Iluminaciónunificado
Iluminaciónunificado
Iluminaciónunificado
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LASER: Iniciales, en Inglés, del término "Amplificación de Luz por Emisión
Estimulada por Radiación" (Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation)
Fibra Óptica: Hebra muy fina de vidrio especial , con diámetro similar a un
cabello, que permite el transporte de luz mediante reflexiones en su seno.
Iluminación de Emergencia: Sistema de Iluminación previsto para ser utilizado
cuando falla el alumbrado normal.
Alumbrado de Seguridad: División del alumbrado de emergencia previsto para
asegurar la conclusión de las tareas en puestos de trabajo con riesgos potenciales.
Color de Seguridad: Cada uno de los colores normalizados para ser utilizados
en señalización de Seguridad y expresados en la Normativa específica.
Señalización: Conjunto de procedimientos y metodologías visuales del tipo informativo,
destinados a identificar situaciones de riesgo o alertar sobre las mismas.
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Conocer los aspectos generales de la radiación luminosa y sus efectos sobre
el medio físico y humano. Adquirir el conocimiento de los desarrollos históricos
que llevaron a la situación técnica de la actualidad luminotécnica.
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laboratorios disponemos, como fuentes puntuales, de lámparas o fuentes en que la
luz es producida por un cuerpo incandescente de muy pequeñas dimensiones.
El color es una característica de nuestra impresión luminosa, cuyo origen aclararemos
oportunamente. Toda vez que no hagamos alusión a él entenderemos que tratamos
de luz blanca.
Además de las fuentes luminosas naturales (sol, estrellas) utilizaremos corrientemente
fuentes artificiales como bujías, lámparas eléctricas y de otros tipos.
Nos auxiliaremos también con cuerpos opacos, a través de los cuales no se percibe
ninguna impresión luminosa; cuerpos transparentes que interpuestos entre el ojo y
los objetos permiten percibir sin modificación sensible las sensaciones luminosas y
cuerpos semitransparentes o traslúcidos, que son aquellos. a través de los cuales
se aprecia la existencia de luz, pero no alcanza a distinguirse la forma de los objetos.
§ 2. — Propagación rectilíneo de la luz.— Si nos colocamos en el interior de una
habitación perfectamente cerrada, de paredes completamente opacas en toda su
extensión, carecemos de toda sensación luminosa.
Si abrimos un pequeño orificio en una de las paredes, habiendo luz en el exterior, el
polvillo que flota en el ambiente, o mejor aún el humo de un cigarrillo, nos permitirán
verificar la trayectoria que siguen las radiaciones luminosas.
Se observa que si el orificio no es excesivamente pequeño y mientras no encuentre la
superficie de un cuerpo de distinta naturaleza, Ia luz se propaga en línea recta si el
medio es homogéneo.
Las radiaciones que han pasado por un pequeño orificio, si la fuente está muy alejada,
constituyen lo que llamaremos un rayo luminoso.
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Fig. 1. Haces de rayos
Un conjunto de rayos que pasa por un punto, constituye un haz de rayos. En la figura
1 se han representado tres haces. de rayos: convergente, divergente y paralelo. Una
comprobación de que la propagación de la luz es rectilínea, la tenemos en el hecho
de que todo cuerpo iluminado por una fuente puntual, proyecta una sombra que, sobre
una pantalla normal a la dirección media de los rayos, es una figura semejante a la
que forma el contorno .del cuerpo. Una esfera proyectará una sombra circular, un
cono, en determinadas condiciones, proyectará una sombra triangular (fig. 2).
Los rayos luminosos tangentes a la superficie del cuerpo iluminado delimitan una zona
del espacio a la cual no llega ningún rayo, llamada cono de sombra. Esos rayos
forman una superficie cónica de vértice en la fuente luminosa.
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Fig. 3.— Sombra y penumbra producidas por una fuente luminosa extensa.
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Este efecto se observa corrientemente al pie de los árboles frondosos, en que, a
través de las pequeñas aberturas del follaje, pasan los rayos solares y forman en el
suelo la imagen del astro. Por eso se ven manchas luminosas circulares, todas del
mismo tamaño.
Ensáyese la experiencia dejando pasar luz solar por el espacio que queda entre tres
tarjetas cruzadas. Cuando el orificio sea pequeño, aunque de forma triangular, se verá
en la sombra una mancha luminosa circular.
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La segunda significa que, dado un haz de rayos luminosos, si con una pantalla
interceptamos una parte, los rayos restantes no modifican su trayectoria ni
experimentan la más mínima perturbación (fig. 5).
Fig. 5. Interceptando con una pantalla una parte de un haz luminoso, los rayos
restantes no sufren modificaciones.
Esta ley, como la anterior, es válida en general, salvo en el caso ya citado, de que el
objeto interpuesto o la abertura que subsiste para el pasaje de la luz no sean
excesivamente pequeños.
La tercera y la cuarta ley se aplican al caso en que el rayo luminoso llegue a la
superficie de separación de dos medios homogéneos. Entonces, este rayo llamado
rayo incidente, se divide en otros dos: uno vuelve al primer medio, el otro se propaga
en el segundo si es transparente. En la fig. 6, el rayo incidente SI, al llegar al punto I
de la superficie AB de separación de dos medios, se divide en los rayos IS' que vuelve
al primer medio y el IS'' que penetra en el segundo.
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La ley de la reflexión nos dice que el rayo que vuelve al primer medio (reflejado) se
mantiene en el plano determinado por el rayo incidente y la normal a la superficie de
separación, en el punto de incidencia y, además, forma con dicha normal un ángulo
de reflexión i, igual al de incidencia i.
La ley de la refracción expresa que el rayo que pasa al 2º medio, o rayo refractado, se
mantiene en el mismo plano de incidencia y forma con la normal un ángulo r que
cumple la condición
sen i
n [1]
sen r
Siendo n una constante para cada par de medios colocados a uno y otro lado de la
superficie de separación.
De acuerdo con estas leyes, cuando el rayo incide en dirección de la normal NI, siendo
nulo el ángulo de incidencia i, resultan también nulos el de reflexión i' y el refracción r.
Es decir, el rayo refractado coincide con la prolongación del incidente y el reflejado
vuelve sobre el mismo camino en sentido contrario.
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Como consecuencia podemos enunciar el principio de la reversibilidad de los caminos
ópticos de la siguiente manera: si un rayo luminoso pasa por un punto A en una
dirección a (fig. 7) y después de una serie de reflexiones y refracciones pasa por otro
punto B en la dirección b; otro rayo que pase por B en la dirección b, pero en sentido
contrario, recorrerá el mismo camino en sentido contrario pasando por el punto A en
la dirección a y en sentido contrario al anterior. Esta ley se aplica constantemente en
la óptica geométrica.
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Fig 8. - Velocidad de la luz. Método de Roemer.
Sean (fig. 8), S el Sol, TAT', la órbita terrestre, JJ' un trozo de la órbita de Júpiter y l
un satélite de esta planeta, que gira alrededor de él como la Luna alrededor de la
Tierra. Como el movimiento del satélite es sensiblemente uniforme, las ocultaciones
detrás del planeta, vistas desde la Tierra, deben producirse a intervalos regulares de
tiempo.
Sin embargo, medido este intervalo cuando la Tierra y Júpiter se encuentran en
oposición, es decir, cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y Júpiter (posiciones S,
T. y J en la figura) y calculado luego a qué horas deberán producirse las ocultaciones
cuando estén en conjunción (el Sol entre la Tierra y Júpiter o sea T'SJ' en la figura) se
comprobará que estas horas no concuerdan con las que se obtienen en la
observación. Roemer constató un atraso de 996 segundos.
La explicación surge inmediatamente: los rayos luminosos, que son los que nos
comunican la ocultación, deben recorrer, en la segunda posición, un camino igual al
de la primera, más el diámetro de la órbita terrestre.
Dividiendo el diámetro de la órbita por el atraso observado se obtiene la velocidad de
la luz.
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§ 8 a).—Detalles del cálculo de v.— Júpiter principales designados en las tablas
astronómicas con los números I, II, III y IV. y cuyos respectivos nombres son : Io,
Europa, Ganimedes y Calixto. Sus distancias al centro de Júpiter (expresadas
tomando como unidad el radio ecuatorial del planeta) y los períodos de sus
revoluciones siderales y sinódicas (1), figuran en la tabla I.
(1) Revolución sinódica: tiempo necesario para que el Sol, el planeta y su satélite vuelvan a estar en
la misma posición relativa. Los comienzos de los eclipses se suceden con este período.
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Reflexión es el retorno de la radiación que incide en una superficie sin que se produzcan
cambios de frecuencia en ninguno de los componentes monocromáticos que la integran.
Cuando se refleja la luz que incide en una superficie, parte de aquella se pierde por absorción.
La relación entre el flujo reflejado y el incidente se llama reflectancia de la superficie (antes,
factor de reflexión).
Si un haz de luz choca perpendicularmente con una lámina de vidrio, sus superficies anterior
y posterior reflejarán un 4 % de la luz que incide en ellas. La proporción de luz reflejada
aumenta con el ángulo de incidencia.
La reflexión puede ser especular, difusa o mixta.
Fig. 22-1. Diferentes tipos de reflexión: a) especular, b) difusa, c) compuesta (principalmente difusa), d)
Compuesta (principalmente especular).
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El papel blanco mate, los techos de yeso o escayola y la nieve son ejemplos de superficies
que producen una superficie totalmente difusa. La pintura blanca mate se emplea en
reflectores donde se requiere un ángulo de distribución de luz muy amplio.
22.2 Transmisión
Se denomina transmisión al paso de los rayos de luz a través de un medio sin que se produzca
ninguna alteración de la frecuencia de sus componentes monocromáticas. Este fenómeno es
característico de ciertos tipos de vidrio, cristal, agua y otros líquidos.
Cuando pasa la luz a través de¡ material se pierde una pequeña proporción de ella por
absorción. La relación entre el flujo transmitido y el incidente se llama transmitancia o factor
de transmisión de¡ material.
22.3 Refracción
Cuando un rayo de luz sale de un medio y entra en otro puede cambiar su dirección. Este
cambio se debe a una variación de la velocidad de la luz. La velocidad disminuye si el nuevo
medio es más denso que el anterior y aumenta cuando lo es menos. Este cambio de velocidad
va siempre acompañado de una desviación de¡ rayo luminoso que se conoce como refracción
(fig. 22-3).
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Fig. 22-2. Reflexión interna total que muestra un rayo incidente según el ángulo crítico ic y un rayo
totalmente reflejado (línea de trazos).
