La Iluminación Divina de La Consciencia Humana

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DE: JAIME DIAZ PAGE -MÉXICO-


AGOSTO 2006
ESCRITO 39

LA ILUMINACIÓN DIVINA DE LA CONSCIENCIA HUMANA

Amados hermanos y hermanas, las verdades divinas que citamos a


continuación tienen el propósito de ayudarnos a comprender el concepto de: “La
Iluminación Divina de nuestra Consciencia Humana” de acuerdo a la Revelación
Divina contenida en El Libro de Urantia, la revelación actual de Dios Padre al
hombre para estos tiempos y los que vendrán.

A Los Mandatos divinos del Padre Universal:

“Sed vosotros perfectos, así como yo soy perfecto”; “Amarás al Señor tu


Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas”; “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 21:3; 1901:2.

B Jesús y Nicodemo:

Jesús respondió a Nicodemo: “En verdad, en


verdad te digo, Nicodemo, que a menos que un hombre nazca de lo alto, no puede
ver el reino de Dios.” Jesús le volvió a decir: “Sin embargo, te aseguro que a menos
que un hombre nazca del espíritu, no podrá entrar en el reino de Dios.” El hombre
debiera dejarse conducir por el espíritu interior para nacer del espíritu y entrar al
reino de Dios, de esta manera el hombre hace la voluntad del Padre que está en el
cielo, produciendo en su vida diaria los abundantes frutos del espíritu. 1602:3,4.

C Todos los hombres son hijos de Dios:

Jesús dijo a los apóstoles que salieran a predicar el amor de Dios y el servicio
a los hombres; que lo que el mundo más necesita saber es que todos los hombres
son hijos de Dios, y que por la fe pueden comprender y experimentar diariamente
esta verdad ennoblecedora; que por la fe pueden lograr captar que son los hijos
vivientes espirituales del Padre eterno. El evangelio del reino se ocupa del amor del
Padre y del servicio a sus hijos en la tierra (2052:4); (2053:1). Jesús se refería a la
fe experiencial en la experiencia religiosa personal al compartir la vida interior con
el Ajustador divino que es la presencia espiritual del Padre Universal en la mente
del hombre.

D Jesús reveló al Padre Universal en la carne hace más de 2000 años.

En la decimosexta aparición morontial de Jesús a los apóstoles, creyentes y


discípulos les dijo. “Desde el principio de mi estancia aquí como uno de vosotros,
os enseñé que mi única finalidad era revelar mi padre que está en el cielo a sus
hijos de la tierra. He vivido la donación de revelar a Dios para que podáis
experimentar la carrera de conocer a Dios. He revelado a Dios como vuestro Padre
que está en el cielo; os he revelado que sois los hijos de Dios en la tierra. Es un
hecho que Dios os ama a vosotros, sus hijos. Por la fe en mis palabras, este hecho se
vuelve una verdad eterna y viviente en vuestro corazón. Cuando, por la fe viviente
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(experiencial), os volvéis divinamente conscientes de Dios, entonces nacéis del


espíritu como hijos de la luz y de la vida, de la misma vida eterna con la que
ascenderéis el universo de universos y lograréis la experiencia de encontrar a Dios
Padre en el Paraíso (2052:3).

E Los Fundamentos del Reino:

En la misma aparición morontial Jesús dijo a los apóstoles, discípulos y


creyentes, “Os exhorto a que recordéis siempre que vuestra misión entre los
hombres consiste en proclamar el evangelio del reino –LA REALIDAD DE LA
PATERNIDAD DE DIOS Y LA VERDAD DE LA FILIACIÓN DE LOS
HOMBRES. Proclamad la verdad total de la buena nueva, y no solamente una
parte del evangelio salvador. La filiación con Dios, por la fe, sigue siendo la verdad
salvadora del evangelio del reino.” En la experiencia religiosa por la fe, nos
percatamos que somos hijos de Dios por su gracia divina.

F La Fe (la fe en Dios):

La creencia llega al nivel de fe cuando motiva nuestra vida y domina


plenamente nuestra manera de vivir. 1114:5. Anhelamos a Dios y lo buscamos.
La fe nos abre la puerta al mundo de la divinidad, a la verdadera
experiencia espiritual con Dios, nuestro Ajustador del Pensamiento. 1141:4.
La fe nos introduce en este tiempo al reino de Dios, mediante nuestra
sinceridad y deseo de rectitud, mostrando un cambio en la mente, adquiriendo la
motivación para ser como Dios y encontrar a Dios en el Paraíso. 1861:2, 3,4.
La fe en la experiencia religiosa nos permite reconocer la validez de la
presencia espiritual de Dios en nosotros, experimentamos la presencia de Dios en
nuestro interior (el Ajustador) 1139:5,6.
La fe alimenta y mantiene nuestra alma al orientarnos hacia Dios. 1460:3.
La fe permite que Dios se revele en nuestra alma. 1106:9.
La fe viva es un atributo real de la experiencia religiosa personal genuina
con la divinidad (el Ajustador). La fe es una experiencia viva que comprende
significados espirituales, ideales divinos, valores supremos y el descubrimiento de
Dios en nuestra alma. 1114: 5,6.

La fe es el discernimiento religioso humano, ypuede ser instruida con


seguridad por medio de la revelación y elevarse por la experiencia personal con la
presencia espiritual del Ajustador divino que es espíritu. Se necesita de la
revelación para validar nuestra fe o discernimiento espiritual interior. 1137:6;
1106:2.

La fe: es la inspiración de nuestra imaginación creativa impregnada de


espíritu. Impregnada de lo divino, del ideal supremo y eterno. La fe actúa para
liberar el potencial divino del Ajustador del Pensamiento (Dios) que vive en
nuestra mente, ennobleciendo nuestra alma e inspirando nuestra mente 1459:5, 6.

