Taller Aparato Reproductor Masculino

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Universidad Simón

Bolívar

anatomía

Aparato reproductor
masculino

Medicina

Grupo T01

Presentado por: Luis


Felipe Maestre Porto,
Alaana Dangon, Ever
Rodríguez, Camila
Bermúdez, Alejandro
Montalvo

2024
Taller de aparato reproductor masculino

1- ¿Cuáles son los órganos que componen el aparato reproductor masculino?

2- Funciones del aparato reproductor masculino.

3- ¿Cuáles son los músculos que ayudan a regular la temperatura de los


testículos?

4- ¿Cuáles son las capas de tejido que cubren y protegen a los testículos
Describa las funciones que cumplen el escrito en la protección de los
testículos de las fluctuaciones de la temperatura?

5- Describa la estructura interna de los testículos ¿Dónde se reproducen los


espermatozoides? Cuáles son las funciones de las células de Sertoli y las células de
Leydig.

6. Describa los principales pasos de la espermatogénesis, ¿qué es la


espermatogénesis?

7. Identifique las partes de los espermatozoides y enumere las funciones de


cada una.

8. ¿Cuáles son las funciones que cumplen la FSH, la testosterona y la inhibina


en el aparato reproductor masculino? ¿Como se controla la secreción de
estas hormonas?

9- ¿Cuáles son las glándulas sexuales accesorias y cuáles son las funciones de
cada una de
ellas? ¿Cuál de las glándulas sexuales accesorias producen la mayor parte del
líquido seminal?

10- Que conducto transportan los espermatozoides dentro de los testículos?

11- Describa la localización, estructura, y funciones del epidídimo, conducto


deferente y
conducto eyaculador.

12- Mencione las tres sus divisiones de uretra masculina.

13- Describa el trayecto que realizan los espermatozoides en el sistema de


conductos desde
los tobillos seminíferos hasta la uretra.

14- Mencione la estructura que conforman el cordón espermático.


15- ¿Que es el semen? y cuál es su función.

16- Pene y partes del pene.

17- ¿Qué masa testicular forman tejido rectil del pene y por qué se vuelven rígidos
durante la
excitación sexual?

