Módulo 6

DIPLOMADO
EN DERECHOS HUMANOS:
APROXIMACIONES PARA
SU DEFENSA
EDICIÓN 2024
MÓDULO VI.
ANÁLISIS DE CASOS
En este módulo se busca aplicar los conocimientos aprendidos a casos prácticos,
tomando ejemplos de distintos tipos de violaciones a derechos humanos, así
como una mirada interseccional con la cual se puedan identificar las afectaciones
diferenciadas a grupos en situación de vulnerabilidad.
En este documento encontrarás algunos conceptos clave para la comprensión de
cada uno de los temas que se impartirán en los talleres. Sin embargo, es importante
recordar que cada semana habrá tres clases simultáneas, por lo que cada participante
deberá elegir una temática en la cual profundizar.
Clases a cursar:
• La defensa de los derechos humanos en casos de desapariciones
forzadas
• La defensa de los derechos humanos en asuntos relacionados con
tortura y malos tratos
• La defensa de los derechos humanos en asuntos relacionados con el
medio ambiente sano
• La defensa de los derechos humanos en asuntos que involucran
personas migrantes
• La defensa de los derechos humanos que involucran a pueblos y
comunidades indígenas
• La defensa de los derechos humanos con perspectiva de género y
OSIEGCS
• La defensa de los derechos humanos de las infancias y
adolescencias
• La defensa de los derechos humanos en casos de racismo
• Derechos de las personas con discapacidad
2 Diplomado sobre Derechos Humanos: Aproximaciones para su defensa 2024

La defensa de los derechos humanos en casos de desapariciones forzadas
¿Qué es la desaparición forzada?

La desaparición forzada constituye una violación grave a los derechos humanos.
Se caracteriza por la privación de libertad de una persona por agentes del Estado o
individuos que actúan con su autorización o consentimiento, seguida de la negativa a
reconocer dicha privación o del ocultamiento del paradero de la víctima. Esta práctica
atroz sustrae a la persona de la protección de la ley, violando múltiples derechos
fundamentales, tales como:
• el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica;
• el derecho a la libertad y seguridad de la persona;
• el derecho a no ser sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles,
inhumanos degradantes;
• el derecho a la vida, en caso de muerte de la persona desaparecida;
• el derecho a una identidad;
• el derecho a un recurso efectivo, con reparación e indemnización.
La defensa de los derechos humanos en casos de desapariciones forzadas requiere un
enfoque integral que combine el uso efectivo de mecanismos legales, la presión política
y social, y el apoyo constante a las víctimas y sus familiares.
Marco jurídico internacional

La comunidad internacional ha respondido a este fenómeno mediante diversos
instrumentos jurídicos, como la Convención Internacional para la Protección de Todas
las Personas Contra las Desapariciones Forzadas y la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas. Estos tratados establecen obligaciones claras para
los Estados en cuanto a la prevención, investigación, sanción y reparación de este
crimen.
En el contexto interamericano, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
ha emitido sentencias cruciales contra México en casos de desaparición forzada,
reflejando la evolución del fenómeno en el país.
• El caso Radilla Pacheco vs. México (2009) abordó la desaparición forzada
durante la "guerra sucia" de los años 70, estableciendo la responsabilidad del
Estado por múltiples violaciones de derechos y destacando la obligación de
investigar con debida diligencia.derecho a un recurso efectivo, con reparación e
indemnización.

• Más recientemente, el caso Alvarado Espinoza y otros vs. México (2018)
abordó desapariciones en el contexto de la "guerra contra el narcotráfico",
estableciendo límites al uso de las fuerzas armadas en tareas de seguridad
pública y enfatizando la importancia del análisis de contexto en las
investigaciones.
Estas sentencias han sido fundamentales para el desarrollo de la jurisprudencia
interamericana en materia de desaparición forzada y han impulsado cambios
significativos en la respuesta del Estado mexicano ante este problema. Estos cambios
buscan abordar la crisis de desapariciones forzadas y mejorar la protección de los
derechos humanos:
1. La promulgación de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de
Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de
Búsqueda de Personas en 2017, atendiendo a una recomendación de la CIDH
tras su visita a México en 2015.
2. La creación de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y comisiones locales
de búsqueda, que tienen la facultad de determinar, ejecutar y dar seguimiento
a las acciones de búsqueda de personas desaparecidas.
3. El establecimiento de Fiscalías Especializadas para la investigación y
persecución de los delitos de desaparición forzada y desaparición cometida
por particulares.
4. La implementación de protocolos especializados como el Protocolo
Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas
(PHB) y el Protocolo Homologado de Investigación para los Delitos de
Desaparición Forzada y Desaparición Cometida por Particulares (PHI).
5. La creación de mecanismos como la Declaración Especial de Ausencia (DEA)
para proteger los derechos de las personas desaparecidas y sus familiares.
Derechos violados en casos de desaparición forzada
Víctimas directas Para las víctimas directas, la desaparición forzada implica la

violación de derechos como la libertad, la integridad personal, y en
muchos casos, el derecho a la vida.
Víctimas indirectas Los familiares, por su parte, sufren una angustia prolongada al
desconocer la suerte de su ser querido, lo que vulnera su derecho a
la integridad psíquica y moral. Además, enfrentan obstáculos para
acceder a la justicia y conocer la verdad sobre lo ocurrido.

Precedentes de la SCJN para la protección de los derechos de las víctimas
de desaparición
Asesoría y acompañamiento Cuando una víctima requiera que una persona no abogada le
Amparo en revisión 835/2018 asesore y acompañe en ámbitos distintos al estrictamente
jurídico, la autoridad judicial deberá reconocer este carácter
y permitirle acceder directamente a la información en los
expedientes.
Acciones urgentes Las resoluciones de acciones urgentes para la búsqueda de

Amparo en revisión 1077/2019 personas aprobadas por el Comité contra la Desaparición
Forzada de la ONU son obligatorias para todas las autoridades,
en el marco de sus competencias, y sujetas a control judicial.
Medidas de reparación En casos de graves violaciones a derechos humanos, como la

Amparo en revisión 51/2020 desaparición forzada de personas, las personas juzgadoras de
amparo pueden decretar medidas de reparación integral.
Declaración especial de ausencia En caso de que un congreso local no reforme o apruebe la

Amparo en revisión 439/2022 legislación en materia de Declaración Especial de Ausencia
prevista en la Ley General sobre Desaparición, las personas
juzgadoras de amparo pueden ordenar que se aplique de
manera inmediata y directa la regulación prevista en la
legislación en tanto persista la omisión legislativa.
Pruebas de responsabilidad Para probar el delito de desaparición forzada de personas,

Amparo directo en revisión 5/2023 dada su gravedad y complejidad, es admisible la presentación
y valoración de pruebas indiciarias y presunciones para
determinar la responsabilidad penal de las personas acusadas.
El derecho a la búsqueda
El derecho a la búsqueda es un componente esencial en casos de desaparición forzada.
Este derecho implica que el Estado tiene la obligación de buscar de manera inmediata y
diligente a las personas desaparecidas. Esta búsqueda debe emprenderse sin obstáculos
injustificados y con toda la fuerza institucional disponible. Es importante destacar que el
derecho a la búsqueda es autónomo y forma parte del núcleo esencial del derecho a no
ser víctima de desaparición forzada. La Corte ha enfatizado que este derecho persiste
mientras no se conozca el paradero de la persona desaparecida, independientemente del
tiempo transcurrido desde la desaparición.
La SCJN ha reconocido también el derecho a la búsqueda de las personas
desaparecidas. En el mismo Amparo en Revisión 1077/2019, la Corte estableció:

"[E]xiste un derecho a la búsqueda. Esto es, el derecho de toda persona desaparecida
y de sus personas queridas a que todas las autoridades, en el ámbito de sus respectivas
competencias, con todos los recursos y medios institucionales disponibles, y en
completa coordinación, ejecuten sin dilación —incluso de oficio— de forma imparcial,
dignificante, diligente, exhaustiva, continua, sin estigmatizaciones, con un enfoque
diferencial y permitiendo la participación sin reservas de las víctimas, todas las
acciones necesarias para determinar la suerte o paradero de la persona reportada
como desaparecida, bajo la presunción de que está viva, salvo que exista evidencia en
contrario."
Obligaciones del Estado frente a la desaparición forzada
El Estado debe implementar medidas jurídicas, políticas, administrativas y

culturales que promueven la salvaguarda de los derechos humanos y evitar
Prevención futuras desapariciones. El objetivo es crear condiciones que hagan imposible
la repetición.
Buscar: localizar el paradero de la persona desaparecida o sus restos,

identificar a la persona y restituirla o entregar sus restos.
Investigar y buscar
Investigar: determinar la identidad de las personas responsables de manera
exhaustiva y diligente, permitiendo la participación de las víctimas y dando
resultados satisfactorios.
Sancionar Identificar a los responsables de la desaparición e implementar sanciones.

Esto satisface el derecho a la justicia, la verdad y la reparación, generando
confianza jurídica y previniendo futuros delitos.
Atender los daños causados en el desarrollo individual y colectivo de las

víctimas, tanto directas como indirectas. Busca restablecer los derechos
Reparar afectados y atender sus consecuencias, permitiendo a las víctimas reconstruir
su proyecto de vida. La reparación debe ser integral, oportuna, plena,
diferenciada y efectiva.
Mecanismos de protección y denuncia
A nivel nacional, existen diversas acciones que se pueden emprender, como

presentar una denuncia ante el Ministerio Público o la Policía, interponer un
Mecanismos amparo buscador, solicitar la Declaración Especial de Ausencia, o activar
nacionales acciones de búsqueda ante la Comisión Nacional de Búsqueda. También se
pueden solicitar medidas de atención, ayuda, asistencia y reparación a través
del Sistema Nacional de Atención a Víctimas, presentar quejas y solicitar
medidas cautelares ante organismos de derechos humanos, así como
activar mecanismos específicos como la Alerta AMBER para niñas, niños y
adolescentes, o el Protocolo ALBA para mujeres, niñas y adolescentes.