G El Camino de la Oración y la Adoración al Padre divino:

Jesús enseña que la oración y la adoración al Señor nos ayudan a aumentar


la capacidad del alma para recibir la presencia del espíritu de Dios. Y que la
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verdadera oración nos conduce a la verdadera adoración al Padre divino. La


adoración es el acto en que comulgamos personalmente con Dios. Una persona que
ya conoce a Dios ha nacido del espíritu y está iluminada interiormente por la
adoración y exteriormente se dedica al servicio total y sincero de la hermandad
universal de todas las personalidades. La adoración es divinamente creativa y nos
conduce a la recepción de la gracia divina. La adoración a Dios es nuestro primer
deber y el mayor privilegio que tenemos como hijos de Dios. 1640:3. 1175:1; 303:6.

H El Reino del Cielo:

El apóstol Juan le pregunto a Jesús: “Maestro, ¿qué es el reino del cielo?” Y


Jesús respondió: “El reino del cielo consiste en estos tres puntos fundamentales:
primero, el reconocimiento del hecho de la Soberanía de Dios; segundo, la creencia
en la verdad de que sois hijos de Dios; y tercero, la fe en la eficacia del deseo
supremo humano de hacer la voluntad de Dios: de asemejarse a Dios. Y he aquí la
buena nueva del evangelio: que por medio de la fe, cada mortal puede poseer todos
estos puntos fundamentales para la salvación.” 1585:7.

I Hacer la Voluntad de Dios:

El Padre Celestial desea que todos nosotros, sus hijos, estemos en comunión
personal con él. Compartir nuestra vida interior con él, es hacer la voluntad de
Dios. 63:7; 1221:2.

Jesús vino para crear un nuevo espíritu en nosotros, una nueva voluntad
para dotarnos de una nueva capacidad para conocer la verdad y estar en armonía
con la voluntad de Dios, todo esto unido al impulso eterno de volvernos perfectos
así como el Padre que está en elcielo, es perfecto. 1583:6.

Jesús nos enseña que no hay aventura más satisfactoria y emocionante que
descubrir y hacer la voluntad de Dios; que todo hijo de Dios que siga la guía de su
espíritu interior personal, conocerá la voluntad de Dios y vivirá para siempre. Que
nos asemejemos a Dios, es la voluntad de Dios. Para asemejarnos a él debemos
acercarnos a él y comulgar con él mediante la oración y la adoración a su Divina
Presencia que en nosotros mora, recibiendo de esta manera sus bondades divinas.
Al comulgar con él podremos conocer su voluntad. La voluntad de Dios puede
hacerse en cualquier actividad de la vida terrenal. Cuando la voluntad de Dios se
vuelve nuestra voluntad entonces entramos al reino de Dios porque hemos nacido
del espíritu y el reino se ha vuelto una experiencia estableccida en nuestra alma. Y
así somos elevados a la posición de hijos liberados por Dios, hijos liberados del
reino. 1732:4; 1642:3; 1588:5.

J La Iluminación y la Gracia Divina:

El Padre Universal nos inspira a la aventura ascendente de encontrarle por


los caminos señalados por sus Hijos Divinos, mediante el Ministerio de la Gracia
de Dios el Espíritu. Jesús nos enseña que la vida en la creación de Dios no es
ociosidad y reposo sin fin, sino una progresión contínua en la Gracia, la Verdad y
la Gloria. Que nos aseguremos que la Verdad more en nuestras vidas y de que
crezcamos diariamente en la Gracia de Dios. El Padre Divino requiere que
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crezcamos en la Gracia y en el conocimiento de la Verdad divina. La recepción de


la Gracia divina nos transforma en respuesta a nuestra fe y amor al Padre divino;
porque mientras más buscamos los conceptos de la bondad divina, más crecemos
en gracia, en grandeza espiritual. La grandeza es sinónimo de divinidad. Jesús nos
dice que somos justificados por nuestra fe viviente y personal y admitidos en el
reino del Padre por la Gracia divina. 53:6; 1953:4; 1917:1; 1920:1; 317:2; 1686:5;
1610:1.

Podemos decir que “la Gracia Divina” consiste en la ministración gradual y


espiritual de los conceptos de la Bondad divina a nuestra alma. Es de esta manera
que nuestra alma alcanza la iluminación espiritual por los valores divinos recibidos
en nuestra búsqueda sincera de Dios, de la verdad divina; habiéndonos sometido a
hacer la voluntad de Dios, a ser guiados por nuestro Ajustador del Pensamiento
que es Dios. Nuestra alma morontial alimentada e iluminada por la Gracia Divina,
se asemeja cada vez más a Dios, al espíritu Ajustador que vive en nuestra mente
humana, logrando la sobrevivencia eterna desde antes de abandonar el cuerpo
físico en la tierra. Jesús nos dice que busquemos los valores de la bondad divina en
el mundo espiritual, en los niveles divinos de las realidades eternas, donde
alcanzamos la divinidad en nosotros mismos. Esto debe realizarse mediante la
meditación espiritual adoradora a Dios Padre con regularidad y en privacidad.
1457:1; 1100:1.

Amados hermanos y hermanas, agradezco la atención que han prestado a


este trabajo espiritual. Sólo deseamos que estas realidades divinas estén presentes
en nuestra mente y nos sirvan para esclarecer nuestra carrera de ascensión
espiritual y nos tomemos de la mano del Padre Universal a través de Jesús y de su
Espíritu de la Verdad que nos conducirá a toda la Verdad divina.

Reciban todos ustedes un cálido abrazo fraternal.


Su hermano Jaime

FUENTE: EL LIBRO DE URANTIA

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