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Fig. 22-4. Dispersión a través de un prisma de refracción.
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160.- Radiación - Luminescencia - Cuerpo negro.- Hemos visto, al estudiar
espectroscopia, que el espectro continuo es característico de los sólidos
incandescentes. Veremos la necesidad de ampliar el concepto de sólido
incandescente, si tenemos en cuenta que las radiaciones emitidas exceden los limites
del espectro visible hacia ambos extremos: infrarrojo y ultravioleta. En efecto: las
radiaciones luminosas visibles constituyen una pequeña parte del conjunto de las
radiaciones de igual naturaleza, que llamamos ondas electromagnéticas, y que
reciben distinta designación según su longitud de onda.
Así: las ondas hertzianas, utilizadas en radiotelegrafía y radiotelefonía, tienen
longitudes de onda que varían desde algunos miles de metros hasta centímetros (2),
los rayos infrarrojos, desde algunos milímetros hasta 0.8 micrón, el espectro visible
desde 0.8 micrón en el rojo hasta 0.4. micrón en el violeta, aproximadamente; Ios
rayos ultravioleta de longitud de onda menor que 0.4 u los rayos X, en que la longitud
de onda es del orden de magnitud del Angstrom (10- u) y los rayos gamma de longitud
de onda del orden de Angstrom (fig. 263).
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Se comprueba que, a cualquier temperatura, aunque el sólido no emita radiaciones
visibles, es decir, antes de alcanzar lo que corrientemente llamamos incandescencia,
ya emite radiaciones que se encuentran dentro del grupo de las infrarrojas, o sea
radiación térmica. Nos proponemos estudiar someramente las leyes que rigen esos
fenómenos de radiación.
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negro es el negro de humo o el negro de platino, que están formados por pequeñas
celdillas elementales semejantes a la que hemos señalado como modelo.
A cada temperatura el cuerpo negro emite un espectro continuo.
Para medir la energía de un haz de radiaciones, lo hacemos incidir sobre un cuerpo
negro y medimos su calentamiento; la cantidad de calor que recibe en la unidad de
tiempo, será la medida de la energía del haz.
Si la radiación total se hace pasar por un prisma (1) y luego se recibe sobre el cuerpo
negro, la radiación correspondiente a una pequeña zona del espectro, se tendrá así
la medida de la energía correspondiente a esa zona. Repitiendo la experiencia a lo
largo de todo el espectro se obtendrá la distribución espectral de la energía.
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Fig. 265.- Distribución de la energía en el espectro solar.
En la fig. 265 se ha representado la distribución de la energía en el espectro solar. Se
observa que la curva presenta un máximo correspondiente a la longitud de onda km
= 0,5 u.
§ 161.- Poder emisivo y poder absorbente. - Dado un elemento de superficie de
área s en un cuerpo, emitirá, para una longitud de onda y en dirección normal a la
superficie, una energía: AW = e . s, por unidad de tiempo.
El factor e es el poder emisivo del elemento s para la longitud de onda k (2).
Si sobre el mismo elemento de superficie incide una radiación de longitud de onda k,
en la dirección x A (fig. 266) cuya energía es A W, una parte sé reflejará, otra
atravesará al cuerpo si es transparente y finalmente, una fracción a.AW será
absorbida y transformada en calor.
El factor a se llama poder absorbente del elemento s para la longitud de onda k y la
dirección xA.
Por lo dicho anteriormente se comprende que el poder absorbente del cuerpo negro
es siempre igual a 1 y para todo otro cuerpo es menor que la unidad.
Fig. 266.
(2) En rigor debe establecerse también el plano de polarización de la radiación emitida, el ángulo
sólido y el intervalo de frecuencias.
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La radiación se define como una emisión o transferencia de energía en forma de ondas
electromagnéticas o partículas.
19.1.1 Teorías
Teoría electromagnética. La radiación puede considerarse como un, tren de ondas
electromagnéticas que se propagan en el vacío, en línea recta, con una velocidad muy
cercana a los 300.000 km./s. Cuando atraviesa un medio material, tal como aire o
vidrio, la velocidad de propagación se reduce según un valor que depende del índice
de refracción del medio considerado.
Para cualquier tipo de onda, la velocidad de propagación c es igual al producto de la
longitud de onda X y de la frecuencia f.
c=f
donde la frecuencia se define como el número de ondas que pasan por un punto fijo
en un segundo. La frecuencia no cambia con la naturaleza del medio a través del cual
se propaga la radiación, pero cualquier cambio de velocidad irá acompañado de una
modificación proporcional de la longitud de onda: la relación c/ se conserva pues
constante.
Todos los estudios espectrales de radiación se realizan en función de la longitud de
onda, que se mide con gran exactitud.
Teoría cuántica. Según la teoría de los cuantos de radiación, la energía se emite y
absorbe en cuantos discretos (fotones).
La magnitud de cada cuanto es hf, siendo h la constante de Planck, que tiene las
dimensiones energía x tiempo, y f la frecuencia de ¡a radiación electromagnética. El
valor de h aceptado actualmente es de 6,6256 x 10-34 julios - s.
Los efectos fotoeléctricos, químicos y biológicos de la radiación están directamente
relacionados con la teoría de los cuantos.
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radiación de tales cuerpos se conocen perfectamente y pueden calcularse con gran
precisión para todas las longitudes de onda y temperaturas. El flujo radiante de un
cuerpo negro, según la ley de Planck, es función de la longitud de onda y la
temperatura absoluta. No sólo aumenta rápidamente el flujo radiante máximo con la
temperatura de trabajo (fig. 19-1) sino que la longitud de onda correspondiente al
máximo se hace más corta. Este tipo de radiación se llama térmica o radiación de¡
cuerpo negro. El radiador de cuerpo negro se utiliza frecuentemente como patrón de
referencia primario para definir la emisión de fuentes de luz reales.
Fig. 1 9-1. Radiación deL cuerpo negro de acuerdo con la ley de Planck.
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El espectro visible puede dividirse, de modo aproximado, en una serie de intervalos
de longitud de onda, según la impresión de color que producen en el ojo humano:
380-436 nm violeta 566-589 nm amarillo
436-495 nm azul 589-627 nm naranja
495-566 nm verde 627-780 nm rojo
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19.2.1 Visión central y periférica
El ojo contiene una lente que enfoca la imagen en una superficie sensible a la luz: la
retina. Esta superficie está formada por una delicada capa de tejido nervioso en el que
aparecen dos tipos de terminales, llamados conos y bastoncillos. La concentración de
ambos no es uniforme: en el centro de la retina existe una pequeña depresión de
aproximadamente 0,5 mm de diámetro (la fóvea) que contiene sólo conos. Fuera de
la fóvea los conos y bastoncillos están mezclados, reduciéndose paulatinamente la
proporción de conos hacia la periferia.
Visión central. Los conos de la fóvea producen una imagen muy definida,
alcanzándose aquí la máxima resolución de que es capaz el ojo.
Visión periférico. La periferia de la retina, compuesta principalmente de bastones, no
produce una visión nítida, sino que los objetos aparecen como siluetas borrosas. Esta
zona, no obstante, es muy sensible al movimiento y parpadeo.
Visión escotópica. Cuando el ojo está adaptado a niveles de luminancia inferiores a
0,05 cd/M2 la visión se denomina escotópica. En este caso, los bastones son los
elementos activos principales y la detección periférico es por tanto aquí superior a la
foveal. En la visión escotópica no hay sensación de color.
Visión fotópica. Si el ojo está adaptado a niveles de luminancia superiores a 3 cd/m2,
la visión se llama fotópica. En este caso los conos son los elementos activos
principales, siendo posible una visión de colores normal.
Visión mesópica. Se denomina así la visión correspondiente a niveles de luminancia
intermedios a los establecidos antes para las visiones escotópica y fotópica. La
capacidad para distinguir los colores disminuye con el nivel de iluminación y, debido
al desplazamiento de la curva de sensibilidad espectral relativa (fig. 19-3), el ojo se
hace más sensible a los colores correspondientes al extremo azul de¡ espectro.
19.2.2 Adaptación
Adaptación es el proceso por el cual el ojo es capaz de funcionar en un amplio margen
de niveles de iluminancia: implica un cambio de la abertura de la pupila, junto con
cambios fotoquímicos en la retina. Para describir la situación en la que los ojos de un
observador están completamente adaptados a la visión fotópica o a la escotópica se
utilizan frecuentemente los términos "adaptado a la luz" y "adaptado a la oscuridad".
El proceso de adaptación total a la oscuridad después de una exposición a altas
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luminancias requiere en general cerca de una hora; en el caso contrario esta
adaptación se establece mucho más rápidamente.
Fig. 19-3. Curvas de eficacia lumínica espectral para visión fotópica V(k) y escotópica VI(k)
normalizadas por la CIE para un observador fotométrico patrón. Estas curvas muestran la capacidad
relativa del ojo para evaluar la energía radiante de las distintas longitudes de onda del espectro
visible.
19.2.3 Acomodación
La facultad del ojo de ajustar espontáneamente su distancia focal según se fije en
objetos situados a distancias variables se llama acomodación. Durante ella los
músculos ciliares que rodean la lente ajustan la tensión en ella, cambiando su
curvatura y por tanto su distancia focal.
Con los años, la capacidad de acomodación de la lente disminuye, debido a su
endurecimiento. Las gafas sirven para cambiar el foco adecuadamente, bien en el
caso de pérdida de capacidad de acomodación o cuando el ojo está anormalmente
constituido. Generalmente se necesitan gafas para leer cuando se han sobrepasado
los 45 años.
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de visión observadas simultánea o sucesivamente. Objetivamente, el contraste -de
modo específico, contraste de luminancia- se define por una de las fórmulas:
L2 L1 L2 L1
L1 , L2
L1 1 2 L2 L1
Por tanto, cuanto más bajos sean estos valores umbral, mayor será la sensibilidad.
La sensibilidad de contraste medida en condiciones de laboratorio es meramente una
función de la luminancia del fondo. En la práctica, sin embargo, está también
influenciada por el contorno, la adaptación del ojo y otros factores secundarios, tales
como fuentes de luz que puedan producir deslumbramiento dentro del campo de
visión. (La publicación núm. 19 de la CIE "A Unified Framework of Methods for
Evaluating Visual Performance Aspects of Lighting" se refiere a un extenso estudio del
comportamiento visual respecto del alumbrado.)
