Documento TMX2.632.257 Doctrina
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257
Doctrina
Fecha: 10/10/2023
Autores: María de Lourdes Claudia Martínez Lastiri
TEXTO:
TOMO I
CAPÍTULO III. RESTITUCIÓN DE TIERRAS, BOSQUES Y AGUAS A LOS NÚCLEOS DE
POBLACIÓN O A SUS INTEGRANTES, CONTRA ACTOS DE AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS O JURISDICCIONALES FUERA DEL JUICIO O CONTRA ACTOS
DE PARTICULARES
Introducción
El Liberalismo en México, en la segunda mitad del siglo XIX, se caracterizó por una
perenne situació n de inestabilidad política y que repercutió fundamentalmente en el
campo, pues los poblados sufrieron enormes despojos, lo que dio lugar al seguimiento
de grandes y poderosos latifundistas
Durante la Revolució n Mexicana, los campesinos lucharon por tierra y libertad; dentro
de las propuestas de los Constituyentes, se trató el tema de la dotació n agraria y
restitució n de tierras, se integró como una forma de dar tierra a las personas que
vivían en el campo para que pudieran subsistir mediante la explotació n agrícola
Como resultado de ese movimiento social, se buscó un marco legal que permitiera un
régimen de propiedad justo, ademá s de proporcionarles cierta certidumbre jurídica
sobre la posesió n o propiedad de la tierra que les asignaban a los grupos de indígenas
o campesinos. La comunidad agraria, como concepto, se relaciona con este proceso
histó rico, pues se define como las tierras que fueron reconocidas o restituidas y de las
que se tiene posesió n desde tiempo inmemorial
Es por ello, que en el presente trabajo nos remontaremos a hechos de la historia, para
tener conocimiento de la evolució n de la acció n de restitució n de tierras, aguas y
bosques en nuestro país hasta nuestros días
Antecedentes de la restitución de tierras, aguas y bosques en México
En la dictadura de Porfirio Díaz, la ausencia por la democracia y la insatisfacció n
generada por el autoritarismo, así como la concentració n de la riqueza y despojo de
las tierras y aguas que histó ricamente habían durado por siglos en contra de grupos
campesinos y a favor de grandes latifundistas, abrieron cause al movimiento
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Revolucionario de 1910, por ello se originó ese fenó meno social, con la finalidad de
recuperar las tierras que injustamente e ilegalmente les fueron despojadas a las
comunidades
El 13 de diciembre de 1910, con la publicació n de la Ley de Aguas, que declaraba que
eran de jurisdicció n federal las aguas que en el territorio mexicano. Lo anterior, tenía
sustento en legislació n antes referida en los Artículos 9, 10 y 11.40
Fue en el Punto Sexto, del Plan de Ayala del 28 de noviembre de 1911,41 en el que se
asentaba la promesa de devolver las tierras que fueron despojadas a sus poseedores, y
en el que se estableció que: "Los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los
hacendados, científicos o caciques, a la sombra de la tiranía y de la justicia venal,
entrará n en posesió n de esos bienes inmuebles desde luego los pueblos o ciudadanos
que tengan sus títulos correspondientes a esas propiedades, de las cuales han sido
despojados, por la mala fe de nuestros opresores, manteniendo a todo trance con las
armas en la mano, la mencionada posesió n, y los usurpadores que se consideren con
derecho a ellos, lo deducirá n ante los Tribunales especiales que se establezcan al
triunfo de la Revolució n".42
La Ley Agraria de 6 de enero de 1915, emitida por Carranza, recogió el aspecto nodal
de la lucha Zapatista, pues traza en ella el plan para desconocer las expropiaciones
hechas por la Ley Lerdo de 1856, y regresar a los pueblos originales las tierras que les
pertenecen, pero ademá s, si existieran pueblos que no tuvieran tierras, también
considera las acciones de dotació n de tierras y aguas. Es decir, inicia la política de
restitució n y la dotació n de la tierra a los pueblos y comunidades indígenas de México,
con esta ley, se ordena la restitució n de tierras pertenecientes a los pueblos que
hubieren sido invadidos u ocupados ilegítimamente.43
La restitució n, permitía que a los pueblos que habían sufrido el despojo de sus tierras,
aguas y bosques que poseían, les fueran devueltos acreditando la propiedad de dichos
bienes y comprobando el referido despojo
Entre las consideraciones que dieron origen al Decreto del 6 de enero de 1915. Se
estableció lo siguiente:
"Que una de las causas má s generales de malestar y descontento de las poblaciones
agrícolas de este país, ha sido el despojo de los terrenos de propiedad comunal o de
repartimiento que les habían sido concedidos por el Gobierno Colonial, como medio
de asegurar la existencia de la clase indígena... Que privados los pueblos indígenas de
las tierras aguas y montes que el Gobierno colonial les concedió , así como también las
congregaciones y comunidades de sus terrenos, y concentrada la propiedad rural del
resto del país en pocas manos, no ha quedado a la gran masa de la població n de los
campos otro recurso para proporcionarse lo necesario a su vida, que alquilar a vil
precio su trabajo a los poderosos terratenientes, trayendo esto, como resultado
inevitable, el estado de miseria, abyecció n y esclavitud de hecho, en que esa enorme
cantidad de trabajadores ha vivido y vive todavía; que en vista de lo expuesto, es
palpable la necesidad de volver a los pueblos los terrenos de que han sido despojados,
como un acto elemental de justicia y como la ú nica forma efectiva de asegurar la paz y
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de promover el bienestar y mejoramiento de nuestras clases pobres, sin que a esto
obsten los intereses creados a favor de las personas que actualmente poseen los
predios en cuestió n; porque, aparte de que estos intereses no tienen fundamento
legal, desde el momento en que fueron establecidos con violació n expresa de las leyes
que ordenaron solamente el repartimiento de los bienes comunales entre los mismos
vecinos y no su enajenació n en favor de extrañ os, tampoco han podido sancionarse o
legitimarse esos derechos por una larga posesió n, tanto porque las leyes antes
mencionadas no establecieron las prescripciones adquisitivas respecto de esos bienes,
como porque los pueblos a que pertenecían estaban imposibilitados de defenderlos
por parte de personalidad necesaria para comparecer en juicio..."44
En la presentació n del artículo 27 Constitucional del 25 de enero de 1917, se expresa
en su parte relativa que: la propiedad se formó durante la época colonial; que el
principio absoluto de la autoridad del Rey, dio a la propiedad el cará cter de precaria;
que el Rey era el dueñ o a título privado de los bienes y aguas y que concedía derechos
de dominio a los españ oles en forma de propiedad privada perfecta; que los derechos
de dominio concedidos a los indios eran algunas veces individuales y semejantes a los
de los españ oles, pero generalmente eran dados a comunidades y revestían la forma
