Iluminaciónunificado

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Radiación: Forma de energía que se transmite en un medio determinado.

Luz: Forma particular de energía. Fenómeno físico por el cual podemos


ponernos en contacto con el medio que nos rodea mediante sensaciones luminosas.
Cuerpo Luminoso: Cuerpo capaz de emitir luz propia.
Cuerpo iluminado: Es aquel que recibe luz de otro origen, haciéndose visible al
reflejarla.
Cuerpo transparente: Es el que permite el paso de la radiación luminosa a través
de su masa.
Cuerpo Opaco: Es el que no permite el paso de la luz a través de su masa. La
energía luminosa que es absorbida se transforma en calor.
Propagación rectilínea: Forma de propagación de la Luz en un medio homogéneo.
Lámpara: Fuente de luz artificial, que genera radiación luminosa mediante
alimentación eléctrica, electroquímica ó química.
Luminaria: Artefacto que distribuye, filtra o transforma el flujo luminoso proveniente
de una lámpara, e incluye los elementos mecánicos de protección contra riesgos.
Fuente Luminosa Puntual: Aquella cuyas dimensiones geométricas son
despreciables respecto de la distancia al observador
Espejismo: Ilusión óptica producida por el fenómeno de la reflexión, especialmente
cuando ella es total.
Color Simple: Cada uno de los colores resultantes del espectro de luz blanca.
Longitud de Onda: Proyección de la distancia recorrida por una unidad de
energía luminosa desde un punto del reposo hasta el siguiente, en que dicha unidad
de energía pasa por él con la misma dirección y sentido.
Luz Monocromática: Aquella definida por una y sólo una longitud de onda.
Espectro de Emisión: Rango de longitudes de onda emitido por una fuente
luminosa.

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LASER: Iniciales, en Inglés, del término "Amplificación de Luz por Emisión
Estimulada por Radiación" (Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation)
Fibra Óptica: Hebra muy fina de vidrio especial , con diámetro similar a un
cabello, que permite el transporte de luz mediante reflexiones en su seno.
Iluminación de Emergencia: Sistema de Iluminación previsto para ser utilizado
cuando falla el alumbrado normal.
Alumbrado de Seguridad: División del alumbrado de emergencia previsto para
asegurar la conclusión de las tareas en puestos de trabajo con riesgos potenciales.
Color de Seguridad: Cada uno de los colores normalizados para ser utilizados
en señalización de Seguridad y expresados en la Normativa específica.
Señalización: Conjunto de procedimientos y metodologías visuales del tipo informativo,
destinados a identificar situaciones de riesgo o alertar sobre las mismas.

2
 Conocer los aspectos generales de la radiación luminosa y sus efectos sobre
el medio físico y humano. Adquirir el conocimiento de los desarrollos históricos
que llevaron a la situación técnica de la actualidad luminotécnica.

§ 1. — Sensación luminosa. - Fuentes de luz.— El sentido de la vista nos pone en


comunicación con el medio exterior proporcionándonos sensaciones de forma, color,
distancia, de los objetos que nos rodean, por la acción que ejercen en nuestros ojos
ciertas radiaciones, cuya naturaleza analizaremos más adelante y, que los cuerpos
emiten o reflejan.
El primer concepto a que nos conduce nuestra intuición es que se trata de algo que,
saliendo de nuestros órganos visuales, se posa sobre los objetos como la mano se
apoya sobre ellos para trasmitirnos las sensaciones táctiles. Así eran las primitivas
explicaciones.
Sin embargo, una observación más detenida prueba que el camino es inverso. Lo
demuestra el hecho de que no vemos en la oscuridad aunque tengamos los ojos
abiertos.
Existen cuerpos, que llamamos fuentes luminosas, que producen o emiten radiaciones
capaces de impresionar nuestro sentido de la vista. El sol es nuestra más importante
fuente de luz.
Otros cuerpos, no siendo fuentes luminosas, reflejan la luz que reciben de ellas, la
que, de ese modo, llega a nuestros ojos en forma indirecta. Se dice que están
iluminados.
Oscuridad significa, falta, de luz, ausencia de impresión luminosa.

Fuente puntual es aquella cuyas dimensiones son muy pequeñas, prácticamente


nulas, respecto a la distancia que las separa de los objetos iluminados. Así, por
ejemplo, una estrella, es una fuente puntual para un observador terrestre. En los

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laboratorios disponemos, como fuentes puntuales, de lámparas o fuentes en que la
luz es producida por un cuerpo incandescente de muy pequeñas dimensiones.
El color es una característica de nuestra impresión luminosa, cuyo origen aclararemos
oportunamente. Toda vez que no hagamos alusión a él entenderemos que tratamos
de luz blanca.
Además de las fuentes luminosas naturales (sol, estrellas) utilizaremos corrientemente
fuentes artificiales como bujías, lámparas eléctricas y de otros tipos.
Nos auxiliaremos también con cuerpos opacos, a través de los cuales no se percibe
ninguna impresión luminosa; cuerpos transparentes que interpuestos entre el ojo y
los objetos permiten percibir sin modificación sensible las sensaciones luminosas y
cuerpos semitransparentes o traslúcidos, que son aquellos. a través de los cuales
se aprecia la existencia de luz, pero no alcanza a distinguirse la forma de los objetos.
§ 2. — Propagación rectilíneo de la luz.— Si nos colocamos en el interior de una
habitación perfectamente cerrada, de paredes completamente opacas en toda su
extensión, carecemos de toda sensación luminosa.
Si abrimos un pequeño orificio en una de las paredes, habiendo luz en el exterior, el
polvillo que flota en el ambiente, o mejor aún el humo de un cigarrillo, nos permitirán
verificar la trayectoria que siguen las radiaciones luminosas.
Se observa que si el orificio no es excesivamente pequeño y mientras no encuentre la
superficie de un cuerpo de distinta naturaleza, Ia luz se propaga en línea recta si el
medio es homogéneo.
Las radiaciones que han pasado por un pequeño orificio, si la fuente está muy alejada,
constituyen lo que llamaremos un rayo luminoso.

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Fig. 1. Haces de rayos
Un conjunto de rayos que pasa por un punto, constituye un haz de rayos. En la figura
1 se han representado tres haces. de rayos: convergente, divergente y paralelo. Una
comprobación de que la propagación de la luz es rectilínea, la tenemos en el hecho
de que todo cuerpo iluminado por una fuente puntual, proyecta una sombra que, sobre
una pantalla normal a la dirección media de los rayos, es una figura semejante a la
que forma el contorno .del cuerpo. Una esfera proyectará una sombra circular, un
cono, en determinadas condiciones, proyectará una sombra triangular (fig. 2).
Los rayos luminosos tangentes a la superficie del cuerpo iluminado delimitan una zona
del espacio a la cual no llega ningún rayo, llamada cono de sombra. Esos rayos
forman una superficie cónica de vértice en la fuente luminosa.

Fig. 2.— Sombras producidas por una fuente puntual.


Si la fuente es extensa (fig. 3), quedan determinadas, detrás del cuerpo, tres zonas;
una de ellas es la zona de sombra a la cual no llegan rayos provenientes de ningún
punto de la fuente; otra es la zona de luz, a la que llegan rayos de todos los puntos
de la fuente y la tercera es la zona de penumbra, a la que sólo llegan rayos luminosos
de una parte de la fuente pues los del resto son detenidos por el cuerpo opaco. Estas
tres zonas aparecen bien señaladas sobre una pantalla colocada como indica la figura.
(Las tangentes interiores y exteriores delimitan las tres zonas).

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Fig. 3.— Sombra y penumbra producidas por una fuente luminosa extensa.

Es necesario destacar que la propagación rectilíneo de la luz se cumple siempre que


los objetos interpuestos o las ranuras por donde se la hace pasar no sean
excesivamente pequeños; pues entonces se producen fenómenos llamados de
difracción, para los cuales, es necesario abandonar la hipótesis de la propagación
rectilínea.

§ 3. — Cámara oscura.— Una aplicación interesante de la propagación rectilínea de


la luz la constituye la cámara oscura, en la que se forman imágenes de los objetos,
dadas por los rayos luminosos que penetran en la cámara por un pequeño orificio.
Consiste en una caja cerrada (fig. 4) con una abertura muy pequeña en una de sus
caras, por donde penetran los rayos luminosos que forman la imagen en la cara
opuesta. Cada punto del objeto envía un rayo que pasa por la abertura e ilumina en
un punto las pared de la cámara en que se forma la imagen. En la figura puede verse
cómo la imagen resulta invertida.

Fig. 4. Imagen en la cámara oscura.

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Este efecto se observa corrientemente al pie de los árboles frondosos, en que, a
través de las pequeñas aberturas del follaje, pasan los rayos solares y forman en el
suelo la imagen del astro. Por eso se ven manchas luminosas circulares, todas del
mismo tamaño.
Ensáyese la experiencia dejando pasar luz solar por el espacio que queda entre tres
tarjetas cruzadas. Cuando el orificio sea pequeño, aunque de forma triangular, se verá
en la sombra una mancha luminosa circular.

§ 4. — Optica geométrica y óptica física.— El conjunto de los fenómenos que


constituyen el objeto de la óptica puede separarse en dos grupos: por una parte
aquellos fenómenos en que sólo interesa la radiación luminosa como rayo rectilíneo
en cada medio homogéneo, sin intervención de hipótesis sobre su naturaleza. modo
de propagación u origen. Es la óptica geométrica.
La otra parte está constituida por el estudio de aquellos fenómenos que se refieren a
las características de la fuente o a la velocidad y naturaleza de la radiación luminosa.
Es la óptica física.
Estas designaciones responden muy bien a lo que quieren significar: veremos que la
primera, una vez establecidas las leyes fundamentales, consiste en un estudio
puramente geométrico de la mancha de los rayos. La óptica física, en cambio, estudia
los fenómenos desde un punto de vista más físico, es decir, más vinculado a la
naturaleza de los mismos.
De la óptica geométrica trataremos: reflexión y refracción de la luz, espejos, prismas,
lentes, e instrumentos ópticos.
De la óptica física trataremos la fotometría, velocidad de la luz, descomposición de la
luz en el prisma, espectros, naturaleza de la luz, interferencias y polarización.

§ 5. — Leyes fundamentales de la óptica geométrica.— La óptica geométrica se


desarrolla íntegramente admitiendo cuatro leyes fundamentales:
1º) Propagación rectilínea de la luz.
2º) Independencia recíproca de las diversas partes de un haz luminoso.
3º) Ley de la reflexión.
4º) Ley de la refracción.
La primera ley ha sido aclarada en el § 2.

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La segunda significa que, dado un haz de rayos luminosos, si con una pantalla
interceptamos una parte, los rayos restantes no modifican su trayectoria ni
experimentan la más mínima perturbación (fig. 5).

Fig. 5. Interceptando con una pantalla una parte de un haz luminoso, los rayos
restantes no sufren modificaciones.

Esta ley, como la anterior, es válida en general, salvo en el caso ya citado, de que el
objeto interpuesto o la abertura que subsiste para el pasaje de la luz no sean
excesivamente pequeños.
La tercera y la cuarta ley se aplican al caso en que el rayo luminoso llegue a la
superficie de separación de dos medios homogéneos. Entonces, este rayo llamado
rayo incidente, se divide en otros dos: uno vuelve al primer medio, el otro se propaga
en el segundo si es transparente. En la fig. 6, el rayo incidente SI, al llegar al punto I
de la superficie AB de separación de dos medios, se divide en los rayos IS' que vuelve
al primer medio y el IS'' que penetra en el segundo.

Fig. 6 - Reflexión y refracción de la luz.

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La ley de la reflexión nos dice que el rayo que vuelve al primer medio (reflejado) se
mantiene en el plano determinado por el rayo incidente y la normal a la superficie de
separación, en el punto de incidencia y, además, forma con dicha normal un ángulo
de reflexión i, igual al de incidencia i.
La ley de la refracción expresa que el rayo que pasa al 2º medio, o rayo refractado, se
mantiene en el mismo plano de incidencia y forma con la normal un ángulo r que
cumple la condición
sen i
n [1]
sen r

Siendo n una constante para cada par de medios colocados a uno y otro lado de la
superficie de separación.
De acuerdo con estas leyes, cuando el rayo incide en dirección de la normal NI, siendo
nulo el ángulo de incidencia i, resultan también nulos el de reflexión i' y el refracción r.
Es decir, el rayo refractado coincide con la prolongación del incidente y el reflejado
vuelve sobre el mismo camino en sentido contrario.

§ 6. — Reversibilidad de los caminos de la luz.— Establecidas las leyes de la


reflexión y de la refracción, se comprende que, si al rayo incidente SI (fig. 6)
corresponde un rayo reflejado IS', a un rayo incidente S'I que siguiera el camino
inverso, correspondería el reflejado IS también siguiendo el camino inverso al
incidente. lo mismo, se comprueba que, si un rayo incide siguiendo el camino del rayo
refractado, pero en sentido contrario S''I, el correspondiente rayo refractado seguirá
en sentido inverso el camino del rayo incidente (IS).

Fig 7. Reversibilidad del camino luminoso.

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Como consecuencia podemos enunciar el principio de la reversibilidad de los caminos
ópticos de la siguiente manera: si un rayo luminoso pasa por un punto A en una
dirección a (fig. 7) y después de una serie de reflexiones y refracciones pasa por otro
punto B en la dirección b; otro rayo que pase por B en la dirección b, pero en sentido
contrario, recorrerá el mismo camino en sentido contrario pasando por el punto A en
la dirección a y en sentido contrario al anterior. Esta ley se aplica constantemente en
la óptica geométrica.

§ 7. — Velocidad de propagación de la luz.— Estudiaremos el problema de


averiguar la velocidad de propagación de las radiaciones luminosas. Descartes afirmó
que la propagación era instantánea y eso se creyó durante mucho tiempo. Es que la
velocidad de la luz es tan grande que debe recurrirse a métodos especiales para
ponerla de manifiesto, Galileo intentó experiencias que lo llevaron a decidir que si la
propagación no era instantánea, por lo menos su velocidad era extraordinariamente
grande.
Estudiaremos especialmente los tres métodos más importantes para esta
determinación: el de Roemer, basado en observaciones astronómicas; el de Fizeau,
realizable sobre la tierra, pero en distancias relativamente grandes, del orden de los
10 Km., y el de Foucault, que puede calificarse como método de laboratorio, en que
se mide en distancias del orden de los 4 metros. Además, explicaremos el método
astronómico de Bradley, basado en el fenómeno de aberración de la luz.

§ 8. — Método de Roemer.— En 1675, Olaf Roemer, analizando las tablas


astronómicas que señalan el momento en que se observan los eclipses de uno de los
satélites de Júpiter, advierte que se produce un atraso cuando la Tierra se aleja de
Júpiter y recíprocamente. De esa observación concluye que la velocidad de la luz ha
de estar vinculada a esa fenómeno.
Sabemos que Júpiter es un planeta cuya distancia al Sol es 5,2 veces la distancia
Tierra-Sol y cuyo período de revolución es de 11,86 años.

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Fig 8. - Velocidad de la luz. Método de Roemer.

Sean (fig. 8), S el Sol, TAT', la órbita terrestre, JJ' un trozo de la órbita de Júpiter y l
un satélite de esta planeta, que gira alrededor de él como la Luna alrededor de la
Tierra. Como el movimiento del satélite es sensiblemente uniforme, las ocultaciones
detrás del planeta, vistas desde la Tierra, deben producirse a intervalos regulares de
tiempo.
Sin embargo, medido este intervalo cuando la Tierra y Júpiter se encuentran en
oposición, es decir, cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y Júpiter (posiciones S,
T. y J en la figura) y calculado luego a qué horas deberán producirse las ocultaciones
cuando estén en conjunción (el Sol entre la Tierra y Júpiter o sea T'SJ' en la figura) se
comprobará que estas horas no concuerdan con las que se obtienen en la
observación. Roemer constató un atraso de 996 segundos.
La explicación surge inmediatamente: los rayos luminosos, que son los que nos
comunican la ocultación, deben recorrer, en la segunda posición, un camino igual al
de la primera, más el diámetro de la órbita terrestre.
Dividiendo el diámetro de la órbita por el atraso observado se obtiene la velocidad de
la luz.

v = diám. órbita terrestre = 2,99 X 108 Km. = 300 000 Km.


atraso observado 996 seg. seg.
Observaciones posteriores dan para el atraso el valor 1002

seg. con el cual resulta v = 298300 Km.


seg.