Sistema En el ámbito del Sistema Interamericano, es posible presentar peticiones
interamericano de individuales ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como
derechos humanos solicitar medidas cautelares a este mismo organismo.
Sistema universal de En el marco del Sistema Universal, se pueden presentar comunicaciones

derechos humanos individuales y peticiones de acción urgente ante el Comité contra la
Desaparición Forzada, solicitar medidas cautelares a este Comité, y
presentar denuncias ante el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas
e Involuntarias. Estos mecanismos internacionales complementan los
esfuerzos nacionales para abordar y prevenir las desapariciones forzadas.
Reparación integral a las víctimas

La reparación integral a las víctimas es un componente esencial de la justicia en casos
de desaparición forzada. Esta debe incluir no solo una compensación económica,
sino también medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción y garantías de no
repetición. Es importante que estas reparaciones se diseñen con un enfoque diferencial,
considerando las necesidades específicas de grupos vulnerables como mujeres, niños o
comunidades indígenas.
Referencias:
• Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (2009). Desapariciones forzadas o involuntarias
(Folleto informativo No. 6/Rev.3).
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2023). Apuntes sobre desaparición de personas. Unidad General de Conocimiento
Científico y Derechos Humanos.

La defensa de los derechos humanos en asuntos relacionados con tortura
y malos tratos
¿Qué es la tortura?
El término "tortura" se refiere a actos intencionados que provocan sufrimiento físico o
mental grave, cometidos por funcionarios públicos o bajo su instigación. El propósito
de estos actos suele ser obtener información, castigar, intimidar o discriminar a la
víctima. La tortura se diferencia de otros tratos crueles, inhumanos o degradantes en
cuanto a la gravedad del sufrimiento y la intencionalidad detrás del acto. Sin embargo,
estos malos tratos, aunque no alcancen el nivel de tortura, siguen estando prohibidos.
Entre las prácticas que pueden calificarse como tortura se incluyen la intimidación,
la privación sensorial, las condiciones inadecuadas de detención, y otras formas de
abuso que afectan la integridad física y psicológica de la persona.
La prohibición de la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes es absoluta y
se encuentra consagrada en instrumentos internacionales como la Convención contra
la Tortura de las Naciones Unidas, la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
y otros tratados relevantes.
Elementos esenciales de la tortura según la jurisprudencia internacional

Para que un acto se considere tortura, deben cumplirse ciertos requisitos:
• el sufrimiento causado debe ser grave;
• el acto debe tener un propósito específico (como obtener confesiones o
castigar);
• debe ser llevado a cabo por un funcionario público o bajo su consentimiento.
En la jurisprudencia internacional, se ha establecido que tanto las acciones como las
omisiones que provocan sufrimiento pueden constituir tortura. El desarrollo de esta
jurisprudencia ha permitido ampliar el concepto de tortura para incluir actos que no
necesariamente implican daño físico inmediato, como los abusos psicológicos que
buscan destruir la personalidad de la víctima.

La SCJN ha abordado la tortura desde dos perspectivas fundamentales
Como delito Como violación a los derechos humanos

La SCJN ha reconocido que la tortura es un delito La tortura también es abordada por la SCJN
tipificado tanto en el derecho penal nacional como una violación grave a los derechos
como en los tratados internacionales. La Ley humanos, especialmente en el contexto de
General para Prevenir, Investigar y Sancionar procesos penales donde se afectan la dignidad
la Tortura regula este delito en México. En el y la integridad de las personas. En estos casos,
Amparo en Revisión 883/2016, la SCJN ordenó la SCJN ha sostenido que cualquier prueba
una investigación para determinar la existencia del obtenida mediante tortura debe ser excluida del
delito de tortura, tras identificar violaciones a los proceso judicial. El Amparo en Revisión 631/2013
derechos fundamentales durante la detención. es un ejemplo clave, donde la Corte dictaminó
Las personas responsables de cometer actos que las pruebas obtenidas bajo tortura deben
de tortura o encubrirlos deben ser procesadas ser excluidas para proteger el debido proceso y
conforme a la ley penal. garantizar un juicio justo.
Jurisprudencia internacional aplicable

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido importantes decisiones
en las que se subraya la obligación de los Estados de prevenir, investigar y sancionar
la tortura. Entre los precedentes más relevantes se encuentran los casos en los que la
Corte ha considerado que la falta de investigación adecuada y la falta de sanciones a
los responsables constituyen una violación de los derechos humanos de las víctimas.
Esta jurisprudencia también ha destacado la obligación de proporcionar una reparación
adecuada a las víctimas de tortura.
Por ejemplo, en el caso de México ante la Corte IDH, conocido como "Mujeres víctimas
de tortura sexual en Atenco", la Corte concluyó que la investigación de la tortura
y violencia sexual cometida contra las mujeres víctimas no fue conducida con una
perspectiva de género, incumpliendo las obligaciones impuestas por la Convención de
Belém Do Pará. Por el contrario, se caracterizó por un trato que reforzaba estereotipos
y sometía a las víctimas a una nueva victimización. La Corte acreditó que las mujeres
fueron víctimas de violencia sexual y de tortura, enfatizando que se trató de violencia
de género utilizada como medio de castigo y represión por su participación en asuntos
públicos. Este caso resalta la importancia de incorporar la perspectiva de género en
las investigaciones de tortura y violencia sexual, así como la necesidad de eliminar los
estereotipos de género en la actuación de las autoridades.
Derechos de las víctimas

Las víctimas de tortura tienen derecho a presentar denuncias y a acceder a recursos
efectivos para obtener justicia. En México, pueden acudir a la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos (CNDH), que tiene el mandato de investigar casos de tortura y
emitir recomendaciones a las autoridades. Además, las víctimas tienen la posibilidad
de llevar sus casos ante organismos internacionales si no obtienen justicia a nivel

nacional. La SCJN ha reforzado el derecho de las víctimas a un acceso pleno a los
recursos judiciales y ha subrayado que el Estado debe adoptar todas las medidas
necesarias para proteger sus derechos.
El Protocolo de Estambul
El Protocolo de Estambul es el principal estándar internacional para la investigación
y documentación de casos de tortura. Este protocolo ofrece pautas para que los
profesionales de la salud y del derecho realicen evaluaciones médicas y psicológicas
detalladas de las víctimas de tortura.
En México, la aplicación de este protocolo es obligatoria para todas las autoridades
encargadas de la investigación de estos delitos, y su uso correcto es fundamental para
garantizar que las pruebas recopiladas sean consideradas válidas en los tribunales.
La implementación efectiva del Protocolo de Estambul es una responsabilidad crucial
del Estado en su compromiso de prevenir, investigar y sancionar la tortura, así como de
proporcionar una reparación integral a las víctimas. Este instrumento no solo establece
estándares internacionales, sino que también proporciona una guía práctica para que
las autoridades cumplan con sus obligaciones en materia de derechos humanos y
garanticen un acceso efectivo a la justicia para las víctimas de tortura, abarca aspectos
como:
• estándares y normas de derecho internacional relevantes;
• códigos éticos pertinentes;
• directrices para la realización de entrevistas y la investigación de incidentes de
tortura;
• normas para la recopilación y conservación de pruebas físicas;
• pautas para el examen y documentación de evidencias médicas y psicológicas
de las víctimas;
• la importancia de dictámenes médicos independientes para garantizar la
credibilidad y objetividad del proceso;
• el papel de los profesionales de la salud en la emisión de opiniones
independientes;
• información sobre los derechos de las víctimas durante el proceso de
investigación.

Responsabilidades del Estado
El Estado tiene la responsabilidad de garantizar que las víctimas de tortura reciban
una reparación integral que debe incluir compensación económica, rehabilitación
médica y psicológica, y medidas que aseguren la no repetición de los hechos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido clave en el desarrollo de
estándares sobre la reparación, señalando que las víctimas no solo tienen derecho a
compensaciones materiales, sino también a medidas que restablezcan su dignidad y
les permitan reintegrarse plenamente a la sociedad.
Referencias:
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (s.f.). Protocolo para juzgar casos de tortura y malos tratos. Suprema Corte de Justicia de
la Nación.
• Pino, H. (s.f.). La lucha contra la tortura en el derecho comparado. In La lucha contra la tortura y malos tratos.

La defensa de los derechos humanos en asuntos relacionados con el
medio ambiente sano
¿Qué es el derecho a un medio ambiente sano?