de una propiedad privada restringida; que los fraccionamientos obligados de los
terrenos comunales de los indígenas favorecieron la formació n de la escasa propiedad
pequeñ a privando a los indígenas de nuevas tierras, puesto que a expensas de las que
antes tenían, se formó la referida pequeñ a propiedad; que la dictadura privilegió a los
grandes propietarios, quienes comenzaron a invadir los terrenos de los indígenas; que
por virtud de existir en la legislació n colonial el derecho de la propiedad absoluta en el
Rey, se puede decir que ese derecho ha pasado con el mismo cará cter a la Nació n, y
que en ese concepto, la Nació n viene a tener el derecho pleno sobre las tierras y solo
reconoce u otorga a los particulares el dominio directo en las mismas condiciones en
que se tuvo por los mismos particulares durante la época colonial; que la Legislació n
civil no conocía má s que la propiedad privada perfecta al no haber una sola
disposició n que pudiera regir la existencia, el funcionamiento, ni el desarrollo de todo
ese mundo de comunidades que se agitaba en el fondo de la entonces constitució n
social; que el proyecto que formulan reconoce tres clases de derechos territoriales
que real y verdaderamente existían en el País: la propiedad privada plena, individual y
colectiva, la propiedad privada restringida de las corporaciones o comunidades de
població n y dueñ as de tierras y aguas poseídas en comunidad, y la de posesiones de
hecho, cualquiera que sea su derecho y condició n; que en el texto que proponen, cada
una de las fracciones, y en éstas, cada pá rrafo, cada frase y hasta cada palabra, tienen
una importancia digna de atenció n; que nada en dichas fracciones sobraba y todo
cuanto en ella se consignaba serviría para producir en la prá ctica los má s benéficos
resultados
En el proyecto en comento, se proponía que: la propiedad de las tierras correspondían
originariamente a la Nació n, misma que ha tenido y tiene el derecho de transmitir el
dominio directo de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada; que
los requisitos para adquirir el dominio directo de dichas tierras se requería en
principio ser mexicanos, señ alando que los condueñ azgos, rancherías, pueblos,
congregaciones, tribus y demá s corporaciones de població n que de hecho y por
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derecho guarden el estado comunal, tendrá n en comú n el dominio y la posesió n de las
tierras, bosques y aguas que les pertenezcan, ya sea que los hayan conservado
después de las leyes de desamortizació n, o que se les haya restituido conforme a la
Ley de 6 de enero de 1915
La Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1917,
disponía que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites
del territorio nacional, corresponde originalmente a la Nació n, la cual ha tenido y tiene
el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares constituyendo la
propiedad privada; se confirmaron las dotaciones de terrenos que se hubieren hecho
de conformidad al decreto de 6 de enero de 1915. Es decir, aludió a la restitució n de
tierras y aguas, y otorgó en forma expresa a las comunidades, la capacidad para
disfrutar en comú n de las tierras, bosques y aguas que les pertenezcan o que se les
hayan restituido o restituyeren
Así en su artículo 27 Constitucional, se estableció lo siguiente:
"Art. 27.- La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del
territorio nacional, corresponde originariamente a la Nació n, la cual, ha tenido y tiene
el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la
propiedad privada..."
Asimismo, quedó establecido en sus fracciones VI y VII que:
"VI.- Los condueñ azgos, rancherías, pueblos, congregaciones, tribus y demá s
corporaciones de població n, que de hecho o por derecho guarden el estado comunal,
tendrá n capacidad para disfrutar en comú n las tierras, bosques y aguas que les
pertenezcan o que se les haya restituido o restituyeren conforme a la Ley de 6 de
enero de 1915, entretanto la Ley determina la manera de hacer el repartimiento
ú nicamente de las tierras;
VII.- ...Se declaran nulas todas las diligencias, disposiciones, resoluciones y
operaciones de deslinde, concesió n, composició n, sentencia, transacció n, enajenació n
o remate que hayan privado total o parcialmente de sus tierras, bosques y aguas a los
condueñ azgos, rancherías, pueblos, congregaciones, tribus y demá s corporaciones de
població n que existan todavía, desde la Ley de 25 de Junio de 1856; y del mismo modo
será n nulas todas las disposiciones, resoluciones y operaciones que tengan lugar en lo
sucesivo y que produzcan iguales efectos".45
En consecuencia, todas las tierras, bosques, y aguas de que hayan sido privadas las
corporaciones referidas, será n restituidas a éstas, con arreglo al decreto de 6 de enero
de 1915, que continuará en vigor como ley constitucional
En el caso de que, con arreglo a dicho decreto, no procediere por vía de restitució n la
adjudicació n de tierras que hubieren solicitado alguna de las corporaciones
mencionadas, se les dejará n aquellas en calidad de dotació n, sin que en ningú n caso
deje de asigná rsele las que necesitare
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El procedimiento de restitució n daba lugar a la llamada doble vía ejidal, que establece
que la solicitud de restitució n, el expediente se iniciaría por esta vía, pero al mismo
tiempo se seguiría de oficio el expediente de procedimiento dotatorio, para el
procedimiento de que el caso de que la restitució n se declare improcedentes, segú n lo
señ alo LUCIO MENDIETA Y NÚ Ñ EZ.46 Asimismo, que los derechos de restitució n,
dotació n, ampliació n y creació n de los nuevos centros de població n agrícola son de
cará cter colectivo porque los tres primeros, se conceden a nú cleos de població n, y el
cuarto, a grupos de menores de 20 campesinos.47
Se exceptú an de la nulidad antes referida, ú nicamente las tierras que hubieren sido
tituladas en los repartimientos hechos en virtud de la citada Ley de 25 de junio de
1856 o poseída con nombre propio a título de dominio por má s de diez añ os, cuando
su superficie no exceda de 50 hectá reas. El exceso sobre esa superficie deberá ser
vuelto a la comunidad, indemnizando su valor al propietario. Todas las leyes de
restitució n que por virtud de este precepto se decreten, será n de inmediata ejecució n
por la autoridad administrativa. Só lo los miembros de la comunidad tendrá n derecho
sobre los mismos terrenos mientras permanezcan indivisos, así como los de
propiedad, cuando se haya hecho el fraccionamiento
Con ello se legitimaba la acció n de restitució n de tierras, aguas y montes, en todos
aquellos supuestos de despojo o de enajenaciones ilegales
Los añ os de 1920 a 1934, se caracterizaron por hegemonía que lograron imponer
Á lvaro Obregó n y Plutarco Elías Calles, en considerar que los ejidos eran una forma
transitoria que debería de culminar en la consolidació n de una pequeñ a propiedad.