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§ 8 a).—Detalles del cálculo de v.— Júpiter principales designados en las tablas
astronómicas con los números I, II, III y IV. y cuyos respectivos nombres son : Io,
Europa, Ganimedes y Calixto. Sus distancias al centro de Júpiter (expresadas
tomando como unidad el radio ecuatorial del planeta) y los períodos de sus
revoluciones siderales y sinódicas (1), figuran en la tabla I.

Satélite Distancia Revolución sideral Revolución sinódica


1 día 18 h, 27 m, 33 s, 1 día 18 h, 28 m, 35 s,
I-Io 5,906
5 9
II-Europa 9,397 3 ds. 3 h, 13 m, 42 s 3 ds, 3 h, 17 m, 53 s, 7
III-Ganimedes 14,989 7 ds, 3 h, 42 m, 33 s, 4 7 ds, 3 h, 29 m, 35 s, 9
16 ds, 16.h, 32 m, 11 s,
IV-Calixto 26,324 16 ds, 18 h, 5 m, 6 s, 9
2

Refiriéndonos al primero de los satélites y tomando en horas el tiempo de su


revolución sinódica, podemos establecer que debe desaparecer en el cono de sombra
de Júpiter cada 42,466 horas (42 h, 28 m, 35 s, 9).
Supongamos, para fijar ideas, que el 1º de enero a cero horas, estando en oposición
Júpiter y el Sol, el satélite Io se sumerge en el cono de sombra iniciando su eclipse
(posición S. T, J de la figura 8).
Como el tiempo que media entre una conjunción y una oposición sucesivas de Júpiter
es de 199,44 días solares medios, podemos decir que la próxima conjunción tendrá
lugar el 19 de julio a las 10 h, 33 m, 6 (0.44 día = 10,56 horas), quedando los astros
en las posiciones S, T' J' de la figura 8.
Pero en este intervalo debe producirse el número de eclipses dado por el cociente:
n= 199,44 días = 4786,56 horas = 112 + 30,37
42,466 horas 42,466 horas 42,466

(1) Revolución sinódica: tiempo necesario para que el Sol, el planeta y su satélite vuelvan a estar en
la misma posición relativa. Los comienzos de los eclipses se suceden con este período.

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Reflexión es el retorno de la radiación que incide en una superficie sin que se produzcan
cambios de frecuencia en ninguno de los componentes monocromáticos que la integran.
Cuando se refleja la luz que incide en una superficie, parte de aquella se pierde por absorción.
La relación entre el flujo reflejado y el incidente se llama reflectancia de la superficie (antes,
factor de reflexión).
Si un haz de luz choca perpendicularmente con una lámina de vidrio, sus superficies anterior
y posterior reflejarán un 4 % de la luz que incide en ellas. La proporción de luz reflejada
aumenta con el ángulo de incidencia.
La reflexión puede ser especular, difusa o mixta.

22.1.1 Reflexión especular


Una superficie pulida refleja especularmente, es decir, el ángulo entre el rayo reflejado y la
normal a la superficie de reflexión es igual al ángulo entre el rayo incidente y la normal (fig.
22-1 a). El conjunto de rayos reflejados forma una imagen del objeto reflejado en la superficie.
Las superficies capaces de reflejar especularmente se emplean en luminotecnia como
espejos, incorporándose en algunos tipos de luminarias. Entre los materiales utilizados para
este fin se encuentran: aluminio anodizado, láminas de cromo, oro, plata y vidrios o plásticos
aluminizados o plateados.

22.1.2 Reflexión difusa


Si una superficie es rugosa o está compuesta de partículas minúsculas reflectantes (por
ejemplo una superficie cristalina) la reflexión es difusa. Las partículas actúan como reflector
especular, pero como la superficie de cada una de ellas está orientada según planos
diferentes aparece luz reflejada con diferentes ángulos (fig. 22-1 b).

Fig. 22-1. Diferentes tipos de reflexión: a) especular, b) difusa, c) compuesta (principalmente difusa), d)
Compuesta (principalmente especular).

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El papel blanco mate, los techos de yeso o escayola y la nieve son ejemplos de superficies
que producen una superficie totalmente difusa. La pintura blanca mate se emplea en
reflectores donde se requiere un ángulo de distribución de luz muy amplio.

22.1.3 Reflexión mixta


Muchos materiales actúan como reflectores compuestos, es decir, su reflexión no es
especular ni difusa, sino una combinación de ambas. Por ejemplo, un reflector difuso cubierto
con una delgada capa de barniz transparente actuará como reflector casi difuso con ángulos
pequeños de incidencia y como reflector más bien especular con ángulos grandes (fig. 22-1,
c y d).

22.1.4 Reflexión total


La reflexión total o reflexión interna total, como también se le llama a veces, es una forma de
reflexión especular que aparece en materiales transparentes (tales como vidrio, plásticos y
agua), en las superficies donde la luz normalmente debería salir de¡ medio. La reflexión total
tiene lugar cuando el ángulo de incidencia excede de un cierto valor crítico. En este caso los
rayos incidentes se reflejan totalmente (fig. 22-2).

22.2 Transmisión
Se denomina transmisión al paso de los rayos de luz a través de un medio sin que se produzca
ninguna alteración de la frecuencia de sus componentes monocromáticas. Este fenómeno es
característico de ciertos tipos de vidrio, cristal, agua y otros líquidos.
Cuando pasa la luz a través de¡ material se pierde una pequeña proporción de ella por
absorción. La relación entre el flujo transmitido y el incidente se llama transmitancia o factor
de transmisión de¡ material.

22.3 Refracción
Cuando un rayo de luz sale de un medio y entra en otro puede cambiar su dirección. Este
cambio se debe a una variación de la velocidad de la luz. La velocidad disminuye si el nuevo
medio es más denso que el anterior y aumenta cuando lo es menos. Este cambio de velocidad
va siempre acompañado de una desviación de¡ rayo luminoso que se conoce como refracción
(fig. 22-3).

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Fig. 22-2. Reflexión interna total que muestra un rayo incidente según el ángulo crítico ic y un rayo
totalmente reflejado (línea de trazos).

Fig. 22-3. Refracción en los límites de separación entre dos medios.

La ley de la refracción se expresa por:


n1, sen a1 = n2 sen a2
donde: n1 = índice de refracción del primer medio,
n2 = índice de refracción del segundo medio,
al = ángulo de incidencia,
a2 = ángulo de refracción.
Cuando el primer medio es el aire n1= 1 y la fórmula se transforma en:
sen a1 = n2 sen a2
La descomposición de la luz blanca en sus colores componentes al pasar a través de un
prisma que la refracta (fig. 22-4) se llama dispersión. Para dirigir los rayos luminosos hacia
direcciones particulares exactamente calculadas se emplean mucho los prismas de refracción,
las lentes y otros materiales refractantes.

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Fig. 22-4. Dispersión a través de un prisma de refracción.

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160.- Radiación - Luminescencia - Cuerpo negro.- Hemos visto, al estudiar
espectroscopia, que el espectro continuo es característico de los sólidos
incandescentes. Veremos la necesidad de ampliar el concepto de sólido
incandescente, si tenemos en cuenta que las radiaciones emitidas exceden los limites
del espectro visible hacia ambos extremos: infrarrojo y ultravioleta. En efecto: las
radiaciones luminosas visibles constituyen una pequeña parte del conjunto de las
radiaciones de igual naturaleza, que llamamos ondas electromagnéticas, y que
reciben distinta designación según su longitud de onda.
Así: las ondas hertzianas, utilizadas en radiotelegrafía y radiotelefonía, tienen
longitudes de onda que varían desde algunos miles de metros hasta centímetros (2),
los rayos infrarrojos, desde algunos milímetros hasta 0.8 micrón, el espectro visible
desde 0.8 micrón en el rojo hasta 0.4. micrón en el violeta, aproximadamente; Ios
rayos ultravioleta de longitud de onda menor que 0.4 u los rayos X, en que la longitud
de onda es del orden de magnitud del Angstrom (10- u) y los rayos gamma de longitud
de onda del orden de Angstrom (fig. 263).

Fig. 263.- Clasificación de las radiaciones según su longitud de onda.

Como abscisas se han tomado los logaritmos de X en centímetros.


Como se ve, la zona visible ocupa sólo una octava de la gama total de radiaciones,
pues el número de vibraciones que corresponde al violeta es doble del que
corresponde al rojo. Si observamos el espectro luminoso emitido por un sólido
incandescente vemos todos los colores, del rojo al violeta, pero si los fotografiamos,
observaremos algunas radiaciones ultravioleta que impresionan la placa fotográfica.
Si en cambio lo estudiamos con un bolómetro (aparato sensible al calor) notaremos
que hacia el extremo rojo, en el infrarrojo, existen también radiaciones.

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Se comprueba que, a cualquier temperatura, aunque el sólido no emita radiaciones
visibles, es decir, antes de alcanzar lo que corrientemente llamamos incandescencia,
ya emite radiaciones que se encuentran dentro del grupo de las infrarrojas, o sea
radiación térmica. Nos proponemos estudiar someramente las leyes que rigen esos
fenómenos de radiación.

(1) No corresponde a los programas oficiales de enseñanza media.


(2) Todas estas longitudes de onda corresponden a la propagación en el vacío.

Fig. 264.- Modelo de cuerpo negro perfecto

Se llama radiación puramente térmica la que los cuerpos emiten a expensas,


exclusivamente, de su energía térmica.
La diferenciamos así de la radiación de luminescencia cuya emisión es debida a
fenómenos eléctricos, mecánicos (choque), químicos o puramente ópticos, en los
cuales se producen las radiaciones que, como hemos visto en espectroscopia, dan
origen a los distintos tipos de espectros: continuas, de líneas o de bandas.
Observamos que, a cualquier temperatura, los cuerpos emiten y absorben radiación
térmica. Si en un recinto cerrado, aislado, ponemos cuerpos a diferentes
temperaturas, no estando en contacto, se produce un intercambio de radiaciones
hasta que se alcanza el equilibrio térmico.
Se llama cuerpo negro al que absorbe totalmente las radiaciones que recibe. Se lo
realiza idealmente por una cavidad con un pequeño orificio. Las radiaciones que
penetran por el orificio, experimentan múltiples reflexiones en las paredes hasta ser
totalmente absorbidas .(fig. 264). Prácticamente lo que se asemeja más al cuerpo

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negro es el negro de humo o el negro de platino, que están formados por pequeñas
celdillas elementales semejantes a la que hemos señalado como modelo.
A cada temperatura el cuerpo negro emite un espectro continuo.
Para medir la energía de un haz de radiaciones, lo hacemos incidir sobre un cuerpo
negro y medimos su calentamiento; la cantidad de calor que recibe en la unidad de
tiempo, será la medida de la energía del haz.
Si la radiación total se hace pasar por un prisma (1) y luego se recibe sobre el cuerpo
negro, la radiación correspondiente a una pequeña zona del espectro, se tendrá así
la medida de la energía correspondiente a esa zona. Repitiendo la experiencia a lo
largo de todo el espectro se obtendrá la distribución espectral de la energía.

Para el infrarrojo se utiliza un prisma de sal gema o de silvina.

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Fig. 265.- Distribución de la energía en el espectro solar.
En la fig. 265 se ha representado la distribución de la energía en el espectro solar. Se
observa que la curva presenta un máximo correspondiente a la longitud de onda km
= 0,5 u.
§ 161.- Poder emisivo y poder absorbente. - Dado un elemento de superficie de
área s en un cuerpo, emitirá, para una longitud de onda y en dirección normal a la
superficie, una energía: AW = e . s, por unidad de tiempo.
El factor e es el poder emisivo del elemento s para la longitud de onda k (2).
Si sobre el mismo elemento de superficie incide una radiación de longitud de onda k,
en la dirección x A (fig. 266) cuya energía es A W, una parte sé reflejará, otra
atravesará al cuerpo si es transparente y finalmente, una fracción a.AW será
absorbida y transformada en calor.
El factor a se llama poder absorbente del elemento s para la longitud de onda k y la
dirección xA.
Por lo dicho anteriormente se comprende que el poder absorbente del cuerpo negro
es siempre igual a 1 y para todo otro cuerpo es menor que la unidad.

Fig. 266.

(2) En rigor debe establecerse también el plano de polarización de la radiación emitida, el ángulo
sólido y el intervalo de frecuencias.

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La radiación se define como una emisión o transferencia de energía en forma de ondas
electromagnéticas o partículas.

19.1.1 Teorías
Teoría electromagnética. La radiación puede considerarse como un, tren de ondas
electromagnéticas que se propagan en el vacío, en línea recta, con una velocidad muy
cercana a los 300.000 km./s. Cuando atraviesa un medio material, tal como aire o
vidrio, la velocidad de propagación se reduce según un valor que depende del índice
de refracción del medio considerado.
Para cualquier tipo de onda, la velocidad de propagación c es igual al producto de la
longitud de onda X y de la frecuencia f.
c=f
donde la frecuencia se define como el número de ondas que pasan por un punto fijo
en un segundo. La frecuencia no cambia con la naturaleza del medio a través del cual
se propaga la radiación, pero cualquier cambio de velocidad irá acompañado de una
modificación proporcional de la longitud de onda: la relación c/ se conserva pues
constante.
Todos los estudios espectrales de radiación se realizan en función de la longitud de
onda, que se mide con gran exactitud.
Teoría cuántica. Según la teoría de los cuantos de radiación, la energía se emite y
absorbe en cuantos discretos (fotones).
La magnitud de cada cuanto es hf, siendo h la constante de Planck, que tiene las
dimensiones energía x tiempo, y f la frecuencia de ¡a radiación electromagnética. El
valor de h aceptado actualmente es de 6,6256 x 10-34 julios - s.
Los efectos fotoeléctricos, químicos y biológicos de la radiación están directamente
relacionados con la teoría de los cuantos.

19.1.2 Radiación del cuerpo negro


El cuerpo negro o radiador integral es un cuerpo que absorbe todas las radiaciones
que inciden en él; por tanto, no transmite ni refleja nada. Las características de

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radiación de tales cuerpos se conocen perfectamente y pueden calcularse con gran
precisión para todas las longitudes de onda y temperaturas. El flujo radiante de un
cuerpo negro, según la ley de Planck, es función de la longitud de onda y la
temperatura absoluta. No sólo aumenta rápidamente el flujo radiante máximo con la
temperatura de trabajo (fig. 19-1) sino que la longitud de onda correspondiente al
máximo se hace más corta. Este tipo de radiación se llama térmica o radiación de¡
cuerpo negro. El radiador de cuerpo negro se utiliza frecuentemente como patrón de
referencia primario para definir la emisión de fuentes de luz reales.

Fig. 1 9-1. Radiación deL cuerpo negro de acuerdo con la ley de Planck.

19.1.3 Radiación visible (luz)


La luz puede definirse como radiación capaz de producir directamente sensación
visual. Las ondas luminosas ocupan sólo una parte muy pequeña del espectro de
ondas electromagnéticas (fig. 19-2). Los límites de la radiación visible no están bien
definidos y varían según el individuo: el límite inferior se sitúa generalmente entre 380
y 400 nm; el superior, entre 760 y 780 nm (1 nanometro (nm) = 1 O-9 m).

22
El espectro visible puede dividirse, de modo aproximado, en una serie de intervalos
de longitud de onda, según la impresión de color que producen en el ojo humano:
380-436 nm violeta 566-589 nm amarillo
436-495 nm azul 589-627 nm naranja
495-566 nm verde 627-780 nm rojo

Fig. 19-2. El espectro electromagnético.

19.1.4 Radiación ultravioleta e infrarrojo


Las radiaciones electromagnéticas de longitudes de onda cercanas a los extremos
violeta y rojo de¡ espectro visible se conocen respectivamente como radiación
ultravioleta e infrarrojo. Los límites del intervalo espectral de las radiaciones
ultravioleta e infrarroja no están bien definidos, pero el primero se considera en general
entre 100 y 400 nm y el segundo entre 780 nm y 1 nm. Ambas radiaciones y sus
aplicaciones se estudian más ampliamente en las secciones 16 y 17.

