Lectura 3

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12

1.

POLICY NETWORKS COMO UNA FORMA ESPECÍFICA DE


GOBERNACIÓN

En la literatura sobre gobernación, de nuevo se presentan dos aplicaciones del


concepto de policy networks.

Muchos autores utilizan los policy networks como un concepto analítico o


modelo (especialmente en la disciplina de análisis de políticas) para connotar
las ‘relaciones estructurales, interdependencias y dinámicas entre actores en
política y hechura de políticas’ (Schneider 1988, p.2. Traducción libre). Con
este uso, las redes provén una perspectiva de acción hacia objetivos comunes.
A menudo, el concepto de red atrae la atención hacia la interacción de muchas
organizaciones separadas pero interdependientes, que coordinan sus acciones
a través de interdependencias de recursos e intereses. Los actores, que tienen
interés en la hechura de ciertas políticas y en quién dispone de recursos
(materiales e inmateriales) requeridos para la formulación, decisión o
implementación de la política, forman uniones para intercambiar esos recursos.
Las uniones, que difieren en su grado de intensidad, normalización,
estandarización y frecuencia de interacción, constituyen las estructuras de una
red. Estas “estructuras de gobernación” de una red, determinan, a su vez, el
intercambio de recursos entre los actores. Forman puntos de referencias para
los cálculos de los actores de costos y beneficios de estrategias particulares.
Así, el análisis de policy networks conduce a extraer conclusiones sobre el
comportamiento de los actores (Windhoff-Hèritier 1994, pp. 85-88). Sin
embargo, los policy networks son sólo un modelo analítico, una estructura de
interpretación, en la que diferentes actores están ubicados y unidos en su
interacción en un sector de política y en la cual se analizan los resultados de
esta interacción. El análisis de los policy networks sólo puede explicar
parcialmente el por qué y cómo los actores individuales actúan, a través de la
descripción de las uniones entre los actores. De aquí que el análisis del policy
network no sustituya la explicación teórica: “el análisis de redes no es teoría in
stricto sensu, pero es más que una caja de herramientas para describir y medir
las configuraciones relacionales y sus características estructurales” (Kenis y
Schneider 1991, p.44. Traducción libre)12.

Algunos autores, sin embargo, van más allá del uso de las redes como un
concepto analítico. Arguyen que no es suficiente entender el comportamiento
de una unidad individual dada como un producto de las relaciones inter-
organizacionales (redes). La suposición subyacente es que las estructuras
sociales tiene un poder explicatorio mayor que los atributos personales de los
actores individuales (Wellmann 1988). El patrón de vínculos e interacción como
un todo debe ser tomado como la unidad de análisis. En resumen, estos
autores desplazan la unidad de análisis desde el actor individual hacia el
conjunto de interrelaciones que constituye la red inter-organizacional. Mientras
el concepto analítico de red describe el contexto de, y los factores principales
para, hechura de políticas conjunta, el concepto de redes como relaciones
inter-organizacionales se centra en la estructura y procesos a través de los
cuales la hechura de políticas públicas conjunta se organiza, por ejemplo, en
gobernación. Los policy networks se conciben como una forma particular de
gobernación en los sistemas políticos modernos (Kenis y Schneider 1991;
Kooiman 1993; Mayntz 1994). El punto de partida es la suposición de que las
sociedades modernas están caracterizadas por diferenciación social,
sectoralización y crecimiento político que conduce a la sobrecarga política y
“gobernación bajo presión” (Jordan y Richardson 1983)13. “La gobernación
moderna se caracteriza por sistemas de decisión en los que la diferenciación
territorial y funcional desagrega la capacidad efectiva de solución de problemas
en una colección de sub-sistemas de actores con tareas específicas y