Durante la gestió n de Plutarco Elías Calles, se inició la formació n de diversas
instituciones con las que se pretendió hacer de la Reforma Agraria un proceso integral
y proveer a los nuevos propietarios con la infraestructura necesaria
Con Lá zaro Cá rdenas, se inició un cambio radical de la estructura de la tenencia de la
Tierra. El ejido no fue considerado una etapa transitoria hacia la pequeñ a propiedad,
sino concebido como eje principal para la emprender una transformació n de fondo
Es por ello, que se efectuó el mayor reparto agrario hasta entonces y se afectaron las
haciendas de las zonas agrícolas má s prosperas del país a favor de los campesinos;
restituyendo a estos tierras, bosques y aguas
El 10 de enero de 1934, se publicó la reforma al Artículo 27 de la Constitució n Política
de los Estados Unidos Mexicanos abrogando la Ley del 6 de enero de 1915, sus
reformas y demá s disposiciones legales, que se opusieran a ese decreto; con ello se
crea una dependencia directa del Ejecutivo Federal (Departamento Agrario)
encargada de la aplicació n de las Leyes Agrarias y de su ejecució n; un Cuerpo
Consultivo compuesto de cinco personas que serían designadas por el presidente de la
Repú blica; una Comisió n Mixta; Comités Particulares Ejecutivos para cada uno de los
nú cleos de població n que tramitará n expedientes agrarios y Comisariados Ejidales
para cada uno de los nú cleos de població n que poseían ejidos; previniendo en su
Fracció n XII, que las solicitudes de restitució n se presentarían directamente ante los
Gobernadores de los Estados, estableciendo el procedimiento a seguir; disponiendo
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que los propietarios afectados con resoluciones dotatorias o restitutorias de ejidos
que se hubiesen dictado a favor de los pueblos o que en un futuro se dictaren, no
tendrían ningú n derecho ni recurso legal ordinario, ni podrían promover el juicio de
amparo
El Có digo Agrario decretado el 22 de marzo de 1934, publicado en el Diario Oficial de
la Federació n, el 12 de abril del mismo añ o, establecía que los nú cleos de població n
que hubieran sido privados de sus tierras, bosques o aguas, por cualquiera de los
actos a que se refería el Artículo 27 Constitucional, tendrían derecho a que se les
restituyeran esos bienes; que para su procedencia, era necesario que fueran
auténticos los títulos que se presentaran para acreditar los derechos sobre las tierras
reclamadas, así como que se comprobara la fecha y forma del despojo; asimismo
expresa en disposiciones generales, que se declaran nulos de pleno derecho todos los
actos de particulares y todas las resoluciones, decretos, acuerdos, leyes o cualquier
acto de las autoridades municipales, de los estados o de la Federació n, así como los de
las Autoridades Judiciales Federales o del orden comú n, que hayan tenido o tengan
por consecuencia privar total o parcialmente de sus derechos agrarios a los nú cleos de
població n
En el Có digo Agrario publicado en el Diario Oficial de la Federació n del 29 de octubre
de 1940, se previó que los nú cleos de població n que hubieran sido privados de sus
tierras, bosques o aguas, por cualquiera de los actos a que se refiere el Artículo 27
Constitucional, tendrían derecho a que se les restituyan esos bienes en la forma que
ese Có digo establecía; disponía que los vecinos del poblado solicitante de restitució n
de tierras deberían presentar los títulos de propiedad, así como la documentació n
necesaria para comprobar la fecha y forma del despojo de las tierras reclamadas, y los
presuntos afectados, los documentos en que funden sus derechos
El Có digo Agrario de 31 de diciembre de 1942, publicado en el Diario Oficial de la
Federació n el 27 de abril de 1943, mantuvo las disposiciones anotadas, es decir, que
los nú cleos tendrían derecho a que se les restituyan las tierras, cuando comprobaran
ser propietarios de las tierras solicitadas y que fueron despojados por enajenaciones
hechas por los jefes políticos, concesiones, composiciones o ventas, diligencias de
apeo y deslinde, entre otros; asimismo, establecía que si surgían durante la titulació n
de bienes comunales conflictos por límites respecto del bien comunal, se suspendería
el procedimiento, el cual se continuaría en la vía de restitució n si el conflicto fuere con
un particular, o en la vía de conflicto por límites si este fuere con un nú cleo de
població n propietario de ejidos o de bienes comunales
La Ley Federal de Reforma Agraria publicada en el Diario Oficial de la Federació n del
16 de abril de 1971, conservaba la misma normativa en cuanto a los procedimientos
de restitució n; y establecía que cuando se iniciara un expediente de restitució n, de
dotació n de tierras, bosques y aguas, de ampliació n de ejidos o de creació n de un
nuevo centro de població n, se constituirá un Comité Particular Ejecutivo con
miembros del nú cleo de població n o grupo solicitante; asimismo cuando la restitució n
o la dotació n recaigan en aguas de propiedad nacional, el nú cleo de població n
beneficiado adquirirá el cará cter de concesionario, pero sus derechos al uso y
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aprovechamiento de las mismas se regirá n por la presente ley. De igual forma en su
artículo 191, estableció lo siguiente:
"Artículo 191.- Los nú cleos de població n que hayan sido privados de sus tierras,
bosque o aguas, por cualesquiera de los actos a que se refiere el artículo 27
constitucional, tendrá n derecho a que se les restituyan, cuando se compruebe:
I.- Que son propietarios de las tierras, bosques o aguas cuya restitució n solicitan; y
II.- Que fueron despojados por cualesquiera de los actos siguientes:
a) Enajenaciones hechas por los jefes políticos, gobernadores de los Estados o
cualquiera otra autoridad local en contravenció n a lo dispuesto en la ley de 25 de
junio de 1856 y demá s leyes y disposiciones relativas;
b) Concesiones, composiciones o ventas hechas por la Secretaría de Fomento,
Hacienda o cualquiera otra autoridad federal, desde el día 1 de diciembre de 1876
hasta el 6 de enero de 1915, por las cuales se hayan invadido u ocupado ilegalmente
los bienes objeto de la restitució n; y
c) Diligencia de apeo o deslinde, transacciones, enajenaciones o remates practicados
durante el período a que refiere el inciso anterior, por compañ ías, jueces u otras
autoridades de los Estados o de la Federació n, con los cuales se hayan invadido u
ocupado ilegalmente los bienes cuya restitució n se solicite.".48
Definición de restitución en materia agraria
Es la acció n, que se inicia con la correspondiente demanda de una comunidad agraria
que, habiendo recibido tierras, bosques y aguas en propiedad comunal, fue despojada
en todo o en parte de dichos bienes de manera ilegal, solicitando con fundamento en el
artículo 27, fracció n VII, ú ltimo pá rrafo, de la Constitució n que le sean devueltos.49
En términos generales, restituir es volver una cosa a quien la tenía anteriormente
Martha Chá vez Padró n expone que "...el movimiento revolucionario se inició al clamor
popular de la restitució n de tierras; que dicha palabra formó parte del Plan de San
Luis Potosí, el cinco de octubre de mil novecientos diez y el Plan Campesino de Ayala
del veintiocho de noviembre de mil novecientos once."50
Fue la Constitució n de 1917, en su artículo 27, que previó la restitució n de tierras,
bosques y aguas, en favor de los nú cleos de població n y es una de las acciones má s
representativas de la Reforma Agraria. Mediante la devolució n de tierras se pensaba
que la justicia social llegaría pronta y plenamente al campo
La acció n de restitució n permitía que a los pueblos que habían sufrido el despojo de
sus tierras, aguas y bosques que poseían, les fueran devueltos acreditando la
propiedad de dichos bienes y comprobando el referido despojo. Este procedimiento
contemplado desde la Ley del 6 de enero de 1915 hasta la Ley Federal de Reforma
Agraria, permitió con la restitució n de los terrenos, la conformació n de ejidos y
comunidades
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La Ley Agraria, prevé la restitució n de los bienes de los ejidos y comunidades, cuando
hubieren sido privados ilegalmente de ellos, ejercitando la acció n de manera directa o
a través de la Procuraduría Agraria ante el Tribunal Agrario competente y como
procedimiento para el reconocimiento de una comunidad
Los supuestos y elementos de la acció n restitutoria eran:
a) La existencia de un nú cleo de població n comunal o ejidal;
b) Que sea propietario, con títulos o Resolució n Presidencial;
c) Que se encuentre privado de sus bienes (debiendo acreditar la fecha y forma de
despojo).51
Marco jurídico actual
El artículo 27, fracció n VII, ú ltimo pá rrafo, de la Constitució n Política de los Estados
Unidos Mexicanos, establece en lo conducente:
"La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio
nacional, corresponde originalmente a la Nació n, la cual ha tenido y tiene el derecho
de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad
privada."
"VII. Se reconoce la personalidad jurídica de los nú cleos de població n ejidales o
comunales y se protege su propiedad sobre a tierra, tanto para el asentamiento
humano como para actividades productivas..."
"...La restitució n de tierras, bosques y aguas a los nú cleos de població n se hará en los
términos de la ley reglamentaria; ..."52
La citada disposició n prevista en la Carta Magna, se traduce en su ley reglamentaria,
así que la Ley Agraria, en el artículo 49, regula la acció n de restitució n de tierras y
establece lo siguiente:
"Artículo 49.- Los nú cleos de població n ejidales o comunales que hayan sido o sean
privados ilegalmente de sus tierras o aguas, podrá n acudir, directamente o a través de
la Procuraduría Agraria, ante el Tribunal Agrario para solicitar la restitució n de sus
bienes."53
La Ley Orgá nica de los Tribunales Agrarios, asimismo prevé, esta figura, en el
siguiente artículo:
"Artículo 18.- Los tribunales unitarios conocerá n, por razó n del territorio, de las
controversias que se les planteen con relació n a tierras ubicadas dentro de su
jurisdicció n, conforme a la competencia que les confiere este artículo
Los tribunales unitarios será n competentes para conocer:
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II.- De la restitució n de tierras, bosques y aguas a los nú cleos de població n o a sus
integrantes, contra actos de autoridades administrativas o jurisdiccionales, fuera de
juicio, o contra actos de particulares;"54
Asimismo, la jurisprudencia amplia el conocimiento y naturaleza jurídica de la acció n
restitutoria en materia agraria
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n, en su actividad
interpretativa de la ley, estableció que la acció n de restitució n que pueden ejercitar los
nú cleos de població n ejidales o comunales, tiene una naturaleza real, declarativa y de
condena
Definició n que emana de la Jurisprudencia 2a./J. 181/2007, identificada con registro
nú mero 171053, emitida por la Segunda Sala. Novena É poca. Semanario Judicial de la