23
19.2.1 Visión central y periférica
El ojo contiene una lente que enfoca la imagen en una superficie sensible a la luz: la
retina. Esta superficie está formada por una delicada capa de tejido nervioso en el que
aparecen dos tipos de terminales, llamados conos y bastoncillos. La concentración de
ambos no es uniforme: en el centro de la retina existe una pequeña depresión de
aproximadamente 0,5 mm de diámetro (la fóvea) que contiene sólo conos. Fuera de
la fóvea los conos y bastoncillos están mezclados, reduciéndose paulatinamente la
proporción de conos hacia la periferia.
Visión central. Los conos de la fóvea producen una imagen muy definida,
alcanzándose aquí la máxima resolución de que es capaz el ojo.
Visión periférico. La periferia de la retina, compuesta principalmente de bastones, no
produce una visión nítida, sino que los objetos aparecen como siluetas borrosas. Esta
zona, no obstante, es muy sensible al movimiento y parpadeo.
Visión escotópica. Cuando el ojo está adaptado a niveles de luminancia inferiores a
0,05 cd/M2 la visión se denomina escotópica. En este caso, los bastones son los
elementos activos principales y la detección periférico es por tanto aquí superior a la
foveal. En la visión escotópica no hay sensación de color.
Visión fotópica. Si el ojo está adaptado a niveles de luminancia superiores a 3 cd/m2,
la visión se llama fotópica. En este caso los conos son los elementos activos
principales, siendo posible una visión de colores normal.
Visión mesópica. Se denomina así la visión correspondiente a niveles de luminancia
intermedios a los establecidos antes para las visiones escotópica y fotópica. La
capacidad para distinguir los colores disminuye con el nivel de iluminación y, debido
al desplazamiento de la curva de sensibilidad espectral relativa (fig. 19-3), el ojo se
hace más sensible a los colores correspondientes al extremo azul de¡ espectro.

19.2.2 Adaptación
Adaptación es el proceso por el cual el ojo es capaz de funcionar en un amplio margen
de niveles de iluminancia: implica un cambio de la abertura de la pupila, junto con
cambios fotoquímicos en la retina. Para describir la situación en la que los ojos de un
observador están completamente adaptados a la visión fotópica o a la escotópica se
utilizan frecuentemente los términos "adaptado a la luz" y "adaptado a la oscuridad".
El proceso de adaptación total a la oscuridad después de una exposición a altas

24
luminancias requiere en general cerca de una hora; en el caso contrario esta
adaptación se establece mucho más rápidamente.

Fig. 19-3. Curvas de eficacia lumínica espectral para visión fotópica V(k) y escotópica VI(k)
normalizadas por la CIE para un observador fotométrico patrón. Estas curvas muestran la capacidad
relativa del ojo para evaluar la energía radiante de las distintas longitudes de onda del espectro
visible.

19.2.3 Acomodación
La facultad del ojo de ajustar espontáneamente su distancia focal según se fije en
objetos situados a distancias variables se llama acomodación. Durante ella los
músculos ciliares que rodean la lente ajustan la tensión en ella, cambiando su
curvatura y por tanto su distancia focal.
Con los años, la capacidad de acomodación de la lente disminuye, debido a su
endurecimiento. Las gafas sirven para cambiar el foco adecuadamente, bien en el
caso de pérdida de capacidad de acomodación o cuando el ojo está anormalmente
constituido. Generalmente se necesitan gafas para leer cuando se han sobrepasado
los 45 años.

19.2.4 Contraste y sensibilidad de contraste


Contraste. El factor determinante en la discriminación de objetos es la diferencia de
luminancia o color entre el objeto observado y el medio circundante. Subjetivamente,
el contraste es la valoración de la diferencia de aspecto de dos partes de un campo

25
de visión observadas simultánea o sucesivamente. Objetivamente, el contraste -de
modo específico, contraste de luminancia- se define por una de las fórmulas:
L2  L1 L2  L1
L1  , L2 
L1 1 2 L2  L1 

donde L1 Y L2 representan la luminancia del fondo y de¡ objeto, respectivamente.


El contraste de color puede describirse especificando los colores implicados según un
sistema de colores adecuado (p. e., el sistema Munsell).
Sensibilidad de contraste. La visión se facilita tanto si se aumenta el contraste como
la luminancia, por encima del valor umbral definido por la sensibilidad de contraste del
ojo. La sensibilidad de contraste, en un determinado ensayo, se mide ajustando el
nivel de luminancia de modo que el contraste observado sea apenas perceptible.
Cuantitativamente, sensibilidad de contraste (CS) es igual al valor recíproco de¡
umbral de contraste (C,), o a la luminancia del fondo dividida por la luminancia umbral
(L,) esto es:
1 L L1
CS   1 
C1 Lt L2  L1

Por tanto, cuanto más bajos sean estos valores umbral, mayor será la sensibilidad.
La sensibilidad de contraste medida en condiciones de laboratorio es meramente una
función de la luminancia del fondo. En la práctica, sin embargo, está también
influenciada por el contorno, la adaptación del ojo y otros factores secundarios, tales
como fuentes de luz que puedan producir deslumbramiento dentro del campo de
visión. (La publicación núm. 19 de la CIE "A Unified Framework of Methods for
Evaluating Visual Performance Aspects of Lighting" se refiere a un extenso estudio del
comportamiento visual respecto del alumbrado.)

19.2.5 Agudeza visual


La agudeza visual o nitidez de visión puede definirse cualitativa o cuantitativamente.
Cualitativamente es la capacidad para distinguir entre objetos que están muy cerca
entre sí. Cuantitativamente es el valor recíproco de la separación angular
(generalmente, minutos de arco) de dos objetos adyacentes que el ojo apenas puede
distinguir que están separados. Por tanto, la agudeza visual mide el detalle más
pequeño que puede percibiese. Depende del nivel de iluminancia.

26
19.2.6 Velocidad de percepción
La velocidad de percepción depende del nivel de luminancia. Se puede definir como
el valor recíproco del intervalo de tiempo transcurrido entre la presentación de un
objeto y la percepción de su forma. Correspondientemente, la velocidad de percepción
del contraste es el valor recíproco del intervalo de tiempo entre el instante en que el
contraste aparece y se percibe.

 Carlos R. Miguel – FÍSICA Tercer año Escuelas de Educación Técnica.


 Universidad Tecnológica Nacional – Apuntes de Luminotecnia.
 Manual de Seguridad e Higiene en el Trabajo – I.A.S. 1980
 Manuales de Luminotecnia OSRAM – PHILIPHS – SIEMMENS, etc.
 Luminotecnia e Iluminación – Vittorio Re – Serie “El instalador cualificado”

27
Obtener conocimientos de la estructura del Ojo Humano y entender el
mecanismo de formación de las imágenes. Conocer los defectos estructurales
del mismo, para posteriores evaluaciones desde la óptica de la Seguridad

DESARROLLO DE LA UNIDAD:

§ 99.- Descripción somera de] ojo.- El ojo humano, órgano esencial de nuestras
percepciones luminosas normales (1), constituye un globo esferoidal de unos 24 mm
de diámetro, limitado exteriormente por una membrana blanca, dura y opaca llamada
esclerótica, salvo en la parte anterior en que esta membrana se interrumpe para dar
lugar a la córnea transparente, cuyo índice de refracción es: 1,376.
Adherida interiormente a la esclerótica se encuentra la túnica coroide, membrana
provista de un pigmento negro que convierte el interior de] ojo en una especie de
cámara oscura.

Fig. 164. — Corte del ojo derecho visto desde arriba.

1
Finalmente, la retina, membrana sensible que constituye como una expansión del,
nervio óptico, recubre interiormente a la coroide.
La luz penetra en el ojo a través de la córnea y encuentra sucesivamente un líquido
llamado humor acuoso, una especie de lente biconvexa denominada cristalino,
envuelta en una membrana (cápsula del cristalino), y otro líquido, el humor vítreo,
llegando finalmente a la retina.
La figura 164 muestra un corte esquemático del ojo con la ubicación de los elementos
antes citados. En ella se representa el ojo derecho cortado por un plano horizontal y
visto desde arriba.
Delante del cristalino se observa el iris, diafragma opaco cuya abertura variable de 2
a 8 mm constituye la pupila, que permite limitar el flujo luminoso que penetra en el ojo.
El cristalino, normalmente, tiene su cara anterior de radio r = 10 mm y la posterior de
radio r1 = 8 mm; su espesor es aproximadamente igual a su distancia de la córnea (4
mm). Está formado por capas superpuestas como las túnicas de una cebolla,
desigualmente refringentes, de índice que varia desde 1,386 hasta 1,404. Esta
disposición en capas hace que la convergencia del cristalino considerado como una
lente, sea mayor en igualdad de curvatura de las caras, que la que se obtendría si
fuera homogéneo, aún con el índice máximo de refracción.

Fig. 165.- Figura para comprobar la existencia del, PUNTO CIEGO en el ojo.
Músculos especiales (ciliares) producen la variación de la curvatura de las caras del
cristalino, cambiando la distancia focal para dar lugar a formación de imágenes nítidas
de los objetos sobre la retina; a esta función se la denomina: acomodación.
Los índices de refracción de los humores acuoso y vítreo son casi iguales al del agua
(acuoso, 1,336; vítreo 1,339).
En la figura 164 está indicado el nervio óptico que penetra a través de la esclerótica
en la parte posterior del globo del ojo. La zona de la retina donde se inserta el nervio
óptico constituye el punto ciego, situado en ambos ojos en el plano horizontal que
contiene el eje óptico del ojo, hacia el centro de la cabeza. En él la sensibilidad es
nula, de modo que las imágenes que se forman sobre el mismo no se perciben.
Para comprobarlo mírese con el ojo derecho la cruz de la figura 165 y alejando o
aproximando la cabeza al dibujo, cuando se encuentre a unos 25 cm se dejará de ver
el punto situado a la derecha, pues su imagen se forma en el punto ciego.

2
Puede repetirse la experiencia mirando el punto con el ojo izquierdo y desaparecerá
la cruz.
En cambio, alrededor del punto M, en que el eje del sistema óptico formado por los
medios transparentes del ojo toca a la retina, ésta tiene máxima sensibilidad. Dicha
zona constituye la mancha amarilla o mácula lútea; está limitada por un círculo de
unos 2 mm de diámetro dentro del cual una pequeña cavidad denominada fovea
centralis presenta el punto de sensibilidad óptima.
Las ramificaciones del nervio óptico terminan en elementos sensibles o células ópticas
de dos tipos diferentes, que por su forma se denominan conos y bastoncitos. En la
fovea hay exclusivamente conos, mientras que en el resto de la retina se mezclan los
bastoncitos con los conos.
La figura 166, muestra un corte de la retina según Ramón y Cajal; los conos b y los
bastoncitos a se encuentran próximos a la coroides y no en la cara interior de la retina.
A la izquierda de la figura se supone la cavidad del ojo, de modo que la luz llega a los
conos y bastoncitos después de haber atravesado 3 capas de células nerviosas
(neurones). Los filamentos que tapizan el interior del ojo son las prolongaciones del
nervio óptico.
En la figura 167 se muestra un corte de la retina al nivel de los conos y bastoncitos.
La distancia entre dos elementos sensibles es de 5 mierones aproximadamente.

Fig. 166.- Corte transversal de la retina mostrando sus elementos. Se supone la luz llegando por
la izquierda.

3
Fig. 167.- Corte de la retina al nivel de los conos y bastoncillos.

§ 100.— Función de los conos y los bastoncitos—. Parece estar definitivamente


comprobado que a los conos se debe la percepción de los colores, mientras que los
bastoncitos, nos permiten percibir la luz, pero no las diferencias cromáticas.
Luz recibida exclusivamente en los bastoncitos, cualquiera sea su color, nos da
percepciones de tono grisáceo. Una sustancia llamada púrpura retiniana cubre los
bastoncitos aumentando su sensibilidad, con la cual resultan capaces de excitarse
con iluminaciones tan débiles que no alcancen a ser percibidas por los conos.Entre
otras comprobaciones tenemos la siguiente: observando un objeto coloreado con una
pequeña iluminación, aparece de color gris, pues sólo actúa la luz sobre los
bastoncitos; aumentando gradualmente la iluminación van apareciendo las diferencias
de color.
La explicación completa de la percepción cromática no está aún hecha en forma
definitiva. La teoría de Young-Helmholtz acepta que existen elementos de la retina
sensibles a los colores (conos), de tres clases distintas, teniendo respectivamente
sensibilidad máxima para los colores rojo, verde y violeta. Al llegar una luz de
determinado color a la retina, los excita a todos, pero en distinto grado. De la
superposición de los efectos de estas excitaciones en los centros nerviosos del
cerebro, nacería la sensación de color recibido. Las sensaciones simples de rojo,
verde y violeta, superpuestas en diversa medida, darían origen a todos los demás
colores.
Según la teoría de Darzeuf sería la diferencia de tamaño de los conos lo que les
permitiría apreciar las diferencias de longitud de onda, en las ondas estacionarias
originadas por la superposición de los rayos incidentes con los reflejados en las capas
pigmentadas de la coroides.

4
§ 101.- Formación de imágenes - Acomodación.- Los rayos luminosos que
partiendo de un objeto llegan al ojo, sufren una serie de refracciones en los diversos
medios que encuentran, hasta llegar a la retina.
Si la imagen del objeto observado se forma sobre los puntos sensibles de la retina, se
la percibirá nítidamente. En caso de que la imagen se forme delante o detrás de la
retina, se percibirá el objeto con sus bordes borrosos, como se ven las imágenes
dadas por una lente sobre una pantalla que no está en el plano en que se cortan los
rayos.
La variación de curvatura de las caras del cristalino producida por contracción de los
músculos ciliares, permite la obtención de imágenes sobre la retina, para objetos
situados a distancias que varían desde 15 cm (punto próximo) hasta el infinito (punto
remoto), en un ojo normal.
Ya hemos dicho que se llama acomodación a esta función del ojo.
Normalmente, cuando no hay esfuerzo de acomodación, el ojo está enfocado para
puntos lejanos (de 12 m al infinito). Entre esta distancia y la de 25 a 30 cm (distancia
óptima de la visión distinta) el esfuerzo de acomodación es imperceptible, pero para
distancias menores el esfuerzo de acomodación es bien notable y produce
rápidamente fatiga.
Debemos agregar que la acomodación va siempre acompañada de un movimiento
general del ojo que tiende a colocar la imagen del punto observado en la fovea
centralis.

§ 102.- Ojo reducido.- El ojo es un sistema óptico bastante complejo. Para estudiar
la formación de imágenes se simplifica el problema reemplazándolo por un sistema
óptico ideal equivalente, denominado ojo reducido. Uno de ellos se obtiene
sustituyendo los diversos medios refringentes por una única lente delgada,
convergente, colocada en el aire a 15 mm de la mancha amarilla y teniendo una
distancia focal también de 15 mm. Para objetos lejanos (prácticamente en el infinito),
las imágenes se forman, en la retina de] ojo reducido; lo mismo que sucede en el ojo
normal. La figura 168 muestra el ojo reducido, compuesto por la lente de centro óptico
O, y en el que la retina funciona como pantalla de proyección en una cámara oscura.
El centro óptico del ojo es el punto O centro de la lente; OM = f = 15 mm; OV = 4 mm.

5
Fig. 168.-Ojo reducido que consiste en una lente convergente

En rigor, el ojo debe considerarse como un sistema óptico centrado. Teniendo medios
diferentes a ambos lados del cristalino éste funciona como una lente gruesa con dos
distancias focales diferentes. Los planos principales quedan a 0,4 mm; por ello se
pueden considerar confundidos en uno, y los puntos principales superpuestos en un
punto O.
El ojo reducido de Listing es una dioptra capaz de dar imágenes iguales que el ojo, en
su estado normal de acomodación (fig. 169).
El vértice de esta dioptra está 2 mm detrás de la córnea y su radio es r = 5,2 mm;
siendo el índice de refracción del medio que la forma igual al del humor acuoso o sea
1,336. El centro de la dioptra está a 7,2 mm de la córnea y 15,5 mm de la retina, en la
cual se encuentra el foco principal imagen.

Fig. 169.— Ojo reducido de Listinf, que consiste en una dioptra. Las dimensiones están
indicadas en milímetros.

