Tema 6 El Arte Gotico
Tema 6 El Arte Gotico
- ARTE GÓTICO
La expresión estilo gótico fue acuñada en el siglo XVI por el historiador italiano
Giorgio Vasari para descalificar esta manifestación artística de la Edad Media: ..." Dios libre
a los países de aquella forma de pensar y de construir, la cual no concuerda en absoluto con la
belleza [renacentista] de nuestros edificios".
La realidad es bien distinta y en nada se parece a esta leyenda de los humanistas del
Renacimiento: El Gótico nace en la segunda mitad del siglo XII cuando los arquitectos
deciden sustituir el arco de medio punto por el arco ojival o apuntado y la bóveda de cañón
por la de crucería. El desarrollo de esta cubierta permitió una mayor altura y longitud a los
edificios y además abrir en ellos grandes ventanales de iluminación. Todas estas
transformaciones nacen en la región de París y los contemporáneos denominaron a estos
edificios modernos " opus francigenum " (obra a la manera francesa).
2.- El poder del dinero: La tecnología del gótico dispara el presupuesto de las obras:
extracción y acarreo de piedra, confección de grúas, fabricación de vidrieras,
esculturas, etc. exigen fuertes sumas de dinero que sólo podían salir de operaciones
crediticias, de la presión fiscal a comerciantes, artesanos y banqueros y de las
limosnas en metálico.
La cronología del arte gótico es muy densa: desde 1150 hasta 1550. Desde Francia se difunde
por los países europeos convirtiéndose en un estilo internacional. Pero no todos los países
aceptan el nuevo estilo, así España e Inglaterra lo toman fácilmente mientras Alemania lo
acepta más tarde e Italia prácticamente nunca.
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aceptarse plenamente como un lenguaje expresivo donde se conjugan la elevación y la luz.
1. Utilización del arco ojival: Gracias a su mayor verticalidad, desvía mejor los empujes
laterales en relación al arco de medio punto. Desde el modelo de arco ojival o
apuntado tradicional, llamado de todo punto, veremos a lo largo del gótico
evolucionar este tipo de arco hacia formas más rebajadas: De tercio punto, apuntado
conopial (aparece en el siglo XV), Tudor (típico de Inglaterra), rebajado carpanel y
finalmente el arco apuntado mixtilíneo ( como en el arte andalusí, con pequeños trozo
rectilíneos dentro del arco).
3. Los soportes capaces de trasladar a tierra los empujes de la cubierta son el arbotante
y el contrafuerte o estribo. Los contrafuertes del exterior reciben los empujes de la
nave central a través de los arbotantes. El arbotante es un gran brazo de piedra exterior
que neutraliza el empuje de las bóvedas centrales de crucería, descargándolo sobre los
contrafuertes. La separación que existe entre arbotantes y estribos, permite construir
las naves laterales.
4. Los primeros elementos sustentantes son pilares recios y simples. A partir del siglo
XIII se multiplican las columnillas adosadas o baquetones que se prolongan sobre la
cubierta.
5. Otro elemento muy característico es el pináculo, que no tiene una misión constructiva
sino decorativa: para dar al edificio mayor sensación de verticalidad.
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6. Los capiteles pierden importancia y tienden a desaparecer o a ser simplemente
indicados por una pequeña moldura.
7. Las bases de los pilares también evolucionan desde una pequeña moldura hasta
romperse en varias alturas como ocurre en los siglos XIV y XV.
La estructura socioeconómica del Románico fue rural y feudal, la del Gótico es urbana
y burguesa. A partir de 1150 el crecimiento demográfico libera mano de obra en el campo que
emigra a la ciudad. La urbanización prospera e toda Europa y alumbra el nacimiento de un
nuevo grupo social: la burguesía, que se dedica al comercio, a la artesanía o a la banca y que
en muchas ocasiones financia a la monarquía operaciones militares y administrativas. En este
contexto, el monasterio románico pierde poder en beneficio de la catedral, los abades pierden
la supremacía eclesiástica de antaño y la recobran los obispos.
Esta revitalización urbana es propiciada por los propios monarcas europeos (los
Capeto en Francia, los Plantagenet en Inglaterra, Fernando III y Alfonso X en Castilla), para
consolidar su autoridad real y reducir el poder de la nobleza que se refugia en sus castillos
rurales. En este contexto urbano, se crea un nuevo modelo de templo, la catedral, y al mismo
tiempo una serie de edificios civiles públicos y privados que rodean al templo catedralicio: la
lonja, la universidad, el ayuntamiento y el palacio.