Federació n y su Gaceta. Tomo XXVI, Octubre de 2007, pá gina 355
"RESTITUCIÓ N AGRARIA. LA PRIVACIÓ N ILEGAL DE LAS TIERRAS Y AGUAS NO ES UN
ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LA ACCIÓ N RELATIVA, SINO UNA CUESTIÓ N DE
FONDO DE LA PRETENSIÓ N DEDUCIDA. Del examen histó rico del artículo 27 de la
Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relació n con los preceptos
9o., 49, 98, fracció n I, 99, fracció n I, y 187 de la Ley Agraria, se desprende que la acció n
de restitució n que pueden ejercitar los nú cleos de població n ejidales o comunales
tiene una naturaleza real, declarativa y de condena, si se tiene en cuenta que el actor
solicita el reconocimiento de sus derechos de propiedad sobre tierras o aguas
pertenecientes a tales nú cleos, y la entrega de los mismos de quien los posee o de
quien también se ostenta propietario de ellos. En ese orden de ideas, los hechos o
elementos constitutivos de esa acció n que debe probar en juicio el actor son: a) la
propiedad de los bienes cuya reivindicació n se exige, b) la posesió n o detentació n de
dicho bien por parte del demandado y, c) la identidad entre las tierras o aguas
reclamadas y las que tiene en su poder el demandado. Sin embargo, la privació n ilegal
a que alude el artículo 49 de la ley relativa, no constituye en sí misma un hecho
constitutivo de la acció n de restitució n, sino un presupuesto para declarar fundada la
pretensió n planteada en el juicio, porque una vez que se probaron los elementos
constitutivos, el tribunal agrario estará en aptitud de valorar si la posesió n, ocupació n
o invasió n es ilegal o no, dependiendo de las excepciones o defensas del demandado y
de conformidad con la apreciació n de las pruebas aportadas por las partes, por lo que
se trata de una cuestió n de fondo del asunto
Contradicció n de tesis 170/2007-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Segundo, Cuarto, Sexto y Décimo Segundo, todos en Materia
Administrativa del Primer Circuito. 19 de septiembre de 2007. Cinco votos. Ponente:
José Fernando Franco Gonzá lez Salas. Secretario: Israel Flores Rodríguez
Tesis de jurisprudencia 181/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto
Tribunal, en sesió n privada del diecinueve de septiembre de dos mil siete
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Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicció n de tesis 142/2017
del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n, desechada por notoriamente
improcedente, mediante acuerdo de 18 de abril de 2017"
Elementos de la acción
Fue la Constitució n de 1917, la que en su artículo 27 previó la restitució n de tierras,
bosques y aguas, en favor de los nú cleos de població n
Ya desde ese período, los supuestos de la acció n restitutoria eran:
a) La existencia de un nú cleo de població n comunal o ejidal (en asuntos como el que
se atiende);
b) Que sea propietario, con títulos o Resolució n Presidencial;
c) Que se encuentre privado de sus bienes (debiendo acreditar la fecha y forma de
despojo).55
Asimismo, los elementos que la integran, se pueden apreciar en las siguientes
jurisprudencias, de rubros y textos siguientes:
Novena É poca Registro: 197913, Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial
de la Federació n y su Gaceta Tomo VI, Agosto de 1997, Materia(s): Administrativa,
Tesis: VI.3o. J/11 Pá gina: 481, Jurisprudencia
"ACCIÓ N RESTITUTORIA EN MATERIA AGRARIA. SUS ELEMENTOS. Gramaticalmente
restituir es "devolver lo que se posee injustamente", y reivindicar es "reclamar una
cosa que pertenece a uno pero que está en manos de otro". De lo anterior resulta que
los elementos de la acció n restitutoria en materia agraria son los mismos que se
requieren en materia civil para la acció n reivindicatoria, ya que ambas acciones
competen al titular o propietario que no está en posesió n de su parcela o tierra, y el
efecto de ambas acciones es declarar que el actor tiene dominio sobre la cosa que
reclama y que el demandado se la entregue. Así, quien ejercite la acció n restitutoria
debe acreditar: a) Si es un nú cleo de població n, la propiedad de las tierras que
reclama, y si es un ejidatario, la titularidad de la parcela que reclama; b) La posesió n
por el demandado de la cosa perseguida, y c) La identidad de la misma, o sea que no
pueda dudarse cuá l es la cosa que el actor pretende se le restituya y a la que se
refieren los documentos fundatorios de la acció n, precisando ubicació n, superficie y
linderos, hechos que demostrará por cualquiera de los medios de prueba reconocidos
por la ley
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 276/95.
Vicente Salazar Díaz. 29 de junio de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime
Manuel Marroquín Zaleta. Secretario: Othó n Manuel Ríos Flores. Amparo directo
347/95. Adalid Carrera Gó mez. 24 de agosto de 1995. Unanimidad de votos. Ponente:
Olivia Heiras de Mancisidor. Secretaria: María de la Paz Flores Berruecos. Amparo
directo 605/95. Mario Monterrosas Zamora. 8 de febrero de 1996. Unanimidad de
votos. Ponente: Norma Fiallega Sá nchez. Secretario: Federico Jorge Martínez Franco.
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Amparo directo 361/96. José de la Luz Rodríguez Pérez. 29 de agosto de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Olivia Heiras de Mancisidor. Secretaria: María de la
Paz Flores Berruecos. Amparo directo 272/97. Esteban Ferná ndez Vá zquez y otros. 22
de mayo de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Filiberto Méndez Gutiérrez.
