de expresión. Espero
que me tengas al tanto de lo que va sucediendo con Ustedes. Los pongo
en la Mano del Padre. Donde no has de vacilar en ponerte tú también,
con toda confianza, junto con el Esposo que viene de tu Padre celestial.
Bendiciones
Padre Horacio

2. Querido padre: Dios lo guarde cada día...

Yo le escribí hace tiempo para consultarle algunas cosas acerca de mi


noviazgo y de las preocupaciones que me traía en ese momento. Ahora
le escribo nuevamente por lo mismo. Hace un año y tres meses que
estamos de novios, él vive en san Tucumán y yo en Corrientes.
Puntualmente lo que me preocupa, querido Padre, es el diálogo. Resulta
que es un chico sumamente cerrado, le cuesta muchísimo expresar sus
sentimientos, hablar de cosas profundas y hasta hablar de los sucesos
de cada día.
Estamos lejos y hablamos ahora dos o tres veces por teléfono al día,
pero no durante mucho tiempo, el caso es que yo soy super expresiva y
siempre tengo tema de hablar con todo el mundo, pero con él me cuesta
tanto, hasta le diría que a veces me fastidia y cansa esto de no poder
sacar temas profundos, porque él solo escucha, opina casi nada, y
menos por teléfono. Da la impresión que está en su mundo y poco le
interesa lo que le pasa al resto, esto se lo he planteado y me asegura
que no es así solo que no sabe como mostrarlo. El tema es que nunca
en su vida habló con nadie, creo que sus padres no supieron valorar sus
opiniones y escuchar lo que le pasaba, siento que es como enseñarle a
hablar a un niño. Ha mejorado mucho en este tiempo que llevamos
tratándonos, pero a mí a veces se me vuelve muy difícil, me falta virtud.

Estoy segura que nos amamos y es eso lo que me lleva a seguir,


además por supuesto del amor a Jesús y la Fe, y la devoción a María
Santísima y a San José quien es el patrono de nuestro noviazgo. Pero
tengo miedo, y ese miedo es una gran lucha en mi alma, tengo miedo a
que esto sea siempre así y tal vez peor, tengo miedo a casarnos y a
fracasar, todos dicen que después de casados todo es más difícil y peor
y si hoy cuesta tanto desgaste conversar y no siento su contención, que
va a ser mañana?

Él es muy exitoso en su trabajo y eso lo absorbe mucho, a veces siento


que solo el tiempo que le sobra es para mí y para su familia...

Yo me pregunto qué hacer y pido luces al Señor, sé que tengo un gran


amor propio que me lleva a reclamar para mi persona en vez de dar
todo, pero tampoco sé si está bien dar todo sin pedir nada a cambio y
sufrir en mi interior las faltas de detalles, de atención y de comprensión
de quien supuestamente llegará a ser mi esposo... Le aseguro que tiene
en el corazón la mayor nobleza del mundo muchísimas virtudes
importantes que a mí me faltan, pero quizás sea muy egoísta, y ni
siquiera lo culpo a él, creo que sus padres, y el mismo lo ha dicho, lo
criaron sin enseñarle a preocuparse de nadie más que de sí mismo, ha
sido todo un aprendizaje que me vaya haciendo parte de su vida.
Cuando estoy mal, cuando estoy enferma, aun cuando murió uno de mis
familiares, no sabe qué hacer o decirme, sé que estamos lejos, pero no
encuentra detalles, y me hace sentir muy sola, como si todo fuera bien
cuando yo estoy bien, pero cuando yo estoy mal, todo se cae y yo una
vez más debo arreglármelas sola con Jesús porque él no está. Quizás
eso sería diferente si viviéramos en el mismo lugar, pero en verdad no
lo sé.

Perdón si he complicado todo, confió en que su corazón de padre sabrá


comprender o al menos aceptar. Yo me pregunto qué querrá Jesús, y no
lo sé; lo único que sé es que hoy debo cumplir lo que El me pide hoy, mi
deber de estado y aquellas cosas concretas y que debo dejar el mañana
en sus manos, pero a veces me cuesta tanto...Tal vez mi "ejercicio ilegal
de la divinidad" me lleve a querer conocer el mañana y Dios no lo
permita, para que me haga más humilde y viva mi condición de hija en
manos de un Padre infinitamente bondadoso...

Nos encomiendo a sus oraciones y espero su ayuda, en medio de las


tormentas que a veces pasamos, siempre algo se impone, que aunque
uno ame mucho en este mundo la sed del corazón sola podrá ser
colmada por el amor de Dios, ninguna criatura podrá llenar nuestro
corazón...

Gracias querido padre, Dios lo haga muy fiel hasta la eternidad...


Giovanna

Mi respuesta

Querida Giovanna

No es fácil aconsejarte por mail en un asunto tan complejo. Creo que ya


lo hice la vez pasada en la medida en que pude. El problema
fundamentalmente es el mismo y mis respuestas posibles no variarían a
no ser respecto del único factor que ha variado: que la situación se
mantiene en el tiempo.
Si has leído La Casa sobre Roca, recordarás que no se le puede exigir a
un varón, y menos aún de entrada, una profundidad de alma que es
más propia del alma femenina. El varón está abocado a la acción. El fue
creado para ocuparse de cultivar el paraíso. Y después del pecado para
luchar con los cardos y espinas y fatigarse para ganarse el pan, comerlo
y echarse a dormir.

Es Eva la que fue creada para hacerle compañía al varón, y no el varón


para hacerle compañía y remedio de la soledad de Eva. Creo que tienes
que asumir tú tu misión de mujer y no exigir que él asuma una misión
que no le corresponde.

Y guardarte de los miedos: “tengo miedo a casarnos y a fracasar”. A él


le cuesta manifestar su amor y eso te tortura, porque tú hambreas esas
manifestaciones. Y cuando faltan o no recibes las que tú esperabas y en
la forma en que lo desearías, empiezas a tener miedo de que no te
quiera, a dudar de si te quiere, o de si su forma de amarte te hará feliz.
Eso es consecuencia de la pena de la hija de Eva, torturada por los
miedos y dudas que agusanan sus amores.

Si este planteo no te convence, quizás me esté equivocando en


hacértelo.

Bendiciones
Padre Horacio

3. Querido Padre:

Por gracia de Dios su respuesta sí me convence profundamente. Este fin


de semana estuve con él, pero antes de verlo pedí a María la gracia de
no pedirle nada y no estar dando órdenes y diciendo que vamos a hacer
y dominar todo, sino luchar contra mi misma y ser sumisa a lo que el
prefiera o decida y complacerlo en todo, dejándolo decidir a cada
momento lo que era mejor. Le aseguro que fueron los mejores días, se
abrió mucho conversamos de su trabajo, de sus inquietudes, y por una
vez deje que fuera Dios quien ordenara todo y no yo. Le aseguro que he
descubierto que este es el camino, sé que no será fácil transitarlo, pero
tengo la gracia y el amor de Dios. Rezamos mucho juntos, compartimos
muchas cosas sencillas y realmente experimentamos muchísima alegría
de estar juntos.

La respuesta de Dios es clara ahora que mi alma ha recobrado la paz, se


ve con los hechos y con su respuesta querido Padre...
Mil gracias de nuevo, lo tendremos en nuestras oraciones para que Dios
lo haga fiel cada día hasta el cielo...donde nos veremos por misericordia
de Dios si es que no nos encontramos en esta tierra. Sólo quisiera
decirle gracias por sus líneas y pedirle oraciones para que Jesús suscite
en nuestras almas verdaderos deseos de santidad, de una familia santa
para Jesús. Pronto seré médica, Dios mediante, también por eso pido
oraciones. Nuestra Reina y Madre lo cubra con su manto y lo haga muy
fiel sacerdote de su Divino Hijo. Los laicos necesitamos sacerdotes
santos. Con afecto filial
Giovanna

Mi respuesta

Querida Giovanna

Te envío el capítulo de las Confesiones de San Agustín en el que este


gran santo cuenta la vida de su madre Santa Mónica .
Pensé en mandártelo porque allí se ve cómo trata una mujer santa con
un marido difícil y... pagano. Además, santa Mónica, te puede servir de
intercesora en tu tarea de novia y después, como esposa.

Dice San Pablo en la 1ª Corintios 7 que los que se casan tendrán


tribulaciones en la carne... es decir que el matrimonio es un camino de
cruces, pero una vocación de Dios. Ese hombre es tu vocación, a Él te
llama el Padre, para que lo ayudes, le tengas paciencia, le enseñes con
amor, lo sanes con misericordia, lo pastorees responsablemente y lo
santifiques...
Bendiciones. Contame si te gustó el capítulo con la vida de Santa Mónica
y qué parte te llegó más.
Padre Horacio

El ejemplo de santa Mónica

“Cuando pienso en darme a los demás me lleno de alegría,


cuando pienso en mí y en lo que necesito y lo que merezco,
me hundo en la tristeza, la rabia, el resentimiento...
Viéndola vivir a Sta. Mónica en Dios,
descubrí que el camino para ayudar a mi novio
es esmerarme yo en amar cada día más a Dios
sólo se puede dar lo que se tiene”

4. Querido Padre:

He rumiado el capítulo de las Confesiones y es muy hermoso e hizo


mucho bien a mi alma. Lo que más me llegó fue cuando dice que ella
servía a su esposo como si fuera su dueño y amo, porque me colma de
gozo el alma el pensar que debo amar y servir a mi esposo viendo ahí al
mismo Jesús, viendo ahí mi misión y el cumplimiento de la voluntad de
Dios. Cuando pienso en darme a los demás me lleno de alegría, cuando
pienso en mí y en lo que necesito y lo que merezco, me hundo en la
tristeza, la rabia, el resentimiento... sin duda Dios me pide olvido de mí
misma y vivir para Él y para los que El ponga en mi camino. Y luego
cuando cuenta que ella hacía ver a Patricio sus faltas cuando él estaba
tranquilo...yo soy muy impulsiva, no pienso y hago desastres cuando
obro sin quietud interior... y por último que dice que Patricio se
convierte no tanto por las palabras, sino viéndola vivir a Sta. Mónica en
Dios, y con eso descubrí que el camino para ayudar a mi novio es
esmerarme yo en amar cada día más a Dios y en ser santa, solo se
puede dar lo que se tiene...

Mil gracias Padre por todo, le conté a mi novio que me ha escrito, el lo


admira mucho... Rezaremos por usted y dice mi novio que esperamos
conocerlo algún día, cuando viaje por estos lados... un abrazo filial en
Jesús nuestro Rey, Giovanna

Después de dos años le escribí a Giovanna para saber cómo


andaban las cosas.

Querida Giovanna:
Han pasado dos años. Estoy releyendo tus mails y los míos. No recuerdo
si hablamos de poder publicar algo de tus mails. Capaz que entretanto
ya ha cambiado tu situación. Me gustaría tener noticias tuyas.
Padre Horacio

5. Querido Padre:

¡Qué alegría! parece imposible pero había planificado escribirle esta


semana que estoy más desocupada y ahora encuentro su mail!

Padre, nos casamos felizmente el 11 de julio del año pasado, nos


vinimos a vivir a Tucumán. ¡Estamos muy felices, somos muy felices!
Gracias a Dios y a su Presencia entre nosotros. ¡Mi novio ha crecido
muchísimo como hombre y esposo! ¡La paciencia del noviazgo ha dado
sus frutos y doy gracias a Dios que me la dio! Ahora es muchísimo más
afectivo y expresivo, seguro que aún le cuesta, pero ha mejorado tanto
y siempre tiene más deseos de ser mejor. Doy gracias a Dios por la
castidad en el noviazgo, ya que la unión matrimonial en Cristo es algo
tan maravilloso, que suelo decirle a él, qué pena por aquellos que se
pierden tan gran regalo de Dios.

Ahora estamos rezando mucho, porque Jesús no manda bebes, yo muy


ansiosa con el tema he tenido momentos de tristeza, ahora estoy mejor,
porque aprobé hace varios días el examen de la residencia de psiquiatría
que es lo que evidentemente por muchas cosas Dios me pide (hace más
de un año que asisto de agregada al hospital psiquiátrico), y mi director
espiritual me dice que Jesús necesita mi formación profesional como
católica psiquiatra, y quizás por eso, aun no hay bebes...

Pido a Dios conformar mi voluntad con la Suya, ya que ¡a veces me


cuesta tanto!

Querido Padre no hay problema en que publique los mails, sabe que
siempre recuerdo sus palabras y en los momentos de angustia, recuerdo
lo del "ejercicio ilegal de la divinidad", ¡qué sabio! no sabe cuánto me ha
ayudado a mí y a tantas mujeres a las que se lo ha comentado.
¡Gracias por todo! María lo cubra con su manto y nos conceda la gracia
de conocerlo algún día... Giovanna

9. Los dilemas de Jacinta: indecisa en su


vocación
¿El convento o Facundo o el seminarista?

TENTADA CONTRA EL NOVIO


Presento un proceso de tentación y salida de la tentación en el noviazgo
que padece una joven, que llamaré Jacinta, de 24 años, fervorosa, de
vida de oración intensa.

Una tentación de la que sale gracias al auxilio divino, la oración, la


obediencia a los consejos, aún aquellos que tiene que ponerse a meditar
para entenderlos.

Les adelanto algo que Jacinta no se atreve, por vergüenza, a decirme en


sus primeros mails. El factor desencadenante de la tentación es un
"enamoramiento" con un seminarista.

He visto con demasiada frecuencia, casi como un estilo generalizado,


casos de seminaristas que en sus tiempos de "apostolado" coquetean o
galantean con las chicas. Hacen con ello un daño inmenso, no sólo a
ellas, sino a los varones de la parroquia o del grupo contra los cuales
practican a veces una "competencia desleal", porque el carácter
presuntamente "más espiritual" de los seminaristas es un fuerte factor
de atracción para ellas.

Ya en mis tiempos de estudiante de teología en Holanda, se había


introducido entre religiosos y religiosas una especie de galanteo
amoroso no comprometido, al que se le llamaba la tercera vía para la
afectividad. Se esgrimían como razones la madurez afectiva de quienes
debían salir de pasadas represiones de la sexualidad y exageradas
cautelas en el trato entre varón y mujer, aún consagrados. Un
verdadero desastre que hoy veo instalado como elemento de la cultura
de seminaristas y sacerdotes jóvenes en su "apostolado" con las
jóvenes.