12
Por ahora debe quedar claro que esta rama de la escuela de gobernación tiene fuertes
afinidades con la escuela de intermediación de intereses. Ambas comparten una agenda de
investigación común, que apunta cosas tales como cómo y por qué las redes cambian, cuál es
la importancia relativa de las relaciones interpersonales e inter-organizacionales, cómo las
redes afectan a los resultados políticos y cuáles intereses dominan en un policy network. Y los
estudiosos de ambas escuelas están de acuerdo en que el concepto de policy network en sí
mismo no es capaz de proveer respuestas definitivas a estos asuntos. ‘el concepto de “policy
networks” es de meso-nivel, y ayuda a clasificar los patrones de relaciones entre los grupos de
interés y los gobiernos. Pero debe utilizarse conjuntamente con alguna de las muchas teorías
de Estado para proveer una explicación completa del proceso político y sus resultados’(Marsh y
Rhodes 1992 p. 268; véase Kenis y Schneider 1991; Windhoff-Hèritier 1995. Traducción libre).
13
Para una descripción más detallada de estos rasgos de las sociedades modernas, véase
Kenis y chneider 1991, pp. 34-36)
competencias y recursos limitados” (Hanf y O’Toole 1992, p.166). El resultado
es una interdependencia funcional de los actores públicos y privados en la
hechura de políticas. Los gobiernos se han hecho crecientemente
dependientes de la cooperación y unen la movilización de recursos de los
actores políticos fuera de su control jerárquico. Estos cambios han favorecido
el surgimiento de los policy networks como una nueva forma de gobernación –
diferente de las dos convencionales de gobernación (jerarquía y mercado)- que
permite a los gobiernos movilizar recursos políticos en situaciones donde esos
recursos están ampliamente dispersos entre los actores públicos y privados
(Kenis y Schneider 1991; Marin y Mayntz 1991; Kooiman 1993; Mayntz 1994;
Le Galès 1995). De aquí que los policy networks sean “una respuesta a los
problemas de eficacia de las políticas públicas” (Le Galès 1995, p.17.
Traducción libre).

En esta visión, los policy networks se entienden mejor como “redes de


relaciones relativamente estables y continuadas que movilizan y agrupan los
recursos dispersos, de forma que la acción colectiva (o paralela) puede
orquestarse hacia la solución de una política común” (Kenis y Schneider 1991,
p. 36. Traducción libre). Un policy network incluye todos los actores14,
involucrados en la formulación e implementación de una política en un sector
de política. Están caracterizados por interacciones fundamentalmente
15
informales entre actores públicos y privados con intereses distintos pero
interdependientes, que pretenden resolver los problemas de la acción colectiva
en un nivel central no jerárquico.

Después de todo, los policy networks reflejan un cambio en la relación entre el


Estado y la sociedad. No hay una separación estricta entre las dos: “En lugar
de emanar de una autoridad central,sea ésta el gobierno o el legislativo, la

14
Mientras algunos autores incluyen todos los tipos de actores –corporativos e individuales- en
su definición de policy networks (Windhoff-Hèritier 1994), otros conciben a los policy networks
como relaciones meramente interorganizacionales, excluídas las relaciones personales (Marin
1990; Mayntz 1993; 1994; Papi 1993; Rhodes 1986; 1995).
15
La mayoría de los autores asume –implícita o explícitamente- que los policy networks constan
de actores privados y públicos. Sólo unos cuantos aplican el concepto de policy networks
(también) al estudio de las relaciones entre los actores exclusivamente públicos (Rhodes 1986,
1986a, 1986b; Peters 1992)
política hoy es, en efecto, hecha en un proceso que involucra una pluralidad de
organizaciones tanto privadas como públicas”. Por esto es que “la noción de
‘policy networks’ no representa tanto una perspectiva analítica nueva, sino
señales de un cambio real en la estructura de la política” (Mayntz 1994:5.
Traducción libre).

La visión de los policy networks como una forma específica de gobernación, se


encuentra más especificada en los trabajos de algunos estudiosos alemanes
de políticas públicas como Renate Mayntz, Fritz Scharpf, Patrik Kenis, Volker
Schneider y Edgar Grande (la escuela “Max-Planck”)16. Parten de la suposición
de que las sociedades modernas se caracterizan por una diferenciación
funcional, y por subsistemas sociales parcialmente autónomos (Kenis y
Schneider 1991; Mayntz 1994). El surgimiento de estos subsistemas está
conectado estrechamente con la creciente orientación de las organizaciones
formales a formar relaciones inter-organizacionales con otras organizaciones
de las que dependen por recursos. En políticas, las organizaciones privadas
disponen de recursos importantes y se hacen, por esta razón, crecientemente
relevantes para la formulación e implementación de políticas públicas. En este
contexto estructural, los policy networks se presentan a sí mismos como la
solución a los problemas de coordinación típicos de las sociedades modernas.

