3 Inflamacion Aguda

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INFLAMACIÓN Y REPARACIÓN

 GENERALIDADES:
La inflamación es una respuesta de los tejidos vascularizados a las infecciones y al daño tisular, que hace
que las células y moléculas encargadas de la defensa del anfitrión pasen de la circulación a localizaciones
en las que son necesarias, a fin de eliminar los agentes causantes de la agresión. Se trata de una respuesta
protectora, esencial para la supervivencia.
Sirve para librar al anfitrión de la causa inicial de la lesión celular (p. ej., microbios, toxinas) y de sus
consecuencias (p. ej células y tejidos necróticos). Entre los mediadores de la defensa se cuentan:
- Leucocitos fagocíticos.
- Anticuerpos.
- Proteínas del complemento.
La mayoría de ellos circulan normalmente en la sangre, aunque pueden ser reclutados con rapidez a partir
de ella en cualquier parte del cuerpo.
El proceso de inflamación hace que estas células y proteínas lleguen a los tejidos dañados o necróticos y a
los organismos invasores, por ejemplo, microbios, y que se activen para actuar contra las sustancias
nocivas o no deseadas. Sin inflamación, las infecciones no se controlarían, las heridas no cicatrizarían y los
tejidos lesionados quedarían permanentemente ulcerados.
Además de las células inflamatorias, los componentes de la inmunidad innata comprenden otras células,
como los linfocitos citolíticos naturales, las células dendríticas y las células epiteliales, así como factores
solubles, como las proteínas del sistema del complemento. En conjunto, tales componentes de la
inmunidad innata conforman la primera línea de respuesta ante la infección e intervienen, asimismo, en la
eliminación de células dañadas y cuerpos extraños.
La reacción inflamatoria típica se desarrolla a través de una serie de pasos secuenciales:
1. El agente responsable, localizado en los tejidos extravasculares, es reconocido por células y moléculas
del anfitrión.
2. Los leucocitos y las proteínas plasmáticas son reclutados, pasando de la circulación al lugar en el que
se halla el agente causal (o agresor).
3. Los leucocitos y proteínas son activados y actúan juntos para destruir y eliminar la sustancia lesiva.
4. La reacción es controlada y concluida.
5. El tejido dañado es reparado.

 PROPIEDADES FUNDAMENTALES DE LA RESPUESTA INFLAMATORIA:


 Los principales componentes de la respuesta inflamatoria son:
- Los vasos sanguíneos: se dilatan para ralentizar el flujo y, aumentando la permeabilidad, hacen que
determinadas proteínas circulantes accedan al sitio de infección o al tejido dañado. Sumado a las
características especiales que posee el endotelio para dicho fin.
- Los leucocitos: los leucocitos circulantes primero se detienen y, luego migran a los tejidos. Una vez
reclutados, se activan y adquieren la capacidad de ingerir y destruir microbios y células muertas, así
como cuerpos extraños y otros materiales no deseados de los tejidos.
 Consecuencias nocivas de la inflamación.
Las reacciones inflamatorias de protección frente a las infecciones van acompañadas de daño de tejidos
locales y se asocian a signos y síntomas (p. ej dolor y deterioro funcional). No obstante, es característico
que estas reacciones nocivas sean de resolución espontánea causando afectación leve o no permanente.
En cambio, hay muchas enfermedades en las que la reacción inflamatoria no se orienta de forma adecuada
(p. ej., contra los tejidos propios en las enfermedades autoinmunitarias), en estos casos, la reacción
inflamatoria, se convierte en causa de enfermedad, y la afectación que origina es el rasgo dominante.

 Inflamación local y sistémica.


Los análisis referidos a la inflamación se centran en la reacción tisular, que es una respuesta local a una
infección o a una lesión localizada. Aunque tienen ciertas manifestaciones sistémicas (p. ej., fiebre), en
buena medida quedan confinadas al sitio de infección o lesión. En situaciones poco frecuentes, como
determinadas infecciones bacterianas diseminadas, la reacción inflamatoria es sistémica y origina
anomalías patológicas generalizadas, y se denomina sepsis, una forma del llamado síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica.