El derecho a un medio ambiente sano es un derecho humano fundamental reconocido
internacionalmente. En julio de 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas
adoptó una resolución histórica que reconoce el derecho humano a un medio
ambiente limpio, saludable y sostenible. Este reconocimiento se basa en décadas de
desarrollo progresivo, desde la Declaración de Estocolmo de 1972 hasta su inclusión en
constituciones nacionales y tratados regionales.
La implementación efectiva del derecho a un medio ambiente sano es esencial para
enfrentar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la
contaminación. Es también un requisito indispensable para el cumplimiento de la Agenda
2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El derecho a un medio ambiente sano tiene una doble dimensión: por un lado, protege
a las personas y comunidades de los daños ambientales que afectan el goce de
otros derechos humanos; por otro lado, reconoce el valor intrínseco de la naturaleza,
independientemente de su utilidad para los seres humanos. La SCJN de México ha
desarrollado esta interpretación, señalando que el núcleo esencial de protección del
derecho va más allá de los objetivos inmediatos de los seres humanos. En el Amparo en
revisión 307/2016, la Primera Sala estableció que el derecho a un medio ambiente sano
tiene una dimensión individual y una colectiva, y que protege tanto a las personas como a
la naturaleza por su valor intrínseco.
Principios rectores en la defensa del derecho a un medio ambiente sano

Diversos principios fundamentales guían la interpretación y aplicación del derecho a un
medio ambiente sano.
1. Principio precautorio. Ante la amenaza de daños graves o irreversibles
al medio ambiente, la falta de certeza científica absoluta no debe utilizarse
como razón para postergar medidas de protección. La SCJN ha aplicado este
principio en diversos casos. En el Amparo en revisión 610/2019, la Segunda Sala
estableció que, en el contexto de modificaciones a normas oficiales mexicanas
en materia ambiental, el principio precautorio exige que la determinación
sobre la subsistencia o riesgo de daño al ambiente se realice de la forma más
informada posible y a través de la participación plural.
2. Principio preventivo. Se deben adoptar medidas para prevenir daños
ambientales antes de que ocurran. En el Amparo en revisión 641/2017, la
Segunda Sala enfatizó la obligación de las autoridades de adoptar todas
las medidas necesarias para evitar y controlar los procesos de degradación
ambiental.

3. Principio de no regresión. Implica que no se debe disminuir el nivel de
protección ambiental ya alcanzado. La SCJN ha vinculado este principio con la
protección de áreas naturales. En la Controversia constitucional 212/2018, la
Primera Sala concluyó que la prohibición de regresión está indisolublemente
vinculada con las áreas naturales protegidas, pues en éstas se prevé un
régimen especial de protección que no puede modificarse negativamente.
4. Principio de equidad intergeneracional. Reconoce la responsabilidad de
proteger el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras. En el
Amparo en revisión 307/2016, la Primera Sala relacionó este principio con la
inclusión de las generaciones futuras en la noción de progreso, señalando que
cualquier disminución injustificada del nivel de protección ambiental alcanzado
afectará el patrimonio que se transmitirá a la siguiente generación.
5. Principio in dubio pro natura. En caso de duda, se debe favorecer la
interpretación que proteja más al medio ambiente. La SCJN ha aplicado este
principio en conjunto con el principio in dubio pro actione. En el Recurso de
revisión en incidente de suspensión 1/2022, la Primera Sala señaló que estos
principios deben orientar cualquier decisión dictada en el proceso, incluyendo
el estudio de la admisibilidad de la demanda o el otorgamiento de medidas
cautelares.
La SCJN ha desarrollado criterios progresistas en relación con la defensa

del medio ambiente
1. En el Amparo en revisión 307/2016, la Primera Sala desarrolló el criterio de
"entorno adyacente", reconociendo que cualquier persona que se beneficie de
los servicios ambientales de un ecosistema tiene legitimación para defenderlo.
2. En el Amparo en revisión 839/2019, la Segunda Sala señaló que las
asociaciones civiles con un objeto social relacionado con la protección de
derechos humanos tienen legitimación para defender el derecho a un medio
ambiente sano, sin necesidad de acreditar requisitos adicionales.
3. En el Amparo en revisión 501/2014, la Primera Sala vinculó el principio de
progresividad con la interpretación amplia de la legitimación activa en asuntos
ambientales.
Elementos sustantivos y procesales del derecho a un medio ambiente

sano
El derecho a un medio ambiente sano comprende elementos sustantivos y procesales.
Los elementos sustantivos incluyen:
• aire limpio,
• clima seguro y estable,

• acceso a agua potable y saneamiento,
• alimentos saludables y sostenibles,
• ambientes no tóxicos
• y ecosistemas y biodiversidad saludables.
Los elementos procesales abarcan:

• acceso a la información ambiental,
• participación pública en la toma de decisiones ambientales
• y acceso a la justicia en asuntos ambientales.
La SCJN ha enfatizado la importancia de estos elementos procesales. Por ejemplo, en
el Amparo en revisión 365/2018, la Segunda Sala señaló que el acceso a la información
ambiental potencia la transparencia de la gobernanza ambiental y es requisito previo para
una participación efectiva del público en las decisiones que afectan al medio ambiente.
Medidas cautelares y protección urgente del medio ambiente

Dada la naturaleza de los daños ambientales, que pueden ser irreversibles, las medidas
cautelares juegan un papel crucial. El Acuerdo de Escazú establece que los Estados
deben contar con medidas cautelares y provisionales para prevenir, hacer cesar, mitigar
o recomponer daños al medio ambiente.
La SCJN ha interpretado que la suspensión en el juicio de amparo, como medida cautelar
en asuntos ambientales, debe tener un carácter no solo conservativo sino también
anticipativo de la protección. En el Recurso de revisión en incidente de suspensión
1/2022, la Primera Sala señaló que los jueces deben aplicar los principios de prevención,
precaución e in dubio pro natura al analizar la procedencia de medidas cautelares, y están
obligados a reservar un apartado en sus resoluciones de suspensión para motivar la
aplicación de estos principios a cada caso concreto.
Carga de la prueba y producción de evidencia en casos ambientales

Reconociendo las dificultades probatorias en asuntos ambientales, se han desarrollado
reglas especiales sobre la carga de la prueba. El Acuerdo de Escazú menciona la inversión
de la carga de la prueba y la carga dinámica de la prueba como medidas para facilitar la
producción de la prueba del daño ambiental.
La SCJN ha aplicado estos principios, señalando lo siguiente.
• En el Amparo en revisión 307/2016, la Primera Sala señaló que no se requiere
una prueba científica absoluta del daño ambiental y que basta un "principio de
prueba" para que proceda la protección del medio ambiente.
• En el Amparo en revisión 610/2019, la Segunda Sala estableció que, en
aplicación del principio precautorio, ante el riesgo de daño grave al medio
ambiente corresponde a la parte opositora probar la ausencia de riesgos.
Reparación del daño ambiental y cumplimiento de sentencias

La reparación efectiva del daño ambiental y el cumplimiento de las sentencias son
fundamentales para la realización del derecho a un medio ambiente sano. El Acuerdo
de Escazú establece que los Estados deben contar con mecanismos de ejecución
y cumplimiento oportunos de las decisiones judiciales y administrativas en materia
ambiental.
La SCJN ha emitido decisiones innovadoras en este sentido:

• En el Amparo en revisión 307/2016, la Primera Sala ordenó la elaboración de
un programa de trabajo para la recuperación y conservación del área de manglar
afectada, requiriendo la intervención de autoridades especializadas como
coadyuvantes.
• En el Amparo en revisión 641/2017, la Segunda Sala ordenó la aplicación de
programas de restauración de los elementos naturales afectados y estableció
mecanismos de seguimiento y supervisión del cumplimiento de su sentencia.
• En el Amparo en revisión 289/2020, la Segunda Sala ordenó la formulación de
un "plan de restauración forestal" y enfatizó la importancia de la participación
pública en su implementación.
Protección de defensores ambientales

Un aspecto crucial en la defensa del derecho a un medio ambiente sano es la protección
de quienes defienden este derecho. El Acuerdo de Escazú es el primer tratado que
incluye disposiciones específicas sobre la protección de los defensores de derechos
humanos en asuntos ambientales.
La SCJN ha reconocido la importancia de proteger a los defensores ambientales y ha
establecido que las autoridades tienen la obligación de adoptar medidas para garantizar
su seguridad y el libre ejercicio de su labor. 1
Referencias:
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2023). Protocolo para Juzgar casos que involucren derechos de acceso en materia
ambiental: Acuerdo de Escazú. Ciudad de México: Suprema Corte de Justicia de la Nación.
• Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente, & Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2023). ¿Qué es el derecho a un medio ambiente saludable? Nota
informativa. Naciones Unidas.
1 Amparo en revisión 1031/2019, la Primera Sala reconoció el derecho a defender derechos humanos como un derecho en sí
mismo, que se reconoce en favor de las personas que trabajan en favor de ellos.
La defensa de los derechos humanos en asuntos que involucran
personas migrantes
La defensa de los derechos humanos de las personas migrantes es esencial para

asegurar su protección en el contexto de movilidad. Las normas nacionales e
internacionales, así como los criterios jurisprudenciales de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación han establecido directrices clave para salvaguardar estos derechos.
Conceptos fundamentales
La migración implica el desplazamiento de personas entre territorios estatales o dentro
de un mismo país, pudiendo ser voluntaria o forzada, permanente o temporal. El
desplazamiento interno, por otro lado, se refiere al movimiento de individuos dentro de
las fronteras nacionales, generalmente debido a conflictos, violencia o desastres.
El asilo constituye la protección otorgada por un Estado en su territorio a personas
que huyen de persecución o peligro grave en su país de origen. El refugio se refiere
a la condición de una persona que ha dejado su país debido a temores fundados de
persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u
opiniones políticas.
La trata de personas involucra la captación, transporte y acogida de individuos con
fines de explotación mediante el uso de la fuerza, engaño o abuso. El tráfico ilícito de
migrantes se refiere a la facilitación de la entrada irregular de una persona a un Estado del
cual no es nacional con el fin de obtener un beneficio.
Marco jurídico internacional

Los principales instrumentos internacionales que protegen los derechos de las personas
migrantes pueden sintetizarse de la siguiente manera:
1. Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos
los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (1990). Establece
estándares mínimos de protección para trabajadores migrantes y sus familias,
abarcando todo el proceso migratorio independientemente del estatus legal.
2. Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (1951) y su Protocolo
(1967). Define el concepto de persona refugiada y establece sus derechos
básicos. El Protocolo expandió su aplicación más allá del contexto europeo
post-Segunda Guerra Mundial.
3. Declaración de Cartagena sobre Refugiados (1984). Amplía la definición de
persona refugiada en América Latina, incluyendo a quienes huyen de violencia
generalizada y violaciones masivas de derechos humanos.