Bajo condiciones de incertidumbre del contexto y de una rebosamiento


internacional, sectorial y funcional de los subsistemas societales, los policy
networks como modo de gobernación, tienen una ventaja crucial sobre las dos
formas convencionales de gobernación, jerarquía y mercado 17. A diferencia de

16
La mayoría de los estudiosos están o han estado relacionados con el Max-Planck-Institut für
Gesellschaftsforschung (MPIGF), ubicado en Colonia, Alemania

.
las jerarquías y los mercados, los policy networks no tienen necesariamente
consecuencias disfuncionales. Mientras los mercados son capaces de
controlar la producción de las externalidades negativas (problemas de fallos del
mercado), las jerarquías producen “perdedores”, que tienen que tienen que
soportar los costos de una decisión política (explotación de la minoría por la
mayoría; Scharpf 1992). La auto-coordinación horizontal de los actores
involucrados en la hechura de políticas (sistemas de negociación voluntaria o
compulsiva), por otro lado, tiende a producir resultados sub-óptimos: tales
sistemas de negociación tienden a bloquearse por el disenso, impidiendo el
consenso necesario para la realización de los beneficios comunes.

Hay dos problemas principales discutidos en la literatura que pueden producir


dificultad de consenso o aún imposibilitarlo en un sistema de negociación: 1) el
dilema de negociación (conocido como el dilema del prisionero en la teoría de
juegos y en la teoría del régimen), por ejemplo situaciones en las que
defección de la cooperación es más preciada por un actor racional que la
complacencia, debido al riesgo de ser defraudado (Scharpf 1992). 2) El dilema
estructural, por ejemplo la estructura inter-organizacional de la coordinación
horizontal en sí misma. La coordinación horizontal entre organizaciones se
basa en la negociación entre los representantes de las organizaciones. Estos
representantes no son completamente autónomos en el proceso de
negociación. Están sujetos al control de los miembros de su organización.
Estas “restricciones” intra-organizacionales tienen mayores consecuencias
para el comportamiento de los representantes y para la fiabilidad de sus
compromisos hechos en la negociación inter-organizacional, dificultando el

17
No hay consenso en la literatura sobre si los policy networks constituyen una inherente forma
de gobernación. Algunos autores argumentan que las redes son una forma híbrida ubicada en
algún lugar en el medio de un continuo que tiene al mercado y a la jerarquía en extremos
opuestos (por ejemplo Williamson 1985; Kenis y Schneider 1991). Esto sería cierto si la
dimensión analítica subyacente es el grado de acoplamiento. Los mercados se caracterizan por
la ausencia de acoplamiento estructural entre los elementos, las jerarquías se caracterizan por
un acoplamiento fuerte, y las redes, por definición débilmente acoplados, están en el medio.
Otros, sin embargo, ven a los policy networks como un tipo de estructura social cualitativamente
distinto, que se caracteriza por la combinación de elementos vinculados a las otras dos formas
básicas de gobernación: la existencia de una pluralidad de agentes autónomos, típico de los
mercados, y la habilidad de perseguir los objetivos escogidos a través de la acción coordinada,
típico de las jerarquías (Mayntz 1994, p. 11; cf. Marin 1990, pp.19-20, 56-58; Powell 1990). Una
tercera visión enfatiza el carácter de los policy networks como un suplemento de la jerarquía
más que como un substituto de la jerarquía (y el mercado) (Benz 1995; Marin 1990).
consenso en los procesos de negociación inter-organizacional, por dos
razones: en primer lugar, debido a los intereses particulares de los
representantes de las organizaciones, y en segundo lugar, debido a la
inseguridad que causa el control inter-organizacional y la necesidad de la
implantación inter-organizacional de compromisos inter-organizacionales
(defección involuntaria). El vínculo entre los procesos de toma de decisiones
intra e inter-organizacional en estructuras de coordinación horizontal a través
de varios niveles de gobierno, constituye un sistema de negociación en el que
los conflictos no sólo son producidos por intereses competitivos o antagónicos,
sino también por la estructura misma del sistema (Benz 1992)18. De aquí, que
la probabilidad de producir resultados comunes en un sistema de negociación
que vincula arenas estructuradas distintas, actores distintos y distintas
constelaciones de intereses, sea relativamente baja (Benz 1992, p. 178).