Jacinta me permite publicar el intercambio epistolar que mantuvimos


por correo electrónico, guardando siempre el secreto del Blog sobre las
personas.
"Si mi caso -dice - puede ser de ayuda para chicas o chicos que pasaron
o pasan lo mismo que yo, ¡alabado sea el Señor! Tiene mi bendición con
este trabajo... oremos juntos padrecito, para que dé los frutos que el
Señor quiera. Encontré uno o dos correos suyos, con sus consejos
¿quiere que se los envíe? Muchas gracias, padre, por ser instrumento
del Señor. María madre nuestra lo bendiga su hijita, Jacinta"

Primera consulta de Jacinta

En este primer mail, Jacinta cuenta que ha hecho un retiro espiritual


donde ha tenido mucha consolación. Ha experimentado sanación
espiritual, psicológica y física. Pero, al mismo tiempo, le ha pasado algo,
que no se atreve a decirme de entrada. Sólo me dice: “mi alma está
herida de muerte”. Y pregunta si estoy dispuesto a escucharla y
aconsejarla. Le digo por mail que sí, que se anime a hablar. Ella
responde en un segundo mail solamente que ha suspendido la fecha de
compromiso que tenían fijada con su novio. Pero aún no se atreve a
plantear cuál es su problema, cosa que hará en el tercer mail.

1. Hola, padrecito mío:

[…] ¡Cuántas cosas por entender, Padre! ¡Cuántas cosas que busco
entender y no me corresponde saber! ¡Cómo puedo hacer para someter
mi racionalidad mental a la racionalidad de mi corazón, que sólo busca a
su Dios, con pasión, lo busca ardientemente como la Magdalena! pero
como dice la Palabra: nada más tortuoso que el corazón del hombre.

En enero de este año, hice un retiro de silencio ignaciano pero con


dinámica de sanación interior, de 7 días más o menos, en un pueblo
antes de llegar a Santa Fe, dirigido por un sacerdote diocesano, asesor
arquidiocesano de la Renovación Carismática.
Me cambió la vida, padre, la existencia, las enseñanzas calaron lo más
profundo de mi corazón, y teníamos que hacer, mínimo, cuatro horas de
Santísimo diarias para meditar enseñanzas y orar las citas bíblicas que
nos daban los servidores o el Padre.

El Señor reveló muchísimas cosas, que nunca vi, sentí ni siquiera algo
parecido.

Es tremendo experimentar cuánto nos ama Dios, y es un amor real,


palpable, no es una nebulosa, me ama a mí, Jacinta Díaz, se entregó
por mí, por mis faltas, cada una de ellas, por amarme, por mi amor...
experimentar en carne esto... no se lo puede explicar: Cuando uno
experimenta el amor del Señor, no se conforma con menos. Mi corazón
se goza en el amor místico del Padre, de Jesús, del Santo Espíritu... es
Trinitario, es algo que quiero vivir siempre.

En este momento no puedo expresarlo, padre, porque estoy pasando


por un dolor particular, por eso le escribo ¡para recordarme lo que me
ama Dios!

El Señor me regala un corazón para que lo adore diariamente, cada día


me postro a sus pies para cubrirlo con mis perfumes más hermosos y
que se sienta invitado a mi casa, a mi corazón bendecido por él. Aprendí
a amarlo, padre, aprendí a amar a mis hermanos. El Señor resucitó en
mi el AMOR: tenia muertos los sentimientos totalmente, todo me daba
igual, nada me alegraba o me entristecía demasiado, mucho no me
importaba mi vida siquiera, tenía una tremenda opción de muerte, auto-
destrucción, me estaba matando de a poco con una bulimia que ni mi
médico, nutricionista, y menos mi psicólogo podían combatirla, desde el
día que ingresé al retiro no vomité mas, ni me di atracones. Después de
años de lucha, se fue sola, quedando solo la tendencia lógicamente y un
autoestima por sanar. Mi autoestima estaba destruida, nada más que
morirme quería ¡Jesús murió por mi; valgo una gota de su Preciosísima
Sangre, es bellísimo! ¡Valgo, padre, soy importante, estoy escrita en la
palma de la mano de mi Dios!

Pero como siempre, me pasan cosas particulares, y me gustaría primero


saber si está dispuesto a orar conmigo, si no es demasiado pedir, pero
sabe, padrecito, que no tengo a quien recurrir, solo a Usted. Si responde
afirmativamente, le voy a contar lo que me está pasando y me pasó,
porque es muy complejo y solo el Señor, en su Misericordia podría
revelarnos qué pasa acá.

¡Como llora mi corazón, padre! ¡Como sufre mi alma! tanto, que deseo
que la hermana muerte me lleve consigo, porque ¡no se puede
continuar! ¿Cómo continuar si mi alma esta herida de muerte?

Bueno, padrecito de mi corazón, me despido esperando pronta


respuesta, y orando por Usted como siempre. María lo bendiga: su hija,
Jacinta

Mi respuesta

Le contesté un e-mail diciéndole que podía escribirme y con gusto


trataría de aconsejarla. A lo que Jacinta contestó con otro en el que me
confesaba que todavía no lograba sincerarse. Posteriormente logró
plantear su problema en el correo electrónico que sigue más abajo. En
un breve segundo e-mail que no reproduzco, Jacinta me cuenta
solamente que ha suspendido la fecha de compromiso que tenían fijada
con su novio. Pero aún no se atrevía a plantear cuál era su problema,
cosa que hizo en este tercer e-mail.

Recién ahora Jacinta logra vencer la dificultad que tiene para


expresarme cuál es el problema que la atormenta. Se ha implicado
afectivamente con un chico que es seminarista. Y eso la ha llevado a
una crisis en su relación con Facundo y a una mayor confusión interior,
volviendo a dudar acerca de su vocación. No sabe si debe entrar a la
vida religiosa o seguir con Facundo. Porque experimenta en su piedad
religiosa consolaciones sensibles que no encuentra en su noviazgo con
Facundo. Y encuentra en el seminarista afinidad al mismo tiempo
religiosa y sensible. Todo un nudo. Jacinta se confunde porque no
distingue entre voluntad y sensibilidad. Y piensa que allí donde su
sensibilidad se conmueve más es donde Dios la llama.

2. Estimado padrecito mío:

Te voy a contar cómo viene la mano, aunque sea raro, y me dé


vergüenza. Resulta que para abril habíamos quedado con Facundo, mi
novio, que haríamos el compromiso formal con bendición y todo, y ver si
en octubre del año que viene casarnos.
Facundo es hijo único, su padre falleció hace años y su mamá está
inválida, por lo tanto se demoró nuestro matrimonio por esos temas.
Bueno, para navidad, Facundo me regala este retiro de silencio, porque
mi alma, padre, estaba en agonía, y si bien Facundo no entiende nada
de nada de mis dudas vocacionales, en mis ojos siempre se notó la
tristeza, un dolor profundo.

Siempre dudando si tengo vocación matrimonial o religiosa.


Voy al retiro el dos de enero al mediodía, entro en silencio ese día a las
19 horas. Apagué celular, apagué toda conexión con el mundo exterior,
porque era mi oportunidad de reconciliarme con Dios, de encontrarlo, de
reconocerlo como mi Padre amado, de sentirme amada. Facundo es frío,
es buena persona, pero es como yo, un freezer total. Antes de ingresar
al silencio, conozco un grupo de chicos jóvenes, como yo, algo más
chicos, con una espiritualidad que es tremenda para su edad realmente
(Padre, ya tengo 24 años)... dos chicos de un grupo de adoración
eucarística, y un seminarista. Tomamos unos mates e intercambiamos
experiencias rapidito. Con uno de ellos en seguida hablamos el mismo
idioma, padre, y le pasé una poesía de San Juan de la Cruz que me
gusta mucho, que es la Llama de Amor viva... Mis santos son Teresita
del Niño Jesús, Teresa de Ávila y Juan de la Cruz, los amo, y tengo sus
obras completas.
Cuestión que entramos al retiro, y si bien no me fue difícil el silencio
interior ni exterior, y estábamos todo el día ocupados con actividades y
orando, este chico me inspiraba ganas de rezar realmente, nos
cruzamos un par de veces, y sin mirarnos porque corta el silencio, sentí
una comunión hermosa con él...

Al finalizar el retiro él se me acerca y me dice lo mismo... que yo le


inspiraba ganas de orar, y que sentía conmigo esa misma comunión, me
resultó increíble ¿No? Así que esa noche rezamos toda la noche juntos y
con los otros chicos, orando, cantando, alabando al Señor por tantas
maravillas. Muy bonito. Esa mañana nos volvíamos a nuestras casas.
Llegué siendo otra persona, pero no sabía por qué no tenía tanta
necesidad de estar con Facundo , después de no verlo ni saber nada de
él más de una semana. Casi no lo extrañaba... Llevamos dos años de
novios.

Al retiro me fui llorando, porque me costaba separarme de él realmente,


y a la vuelta casi nada... no tenía la misma necesidad... Y él se dio
cuenta, Padre. ¡No sabes cómo sufrió! ¡Le rompí el corazón, sin darme
cuenta! ¡Qué descarada! pero ¿qué ocurría en mi??? ¿Qué me pasaba?
Me di cuenta de su frialdad, hasta malos tratos a veces, su
acostumbramiento a mí, y que no tenía detalles ¡no era para él un suave
pétalo, dulce, que lo hacía feliz y perfumaba su vida! No, no... Nada de
eso. No me cuidaba más. Y ya parecíamos esos matrimonios de 80 mil
años de casados que están como si fueran un mueble.

A la par de eso, no dejé de tener contacto con este chico, que estaba de
vacaciones en su casa, de unas termas donde pensaba irme de
vacaciones. Así que invité a mi hermano (porque Facundo no viaja
nunca y no quiere por el tema de su mamá, así que nunca va de
vacaciones) y nos fuimos con mi hermano a visitar a este chico,
compañero mío de retiro, cambiando mi lugar de vacaciones ¿no? y sólo
5 días.

Hablábamos por teléfono todos los días, y orábamos juntos, y


lógicamente como se lo debe imaginar, Padre, me enamoré de este
muchacho, ¡que es seminarista! Y él, supuestamente, de mí también...
pero su llamado al sacerdocio es especial, es muy místico, no sé
explicarlo. Y tenía millones de problemas en su aceptación masculina,
debido a un abuso sexual, así que eran sentimientos nuevos para él, y
nuevos para mí, porque de ser siempre fría, comencé a sentir, sentir de
todo, cosas increíbles, nunca tuve "ganas" de estar con alguien, de
compartirle mis escritos (porque escribo, padre) o mi espiritualidad, y
quería ofrecerle todo de mí, y compartimos todo, sé cosas de él que
nadie sabe y él de mí...

Todo esto consciente de que caminaba a consagrarse, recién en


segundo año de su seminario. Cuando fui a verlo a su casa, que nos
invitó, en un momento en que quedamos solos, me regala un beso suyo,
nunca amé así, padre, jamás. Pero ¿qué iba a pasar después de tener
una experiencia sensible de un amor que yo era consciente que no lo iba
a mantener? Siempre aspiré a amar sin poseer, siempre aspiré a ese
amor místico, perfecto, trascendental, que llena, porque Cristo me
regalaba un corazón de carne!

Pero estaba Facundo del otro lado, y no lo iba a dejar, así que volví, me
confesé de mi infidelidad, pero seguía charlando por teléfono con este
chico. Charlando de todo. No pasaba día que no rezara para que el
Señor ordenara mis sentimientos, este chico ni siquiera calza dentro de
mis parámetros humanos acerca de quién podría enamorarme.

Traté de ahogar mis sentimientos de todas formas, hasta que ingresó al


seminario, y los curas le prohibieron acercarse a mí, pero cuando él les
expuso todo lo bien que le hacía amar a alguien… Le dieron su
bendición. Son muy ortodoxos allá. Pero como su gran herida está en el
amor y es enfermizamente escrupuloso, él sí intentó y pudo ahogar todo
amor, ahora soy una más en su vida, una amiga de tantas, y me resulta
increíble por tanto que charlábamos, me siento usada, como si fuera
descartable, y lo acepto, pero ¿Dios me usaría así para sanar un alma
de desecharme? Y ya no parece él, es tan frío, distante, que me siento
como si tuviera mi corazón partido en mil, aunque nunca quise más que
una especial comunión con él, a causa de su llamado.

Ayer decidí alejar de mí todo recuerdo, sentimiento, lo que sea que me


haga saberme enamorada, y postrarme ante mi Señor para que me
purifique, y que me sea claro el "por qué" de esto. ¿Dios lo dio para
sacarlo? ¿Es del demonio? Hablé esto con el sacerdote que nos guió a
los dos en los ejercicios, pero se encuentra muy lejos como para que
sea mi director espiritual, y me dijo que sentía que el Señor estaba
detrás, por cómo venia la mano, pero que siga con mi vida, porque
notaba mi alma exhausta, entre éste, Facundo y una posible vocación
religiosa.
Entiéndame, padre, que así no puedo comprometerme, y este sacerdote
me dijo que me tome mi tiempo, por eso le dije a Facundo de suspender
el compromiso, y hablé con él ese tema vocacional, lo otro no, por
consejo del mismo cura, y de nuevo le rompí el corazón, y ahora me
pide que antes de retomar proyectos confirme. Facundito... al no poder
hacer ejercicios en otro lado, los hace por Internet y lo guían sacerdotes
por el mismo medio.

Acá tengo un sacerdote que empezó a guiarme, y cuando le conté un


sueño rarísimo que tuve, me dijo: pedíle a María la luz, y rezá. Entonces
le pedí que orara también conmigo, y me agregó: ¿Querés que te diga
los despelotes que tengo yo también?? Así que a pesar de que también
le pedí para hacer mi discernimiento con él, porque es el más espiritual
de mi ciudad, encuentro puertas cerradas, sola totalmente, Padre... así
que bueno.