4. Acuerdo sobre Residencia para Nacionales de los Estados Parte
del MERCOSUR (2002). Facilita la residencia y el trabajo entre personas
ciudadana de países miembros del MERCOSUR, promoviendo la
integración regional. stablece estándares mínimos de protección para
trabajadores migrantes y sus familias, abarcando todo el proceso migratorio
independientemente del estatus legal.
5. Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969). Aunque no es
específica para migrantes, establece derechos fundamentales aplicables a
todas las personas, incluyendo el derecho a la libertad de movimiento.
Estos instrumentos, en conjunto, conforman un marco legal internacional que busca
garantizar los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas en diferentes
contextos y etapas del proceso migratorio.
Obligaciones del Estado

Las responsabilidades de los Estados en materia migratoria abarcan respetar y garantizar
los derechos humanos de todas las personas migrantes, independientemente de
su condición migratoria, y no discriminar por motivos de nacionalidad o situación
migratoria. Deben garantizar el acceso a la justicia y el debido proceso en procedimientos
migratorios, así como proteger a las personas migrantes contra la violencia, explotación y
trata.
Los Estados tienen la obligación de garantizar el derecho a solicitar y recibir asilo,
respetar el principio de no devolución y proteger la unidad familiar y los derechos de
niños, niñas y adolescentes migrantes. Asimismo, deben facilitar el acceso a derechos
sociales como salud y educación, combatir la xenofobia y promover la integración de las
personas migrantes.
Interseccionalidad y protección diferenciada

La interseccionalidad juega un papel crucial en la defensa de los derechos de las personas
migrantes. Este enfoque permite identificar las formas de protección diferenciadas
e individualizadas necesarias en todas las etapas del desplazamiento. Asimismo,
evidencia los diversos motivos de discriminación basados en una o más características
de la persona migrante, facilitando la incorporación de estándares internacionales de
derechos humanos en las políticas migratorias, así como la identificación de derechos
vulnerados y las correspondientes medidas de reparación.

Aspectos por considerar en casos de personas migrantes
1. Factores de discriminación y riesgo. Las personas migrantes enfrentan
múltiples factores de discriminación y riesgo durante su desplazamiento, lo que
las coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.
2. Medidas y atención especiales. La población migrante incluye personas en
situación irregular, refugiadas, desplazadas, apátridas o en riesgo de apatridia,
lo cual requiere medidas y atenciones diferenciadas.
3. Diversidad. Las personas migrantes son diversas, incluyendo infancias
y adolescencias, personas indígenas, LGBTI+, mujeres, y personas con
discapacidad, entre otras. Es fundamental implementar perspectivas que
atiendan sus necesidades específicas, como la perspectiva de género,
interculturalidad y discapacidad.
Estereotipos y discriminación
Los estereotipos se manifiestan en normas o prácticas cotidianas aparentemente
neutras, pero con un impacto desproporcionado en las personas migrantes. Algunos
ejemplos son:
1. raciales, por prácticas basadas en el aspecto físico, color de piel o rasgos
faciales;
2. en razón de la nacionalidad y género, como la discriminación hacia mujeres
embarazadas migrantes en el contexto de salud sexual y reproductiva;
3. por la situación migratoria con el uso de términos como "ilegal" que refuerzan la
criminalización;
4. basados en la religión, como los estereotipos negativos contra personas de
ciertos grupos religiosos,
5. y por estigmatización social a través de acusaciones infundadas sobre
incremento en criminalidad o mendicidad.
Es crucial que los Estados adopten un enfoque de derechos humanos en sus políticas y
prácticas migratorias, cumpliendo con sus obligaciones internacionales y garantizando la
dignidad y los derechos fundamentales de todas las personas en contexto de movilidad.
La implementación de una perspectiva interseccional y la eliminación de estereotipos son
pasos fundamentales hacia una protección efectiva y equitativa de los derechos de las
personas migrantes.
A continuación, se desarrollan los derechos y principios más relevantes basados en
información de casos que la SCJN resolvió.

Derechos y principios Ejemplos de precedentes
Principio de No Devolución La tortura también es abordada por la SCJN como
una violación grave a los derechos humanos,
El principio de no devolución es uno de los pilares especialmente en el contexto de procesos penales
fundamentales de la protección de los derechos donde se afectan la dignidad y la integridad de las
de los migrantes. Este principio, reconocido tanto personas. En estos casos, la SCJN ha sostenido que
en la legislación nacional como en la internacional, cualquier prueba obtenida mediante tortura debe ser
impide que una persona sea devuelta a un país excluida del proceso judicial. El Amparo en Revisión
donde su vida, integridad o libertad estén en 631/2013 es un ejemplo clave, donde la Corte
peligro. La SCJN ha reiterado la importancia de dictaminó que las pruebas obtenidas bajo tortura
este principio en varias ocasiones, estableciendo deben ser excluidas para proteger el debido proceso
que las autoridades migratorias deben realizar un y garantizar un juicio justo.
análisis exhaustivo antes de ejecutar cualquier
acto de expulsión.
Igualdad y No Discriminación En el Amparo en Revisión 346/2019, se impugnó el
artículo 59 de la Ley de Migración por presuntamente
El derecho a la igualdad y a la no discriminación es vulnerar el principio de igualdad, al otorgar la Clave
central en la protección de las personas migrantes. Única de Registro de Población (CURP) solo a
La SCJN ha sostenido que cualquier distinción residentes permanentes y temporales. La SCJN
basada en el origen nacional o el estatus migratorio resolvió que la diferencia de trato estaba justificada
debe ser evaluada bajo un escrutinio estricto. debido a la naturaleza provisional de ciertas
condiciones migratorias. La Corte consideró que
la distinción está basada en categorías objetivas y
razonables, dado que la duración incierta de algunas
estancias no permite compararlas con las residencias
permanentes o temporales, y esto es importante para
la adecuada organización del Registro Nacional de
Población.
Protección de niñas, niños y adolescentes En el Amparo en Revisión 385/2020, la Corte
migrantes reconoció que la legislación mexicana incluye
mecanismos para proteger la unidad familiar de los
Los niños, niñas y adolescentes migrantes, refugiados, permitiendo la reunificación tanto con
especialmente aquellos no acompañados, familiares en territorio nacional como con aquellos en
requieren protección especial. La SCJN ha emitido el extranjero.
criterios importantes sobre la reunificación familiar
y el interés superior del menor.
Derechos de las personas trabajadoras En cuanto a los derechos laborales de las personas
migrantes migrantes, la SCJN ha sido clara al señalar que
las y los trabajadores migrantes tienen derecho
a condiciones laborales justas, en igualdad de
condiciones con las y los trabajadores nacionales.
Además, el derecho a la seguridad social debe
garantizarse a todas las personas, sin importar su
situación migratoria.

Protección contra la trata de personas La SCJN ha establecido en el Amparo en Revisión
661/2014 que las víctimas de trata, incluyendo
La trata de personas es una considerada una las personas migrantes, tienen derecho a recibir
violación grave de derechos humanos, y las asistencia y protección sin importar su estatus
personas migrantes son particularmente migratorio.
vulnerables, debido a su frecuente situación de
migración irregular, pobreza, y desesperación, lo
que las expone a abusos y explotación por parte
de redes criminales.
Derecho a la unidad familiar La SCJN, en varios casos, ha reiterado la importancia
de este derecho, especialmente para las personas
Este es un principio fundamental reconocido en la migrantes y refugiadas. En el Amparo en Revisión
legislación mexicana y los tratados internacionales. 385/2020, la Corte confirmó que las autoridades
Se basa en la idea de que la familia es la unidad mexicanas deben garantizar la reunificación familiar
natural y esencial de la sociedad, y por lo tanto, de las personas refugiadas y sus familiares, incluso si
debe ser protegida y asistida por el Estado. estos últimos se encuentran en el extranjero.
Referencias:
• Organización Internacional para las Migraciones (OIM). (2017). Derechos humanos de las personas migrantes: Manual Regional.
Oficina Regional de la OIM para América del Sur.
• Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). (s.f.). Protocolo para juzgar casos que involucren a personas migrantes y sujetas
de protección internacional. México: SCJN.
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2023). Folleto informativo sobre los derechos de las personas migrantes. Ciudad de
México, México: Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La defensa de los derechos humanos que involucran a pueblos y
comunidades indígenas
La defensa de los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas debe

construirse sobre un marco que reconozca la pluralidad jurídica y cultural que caracteriza
a estos grupos en México. Para ello, la SCJN ha adoptado un enfoque intercultural en
sus resoluciones, aplicando criterios que respetan y valoran las costumbres, sistemas
normativos y formas de vida de los pueblos indígenas. Este enfoque no solo se sostiene
en los principios constitucionales, sino que también toma en cuenta el compromiso
internacional de México bajo instrumentos como el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (Corte IDH).
Autoadscripción y derechos identitarios