Secretaria: María de la Paz Flores Berruecos"
Novena É poca Registro: 199184, Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial
de la Federació n y su Gaceta Tomo V, Marzo de 1997, Materia(s): Administrativa,
Tesis: XXI.1o. J/5 Pá gina: 666, Jurisprudencia
"ACCIÓ N RESTITUTORIA EN MATERIA AGRARIA, ELEMENTOS DE LA. Para que
prospere la acció n restitutoria en materia agraria, es menester demostrar los
siguientes elementos: a) La titularidad de la parcela que se reclama; b) La posesió n
por el demandado de la cosa perseguida; y c) La identidad de la misma, o sea que no
pudiera dudarse cuá l es la cosa que la actora pretende se le restituya y a la que se
refieren las documentales fundatorias de la acció n
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉ SIMO PRIMER CIRCUITO. Amparo directo
73/96. Cira Parra de la Rosa. 29 de febrero de 1996. Unanimidad de votos. Ponente:
José Refugio Raya Arredondo. Secretario: Salvador Vá zquez Vargas. Amparo directo
355/96. Comisariado Ejidal del Ejido "El Ciruelar", Municipio de Atoyac de Alvarez,
Guerrero. 11 de julio de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: José Refugio Raya
Arredondo. Secretario: Salvador Vá zquez Vargas. Amparo directo 361/96. Mario
Dorantes Rivera. 8 de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: José Refugio
Raya Arredondo. Secretario: Salvador Vá zquez Vargas. Amparo directo 428/96. Jesú s
Santos Oropeza. 29 de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: José Refugio
Raya Arredondo. Secretario: Ignacio Cuenca Zamora. Amparo directo 23/97. Irineo
Casimiro Palacios. 13 de febrero de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Joaquín Dzib
Nú ñ ez. Secretario: Dionicio O. Ramírez Avilés. Nota: Por ejecutoria de fecha 24 de
junio de 2005, la Segunda Sala declaró inexistente la contradicció n de tesis 21/2005-
SS en que participó el presente criterio"
Partes que integran relación jurídico-procesal
Las partes que intervienen en este tipo de conflictos de restitució n son por lo general
nú cleos de població n ejidales o comunales que hayan sido o sean privados ilegalmente
de sus tierras o aguas. Tal como lo establece el artículo 49 de la Ley Agraria
Precedentes de los Tribunales Agrarios
Tesis: TSA/T.O./IX/2021, Fecha: 1 de septiembre de 2021, Publicado el 21
septiembre, 2021
"RESTITUCIÓ N DE TIERRAS EJIDALES O COMUNALES. LA PRIVACIÓ N ILEGAL COMO
PRESUPUESTO DE FONDO DE LA ACCIÓ N EN TÉ RMINOS DEL ARTÍCULO 49 DE LA
LEY AGRARIA, NO REFIERE A ACTOS DE DESPOJO O VIOLENCIA, SINO A LA FALTA DE
DERECHO PARA OCUPAR LA SUPERFICIE CONTROVERTIDA. En términos del artículo
27, fracció n VII, de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos y 49 de la
Ley Agraria, la privació n ilegal como presupuesto de fondo de la acció n de restitució n,
11
no refiere a actos de despojo o violencia, sino al desconocimiento de un derecho y al
controvertirse con ello el régimen ejidal o comunal al aducir en su defensa, --quien
detenta la posesió n de la superficie reclamada--, que la misma se constituye como
propiedad privada y no como propiedad sujeta al régimen agrario, por lo que de
conformidad con la legislació n agraria vigente a partir de mil novecientos noventa y
dos, la privació n ilegal no debe entenderse como actos desposesorios que deban ser
acreditados por el Ejido o Comunidad accionante. En ese sentido, el presupuesto de
fondo de la acció n a que alude el artículo 49 de la Ley Agraria consiste en determinar
si el demandado posee la superficie controvertida a partir de un acto legal o no, lo cual
deberá ser dilucidado por el Tribunal Unitario Agrario a través de la confronta de los
títulos presentados por las partes contendientes para acreditar el derecho de
propiedad sobre la superficie materia de litis. Por lo que, de acreditarse que el
demandado entró a poseer a través de un acto contrario a la ley, deberá declararse la
procedencia de la acció n, mientras que por otra parte, si el acto no es contrario a la ley
y la posesió n deriva de un acto por el que la parte actora entregó ésta, luego entonces
la acció n será improcedente
Recurso de revisió n 345/2019-5. Juicio agrario 453/2010. Ejido Loma de Pérez,
Delicias, Chihuahua. Tribunal Unitario Agrario del Distrito 5, con sede en Chihuahua,
Chihuahua. Sentencia aprobada en sesió n plenaria jurisdiccional de 8 de julio de 2020,
por unanimidad de cuatro votos
Magistrada Ponente: Maribel Concepció n Méndez de Lara. Secretario: Viridiana Valle
Má rquez
Recurso de revisió n 684/2019-8. Juicio agrario 311/2015. Ejido "San Mateo
Tlaltenango", Cuajimalpa de Morelos, Ciudad de México. Tribunal Unitario Agrario del
Distrito 8, con sede en la Ciudad de México. Sentencia aprobada en sesió n plenaria
jurisdiccional de 12 de agosto de 2020, por mayoría de tres votos del Magistrado Luis
Á ngel Ló pez Escutia y de las Magistradas Maribel Concepció n Méndez de Lara y
Concepció n María del Rocío Balderas Ferná ndez; con voto en contra de la Magistrada
Supernumeraria Carmen Laura Ló pez Almaraz
Magistrada Ponente: Maribel Concepció n Méndez de Lara. Secretario: Edgar Rodolfo
Chavira Anaya
Recurso de revisió n 144/2020-11. Juicio agrario 822/2014. Ejido "Pozos", San Luis de
la Paz, Guanajuato. Tribunal Unitario Agrario del Distrito 11, con sede en Guanajuato,
Guanajuato. Sentencia aprobada en sesió n plenaria jurisdiccional de 2 de septiembre
de 2020, por unanimidad de tres votos
Magistrada Ponente: Maribel Concepció n Méndez de Lara
Tesis aprobada para su publicació n por unanimidad de cuatro votos, en sesió n
plenaria celebrada vía remota el 1 de septiembre de 2021"
Precedentes, tesis y jurisprudencias del Poder Judicial de la Federació n vinculados al
tema
12
Novena É poca Registro: 171053, Segunda Sala Semanario Judicial de la Federació n y
su Gaceta Tomo XXVI, Octubre de 2007, Materia(s): Administrativa,
Tesis: 2a./J. 181/2007 Pá gina: 355, Jurisprudencia
RESTITUCIÓ N AGRARIA. LA PRIVACIÓ N ILEGAL DE LAS TIERRAS Y AGUAS NO ES UN
ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LA ACCIÓ N RELATIVA, SINO UNA CUESTIÓ N DE
FONDO DE LA PRETENSIÓ N DEDUCIDA. Del examen histó rico del artículo 27 de la
Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relació n con los preceptos
9o., 49, 98, fracció n I, 99, fracció n I, y 187 de la Ley Agraria, se desprende que la acció n
de restitució n que pueden ejercitar los nú cleos de població n ejidales o comunales
tiene una naturaleza real, declarativa y de condena, si se tiene en cuenta que el actor
solicita el reconocimiento de sus derechos de propiedad sobre tierras o aguas
pertenecientes a tales nú cleos, y la entrega de los mismos de quien los posee o de
quien también se ostenta propietario de ellos. En ese orden de ideas, los hechos o
elementos constitutivos de esa acció n que debe probar en juicio el actor son: a) la
propiedad de los bienes cuya reivindicació n se exige, b) la posesió n o detentació n de
dicho bien por parte del demandado y, c) la identidad entre las tierras o aguas
reclamadas y las que tiene en su poder el demandado. Sin embargo, la privació n ilegal
a que alude el artículo 49 de la ley relativa, no constituye en sí misma un hecho
constitutivo de la acció n de restitució n, sino un presupuesto para declarar fundada la
pretensió n planteada en el juicio, porque una vez que se probaron los elementos
constitutivos, el tribunal agrario estará en aptitud de valorar si la posesió n, ocupació n
o invasió n es ilegal o no, dependiendo de las excepciones o defensas del demandado y
de conformidad con la apreciació n de las pruebas aportadas por las partes, por lo que
se trata de una cuestió n de fondo del asunto. Contradicció n de tesis 170/2007-SS.
Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo, Cuarto, Sexto y Décimo
Segundo, todos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 19 de septiembre de
2007. Cinco votos. Ponente: José Fernando Franco Gonzá lez Salas. Secretario: Israel
Flores Rodríguez. Tesis de jurisprudencia 181/2007. Aprobada por la Segunda Sala de
este Alto Tribunal, en sesió n privada del diecinueve de septiembre de dos mil siete
Jurisprudencia 2a./J.114/2017. Décima É poca. Semanario Judicial de la Federació n.
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n. Registro 2015093.
Publicado el 30 septiembre, 2017
"ACCIÓ N DE RESTITUCIÓ N DE TIERRAS EN MATERIA AGRARIA. EFECTOS DE LA
SENTENCIA EN LA QUE SE DETERMINA SU PROCEDENCIA, PERO SE ACREDITA QUE
ES MATERIAL Y JURÍDICAMENTE IMPOSIBLE CUMPLIRLA POR CAUSA DE UTILIDAD
PÚ BLICA. Cuando en un juicio agrario se declara procedente la acció n de restitució n
de tierras pero se acredita la imposibilidad material y jurídica para ejecutar tal
determinació n (por existir una obra de utilidad pú blica construida en el predio
respectivo) y se ordena como cumplimiento sustituto el pago de la indemnizació n por
el valor de las tierras controvertidas, el Tribunal Agrario debe ordenar que una vez
satisfecho el pago de la indemnizació n, se desincorpore del régimen ejidal la
superficie de que se trata y se hagan las consecuentes inscripciones en el Registro
Agrario Nacional, en el Registro de la Propiedad estatal y en el Registro de la
13
Propiedad que corresponda sin que exista necesidad de que se lleve a cabo el
procedimiento de expropiació n. Ello, porque al estar definidos los derechos de las
partes a través de una sentencia firme, que constituye cosa juzgada, emitida por un
tribunal especializado dotado de autonomía y plena jurisdicció n, a ningú n fin prá ctico
conduciría ordenar el trá mite del procedimiento expropiatorio, con todo lo que
implica, ya que al ser un acto de autoridad susceptible de impugnació n, podría dar
lugar a retrasar injustificadamente la ejecució n de la sentencia, cuando la situació n
patrimonial de las partes ya está jurídicamente determinada
SEGUNDA SALA
Contradicció n de tesis 253/2016. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito y
Primero en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 5 de julio de 2017. Cinco votos
de los Ministros Alberto Pérez Dayá n, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
Gonzá lez Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ponente:
Alberto Pérez Dayá n. Secretaria: Irma Gó mez Rodríguez
Tesis y criterio contendientes:
Tesis XI.1o.A.T.72 A (10a.), de título y subtítulo: "INDEMNIZACIÓ N A UN NÚ CLEO DE
POBLACIÓ N EJIDAL POR LA AFECTACIÓ N DE UNA PARTE DE SU SUPERFICIE PARA
UNA OBRA DE UTILIDAD PÚ BLICA. TIENE COMO CONSECUENCIA QUE, UNA VEZ
ACREDITADO EL PAGO CORRESPONDIENTE, SE DESINCORPOREN LAS TIERRAS DEL
RÉ GIMEN AGRARIO Y SE INCORPOREN AL DE DOMINIO PÚ BLICO DEL GOBIERNO
QUE LA CUBRIÓ .", aprobada por el Primer Tribunal Colegiado en Materias
Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito, y publicada en el Semanario
Judicial de la Federació n del viernes 8 de abril de 2016 a las 10:08 horas, y en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n, Décima É poca, Libro 29, Tomo III, abril
de 2016, pá gina 2303, y el sustentado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Tercer Circuito, al resolver el amparo directo 129/2014
Tesis de jurisprudencia 114/2017 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto
Tribunal, en sesió n privada del nueve de agosto de dos mil diecisiete
Contradicció n de tesis 253/2016"
Octava É poca Registro: 209654, Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial
de la Federació n, Tomo XIV, Diciembre de 1994 Materia(s): Administrativa
Tesis: XXI. 2o. 27 A Pá gina: 321, Tesis Aislada
"ACCIÓ N DE RESTITUCIÓ N DE TIERRAS, BOSQUES Y AGUAS Y ACCIÓ N
REIVINDICATORIA. SU DIFERENCIA. Si bien es cierto que de conformidad a la nueva
legislació n agraria, los entes colectivos reconocidos en la misma podrá n ejercitar, en
su caso la acció n de restitució n de sus tierras, bosques y aguas en los términos
previstos en la propia Ley Agraria, tal acció n tiene los mismos efectos que la
reivindicatoria que rige en materia civil, por contener ambas los mismos elementos
que las constituyen, con la diferencia de que, en cuanto a la primera, para que proceda,
14
los accionantes deben fundarla en sus correspondientes títulos agrarios, en tanto que,
para la procedencia de la acció n reivindicatoria, su ejercicio corresponde a un titular
de propiedad privada, quien deberá exhibir los documentos en que funde su derecho
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉ SIMO PRIMER CIRCUITO. Amparo directo
345/94. Francisco Gonzá lez Dillanes. 27 de octubre de 1994. Unanimidad de votos.
