Psicologia Del Desarrollo-1
Psicologia Del Desarrollo-1
Psicologia Del Desarrollo-1
EVALUACION UNIDAD II
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República Bolivariana de Venezuela
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INTRODUCCION
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PROCESOS CONCEPTUALES Y CONTEXTUALES DE LA NIÑEZ
Perspectiva psicoanalítica:
Teoría psicosexual de Freud:
Se plantea el enfoque de Freud desde un enfoque emocional del ser humano.
Allí se argumenta que “la personalidad se forma en los primeros años de vida, cuando
los niños enfrentan conflictos entre sus necesidades biológicas innatas, relacionadas
con la sexualidad y las exigencias de la sociedad”. Desde esta perspectiva, el autor
pretende hacer evidente que la satisfacción de las necesidades hace que el sujeto
potencie aspectos de su personalidad, que Freud relaciona con la sexualidad, pero, a
su vez, dice que esta satisfacción de necesidades está sujetas a unas exigencias
sociales (costumbres, cultura, normas, etc.) que hacen que el sujeto las reprima, lo que
trae consigo desórdenes emocionales en la edad adulta.
Por otra parte, la teoría freudiana define unos estadios (estadio oral (0-1 año),
estadio anal (1-3 años), estadio fálico (3-6 años), estadio de latencia (6-11 años) y
estadio genital (adolescencia y edad adulta), que reflejan la concepción del autor en el
sentido de que, a medida que se desarrolla el sujeto, éste va adquiriendo nuevas
conductas “aprendizajes” que dependen de un período de edades y de las relaciones
tempranas del ser humano.
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Perspectiva cognoscitiva:
Teoría cognoscitiva de Piaget:
Se centra en lo intelectual-cognitivo del ser humano que se da por medio de
estadios, según la edad (estadio sensorio-motriz (0-2 años), estadio pre operacional (2-
7 años), estadio de operaciones concretas (7-12 años) y estadio de operaciones
formales (12 años-en adelante). Esta teoría plantea que “los cambios en el
pensamiento del niño conducen a una habilidad creciente para adquirir y utilizar el
conocimiento a partir de su mundo”. Es por ello, el niño es asumido como un sujeto
activo.
Piaget plantea que de estos conceptos se puede concluir que el paso de un
estadio a otro y el desarrollo del intelecto son las bases centrales del aprendizaje. Esta
teoría la retoma Palacios (1999), quien despliega los conceptos piagetanos de la
siguiente manera: Esquema (permite identificar los objetos y situaciones y su
funcionamiento); Asimilación (cuando ya hay un esquema presente la conducta se
repite con otros objetos que tengan las mismas características); Acomodación (es
cuando un esquema preexistente no responde a las características de un objeto, se
produce un desequilibrio, lo que implica modificar el esquema previo); y Adaptación (es
cuando se logran los procesos anteriores y se permite que la persona maneje la nueva
información en la resolución de problemas.
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para luego desarrollarnos internamente. Para este autor los procesos cognitivos
superiores tienen gran influencia en la mediación de las relaciones entorno-sujeto,
pues, para él, la conducta no está determinada por los estímulos sino por (el lenguaje,
el pensamiento y la inteligencia). En esta perspectiva, se pretende mostrar que el
sujeto se apropia de los instrumentos insertos en la cultura, para provocar su propio
desarrollo. Palacios (1999) retoma la teoría de Vigotsky y explica que dicho proceso
debe tener en consideración, como mínimo, tres niveles de análisis:
• Los procesos psicológicos superiores: tienen una génesis social y se
encuentran dentro del individuo solo después de que éste los ha encontrado en su
relación con el entorno sociocultural. Lo anterior significa concebir al individuo como un
ser que va de lo social a lo individual.
Otro aspecto fundamental de esta teoría se centra en la mediación que hace el
adulto con el niño, pues, el primero es el encargado de conducir el aprendizaje, para
que, posteriormente, el niño sea capaz de hacer sus cosas de manera autónoma. Por
último, Vigotsky indica que el paso de lo interpsicológico a lo intrapsicológico depende
de la capacidad para diferenciar la zona de desarrollo actual (lo que la persona es
capaz de hacer por sí misma) y la zona de desarrollo próximo (lo que no puede hacer
por sí misma, pero que puede aprender a hacer, si alguien la guía).
Perspectiva ecológica:
• Enfoque ecológico de Bronfenbrenner: Bronfenbrenner (1999): en su
enfoque ecológico, le da importancia al medio ambiente porque sostiene que éste
influye en el desarrollo del ser humano, pues, argumenta que éste es complejo en el
que están en juego gran cantidad de factores que no pueden ser reducidos o
parcializados. Las interacciones son bidireccionales y afectadas desde múltiples
entornos, y, para entenderlo, es importante comprender a cada persona dentro de unos
sistemas, que se dividen en:
Microsistema: Son los contextos inmediatos en los que la persona se encuentra
y vive experiencias significativas, tales como: la familia, la escuela y los amigos.
Mesosistema: Interconexión entre los diferentes microsistemas (escuela-familia,
familia-amigos, etc.).
Ecosistemas: Escenarios que no contienen al sujeto como tal, pero sí lo afectan
(familia extensa, servicios de salud, etc.).
Macrosistema: Valores, leyes, costumbres, pautas y cultura de la sociedad en
general.
Cronosistema: Abarca el cambio o permanencia de una persona a través del
tiempo.
