Nueva Guia Pedagogia 2020 Con Respuestas
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Considerando el proceso educativo como algo que se realiza en una persona y que es estimulado
por otras, la educación puede ser entendida como un proceso de asimilación cultural y moral y al
mismo tiempo como un proceso de separación individual.
Se puede llamar proceso de socialización, porque en virtud de la educación las generaciones
adultas actúan sobre las generaciones jóvenes, los educadores
La socialización implica no sólo la adaptación al grupo, sino la participación eficaz en la vida de
los demás, esto es, la colaboración, la amistad, la vida de familia, la ayuda y también la
competencia.
La individualización puede entenderse como un proceso en virtud del cual un sujeto se hace capaz
de vida independiente, desarrolla las notas peculiares de su personalidad cultivando sus rasgos
diferenciales se convierte en el ser que es, distinto de los demás. Individualización y socialización
no son procesos contrapuestos, ni independientes. Ejercen una causalidad mutua, ya que el
desarrollo personal de un sujeto le hace cada vez más capaz de comunicación con los demás, es
decir, de socialización; a su vez, el proceso de socialización contribuye a enriquecer a la persona.
La educación informal hace referencia a los procesos permanentes de aprendizaje que toda
persona vive en sus relaciones sociales, así como en sus prácticas cotidianas. En estas
experiencias se incorporan una serie de conocimientos, valores y habilidades aunque el sujeto no
esté consciente de ello. Los procesos de aprendizaje propiciados ocurren en forma sistemática, no
jerarquizada y frecuentemente sin una intencionalidad explícita y se encuentran integrados a la
acción individual de la cual resultan y a la cual orientan. La familia, los grupos pares, los centros
religiosos, de trabajo y recreo, así como los medios de difusión masiva, son los principales ámbitos
donde la modalidad de educación informal tiene lugar.
La expresión Educación Informal se empezó a escuchar en los años sesentas del siglo pasado
algunas características de esta educación, es un proceso continuo que no se necesita de la
intervención de una persona certificada como en la Educación Formal y la No Formal, ya que el
conocimiento lo vamos obteniendo por experiencias de la vida cotidiana como lo son la familia, la
forma de actuar, en museos, televisión, internet en el trabajo, el mismo ocio, la soledad, en las
amistades que tenemos e infinidad de cosas cotidianas, esto a su vez hace a que se tenga un
conocimiento no deseado. [3] Este tipo de educación es algo incomprendida por los patrones de
educación que llevamos.
Estos son algunos ejemplos en los cuales se pueden aprovechar las herramientas de la
educación Informal:
· Imaginemos a un profesor impartiendo su clase de historia, utilizando como fondo el Museo
de Antropología e Historia de México, los alumnos "conocerían" virtualmente los corredores y
objetos, teniendo así una experiencia sensitiva importante.
· Una abuelita les cuenta a sus nietos la historia de México.
· Actualmente existen el doctorado o la maestría en línea por medio de la computadora.
· Los maestros en la actualidad pueden checar sus clases por medio del internet y así darles
algunas páginas de referencias a sus alumnos para poder checarlas.
· Si en algún canal educativo dan un programa que trate sobre el tema visto en clase, se puede
grabar en VH y se pasa el día de la clase para hacerla más atractiva para los alumnos.
· Una adolescente ve un documental en la televisión de animal planet.
Los internados que eran los que tenían más auge por la forma de vida metódica en la que se
basaba, presentando dos rasgos esenciales: separación del mundo y, en el interior de este recinto
reservado, vigilancia constante e ininterrumpida hacía el alumno.
El tipo de educación se establece a partir de la desconfianza al mundo adulto y quiere en principio
separar de él al niño, para hacerle vivir de manera pedagógica y apegada a la religión en un lugar
puro y esterilizado.
El sistema escolar programado por los jesuitas consistía a grandes rasgos en poner en entre dicho
la historia, la geografía, las ciencias y la lengua romance, el lenguaje utilizado diariamente era el
latín, así como inculcar la más estricta costumbre de la sumisión, asegurar la presencia
ininterrumpida de una vigilancia y transferir al alumno a un mundo ejemplar y pacífico. En esta
época es la escuela la primera institución social responsabilizada con la educación de todas las
capas sociales.
