Enfermedades Neurogenerativas y Cerebrales NEUROCIENCIA - 2

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE EDUCACION Y CIENCIAS SOCIALES


CARRERA PROFESIONAL DE EDUCACION PRIMARIA

TEMA:
Enfermedades Neurogenerativas y Cerebrales

DOCENTE:
Dra. Maritza Soria Ramírez

ASIGNATURA:
Neurociencia

INTEGRANTES:
Barbaran Romayna Genesis Sofia
Cisneros Garcia Alison Mishell
Cuellar Venturo Xiomara Sheyla
Melendes Ochantes Carla Aime
Salas Tuesta Lilian Victoria
Santamaria Lino Felicita
Soto Carbajal Treicy Viviana

CICLO:
III

PUCALLPA-PERÚ
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente
la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a
cabo hasta las tareas más sencillas. Las personas con Alzheimer también
experimentan cambios en la conducta y la personalidad.
¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer?

Genética: La predisposición genética juega un papel importante en el


desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Las personas con antecedentes
familiares de la enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla.
Edad avanzada: El envejecimiento es el factor de riesgo más significativo para
la enfermedad de Alzheimer. A medida que las personas envejecen, aumenta
la probabilidad de desarrollar la enfermedad.
Acumulación de placas de proteína beta-amiloide: La acumulación de
placas de proteína beta-amiloide en el cerebro es una característica distintiva
de la enfermedad de Alzheimer y se cree que contribuye al daño neuronal y a
la progresión de la enfermedad.
Acumulación de ovillos neurofibrilares: Los ovillos neurofibrilares, que son
enredos de proteína tau dentro de las células nerviosas, también son comunes
en el cerebro de las personas con Alzheimer y pueden interferir con la función
neuronal.
Factores de riesgo cardiovascular: Problemas como la hipertensión, la
diabetes, la obesidad y el colesterol alto pueden aumentar el riesgo de
desarrollar la enfermedad de Alzheimer al afectar la salud cerebral y la
circulación sanguínea.
Estilo de vida y factores ambientales: Factores como la falta de actividad
física, una dieta poco saludable, el tabaquismo, el consumo excesivo de
alcohol y la falta de estimulación mental pueden influir en el riesgo de
desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Consecuencias del Alzheimer
Pérdida de memoria: Uno de los síntomas más característicos del Alzheimer
es la pérdida de memoria, que puede afectar la capacidad de recordar
información reciente, eventos pasados y detalles cotidianos.
Deterioro cognitivo: La enfermedad de Alzheimer también causa deterioro
cognitivo, lo que dificulta la capacidad de pensar con claridad, tomar
decisiones, resolver problemas y realizar tareas cotidianas.
Cambios en el comportamiento y la personalidad: Los pacientes con
Alzheimer pueden experimentar cambios en su comportamiento, personalidad y
