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Psicologia

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La conducta social o comportamiento social: es el conjunto de

acciones de un individuo que van dirigidas a la sociedad en su conjunto


o hacia los miembros de su misma especie. Existen diferentes teorías
sobre su origen, pero en general los investigadores están de acuerdo
en que tienen componentes tanto genéticos como sociales. El
comportamiento social ha sido un tema de interés y relevancia desde
prácticamente los comienzos de la civilización. Pensadores como
Aristóteles creían que comprender y mejorar la conducta social era
algo fundamental para poder convivir en armonía. No existe una
definición universal sobre lo que supone una conducta social. Sin
embargo, en la mayoría de los casos se considera que cualquier
comportamiento que afecte a otras personas o que se produzca debido
a la influencia de la sociedad podría entrar dentro de esta categoría.
Por otro lado, se considera que para estudiar las conductas sociales es
necesario hacerlo en relación con las normas y los valores propios de
la cultura en la que se dan.

La actitud es una predisposición a responder de cierta manera ante


un objeto, idea o evento. En otras palabras, las actitudes son
evaluaciones positivas o negativas, favorables o desfavorables, hacia
un objeto. La conducta, por otro lado, es el conjunto de reacciones
observables que una persona tiene ante un objeto, idea o evento.

La actitud es una predisposición mental y emocional hacia una


persona, un objeto o una situación. Es decir, es la forma en que
percibimos y reaccionamos ante determinadas cosas. La actitud puede
ser de diferentes tipos, dependiendo de lo que esté relacionado con
ella. Así, podemos hablar de actitudes hacia la vida, hacia otras
personas, hacia el trabajo, etc. Normalmente, la actitud se ve influida
por la personalidad, las experiencias previas y el contexto en el que
nos encontramos. De hecho, se puede decir que la actitud es un
producto de la interacción entre estos factores.

La conducta es definida como el conjunto de reacciones observables


e inferibles que un individuo realiza en respuesta a un estímulo
(ambiental, interno o social). En psicología, se ha estudiado la
conducta humana desde diferentes perspectivas y se han propuesto
diferentes teorías para intentar explicarla.

La actitud y la conducta están estrechamente relacionadas, ya que la actitud influye en


la conducta. Por ejemplo, si tenemos una actitud positiva hacia las personas mayores,
tenderemos a tener una conducta amable y respetuosa hacia ellas. Si, por otro lado,
tenemos una actitud negativa hacia las personas mayores, tenderemos a tener una
conducta despectiva y hostil hacia ellas.
Los valores sociales: son un conjunto de principios que rigen el
comportamiento de las personas al establecer orientaciones sobre lo
que es considerado moralmente correcto. Estos valores influyen en el
desarrollo y comportamiento de cada persona con la finalidad mejorar la
convivencia entre todos los miembros de la sociedad1. Algunos de los
valores sociales más importantes son 3:

La igualdad,La justicia, Felicidad, Honestidad y Esperanza

Los valores sociales son como los cimientos de una sociedad. Son esas
creencias, principios y normas que guían nuestras acciones y
decisiones en el día a día. Imagina un mundo donde la honestidad, el
respeto y la solidaridad brillan por su ausencia.

En la sociedad actual, los valores desempeñan un papel fundamental


en la forma en que nos relacionamos con los demás y con el mundo
que nos rodea. Los valores son principios o creencias que orientan
nuestras acciones y decisiones, y que nos ayudan a distinguir entre lo
que está bien y lo que está mal.

Los valores son esenciales en la sociedad actual por varias


razones:

Orientan nuestro comportamiento: Los valores nos proporcionan


un marco de referencia para tomar decisiones y actuar de manera
coherente con lo que consideramos importante en la vida.

Fortalecen las relaciones interpersonales: Al compartir valores


con los demás, se facilita la comunicación, se fomenta el respeto
mutuo y se construyen relaciones sólidas basadas en la confianza y la
empatía.

Contribuyen al bienestar social: Cuando una sociedad se rige por


valores como la tolerancia, la igualdad y la cooperación, se promueve
un ambiente de armonía y progreso colectivo.
Guían nuestras acciones e interacciones: Los valores nos ayudan
a tomar decisiones éticas y a comportarnos de manera responsable en
nuestra vida cotidiana, tanto a nivel personal como profesional.

En resumen, los valores son los cimientos sobre los cuales se


construye una sociedad justa, equitativa y sostenible.

