El Sistema Esquelético
El Sistema Esquelético
El Sistema Esquelético
Definición y función:
El sistema esquelético está formado por los huesos del cuerpo y sus tejidos asociados, como cartílagos,
tendones y ligamentos.
Funciones principales: soporte estructural, protección de órganos vitales, facilitación del movimiento,
almacenamiento de minerales (como calcio y fósforo), producción de células sanguíneas en la médula ósea.
Huesos:
Tipos de huesos:
Huesos planos (cráneo, costillas): protegen órganos vitales y proporcionan áreas extensas para la
inserción muscular.
Huesos irregulares (vértebras, huesos del oído): tienen formas complejas y cumplen funciones
específicas.
Cartílagos: Los cartílagos son tejidos flexibles y elásticos que proporcionan amortiguación entre los huesos en
las articulaciones.
Articulaciones:
Las articulaciones son las conexiones entre los huesos que permiten el movimiento. Ejemplos incluyen las
articulaciones de la rodilla, el codo y la cadera.
Ligamentos:
Los ligamentos son bandas fibrosas y elásticas que conectan los huesos en las articulaciones y brindan
estabilidad. Ayudan a limitar el movimiento de las articulaciones y previenen lesiones.
Tendones:
Los tendones son estructuras fibrosas que conectan los músculos con los huesos. Transmiten la fuerza
muscular a los huesos durante el movimiento, permitiendo que los músculos controlen las articulaciones.
Médula ósea:
La médula ósea es el tejido esponjoso que se encuentra dentro de los huesos largos y planos. Es el sitio de
producción de células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas).
SABÍAS QUÉ:
Al nacer, un bebé humano tiene alrededor de 270 huesos, pero a medida que crece, algunos huesos
se fusionan. Un adulto promedio tiene alrededor de 206 huesos.
El hueso más largo: El fémur, en el muslo, es el hueso más largo y fuerte del cuerpo humano. Es
esencial para soportar el peso del cuerpo.
Huesos más pequeños: Los huesos más pequeños del cuerpo humano se encuentran en el oído
medio. El estribo es el hueso más pequeño y tiene aproximadamente el tamaño de un grano de
arroz.
Adaptaciones a la gravedad: Los astronautas que pasan períodos prolongados en el espacio pueden
experimentar pérdida ósea debido a la falta de gravedad, ya que los huesos no tienen que soportar
peso.
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Nutrición
Fuentes: lácteos (leche, yogur, queso), sardinas enlatadas con huesos blandos, brócoli, almendras,
tofu.
Fuentes: pescados grasos (salmón, caballa, sardinas), yema de huevo, hígado, alimentos fortificados
(leche, jugos de frutas).
Fuentes: vegetales de hoja verde oscuro (espinacas, col rizada, acelgas), brócoli, coles de Bruselas,
aceites vegetales.
Fuentes: nueces, semillas (como las de girasol y calabaza), legumbres, cereales integrales.
Fuentes: carnes magras, pescado, huevos, lácteos bajos en grasa, legumbres, tofu.
Zinc: apoya la síntesis de colágeno y la formación ósea. Fuentes: carne roja, mariscos, nueces.
Ácidos grasos omega-3: reducen la inflamación y pueden mejorar la salud ósea. Fuentes: pescados
grasos, semillas de lino, nueces.
Hidratación adecuada: Mantenerse bien hidratado es importante para la salud general y puede
favorecer la salud de los huesos.
EVITAR
Limitar el sodio: Un exceso de sodio puede aumentar la pérdida de calcio a través de la orina.
Controlar el consumo de cafeína y alcohol: En exceso, pueden interferir con la absorción de calcio y
contribuir a la pérdida ósea.
Ejercicio:
Ejercicio regular para fortalecer los huesos y prevenir enfermedades como la osteoporosis.