Perspectiva del aprendizaje
•Conductismo o teoría del aprendizaje tradicional:
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El conductismo es una corriente de la psicología que estudia el comportamiento
observable (la conducta), la cual es aprendida por unos estímulos-respuestas que
provienen del entorno. Esta corriente cuenta con dos exponentes, quienes tienen dos
posturas distintas, pero, a la vez, interrelacionadas. Ellos son:
El condicionamiento clásico de Watson: “es un tipo de aprendizaje en el que
el animal o la persona aprende una respuesta ante un estímulo que originalmente no la
produciría, después de que este estímulo se asocie repetidas veces con uno que
produciría la respuesta” es decir, un estímulo que viene del medio hace que el sujeto
produzca una respuesta inconsciente, después de producir la misma respuesta varias
veces, frente al mismo estímulo, la respuesta se convierte en consciente.
El condicionamiento operante de Skinner, a diferencia del condicionamiento
clásico, en esta corriente, el sujeto produce una respuesta accidental, como: reír, llorar,
gritar, etc., lo que hace que otra persona entre a reforzar dichas respuestas, es decir, si
ríe, la otra persona también se ríe. De esta manera, el niño interioriza el hecho de que
él hará lo mismo que la otra persona. Lo anterior permite establecer que todo acto tiene
una consecuencia, bien sea positiva o negativa y que se produzca o no una
determinada conducta.
Según el conductismo, tanto el clásico como el operante, el aprendizaje es
independiente de los factores internos como la edad, lo físico y lo mental, porque
sostiene que el aprendizaje está ligado a factores externos al sujeto, como los
estímulos recibidos y que se convierten en conductas o comportamientos aprehendidos
y observados por los demás.
• Teoría del aprendizaje social (social-cognoscitiva) de Bandura: Aunque
esta teoría tiene sus bases en el conductismo, se diferencia en varios aspectos; el
primero es que tiene en cuenta al sujeto como activo en la adquisición del aprendizaje y
no como receptor del mismo; el segundo es que considera que experimentar en
animales no explica el comportamiento humano; y el tercero es que reconoce la
influencia de los procesos cognitivos y de la observación dentro de un contexto social
como base del aprendizaje. Esta propuesta teórica se puede sintetizar con la cita que
hace Papalia de que “los niños aprenden comportamientos sociales al observar e imitar
modelos, por lo común, de los padres”. Esto muestra que la observación ejerce un
papel fundamental en el aprendizaje, ya que es a partir de la observación que los niños
empiezan a construir comportamientos inmersos en un contexto social como la familia,
la escuela, etc., pero esto no implica que el sujeto solo sea receptor y reproductor de lo
observado, sino que él mismo sea capaz de controlar las conductas aprendidas, por
medio de los procesos cognitivos para configurar su personalidad y autorregulación.
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alumno ya sabe. Averígüese esto, y enséñese consecuentemente. Para este autor, el
objetivo principal del aprendizaje es lograr que el estudiante adquiera unos
conocimientos claros, estables y organizados. También, afirma que, según como se
incorpore la nueva información, se pueden identificar dos tipos de aprendizaje:
Aprendizaje memorístico: se produce cuando se captura información de forma
mecánica y arbitraria, sin ningún tipo de comprensión y significación de la
misma.
Aprendizaje significativo: se produce en el momento en el que el sujeto es
capaz de comprender la información recibida y relacionarla con lo que ya sabía para
construir nuevos significados. Esta teoría presupone el hecho de que el niño puede
aprender de forma autónoma, es decir, un aprendizaje basado en el descubrimiento
que él hace de su mundo, o por medio de un aprendizaje guiado por un docente,
denominado también aprendizaje por recepción.
Después de hacer este recorrido por las corrientes y teorías del aprendizaje, se
puede inferir que se han transformado gracias a que anteriormente se hacía énfasis en
unos procesos lineales y secuenciales, pero después se empezó a hacer conciencia de
la necesidad de relacionar tanto lo intrínseco como lo extrínseco a cada sujeto; en
consecuencia, es preciso ver las capacidades del ser humano para pensar reflexiva y
críticamente sobre los aprendizajes adquiridos. Francisco Cajiao (2005) define el
aprendizaje como “…un ejercicio constante de interacción con el medio circundante
que involucra en el ser humano la capacidad sensorial y todas las facultades
intelectivas que de manera genérica se denominan el pensamiento.
Cada nuevo aprendizaje realizado por una persona modifica de algún modo todo
lo que ya sabía anteriormente y le permite nuevas experiencias…”. Esta definición
permite sintetizar lo que realmente implica el aprendizaje: pensar para no repetir
mecánicamente la información.
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Si, se profundiza en los estudios de la neurociencia queda claro que los
llamados periodos críticos para el crecimiento del cerebro y la adquisición de los
aprendizajes, están ubicados en los tres primeros años de vida. Según Barreda (2000)
Durante este período, el cerebro no sólo es especialmente receptivo al adquirir
cierto tipo de información, sino que además necesita de ella para lograr las conexiones
neuronales en forma apropiada. Los estímulos emocionales, afectivos, verbales,
visuales y auditivos, orientan y conducen el complejo proceso de interconexión de las
neuronas, que posteriormente va a permitir un aprendizaje normal.