Esa es la historia, padre, y estoy tentada en pensar que es mejor ser


frío y calculador, por qué me siento traicionada, engañada... y bueno,
ahora estoy en tratar de recuperar lo que eché a perder con Facundo y
estemos bien, pero no entiendo por qué sufro tanto, tanto. Perdón por
ser tan larga en contarle esto. María lo bendiga, Su hija
Jacinta

Mi respuesta

Querida Hija
Bien enredada está tu situación afectiva. Conviene al parecer,
desensillar hasta que aclare. Tomarse tiempo. Pedírselo a Facundo sin
explicar motivos. Pero cortar toda comunicación con el otro chico, que,
al parecer no está claro consigo mismo.
He visto muy a menudo la conducta de algunos seminaristas que
"coquetean" con chicas pero luego no se atreven a dar el paso de un
compromiso firme con alguna y dan marcha atrás. En el galanteo se
buscan a sí mismos y no advierten de lo que sus actitudes provocan en
el alma y la sensibilidad femenina. O si lo advierten, lo toman más con
cierta curiosidad que con compromiso amoroso efectivo, y no solamente
afectivo. Ese seminarista no tiene nada real que ofrecerte, Es un
espejismo. Y aunque no fuera seminarista no te recomendaría dejar a
Facundo por otro.

En resumen: corta toda comunicación con aquél. Pídele un tiempo a


Facundo para concretar el compromiso y explicándole que te sientes
confundida desde ese retiro. Si él te espera, es porque él te ama. No
importa lo frío que te parezca. Y la mujer que no sabe amar al que la
ama, deja pasar de largo al que Dios le envía y al que Dios le confía
como esposo, como le confió a Adán a Eva.

En el designio del principio, no es Adán para Eva, sino Eva para Adán.
No es Facundo para ti, sino tú para Facundo. Y esto viene ordenado
desde arriba así. Lo otro es el fruto prohibido que otra vez más ofrece
Satanás a Eva.

Podría seguir explicando, pero ojalá que te baste esta explicación así
esbozada, para comprender cuál es la verdadera situación espiritual y
religiosa, que se ha oscurecido por la conmoción emocional de las
pasiones y emociones tuyas y de ese joven.

Así ha nacido en tu corazón una acusación contra Facundo: es frío, no


me manifiesta su simpatía ni su ternura. Creo que en ese joven todavía
no bien definido, has encontrado un tipo de relación más cercana a la de
una amiga que a la de un varón como Facundo.

Pero no está Facundo para cortejarte y halagar tus gustos. Ni para hacer
las veces de amig-a tuya masculin-o. [Si bien es cierto que está bien, en
el buen varón darle un trato de respeto y delicadeza a la mujer, como
buen amigo]. Sino que estás tú, puesta como la esposa que Dios le
ofrece a Facundo, para que le dé hijos por amor de esposa. Si él te ha
respetado hasta ahora sin exigirte tener relaciones con él y si te ha
pedido compromiso, eso es signo cierto de que te ama. Y si no amas a
alguien que te ama, es tu corazón el que está mal. Se ha vuelto sobre ti
misma. Te está engañando para que te ames más a ti misma que a
Facundo. Eso es lo que intuyo que te está pasando. Un engaño con
apariencia de bien. Todo bien demoníaco.
En esta cultura todo se ha puesto patas para arriba. Que el Señor te
enderece el corazón

Jacinta: Eva fue creada para darle hijos a Adán como don de amor puro.
Una mujer ama verdaderamente a un hombre, cuando es capaz de
querer darle hijos como don de su amor. Ese amor puro, no es posible
sin la gracia. Y la gracia viene por los sacramentos: Confesión,
Eucaristía, matrimonio.
Al contrario, las mujeres de la cultura pagana, quieren un hombre para
tener hijos que consideran propios y no para su esposo. Quieren un
hombre para tener casa. Y ellos quieren casa para tener mujer. Ellas
ponen a los hijos contra el padre y se alían con ellos contra el padre...

Y creo que el Padre que te ama, está empeñado en que no seas como
ellas, sino como Él te soñó: más parecida a María que a Eva.
Tu padre

Cuarto correo de Jacinta


¡Un gran avance! Jacinta reconoce que el amor de Facundo y el del
seminarista no son iguales

4. Padre mío:
El otro chico no me ama como Facundo, eso es una realidad que me di
cuenta y lo sé. Pero eso es ahora, ya que al otro chico en su seminario
lo apretaron bastante por el tema, y se anuló por completo ¿será de
Dios? ¿Por qué, padrecito mío, porqué no puedo amarlo a Facundo como
lo amaba antes? Yo no veía la hora de formar una santa familia... ¿Qué
me ocurre? ¿Por qué no me llena ese amor? ¿Tan enferma estoy? Su
hijita,
Jacinta

Mi respuesta

Hija mía
Lo tuyo no es enfermedad. Es tentación. Y una tentación que viene a
caballo de una ignorancia acerca de la diferencia del amor [que es un
acto de la voluntad] y de los sentimientos [que están en la sensibilidad].
Es sentimiento, emociones y pasiones que se imponen a tu razón y le
ponen una venda a tus ojos para que no veas como amor el amor que te
tiene Facundo y para que veas como amor el intercambio de
sentimientos con ese chico. Tú, en todo este asunto de tu vocación, has
tomado por guía tus propios sentimientos y deseos, y no la medida de la
razón, que es la medida de la realidad.

La razón dice que las relaciones virtuosas y los vínculos, establecidos


históricamente con un hombre que te quiere, es decir que quiere tu
bien, es un asunto de fidelidad. Y que ante el deber de la fidelidad, la
sensibilidad debe hacerse a un lado, y no manotearle el volante a la
razón.

La razón permite ver la complejidad de los elementos y las personas en


juego. Iluminada por la fe, discierne la voluntad de Dios. Y hasta es
capaz de sufrir y sacrificar por ser fiel.
¿No será que tu amor a Facundo no estaba puro de egoísmo y necesita
ser purificado? ¿Y no será que esta prueba la permite el Señor para que
se purifique en el fuego de esta tribulación? A veces, sin darse cuenta,
la hija de Eva puede hacerse “adicta” a sus sentimientos y sus
emociones. No puede vivir sin ellos o sacrificarlos, de manera parecida a
la del drogadicto.

Supongamos que tu amor no era puro, porque -no Facundo mientras te


resultaba gratificante- sino el bien de Facundo no contaba, y me parece
que aún no cuenta, verdaderamente para ti. Sino que lo que estaba en
primer plano era tu amor a ti misma al nivel de tu auto-gratificación
sentimental. Querías a Facundo como un bien para ti. Pero no querías -
y quizás aún no quieres - el bien de Facundo como un bien para ti.

En este momento ¿puedes querer el bien de Facundo como un bien para


ti? ¿Puedes entender que no tú, sino tu bien es un bien para Facundo?
¿Puedes entender que Facundo, no el bien de Facundo, era un bien para
ti?

Y ahora te encuentras con otro más que resulta un bien para ti, que
agita tu pasión y se presenta como un bien para sectores de tu alma,
como la sensibilidad, la percepción estética, la gratificación en el trato,
el halago de tu vanidad, etc.
Pero tampoco el bien de este X es un bien para ti. Sino que él mismo es
un bien para ti. De hecho, no tiemblas ante la posibilidad de estar
coqueteando con un seminarista, o permitiendo que un seminarista
coquetee contigo. ¿Ése es el bien de X? ¿Será el bien que Dios quiere
para él? ¿O será una tentación para mal de X? Sus formadores ¿te lo
sacan a ti? ¿O convencidos de su vocación, defienden el bien de X
viéndolo en peligro por una tentación tan común en el varón? ¿Eres
capaz de tener en cuenta la posibilidad de que el bien de X no seas tú
sino su vocación? ¿Y no tiemblas de estar echando mano como Eva al
fruto prohibido, teniendo otro árbol en tu jardín?

A mi parecer, lo que te sucede es que no amabas bien a Facundo. Te


parecía amarlo bien. Pero lo amabas bien solamente a medias. Amabas
a Facundo con amor mezclado de concupiscencia y no con puro amor de
amistad. Y de la misma manera amas ahora a ese chico, No con amor
de amistad sino de concupiscencia.

El amor de amistad quiere el bien del otro como su propio bien. Y por
eso puede sacrificarse por lograr el bien del otro, como cualquiera hace
sacrificios por lograr bienes. Tú no estás siendo capaz de sacrificar-te
por el bien de ninguno de los dos. Estás presa en tu incapacidad de
amistad pura. Herida como hija de Eva por tu posesividad afectiva,
quieres al otro para tu bien, aún a costa del otro.

¿Cómo distinguió Salomón a la verdadera madre del niño? Porque era la


mujer capaz de renunciar a la posesión del niño, con tal de preservar el
bien del niño. La otra mujer no era la verdadera madre, sino una
ladrona de niños. Si Adán-Facundo ya no es un bien para ti, quieres
ahora a Adán-X como bien para ti.
Pero y ¿el bien de ellos? ¿Es un bien para ti el bien de cada uno de
ellos? No. Los quieres para ti. Porque, por lo visto, no te sabes ver a ti
misma como estando en función del bien de otro, en función del bien de
Adán F o X. Y lo mismo te pasaría con Adán Y o Z. Lo que tiene que
cambiar es tu corazón. Esta prueba es para tu purificación.
¡No es Adán para Eva! ¡Eva es para Adán! Y Eva no será feliz si no se
hace cargo del Adán al que Dios la destina. No es Eva la que reconoció a
Adán. Es Adán el que reconoció a Eva: "Esta sí es carne de mi carne y
hueso de mis huesos". Eva no se hizo a sí misma. Dios la construyó con
un pedazo de aquél a quien estaba destinada. Sólo lo que Dios ha unido
no lo ha de separar el hombre.
Volvamos pues a tu pregunta: "¿Por qué no puedo amarlo como antes a
Facundo?". Voy a formular de nuevo mis hipótesis. Tú dirás si pueden
ser verdaderas. A mi parecer, no lo puedes amar como antes, porque
antes no lo amabas bien. Tu amor era todavía impuro. Mezclado de
egoísmo. Facundo era el que te había rescatado de tu desesperación por
tu soledad y del fantasma de la soltería para toda la vida. Te habías
agarrado a él como a tu tabla de salvación. Había sido tu bote
salvavidas.
Pero he aquí que ahora se presenta un yate que te parece mejor, más
confortable, que satisface otras necesidades tuyas, que halaga otras
partes de tu ser de Eva.

Entonces tu amor de antes a Facundo, ya no resiste la tentación, y la


parte de egoísmo que había mezclada con aquél amor, como un remedio
nuevo en paño viejo, tira de tu amor egoísta y lo desgarra.
La solución no está en dejar un amor egoísta por otro amor egoísta. La
solución está en purificar de egoísmo el amor primero. Y eso se llama
fidelidad. ¡No! No trates de volver a amar a Facundo como antes (como
tú dices). Tienes que empezar a amarlo mejor. Con otro amor. Menos
mal que a aquél amor que miras con añoranza indiscreta y te parece
sano, empieza a madurarle el absceso y le revienta el pus.

Ahora es cuando puedes empezar a amar a Facundo como se debe y no


con el amor posesivo y egoísta con que lo amabas antes. Amarlo porque
te ama. Porque es el hombre de tu vida, el hombre que te envió el
Padre, poniéndole a él en su corazón el amor a ti y el interés por ti.
Naturalmente que también en Facundo podrá haber heridas del pecado
original, propias del Adán pecador. También en él tendrán que reventar
abscesos y padecerá las fiebres como te está pasando a ti ahora.
Eva sufre las penas de Eva. Y Adán las de Adán que son disimétricas. Tú
ahora estás padeciendo las tuyas. La tentación de Eva es amarse a sí
misma más que a aquellos a quien Dios la destina. Pero la felicidad a la
que Dios la llama está en cuidar y procurar el bien de los que Dios le
confía. Y no en apoderarse de los otros, poseerlos, y someterlos a sus
intereses.
Medita esto y dime si te iluminó algo.
Tu padre

Quinto correo de Jacinta

Querido Padrecito:
Me sorprendió un poco su respuesta, pero estoy a ciegas y no puedo
decirle que esto no es así, o al revés, solo que rezaré con especial
atención a sus palabras, ya que como dice San Ignacio, en crisis no se
puede tomar decisiones. Gracias por su respuesta, y por orar por mí en
esta cruz que me consume, no dudo de que el Señor obrará en mí,
porque mis oraciones son sinceras y puras, y solo quiero hacer su
voluntad. ¡Que aleje al enemigo de mí! María, Madre lo bendiga
Su hijita

Mi respuesta

Jacinta: Las emociones fuertes ciegan la razón. Los bienes sensibles no


siempre son bienes para la voluntad, la cual examinándolos con la
razón, ve que no son del todo buenos y a veces son malos. Los afectos
desordenados son ciegos. Por eso lo que te digo te sorprende. Pero lo
que te digo es la verdad divina acerca del amor. Y fuera de esa verdad
no hay verdadero amor.

El gusto, es decir, el sentimiento, determina la visión: "Gustad y mirad


la bondad del Señor"; "Eva vio y probó, probó y vio"
Que Jesús te sane los sentimientos y la razón. Mejor que te haya pasado
esto ahora y no después de casada. Intuyo que Facundo no es perfecto,
pero dudo de que otro te quiera como él... aún sin conocerlo y por lo
que me dices, es lo que siento. El Señor sabe si me equivoco. Y quizás
tú misma lo puedes saber...
Bendiciones, tu padre en el Señor

La tentación vencida

El último correo de Jacinta: Se puede apreciar cómo ha aprendido a no


guiarse por la sensibilidad halagada, sino por la lectura de los hechos
objetivos, apreciándolos con su inteligencia y basando en ellos las
decisiones de su voluntad. Ha visto por fin los hechos que demuestran el
amor que Facundo le tiene, garantizado por el respeto, el perdón y la
relación casta, en la que puede crecer un amor, fundado en la
comunicación de bienes, en la amistad, y no en sentimientos pasajeros,
o en el halago de la vanidad espiritual. Un conocimiento de sí misma
que es gracia de Dios, le permite ponerse en guardia contra sus propias
debilidades y los engaños del enemigo. ¡Gracias Padre, que has dado la
victoria a tu hija sobre el enemigo de la mujer! Ella, como hija de María,
le pisa ahora la cabeza.

Y de parte del varón, se muestra también en esta circunstancia que Dios


había puesto en su corazón el amor por Jacinta, el deseo de su bien, el
sufrimiento con su mal, y la comprensión para su debilidad de hija de
Eva.

Para los que aman a dios todas las cosas cooperan para el bien. Aún las
tentaciones. Ellas nos muestran nuestros puntos débiles, nuestros
defectos, pero también el poder del auxilio del señor. Este es el "happy
end" de los que viven en gracia.

6. ¡Hola Padrecito mío en Cristo!