18- Explique el proceso fisiológico involucrado en la erección y eyaculación

Desarrollo del taller


1. Los órganos que componen el aparato reproductor masculino son los
testículos, un sistema de conductos (que incluye el epidídimo, el conducto
deferente, los conductos eyaculadores y la uretra), glándulas sexuales
accesorias (las vesículas seminales, la próstata y las glándulas bulbouretrales)
y varias estructuras de sostén, como el escroto y el pene. Los testículos
(gónadas masculinas) producen espermatozoides y secretan hormonas.
2. Los testículos producen espermatozoides y la hormona sexual masculina,
testosterona. Los conductos transportan, almacenan y contribuyen a la
maduración de los espermatozoides, las glándulas sexuales accesorias
secretan la mayor parte del líquido que forma el semen. El pene contiene la
uretra y es la vía de paso para la eyaculación del semen y la excreción de la
orina.
3. El músculo dartos (de dartós, despellejado), que se compone de haces de
fibras musculares lisas. El músculo dartos también se encuentra en el tejido
subcutáneo del escroto. Asociado con cada testículo se encuentra el músculo
cremáster (suspensor), una pequeña banda de músculo esquelético que es
una continuación del músculo oblicuo interno del abdomen, que desciende a
través del cordón espermático y rodea los testículos. La localización del
escroto y la contracción de sus fibras musculares regulan la temperatura de los
testículos
4. Una serosa llamada túnica vaginal, que deriva del peritoneo y se forma durante
el descenso de los testículos los cubre parcialmente. La acumulación de líquido
seroso dentro de la túnica vaginal produce hidrocele, que puede ser causada
por la lesión de los testículos o la inflamación del epidídimo. Habitualmente, no
requiere ningún tratamiento. Por dentro de la túnica vaginal se encuentra una
cápsula fibrosa blanca compuesta por tejido conectivo denso irregular; la túnica
se extiende hacia el interior, formando tabiques que dividen el testículo en una
serie de compartimentos internos, los lóbulos.
5. Los testículos en la parte interna tienen 200-300 lóbulos en cada uno que
contiene de uno a tres túbulos muy enrollados, los túbulos seminíferos, donde
se producen los espermatozoides. El proceso por el cual los testículos
producen espermatozoides se conoce como espermatogénesis. Los túbulos
seminíferos contienen dos tipos de células: las células espermatogénicas,
productoras de espermatozoides, y las células de Sertoli, que cumplen
diversas funciones en el mantenimiento de la espermatogénesis. Células
madre llamadas espermatogonias se desarrollan a partir de células
germinativas primordiales que se originan en el saco vitelino e ingresan a los
testículos durante la quinta semana de desarrollo. En el testículo embrionario,
las células germinativas primordiales se diferencian en espermatogonias,
permanecen en un estado de letargo durante la niñez e inician la producción
activa de espermatozoides al alcanzar la pubertad. Hacia la luz del túbulo, las
capas celulares son cada vez más maduras. Según el grado de madurez, éstas
son los espermatocitos primarios, los secundarios, las espermátidas y los
espermatozoides. Luego de formarse, el espermatozoide o espermatozoo, se
libera hacia la luz del túbulo seminífero. Distribuidas entre las células
espermatogénicas, en los túbulos seminíferos, se encuentran grandes células
de Sertoli o células sus tentaculares, que se extienden desde la membrana
basal hasta la luz del túbulo. Por dentro de la membrana basal y las
espermatogonias, uniones estrechas conectan las células de Sertoli vecinas.
Dichas uniones forman una valla conocida como la barrera hematotesticular,
debido a que las sustancias deben primero atravesar las células de Sertoli para
alcanzar los espermatozoides en desarrollo. Al aislar los gametos en desarrollo
de la sangre, la barrera hematotesticular evita la respuesta inmunológica contra
los antígenos de superficie de las células espermatogénicas, que son
reconocidas como extrañas por el sistema inmunitario. La barrera
hematotesticular no incluye las espermatogonias. Las células de Sertoli