 Mediadores de la inflamación.
Las reacciones vasculares y celulares a la inflamación son desencadenadas por factores solubles,
producidos por diversas células o derivados de proteínas plasmáticas, y son generadas o activadas en
respuesta al estímulo inflamatorio. Los microbios, las células necróticas y también la hipoxia pueden
inducir elaboración de mediadores inflamatorios. Estos mediadores inician y amplifican la respuesta
inflamatoria y determinan sus pautas, gravedad, y manifestaciones clínicas y patológicas.

 Inflamación aguda y crónica.


La rápida respuesta inicial a las infecciones y a la lesión tisular se conoce como inflamación aguda. Suele
desarrollarse en minutos y es de duración breve, de unas horas a pocos días. Sus principales características
son el exudado de fluidos y proteínas plasmáticas (edema) y la migración de leucocitos,
predominantemente neutrófilos. Cuando la inflamación aguda consigue el objetivo de eliminar los agentes
agresores, la reacción remite.
Si la respuesta no erradica el estímulo, la reacción puede evolucionar
pasando a una fase prolongada designada como inflamación crónica.
Esta es de duración más prolongada y se asocia a mayor destrucción
de tejidos, presencia de linfocitos y macrófagos, proliferación de
vasos sanguíneos y depósito de tejido conjuntivo.

 Conclusión de la inflamación e inicio de la reparación tisular.


La inflamación concluye cuando el agente responsable es eliminado. La reacción remite debido a que los
mediadores son degradados y disipados y los leucocitos tienen ciclos vitales breves en los tejidos. Además,
los mecanismos antiinflamatorios se activan, lo que sirve para controlar la respuesta y evitar que se cause
excesivo daño al anfitrión. Una vez que la inflamación termina, se pone en funcionamiento el proceso de
reparación tisular, que consta de una serie de episodios que inducen la curación del tejido dañado.

 CAUSAS DE LA INFLAMACION:
Las reacciones inflamatorias son desencadenadas por diversos estímulos:
 Infecciones (bacterianas, víricas, fúngicas, parasitarias) y toxinas microbianas son las causas más
frecuentes y médicamente más importantes de la inflamación.
 La necrosis tisular induce inflamación con independencia de la causa de la muerte celular, que
puede ser isquemia, traumatismo o agresión física y química.
 Los cuerpos extraños (astillas, suciedad, suturas) causan inflamación, por sí mismos o por producir
una lesión tisular traumática o transportar microorganismos. También existen sustancias
endógenas capaces de depositarse en los tejidos (ej: colesterol)
 En las reacciones inmunitarias (también llamadas de hipersensibilidad [en alergias]), el sistema
inmunitario, normalmente protector, daña los propios tejidos de la persona afectada. Las
respuestas inmunitarias lesivas pueden dirigirse contra los autoantígenos, dando lugar a
enfermedades autoinmunitarias.

 RECONOCIMIENTO DE MICROBIOS Y CELULAS DAÑADAS:


El reconocimiento de agentes agresores es el primer paso de todas las reacciones inflamatorias. Las células
y los receptores que desempeñan esta función de reconocimiento de invasores han evolucionado como
adaptación de los organismos multicelulares a la presencia de microbios en el entorno, y la respuesta que
desencadenan es esencial para la supervivencia de los propios organismos. Diversos receptores celulares y
proteínas circulantes son capaces de reconocer los microbios y productos causantes de potencial daño
celular, estimulando la inflamación:
• Receptores microbianos de las células: Las células expresan receptores en su membrana plasmática
(para microorganismos extracelulares), los endosomas (para microbios ingeridos) y el citosol (para
microbios intracelulares), y ello permite que las células sean sensibles a invasores extraños en cualquier
compartimento. La participación de estos receptores estimula la producción de moléculas implicadas en la
inflamación, como las moléculas de adhesión de células endoteliales, citocinas y otros mediadores.
• Sensores de lesión celular: Todas las células tienen receptores citosólicos que reconocen una amplia
diversidad de moléculas liberadas o alteradas como consecuencia del daño celular. Estos receptores
activan un complejo citosólico multiproteínico llamado inflamasoma, que induce la producción de la
citocina interleucina 1. La IL-1 recluta leucocitos y así da lugar a inflamación.
• Otros receptores celulares implicados en la inflamación: Además de reconocer directamente a los
microbios, numerosos leucocitos expresan receptores para los fragmentos fc de los anticuerpos y las
proteínas del complemento. Estos receptores reconocen microorganismos recubiertos por anticuerpos y
complemento (el proceso de revestimiento se llama opsonización), y fomentan tanto la ingestión y
destrucción de los microorganismos como la inflamación.
• Proteínas circulantes: El sistema del complemento reacciona contra los microbios y produce mediadores
de inflamación. Una proteína circulante, llamada lectina de unión a manosa, reconoce los azúcares
microbianos y favorece la ingestión de los microbios y la activación del sistema del complemento. Otras
proteínas, denominadas colectinas, también se unen y combaten los microorganismos.
INFLAMACION AGUDA:
La inflamación aguda tiene tres componentes principales:
1. Dilatación de pequeños vasos, que da lugar a un aumento del flujo sanguíneo.
2. Aumento de la permeabilidad de la microvasculatura, que permite que las proteínas plasmáticas y los
leucocitos abandonen la circulación.
3. Migración de los leucocitos desde la microcirculación, acumulación en el foco de la lesión, y activación de
los mismos para eliminar el agente causal.
Cuando una persona hace frente a un agente lesivo, por ejemplo, un microorganismo infeccioso o células
muertas, los fagocitos presentes en todos los tejidos intentan erradicarlo. Simultáneamente, los fagocitos y
otras células centinela de los tejidos reconocen la presencia de sustancias extrañas o anómalas y
reaccionan liberando citocinas, mensajeros lipídicos y otros mediadores inflamatorios. Algunos de esos
mediadores actúan sobre pequeños vasos sanguíneos próximos y facilitan el flujo de salida del plasma y el
reclutamiento de leucocitos circulantes, que se dirigen al sitio en el que se localiza el agente agresor.
 REACCIONES DE LOS VASOS SANGUÍNEOS EN LA INFLAMACIÓN AGUDA
Las reacciones vasculares de la inflamación aguda consisten en cambios en el flujo de sangre y en la
permeabilidad de los vasos diseñados para optimizar el movimiento de las proteínas plasmáticas y de los
leucocitos, tanto para abandonar el torrente circulatorio como para dirigirse a la localización de la
infección o lesión.
- La extravasación de líquido, proteínas y células sanguíneas del sistema vascular al tejido intersticial o
las cavidades corporales se conoce como exudación. Un exudado es un líquido extravascular que
presenta una concentración elevada de proteínas y contiene abundantes restos celulares. Su presencia
implica aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos pequeños, estimulado por algún tipo de
lesión tisular y por una reacción inflamatoria en curso.

- Un trasudado es un líquido con un bajo contenido de proteínas (la mayoría de ellas albúmina), material
celular escaso o nulo y baja densidad. Esencialmente consta de un ultrafiltrado del plasma, producido
como consecuencia de un desequilibrio osmótico o hidrostático a través de las paredes vasculares, sin
aumento de la permeabilidad de los vasos.

- El edema denota la presencia de un exceso de líquido en el espacio intersticial o en cavidades serosas;


