TFM - Manuel Hierro Tobalo CONMIGO AL FIN DEL MUNDO
TFM - Manuel Hierro Tobalo CONMIGO AL FIN DEL MUNDO
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TÍTULO
Convocatoria: Ordinaria
Director:
1
Informe de idoneidad del tutor/a
El/La estudiante
D.: Manuel Hierro Tobalo
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Índice
1. INTRODUCIÓN 6
1.1. Justificación 6
1.3. Investigación 12
1.3.1. Mindfulness 12
1.3.2. Autocompasión 13
2. OBJETIVOS 17
3. PROGRAMA DE INTERVENCIÓN 18
3.5. Discusión 42
3.6. Conclusiones 43
4. REFERENCIAS 44
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Resumen
Abstract
Mental health in adolescents has become an urgent issue due to the increase in anxiety,
depression or suicidal ideation with intent to commit suicide. Adolescents face maturational
changes, social demands and family expectations with a certain degree of uncertainty and
disinterest in previously pleasurable behaviors. This scenario makes it necessary to create
preventive interventions of a group nature to facilitate their well-being and that of their parents.
With this motivation was born the design of an 8-week program in the format of a course for
clinically healthy adolescents aged 12 to 18 years in which they can acquire basic skills that help
them to optimally manage their own lives, emotions and feelings through the development of skills
such as mindfulness and self-compassion, the discovery of their own strengths and values, or the
ability to commit to personal achievements. All this inserted in the course with me at the end of
the world, where they can learn to surf the personal challenges through their own resources, their
own friends, in a safe environment with their tribe, with the possibility of carrying out at the end of
the experience the realization of the Camino de Santiago to Fisterra, at the end of the world as a
closing adventure of a course where parents also acquire protagonism.
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1. Introducción
Además del estado actual de la salud mental de los adolescentes y los desafíos que suponen la
crianza en este periodo, encontramos que el uso de las pantallas lo inunda casi todo en el mundo
del adolescente, la influencia y vinculación a las redes sociales los puede llevar a percibir la
realidad de una forma engañosa y distorsionada. Las consecuencias aparejadas pueden ir desde
la continua y cada vez mayor búsqueda de aprobación social, comparación o valoración que no
suelen cumplir o llenar las expectativas propias o ajenas y que suelen desembocar en síntomas
de ansiedad, depresión, conductas autolíticas o incluso suicidio (Haidt y Twenge, 2021).
Ayudarles a gestionar y convivir con todos estos desafíos, sin juzgarles, en un entorno acogedor
y seguro, junto a un grupo de iguales donde puedan expresarse y se sientan escuchados,
favorecerá comportamientos protectores de su salud mental y emocional. En definitiva se está
aprendiendo a tener una actitud compasiva con uno mismo, conmigo mismo, tal y como se titula
el programa de intervención propuesto de ocho semanas, conmigo al fin del mundo. Se entrena
la compasión porque se entrenan los tres componentes esenciales de la misma, mindfulness,
autoamabilidad y humanidad compartida, muy convenientes y necesarios a estas edades, que
por sí mismos justifican una intervención de estas características.
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Mindfulness les enseña a darse cuenta y poner el foco en lo que están pensando, sintiendo y
haciendo en ese momento, atenuando la natural reactividad mental imperante en su proceso
neurológico, que suele conducir al descentramiento, la precipitación y el posterior
arrepentimiento. Les ayuda por lo tanto a poder tomar mejores y más meditadas decisiones,
respuestas más ajustadas a la realidad o incluso poder disfrutar y saborear mejor las
experiencias agradables presentes de muchos momentos de su día a día. Entrenar la atención
plena o mindfulness les ayuda a darse cuenta de que están sufriendo o pasándolo mal, de
manera que pueden salir estratégicamente antes del sesgo cognitivo negativo con el que se
encuentran identificados (Langer et al. 2017).
Entrenar una actitud amable hacia si mismos facilitará un mejor cuidado personal en lo físico,
mental y emocional al aprender a gestionar la autocrítica interna que pueden sentir por no hacer
las cosas como esperan de sí mismos, o no estar cumpliendo las expectativas familiares o
sociales. Aprender a cuidarse tan amablemente como lo harían con un amigo o amiga ante
situaciones difíciles otorga una sana autoestima y por consiguiente una ajustada valía personal,
distorsionada a veces por el influjo de los demás o de las propias redes sociales. Entrenar el
componente de la amabilidad hacia uno mismo conlleva apreciar las cualidades y fortalezas
propias, lo que incluye proponerse logros estimulantes, resilientes y satisfactorios. Los
adolescentes aprenden a motivarse para mejorar desde la compasión o un acercamiento amable
hacia la conducta que desean cambiar y no tanto desde la dura y fustigadora autocrítica (Galla,
2016).
La humanidad compartida, que consiste en sentir que no estamos solos cuando sufrimos, pues
otros también tienen o están teniendo experiencias similares, difíciles y desafiantes, se convierte
en un componente clave a entrenar en un programa grupal en el que participan varios
adolescentes de similares edades (Neff, 2003; Barnard & Curry, 2011). El grupo o la tribu en esta
etapa es muy importante, por lo que aprovechar la sinergia que se genera en el grupo, confiere
de un plus que no se da en la intervención individual, al poder encontrarse con otros con quienes
se identifican, escucharse, compartir, apoyarse y animarse, sintiéndose comprendidos y no
juzgados por un adulto, algo que facilita la experiencia pueda ser exitosa.
Por otro lado, las intervenciones grupales pueden universalizarse más fácilmente por ser más
accesibles económicamente, además de no contar con el marcado sello terapéutico que tiene la
terapia individual, lo que hace que la participación sea vista con más naturalidad e incluso
normalidad al tratarse de un programa que promueve la salud y el bienestar. También puede ser
una buena vía para influir indirectamente en el bienestar de quienes les rodean, padres,
profesores o amigos, incrementándose exponencialmente de esta forma sus beneficios.
El programa propuesto pretende ayudar a los adolescentes a que puedan dedicar más tiempo a
actividades que les motiven, con las que puedan encontrar otros espacios de disfrute e
interacción con sus iguales, por lo que será necesario descubrirlas primero para planificarlas y
realizarlas luego. Esto está motivado porque muchos adolescentes, uno de cada dos, no
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encuentran estimulantes ni motivadoras actividades de las que habitualmente disfrutan o incluso
ven con incertidumbre y pesimismo el futuro, concretamente un 43 % de las jóvenes y un 31 %
de los jóvenes según un sondeo realizado por (Unicef, 2020). Estos datos y la generalizada
percepción que padres y profesionales tienen de que esta es la realidad con la que viven muchos
adolescentes actualmente, máxime en circunstancias sociales, económicas y geopolíticas
inestables, anima a adoptar intervenciones que conecten a los adolescentes con el disfrute de
una etapa única, en la que se aventuren a experimentar, a aprender y saborear todo aquello que
les motive o ayude a mejorar y seguir creciendo, a la vez que se les dote de conocimientos para
afrontar las dificultades que se les presentan. Para ello se hace imprescindible cultivar valores
alineados con sus sueños, retos o actividades placenteras, descubrir sus fortalezas y cualidades
para entrenarlas y ponerlas en y valor y acción, marcarse rutinas saludables o logros que doten
de sentido su vida y sientan que pasan cosas buenas que nivelan y equilibran otros momentos
no tan agradables. Se necesitan acciones que reviertan los datos del sondeo mencionado y
estimulen la salud y el bienestar de los adolescentes en un momento que tanto lo necesitan.
La salud mental y el bienestar de los jóvenes suele verse amenazado por la inestabilidad
emocional que padecen, no solo por factores externos, sino propiamente internos. Estos se
refieren a los producidos por los cambios físicos propios del periodo adolescentes. Los altibajos
emocionales, sintiéndolos como una montaña rusa, extremos en muchas ocasiones y que
pueden variar notablemente de un momento a otro, provoca malestar que puede cursar con cierto
grado de intensidad y prolongarse más del necesario. Por este motivo resulta conveniente
enseñar y dotar de herramientas a los jóvenes para que puedan conocerse mejor y gestionar la
reactividad mental y emocional propia de la edad, con el aprendizaje de habilidades
socioemocionales ante situaciones desagradables, dado que cuando aprenden a reconocer y
aceptar sus emociones pueden responder con más inteligencia, aspecto presente en el proceso
de intervención del programa de salud y bienestar para adolescentes conmigo al fin del mundo.