Le cuento rápidamente mi vida después de su consejo. Lo razoné. De a


poco las cosas se prestaron para que tomara una decisión. Así que
bueno... empecé a mirar que el seminarista en cuestión solo me
buscaba cuando necesitaba la contención que no tenía o no percibía y
después desaparecía, ya sea espiritual o afectivamente, y de usar y
apropiarse.

No sé si me explicaría bien con esta comparación, pero algo así como


una garrapata espiritual, que terminaba asfixiándome y sacándome la
libertad, y se aprovechó de mi condición de poca estabilidad en ese
instante de mi vida... y yo, encontraba lo que la concupiscencia me
demandaba: ¡halagos y palabras bonitas, sin enfrentar una realidad!
¿Me explico, padrecito mío??
Luego de su correo, empecé a verlo de otro modo, y después empecé a
tomar distancia, pidiéndole que por favor no me moleste. Y retomar así
con Facundo una relación casi rota, en total crisis y a punto de
terminarse... supo recibirme con los brazos abiertos sin dejar de
decirme la verdad: que me equivoqué realmente. Ese es el amor, padre,
el amor siempre dice la verdad, espera y es paciente.

Y acá estamos, orando juntos, y en un buen momento en nuestro


noviazgo, porque juntos, en un amor casto, queremos vivir en Él y para
Él, que como Usted sabrá muy bien, hace Nuevas Todas Las Cosas.
En fin... esto es en resumidas cuentas... el dolor que me causó mi
pecado fue enorme, pero lo entregué al Señor, porque hice sufrir más
todavía a Facundo
Ahorita estoy en mi casa, padrecito, hoy me dan el alta porque me
contagié de gripe A y estuve en tratamiento una semana y aislada sobre
todo... pero ya estoy algo mejor, las pastillas son realmente fuertes, así
que mi debilidad corporal es normal jeje!
¡Que María lo bendiga!
Lo quiere su hijita
Jacinta

Después que le envié a Jacinta en archivo nuestro intercambio


de mensajes me respondió:

7. Querido padrecito:

He leído el archivo, es difícil el momento que pasé. Un corazón sano


ama más y mejor, y estoy dando esos pasos en confiar en el Poder de
Dios sobre mi... leyendo esto, me doy cuenta qué afortunada que fui al
ser rescatada por las mismas Manos de Dios de semejante "lio" ¿no?

De ser por mí, allí mismo hubiera quedado tirada, caída en el enorme
pozo de las tentaciones y en el río de la pasión, que corre llevándose
todo a su paso...

Estoy bien, padre, algo herida, porque la sanidad viene en procesos...


pero avanzando y es lo que importa. Mi Señor hace nuevas todas las
cosas... y mi felicidad es una felicidad de lago... mansa, calma, bella...
que me permite tener un corazón de Adoración. Amar a mi Cristo ya no
me aleja de Facundo sino que me integra más a él.

Mañana con más serenidad lo voy a releer, pero así como está me
parece bien claro y sobre todo fidedigno. Sé que a varias muchachas les
ocurrió lo mismo que a mí.
Ah! Me gusta mi apodo, Jacinta, ja ja! es el nombre de mi mejor amiga
en Cristo!
Un abrazo de hija a su corazón de padre... que María, madre nuestra lo
bendiga
Su Hijita
Jacinta

Y meses después, superada la tormenta de la tentación, Jacinta


me escribe contándome lo siguiente:

8. ¡Hola querido padre mío! ¿Cómo anda? ¿Qué me cuenta? ¡Lo tengo
presente en mis Eucaristías diarias! Le estoy eternamente agradecida
por ayudarme espiritualmente siempre, siempre, siempre que lo
necesité. Rezo en especial en este año sacerdotal por Usted.
Le cuento que estoy bien, preparando mi trabajo final para recibirme y
sigo con mi carrera. Estoy trabajando con Facundo, mi novio, que ya
está recibido, y compartimos una oficina en la ciudad. Dicho sea de
paso, ¡Será pronto la fiesta patronal! Bueno, padrecito, no le robo más
de su valioso tiempo, hoy estuve escuchando unos audios suyos del blog
del diácono Jorge Novoa, ¡muy hermosos por cierto! Un abrazo de hija a
su corazón de padre. Unidos en cada Eucaristía.
Su hija, Jacinta

10. Verónica: PREPARARSE A LA LLEGADA DEL


ESPOSO
“Yo quiero para esposo
alguien que me ayude a conocer y amar más a Dios
no alguien que me aleje de él
y ahora casi todos los chicos son así […]
hay uno que siempre me molesta
y tiene todas esas características que no me gustan.
A veces pienso que es imposible encontrar a un chico
con las características que busco
muchas personas se me burlan y me dicen que me haga monja…”

1. Querido Padre Horacio:

Mi nombre es Verónica, soy de Ecuador, los motivos por los cuales le


escribo son muchos. Primero para felicitarlo por el libro “La Casa sobre
roca” lo estoy leyendo y me ha hecho comprender muchas cosas. Ahora
padre estoy en un dilema yo no tengo enamorado, yo no salgo mucho,
más bien prefiero estar en casa y me han dicho que salga más para
conocer personas. No sé, Padre, eso me confunde. Es que, Padre, la
mayoría de chicos que he conocido no son lo que yo espero. Por
ejemplo: no creen en Dios, fuman, toman y eso yo no lo quiero.

Yo quiero para esposo alguien que me ayude a conocer y amar más a


Dios no alguien que me aleje de él y ahora casi todos los chicos son así.
Bueno, los que me han presentado son así. Pero hay uno que siempre
me molesta y tiene todas esas características que no me gustan Padre.
A veces pienso que está como que imposible encontrar a un chico con
las características que busco. Muchas personas se me burlan y me dicen
que me haga monja mejor, porque dicen que soy muy exigente.
Discúlpeme Padre si he repetido las mismas cosas en diferentes formas.
Lo felicito de nuevo por el libro y me encantaría que escriba otro igual a
La Casa sobre Roca ¡gracias Padre! Envíeme su bendición desde lejos.
Dios y la virgen lo cuiden padre, lo tengo en mis oraciones ¡muchísimas
gracias!
Verónica

Mi respuesta

Verónica:
Hay un antiguo refrán español que dice “Matrimonio y mortaja, del cielo
bajan”. El esposo se recibe de las manos de Dios. Mejor dicho Dios
entrega a su hija como esposa a otro hijo suyo. ¿Recuerdas el
testimonio de Ernesto desde el Paraguay que publiqué el 8 de mayo de
este año 2010 en el Blog del Buen Amor? Él allí manifiesta su
experiencia de que ha recibido de Dios a Dorita su novia.

No se trata de que tú salgas a buscar enamorado. Sino que te dispongas


para ser encontrada. Busca a tu alrededor familias católicas como la
tuya y trata de que haya relación entre una y otra. A veces entre
familias de parentesco lejano existen jóvenes de cultura y religiosidad
semejante. Y sin tener ya los inconvenientes de la consanguineidad
cercana, tienen la ventaja de la religión y la cultura común. Leemos en
la Sagrada Escritura que los patriarcas buscaban esposa para sus hijos
dentro del clan, es decir, dentro de la misma religión y cultura.

Esos chicos a los que te refieres, no son de tu misma cultura, aunque


sus antepasados quizás si lo fueran. Pero ellos, hoy, sido des-
inculturados, trans-culturados y transformados en seres pertenecientes
a otra cultura que no es la cristiana. Y por lo tanto tienen maneras de
ver a la mujer y a la sexualidad que tú nunca lograrías aceptar y con las
cuales serías eternamente infeliz. Para eso: más vale quedarte soltera
que vivir mal casada. Esos jóvenes, cuyo modo de vivir y de
relacionarse con la mujer tu corazón rechaza, son, al decir de san Pablo:
“incircuncisos de corazón”.

Pero Dios, que es tu Padre, tiene miles de hijos y puede destinarte a


alguno de ellos. No sabes cuál, ni debes buscarlo por ti misma. Pero sí
estar atenta si eres encontrada por uno de ellos que reconoce en ti a su
mujer. En La Casa sobre Roca, habrás leído la historia del filósofo
argentino Alberto Caturelli y cómo Dios le hizo reconocer a la que le
daba por esposa (páginas 58 a 61).

No faltes a la Misa dominical, y vístete y arréglate para Dios con pudor y


modestia para la solemnidad de esa fiesta. El Padre da belleza y encanto
a sus hijas y eso es una gracia que deben cuidar. No para envanecerse,
ni para ensoberbecerse ni para competir con otras, ni para acosar
sexualmente a los varones, sino para presentarse ante Dios como el
Padre las hizo, cuidando el traje de belleza que les dio como una gracia
divina que debe reflejar la belleza interior del amor divino, que es la
belleza principal.

Frecuenta la parroquia y las procesiones, las grandes fiestas de la


Virgen, del Señor o de los santos en los santuarios de tu tierra. Asiste a
los grupos juveniles y los retiros espirituales. Fórmate para dar
catequesis a los niños. Y estate siempre pronta, como las vírgenes
prudentes, porque no sabes a qué hora vendrá el novio, en este caso el
tuyo. Y tu buen deseo de ser hija del Padre celestial sea tu lámpara
encendida que arda siempre en su presencia. Que la luz de tu lámpara
sea ese deseo de ser ministro de su amor para tu esposo en el
sacramento del matrimonio, y madre de hijos para Dios y para tu
esposo, santos adoradores eternos.

Para eso te ayudará vivir religiosamente cada período mensual de tu


fecundidad femenina. Meditando cómo en esos días Dios, tu Creador y
Padre amoroso, que te creó para ser esposa y madre, obra en ti ese
gran misterio por el cual ha puesto en tus entrañas la fuente de la vida.
Que ese período mensual te recuerde tu vocación a dar la vida a
adoradores eternos. No lo vivas como un hecho higiénico puramente
natural Aprovecha para vivirlo “místicamente” como una vocación
religiosa inscrita en tu naturaleza de mujer. Una vocación al matrimonio
y a darle descendencia a un esposo, hijo de Dios, cuando lo disponga
Dios, si Dios así lo dispone.

Durante esos días puedes hacer un pequeño retiro espiritual


entregándote algo más intensamente que de costumbre a los ejercicios
de piedad: adorar al Santísimo Sacramento, rezar el Rosario, hacer
alguna lectura espiritual, como por ejemplo alguna vida de santos, en
especial de santas mujeres. De esa manera tendrás tu lámpara
encendida para cuando llegue aquél a quien tu Padre celestial te destinó
como esposa. Y a la luz de esa lámpara reconocerás que él es el que
viene portando el amor que Dios puso en él para ti.
Si quieres preguntarme más, estoy a tus órdenes.
Padre Horacio

“Voy a hacer todo lo que me aconsejó.


Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad
y le dejaré las manos libres
para que haga en mí maravillas”

2. Querido padre:

Muchas gracias por esas palabras hermosas, tengo más claro todo.
Esperaré en el Señor y dejaré que mi futuro esposo me reconozca.
Leyendo el correo de nuevo, veo que usted me aconseja que asista a
peregrinaciones y le cuento que mañana voy asistir a una peregrinación
mariana eso ya lo tenía planeado desde hace dos semanas.
Usted me preguntó que cómo llegué a conocer su libro La casa sobre
roca” en Ecuador pues yo estoy en un grupo juvenil femenino y
estábamos trabajando con el libro. Es muy hermoso, es una bendición
tener el libro.
Mi hermano que se va a casar lo está leyendo con su enamorada.
Quisiera saber también qué otro libro me aconseja leer.
Muchísimas gracias de nuevo padre que tenga un hermoso día. Dios lo
bendiga
Verónica

Mi respuesta

Querida Verónica:
Estamos en Mayo, que es un mes de María, un tiempo especial para
hacerle una novena o dedicarle lo que queda del mes para pedirle a tu
Madre Santísima, la gracia del encuentro con el esposo a quien el Padre
Celestial y el Verbo eterno te tengan destinada.

Porque si Eva fue creada para Adán, eso quiere decir que toda mujer es
destinada a un varón, a no ser que sea destinada a la virginidad
consagrada, o que por otros motivos el Señor la mantenga soltera por
motivos que solamente él sabe, pero que no escapan nunca a su divina
y amorosa Providencia.
Y ora también por el que será tu esposo algún día aunque aún no lo
conozcas.

A él encomiéndalo a San José. Reza por las dos intenciones todos los
días de tu vida.

Acerca de las procesiones como lugar de encuentro de esposos, me


acuerdo de que conocí en el Paraguay, hace años, a unos esposos que
se habían encontrado en una procesión de la Virgen. Él era un
campesino muy humilde y siempre la había mirado a ella casi desde
niña, sintiendo que ella iba a ser su esposa, aunque había diferencia
social entre ellos. Se ve que Dios le daba a conocerla en su corazón
como la que sería su esposa. Pero recién fue en aquella procesión donde
se conocieron y comenzaron a tratarse.

Ella nunca había notado que él la miraba, porque lo hacía con mucha
discreción y respeto y en el silencio de su corazón de varón santo y
humilde. Él la miraba con admiración, como un ser inalcanzable y creía
no merecerla, porque, además, había una gran diferencia social entre él
y la familia de aquella joven.
Pero el Señor encaminó todo, porque era designio de su Providencia,
para la felicidad de ambos. Así que bajo el manto de María se
comunicaron y allí comenzaron a tratarse.

Creo que lo conveniente no es poner por delante el matrimonio y el


encuentro con el futuro esposo, sino tratar desinteresadamente con
todos los chicos y chicas por igual y cultivar el trato, la amistad, las
actividades juntos, ya sea religiosas, deportivas, culturales, familiares, o
vecinales.
Sí, tratar aún con chicos que están “en la pavada”, a los que se les
puede siempre decir una palabra orientadora para sacarlos de los
engaños y hacerles el bien diciéndoles la verdad acerca de las cosas con
simpatía, dulzura y humildad, y sin miedo a ellos. Son muy
desgraciados.

El trato no significa ningún compromiso cuando se guardan las


distancias y no se coquetea creándoles falsas ilusiones, sino
comportándose con seriedad simpática y simpatía seria. Mirándolos
como hermanos, pues lo son cuando están bautizados, hijos del Padre
celestial, y llamándolos a que tomen conciencia de lo que son y de cómo
deben vivir y comportarse. Así, el buen trato, aunque no llegue a ser
amistad, se convierte en una ocasión de evangelizarlos para la
conversión.

Tú confiésate seguido, si es posible cada mes o cada quince días,


pidiendo al Padre que te purifique el alma y te engendre como hija suya
muy querida.