Ponente: Martiniano Bautista Espinosa. Secretario: Juan Manuel Cá rcamo Castillo"
Novena É poca Registro: 196294, Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial
de la Federació n y su Gaceta Tomo VII, Mayo de 1998, Materia(s): Administrativa,
Tesis: VI.2o. J/135 Pá gina: 875, Jurisprudencia
"AGRARIA. ACCIÓ N RESTITUTORIA, APLICACIÓ N POR ANALOGÍA DE
JURISPRUDENCIA REFERENTE A LA ACCIÓ N REIVINDICATORIA. El hecho de que el
Tribunal Unitario Agrario responsable se haya apoyado para resolver un conflicto de
restitució n de parcela, en una jurisprudencia que alude a los elementos de la acció n
reivindicatoria en materia civil, no es motivo suficiente para considerar ilegal la
sentencia reclamada, pues la autoridad referida, bien pudo aplicar ese criterio
jurisprudencial por analogía, dada la similitud de la acció n intentada en el juicio de
origen con la acció n reivindicatoria a que se refiere el criterio jurisprudencial
invocado
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 154/95.
Teresa Sá nchez de Pablo. 5 de abril de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo
Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo. Amparo directo 379/95.
Adalbertha Huerta de la Rosa. 31 de agosto de 1995. Unanimidad de votos. Ponente:
Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo
Amparo directo 580/95. José Elías Alejandro Aparicio Gonzá lez. 8 de febrero de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: María Eugenia Estela Martínez Cardiel. Secretario:
Enrique Baigts Muñ oz. Amparo directo 125/96. José Juan Castañ eda de Jesú s. 27 de
marzo de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta.
Secretario: Gonzalo Carrera Molina. Amparo directo 165/98. Ezequiel Zá rate
Barragá n. 16 de abril de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel.
Secretario: Humberto Schettino Reyna"
Novena É poca Registro: 201961, Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial
de la Federació n y su Gaceta Tomo III, Junio de 1996, Materia(s): Administrativa,
Tesis: XI.2o.5 A Pá gina: 761, Tesis Aislada
ACCIÓ N RESTITUTORIA. PUEDE SER EJERCIDA TANTO POR LOS NÚ CLEOS DE
POBLACIÓ N EJIDAL O COMUNAL, COMO POR LOS EJIDATARIOS Y COMUNEROS EN LO
INDIVIDUAL. Siendo principio de la hermenéutica jurídica, que las normas integrantes
del sistema jurídico mexicano deben interpretarse en forma tal que, sin excluirse, se
complementen unas con otras, se llega a la conclusió n de que la acció n restitutoria
puede ejercitarse tanto por los nú cleos de població n ejidal o comunal, como por los
ejidatarios o comuneros en lo individual, habida cuenta que si bien, en términos del
artículo 9o. de la Ley Agraria en vigor, los nú cleos de població n ejidales o ejidos tienen
15
personalidad jurídica y patrimonio propio, y son propietarios de las tierras que les
han sido dotadas o de las que hubieren adquirido por cualquier otro título; no menos
verdad resulta, sin embargo, que al tenor literal del artículo 18 de la Ley Orgá nica de
los Tribunales Agrarios, los Tribunales Unitarios conocerá n, por razó n de territorio,
de las controversias que se les planteen con relació n a tierras ubicadas dentro de su
jurisdicció n, teniendo competencia para conocer, entre otras, de controversias en
materia agraria entre ejidatarios, comuneros, posesionarios o avecindados entre sí, así
como las que se susciten entre éstos y los ó rganos del nú cleo de població n; de manera
que si dicha controversia versa sobre restitució n de una parcela ejidal, entablada
entre dos ejidatarios en lo individual, no existe base legal para concluir que la misma
es improcedente por ser exclusiva de los nú cleos de població n
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉ CIMO PRIMER CIRCUITO. Amparo directo
660/95. Josefina Díaz Gutiérrez. 11 de octubre de 1995. Unanimidad de votos.
Ponente: Salvador Enrique Castillo Morales. Secretario: Carlos Hinostrosa Rojas
Conclusiones
Anteriormente, la acció n de restitució n permitía que a los pueblos que habían sufrido
el despojo de sus tierras, aguas y bosques de los cuales eran propietarios, les fueran
devueltos acreditando la propiedad de dichos bienes y comprobando el referido
despojo. Este procedimiento, fue contemplado desde la Ley de 6 de enero de 1915,
hasta la Ley Federal de Reforma Agraria
Ahora bien, la finalidad del derecho agrario es superar la desigualdad y evitar que se
impida el acceso a la tenencia de la tierra y la explotació n inadecuada de la misma, o
bien hacer efectivo, cualquiera de los derechos de contenido agrario que se enuncian
en el artículo 27 Constitucional, en el presente, es importante considerar a aquellos
nú cleos de població n ejidales o comunales que han sido o sean privados ilegalmente
de sus tierras o aguas y acorde a lo establece la Ley Agraria en su artículo 49, se prevé
la restitució n de los bienes de los ejidos y comunidades, cuando hubieren sido
privados ilegalmente de ello; asimismo, se contempla en el artículo 18, fracció n II, de
la Ley Orgá nica de los Tribunales Agrarios
Es decir, tanto los nú cleos de població n ejidal o comunal, como sus integrantes, que,
por actos de autoridades administrativas o jurisdiccionales, fuera de juicio, o contra
actos de particulares, hayan sido privados ilegalmente de sus tierras o aguas, podrá n
acudir ante el Tribunal Unitario Agrario a solicitar su restitució n, el cual verificara los
elementos de procedencia de la acció n, así mismo tendrá que analizar la privació n
ilegal de éstos
Lo anterior, tiene como finalidad poner a disposició n de los nú cleos de població n
ejidal o comunal, o de sus integrantes, un instrumento jurídico a través del cual
puedan obtener la restitució n de las tierras de las que hayan sido despojadas o
privadas ilegalmente. Es decir, con ello tener seguridad en la tenencia de la tierra, que
es una condició n necesaria para lograr la completa realizació n de los derechos
humanos
16
NOTAS:
17
55 CHÁ VEZ PADRÓ N, Martha, Derecho Procesal Social, Editorial Porrú a, 2003, paginas
161-162
BIBLIOGRAFIA:
Bibliografía
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18
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Marco Legal Agrario. Ley Orgá nica de los Tribunales Agrarios. Editorial Sista, S.A. de
C.V. Primero Impresió n. 2017
19