El período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la juventud según la RAE es el de
la adolescencia, que para OMS está comprendida entre los 10 y 19 años, un desafío para quienes
lo viven en primera persona, e incluso para quienes acompañan este proceso de cerca, por los
nuevos escenarios a los que han de enfrentarse, repletos de cambios que han de ir incorporando
a su repertorio experiencial y comportamental. Se deja de ser niño para comenzar una aventura
abierta a experiencias nuevas, no siempre agradables, pero necesarias en su maduración y de
las que no siempre se les puede privar o proteger. Es como si poco a poco, los buenos tiempos
de la niñez se esfuman de pronto.
“Cuando eres niño parece que vives en una burbuja y fuera están los adultos que te
protegen del mundo real. En la adolescencia esa burbuja explota y empiezas a
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experimentar primeras sensaciones, amores, enfados... cambios emocionales y
hormonales que, como antes vivías en una burbuja, no sabes cómo nivelarlo” (Bárbara,
16 años).
La salud mental de los adolescentes ya era un asunto de interés antes de la pandemia por la
Covid-19, el deterioro de la misma se fue incubando y retroalimentando durante los periodos de
aislamiento forzoso en 2020, volviendo tras este periodo de cierto silenciamiento noticias y datos
que invitan a poner el foco en ellos para adoptar medidas de intervención fundamentalmente
preventivas. Datos de la OMS en 2021 sobre salud mental del adolescente, recogen que uno de
cada siete jóvenes de entre 10 a 19 años padece algún trastorno mental como depresión,
ansiedad o trastornos del comportamiento, siendo el suicidio la cuarta causa de muerte entre
los jóvenes de 15 a 19 años, por lo que no ocuparse de este asunto puede tener consecuencias
futuras. Además, la mitad de los trastornos de salud mental se presentan antes de los 14 años,
aunque suelen detectarse más tardíamente. Para (Unicef, 2020) entre el 10 y el 20 % de todos
los niños del mundo experimenta algún problema relacionado con la salud mental.
Más concretamente, la pandemia de coronavirus deja datos alarmantes, que justifican rápidas y
eficaces intervenciones en los niños y adolescentes pues las últimas cifras revelan que un 27 %
de los jóvenes sienten ansiedad y un 15 % depresión, además uno de cada dos siente menos
motivación para realizar actividades que normalmente disfruta. Un 43% de las jóvenes y un 31%
de los jóvenes manifiesta sentirse pesimista frente al futuro. Otro dato interesante y que justifica
la necesidad de intervenciones como la que aquí se proponen hace relación a la petición de
ayuda que actualmente muestran los jóvenes, pues tres de cada cuatro sintió la necesidad de
solicitarla, un tercio lo hizo a su círculo más cercano, familiares o amigos, aunque un 40 % no la
solicitó, pese a sentir que la necesitaban (Unicef, 2020).
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Cada vez es más habitual el hecho de pedir ayuda especializada por parte de la población
adolescente para atender su salud mental, circunstancia que puede estar alentada por la
naturalidad con la que se aborda este asunto en las redes sociales a través de algunos
influencers o personajes famosos que exponen sus propias experiencias de haber recurrido a
ayuda profesional cuando lo han necesitado. Todo ello facilita que los jóvenes puedan estar más
receptivos y motivados a asistir a programas grupales junto a sus iguales, ya que les pueden
aportar mayor bienestar emocional en un entorno afín a la idiosincrasia de los propios
adolescentes, donde poder compartir, expresarse y sentirse apoyados junto a los suyos en una
especie de humanidad compartida que les hace no sentirse solos en sus propios desafíos.
Otro aspecto a tener en consideración es el de las nuevas tecnologías e internet, las cuales han
evolucionado de tal forma que han tenido un gran impacto en la manera de relacionarnos,
informarnos y comunicarnos con los demás, siendo los adolescentes los más influenciados por
las denominadas Tecnologías para la Relación, la Información y la Comunicación (TRIC). Según
(Unicef, 2021) en su informe sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia, menciona que
un 90% de los adolescentes españoles se conecta a internet todos los días y que un tercio de
los que cursan ESO puede tener un uso problemático de internet, o que uno de cada cinco puede
estar teniendo ya un cierto grado de enganche a los videojuegos. Podría decirse que la revolución
tecnológica, su impacto e implicaciones en la sociedad, comenzó con este anuncio:
Steve Jobs
Y es que al pronunciar estas palabras el 9 de enero de 2007 en San Francisco, Steve Jobs
reinventó algo más que el teléfono, pues a partir de entonces, justo seis meses más tarde,
cuando salió a la venta el primer iPhone, un 29 de junio, la manera de relacionarnos inició un
camino hacia un cambio significativo, pasando de la presencialidad tradicional o face to face, a
la conversación virtual y a distancia a través de las pantallas en las redes sociales y otros medios
digitales. En breve llegará meta, que significa más allá en griego y que pretende llevar las redes
sociales a un nuevo nivel, el del metaverso, pudiendo agudizar comportamientos y hábitos que
sostengan los mencionados trastornos de ansiedad o depresión entre otros. Esta forma de
relación, principalmente entre los adolescentes, facilita y favorece la puesta en marcha de
factores propios de la edad, como la búsqueda de aprobación, pero ahora en las redes,
potenciando así una comparación social que no se ajusta a la realidad. Antes tal comparación
era menos ficticia o engañosa y más real, con menos sesgos, pero ahora, bajo el escudo de la
pantalla, los likes se convierten en la nueva vitamina de la autoestima.
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estar desconectados o sin algún estímulo en todo momento, como algo que hay que evitar. Por
consiguiente, estados mentales como la interiorización, presencia o introspección mindfulness o
la conciencia de los sentidos awareness, quedan relegadas e infrautilizadas, dificultándose así
una faceta primordial en este periodo de la vida, la del autoconocimiento, el estar conmigo
cuando más falta hace para poder nivelar la reactividad cognitiva propia del cerebro adolescente
en su proceso de maduración neurológica.
“Una de las cosas malas de Instagram es estar tan enganchada. Lo vi claro cuando se
cayó [en referencia al apagón de más de seis horas de esa red social, Facebook y
WhatsApp el 4 de octubre de 2021]. Al levantarme de la siesta no cargaba nada. Y ahí
empiezas ya como, ¿qué está pasando?, ¿cómo me voy a comunicar?, aunque luego no
te comuniques con nadie. Pero estás como... y si me ha escrito alguien justo para
contarme algo, ¿sabes? Y ahí empieza lo peor. (Sofía, 17 años).
Yo lo pasé mal. Iba a trabajar, estaba esperando al bus y decía, ¿qué hago?. (Mabel, 16
años)
La excesiva exposición en las redes sociales (Alfageme y Arribas, 2021) está generando
síntomas de depresión y ansiedad e Instagram es la peor red para la salud mental de los
adolescentes. Todas las plataformas sociales saben que en estas edades son más propensos a
tener problemas de salud mental con signos de angustia, ansiedad o depresión según se recoge
en un estudio, que analiza los efectos positivos y negativos de las redes en los adolescentes por
la universidad de Cambridge (Royal Society of Public Health and the Young Health Movement,
2017).