Que Él te prepare para ser una esposa y madre santa, santificar a tu


esposo y a tus hijos con el ministerio de tu esponsalidad y la gracia de la
maternidad.

Y en todo momento repite las palabras de María Santísima ofreciéndote


al Padre y consagrándote a Ella y a su Santísimo Hijo Nuestro Señor
Jesucristo: "Hágase en mí según tu Palabra".
Si dejas que Dios haga, hará en ti grandes cosas, como proclama María
Santísima en el Himno del Magníficat. Hazlo así y tú también podrás
decir, ya lo verás, ""Mi alma engrandece al Señor porque hizo en mí
grandes cosas, Santo es su nombre".
Las hazañas de Dios en nuestras vidas no las podemos ver da
antemano. Las vemos después, mirando para atrás y contemplando el
camino de nuestra vida; viendo lo que hizo con nosotros. Empezando
por darnos la confianza en su obra, y una fe que, sin ver, creyó.

Así que grábate en la memoria y el corazón estas oraciones breves y


díselas en todo momento al Padre, y a Jesús: "Hágase en mí", "Hágase
en mí según tu palabra", "Obra en mí tus maravillas", "Que se cumpla
en mí tu voluntad, maravillosa y divina", y todo lo que se ocurra decir
de una manera y otra dándole vueltas en tu corazón.

No sabemos lo que hará contigo. Pero Él lo tiene determinado y


proyectado. Él te amó desde antes de la creación del mundo y te destinó
a ser santa e inmaculada en su presencia por la caridad. Sé humilde,
obediente, dócil. Y Él tendrá las manos libres para obrar en tu vida.

Y después de los medios de gracia, también puedes ir poniendo los


medios humanos para prepararte como ama de casa en tu futuro hogar.
Ayuda a tu mamá, bajo su obediencia, a las tareas de la casa: cocina,
limpieza, orden, cuidado de los niños. Estudia y prepárate para la futura
maternidad. Puedes desde ahora entrar en una buena lista para ver lo
que les pasa a las mujeres en un mundo enemigo de los hijos.

Te recomiendo por ejemplo que te asomes a la lista. Bendiciones


Padre Horacio

3. Padre Horacio,

Muchísimas gracias por todos sus consejos, rezaré por las dos
intenciones de ahora en adelante. Mañana voy a ver al Padre Párroco y
le enviaré su saludo afectuoso. Voy a hacer todo lo que me aconsejó.
Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad y le dejaré las manos libres
para que haga en mí maravillas. Seré paciente y me preocuparé por
prepararme más y por seguir mi plan de mi vida
Gracias de todo corazón Padre. Para mí es una bendición enorme que
me haya contestado los correos porque sé que el Señor me aconseja a
través de usted.
Quisiera saber si le puedo escribir contándole mis cosas o cuando tenga
alguna duda le prometo que no le voy a molestar tanto.
Gracias por su bendición también Padre Dios lo bendiga.
Su hija en Cristo Verónica.
Mi respuesta

Querida Verónica:
Gracias por adoptarme por Padre en Cristo. Es un honor para mí
compartir esa paternidad con tu párroco.
Me alegran muchísimo las disposiciones interiores que hay en ti. Son
fruto de la gracia. Y son un augurio de que el Padre terminará en ti la
obra comenzada.
Por supuesto que te ruego que me tengas al tanto de lo que vaya
obrando el Padre en tu camino. Es un soberbio espectáculo poder ser
testigo de las obras de Dios en las almas. Te pido permiso para publicar
tu pregunta. Bendiciones
Padre Horacio

4. Querido padre:

No hay ningún problema puede subir mi pregunta. Sé que mi pregunta y


su respuesta pueden ayudar a muchas jóvenes que se encuentran con la
misma inquietud y eso me da mucha alegría. Y le prometo que lo
mantendré al tanto de todo lo que suceda de ahora en adelante. Le
envié su saludo al Padre Párroco y le dio mucha alegría al saber de
usted; me dijo que le deseaba lo mismo.
¿Sabe? Siempre que leo sus correos me llenan de mucha felicidad.
Me gusta mucho lo que dice que el Señor terminará en mí la obra
comenzada.
Cada vez que leo esa parte me lleno de mucha alegría y de ilusión; y
eso me da fuerza para seguir luchando por agradarle al Señor.

Le voy a contar algo: antes yo estaba alejada de Dios. ¡Qué tonta fui!
¡Desperdicié mi tiempo! Pero luego regresé y desde ahí no quise
alejarme más de Él y entré al grupo de las Mensajeras de la vida.
Empecé a conocer más a Dios me confesé y comulgué. Todo hasta ahora
ha sido maravilloso. Y lo que es mejor aún: siento que Dios me ha
escuchado. Porque antes de entrar al grupo de las Mensajeras de la
Vida, siempre le pedía al Señor que me preparara para ser una buena
mujer, esposa y madre como la Virgen. ¡Y mire! Llegó a mi vida esta
hermosa agrupación quiere decir que es una señal verdad. Igualmente,
siempre dejo todo en sus manos porque de cualquier forma en la que
Dios me llame lo voy a servir.

Padre solo le pido una última cosa... rece por mí por favor.
Padre gracias de nuevo por dejar que le escriba estoy inmensamente
agradecida.
Dios lo bendiga a usted también. Que Dios y la Virgen lo cuiden siempre
Su hija en Cristo,
Verónica

Mi respuesta

Querida Vero:
¡Claro! No solamente me "puedes" escribir, sino que yo te pido que lo
hagas y me cuentes lo que el Señor siga haciendo en tu vida. Déjalo
hacer y vive en paz confiada.
Y por supuesto que oraré por ti
Padre Horacio

5. ¡Padre!

¿Cómo está? ¿Se acuerda de mí? ¡Soy Verónica de Ecuador!


Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que le escribí.
Bueno, tengo muchas cosas que contarle
¿Se acuerda de que le comenté de que había un chico que me
molestaba? ¿Y que yo no lo quería porque él tiene todas las
características del tipo de chico que no espero?, Bueno le cuento que en
estos días me ha estado buscando para que le diera otra oportunidad.
Es que yo antes de estar en el grupo de jóvenes le di una oportunidad
pero padre él no la aprovechó. Nunca me tomó en serio y ahora dice
que está arrepentido. Pero sabe que a veces me confunde no sé si
creerle, Padre. Pero yo no quiero darle nada de oportunidad. Pero a
veces lo noto sincero y él me ha invitado al cine quisiera ir para decirle
en la cara que ya no quiero nada, porque las veces que él me ha
llamado o me ha escrito se lo he dicho. Pero él no comprende o no sé si
piensa que así yo voy a decir que sí. Tampoco quiero estar con él para
no sentirme sola ni nada de eso.

Padre, es que siento que si me arriesgo de nuevo con él voy a perder la


oportunidad de conocer al hombre que realmente Dios me tiene
preparado. Mis amigas dicen que le dé una oportunidad más. Y eso me
confunde y yo realmente no quiero dársela. Padre: ¿qué hago? ¿usted
cree que el realmente esté arrepentido? ¡No quiero sufrir por amor de
nuevo!

Le pido que rece mucho por mí para que sea firme en mis decisiones
Su hija en Cristo, Vero

Mi respuesta
Querida Vero:
Lo mejor en estos casos es aconsejarte con tus padres. Ellos te dirán la
palabra justa. De mi parte, no conozco al chico. Pero si no estudia, no
trabaja y anda de diversiones, si no va a misa ni se confiesa ¿qué padre
puede ser para tus hijos? ¿Qué hará con los hijos que le puedas dar? ¿Y
qué vida te dará? Yo creo que estás bien aconsejada en tu corazón,
cuando piensas que darle una oportunidad a él es quitársela al que
esperas y para el que te preparas. Vales mucho para regalarte.
Padre Horacio

6. ¡Padre!

Es verdad muchísimas gracias, no me dejaré influenciar por comentarios


de los demás; yo seguiré defendiendo eso de que me voy a conservar y
a preparar para mi futuro esposo. Y con respecto a lo de mis padres sólo
puedo contarle a mi mamá porque mis padres están divorciados.
Padre hoy fui a la procesión del Corpus Christi. Fue hermoso. Me llené
de mucho amor y de emoción. Ahora quiero comulgar siempre para
estar cerca del señor Jesús
Otra cosita que le quería pedir Padre es que rece por mi salud ¡por
favor!
Dios y la Virgen lo cuiden siempre
Su hija:
Vero

Mi respuesta

Querida Verónica,

Me acordaba hoy de ti y de tu última pregunta, y hasta durante la misa


me venía el pensamiento en ti con el deseo de escribirte más
ampliamente sobre el tema de cómo discernir el amor en un
"pretendiente" como es el caso de ese chico que te pide "una
oportunidad".

Creo que tanto lo que te aconsejé como lo que hiciste es acertado.


Porque si empiezas a tratar con un chico, la mayor parte de las veces
nacerán en ti sentimientos de afecto, que pueden ser "de protección", o
de "compasión", o etc. etc. y que no son buen fundamento para un
matrimonio, pero que se convierten en impedimentos para cortar la
relación una vez iniciada.

Además, algunos varones, consideran que si la chica ha comenzado a


tratar con ellos, ellos han adquirido una especie de derecho sobre ella,
que ya les pertenece y no le reconocen la libertad para cortar la
relación.

Así que lo que has hecho está muy bien. Pero pienso en otras
situaciones, o en el caso de que el mismo chico vuelva "a la carga"
pidiéndote otra oportunidad.

En algunos cuentos de niño de los que leía cuando era chico, se leía que
la princesa o el Padre de la princesa le ponía alguna condición al príncipe
que pretendía su mano. Una condición muy difícil, como traerle la
cabeza de un dragón, la cola de un león y el colmillo de una cobra.
Cumplir con esa condición implicaba que el príncipe debía poner el amor
por la princesa por encima del amor por sí mismo. Y de esa manera, la
princesa podía discernir la autenticidad del amor del príncipe hacia ella.
Si era un amor egoísta o dispuesto a la abnegación de sí mismo y al
sacrificio. Si era un simple deseo de poseerla, o si estaba dispuesto a
perderse a sí mismo por ser aceptado.

Bueno, ese cuento de niños contiene una enseñanza muy sabia. Cuando
un chico como ese le pide una oportunidad a ella, ella le puede poner
condiciones para dársela. Le da la oportunidad de cumplir con una serie
de condiciones antes de entablar la relación. Que no tome, que no ande
de bailes y juergas nocturnas, que se aparte de malas compañías, etc.
etc. Que tenga una vida de fe católica. Que estudie, que trabaje, que se
haga una posición, que le brinde una casa. Que el noviazgo ha de ser
casto, y que para eso no puede haber manoseos ni contactos físicos
excitantes, ni besos apasionados antes del matrimonio, para que crezca
una amistad protegida contra el
crecimiento canceroso de las pasiones lujuriosas.

Y esto le hará bien al joven, lo hará bueno y purificará su deseo,


acendrando su amor y purificándose de sus egoísmos que quisieran
gozar gratis del bien de una mujer. La quieren regalada los
inconscientes. Tienen que demostrar que se pueden convertir en
conscientes y darse cuenta de que ella tiene un precio a pagar, un
precio que implica muchos sacrificios desde ya, porque implicará
muchos sacrificios toda la vida. Y sólo el que se hace digno de ella,
puede ayudarla.

Esas exigencias se las ponía en otros tiempos y aún hoy en ambientes


santos, el papá de la novia, al pretendiente que venía a pedirle la mano
de su hija. Porque tampoco era la hija la que daba su mano al que se la
pidiera. En tu caso, como no hay papá, el chico viene a pedírtela a ti. Y
no debería ser así. Debería hablar con tu mamá. Y tú deberías poner a
tu mamá por medio. Y oír lo que ella opine del pretendiente que venga
por tu mano.
Si el chico es capaz de cumplir con las exigencias religiosas, materiales,
amorosas que tú le pongas, entonces su amor parece ser tal que se
pueda empezar una relación de noviazgo para un mayor y más profundo
discernimiento. Si no, ni empezar, como bien has hecho.

Bendiciones

Padre Horacio

PS: Asómate al blog del y mira Buen Amor la entrada: "Renata, motivos
de la infidelidad femenina".

Puede inspirarte. Es conveniente que la mujer sopese bien las


cualidades del amor con que se le aproxima un pretendiente. Y que no
se engañe, pensando que el amor que hay en ella es el que hay en él.
La mujer se ilusiona fácilmente y se engaña cuando el amor que hay en
su corazón hacia un hombre, le impide verlo como en realidad es.

Pero ese es un asunto delicado, porque también el amor que hay en un


varón puede ser una semilla que ella tiene que cultivar. Por eso, en
asuntos de gracia, hay que aconsejarse con Dios y con la propia familia
de sangre y de fe, especialmente con quienes están en gracia.

7. Querido padre

He leído muchas veces sus correos y tiene toda la razón con lo que me
dice, le cuento algo: yo hace tres meses sí le quise dar una oportunidad
para que me demuestre que realmente ha cambiado y le puse esas
condiciones las mismas que usted me escribió y me acordé de eso pero
él nunca las cumplió. Él se iba a las discotecas los viernes, sábados y los
domingos se emborrachaba con los amigos y yo siempre pensaba que
con él jamás sería feliz y le dije que ya me había demostrado que él
realmente no quería estar conmigo y me alejé.
Y ahora mire vuelve a aparecer después de eso y según él va a cambiar
de verdad. Pero yo no le creo realmente. Yo sí quiero esperar por el
hombre que Dios me tiene preparado. Así pase mucho tiempo no
importa, seré paciente y esperare y me seguiré formando
Gracias padre de todo corazón, Ahora estoy más segura de que he
tomado la mejor decisión. Dios y la Virgen lo cuiden, su hija en Cristo:
Verónica

Mi respuesta
Vero:
Pues ya le diste la oportunidad y no la aprovechó. Y tú tienes el recibo
firmado por él de que si le dieras otra, quedarías atada para darle otra y
otra y otra y otra más. ¡Qué bien hiciste en borrarlo! Yo ya no recordaba
eso que me habías contado.
Ponte a orar todos los días una oración a San José por el Adán a quien el
Padre te destina.
Padre Horacio

8. ¡Padre!