La disfunción de la auto-coordinación horizontal, sin embargo, puede ser


superada cuando tal coordinación tiene lugar o a la “sombra de la jerarquía” o
en las estructuras de redes. Como la coordinación jerárquica se hace
crecientemente imposible en interacciones a través de los límites nacionales,
organizacionales y sectoriales, los actores tienen que confiar en la auto-
coordinación horizontal de las redes, lo cual, entonces, puede servir como un
equivalente funcional de la jerarquía (Scharpf 1993). Combinando la autonomía
de los actores, típica de los mercados, con la habilidad de las jerarquías para
perseguir los objetivos seleccionados y controlar sus consecuencias
anticipadas, los poicy networks pueden superar los mayores problemas de la
coordinación horizontal: 1) las redes pueden producir intencionalmente
resultados colectivos a pesar de los intereses divergentes de sus miembros, a
través de la negociación voluntaria (Kenis y Schneider 1991; Mayntz 1994). A
diferencia del “intercambio” y la “interacción estratégica” basados en la
maximización de los intereses particulares a través de cálculos de costo-
beneficio en los que se tiende a producir el dilema de negociación, las

18
Benz identifica diferentes tipos de conflictos que son causados por una estructura de toma de
decisiones de multi nivel, tal que el problema de decisiones a un nivel provoca conflictos en otro
nivel, o problemas ‘objetivos’ (comunes) a menudo toman una dimensión de interés subjetivo
debido a los intereses institucionales particulares, o al estilo de toma de decisiones y de
disolución de conflictos en una organización (cf. Benz 1992, pp. 159-165).
negociaciones en los policy networks están basadas en la comunicación y
confianza, y apuntan a lograr resultados comunes, que tienen un valor
apropiado para los actores. Las negociaciones para cada resultado común en
policy networks pueden ser guiados o bien por la perspectiva de reconciliación
de intereses (negociación) o bien por la perspectiva de la actuación óptima
(resolución de problemas). La cuestión entonces, es bajo cuáles condiciones la
resolución de problemas (como la lógica más óptima de negociación para
producir resultados comunes)19 domina sobre la negociación. Diferentes
estudiosos han tratado con este problema (véase Benz, Scharpf y Zintl, eds.,
1992). Las soluciones sugeridas son la consolidación institucional de la red
(Scharpf 1993), solapar la membresía en algunas redes (Scharpf 1991), la
separación temporal y espacial de la búsqueda de soluciones comunes de la
distribución de costos y beneicios (Zintl 1992; Scharpf 1992; Benz 1992), o la
“Entkopplung von Handlungszielen un individuellem Nutzenstreben ”
(separación de objetivos de acción de la ambición individual de maximización
de utilidad; Mayntz 1993, p.51; cf. Benz 1992). 2) Las redes pueden proveer
vínculos adicionales e informales entre las arenas de toma de decisiones inter
e intra-organizacionales. Tales vínculos informales, basados en la
comunicación y confianza, solapan estructuras institucionalizadas de
coordinación y vinculan diferentes organizaciones con independencia de las
relaciones formales entre ellos. Las redes ayudan a superar el dilema
estructural de los sistemas de negociación ya que proveen posibilidades
redundantes de interacción y comunicación que pueden utilizarse para resolver
los problemas de toma de decisiones (incluyendo el dilema de negociación).
Las redes no sirven directamente para la toma de decisiones, pero sí para la
información, comunicación y el ejercicio de influencia en la preparación de las
decisiones. La interacción en las redes no está expuesta a restricciones tales
como reglas formales o asignaciones de responsabilidades. Por otro lado, las
redes reducen los costos de transacción en situaciones de toma de decisiones
complejas, así como provén la base de un conocimiento común, experiencia y
orientación normativa. También reducen la inseguridad promoviendo el

19
Para una discusión sobre las diferencias generales entre negociación y resolución de
problemas véase Scharpf 1992 y Zintl 1992.
intercambio mutuo de información. Finalmente, las redes pueden equilibrar las
asimetrías de poder proveyendo canales adicionales de influencia a través de
estructuras formales (Benz 1992).

Para resumir, en un entorno dinámico y crecientemente complejo, donde la


coordinación jerárquica tiende a dificultarse si no a imposibilitarse, y el
potencial de la de-regulación está limitado debido a los problemas de fallos del
mercado (Kooiman 1993), la gobernación se hace cada vez más factible sólo
en los policy networks, proveyendo una estructura para la coordinación
horizontal eficiente de los intereses y las acciones de actores corporativos
públicos y privados, mutuamente dependientes de sus recursos (Kenis y
Schneider 1991; Scharpf 1993; Mayntz 1994).