Es así que, en este periodo, se den las bases para el perfeccionamiento
psicomotor y cognitivo, los inicios de la comunicación y el lenguaje y el desarrollo socio-
afectivo. Tanto lo interno (la estructura cerebral), como lo externo (los estímulos),
juegan papeles preponderantes en el crecimiento de los niños, desde las múltiples
dimensiones y, más aún, en sus primeros años de vida, ya que es en estos primeros
años cuando el sistema nervioso construye las conexiones que garanticen el
aprendizaje. Esta construcción se da especialmente hasta los seis años de vida.
Hemos visto que el desarrollo y el aprendizaje están interrelacionados para
garantizar el desarrollo integral y multidimensional del ser humano. Por tal razón, es
preciso crear ambientes enriquecidos con estímulos que surgen desde la educación
inicial, puesto que es allí que se genera un acompañamiento intencional, organizado y
estructurado para procurar las potencias que estimulen las habilidades, capacidades y
destrezas del niño.
La educación inicial surge como una posibilidad de ofrecer a la primera infancia
las condiciones para una atención y formación integral en las que haya aprendizajes
armónicos. A partir de esta necesidad aparece como opción la pedagogía activa o la
escuela activa, que se originó, como lo plantea Zubiría (2002) debido a “diversos
factores de orden histórico, social y científico para crear las condiciones que produjeron
una profunda revolución en la concepción de la pedagogía y la educación desde fines
del siglo XIX, los cuales conducirán a la aparición de la escuela activa como una nueva
manera de entender el aprendizaje, la educación y el desarrollo del niño”
Estos factores que dieron origen a la escuela activa, develaron la importancia
que adquiere el niño como sujeto activo del proceso de aprendizaje y enseñanza,
porque permiten pensar la interacción con el medio social y físico del que hace parte el
sujeto para que se reconozca como autónomo y con las capacidades suficientes para
la reflexión, la observación, la experimentación y para que descubra nuevas formas de
conocimiento por medio del pensamiento.
El aprendizaje infantil, desde la perspectiva actual, debe estar orientado a
favorecer no solo la perfección de las estructuras cerebrales, sino, también, a permitir
el acceso a nuevas formas de conocimiento mediadas por estrategias pedagógicas que
resalten la experiencia individual y las relaciones con el entorno, que dejen a un lado
los procesos memorísticos del modelo tradicional y que den paso al desarrollo del
pensamiento, en el que se originan los metacognitivos como la autorregulación de la
información proveniente del exterior y generar autoconocimiento y autocontrol de los
aprendizajes adquiridos.
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El aprendizaje se ha convertido en una acción que está estrechamente
relacionada con el desarrollo, de ahí la importancia que tiene conocer cómo es y ha
sido el cada niño. Dicho reconocimiento se puede dar por medio de la observación de
actividades cotidianas, pedagógicas, lúdicas y recreativas, que den cuenta de las
capacidades de él según su edad y condiciones físicas y ambientales.
Para que lo anterior se dé es pertinente mirar los factores que intervienen en el
proceso de aprendizaje de los niños y que, sin ellos, sería imposible generar un
desarrollo pleno del ser humano. Los factores que deben estar inmersos dentro del
modelo desarrollista que nace del enfoque pedagógico activo, como una de las bases
de la educación inicial, son: como “señalar caminos para la autodeterminación personal
y social, y como el desarrollo de la conciencia crítica por medio del análisis y
transformación de la realidad”. Así es que el sujeto va aprendiendo a descubrir por sí
solo nuevos conocimientos y experiencias para resolver problemas de su cotidianidad,
orientados por los agentes educativos o significativos y los entornos de los que
participa el niño.
• El currículo, es un “conjunto de responsabilidades de la escuela para promover
una serie de experiencias en el alumno, o una serie de experiencias recreadas por los
estudiantes a través de las que pueden desarrollarse”. Este currículo debe ser asumido
desde el contexto institucional o escolar.
• El docente o el agente educativo como un mediador o guía en el aprendizaje de
los niños, capaz de generar ambientes y experiencias motivadoras para lograr que el
niño alcance el crecimiento de sus estructuras de pensamiento. Además, que la
relación que establezca el agente educativo con el estudiante debe estar mediado por
el diálogo permanente, la cooperación y el apoyo.
• Los espacios significativos, entendidos, como “ambientes de aprendizaje
estructurados para generar múltiples experiencias para los niños y las niñas”. Estos
espacios deben estar enfocados a despertar la curiosidad, la reflexión, el
descubrimiento, la experimentación y la resolución de problemas. Deben, además, dar
prioridad al aprendizaje sobre la enseñanza, pues es preciso comprender que cualquier
actividad, tarea y experiencia, deben buscar oportunidades para que los niños
aprendan, conozcan y piensen. A la vez que estrategias para:
• Permitir que los niños exploren activamente con todos los sentidos.
• Descubrir las relaciones por experiencia directa con los objetos.
• Estimular que el niño hable de lo que hace.
• Señalar relaciones entre los objetos para que los niños hagan las cosas por sí
solos, aunque tarden.
• Brindar opciones si el niño necesita ayuda.
• Permitir que los niños manipulen, transformen y combinen materiales.
• Ampliar el uso y funciones de materiales y objetos.
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• Provocar acción con los materiales.
• Seleccionar, entre los niños y los agentes, las actividades, objetivos y los
materiales.
• Ayudar al niño a reconocer qué ha hecho y cómo lo ha hecho.