estado de ánimo, lo que puede incluir irritabilidad, agitación, ansiedad,
depresión y apatía.
Problemas de orientación y desorientación: Los pacientes con Alzheimer
pueden experimentar dificultades para orientarse en tiempo y espacio, lo que
puede llevar a la desorientación, la pérdida de familiaridad con lugares
conocidos y la dificultad para reconocer a las personas.
Dependencia en el cuidado: A medida que la enfermedad avanza, los
pacientes con Alzheimer suelen volverse cada vez más dependientes de
cuidadores para realizar actividades básicas de la vida diaria, como vestirse,
comer y asearse.
Complicaciones de salud: Los pacientes con Alzheimer tienen un mayor
riesgo de experimentar complicaciones de salud, como desnutrición,
deshidratación, infecciones, caídas y problemas médicos relacionados con la
inmovilidad.
HÁBITOS PARA PREVENIR EL ALZHÉIMER
Mantén una dieta saludable: La dieta mediterránea es especialmente
recomendada para prevenir el Alzheimer, ya que está basada en alimentos
ricos en antioxidantes, omega-3 y vitaminas B y E, todos ellos nutrientes que
pueden ayudar a proteger el cerebro.
Haz ejercicio físico regularmente: El ejercicio físico no solo es beneficioso
para el cuerpo, sino que también puede ayudar a prevenir el Alzheimer. El
ejercicio cardiovascular, como caminar o correr, aumenta el flujo de sangre y
oxígeno al cerebro, lo que puede ayudar a mantenerlo en buena forma.
Mantén tu mente activa: Realizar actividades que estimulan el cerebro, como
leer, hacer sudokus, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical,
puede ayudar a prevenir el Alzheimer. Estas actividades desafían al cerebro a
pensar y mantenerse activo, lo que puede ayudar a mantenerlo saludable.
Mantén una buena higiene del sueño: Dormir bien y durante suficiente
tiempo es crucial para la salud del cerebro. Dormir lo suficiente ayuda al
cerebro a procesar y consolidar la información que ha adquirido durante el día,
lo que puede ayudar a prevenir la pérdida de memoria y otros problemas
cognitivos.
Controla tus niveles de estrés: El estrés crónico puede tener un impacto
negativo en la salud del cerebro, y puede aumentar el riesgo de desarrollar
Alzheimer. Aprender técnicas de relajación, como la meditación o el yoga,
puede ayudar a reducir el estrés y mantener el cerebro en buena forma.
Socializa y mantén relaciones sociales: Mantener relaciones sociales y una
vida social activa puede ayudar a prevenir el Alzheimer. Estar rodeado de
amigos y familiares puede ayudar a mantener el cerebro activo y estimulado, lo
que puede ayudar a prevenir la pérdida de memoria y otros problemas
cognitivos.
Controla tu presión arterial: La hipertensión arterial puede ser un factor de
riesgo para el Alzheimer. Controlar la presión arterial y mantenerla dentro de
los límites saludables puede ayudar a prevenir el Alzheimer.