El mundo del adolescente se torna complejo para ellos mismos por varios factores que no pueden
controlar adecuadamente para mantener en equilibrio su bienestar. Además de necesitar estar
continuamente conectados a las redes sociales, donde están en continua comparación con lo
que ven, comienzan a aparecer altas expectativas y exigencias de lo que se espera de ellos, el
mundo se torna en ocasiones amenazador y el futuro incierto, presencian cambios físicos,
neurológicos, psicológicos y relacionales desconocidos por ellos. En muy poco tiempo han
dejado de jugar a ser niños a tener que ensayar un nuevo estatus, el de la adolescencia, una
etapa que lleva implícita en la sociedad actual retos para los que aún no están preparados. Ni
siquiera los padres tienen a mano el anhelado manual de instrucciones para lidiar con los
desafíos que se les presentan a diario, de ahí que son los propios adultos los primeros
necesitados de directrices claras para con sus hijos, que les ayuden a entenderlos y
acompañarlos sin sentirse perdidos o frustrados, motivo por el que un programa como el que
presentamos más adelante puede ser de utilidad para los progenitores, ya que están incluidos
en la participación del mismo.
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1.3. Investigación
El marco teórico sobre el que se sustenta el programa gira en torno a tres componentes
fundamentales, mindfulness, autocompasión y bienestar psicológico englobado este último en la
moderna corriente de la psicología positiva. La implementación de cada uno de estos tres
aspectos en la población adolescentes están evidenciados por la literatura científica como
beneficiosos en la salud y bienestar de los jóvenes por lo que su promoción está más que
indicada en base a los múltiples beneficios expuestos a continuación.
1.3.1. Mindfulness
Mindfulness o atención plena puede definirse como la capacidad de prestar atención de manera
consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad, aceptación y
amabilidad. La evidencia respalda cada vez con mayor solidez intervenciones basadas en
mindfulness o atención plena en la adolescencia. Los datos meta analíticos en población adulta
apuntan a que las intervenciones basadas en el entrenamiento de la atención plena intervienen
positivamente en la reducciones de la reactividad cognitiva o emocional, la rumiación y la
preocupación, (Gu et al., 2015) por lo que practicar mindfulness a edades jóvenes puede
favorecer estos mismos procesos. Se ha demostrado que en población escolar este tipo de
intervenciones son eficaces para mejorar el rendimiento cognitivo, la salud mental y el bienestar,
así como para reducir el estrés, la depresión y los problemas para dormir, e incluso aumentar la
regulación y autorregulación emocional (Lucas-Thompson, 2019). Todos estos aspectos indican
que el cultivo de la atención plena dota al adolescente de un componente de protección para el
cuidado de su salud mental y una mejor gestión de su mundo emocional al estar en mejor
disposición de poder autorregularse gracias al entrenamiento de la atención plena.
Existen revisiones que muestran cómo la práctica de mindfulness influye en la salud de una forma
amplia, pues se ha encontrado que facilita la regulación de la atención, incrementa el nivel de
conciencia corporal, influye y correlaciona positivamente en la regulación emocional-
revalorización, además de la regulación emocional-exposición y los cambios en la perspectiva
del self (Cebolla, 2014) por lo que entrenar la atención plena por los jóvenes puede aportar
beneficios en su capacidad de atención y concentración, valoración positiva de situaciones
desagradables, afrontamiento de situaciones ante las que previamente sentían vergüenza o una
perspectiva más amplia y abierta de su propia identidad con todo lo que ello conlleva en la vida
de un adolescente.
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habiéndose encontrado que estos aspectos se han visto disminuidos por prácticas relacionadas
con el no juzgar y otras de compasión (Vogel el al., 2014).
Algo que cada vez está más presente en los adolescentes y que tanto preocupa a todos es el
alto porcentaje de ansiedad y depresión ya mencionado. Lo que la evidencia muestra es que el
entrenamiento en mindfulness o atención plena disminuye estas alteraciones de la salud
(Zoogman et al., 2014). La intervención propuesta en el programa de intervención grupal para
adolescentes que se presentará más adelante entrenará a los participantes en mejores
habilidades para el manejo de pensamientos, emociones y relaciones sociales basado en
estudios que muestran buenos resultados en la disminución de la rumiación, la hostilidad, la
excitación emocional, el afrontamiento negativo o los pensamientos intrusivos, además de un
mejor manejo de las relaciones interpersonales (Sibinga et al., 2013).
Otro aspecto en el que pretende incidir el programa conmigo al fin del mundo, es en alentar a los
jóvenes a realizar actividades de ocio placenteras, que impliquen estilos de vida saludables y a
su vez les aleje del uso continuado de pantallas, y en este sentido por ejemplo se ha encontrado
que la práctica de mindfulness en la población referida estimula comportamientos que favorecen
el bienestar mental, físico y emocional tales como la práctica de ejercicio físico (Salmoirago-
Blotcher et al., 2018).
1.3.2. Autocompasión
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estar inspirado en la adquisición de un trato amable hacia uno o una misma cada vez que se
sienta malestar emocional, bien porque algo no salió como se esperaba, porque alguien nos
dañó, no se estuvo a la altura de las expectativas propias o de otros, se sintió alguna pérdida,
se perdió el control en un momento de alteración o porque no me gusta como pienso, me siento
o actúo en ocasiones. Es vital aprender esta habilidad, la de la compasión que contiene
componentes como mindfulness, amabilidad y humanidad compartida, ellos son el antídoto y la
vacuna perfecta para combatir con la sobre identificación cognitiva o apego al malestar, la
autocrítica y el aislamiento respectivamente.
Tal y como se ha mencionado, la adolescencia es una época de cambio y crecimiento, una etapa
donde la rebelión y el autodescubrimiento están en su esplendor, donde aumentan nuevas
demandas y gana protagonismo la confusión, ansiedad o depresión, siendo muchos los jóvenes
que sienten estos desafíos como algo que les conduce a la desconexión y al aislamiento. Son
muchas las investigaciones que reportan beneficios por la práctica de la autocompasión en la
población adolescente, incluso programas de intervención grupal que entrenan habilidades de
compasión muestran una disminución significativa en la depresión, la ansiedad, el estrés
percibido o el estado de ánimo negativo.
Por ejemplo, se ha demostrado que la autocompasión aminora y mitiga los resultados negativos
de salud mental y psicosociales, por lo que su práctica puede ser un factor importante a tener en
cuenta en las intervenciones de malestar psicológico y bienestar para los jóvenes (Marsh et al.,
2018). Los estudios también muestran que el hecho de tener un alto grado o puntaje en
autocompasión hace que los adolescentes presentan menos emociones negativas y una actitud
de mayor aceptación hacia sus fracasos que los que puntúan más bajo en autocompasión.
También existe correlación positiva entre aspectos como la compasión, autoestima y
autoeficacia, frente a manifestaciones de trastorno de ansiedad y depresión en adolescentes
(Muris et al., 2016), además la autocompasión y la inteligencia emocional son procesos
importantes de regulación de la emoción para los síntomas depresivos en la adolescencia, como
por ejemplo para disminuir recuerdos traumáticos de vergüenza (Castilho et al., 2017).
La autocompasión también se asocia positivamente con aspectos tales como el estrés percibido
o satisfacción con la vida (Bluth y Blanton, 2015), un sentido relativamente seguro y positivo del
yo, autoestima (Barry et al., 2015), existiendo una correlación negativa con angustia psicológica,
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abuso de alcohol e intento de suicidio grave (Tanaka et al., 2011), o las autolesiones (Xavier et
al., 2016) y las ideas suicidas (Zeller et al., 2015). Además se ha constatado que la
autocompasión promueve aspectos positivos en los adolescentes relacionados con la mejora del
bienestar, incluida la tolerancia a la angustia (Bluth et al., 2017) , la satisfacción con la vida (Bluth
& Blanton, 2015), la resiliencia (Bluth et al., 2018), la conectividad social y disminución de una
visión negativa de si mismos (Neff y McGehee, 2010) o la percepción de pertenencia a una
comunidad (Akin y Akin, 2015).
Dada la alta prevalencia de jóvenes que presentan malestar emocional y problemas de salud
mental, ensayar habilidades para mejorar el bienestar y la felicidad debiera ser una de las
medidas preventivas utilizadas desde edades tempranas para disminuir la vulneralidad que
experimentan en su maduración los adolescentes, una etapa idónea para ello porque es un
periodo crucial en su desarrollo personal y emocional. Las fortalezas del carácter son rasgos
valorados universal y moralmente que contribuyen a un funcionamiento psicológico óptimo (Park
y Peterson, 2006 ; Peterson y Seligman, 2004) y el carácter puede definirse como una familia de
rasgos de personalidad que se manifiesta en los pensamientos, sentimientos y acciones de uno
(Park y Peterson, 2003) y para medirlo en los adolescente de 10 a 17 años se creó el inventario
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de Fortalezas para Jóvenes de VIA (VIA-Youth) (Park y Peterson, 2006). como medida de
autoinforme de las fortalezas de 24 caracteres.
