Introducción A Dones Del Espíritu Santo
Introducción A Dones Del Espíritu Santo
Introducción A Dones Del Espíritu Santo
Dones espirituales es una palabra que viene del griego JARISMATA, a la vez derivada de
otra palabra que es JARIZESTHAI, y significa mostrar favor o dar libremente. JARIS significa
gracia. A la luz de lo que la Palabra de Dios dice y de este significado en el original,
podemos decir que un don espiritual es la habilidad sobrenatural dada por Cristo al
creyente por medio del Espíritu Santo, en el momento de su salvación o después, para el
servicio del cuerpo de Cristo.
El ejercicio de todo don espiritual debe tener como meta que todo el cuerpo de Cristo sea
edificado. Así nos enseña 1 de Corintios 12:7, “Pero a cada uno se le da la manifestación
del Espíritu para el bien común”. Ningún don es dado o debe ser ejercido de manera
egoísta, para la edificación de esa sola persona que tiene el don.
es un don carismático del Espíritu Santo, don gratuito de Dios, que da gracia al hombre, lo
inspira a saber cómo debe ser su comportamiento en cada situación, cada vez que tiene
que resolver un hecho o un problema. Inspira al hombre como actuar y hablar
inteligentemente en situaciones concretas de su vida o de su comunidad, llevándolo a
decidir correctamente y de acuerdo con la voluntad de Dios en el día a día, en el
matrimonio, en el trabajo, en la educación de los hijos, en las relaciones con los hermanos
y en su vida cristiana.
Es una orientación de Dios sobre cómo vivir cristianamente (Lucas 18: 18-30). También
nos lleva a enseñar o explicar verdades religiosas. Por lo tanto, la Palabra de Sabiduría es
una palabra, actitud o acción que hace que los acontecimientos procedan de acuerdo con
la voluntad de Dios, o que las personas se den cuenta de la verdad que antes no conocían.
EJEMPLOS:
– Mt 22: 15-22 – “Dale al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Jesús estaba
en una posición incómoda, ya que si decía que pagasen el impuesto al César sería
considerado como un traidor a los judíos, si decía que no pagasen, sería considerado como
un insuflador del pueblo contra los romanos. Sería arrestado en ambos casos. El poder del
Espíritu Santo, a través de la Palabra de Sabiduría, liberó a Jesús de la prisión y calló la
boca del pueblo.
– Jn 8,1-11 – La mujer adúltera. La ley protegía a los que lapidaron y condenaron a muerte
a la mujer, Jesús por la Palabra de Sabiduría: “Quien de ustedes estuviera sin pecado, sea
el primero en arrojarle una piedra”. Sintiéndose acusados por la propia conciencia, los
acusadores se retiraron uno por uno.