Durante el siglo de la Ilustración (XVII) florecieron grandes escritores y científicos que ejercieron
poderosa influencia sobre la pedagogía. Galileo Galilei, Rene Descartes, Isaac Newton y Juan
Jacobo Rousseau (1712-1778) con sus principales obras Emilio y El Contrato Social escritos que
influyeron en la Revolución francesa y siendo el principal precursor de la época del romanticismo,
al igual que Diderot y D´Alembert precursores del Enciclopedismo y estimulando al cambio escolar
desde la indumentaria hasta el método educativo, significando el término de la institución
tradicional para dar paso a un sistema libre sin tantas ataduras por parte de los adultos y por
primera vez se presenta la presencia de la etapa infantil con sus características particulares que
debían ser atendidas diferenciándolas de la educación adulta.
Comienza el ocaso de los métodos “tradicionales”, para dar paso a la Escuela “tradicional” que
tiene como base la ideología de Comenio y Ratichius quienes proponen como principio esencial no
enseñar más de una cosa a la vez, se tiene que dar cosa tras cosa con orden, hay que dominar bien
una antes de pasar a la siguiente, de aquí se desprende el pensamiento “no hacer más de una cosa
a la vez”.
El papel del maestro debe presentar la utilidad, el valor y el interés de lo que enseña, Comenio se
indigna contra quienes obligan por la fuerza a estudiar a los alumnos que no tiene el menor deseo
de hacerlo, el maestro debe provocar el deseo de saber y de aprender, también es innovador el
método que presentan para que el niño aprenda a leer, se tiene que juntar la palabra con una
imagen, sin duda relevante y que sigue brindando grandes aportes hoy en día.
Con John Locke se lleva al extremo el método tradicionalista quien propone que el castigo con el
látigo se de llevar a cabo en caso de no haber tenido éxito con otros 20 métodos para reparar una
mala conducta. La disciplina para Locke debe presentarse a través del sometimiento desde la más
tierna infancia, para que cuando éste llegue a su edad adulta garantice la semejanza en todos los
aspectos de la vida adulta, sin embargo también apreciaba el alabar a los niños como una
recompensa duradera y reprender con castigos verbales las malas acciones.
La filosofía de la Escuela Tradicional, considera que la mejor forma de preparar al niño para la
vida es formar su inteligencia, su capacidad de resolver problemas, sus posibilidades de atención y
de esfuerzo.
Se le da gran importancia a la transmisión de la cultura y de los conocimientos, en tanto que se les
considera de gran utilidad para ayudar al niño en el progreso de su personalidad. Esta filosofía
perdura en la educación en la actualidad.
En su momento la Escuela Tradicional representó un cambio importante en el estilo y la
orientación de la enseñanza, sin embargo, con el tiempo se convirtió en un sistema rígido, poco
dinámico y nada propicio para la innovación; llevando inclusive a prácticas pedagógicas no
deseadas. Por ello, cuando nuevas corrientes de pensamiento buscaron renovar la práctica
educativa, representaron una importante oxigenación para el sistema; aunque su desarrollo no
siempre haya sido fácil y homogéneo, sin duda abrieron definitivamente el camino interminable
de la renovación pedagógica.
La educación en la época moderna era bastante distinta a lo que es hoy en día. Sin embargo, en
la etapa infantil, la educación familiar era esencial, respetando las etapas de los niños tal cómo
se intenta hoy en día.
Fruto de los cambios religiosos y filosóficos, la educación deja de estar monopolizada por la
Iglesia y se centra en el Hombre, buscando una educación que permita la libertad de
pensamiento y la reflexión frente a la aceptación de las creencias que dominaba la educación
anterior.
En la concepción moderna, los momentos del "pensar" es "pensar para actuar", pensar
con fin.
En una clase tradicional, nos encontramos con una persona que habla mientras que las
demás escuchan . Lo importante es la transmisión de conocimientos. La que podemos
llamarla autocrática. El profesor esta separado físicamente de los alumnos con un lugar
reservado para su actuación que es la que más importa. En esta educación el que más
aprende, quien crece es el educador, ya que el hace lo que los alumnos debieran hacer. En la
concepción moderna es todo lo contrario por haber trasladado el eje de la actividad
escolar a los educandos, por hacerlos conocedores de los fines y por darles
responsabilidades en la ejecución de los mismos.
En una clase moderna encontraremos bullicio muchos que hablan al mismo tiempo,
movimiento y hasta otra distribución de asientos. El que estaría callado sería el profesor
porque los alumnos estarán realmente trabajando son los grupos que están haciendo su
propia investigación, su aprendizaje, su actividad, así como todos tienen la posibilidad de
participar de intentar su propia solución, de equivocarse.