El programa conmigo al fin del mundo explora en el tramo final de su desarrollo este aspecto, el
de las fortalezas personales vinculado al aspecto de los valores o cualidades personales con la
intención de que los participantes conozcan sus principales fortalezas personales y las pongan
en práctica. Además, el programa se llama “Conmigo al fin del mundo” porque al final del curso
se habrán descubierto 8 conmigos, uno por cada sesión, que enmarcarán en un mandala o
mosaico artesanal al final como recuerdo de la experiencia vivida en el curso. Los “conmigo” se
definen como un aspecto, valor o cualidad personal, que atesoro y me identifica, y que al ser
consciente de él puedo convertirlo y utilizarlo como afirmación motivadora o slogan a lo largo de
la semana, en el que apoyarme en momentos difíciles o cuando me encuentre enredado en
pensamientos negativos, sabiendo que es algo mío y que no depende de la apreciación ni
aprobación de los demás. Ejemplos de conmigo podrían ser; Cuando quiera algo, no me rendiré
(persistencia), ante la duda, siempre seré auténtico (Autenticidad), ayudando a los demás, doy
lo mejor de mi (Bondad), con ilusión, todo se puede conseguir (esperanza), tengo todo lo que
necesito (gratitud), la vida es hermosa, no lo olvides (apreciación por la belleza, saboreo), nada
ni nadie me puede detener en lo que quiero (vitalidad).
Se justifica el entrenamiento de las fortalezas personales por lo interesante que puede resultar
ofrecer a los adolescentes de 12 a 18 años una visión más optimista y positiva de este periodo
de la vida frente a la imagen traumática y conflictiva que se asocia tradicionalmente a esta etapa,
apostando de esta forma por un modelo de intervención centrado en las potencialidades frente
al déficit, aspecto sobre el que pivota la psicología positiva y que facilita la nivelación del sesgo
cognitivo hacia lo negativo mediante el entrenamiento a lo largo del curso de prácticas propias
de una intervención psicológica positiva (IPP), saboreando las cosas buenas que me pasan, por
pequeñas que sean, siendo agradecidos, tratando con amabilidad a otros, realizando actividades
de autocuidado físico o emocional, planificando metas deseadas y comprometiéndose a
realizarlas, viendo el lado bueno de las cosas, fluir más haciendo actividades que me gustan,
viviendo el momento, respirándolo, apoyándome más en las relaciones sociales, etc.
Encontramos que entrenar las fortalezas del carácter en el curriculum escolar reduce
apreciablemente los síntomas de depresión y ansiedad en los estudiantes de primer año (Duan
y Bu, 2019) o que las fortalezas del carácter también están relacionadas con resultados
psicológicos/conductuales positivos. Por ejemplo, la autorregulación, la honestidad y el liderazgo
se asociaron de forma independiente con el bienestar y la felicidad de los estudiantes de 15 a 18
años (Toner et al., 2012). Además, la perseverancia y la esperanza se asociaron tanto con el
comportamiento positivo en el aula como con el rendimiento escolar (Wagner y Ruch, 2015) o el
amor y la esperanza predicen positivamente la satisfacción con la vida entre los adolescentes de
11 a 14 años (Blanca et al., 2017). Estos resultados sugirieron que ciertas fortalezas del carácter
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pueden ayudar a reducir los problemas de comportamiento en los primeros años de la
adolescencia, dado que se convierten en factores protectores (Qin, C. et al., 2022).
2. Objetivos
Objetivos secundarios
Además de los objetivos mencionados el programa titulado conmigo al fin del mundo nace con
un objetivo específico:
1. Dotar de información a los padres que les facilite entender y comprender la naturaleza de
los cambios experimentados en sus hijos y de la necesidad de adaptar sus recursos y
estrategias personales en la interacción con ellos de manera que faciliten la comunicación
y el normal desarrollo de estos en un momento que necesitan comprensión y en el que los
padres, como adultos, pueden aprender a estar para acompañar, ser ejemplo y estimular.
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2. Aprender a parar y ser más conscientes de lo que acontece en el momento presente,
siendo menos reactivos cognitiva y emocionalmente, para poder responder con mayor
inteligencia a pensamientos o emociones difíciles, en vez de reaccionar impulsiva o
automáticamente. Autoconsciencia, atención plena y no reactividad.
3. Entrenar la flexibilidad cognitiva y la toma de perspectiva que permita gestionar más
sabiamente los pensamientos, juicios o toma de decisiones, lo cual requiere consciencia
y distancia cognitiva/emocional, que permita una menor identificación con ambos
procesos. Perspectiva y no identificación.
4. Aprender a ser autocompasivos, desplegando habilidades de amabilidad o bondad y
humanidad común o compartida para mitigar la autocrítica y el aislamiento. Autocuidado.
5. Gestionar emociones difíciles o desagradables desde la autocompasión, aprendiendo a
nombrarlas, aceptarlas y eligiendo una actitud más sana, inteligente y responsable.
Regulación emocional.
6. Estimular una autoestima global sana desde la autocompasión y relaciones de amistad
empáticas y verdaderas.
7. Entrenar las fortalezas personales para tomar acciones y metas congruentes con ellas y
con los valores que nos guían y dan sentido a la vida, lo cual facilita realizar actividades
placenteras, que generan vitalidad y van más allá de las pantallas digitales.
8. Centrar y dirigir la atención con un sesgo hacia lo positivo o el lado bueno de las cosas
con ejercicios prácticos que entrenen esta habilidad ante pensamientos, emociones o
circunstancias desagradables, sin centrarse automáticamente en los déficits o fallos
personales.
9. Crear un espacio de aprendizaje seguro, un lugar tranquilo para los participantes donde
poder expresar, compartir, ayudar y generar comunidad que facilite una experiencia vital
valiosa en una etapa de incertidumbres, en la que se necesita a la tribu para sentirse
validado y saber que no están solos.
3. Programa de intervención
El programa “Conmigo al fin del mundo” nace de mi formación y labor profesional como psicólogo,
junto a mi rol como padre de una adolescente de 15 años. Vivir la experiencia de tener que
atender en consulta a adolescentes con problemas de salud mental, ansiedad principalmente y
más frecuentemente a partir del Covid-19, junto a la labor que implica mi papel como progenitor,
me ha permitido apreciar lo necesario que resulta que los adolescentes dispongan en esta etapa
de sus vidas de conocimientos que aminoren su malestar mental y emocional, y qué mejor
manera que recibir estos aprendizajes junto a un grupo de iguales, de manera que pueda ser
más atractiva su participación. A partir de aquí comienza una aventura personal, compartida con
adolescentes y que concluirá para todos aquellos que lo deseen con la realización del camino de
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Santiago a Fisterra, fin del mundo, como experiencia lúdica que facilite seguir compartiendo los
vínculos creados en el grupo a lo largo del curso, o simplemente disfrutándola y saboreándola
como lo que es, una curiosa aventura para ser vivida.
El curso se titula Conmigo al fin del mundo, porque pretende dotar a los participantes de las
herramientas y habilidades necesarias con las que afrontar los desafíos de su vida actual y futura,
con las que puedan conformar una especie de paraguas para protegerse cuando lo necesiten,
dado que en muchos momentos sentirán que la lluvia comienza a mojar. Los recursos y
habilidades aprendidos se buscarán y explorarán en el interior de cada uno, como tesoros a los
que recurrir cuando las cosas no vayan bien, esto requiere un trabajo de conocimiento de
nuestros propios recursos y fortalezas personales para que paulatinamente se vaya adquiriendo
consciencia que como no siempre se cuenta con la ayuda precisa en cada instante de la persona
adecuada, será de gran valía contar con los propios tesoros, con los particulares conmigos,
definidos como aspectos, valores o cualidades personales, que atesoro y me identifican. Puedo
ser consciente de convertirlos y utilizarlos como afirmaciones motivadoras o slogan a lo largo de
la semana en los que apoyarse en momentos difíciles o cuando me encuentre enredado en
pensamientos negativos, sabiendo que es algo que me pertenece y que no depende de la
apreciación ni aprobación de los demás para reafirmarlos.
