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Tema 6.

- ARTE GÓTICO

1.- Características generales de la arquitectura gótica.


2.- La ciudad: la catedral y los edificios civiles.
3.- La escultura: portadas y retablos.
4.- La pintura italiana del Trecento: Florencia y Siena.
5.- Los primitivos flamencos del siglo XV: los Van Eyck.

1.- Características generales de la arquitectura gótica.

La expresión estilo gótico fue acuñada en el siglo XVI por el historiador italiano
Giorgio Vasari para descalificar esta manifestación artística de la Edad Media: ..." Dios libre
a los países de aquella forma de pensar y de construir, la cual no concuerda en absoluto con la
belleza [renacentista] de nuestros edificios".

La realidad es bien distinta y en nada se parece a esta leyenda de los humanistas del
Renacimiento: El Gótico nace en la segunda mitad del siglo XII cuando los arquitectos
deciden sustituir el arco de medio punto por el arco ojival o apuntado y la bóveda de cañón
por la de crucería. El desarrollo de esta cubierta permitió una mayor altura y longitud a los
edificios y además abrir en ellos grandes ventanales de iluminación. Todas estas
transformaciones nacen en la región de París y los contemporáneos denominaron a estos
edificios modernos " opus francigenum " (obra a la manera francesa).

En el nacimiento de este nuevo arte intervienen dos factores:

1.- La cualificación de los maestros de obra: El gótico es un arte de cálculo, de


combinación de fuerzas que permite "construir un esqueleto de piedra y revestirlo de
cristal gracias a que las fuerzas de empuje corren hacia el suelo como el agua de la
lluvia cae por la pendiente de un tejado". Estos maestros, conscientes de su talento
científico viajan por toda Europa, se organizan en logias de masonería, reclaman
sueldos elevados, son enterrados en las catedrales y como dice la lápida funeraria del
maestro de obras de la Catedral de Toledo, Petrus Petri "al haber hecho este edificio
de manera tan admirable, puede tener confianza en el Juicio Final".

2.- El poder del dinero: La tecnología del gótico dispara el presupuesto de las obras:
extracción y acarreo de piedra, confección de grúas, fabricación de vidrieras,
esculturas, etc. exigen fuertes sumas de dinero que sólo podían salir de operaciones
crediticias, de la presión fiscal a comerciantes, artesanos y banqueros y de las
limosnas en metálico.

La cronología del arte gótico es muy densa: desde 1150 hasta 1550. Desde Francia se difunde
por los países europeos convirtiéndose en un estilo internacional. Pero no todos los países
aceptan el nuevo estilo, así España e Inglaterra lo toman fácilmente mientras Alemania lo
acepta más tarde e Italia prácticamente nunca.

El espíritu del arte gótico se manifiesta fundamentalmente en su arquitectura. Su


importancia no sólo se debe a sus increíbles avances técnicos sino también al hecho de

1
aceptarse plenamente como un lenguaje expresivo donde se conjugan la elevación y la luz.

Otra característica de la arquitectura gótica es su naturalismo, es decir que está basada


en la Naturaleza. En este sentido, el arquitecto gótico no tiene interés en seguir ningún
modelo clásico y prefiere plasmar su propio concepto artístico.

Las principales innovaciones técnicas de la arquitectura gótica son las siguientes:

1. Utilización del arco ojival: Gracias a su mayor verticalidad, desvía mejor los empujes
laterales en relación al arco de medio punto. Desde el modelo de arco ojival o
apuntado tradicional, llamado de todo punto, veremos a lo largo del gótico
evolucionar este tipo de arco hacia formas más rebajadas: De tercio punto, apuntado
conopial (aparece en el siglo XV), Tudor (típico de Inglaterra), rebajado carpanel y
finalmente el arco apuntado mixtilíneo ( como en el arte andalusí, con pequeños trozo
rectilíneos dentro del arco).

2. Bóveda de crucería: Deriva de la bóveda de arista románica, pero se diferencia


esencialmente de ella en su construcción: el arquitecto gótico descompone la bóveda
en dos elementos:
1.- Los arcos que se cruzan diagonalmente (arcos cruceros u ojivos), antes
llamados fajones y los arcos formeros, ahora llamados perpiaños.
2.- Los paños o plementos que se apoyan en ese esqueleto y cierran la bóveda.
De esta manera, se permite la concentración de los empujes solamente en
cuatro extremos de cada tramo. Estos empujes serán trasladados a tierra
mediante ingeniosos soportes, al arbotante y contrafuerte de los que luego
hablaremos.
Esta bóveda de crucería se complica conforme avanzan los años: Primero se añade un
nervio central, llamado combado creándose la bóveda sexpartita (seis paños). A
continuación, surge la bóveda de terceletes, de gran valor decorativo que representa un
paso capital en el proceso de enriquecimiento de la bóveda que termina dando lugar a
las bóvedas estrelladas. Finalmente, en Inglaterra surge la bóveda de abanico formada
por nervios curvos que invaden la bóveda.