sustentan y protegen las células espermáticas en desarrollo de diversas
maneras. Nutren los espermatocitos, espermátides y espermatozoides;
fagocitan el citoplasma sobrante que se genera durante el desarrollo y
controlan los movimientos de las células espermatogénicas y la liberación de
espermatozoides a la luz del túbulo seminífero. También producen líquido para
el transporte de espermatozoides, secretan la hormona inhibina y median los
efectos de la testosterona y FSH. En el intersticio que separa dos túbulos
seminíferos adyacentes hay grupos de células llamadas células de Leydig
(células intersticiales), que secretan testosterona, el andrógeno más
importante. Un andrógeno es una hormona que promueve el desarrollo de los
caracteres masculinos. La testosterona también estimula la libido (impulso
sexual) en el hombre.
6. La espermatogénesis es el largo proceso por el cual se producen los
espermatozoides a partir de las células germinales primordiales del macho,
mediante mecanismos de mitosis y meiosis. En los seres humanos, la
espermatogénesis dura entre 65 y 75 días. Comienza con la espermatogonia,
que contiene un número diploide (2n) de cromosomas. Las espermatogonias
son un tipo de células madre; cuando realizan mitosis, algunas
espermatogonias permanecen cerca de la membrana basal del túbulo
seminífero en un estado indiferenciado para servir como reservorio de células
en futuras mitosis y subsiguiente producción de espermatozoides. Las
restantes pierden contacto con la membrana basal, se introducen entre las
uniones estrechas de la barrera hematotesticular, sufren cambios en su
desarrollo y así se diferencian en espermatocitos primarios. Éstos, como las
espermatogonias, son diploides (2n); es decir, tienen 46 cromosomas. Poco
después de su formación, cada espermatocito primario replica su ADN y luego
inicia la meiosis. Durante la meiosis I (primera división meiótica), los pares
homólogos de cromosomas se alinean sobre el eje ecuatorial de la célula, y
tiene lugar el entrecruzamiento de genes. Luego, el huso meiótico tracciona un
cromosoma (duplicado) de cada par hacia el polo opuesto de la célula en
división. Las dos células formadas en la meiosis I se denominan
espermatocitos secundarios. Cada uno de ellos contiene 23 cromosomas, el
número haploide. Cada cromosoma dentro del espermatocito secundario, sin
embargo, está formado por dos cromátides (dos copias de ADN) aún unidas
por el centrómero. No se producen posteriores replicaciones de ADN en los
espermatocitos secundarios. Durante la meiosis II (segunda división meiótica)
los cromosomas se alinean en una única fila sobre el eje ecuatorial de la
célula, y las dos cromátides de cada cromosoma se separan. Las cuatro
células haploides que se forman luego de la meiosis II se llaman espermátides.
Cada espermatocito, entonces, produce cuatro espermátides por medio de dos
divisiones consecutivas (meiosis I y meiosis II). Durante la espermatogénesis,
tiene lugar un proceso único. A medida que las células espermatogénicas
proliferan, no logran completar la separación citoplasmática (citocinesis). Las
células permanecen en contacto por medio de puentes citoplasmáticos durante
todo su desarrollo. Este patrón de desarrollo probablemente sea la causa de la
producción sincrónica de espermatozoides en cualquier área del túbulo
seminífero. También podría tener importancia para la supervivencia de las
células, ya que la mitad de los espermatozoides contiene un cromosoma X y la
otra mitad, un cromosoma Y. El cromosoma X, de mayor tamaño, podría tener
genes necesarios para la espermatogénesis que no tiene el cromosoma Y, de
menor tamaño. La fase final de la espermatogénesis, la espermogénesis, es el
proceso de conversión de espermátides haploides a espermatozoides.
7. Las partes principales de un espermatozoides son la la cabeza y la cola y estas
se dividen en:
Acrosoma: ayudan al espermatozoide a penetrar el ovocito secundario y así
lograr la fecundación
Cuello: estos forman los microtúbulos que van a conformar las porciones
restantes de la cola
Porción media: permite la locomoción del espermatozoide hacia el sitio de
fecundación y metabolismo celular