El proceso de socialización permite a los individuos adaptarse y


integrarse en su comunidad, aprendiendo las normas y valores que
rigen su entorno. A través de la socialización, las personas forman su
identidad personal y social, ya que se identifican con grupos y culturas
específicas. La socialización asegura que las creencias, tradiciones y
conocimientos de una sociedad se transmitan de generación en
generación, manteniendo así la cohesión cultural. Además, enseña
habilidades interpersonales necesarias para interactuar con otros,
facilitando la comunicación y la colaboración.

A través de la socialización, el individuo es influenciado por los agentes


sociales, que son aquellas instituciones, grupos u organizaciones
(como la escuela o la familia) en los que las personas interactúan. Es
un proceso que acompaña a la persona en todas las etapas de su
desarrollo, sin embargo, la socialización es fundamental en la infancia
y la niñez, porque contribuye al desarrollo social, cognitivo y psíquico
del niño. La socialización permite al individuo conocer las formas
sociales que se consideran “correctas” y que determinan la forma de
comportarse ante los demás seres humanos.

En psicología, el proceso de socialización se aborda desde dos


enfoques principales: el enfoque cognitivista y el enfoque sociocultural.
¿Qué es el proceso de socialización para la psicología? Para la
psicología, el proceso de socialización se refiere al conjunto de
interacciones y experiencias a través de las cuales los individuos.

cognicion social: percepcion social


La cognición social se refiere a la forma en que los individuos perciben,
interpretan y responden a la información social. La percepción social es
un aspecto fundamental de la cognición social y hace referencia a la
manera en que las personas interpretan y comprenden el
comportamiento de los demás y sus intenciones. Esto incluye la
formación de impresiones, estereotipos y prejuicios, así como la
percepción del rol social y el estatus.

Algunos conceptos clave dentro de la percepción social son:

Formación de impresiones: Cómo las personas forman juicios sobre


las características y personalidad de otros individuos a partir de la
información disponible.

Estereotipos: Creencias generalizadas acerca de los miembros de un


grupo social particular, que pueden influir en la percepción y el trato
hacia ellos.

Prejuicios: Actitudes, emociones o comportamientos negativos hacia


un grupo social específico, basados en creencias estereotipadas.

Percepción del rol social: Cómo las personas interpretan el


comportamiento de otros en función del rol social que desempeñan
(por ejemplo, profesor, médico, amigo).

Percepción del estatus: Cómo la posición social o el estatus de una


persona influye en la forma en que es percibida y tratada por los
demás.

La percepción social es una parte crucial de la cognición social y juega


un papel fundamental en las interacciones sociales y en la formación
de relaciones entre las personas.

conceptos Psicologia ambiental: calidad de vida y estilos de


vida

La psicología ambiental se ocupa del estudio de las interacciones


entre las personas y sus entornos, tanto naturales como construidos.
Dentro de esta disciplina, la calidad de vida y los estilos de vida son
dos conceptos fundamentales.

Calidad de vida: Hace referencia al nivel general de bienestar y


satisfacción que experimentan las personas en diferentes aspectos de
su vida, incluyendo el entorno físico, social y emocional. La calidad de
vida está influenciada por varios factores, como la salud física y
mental, la seguridad, la educación, la economía y el medio ambiente.
Una calidad de vida alta implica un equilibrio adecuado entre estos
factores y una percepción positiva del entorno en el que se vive.

Estilos de vida: Se refieren a las formas en que las personas


organizan sus actividades y rutinas diarias, y cómo estas afectan su
salud, bienestar y entorno. Los estilos de vida sostenibles promueven
una mejor calidad de vida al reducir el impacto ambiental negativo y
promover prácticas más saludables y eco-amigables. Algunos aspectos
clave de los estilos de vida incluyen:

Consumo responsable: Hacer elecciones informadas sobre los


productos y servicios que se consumen, teniendo en cuenta el impacto
ambiental, social y económico.

Transporte sostenible: Utilizar medios de transporte que minimicen


la emisión de gases de efecto invernadero, como bicicletas, transporte
público o vehículos eléctricos.

Energía eficiente: Aprovechar las fuentes de energía renovables y


minimizar el uso de energía en las actividades diarias.

Reducción del desperdicio: Minimizar la cantidad de residuos


generados y promover la reutilización y el reciclaje de materiales.

La psicología ambiental busca entender cómo las personas interactúan


con su entorno y cómo los cambios en el estilo de vida y la calidad de
vida pueden influir en el bienestar individual y colectivo.