LA ENFERMEDAD DE PARKINSON
¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD DE PARKINSON?
La enfermedad de Parkinson es un trastorno del cerebro que provoca
movimientos involuntarios o incontrolables, como temblores, rigidez y dificultad
con el equilibrio y la coordinación.
¿QUÉ CAUSA LA ENFERMEDAD DE PARKINSON?
Factores genéticos: Se ha identificado que ciertos genes pueden desempeñar
un papel en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Las mutaciones
genéticas heredadas pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad.
Exposición a toxinas ambientales: La exposición a ciertas toxinas
ambientales, como herbicidas, pesticidas, metales pesados y solventes
orgánicos, se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad
de Parkinson.
Inflamación y estrés oxidativo: La inflamación crónica y el estrés oxidativo en
el cerebro pueden contribuir a la degeneración de las células nerviosas y al
desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Desbalance de neurotransmisores: La enfermedad de Parkinson está
asociada con la disminución de la dopamina, un neurotransmisor clave en el
cerebro que controla el movimiento y la coordinación. El desequilibrio de
neurotransmisores puede desempeñar un papel en los síntomas motores de la
enfermedad.
Factores ambientales: Factores como la edad, el género, el historial familiar y
la exposición a ciertos agentes ambientales pueden influir en el riesgo de
desarrollar la enfermedad de Parkinson.
Influencia del estilo de vida: Algunos estudios sugieren que el tabaquismo, la
falta de actividad física, la mala alimentación y otros factores de estilo de vida
poco saludables pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad de
Parkinson.
CONSECUENCIAS DE PARKINSON
Síntomas motores: Los síntomas motores característicos de la enfermedad de
Parkinson incluyen temblores en reposo, rigidez muscular, bradicinesia
(movimientos lentos), y problemas de equilibrio y coordinación. Estos síntomas
pueden afectar la capacidad de movimiento y la realización de actividades
diarias.
Deterioro de la función motora: Con la progresión de la enfermedad, los
pacientes pueden experimentar un deterioro progresivo de la función motora, lo
que puede llevar a dificultades para caminar, hablar, tragar y realizar tareas
motoras finas.
Complicaciones musculoesqueléticas: La rigidez muscular y la falta de
movimiento pueden provocar dolor, contracturas musculares, debilidad y
problemas articulares en las personas con Parkinson.
Trastornos no motores: Además de los síntomas motores, la enfermedad de
Parkinson puede causar una variedad de trastornos no motores, como
depresión, ansiedad, trastornos del sueño, problemas cognitivos, problemas de
la voz y del habla, estreñimiento y problemas urinarios.
Impacto en la calidad de vida: La enfermedad de Parkinson puede tener un
impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, afectando su
independencia, bienestar emocional, relaciones sociales y capacidad para
participar en actividades cotidianas y recreativas.
Necesidad de cuidados y apoyo: A medida que la enfermedad progresa, los
pacientes con Parkinson pueden requerir cuidados y apoyo adicionales de
cuidadores, familiares y profesionales de la salud para satisfacer sus
necesidades físicas, emocionales y sociales.
CÓMO PREVENIR EL PARKINSON
Alimentos que ayudan a prevenir el Parkinson
Alimentos ricos en vitamina C: es el por ejemplo la naranja o el kiwi, ya que
tienen un gran poder antioxidante y ayudan a proteger el cerebro de su
desgaste.
Alimentos ricos en vitamina E: como las almendras o los cacahuetes, tampoco
pueden faltar en la dieta para prevenir el Parkinson, puesto que diversas
investigaciones científicas han puesto de manifiesto la relación entre su
consumo y esta patología. Sus beneficios se centran en que esta vitamina es
protectora del sistema nervioso.
Alimentos ricos en Omega-3: estos son otra buena opción para incorporarlos a
la mesa y prevenir el Parkinson al ser muy beneficiosos, ya que reducen la
inflamación del cerebro, aparte de contribuir a estimular el crecimiento neuronal
y a mermar los temblores del cuerpo en el caso de que ya hayan hecho su
aparición.
Ejercicios para prevenir el Parkinson
Caminar: es bueno andar con Parkinson, es muy necesario ya que favorece la
movilidad.
Ejercicios de estiramientos: son muy beneficiosos para relajar los músculos y
no perder tono muscular.
Pilates y taichi: son muy útiles porque se realiza una gimnasia suave que
ayuda a mejorar la coordinación y a tener un mayor control del cuerpo.
Técnicas de relajación: estas son idóneas para evitar el estrés y el deterioro
del sistema nervioso, que propician la aparición de esta enfermedad.