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19.2.6 Velocidad de percepción
La velocidad de percepción depende del nivel de luminancia. Se puede definir como
el valor recíproco del intervalo de tiempo transcurrido entre la presentación de un
objeto y la percepción de su forma. Correspondientemente, la velocidad de percepción
del contraste es el valor recíproco del intervalo de tiempo entre el instante en que el
contraste aparece y se percibe.
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Obtener conocimientos de la estructura del Ojo Humano y entender el
mecanismo de formación de las imágenes. Conocer los defectos estructurales
del mismo, para posteriores evaluaciones desde la óptica de la Seguridad
DESARROLLO DE LA UNIDAD:
§ 99.- Descripción somera de] ojo.- El ojo humano, órgano esencial de nuestras
percepciones luminosas normales (1), constituye un globo esferoidal de unos 24 mm
de diámetro, limitado exteriormente por una membrana blanca, dura y opaca llamada
esclerótica, salvo en la parte anterior en que esta membrana se interrumpe para dar
lugar a la córnea transparente, cuyo índice de refracción es: 1,376.
Adherida interiormente a la esclerótica se encuentra la túnica coroide, membrana
provista de un pigmento negro que convierte el interior de] ojo en una especie de
cámara oscura.
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Finalmente, la retina, membrana sensible que constituye como una expansión del,
nervio óptico, recubre interiormente a la coroide.
La luz penetra en el ojo a través de la córnea y encuentra sucesivamente un líquido
llamado humor acuoso, una especie de lente biconvexa denominada cristalino,
envuelta en una membrana (cápsula del cristalino), y otro líquido, el humor vítreo,
llegando finalmente a la retina.
La figura 164 muestra un corte esquemático del ojo con la ubicación de los elementos
antes citados. En ella se representa el ojo derecho cortado por un plano horizontal y
visto desde arriba.
Delante del cristalino se observa el iris, diafragma opaco cuya abertura variable de 2
a 8 mm constituye la pupila, que permite limitar el flujo luminoso que penetra en el ojo.
El cristalino, normalmente, tiene su cara anterior de radio r = 10 mm y la posterior de
radio r1 = 8 mm; su espesor es aproximadamente igual a su distancia de la córnea (4
mm). Está formado por capas superpuestas como las túnicas de una cebolla,
desigualmente refringentes, de índice que varia desde 1,386 hasta 1,404. Esta
disposición en capas hace que la convergencia del cristalino considerado como una
lente, sea mayor en igualdad de curvatura de las caras, que la que se obtendría si
fuera homogéneo, aún con el índice máximo de refracción.
Fig. 165.- Figura para comprobar la existencia del, PUNTO CIEGO en el ojo.
Músculos especiales (ciliares) producen la variación de la curvatura de las caras del
cristalino, cambiando la distancia focal para dar lugar a formación de imágenes nítidas
de los objetos sobre la retina; a esta función se la denomina: acomodación.
Los índices de refracción de los humores acuoso y vítreo son casi iguales al del agua
(acuoso, 1,336; vítreo 1,339).
En la figura 164 está indicado el nervio óptico que penetra a través de la esclerótica
en la parte posterior del globo del ojo. La zona de la retina donde se inserta el nervio
óptico constituye el punto ciego, situado en ambos ojos en el plano horizontal que
contiene el eje óptico del ojo, hacia el centro de la cabeza. En él la sensibilidad es
nula, de modo que las imágenes que se forman sobre el mismo no se perciben.
Para comprobarlo mírese con el ojo derecho la cruz de la figura 165 y alejando o
aproximando la cabeza al dibujo, cuando se encuentre a unos 25 cm se dejará de ver
el punto situado a la derecha, pues su imagen se forma en el punto ciego.
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Puede repetirse la experiencia mirando el punto con el ojo izquierdo y desaparecerá
la cruz.
En cambio, alrededor del punto M, en que el eje del sistema óptico formado por los
medios transparentes del ojo toca a la retina, ésta tiene máxima sensibilidad. Dicha
zona constituye la mancha amarilla o mácula lútea; está limitada por un círculo de
unos 2 mm de diámetro dentro del cual una pequeña cavidad denominada fovea
centralis presenta el punto de sensibilidad óptima.
Las ramificaciones del nervio óptico terminan en elementos sensibles o células ópticas
de dos tipos diferentes, que por su forma se denominan conos y bastoncitos. En la
fovea hay exclusivamente conos, mientras que en el resto de la retina se mezclan los
bastoncitos con los conos.
La figura 166, muestra un corte de la retina según Ramón y Cajal; los conos b y los
bastoncitos a se encuentran próximos a la coroides y no en la cara interior de la retina.
A la izquierda de la figura se supone la cavidad del ojo, de modo que la luz llega a los
conos y bastoncitos después de haber atravesado 3 capas de células nerviosas
(neurones). Los filamentos que tapizan el interior del ojo son las prolongaciones del
nervio óptico.
En la figura 167 se muestra un corte de la retina al nivel de los conos y bastoncitos.
La distancia entre dos elementos sensibles es de 5 mierones aproximadamente.
Fig. 166.- Corte transversal de la retina mostrando sus elementos. Se supone la luz llegando por
la izquierda.
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Fig. 167.- Corte de la retina al nivel de los conos y bastoncillos.
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§ 101.- Formación de imágenes - Acomodación.- Los rayos luminosos que
partiendo de un objeto llegan al ojo, sufren una serie de refracciones en los diversos
medios que encuentran, hasta llegar a la retina.
Si la imagen del objeto observado se forma sobre los puntos sensibles de la retina, se
la percibirá nítidamente. En caso de que la imagen se forme delante o detrás de la
retina, se percibirá el objeto con sus bordes borrosos, como se ven las imágenes
dadas por una lente sobre una pantalla que no está en el plano en que se cortan los
rayos.
La variación de curvatura de las caras del cristalino producida por contracción de los
músculos ciliares, permite la obtención de imágenes sobre la retina, para objetos
situados a distancias que varían desde 15 cm (punto próximo) hasta el infinito (punto
remoto), en un ojo normal.
Ya hemos dicho que se llama acomodación a esta función del ojo.
Normalmente, cuando no hay esfuerzo de acomodación, el ojo está enfocado para
puntos lejanos (de 12 m al infinito). Entre esta distancia y la de 25 a 30 cm (distancia
óptima de la visión distinta) el esfuerzo de acomodación es imperceptible, pero para
distancias menores el esfuerzo de acomodación es bien notable y produce
rápidamente fatiga.
Debemos agregar que la acomodación va siempre acompañada de un movimiento
general del ojo que tiende a colocar la imagen del punto observado en la fovea
centralis.
§ 102.- Ojo reducido.- El ojo es un sistema óptico bastante complejo. Para estudiar
la formación de imágenes se simplifica el problema reemplazándolo por un sistema
óptico ideal equivalente, denominado ojo reducido. Uno de ellos se obtiene
sustituyendo los diversos medios refringentes por una única lente delgada,
convergente, colocada en el aire a 15 mm de la mancha amarilla y teniendo una
distancia focal también de 15 mm. Para objetos lejanos (prácticamente en el infinito),
las imágenes se forman, en la retina de] ojo reducido; lo mismo que sucede en el ojo
normal. La figura 168 muestra el ojo reducido, compuesto por la lente de centro óptico
O, y en el que la retina funciona como pantalla de proyección en una cámara oscura.
El centro óptico del ojo es el punto O centro de la lente; OM = f = 15 mm; OV = 4 mm.
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Fig. 168.-Ojo reducido que consiste en una lente convergente
En rigor, el ojo debe considerarse como un sistema óptico centrado. Teniendo medios
diferentes a ambos lados del cristalino éste funciona como una lente gruesa con dos
distancias focales diferentes. Los planos principales quedan a 0,4 mm; por ello se
pueden considerar confundidos en uno, y los puntos principales superpuestos en un
punto O.
El ojo reducido de Listing es una dioptra capaz de dar imágenes iguales que el ojo, en
su estado normal de acomodación (fig. 169).
El vértice de esta dioptra está 2 mm detrás de la córnea y su radio es r = 5,2 mm;
siendo el índice de refracción del medio que la forma igual al del humor acuoso o sea
1,336. El centro de la dioptra está a 7,2 mm de la córnea y 15,5 mm de la retina, en la
cual se encuentra el foco principal imagen.
Fig. 169.— Ojo reducido de Listinf, que consiste en una dioptra. Las dimensiones están
indicadas en milímetros.
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§ 103.-Ojo miope y ojo hipermétrope.— En el ojo normal o emétrope fig. 170, dos
rayos provenientes de un punto en el infinito se cortan en el foco imagen situado en
M sobre la retina (fovea centralis).
Cuando se miran dos objetos situados entre el punto próximo (15 cm) y el infinito, el
ojo se acomoda formándose las imágenes sobre la retina. Cuando estas condiciones
no se cumplen decimos que el ojo es defectuoso o amétrope. A este respecto los
principales defectos son: la miopía y la hipermetropía.
En el ojo miope, hay una mayor convergencia de los rayos que en el ojo normal; la
distancia focal, para el caso de observar un punto en el infinito, es menor que la
distancia OM. La imagen del punto en el infinito se forma en F, delante de la retina
(fig. 171 a).
El punto remoto, cuya imagen se forma sobre la retina, sin esfuerzo de acomodación,
está a distancia finita, tal como el R (rayos punteados).
Fig. 170.
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Fig. 172.- Ojo hipermétrope.
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Fig. 173.- El ojo astigmático ve como la figura de la derecha el dibujo de la izquierda.
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Se comprende fácilmente la necesidad de someter a examen a los conductores de
vehículos, aviones y buques, que deben atenerse a las señales rojas y verdes, para
evitar accidentes. Es evidente que este defecto del ojo no se puede corregir con lentes.
§ 106.-Poder separador del ojo - Acuidad visiva.- Para que dos puntos luminosos
de un objeto puedan distinguirse, es necesario que sus imágenes formadas sobre la
retina originen dos percepciones distintas.
Esto equivale a decir que deben formarse sobre dos puntos sensibles distintos, de la
retina. Sucede algo análogo a lo que acontece con la percepción táctil, en que
oprimiendo con las puntas de un compás dos puntos de la piel se percibirá una sola
sensación, mientras la separación no alcance cierto valor mínimo correspondientes la
distancia entre dos terminaciones nerviosas inmediatas.
Teniendo en cuenta que la distancia media de los conos y bastoncitos, es de 0,005
mm (5 micrones), el ángulo que deben formar dos rayos que se cruzan en el campo
óptico del ojo para tocar a dos de ellos contiguos es tal que:
tg a = 0,005 mm = 0 00033
15 mm
10
Fig. 174.- Separación que aprecia el ojo según las distancias.