6
§ 103.-Ojo miope y ojo hipermétrope.— En el ojo normal o emétrope fig. 170, dos
rayos provenientes de un punto en el infinito se cortan en el foco imagen situado en
M sobre la retina (fovea centralis).
Cuando se miran dos objetos situados entre el punto próximo (15 cm) y el infinito, el
ojo se acomoda formándose las imágenes sobre la retina. Cuando estas condiciones
no se cumplen decimos que el ojo es defectuoso o amétrope. A este respecto los
principales defectos son: la miopía y la hipermetropía.
En el ojo miope, hay una mayor convergencia de los rayos que en el ojo normal; la
distancia focal, para el caso de observar un punto en el infinito, es menor que la
distancia OM. La imagen del punto en el infinito se forma en F, delante de la retina
(fig. 171 a).
El punto remoto, cuya imagen se forma sobre la retina, sin esfuerzo de acomodación,
está a distancia finita, tal como el R (rayos punteados).

Fig. 170.

El defecto se corrige intercalando una lente divergente (bicóncava por lo general)


como muestra la figura 171 b. Los rayos que llegan paralelos convergen en M, pues
la lente interpuesta da en R la imagen del punto en el infinito.

Fig. 171.-Ojo miope.

Sin la corrección el ojo miope acomoda entre 6 cm (punto próximo), y 50 a 60 cm.


(punto remoto) aproximadamente.

7
Fig. 172.- Ojo hipermétrope.

En el ojo hipermétrope se presenta el defecto a la inversa: rayos paralelos a su eje


óptico concurren detrás de la retina (distancia focal mayor que OM). Para que la
imagen se forme en M, los rayos deben llegar al ojo dirigidos hacia un punto R. situado
detrás del ojo; o sea que, en este caso, el punto remoto se encuentra detrás del ojo
(línea punteada, fig. 172).
El defecto se corrige colocando una lente convergente de]ante del ojo; con ella la
imagen del punto en el infinito se formaría en R y el ojo da de R, una imagen en M.

§ 104.- Presbicia y astigmatismo.- A cierta edad los músculos que producen la


acomodación se debilitan. Un ojo normal ve de 12 o 20 m hasta el infinito sin
acomodación; el ojo présbita que fue normal ve bien entre esos límites.
Para ver más de cerca, se deberá intercalar una lente convergente como para corregir
la hipermetropía. Según la distancia a que quiera ver, el présbita: deberá usar distintas
lentes, pues su ojo no acomoda o acomoda débilmente.
Es importante tener presente que un ojo miope, con la edad, puede hacerse présbita
y seguir siendo miope, ya que la presbicia es simplemente la pérdida de la facultad de
acomodación.
El astigmatismo es un defecto debido a la deformación de las superficies de
separación de los distintos medios que forman el ojo, es decir, se produce cuando
dichas superficies no son de revolución alrededor del eje óptico. En tal caso, las
imágenes se deforman. Así, por ejemplo. de una circunferencia dará el ojo una imagen
que será una elipse. En general podemos decir que en lugar de ser esférica, la
superficie del ojo, y especialmente de la córnea, será ligeramente cilíndrica. Es decir,
será la superficie que se obtiene sumando las ordenadas de una esfera y un cilindro
tangentes a un mismo plano.

8
Fig. 173.- El ojo astigmático ve como la figura de la derecha el dibujo de la izquierda.

Un astigmático que mire el círculo de la izquierda en la fig. 173 verá la imagen de la


derecha si la deformación de su ojo corresponde a un cilindro de eje vertical. Se
corrige el astigmatismo con lentes esférico-cilíndricas, colocadas en la posición
adecuada para compensar la causa que lo produce.

§ 105.- Anomalías en la percepción cromática - Daltonismo.- Existen diversos


defectos del ojo referentes a la percepción de los colores. El más conocido de ellos
consiste en la confusión de los colores rojo y verde. Se lo llama corrientemente
daltonismo, debido a que padeció de este defecto el conocido físico inglés Dalton,
pero su designación más correcta es dicromatopsia.
El daltónico ve de un mismo color el rojo, el anaranjado el amarillo y el verde, pudiendo
distinguirlos sin embargo, como si fueran ligeras variantes de intensidad de un mismo
tono amarillo.
Existen diversos grados y tipos de pérdida de sensibilidad cromática: los protanopes
son completamente ciegos al rojo; los deuteranopes presentan una pérdida total de
percepción del verde; los tritanopes no ven del azul al violeta; los tetartanopes
presentan pérdida profunda de percepción del amarillo y parcial del azul conservando
la percepción del rojo y el verde. Existen también casos de acromatopsia o pérdida
total de la percepción de colores.
La investigación de las anomalías de la percepción cromática se realiza sometiendo
al sujeto a pruebas con trozos de lanas coloreadas (método de Holmgren) que debe
agrupar juntando las que ve de igual color, o bien con instrumentos especiales
(anomaloscopios).

9
Se comprende fácilmente la necesidad de someter a examen a los conductores de
vehículos, aviones y buques, que deben atenerse a las señales rojas y verdes, para
evitar accidentes. Es evidente que este defecto del ojo no se puede corregir con lentes.

§ 106.-Poder separador del ojo - Acuidad visiva.- Para que dos puntos luminosos
de un objeto puedan distinguirse, es necesario que sus imágenes formadas sobre la
retina originen dos percepciones distintas.
Esto equivale a decir que deben formarse sobre dos puntos sensibles distintos, de la
retina. Sucede algo análogo a lo que acontece con la percepción táctil, en que
oprimiendo con las puntas de un compás dos puntos de la piel se percibirá una sola
sensación, mientras la separación no alcance cierto valor mínimo correspondientes la
distancia entre dos terminaciones nerviosas inmediatas.
Teniendo en cuenta que la distancia media de los conos y bastoncitos, es de 0,005
mm (5 micrones), el ángulo que deben formar dos rayos que se cruzan en el campo
óptico del ojo para tocar a dos de ellos contiguos es tal que:
tg a = 0,005 mm = 0 00033
15 mm

y por lo tanto el ángulo a es aproximadamente igual a 1’ (tg 1’ = 0,000291). Se lo llama


ángulo de separación. Su inversa mide el poder separador del ojo cuyo valor resulta
así igual a
15 mm = 3000.
0,005 mm
En un objeto situado a la distancia óptima de la visión (8 = 30 cm), dos puntos que se
pueden ver separados distan entre sí de:

30cm x tg a = 300 x 0,005 mm = 0,1 mm


15
A este valor se lo llama acuidad visiva.
La figura 174, muestra cómo crece, con la distancia al ojo, la de dos puntos que
pueden verse separados.
Observando con una lente de aumento un grabado impreso se perciben distintamente
los puntos que a simple vista no separaba el ojo, por enviar rayos bajo ángulo menor
que l’, cambiando su aspecto en forma notable.

10
Fig. 174.- Separación que aprecia el ojo según las distancias.

§ 107. -Acomodación retiniana.- El valor del ángulo de separación que determina


los del poder separador y de la acuidad visiva, depende de la iluminación recibida por
la retina.
Cuando el objeto observado envía al ojo un flujo luminoso muy débil, de modo que la
energía que incide sobre un cono o bastoncillo no alcanza para excitarle, se conectan
varias células nerviosas de modo que los otros elementos sensibles que lo rodean
forman con él un grupo, capaz de captar un flujo suficiente para producir la sensación
luminosa.
El ángulo de separación se determina entonces por las dimensiones que limitan el
grupo de conos o bastoncillos asociados, siendo por lo tanto mayor que 1’.
A medida que aumenta la iluminación se van desconectando los elementos sensibles
y el ángulo se aproxima al valor normal de 1’. Si el flujo sigue aumentando llega un
momento en que se produce deslumbramiento y la retina excesivamente excitada,
reacciona dejando de ver. Tal sucede al mirar el filamento incandescente de una
lámpara eléctrica tipo 1/2 watt; se lo ve más grueso que apagado y además al cerrar
los ojos persiste una imagen de inducción, clara, sobre fondo oscuro.
Es de especial interés al estudiar la iluminación de los ambientes, disminuir este
trabajo de acomodación retiniana; la luz difusa tiende a ese fin. La capacidad de esta
acomodación se determina en los aviadores, con aparatos llamados fotoptómetros,
valorando el mínimo de iluminación de un objeto netamente percibido.

§ 108.- Sensaciones normales - Visión binocular - Sensación de relieve.- A través


de nuestras sensaciones visuales nos formamos una imagen sobre la forma y
distribución de los objetos que nos rodean.

11
Formándose invertidas las imágenes en la retina, pues se trata de imágenes reales
dadas por un sistema óptico convergente, de distancia focal menor que la distancia a
los objetos, parece curioso que los veamos derechos. Sin embargo, a poco que se
analice, se comprende que tal problema no existe, pues lo que miramos no son las
imágenes de la retina sino que ellas son un medio para transmitirnos la sensación
luminosa, de lo cual inferimos la existencia de los objetos localizándolos en el espacio
(percepción). La posición que atribuimos a los objetos depende de nuestra
experiencia, que vincula ciertas sensaciones con determinadas posiciones. Al mover
la cabeza, aunque se mueva sobre la retina la imagen de un objeto, no por ello
atribuiremos al mismo el movimiento.
En forma análoga sabemos que, aunque con la mano izquierda toquemos un objeto
situado a nuestra derecha, no por ello le atribuiremos ubicación equivocada.
La noción de la distancia a los objetos (relieve) está también vinculada a nuestra
experiencia sensorial e íntimamente ligada a nuestra visión binocular, es decir,
miramos con los dos ojos y percibimos, así, dos imágenes obtenidas desde dos puntos
de vista distintos aunque próximos (fig. 175).

Fig. 175.- En los ojos de un observador que mira desde un punto del eje a una pirámide truncada,
se forman imágenes diferentes. La superposición de ambas impresiones produce la sensación
de relieve.

12
La diferencia entre ambas imágenes depende de la distancia a que se encuentren los
objetos que miramos y nuestra experiencia sensorial nos ha enseñado a deducir, la
distancia en base a esa diferencia de "perspectivas". Se nota fácilmente la
desigualdad de ambas imágenes cuando se mira un objeto próximo frente a otros más
lejanos. Cerrando alternativamente ambos ojos se verá el objeto próximo proyectado
sobre distintos puntos del fondo lejano. La observación simultánea con ambos ojos
nos permite inferir casi instintivamente, de esas imágenes, la diferencia de distancias.
Aparte de la diferencia de las imágenes dadas por cada ojo, la rotación que
experimentan los ojos para observar el objeto, contribuye a darnos la noción de
distancia (el ángulo de las visuales, denominado paralaje visual es nulo para un objeto
situado en el infinito).
En visión monocular (con un ojo cerrado) también pueden apreciarse distancias, en
base a los ángulos visuales o diámetros aparentes, de objetos de tamaños conocidos.
El ángulo bajo el cual vemos un hombre de pie, nos da instintivamente noción de su
distancia; al acercarse dicho ángulo crece.

Fig. 176.— Estereoscopio para obtener la sensación de relieve observando fotografías tomadas
desde dos puntos diferentes con cámaras estereoscópicas.

13
Las fotografías obtenidas corrientemente con las cámaras fotográficas de un solo
objetivo, no nos dan la sensación de relieve, pues falta esa doble imagen. Pero hay
cámaras con: dos objetivos, situados aproximadamente a la distancia de los dos ojos,
con las que se obtienen dos imágenes que, observadas simultáneamente producen la
sensación de relieve. Se emplea para observarlas, el aparato denominado
estereoscopio (fig. 176).
En cinematografía se ha tratado de resolver el problema proyectando sobre la pantalla
dos imágenes, una en rojo y otra en verde, obtenidas desde puntos próximos y que
se observan con anteojos de color en forma tal, que con un ojo se ve la imagen roja y
con el otro la imagen verde.
La superposición de ambas produce la sensación de relieve. Combinándolo con una
adecuada variación de diámetro aparente se da la sensación de que los objetos caen
sobre el espectador.

§ 109.- Persistencia de las imágenes en la retina.- Si nos encontramos en una


habitación y bruscamente queda a oscuras, las imágenes de los objetos que se habían
formado en nuestra retina no se borran instantáneamente. La experiencia comprueba
que, desaparecida la luz, la imagen persiste aproximadamente 1 décimo de segundo
si la intensidad de la luz no es excesiva, en cuyo caso persiste durante más tiempo.
En este hecho se basa la cinematografía, que consiste en proyectar sobre la pantalla
sucesivamente las fotografías de los objetos que se mueven, obtenidas también
sucesivamente. El ojo no alcanza a percibir el instante de oscuridad entre una
proyección y otra y tenemos así la sensación de continuidad del movimiento
fotografiado.
No debe confundirse la persistencia de las imágenes retinianas con los efectos del
cansancio provocado por una observación prolongada. En este caso, hay como una
persistencia de la impresión negativa de aquella. Ciertas figuras que representan en
negativo imágenes determinadas, después de una observación concentrada, dan
lugar, al cerrar los ojos, a sensaciones luminosas correspondientes a las partes vistas
en negro. Se tiene así por un tiempo una pseudo-imagen luminosa y radiante.

14
Fig. 177.- El cuadrado blanco sobre fondo negro parece mayor
que el negro sobre fondo blanco por efecto de la IRRADIACION.

§ 110.- Ilusiones ópticas.- El ojo normal al observar las figuras u objetos da lugar a
curiosos errores de apreciación denominados ilusiones ópticas.
Citaremos sólo unas, pocas, que corresponden a los diversos tipos de ilusiones:
a) Mayor tamaño aparente de los objetos brillantes.- En la figura 177 el cuadrado
interior blanco sobre fondo negro parece más grande que el cuadrado negro sobre
fondo blanco. Sin embargo, son iguales. Esta ilusión se debe al fenómeno llamado
irradiación, por el cual en la imagen retiniana de los objetos brillantes se impresionan
los elementos sensibles próximos, de modo que parecen de mayor tamaño.
b) Flechas y penachos de Tscherming.- Los dos segmentos horizontales de la
figura 178 son iguales aunque no lo parecen. Se ha pretendido explicarlo por el hecho
de que el ojo tiene que moverse de mayor ángulo para recorrer la figura que parece
presentar el segmento mayor.
Se explica en esta ilusión el uso de plumas y penachos en uniformes para agrandar
la silueta del que lo lleva.
c) Círculos de Delboeuf (fig. 179).- Los círculos interiores de los dos dibujos tienen
igual radio. La presencia de las circunferencias exteriores provoca el engaño en la
apreciación sensorial por lo que el de la izquierda parece mayor.

Fig. 178. —Segmentos de igual longitud que parecen desiguales.

15
d) Errores en la apreciación de la dirección.— Como ejemplo, la figura 180 muestra
el modelo de Zollner. A la izquierda se ven 5 líneas paralelas; y a la derecha el
efecto de cortarlas con segmentos transversales.

Fig. 179.- El disco central de la izquierda parece mayor que el de la derecha a pesar
de ser iguales.

e) Ilusiones cromáticas con el disco de Benham.- Es un disco mitad negro y mitad


blanco, con cuatro grupos de arcos de distinto radio, abarcando sectores de
ángulo de 45° en la parte blanca; todo dibujado en negro, como muestra la figura
181. Haciéndolo girar en el sentido de las agujas de un reloj con velocidad
adecuada se ven los arcos negros de diverso color. Los de mayor radio, (primer
sector) se ven rojos; los otros se ven sucesivamente de colores malva, verde y
azul.

Fig. 180.- Las rectas cruzadas por segmentos inclinados no parecen paralelas

La explicación propuesta para el curioso fenómeno de ver de color las líneas negras,
se refiere a un retardo de la retina en la percepción coloreada, según la cual el ojo ve
rojo al blanco que sigue al primer sector; pero al nivel del segundo sector, la retina ya
excitada por el blanco del primero, aunque no bien adaptada, percibe en color malva
la zona correspondiente. En las otras líneas, siendo más grandes los sectores blancos
precedentes, la retina los percibe en verde y en azul.

16
En realidad no es sólo este problema el planteado respecto a la percepción visual,
como ya hemos dicho; pero se trata de cuestiones que escapan al dominio de la física
y tal vez hasta de la fisiología, pues están en el campo de la psicología.
Por ser todos los nervios de análoga naturaleza, lo mismo que el influjo nervioso que
los recorre, resulta que la excitación del nervio óptico, ya sea producida por el
fenómeno fotoquímico normal de la retina, o por un golpe de puño sobre el ojo, no
cambia en esencia lo transmitido al cerebro, que no se diferencia de lo que
corresponde a un golpe análogo

Fig. 181.- Disco para obtener una ilusión cromática.