ENFERMEDADES NEUROGENERATIVAS
Las enfermedades neurodegenerativas son un grupo de trastornos
caracterizados por el progresivo deterioro de las funciones del sistema nervioso
central o periférico. Estas enfermedades involucran la degeneración gradual y
la muerte de neuronas, lo que conduce a problemas con el movimiento, la
memoria y otras funciones cognitivas.
ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
La enfermedad de Huntington, también conocida como corea de Huntington, es
un trastorno hereditario degenerativo del cerebro que afecta tanto el cuerpo
como la mente. Esta enfermedad es causada por una mutación genética en el
cromosoma 4, que provoca la degeneración de ciertas áreas del cerebro,
especialmente el cuerpo estriado y el córtex cerebral.
Causas:
- Genética: La enfermedad de Huntington es causada por una mutación en el
gen HTT, que proporciona instrucciones para producir una proteína llamada
huntingtina. Esta mutación genética hace que se produzca una forma
anormalmente larga de la proteína, lo que lleva a la degeneración de las
células cerebrales.
Consecuencias:
- Movimientos anormales: Uno de los síntomas característicos de la
enfermedad de Huntington es la corea, que se manifiesta como movimientos
involuntarios, bruscos y descontrolados.
- Cambios cognitivos: La enfermedad de Huntington también puede causar
cambios en la cognición, como dificultades para concentrarse, problemas de
memoria y cambios en la personalidad.
- Problemas emocionales: Los pacientes con Huntington pueden experimentar
depresión, ansiedad, irritabilidad y cambios en el estado de ánimo.
- Deterioro de las funciones motoras: Con el tiempo, la enfermedad progresa y
puede afectar la capacidad de caminar, hablar, tragar y realizar actividades
cotidianas.
LA ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA (ELA): es una enfermedad
neurodegenerativa compleja que afecta las neuronas motoras en el cerebro y la
médula espinal.
Causas:
Las causas exactas de la ELA no se conocen completamente, pero se cree que
puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos y
ambientales. Algunos factores que se han asociado con un mayor riesgo de
desarrollar ELA incluyen:
Factores genéticos: Algunos casos de ELA tienen un componente hereditario,
aunque la mayoría de los casos no parecen ser hereditarios.
Factores ambientales: Exposiciones ambientales como toxinas, productos
químicos, traumatismos físicos o exposiciones ocupacionales podrían estar
implicadas en algunos casos.
Alteraciones en el sistema inmunológico y procesos inflamatorios: Se ha
investigado la posibilidad de que alteraciones en el sistema inmunitario o
procesos inflamatorios puedan contribuir al desarrollo de la enfermedad.
Consecuencias:
La ELA afecta las neuronas motoras superiores e inferiores, lo que conduce a
una pérdida progresiva de la función muscular y a la incapacidad para controlar
los movimientos voluntarios. Las principales consecuencias de la ELA incluyen:
Debilidad muscular progresiva: Comienza en una parte del cuerpo y se
extiende a medida que la enfermedad avanza, eventualmente llevando a la
parálisis.
Deterioro de las funciones motoras: Dificultad para hablar, masticar, tragar y
respirar a medida que los músculos se debilitan.
Problemas respiratorios: La debilidad de los músculos respiratorios puede
llevar a dificultades respiratorias y eventualmente a la necesidad de asistencia
respiratoria.
Problemas emocionales y cognitivos: Aunque la ELA principalmente afecta
las funciones motoras, también puede tener efectos en el estado de ánimo, la
cognición y el comportamiento emocional.