1.- La Catedral:
Una de las primeras catedrales francesas que se construyen bajo los logros del arte gótico
es la Catedral de Chartres: Se abandona el triforio románico para desplegar los arbotantes y
en su interior se sustituye la alternancia de pilares y columnas por haces de columnillas que se
distribuyen en las bóvedas. Su construcción se inicia en 1194.
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De la misma época es también la Catedral de Notre Dame de Paris (1163), situada en
una pequeña isla en el Sena. En ella proliferan los arbotantes para mostrar esta gran conquista
técnica de la época.
La catedral de Amiens, de 1220, mantiene la misma estructura que Reims, tres naves,
enorme cabecera, tres puertas de acceso, dos torres, un inmenso rosetón, etc. Sólo se
diferencia en el cimborrio que corona el crucero, una estilizada aguja de piedra que acentúa la
verticalidad de la obra.
Finalmente, dentro del gótico francés, merece la pena citar La Sainte-Chapelle del
Palacio Real de París (1243-1248). Su construcción obedece a la voluntad de San Luis, rey
de Francia, de edificar un inmenso relicario para custodiar la corona de espinas de Cristo que
había adquirido en Tierra Santa. Todas las posibilidades estructurales y estéticas del gótico
aparecen resumidas en esta obra. Con su delicado armazón de piedra y sus inmensas vidrieras
anticipa varias de las soluciones que darán los arquitectos de la Escuela de Chicago al
rascacielos contemporáneo.
Los modelos franceses también están presentes en Inglaterra aunque pronto surgen
procedimientos totalmente originales dentro del gótico. La obra ejemplar del primer gótico
inglés es la Catedral de Santa María de Salisbury (1220-1265): Presenta una planta de dos
transeptos, presbiterio rectangular, tres niveles en altura, campanario sobre el crucero (a modo
de cimborrio), rematado con una enrome aguja o flecha.
A partir del siglo XIV, en Inglaterra el gótico se hace muy peculiar y autóctono, sobre
todo por sus elementos decorativos. Bajo este gótico decorativo, se realizan los primeros
intentos de bóvedas de nervios colgantes y se multiplican los adornos ondulantes como
observamos en La Catedral de Ely. A partir del siglo XV el gótico inglés alcanza su mayor
originalidad con el llamado gótico perpendicular: Las bóvedas y las trompas se multiplican en
forma de abanico colgante y desplegado dando a los interiores una apariencia fastuosa de lujo
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y fantasía. Así se construyen las capillas del Colegio Real de Cambridge, la de San Jorge
en Windsor y la capilla de Enrique VII en la abadía de Westminster.
El gótico alemán será siempre muy compacto, con un gran sentido de la masa externa
en la que la verticalidad se acentúa únicamente por sus agujas. En el siglo XV estas agujas se
perforan siendo éste uno de los rasgos distintivos del arte gótico alemán. Los modelos góticos
franceses se adoptan en la Catedrales de Colonia (1248). A inicios del siglo XIV se
abandona lo francés y se tiende a una arquitectura más genuina como vemos en la Catedral
de Friburgo.
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principal que hará escuela en toda Cataluña.
Durante el siglo XV, la arquitectura no avanza desde un punto de vista técnico, sino
estilístico y decorativo. Ahora se prefieren las plantas rectangulares, sin girola, y los pilares se
adelgazan. Las bóvedas se complican en su tracería sobre todo en Andalucía.
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La riqueza, el lujo y el boato de las clases acaudaladas del siglo XV se desborda en
sus palacios: Suntuosas mansiones urbanas adaptadas a los negocios y a la vida doméstica.
Son viviendas con almacenes, oficinas, salas de recepción, dependencias para la servidumbre
y habitaciones confortables donde residen los miembros de la familia. Buenos ejemplos de
estas casas palaciegas son: El Palacio D'or de Venecia (1422-1440), construido sobre el gran
canal por Mateo Riverti para el banquero Contarini, El Palacio de los Dux de Venecia,
residencia oficial de los duques, y el Hôtel de Jacques Coeur, en Bourges, Francia, propiedad
de este tesorero del rey francés.