8. Los factores iniciadores se desconocen, pero al llegar a la pubertad, ciertas


células neurosecretoras hipotalámicas incrementan la secreción de hormona
liberadora de gonadotrofinas (GnRH). Esta hormona, a su vez, estimula las
células gonadotróficas en el lóbulo anterior de la hipófisis a aumentar la
secreción de dos gonadotrofinas: la hormona luteinizante (LH) y la hormona
foliculoestimulante (FSH). En la Figura 28.7 se muestra la relación entre las
hormonas y los ciclos de retroalimentación negativa (feedback) que controlan
la secreción de testosterona y la espermatogénesis. La LH estimula las células
de Leydig, localizadas entre los túbulos seminíferos, a secretar la hormona
testosterona. Esta hormona esteroidea se sintetiza en los testículos a partir del
colesterol y es el principal andrógeno. Al ser liposoluble, difunde fácilmente
fuera de las células de Leydig hacia el líquido intersticial y luego a la sangre.
Por un mecanismo de retroalimentación negativa, la testosterona inhibe la
secreción de LH por parte de las células gonadotrópicas del lóbulo anterior de
la hipófisis y la secreción de GnRH, por parte de las células neurosecretoras
hipotalámicas. En algunas células diana, como las de los genitales externos y
la próstata, la enzima 5 α-reductasa convierte la testosterona en otro
andrógeno llamado dihidrotestosterona (DHT). La FSH, actuando
indirectamente, estimula la espermatogénesis. La FSH y la testosterona
intervienen en forma sinérgica sobre las células de Sertoli, al estimular la
secreción de la proteína ligadora de andrógenos (ABP) hacia la luz de los
túbulos seminíferos y hacia el líquido intersticial, alrededor de las células
espermatogénicas. La ABP se une a la testosterona y mantiene su
concentración elevada. La testosterona estimula los pasos finales de la
espermatogénesis, dentro de los túbulos seminíferos. Una vez que se alcanza
el grado de espermatogénesis requerido para cumplir las funciones
reproductivas del hombre, las células de Sertoli liberan inhibina, una hormona
proteica llamada así por su función inhibitoria sobre la secreción de FSH, por
parte de la adenohipófisis. Si la espermatogénesis se produce muy lentamente,
se libera menos inhibina, lo que permite la secreción de más cantidad de FSH
y el consecuente incremento en la tasa de espermatogénesis. La testosterona
y la dihidrotestosterona se unen al mismo receptor androgénico, que se
encuentra en el núcleo de las células diana.
9. Las glándulas sexuales accesorias son las vesículas seminales, la próstata y
las glándulas bulbouretrales
Vesículas seminales: Las vesículas o glándulas seminales son un par de
estructuras complejas en forma de bolsa, de unos 5 cm de largo, ubicadas en
sentido posterior a la base de la vejiga urinaria y anterior al recto. Secretan un
líquido alcalino y viscoso que contiene fructosa (un azúcar monosacárido),
prostaglandinas y proteínas de la coagulación diferentes de las sanguíneas. La
naturaleza alcalina de los líquidos seminales ayuda a neutralizar la acidez de la
uretra masculina y el aparato reproductor femenino, que, de otra manera,
inactivaría y mataría los espermatozoides. Los espermatozoides utilizan
fructosa para la producción de ATP. Las prostaglandinas contribuyen a la
motilidad y viabilidad espermática y también podrían estimular las
contracciones del músculo liso, en el aparato reproductor femenino. Las
proteínas de la coagulación ayudan a que el semen se coagule luego de ser
eyaculado. El líquido secretado por las vesículas seminales normalmente
constituye alrededor del 60% del volumen total del semen.
Próstata: La próstata es una glándula única, con forma de rosquilla, de un
tamaño similar al de una pelota de golf. Mide unos 4 cm de lado a lado,
alrededor de 3 cm de arriba abajo y alrededor de 2 cm de adelante hacia atrás.
Se encuentra debajo de la vejiga urinaria y rodea la uretra prostática. La
próstata crece lentamente, desde el nacimiento hasta la pubertad. Luego, se
expande rápidamente hasta los 30 años; a partir de esa edad, permanece
estable hasta los 45 años y luego, puede agrandarse más. La próstata segrega
un líquido lechoso y levemente ácido (pH alrededor de 6,5) que contiene