3. Los soportes capaces de trasladar a tierra los empujes de la cubierta son el arbotante
y el contrafuerte o estribo. Los contrafuertes del exterior reciben los empujes de la
nave central a través de los arbotantes. El arbotante es un gran brazo de piedra exterior
que neutraliza el empuje de las bóvedas centrales de crucería, descargándolo sobre los
contrafuertes. La separación que existe entre arbotantes y estribos, permite construir
las naves laterales.

4. Los primeros elementos sustentantes son pilares recios y simples. A partir del siglo
XIII se multiplican las columnillas adosadas o baquetones que se prolongan sobre la
cubierta.

5. Otro elemento muy característico es el pináculo, que no tiene una misión constructiva
sino decorativa: para dar al edificio mayor sensación de verticalidad.

2
6. Los capiteles pierden importancia y tienden a desaparecer o a ser simplemente
indicados por una pequeña moldura.

7. Las bases de los pilares también evolucionan desde una pequeña moldura hasta
romperse en varias alturas como ocurre en los siglos XIV y XV.

2.- La ciudad: la catedral y los edificios civiles.

La estructura socioeconómica del Románico fue rural y feudal, la del Gótico es urbana
y burguesa. A partir de 1150 el crecimiento demográfico libera mano de obra en el campo que
emigra a la ciudad. La urbanización prospera e toda Europa y alumbra el nacimiento de un
nuevo grupo social: la burguesía, que se dedica al comercio, a la artesanía o a la banca y que
en muchas ocasiones financia a la monarquía operaciones militares y administrativas. En este
contexto, el monasterio románico pierde poder en beneficio de la catedral, los abades pierden
la supremacía eclesiástica de antaño y la recobran los obispos.

Esta revitalización urbana es propiciada por los propios monarcas europeos (los
Capeto en Francia, los Plantagenet en Inglaterra, Fernando III y Alfonso X en Castilla), para
consolidar su autoridad real y reducir el poder de la nobleza que se refugia en sus castillos
rurales. En este contexto urbano, se crea un nuevo modelo de templo, la catedral, y al mismo
tiempo una serie de edificios civiles públicos y privados que rodean al templo catedralicio: la
lonja, la universidad, el ayuntamiento y el palacio.

1.- La Catedral:

El deseo de verticalidad y de iluminación del arte gótico se conjuga fielmente en la


catedral gótica. Desde ahora, será la catedral gótica el símbolo por antonomasia del templo
cristiano. Si la obra magna del románico fue el monasterio, la catedral es ahora el templo de
las grandes masas urbanas formadas en los últimos siglos de la Edad Media. Es el edificio
que se levanta en el centro de la ciudad, en cuya altura y grandeza cifran su orgullo los
vecinos. Es la Iglesia mayor diocesana, pero no sólo podemos hablar de ella como casa de
oración sino que también fue el marco adecuado para celebrar los fastos reales (coronaciones,
bodas, bautizos, funerales), para las reuniones de los gremios, etc.

Inicialmente, la catedral gótica es de planta cruciforme, con transepto muy


desarrollado, en la cabecera se mantienen la girola y las capillas radiales. En el interior se
alzan cuatro pisos: arcos formeros separando las naves, tribunas para ampliar el aforo, pasaje
del triforio y ventanas superiores hasta el arranque de las bóvedas. El verdadero triunfo de la
catedral gótica llegará con el arbotante. La fachada principal se perfora con tras puertas de
acceso, escoltadas por torres campanario, y se remata con un rosetón.

Una de las primeras catedrales francesas que se construyen bajo los logros del arte gótico
es la Catedral de Chartres: Se abandona el triforio románico para desplegar los arbotantes y
en su interior se sustituye la alternancia de pilares y columnas por haces de columnillas que se
distribuyen en las bóvedas. Su construcción se inicia en 1194.

3
De la misma época es también la Catedral de Notre Dame de Paris (1163), situada en
una pequeña isla en el Sena. En ella proliferan los arbotantes para mostrar esta gran conquista
técnica de la época.

El apogeo gótico francés se consolida en las Catedrales de Reims y de Amiens. La


Catedral de Notre Dame de Reims, representa el ideal arquitectónico de la armonía gótica y
el símbolo de la realeza francesa, ya que sus monarcas tenían que coronarse obligatoriamente
en este recinto. El edificio se inicia en 1211, se conocen los nombres de todos los maestros de
obra que trabajaron en Reims porque dejaron sus nombres grabados en el laberinto que
adorna el suelo de la nave central: El primer maestro, autor de los planos y de la enorme
cabecera que ocupa la mitad del templo para ubicar en ella el coro, es Jean de Orbais. Más
tarde, Jean Le Loup edifica el transepto e inicia las naves. Así se inaugura el monumento en
1241. En tercer lugar, Gaucher de Reims prolongó las naves y decoró las tres puertas de los
pies. Por último, Bernard de Soisson perforó la fachada con un rosetón calado de diseño
radial que da origen al término de " radiante " con el que se designa al gótico de la segunda
mitad del siglo XIII. Las torres se añaden en 1427.