BIBLIOGRAFÍA:

 Carlos R. Miguel – FÍSICA Tercer año Escuelas de Educación Técnica.


 Universidad Tecnológica Nacional – Apuntes de Luminotecnia.
 Manual de Seguridad e Higiene en el Trabajo – I.A.S. 1980
 Manuales de Luminotecnia OSRAM – PHILIPHS – SIEMMENS, etc.
 Luminotecnia e Iluminación – Vittorio Re – Serie “El instalador
cualificado”

17
Establecer las diferencias entre los distintos tipos de Iluminación.
Adquirir criterios para el diseño de Iluminación Natural eficiente y la selección
de sistemas iluminación artificial adecuados.

Es la energía emitida por un manantial de luz (o absorbida por un cuerpo iluminado),


medida según la sensibilidad del ojo.
Unidad 1: 1 lumen hora = 1 lm h

Es la relación entre la energía Q emitida (o absorbida) en un tiempo t y dicho tiempo


t, empleado en la emisión o absorción. El tiempo se mide en horas.

Unidad: ø = Q = lm
t

1
En general el flujo luminoso no se cuenta uniformemente, sino que se distribuye por
el espacio con intensidad variable, según la dirección. A fin de poder describir este
hecho, es necesario hacer una división apropiada del espacio.
Un haz de rayos dirigidos hacia una superficie F, delimitada en el espacio por una
superficie cómica, está ocupada por el flujo luminoso ø.

Ordenes de magnitudes

Lámparas de incandescencia, sunminiatura para señalización (5V, 75 mA) : 1 h


Lámparas para bicicletas (2 W) :18 lm
Lámparas de incandescencia (40 W) : 350 lm
Lámparas de incandescencia (200 W) : 3000 lm
Lámparas fluorescentes de cátodo caliente (40 W) :2500 lm
Lámparas de vapor de mercurio (400 W) : 23000 lm
Lámparas de vapor de sodio a alta presión (400 W) : 38000 lm

El vértice del cono ocupado por el flujo luminoso se encuentra en el punto luminoso L
y su superficie lateral está formada por rayos dirigidos hacia el contorno de la
superficie F. Tal división en el espacio se llama ángulo sólido. Así como el ángulo
plano viene medido por el arco de radio unidad que comprende, el ángulo sólido se
mide por la porción de superficie esférica de radio unidad que intercepta.
Cuando la superficie iluminada F está a distancia r del punto luminoso y es una porción
de superficie esférica (o puede integrarse como una suma de superficie esférica), el
ángulo sólido correspondiente (medido sobre la esfera unidad) viene dado por:
w= F

r2

2
Es la densidad de la luz en el ángulo sólido, o sea, la relación entre el flujo abarcado
por un ángulo sólido w y dicho ángulo sólido.
Cuanto mayor sea el flujo luminoso ø y menor el ángulo sólido w, tanto mayor será la
densidad de radiación luminosa en el ángulo sólido, es decir, tanto mayor será la
intensidad de la radiación de L dirigida a F.
J= ø
w
Unidad: 1 candela = 1 cd

Ordenes de magnitud

Lámpara para bicicleta (sin refractor) : 1 cd


Lámpara para bicicleta (con refractor) : 250 cd
Linterna de 1 faro : 2000000 cd
Lámpara de incandescencia (100 W) : 110 cd
Lámpara fluorescente (40 W) : 320 cd

3
Relación entre el flujo emitido ø, expresado en lúmenes, y la potencia eléctrica
absorbida (P), expresada en vatios.
Indica el rendimiento de una lámpara o de una luminaria. Por lo tanto, cuanto mayor
sea la eficiencia luminosa, tanto más económica resultará el empleo de la fuente
luminosa.

n= ø = lumen
P W

Ordenes de magnitud

Lámpara de vapor de sodio, de baja presión : 170 lm/W


Lámpara de vapor de sodio, de alta presión : 100 lm/W
Lámpara de vapor de mercurio y yoduros metálicos : 95 lm/W
Lámpara de vapor de mercurio : 60 lm/W
Lámpara fluorescentes tubulares : 50 lm/W
Lámpara de incandescencia : 20 lm/W

Luminaria
Es la relación entre el flujo luminoso y la unidad de superficie

E = ø = lumen

S m2

Unidad: 1 lux = 1 lx

4
Ordenes de magnitud

Iluminación Natural
Día de verano, a pleno sol : 1000000 lx
Día de invierno, a mediodía, al aire libre : 10000 lx
Luna llena, cielo despejado : 0,25 lx
Iluminación artificial
Oficinas y escuelas : 300-500 lx
Sala de estar : 150-200 lx
Dormitorio : 70-100 lx
Calles con buen alumbrado : 15-25 lx

Intensidad luminosa emitida en una dirección dada por una superficie luminosa o
iluminada (fuente secundaria de luz).
Dicho de otro modo, expresa el efecto de luminosidad que una superficie produce en
el ojo humano, ya sea dicha fuente primaria o secundaria.

L= cd = nit
cm2

L = cd =stilb
m2

1stilb = 10000 nit

5
Ordenes de magnitud

Lámparas de incandescencia normal : 100-2000 cd/cm2

Lámparas fluorescentes tubulares : 0,3-1,3 cd/cm2

Objetos de tinte claro con iluminación óptima : 100-1000 cd/cm2

Objetos de tinte claro con iluminación débil : 2-20 cd/cm2

Papel o superficie pintada iluminada a 400 lux, blanco : 100 cd/cm 2

Papel o superficie pintada iluminada a 400 lux, negro : 15 cd/cm 2

El encandilamiento es mayor cuanto más cerca se encuentra la fuente del plano


horizontal que pasa por el ojo del observador, y cuanto mayor sea el tiempo en que el
foco permanezca dentro de la zona de encandilamiento, esta condición reclama en lo
posible reemplazar el sistema de alumbrado en oficinas y talleres por un alumbrado
general, más intenso y bien distribuido, a fin de obtener una iluminación uniforme.
Siendo en muchos casos no solo indispensable, sino más bien conveniente el
alumbrado local, éste deberá completarse con una iluminación general, a fin de evitar
los contrastes de luz y sombra.
Para los casos de alumbrado directo, en locales cerrados es más conveniente
suspender los focos a mayor altura, con lo cual se eliminan las posibilidades de
encandilamiento.
Para el alumbrado indirecto son artefactos, cada uno de ellos deberá abarcar una
superficie de 16 a 25 metros cuadrados, teniendo cuidado de que no se produzcan
zonas de sombra en la misma, la distancia del cielorraso al centro del artefacto deberá
fijarse de acuerdo a las tablas que siguen.
La uniformidad de la distribución de la luz se determina por la relación entre la
intensidad mínima y la máxima dentro de la superficie considerada.
La uniformidad es tanto mayor, cuando se acerca a 1 a 100 %.
El porcentaje aconsejable de uniformidad varía entre el 70 % al 30 % en locales
cerrados y del 20 al 5 % en alumbrado público exterior.
Por último nunca deben colocarse en un artefacto lámparas de mayor potencia que la
indicada por el fabricante, dado que al ser éstas de mayor potencia, se obtiene una

6
curva de distribución distinta a la indicada por el fabricante, y un brillo intenso que
produce el encandilamiento.
Los elementos necesarios para calcular la iluminación son los siguientes.
— Dimensiones del local (largo, ancho, alto).
— Colores de cielorraso y paredes.
— Clases de trabajo.
— Circunstancias especiales (transmisiones por correas que producen sombras,
claraboyas, vigas, etc.).

Cálculo: se desarrolla de la siguiente forma:


— Elección del sistema de alumbrado.
— Elección del tipo de artefactos.
— Elección del nivel luminoso.
— Determinación del número de artefactos y su distribución.
— Determinación del factor de utilización.
— Determinación del factor de depreciación.
— Cálculo del flujo luminoso por artefacto.
— Elección de la lámpara.
— Control del resultado.

Para elegir el sistema de alumbrado deben tenerse en cuenta las sombras y brillo. La
iluminación sin sombras ni brillos es la indicada para lugares de lectura, escritura y
dibujo; por lo tanto en oficinas, aulas, bibliotecas, deberían usarse iluminación
indirecta o semi-indirecta.
La luz difusa sirve como iluminación general para trabajos medios finos.
La luz directa y semi-directa conviene para talleres industriales.
Cabe tener en cuenta asimismo que la luz indirecta dificulta y hasta imposibilita la
visión plástica y que no da ningún brillo a los objetos susceptibles a brillar, por
consiguiente no es aconsejable su uso en museos de arte plástico, comedores, etc.
La solución ideal en estos casos es alumbrado indirecto en combinación con la luz
directa que producen las sombras o brillos necesarios, y que no entran en el cálculo
de la iluminación, ya que su fin no es eliminar, sino producir sombras y brillos.

7
Para la elección del artefacto usamos la tabla de factor de utilización y factor de
depreciación, donde están enumerados los artefactos más corrientes con la curva de
distribución de la luz al lado.
El valor de iluminación necesario se indica en la tabla de valores de iluminación para
distintos locales.
Para determinar el número y la distribución de los artefactos, se utiliza la tabla de la
pág. siguiente, donde las letras tienen el siguiente significado:

El plano de trabajo se encuentra a la altura donde necesitamos la iluminación fijada.


En función de la altura F se encuentra en la tabla las distancias D y W, así como la
altura de suspensión R.
Los valores D y W deben considerarse como límites superiores que deben adaptarse
a las dimensiones del local.
Estamos ya en conocimiento del número de artefactos, sus alturas de suspensión y
su distribución en el ambiente.
Pasemos ahora a considerar el factor de utilización, el que se encuentra en el cálculo
introduciendo las características del ambiente, sus dimensiones, color de las paredes
y de techo. Las dimensiones del local tienen mucha importancia, porque en un local
amplio el rendimiento es muy superior al de un local pequeño, dado que en este último
las superficies de absorción luminosa son mayores en relación a la del piso respectivo,
que en los locales grandes.
La influencia de las dimensiones sobre el rendimiento es expresado por el índice del
local que encontramos en la tabla en función del ancho y largo, y de la altura H o F
según el sistema de alumbrado.

8
Con este índice del local buscamos en la tabla el factor de utilización y depreciación
el factor de utilización dentro de la hilera que corresponde al artefacto elegido, y en la
línea del índice del local definido antes.
Aparecen allí 8 columnas para distintos tonos de techos y paredes y tenemos que
tomar la que más se aproxime al factor de reflexión.
El factor de depreciación expresa las pérdidas de rendimiento del artefacto y de la
lámpara.

9
10
11
12
13
14
Poder de reflexión de los colores

Colores Tonalidad Reflexión (%)

Blanco nieve 76
Blanco
Blanco marfil 67

Crema 69

Canario 67

Paja 65
Amarillo
Oro 58

Oro viejo 57

Claro 54

Prado 39

Musgo 25
Verde
Veronés 23

Hoja 20

Naranja 39

Escarlata 29
Rojo
Rojo vivo 27

Granate 12

Bengala 60
Rosa
Carne 57

Habano claro 37

Ladrillo 31
Pardo
Siena 15

15
Trianón 48

Perla 42

Tórtola 30
Gris
Plata 28

Pizarra 19

Hortensia 49

Cielo 26

Azul vivo 15
Azul
Pastel 12

Violáceo 11

Ultramar 9

Ebano 4
Negro

16
Poder de reflexión de algunos metales

Reflexión
Sustancias
Máxima Mínima

Papel secante blanco 85 80

Yeso blanco 95 90

Pintura blanca mate 80 75

Carbonato de magnesio 99 98

Tabla de reflexión y absorción de diferentes materiales

Reflexión Absorción
Sustancias
Máxima Mínima Máxima Mínima
Plata 0,92 0,90 0,10 0,08

Vidrio plateado 0,85 0,70 0,30 0,15

Esmalte blanco 0,75 0,66 0,34 0,30

Níquel pulimentado 0,55 0,53 0,47 0,45

Níquel mate 0,52 0,48 0,52 0,48

Aluminio pulimentado 0,70 0,67 0,33 0,30

Aluminio mate 0,60 0,55 0,45 0,40

Metal cromado
0,62 0,61 0,39 0,38
pulimentado

Metal cromado mate 0,55 0,52 0,48 0,45

Metal estañado 0,69 - - 0,31

Chapa pintada de blanco 0,86 0,76 0,24 0,14

17
Reflexión, transmisión y absorción de diferentes sustancias

Grosor Reflexión Transmisión Absorción


Sustancias Máxim Mínim Máxim Mínim Máxim Mínim
mm.
a a a a a a

Vidrio claro 2-4 0,08 0,06 0,92 0,90 0,04 0,02

Vidrio prensado 3,2-5 0,24 0,07 0,90 0,57 0,21 0,03

Vidrio delustrado
1,75-3 0,20 0,07 0,87 0,63 0,17 0,04
(el exterior)

Vidrio delustrado (el


1,75-3 0,16 0,06 0,89 0,77 0,11 0,03
interior)

Vidrio opalino plaqué


1,7-3 0,52 0,29 0,66 0,36 0,10
blanco

Vidrio opalino rojo 2-3 0,69 0,64 0,04 0,02 0,34 0,29

Vidrio opalino naranja 2-3 0,68 0,63 0,10 0,06 0,31 0,22

Vidrio opalino amarillo 2-3 0,68 0,57 0,20 0,12 0,23 0,20

Vidrio opalino verde 2-3 0,66 0,60 0,09 0,03 0,31 0,30

Vidrio opalino azul 3 0,67 - 0,01 - - 0,32

Mármol pulimentado 7-10 0,71 0,30 0,08 0,03 0,65 0,24

Alabastro 11-13 0,67 0,49 0,30 0,17 0,21 0,14

Pergamino - 0,48 - 0,42 - - -

Seda - 0,38 0,29 0,71 0,61 - -

18
19
20
21
22
Cuando se deposita polvo en las superficies que deben transmitir o reflejar el flujo
luminoso, aumenta considerablemente la perdida por absorción.
En un artefacto de luz indirecta, por ejemplo, el polvo se deposita más en la superficie
de reflexión que en la pantalla industrial, y en todos los casos influye la mayor o menor
limpieza del ambiente.
Por otra parte, las lámparas en las primeras horas de uso tienen un flujo luminoso
superior al indicado. El mismo va disminuyendo paulatinamente hasta que después
de aproximarse 1000 horas se reduce tanto que el uso de la lámpara ya no es
conveniente, de modo que debería ser remplazada aunque no se hubiese quemado.
Es evidente que la iluminación no se debe proyectar para cuando el artefacto y la
lámpara son nuevos y limpios, sino para las condiciones normales, por ejemplo con el
artefacto tal como estaría en la mitad del intervalo fijado para su limpieza periódica y
con la lámpara después de 500 horas de uso.
Esta reducción es introducida en el cálculo por el factor de depreciación que
encontramos en las tres últimas columnas de la tabla, para ambiente limpio, poco
limpio y sucio, como sería el caso de una oficina, fábrica de calzado y taller de
fundición respectivamente.
Tenemos ya todos los elementos para calcular el flujo luminoso de cada artefacto
mediante la fórmula:
ø= E.S .
n.u.d
donde: ø: flujo luminoso por artefacto (lm)
E: iluminación media en la plaza de trabajo (lux)

S: superficie del local a iluminar (m2)


n: número de artefactos
u: factor de utilización
d: factor de depreciación

En todos los lugares donde trabajan o transitan personas o donde se pueda tener que
trabajar o transitar en casos de urgencias, habrá durante el tiempo en que estén en
uso, una iluminación ordenada, natural o artificial o ambas, apropiadas para las
operaciones y para el tipo de trabajo que se ejecute. Siempre que sea factible debiera
adoptarse la iluminación natural.