• Referir preguntas o problemas de un niño a otro para generar un aprendizaje
cooperativo y social.
• Ofrecer alternativas cuando el niño está en una acción repetitiva.
• El niño debe ser el centro del aprendizaje por su carácter activo, es decir, un
buscador de significados, crítico, inventor e indagador, en contacto permanente con la
realidad. Por otro lado, debe ser visto por el agente educativo como un ser integral y
multidimensional.
• Y, por último, encontramos la evaluación, que se debe generar por procesos.
Además, debe tener un carácter cualitativo, objetiva, flexible y mediada por la
observación e instrumentos para la recolección de la información, tales como el diario y
el anecdotario, en el caso de ser realizada dentro de un contexto institucional. Con
estos factores resueltos se logrará que los aprendizajes que se les proporcionen a los
niños en su primera infancia cuenten con un acompañamiento integral, responsable y
respetuoso de las individualidades, y que se reconozca la diversidad cultural, étnica,
física, cognitiva, social y afectiva. En este sentido, se asume que el niño se debe hacer
partícipe, que exprese sus sentimientos y acciones, que generen espacios para la
reflexión y la interacción con el entorno social y físico
Permitir la ejecución de esta propuesta implica volver sobre los cuatro
aprendizajes fundamentales dentro del contexto actual, que se convertirán en la vida de
cada persona, en los pilares del conocimiento
• Aprender a conocer: es adquirir los instrumentos para comprender, descubrir
y conocer el mundo que nos rodea, es decir, aprender a aprender.
• Aprender a hacer: lo cual permite influir en el entorno, solucionar problemas,
planificar, elaborar y realizar tareas, a partir de la observación y experimentación con lo
que hay y sucede a su alrededor.
• Aprender a vivir juntos: es poder participar, cooperar con los demás,
descubrir al otro, ser solidario y estar en la capacidad de ponerse en el lugar del otro,
partiendo del reconocimiento de sí mismo.
• Aprender a ser: permite recoger elementos de los anteriores aprendizajes; su
función se centra en permitir la libertad de sentimientos, pensamientos y acciones para
llevar a la construcción del destino de cada uno.
PARTE III Aprendizaje y educación: La educación es una función social que busca
responder a dos interrogantes: ¿Qué clase de seres humanos se quiere formar? ¿Qué
sociedad se desea?, a partir de estos interrogantes surgen los llamados modelos
pedagógicos que intentan responder con sus propios postulados y con el despliegue de
sus teorías. Entre ellas, se destacan, por ejemplo, de acuerdo con Zubiría (1999):
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• La teoría psicológica: se enfoca en la dimensión individual y explica el desarrollo de la
personalidad y de los intereses.
• La teoría sociológica: explica la dimensión social y las relaciones que establece el
individuo con el entorno.
• La teoría antropológica: se encarga de explicar la dimensión cultural del hombre.
• La teoría pedagógica: se convierte en una propuesta que se basa en modelos
pedagógicos, de acuerdo con la función que se le asigne a la educación, bien sea
psicológica, social o antropológica. Intenta responder las preguntas relacionadas con el
para qué se enseña, “el propósito de la educación”; el qué se enseña, “los contenidos”;
el cuándo se enseña, “la secuenciación”; el cómo se enseña, “la metodología”; el con
qué se enseña, “los recursos didácticos”; si se cumplió o se está cumpliendo el
propósito de la educación, “la evaluación”.
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Para lograr esta concepción se debió ampliar la perspectiva inicial que sólo
miraba la formación o educación preescolar o inicial, para las edades de 5 a 6 años de
edad y dejaba a un lado la población que va desde el nacimiento hasta los 4 años.
Desde esta perspectiva, y en el marco de las políticas públicas que se han
gestado en torno a la infancia en las últimas décadas, se empieza a hablar de primera
infancia como: La etapa del ciclo vital en la que se establecen las bases para el
desarrollo cognitivo, emocional y social del ser humano. Comprende la franja
poblacional que va de los cero (0) a los seis (6) años de edad. Desde la primera
infancia, los niños y las niñas son sujetos titulares de los derechos reconocidos en los
tratados internacionales. Son derechos impostergables de la primera infancia, la
atención en salud y nutrición, el esquema completo de vacunación, la protección contra
los peligros físicos y la educación inicial. En el primer mes de vida deberá garantizarse
el registro civil de todos los niños y las niñas. Con esta normativa estatal se empieza
una reestructuración de la educación preescolar y se hace presente el concepto de
Educación inicial que favorece el acceso desde el nacimiento hasta los seis años, pues,
como se ha mencionado, el desarrollo y el aprendizaje deben ser integrales desde el
mismo momento de nacer.
De acuerdo con Reveco (2006):… para aportar desde la educación a este
desarrollo normal se requiere reconocer: a) Que la Educación Infantil es una etapa
educativa con identidad propia y que hace efectivo el derecho a la educación; b) Que la
Educación Infantil debe comenzar desde el nacimiento, con el fin de lograr
aprendizajes, el desarrollo integral de la persona y prevenir futuras dificultades; c) Que
la Educación Infantil integral tiene un efecto positivo en la reducción de las
desigualdades socioeconómicas y de aprendizaje; d) Que el trabajo educativo con la
niñez debe sustentarse en las características de la infancia y, por ello, se debe enseñar
a través del juego, en la medida que descubren que es un modo natural de aprendizaje;
e) Que se debe enseñar a partir del interés de los alumnos, así aprenderán
fácilmente…
La educación inicial constituye uno de los pilares sobre los que se debe impulsar
una transformación social, puesto que en ella se da, “un proceso permanente y
continuo de interacción y relaciones sociales de calidad, pertinentes y oportunas, que
permiten a los niños potenciar sus capacidades y desarrollar sus competencias” … El
ciclo de vida desde el nacimiento hasta los 6 años es esencial para el desarrollo:
• Físico, emocional, social y cognitivo.