puede ser un exudado o un trasudado.
Los cambios de flujo y calibre de los vasos se inician inmediatamente después de la lesión y son los
siguientes:
- La vasodilatación es inducida por acción de varios mediadores, sobre todo la histamina, sobre el
músculo liso vascular. Es una de las primeras manifestaciones de la inflamación aguda. Primero
afecta a las arteriolas y, a continuación, induce apertura de nuevos lechos capilares en el área.
- Dicha vasodilatación va rápidamente seguida por un aumento de la permeabilidad de la
microvasculatura, con liberación de líquido rico en proteínas a los tejidos extravasculares.
- La pérdida de líquido y el mayor diámetro de los vasos conducen a un flujo sanguíneo más lento y a
un aumento de la viscosidad sanguínea. Estos cambios dan lugar a un estancamiento en los
pequeños vasos de eritrocitos de movimiento lento, la denominada estasis, en la que se observan
congestión vascular y enrojecimiento localizado del tejido afectado.
- A medida que se desarrolla la estasis, los leucocitos sanguíneos, principalmente neutrófilos, se
acumulan en el endotelio vascular. Al mismo tiempo, las células endoteliales son activadas por
mediadores producidos en los sitios de infección y lesión tisular, y expresan niveles incrementados
de moléculas de adhesión.
Aumento de la permeabilidad vascular (extravasación vascular), varios mecanismos son responsables del
aumento de la permeabilidad de las vénulas poscapilares, rasgo característico de la inflamación aguda:
- La contracción de las células endoteliales, que determina un incremento
de los espacios interendoteliales, es el mecanismo más habitual de
extravasación vascular. Es inducido por histamina, bradicinina, leucotrienos y otros mediadores
químicos. Se denomina respuesta transitoria inmediata (de 15 a 30 min). Si se produce entre las 2 a 12
hs siguientes, la denominamos extravasación prolongada retardada.

- Lesión endotelial, que induce necrosis celular y desprendimiento. El


daño directo del endotelio puede registrarse en lesiones graves. Los
neutrófilos que se adhieren al endotelio durante la inflamación pueden
también lesionar las células endoteliales y, por tanto, amplificar la
reacción.

- El incremento del transporte de líquidos y proteínas a través de la célula endotelial se denomina


transcitosis. Es posible que este proceso afecte a canales intracelulares que pueden ser estimulados
por ciertos factores, como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), favorecedores de la
extravasación vascular.