11
Formándose invertidas las imágenes en la retina, pues se trata de imágenes reales
dadas por un sistema óptico convergente, de distancia focal menor que la distancia a
los objetos, parece curioso que los veamos derechos. Sin embargo, a poco que se
analice, se comprende que tal problema no existe, pues lo que miramos no son las
imágenes de la retina sino que ellas son un medio para transmitirnos la sensación
luminosa, de lo cual inferimos la existencia de los objetos localizándolos en el espacio
(percepción). La posición que atribuimos a los objetos depende de nuestra
experiencia, que vincula ciertas sensaciones con determinadas posiciones. Al mover
la cabeza, aunque se mueva sobre la retina la imagen de un objeto, no por ello
atribuiremos al mismo el movimiento.
En forma análoga sabemos que, aunque con la mano izquierda toquemos un objeto
situado a nuestra derecha, no por ello le atribuiremos ubicación equivocada.
La noción de la distancia a los objetos (relieve) está también vinculada a nuestra
experiencia sensorial e íntimamente ligada a nuestra visión binocular, es decir,
miramos con los dos ojos y percibimos, así, dos imágenes obtenidas desde dos puntos
de vista distintos aunque próximos (fig. 175).
Fig. 175.- En los ojos de un observador que mira desde un punto del eje a una pirámide truncada,
se forman imágenes diferentes. La superposición de ambas impresiones produce la sensación
de relieve.
12
La diferencia entre ambas imágenes depende de la distancia a que se encuentren los
objetos que miramos y nuestra experiencia sensorial nos ha enseñado a deducir, la
distancia en base a esa diferencia de "perspectivas". Se nota fácilmente la
desigualdad de ambas imágenes cuando se mira un objeto próximo frente a otros más
lejanos. Cerrando alternativamente ambos ojos se verá el objeto próximo proyectado
sobre distintos puntos del fondo lejano. La observación simultánea con ambos ojos
nos permite inferir casi instintivamente, de esas imágenes, la diferencia de distancias.
Aparte de la diferencia de las imágenes dadas por cada ojo, la rotación que
experimentan los ojos para observar el objeto, contribuye a darnos la noción de
distancia (el ángulo de las visuales, denominado paralaje visual es nulo para un objeto
situado en el infinito).
En visión monocular (con un ojo cerrado) también pueden apreciarse distancias, en
base a los ángulos visuales o diámetros aparentes, de objetos de tamaños conocidos.
El ángulo bajo el cual vemos un hombre de pie, nos da instintivamente noción de su
distancia; al acercarse dicho ángulo crece.
Fig. 176.— Estereoscopio para obtener la sensación de relieve observando fotografías tomadas
desde dos puntos diferentes con cámaras estereoscópicas.
13
Las fotografías obtenidas corrientemente con las cámaras fotográficas de un solo
objetivo, no nos dan la sensación de relieve, pues falta esa doble imagen. Pero hay
cámaras con: dos objetivos, situados aproximadamente a la distancia de los dos ojos,
con las que se obtienen dos imágenes que, observadas simultáneamente producen la
sensación de relieve. Se emplea para observarlas, el aparato denominado
estereoscopio (fig. 176).
En cinematografía se ha tratado de resolver el problema proyectando sobre la pantalla
dos imágenes, una en rojo y otra en verde, obtenidas desde puntos próximos y que
se observan con anteojos de color en forma tal, que con un ojo se ve la imagen roja y
con el otro la imagen verde.
La superposición de ambas produce la sensación de relieve. Combinándolo con una
adecuada variación de diámetro aparente se da la sensación de que los objetos caen
sobre el espectador.
14
Fig. 177.- El cuadrado blanco sobre fondo negro parece mayor
que el negro sobre fondo blanco por efecto de la IRRADIACION.
§ 110.- Ilusiones ópticas.- El ojo normal al observar las figuras u objetos da lugar a
curiosos errores de apreciación denominados ilusiones ópticas.
Citaremos sólo unas, pocas, que corresponden a los diversos tipos de ilusiones:
a) Mayor tamaño aparente de los objetos brillantes.- En la figura 177 el cuadrado
interior blanco sobre fondo negro parece más grande que el cuadrado negro sobre
fondo blanco. Sin embargo, son iguales. Esta ilusión se debe al fenómeno llamado
irradiación, por el cual en la imagen retiniana de los objetos brillantes se impresionan
los elementos sensibles próximos, de modo que parecen de mayor tamaño.
b) Flechas y penachos de Tscherming.- Los dos segmentos horizontales de la
figura 178 son iguales aunque no lo parecen. Se ha pretendido explicarlo por el hecho
de que el ojo tiene que moverse de mayor ángulo para recorrer la figura que parece
presentar el segmento mayor.
Se explica en esta ilusión el uso de plumas y penachos en uniformes para agrandar
la silueta del que lo lleva.
c) Círculos de Delboeuf (fig. 179).- Los círculos interiores de los dos dibujos tienen
igual radio. La presencia de las circunferencias exteriores provoca el engaño en la
apreciación sensorial por lo que el de la izquierda parece mayor.
15
d) Errores en la apreciación de la dirección.— Como ejemplo, la figura 180 muestra
el modelo de Zollner. A la izquierda se ven 5 líneas paralelas; y a la derecha el
efecto de cortarlas con segmentos transversales.
Fig. 179.- El disco central de la izquierda parece mayor que el de la derecha a pesar
de ser iguales.
Fig. 180.- Las rectas cruzadas por segmentos inclinados no parecen paralelas
La explicación propuesta para el curioso fenómeno de ver de color las líneas negras,
se refiere a un retardo de la retina en la percepción coloreada, según la cual el ojo ve
rojo al blanco que sigue al primer sector; pero al nivel del segundo sector, la retina ya
excitada por el blanco del primero, aunque no bien adaptada, percibe en color malva
la zona correspondiente. En las otras líneas, siendo más grandes los sectores blancos
precedentes, la retina los percibe en verde y en azul.
16
En realidad no es sólo este problema el planteado respecto a la percepción visual,
como ya hemos dicho; pero se trata de cuestiones que escapan al dominio de la física
y tal vez hasta de la fisiología, pues están en el campo de la psicología.
Por ser todos los nervios de análoga naturaleza, lo mismo que el influjo nervioso que
los recorre, resulta que la excitación del nervio óptico, ya sea producida por el
fenómeno fotoquímico normal de la retina, o por un golpe de puño sobre el ojo, no
cambia en esencia lo transmitido al cerebro, que no se diferencia de lo que
corresponde a un golpe análogo
BIBLIOGRAFÍA:
17
Establecer las diferencias entre los distintos tipos de Iluminación.
Adquirir criterios para el diseño de Iluminación Natural eficiente y la selección
de sistemas iluminación artificial adecuados.
Unidad: ø = Q = lm
t
1
En general el flujo luminoso no se cuenta uniformemente, sino que se distribuye por
el espacio con intensidad variable, según la dirección. A fin de poder describir este
hecho, es necesario hacer una división apropiada del espacio.
Un haz de rayos dirigidos hacia una superficie F, delimitada en el espacio por una
superficie cómica, está ocupada por el flujo luminoso ø.
Ordenes de magnitudes
El vértice del cono ocupado por el flujo luminoso se encuentra en el punto luminoso L
y su superficie lateral está formada por rayos dirigidos hacia el contorno de la
superficie F. Tal división en el espacio se llama ángulo sólido. Así como el ángulo
plano viene medido por el arco de radio unidad que comprende, el ángulo sólido se
mide por la porción de superficie esférica de radio unidad que intercepta.
Cuando la superficie iluminada F está a distancia r del punto luminoso y es una porción
de superficie esférica (o puede integrarse como una suma de superficie esférica), el
ángulo sólido correspondiente (medido sobre la esfera unidad) viene dado por:
w= F
r2
2
Es la densidad de la luz en el ángulo sólido, o sea, la relación entre el flujo abarcado
por un ángulo sólido w y dicho ángulo sólido.
Cuanto mayor sea el flujo luminoso ø y menor el ángulo sólido w, tanto mayor será la
densidad de radiación luminosa en el ángulo sólido, es decir, tanto mayor será la
intensidad de la radiación de L dirigida a F.
J= ø
w
Unidad: 1 candela = 1 cd
Ordenes de magnitud
3
Relación entre el flujo emitido ø, expresado en lúmenes, y la potencia eléctrica
absorbida (P), expresada en vatios.
Indica el rendimiento de una lámpara o de una luminaria. Por lo tanto, cuanto mayor
sea la eficiencia luminosa, tanto más económica resultará el empleo de la fuente
luminosa.
n= ø = lumen
P W
Ordenes de magnitud
Luminaria
Es la relación entre el flujo luminoso y la unidad de superficie
E = ø = lumen
S m2
Unidad: 1 lux = 1 lx
4
Ordenes de magnitud
Iluminación Natural
Día de verano, a pleno sol : 1000000 lx
Día de invierno, a mediodía, al aire libre : 10000 lx
Luna llena, cielo despejado : 0,25 lx
Iluminación artificial
Oficinas y escuelas : 300-500 lx
Sala de estar : 150-200 lx
Dormitorio : 70-100 lx
Calles con buen alumbrado : 15-25 lx
Intensidad luminosa emitida en una dirección dada por una superficie luminosa o
iluminada (fuente secundaria de luz).
Dicho de otro modo, expresa el efecto de luminosidad que una superficie produce en
el ojo humano, ya sea dicha fuente primaria o secundaria.
L= cd = nit
cm2
L = cd =stilb
m2
5
Ordenes de magnitud
6
curva de distribución distinta a la indicada por el fabricante, y un brillo intenso que
produce el encandilamiento.
Los elementos necesarios para calcular la iluminación son los siguientes.
— Dimensiones del local (largo, ancho, alto).
— Colores de cielorraso y paredes.
— Clases de trabajo.
— Circunstancias especiales (transmisiones por correas que producen sombras,
claraboyas, vigas, etc.).
Para elegir el sistema de alumbrado deben tenerse en cuenta las sombras y brillo. La
iluminación sin sombras ni brillos es la indicada para lugares de lectura, escritura y
dibujo; por lo tanto en oficinas, aulas, bibliotecas, deberían usarse iluminación
indirecta o semi-indirecta.
La luz difusa sirve como iluminación general para trabajos medios finos.
La luz directa y semi-directa conviene para talleres industriales.