Al fin del mundo, significa que al tener presente mis fortalezas, las podré poner en valor y acción,
además de poder guiarme por mis propios valores, tendré recursos, y esa especie de paraguas,
para poder seguir adelante, con mis recursos, aunque algunas cosas parezcan derrumbarse a
mi alrededor o en mí, siempre podré seguir remando, levantándome y avanzando desde la
autocompasión y el trato amable, tal como haría con un buen amigo o amiga, y no tanto desde
la autocrítica negativa. Por todo esto, conmigo al fin del mundo pretende dotar y desarrollar en
el adolescente una identidad propia, que genere esperanza, resiliencia y autoconfianza, en la
que poder apoyarse ante las dificultades o cuando se encuentre solo, facilitando también un plus
de motivación y responsabilidad personal en la que a partir de entonces ya no se necesite
siempre el apoyo ajeno o la aprobación social para continuar respondiendo a las demandas de
la vida.
19
intervención grupal en población sana que pueda presentar signos de ansiedad, estrés o
depresión, sin descartar ideas o comportamientos autolíticos.
Una de esas experiencias previas es en el programa STMA-MFY (Ser tu mejor Amigo – Making
Friends with Yourself) programa de entrenamiento de ocho semanas diseñado para ayudar a los
y las jóvenes de entre 12 y 20 años a gestionar mejor la etapa de la adolescencia, identificando
y tratando sus necesidades afectivas y favoreciendo las relaciones personales y afectivas sanas,
a través de la comprensión y la práctica del mindfulness y la autocompasión (Hobbs, L. y Tamura,
N., 2022). Creado por Lorraine Hobbs, psicóloga clínica y Karen Bluth, investigadora y ambas
pioneras en el campo del entrenamiento de autocompasión para adolescentes y jóvenes adultos.
Han adaptado el programa empíricamente respaldado de Mindfulness y autocompasión (Mindful
Self-Compassion –MSC) desarrollado por Kristin Neff y Christopher Germer. Se trata de un
programa ampliamente enseñado en todo el mundo, basado en la evidencia, pues la
investigación sobre le programa STMA-MFY demuestra que el entrenamiento en este programa
disminuye la ansiedad, depresión y estrés en la adolescencia.
Otra de las experiencias utilizadas como guía para algunas prácticas es la del programa es la de
Un lugar tranquilo, un programa para enseñar a niños y adolescentes a manejar el estrés y las
emociones difíciles. Se trata de la adaptación al público infantil y juvenil realizada por ( Salzman,
A. 2014) del programa MBSR para adultos (Kabat-Zinn, J. 1990) con el mismo formato de 8
sesiones semanales donde los jóvenes puedan aprender a manejar el estrés y ansiedad que hay
en sus vidas, gestionar las emociones difíciles, mejorar la comunicación positiva, ser mas
amables con ellos y con los demás o mejorar su bienestar físico, mental y emocional. Mencionar
también la influencia del programa Respirad creado por (Snel, E. 2014) dirigido a padres y
adolescentes donde se abordan como aspectos centrales el valor, la compasión y la confianza,
con un formato práctico y sencillo.
20
3.2 . Metodología y duración.
El curso está dirigido a población adolescente sana entre 12 y 18 años, para ser aplicado en
grupo de entre 8 y 20 participantes aproximados y con dos posibilidades, la primera dirigida a
adolescentes entre 12 y 14 años y otro que comprenda los 15 y 18 años, con leves adaptaciones
acordes a su periodo evolutivo. Consta de 8 sesiones formales estructuradas secuencialmente
con periodicidad semanal con una duración de tres horas, incluida media hora de descanso a la
mitad de la sesión y tareas intersesión para ser realizadas en casa con la finalidad de consolidar
los aprendizajes y aspectos tratados en cada sesión. Además consta de dos sesiones
adicionales, la primera de tres horas dirigida exclusivamente a los padres al inicio del curso y
otra al finalizar el programa como retiro de fin de semana en un espacio natural con los
adolescentes, a los que se unen los padres en el tramo final del retiro a modo de cierre conjunto.
La práctica en casa entre sesiones constituye un componente vital del programa, por lo que se
pide a cada participante practicar diariamente en casa las técnicas aprendidas y los ejercicios
propuestos en cada sesión, no para tomarlos como una tarea más, sino para intentar disfrutarlas,
pues para sacar el máximo beneficio al curso se precisa de trabajo individual por lo que ha de
adquirirse el compromiso para practicar cada día.
21
El rol del profesor es muy importante al tratarse de una experiencia con un fuerte contenido
vivencial, donde el conductor del grupo ha de encarnar las habilidades que pretende enseñar y
transmitir. Para que los alumnos puedan incorporar lo aprendido, es preciso que lo que se
pretende enseñar sea congruente y coherente con la forma de ser y estar de quien lo transmite,
pues no se trata de una mera labor en la que prime la pedagogía del intelecto, sino de una
transmisión de saberes que requieren ser capaz de mostrar una actitud de presencia consciente,
amabilidad compasiva y resiliencia ante los desafíos. Es requisito sine qua non, además de tener
experiencia suficiente en la práctica de mindfulness y autocompasión, formación cualificada,
manejo de grupos y conocimiento del mundo adolescente, poder trasmitir con el ejemplo lo
enseñado para que el aprendizaje cale en el propio adolescente.
La estructura y cronograma del curso de 8 sesiones semanales Conmigo al fin del mundo se
establece conforme al título de cada sesión, su objetivo terapéutico, objetivo general, objetivos
específicos, las actividades y tareas para casa que la componen de forma esquemática.
Sesiones
Sesión 1
Objetivo terapéutico
Con esta primera sesión se pretende ofrecer y crear un espacio que les genere seguridad,
comprensión y no juicio, además de comenzar a establecer un buen vínculo en el grupo de
iguales que facilite la expresión de lo que sienten y piensan, sentar las bases para una relación
intragrupo respetuosa. Se pretende que los adolescentes comiencen a reconocer la utilidad que
22
puede tener en sus vidas la práctica y adquisición de la atención plena para poderla entrenar a
diario según las indicaciones en las tareas semanales. Conectar con la respiración les facilitará
una importante herramienta para aprender a relajarse.
Se pretende tener un primer contacto con la autocompasión para que descubran la importancia
de conocerse a si mismos y de tratarse como lo harían con un buen amigo, será este un recurso
esencial a lo largo del curso para que aprendan a utilizarlo ante los desafíos que se presenten
en su día a día de forma que aprendan a gestionar la intensidad emocional con la que lidian en
ocasiones, tratarse con amabilidad y cuidado puede ser un óptimo descubrimiento para sus
vidas, salpicadas de malestar emocional en muchos momentos.
Objetivo General
Crear un entorno seguro donde conocer la dinámica del programa y a los compañeros, además
de comprender y conectar con mi yo compasivo, mi mejor amigo.
Objetivos específicos
Actividades y tareas 1
DESCANSO
23
10. Breve práctica: Parar y ser (útil para explicar reactividad en el adolescente)
11. Charla: El cerebro aventurero (educación - reactividad)
12. Práctica: Respiración de un lugar tranquilo. (Puede serme útil)
13. Visualización: Cómo trato a un amigo. Indagación
14. Charla: Qué es la Autocompasión.
15. Práctica: Gestos con las con manos (para explicar autocompasión)
16. Práctica: movimientos conscientes (distensión)
17. Practica: Visualización de mi mejor Amigo (Amigo compasivo)
18. Escribir carta compasiva. Indagación
19. La frase amiga (explicar concepto y tarea)
20. Mi Conmigo de la sesión para la semana (explicar concepto y tarea)
21. Lo que me llevo de esta sesión. Compartirlo
Ej. Siempre podré contar conmigo. Respirar me calma, …
22. Escuchar canción motivada (elegida por el grupo)
Formales:
Escuchar en días alternos los audios del Lugar tranquilo y mi mejor amigo.