distintas sustancias: 1) el ácido cítrico en el líquido prostático, utilizado por los
espermatozoides para producir ATP, a través del ciclo de Krebs; 2) diferentes
enzimas proteolíticas, como el antígeno prostático-específico, pepsinógeno,
lisozima, amilasa e hialuronidasa, encargadas de descomponer las proteínas
de la coagulación secretadas por las vesículas seminales; 3) la función de la
fosfatasa ácida secretada por la próstata se desconoce; 4) la seminoplasmina
del líquido prostático es un antibiótico capaz de destruir bacterias y podría
actuar disminuyendo el crecimiento bacteriano que se produce naturalmente en
el semen y en el aparato reproductor femenino. Las secreciones prostáticas
ingresan en la uretra prostática mediante los conductos prostáticos. Estas
secreciones constituyen alrededor del 25% del volumen total del semen y
contribuyen a la motilidad y viabilidad de los espermatozoides .
Glándulas bulbouretrales: Las glándulas bulbouretrales o glándulas de Cowper
son un par de glándulas del tamaño de un guisante. Se localizan por debajo de
la próstata, a cada lado de la uretra membranosa, entre los músculos
profundos del periné, y sus conductos se abren en el interior de la uretra
esponjosa. Durante la excitación sexual, las glándulas bulbouretrales segregan
un líquido alcalino hacia el interior de la uretra, que protege los
espermatozoides neutralizando la acidez de la orina y la uretra. A su vez,
secretan moco que lubrica el extremo del pene y las paredes de la uretra; así
disminuye el número de espermatozoides dañados durante la eyaculación.
Algunos hombres expulsan una o dos gotas de este moco durante la excitación
sexual y la erección. Este líquido no contiene espermatozoide.
10. El conducto deferente, que mide alrededor de 45 cm de largo, asciende por el
borde posterior del epidídimo, pasa a través del conducto inguinal e ingresa en
la cavidad pelviana. Allí, gira por encima del uréter y pasa por el costado y por
debajo de la cara inferior de la vejiga urinaria. La porción final dilatada del
conducto deferente es la ampolla. Su mucosa consiste en un epitelio cilíndrico
seudoestratificado y una lámina propia (tejido conectivo rico en fibras
elásticas). La muscular está compuesta por tres capas de músculo liso; en la
capa interna y en la externa las fibras son longitudinales y en la capa media,
son circulares. La función del conducto deferente es transportar los
espermatozoides durante la excitación sexual, desde el epidídimo hacia la
uretra, por medio de contracciones peristálticas de su cubierta muscular. Al
igual que el epidídimo, el conducto puede almacenar espermatozoides por
muchos meses. Los espermatozoides almacenados que no se eyaculan en ese
tiempo son finalmente reabsorbidos.
11. Epidídimo: El epidídimo es un órgano con forma de coma, de unos 4 cm de
largo que yace sobre el borde posterior de cada uno de los testículos. Cada
epidídimo consta de un conducto epididimario muy enrollado. Los conductos
eferentes del testículo se unen al conducto epididimario en la porción más
grande y superior del epidídimo llamada cabeza. El cuerpo es la porción
intermedia más angosta del epidídimo, y la cola es la porción más pequeña e
inferior. En su extremo distal, la cola del epidídimo se continúa como el
conducto deferente. El conducto epididimario mediría, desenrollado, alrededor
de 6m de longitud. Se encuentra recubierto por un epitelio cilíndrico
seudoestratificado y rodeado por capas de músculo liso. La superficie libre de
las células cilíndricas tiene estereocilios, que a pesar de su nombre son largas
microvellosidades ramificadas (no cilios) que incrementan el área de superficie
para la reabsorción de espermatozoides degenerados. El tejido conectivo que
rodea la capa muscular fija los bucles del conducto epididimario y transporta
vasos sanguíneos y nervios. Funcionalmente, el epidídimo es el sitio donde se
produce la maduración de los espermatozoides, proceso por el cual obtienen
motilidad y la capacidad para fecundar un óvulo. Esto ocurre a lo largo de un
período de 14 días. El epidídimo también ayuda a impulsar los
espermatozoides hacia el conducto deferente durante la excitación sexual, por
medio de contracciones peristálticas del músculo liso. A su vez, el epidídimo