Uno de los principios fundamentales que rigen la relación entre el Estado y los pueblos
indígenas es la autoadscripción, reconocida como el derecho de toda persona indígena a
ser identificada como tal a través de su propio reconocimiento. La SCJN ha señalado que
este principio no está sujeto a prueba o a formalidades específicas, y puede ejercerse en
cualquier momento del proceso judicial. Este reconocimiento garantiza que los derechos
de los pueblos indígenas no se limiten por cuestiones técnicas o por los tiempos
procesales.
En el Amparo Directo en Revisión 4935/2017, la SCJN estableció que una persona que
se autoidentifique como indígena tiene derecho a que sus características culturales sean
consideradas en el proceso judicial. En este caso, la Corte concluyó que, aun cuando
la autoadscripción se realizó en una etapa avanzada del proceso, se debía garantizar el
derecho de la persona a contar con un intérprete o defensor que comprendiera su lengua
y cultura. Esta interpretación refuerza el principio de que la autoadscripción es un criterio
personal y libre, que no debe estar condicionado por la prueba o por etapas procesales
restrictivas.
Libre determinación, autonomía y autogobierno

La libre determinación es uno de los derechos colectivos más importantes de los
pueblos indígenas, y está reconocido tanto a nivel constitucional como internacional.
Este derecho permite a las comunidades indígenas decidir sus formas internas de
organización social, política y económica, así como la administración de sus territorios y
recursos naturales. El derecho a la libre determinación también incluye la posibilidad de
establecer sus propios mecanismos de solución de conflictos.
La SCJN ha establecido que este derecho es central para el ejercicio de la autonomía de
los pueblos indígenas, como se confirmó en la controversia constitucional 70/2009, en la

que la Corte reconoció la capacidad de la comunidad indígena purépecha de Cherán para
elegir a sus autoridades locales mediante su propio sistema normativo, sin interferencia
del sistema electoral ordinario. Esta sentencia fortalece el principio de autogobierno y el
derecho de los pueblos indígenas a aplicar sus normas y procedimientos internos en sus
territorios.
Acceso a la justicia y sistemas normativos indígenas

El derecho al acceso a la justicia es otro eje central en la defensa de los derechos de los
pueblos y comunidades indígenas. No se limita únicamente al acceso a los tribunales
del Estado, sino que reconoce los sistemas normativos en la resolución de conflictos
internos de las comunidades y pueblos indígenas. En este sentido, la SCJN ha adoptado
el criterio de que los sistemas normativos indígenas forman parte del derecho mexicano,
siempre que no contravengan los principios fundamentales de la Constitución.
En el Amparo Directo 47/2011, la SCJN señaló que, en los casos en que se apliquen
estos sistemas normativos, las autoridades judiciales deben respetar y articular
las particularidades culturales y jurídicas de los pueblos indígenas. Este criterio es
fundamental para garantizar que los conflictos internos sean resueltos conforme a las
costumbres y prácticas de las comunidades indígenas.
El respeto por los sistemas normativos propios de las comunidades no solo fortalece su
autonomía, sino que es un componente esencial del derecho a la libre determinación y
autogobierno, reconocidos tanto en el Convenio 169 de la OIT como en la Declaración de
las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI).
Interpretación en lenguas indígenas en el proceso judicial

El artículo 2 Constitucional reconoce los derechos a la interpretación y a la defensa para
garantizar a los pueblos indígenas el acceso pleno a instancias de defensa jurídica, de
acuerdo con su especificidad cultural. En los juicios o procedimientos en los que sean
parte las personas, pueblos o comunidades indígenas, deberán ser asistidas en todo
momento por personas intérpretes y defensoras que tengan conocimiento de su lengua
y cultura, independientemente de que hayan manifestado hablar español.
La interpretación en los procesos judiciales tiene una doble función:
• permite la protección de la identidad y características socioculturales cuando
acuden ante los órganos de impartición de justicia;
• y asegura que las personas puedan comprender y hacerse comprender en los
procedimientos legales.
En el Amparo Directo en Revisión 4043/2013, la Corte resolvió que el derecho de las

personas indígenas a contar con una persona traductora o intérprete no puede estar
condicionado o limitado de manera temporal ni a un determinado nivel de conocimiento
del castellano. Las autoridades de procuración y administración de justicia tienen la
obligación de proveer lo necesario para que las personas indígenas sean asistidas
gratuitamente en todo momento.
Este criterio refuerza lo establecido en el Amparo Directo en Revisión 4935/2017,
mencionado anteriormente, donde la SCJN enfatizó la importancia de garantizar el
derecho a un intérprete o defensor que comprenda la lengua y cultura de la persona
indígena, independientemente de la etapa procesal.
Principios de igualdad y no discriminación

La igualdad y no discriminación constituyen principios rectores en la defensa de los
derechos de los pueblos indígenas. La SCJN ha enfatizado que estos principios deben
interpretarse con un enfoque diferenciado que tome en cuenta las desigualdades
estructurales que históricamente han afectado a estas comunidades. Este enfoque
persigue una igualdad material o sustantiva, que reconozca las desventajas históricas y
sociales que enfrentan.
En la sentencia del Amparo Directo en Revisión 1464/2013, la SCJN concluyó que la
discriminación estructural en contra de los pueblos indígenas constituye una violación al
principio de igualdad sustantiva cuando las autoridades no adoptan medidas positivas
para revertir esta situación. Este fallo subraya la responsabilidad del Estado de eliminar
los obstáculos que impiden a los pueblos indígenas ejercer plenamente sus derechos.
Asimismo, la interseccionalidad es un concepto clave en la perspectiva intercultural. Este
principio implica reconocer las múltiples capas de discriminación que pueden afectar a
los miembros de las comunidades indígenas, en particular a mujeres, niñas, personas con
discapacidades o aquellos en situaciones de pobreza extrema. La SCJN ha señalado que
el enfoque interseccional es indispensable para asegurar que el acceso a la justicia no
perpetúe o agrave las condiciones de marginación y vulnerabilidad de estas personas.
Propiedad colectiva de tierras y territorios ancestrales

El derecho a la propiedad colectiva de tierras y territorios ancestrales es uno de los
aspectos más protegidos por el derecho internacional y por la jurisprudencia de la SCJN.
Los pueblos indígenas tienen una relación especial con sus territorios, que va más allá de
la propiedad privada y se conecta con su identidad cultural, espiritual y colectiva.
En la jurisprudencia internacional, el caso de la Comunidad Indígena Yakye Axa vs.
Paraguay de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) es emblemático.

La Corte Inteamericana subrayó que el derecho de los pueblos indígenas a sus territorios
ancestrales no solo es una cuestión de posesión material, sino que está intrínsecamente
ligado a su supervivencia cultural. En México, la SCJN ha reiterado este criterio en varios
casos, reconociendo que el acceso a la tierra y a los recursos naturales es parte esencial
del derecho de libre determinación y autonomía de los pueblos indígenas como son el
Amparo Directo 11/2015 que trató sobre la disputa por la posesión de tierras entre una
sociedad mercantil y una comunidad indígena.
Aquí podrás consular la ficha técnica del caso; Caso de la Comunidad Indígena Yakye Axa
vs. Paraguay.
Referencias
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2022). Protocolo para juzgar con perspectiva intercultural: Personas, pueblos y
comunidades indígenas.

La defensa de los derechos humanos con perspectiva de género y OSIEGCS
La defensa de los derechos humanos con perspectiva de género y OSIEGCS (Orientación

Sexual, Identidad y Expresión de Género y Características Sexuales) requiere un
enfoque integral que reconozca y confronte las jerarquías y desigualdades estructurales
perpetuadas por las normas de género y el sistema binario. Tanto la SCJN como la
CorteIDH han establecido criterios fundamentales que permiten juzgar con perspectiva
de género y OSIEGCS, promoviendo la igualdad sustantiva y la eliminación de todo tipo
de discriminación.
Para fortalecer la comprensión y enfoque en la defensa de los derechos humanos, es
crucial definir algunos términos fundamentales relacionados con la perspectiva de
género y los derechos de las personas OSIEGCS. Estas definiciones nos permitirán
trabajar de manera más efectiva y solidaria, garantizando un entendimiento común que
respete y promueva la diversidad.
A continuación, procederemos a establecer estos conceptos clave.

El concepto de orientación sexual se refiere a la capacidad de cada persona
de sentir una atracción emocional, afectiva y/o sexual por otra u otras personas
de su mismo género, de un género distinto al suyo o de más de un género.
Esta atracción puede establecerse en diferentes tipos de relaciones íntimas
y/o sexuales y abarca un amplio espectro de identidades como heterosexual,
lesbiana, gay, bisexual, asexual, entre otras. Cabe destacar que la orientación
sexual no es necesariamente inmutable a lo largo de la vida, una persona puede
experimentar cambios en su orientación sexual en diferentes etapas de su vida.
Por otro lado, la identidad de género se define como la vivencia interna e
individual del género tal como cada persona la siente profundamente, y que
puede o no coincidir con el sexo asignado al nacer. Incluye tanto la vivencia
personal del cuerpo como otras expresiones de género. Este concepto es
fundamental para reconocer la autodeterminación de las personas en cuanto a
su identidad, alejándose de los roles tradicionales impuestos por la sociedad.
La expresión de género se refiere a la forma en que una persona presenta
su género a través de la apariencia física, como la vestimenta, peinados,
uso de cosméticos, lenguaje corporal, nombres y pronombres que utiliza.
Esta expresión puede o no coincidir con su identidad de género, y no está
necesariamente relacionada con la orientación sexual. Una persona, por
ejemplo, puede identificarse como hombre, pero usar maquillaje y vestimenta
tradicionalmente asociada a las mujeres, sin que esto implique su orientación
sexual.