RESPUESTAS DE LOS VASOS Y GANGLIOS LINFÁTICOS


Además de los vasos sanguíneos, también los vasos linfáticos participan en la inflamación aguda. El sistema
de los vasos y ganglios linfáticos filtra y limpia los líquidos extravasculares. Los vasos linfáticos drenan la
pequeña cantidad de líquido extravascular que ha rezumado de los capilares. En la inflamación, el flujo
linfático está aumentado y ayuda a drenar el líquido de edema que se acumula por el aumento de la
permeabilidad vascular. Además del líquido, también leucocitos y residuos celulares, así como microbios,
pueden pasar a la linfa.
Los vasos linfáticos, al igual que los sanguíneos, proliferan durante las reacciones inflamatorias, para
regular la carga aumentada. En ocasiones, los vasos linfáticos experimentan una inflamación secundaria
(linfangitis), que también afecta a los ganglios (linfadenitis). Los ganglios linfáticos inflamados a menudo
aumentan de tamaño por hiperplasia de los folículos linfáticos y por el mayor número de linfocitos y
macrófagos.
 Reclutamiento de leucocitos para los sitios de inflamación:
Los cambios en el flujo sanguíneo y la permeabilidad vascular van seguidos de inmediato por un flujo de
entrada de leucocitos en los tejidos. Estos leucocitos desarrollan la esencial función de eliminar los agentes
agresores. Los principales leucocitos en las reacciones inflamatorias típicas son los que tienen capacidad de
fagocitosis, es decir, neutrófilos y macrófagos, que ingieren y destruyen las bacterias y otros microbios, así
como el tejido necrótico y las sustancias extrañas. Asimismo, producen factores de crecimiento, que
participan en la reparación. Pero cuando se activan intensamente, generan lesión tisular y prolongan la
inflamación, ya que los productos leucocíticos que destruyen los microbios y ayudan a limpiar el tejido
necrótico también pueden lesionar tejidos del anfitrión próximos, no implicados en el proceso.
El trayecto de los leucocitos de la luz del vaso al tejido es un proceso que transcurre en fases y que es
mediado y controlado por moléculas de adhesión y citocinas llamadas quimiocinas:
1. En la luz: marginación, rodamiento y adhesión al endotelio. En su estado normal inactivado, el endotelio
vascular no fija células circulantes ni impide su paso. En cambio, en la inflamación, el endotelio está
activado y puede fijar leucocitos como fase previa a su salida de los vasos sanguíneos.
2. Migración a través del endotelio y la pared vascular.
3. Migración en los tejidos hacia el estímulo quimiotáctico.
 Adhesión de leucocitos al endotelio
En el flujo sanguíneo normal de las vénulas, los eritrocitos quedan confinados a una columna axial central,
desplazando los leucocitos hacia la pared del vaso. Dado que, durante la inflamación, el flujo sanguíneo se
ralentiza (estasis), las condiciones hemodinámicas cambian (la tensión de cizallamiento de la pared
disminuye) y aumenta el número de leucocitos que adoptan una posición periférica a lo largo de la
superficie endotelial. Este proceso de redistribución leucocítica de denomina marginación.
Posteriormente, los leucocitos se adhieren de manera transitoria al endotelio, se desprenden y se vuelven
a unir, realizando el llamado rodamiento sobre la pared vascular.
Las dos principales familias de moléculas implicadas en la adhesión y migración de leucocitos son las
selectinas y las integrinas, junto con sus correspondientes ligandos, expresadas en leucocitos y células
endoteliales.
 Migración de leucocitos a través del endotelio
El siguiente paso en el proceso de reclutamiento de leucocitos es su migración por el endotelio, conocida
como transmigración o diapédesis. La transmigración de leucocitos tiene lugar principalmente en las
vénulas poscapilares. Las quimiocinas actúan sobre los leucocitos adherentes y estimulan a las células para
que migren a través de los espacios interendoteliales a favor del gradiente de concentración química, es
decir, hacia el sitio de lesión o infección donde se están produciendo las quimiocinas.
 Quimiotaxia de los leucocitos
Después de salir de la circulación, los leucocitos se desplazan por los tejidos hacia el sitio de lesión en un
proceso llamado quimiotaxia, definido como movimiento a lo largo de un gradiente químico. En él, pueden
actuar como quimiotácticos, sustancias tanto exógenas como endógenas. La naturaleza del infiltrado
leucocítico varía en función de la duración de la respuesta inflamatoria y del tipo de estímulo.

 FAGOCITOSIS Y ELIMINACION DEL AGENTE CAUSAL:


El reconocimiento de microbios o células muertas induce diversas respuestas en los leucocitos
colectivamente designadas como activación leucocítica (por vías de señalización intracelulares).
- Fagocitosis: la fagocitosis evoluciona a través de una secuencia de tres pasos:
1. Reconocimiento y fijación de la partícula que va a ser ingerida por el leucocito.
2. Atrapamiento, con formación posterior de una vacuola fagocítica o fagosoma.
3. Destrucción y degradación del material ingerido.
- Atrapamiento: después de que una partícula se ha unido a los receptores fagocíticos, extensiones del
citoplasma (seudópodos) la envuelven y la membrana se pinza formando una vesícula (fagosoma) que
la rodea. Luego el fagosoma se funde con un gránulo lisosómico, dando lugar a la descarga del
contenido del gránulo en el fagolisosoma. Durante este proceso, el fagocito también puede liberar
contenido del gránulo al espacio extracelular.
 Destrucción intracelular de microbios y residuos
Este es el paso final en la eliminación de los agentes infecciosos y las células necróticas. La destrucción y la
degradación de microbios y residuos de células muertas en neutrófilos y macrófagos se producen con la
máxima eficacia tras la activación de los fagocitos. Todos estos mecanismos destructivos están
normalmente secuestrados en lisosomas, a los que son llevados los materiales fagocitados. Así, hay
sustancias potencialmente nocivas que son segregadas desde el citoplasma y el núcleo de la célula para
evitar que el fagocito resulte dañado mientras realiza su función normal.