Cabe tener en cuenta asimismo que la luz indirecta dificulta y hasta imposibilita la
visión plástica y que no da ningún brillo a los objetos susceptibles a brillar, por
consiguiente no es aconsejable su uso en museos de arte plástico, comedores, etc.
La solución ideal en estos casos es alumbrado indirecto en combinación con la luz
directa que producen las sombras o brillos necesarios, y que no entran en el cálculo
de la iluminación, ya que su fin no es eliminar, sino producir sombras y brillos.
7
Para la elección del artefacto usamos la tabla de factor de utilización y factor de
depreciación, donde están enumerados los artefactos más corrientes con la curva de
distribución de la luz al lado.
El valor de iluminación necesario se indica en la tabla de valores de iluminación para
distintos locales.
Para determinar el número y la distribución de los artefactos, se utiliza la tabla de la
pág. siguiente, donde las letras tienen el siguiente significado:
8
Con este índice del local buscamos en la tabla el factor de utilización y depreciación
el factor de utilización dentro de la hilera que corresponde al artefacto elegido, y en la
línea del índice del local definido antes.
Aparecen allí 8 columnas para distintos tonos de techos y paredes y tenemos que
tomar la que más se aproxime al factor de reflexión.
El factor de depreciación expresa las pérdidas de rendimiento del artefacto y de la
lámpara.
9
10
11
12
13
14
Poder de reflexión de los colores
Blanco nieve 76
Blanco
Blanco marfil 67
Crema 69
Canario 67
Paja 65
Amarillo
Oro 58
Oro viejo 57
Claro 54
Prado 39
Musgo 25
Verde
Veronés 23
Hoja 20
Naranja 39
Escarlata 29
Rojo
Rojo vivo 27
Granate 12
Bengala 60
Rosa
Carne 57
Habano claro 37
Ladrillo 31
Pardo
Siena 15
15
Trianón 48
Perla 42
Tórtola 30
Gris
Plata 28
Pizarra 19
Hortensia 49
Cielo 26
Azul vivo 15
Azul
Pastel 12
Violáceo 11
Ultramar 9
Ebano 4
Negro
16
Poder de reflexión de algunos metales
Reflexión
Sustancias
Máxima Mínima
Yeso blanco 95 90
Carbonato de magnesio 99 98
Reflexión Absorción
Sustancias
Máxima Mínima Máxima Mínima
Plata 0,92 0,90 0,10 0,08
Metal cromado
0,62 0,61 0,39 0,38
pulimentado
17
Reflexión, transmisión y absorción de diferentes sustancias
Vidrio delustrado
1,75-3 0,20 0,07 0,87 0,63 0,17 0,04
(el exterior)
Vidrio opalino rojo 2-3 0,69 0,64 0,04 0,02 0,34 0,29
Vidrio opalino naranja 2-3 0,68 0,63 0,10 0,06 0,31 0,22
Vidrio opalino amarillo 2-3 0,68 0,57 0,20 0,12 0,23 0,20
Vidrio opalino verde 2-3 0,66 0,60 0,09 0,03 0,31 0,30
18
19
20
21
22
Cuando se deposita polvo en las superficies que deben transmitir o reflejar el flujo
luminoso, aumenta considerablemente la perdida por absorción.
En un artefacto de luz indirecta, por ejemplo, el polvo se deposita más en la superficie
de reflexión que en la pantalla industrial, y en todos los casos influye la mayor o menor
limpieza del ambiente.
Por otra parte, las lámparas en las primeras horas de uso tienen un flujo luminoso
superior al indicado. El mismo va disminuyendo paulatinamente hasta que después
de aproximarse 1000 horas se reduce tanto que el uso de la lámpara ya no es
conveniente, de modo que debería ser remplazada aunque no se hubiese quemado.
Es evidente que la iluminación no se debe proyectar para cuando el artefacto y la
lámpara son nuevos y limpios, sino para las condiciones normales, por ejemplo con el
artefacto tal como estaría en la mitad del intervalo fijado para su limpieza periódica y
con la lámpara después de 500 horas de uso.
Esta reducción es introducida en el cálculo por el factor de depreciación que
encontramos en las tres últimas columnas de la tabla, para ambiente limpio, poco
limpio y sucio, como sería el caso de una oficina, fábrica de calzado y taller de
fundición respectivamente.
Tenemos ya todos los elementos para calcular el flujo luminoso de cada artefacto
mediante la fórmula:
ø= E.S .
n.u.d
donde: ø: flujo luminoso por artefacto (lm)
E: iluminación media en la plaza de trabajo (lux)
En todos los lugares donde trabajan o transitan personas o donde se pueda tener que
trabajar o transitar en casos de urgencias, habrá durante el tiempo en que estén en
uso, una iluminación ordenada, natural o artificial o ambas, apropiadas para las
operaciones y para el tipo de trabajo que se ejecute. Siempre que sea factible debiera
adoptarse la iluminación natural.
23
El alumbrado define en gran parte, el ambiente de un lugar, frío o cálido, alegre o
sombrío. En consecuencia, un alumbrado eficaz no sólo debe permitir ver el espacio
que nos rodea, sino también acentuar sus cualidades y su carácter, formando parte
integral del ambiente. Los ambientes deben tener una iluminación suficiente y sin
deslumbramientos, para asegurar buenas condiciones de visibilidad, evitar la fatiga
ocular, ayudar a mantener la necesaria seguridad en el trabajo, disminuir los errores
y aumentar el rendimiento personal.
Es necesario evitar que exista un acentuado contraste entre la iluminación en la zona
en que se realiza una tarea y el espacio que lo rodea, ya que de ocurrir ello, el ojo
debe adaptarse constantemente, lo cual dará lugar a fatiga corporal y/o psíquica. Se
debería prestar debida atención a los requisitos referentes a las relaciones de
luminancia, deslumbramiento, sombras, contrastes y reproducción de colores.
Debido al desarrollo de la técnica, se dispone actualmente de numerosas fuentes de
luz que permiten satisfacer los requisitos cualitativos y cuantitativos que existen en
cada tarea visual, por más severa que sea ésta. Las instalaciones de los elementos
de aporte de luz, obedecen a una técnica y resulta muy útil su aplicación para un
perfecto balance de la situación y costos que significa su empleo. No basta cumplir el
nivel luminoso adecuado, sino que debe contarse con un alumbrado que responda a
todos los requerimientos que exige la tarea visual y el ambiente confortable.
El análisis de las necesidades de la iluminación esta dirigido a la aplicación en
establecimientos, sea cual fuere la naturaleza de sus actividades, excluyendo sin
embargo las obras de construcción y de trabajos públicos. No obstante para este tipo
de situaciones, es necesario fijar los valores mínimos aceptables.
Resumiendo, los propósitos de la iluminación deben ser dirigidos a ayudar a promover
un trabajo con seguridad, proveyendo una eficiente y confortable visión y facilitando
en toda forma las operaciones en los ambientes de trabajo, incluso teniendo en cuenta
la necesidad de eliminar las posibilidades de pérdidas de visión de las personas.
BIBLIOGRAFÍA:
24
Adquirir conocimientos sobre las características más importantes de la
formación de colores, conceptos de Cromaticidad. Conocer los sistemas de
medición de colores y poder comparar la emisión de las fuentes de luz contra
patrones.
DESARROLLO DE LA UNIDAD:
1
La "cromaticidad", es la saturación del color —o, inversamente, la ausencia de mezcla
con blanco—, se indica en intervalos de hasta 16 o más, partiendo desde un
determinado nivel de "valor".
Por consiguiente, el sistema de Munsell permite especificar cualquier color mediante
el uso de 3 6 4 símbolos. Por ejemplo: cierto color amarillo que tiene un "valor"
correspondiente a la mitad de la escala de grises (5) y seis intervalos en la escala de
"cromaticidad", partiendo del neutro, se escribe: 5Y 5/6, donde el 5Y indica el "tono"
(amarillo), el 5 el "valor" y el 6, la "cromaticidad" (fig. 20-4).
2
El método de colores de prueba recomendado por la CIE, en 1965, utiliza para medir
y especificar el rendimiento en color de una fuente luminosa ocho colores de prueba
que tienen en la escala de Munsell una saturación media. Según este método, el
cálculo del índice de rendimiento en color Ra de una fuente se basa en:
• Las características de reflexión espectral de los colores de prueba;
• La distribución espectral de la fuente luminosa a ensayar;
• La distribución espectral de la fuente patrón;
• La adaptación del ojo humano.
El índice tiene un valor máximo de 100, que resulta si la distribución espectral de la
fuente a ensayar y de la lámpara patrón son idénticas. La fuente luminosa patrón que
se utiliza para medir fuentes con temperaturas de color correlacionada de 5.0001° K
y menores es un radiador completo (o cuerpo negro), con una temperatura de color lo
más próxima posible (véase la Sec. 21.3). Por encima de 5.0000° K la fuente patrón
produce una luz diurna simulada o "reconstituida", de la temperatura de color
apropiada.
Algunas lámparas de descarga tienen una distribución de energía espectral muy
parecida a la fuente patrón.
Por consiguiente, su rendimiento en color es muy bueno, aun cuando su eficacia
luminosa es reducida. Otras tienen una distribución de energía espectral tan diferente
de la de una fuente patrón que su rendimiento en color es muy bajo o no puede
especificarse de ninguna manera, pero, por otra parte, su eficacia luminosa es
elevada.
En las lámparas incandescentes, la distribución de la energía espectral es casi
idéntica a la de la fuente patrón y, por consiguiente, tienen un excelente rendimiento
en color pero su eficacia es bastante pobre.
En cuanto a las lámparas fluorescentes, se ha pensado durante mucho tiempo que se
puede lograr un buen rendimiento en color sin más que sacrificar eficacia, haciendo
que la fuente emita radiación en todo el abanico de colores espectrales. Hoy día se
sabe que no hace falta esto. Existen lámparas fluorescentes con una emisión en tres
longitudes de onda bien definidas (fig. 21-5), con las que se obtiene un buen
rendimiento en color, al mismo tiempo que una alta eficacia. Sin embargo, para las
lámparas fluorescentes de los tipos "especial" o "especial de lujo", a los cuales se les
exige un rendimiento en color muy riguroso, sigue siendo válido lo antes dicho de su
eficacia.
3
21.3 Temperatura de color
El término "temperatura de color" se utiliza para describir el color de una fuente
luminosa, comparándola con el de un cuerpo negro o radiador completo. La
temperatura de¡ cuerpo negro, en grados Kelvin, en la que se obtienen los mismos
colores que con la fuente a medir, es la temperatura de color de ésta.