• El Paradigma Ecológico,
El Paradigma Ecológico, también denominado “Emergente” en el campo pedagógico, viene a ser
una forma específica de explicar los fenómenos y situaciones educativas o formativas de la
realidad según los principios de la ecología.
La escuela es interpretada desde el paradigma ecológico como un ecosistema social humano, ya
que expresa en la realidad un complejo entramado de elementos (población, ambiente,
interrelaciones y tecnología) y de relaciones organizativas que la configuran y determinan como
tal.
Este paradigma es un modelo integrador en torno a lo educativo. Ayuda a comprender los hechos
pedagógicos y educativos partiendo del estudio de la realidad cultural, las demandas del entorno y
las respuestas de los elementos de ella, así como las maneras múltiples de adaptación de los
individuos al contexto.
Se ha convertido en un modelo de acción pedagógica que abarca la teoría, la praxis y la práctica
educativa; por tanto, orienta la teoría, la acción y la investigación en el aula
Los elementos que se indican a continuación dan sentido orgánico y totalizador a la escuela como
ecosistema, los cuales se caracterizan por su interdependencia y son:
• Población: alumnos, profesores, padres y comunidad local
• Organización de relaciones: estructura holística de la institución educativa, donde se
suceden el conflicto, el cambio educativo y la formación del docente El ambiente: toca lo
físico (espacio y tiempo), la cultura institucional y el ambiente externo
• La tecnología: conformada por los proyectos educativos y pedagógicos, la vida económica
y administrativa de la institución y la evaluación.
• Paulo Freire, pedagogo brasileño, desarrolló como línea de investigación la tesis de una
educación emancipadora, focalizando su atención en torno a la educación en comunidad, la
praxis educativa (como acción evaluada críticamente).
Representa el máximo exponente de los desarrollos emancipadores de las pedagogías críticas en
Latinoamérica y el mundo, sobre el cual se conforman muchas de las investigaciones de esta
corriente en la actualidad.
La educación como práctica de libertad, la educación problematizadora y la pedagogía de la
esperanza son temas centrales en la obra de Freire.
• Henry Giroux, filósofo norteamericano, destaca como investigador el papel del docente en el
proceso formativo en la sociedad actual, concibiendo al profesor como un intelectual crítico
reflexivo y transformador, y dándole a la educación un sentido relevante en la transformación y
cambio de la
sociedad. Profundiza en la investigación sobre el carácter político de la educación y la naturaleza
ideológica de la escuela.
• Wilfred Carr, filósofo inglés, junto a Sephem Kemis, investigador australiano, han desarrollado
estudios profusos sobre la investigación- acción como un examen hermenéutico crítico de la
práctica de los propios prácticos, es decir, la formación del teórico emancipador. Asumen, por lo
tanto, la intencionalidad política del educador,” emancipadora” y con voluntad colaborativa y
dialógica.
• Hargreaves, investigador norteamericano, enfatiza el análisis de las culturas, escenarios y
formas de colonización del trabajo de los docentes, generando cuestionamientos sobre la cultura
escolar y la labor de los maestros.
• Por otra parte, Peter McLaren, pedagogo norteamericano, trabaja en un plano más amplio,
profundizando sobre el tema del alfabetismo mediático crítico contra el mundo y las implicaciones
del neoliberalismo en el campo educativo, político y social, y reflexionando sobre las nuevas
funciones de las escuelas en la sociedad actual.
• El Constructivismo
El constructivismo expresa que el conocimiento se sucede como un proceso de construcción
interior, permanente, dinámico a partir de las ideas previas del estudiante, constituidos por sus
experiencias o creencias, que en función del contraste, comprensión de un nuevo saber o
información mediado por el docente, va transformando sus esquemas hacia estados más
elaborados de conocimiento, lo cuales adquieren sentido en su propia construcción aprendizaje
significativo.
Este proceso depende de la interacción cognitiva que logra el sujeto con la realidad en donde
actúa, potenciado por los procesos mentales básicos o superiores (cognitivos) de que goza
como ser inteligente.
Esta corriente surge bajo el influjo de enfoques epistemológicos renovados, ante la pregunta:
¿Cómo aprende el hombre?
Se constituye el constructivismo como una línea que ha venido conformándose y creciendo en el
campo educativo y pedagógico, en relación directa con el desarrollo del conocimiento y del
aprendizaje, lo que origina una perspectiva distinta de la enseñanza.