 Trampas extracelulares de neutrófilos


Las trampas extracelulares de neutrófilos, son redes fibrilares extracelulares que aportan una elevada
concentración de sustancias antimicrobianas en sitios de infección y que evitan la diseminación de los
microorganismos, atrapándolos en las fibrillas. Son producidas por los neutrófilos en respuesta a
patógenos infecciosos (sobre todo bacterias y hongos) y a mediadores inflamatorios.
 Lesión tisular mediada por leucocitos
Los leucocitos son causantes destacados de lesión de células y tejidos normales en distintas circunstancias:
- Como parte de la reacción de defensa normal contra las infecciones, cuando los tejidos adyacentes
sufren daño colateral.
- Cuando la respuesta inflamatoria se dirige de manera inadecuada contra los tejidos del anfitrión,
como sucede en determinadas enfermedades autoinmunitarias.
- Cuando el anfitrión experimenta una reacción excesiva contra sustancias ambientales habitualmente
inofensivas, como en las enfermedades alérgicas.
Los mecanismos mediante los cuales los leucocitos dañan los tejidos son los mismos que los implicados en
la defensa antimicrobiana, ya que una vez que se activan, los mecanismos efectores leucocíticos no
diferencian entre agresor y anfitrión. (Esto en contexto de no poder fagocitar a la sustancia agresora, ya
que se liberan enzimas lisosómicas a la MEC causando digestión de sus componentes)

 TERMINACION DE LA RESPUESTA INFLAMATORIA AGUDA:


Un sistema tan potente de defensa del anfitrión, con capacidad intrínseca de causar lesión tisular, necesita
controles estrictos que minimicen los daños.
La inflamación remite después de la eliminación de los agentes causales, simplemente por el hecho de que
los mediadores de la inflamación son producidos en impulsos rápidos, solo mientras el estímulo persiste,
son de vida corta y se degradan después de ser liberados, así como también son liberadas citocinas
antiinflamatorias por parte de los leucocitos fagocíticos. También la vida de los neutrófilos en los tejidos es
extremadamente breve.

 MEDIADORES DE LA INFLAMACION AGUDA:


Los mediadores de la inflamación son sustancias que inician y regulan las reacciones inflamatorias. Entre
sus principios comunes encontramos:
- Los mediadores más importantes de la inflamación aguda son las aminas vasoactivas, productos
lipídicos (prostaglandinas y leucotrienos), citocinas (incluidas las quimiocinas) y productos de la
activación del complemento.
- Los mediadores son secretados por células o producidos por proteínas plasmáticas. Los derivados de
células suelen estar secuestrados en gránulos intracelulares y pueden ser secretados rápidamente
mediante exocitosis granular en respuesta a un estímulo. Los principales tipos celulares que producen
mediadores de la inflamación aguda son los centinelas que detectan a los invasores y dañan los tejidos,
que son, macrófagos, células dendríticas y mastocitos, así como mediadores que se encuentran en el
plasma, siendo activados por escisión enzimática.
- Los mediadores activos solo son producidos en respuesta a diversos estímulos. Entre esos estímulos
se cuentan productos y sustancias microbianos liberados por las células necróticas.
- La mayoría de los mediadores son de vida breve. Se degradan con rapidez, son inactivados por enzimas
o son depurados o inhibidos.
- Un mediador puede estimular la liberación de otros, lo que proporciona mecanismos para amplificar, o
en ciertas situaciones contrarrestar la acción inicial de un mediador o, tomar una vía alternativa de
señalización.

 Aminas vasoactivas: histamina y serotonina


Las dos principales aminas vasoactivas, así llamadas porque efectúan acciones importantes para los vasos
sanguíneos, son la histamina y la serotonina. Son almacenadas como moléculas preformadas en las células
y, en consecuencia, se cuentan entre los primeros mediadores liberados en la inflamación.
- La histamina: causa dilatación de las arteriolas y aumenta la permeabilidad de las vénulas, se almacena
en gránulos de los mastocitos (y basófilos) y es liberada por desgranulación de estos. Participa en la
fase transitoria inmediata del incremento de la permeabilidad vascular, formando hendiduras
interendoteliales en las vénulas. Sus efectos vasoactivos son mediados fundamentalmente por unión a
receptores, llamados receptores H2, en las células endoteliales microvasculares.
- La serotonina: es un mediador vasoactivo preformado presente en las plaquetas y en determinadas
células neuroendocrinas. Su principal función es actuar como neurotransmisor en el tubo digestivo. Es
también vasoconstrictor.