Sin embargo, las redes no son la solución final para los problemas de la toma
de decisiones en los sistemas de negociación. A causa de su dinámica propia,
las redes se hace a menudo arenas “cuasi-institucionales” con su propia
estructura de coordinación de conflictos y problemas (Benz 1995). Además, los
policy networks tienden a ser muy resistentes al cambio (Lehmbruch 1991).
Finalmente, los policy networks a menudo no están expuestos a control
democrático y por eso padece de carencia de legitimidad (Benz 1995; cf.
Scharpf 1993a)20. Por lo tanto, las redes en sí mismas crean un dilema: por un
lado, realizan funciones necesarias para superar las deficiencias de los
sistemas de negociación, y por el otro, sin embargo, no pueden sustituir del
todo las instituciones formales debido a sus propias deficiencias21.

Debe quedar claro que el concepto de policy networks como una forma
específica de gobernación no constituye una teoría propiamente dicho. Para
explicar el fenómeno de los policy networks como una nueva forma de
gobernación, la escuela Max-Planck extrae sus conclusiones del

20
Sobre las redes como una oportunidad de legitimar al sistema político, véase Jachtenfuchs y
Kohler-Koch 1996a p. 39.
21
Siguiendo a Benz, este dilema o ‘paradoja de las estructuras inter-organizacionales’no puede
ser superada del todo. Las redes e instituciones forman un contexto estructural dinámico, en el
que la política tiene que operar de forma flexible. Los actores pueden enfrentarse mejor a esta
situación si actúan ‘paradójicamente’, por ejemplo, actuando ‘como si no se pretende o que se
logra’(Benz 1995, p.204)
institucionalismo centrado en actores, fundamentalmente desarrollado por
Renate Mayntz y Fritz Scharpf (1995), el cual a menudo se combina con otros
enfoques teóricos tales como la teoría de juegos (Scharpf 1992; 1992a; 1993;
Zintl 1992), las teorías del intercambio (Marin 1990) o la teoría de dependencia
de recursos (Marin 1990; Mayntz 1993; 1994; Kenis y Schneider 1991).

El institucionalismo centrado en actores combina los supuestos


institucionalistas y los del rational choice. Las instituciones son concebidas
como estructuras reguladoras que proveen oportunidades y restricciones para
los actores racionales que se esfuerzan en maximizar sus preferencias (Mayntz
y Scharpf 1995). La principal función de las instituciones es superar los
problemas de la acción colectiva, restringiendo comportamientos egoístas y
oportunistas (Marin 1990; Scharpf 1992; Zintl 1992). Las redes entonces, son
conceptualizadas como instituciones informales, no organizadas de manera
formal, recíprocas (no jerárquicas), con relaciones relativamente permanentes
y formas de interacción entre los actores quienes buscan alcanzar sus
objetivos comunes (Scharpf 1993 p.72). Las redes se basan en reglas
acordadas para la producción de un resultado común. Ellas reducen los costos
de información y transacción y crean confianza mutua entre los actores,
reduciendo la incertidumbre y, así, el riesgo de deserción (Scharpf 1992).
Debido a estas funciones, las redes sirven como una estructura institucional
ideal de auto coordinación horizontal entre los actores públicos y privados, en
la cual la hechura de políticas es confiada a un entorno crecientemente
complejo, dinámico y diversificado, donde la coordinación jerárquica es tenida
como disfuncional22. Los actores públicos y privados forman redes para
intercambiar sus recursos, en las que son mutuamente dependientes de la
realización de objetivos comunes (políticas) (Marin 1990; Kenis y Schnedier
1991; Mayntz 1993; 1994; Rodees 1988, 1996).

22
Para un intento de formular un enfoque teórico sofisticado para explicar el surgimiento de los
policy networks como forma de gobernación moderna bajo condiciones de complejidad,
dinámica y diversidad, véase Kooiman 1993
Complejidad è Interdependencia è Indeficiencia Deregulación/pr è Fallos del
de recursos de la ivatización Mercado
Dinámica
creciente entre los coordinación
Gobernación
Diversidad actores públicos y jerárquica è
a través de
privados en la Coordinación
policy
hechura de horizontal
networks
políticas públicas