Todos estos maestros ya trabajaron previamente en la Catedral de Amiens y allí los


reclutó el arzobispo de Reims, Enric de Braisne, para que se superaran con esta magnifica
Catedral de Reims, prodigio de espacio interior iluminado, diáfano y con unas excepcionales
vidrieras.

La catedral de Amiens, de 1220, mantiene la misma estructura que Reims, tres naves,
enorme cabecera, tres puertas de acceso, dos torres, un inmenso rosetón, etc. Sólo se
diferencia en el cimborrio que corona el crucero, una estilizada aguja de piedra que acentúa la
verticalidad de la obra.

Finalmente, dentro del gótico francés, merece la pena citar La Sainte-Chapelle del
Palacio Real de París (1243-1248). Su construcción obedece a la voluntad de San Luis, rey
de Francia, de edificar un inmenso relicario para custodiar la corona de espinas de Cristo que
había adquirido en Tierra Santa. Todas las posibilidades estructurales y estéticas del gótico
aparecen resumidas en esta obra. Con su delicado armazón de piedra y sus inmensas vidrieras
anticipa varias de las soluciones que darán los arquitectos de la Escuela de Chicago al
rascacielos contemporáneo.

Los modelos franceses también están presentes en Inglaterra aunque pronto surgen
procedimientos totalmente originales dentro del gótico. La obra ejemplar del primer gótico
inglés es la Catedral de Santa María de Salisbury (1220-1265): Presenta una planta de dos
transeptos, presbiterio rectangular, tres niveles en altura, campanario sobre el crucero (a modo
de cimborrio), rematado con una enrome aguja o flecha.

A partir del siglo XIV, en Inglaterra el gótico se hace muy peculiar y autóctono, sobre
todo por sus elementos decorativos. Bajo este gótico decorativo, se realizan los primeros
intentos de bóvedas de nervios colgantes y se multiplican los adornos ondulantes como
observamos en La Catedral de Ely. A partir del siglo XV el gótico inglés alcanza su mayor
originalidad con el llamado gótico perpendicular: Las bóvedas y las trompas se multiplican en
forma de abanico colgante y desplegado dando a los interiores una apariencia fastuosa de lujo

4
y fantasía. Así se construyen las capillas del Colegio Real de Cambridge, la de San Jorge
en Windsor y la capilla de Enrique VII en la abadía de Westminster.

El gótico alemán será siempre muy compacto, con un gran sentido de la masa externa
en la que la verticalidad se acentúa únicamente por sus agujas. En el siglo XV estas agujas se
perforan siendo éste uno de los rasgos distintivos del arte gótico alemán. Los modelos góticos
franceses se adoptan en la Catedrales de Colonia (1248). A inicios del siglo XIV se
abandona lo francés y se tiende a una arquitectura más genuina como vemos en la Catedral
de Friburgo.

En España, en 1221, se comienza la Catedral de Burgos, también con arraigo


francés aunque de menor altura. El templo tuvo dos grandes directores de obras: El Maestro
Enrique y Juan Pérez. Es una catedral de tres naves con transepto muy marcado y una amplia
cabecera con girola y capillas absidiales. Una característica propia de Burgos es el espinazo
que cruza las bóvedas ojivales en su parte dorsal. La obra actual resulta compleja por los
añadidos que se colocaron desde el siglo XV hasta el XIX.

La catedral más genuinamente española de las construidas en el siglo XIII es la


Catedral de Toledo (1225): Las obras las inició el Maestro Martín y las terminó Petrus Petri.
Su planta es similar a Notre-Dame de París porque los brazos del transepto no se manifiestan
en el exterior. Tiene cinco naves y tres pisos en altura escalonada: Capillas, triforio de
arquillos ciegos polilobulados y ventanas. Presenta doble girola con quince capillas absidiales
que contrarrestan sus empujes mediante la bifurcación de arbotantes.

La Catedral de León, es de influencia francesa. Se inicia en 1255 y presenta los


nuevos procedimientos que se emplean en las grandes catedrales francesas. Sus autores
fueron el Maestro Simón y los arquitectos de Burgos, Maestro Enrique y Juan Pérez. Consta
de tres naves, amplio transepto y monumental cabecera con cinco capillas poligonales
abiertas en la girola. El triforio se perfora con vidrieras al igual que las naves laterales
inundando de luz todo el recinto: Su impresionante conjunto de vidrieras, es uno de los más
importantes de Europa, con colores verdes, ocres y amarillos frente a los azules y rojos de
Francia.