23
El alumbrado define en gran parte, el ambiente de un lugar, frío o cálido, alegre o
sombrío. En consecuencia, un alumbrado eficaz no sólo debe permitir ver el espacio
que nos rodea, sino también acentuar sus cualidades y su carácter, formando parte
integral del ambiente. Los ambientes deben tener una iluminación suficiente y sin
deslumbramientos, para asegurar buenas condiciones de visibilidad, evitar la fatiga
ocular, ayudar a mantener la necesaria seguridad en el trabajo, disminuir los errores
y aumentar el rendimiento personal.
Es necesario evitar que exista un acentuado contraste entre la iluminación en la zona
en que se realiza una tarea y el espacio que lo rodea, ya que de ocurrir ello, el ojo
debe adaptarse constantemente, lo cual dará lugar a fatiga corporal y/o psíquica. Se
debería prestar debida atención a los requisitos referentes a las relaciones de
luminancia, deslumbramiento, sombras, contrastes y reproducción de colores.
Debido al desarrollo de la técnica, se dispone actualmente de numerosas fuentes de
luz que permiten satisfacer los requisitos cualitativos y cuantitativos que existen en
cada tarea visual, por más severa que sea ésta. Las instalaciones de los elementos
de aporte de luz, obedecen a una técnica y resulta muy útil su aplicación para un
perfecto balance de la situación y costos que significa su empleo. No basta cumplir el
nivel luminoso adecuado, sino que debe contarse con un alumbrado que responda a
todos los requerimientos que exige la tarea visual y el ambiente confortable.
El análisis de las necesidades de la iluminación esta dirigido a la aplicación en
establecimientos, sea cual fuere la naturaleza de sus actividades, excluyendo sin
embargo las obras de construcción y de trabajos públicos. No obstante para este tipo
de situaciones, es necesario fijar los valores mínimos aceptables.
Resumiendo, los propósitos de la iluminación deben ser dirigidos a ayudar a promover
un trabajo con seguridad, proveyendo una eficiente y confortable visión y facilitando
en toda forma las operaciones en los ambientes de trabajo, incluso teniendo en cuenta
la necesidad de eliminar las posibilidades de pérdidas de visión de las personas.

BIBLIOGRAFÍA:

 Carlos R. Miguel – FÍSICA Tercer año Escuelas de Educación Técnica.


 Universidad Tecnológica Nacional – Apuntes de Luminotecnia.
 Manual de Seguridad e Higiene en el Trabajo – I.A.S. 1980
 Manuales de Luminotecnia OSRAM – PHILIPHS – SIEMMENS, etc.
 Luminotecnia e Iluminación – Vittorio Re – Serie “El instalador
cualificado”

24
Adquirir conocimientos sobre las características más importantes de la
formación de colores, conceptos de Cromaticidad. Conocer los sistemas de
medición de colores y poder comparar la emisión de las fuentes de luz contra
patrones.

DESARROLLO DE LA UNIDAD:

21.1.1 Sistema CIE


Diagrama de cromaticidad. El diagrama de cromaticidad o triángulo de color adoptado
por la CIE en 1931 permite la determinación matemáticamente exacta de cualquier
color mediante dos coordenadas de cromaticidad (fig. 21-l). Estas coordenadas,
especificadas por el fabricante para cada tipo de lámpara, han sido calculadas
valiéndose de la distribución de su energía espectral y la respuesta de un observador
colorimétrico patrón, establecido por la CIE, ante los tres colores primarios rojo, azul
y verde.
Escala uniforme de cromaticidad. Una desventaja del diagrama de cromaticidad es
que las diferencias de cromaticidades no son uniformes, es decir, que intervalos
iguales medidos a lo largo de los ejes x e y no representan visualmente las mismas
diferencias de color. Esto se puede comprobar en la fig. 21-2, donde el lugar
geométrico de los intervalos cromáticos iguales, en cualquier dirección, desde un
punto determinado, toma la forma de una elipse, cuyo tamaño varía según su posición
en el diagrama. Por esta razón la CIE recomendó, en 1960, utilizar un diagrama con

1
La "cromaticidad", es la saturación del color —o, inversamente, la ausencia de mezcla
con blanco—, se indica en intervalos de hasta 16 o más, partiendo desde un
determinado nivel de "valor".
Por consiguiente, el sistema de Munsell permite especificar cualquier color mediante
el uso de 3 6 4 símbolos. Por ejemplo: cierto color amarillo que tiene un "valor"
correspondiente a la mitad de la escala de grises (5) y seis intervalos en la escala de
"cromaticidad", partiendo del neutro, se escribe: 5Y 5/6, donde el 5Y indica el "tono"
(amarillo), el 5 el "valor" y el 6, la "cromaticidad" (fig. 20-4).

21.2 Rendimiento en color


Para poder comparar las características cromáticas de diferentes fuentes luminosas,
la CIE introdujo el concepto de índice de rendimiento en color, basado en el aspecto
de ciertos colores de prueba, cuando están iluminados por diferentes fuentes
luminosas. Al iluminar estos colores de prueba, primero con la lámpara a ensayar y
después con lámparas patrón, resultan diferencias cromáticas, cuyo promedio permite
establecer el rendimiento en color de la lámpara que se ensaya.

2
El método de colores de prueba recomendado por la CIE, en 1965, utiliza para medir
y especificar el rendimiento en color de una fuente luminosa ocho colores de prueba
que tienen en la escala de Munsell una saturación media. Según este método, el
cálculo del índice de rendimiento en color Ra de una fuente se basa en:
• Las características de reflexión espectral de los colores de prueba;
• La distribución espectral de la fuente luminosa a ensayar;
• La distribución espectral de la fuente patrón;
• La adaptación del ojo humano.
El índice tiene un valor máximo de 100, que resulta si la distribución espectral de la
fuente a ensayar y de la lámpara patrón son idénticas. La fuente luminosa patrón que
se utiliza para medir fuentes con temperaturas de color correlacionada de 5.0001° K
y menores es un radiador completo (o cuerpo negro), con una temperatura de color lo
más próxima posible (véase la Sec. 21.3). Por encima de 5.0000° K la fuente patrón
produce una luz diurna simulada o "reconstituida", de la temperatura de color
apropiada.
Algunas lámparas de descarga tienen una distribución de energía espectral muy
parecida a la fuente patrón.
Por consiguiente, su rendimiento en color es muy bueno, aun cuando su eficacia
luminosa es reducida. Otras tienen una distribución de energía espectral tan diferente
de la de una fuente patrón que su rendimiento en color es muy bajo o no puede
especificarse de ninguna manera, pero, por otra parte, su eficacia luminosa es
elevada.
En las lámparas incandescentes, la distribución de la energía espectral es casi
idéntica a la de la fuente patrón y, por consiguiente, tienen un excelente rendimiento
en color pero su eficacia es bastante pobre.
En cuanto a las lámparas fluorescentes, se ha pensado durante mucho tiempo que se
puede lograr un buen rendimiento en color sin más que sacrificar eficacia, haciendo
que la fuente emita radiación en todo el abanico de colores espectrales. Hoy día se
sabe que no hace falta esto. Existen lámparas fluorescentes con una emisión en tres
longitudes de onda bien definidas (fig. 21-5), con las que se obtiene un buen
rendimiento en color, al mismo tiempo que una alta eficacia. Sin embargo, para las
lámparas fluorescentes de los tipos "especial" o "especial de lujo", a los cuales se les
exige un rendimiento en color muy riguroso, sigue siendo válido lo antes dicho de su
eficacia.

3
21.3 Temperatura de color
El término "temperatura de color" se utiliza para describir el color de una fuente
luminosa, comparándola con el de un cuerpo negro o radiador completo. La
temperatura de¡ cuerpo negro, en grados Kelvin, en la que se obtienen los mismos
colores que con la fuente a medir, es la temperatura de color de ésta.
Al trazar en el diagrama de cromaticidad CIE las cromaticidades de un cuerpo negro
en varias temperaturas, se forma una curva que se conoce como lugar geométrico de
Planck. Cualquier fuente que tenga su cromaticidad en este lugar geométrico puede
describirse por su temperatura de color. Una fuente fuera de¡ lugar geométrico de
Planck puede describirse por su temperatura de color correlacionada, es decir, la
temperatura de¡ cuerpo negro en que el color de éste se parece lo más posible al de
la fuente. Para encontrar la temperatura de color correlacionada hay que utilizar una
carta suplementaria de¡ diagrama patrón de cromaticidad de 1 931 publicado por la
CIE (fig. 21-6).

4
Fig. 21-6. Diagrama suplementario de¡ de cromaticidad de la CIE, mostrando el
lugar geométrico de Planck y las líneas de temperatura de color constante
correspondientes.

BIBLIOGRAFÍA:

 Carlos R. Miguel – FÍSICA Tercer año Escuelas de Educación Técnica.


 Universidad Tecnológica Nacional – Apuntes de Luminotecnia.
 Manual de Seguridad e Higiene en el Trabajo – I.A.S. 1980
 Manuales de Luminotecnia OSRAM – PHILIPHS – SIEMMENS, etc.
 Luminotecnia e Iluminación – Vittorio Re – Serie “El instalador
cualificado”

5
Adquirir el conocimiento de los distintos tipos de lámparas existentes en el
mercado. Comprender sus características y principios de funcionamiento.
Conocer como eliminar el Efecto Estroboscópico. Formar criterios de selección.

Funcionamiento:
“Se me ocurrió que quizás se pudiera conseguir que en un filamento de carbón,
quedara derecho dentro de recipientes de vidrio o bulbos cerrados, como los que
estamos usando, y en el existiera un vacío elevado. Antes se habían hecho lámparas
parecidas, pero sin usar bombas de aire; y en octubre de 1879, preparamos algunos
con filamentos de papel e hilo de coser comunes carbonizados. El filamento de carbón
era colocado dentro de un receptáculo o bulbo de vidrio y se, conectaba con los
conductores mediante fusión. Dentro de todo el dispositivo se hacía el vacío hasta
cerca de una millonésima de atmósfera, mediante una bomba de Sprengel. Los
filamentos de carbón aunque muy frágiles (lo que era natural dadas su longitud y
pequeña masa) tenían una superficie menor y una resistencia mayor de le que
hubiéramos osado esperar. Virtualmente habíamos alcanzado la posición y las
condiciones de estabilidad deseadas para los filamentos de carbón”. En otras palabras
había nacido la lámpara de incandescencia. Palabras de Tomas Alva Edison; 19 de
octubre de 1879.-
Actualmente se emplea como filamento el tungsteno, produciendo la luz cuando este
es calentado a incandescencia (más de 2000 °C) por el flujo de corriente eléctrica;

1
presenta antes de alcanzar la fusión un fenómeno de evaporación, consistente en un
desprendimiento de partículas que acelera la destrucción del filamento, en
consecuencia acortan la vida útil de las lámparas.

Comportamiento Térmico:
A mayor temperatura, mayor rendimiento pero disminuye la vida útil. Las lámparas
incandescentes pueden calentar y hacer arder a los materiales combustibles que se
ubiquen cerca de la misma. La posibilidad de una lámpara ocasione un incendio es
directamente proporcional a la temperatura que es capaz de producir, y, por supuesto,
al grado de combustibilidad de los elementos próximos. Una idea sobre este
importante punto nos la brinda la temperatura media sobre la superficie del vidrio de
las lámparas más comunes, tomando como base una temperatura ambiente de 2O °C
en una lámpara de 2OOW.

Fig. 14- A— L as t e mp e ra t u ra s su pe rf ic ia l es de un a lá mp ar a
I nc and e s ce nt e v a rí an d e a cu e rdo c on su po si c ión .

Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos la temperatura del ambiente
es mucho más elevadas, en consecuencia también aumenta el de la lámpara.
También aumenta la temperatura del foco cuando éste funciona en una posición
distinta a la vertical normal (bulbo hacia abajo).
Rendimiento:
La eficiencia de una lámpara incandescente es del orden de 12 lm/W para potencias
de 40W, de 22 lm/W para l5OOW y la vida útil es de 1000 horas aproximadamente.
En forma generalizada;

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Tipos y Usos
Las lámparas incandescentes desde su creación y aplicación para la Iluminación
artificial, han alcanzado un extenso y variado campo de utilización cada vez mayor.
Aún en nuestros días, con el desarrollo y evolución con otros tipos de fuente luminosa
estas lámparas continúan siendo irremplazables en un sin número de iluminaciones.
La serie de lámparas comprenden varios tipos que se diferencian entre si por la
potencia, tensión nominal de utilización, tamaño y terminación de la ampolla, como
también por el casquillo utilizado.

Clasificación:
A) Incandescentes normales:
Clara: con potencia nominal comprendida entre 1W y 1OOOW siendo su
principal aplicación para la iluminación de carácter general.
Argenta: con potencia nominal comprendida entre 4OW y 2OOW tienen
ampolla con recubrimiento interior difusor que proporciona una luz suave y cálida, con
reducidas sombras y ausencia de deslumbramiento.

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Por estas características son muy indicadas para la iluminación en el hogar,
oficinas, tiendas, etc.
B) Incandescentes de construcción reforzada:
Con potencia nominal comprendida entre 4OW y l5OW se caracterizan por su
robusta construcción, muy resistentes a las vibraciones, sacudidas, trepidaciones,
etc.; razón por la que su uso se recomienda cuando existen factores adversos como
los señalados.
C) Incandescentes de bajo voltaje:
Con potencia nominal comprendida entre l5W y 1OOW y tensiones nominales
de 6V, l2V y 32V, fabricadas especialmente para la utilización en zonas rurales o
lugares aislados que sólo disponen de un suministro de energía eléctrica por medio
de baterías o grupos electrógenos.
D) Incandescente decorativa:
Las hay del tipo argenta k, vela balón, vela lisa, gota, perfume clara, perfume
satinada, de color; y sus usos son en la iluminación de carácter festivo (de interior o
exterior), tales como en exposiciones, ferias, vía pública, anuncios, etc.
E) Incandescentes de vidrio prensado:
Se caracterizan por su alta intensidad luminosa. Tienen ampolla de vidrio duro
prensado, con reflector interior de alto factor de reflexión y refractor frontal, con
diferentes terminaciones para lograr distintas formas de distribución luminosa (haz
concentrado, iluminaciones de carácter general, con niveles relativamente altos, tanto
en interiores (gimnasios, galerías, salas de exposición, iglesias, etc.) como en
exteriores (fachadas, monumentos parques, jardines, fuentes, etc.).
F) Incandescentes reflectores:
Tienen ampolla de vidrio soplado con un reflector interior por metalización al
alto vacío y frente de ampolla satinada. Tienen una distribución luminosa media, es
decir comprendida entre las denominadas de haz concentrado y difusoras. Los usos
son para vidrieras, escaparates, exhibidores, iluminación en hogares, restaurantes,
bares, hoteles, night clubes, tiendas, salones de exposición y venta, etc.
G) Incandescentes halojenadas:
Constan de un filamento de tungsteno que recorre la lámpara de un extremo a
otro; la conexión se hace sobre ambos extremos. El tubo exterior es de cuarzos para
soportar las altas temperaturas a que se ve sometido; la atmósfera interior es un
compuesto halogenado que tiene la propiedad de combinarse con el tungsteno
evaporado; esta combinación se deshace cuando el compuesto resultante toca el
filamento, restaurando el tungsteno en él.

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De esta manera se incrementó la vida útil de la lámpara, a la vez que se elimina
la depreciación producidas en las lámparas incandescentes normales por el depósito
del tungsteno sobre el interior de la ampolla.
Sus aplicaciones principales son en: interiores, para el alumbrado de grandes
áreas, comercios vidrieras, stands de exposiciones, espacios deportivos, piscinas, etc.
y en exteriores, áreas deportivas, estacionamientos, alumbrado de seguridad y
vigilancias, carga y descarga, etc.

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Teoría de Funcionamiento
La lámpara fluorescente es esencialmente una fuente de luz de descarga eléctrica, en
la cual la luz se produce por la fluorescencia o fosforescencia activada por la energía
ultravioleta de un arco de mercurio. Consiste en un bulbo tubular que tiene prensados
(sellados) en los extremos los electrodos, y en el interior vapor de mercurio a bajo
presión como soporte del arco con una pequeña cantidad de gas inerte (generalmente
de argón) para el arranque. Las paredes internas del bulbo están revestidas con
polvos fluorescentes.
Cuando se aplica la tensión conveniente o adecuada, un flujo de electrones
desplazándose a gran velocidad, es impulsado desde uno de los electrodos y atraído
por el otro. Las colisiones entre estos electrones y los átomos de mercurio que se
encuentran en su camino, producen un estado de excitación cuyo resultado es la
emisión de radiaciones, principalmente en la región ultravioleta de 2537 Angstroms.
Los polvos fluorescentes transforman esta energía ultravioleta en luz visible.
La lámpara fluorescente se diferencia de la de mercurio, principalmente en dos
aspectos; actúa a una presión de vapor mucho más baja, y está revestida de fósforo
que es activado solamente por la onda corta ultravioleta radiado por un arco de baja
presión. En una lámpara fluorescente, el 90 % de la luz se produce por fluorescencia.
El restante 10 % se produce por los líneas visibles del espectro del arco de mercurio.
En una lámpara típica de vapor de mercurio-fluorescente, la situación es virtualmente
opuesta, las líneas visibles del mercurio aportan un 90 % de la luz y la fluorescencia
del fósforo sólo un 10 % aproximadamente.