almacena espermatozoides, que permanecen viables por varios meses en ese
sitio. Los espermatozoides almacenados que no se eyaculan luego de ese
tiempo son finalmente reabsorbidos.
Conducto eyaculador: Cada conducto eyaculador mide unos 2 cm de largo y
está formado por la unión del conducto de la vesícula seminal y la ampolla del
conducto deferente. Los conductos eyaculadores cortos se forman por encima
de la base (porción superior) de la próstata y la atraviesan en sentido anterior e
inferior. Terminan en la uretra prostática, donde eyectan espermatozoides y las
secreciones de la vesícula seminal, inmediatamente antes de que el semen se
libere desde la uretra hacia el exterior.
12. La uretra se divide en tres, la uretra prostática, uretra membranosa, uretra
esponjosa
13. Desde la ampolla, el fluido seminal es impulsado a través de los conductos
eyaculatorios hacia la uretra, pasando primero por la próstata, en donde se
agrega un fluido lechoso para formar el semen. Finalmente, el semen es
expulsado hacia afuera, o eyaculado, en el extremo final de la uretra
14. El cordón espermático está conformado por el conducto deferente, la arteria
testicular, venas que drenan los testículos, nervios autónomos, vasos linfáticos
y el musculo cremáster.
15. El semen es una mezcla de espermatozoides y líquido seminal, un líquido
formado a partir de las secreciones de los túbulos seminíferos, las vesículas
seminales, la próstata y las glándulas bulbouretrales. El volumen del semen en
una eyaculación normal es de 2,5-5 mL, con 50-150 millones de
espermatozoides/mL. Cuando este valor cae por debajo de 20 millones/mL, se
considera que el varón es infértil. Es necesario que haya un número muy
grande de espermatozoides para que la fecundación sea exitosa, ya que sólo
una pequeña fracción logra alcanzar el ovocito secundario. A pesar de la leve
acidez del líquido prostático, el semen tiene un pH ligeramente alcalino de 7,2-
7,7 debido al pH elevado y el gran volumen de líquido aportado por las
vesículas seminales. Las secreciones prostáticas le dan al semen una
apariencia lechosa, y las glándulas bulbouretrales le dan su consistencia
pegajosa. El líquido seminal provee a los espermatozoides de un medio de
transporte, nutrientes y protección del medio ácido hostil que representan la
uretra masculina y la vagina femenina. Una vez eyaculado, el semen líquido se
coagula en los siguientes 5 minutos debido a la presencia de proteínas de la
coagulación aportadas por la secreción de las vesículas seminales. La función
de la coagulación del semen no se conoce, pero se sabe que las proteínas
involucradas son distintas de las que producen la coagulación de la sangre.
Luego de 10 o 20 minutos, el semen se vuelve nuevamente líquido, por la
acción de proteínas como el antígeno prostático-específico (PS), y otras
enzimas proteolíticas producidas por la próstata destruyen la estructura del
coágulo. El retraso en la licuefacción del coágulo o una licuefacción retardada
puede causar una inmovilización incompleta o parcial de los espermatozoides,
lo que impide su desplazamiento a través del cuello uterino. Después de pasar
por el útero y la cavidad uterina, los espermatozoides son afectados por las
secreciones de la cavidad uterina en un proceso denominado capacitación. La
presencia de sangre en el semen se llama hemospermia. En la mayoría de los
casos, se debe a una inflamación de los vasos sanguíneos que rodean las
vesículas seminales y, habitualmente, se trata con antibióticos.
16. El pene contiene a la uretra y es la vía de paso para la eyaculación del semen
y la excreción de la orina. Tiene forma cilíndrica y se divide en un cuerpo, el
glande y una raíz. El cuerpo del pene se compone de tres masas cilíndricas de
tejido, cada una rodeada por un tejido fibroso, la túnica albugínea. Las dos
masas dorsolaterales son los cuerpos cavernosos. La masa ventromedial, más
pequeña, es el cuerpo esponjoso, que contiene a la uretra esponjosa y la
mantiene abierta durante la eyaculación. Fascia y piel encierran las tres masas,
constituidas por tejido eréctil. El tejido eréctil se compone de numerosos
sinusoides sanguíneos (espacios vasculares) revestidos por células