En el mediterráneo español, los esquemas góticos del norte de Francia se instalan en el


siglo XIV dando lugar al denominado gótico mediterráneo. Los templos que se construyen
bajo esta denominación son catedrales alargadas y de disposición horizontal, así la diferencia
de altura entre las naves es mínima y por lo tanto los arbotantes no son necesarios.
Únicamente se refuerzan los contrafuertes exteriores, entre éstos se colocan capillas laterales.
Por ello, las plantas de estas iglesias son rectangulares y con un amplio espacio interior.

Los ejemplos más significativos del gótico mediterráneo son:


La Catedral de Barcelona, iniciada en 1298: su interior es de tres naves con esbeltos pilares
que le dan una sensación de grandiosidad.
La Catedral de Palma de Mallorca, su altura es enorme, la segunda de Europa, sin
embargo, su anchura es también enorme con los que su altura no se aprecia en realidad. Su
exterior está rodeado de altísimos contrafuertes, y
La Catedral de Gerona, de una sola nave y un espléndido rosetón sobre el arco de la entrada

5
principal que hará escuela en toda Cataluña.

Durante el siglo XV, la arquitectura no avanza desde un punto de vista técnico, sino
estilístico y decorativo. Ahora se prefieren las plantas rectangulares, sin girola, y los pilares se
adelgazan. Las bóvedas se complican en su tracería sobre todo en Andalucía.

En 1406 se inician las obras de la Catedral de Sevilla, de proporciones


exageradamente grandes. Es de 5 naves más dos de capillas y una de crucero que no rebasa
las fachadas laterales. La cabecera es plana, con un ábside central para la capilla real.
Proyectada sin torres, ya que se conservó la giralda, se levanta en 1520 un enorme cimborrio
para que el perfil de la catedral no fuera tan plano y tuviera más movimiento. A los pocos
años se hunde el cimborrio. Los autores de la catedral debieron ser flamencos o franceses,
únicamente tenemos el nombre de Isambret. El cimborrio fue obra de Alonso Rodríguez.

En Aragón la principal obra del XV es la reconstrucción de la Seo de Zaragoza, se


transforma en templo de cinco naves de igual altura y en la cabecera se mantienen los tres
ábsides del antiguo edificio románico.

2.- Los edificios civiles:

En el interior de la ciudad medieval se construyen varios edificios civiles como la


lonja, la universidad, el ayuntamiento y el palacio:

Las universidades de Salamanca, Bolonia, Oxford y París arrebatan a los monasterios


románicos los conocimientos científicos de disciplinas como la Teología, la Medicina o el
Derecho. La estructura de estos edificios universitarios se inspira en la monástica: patios para
leer y pasear, aulas, biblioteca y capilla.

Las lonjas son edificios destinados a contrataciones mercantiles. En 1202 se inicia la


Lonja de Ypres (Bélgica), que marca la pauta de estos edificios en Flandes. En los puertos
mediterráneos de la Corona de Aragón se conservan tres ejemplares sobresalientes: La lonja
de Barcelona, del siglo XIV, la Lonja de Palma de Mallorca (1426), obra de Guillem Sagrera,
y la de Valencia (1482), iniciada por Pere Compte.

La burguesía medieval se organizó también en corporaciones municipales para


participar en la política de la ciudad. Las reuniones se celebran en el ayuntamiento, reflejo del
orgullo cívico local, convirtiéndose este edificio en una réplica laica de la catedral. En Italia
destacan el Palazzo Vecchio, de Florencia (1299-1314) y el Palazzo del Comune de Siena
(1297-1344). Ambos edificios ofrecen unas fachadas rectangulares con ventanas angostas en
el piso inferior y majestuosas en el superior. Ello obedece a que los palacios toscanos son
fortaleza y residencia al mismo tiempo. El remate de ambos palacios es almenado y su rasgo
más sobresaliente es su altísima torre.

En los Países Bajos y Alemania se construyen también ayuntamientos de tejados


elevados y galerías porticadas en la planta baja como el Ayuntamiento de Münster, Alemania,
del siglo XIV.

6
La riqueza, el lujo y el boato de las clases acaudaladas del siglo XV se desborda en
sus palacios: Suntuosas mansiones urbanas adaptadas a los negocios y a la vida doméstica.
Son viviendas con almacenes, oficinas, salas de recepción, dependencias para la servidumbre
y habitaciones confortables donde residen los miembros de la familia. Buenos ejemplos de
estas casas palaciegas son: El Palacio D'or de Venecia (1422-1440), construido sobre el gran
canal por Mateo Riverti para el banquero Contarini, El Palacio de los Dux de Venecia,
residencia oficial de los duques, y el Hôtel de Jacques Coeur, en Bourges, Francia, propiedad
de este tesorero del rey francés.

3.- La escultura: portadas y retablos.