• De habilidades para pensar, hablar, razonar y aprender.
• De comportamientos presentes y futuros.
Los cambios que requiere nuestra sociedad
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sociales, verbales, expresivas y de aprendizaje que han de definir su futuro
desempeño, es decir, se desconocía la influencia de la comunidad que proporciona
elementos y herramientas que favorecen lo cognitivo, lo comunicativo, lo social, lo
afectivo y lo corporal. Cada uno de los entornos (familiar, comunitario e institucional) en
los que se encuentra inmerso cada niño, debe estar enmarcado por una atención
integral que no abarque única y exclusivamente la educación inicial, sino, también, la
protección, la salud, la alimentación, entre otros, y que reconozca que los niños son
sujetos titulares de derechos. Es importante reconocer cuál es el papel de cada uno de
los entornos y los agentes educativos o significativos dentro de la formación a la
primera infancia, que se pueden clasificar en:
• Contexto familiar:
Es el contexto natural para el desarrollo integral de los niños y las niñas de 0 a 6
años, está orientado por los parámetros del amor, la ternura y el reconocimiento de la
dignidad y los derechos de todos sus miembros”. Como núcleo fundamental de la
sociedad, su carácter formativo debe estar orientado a favorecer el afianzamiento de la
personalidad, la autonomía, el respeto por la cultura y la responsabilidad social que
adquiere por ser un ciudadano reconocido ante la ley.
La familia, a través de las prácticas de crianza, las cuales, como plantea Aguirre
(2000): “son acciones que se orientan a garantizar la supervivencia del infante, a
favorecer su crecimiento y evolución psicosocial, y a facilitar el aprendizaje de
conocimientos que permitan al niño reconocer e interpretar el entorno que le rodea”.
Deben propender por generar espacios significativos, llenos de experiencias desde lo
afectivo, lo social, lo comunicativo y lo cognitivo, que favorezcan aprendizajes que
lleven a que su desarrollo sea integral y multidimensional, teniendo en cuenta el
entorno social, cultural y las normas presentes en cada una para que sea un
acompañamiento responsable e intencional.
• Contexto institucional:
Su función debe estar centrada en propiciar espacios para la educación, los
aprendizajes y el cuidado responsable; además de promover la socialización de los
actores involucrados en la formación (familia, comunidad, sociedad, Estado, niños,
etc.). Es un espacio creado para potenciar al máximo la intencionalidad educativa,
enmarcada dentro de unos parámetros para garantizar una educación con calidad,
éstos son: el Proyecto Educativo Institucional (PEI), el currículo, los materiales
didácticos, las ayudas educativas, personal interdisciplinario, entre otros aspectos que
hacen de la institución un espacio de socialización y de construcción de aprendizajes
significativos.
Pero no solo es el contexto de la escuela la encargada de brindar una atención
integral, sino que dentro del contexto institucional cabe mencionar otras instancias
prestadoras de servicio que benefician el crecimiento integral de los niños, entre las
que se encuentran las instituciones, donde se brindan apoyos referentes a los servicios
de salud, nutrición, cuidado, recreación y educación, que permiten la adquisición de
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aprendizajes por medio de la socialización, tanto con los adultos y profesionales
presentes como con los demás niños Contexto comunitario y social:
La comunidad y el contexto social son un sistema macro que abarca los demás
entornos (familiar e institucional) y a los actores o agentes educativos inmersos dentro
del aprendizaje, lo cual permite ver al sujeto como un ser social, inmerso imbuido en
una cultura, una historia, unos valores, unas normas, etc., que hacen que la
comunidad, en su conjunto, busque un bien común antes que un bien individual.
Es por esto que el contexto comunitario y social tiene un papel importante dentro
de una comunidad educativa, ya que es en estos escenarios donde el niño podrá poner
en práctica y en evidencia sus aprendizajes y experiencias para la transformación
social.
LA PRIMERA INFANCIA
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La primera infancia es un período crucial en el desarrollo de un niño, ya que es durante
estos primeros años de vida cuando se establecen las bases para su crecimiento físico,
emocional, cognitivo y social, como lo mencionamos anteriormente. Durante esta
etapa, el cerebro del niño experimenta un rápido crecimiento y desarrollo, lo que lo
hace especialmente receptivo a estímulos y experiencias que moldearán su futuro.
La calidad de la atención y el cuidado que recibe un niño en sus primeros años de vida
tiene un impacto significativo en su desarrollo a largo plazo. La estimulación temprana,
el afecto, la nutrición adecuada y un entorno seguro y estimulante son fundamentales
para garantizar un desarrollo saludable en todas las áreas.
Además, la primera infancia es un período crítico para la adquisición de habilidades
sociales, emocionales y cognitivas que serán fundamentales para el éxito académico y
personal en el futuro. Los niños que reciben una atención adecuada durante esta etapa
tienen más probabilidades de alcanzar su máximo potencial y disfrutar de una vida
plena y satisfactoria.