El constructivismo es una estructura conceptual, metodológica y actitudinal en la cual son
conjugadas teorías de la psicología cognitiva (en cuanto a la indagación de cómo y porqué se
originan las representaciones y sus conceptos en la conciencia humana y qué relaciones tiene con
el mundo exterior), de la epistemología (la naturaleza de los saberes y el conocimiento en las
relaciones individuo-comunidad), de la lógica (el problema del pensar metódico y las leyes de la
deducción y la demostración de las hipótesis), de la lingüística (la codificación y descodificación
comunitarias) y de la pedagogía y la didáctica (la transformación intelectual y el aprender a leer y
a escribir en un lenguaje especializado).
12.- ¿Qué relaciones existe entre la Educación y las Nuevas Tecnologías de la Información y la
comunicación?
- Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por
la corriente de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y
privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos.
14.- Caracterice los cuatro pilares de la educación e indique las características distintivas de cada uno
de ellos.
El incremento del saber, que permite comprender mejor las múltiples facetas del propio
entorno, favorece el despertar de la curiosidad intelectual, estimula el sentido crítico y permite
descifrar la realidad, adquiriendo al mismo tiempo una autonomía de juicio.
Aprender para conocer supone, en primer término, aprender a aprender, ejercitando la
atención, la memoria y el pensamiento.
aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno;
Aprender a conocer y aprender a hacer, son, en gran medida, indisociables. Pero lo segundo
está más estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional: ¿cómo enseñar al
alumno a poner en práctica sus conocimientos y, al mismo tiempo, como adaptar la enseñanza
al futuro mercado del trabajo, cuya evolución no es totalmente previsible?
Ya no puede darse a la expresión “aprender a hacer” el significado simple que tenía cuando se
trataba de preparar a alguien para una tarea material bien definida, para que participase en la
fabricación de algo.
Los aprendizajes deben, así pues, evolucionar y ya no pueden considerarse mera transmisión de
prácticas más o menos rutinarias, aunque estos conserven un valor formativo que no debemos
desestimar.
aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades
humanas;
Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás
Sin duda, este aprendizaje constituye una de las principales empresas de la educación
contemporánea. Demasiado a menudo, la violencia que impera en el
mundo contradice la esperanza que algunos habían depositado en el progreso de la humanidad.
Es una tarea ardua, ya que, como es natural, los seres humanos tienden a valorar en exceso sus
cualidades y las del grupo al que pertenecen y a alimentar
prejuicios desfavorables hacia los demás. La actual atmósfera competitiva impérate en la
actividad económica de cada nación y, sobre todo a nivel internacional, tiende además a
privilegiar el espíritu de competencia y el éxito individual.
De hecho, esa competencia da lugar a una guerra económica despiadada y provoca tensiones
entre los poseedores y los desposeídos que fracturan las naciones y el mundo y exacerban las
rivalidades históricas. Es de lamentar que, a veces, a la educación contribuya a mantener ese
clima al interpretar de manera errónea la idea de emulación.
La experiencia demuestra que para disminuir ese riesgo, no basta con organizar
el contacto y la comunicación entre miembros de grupos diferentes (por ejemplo, en escuelas a
las que concurran niños de varias etnias o religiones).
Por el contrario, si esos grupos compiten unos con otros o no están en una situación equitativa
en el espacio común, este tipo de contacto puede agravar las tensiones latentes y degenerar en
conflictos. En cambio, si la relación se establece en un contexto de igualdad y se formulan
objetivos y proyectos comunes, los prejuicios y la hostilidad subyacente pueden dar lugar a una
cooperación más serena e, incluso, a la amistad
aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores.
La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente,
inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los
seres humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su
juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para
determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.
Más que nunca, la función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la
libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesitan para que
sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices, en la medida de lo posible, de su
destino.
Este imperativo no es solo de naturaleza individualista: la experiencia reciente
demuestra que lo que pudiera parecer únicamente un modo de defensa del ser
humano frente a un sistema alienante o percibido como hostil es también, a veces, la mejor
oportunidad de progreso para las sociedades.
Por supuesto, estas cuatro vías del saber convergen en una sola, ya que hay entre ellas
múltiples puntos de contacto, coincidencia e intercambio.