Construcción de la lámpara
El tipo de electrodo utilizado en la mayor parte de los lámparas fluorescentes es el de
hilo de Tungsteno bañado y doblemente espiralizado (“cátodo caliente”), recubierto
con una materia emisiva (óxidos de Bario, Estroncio y Calcio), que cuando se caliente
desprende electrones. El proceso se llama emisión termoiónica porque los electrones
son emitidos más como resultado del calor desarrollado que de la tensión aplicada.
Se crea una zona caliente en el cátodo, en el punto en que el arco de mercurio salta
y un continuo flujo de electrones se produce. Este tipo de operación es característico
de las que se llaman “lámpara de cátodo caliente”.

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Fósforos
Las materias fluorescentes y fosforescentes más utilizada en pinturas, tintes y
plásticos son excitadas por ondas largas ultravioletas alrededor de los 3650
Angstroms. Las lámparas fluorescentes emplean fósforos de otro tipo, seleccionados
porque son eficaces convertidores de la energía ultravioleta de onda corta de 2537
Angstroms en luz visible y porque son compuestos estables que mantienen su emisión
luminosa a un alto nivel a lo largo de la vida útil de la lámpara.
El color producido depende de la composición química de los fósforos. Los colores
“Blanca cálida normal” y “Blanca” se obtienen mediante variaciones de un sólo fósforo,
y la “Blanca fría normal”, “Alta eficacia”, “Blanca fría de lujo”, “Blanca cálida de lujo”,
“Luz de dio” y “Blanca suave”, mediante una mezcla de fósforos. Las lámparas verdes,
azules y rosa utilizan fósforos simples, mientras que las de color rojo y oro, tienen un
revestimiento coloreado que se aplica a la superficie interna del bulbo como
suplemento el fósforo.
Otro fósforo conocido como el 36OBL es una eficaz fuente de radiaciones próximos al
ultravioleta con su máxima emisión de energía de alrededor de los 3650 Angstroms;
las lámpara hechos con un fósforo producen una radiación visible mínimo y sólo se
aplican para activar materias fluorescentes y fosforescentes. En tanto las demás
lámparas 36OBL son similares a las lámparas fluorescentes normales.

Bulbos
Las lámpara fluorescentes, generalmente designadas como “tipo F”, se fabrican con
bulbos tubulares de un diámetro que va desde el T-5 (5/8 pulgadas, l6 mm), hasta el
T-17 (2 l/8 de pulgadas, 54 mm). En longitud total abarcan desde 152 hasta 2438 mm.
Las lámparas en forma circular llamadas “Circline” se pueden encontrar en tres
tamaños de diámetro exterior del círculo: 210, 305 y 406 mm.

Casquillos
Las lámparas con cátodos de precalentamiento o arranque rápido, requieren cuatro
contactos eléctricos, que en las lámparas lineales normales toman la forma de un
casquillo de doble clavillo en cada extremo.
Hay tres tipos normales de casquillos de doble clavillo o doble espiga; el miniatura, el
medio y el mogul. En las lámparas Circline los contactos están fijados juntos en un
casquillo de cuatro clavillos, situado entre los dos cátodos en los que se unen los
extremos de la lámpara.
Las lámparas de “Alta emisión” y de “Muy alta emisión” (funcionamiento basado en el
principio de arranque rápido), emplean los casquillos de tipo doble contacto “retraído”.

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Las lámparas del tipo de arranque instantáneo de 40 vatios tiene un casquillo medio
de dos espigas, pero contiene un elemento eléctrico que sirve de puente entre el par
de contactos de cada extremo, produciendo en realidad un sólo contacto en cada
extremo. Debido a ésta construcción estas lámparas no pueden funcionar en circuitos
de precalentamiento ni de arranque rápido.

Vida Útil de una Lámpara


El promedio de vida útil de una lámpara fluorescente en horas de trabajo está basada
en una gran cantidad de medidas de laboratorio hechos sobre grupos representativos
de lámparas en condiciones específicas de ensayo. Generalmente se obtendrá la vida
media de una lámpara normal en servicio, con equipos auxiliares correctos y tensión
y frecuencia adecuados. Cuando se experimenta sobre un gran grupo de lámparas,
se llegará a la conclusión de que los fallos ocurren de forma muy aproximado a la
curva de mortalidad adjunta, siendo la vida media el punto en el que aproximadamente
el 50 % de las lámparas se han inutilizado.
El fin normal de la vida de una lámpara fluorescente se alcanza cuando un uno de los
electrodos quede una cantidad tan pequeña de material de emisión de electrones que
impide la iniciación del arco. Algo del material de emisión se consume continuamente
mientras funciona la lámpara y también se consume otra cantidad por el impacto del
arco cada vez que la lámpara arranca. Por lo tanto, la vida de una lámpara resulta
afectada por el número de arranques.
Casi todas las lámparas fluorescentes tienen un promedio de vida útil de siete mil
quinientas horas a base de un ciclo de funcionamiento de tres horas por cada
arranque.
Cuando el material de emisión está agotado, las lámparas en un circuito precalentado
comenzarán a parpadear a medida que los electrodos se calienten, pero el arco,
aunque salta, no se mantiene.
Las lámparas de circuito de arranque instantáneo o rápido, cesarán simplemente de
lucir. Todas las lámparas fundidas deberán ser retiradas del circuito rápidamente, para
evitar que los elementos auxiliares se calienten en exceso.
Generalmente, el método más económico para el buen mantenimiento de una
instalación de lámparas fluorescentes es organizar un programa de sustitución por
grupos, es decir, el reemplazo sistemático de todos las lámparas el cabo de un tiempo
dado, aunque no se haya producido todavía un número alarmante de fallos. En
general, cuando en una fábrica u oficina se trabaja un turno de ocho horas, los

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lámparas deberían reemplazarse cada dos años; sí hay dos turnos diarios, cada
dieciocho meses, y si son tres turnos diarios, una vez al año.

Mantenimiento de la Emisión Luminosa


Una lámpara fluorescente decrece en emisión luminosa más rápidamente durante los
primeros cien horas de servicio que en el resto de su vida. Por esta razón, los
“Lúmenes Iniciales” dados en las tablas, para una lámpara fluorescente es el valor
obtenido tras las cien primeras horas de funcionamiento. La curva A de la figura
adjunta corresponde a la emisión luminosa de una lámpara Slimline de bulbo T-12
funcionando a 425 mA., o de una lámpara de “Precalentamiento-arranque rápido” de
40 vatios. La depreciación en la emisión luminosa, es debida principalmente a un
deterioro gradual del polvo de fósforo, y a un ennegrecimiento del interior del tubo.
Dicho ennegrecimiento se produce por la mezcla emisiva de los electrodos
depositados sobre la superficie interna del bulbo, por lo que el fenómeno es más
pronunciado en los extremos del tubo. Cuanto más pequeño sea el diámetro de la
lámpara y más próximos estén los electrodos a la pared del bulbo, mayor será el
ennegrecimiento.
Durante las últimas horas de vida de una lámpara, un depósito bastante denso, se
aprecia en el extremo de la lámpara, en el que el electrodo está desactivado. Este
efecto es especialmente visible, si se enciende y opaca la luz antes de ser sustituida.

CARACTERISTICAS Y USOS DE LAS LAMPARAS


EXISTENTES EN EL MERCADO
Color
La curva de distribución de energía espectral, de una lámpara fluorescente, muestra
un espectro continuo para la radiación producida por el fósforo, y unas bandas o líneas
representando la pequeña porción de la radiación procedente del arco de mercurio,
que no es absorbida por el fósforo. En realidad, las líneas de mercurio son
monocromáticas, y muy fuertes en intensidad, pero de una anchura estrechísima.
Como se puede ver en las curvas adjuntas, las líneas están representadas por bloques
de una anchura de 200 Angstroms, con la altura elegida para que el área del bloque
represente la cantidad total de energía en la línea espectral. Por razones de
simplicidad, se han omitido las líneas de las curvas relativas a la blanca de lujo.
La diversa variedad existente de lámparas “blancas” hace posible la elección de una
atmósfera “fría” o “cálida” para un interior determinado. Para dar la sensación de
atmósfera fría, se recomienda el uso de la “blanca fría”. La lámpara “luz de día”
también se recomienda a veces para ese caso.

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Cuando se desea una atmósfera cálida, se usa la “blanca cálida”. Este tono de luz es
el más apropiado para instalaciones combinando lámparas fluorescentes e
incandescentes, porque su color ambiente se parece mucho al de las incandescentes.
La lámpara “blanca” es intermedia en color, entre la “blanca fría” y la “blanca cálida”.
La lámpara “Alta Eficiencia” proporciona la más alta emisión luminosa de todas las
“blancas”; un 15 % más que la “Blanca fría” y un 36 % más que la “Luz de Día”. El
fósforo usado en las lámparas de alta eficiencia es una mezcla de tono “blanca” con
un componente verde, que es el que proporciona la mayor emisión luminosa, a la vez
que da a éstas un color ambiente blanco verdoso. Las lámparas “Alta eficiencia” se
proyectan principalmente para el uso en áreas industriales, tiendas de maquinarias,
almacenes y toda clase de espacios donde el objetivo principal es el máximo de luz al
mínimo costo.
Donde el color es de importancia capital, se recomienda el tono “Blanco fría de lujo” y
“Blanca cálida de lujo”. Estas tienen un tipo de fósforo adicional que añade el rojo a
su espectro. El tono que produce favorece el aspecto de las personas, y muestra
fielmente todos los colores de muebles, decoraciones, mercancías, y en fin, toda clase
de objetos de color.
Las lámparas fluorescentes azul, verde, oro, rosa y roja, producen luz coloreada de
alta eficacia para señales luminosas y aplicaciones decorativas.

Brillo
El brillo de las lámparas fluorescentes varía con el diámetro del bulbo y con la corriente
de carga. Sin embargo, todas las lámparas fluorescentes son fuentes luminosas de
bajo brillo comparadas con las lámparas de filamento incandescentes y con las de
mercurio, porque la superficie sobre la cual se genera la luz es mucho mayor.

Energía Luz/Calor
Las lámpara fluorescentes, debido fundamentalmente a su más alta eficacia, producen
luz con un acompañamiento de calor mucho menor que el de las lámparas de
filamento. Esto ocurre porque el calor total desarrollado por cualquier fuente de luz
está en proporción directa a su consumo de energía (un Vatio/hora de energía
consumido, produce 3,414 BTU de calor), y porque la lámpara fluorescente emite de
dos a tres veces la luz que produce la lámpara de filamento de la misma potencia, y
que genera igual potencial calórico.
Una diferencia más entre los dos tipos de lámparas es la forma en que cada una se
caliente. No sólo la lámpara fluorescente produce menor calor total para una cantidad
dada de luz, sino que produce menos de la mitad de calor, debido a la forma de

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energía radiante (calor radiado + luz); mientras que en las lámparas de filamento
alrededor de los 3/4 partes es energía radiante.
Así, para emisiones iguales de luz, el calor radiante generado por las lámparas
fluorescentes es aproximadamente l/5 del producido por las de filamento.
El calor por conducción y convección que completa la energía total absorbida por una
lámpara se disipa principalmente hacia arriba y contribuye mucho menos a la
sensación de calor que se deriva de la instalación de alumbrado.
En los casos en que el calor total sea un factor a considerar, como en el caso de
calcular la potencia de un aparato de aire acondicionado, la variable más importante
es naturalmente la potencia instalada que nos dará el calor radiante.
Por eso es necesario añadir a la potencia de las lámparas instaladas, la potencia
consumida por cualquier reactancia colocada dentro del área en cuestión.
Lámparas de vapor de mercurio
Están constituidas por un pequeño tubo de cuarzo que contiene vapor de mercurio a
alta presión y un gas inerte (argón), para facilitar la descarga. En ambos extremos se
hallan dispuestos los electrodos, dos de los cuales son principales y uno o dos son
auxiliares.
El tubo de cuarzo, llamado también tubo de descargase, se encierra en un globo de
vidrio para aislarlo del ambiente externo. Este globo, no solamente absorbe las
radiaciones ultravioletas (perjudiciales para los ojos que dan lugar a la formación de
ozono en el aire, sino que sirve también para mejorar la calidad de la luz siempre y
cuando está revestido internamente de polvo fluorescente.
La forma del globo, que recibe el nombre de isotérmica, ha sido estudiada a propósito
para que proporcione una distribución uniforme de la temperatura en toda su
superficie. Sin embargo también existen lámparas de forma cilíndrica.
El globo se fabrica con un vidrio de tipo duro a fin de que resista los saltos térmicos y
las salpicaduras.
Elementos constitutivos de una lámpara de vapor de mercurio y esquema de
conexionado: la reactancia está conectada en serie con la lámpara y el condensador
de corrección de fase en paralelo.
Las lámparas de vapor de mercurio pueden ser: con globo fluorescente; con reflector
incorporado; de luz mezcla y con halogenuros.

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Lámpara de vapor de mercurio con globo fluorescente:
La cara interna de la ampolla está revestida de vanadiato de itrio, activado con europio.
Dicha substancia fluorescente permite obtener un espectro luminoso compuesto,
principalmente, por radiaciones rojas y de gran longitud de onda.
Requieren el empleo de luminarias adecuadas.

Características de las lámparas con ampolla fluorescente


Potencia Potencia Flujo Eficiencia
Diámetro Longitud
nominal absorbida + luminoso luminosa
(mm) (mm)
(W) (W) (lm) (lm/W)
50 59 55 130 2000 34
80 89 70 156 3800 43
125 137 75 170 6300 46
250 266 90 226 13700 52
400 425 120 292 23100 54
700 735 150 343 40000 55
1000 1045 165 380 55000 53
2000 2070 185 420 130000 63
+ Incluidas las pérdidas en la reactancia.

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Lámpara de vapor de mercurio con ampolla fluorescente y reflector
incorporado:
La parte superior del globo está provista de una superficie reflectante que dirige el flujo
luminoso hacia abajo. Ofrecen la ventaja de requerir luminarias sencillas y
económicas.

Lámpara de vapor de mercurio de luz mezcla:


Proporcionan una luz mixta, mercurio-
incandescencia. Al tubo de descarga normal
se le ha añadido un filamento metálico
(conectado en serie) que ejecuta la doble
función de suministrar una radiación
luminosa de color rojo (típico de las lámparas
de incandescencia) y de servir como
resistencia de estabilización de la descarga.
Por dicha razón no hacen falta dispositivos
auxiliares de alimentación.
Sustituyen a las lámparas de incandescencia
normales (de elevada potencia) por la mayor
cantidad de flujo luminoso emitido, por la
mayor eficiencia luminosa y por tener una
vida media de más larga duración. La ampolla de este tipo de Lámparas es sensible
a las solicitudes térmicas.

Características de las Lámparas de luz mezcla


Potencia Flujo Eficiencia
Diámetro Longitud
nominal luminoso Luminosa
(mm) (mm)
(W) (lm) (lm/W)
160 87 187 3100 19
250 106 230 5600 22
500 130 275 14000 28
1000 160 315 32500 32

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Lámpara de vapor de mercurio con halogenuros
Añadiendo al mercurio algunos metales de forma de yoduros (sodio, indio, talio) se
obtiene un buen rendimiento cromático y elevada eficiencia luminosa (75-90 lm/W).
Estas lámparas, de reducidas dimensiones, permiten un buen control del flujo
luminoso.
Requieren dispositivos auxiliares para facilitar el arranque de la descarga (reactancia
y arrancador).
La posición de la lámpara para su funcionamiento varía con el tipo y la potencia de la
misma.

Características de las lámparas con halogenuros, de ampolla clara o


fluorescente
Flujo
Potencia
Potencia Eficienci
absorbid Diámetro Longitud luminosa
Ampolla nominal a
a (mm) (mm) (lm/W)
(W) luminoso
(W) +
(lm)
250 275 38 220 20000 74
clara 360 385 46 285 28000 73
2000 2070 100 430 190000 92
fluores- 250 275 90 226 18000 65
cente 360 385 120 292 26000 68
+ incluidas las pérdidas en la reactancia.