Por lo tanto, es fundamental invertir en programas y políticas que promuevan el
bienestar de los niños en sus primeros años de vida, ya que esto no solo beneficia a los
individuos sino también a la sociedad en su conjunto. Una inversión temprana en la
primera infancia puede tener efectos positivos a largo plazo en la salud, educación,
empleo entre otras cosas más
Como ya se ha planteado, estos cambios no son anárquicos sino que están regulados
por principios o leyes del desarrollo, referidos a: la dirección de la maduración, la
subordinación funcional, la diferenciación y al ritmo de crecimiento en tanto asincrónico
y discontinuo. En relación a esta última ley, cabe subrayar que en la primera infancia
este proceso continuo y progresivo de crecimiento se acelera, las curvas decrecimiento
muestran por lo tanto un perfil más vertical. En períodos posteriores, se observa una
disminución de la velocidad, tanto en altura como en peso.
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Este control y coordinación motora se logra en dirección céfalo caudal y próximo distal.
La primera implica que se controlan antes las partes del cuerpo que están próximas a
la cabeza, y luego ese control se extiende hacia abajo.
La próximo distal muestra que se controlan antes las partes más próximas al centro del
cuerpo que las más alejadas. (La articulación del codo se controla antes que la de la
muñeca, que se controla antes que las de los dedos).
El cuanto al desarrollo esperable del control postural en los dos años primeros años de
vida, la relación logro-edad se observa en los siguiente cuadros (Palacios, 1999):
Conducta motora fina Edad del logro motor Margen de edad del
logro motor
Toma objeto con 4 meses 2-6 meses
prensión
palmar
Vemos que existe un margen del logro de variación relativamente amplio, en el cual
cada niño adquiere cada uno de los hitos del control postural. Esta amplia variación se
debe a que el margen consignado tiene sólo un valor indicativo. Al respecto, resulta
fundamental prestar mayor atención a la secuencia de aparición de los logros, lo que
tiene un valor evolutivo invariable entre los diferentes sujetos. Estas diferencias
Palacios las entiende como resultado de la cultura en la que el niño se desarrolla, como
así también las características y posibilidades del propio niño.
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Palacios trabaja sobre el concepto de Psicomotricidad para abordar los avances
motores en este período. Este autor, refiere que la psicomotricidad es un nudo que ata
psiquismo y movimiento hasta confundirlos entre sí en una relación de implicaciones y
expresiones mutuas (Coste, 1979; Palacios y Mora 1990). A la vez, agrega que la meta
del desarrollo psicomotor es el control del propio cuerpo hasta ser capaz de sacar de él
todas las posibilidades de acción y expresión que a cada uno le sean posibles. Ese
desarrollo implica un componente externo (acción), pero también un componente
interno o simbólico, que se refiere a la representación del cuerpo y sus posibilidades de
acción. Esto demuestra que la psicomotricidad no es una mera suma de habilidades
aisladas sino que forma un sistema integrado y dinámico.
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En la misma línea Winnicott (1984) plantea que para que los procesos del desarrollo
sucedan necesitan del aporte de un ambiente que facilite y se adapte a las
necesidades de ese niño. El psicoanalista inglés, quien contribuyó al desarrollo del
pensamiento psicoanalítico con sus estudios de las relaciones más tempranas,
entiende al desarrollo emocional como la posibilidad del sujeto de realizar tres tareas:
integración del yo, establecimiento de la psique en el cuerpo, y la formación de
relaciones objétales. Estas tres tareas, como él las menciona, se corresponden con las
tres funciones de la madre: sostén, manejo y presentación de objetos. Estas tareas
contribuyen a realizar entonces la función de amparo y sostén que la familia tiene en
estos momentos iniciales.
Por su parte, Rochat (2004) considera la primera infancia como un período de
inmadurez prolongada, da cuenta de esta dependencia inicial, donde la familia
contribuye decididamente a que el niño logre la madurez emocional, en tanto permite el
despliegue de un alto grado de dependencia en los comienzos de la vida y
paulatinamente da la oportunidad de ingresar a otros espacios sociales cada vez más
alejados del núcleo familiar. Este autor subraya que el andamiaje psicológico de los
padres está presente desde el comienzo, y que es indispensable para propiciar la
experimentación, la exploración, la observación, propias de la primera infancia.
Estas interacciones sociales con los adultos, en el recién nacido son posibles gracias al
bagaje conductual que posee y éste le permite mantener la interacción mediante sus
conductas innatas, conductas que el adulto trata como intencionales. En esta instancia
el adulto se convierte en el responsable del curso de la interacción. Dentro de estos
marcos interactivos en estos momentos iniciales de la vida, comienzan a construirse un
conjunto de expectativas comunes que le permite a cada uno, tanto niño como adulto,
reconocer la señal del otro y anticipar su respuesta.
Estos intercambios son una pieza clave para dar lugar a la organización perceptiva-
afectiva del niño, a partir de la regulación de sus emociones indispensables en el
desarrollo. Y es aquí donde la protección y control parental contribuyen a que los bebés
se permitan experimentar en un entorno que los cuidadores hacen seguro y atractivo.
En esta línea, Bowlby entiende esencial para la salud mental del niño, que en las
interacciones con su madre predomine una relación cálida y amorosa. Esto será la
mayor garantía de protección contra peligros ambientales. A su vez permitirá que el
niño construya una imagen de sí valorada, y se convierta en un ser social con
capacidad de adaptación al medio.