La plástica gótica sigue concentrándose en el exterior de las catedrales: La portada sigue


desempeñando para la población iletrada la misma función catequética y docente que ejerció
durante el Románico. Ahora la escultura gótica presenta las siguientes novedades:

1. Supremacía de la escultura sobre los elementos arquitectónicos de los pórticos: Las


esculturas se sitúan en las fachadas sobre una ménsula y están cubiertas por un
doselete. Cuando se encuentran en las arquivoltas, siguen la alineación del arco y no la
de las dovelas como ocurría en el románico.
2. Masiva presencia de imágenes, explicada por la necesidad narrativa, por el
apuntamiento ojival del tímpano, que ofrece mayor espacio para representar
personajes y escenas, y por hacer concordar el número de portadas co las naves
transversales y longitudinales del templo. Ello obliga a decorar habitualmente seis
accesos en los brazos del transepto y tres en la fachada de los pies.
3. Nueva iconografía en los temas: La principal fuente de inspiración es el Nuevo
Testamento: Frente a los ancianos del Apocalipsis o a los patriarcas de Israel, ahora se
representan los doce apóstoles, frente a los cuatro profetas mayores (Isaías, Jeremías,
Ezequiel, Daniel) se oponen los cuatro evangelistas. El Pantocrátor apocalíptico del
Juicio Final, que aterrorizaba a los peregrinos del siglo XI, es suplantado por el Beau
Dieu: Un Cristo humanizado, que representa a un gentilhombre, culto y civilizado.
Junto a la gloria de Cristo, tiene también su lugar preferente la Virgen: La Virgen es el
núcleo de consagración en el que giran la mayoría de catedrales europeas: Notre
Dame, Santa María, etc. En los tímpanos se reflejan milagros de la Virgen, su
Asunción y Coronación y en el parteluz es costumbre ubicar a la Virgen con el Niño
en brazos representada como una joven doncella que gira la cabeza, ríe, habla con su
Hijo.
4. La composición de estas imágenes marianas, tremendamente vivas, inaugura el
naturalismo gótico rompiendo para siempre el frontalismo románico. Ahora las
figuras están llenas de vida, animadas, y su valor plástico no está nunca condicionado
por el espacio arquitectónico, por ello sus gestos son más naturales y realistas.

En Francia, la nueva escultura gótica está reflejada en el Pórtico Real de Chartres


(1155): En las jambas reyes y reinas del Antiguo Testamento hacen la función de estatuas-
columnas ocultando las jambas. En las arquivoltas se representan las Artes Liberales, los
Signos del Zodiaco y un calendario con los trabajos que se realizan en los doce meses del año.
Paralelamente a esta decoración, también se despliega en el Pórtico una exuberante

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decoración floral: tallos de rosas, hojas de vides (trépanos), etc. Todas estas novedades que
ofrece el Pórtico de Chartres serán propagadas a todas las entradas góticas que se labran en
los siglos XII, XIV y XV.

En España, las grandes obras escultóricas del siglo XIII fueron realizadas por escultores
de Francia y Alemania. La más rica colección de esta época se encuentra en la catedral de
Burgos, concretamente en el tímpano de la puerta sur del crucero llamada Del Sarmental que
representa al Salvador en actitud de bendecir mientras los evangelistas escriben en sus
pupitres acompañados de sus símbolos respectivos. En un piso inferior, los Apóstoles charlan
entre sí.

En León existe la otra gran colección de la escultura gótica del XIII en su triple
portada central: En el centro El Juicio Final y en las puertas laterales, llamadas de San
Francisco y San Juan, se representan respectivamente escenas de la vida de la Virgen y de la
infancia de Cristo. En la puerta occidental destacan obras muy buenas como el grupo de la
Virgen con el Niño y la Anunciación. En el Coro de dicha portada occidental, se encuentra la
famosa Virgen Blanca, cuyo autor parece fue el maestro Enrique, realizada en alabastro
policromado a fines del siglo XIII.

En el arte español, el interior del templo se enriquece también con retablos y sillerías
corales. El retablo es un conjunto de recuadros enmarcados que narran la historia del santo al
que se dedique el templo, de la Virgen, de Cristo, etc. Tiene por tanto una finalidad
pedagógica y formativa a modo de grandes relatos de historias sagradas. El retablo se suele
situar en el altar mayor o en las capillas laterales: El altar mayor, tras los cambios operados en
la liturgia española ha quedado desnudo, ya que el coro ha sido desplazado desde el altar a la
nave central.

El retablo se desarrolla en el siglo XIV y alcanza durante el XV en España,


proporciones gigantescas. Consta de varias calles verticales y varios cuerpos horizontales. La
zona horizontal inferior que sirve de base al retablo se denomina banco o predella. La calle
del centro suele ser coronada por un calvario (Cristo muerto en la cruz, San Juan y la Virgen).

Los múltiples compartimientos, rectangulares, en que se dividen las calles son las casas o
encasamientos. El marco que suele encuadrar el retablo se llama guardapolvo. Generalmente
los retablos se hacen en madera policromada y dorada, aunque también hay algunos en piedra.

En Cataluña, los retablos fueron pintados y los trataremos en el siguiente apartado.