Áreas de utilización
Las lámparas de vapor de mercurio son utilizadas para la iluminación general de
grandes edificios industriales (talleres, almacenes, depósitos, etc.).
Para potencias hasta 250 W es recomendable montar las lámparas a una altura de 5
a 8 metros y de 8 a 20 metros para potencias mayores.

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Ventajas
Eficiencia luminosa óptima; luminancia de tipo medio (4-25 cd/cm2), rendimiento
cromático discreto o bueno (según los tipos); pequeño tamaño y buen promedio de
vida (6000-9000 horas). Para las lámparas con globo de vidrio no hay ninguna
limitación en cuanto a la posición de funcionamiento; para otros tipos de lámparas (por
ejemplo, con halogenuros) existen, en cambio, unas prescripciones particulares.
La gama de potencias en que se suministran es, respecto a las lámparas
fluorescentes, decididamente más elevada. En efecto, una lámpara de vapor de
mercurio de 400 W emite un flujo luminoso de 23000 lúmenes, que es
aproximadamente igual al de 7-8 lámparas fluorescentes tubulares de cátodo caliente,
de 40 W, ocupando un espacio extremadamente más reducido.

Desventajas
Empleo de equipo auxiliar para el arranque de la descarga. El encendido, no es
inmediato: requiere de 4 a 5 minutos para alcanzar la máxima emisión luminosa. Costo
elevado que, sin embargo se amortiza con el uso gracias a la buena eficiencia
luminosa y a la duración.
Si se ponen de nuevo en circuito, cuando todavía están calientes, el tiempo necesario
para que vuelvan a encenderse puede ser del orden de unos 6 minutos (incluso más
para las lámparas con halogenuros).

Advertencias
— Para evitar el efecto estroboscópico conéctense las lámparas a distintas fases
de la red de alimentación.
— El flujo luminoso máximo se alcanza varios minutos después del encendido.
Cuando se apaga la lámpara no es posible obtener de nuevo el encendido hasta
transcurrido unos minutos de enfriamiento.
— Las lámparas de luz mezcla no se pueden conectar a redes de alimentación
cuya tensión descienda por debajo del valor nominal pues se apagaran.
— Comprobar que las luminarias sean adecuadas para la dispersión del calor
producido por la fuente de luz y el sistema de encendido.
— No sustituir una lámpara por otra de mayor potencia en una luminaria prevista
para un determinado tipo de fuente de luz.

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Anomalías de las lámparas de vapor de mercurio

Inconvenientes Causas y remedios

Uso prolongado, superior a la duración media de la


lámpara.
Poca luz
Depósito de polvo y suciedad a un mantenimiento
insuficiente.

Posición de funcionamiento ¡incorrecta: atenerse


Rotura de la ampolla
escrupulosamente a las indicaciones del fabricante.

Contacto de la ampolla con paredes frías debido a un mal


montaje de la lámpara.

Solicitaciones y vibraciones mecánicas: montar la


luminancia sobre soportes antivibratorios.
Reactancia averiada o inadecuada: sustituirla.

Lámpara de vapor de sodio


— De baja presión
Están constituidas por un tubo doblado sobre si mismo en forma de U, relleno de una
mezcla de gases inertes (por ejemplo, neón) a la que se agrega una cierta cantidad
de sodio. Cuando la lámpara está fría, el sodio se deposita a lo largo del tubo en forma
de gotitas; bajo el efecto de la descarga el sodio pasa al estado gaseoso.
Fijados a los extremos del tubo se hallan los electrodos, revestidos de substancias
capaces de emitir electrones.
El tubo está dotado de prominencias que hacen la función de pequeños pozos para la
recorrida del sodio, así como de "puntos fríos" que neutralizan la tendencia del sodio,
durante la condensación, a dirigirse hacia la parte curva del tubo. Para reducir la
cantidad de calor transmitido al exterior, el tubo doblado en U está encerrado en una
ampolla de vidrio en la que se ha practicado el vacío.

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Áreas de utilización
Iluminación viaria (bifurcaciones y nudos de carreteras, túneles, pasos subterráneos)
y en general para indicar lugares peligrosos. Se emplean también para la iluminación
en fundiciones y acerías, donde interesa más la percepción de la forma que la de los
colores. Es aconsejable montar las lámparas a una altura de 8 a 15 metros, según sea
su potencia.
Ventajas
Eficiencia luminosa elevadísima y notable duración media de vida (6000 horas);
luminancia mediana (7,5-14 cd/cm2).

Desventajas
La luz emitida es monocromática (amarilla) y los colores de los cuerpos iluminados
resultan alterados: esta característica limita el área de utilización.
Es necesario recurrir a dispositivos auxiliares para el arranque de la descarga. Hasta
transcurridos 5-10 minutos desde la conexión inicial no se alcanza el 80 % de la
emisión máxima.
Características de las lámparas de sodio a baja presión

Potencia Potencia Flujo Eficiencia


Diámetro Longitud
nominal absorbida Luminoso luminosa
(mm) (mm)
(W) (W) + (lm) (lm/W)

35 56 51 310 4600 82

55 76 51 425 7600 100

90 113 65 528 12500 110

135 175 65 775 21500 123

180 220 65 1120 31000 140

200 235 45 1200 31000 132

+ Incluidas las pérdidas de la reactancia


Existen también lámparas a vapor de sodio a baja presión, de forma lineal. Los
accesorios para el encendido y la alimentación son similares a los de las lámparas
fluorescentes tubulares. Sin embargo no son muy utilizadas.

22
De alta presión
Son lámparas en la que el contenido de sodio es muy elevado la luz que emiten,
calificada de blanco oro, permite un rendimiento cromático discreto.
Para la construcción del tubo de descarga se recurre a un óxido de aluminio
sintetizado que resiste las altas temperaturas y no es atacado por el socio.
En el tubo de descarga se introduce una amalgama de sodio (aleación de sodio y
mercurio), junto con un gas raro a baja presión que favorece el arranque de la
descarga. El tubo de descarga se coloca en una ampolla o tubo de vidrio duro, en el
que se practica el vacío para reducir la dispersión térmica y conseguir la máxima
eficiencia.
Para el arranque de la descarga se recurre a cebadores hechos mediante tiristores
que determinan la formación de picos de tensión muy elevados (del orden de los 3
KV) a través de los electrodos de la lámpara, y que se superponen a la tensión
suministrada por la reactancía. Una vez que la descarga se ha iniciado, el cebador se
desconecta automáticamente.
Existen, sin embargo, nuevos tipos de lámparas que no requieren el cebador
electrónico para el arranque y por lo tanto, se pueden alimentar con las mismas
reactancias que se emplean para las lámparas de vapor de mercurio. Esto permite
una rápida sustitución de estas últimas cuando se pretende elevar el nivel del

alambrado o ahorrar energía.

Areas de utilización
Para el alumbrado industrial (almacenes, naves industriales) y viario (zonas portuarias
y aeropuertos), así como iluminación de fachadas de edificios y monumentos.
Para la iluminación de interiores es aconsejable montar las lámparas a una altura de
6 a 10 metros para potencias de 250-400 W y 15 a 30 metros para potencias
superiores.

23
Ventajas
Buena eficiencia luminosa; limitada depreciación del flujo luminoso; largo promedio de
vida (9000 horas); rendimiento cromático discreto; reducidas dimensiones.
No existe ninguna limitación en cuanto a la posición de funcionamiento Se pueden
emplear como opción alternativa de las lámparas de vapor de mercurio (de 250 W en
adelante) cuando se pretende reducir el número de centros luminosos (admitiendo
que la luminaria lo permita desde el punto de vista de la uniformidad). Realmente, una
lámpara de sodio a alta presión, de 400 W, emite 40000 lúmenes frente a los 23100
de una lámpara de vapor de mercurio de Igual potencia.

Desventajas
Empleo de dispositivos auxiliares para la alimentación.
Tarda varios minutos en alcanzar el 80 %, de la emisión luminosa. La luminancia es
más elevada que la de las lámparas de vapor de mercurio con ampollas fluorescentes
(300-600 cd/cm2). Costo superior al de una lámpara de vapor de mercurio de la misma
potencia (incluidos la reactancia y el cebador).

Características de las lámparas de sodio de alta presión


Potencia Eficienci
Tipo Potencia Flujo
a
absorbid Longitud Diámetro
de nominal luminoso
a (mm) (mm) luminosa
ampolla (W) (lm)
(W) + (lm/W)
cilín- 250 275 46 257 20000 73
drica 400 450 46 285 40000 89
clara 1000 1090 65 373 100000 92
difuso- 250 275 90 226 19000 69
ra elip- 400 450 120 292 38000 84
soidal 1000 1090 165 400 93000 86
+ Incluidas las pérdidas en la reactancia.

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Advertencias
— El empleo de la reactancia hace necesaria la corrección de la fase.
— Comprobar que la luminaria sea adecuada para la potencia de la lámpara, a fin de
que pueda disipar el calor producido por la fuente luminosa y los sistemas de
alimentación.
— No sustituir la lámpara por otra de mayor potencia en una luminaria prevista para
un determinado tipo de fuente de luz.
Anomalías de las lámparas de sodio
Inconvenientes Causas y remedios

Uso prolongado, superior a la duración media de


Poca luz, lámpara ennegrecida
la lámpara: sustituirla.

Funcionamiento prolongado de la lámpara en


una posición no admitida por el fabricante:
Rotura de la lámpara atenerse a las prescripciones de montaje (vale
solamente para las lámparas de sodio a baja
presión).

Solicitaciones y vibraciones mecánicas: montar


la luminaria sobre soportes antivibratorios.

Reactancia defectuosa o inadecuada para el


tipo de lámpara utilizado: sustituirla.

Luminarias
Se emplean para modificar la distribución del flujo luminoso emitido por las fuentes de
luz al objeto de dirigirlo en determinadas direcciones (reflectores) o para atenuar el
deslumbramiento, ocultando parcial o totalmente la visión de la lámpara (difusores).
Asimismo protegen a las lámparas de daños de origen mecánico o ambiental e
impiden al acceso a las partes sometidas a tensión evitando los contactos directos.
De acuerdo con lo anterior, las luminarias se clasifican por la distribución del flujo
luminoso, el tipo de protección contra los contactos directos y el tipo de protección
contra la penetración de líquidos y polvo.

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Clasificación de acuerdo a la forma de distribuir el flujo

Difusores
Están formados por envolventes opalinas de vidrio o material plástico en cuyo interior
se coloca la lámpara y son adecuados para la ejecución de sistemas de iluminación
semi-indirecta, difusa o semi-difusa, ya que el flujo luminoso se distribuye de un modo
casi uniforme en todas direcciones. Disminuyen la luminancia de la lámpara y, por lo
tanto, atenúan el deslumbramiento.
Parte del flujo luminoso emitido por la lámpara es absorbido por el material empleado
en la fabricación de la luminaria (vidrio esmerilado u opalino: 10-20 %); en los difusores
de tipo "lechoso" la absorción es elevada (30-40 %).
No son adecuados para grandes potencias: generalmente están previstos para
albergar lámparas de incandescencia de 40-200 W o lámparas fluorescentes tubulares
normales (lineales, circulares o en U).

Reflectores
Están formados por superficies especulares (aluminio pulido, vidrio plateado, plancha
de hierro esmaltada de blanco, etc.) que reflejan en determinadas direcciones la luz
emitida por la lámpara (en un haz ancho o estrecho según los tipos). Si su construcción
es racional se puede conseguir un elevado rendimiento.

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Los PROYECTORES entran en la categoría de los reflectores. Sirven para concentrar
la luz en una determinada dirección bien definida, generalmente sobre superficies
delimitadas.

Reflactores
Están construidos por recipientes de material transparente dotados de una profunda
cavidad y cuyo perfil y orientación han sido predeterminados a fin de modificar
notablemente la distribución del flujo luminoso. Disminuyen sensiblemente el
deslumbramiento.
Algunas luminarias pueden ser a la vez proyectores y refractores. Por ejemplo, el
"faro" de un automóvil está construido por un proyector (concentración de la luz) y un
refractor (pantalla frontal de vidrio prensado, dotado de acanaladuras prismáticas).

Const. de Luminarias
(Leyes relativas a Trans. de luz)

Reflección
Se produce cuando los rayos luminosos chocan con la superficie de un medio opaco.
Puede ser:
— Regular: cuando la superficie es especular (vidrio, aluminio brillante); el ángulo
de reflexión es igual al de incidencia.
— Difusa: cuando la superficie no es especular el rayo luminoso reflejado se
distribuye en múltiples rayos de mayor o menor intensidad que se desparraman en
diferentes direcciones.
— Mixta: es la combinación de los dos tipos precedentes, o sea: la luz reflejada
se distribuye en todas direcciones pero es más intensa en la dirección de la
reflexión especular.

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Transmisión
Cuando un rayo luminoso pasa de un medio transparente a otro de distinta
naturaleza (por ejemplo: aire-cristal y veceversa) sufre una desviación en su
trayectoria rectilínea: la magnitud de la desviación depende del ángulo de incidencia
del rayo sobre la superficie, de la clase de sustancia atravesada etc., puede ser:
— Directa: cuando las superficies dejan pasar gran parte del flujo luminoso (vidrio
o plástico transparente).
— Difusa: cuando a la salida del flujo luminoso se difunde en todas direcciones
(sup. traslúcidas).
— Mixta: cuando en la difusión del flujo existe una dirección preferente
(empleando vidrio esmerilado se puede entrever la fuente a través del medio).

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Refracción
Si el medio atravesado tiene forma prismática, el haz de luz es desviado de su
trayectoria original si la luz es "blanca" se descompone en los colores del arco iris.

Absorción
Al chocar con medios opacos, transparentes o traslúcidos, los rayos luminosos son
absorbidos en parte (transformándose en calor) y en parte son reflejados, transmitidos
o refractados.

Rendimiento de luminarias
El rendimiento (h) de una luminaria se deduce de la relación entre el flujo luminoso
que sale del aparato (8) y el emitido por la lámpara (8).
h = øa
øt

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El rendimiento depende de los materiales empleados en la construcción del aparato
(en particular, del poder reflectante propio de los materiales o de las pinturas
empleadas), de la forma del propio aparato y de los medios para apantallar la fuente
de luz.
Depende, además, de las condiciones de la instalación e incluso en algunos casos,
de la temperatura ambiente.
Otros factor que condiciona notablemente el rendimiento de las luminarias es el estado
de conservación de las características iniciales: un mal mantenimiento (por ejemplo,
falta de limpieza) hace que aquel decaiga sensiblemente. El diagrama demuestra de
que forma la eficiencia inicial de un aparato disminuye sensiblemente en el transcurso
de seis meses si no se procede a efectuar un mantenimiento periódico (por ej. cada
tres mese).

Curvas Fotométricas
Cada lámpara o luminaria se caracteriza por una distribución particular del flujo
luminoso.
Por ejemplo, la distribución del flujo luminoso de una lámpara normal de
incandescencia es la que indica la figura: obsérvese que la intensidad luminosa es
máxima entre los 30 y 60 grados respecto del eje y casi nula encima del casquillo.

Distribución del flujo luminoso de una Ejemplo de diagrama polar de


una lámpara de incandescencia luminaria
También las luminarias se caracterizan por un diagrama polar de la intensidad
luminosa (o curva fotométrica). Para trazar dichos diagramas se imagina la fuente
luminosa reducida a un punto y colocada en el centro del diagrama. A partir de dicho
punto se toman medidas de intensidad luminosa en un elevado número de direcciones
(desde 0 a 180 grados) y los valores obtenidos se trasladan al diagrama.

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Para simplificar, dicha curva se limita a sólo dos dimensiones, como si se hubiese
practicado una sección de la luminaria siguiendo su eje longitudinal.
Las curvas fotométricas se suelen trazar con referencia a un flujo luminoso de 1000
lm. a fin de poder efectuar comparaciones entre aparatos de diferente origen.

Curvas fotométricas de algunos tipos de aparatos.

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BIBLIOGRAFÍA:

 Carlos R. Miguel – FÍSICA Tercer año Escuelas de Educación Técnica.


 Universidad Tecnológica Nacional – Apuntes de Luminotecnia.
 Manual de Seguridad e Higiene en el Trabajo – I.A.S. 1980
 Manuales de Luminotecnia OSRAM – PHILIPHS – SIEMMENS, etc.
 Luminotecnia e Iluminación – Vittorio Re – Serie “El instalador cualificado”

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