Informales:
La frase amiga (con audio)
Una respiración consciente a cada hora (Inicio de clase, salir al patio, salir/llegar a
casa, …
Sesión 2
Objetivo terapéutico
El claro interés de esta sesión radica en facilitar a los adolescentes formas de poder conectar
con ellos mismos a través de la atención plena de manera que se trabaje la consciencia y la
atención, explicándoles los beneficios asociados, aprender a ser menos reactivos o impulsivos
en sus comportamientos, muy influenciados por lo que piensan y sienten. En definitiva se
24
pretende que aprendan a parar, para actuar desde otro lugar, un lugar más consciente y tranquilo,
dado que por lo general van siempre con el pie en el acelerador.
La practica de la atención a las sensaciones físicas gracias al escaneo les permite una gran
oportunidad de conexión interna y una experiencia de calma y quietud mental, aprendiendo a
relajar el cuerpo como primer paso para poder relajar su mente y desactivar la intensidad
emocional. La práctica de observar pensamientos les enseñará a no identificarse cognitivamente
con lo que piensan, un recurso extraordinario para aprender a sufrir menos.
Objetivo General
Conectar con el momento presente para aprender a manejar los altibajos emocionales y la
sobreidentificación cognitiva de forma consciente, a la vez que aprender a saborear lo que ya
hay en mi y a mi alrededor.
Objetivos específicos
o Afianzar vínculos y fortalecer la red grupal para que puedan utilizarla como apoyo
o Conocer cómo funciona el cerebro adolescente y el motivo de su proceder en ocasiones
o Experimentar y experienciar lo que es mindfulness por diversas vías, sensaciones
físicas, pensamientos, comida y sonidos, de manera formal e informal.
o Conocer herramientas para practicar en casa e ir fortaleciendo la habilidad atencional
o Afianzar la práctica de los “Conmigo” para que puedan irla incorporando a su repertorio
como medio de afrontamiento en su día a día.
Actividades y tareas 2
DESCANSO
25
9. Práctica en movimiento: Pies de algas (de pie)
10. Charla: El cerebro adolescente (educación)
11. Práctica: Escáner corporal. Indagación
12. Práctica: Piedrita del aquí y ahora. Indagación
13. Mi Conmigo de la sesión para esta semana
14. Lo que me llevo de esta sesión. Compartirlo
15. Escuchar canción motivada (elegida por el grupo)
Formales:
Escuchar en días alternos los audios de observar pensamientos y escaneo corporal.
Informales:
La piedrita del aquí y ahora (tenerla presente)
Pilotos automáticos (practica de atención plena informal)
Sesión 3
Objetivo terapéutico
Con prácticas en pareja se facilita comprender y sentir que no son los únicos que se equivocan
o lo pasan mal en sus vidas, todos sus compañeros viven con cierta intensidad momentos y
circunstancias por lo que sufren, de manera que se dan cuentan que no solo a ellos les pasa y
por lo tanto que no están solos. Experienciar la humanidad compartida se convierte así en un
componente de alivio, motivación y aliento para mantener una actitud resiliente.
26
Objetivo General
Conectar con el amor bondadoso hacia uno mismo y los demás para mitigar la autocrítica interna
que solemos tener cuando las cosas en nuestra vida no van como desearíamos.
Objetivos específicos
o Descubrir el lado bueno de cada uno en lo más profundo, la bondad que todos
atesoramos y hacer experiencia de ella.
o Reconocer que todos sufrimos a través de la humanidad común o compartida para
darnos cuenta de que no estamos solos en medio de los desafíos y dificultades.
o Tomar consciencia de nuestra parte autocrítica, cómo funciona y cual es su mecanismo
universal de protección y supervivencia para utilizarla a nuestro favor.
o Crear experiencia compasiva para aprender a mitigar el malestar emocional que genera
la autocrítica en nuestras vidas, aprendiéndonos a motivarnos desde la compasión.
Actividades y tareas 3
DESCANSO
27
16. Lo que me llevo de esta sesión. Compartirlo
17. Escuchar canción motivada (elegida por el grupo)
Formales:
Escuchar en días alternos los audios de Bondad amorosa y un momento para mí.
Informales:
Tacto tranquilizador
Compromiso compartido
Tener presente mi conmigo de la semana
Sesión 4
Objetivo terapéutico
Llegados a la mitad del curso, tras haber entrenado y adquirido habilidades de atención plena y
autocompasión, los adolescentes están en mejor disposición de comenzar a explorar
circunstancias que les generan malestar emocional y deterioran su salud mental. Se pretende
que aprendan a estar con emociones de intensidad leve o moderada y experimentarlas con
breves prácticas para poderlas atender sin que estas les arrastren o secuestren indefinidamente.
Practicar esto en grupo y desde un acercamiento distendido facilita que el joven empiece a
permitirse reconocer y expresar lo que siente como mecanismo liberador.
28
Objetivo General
Objetivos específicos
Actividades y tareas 4
DESCANSO
29
16. Mi Conmigo de la sesión para esta semana
17. Lo que me llevo de esta sesión. Compartirlo
18. Escuchar canción motivada (elegida por el grupo)
Formales:
Escuchar en días alternos los audios de sensaciones y las 3 “S”
Informales:
Diario emociones desagradables
Tener presente mi conmigo de la semana
Sesión 5
Objetivo terapéutico
La intención y el objetivo terapéutico de esta sesión es que los jóvenes aprendan a tener unas
relaciones sanas por los beneficios demostrados que tienen en el óptimo desarrollo de la
maduración personal. Intentar que aprendan a ser empáticos y comprensivos con sus amigos,
escuchándolos y cuidándolos puede ser de ayuda para mantener una mejor actitud cuando
surgen motivos para el desencuentro o el conflicto, algo natural en el ser humano, reconociendo
que todos tenemos en alguna ocasión algún gesto, palabra o acción que puede afectar
negativamente a otros.
Se pretende enseñar a aprender a descubrir qué aspectos necesitamos cubrir en relación con
los demás para no sufrir cuando estas no sean satisfechas por mis amigos, adquiriendo la
habilidad de poderlas satisfacer por uno mismo con autocompasión. Además se intenta alentar
en la adquisición de compromisos que conlleven comportamientos de autocuidado personal y
cuidado del otro en las relaciones interpersonales con los amigos.
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Objetivo General
Objetivos específicos
Actividades y tareas 5
DESCANSO
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Tareas para casa
Formales:
Escuchar en días alternos los audios de compasión hábil y necesidades
insatisfechas
Informales:
Compromiso para cuidar de mis amigos esta semana
Tener presente mi conmigo de la semana
Recuerda traer un espejito para la próxima semana
Sesión 6
Objetivo terapéutico
La intención de la sesión se centra en que los adolescentes aprendan a encontrar valor en sus
cualidades sin necesidad de recurrir continuamente al aliento que los demás nos puedan insuflar
mediante su aprobación, muchas veces a través de las RRSS. Conectar con habilidades
compasivas favorecerá una sana estima, sin necesidad de tener que estar constantemente
pendiente de si soy bueno o malo o de si cumplo o no las expectativas que creo esperan de mi,
pues en definitiva soy esencialmente bueno o buena y hago las cosas lo mejor que se.
Enseñar a los jóvenes a reconocerse imperfectos, que todos cometemos errores y que si se algo
nos afecta tanto como para sentir que no valemos, o nos rompemos internamente podemos
darnos comprensión, cuidado y aliento para querernos y seguir adelante habiendo aprendido
algo y valorando el logro que labra nuestra resiliencia.
Objetivo General
Encontrar el valor en uno o una misma, más allá de la aprobación social, aprendiendo de este
modo a apreciar mis propias y hermosas cualidades sin la necesidad de tener que encajar en el
grupo de forma distinta a lo que soy para que me quieran.