Bowlby elabora la teoría del apego, entendido como la tendencia a establecer lazos
emocionales íntimos con individuos determinados como un componente básico de la
naturaleza humana. Durante la infancia, los lazos se establecen con los padres a los
que se recurre en busca de protección, consuelo y apoyo. Sugería que la insistencia
con que el niño busca mantener la proximidad de las figuras protectoras (parentales)
depende de la actividad de un sistema adaptativo de comportamientos de apego,
destinado a garantizar la seguridad y la supervivencia del individuo. El apego designa
un lazo entre dos personas y una vez constituido, se vuelve duradero. La naturaleza y
la intensidad del apego se evidencian por las reacciones que presenta el niño ante la
pérdida de ese lazo o su desestabilización.
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EL “DESARROLLO COGNITIVO” EN LA PRIMERA INFANCIA
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característicos de la primera infancia, son indispensables en el desarrollo y se dan en
estrecha interacción con el papel que las figuras de apego; éstas le brindan una base
segura sobre la cual el niño se apoya para alejarse, salir a explorar el medio con la
confianza de disponer de ellos en caso de necesitarlo.
Los cambios físicos, psíquicos y evolutivos son procesos naturales que ocurren a lo
largo de la vida de una persona.
Varios autores han abordado el tema de los cambios físicos, psíquicos y evolutivos a lo
largo de la vida de una persona. Algunos de los autores más conocidos en este campo
incluyen:
1. Jean Piaget: Psicólogo suizo conocido por su teoría del desarrollo cognitivo, que
describe cómo los niños adquieren habilidades mentales a medida que crecen y
maduran.
2. Erik Erikson: Psicólogo y psicoanalista que propuso la teoría de las etapas del
desarrollo psicosocial, que describe cómo las personas pasan por diferentes crisis y
desafíos a lo largo de la vida.
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4. Lev Vygotsky: Psicólogo ruso conocido por su teoría sociocultural del
desarrollo, que destaca la importancia de la interacción social en el aprendizaje y el
desarrollo cognitivo.
Cada uno aporta una perspectiva única y valiosa para comprender cómo nos
desarrollamos y cambiamos a lo largo de nuestra vida.
Erik Erikson fue un psicólogo y psicoanalista conocido por su teoría de las etapas del
desarrollo psicosocial. En su teoría, Erikson propuso que las personas pasan por ocho
etapas de desarrollo a lo largo de su vida, cada una caracterizada por un conflicto
psicosocial central que debe resolverse para avanzar con éxito al siguiente nivel de
desarrollo. Estas etapas abarcan desde la infancia hasta la vejez y se centran en
aspectos como la confianza versus la desconfianza, la autonomía versus la vergüenza
y la duda, la iniciativa versus la culpa, la industria versus la inferioridad, la identidad
versus confusión de roles, la intimidad versus aislamiento, la generatividad versus
estancamiento y la integridad versus desesperación.
Según Erikson, cada etapa del desarrollo presenta una crisis o conflicto que debe
resolverse de manera positiva para lograr un desarrollo saludable y un sentido de
identidad personal. Si una persona no logra resolver estos conflictos de manera
satisfactoria, puede experimentar dificultades en etapas posteriores del desarrollo. La
teoría de Erikson destaca la importancia de la interacción social, el autoconcepto y el
desarrollo de la identidad a lo largo de la vida.
La teoría de Erikson se basa en varios principios fundamentales que guían su enfoque
del desarrollo psicosocial. Algunos de los principios y bases de la teoría de Erikson
incluyen:
4. Conflicto psicosocial: Cada etapa del desarrollo según Erikson está marcada
por un conflicto psicosocial específico que debe resolverse de manera exitosa para
avanzar al siguiente nivel. Estos conflictos representan las tensiones entre diferentes
aspectos de la personalidad y el entorno social.
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5. Maduración y aprendizaje: Erikson reconocía la importancia tanto de la
maduración biológica como del aprendizaje social en el desarrollo humano. Creía que
el crecimiento físico, cognitivo y emocional interactúa con las experiencias sociales
para dar forma a la personalidad.
MADURACIÓN:
Madurar significa salir de nuestra visión egocéntrica para comprender que existe un
mundo más amplio y complejo, un mundo que a menudo nos pondrá a prueba y que no
siempre satisfará nuestras expectativas, ilusiones y necesidades. Por una parte, la
maduración es un proceso cuya ocurrencia es resultado de la información genética y
sobre el cual el individuo conscientemente no tiene ninguna influencia (salvo que
biológicamente se produzca algún tipo de alteración),
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Esta teoría, al igual que otras tantas de la psicología del desarrollo, no ha estado
exenta de críticas, aunque cabe decir que prácticamente a cien años de ser formulada
sigue teniendo mucho peso en esta rama. Veamos con mayor detalle de qué se trata.
La teoría de la maduración fue introducida en 1925 por el psicólogo americano Arnold
Lucius Gesell, quien además era pediatra y educador. Los estudios llevados a cabo por
Gesell se centraron en averiguar cómo se daba el desarrollo durante la infancia y la
adolescencia, tanto en niños sin psicopatología alguna como aquellos quienes
mostraban un patrón de aprendizaje y desarrollo diferente al esperado.