endoteliales y rodeados por músculo liso y tejido conectivo elástico. El extremo
distal del cuerpo esponjoso forma una porción levemente agrandada, con
forma de bellota llamada glande; su límite es la corona (surco balanoprepucial).
La porción distal de la uretra se extiende por dentro del glande hasta una
abertura en forma de ranura, el orificio uretral externo. Cubriendo el glande
laxamente, en los penes no circuncisos, se encuentra el prepucio. La raíz del
pene es la porción fija (porción proximal) de éste. Se divide en el bulbo del
pene, la porción ensanchada en la base del cuerpo esponjoso, y los pilares del
pene, dos porciones separadas y más estrechas de los cuerpos cavernosos. El
bulbo está unido a la superficie inferior de los músculos profundos del periné,
con el músculo bulboesponjoso por debajo, un músculo que ayuda a la
eyaculación. Cada pilar del pene se aleja lateralmente del bulbo para unirse a
las ramas inferiores del isquion y el pubis, y está rodeado por el músculo
isquiocavernoso. El peso del órgano es sostenido por dos ligamentos que se
continúan en la fascia del pene: 1) el ligamento infundibuliforme, originado en
la zona inferior de la línea alba y 2) el ligamento suspensorio del pene,
originado en la sínfisis del pubis. Al producirse la estimulación sexual, (visual,
táctil, auditiva, olfativa o imaginada), fibras simpáticas provenientes de la
porción sacra de la médula espinal inician y mantienen la erección, es decir, el
aumento de tamaño y endurecimiento del pene. Las fibras parasimpáticas
liberan y estimulan la producción local de óxido nítrico (NO). El NO produce la
relajación de las fibras musculares lisas en las paredes de las arteriolas que
nutren los tejidos eréctiles, lo que permite la dilatación de los vasos
sanguíneos. De esta forma, grandes cantidades de sangre ingresan en los
tejidos eréctiles del pene. El NO también produce la relajación del músculo liso
en los tejidos eréctiles, y aumenta así el tamaño de los sinusoides sanguíneos.
La combinación de flujo sanguíneo aumentado y la dilatación de los sinusoides
sanguíneos da como resultado la erección. La expansión de los sinusoides
sanguíneos produce también la compresión de las venas que drenan el pene;
el enlentecimiento del flujo sanguíneo contribuye a mantener la erección. El
término priapismo se refiere a la erección persistente y habitualmente dolorosa
de los cuerpos cavernosos del pene sin relación con el deseo sexual o la
excitación. Este cuadro puede durar varias horas y se produce como resultado
de anomalías en los vasos sanguíneos y los nervios, en general en respuesta a
medicación utilizada para producir la erección en hombres con trastornos
eréctiles. Otras causas son lesión de la médula espinal, leucemia, anemia de
células falciformes y tumor pelviano.
17. La eyaculación, la liberación brusca de semen desde la uretra hacia el exterior,
es un reflejo simpático coordinado por la región lumbar de la médula espinal.
Como parte de este reflejo, el esfínter de músculo liso en la base de la vejiga
urinaria se cierra y, así, evita que la orina sea expulsada durante la eyaculación
y que el semen ingrese en la vejiga urinaria. Incluso, antes de que la
eyaculación se produzca, las contracciones peristálticas del epidídimo, del
conducto deferente, de las vesículas seminales, de los conductos eyaculatorios
y de la próstata impulsan el semen a la porción peneana de la uretra (uretra
esponjosa). Esto conduce a la emisión, que es la secreción de un pequeño
volumen de semen antes de la eyaculación. La emisión también puede
producirse durante el sueño (emisión o polución nocturna). La musculatura del
pene (porciones bulboesponjosa e isquiocavernosa y los músculos transversos
superficiales del periné), inervada por el nervio pudendo, también se contrae
durante la eyaculación. Una vez que la estimulación sexual del pene termina,
las arteriolas que proveen la sangre a los tejidos eréctiles y al músculo liso del
tejido eréctil se contraen, y disminuye el tamaño de los sinusoides. Esto alivia
la presión en las venas tributarias del pene y permite que la sangre drene a
través de ellas. En consecuencia, el pene vuelve a su estado flácido

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