Fig. 1: Evolución de los policy networks como nueva forma de


gobernación

Sin embargo, los estudios de policy networks han surgido desafiando el


enfoque racionalista institucionalista de la escuela del Max-Planck, utilizando
enfoques cognitivos como las teorías de aprendizaje o de la acción
comunicativa. El punto de partida es la crítica de la escuela del Max-Planck por
el abandono del rol del conocimiento consensual, las ideas, las creencias y los
valores en el estudio de las redes (Sabatier 1993; Majone 199; Singer 1993).
Se sostiene que los policy networks están sólo basados en el objetivo común
de producir ciertos resultados de políticas que permitan a los actores realizar
sus propios intereses. Los miembros de una red comparten conocimiento
consensual e ideas colectivas y valores, un sistema de creencias específico,
por ejemplo ‘un conjunto de valores fundamentales, creencias causales y
percepciones de problemas’ (Sabatier 1993, p. 127, Traducción libre). Cosas
como las ‘coaliciones de defensa’ (Sabatier 1993) o los ‘coaliciones de
discurso’(Singer 1993)i, se forman para influencias los resultados políticos de
acuerdo con el sistema de creencias colectivo compartido por sus miembros.
Para alcanzar sus objetivos, las coaliciones de defensa y las de discurso no
recurren a negociaciones estratégicas, sino que confían en procesos de
acción comunicativa como en el caso de la deliberación política (Majone 1993),
o de cambio político a través del aprendizaje político, por ejemplo un cambio en
el sistema de creencias de las coaliciones de defensa (no sólo en el
comportamiento de los actores como resultado de restricciones externas, o en
la convergencia de sus intereses fijados exógenamente) (Sabatier 1993)23.

En resumen, hay una cantidad creciente de trabajos en policy networks que


admiten que las ideas, las creencias, los valores y el conocimiento
consensuado, tienen un poder explicativo en el estudio de los policy networks.
Sin embargo, la crítica de los enfoques racional institucionalistas hacia los
policy networks pasa por alto un punto fundamental: no sólo las ideas,
creencias, valores, identidades y creencias importan en policy networks; ellas
son básicas para la lógica de la interacción entre los miembros de una red.
Estudiosos como Scharpf y Benz están en lo cierto cuando arguyen que los
policy networks ofrecen una solución a los problemas de acción colectiva,
porque permiten la acción no estratégica basada en la comunicación y
confianza mutua. La comunicación y la confianza distinguen a los policy
networks de otras formas de coordinación no jerárquica, y le dan a ésta más
eficiencia que a aquéllas. Sin embargo, al reconocer la relevancia de la
confianza y la acción comunicativa (resolución de problemas, deliberación,
discusión), como formas de superar los problemas causados por la acción
estratégica (maximización del interés propio, negociación), los institucionalistas
racionales comienzan contradiciendo los supuestos básicos de su teoría, es
decir, que los actores racionales siempre se esfuerzan en maximizar un interés
dado exógenamente. La capacidad de los policy networks para superar los
problemas de la acción colectiva, sólo puede ser considerada cuando las
preferencias e intereses de los actores son endogenizados, es decir, no
tomados como fijos; y cuando el rol de las ideas, valores, confianza mutua e
identidades compartidos, en la formación y cambio de esos intereses y
preferencias, sea tomado como algo que no puede ser hecho en una
estructura racional institucionalista24.

23
Sabatier, sin embargo, destaca que el aprendizaje política ocurre como consecuencia de un
choque externo, más que debido a un proceso de acción comunicativa (Sabatier 1993, pp. 122-
126)
24
Para el problema general de los enfoques de rational choice para dar cuenta de procesos de
acción comunicativa en instituciones formales e informales, véase Müller 1994.
Hasta aquí, se han introducido diferentes conceptos de policy networks que se
encuentran en la literatura y se han organizado a lo largo de tres dimensiones
que se sumarian en la siguiente figura.

Concepto cuantitativo Concepto cualitativo


de las redes de las redes

Escuela de intermediación Escuela de gobernación


de intereses

Policy networks como Los policy netowrks como Los policy netowkrs como
herramienta analítica una tipología de relaciones modelo para analizar
Estado/sociedad formas no jerárquicas de
interacción entre actores
públicos y privados en la
hechura de políticas
públicas

Policy networks como La estructura de los policy Los policy networks como
enfoque teórico entworks como una forma específica de
determinante del proceso y gobernación
resultado políticos

Fig. 2: conceptos de policy networks

III. LOS POLICY NETWORKS Y EL ESTUDIO DE LA


GOBERNACIÓN EUROPEA 25

1. LOS POLICY NETWORKS EN LA PERSPECTIVA DE LAS


RELACIONES INTERNACIONALES .

25
La gobernación europea se define aquí como los patrones que emergen de las actividades de
hechura de políticas (gobierno) de los actores políticos, administrativos y sociales en la Unión
Europea.

También podría gustarte