 Los mediadores lipídicos prostaglandinas y leucotrienos.

- Son producidos por el ácido araquidónico presente en los fosfolípidos de las membranas, estimulan las
reacciones vasculares y celulares en la inflamación aguda.
- Su síntesis está mediada por las enzimas ciclooxigenasas (prostaglandinas) y lipooxigenasas
(leucotrienos y lipoxinas)
- Las prostaglandinas, son producidas por mastocitos, macrófagos, células endoteliales y muchos otros
tipos celulares, y participan en reacciones vasculares y sistémicas de la inflamación.
- Los leucotrienos son producidos por leucocitos y mastocitos, y se ven implicados en las reacciones del
músculo vascular y liso y en el reclutamiento leucocítico.
- Las lipoxinas reducen la inflamación inhibiendo el reclutamiento de leucocitos.

 Las citocinas
Son proteínas producidas por numerosos tipos de células (sobre todo, linfocitos, macrófagos y células
dendríticas activados, pero también células del tejido endotelial, epitelial y conjuntivo), que median y
regulan las reacciones inmunitarias e inflamatorias.
El TNF y la IL-1 desempeñan funciones esenciales en el reclutamiento de los leucocitos, favoreciendo su
adhesión al endotelio y su migración a través de los vasos.
Entre sus funciones principales cabe destacar:

 Activación endotelial
 Activación de leucocitos y otras células
 Respuesta de fase aguda sistémica
 Las quimiocinas
Las quimiocinas son una familia de proteínas pequeñas que actúan principalmente como quimiotácticas
para tipos específicos de leucocitos.
Entre sus funciones tenemos:

 Aportan para la adhesión y migración de los leucocitos


 Mantenimiento de la arquitectura tisular

 Sistema de complemento
El sistema del complemento es un conjunto de proteínas solubles y receptores de membrana que
funcionan fundamentalmente en defensa del anfitrión contra los microbios y en reacciones inflamatorias
patológicas. Consta de más de 20 proteínas. El sistema actúa en la inmunidad, tanto innata como
adaptativa, como defensa contra los patógenos microbianos. En el proceso de activación del complemento
se generan varios productos de degradación de las proteínas del complemento, que causan un aumento
de la permeabilidad vascular, quimiotaxia y opsonización.
Las proteínas del complemento están presentes en formas inactivas en el plasma; muchas de ellas son
activadas para convertirse en enzimas proteolíticas que degradan, a su vez, otras proteínas del
complemento, constituyendo una cascada enzimática capaz de experimentar una enorme amplificación. Su
activación se puede dar a través de 3 posibles vías.

 Clásica
 Alternativa
 De la lectina
El sistema del complemento tiene tres funciones principales:
- Inflamación: se estimula la liberación de histamina por parte de los mastocitos y, por consiguiente,
aumentan la permeabilidad vascular y causan vasodilatación.
- Opsonización y fagocitosis: se favorece la fagocitosis por parte de neutrófilos y macrófagos, que cargan
los receptores de superficie celular para los fragmentos del complemento.
- Lisis celular: El depósito de MAC (complejo de ataque de la membrana) sobre las células hace que estas
sean permeables al agua o los iones, con la consiguiente muerte (lisis) de las mismas.
La activación del complemento es estrechamente controlada por proteínas reguladoras asociadas a células
y circulantes.

