Cuidados de Los Huesos

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CUIDADOS DE LOS HUESOS

1. Practicar ejercicio regularmente


Es importante realizar ejercicio de manera regular
para incrementar la masa ósea.
Concretamente, los ejercicios dirigidos a cargar peso
moderado y a mejorar la resistencia ayudan a
mantener los huesos fuertes (como el yoga y el
pilates).

2. Una alimentación saludable y rica en calcio


El calcio es indispensable para mantener la densidad
ósea. Además, también ayuda a fortalecer los dientes y
al funcionamiento de los músculos y los nervios. Por lo
tanto, tener una dieta con niveles adecuados de
calcio es vital. Las principales fuentes de calcio son:
productos lácteos como el queso, vegetales de hojas
verdes como el brócoli, nueces y semillas, entre
otros.
3. Sol y vitamina D
La vitamina D es indispensable para la regulación del
calcio en el organismo. Además, estudios también indican
que la vitamina D juega un papel clave en el sistema
inmunológico.
La mayor fuente de producción de esta vitamina es la piel,
gracias a la exposición a los rayos solares. Una breve
exposición diaria al sol (con sus debidas precauciones
para evitar problemas cutáneos), puede ayudar a mejorar el estado de los huesos. También
algunos alimentos contienen pequeñas cantidades de esta vitamina, como el salmón, yema
de huevo y setas.
4. No fumar
El tabaco está asociado a un mayor riesgo de desarrollar
osteoporosis que, sumado a los otros factores de riesgo (mujeres
posmenopáusicas, vida sedentaria, etc.) puede empeorar el impacto
sobre los huesos.

5. Reducir el consumo de alcohol


Beber alcohol reduce la capacidad del cuerpo de producir
nuevo material óseo. Así que, para una mejor salud ósea, es
recomendable evitar el consumo de grandes cantidades de
alcohol.
1. Los huesos planos protegen órganos internos

Hay huesos planos en la estructura ósea de la cabeza (occipital, parietal, frontal,


nasal, lagrimal y vómer), la caja torácica (esternón y costillas) y la pelvis (ilion,
isquion y pubis). La función de los huesos planos es proteger los órganos internos
como el encéfalo, el corazón y los órganos pelvianos. Los huesos planos son algo
aplanados y pueden brindar protección, como un escudo; los huesos planos
también pueden proporcionar áreas grandes para la unión de los músculos.

2. Los huesos largos soportan el peso y facilitan los movimientos

Los huesos largos, más largos que anchos, incluyen el fémur (el hueso más largo
del cuerpo), así como huesos relativamente pequeños en los dedos de las manos.
La función de los huesos largos es soportar el peso del cuerpo y facilitar los
movimientos. Los huesos largos se ubican principalmente en el esqueleto
apendicular e incluyen huesos en los miembros inferiores (la tibia, el peroné, el
fémur, los metatarsianos y las falanges) y huesos en los miembros superiores (el
húmero, el radio, el cúbito, los metacarpianos y las falanges).
3. Los huesos cortos tienen forma de cubo

Los huesos cortos tienen aproximadamente la misma longitud que ancho. Los
huesos cortos se ubican en las articulaciones de la muñeca y el tobillo y
proporcionan estabilidad y permiten algunos movimientos. Los huesos carpianos en
la muñeca (escafoides, hueso semilunar, piramidal, hueso ganchoso, pisiforme,
hueso grande, trapezoide y trapecio) y los tarsianos en los tobillos (calcáneo,
astrágalo, navicular, cuboides, cuneiforme lateral, cuneiforme intermedio y
cuneiforme medial) son ejemplos de huesos cortos.

4. Los huesos irregulares tienen formas complejas

Los huesos irregulares varían en forma y estructura y, por lo tanto, no caben en


ninguna otra categoría (planos, cortos, largos o sesamoideos). Con frecuencia
tienen una forma bastante compleja, que ayuda a proteger órganos internos. Por
ejemplo, las vértebras, huesos irregulares de la columna vertebral, protegen la
médula espinal. Los huesos irregulares de la pelvis (pubis, ilion e isquion) protegen
órganos de la cavidad pelviana.
5. Los huesos sesamoideos refuerzan tendones

Los huesos sesamoideos son huesos que están incluidos en tendones. Estos
pequeños huesos redondos habitualmente se encuentran en los tendones de las
manos, rodillas y pies. La función de los huesos sesamoideos es proteger los
tendones del estrés y el deterioro. La rótula, comúnmente denominada patela, es
un ejemplo de hueso sesamoideo.

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