En cualquier sistema de enseñanza estructurado, cada uno de esos cuatro “ pilares del
conocimiento” debe recibir una atención equivalente a fin de que la educación sea para el ser
humano, en su calidad de persona y de miembro de la sociedad, una experiencia global y que
dure toda la vida en los planos cognoscitivos y practico.
17.-Indique que saberes incluye el saber docente y caracterice cada uno de esos saberes.
a) Saberes disciplinarios: son los saberes que corresponden a los diversos campos del
conocimiento, en forma de disciplinas, dentro de las distintas facultades y cursos.
Según Schön, hay que partir del presupuesto de que los profesionales actúan con
un conocimiento tácito del orden del “saber cómo” (indescriptible en el lenguaje) y
que, a menudo, se reflexiona en (el tiempo que dura) la acción como si se llevara a
cabo una actividad paralela.
Esta reflexión en-la-acción corresponde a un proceso que se da simultáneamente
a la experimentación, la acción presente. Se apoya muchas veces sobre la sorpresa y se centra
en los resultados de la acción y en el saber intuitivo implícito en la acción.
• Por los fines de esa educación (mucho de los cuales son sociales).
Si bien la educación tiene fines individuales o personales, preponderan en ella las metas
sociales. La educación no moldea al hombre en abstracto, sino dentro y para una determinada
sociedad.
La educación cumple también una misión en beneficio de la sociedad como tal. Entonces, las
funciones sociales de la educación pueden reducirse a las siguientes:
• Función de adaptación del individuo a las exigencias del grupo social. El individuo ha de
aprenderlas, debe formarse en los hábitos por ella requeridos y a tales aprendizajes es la
educación quien los da. Tal socialización del individuo es obra primordial de la educación
familiar.
• Función de asegurar una continuidad social: La educación transmite toda la herencia cultural,
con usos y costumbres, ideas y creencias, temores y deseos. Es conservadora. Con esto asegura
la cohesión social, condición primaria de la existencia de una sociedad.
• Función de introducir el cambio social: Promueve las innovaciones, al fomentar la capacidad
crítica frente a las realidades sociales existentes, al formar una voluntad al servicio de las ideas
y al estimular la creatividad individual.
• Función económica: Promueve el progreso material de la sociedad.
• Función política: La preocupación por la cosa pública constituye una dimensión inalienable de
la persona humana, por tanto la educación debe formarla, orientarla y darle cuerpo, en especial
a través de cultivar el sentido cívico de los individuos y de darles la instrucción que los capacite
para la participación democrática.
• Función de control social: promueve en los individuos las ideas y actitudes que interesan a los
dirigentes de la misma.
• Función de selección social: la educación va encauzando los elementos más capaces de la
población hacia los puestos de elite.
• Por los factores que la motivan y realizan.
La tesis es que la educación se realiza contando con la intervención de factores sociales. Tales
factores podrían reducirse a los siguientes:
• El desarrollo del país: En la sociedad, en el terreno de la preocupación pública, es el desarrollo
económico el que interesa y el que en todo caso promueve el desarrollo
educacional, desde que éste se mira como un medio de acarrear el primero.
• Las disponibilidades económicas: Las realizaciones educacionales de un país vienen
determinadas, en gran parte, por su nivel económico. La educación, en efecto, no puede darse
si no se cuenta con unos medios materiales y estos pueden lograrse siempre que haya manera
de pagar su costo. Lo que normalmente se encuentra entonces, es una perfecta correlación
entre el nivel económico de los diversos países y sus correspondientes desarrollos
educacionales.
• El nivel cultural: El impulso dado a la educación es función no sólo de los recursos
disponibles, sino también y sobre todo, del aprecio que se profese a la misma, de lo necesaria
que se la considere y del nivel de aspiración social (y personal) que se tenga.
Todo lo cual son actitudes condicionadas por el ambiente cultural de un país.
• La demanda social de la educación: La combinación de todos estos factores descriptos
provoca en la mayoría de los países un deseo general de los individuos de participar en los
beneficios de la educación.
• El interés político: La escuela constituye un poderoso medio de mentalización y este recurso
no es desaprovechado por ningún político que maneje el poder. Este simple hecho basta para
explicar el empeño que los autores de muchas convulsiones políticas han puesto en organizar
la educación del nuevo Estado.
En otras ocasiones, tal vez no influya el designio de utilizar la educación como un medio de
control social, sino simplemente como una palanca para potenciar el éxito político de un
Gobierno, logrando los votos de sus gobernados a través de prometer y concretar políticas de
mayor educación para la gente.