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decoración floral: tallos de rosas, hojas de vides (trépanos), etc. Todas estas novedades que
ofrece el Pórtico de Chartres serán propagadas a todas las entradas góticas que se labran en
los siglos XII, XIV y XV.
En España, las grandes obras escultóricas del siglo XIII fueron realizadas por escultores
de Francia y Alemania. La más rica colección de esta época se encuentra en la catedral de
Burgos, concretamente en el tímpano de la puerta sur del crucero llamada Del Sarmental que
representa al Salvador en actitud de bendecir mientras los evangelistas escriben en sus
pupitres acompañados de sus símbolos respectivos. En un piso inferior, los Apóstoles charlan
entre sí.
En León existe la otra gran colección de la escultura gótica del XIII en su triple
portada central: En el centro El Juicio Final y en las puertas laterales, llamadas de San
Francisco y San Juan, se representan respectivamente escenas de la vida de la Virgen y de la
infancia de Cristo. En la puerta occidental destacan obras muy buenas como el grupo de la
Virgen con el Niño y la Anunciación. En el Coro de dicha portada occidental, se encuentra la
famosa Virgen Blanca, cuyo autor parece fue el maestro Enrique, realizada en alabastro
policromado a fines del siglo XIII.
En el arte español, el interior del templo se enriquece también con retablos y sillerías
corales. El retablo es un conjunto de recuadros enmarcados que narran la historia del santo al
que se dedique el templo, de la Virgen, de Cristo, etc. Tiene por tanto una finalidad
pedagógica y formativa a modo de grandes relatos de historias sagradas. El retablo se suele
situar en el altar mayor o en las capillas laterales: El altar mayor, tras los cambios operados en
la liturgia española ha quedado desnudo, ya que el coro ha sido desplazado desde el altar a la
nave central.
Los múltiples compartimientos, rectangulares, en que se dividen las calles son las casas o
encasamientos. El marco que suele encuadrar el retablo se llama guardapolvo. Generalmente
los retablos se hacen en madera policromada y dorada, aunque también hay algunos en piedra.
En Castilla, los retablos son de origen flamenco, es decir se tallan en madera con una
terminación dorada y policromada. A lo largo del siglo XV, Bruselas, Malinas y Amberes se
convierten en centros de exportación de retablos, inaugurando en Europa un comercio
artístico a gran escala con punto de venta en las ferias vallisoletanas de Medina del Campo o
Medina de Rioseco.
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retablo mayor de la Catedral de Sevilla, el mayor del mundo, obra del maestro Pyeter
Dancart: Esta formidable máquina consta de tres partes independientes, que se fueron
conjuntando durante los siglos XV y XVI: El paño central con 28 encasamientos, la viga
central de imaginería que lo corona y las alas laterales. El diseño se debe a Dancart que
estuvo al frente de las obras entre 1481 y 1488. Al morir le sucedió el Maestre Marco (1497-
1506) y a éste un equipo de escultores dirigido por Jorge y Alejo Fernández (1508-1526), que
terminaron el paño central e instalaron la viga en el remate. Las ampliaciones laterales se
estrenaron en 1564.
Las sillerías de coro en el siglo XV presentan los respaldos de las sillas decorados con
grandes relieves y los brazos y patas con figuras y grupos decorativos. La obra maestra del
siglo XV es la Sillería baja de la Catedral de Toledo, obra del alemán Rodrigo Duque.
En Italia, será la pintura del siglo XIV (Trecento, 1300), el género más representativo del
arte gótico. Con anterioridad, durante el siglo XIII, la pintura italiana acoge influencias
bizantinas en el color y románicas en la composición ya que los edificios disponen de amplios
muros para continuar con la pintura mural.
Sus primeras obras fueron encargos municipales para decorar al fresco el Salón de
Plenos del Ayuntamiento de Siena. En 1315 realiza la Maestá, un icono (pintura sobre tabla)
de la virgen bajo palio, rodeada de los santos locales, y en 1328 situaba enfrente de esta
representación mariana el primer retrato ecuestre del arte italiano: El condotiero Guidoriccio
da Fogliano, que había salvado la independencia de la República Sienesa repeliendo con sus
fuerzas mercenarias la invasión de la vecina ciudad de Lucca. Este retrato ecuestre es una
pintura al fresco y se encuentra en la Sala del Mappamondo del Palazzo del Comune de
Siena.