Durante los más de cincuenta años en los que Gesell llevó a cabo sus investigaciones
observacionales, realizadas mayormente en la Yale Clinic of Child Development, este
psicólogo norteamericano y sus colaboradores describieron una serie conductas más o
menos predecibles en la infancia.
De acuerdo con su teoría de la maduración, todos los niños y niñas pasan por los
mismos estadios de desarrollo siguiendo el mismo orden pero no necesariamente
presentándolos al mismo momento. Es decir, cada niño va a su ritmo, pero lo esperable
es que realicen los aprendizajes siguiendo la misma secuencia.
Esta teoría, aunque bastante clásica teniendo en cuenta que fue expuesta hace casi
cien años, ha calado hondo en muchos aspectos de la psicología de la educación
especialmente en cuanto a los métodos de crianza se refiere.
DESARROLLO:
Desarrollo o Maduración, es el proceso mediante el cual los seres humanos logran
mayor capacidad funcional de sus sistemas a través de los fenómenos de maduración,
diferenciación e integración de funciones. Es un proceso de tipo cualitativo y puede ser:
físico (dental, sexual y ósea) o neuropsicológico. el desarrollo humano como "la
expansión de las libertades que tiene la gente para vivir vidas largas, saludables y
creativas; para avanzar en otras metas que tienen razones para valorar; y para
comprometerse activamente en modelar el desarrollo de forma equitativa y sostenible
en un planeta compartido". El desarrollo humano podría definirse también como una
forma de medir la calidad de vida del ser humano en el medio en que se desenvuelve.
El desarrollo se encuentra estrechamente ligado con patrones cognitivos,
medioambientales y sociales del individuo. De ahí que éste sea un proceso
diferenciado y dependiente de una suma de variables más complejas, a diferencia de la
maduración que es un tanto más predecible. De lo anterior se desprende una relación
existente entre el aprendizaje y el desarrollo: Los patrones de crecimiento y cambio
cognitivo pueden ser aprendidos de acuerdo a la presencia de un conjunto de
influencias: la moral, las costumbres, la alimentación, el sistema educativo, las
condiciones medioambientales (disponibilidad de recursos, adaptación al medio,
relaciones con el medio, etc.), las relaciones económicas, entre otros.; esto, como un
todo, configura un marco de referencia para el proceso de desarrollo de un individuo.
PERCEPCIÓN:
Es la forma en la que el cerebro humano interpreta las sensaciones que recibe a través
de los sentidos para formar una impresión inconsciente o consciente. Es decir, si se le
puede aplicar discernimiento de la realidad física de su entorno. También denominado
como el proceso constructivo por el que organizamos las sensaciones y captamos
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conjuntos o formas dotadas de sentido. También describe el conjunto de procesos
mentales mediante el cual una persona selecciona, organiza e interpreta la información
proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos, a partir de su experiencia
previa, de manera lógica o significativa. En la filosofía, la percepción es la aprehensión
psíquica de una realidad objetiva, distinta de la sensación y de la idea, y de carácter
mediato o inmediato según la corriente filosófica (idealista o realista).
"La percepción visual no opera con la fidelidad mecánica de una cámara, que lo
registra todo imparcialmente: todo el conglomerado de diminutos pedacitos de forma y
color que constituyen los ojos y la boca de la persona que posa para la fotografía, lo
mismo que la esquina del teléfono que asoma accidentalmente por encima de su
cabeza. ¿Qué es lo que vemos?... Ver significa aprehender algunos rasgos salientes
de los objetos: el azul del cielo, la curva del cuello del cisne, la rectangularidad del libro,
el lustre de un pedazo de metal, la rectitud del cigarrillo" (Arnheim, 1995, p. 58-59).
El primer supuesto básico desarrollado por la Gestalt es la afirmación de que la
actividad mental no es una copia idéntica del mundo percibido. Contrariamente define
la percepción como un proceso de extracción y selección de información relevante
encargado de generar un estado de claridad y lucidez conciente que permita el
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desempeño dentro del mayor grado de racionalidad y coherencia posibles con el
mundo circundante.
Según la Gestalt, la percepción busca de manera directa organizar la información del
ambiente dentro de una representación mental simple. El modelo asociacionista,
fundamentado en la física mecánica de su época, asume la percepción como un
proceso que se lleva a cabo mediante una secuencia encadenada de unidades
elementales que constituyen lo que denomina Kóhler (citado por Gondra, 1996) la
aplicación del método analítico.
Se puede afirmar que, de la enorme cantidad de datos arrojados por la experiencia
sensorial (luz, calor, sonido, impresión táctil, etc.), los sujetos perceptuales toman tan
sólo aquella información susceptible de ser agrupada en la conciencia para generar
una representación mental.
La percepción, según la Gestalt, no está sometida a la información proveniente de los
órganos sensoriales, sino que es la encargada de regular y modular la sensorialidad. El
hecho de recibir de manera indiscriminada datos de la realidad implicaría una constante
perplejidad en el sujeto, quien tendría que estar volcado sobre el inmenso volumen de
estímulos que ofrece el contacto con el ambiente.
La Gestalt definió la percepción como una tendencia al orden mental. Inicialmente, la
percepción determina la entrada de información; y en segundo lugar, garantiza que la
información retomada del ambiente permita la formación de abstracciones (juicios,
categorías, conceptos, etc).
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CONCLUSIÓN
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