En Castilla, los retablos son de origen flamenco, es decir se tallan en madera con una
terminación dorada y policromada. A lo largo del siglo XV, Bruselas, Malinas y Amberes se
convierten en centros de exportación de retablos, inaugurando en Europa un comercio
artístico a gran escala con punto de venta en las ferias vallisoletanas de Medina del Campo o
Medina de Rioseco.

De fines del XV son los mayores retablos de la Historia de la escultura hispana: El


retablo Mayor de la Catedral de Toledo de Sebastián de Almonacid y de Felipe Bigarny y El

8
retablo mayor de la Catedral de Sevilla, el mayor del mundo, obra del maestro Pyeter
Dancart: Esta formidable máquina consta de tres partes independientes, que se fueron
conjuntando durante los siglos XV y XVI: El paño central con 28 encasamientos, la viga
central de imaginería que lo corona y las alas laterales. El diseño se debe a Dancart que
estuvo al frente de las obras entre 1481 y 1488. Al morir le sucedió el Maestre Marco (1497-
1506) y a éste un equipo de escultores dirigido por Jorge y Alejo Fernández (1508-1526), que
terminaron el paño central e instalaron la viga en el remate. Las ampliaciones laterales se
estrenaron en 1564.

Las sillerías de coro en el siglo XV presentan los respaldos de las sillas decorados con
grandes relieves y los brazos y patas con figuras y grupos decorativos. La obra maestra del
siglo XV es la Sillería baja de la Catedral de Toledo, obra del alemán Rodrigo Duque.

4.- La pintura italiana del Trecento: Florencia y Siena.

En Italia, será la pintura del siglo XIV (Trecento, 1300), el género más representativo del
arte gótico. Con anterioridad, durante el siglo XIII, la pintura italiana acoge influencias
bizantinas en el color y románicas en la composición ya que los edificios disponen de amplios
muros para continuar con la pintura mural.

En el siglo XIV, la pintura italiana está representada por dos escuelas:

1.- La escuela de Siena.

2.- La escuela de Florencia.

1.- La escuela de Siena:


Continuadora de la tradición bizantina, es decir de pintar según los modelos de los
mosaicos bizantinos sobre fondos dorados. Según los teóricos medievales, esta forma de
pintar era "a la manera griega “. Los pintores sieneses, junto a esta tradición bizantina,
incorporan las novedades góticas que les llegan de Francia a través de las miniaturas. Por ello,
en Siena nos encontramos con una pintura que sintetiza ambas corrientes, su principal
representante es Simone Martini (1284-1344):

Sus primeras obras fueron encargos municipales para decorar al fresco el Salón de
Plenos del Ayuntamiento de Siena. En 1315 realiza la Maestá, un icono (pintura sobre tabla)
de la virgen bajo palio, rodeada de los santos locales, y en 1328 situaba enfrente de esta
representación mariana el primer retrato ecuestre del arte italiano: El condotiero Guidoriccio
da Fogliano, que había salvado la independencia de la República Sienesa repeliendo con sus
fuerzas mercenarias la invasión de la vecina ciudad de Lucca. Este retrato ecuestre es una
pintura al fresco y se encuentra en la Sala del Mappamondo del Palazzo del Comune de
Siena.

La obra cumbre de Martini es el retablo de la Anunciación, destinado inicialmente a la


capilla de San Ansano, en la catedral de Siena, donde funde el convencional fondo de oro

9
bizantino con la línea ondulante del gótico francés, visible en las refinadas y elegantes
siluetas del ángel y María. Es una pintura al temple sobre tabla, se encuentra en el Museo
Uffizi, Florencia.

2.- La escuela de Florencia:

Abandona la forma de pintar a lo griego y opta por la manera latina. En este sentido,
la pintura florentina es más dramática. Su principal representante es Giotto (1266-1337):

Es el primer pintor italiano que se decanta por el lenguaje pictórico latino, es decir por
el volumen plástico, por el paisaje real y por la gravedad humana. Estas novedades comienzan
a materializarse en las Historias Franciscanas de la Basílica de San Francisco de Asís: Son 28
frescos que pinta en 1298 sobre la vida del "Poverello": en cada fresco, las figuras se
destacan con colores y formas macizas, en los fondos el paisaje siempre está presente: bien
con árboles y animales, bien con edificios cortados a propósito.

El prestigio que Giotto alcanza en Asís motivó que la burguesía toscana reclamara sus
servicios para decorar las capillas funerarias que poseían. En este sentido, entre 1304 y 1306,
pinta la Capilla funeraria de Enrico Scrovegni, en la Arena de Padua, con episodios
evangélicos donde los personajes individualizan ya sus expresiones, intercambiándose
miradas y gestos dramáticos. En 1320, pinta las capillas de los banqueros Bardi y Peruzzi en
la Iglesia de Santa Cruz.

En definitiva, a partir de Giotto puede decirse que la pintura mural se convierte en una
conquista italiana, en la misma medida en que la vidriera será un logro francés y el retablo
una producción española.