Al trazar en el diagrama de cromaticidad CIE las cromaticidades de un cuerpo negro
en varias temperaturas, se forma una curva que se conoce como lugar geométrico de
Planck. Cualquier fuente que tenga su cromaticidad en este lugar geométrico puede
describirse por su temperatura de color. Una fuente fuera de¡ lugar geométrico de
Planck puede describirse por su temperatura de color correlacionada, es decir, la
temperatura de¡ cuerpo negro en que el color de éste se parece lo más posible al de
la fuente. Para encontrar la temperatura de color correlacionada hay que utilizar una
carta suplementaria de¡ diagrama patrón de cromaticidad de 1 931 publicado por la
CIE (fig. 21-6).
4
Fig. 21-6. Diagrama suplementario de¡ de cromaticidad de la CIE, mostrando el
lugar geométrico de Planck y las líneas de temperatura de color constante
correspondientes.
BIBLIOGRAFÍA:
5
Adquirir el conocimiento de los distintos tipos de lámparas existentes en el
mercado. Comprender sus características y principios de funcionamiento.
Conocer como eliminar el Efecto Estroboscópico. Formar criterios de selección.
Funcionamiento:
“Se me ocurrió que quizás se pudiera conseguir que en un filamento de carbón,
quedara derecho dentro de recipientes de vidrio o bulbos cerrados, como los que
estamos usando, y en el existiera un vacío elevado. Antes se habían hecho lámparas
parecidas, pero sin usar bombas de aire; y en octubre de 1879, preparamos algunos
con filamentos de papel e hilo de coser comunes carbonizados. El filamento de carbón
era colocado dentro de un receptáculo o bulbo de vidrio y se, conectaba con los
conductores mediante fusión. Dentro de todo el dispositivo se hacía el vacío hasta
cerca de una millonésima de atmósfera, mediante una bomba de Sprengel. Los
filamentos de carbón aunque muy frágiles (lo que era natural dadas su longitud y
pequeña masa) tenían una superficie menor y una resistencia mayor de le que
hubiéramos osado esperar. Virtualmente habíamos alcanzado la posición y las
condiciones de estabilidad deseadas para los filamentos de carbón”. En otras palabras
había nacido la lámpara de incandescencia. Palabras de Tomas Alva Edison; 19 de
octubre de 1879.-
Actualmente se emplea como filamento el tungsteno, produciendo la luz cuando este
es calentado a incandescencia (más de 2000 °C) por el flujo de corriente eléctrica;
1
presenta antes de alcanzar la fusión un fenómeno de evaporación, consistente en un
desprendimiento de partículas que acelera la destrucción del filamento, en
consecuencia acortan la vida útil de las lámparas.
Comportamiento Térmico:
A mayor temperatura, mayor rendimiento pero disminuye la vida útil. Las lámparas
incandescentes pueden calentar y hacer arder a los materiales combustibles que se
ubiquen cerca de la misma. La posibilidad de una lámpara ocasione un incendio es
directamente proporcional a la temperatura que es capaz de producir, y, por supuesto,
al grado de combustibilidad de los elementos próximos. Una idea sobre este
importante punto nos la brinda la temperatura media sobre la superficie del vidrio de
las lámparas más comunes, tomando como base una temperatura ambiente de 2O °C
en una lámpara de 2OOW.
Fig. 14- A— L as t e mp e ra t u ra s su pe rf ic ia l es de un a lá mp ar a
I nc and e s ce nt e v a rí an d e a cu e rdo c on su po si c ión .
Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos la temperatura del ambiente
es mucho más elevadas, en consecuencia también aumenta el de la lámpara.
También aumenta la temperatura del foco cuando éste funciona en una posición
distinta a la vertical normal (bulbo hacia abajo).
Rendimiento:
La eficiencia de una lámpara incandescente es del orden de 12 lm/W para potencias
de 40W, de 22 lm/W para l5OOW y la vida útil es de 1000 horas aproximadamente.
En forma generalizada;
2
Tipos y Usos
Las lámparas incandescentes desde su creación y aplicación para la Iluminación
artificial, han alcanzado un extenso y variado campo de utilización cada vez mayor.
Aún en nuestros días, con el desarrollo y evolución con otros tipos de fuente luminosa
estas lámparas continúan siendo irremplazables en un sin número de iluminaciones.
La serie de lámparas comprenden varios tipos que se diferencian entre si por la
potencia, tensión nominal de utilización, tamaño y terminación de la ampolla, como
también por el casquillo utilizado.
Clasificación:
A) Incandescentes normales:
Clara: con potencia nominal comprendida entre 1W y 1OOOW siendo su
principal aplicación para la iluminación de carácter general.
Argenta: con potencia nominal comprendida entre 4OW y 2OOW tienen
ampolla con recubrimiento interior difusor que proporciona una luz suave y cálida, con
reducidas sombras y ausencia de deslumbramiento.
3
Por estas características son muy indicadas para la iluminación en el hogar,
oficinas, tiendas, etc.
B) Incandescentes de construcción reforzada:
Con potencia nominal comprendida entre 4OW y l5OW se caracterizan por su
robusta construcción, muy resistentes a las vibraciones, sacudidas, trepidaciones,
etc.; razón por la que su uso se recomienda cuando existen factores adversos como
los señalados.
C) Incandescentes de bajo voltaje:
Con potencia nominal comprendida entre l5W y 1OOW y tensiones nominales
de 6V, l2V y 32V, fabricadas especialmente para la utilización en zonas rurales o
lugares aislados que sólo disponen de un suministro de energía eléctrica por medio
de baterías o grupos electrógenos.
D) Incandescente decorativa:
Las hay del tipo argenta k, vela balón, vela lisa, gota, perfume clara, perfume
satinada, de color; y sus usos son en la iluminación de carácter festivo (de interior o
exterior), tales como en exposiciones, ferias, vía pública, anuncios, etc.
E) Incandescentes de vidrio prensado:
Se caracterizan por su alta intensidad luminosa. Tienen ampolla de vidrio duro
prensado, con reflector interior de alto factor de reflexión y refractor frontal, con
diferentes terminaciones para lograr distintas formas de distribución luminosa (haz
concentrado, iluminaciones de carácter general, con niveles relativamente altos, tanto
en interiores (gimnasios, galerías, salas de exposición, iglesias, etc.) como en
exteriores (fachadas, monumentos parques, jardines, fuentes, etc.).
F) Incandescentes reflectores:
Tienen ampolla de vidrio soplado con un reflector interior por metalización al
alto vacío y frente de ampolla satinada. Tienen una distribución luminosa media, es
decir comprendida entre las denominadas de haz concentrado y difusoras. Los usos
son para vidrieras, escaparates, exhibidores, iluminación en hogares, restaurantes,
bares, hoteles, night clubes, tiendas, salones de exposición y venta, etc.
G) Incandescentes halojenadas:
Constan de un filamento de tungsteno que recorre la lámpara de un extremo a
otro; la conexión se hace sobre ambos extremos. El tubo exterior es de cuarzos para
soportar las altas temperaturas a que se ve sometido; la atmósfera interior es un
compuesto halogenado que tiene la propiedad de combinarse con el tungsteno
evaporado; esta combinación se deshace cuando el compuesto resultante toca el
filamento, restaurando el tungsteno en él.
4
De esta manera se incrementó la vida útil de la lámpara, a la vez que se elimina
la depreciación producidas en las lámparas incandescentes normales por el depósito
del tungsteno sobre el interior de la ampolla.
Sus aplicaciones principales son en: interiores, para el alumbrado de grandes
áreas, comercios vidrieras, stands de exposiciones, espacios deportivos, piscinas, etc.
y en exteriores, áreas deportivas, estacionamientos, alumbrado de seguridad y
vigilancias, carga y descarga, etc.
5
6
7
8
9
10
Teoría de Funcionamiento
La lámpara fluorescente es esencialmente una fuente de luz de descarga eléctrica, en
la cual la luz se produce por la fluorescencia o fosforescencia activada por la energía
ultravioleta de un arco de mercurio. Consiste en un bulbo tubular que tiene prensados
(sellados) en los extremos los electrodos, y en el interior vapor de mercurio a bajo
presión como soporte del arco con una pequeña cantidad de gas inerte (generalmente
de argón) para el arranque. Las paredes internas del bulbo están revestidas con
polvos fluorescentes.
Cuando se aplica la tensión conveniente o adecuada, un flujo de electrones
desplazándose a gran velocidad, es impulsado desde uno de los electrodos y atraído
por el otro. Las colisiones entre estos electrones y los átomos de mercurio que se
encuentran en su camino, producen un estado de excitación cuyo resultado es la
emisión de radiaciones, principalmente en la región ultravioleta de 2537 Angstroms.
Los polvos fluorescentes transforman esta energía ultravioleta en luz visible.
La lámpara fluorescente se diferencia de la de mercurio, principalmente en dos
aspectos; actúa a una presión de vapor mucho más baja, y está revestida de fósforo
que es activado solamente por la onda corta ultravioleta radiado por un arco de baja
presión. En una lámpara fluorescente, el 90 % de la luz se produce por fluorescencia.
El restante 10 % se produce por los líneas visibles del espectro del arco de mercurio.
En una lámpara típica de vapor de mercurio-fluorescente, la situación es virtualmente
opuesta, las líneas visibles del mercurio aportan un 90 % de la luz y la fluorescencia
del fósforo sólo un 10 % aproximadamente.
Construcción de la lámpara
El tipo de electrodo utilizado en la mayor parte de los lámparas fluorescentes es el de
hilo de Tungsteno bañado y doblemente espiralizado (“cátodo caliente”), recubierto
con una materia emisiva (óxidos de Bario, Estroncio y Calcio), que cuando se caliente
desprende electrones. El proceso se llama emisión termoiónica porque los electrones
son emitidos más como resultado del calor desarrollado que de la tensión aplicada.
Se crea una zona caliente en el cátodo, en el punto en que el arco de mercurio salta
y un continuo flujo de electrones se produce. Este tipo de operación es característico
de las que se llaman “lámpara de cátodo caliente”.
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Fósforos
Las materias fluorescentes y fosforescentes más utilizada en pinturas, tintes y
plásticos son excitadas por ondas largas ultravioletas alrededor de los 3650
Angstroms. Las lámparas fluorescentes emplean fósforos de otro tipo, seleccionados
porque son eficaces convertidores de la energía ultravioleta de onda corta de 2537
Angstroms en luz visible y porque son compuestos estables que mantienen su emisión
luminosa a un alto nivel a lo largo de la vida útil de la lámpara.