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bizantino con la línea ondulante del gótico francés, visible en las refinadas y elegantes
siluetas del ángel y María. Es una pintura al temple sobre tabla, se encuentra en el Museo
Uffizi, Florencia.
Abandona la forma de pintar a lo griego y opta por la manera latina. En este sentido,
la pintura florentina es más dramática. Su principal representante es Giotto (1266-1337):
Es el primer pintor italiano que se decanta por el lenguaje pictórico latino, es decir por
el volumen plástico, por el paisaje real y por la gravedad humana. Estas novedades comienzan
a materializarse en las Historias Franciscanas de la Basílica de San Francisco de Asís: Son 28
frescos que pinta en 1298 sobre la vida del "Poverello": en cada fresco, las figuras se
destacan con colores y formas macizas, en los fondos el paisaje siempre está presente: bien
con árboles y animales, bien con edificios cortados a propósito.
El prestigio que Giotto alcanza en Asís motivó que la burguesía toscana reclamara sus
servicios para decorar las capillas funerarias que poseían. En este sentido, entre 1304 y 1306,
pinta la Capilla funeraria de Enrico Scrovegni, en la Arena de Padua, con episodios
evangélicos donde los personajes individualizan ya sus expresiones, intercambiándose
miradas y gestos dramáticos. En 1320, pinta las capillas de los banqueros Bardi y Peruzzi en
la Iglesia de Santa Cruz.
En definitiva, a partir de Giotto puede decirse que la pintura mural se convierte en una
conquista italiana, en la misma medida en que la vidriera será un logro francés y el retablo
una producción española.
5.- Los primitivos flamencos del siglo XV: los Van Eyck.
En la segunda mitad del siglo XV, algunas ciudades flamencas se convierten en sede de
una extraordinaria escuela pictórica. Los pintores de esta escuela se denominan los primitivos
flamencos.
Los rasgos más característicos de esta escuela son:
1. La mayoría de sus obras son de pequeño formato para decorar hogares más que
templos o palacios. Con frecuencia constan de tres tablas (trípticos) unidas por
bisagras.
2. Las obras son minuciosas: Concebidas para ser vistas de cerca, los pintores
representan los detalles más insospechados.
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3. Realismo: La minuciosidad anteriormente dicha, inclina a los pintores a representar
fielmente la realidad. Incluso se introducen en los cuadros el sombreado y la
perspectiva elementos que contribuyen a darle un efecto tridimensional.
4. Amor al paisaje: Montañas, caminos que se alejan, prados, etc. se reflejan en los
fondos de las obras.
5. Se representan objetos cotidianos como habitaciones, objetos de vidrio, monedas,
mesas, telas, etc. En las telas, los pliegues son duros y geométricos.
6. El soporte utilizado es la tabla como en los retablos góticos, pero se introduce la
técnica del aceite secante, que perfecciona la técnica del óleo: Esta técnica se emplea
en pintura sobre tablas, alisadas detenidamente con yeso. Los pigmentos o colores se
mezclan con aceite, no con huevo como en el temple, y para dejar fijada la pintura se
aplican capas de barnices. Estos barnices intensifican el color, permiten volver a
pintar, mezclar los colores y detallar minuciosamente todos los pormenores del
cuadro.
7. Los hermanos Van Eyck introducen un nuevo procedimiento pictórico conocido con
el nombre de veladuras: Se trata de tintas transparentes que se aplican para suavizar
los tonos de lo pintado. Cuantas más capas de veladuras se apliquen, más
transparentes aparecen las capas más profundas, lo cual permite obtener efectos de
colores complementarios, simular la luz y sus reflejos porque la luz natural cae sobre
el cuadro, en parte se repele y en parte es absorbida, lo cual aumenta la cualidad
diamantina del arte flamenco.
Los grandes representantes de esta pintura flamenca son los Hermanos Van Eyck: En
el Políptico del Cordero Místico, de la Catedral de Gante, aparece la inscripción:" Huberto
van Eyck, pintor sin igual, comenzó esta obra, que terminó su hermano Juan, segundo en el
arte". A pesar de este elogio, no conocemos nada de Huberto, su biografía es hoy un enigma.