En España, la influencia de la pintura trecentista, se manifiesta durante el siglo XIV


en Cataluña. La elegancia y la dulzura de la escuela de Siena se expresan en la obra de los
hermanos Serra que llegan a crear un auténtico estilo hispano: Jaime Serra, realiza el Retablo
de La Virgen de Sigena (Museo de Arte de Cataluña) y Pedro Serra, autor de obras como el
Retablo de la Cofradía del Espíritu Santo de la Iglesia de Santa María de Manresa, dedicado
a la vida de la Virgen y de Cristo.

5.- Los primitivos flamencos del siglo XV: los Van Eyck.

En la segunda mitad del siglo XV, algunas ciudades flamencas se convierten en sede de
una extraordinaria escuela pictórica. Los pintores de esta escuela se denominan los primitivos
flamencos.
Los rasgos más característicos de esta escuela son:

1. La mayoría de sus obras son de pequeño formato para decorar hogares más que
templos o palacios. Con frecuencia constan de tres tablas (trípticos) unidas por
bisagras.
2. Las obras son minuciosas: Concebidas para ser vistas de cerca, los pintores
representan los detalles más insospechados.

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3. Realismo: La minuciosidad anteriormente dicha, inclina a los pintores a representar
fielmente la realidad. Incluso se introducen en los cuadros el sombreado y la
perspectiva elementos que contribuyen a darle un efecto tridimensional.
4. Amor al paisaje: Montañas, caminos que se alejan, prados, etc. se reflejan en los
fondos de las obras.
5. Se representan objetos cotidianos como habitaciones, objetos de vidrio, monedas,
mesas, telas, etc. En las telas, los pliegues son duros y geométricos.
6. El soporte utilizado es la tabla como en los retablos góticos, pero se introduce la
técnica del aceite secante, que perfecciona la técnica del óleo: Esta técnica se emplea
en pintura sobre tablas, alisadas detenidamente con yeso. Los pigmentos o colores se
mezclan con aceite, no con huevo como en el temple, y para dejar fijada la pintura se
aplican capas de barnices. Estos barnices intensifican el color, permiten volver a
pintar, mezclar los colores y detallar minuciosamente todos los pormenores del
cuadro.
7. Los hermanos Van Eyck introducen un nuevo procedimiento pictórico conocido con
el nombre de veladuras: Se trata de tintas transparentes que se aplican para suavizar
los tonos de lo pintado. Cuantas más capas de veladuras se apliquen, más
transparentes aparecen las capas más profundas, lo cual permite obtener efectos de
colores complementarios, simular la luz y sus reflejos porque la luz natural cae sobre
el cuadro, en parte se repele y en parte es absorbida, lo cual aumenta la cualidad
diamantina del arte flamenco.

Los grandes representantes de esta pintura flamenca son los Hermanos Van Eyck: En
el Políptico del Cordero Místico, de la Catedral de Gante, aparece la inscripción:" Huberto
van Eyck, pintor sin igual, comenzó esta obra, que terminó su hermano Juan, segundo en el
arte". A pesar de este elogio, no conocemos nada de Huberto, su biografía es hoy un enigma.
Sin embargo, sí tenemos más información sobre la biografía de Juan van Eyck, Maastricht
1390, Brujas 1441: En 1425, entra al servicio del Duque de Borgoña, que lo envía como
diplomático a Portugal, en 1428 para retratar a la princesa Isabel, prometida de su señor. La
pintura es remitida a Flandes, y mientras se espera la respuesta afirmativa o negativa del
duque, Van Eyck peregrina a Santiago, visita en Valladolid al rey de Castilla y en Granada al
monarca nazarí. A fines de 1429, abandona la Península con el séquito matrimonial de su
señor y la princesa Isabel y s establece en Brujas donde se convierte en uno de los artistas más
grandes de todos los tiempos.

Su obra maestra realizada con su hermano Huberto, es el ya mencionado Políptico del


Cordero Místico, costeado por el regidor Jodocus Vidj y su esposa Isabel Borluut, que figuran
arrodillados en las puertas exteriores del retablo. Cuando estas se abren, nos encontramos en
la parte superior una suntuosa visión de Dios entronizado, flanqueado por la Virgen, San Juan
Bautista, Adán y Eva y dos coros de ángeles cantores y músicos, mientras que en el cuerpo
bajo se despliega un desfile de reyes, caballeros, profetas, obispos y santos que convergen
hacia el Cordero, símbolo eucarístico del sacrificio de Cristo que derrama su sangre en un
cáliz. Este gran conjunto ofrece dos características que serán comunes en la posterior
producción de los Van Eyck: EL simbolismo de la composición y la minuciosidad de loas
telas, joyas, árboles, etc. como si se tratara de la página miniada de un códice.