El color producido depende de la composición química de los fósforos. Los colores
“Blanca cálida normal” y “Blanca” se obtienen mediante variaciones de un sólo fósforo,
y la “Blanca fría normal”, “Alta eficacia”, “Blanca fría de lujo”, “Blanca cálida de lujo”,
“Luz de dio” y “Blanca suave”, mediante una mezcla de fósforos. Las lámparas verdes,
azules y rosa utilizan fósforos simples, mientras que las de color rojo y oro, tienen un
revestimiento coloreado que se aplica a la superficie interna del bulbo como
suplemento el fósforo.
Otro fósforo conocido como el 36OBL es una eficaz fuente de radiaciones próximos al
ultravioleta con su máxima emisión de energía de alrededor de los 3650 Angstroms;
las lámpara hechos con un fósforo producen una radiación visible mínimo y sólo se
aplican para activar materias fluorescentes y fosforescentes. En tanto las demás
lámparas 36OBL son similares a las lámparas fluorescentes normales.
Bulbos
Las lámpara fluorescentes, generalmente designadas como “tipo F”, se fabrican con
bulbos tubulares de un diámetro que va desde el T-5 (5/8 pulgadas, l6 mm), hasta el
T-17 (2 l/8 de pulgadas, 54 mm). En longitud total abarcan desde 152 hasta 2438 mm.
Las lámparas en forma circular llamadas “Circline” se pueden encontrar en tres
tamaños de diámetro exterior del círculo: 210, 305 y 406 mm.
Casquillos
Las lámparas con cátodos de precalentamiento o arranque rápido, requieren cuatro
contactos eléctricos, que en las lámparas lineales normales toman la forma de un
casquillo de doble clavillo en cada extremo.
Hay tres tipos normales de casquillos de doble clavillo o doble espiga; el miniatura, el
medio y el mogul. En las lámparas Circline los contactos están fijados juntos en un
casquillo de cuatro clavillos, situado entre los dos cátodos en los que se unen los
extremos de la lámpara.
Las lámparas de “Alta emisión” y de “Muy alta emisión” (funcionamiento basado en el
principio de arranque rápido), emplean los casquillos de tipo doble contacto “retraído”.
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Las lámparas del tipo de arranque instantáneo de 40 vatios tiene un casquillo medio
de dos espigas, pero contiene un elemento eléctrico que sirve de puente entre el par
de contactos de cada extremo, produciendo en realidad un sólo contacto en cada
extremo. Debido a ésta construcción estas lámparas no pueden funcionar en circuitos
de precalentamiento ni de arranque rápido.
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lámparas deberían reemplazarse cada dos años; sí hay dos turnos diarios, cada
dieciocho meses, y si son tres turnos diarios, una vez al año.
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Cuando se desea una atmósfera cálida, se usa la “blanca cálida”. Este tono de luz es
el más apropiado para instalaciones combinando lámparas fluorescentes e
incandescentes, porque su color ambiente se parece mucho al de las incandescentes.
La lámpara “blanca” es intermedia en color, entre la “blanca fría” y la “blanca cálida”.
La lámpara “Alta Eficiencia” proporciona la más alta emisión luminosa de todas las
“blancas”; un 15 % más que la “Blanca fría” y un 36 % más que la “Luz de Día”. El
fósforo usado en las lámparas de alta eficiencia es una mezcla de tono “blanca” con
un componente verde, que es el que proporciona la mayor emisión luminosa, a la vez
que da a éstas un color ambiente blanco verdoso. Las lámparas “Alta eficiencia” se
proyectan principalmente para el uso en áreas industriales, tiendas de maquinarias,
almacenes y toda clase de espacios donde el objetivo principal es el máximo de luz al
mínimo costo.
Donde el color es de importancia capital, se recomienda el tono “Blanco fría de lujo” y
“Blanca cálida de lujo”. Estas tienen un tipo de fósforo adicional que añade el rojo a
su espectro. El tono que produce favorece el aspecto de las personas, y muestra
fielmente todos los colores de muebles, decoraciones, mercancías, y en fin, toda clase
de objetos de color.
Las lámparas fluorescentes azul, verde, oro, rosa y roja, producen luz coloreada de
alta eficacia para señales luminosas y aplicaciones decorativas.
Brillo
El brillo de las lámparas fluorescentes varía con el diámetro del bulbo y con la corriente
de carga. Sin embargo, todas las lámparas fluorescentes son fuentes luminosas de
bajo brillo comparadas con las lámparas de filamento incandescentes y con las de
mercurio, porque la superficie sobre la cual se genera la luz es mucho mayor.
Energía Luz/Calor
Las lámpara fluorescentes, debido fundamentalmente a su más alta eficacia, producen
luz con un acompañamiento de calor mucho menor que el de las lámparas de
filamento. Esto ocurre porque el calor total desarrollado por cualquier fuente de luz
está en proporción directa a su consumo de energía (un Vatio/hora de energía
consumido, produce 3,414 BTU de calor), y porque la lámpara fluorescente emite de
dos a tres veces la luz que produce la lámpara de filamento de la misma potencia, y
que genera igual potencial calórico.
Una diferencia más entre los dos tipos de lámparas es la forma en que cada una se
caliente. No sólo la lámpara fluorescente produce menor calor total para una cantidad
dada de luz, sino que produce menos de la mitad de calor, debido a la forma de
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energía radiante (calor radiado + luz); mientras que en las lámparas de filamento
alrededor de los 3/4 partes es energía radiante.
Así, para emisiones iguales de luz, el calor radiante generado por las lámparas
fluorescentes es aproximadamente l/5 del producido por las de filamento.
El calor por conducción y convección que completa la energía total absorbida por una
lámpara se disipa principalmente hacia arriba y contribuye mucho menos a la
sensación de calor que se deriva de la instalación de alumbrado.
En los casos en que el calor total sea un factor a considerar, como en el caso de
calcular la potencia de un aparato de aire acondicionado, la variable más importante
es naturalmente la potencia instalada que nos dará el calor radiante.
Por eso es necesario añadir a la potencia de las lámparas instaladas, la potencia
consumida por cualquier reactancia colocada dentro del área en cuestión.
Lámparas de vapor de mercurio
Están constituidas por un pequeño tubo de cuarzo que contiene vapor de mercurio a
alta presión y un gas inerte (argón), para facilitar la descarga. En ambos extremos se
hallan dispuestos los electrodos, dos de los cuales son principales y uno o dos son
auxiliares.
El tubo de cuarzo, llamado también tubo de descargase, se encierra en un globo de
vidrio para aislarlo del ambiente externo. Este globo, no solamente absorbe las
radiaciones ultravioletas (perjudiciales para los ojos que dan lugar a la formación de
ozono en el aire, sino que sirve también para mejorar la calidad de la luz siempre y
cuando está revestido internamente de polvo fluorescente.
La forma del globo, que recibe el nombre de isotérmica, ha sido estudiada a propósito
para que proporcione una distribución uniforme de la temperatura en toda su
superficie. Sin embargo también existen lámparas de forma cilíndrica.
El globo se fabrica con un vidrio de tipo duro a fin de que resista los saltos térmicos y
las salpicaduras.
Elementos constitutivos de una lámpara de vapor de mercurio y esquema de
conexionado: la reactancia está conectada en serie con la lámpara y el condensador
de corrección de fase en paralelo.
Las lámparas de vapor de mercurio pueden ser: con globo fluorescente; con reflector
incorporado; de luz mezcla y con halogenuros.
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Lámpara de vapor de mercurio con globo fluorescente:
La cara interna de la ampolla está revestida de vanadiato de itrio, activado con europio.
Dicha substancia fluorescente permite obtener un espectro luminoso compuesto,
principalmente, por radiaciones rojas y de gran longitud de onda.
Requieren el empleo de luminarias adecuadas.
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Lámpara de vapor de mercurio con ampolla fluorescente y reflector
incorporado:
La parte superior del globo está provista de una superficie reflectante que dirige el flujo
luminoso hacia abajo. Ofrecen la ventaja de requerir luminarias sencillas y
económicas.
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Lámpara de vapor de mercurio con halogenuros
Añadiendo al mercurio algunos metales de forma de yoduros (sodio, indio, talio) se
obtiene un buen rendimiento cromático y elevada eficiencia luminosa (75-90 lm/W).
Estas lámparas, de reducidas dimensiones, permiten un buen control del flujo
luminoso.
Requieren dispositivos auxiliares para facilitar el arranque de la descarga (reactancia
y arrancador).
La posición de la lámpara para su funcionamiento varía con el tipo y la potencia de la
misma.
Áreas de utilización
Las lámparas de vapor de mercurio son utilizadas para la iluminación general de
grandes edificios industriales (talleres, almacenes, depósitos, etc.).
Para potencias hasta 250 W es recomendable montar las lámparas a una altura de 5
a 8 metros y de 8 a 20 metros para potencias mayores.
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Ventajas
Eficiencia luminosa óptima; luminancia de tipo medio (4-25 cd/cm2), rendimiento
cromático discreto o bueno (según los tipos); pequeño tamaño y buen promedio de
vida (6000-9000 horas). Para las lámparas con globo de vidrio no hay ninguna
limitación en cuanto a la posición de funcionamiento; para otros tipos de lámparas (por
ejemplo, con halogenuros) existen, en cambio, unas prescripciones particulares.
La gama de potencias en que se suministran es, respecto a las lámparas
fluorescentes, decididamente más elevada. En efecto, una lámpara de vapor de
mercurio de 400 W emite un flujo luminoso de 23000 lúmenes, que es
aproximadamente igual al de 7-8 lámparas fluorescentes tubulares de cátodo caliente,
de 40 W, ocupando un espacio extremadamente más reducido.
Desventajas
Empleo de equipo auxiliar para el arranque de la descarga. El encendido, no es
inmediato: requiere de 4 a 5 minutos para alcanzar la máxima emisión luminosa. Costo
elevado que, sin embargo se amortiza con el uso gracias a la buena eficiencia
luminosa y a la duración.
Si se ponen de nuevo en circuito, cuando todavía están calientes, el tiempo necesario
para que vuelvan a encenderse puede ser del orden de unos 6 minutos (incluso más
para las lámparas con halogenuros).
Advertencias
— Para evitar el efecto estroboscópico conéctense las lámparas a distintas fases
de la red de alimentación.
— El flujo luminoso máximo se alcanza varios minutos después del encendido.