Se hace ya patente que la educación depende de cada sociedad y será lo que esa sociedad la
haga. La buena voluntad de los maestros, el interés de los padres o la buena disposición de los
alumnos no son factores decisivos, pues se hallan limitados por la influencia de factores
sociales que, aunque parezcan poco perceptibles, imprimen el rumbo a la educación.
No se puede hablar de educación a espaldas de lo social. Los lazos que unen a la educación con
la sociedad son tan numerosos como estrechos: la educación es socializadora y la sociedad es
educadora.
La actividad docente no solo basta con estudiar los contenidos, y abordar la relación enseñanza
y el aprendizaje. Es indispensable remitirnos a relaciones sociales, debido a que la educación, la
docencia, están determinadas por la historia, por el contexto socioeconómico y por las políticas
educativas planteadas en un momento histórico.
Tanto desde la experiencia de Jesús, como desde la experiencia concreta, podemos declarar
que la inclusión no es una mera coexistencia, sino una acción profundamente relacional; una
dinámica de la caridad en la verdad, de la hermosa verdad personal del otro(a) y del proceso
educativo que se puede hacer conjuntamente.
Con ello volvemos a recordar que la educación, más que un producto, tal como se
nos quiere susurrar, es más un proceso. Y nosotros ahora agregamos, un proceso
conjunto.
En este sentido es clave comprender que desde la cosmovisión de la fe, la inclusión verdadera
trasciende la clásica mirada que opera cuando uno es quien incluye y el otro es incluido, dando
paso a una inclusión mutua, recíproca y corresponsable.
Una inclusión que honra tanto la legítima diferencia como la igual dignidad constitutiva de cada
uno de los actores de esta relación. Por eso decimos que la inclusión implica una exigencia de
igual magnitud a cada uno de las personas involucradas para dar paso a esta declaración en
primera persona plural: “nos incluimos mutuamente”.
Esto implica asumir tanto el ejercicio de la inclusión por parte de cada escuela, como la
inclusión que cada familia y que cada persona hace de un proyecto educativo en particular. Así
como las familias tienen el derecho de ser incluidas, tienen también el deber de incluir en sus
vidas la propuesta de un determinado proyecto educativo que conecte con sus horizontes de
sentido.
Y esto los vuelve corresponsables del acto educativo a tal punto que se gestan comunidades en
donde no hay categorías selectivas sino personas que desde sus
particularidades contribuyen al bien educativo de todos.
La manera en que Freire concibe la metodología quedan expresadas las principales variables
que sirven de coordenadas al proceso educativo como acto político y como acto de
conocimiento; éstas son: la capacidad creativa y transformadora del hombre; la capacidad de
asombro, que cualquier persona tiene, sin importar la posición que ocupe en la estructura
social; la naturaleza social del acto de conocimiento y la dimensión histórica de éste.
Otras características del método de Freire son su movilidad y capacidad de inclusión. Por ser
una pedagogía basada en la práctica, ésta está sometida constantemente al cambio, a la
evolución dinámica y reformulación. Si el hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado es
el centro y motor de esta pedagogía, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo de
dinamicidad y desarrollo como una constante reformulación.
A su vez, critica que deforma la creatividad necesaria tanto del educando como del educador,
ya que el educador lo que hace es transferir su conocimiento al educando (situación que Freire
critica fuertemente, al considerar a esto un falso educar). Para que este tipo de educación no
tenga un efecto negativo en el educando, éste debe tener cierto grado de rebeldía que logra
“inmunizarlo” contra el “bancarismo”.
El diálogo es un fenómeno humano por el cual se nos revela la palabra, de la que podemos decir
que es el diálogo mismo. Por ello hay que buscar la palabra y sus elementos
constitutivos. Descubrimos así que no hay palabra verdadera que no sea una unión
inquebrantable entre acción y reflexión y, por ende, que no sea praxis. De ahí que decir la
palabra verdadera sea transformar el mundo.
Y no podemos dejar de recordar que para Freire, la palabra tiene dos fases constitutivas
indisolubles: acción y reflexión. Ambas en relación dialéctica establecen la praxis del proceso
transformador. La reflexión sin acción, se reduce al verbalismo estéril y la acción sin reflexión
es activismo. La palabra verdadera es la praxis, porque los hombres deben actuar en el mundo
para humanizarlo, transformarlo y liberarlo.