 PATRONES MORFOLÓGICOS DE LA INFLAMACIÓN AGUDA


Los rasgos morfológicos característicos de la inflamación aguda son la dilatación de pequeños vasos
sanguíneos y la acumulación de leucocitos y líquidos en el tejido extravascular. No obstante, hay patrones
especiales que se superponen con frecuencia a estos rasgos generales, dependiendo de la gravedad, causa
y tejido y localización afectados. La importancia del reconocimiento de patrones macro y microscópicos
radica en que ofrecen pistas útiles sobre la causa subyacente.
1. Inflamación serosa.
Hay exudación de líquido con bajo contenido de células en los espacios de lesión celular o en las cavidades
corporales revestidas de peritoneo, pleura o pericardio. Habitualmente, el líquido no está infectado por
organismos destructivos y no contiene grandes cantidades de leucocitos (que generan inflamación
purulenta).
En las cavidades, el líquido puede proceder del plasma (por aumento de permeabilidad) o de secreciones
de células mesoteliales (por irritación); la acumulación en estos sitios se llama derrame. (Las ampollas
cutáneas que se forman por quemadura o por infección vírica se deben a acumulación de líquido seroso en
la epidermis dañada, o por debajo de ella.)
2. Inflamación fibrinosa.
Al ser mayor el aumento de la permeabilidad vascular, las moléculas grandes como el fibrinógeno, salen
del torrente formando fibrina, que se deposita en el espacio extracelular. Cuando la extravasación es
importante o cuando hay un estímulo procoagulante, se desarrolla un exudado fibrinoso, característico de
la inflamación de meninges, pericardio y pleura. Histológicamente, la fibrina aparece como una red
eosinófila de fibras o, como un coágulo amorfo. Es posible que los exudados fibrinosos sean disueltos por
fibrinólisis y erradicados por macrófagos. Si la fibrina no se elimina, con el tiempo estimula el desarrollo de
fibroblastos y vasos sanguíneos, llevando a la formación de cicatriz.
3. Inflamación purulenta (supurativa), absceso.
Se caracteriza por la producción de pus, un exudado formado por neutrófilos, residuos de células
necróticas y líquido de edema. La causa más frecuente es la infección por bacterias que causan necrosis
tisular por licuefacción, como los estafilococos (productores de pus).
Los abscesos son acumulaciones localizadas de tejido inflamatorio purulento, causadas por supuración
alojada en un tejido, órgano o espacio delimitado. Se producen por diseminación de bacterias piógenas en
un tejido; tienen una región central y en torno suele haber neutrófilos preservados y fuera, dilatación
vascular y proliferación parenquimatosa y fibroblástica, indicativas de inflamación crónica y reparación.
Con el tiempo, los abscesos pueden quedar rodeados por una pared y, en última instancia, ser
reemplazados por tejido conectivo.
4. Úlceras.
Es un defecto o excavación local en la superficie de un órgano o tejido, inducido por esfacelación
(desprendimiento) de tejido necrótico inflamado. La ulceración solo se produce cuando la necrosis tisular y
la inflamación están presentes en una superficie o cerca de ella; es frecuente en: a) mucosas de boca,
estómago, intestino o vías genitourinarias. b) en piel y tejido subcutáneo de extremidades inferiores, en
personas de edad avanzada con trastornos circulatorios.

 EVOLUCIÓN DE LA INFLAMACIÓN AGUDA


Todos los procesos inflamatorios agudos evolucionan de una de las 3 formas siguientes:
a) Resolución completa (remisión o resolución): en condiciones ideales, se elimina el agente causal
y todas las reacciones inflamatorias deberían concluir con el restablecimiento del estado normal.
Ésta es la evolución habitual cuando la lesión es limitada, de duración corta, o cuando hay escasa
destrucción de tejido y las células pueden regenerarse. Conlleva la eliminación de residuos
celulares y microbios a cargo de macrófagos, y la reabsorción de edema por vasos linfáticos.
b) Curación por reposición de tejido conectivo (cicatrización o fibrosis): se observa tras una
destrucción sustancial de tejido, cuando la lesión inflamatoria afecta a tejidos que no son capaces
de regenerarse o cuando hay abundante exudación de fibrina. El tejido conectivo crece,
convirtiéndose en una masa de tejido fibroso (proceso de organización).
c) Progresión de la respuesta a inflamación crónica: la transición tiene lugar cuando la respuesta
inflamatoria aguda no puede remitir, por persistencia del agente lesivo o por alguna interferencia
en la curación.

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