El matrimonio Arnolfini es un cuadro de interior que representa el rito nupcial. El

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italiano Giovanni Arnolfini fue un banquero, un hombre de negocios, un manipulador de
dinero de Lucca que se acomodó en Brujas, ambientándose bien en la ciudad flamenca, donde
promete fidelidad a su esposa en la alcoba de su mansión. Los dos hombres que se reflejan en
el espejo cóncavo del fondo son los testigos de la boda, siendo uno de ellos el propio pintor,
que firma el cuadro con la leyenda: " Juan van Eyck estuvo aquí ". La ceremonia del enlace se
manifiesta también en la única vela encendida que porta la lámpara de seis brazos que cuelga
del techo, pues simboliza el cirio con el que el padrino alumbra al sacerdote durante el oficio
sacramental. En el siglo XVI este cuadro vino a España, donde permaneció en las
Colecciones Reales hasta la invasión francesa. Es posible que Velázquez se inspirara en la
solución ilusionista del espejo cuando pintó Las Meninas. Hoy día el cuadro está en la
National Gallery de Londres.

En obras sucesivas, Van Eyck crea un tipo de retrato religioso, donde el cliente y los
seres divinos entablan una sacra conversación dentro de un espacio irreal: La Virgen del
Canciller Rollin (Museo del Louvre, 1435), nos presenta a este alto dignatario, jurista y
diplomático, orando en el reclinatorio de su capilla doméstica delante de la Virgen, que es
coronada por un ángel, mientras al fondo se abre un paisaje fértil serpenteado por un río. En
La Virgen del Canónigo Van der Paele, (Museo Comunal de Brujas, 1436), el canónigo es
presentado a María por San Jorge y San Donaciano.

El arte de Juan Van Eyck fue admirado en toda Europa. El rey de Aragón, Alfonso V,
envía en 1431 a su pintor Luis Dalmau a Flandes para que aprenda la nueva técnica y estilo
flamencos. A su regreso, Dalmau pinta La Virgen dels Consellers (Museo de Arte de
Cataluña, Barcelona, 1443).

El belga Roger van der Weyden, (1399-1464), fue el pintor de mayor prestigio en
Flandes a mediados del siglo XV. En 1435 se estableció en Bruselas como pintor municipal,
no abandonando ya esta ciudad a lo largo de su carrera, salvo la breve peregrinación que hizo
a Italia durante el Año Santo de 1450. Se especializó en la representación de dos temas
dolorosos de la Virgen al pie del Calvario: la Quinta Angustia y la Piedad. En la iconografía
de la Quinta Angustia expresa el desmayo de María durante el descendimiento de Cristo, al
no poder controlar sus emociones. En esta temática destaca su mejor obra: El Descendimiento
de Cristo y Quinta Angustia de María, Museo del Prado.

En las pinturas de la Piedad plasma la desolación de una madre mientras abraza


compasivamente el cadáver maltrecho del hijo, que yace sobre sus rodillas.

Sus composiciones se ordenan siguiendo un eje de simetría vertical y construye a los


personajes en relieve, otorgándoles la apariencia de esculturas policromadas. Les viste con
ropajes ampulosos que se doblan en pliegues quebrados y les retrata con rostros compungidos
bañados en lágrimas. La brillantez del colorido, el minucioso detallismo y la intensa devoción
que suscitaban sus obras le granjeó fama internacional e hizo que fuese muy apreciado por la
monarquía española, coleccionando cuadros suyos la Reina Católica y Felipe II.

El tercer gran pintor de los primitivos flamencos es Jheronimus van Aken, apodado El
Bosco. Utiliza una técnica miniaturista y un lenguaje simbólico, inspirado en los refranes y

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canciones populares, que a los ojos actuales parece enigmático, pero que en su época era de
fácil interpretación.

A partir de estas alegorías, forja una visión pesimista de la existencia humana,


donde la salvación sólo es posible mediante el control de las pasiones.

Dos trípticos resumen esta filosofía moralizante del Bosco: El carro del heno (1500;
Museo del Prado, Madrid) y El Jardín de las Delicias (1500-1510, Museo del Prado).
Ambos conjuntos presentan, en el panel izquierdo, el Paraíso Terrenal en el último día de la
Creación, donde el hombre gozará de una existencia feliz hasta la pérdida de la gracia por
el engaño del demonio. En el centro refleja los pecados capitales.

Un proverbio flamenco sentenciaba: «El mundo es un carro de heno del que cada
uno toma lo que puede», Y a la rapiña del forraje se entregan laicos y religiosos por
igual; en el jardín de las delicias denuncia la lujuria y la promiscuidad sexual.
Finalmente, en la puerta derecha de los trípticos representa el Infierno y la condenación
eterna, destierro reservado a quienes se dejan seducir por la avaricia y los excesos
carnales.

Sus fantasías oníricas y su imaginación desbordante fueron reivindicadas por l os


artistas y científicos del siglo XX. Los surrealistas le consideraron un precursor y los
psicoanalistas, el descubridor del inconsciente.

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