ENFERMEDADES CEREBRALES EN NIÑOS Y ADOLESCENTES


En esta sección encontramos distintas enfermedades cerebrales que son muy
propensas a que tanto niños como adolescentes puedan presentar en esa
etapa tan importante de su vida, por lo tanto, es importante saber cuáles son
los síntomas y de igual manera conocer como podemos prevenir y recibir los
cuidados necesarios en caso de presentar alguna de estas.
PARÁLISIS CEREBRAL
¿QUÉ ES LA PARÁLISIS CEREBRAL?
La parálisis cerebral es un grupo de trastornos que causan problemas del
movimiento, el equilibrio y la postura. Afecta la corteza motora del cerebro, la
parte de este órgano que dirige el movimiento muscular. De hecho, la segunda
parte del nombre de esta afección, parálisis, significa debilidad o problemas
para usar los músculos; mientras que la segunda, cerebral, significa que tiene
que ver con el cerebro.
¿QUÉ TIPOS DE PARÁLISIS CEREBRAL EXISTEN?
Existen diferentes tipos de parálisis cerebral que se presentan netamente en
nuestros niños y adolescentes:
Parálisis cerebral espástica: Es el tipo más común. Provoca un aumento del
tono muscular, rigidez de los músculos y dificultad con los movimientos. A
veces, solo afecta a una parte del cuerpo. En otros casos, puede afectar tanto
a los brazos como a las piernas, el tronco y la cara.
Parálisis cerebral discinética: Causa problemas para controlar el movimiento
de manos, brazos, pies y piernas. Esto puede dificultar estar sentado y
caminar.
Parálisis cerebral atáxica: Causa problemas de equilibrio y coordinación.
¿QUÉ CAUSA LA PARÁLISIS CEREBRAL?
 La causa de la parálisis cerebral es un desarrollo anormal o daño al
cerebro en desarrollo. Puede ocurrir cuando:
 La corteza motora cerebral no se desarrolla en forma normal durante el
crecimiento del feto.
 Hay una lesión en el cerebro antes, durante o después del nacimiento.
¿CUÁLES SON LOS SIGNOS DE LA PARÁLISIS CEREBRAL?
Hay muchos tipos y niveles diferentes de discapacidad por parálisis cerebral.
Por ello, los signos pueden ser diferentes en cada niño.
Los signos suelen aparecer en los primeros meses de vida. Pero, en
ocasiones, se puede demorar obtener un diagnóstico hasta después de los dos
años. A menudo, los bebés con parálisis cerebral tienen retraso en el
desarrollo. Son lentos para alcanzar los hitos del desarrollo, como aprender a
darse la vuelta, sentarse, gatear o caminar. También pueden tener un tono
muscular anormal. Pueden parecer flexibles, tensos o rígidos.
HEMORRAGIA CEREBRAL
¿QUÉ ES UNA HEMORRAGIA CEREBRAL?
Una hemorragia cerebral consiste en la ruptura de un vaso sanguíneo
(normalmente, una arteria), que provoca sangrado tanto dentro como alrededor
del encéfalo. Las hemorragias cerebrales se diferencian según su localización y
según la gravedad del daño. Se diferencia entre:
Hemorragia cerebral espontánea: relacionada con hipertensión arterial,
problemas de coagulación, plaquetopenia, tumores o formación de nuevos
vasos sanguíneos drogas o infecciones del sistema nervioso central.
Hemorragia intraventricular: cuando afecta a los ventrículos del cerebro que
contienen el líquido cefalorraquídeo. Afecta a niños prematuros, sobre todo a
aquellos que han tenido síndrome de distrés respiratorio, colapso pulmonar o
presión alta.
Hemorragia subaracnoidea: afectan a jóvenes de entre 20 y 40 años. Se trata
de una patología grave que suele estar causada por la rotura de un aneurisma,
traumatismo craneal, uso de anticoagulantes, trastorno hemorrágico. Es común
en personas mayores que han sufrido caídas o se han golpeado en la cabeza y
en los jóvenes que han sufrido un accidente automovilístico.
Hematoma subdural: localizado entre el aracnoide y la duramadre, es el
sangrado por traumatismo más común. Las personas que lo padecen suelen
caer en coma durante su hospitalización.
Hematoma epidural: localizado entre la duramadre y el cráneo, puede
aparecer por traumatismo cerebral. En la mayoría de los casos este tipo es la
consecuencia de fractura del cráneo en niños y adolescentes.
SÍNTOMAS DE HEMORRAGIA CEREBRAL.
Hemorragia cerebral espontánea: se manifiesta con cefalea, vómito,
papiledema, bradicardia y disminución del estado de conciencia.
Hemorragia intraventricular: apnea y bradicardia, llanto agudo, convulsiones,
coloración pálida, hinchazón o abultamiento de las fontanelas (puntos blandos
entre los huesos de la cabeza del bebé.
Hemorragia subaracnoidea: problemas de visión, dolores musculares, dolor
de cabeza fuerte y repentino, pérdida del conocimiento y náuseas y vómitos.
Hematoma subdural: dolor de cabeza, dificultad con el equilibrio o la marcha,
lenguaje confuso, falta de energía.
Hematoma epidural: los principales síntomas son mareo, confusión, náuseas
o vómitos, somnolencia, traumatismo craneal y debilidad, entre otros.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA HEMORRAGIA CEREBRAL?