Dentro de este contexto, se entiende que las personas trans se identifican
con un género diferente al asignado al nacer. El término "trans" es una noción
paraguas que comprende diversas variantes de identidad y expresión de género,
reflejando la multiplicidad de experiencias trans.
Finalmente, el término características sexuales abarca un conjunto de
propiedades fisiológicas que incluyen elementos cromosómicos, gonadales,
hormonales y genitales. Estas características no siempre se alinean con el
binario masculino/femenino tradicional. En este contexto, el término también
se refiere a la diversidad corporal, como en el caso de las personas intersex,
que presentan variaciones en sus características sexuales que no encajan en las
categorías binarias tradicionales de lo que se considera masculino o femenino.
A continuación, se desarrolla un esquema con los tres criterios principales.
Perspectiva de Género y El enfoque con perspectiva de género y OSIEGCS se centra en

OSIEGCS en el Derecho comprender que el género no solo abarca la opresión de las mujeres
Internacional y Nacional cisgénero, sino que también incluye a todos aquellos individuos cuyas
identidades de género y sexuales no se ajustan a las normas tradicionales.
La SCJN ha sido pionera en desarrollar esta metodología para casos de
derechos humanos, incluyendo a las personas OSIEGCS, basándose en
el principio pro persona, que establece la aplicación de la norma más
favorable a la persona. Por su parte, la Corte IDH ha definido la identidad
de género como la vivencia interna e individual del género, que puede
o no coincidir con el sexo asignado al nacer. Este enfoque es clave
para proteger a las personas de cualquier discriminación basada en su
identidad o expresión de género, reforzando que todas las personas,
independientemente de su orientación sexual o identidad de género,
deben ser tratadas con dignidad y respeto, conforme al artículo 1.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
Presupuestos En materia procesal, la SCJN ha establecido que las personas juzgadoras

Procesales para Juzgar deben observar ciertos presupuestos procesales esenciales en los casos
con Perspectiva que involucren OSIEGCS. En primer lugar, la competencia para conocer
OSIEGCS de estos casos es clave. Los jueces deben estar capacitados para
abordar situaciones relacionadas con el cambio de identidad de género
en los registros civiles, garantizando la protección de los derechos de
las personas OSIEGCS sin discriminación. La competencia asegura que
los tribunales cuenten con el conocimiento especializado para resolver
adecuadamente estos asuntos y cumplir con la garantía de acceso a la
justicia pronta y completa, evitando afectaciones por una incorrecta
atribución del caso Los jueces deben estar capacitados para abordar
situaciones relacionadas con el cambio de identidad de género en los
registros civiles, garantizando la protección de los derechos de las
personas OSIEGCS sin discriminación.
Además, la representación legal adecuada de infancias y adolescencias

en casos relacionados con la identidad de género es crítica, ya que es
fundamental proteger su derecho al libre desarrollo de la personalidad
y evitar la imposición de normas binarias que refuercen estereotipos
tradicionales.

Obligaciones para Las personas juzgadoras tienen varias obligaciones iniciales cuando
Juzgar con Perspectiva se trata de casos que involucren a personas OSIEGCS. Una de las más
OSIEGCS importantes es respetar la identidad autodeterminada de las personas
involucradas en el proceso judicial. Esto implica, entre otras cosas, el uso
correcto del nombre y pronombres preferidos de las personas, asegurando
un trato digno y respetuoso en todo el proceso.
Asimismo, los jueces tienen la obligación de analizar el contexto en el que

se desarrollan los casos para identificar posibles relaciones de poder,
desigualdad o violencia, que puedan implicar un desequilibrio entre
las partes. En este sentido, el análisis del contexto permite visibilizar
situaciones de discriminación y aplicar la justicia de manera más equitativa.
Un elemento fundamental es la obligación de recabar pruebas de oficio,

especialmente en aquellos casos donde las personas OSIEGCS se
encuentran en situaciones de vulnerabilidad y no cuentan con los medios
para probar la violencia o discriminación que han sufrido. Además, se
debe aplicar la inversión de la carga de la prueba en casos de relaciones
asimétricas de poder, lo cual es esencial para garantizar la justicia en
situaciones de violencia por prejuicio.
Criterios de la SCJN y jurisprudencia relevante

La SCJN ha emitido diversos precedentes y sentencias que han sido clave para
la protección de los derechos de las personas con OSIEGCS. Entre los casos más
importantes se encuentran:
1. Amparo en Revisión 2655/2013. La SCJN subrayó la importancia de juzgar
con perspectiva de género y OSIEGCS, reconociendo las situaciones de
desventaja y violencia estructural que enfrentan las personas LGBTI+. En este
caso, se enfatizó la obligación de visibilizar las situaciones de discriminación y
garantizar la igualdad sustantiva de las partes.
2. Amparo Directo en Revisión 3788/2017. Este caso estableció la obligación
de aplicar un enfoque de debida diligencia reforzada en casos de violencia por
razones de OSIEGCS, asegurando una investigación adecuada de crímenes de
odio y violencia por prejuicio.
3. Amparo en Revisión 800/2017. La SCJN validó la protección de los derechos
de niñas, niños y adolescentes LGBTI+, estableciendo que debe evitarse
cualquier forma de discriminación basada en la orientación sexual o identidad
de género en el ámbito educativo.
4. Amparo Directo en Revisión 4398/2013. En este caso, la SCJN determinó
que las autoridades judiciales deben intervenir de oficio en la obtención de
pruebas cuando las partes no puedan acreditar la violencia o discriminación
sufrida.

Obligación de evitar estereotipos en la valoración de pruebas
Un aspecto central en el desarrollo de la perspectiva de género y OSIEGCS es la
eliminación de estereotipos en la valoración de pruebas. Las personas juzgadoras
deben garantizar que sus decisiones no perpetúen creencias preconcebidas sobre la
orientación sexual o identidad de género de las personas. La Corte ha dejado claro que
el debido proceso implica una aproximación objetiva y neutral a los hechos y pruebas,
evitando así la perpetuación de prejuicios.
Referencias
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2022). Protocolo para juzgar con perspectiva de orientación sexual, identidad y expresión
de género, y características sexuales.

La defensa de los derechos humanos de las infancias y adolescencias
El reconocimiento y la defensa de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes
(NNA) ha cobrado gran relevancia en los últimos años. Estos grupos, por la situación
de vulnerabilidad que experimentan, requieren de un tratamiento diferenciado y
especializado, tanto en el ámbito normativo como judicial, para garantizar el respeto a
sus derechos sustantivos y procesales. La SCJN y la Corte IDH han sido actores clave
en la construcción de una doctrina robusta que prioriza el interés superior de NNA, la
protección contra la violencia, la reparación integral del daño y la adaptación del sistema
de justicia a sus necesidades.
Criterio/Principio Descripción Sentencias de la Corte

Justicia adaptada Partiendo del reconocimiento de que los La Corte IDH, en el Caso V.R.P. y V.P.C.
a las infancias y procedimientos de justicia son inaccesibles para NNA, vs. Nicaragua (Sentencia Serie C No.
adolescencias por su enfoque adultocéntrico; desde el principio 350), estableció que los Estados deben
de igualdad se justifica que la justicia debe ajustarse asegurar que el sistema de justicia sea
a las necesidades y particularidades de los NNA. accesible y adecuado a las necesidades
Este criterio implica adecuaciones tanto materiales de los NNA, tomando en cuenta su
como procesales, como habilitación de espacios que edad, grado de madurez y nivel de
no atemorizan a menores, uso de mecanismos de comprensión.
videograbación para evitar la repetición innecesaria
de pruebas y medidas procesales especiales que les Este enfoque también ha sido
permitan participar en condiciones adecuadas. respaldado por la SCJN, que en el
Amparo Directo en Revisión 474/2014
destacó que los procesos judiciales que
involucren a NNA deben ajustarse para
evitar su revictimización y garantizar un
trato diferenciado y especializado.
Interés superior NNA Este principio es central en la defensa de los derechos En el Amparo Directo en Revisión
de los NNA y se refiere a garantizar los derechos y 2293/2013, la SCJN reafirmó que
bienestar de las infancias de manera integral. el interés superior de la niñez debe
prevalecer en casos de guarda y
La SCJN, en el Amparo Directo en Revisión 2479/2012 custodia, subrayando que las decisiones
estableció que este principio tiene un carácter triple: judiciales deben tener en cuenta el
bienestar emocional y psicológico de
1. Derecho sustantivo: Reconoce el interés infancias y adolescentes, garantizando
superior de la niñez como un derecho que debe siempre que estas decisiones no les
ser garantizado por el Estado y la sociedad, perjudiquen. Este principio implica
asegurando su bienestar y protección en todas escuchar a los NNA y permitirles
las circunstancias. participar en los procesos judiciales que
les afectan, según su nivel de madurez y
2. Principio interpretativo: Actúa como una guía para
comprensión.
interpretar y aplicar las leyes en favor de los NNA,
priorizando siempre su protección y bienestar.
3. Norma de procedimiento: Establece

directrices para adaptar los procesos legales
a las necesidades de los NNA, asegurando
su participación efectiva y evitando su
revictimización.
Así, este principio obliga a que en todas las decisiones

y procedimientos se analicen las circunstancias
particulares para buscar garantizar los derechos del
NNA de manera integral en la mayor medida de lo
posible.