Cuando se apaga la lámpara no es posible obtener de nuevo el encendido hasta
transcurrido unos minutos de enfriamiento.
— Las lámparas de luz mezcla no se pueden conectar a redes de alimentación
cuya tensión descienda por debajo del valor nominal pues se apagaran.
— Comprobar que las luminarias sean adecuadas para la dispersión del calor
producido por la fuente de luz y el sistema de encendido.
— No sustituir una lámpara por otra de mayor potencia en una luminaria prevista
para un determinado tipo de fuente de luz.
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Anomalías de las lámparas de vapor de mercurio
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Áreas de utilización
Iluminación viaria (bifurcaciones y nudos de carreteras, túneles, pasos subterráneos)
y en general para indicar lugares peligrosos. Se emplean también para la iluminación
en fundiciones y acerías, donde interesa más la percepción de la forma que la de los
colores. Es aconsejable montar las lámparas a una altura de 8 a 15 metros, según sea
su potencia.
Ventajas
Eficiencia luminosa elevadísima y notable duración media de vida (6000 horas);
luminancia mediana (7,5-14 cd/cm2).
Desventajas
La luz emitida es monocromática (amarilla) y los colores de los cuerpos iluminados
resultan alterados: esta característica limita el área de utilización.
Es necesario recurrir a dispositivos auxiliares para el arranque de la descarga. Hasta
transcurridos 5-10 minutos desde la conexión inicial no se alcanza el 80 % de la
emisión máxima.
Características de las lámparas de sodio a baja presión
35 56 51 310 4600 82
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De alta presión
Son lámparas en la que el contenido de sodio es muy elevado la luz que emiten,
calificada de blanco oro, permite un rendimiento cromático discreto.
Para la construcción del tubo de descarga se recurre a un óxido de aluminio
sintetizado que resiste las altas temperaturas y no es atacado por el socio.
En el tubo de descarga se introduce una amalgama de sodio (aleación de sodio y
mercurio), junto con un gas raro a baja presión que favorece el arranque de la
descarga. El tubo de descarga se coloca en una ampolla o tubo de vidrio duro, en el
que se practica el vacío para reducir la dispersión térmica y conseguir la máxima
eficiencia.
Para el arranque de la descarga se recurre a cebadores hechos mediante tiristores
que determinan la formación de picos de tensión muy elevados (del orden de los 3
KV) a través de los electrodos de la lámpara, y que se superponen a la tensión
suministrada por la reactancía. Una vez que la descarga se ha iniciado, el cebador se
desconecta automáticamente.
Existen, sin embargo, nuevos tipos de lámparas que no requieren el cebador
electrónico para el arranque y por lo tanto, se pueden alimentar con las mismas
reactancias que se emplean para las lámparas de vapor de mercurio. Esto permite
una rápida sustitución de estas últimas cuando se pretende elevar el nivel del
Areas de utilización
Para el alumbrado industrial (almacenes, naves industriales) y viario (zonas portuarias
y aeropuertos), así como iluminación de fachadas de edificios y monumentos.
Para la iluminación de interiores es aconsejable montar las lámparas a una altura de
6 a 10 metros para potencias de 250-400 W y 15 a 30 metros para potencias
superiores.
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Ventajas
Buena eficiencia luminosa; limitada depreciación del flujo luminoso; largo promedio de
vida (9000 horas); rendimiento cromático discreto; reducidas dimensiones.
No existe ninguna limitación en cuanto a la posición de funcionamiento Se pueden
emplear como opción alternativa de las lámparas de vapor de mercurio (de 250 W en
adelante) cuando se pretende reducir el número de centros luminosos (admitiendo
que la luminaria lo permita desde el punto de vista de la uniformidad). Realmente, una
lámpara de sodio a alta presión, de 400 W, emite 40000 lúmenes frente a los 23100
de una lámpara de vapor de mercurio de Igual potencia.
Desventajas
Empleo de dispositivos auxiliares para la alimentación.
Tarda varios minutos en alcanzar el 80 %, de la emisión luminosa. La luminancia es
más elevada que la de las lámparas de vapor de mercurio con ampollas fluorescentes
(300-600 cd/cm2). Costo superior al de una lámpara de vapor de mercurio de la misma
potencia (incluidos la reactancia y el cebador).
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Advertencias
— El empleo de la reactancia hace necesaria la corrección de la fase.
— Comprobar que la luminaria sea adecuada para la potencia de la lámpara, a fin de
que pueda disipar el calor producido por la fuente luminosa y los sistemas de
alimentación.
— No sustituir la lámpara por otra de mayor potencia en una luminaria prevista para
un determinado tipo de fuente de luz.
Anomalías de las lámparas de sodio
Inconvenientes Causas y remedios
Luminarias
Se emplean para modificar la distribución del flujo luminoso emitido por las fuentes de
luz al objeto de dirigirlo en determinadas direcciones (reflectores) o para atenuar el
deslumbramiento, ocultando parcial o totalmente la visión de la lámpara (difusores).
Asimismo protegen a las lámparas de daños de origen mecánico o ambiental e
impiden al acceso a las partes sometidas a tensión evitando los contactos directos.
De acuerdo con lo anterior, las luminarias se clasifican por la distribución del flujo
luminoso, el tipo de protección contra los contactos directos y el tipo de protección
contra la penetración de líquidos y polvo.
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Clasificación de acuerdo a la forma de distribuir el flujo
Difusores
Están formados por envolventes opalinas de vidrio o material plástico en cuyo interior
se coloca la lámpara y son adecuados para la ejecución de sistemas de iluminación
semi-indirecta, difusa o semi-difusa, ya que el flujo luminoso se distribuye de un modo
casi uniforme en todas direcciones. Disminuyen la luminancia de la lámpara y, por lo
tanto, atenúan el deslumbramiento.
Parte del flujo luminoso emitido por la lámpara es absorbido por el material empleado
en la fabricación de la luminaria (vidrio esmerilado u opalino: 10-20 %); en los difusores
de tipo "lechoso" la absorción es elevada (30-40 %).
No son adecuados para grandes potencias: generalmente están previstos para
albergar lámparas de incandescencia de 40-200 W o lámparas fluorescentes tubulares
normales (lineales, circulares o en U).
Reflectores
Están formados por superficies especulares (aluminio pulido, vidrio plateado, plancha
de hierro esmaltada de blanco, etc.) que reflejan en determinadas direcciones la luz
emitida por la lámpara (en un haz ancho o estrecho según los tipos). Si su construcción
es racional se puede conseguir un elevado rendimiento.
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Los PROYECTORES entran en la categoría de los reflectores. Sirven para concentrar
la luz en una determinada dirección bien definida, generalmente sobre superficies
delimitadas.
Reflactores
Están construidos por recipientes de material transparente dotados de una profunda
cavidad y cuyo perfil y orientación han sido predeterminados a fin de modificar
notablemente la distribución del flujo luminoso. Disminuyen sensiblemente el
deslumbramiento.
Algunas luminarias pueden ser a la vez proyectores y refractores. Por ejemplo, el
"faro" de un automóvil está construido por un proyector (concentración de la luz) y un
refractor (pantalla frontal de vidrio prensado, dotado de acanaladuras prismáticas).
Const. de Luminarias
(Leyes relativas a Trans. de luz)
Reflección
Se produce cuando los rayos luminosos chocan con la superficie de un medio opaco.
Puede ser:
— Regular: cuando la superficie es especular (vidrio, aluminio brillante); el ángulo
de reflexión es igual al de incidencia.
— Difusa: cuando la superficie no es especular el rayo luminoso reflejado se
distribuye en múltiples rayos de mayor o menor intensidad que se desparraman en
diferentes direcciones.
— Mixta: es la combinación de los dos tipos precedentes, o sea: la luz reflejada
se distribuye en todas direcciones pero es más intensa en la dirección de la
reflexión especular.
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Transmisión
Cuando un rayo luminoso pasa de un medio transparente a otro de distinta
naturaleza (por ejemplo: aire-cristal y veceversa) sufre una desviación en su
trayectoria rectilínea: la magnitud de la desviación depende del ángulo de incidencia
del rayo sobre la superficie, de la clase de sustancia atravesada etc., puede ser:
— Directa: cuando las superficies dejan pasar gran parte del flujo luminoso (vidrio
o plástico transparente).
— Difusa: cuando a la salida del flujo luminoso se difunde en todas direcciones
(sup. traslúcidas).
— Mixta: cuando en la difusión del flujo existe una dirección preferente
(empleando vidrio esmerilado se puede entrever la fuente a través del medio).
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Refracción
Si el medio atravesado tiene forma prismática, el haz de luz es desviado de su
trayectoria original si la luz es "blanca" se descompone en los colores del arco iris.
Absorción
Al chocar con medios opacos, transparentes o traslúcidos, los rayos luminosos son
absorbidos en parte (transformándose en calor) y en parte son reflejados, transmitidos
o refractados.
Rendimiento de luminarias
El rendimiento (h) de una luminaria se deduce de la relación entre el flujo luminoso
que sale del aparato (8) y el emitido por la lámpara (8).
h = øa
øt
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El rendimiento depende de los materiales empleados en la construcción del aparato
(en particular, del poder reflectante propio de los materiales o de las pinturas
empleadas), de la forma del propio aparato y de los medios para apantallar la fuente
de luz.
Depende, además, de las condiciones de la instalación e incluso en algunos casos,
de la temperatura ambiente.
Otros factor que condiciona notablemente el rendimiento de las luminarias es el estado
de conservación de las características iniciales: un mal mantenimiento (por ejemplo,
falta de limpieza) hace que aquel decaiga sensiblemente. El diagrama demuestra de
que forma la eficiencia inicial de un aparato disminuye sensiblemente en el transcurso
de seis meses si no se procede a efectuar un mantenimiento periódico (por ej. cada
tres mese).
Curvas Fotométricas
Cada lámpara o luminaria se caracteriza por una distribución particular del flujo
luminoso.
Por ejemplo, la distribución del flujo luminoso de una lámpara normal de
incandescencia es la que indica la figura: obsérvese que la intensidad luminosa es
máxima entre los 30 y 60 grados respecto del eje y casi nula encima del casquillo.
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Para simplificar, dicha curva se limita a sólo dos dimensiones, como si se hubiese
practicado una sección de la luminaria siguiendo su eje longitudinal.
Las curvas fotométricas se suelen trazar con referencia a un flujo luminoso de 1000
lm. a fin de poder efectuar comparaciones entre aparatos de diferente origen.
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BIBLIOGRAFÍA:
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