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Objetivos específicos
Actividades y tareas 6
DESCANSO
33
Tareas para casa
Formales:
Escuchar alguno de los audios de sesiones anteriores
Informales:
Tener presente el corazón que he dibujado y puesto en mi habitación
Tener presente mi conmigo de la semana
Pegar la taza rota y escribir reflexión
Hacer test VIA para adolescentes
Sesión 7
Objetivo terapéutico
Se trata de conocer y contactar con aspectos positivos personales, que generen seguridad,
confianza y valía personal con la finalidad de ayudar a fortalecer el carácter y llevar una vida con
sentido que facilite la satisfacción con la vida, aspecto que comienza a decaer en la adolescencia,
una vez se deja atrás el periodo de la infancia.
Objetivo General
Reconocer los valores que guían y dan sentido a la vida con la intención de adquirir el
compromiso de ponerlos en práctica. Conocer mis valores y fortalezas sirve de ayuda para
orientarme en momentos difíciles o al tomar decisiones importantes.
Objetivos específicos
34
o Indagar sobre aspectos de la vida limitantes o me restan energía y los que la dan
o Conocer las fortalezas personales principales a través del cuestionario de fortalezas VIA
o Adquirir el compromiso de practicar aquello que puede venir bien al logro de mi bienestar
o felicidad.
Actividades y tareas 7
DESCANSO
Formales:
Escuchar alguno de los audios de sesiones anteriores
Informales:
Escribir mi cuento de película
Realizar dos listas: 10 deseos concretos y realistas y 10 cosas que me gusta hacer
Tener presente mi conmigo de la sesión
35
Sesión 8
Objetivo terapéutico
La intención de esta última sesión es la de facilitar experiencias positivas a los adolescentes para
que puedan incrementar el hábito de prestar atención a lo agradable y así poder entrenar la
atención hacia el sesgo positivo de sus experiencias vitales en un mayor número de ocasiones
para que puedan equilibrar la tendencia al juicio negativo, pesimista o catastrófico. También se
pretende enseñar que las circunstancias que se etiquetan como desagradables también pueden
tener un significado oculto que conlleve algún aprendizaje o algo bueno una vez ha pasado el
tiempo, por lo que puede ser de gran utilidad desarrollar esta habilidad para que ciertos
esquemas de pensamiento no les secuestren cognitiva y emocionalmente.
Se pretende entrenar una actitud resiliente para que puedan comprometerse con el logro de
aspectos mejorables en ciertas áreas de su vida, que les ayude a conectar con sus recursos y
fortalezas con actitud proactiva y responsable, frente a la victimización, derrotismo o evitación.
Favoreciendo la consecución de objetivos y metas deseados se fortalece la propia estima y valía,
junto a la sensación de que pueden contar con sus recursos o conmigos para seguir adelante,
para ir metafóricamente al fin del mundo.
Objetivo General
Entrenar el sesgo hacia lo positivo de la vida gracias al saboreo, la gratitud y el lado bueno de
las cosas, eligiendo metas o retos personales en función de lo que se necesita mejorar, hecho
que ayuda a estar con uno mismo.
Objetivos específicos
Actividades y tareas 8
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2. Cómo va la práctica semana
3. Practica: Chocolate dulce y amargo (comida consciente)
4. Charla: entrenando el lado positivo (sesgo cognitivo)
5. Práctica: el valor oculto del sufrimiento, el lado bueno
6. Práctica: Saboreando y agradeciendo a la vida y mis padres
7. Cómo rueda mi vida (toma de conciencia)
8. Mi cuento (pareja y grupo)
DESCANSO
Formales:
Escuchar alguno de los audios de sesiones anteriores
Informales:
Realizar la parte del compromiso adquirido con el reto personal
Tener presente mi conmigo de la semana
Objetivo terapéutico
La intención de esta sesión a solas con los padres de los jóvenes participantes en el curso es la
de tranquilizarlos mediante información psicoeducativa que pueda facilitar la comprensión de las
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conductas de sus hijos desde lo que la ciencia aporta al respecto. Se pretende implicar a los
adultos en un proceder que facilite la interacción con sus hijos y colaboren a que el curso pueda
ser productivo para todos, dado que todos forman parte de una misma estructura, la familia, y
todos coinciden en un mismo fin, estar bien.
Tomar consciencia de cómo fue esta etapa para los propios padres ayuda a mostrar una actitud
más comprensiva y empática que mitigue posibles momentos de tensión presentes o futuros en
la larga relación que han de mantener con ellos. También podrán tener un primer acercamiento
a prácticas mindfulness o autocompasivas que alienten tal vez a un mayor interés por ellas con
los consiguientes beneficios personales y familiares.
Objetivo General
Que los padres conozcan la realidad por la que atraviesan sus hijos para poderlos comprender
y acompañar en sus desafíos aclarando las dudas que puedan surgir mientras conocen más a
fondo la experiencia por la que van a pasar sus hijos durante dos meses.
Objetivos específicos
DESCANSO
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6. Porque lo necesito (Breve práctica autocompasión)
7. Qué van a aprender vuestros hijos en este curso
8. Acompañar, ser ejemplo y dar aliento (los padres que ellos quieren)
9. Háblame de tu hijo (completar datos biográficos de interés para el profesional)
10. Allanando el camino del curso (orientaciones y pautas)
11. El camino de Santiago a Fisterra (información)
12. Mi conmigo de la sesión durante el curso (afirmación y compromiso enmarcado)
13. Lo que me llevo de esta sesión. Compartirlo
14. Escuchar canción motivada (elegida por el grupo)
Con la finalidad de conocer el impacto del programa propuesto en formato de curso grupal en el
bienestar y la salud mental de los adolescentes de 12 a 18 años que realicen esta actividad a lo
largo de 8 semanas, se pretende evaluar los posibles beneficios a través de varias escalas
adaptadas a esta población estudiada en diferentes momentos de la intervención como son,
antes del inicio del curso, a las cuatro semanas del inicio, al finalizar y a los tres meses de la
mencionada finalización. La elección de los cuestionarios se ha realizado tras un estudio de las
pruebas existentes para la medida de los aspectos elegidos en base a su demostrada y validada
fiabilidad estadística, a la vez de elegir formatos cortos o abreviados de las mismas que faciliten
al adolescente su realización, evitando el cansancio que pueda suponerle la realización de la
prueba.
Para facilitar su realización a los participantes y la recogida de datos para su posterior análisis
mediante el programa SPSS se creará un cuestionario digital a través de Google forms que
pueda ser contestado en los diferentes momentos por los adolescentes a través de sus
dispositivos móviles o digitales. Esta encuesta está compuesta por lo ítems de cinco escalas en
un único módulo, consideradas idóneas para los fines de la evaluación. Las cinco escalas
descritos a continuación facilitarán datos que puedan consolidar los beneficios del curso conmigo
al fin del mundo, esperando que el entrenamiento en mindfulness, compasión y fortalezas
personales, medido a través de los respectivas escalas de mindfulness y compasión, tenga un
influjo significativamente positivo en el bienestar y salud mental de los adolescentes, aspecto que
será medido a través de las escalas de satisfacción con la vida, autoestima, ansiedad, depresión
y estrés.
No se recoge en este apartado, que durante la realización del curso, los adolescentes realizarán
el inventario de fortalezas para adolescentes VIA, (Peterson y Seligman, 2004) quienes
desarrollaron un instrumento de medida para identificar las 24 fortalezas personales en niños y
adolescentes entre 10 y 17 años, el VIA-Youth (Values in Action Inventory Strengths for Youth),
39
pues no se realizará con la intención de que sirva como medida para evaluar el programa, sino
para autoconocimiento de los participantes y herramienta de trabajo y profundización en la
mejora de ciertas cualidades y valores personales, los cuales se tendrán presentes en el
desarrollo de la séptima sesión del curso, dedicada a este aspecto, el de las fortalezas
personales y los valores.