Participación La participación de los NNA en los procesos judiciales En el Amparo en Revisión 581/2012, la
y autonomía que los afectan es un derecho reconocido tanto por la SCJN destacó que los adolescentes
progresiva Convención sobre los Derechos del Niño como por la tienen derecho a participar en los
SCJN. procesos judiciales, y que su opinión
debe ser tomada en cuenta de
La autonomía progresiva indica que los NNA reconoce manera vinculante, especialmente en
que éstos tienen autonomía que se va desarrollando decisiones que afectan directamente su
paulatinamente; por lo que requieren de la facilitación bienestar, como la guarda y custodia o
adulta para el ejercicio de sus derechos. A mayores la adopción. El derecho a la información
grados de autonomía, menor será la intervención también es fundamental para garantizar
adulta. la participación efectiva de los NNA.
En la misma sentencia, la Corte
subrayó que los NNA deben recibir
información clara y comprensible sobre
los procedimientos judiciales, para que
puedan tomar decisiones informadas y
participar de manera efectiva.
Igualdad y no Este es otro pilar fundamental en la defensa de los La SCJN, en el Amparo Directo en
discriminación derechos de NNA. Los tribunales deben garantizar Revisión 2479/2012, señaló que los NNA
que los NNA reciban un trato diferenciado que les requieren una protección reforzada
permita acceder a la justicia en condiciones de debido a su especial vulnerabilidad.
igualdad.
En el Amparo Directo en Revisión
Este principio también incluye la necesidad de 2293/2013, la SCJN resolvió que la
adoptar un enfoque interseccional, considerando interseccionalidad es una herramienta
no solo la edad o el género de los NNA, sino también clave para analizar casos de
otros factores de vulnerabilidad, como su pertenencia discriminación múltiple que afecten a
a comunidades indígenas o su condición de los NNA.
discapacidad
Medidas de protección para NNA

Las medidas de protección son esenciales para garantizar los derechos de NNA,
especialmente en situaciones de riesgo o vulnerabilidad. En el Amparo Directo en
Revisión 2479/2012, la SCJN subrayó la importancia de implementar medidas cautelares
para proteger a las infancias en casos de violencia familiar o abuso. Estas medidas
pueden incluir la custodia provisional, la orden de alejamiento o cualquier otra medida
necesaria para garantizar su seguridad física y emocional.
En casos de restitución internacional de menores, la SCJN, en el Amparo Directo en
Revisión 474/2014, determinó que el interés superior de la niñez debe prevalecer sobre
cualquier consideración formal del proceso, asegurando que la restitución no exponga al
menor a situaciones de peligro o vulneración de derechos.
La Corte también ha insistido en la necesidad de garantizar la implementación de las
medidas de apremio necesarias para asegurar el cumplimiento efectivo de las decisiones
judiciales. En el Amparo Directo en Revisión 581/2012, la SCJN ordenó que las medidas
de protección adoptadas en un caso de violencia familiar fueran implementadas de
inmediato, asegurando la protección continua de los NNA durante todo el proceso.

Valoración de pruebas y diligencias en procesos que involucren a NNA
La valoración de las pruebas y la realización de diligencias en los casos que involucren a
NNA deben hacerse con especial cuidado. La SCJN, en el Amparo Directo en Revisión
474/2014, estableció que las diligencias, como la toma de testimonio, deben realizarse
en un entorno adecuado y seguro, con el fin de evitar que los NNA sufran estrés o temor.
Esto incluye la posibilidad de utilizar videograbaciones o entrevistas realizadas por
personal especializado, evitando así que los NNA tengan que repetir su testimonio en
múltiples ocasiones.
La valoración probatoria debe considerar el contexto particular de los NNA, así como sus
condiciones de vida y relaciones familiares. En el Amparo Directo en Revisión 581/2012,
la SCJN resolvió que los jueces deben tener en cuenta la opinión de los NNA en casos de
guarda y custodia, y que esta opinión debe ser valorada de manera significativa. Además,
la Corte estableció que, en casos de posible manipulación o presión sobre el NNA, los
jueces deben actuar con cautela y valorar la situación de manera integral.
Reparación integral del daño

Cuando los NNA han sido víctimas de violaciones a sus derechos, la reparación integral
del daño debe ser una prioridad. En el Amparo en Revisión 581/2012, la SCJN destacó
que la reparación debe incluir no solo la compensación económica, sino también el
acceso a servicios de apoyo psicológico y social, garantizando una rehabilitación integral
del NNA. La Corte subrayó que la reparación debe incluir medidas que aseguren que los
NNA reciban atención continua hasta que se haya superado el impacto del daño sufrido.
Referencias
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2021). Protocolo para juzgar con perspectiva de infancia y adolescencia (1ª ed.). Dirección
General de Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2023). Folleto para juzgar con perspectiva de infancia y adolescencia. Unidad General de
Conocimiento Científico y Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La defensa de los derechos humanos en casos de racismo
La defensa de los derechos humanos en casos de racismo es un tema fundamental en

la lucha por la igualdad y la justicia. El racismo es un sistema de creencias, actitudes
y prácticas que se manifiesta en comportamientos individuales y estructuras
institucionales, basados en la idea errónea de que existen grupos humanos
inherentemente superiores o inferiores según características físicas como el color
de piel, los rasgos faciales o el tipo de cabello, así como por prácticas culturales
específicas. Este fenómeno no se limita a prejuicios personales, sino que también
se refleja en la discriminación estructural y sistemática que perpetúa la exclusión y la
marginación de ciertos grupos.
A nivel nacional e internacional, tanto los instrumentos legales como los criterios
jurisprudenciales juegan un papel clave para asegurar que las personas afectadas por la
discriminación racial, especialmente las comunidades afrodescendientes e indígenas,
reciban una protección efectiva. A pesar de que la Constitución mexicana reconoce la
naturaleza pluricultural del país, estas comunidades continúan enfrentando altos niveles
de exclusión y discriminación. Esto se traduce en la negación del acceso a derechos
fundamentales y oportunidades equitativas, limitando su acceso a servicios básicos
como la educación, la salud, la vivienda y la participación política.
Racismo estructural y su impacto en los derechos humanos

El racismo estructural es una de las manifestaciones más graves de la discriminación
racial, ya que está arraigado en las instituciones sociales, económicas y políticas. Este
tipo de racismo afecta desproporcionadamente a las comunidades afrodescendientes
e indígenas, impidiéndoles acceder a derechos fundamentales como la educación, la
salud, la vivienda y la participación política.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
en América Latina y el Caribe, las personas afrodescendientes constituyen
aproximadamente el 30% de la población y, sin embargo, enfrentan niveles
desproporcionados de pobreza y exclusión. En México, las comunidades
afrodescendientes, localizadas principalmente en estados como Guerrero, Oaxaca y
Veracruz, han sido históricamente marginadas.
El racismo estructural no solo limita el acceso a recursos y derechos, sino que también
perpetúa una narrativa que desvaloriza la identidad cultural y las contribuciones de estos
grupos a la sociedad. Este tipo de racismo afecta a los derechos humanos, creando una
profunda brecha entre las personas racializadas y el resto de la sociedad.

Discriminación racial en la impartición de justicia
Uno de los mayores desafíos en la lucha contra el racismo es su manifestación en los
sistemas de justicia. La discriminación racial en la impartición de justicia perpetúa la
exclusión y la marginación de las personas afrodescendientes e indígenas, generando
procesos judiciales desiguales que muchas veces no consideran las particularidades
culturales de estos grupos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha desarrollado importantes criterios
para abordar esta problemática. En el Amparo en Revisión 275/2019, la SCJN determinó
que las normas que otorgaban discrecionalidad a las autoridades migratorias para
detener a personas basándose en perfiles raciales eran inconstitucionales, ya que
violaban el derecho a la igualdad y no discriminación. Esta sentencia fue clave para
reconocer que las prácticas racistas en las instituciones estatales deben ser erradicadas
para garantizar el acceso igualitario a la justicia.
Además, en el Amparo Directo en Revisión 1624/2008, la SCJN introdujo el concepto
de autoadscripción como criterio fundamental para identificar a las personas indígenas
y afrodescendientes. Este concepto establece que la identidad cultural de una persona
debe reconocerse según su propia percepción y conciencia, sin necesidad de pruebas
externas discriminatorias. Este criterio ha sido crucial para evitar que el sistema de
justicia exija pruebas adicionales a las personas afrodescendientes para demostrar su
identidad, protegiendo así su derecho a la identidad cultural.
Perspectiva intercultural en la justicia