Una hemorragia cerebral puede aparecer por accidente o puede ser causa de
un traumatismo cerebral. Algunos factores de riesgo de la hemorragia cerebral
son la hipertensión, la menopausia, la diabetes, el tabaquismo, el alcohol y la
cafeína.
Hemorragia cerebral espontánea: como ya se ha mencionado, suele estar
relacionada con la hipertensión arterial. Algunos factores de riesgo controlables
son el alcohol y el tabaco, así como la diabetes mellitus.
Hemorragia intraventricular: las causas de este tipo de hemorragia no están
claras, aunque puede deberse a que los vasos sanguíneos del cerebro del
bebé sean muy frágiles e inmaduros. Aquellos con problemas respiratorios
(como la enfermedad de la membrana hialina) son más proclives a padecerla.
Casi siempre la hemorragia se produce en los 4 primeros días de vida.
Hematoma subdural: muchas veces es el resultado de un traumatismo
craneal grave, pero también puede serlo de un traumatismo craneal menor. Por
otro lado, pueden aparecer sin ningún motivo. Algunos factores de riesgo son:
medicamentos anticoagulantes, afecciones médicas, consumo prolongado de
alcohol, etc.
Hematoma epidural: a menudo, lo causa una fractura en el cráneo durante la
infancia o la adolescencia. Es más común en jóvenes. También puede
presentarse por rotura de vaso sanguíneo.

TDAH
Este es un trastorno del desarrollo asociado con un patrón continuo de falta de
atención, hiperactividad o impulsividad. Los síntomas pueden interferir en las
actividades y las relaciones diarias. Este trastorno comienza en la niñez y
puede continuar hasta la adolescencia e incluso la edad adulta.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE


ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD?
Las personas con este trastorno experimentan un patrón continuo de los
siguientes tipos de síntomas:
Falta de atención: tener dificultad para prestar atención.
Hiperactividad: tener demasiada energía o moverse y hablar demasiado.
Impulsividad: actuar sin pensar o tener dificultad con el autocontrol.
Algunas personas con trastorno de déficit de atención con hiperactividad
presentan principalmente síntomas de falta de atención. Otros, en su mayoría,
tienen síntomas de hiperactividad e impulsividad. Algunas personas tienen
ambos tipos de síntomas.

LOS SIGNOS DE FALTA DE ATENCIÓN PUEDEN INCLUIR:


 No presta mucha atención a los detalles o comete errores
aparentemente por descuido en las tareas escolares o durante otras
actividades.
 Es difícil mantener la atención en los juegos y las tareas, lo que incluye
las conversaciones, los exámenes o las asignaciones largas.
 Tiene problemas para escuchar atentamente cuando se le habla
directamente.
 Tiene dificultad para organizar trabajos y actividades, como hacer tareas
en secuencia, mantener sus materiales y pertenencias en orden,
administrar el tiempo y cumplir con los plazos.
 Evita las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido, como las
tareas escolares.
 Pierde las cosas necesarias para hacer las tareas o realizar las
actividades, como los útiles escolares, los libros, los anteojos y los
teléfonos celulares.

CAUSAS
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en niños y
adolescentes puede tener diversas causas, y aunque no se conoce una causa
única, se cree que la combinación de factores genéticos, ambientales y
neurobiológicos puede contribuir al desarrollo de este trastorno. Algunos
posibles factores que pueden influir en la aparición del TDAH incluyen:
Genética: Existe una fuerte evidencia de que el TDAH puede tener un
componente genético, es decir, que puede ser heredado de padres a hijos.
Factores ambientales: La exposición a ciertos factores ambientales durante el
embarazo o en las primeras etapas de desarrollo del niño, como la exposición
al tabaco, alcohol o drogas, así como la exposición a toxinas ambientales,
podrían aumentar el riesgo de desarrollar TDAH.
Alteraciones en el desarrollo del cerebro: Algunos estudios sugieren que
ciertas diferencias en la estructura y funcionamiento del cerebro podrían estar
relacionadas con el TDAH.
Complicaciones durante el embarazo o parto: Factores como prematuridad,
bajo peso al nacer o complicaciones durante el parto podrían aumentar el
riesgo de TDAH en algunos niños.

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