Aquí estoy de nuevo escribiéndole, primero porque quiero desearle ¡feliz


día! Usted con sus consejos me ha ayudado mucho y sé que a muchas
personas también.
Padre tengo que contarle algo, es que yo conocí a un chico. Hace seis
meses somos amigos pero a mí me estaba empezando a gustar porque
tenía todas las cualidades que yo estaba esperando en un chico. Le voy
a decir la verdad: me ilusioné que hasta pensé que él era la persona que
Dios me tenía preparada.
Y ahora me cuentan que él ha dicho que no le gusto porque se ha dado
cuenta de que soy muy tranquila y que no le gustan las "santas" padre
me siento mal dígame usted ¿qué hay de malo de que yo no sea como
las demás chicas?
¡Estoy triste! No quiero sentirme así ni tampoco pensar de que es malo
seguir a Cristo porque me rechazan, pero tengo tantas cosas en la
cabeza, ayúdeme padre y disculpe si lo molesto tanto. Su hija en Cristo
Vero

Mi respuesta

Verónica:
Lo primero: que no sabes si "lo que dicen que dijo" es verdad y si eso lo
dijo él verdaderamente. O alguien lo inventa con alguna otra intención.
Así que no des por cierto lo que no es seguro. No te precipites. Si
quisieras saber si es verdad lo que él dijo, se lo tendrías que preguntar a
él. "Oye, me han dicho que has dicho esto de mí".

Segundo: Supongamos que es verdad y que lo dijo. Puede ser que haya
dado una razón explicativa que no sea necesariamente la verdadera.
Quizás lo dijo así para no herir diciendo directamente, "no es mi tipo", o
no "me gusta".

Tercero: Se confirma la lección de que, habitualmente, no es ella la que


reconoce al futuro esposo, sino él quien, por lo general, se fija y
reconoce a su futura esposa. Las chicas muy comúnmente se equivocan.
Tratan de conquistar al chico que les gusta ¡y así les va! A veces pagan
un precio que no hubieran debido dar por algo que no vale.

Cuarto: Creo que de este hecho debes sacar una conclusión y una buena
lección: y es que te equivocarás si miras a los chicos por lo buen mozos
y su aspecto exterior. Fíjate y atiende al que se fija en ti con buenos
ojos, aunque de pronto su exterior no sea lo que tú tienes como ideal.
Lo que pasa es que las personas tienen un aspecto y por dentro son otra
cosa. Tú miraste la cáscara y no veías el corazón. Menos mal que te
enteraste a tiempo.

Quinto: cada vez que te ataquen los pensamientos sobre tu futuro,


debes volverte al Señor y entregarte a Él para que Él obre en tu vida.
No debes ceder a la desconfianza que te lleva a querer tomar tu vida en
tu mano y controlarla. Cuesta mucho que el corazón de la hija de Eva
entienda esto, porque ella quiere ser como Dios. No me canso de
repetirlo, pero a veces me viene la tentación de cansarme y me parece
inútil decirlo porque no lo entienden. Lo oyen y al minuto no lo practican
más. Ya no recuerdo si te lo dije, pero te lo debo haber dicho. ¿Vas a
dejar ese asunto en manos de Dios? Pues hazlo ya. Y no vuelvas a
querer tomarlo de nuevo en sus manos porque el Señor no actúe
pronto. No somos quiénes para ponerle plazos ni exigirle con
impaciencia. La gracia no se exige. Se pide humildemente. ¿Le darías
limosna a un mendigo exigente? Y toda la vida es una limosna de la
magnanimidad divina. Pero los soberbios, los exigentes, no se la
merecen.

Sexto: el esposo que Dios te mande te reconocerá y le encantará tu


modo de ser. Y esa será la señal de que es el esposo a quien Dios te
destina. Porque es Eva para Adán y no Adán para Eva. Así que deja de
mirar modelos en las vidrieras y espera en paz. Arréglate y vístete, con
modestia pero con buen gusto. No salgas a provocar ni tampoco te
escondas. VIVE, ESTUDIA, TRABAJA, ALTERNA CON TODOS, pero
olvídate de la obsesión del esposo. Es del demonio.
Bendiciones y paz
Padre Horacio

Pasados unos meses le pregunté a Verónica cómo iban sus cosas y me


escribió:

9. Querido padre:
Padre le cuento que en estos meses he estado pensando mucho que a lo
mejor no voy a conocer el hombre indicado para mi cada día me voy
dando cuenta que los chicos ahora sólo quieren jugar con los
sentimientos de las chicas. Padre, sé que me ha faltado fe no sé qué me
pasa. Siento que me he alejado de Dios. A veces siento un vacío en mi
corazón que me pone triste. Rece por mí padre
Su hija en Cristo
Vero

Mi respuesta

Querida Verónica:

Te aconsejo que repases mi último correo electrónico y trates de ponerlo


en práctica. Eso te ayudará a resistir las tentaciones de tu enemigo.
Pero es verdad que hay una terrible agresión cultural contra el varón. Se
lo arrastra y sumerge en la lujuria y en las adicciones. Y la lujuria
despoja al varón de su dignidad, de su capacidad para el sacrificio por
amor y por las causas grandes. Así se destruye en nuestros jóvenes la
capacidad “caballeresca” de luchar y dar la vida por grandes causas,
pero sobre todo por los seres que ama: esposa e hijos.
Padre Horacio

11. Eliana: UN NOVIO PERVERSO


Lo que menos entiendo es por qué
si él terminó conmigo insiste tanto en mantener el contacto,
apareciendo constantemente en mi vida
con una u otra excusa.

Mi nombre es Eliana, tengo 25 años. Marcela, una amiga mía, me pasó


su dirección y me contó de su experiencia personal con Usted por eso le
escribo procurando entender un poquito toda esta situación que viene
sucediendo...

Paso a contarle la situación de cada uno de nosotros:

Luciano tiene veintinueve años, es de General Roca, toda su familia vive


allá. Vino hace unos años a estudiar y a trabajar a Buenos Aires.
Nos conocimos hace dos años y medio... Siempre mediante la oración y
dejando que Dios abriera los caminos si quisiera que estemos juntos.
Durante este tiempo surgió un problema donde el vivía, y mi familia le
brindó un departamento en capital federal para que no pagara alquiler y
pudiera ahorrar para lo que él quisiera (en este momento el está en ese
departamento). Siempre dijo que le resultaba incómodo que agradecía a
mi familia pero que no estaba bien. Además donde trabaja no le pagan
muy bien y empezó a ver que sus amigos de General Roca estaban
teniendo su casa, su esposa e hijos… y él nada... entonces entró en
crisis.
El es una persona muy respetuosa, no dice una cosa por otra, mide muy
bien las palabras.

Yo: trabajo en el negocio familiar y tenemos un buen pasar gracias a


Dios no nos falta nada. Hace ocho años que trabajo aquí y obviamente
se mezclan las cuestiones familiares y laborales por lo tanto repercutía
en el ambiente de mi hogar y él no toleraba eso...

La cuestión es que actualmente hace dos meses que mis padres se


separaron. Y Luciano hace un mes que me dejó.
Sus motivos, dice ser que no me quiere hacerme perder el tiempo, que
él está mal, que así no me sirve, no me mima, no me cuida ni nada, que
solo piensa en él y no sabe cómo seguir, que ya no va, que yo no voy a
cambiar, que necesito un hombre que me saque de mi casa y me lleve
con él y él no es ése. Que se siente muy poca cosa al lado mío y que yo
le di más de lo que él pudiera imaginar y que ni su propia familia se
preocupó tanto por él como lo hice yo.
Me propuso seguir hablando, charlando. Que no sería una despedida.
Además hay que arreglar todo el asunto del departamento. Está
tratando de conseguir uno. Tenemos cuentas en común y estamos
obligados a vernos.
Luego de haber terminado pasamos diez días sin saber nada ni de uno
ni del otro, hasta que me llamó y me dijo que se contiene mucho de
llamarme pero que necesita saber de mí y hablar…
El tema está en que me habla muy seguido, y me invitó a vernos el día
de su franco. Fuimos a tomar mates y, cuando me iba, me dijo llorando
que me extrañaba. Me abrazaba muy fuerte, y me dijo que quería que
yo esté bien y que lo llamara y mantengamos el contacto siempre.
Insiste constantemente en eso. Cuando lo fui a saludar para irme, quiso
como intentar dar un beso pero no se lo permití y me fui. Gracias a Dios
estoy bastante fortalecida en el Señor, y esto no me hizo mal. Concurro
mucho a los grupos de oración, rezo el rosario meditando con un grupo
y participo de las misas dominicales como siempre.

Luego al otro día de vernos, subió una canción al Facebook que decía:
“se te ve muy bien. ¿Por qué no lloras? ¿Por qué no estás mal? Si se
sabe que ella no es así” y demás cosas… A la mañana siguiente, me
llama para decirme que subió unas fotos al facebook que las mirara y de
paso me contó cómo está nuestra mascota en común.

Vi las fotos. Es una carpeta que dice ¨afectos¨ y son fotos nuestras, de
nuestras vacaciones, los dos juntos. Son un total de 18 fotos y en 10
estoy yo. Luego seguimos hablando vía chat. Me dijo que estaba muy
mal, que no puede dormir, que se siente fracasado frustrado, que todos
hacen su vida y él no... y que le da vueltas en la cabeza el trabajo, el
estudio, el departamento y yo. Le pregunté ¿por qué yo? Y me contestó
porque te hice perder el tiempo y me siento mal...

Luego nuevamente me invito para vernos. Fui y estaba desconocido


lleno de ira, bronca, resentimiento... y estaba todo bien hablando de
pavadas. Confesó que se siente muy solo que sólo comparte lo que le
pasa con un compañero de trabajo y conmigo, que se apoya en mí, pero
que no quiere seguir haciéndolo pero no puede dejar de hacerlo porque
yo lo conozco lo sé llevar. Y culminó diciendo “sos mi ex, pero seguimos
hablando y seguís estando como siempre”.
Hasta que salió nuestro tema y me dijo que él había empezado a full
conmigo, que había puesto todas las fichas en nuestra relación pero que
se canso de mí y de mi familia, que yo le saqué las ganas de todo. (Yo
nunca accedía a quedarme a dormir en su casa, porque justamente
respeto la mía, y él me proponía juntarnos y yo no quería. Procuraba
que Dios despertara en él la vocación al matrimonio).

Entonces mientras hablábamos me decía cosas feas. Jamás me había


tratado mal y esta vez sí lo hizo. Y fueron palabras hirientes. Pero a la
vez que me quería muchísimo y que soy la mujer de su vida; que soy
una flor de mujer.
Por supuesto nada me cierra. No logro comprenderlo. Cuando me iba,
me acompañó al auto me pidió que le mandara un mensaje cuando
llegara para saber que había llegado bien (vivimos a 35km de distancia)
y me dijo nuevamente que me llamaría para hablar y salir y
despejarnos.

Realmente lo que yo siento en mi corazón es que necesita a Dios, que


esté en crisis, muy enojado consigo mismo y que decidió apartarme
para comenzar a resolver sus problemas. Y nada se soluciona por ahora
y esta sobrepasado.

Lo que menos entiendo es por qué si él terminó conmigo insiste tanto en


mantener el contacto, apareciendo constantemente en mi vida con una
u otra excusa. Eso es lo que me confunde porque tiene delicadezas para
conmigo y demuestra preocupación e interés por mí. No sé si tendrá
miedo de estar solo. ¿O sentirá que se equivoco y no sabe cómo
arreglarlo? O que necesita tiempo para aclarar su corazón y por eso no
quiere alejarse más de mí….

Yo no quiero ilusionarme, si es que no va a ser, le pregunto a Dios


constantemente qué es lo que quiere para nosotros y me dio una
palabra muy linda que es 1ª Pedro del capítulo 3,13 al capítulo. Además
de otras palabras de consuelo. Pero necesito ayuda para discernir su
voluntad.

Cabe decir que yo nunca tomo la iniciativa para hablar ni mandar


mensajes ni chatear. Es él quien me busca. Pero no puedo no
contestarle, aún me puede. Y quiero saber de él. Además me preocupa
muchísimo su bienestar y lo amo.

Necesito aclarar que él no está bautizado pero compartía algunas misas


conmigo porque me acompañaba y también a algunos eventos en la
parroquia. Además me alentaba a seguir dando la catequesis a los
chicos... siempre me apoyó en el camino de Dios pero él se declara
agnóstico.

Lo único que yo hago es rezar muchísimo por su corazón por su mente y


su alma para que Dios pueda penetrar en su corazón y hacer maravillas,
que pueda llevar su luz y ser su guía en este momento que tanto lo
necesita. y que por supuesto si no es su voluntad que arranque de mi
corazón todo sentimiento hacia él, sane mis heridas y me prepare para
recibir a quien Él elija como mi José....pero no puedo negar que sigo
esperándolo, lo extraño mucho y lo amo muchísimo.
Muchas gracias por su atención, Dios lo bendiga, espero su pronta
respuesta para q me dé más luz en esta prueba tan grande.
Eliana

Mi respuesta

Eliana:
Ese muchacho se ama a sí mismo más que a ti. Y si te quiere, es en
gran parte para sí mismo. Repito: Ese muchacho se quiere demasiado a
sí mismo y te quiere a ti para sí mismo más que por ti. Es una cuestión
de proporciones entre el amor al otro y el amor a sí mismo (=egoísmo).
Y me parece que en él la proporción de egoísmo es grande. A estar a tu
descripción es envidioso, quejoso y acusa a los demás.
Llegado el momento no vacila en herir a la que dice que ama
descargando sobre ella iras que no merece. Este tipo de personas, si es
como lo imagino a partir de tu descripción, es profundamente
malagradecida, pero necesita usar artes de encantamiento para
seguirlos parasitando a aquellos sin los cuales no podría vivir.
¿Especula con que a pesar de haberte dejado igual puedas seguir
sirviéndolo sin que él tenga compromiso contigo? ¿Pensó, acaso, que te
heriría haciéndolo? ¿Le importó lastimar tus sentimientos?
Él no es creyente ni bautizado. Pero tú has puesto tu corazón,
inadvertida pero de todos modos imprudentemente, en un hombre con
esas características, que te propuso ir a vivir junto con él sin estar
casados.
¿Has pensado que, aún casados (no hay sacramento con un no
bautizado) le darías a tus hijos un padre sin fe? ¿Has pensado que tú
misma te privarías de las gracias que la esposa debe recibir por el
ministerio del esposo creyente?
Para mí, por lo que me cuentas, es evidente que él no te ama con un
amor que venga de Dios y que busque tu bien. Por lo tanto el afecto que
has puesto en él, encariñándote y que ahora te tiene de algún modo
prisionera y te impide la libertad de corazón para dejarlo, no es un
verdadero amor según Dios, sino un afecto que viene de tu propensión
protectora que él manipula haciéndose víctima.
Pero acuérdate que la mujer es una protectora que necesita ser
protegida. Él no te protege, ni te protegerá jamás, ya se ve, sino que te
utilizará para sí mismo, como por el momento lo hace teniéndote de
parche de su soledad.
¿Te has preguntado por qué un hombre de treinta años no tiene
amigos? ¿Por qué, - como lo dice él mismo y lo reconoce - ha fracasado
y no puede ofrecerte nada? ¿Por qué descarga su ira injustamente sobre
su bienhechora a la que dice amar? ¿Por qué se llena de ira envidiosa
por ver que los demás se han casado y tienen hijos y se gime para
despertar misericordia como si fuese víctima de otros y no de sí mismo?
Tu carta me da la certeza de que eres muy sensata y por eso mismo, al
parecer, tú misma te extrañas de que hayas colocado el afecto de tu
corazón protector en un tipo de hombre así. Tienes razón, eso no es
sabio.
Mi consejo es que te desvincules cuanto antes de toda deuda de dinero
que tengan juntos o en común. Y que cortes en forma consecuente toda
comunicación.
Él dice que cortó... pero no corta. Afloja cuerda y luego recoge y tú
inadvertidamente entras en ese juego a costa de tu dignidad de mujer.