Sin embargo, sí tenemos más información sobre la biografía de Juan van Eyck, Maastricht
1390, Brujas 1441: En 1425, entra al servicio del Duque de Borgoña, que lo envía como
diplomático a Portugal, en 1428 para retratar a la princesa Isabel, prometida de su señor. La
pintura es remitida a Flandes, y mientras se espera la respuesta afirmativa o negativa del
duque, Van Eyck peregrina a Santiago, visita en Valladolid al rey de Castilla y en Granada al
monarca nazarí. A fines de 1429, abandona la Península con el séquito matrimonial de su
señor y la princesa Isabel y s establece en Brujas donde se convierte en uno de los artistas más
grandes de todos los tiempos.
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italiano Giovanni Arnolfini fue un banquero, un hombre de negocios, un manipulador de
dinero de Lucca que se acomodó en Brujas, ambientándose bien en la ciudad flamenca, donde
promete fidelidad a su esposa en la alcoba de su mansión. Los dos hombres que se reflejan en
el espejo cóncavo del fondo son los testigos de la boda, siendo uno de ellos el propio pintor,
que firma el cuadro con la leyenda: " Juan van Eyck estuvo aquí ". La ceremonia del enlace se
manifiesta también en la única vela encendida que porta la lámpara de seis brazos que cuelga
del techo, pues simboliza el cirio con el que el padrino alumbra al sacerdote durante el oficio
sacramental. En el siglo XVI este cuadro vino a España, donde permaneció en las
Colecciones Reales hasta la invasión francesa. Es posible que Velázquez se inspirara en la
solución ilusionista del espejo cuando pintó Las Meninas. Hoy día el cuadro está en la
National Gallery de Londres.
En obras sucesivas, Van Eyck crea un tipo de retrato religioso, donde el cliente y los
seres divinos entablan una sacra conversación dentro de un espacio irreal: La Virgen del
Canciller Rollin (Museo del Louvre, 1435), nos presenta a este alto dignatario, jurista y
diplomático, orando en el reclinatorio de su capilla doméstica delante de la Virgen, que es
coronada por un ángel, mientras al fondo se abre un paisaje fértil serpenteado por un río. En
La Virgen del Canónigo Van der Paele, (Museo Comunal de Brujas, 1436), el canónigo es
presentado a María por San Jorge y San Donaciano.
El arte de Juan Van Eyck fue admirado en toda Europa. El rey de Aragón, Alfonso V,
envía en 1431 a su pintor Luis Dalmau a Flandes para que aprenda la nueva técnica y estilo
flamencos. A su regreso, Dalmau pinta La Virgen dels Consellers (Museo de Arte de
Cataluña, Barcelona, 1443).
El belga Roger van der Weyden, (1399-1464), fue el pintor de mayor prestigio en
Flandes a mediados del siglo XV. En 1435 se estableció en Bruselas como pintor municipal,
no abandonando ya esta ciudad a lo largo de su carrera, salvo la breve peregrinación que hizo
a Italia durante el Año Santo de 1450. Se especializó en la representación de dos temas
dolorosos de la Virgen al pie del Calvario: la Quinta Angustia y la Piedad. En la iconografía
de la Quinta Angustia expresa el desmayo de María durante el descendimiento de Cristo, al
no poder controlar sus emociones. En esta temática destaca su mejor obra: El Descendimiento
de Cristo y Quinta Angustia de María, Museo del Prado.
El tercer gran pintor de los primitivos flamencos es Jheronimus van Aken, apodado El
Bosco. Utiliza una técnica miniaturista y un lenguaje simbólico, inspirado en los refranes y
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canciones populares, que a los ojos actuales parece enigmático, pero que en su época era de
fácil interpretación.
Dos trípticos resumen esta filosofía moralizante del Bosco: El carro del heno (1500;
Museo del Prado, Madrid) y El Jardín de las Delicias (1500-1510, Museo del Prado).
Ambos conjuntos presentan, en el panel izquierdo, el Paraíso Terrenal en el último día de la
Creación, donde el hombre gozará de una existencia feliz hasta la pérdida de la gracia por
el engaño del demonio. En el centro refleja los pecados capitales.
Un proverbio flamenco sentenciaba: «El mundo es un carro de heno del que cada
uno toma lo que puede», Y a la rapiña del forraje se entregan laicos y religiosos por
igual; en el jardín de las delicias denuncia la lujuria y la promiscuidad sexual.
Finalmente, en la puerta derecha de los trípticos representa el Infierno y la condenación
eterna, destierro reservado a quienes se dejan seducir por la avaricia y los excesos
carnales.
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