Psicologia social y comunitaria: aplicaciones en salud

La psicología social y comunitaria se enfoca en el estudio de cómo las


personas se relacionan entre sí y cómo sus interacciones sociales
influyen en su comportamiento y bienestar. En el campo de la salud,
esta disciplina puede aplicarse de diversas maneras para mejorar la
calidad de vida y la salud de las personas. Algunas aplicaciones en
salud son:

Promoción de la salud: Desarrollar campañas educativas y de


concientización sobre temas importantes para la salud pública, como la
nutrición, el ejercicio físico y la prevención de enfermedades.
Apoyo psicosocial: Ofrecer apoyo emocional y psicológico a
pacientes y sus familias en situaciones de estrés relacionado con la
salud, como enfermedades crónicas o tratamientos médicos
prolongados.

Prevención de enfermedades: Implementar programas preventivos


en comunidades vulnerables para reducir la incidencia de
enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como obesidad,
diabetes o problemas cardiovasculares.

Estigma y discriminación: Abordar los problemas de estigma y


discriminación asociados con ciertas enfermedades o grupos sociales
para mejorar la inclusión y la calidad de vida de los afectados.

Intervenciones comunitarias: Diseñar e implementar intervenciones


en las comunidades para mejorar la salud mental, el bienestar social y
la calidad de vida en general.

Comunicación en salud: Mejorar la comunicación entre pacientes,


profesionales de la salud y organizaciones de salud para garantizar una
atención médica más efectiva y humanizada. La psicología social y
comunitaria juega un papel fundamental en el desarrollo de estrategias
que promueven la salud y el bienestar a nivel individual y colectivo,
abordando las necesidades sociales, emocionales y psicológicas de las
personas.

HISTORIA CLÍNICA

Paciente: J.G.

Edad: 35 años

Sexo: Femenino

La paciente acude a la consulta porque presenta problemas de


adaptación social y de relaciones interpersonales.
La historia de la paciente indica que ha tenido dificultades para
integrarse en su nuevo grupo de trabajo, manifestando una actitud
negativa hacia sus compañeros y una marcada dificultad para seguir las
normas y expectativas del equipo.

Durante la entrevista clínica, la paciente informa que su familia y su


círculo cercano han influenciado notablemente en la formación de sus
actitudes y valores, dando lugar a una posible diferencia con el entorno
social que ha encontrado en su nuevo trabajo. Esto podría explicar las
dificultades que ha experimentado para adaptarse y socializar con sus
compañeros.

La exploración psicológica revela una personalidad rígida y un sistema


de creencias muy arraigado, lo que podría haber dificultado el proceso
de socialización y adaptación al nuevo ambiente laboral.

Se recomienda una intervención psicológica orientada a desarrollar


habilidades sociales, como la empatía, la comunicación asertiva y la
flexibilidad cognitiva. También se sugiere un enfoque centrado en la
reestructuración de las actitudes y valores de la paciente, así como en
la promoción de una socialización más efectiva, con el objetivo de
mejorar la calidad de sus interacciones sociales y su bienestar general.

Se programan sesiones de seguimiento para evaluar el progreso y


eventuales cambios en la conducta social de la paciente.

HISTORIA CLÍNICA

Paciente: A.P.

Edad: 42 años
Sexo: Masculino

El paciente llega a la consulta refiriendo problemas de adaptación a una


nueva cultura y sociedad, ya que recientemente se mudó a un país
diferente por motivos laborales.

El paciente informa que ha tenido dificultades para entender y


adaptarse a las normas sociales de su nuevo entorno, lo que ha
generado tensiones en su lugar de trabajo y en las interacciones con sus
vecinos.

La exploración clínica revela que el paciente posee actitudes y valores


muy influenciados por su origen cultural y educación, lo que ha
complicado su proceso de socialización en un contexto diferente.

Se identifica una marcada ansiedad social y una baja autoestima


relacionadas con la dificultad para adaptarse a las expectativas y
comportamientos sociales de su nuevo entorno.

Se recomienda una intervención psicológica basada en la promoción de


habilidades sociales como la comunicación intercultural, la tolerancia a
la ambigüedad y la capacidad de adaptación a entornos sociales
diversos.

Además, se plantea un enfoque centrado en el desarrollo de una mayor


flexibilidad cognitiva y la revisión de las actitudes y valores del
paciente, promoviendo la aceptación y el respeto hacia las diferencias
culturales y la diversidad.

Se programan sesiones de seguimiento para evaluar el progreso y los


cambios en las habilidades y actitudes sociales del paciente, con el
objetivo de mejorar su bienestar psicológico y su adaptación al nuevo
entorno sociocultural.

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