Ahora voy a ir comentando algunos pasajes de tu carta.


Dices que se conocieron hace dos años y medio: “siempre mediante la
oración y dejando que Dios abriera los caminos si quisiera que estemos
juntos”. Esto me desorienta, porque más abajo dices que no es
bautizado. Mientras que a primera lectura lo que dices aquí me sugirió
que oraban juntos y buscaban juntos la voluntad de Dios.

Dices también que “él es una persona muy respetuosa, no dice una cosa
por otra, mide muy bien las palabras”. Pero por lo que me relatas no me
parece respetuosa su manifestación de ingratitud quejándose del
apartamento que sigue usufructuando y que no devuelve a pesar de que
no le resulte cómodo. Y sin embargo ¿no tenía empacho en llevarte a
vivir con él en un apartamento incómodo y someterte a su incomodidad?
Yo veo el perfil de un malagradecido y tú lo calificas de persona
respetuosa y que mide muy bien sus palabras. No me cierra. A no ser
que te parezca respetuoso y de palabras medidas lo que en realidad es
propio de un egocéntrico muy "calculador". Un perverso narcisista.
Busca este perfil en Internet: "perverso narcisista". Quizás no te estés
dando cuenta de que puedes estar siendo víctima de una personalidad
de ese tipo.

Dices: “hace dos meses que mis padres se separaron. y Luciano hace un
mes que me dejó”. Sin embargo lo que me cuentas a continuación me
hace pensar que deberías haber dicho "dijo que me dejaba" porque en
los hecho se demuestra luego que "no te dejó".

Me cuentas que él dice que te dejó porque no te quiere hacer perder el


tiempo, pero hace todo lo contrario, porque te lo sigue haciendo perder
en los hechos en contradicción con lo que te dice. Y mantiene ocupada
la línea de tu corazón impidiéndote que se abra a pensar y sentir o a
estar receptiva para otro que Dios te envíe. Que ojalá sea un hombre de
fe y a quien poderle dar hijos para ser educados en Dios. O por lo
menos un hombre que tenga algo para ofrecerte y no tenga de hecho
una relación parasitaria con tu familia y contigo.
Él alegó como motivo para “haberte dejado” que “él está mal, que así no
te sirve ni te mima ni te cuida ni nada, que sólo piensa en él. ¡Hay que
reconocer que en esto dice verdad, como lo puedes comprobar! ¡Sigue
haciendo ahora contigo todo lo que dijo que no hacía y puso como
motivo para dejarte como novia y seguir manteniéndote dependiente
como ex novia! Él ahora borra con el codo lo que escribió con la mano,
porque te sigue utilizando, sin mimarte ni cuidarte, pensando solamente
en él y, llegado el momento, maltratándote de palabra. Pareces como
hipnotizada para ver la realidad. O la ves, pero no actúas según lo que
dicta la razón porque te traicionan tus sentimientos. Ese es un estado
característico en las personas que son víctimas de un perverso
narcisista. Y es otro indicio que me hace pensar que no me equivoco en
mi hipótesis de trabajo.

Me cuentas que él dice que “no sabe cómo seguir, que ya no va, que yo
no voy a cambiar”, Esto me asombra. Si he entendido bien: ¿Quién no
va a cambiar? ¿Tú no vas a cambiar? ¿Eres tú la que él dice que
deberías cambiar? Entonces ¿está sugiriendo que te dejó por tu culpa?
¿Y en qué consistiría ese cambio? ¿En irte a vivir junto con él? Me
parece que es un tergiversador de la realidad.
Luego, agrega que tú necesitas un hombre que te saque de tu casa y te
lleve con él pero que él no es ese hombre. Otra afirmación
tergiversadora. Porque él intentó llevarte a vivir consigo y lo hubiera
hecho si tú no hubieses tenido la clarividencia y la firmeza que tuviste.
¿Ese eso acaso lo que él hubiera querido hacer contigo y te propuso y
fracasó? ¿Es ese fracaso el que está ahora vomitando inconscientemente
y diciendo verdad sin quererlo?

Sigue sus tergiversaciones diciendo que se siente muy poca cosa al lado
tuyo y que tú le diste más de lo que él pudiera imaginar y que ni su
familia se preocupó tanto por él como lo hiciste tú. ¿Y por eso te deja
como novia y te sigue usando como ex?
Sí, porque inmediatamente sigues contándome que te propuso seguir
hablando, charlando, que no sería una despedida. Si su intención fuera
tan noble como dice ¿no te parece que él debería dejarte espacio
interior y exterior, tiempo de tranquilidad sentimental y emocional, para
entablar otras relaciones y para que, socialmente, no te sigan
visualizando como ocupada por esa relación. ¿No te parece que debería
salir de tu vida en los hechos y no invadiéndote en los hechos mientras
se despide con palabras mentirosas.

Creo que si aceptas continuar este juego perverso sufrirás daños cada
vez mayores. Dices que te ata el tema del departamento y de cuentas
de dinero comunes. En cuanto al departamento, que es de tus padres:
¿No podría encargarse de tratar con él de eso tu padre o tu madre? ¿No
puedes eludir de otra manera esa "obligación" de seguir viéndose para
arreglar esas cosas, por ejemplo mediante un gestor o un profesional?
Ese "gasto" en dinero sería muy justificado. Sería en realidad un
"ahorro" de algo que es más importante: tu alma, tu paz interior, tu
libertad.

Me cuentas que luego de haber terminado pasaron diez días sin saber
nada ni de uno ni del otro, hasta que te llamó y te dijo que se había
contenido mucho de llamarte pero que necesitaba saber de ti y habla.
Esto tiene el aspecto del tipo de maniobra de “recuperación” de la
víctima por parte de un perverso. No es bueno que continúes en ese
juego relacional equivocado

Por eso no debiste tampoco aceptar su invitación de verse en su día de


franco. Aunque hiciste bien en irte sin darle el beso con que intentó
recuperarte. Comparto contigo tu convicción que para no caer en ese
lazo te ayudó la fortaleza que te dan los grupos de oración en que
participas. Con todo, obraste temerariamente al aceptar la invitación y
podías haberte vuelto a enredar en sus redes.

Él volvió al día siguiente a armar sus redes con la canción en Facebook,


en la que manifiesta su preocupación porque no logra contigo lo que
quiere. Esa canción te acusa de insensible, de no llorar. ¿Es esto lo que
especulaba que sucedería contigo? Y al ver que no funcionas según sus
previsiones subió al día siguiente esas fotos a Facebook. Todo
manipulación y al parecer algo desesperada.

Sigues narrando cosas que a mí me confirman en que es un


manipulador sutil, ya sea que lo advierta ya lo haga inconscientemente.
Fotos, carpeta afectos, reproche de insensibilidad tuya. Y en el chateo
nuevas confesiones de sufrimientos: insomnio, sentimientos de fracaso
y frustración de sus deseos (claro que tu lo frustras no entrando del
todo en su juego perverso), comparación de su vida con la de los
exitosos, y por fin culpabilidades por el trabajo, el estudio, el
apartamento y por ti, porque “te hizo perder tiempo”. ¡Pero es que te lo
sigue haciendo perder! La culpabilidad verdadera conduce a la
conversión. Él no cambia. Sigue haciendo lo que dice que deploraría
hacer. No enfrenta sus responsabilidades, laborales. Eso no es un
comportamiento normal.
Dale gracias al Señor que Luciano cometió el error de decir que te
dejaba. Hubieras podido terminar casada con un anormal y tus hijos
tendrían un padre anormal, incapaz de ser padre para ellos. Habrías
vivido sumergiéndote durante el resto de tu vida en el pantano de sus
manipulaciones, cada vez más confundida e incapaz de salir. Mira lo que
me escribes a continuación:

“Luego nuevamente me invito para vernos, fui y estaba desconocido


lleno de ira, bronca, resentimiento...y estaba todo bien hablando de
pavadas. Confesó que se siente muy solo que sólo comparte lo que le
pasa con un compañero de trabajo y conmigo, que se apoya en mí, pero
que no quiere seguir haciéndolo pero no puede dejar de hacerlo porque
yo lo conozco lo sé llevar...y culminó diciendo “sos mi ex, y seguimos
hablando y seguís estando como siempre... hasta que salió nuestro
tema y me dijo que él había empezado a full conmigo, que había puesto
todas las fichas en nuestra relación pero que se cansó de mí y de mi
familia, que yo le saqué las ganas de todo…”

No. No es asombroso. Es lógico. Ni tú ni tu familia entraron plenamente


en el juego de dominación que él hubiera querido llevar hasta donde tú
sabes. Por eso te llenó de reproches e inculpaciones a ti y a tu familia.
Fueron sus bienhechores, pero no pudo dominarlos plena y totalmente
según sus propios planes. El proponía que te quedaras a dormir en su
casa, que te fueras a vivir junto con él. Te lo propuso muchas veces y tú
nunca accediste. Eso es lo que te inculpa.
Eliana examina la firmeza de tus principios de fe, ¿no habrías debido
cortar la relación, con un hombre que conociendo tus principios te
proponía irte a convivir con él? ¿Le disgustaría el apartamento porque
no se adaptaba a su plan de llevarte a vivir con él y tener casa y mujer
gratis?
En cambio, me dices que tú procurabas que Dios despertara en él la
vocación al matrimonio. Voy a decirte algo aún a riesgo de que si te
parece que lo ataco te inclines a defenderlo: ¿no ves que más bien tiene
vocación de ser mantenido?

Me dices que ese día mientras hablaban te decía cosas feas, como jamás
había hecho antes. “Fueron palabras hirientes – dices - pero a la vez
que me quería muchísimo y que soy la mujer de su vida. que soy una
flor de mujer”. Son las manipulaciones y tergiversaciones típicas de la
perversidad mental.

En este momento me viene a la cabeza lo que le pasó a Mariluz, y lo


cuenta en su libro Rompecabezas (Editorial Lumen). ¿Estás segura de
que Luciano no anda en droga? Toda esa incapacidad social, laboral…
esa apercepción de la realidad propia y ajena, da que pensar.
Nada de esto te cierra a ti tampoco. Porque alterna el maltrato verbal y
emocional con declaraciones de afecto y preocupación por ti: “que
cuando llegues a tu casa le mandes un mensaje”. Maniobras perversas
del dominador, que primero te maltrata y luego te mima para no
perderte. Te maltratará y mimará alternativamente, para dominarte. Y
querrá que lo llames no porque te ame tanto, sino para mantenerte
pensando en él.

Dices: “lo que menos entiendo es por qué si el terminó conmigo insiste
tanto en mantener el contacto...apareciendo constantemente en mi vida
con una u otra excusa... eso es lo que me confunde porque tiene
delicadezas para conmigo y demuestra preocupación e interés por mí.
No sé si tendrá miedo a estar solo. ¿O sentirá que se equivocó y no sabe
cómo arreglarlo? ¿O que necesita tiempo para aclarar su corazón y por
eso no quiere alejarse mas de mi?”

Eliana, temo que nada de eso. Te aconsejo que busques en Internet los
escritos de la psicóloga francesa Marie France Hirigoyen donde describe
cómo proceden los perversos narcisistas, encantando y maltratando,
confundiendo y manipulando a sus víctimas como lo hacía el marido de
Mariluz. Lo que tu carta me cuenta y describe me suena me suena a
esos juegos mortales.
Creo que debes cortar pronto y totalmente. No debes contestarle. Esa
debilidad te costará carísima. Espero que no estés presa en su tela por
el hecho de que, como dices: “aun me puede… y quiero saber de él.
Además me preocupa muchísimo su bienestar y lo amo”. Efectivamente,
tú quieres su bien y gracias a eso él establece su juego perverso y te
atrapa. Déjate de insistir contra las evidencias que Dios te muestra. No
esperes a que Dios venga a arrancar de tu corazón todo sentimiento
hacia él. Eso lo tienes que hacer tú misma cuando recibes la luz de Dios
acerca del mal que ese hombre significa para ti.
Lo único que me queda por hacer ahora por ti después de todo, lo único
eficaz, será la oración. Me voy a rezar el Rosario y a la adoración por ti y
otras almas necesitadas de luz, porque como tú están encandiladas por
la mentira. Te adjunto, por fin, unos cuantos archivos para que los leas
y los compares con tu experiencia de tu relación con él. Y espero tus
noticias
Padre Horacio

PS: te recorto aquí un trocito central de uno de los archivos que te envío
, sobre el perfil del perverso narcisista que me parece que pinta la
conducta que Luciano ha tenido y tiene contigo:

Los perversos narcisistas son considerados como psicóticos sin


síntomas. Ellos encuentran su equilibrio al descargar sobre otro el dolor
que no sienten – extraño, ¿no? – y las contradicciones internas que se
niegan a percibir. A ellos también los hirieron durante su infancia e
intentan sobrevivir de esta manera. Esta transferencia del dolor – más
extraño todavía – les permite valorarse en detrimento de los demás

Y yo te comento que por eso son malagradecidos, descalifican a sus


bienhechores y en el fondo descargan sobre ellos su cólera, como lo hizo
contigo, en este momento en que tus padres se separan, él te deja.
Estudia los archivos y después me contestas. Si lees atentamente esos
archivos, comprenderás por qué no tiene amigos. Es una intuición. Tú
me dirás si me equivoqué.
P. Horacio
Padre:
Muchas gracias por su atención, su oración y su sinceridad. La verdad
me quedé helada con la respuesta justamente porque es una realidad
que no vi. Y cuando la leí parece tan evidente. Agradezco de todo
corazón, y por el bien de mi salud ¡cortaré todo contacto! Muchísimas
gracias, y voy a leer los artículos que me recomendó y más adelante le
comentaré cómo sigue todo. ¡Dios lo Bendiga!
Eliana

Mi respuesta
Eliana:
Agradezco al Señor la intuición que me permitió detectar el engaño. Me
alegra de que lo hayas podido reconocer. El lazó se rompió y volamos.
No te extrañes de no haberlo advertido. Porque el trato con este tipo de
personas produce un estado de confusión.
Cordialmente, que el Señor te ayude y te proteja tu Ángel de la Guarda
Padre Horacio

Dos años después le volví a escribir a Eliana para saber acerca de ella:
Eliana:
Hoy día de la Asunción de María, pienso en sus hijas y me pregunto si
las está levantando con ella hacia Dios. ¿En qué quedó el asunto por el
que me consultaste?
Padre Horacio

Eliana me respondió lo que sigue:

Hola Padre, gracias por su preocupación.


