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Caducidad y prescripción, ¿son lo mismo?
Caducidad y prescripción: ambos conceptos no son similares,
únicamente para ambos casos se aplica un común denominador que es el tiempo. Conozcamos a continuación a qué se refiere cada concepto:
La prescripción es la consolidación o extinción de un
derecho, como causa del paso o transcurso del tiempo. Este concepto suele tener un carácter subjetivo.
Por otro lado, la caducidad suele referirse al límite
temporal para poder exigir ciertos derechos y acciones legales.
Entonces, ¿cuáles son las diferencias de estos conceptos?
La prescripción extingue la acción, pero no el
derecho. En cambio, la caducidad sí extingue ambos elementos.
La prescripción se toma en cuenta a largo plazo,
mientras que la caducidad es a corto o mediano plazo.
Respecto a la interrupción, la prescripción sí se puede
hacer mediante el envío de requerimientos. La caducidad no admite esta causa.
Prescripción: ¿cuándo prescribe tu deuda?
Cuando se trata de deudas, un plazo de prescripción dicta a
partir de qué momento el acreedor ya no está legalmente autorizado a perseguir el pago o reclamar la deuda. Esto varía según las jurisdicciones, pero es importante tener en cuenta que, una vez que el plazo de prescripción se agota, significa que el deudor ya no debe nada, aunque no haya cumplido su parte del trato. También es importante mencionar que los plazos de prescripción pueden variar en función del tipo de deuda: es probable que la duración sea distinta en un tribunal de reclamaciones de menor cuantía que en un procedimiento de quiebra. Por tanto, si no estás seguro de si ha prescrito o no, lo mejor es que pidas consejo legal que pueda informarte de tus derechos y obligaciones.
Caducidad: ejemplo
Para entender mejor el concepto de caducidad, es necesario
explicarlo a través de un ejemplo muy simple que sucede en la vida cotidiana:
En materia de derecho comercial, si un inquilino no realiza el
pago de la renta en un tiempo concreto, por ejemplo, en un plazo de 30 días, la deuda caduca y el arrendador tiene el derecho de resolver la situación y desalojar al inquilino por falta de pago según lo establecido en el contrato de arrendamiento.
Ahora que ya conoces algunas diferencias entre caducidad y
prescripción es necesario recordar que con una planificación y previsión adecuadas, puedes evitar las consecuencias negativas que pueden derivarse de no actuar conforme a leyes establecidas con anterioridad.