BIENESTAR
La Escala de Satisfacción con la Vida SWLS (Diener, Emmons, Larsen & Griffin, 1985) donde
se entienden el concepto de satisfacción vital como la valoración sobre la propia vida que una
persona realiza a través de un proceso de comparación con un criterio establecido en forma
subjetiva (Diener et al., 2012). La escala fue adaptada en el contexto español (Garrido-Muñoz
De Arenillas, M.R. et al., 2010) y mide la evaluación cognitiva o juicio de la vida en general, consta
de cinco ítems. Cada ítem se responde en una escala tipo Likert de siete puntos que va desde 1
= muy en desacuerdo hasta 7 = muy de acuerdo. Incluye ítems como "Estoy satisfecho con mi
vida" y "En la mayoría de los aspectos, mi vida se acerca a mi ideal". Los ítems se suman para
formar una puntuación general de satisfacción con la vida. Se ha demostrado que esta escala
tiene propiedades psicométricas adecuadas (α = 0,87), lo que también ocurrió en este estudio (α
= 0,88).
MINDFULNESS
La escala Child and Adolescent Mindfulness Measure CAMM (Greco et al., 2011) consta de
10 ítems y una escala Likert de 5 puntos que va de 0 (nunca verdadero) a 4 (siempre verdadero),
que se utilizan para evaluar las habilidades de mindfulness, entendido tal y como lo proponen los
autores como la atención al momento presente que se caracteriza por una actitud de aceptación
de las experiencias internas (sentimientos y pensamientos) y externas sin emitir juicios respecto
a ellas.
La escala original de Greco tiene una adecuada consistencia interna (α de Cronbach = 0,81) y
validez de constructo y se ha utilizado en niños y adolescentes con edades comprendidas entre
40
los 9 y los 18 años. La versión original en inglés del CAMM fue traducida al español por dos
psicólogos e investigadores españoles y dos chilenos que dominan el inglés y que además son
instructores de mindfulness. Se discutieron las discrepancias con el instrumento original y se
adaptaron las versiones en español hasta que fueron equivalentes al CAMM original de 10 ítems.
COMPASIÓN
La Escala de Autocompasión SCS (Raes et al., 2011) es una escala diseñada para medir la
autocompasión a través de seis subdimensiones agrupadas en tres facetas: amabilidad frente a
autojuicio, humanidad común frente a aislamiento y atención plena frente a sobreidentificación.
Consta de 12 ítems con 5 respuestas posibles que van de 1 (casi nunca) a 5 (casi siempre). La
escala también ha demostrado tener una adecuada validez y fiabilidad en adolescentes (Bluth et
al., 2016). En el programa del curso conmigo al fin del mundo se utilizará la versión validada en
español de la Escala de Autocompasión - Forma Corta (SCS-SF) (García-Campayo et al., 2014)
donde el α de Cronbach fue de 0,59 para la muestra española.
AUTOESTIMA
41
pasa a considerarse ‘elevada’. Establece, por tanto, tres categorías de la variable autoestima:
‘baja’, ‘media’ y ‘elevada’.
3.5 . Discusión
Una intervención de estas características es necesaria debido a que la salud mental de los
adolescentes se ha visto afectada en los últimos años, más concretamente a raíz del Covid-19,
circunstancia que cambió la forma de relacionarse de los jóvenes y de ocupar su tiempo libre. En
la actualidad los índices de ansiedad o depresión en la población adolescente se han
incrementado hasta el punto de considerarse la salud mental de estos como un asunto urgente
en el que medidas de carácter preventivo dirigida a población clínicamente sana pueden ser bien
recibidas. Para hacerlo más universal se ha diseñado un programa grupal que sea atractivo para
los adolescentes por el hecho de realizarse junto a otros compañeros ya que al sentirse con los
suyos, con la tribu a la que pertenecen, será más fácil conseguir los objetivos terapéuticos de
cada sesión.
Los resultados que se esperan encontrar son esperanzadores, dado que intervenciones similares
así lo muestran, por ello se pretenden utilizar instrumentos de evaluación en diferentes momentos
del programa con la finalidad de medir los beneficios específicos que puede aportar el
entrenamiento de habilidades tales como la atención plena, la autocompasión y el desarrollo de
las fortalezas y valores personales. Se espera que los participantes aumenten su atención y
concentración a la vez que disminuya su nivel de reactividad conductual. También se espera que
disminuya su nivel de sobreidentificación cognitiva y autocrítica interna con el cultivo de las
habilidades propuestas. Esperamos que los índices de ansiedad, depresión, autoestima y
satisfacción vital mejores, al igual que sus niveles de atención plena y autocompasión, todo ello
se medirá con las pruebas psicométricas propuestas.
Por este motivo, se considera una línea de investigación futura importante el continuar replicando
el presente programa, con la intención de tener datos que avalen la bondad de la presente
intervención. En particular la primera experiencia y los primeros resultados se obtendrán durante
la primera parte de 2023, momento en el que se analizarán los datos de cuatro grupo de
adolescentes que hayan concluido el programa, estimándose una muestra inicial de 60
adolescentes. Obtener datos significativos consolidará la necesidad de realizar este tipo de
42
intervenciones a la vez que se pueden considerar aspectos de mejora propuestos por los propios
participantes al final del programa.
Las limitaciones con las que podemos encontrarnos pueden estar relacionadas con el carácter
novedoso de la experiencia, donde no contamos con datos que sustenten en la práctica la
presente propuesta interventiva, de ahí la importancia de la evaluación de los resultados.
Podemos encontrarnos con la reticencia de los propios jóvenes a participar en una intervención
de estas características, aunque los padres muestren interés en que participen, o que la mayoría
de la muestra esté representada por población femenina. Por todo lo anterior es importante una
adecuada información sobre lo que pretende el curso y en qué consiste, todo ello en un lenguaje
acorde a la población destinataria, sugestivo y alejado de estereotipos o creencias erróneas con
respecto a este tipo de intervenciones.
Otra limitación podemos encontrarla en las características clínicas de los jóvenes que participen,
pues aunque la intervención está destinada a población clínicamente sana, sin diagnósticos que
desaconsejen su participación en una intervención grupal de carácter preventivo, no podemos
controlar por completo que algunos participantes puedan sesgar la muestra y por lo tanto el
desarrollo grupal, algo que se intentará controlar aconsejando y derivando a a estos participantes
a una intervención individual de carácter terapéutico.
3.6 . Conclusiones
Se hace necesario poner en marcha y llevar a la práctica este tipo de programas para dotar de
herramientas a los jóvenes que le permitan lidiar con los desafíos de su día a día. La inclusión
de los padres en una intervención como esta puede facilitar que primeramente ellos se sientan
con otros recursos y también ayude a no interferir en el progreso que puedan obtener sus hijos
con la realización del curso conmigo al fin del mundo.
Evaluar los resultados gracias a los instrumentos de evaluación utilizados dotará de fiabilidad y
credibilidad a intervenciones futuras en esta línea que puedan universalizarse e incluso
insertarse en ámbitos educativos, siempre que estos programas estén instruidos y dirigidos por
profesionales con experiencia en el campo adolescente y los oportunos conocimientos dado el
alto contenido psicológico y emocional abordado a lo largo de la mayor parte de las sesiones.
Se espera encontrar resultados alentadores que muestren los beneficios perseguidos con la
intención de poder realizar futuras réplicas e intervenciones mejoradas, pues nos encontramos
en un momento y ante una población que lo necesita
43
Referencias
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Community in Turkish Adolescents. Soc Indic Res 123, 29–38.
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Blanca, M.J., Ferragut, M., Ortiz-Tallo, M., & Bendayan, R. (2017). Satisfacción con la vida y
fortalezas de carácter en la adolescencia temprana española. Revista de estudios sobre
la felicidad , 19 (5), 1247–1260. https://doi.org/10.1007/s10902-017-9865-y.
Bluth, K., Campo, R. A., Pruteanu-Malinici, S., Reams, A., Mullarkey, M., & Broderick, P. C.
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Bluth, K., & Blanton, P. W. (2015). The influence of self-compassion on emotional wellbeing
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Psychology, 10(3), 219–230. https://doi.org/10.1080/17439760.2014.936967
44
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