Bueno, con respecto a mi asunto, se terminó todo desde que le consulté
y Usted me respondió el mail. Pude ver claramente cómo eran las cosas.
Y yo realmente a pesar de que lo quiero un montón no quiero una
persona así a mi lado. He cortado todo contacto de mi parte, a pesar de
que él me sigue llamando o mandando mensajes. Contesto lo justo y
necesario y nada más. No voy a ser descortés ni nada por el estilo,
porque realmente tengo muy en claro que Dios tiene algo muchísimo
mejor para mí y para él, entonces no me confunde y estoy muy bien así.
Tuve un accidente de tránsito bastante grande y aún más cambió mi
forma de ver las cosas. Pude ver cómo Dios me cuidó y me salvó. Volví
a nacer.
A pesar de que no vienen siendo unos buenos meses para mi, ya que
suceden demasiadas cosas feas, sigo aferrada a Él amándolo y sabiendo
que detrás de todo esto saldrá la luz y podré ¡salir victoriosa en Jesús!
Así que estoy esperando esperanzada en Él...
¡Muchas gracias, y un abrazo en Jesús Rey y María Reina!
Eliana

Mi respuesta final
Eliana
Permíteme que vuelva un poquito sobre el hecho de responder mensajes
o llamadas a Luciano. Creo que deberías dejar de hacerlo. Eso no sería
grosería ni mala educación. La mala educación es la del que insiste en
llamarte imponiéndote la violencia de responder, sea como sea. Estás en
un error que daña a ambos.
Cordialmente
Padre Horacio

12. Aurora: ÉL NO ME AGRADA DEL TODO


FÍSICAMENTE
Reverendo Padre:
Mi nombre es Aurora y vivo en Patagonia, Argentina. Primero que nada
le agradezco por el blog que ha creado para la ayuda de muchos.
Le quiero hacer una consulta. Resulta que nos conocimos hace casi un
año y llevamos casi cinco meses de noviazgo.
Yo me decidí por él, porque que él es un hombre bueno, de buen
corazón, inteligente, de carácter agradable, dulce y sobre todo: él es
religioso y ama a Dios. Y él me ama.
El problema que yo tengo es que físicamente no me agrada.

Anteriormente y para que conozca un poco más acerca de mí, yo he sido


una mujer muy temerosa en el amor. Nunca lograba estar con un chico
que "me gustara". No sabía amar. Me dejaba llevar por mis gustos del
momento. Tenía aventuras hasta con chicos que no me atraían pero
igualmente tenía relaciones con ellos. Otras veces quería conquistar así
el amor de algún chico, pero sin resultado. Todo eso me dejó al final
muy herida en cuanto a mi relación con Dios, conmigo misma y con el
varón. Pero yo no comprendía que buscando el amor estaba buscando a
Dios. Pero lo fui como comprendiendo y empecé a buscarlo, porque el
amor que buscaba en los chicos me dejaba vacía. Hasta que al fin lo
encontré a Dios. O mejor dicho, Él que me venía buscando, terminó de
manifestárseme y de encontrarme.

Desde esa fecha que fue hacia el final del año 2008, mi vida cambió.
Llegué a estar casi enamorada de Jesús, de su amor infinito y de lo
misericordioso que había sido conmigo. ¡Cómo me rescató, como a la
Magdalena! Yo creo que entiendo lo que le pasaba a ella.
Entonces estuve sola y por primera vez estuve en paz con mi soledad y
sin miedo de seguir estándolo. Estaba realmente feliz. Hasta que
después de un tiempo conocí al que ahora es mi novio. Con él no he
tenido relaciones. Sin embargo, hace unos meses casi caímos. Creo que
fui yo la que induje la situación de peligro. Yo me sentía insegura de
quererlo y de que él me quisiera. Era algo tan nuevo para mí, que me
preguntaba si eso que había en él y en mí podía ser verdaderamente el
amor. Porque me estaba pasando algo que nunca antes me había
pasado. Algo tan inexplicable, tan sereno e interior, tan poco
apasionado.

Y comparando esta relación con las que había tenido en mi pasado de


pecado se me producía un estado de confusión. Entonces, un día yo me
dejé llevar, porque quería descubrir si tenía deseos de estar con él y
forcé un poco mis sentidos. Y lo que es peor, lo excité a él. Así que ese
día casi caímos los dos, mejor dicho, casi lo hice caer. Eso no ha vuelto
a pasar porque lo conversamos y yo entendí los temores que me habían
impulsado y nos pusimos medios para no caer.

Como resultado de que él no me agrada al contacto físico, a veces yo no


soy muy cariñosa, es decir, no tengo la iniciativa de besarle, o no le
pongo mucha pasión a los besos. Yo no me daba cuenta de eso, pero el
últimamente se ha empezado a quejar y me dice que lo trato fríamente
y sin cariño. Incluso me pregunta si me nace besarlo y me pide que sea
más demostrativa de mi afecto.

Yo creo que él me ama y también que le gusto mucho físicamente. Pero


a mí no me pasa eso mismo con él.

Yo he superado mi duda acerca de si lo quiero. Creo que sí lo quiero:


por su buen corazón, por cómo me quiere y me entiende, además
porque también ama a Dios. Y sigo con él de novia porque me parece –
aunque no estoy segura y por eso le pregunto a usted su parecer - que
el hecho de que "me guste", pasa a un segundo plano en el matrimonio.
Y me parece que posiblemente sean solamente tonterías mías. Por eso
no se lo he contado a nadie y es usted el primero a quien consulto por
estos sentimientos míos. Sin embargo, sí me angustian, porque pronto
me voy a casar con él y no quiero equivocarme. Usted deme por favor
su consejo.
Saludos y muchas gracias.
Aurora

Mi respuesta

Querida Aurora:
Si él te ama y tú, reconociendo su amor, lo has aceptado, entonces es el
esposo a quien el Señor te destina para que, en prenda de tu amor, le
des hijos. Lee varias veces este párrafo y grábatelo en la inteligencia,
porque me parece que aún no lo tienes como el hilo conductor de tu
pensamiento.

En el designio de ese Dios que te ama y a quien amas, tú eres para él y


no él para ti.
No es la mujer la que elige al varón. Es Dios quien la destina a uno de
sus hijos, a quien le pone en el corazón el amor por ella, entre todas las
posibles.

Cuando tú anduviste eligiendo chicos, bien lo dices, te fue mal. Tú


buscabas en ellos el amor y encontrabas solamente la decepción y la
humillación.

Ahora parece que apareció en tu vida el hombre a quien Dios le ha


puesto en el corazón el amor por ti. Tú así lo intuyes y por eso le has
dado el sí.

Entonces, de lo que se trata es de aceptar que el Padre te destina a ese


hombre, como destinó a Eva a Adán, para que fuera "un auxilio de Dios
para él en su presencia y frente a él". Ese hombre, si verdaderamente te
ama, es una misión de Dios para ti. Lee esto y medítalo y métetelo en el
corazón.

Entonces creo que se te relativizará mucho la dificultad física que


encuentras, que es totalmente secundaria y que debe ser de los
sacrificios que exige el amor. Estás experimentando y me lo dices, que
sus cualidades interiores te atraen más hacia él de lo que logran esos
rasgos físicos separarte de él o tenerle una aversión invencible.
Algún pequeño sacrificio te puede exigir el amor. Porque un verdadero
amor sabe sacrificar algo. Un amador que no sabe sacrificarse por amor,
no es amador verdadero. Su amor no es puro sino todavía muy
mezclado de amor propio.

¿Qué hacía que Teresa de Calcutta movida por el amor divino pudiera
soportar por amor a Cristo el mal olor de los mendigos moribundos
tirados en las calles sucias de Calcutta? El amor sacrifica. Si te vas a
casar por la Iglesia, no vas a contraer un lazo puramente humano y
natural de matrimonio. Vas a contraer un "sacramento" en el que los
esposos son ministros el uno para el otro. Ministros, no de su propio
amor, sino de un amor que el Padre ha puesto en ellos, para que lo
ejerciten no como cosa propia, sino como ministros de un amor ajeno.
Como ministros del amor de Cristo, que ama al esposo con el amor de la
esposa y ama a la esposa en el amor del esposo.

Tu amor será el amor de Cristo traducido en lenguaje de amor de mujer,


para tu futuro esposo, Ese Jesús que inflamó tu amor hasta sentirte casi
enamorada de él puede enseñarte cómo sufrió por los que amaba y
cómo es capaz de sufrir por los que ama, entre ellos por ti. Cristo se
aguantó el olor de los doce apóstoles y de los mendigos... por amor.

El bien del matrimonio no es el placer sexual o la concupiscencia. Sino


que, como enseña San Agustín, el bien del matrimonio son 1) los hijos,
2) la fidelidad mutua y 3) el sacramento. El deseo sexual y la
concupiscencia son algo secundario que tiene categoría de medio para
esos fines. Y a veces, los medios, pueden no ser del todo agradables.
Como los re-medios amargos o dolorosos se toman por el fin que es la
salud.

Es bien claro que lo tuyo es una tentación del demonio, porque estuvo a
punto de hacerte caer en pecado a ti y de inducir a pecado mortal a tu
novio. ¿Por qué? Examínate bien. Tú misma lo dices: "porque tú querías
saber si tenías deseos de tener relaciones con él". Como hija de Eva,
que también quería saberlo todo por sí misma, aún desobedeciendo. Por
eso comió del fruto de la ciencia del bien y del mal. También tú querías
saber algo, independientemente y aún en contra de la voluntad de Dios.
En vez de preguntárselo al Señor, querías averiguarlo por ti misma y tus
malos hábitos pasados casi te traicionan y dañas a tu novio.

En todo tu correo electrónico, en ningún momento te planteas con


claridad esta pregunta, que, sin embargo es la decisiva y ante la cual
todo lo demás tiene que ceder el paso: "¿Es éste el hijo de Dios a quien
el Padre me destina como esposa. para madre de sus hijos?". Si logras
asumir en fe ese planteo, todo se iluminará para ti con luz de Dios.
Sabrás que tu novio es portador de un amor divino hacia ti y que tú
debes cultivar y cuidar ese amor. Un amor que se te entrega para que lo
cuides y mantengas vivo. Para que lo "sirvas" y así reines, porque
"servir" por amor, es "reinar".

La atracción o repulsión física, dentro de los límites que se te plantean,


es secundaria. Porque el amor – lo estás experimentando por primera
vez en tu vida - no es algo físico e instintivo - sino algo principalmente
espiritual y desde allí englobante y hasta redentor de lo físico y lo
instintivo. El Espíritu Santo dirige, gobierna y también, si es conveniente
para alcanzar los fines sagrados, “sacrifica” – es decir: “hace sacro o
sagrado” - lo instintivo.
Además, hay que considerar que el amor fundado en la consideración de
las buenas cualidades interiores y del alma, es algo que crece con el
tiempo y el ejercicio.
En cambio, eso que hoy experimentas como un obstáculo, irá perdiendo
importancia y desvaneciéndote, hasta que un día te preguntes cómo
pudiste verlo como un impedimento para el amor.

Por fin, él también podría quizás ver un obstáculo en tu naturaleza de


mujer y los fenómenos propios de esa naturaleza, que tú misma, como
todas, de alguna manera deplora y oculta, cubre y disimula, con higiene
y perfumes. Si varón y mujer se rechazaran por eso solamente, no
estaríamos ni tú ni yo en este mundo. Dar la vida es algo grandioso y
pide algún pequeño sacrificio, tan natural como nuestra naturaleza
corpórea. Nuestra corporeidad reporta aspectos íntimos repugnantes
que, sin embargo, la fuerza del amor ha vencido desde siempre.

Si te quedan dudas consúltame de nuevo. Y si se te aclararon, tendré


gusto en saberlo.
Te bendigo como padre de todo corazón y te agradezco la confianza que
has depositado en mí para consultarme algo tan íntimo.
Padre Horacio

2. Estimado Padre:

Le agradezco muchísimo su respuesta, la leí y empecé a meditar en lo


que usted me decía y hasta ahora me queda grabado que yo tengo una
misión con mi novio, y es la misión que Dios me ha dado, y que yo por
el fruto de mi amor le tengo que dar hijos.

Por ahora estoy meditando en la primera, "Dios me ha dado una misión


con el".

También pensé mucho en que yo fui elegida para él, y así como María
debo ser dócil y aceptar lo que Dios quiere en mí. Dios ha puesto amor
por mí en el corazón de un hombre tan bueno, que a veces yo me
sorprendo de lo bueno que es, y cuando me pongo a meditar eso,
meditarlo y contemplarlo me pone feliz.

Me ha ayudado muchísimo lo que usted me hablaba del amor, de la


Madre Teresa, cómo ella se acercaba a tanta gente y no le importaba si
tenían mal aspecto, eran feos y olían mal, y vi lo mío como algo tan
insignificante, algo que sí puedo soportar bien.

Gracias padre por su consejo, que el Señor siempre lo bendiga.


Aurora

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