La SCJN también ha promovido la adopción de una perspectiva intercultural en la
impartición de justicia. Este enfoque es esencial para asegurar que los procesos
judiciales tomen en cuenta las particularidades culturales, sociales y lingüísticas de las
personas afrodescendientes e indígenas.
Es importante garantizar la igualdad sustantiva, lo que implica no solo asegurar que las
leyes sean aplicadas de manera igualitaria, sino también remover las barreras históricas
y estructurales que impiden a las personas afrodescendientes e indígenas gozar
plenamente de sus derechos. Esto incluye medidas como la provisión de intérpretes
adecuados y la consideración de contextos históricos de exclusión en las decisiones
judiciales.
Jurisprudencia internacional
La jurisprudencia internacional ha sido una guía importante en el desarrollo de criterios
nacionales sobre discriminación racial. La Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Corte IDH) ha dictado sentencias clave en este ámbito, que han influido en los fallos
de la SCJN. Uno de los casos más relevantes es el Caso de Personas Dominicanas
y Haitianas Expulsadas vs. República Dominicana, en el cual la Corte IDH determinó
que la denegación de documentos a personas de origen haitiano debido a su color de
piel o rasgos físicos constituía una violación de sus derechos humanos. Este tipo de
jurisprudencia ha sentado precedentes importantes para abordar la discriminación racial
en México.
Además, la SCJN ha adoptado los estándares internacionales establecidos por
la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial (CERD). Este instrumento establece la obligación de los Estados
de tomar medidas efectivas para eliminar la discriminación racial y garantizar la igualdad
real en el acceso a los derechos humanos. La Convención CERD no solo condena la
discriminación racial, sino que también establece que los Estados deben promover
políticas públicas y programas de acción afirmativa para superar las desigualdades
estructurales y garantizar la participación plena de las minorías étnicas y raciales en la
vida política, económica, social y cultural del país.
En este contexto, la Declaración y el Programa de Acción de Durban, adoptados
durante la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia
y las Formas Conexas de Intolerancia en 2001, son documentos fundamentales que
complementan la Convención CERD al proporcionar un marco detallado para combatir
el racismo y la discriminación racial en todas sus formas. La Declaración de Durban
enfatiza la necesidad de reconocer las contribuciones históricas y contemporáneas de
las personas afrodescendientes, así como de adoptar medidas específicas para erradicar
las prácticas discriminatorias que afectan a estas comunidades. Este instrumento
también insta a los Estados a implementar políticas que promuevan el desarrollo y
el acceso equitativo a oportunidades educativas y laborales para las poblaciones
afrodescendientes y otras minorías étnicas.
La SCJN, al incorporar estos estándares internacionales, no solo ha reconocido
el derecho a la igualdad y no discriminación de las personas afrodescendientes y
afromexicanas, sino que también ha interpretado y aplicado estas normativas en el
contexto nacional, asegurando que los derechos de estas comunidades se protejan de
manera efectiva en el sistema de justicia. En este sentido, la adopción de una perspectiva
intercultural en la impartición de justicia, como se menciona en el Protocolo para Juzgar
con Perspectiva Intercultural, es un paso crucial para garantizar que los tribunales tomen
en cuenta las especificidades culturales y las experiencias de discriminación de las
personas afrodescendientes y afromexicanas en México.
Puedes ahondar más en el tema con las siguientes lecturas:
1. Guía práctica para elaborar informes sobre Perfilamiento racial
2. La Declaración y el Programa de Acción de Durban
Referencias
• Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación & Instituto Nacional de Antropología e Historia. (2012). Racismo, derechos
humanos y combate a la discriminación. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
• Amnistía Internacional. (2001). Racismo en la impartición de justicia. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM.
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. Protocolo para Juzgar con Perspectiva Intercultural: Personas, Pueblos y Comunidades
Afrodescendientes y Afromexicanas.

Derechos de las personas con discapacidad
El marco de derechos humanos ha transformado profundamente el enfoque hacia las

personas con discapacidad, estableciendo nuevas obligaciones y responsabilidades para
el Estado y los operadores de justicia. Este cambio ha sido impulsado por la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), ratificada por México
en 2008, que establece principios fundamentales de igualdad, no discriminación,
accesibilidad y autonomía para este grupo social.
El enfoque de derechos humanos: del modelo médico al modelo social

Tradicionalmente, la discapacidad se entendía desde un enfoque médico, donde
las personas con discapacidad eran vistas como sujetos pasivos de asistencia y
rehabilitación. Sin embargo, el modelo social, reconoce que la discapacidad resulta
de la interacción entre la persona y las barreras del entorno, ya sean físicas, sociales
o actitudinales. Este modelo enfatiza la necesidad de eliminar estas barreras y
proporcionar los apoyos necesarios para que las personas con discapacidad puedan
participar plenamente en la sociedad.
La CDPD consagra este enfoque, obligando a los Estados Parte a implementar medidas
concretas para garantizar la inclusión y el respeto a la dignidad de las personas con
discapacidad. Entre los principios fundamentales destacan la autonomía individual, la
igualdad de oportunidades, la accesibilidad universal y el ajuste razonable, que permiten
a las personas con discapacidad acceder a los mismos derechos y libertades que el resto
de la población.
Derechos fundamentales de las personas con discapacidad

La CDPD establece un conjunto de derechos fundamentales que buscan garantizar
la plena inclusión de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida.
Algunos de ellos son los siguientes.
• Igualdad y no discriminación (artículo 5 de la CDPD). Todas las personas
con discapacidad tienen derecho a la igualdad ante la ley y a recibir la misma
protección y trato, sin discriminación alguna. Este derecho obliga a los Estados
a implementar políticas activas que eliminen cualquier forma de exclusión.
• Accesibilidad (artículo 9 de la CDPD). Se garantiza el acceso de las personas
con discapacidad a entornos físicos, transportes, comunicaciones, y servicios
públicos, tanto en zonas urbanas como rurales. Este derecho es esencial para
permitir su participación efectiva en la sociedad.
• Acceso a la justicia (artículo 13 de la CDPD). Este derecho asegura que las

personas con discapacidad puedan participar de manera efectiva en todos
los procesos judiciales, mediante la provisión de ajustes razonables en los
procedimientos y la eliminación de cualquier barrera que limite su acceso.
Obligaciones del Estado para juzgar con perspectiva de discapacidad

Una de las principales responsabilidades de los operadores de justicia es garantizar el
acceso a la justicia de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones. Las
personas juzgadoras tienen diversas obligaciones que deben cumplir para garantizar que
los derechos de este grupo se respeten de manera efectiva.
a) Identificar barreras y aplicar ajustes razonables
Las barreras que enfrentan las personas con discapacidad pueden ser de
diversa índole, desde barreras físicas, como la inaccesibilidad a los tribunales,
hasta barreras comunicacionales, como la falta de información en formatos
accesibles. Las personas juzgadoras deben identificar estas barreras y aplicar
ajustes razonables para eliminarlas. Estos ajustes pueden incluir la provisión de
intérpretes de lenguaje de señas, documentos en braille o la adaptación de los
procedimientos judiciales.
En el amparo en revisión 4441/2018 la Corte estableció que las autoridades
jurisdiccionales tienen la obligación de implementar medidas que garanticen
que las personas con discapacidad puedan acceder a la justicia en igualdad
de condiciones. Esto implica analizar si la discapacidad genera una desventaja
procesal real, verificar si existen ajustes previstos en la ley, y en caso necesario,
implementar ajustes adicionales que sean idóneos para reducir la desventaja sin
afectar desproporcionadamente los derechos de terceros.
b) Garantizar la participación plena y efectiva
Otra obligación fundamental es asegurar la participación plena y efectiva
de las personas con discapacidad en los procedimientos judiciales. Esto
implica proporcionar los medios necesarios para que estas personas puedan
comprender el proceso, expresar sus opiniones y participar en la toma de
decisiones. La SCJN ha destacado que el sistema judicial no debe tratar a las
personas con discapacidad de manera paternalista, sino respetar su capacidad
de decisión y garantizar que sus derechos sean respetados.
c) Eliminar estereotipos y prejuicios
Los estereotipos y prejuicios que asocian la discapacidad con la incapacidad
han sido un obstáculo para la inclusión. Las personas juzgadoras tienen la
obligación de evitar aplicar estereotipos al tomar decisiones que involucren
a personas con discapacidad. En el Amparo en Revisión 152/2013, la SCJN
subrayó la importancia de eliminar las normas que perpetúan estereotipos

negativos sobre la discapacidad, declarando inconstitucionales disposiciones
que limitaban la capacidad jurídica de las personas con discapacidad.
d) Facilitar la cccesibilidad universal
La accesibilidad universal es un principio que debe guiar todo el sistema de
justicia. Esto implica que los tribunales y los procedimientos judiciales sean
accesibles tanto física como informativamente. Las personas con discapacidad
deben poder acceder a los tribunales y a la información necesaria para su
defensa sin barreras, y los jueces tienen el deber de garantizar que la persona
comprenda plenamente el proceso.
e) Aplicar el Principio de Proporcionalidad
Las personas juzgadoras deben aplicar el Principio de Proporcionalidad al
tomar decisiones que afecten los derechos de las personas con discapacidad.
Esto significa que cualquier restricción a sus derechos debe estar justificada
y ser estrictamente necesaria. Un ejemplo relevante es la Acción de
Inconstitucionalidad 90/2018, en la que la SCJN invalidó una disposición que
prohibía a las personas con discapacidad intelectual contraer matrimonio,
argumentando que esta restricción era desproporcionada y basada en
estereotipos.
f) Dictar sentencias que garanticen reparaciones inclusivas
Las sentencias emitidas en casos que involucren a personas con discapacidad
deben incluir reparaciones adecuadas que promuevan su inclusión y eliminen las
barreras que enfrentan. Estas reparaciones pueden incluir ajustes razonables,
medidas de inclusión social o económica, y la adecuación de entornos físicos
para asegurar su plena participación en la vida social.
Capacidad jurídica y autonomía

El artículo 12 de la CDPD reconoce que las personas con discapacidad tienen derecho
a la capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás. Este derecho ha sido
clave en las decisiones de la SCJN, que ha reafirmado que la discapacidad no puede
ser una razón para negar a una persona su capacidad de tomar decisiones sobre su
vida o su patrimonio. En la Acción de Inconstitucionalidad 90/2018, la Corte declaró
inconstitucional una norma que prohibía a las personas con discapacidad intelectual
contraer matrimonio, reafirmando que estas personas tienen derecho a decidir sobre su
vida personal, siempre que cuenten con los apoyos necesarios para hacerlo.
Referencias
• Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2018). Los principales derechos de las personas con discapacidad. Tercera
reimpresión. México: Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2022). Protocolo para juzgar con perspectiva de discapacidad. México: Suprema Corte
de Justicia de la Nación.
• Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2023). Apuntes sobre derechos de las personas con discapacidad. Unidad General de
Conocimiento Científico y Derechos Humanos.

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