Los 18 Problemas y Errores de Comunicación Más Frecuentes

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Los 18 problemas y errores de comunicación más frecuentes

La gran mayoría de conflictos entre personas (o empresas) se encuentra en la comunicación. A


pesar de que todos nos comunicamos con otras personas o grupos, no siempre lo hacemos de la
manera correcta.

Ya sea con la pareja, amigos o con los empleados de nuestra empresa, los errores de comunicación
pueden surgir en cualquier momento, por lo que es importante detectarlos.

Consecuencias de la mala comunicación


Los problemas de comunicación se presentan en todas las relaciones interpersonales, y de no
resolverse adecuadamente, pueden desencadenar batallas interminables y malas relaciones, por
ejemplo, con la pareja o la los compañeros de trabajo. La comunicación incluye al menos dos
personas, y aunque esto parezca básico, no siempre lo tenemos en cuenta.

La importancia de la comunicación es tal que incluso los psicólogos enseñan a sus pacientes
habilidades sociales y relacionales, puesto que el origen de los conflictos yace muchas veces en
estas competencias. Asimismo, una empresa puede ver sus resultados reducidos por la mala
relación entre compañeros de trabajo o por no ser capaz de hacer llegar a los trabajadores sus
necesidades.

Los errores de comunicación más frecuentes


Ahora bien, ¿cuáles son los principales errores que podemos cometer los seres humanos en torno
a la comunicación? ¿Qué problemas de comunicación son los más comunes? En las siguientes
líneas te lo explico detalladamente.

Algunos problemas de comunicación básicos


Algunos problemas que pueden darse en las diferentes áreas de la vida cotidiana (en la relación de
pareja, entre amigos, en el trabajo, etcétera) son los siguientes.

1. ¿Oír o escuchar?
Suele ocurrir que pensamos que estamos escuchando a una persona y lo que en realidad estamos
haciendo es oyendo. Oír y escuchar no son lo mismo. Para poder escuchar hay que hacer uso de la
escucha activa, que no solo presta atención a las palabras que una persona dice, sino también a su
lenguaje corporal y a la comunicación no verbal y emocional en general.

La escucha activa mejorar las relaciones interpersonales porque mejora la comunicación.

Si quieres saber más sobre este concepto, puedes leer nuestro artículo: “Escucha activa: la clave
para comunicarse con los demás”
2. Decir lo que uno piensa sin tener en cuenta a los demás
En estas situaciones en las que no se hace uso de la escucha activa, es frecuente que las personas
digan lo que tienen ellos en mente en vez de prestar atención plena a lo que el otro interlocutor
dice. Por eso escuchar activamente es importante, pues nos coloca en la piel de la otra persona,
nos permite entender sus verdaderas emociones y captar el mensaje apropiadamente. Esto
también favorece que la otra persona entienda que tenemos interés en lo que dice.

En cambio, son muchas las situaciones en las que los individuos ya saben lo que van a decir incluso
antes de que el otro interlocutor haya acabado de hablar, ya sea por los prejuicios que tiene o
porque ambos tienen un conflicto, están a la defensiva y quieren tener la razón a toda costa. De
esta manera, es imposible que la buena comunicación fluya y que el debate constructivo aparezca.

3. ¿Hablar o decir?
Ya sea en el lenguaje escrito o hablado, no es lo mismo hablar que decir: lo importante no es
hablar o escribir mucho sino hacerlo con brevedad y precisión. No se trata de hacer uso de muchas
palabras sino de emplear la intensidad y profundidad adecuada, de comunicar algo interesante.

4. Falta de confianza
La falta de confianza puede hacer que no expresemos apropiadamente lo que queremos decir y, en
muchos casos, puede llevar a la falta de asertividad, a no poder expresar las opiniones de uno
mismo correctamente, de no poner límites en las relaciones y, por tanto, en la buena marcha de la
comunicación.

5. Falta de credibilidad
Igual que la falta de confianza, la falta de credibilidad también es importante a la hora de
comunicarnos con otras personas, ya sea con nuestra pareja, en una empresa o a la hora de hacer
un discurso en público.

La credibilidad favorece que el otro interlocutor se sienta cómodo y, en consecuencia, aumenta la


confianza entre ambos.

6. Falta de empatía
La empatía es una habilidad social básica que es necesaria para poder convivir con los demás. Está
íntimamente relacionada con el hecho de no expresar solamente lo que uno piensa, pues permite
entender al otro interlocutor y su punto de vista. Es clave para poder enviar un mensaje claro y
preciso.

7. La mala validación emocional


La validación emocional es un concepto que cada vez se emplea más, y lo poseen aquellas
personas con una alta inteligencia emocional. Consiste en aceptar y dar feedback a los demás no
solamente con palabras, sino también con el lenguaje no verbal.

Favorece la buena comunicación, pues el otro individuo comprende que está siendo entendido,
reconocido y comprendido, y, en consecuencia, aumenta la verbalización de éste.

8. Lenguaje no verbal pobre


Es frecuente que prestemos mucha atención a las palabras y olvidemos el lenguaje no verbal.
Según los resultados de una investigación llevada a cabo por Albert Mehrabian, el componente
verbal es un 35% y más del 65% es comunicación no verbal. Esto incluye la postura corporal, el
contacto visual o los gestos.

Esto debería ocurrir de manera natural, pero en algunos casos, por ejemplo cuando no estamos
relajados, nuestro lenguaje no verbal no permite transmitir lo que intentamos decir.

9. Mal lenguaje verbal


El tono de voz, es decir no hablar demasiado alto o bajo, arrastrar las palabras, o utilizar
demasiados términos de relleno como "ah ", “eh” o “um" puede provocar que el mensaje con el
interlocutor pierda fuerza. Vocalizar correctamente, una buena capacidad de improvisación y, en
definitiva, decir correctamente lo que queremos que la otra persona escuche mejora la
comunicación.

10. Problemas a la hora de leer y escribir


Una buena capacidad de lectura y escritura es sumamente importante en algunos contextos, por
ejemplo, en el mundo digital: a la hora de escribir en un blog y hacer llegar el mensaje de una
compañía a un posible cliente o a la hora de enviar un correo electrónico a un reclutador para
seducirle y hacerle ver que somos los mejores candidatos.

No leer bien o escribir bien afecta claramente a la comprensión y expresión del mensaje en estos
contextos.

11. Falta de respeto


Las personas nos abrimos más a los demás cuando nos respetan, por lo que el respeto es una
habilidad comunicativa básica que debemos tener en cuenta a la hora de comunicar eficazmente.
Es igual de importante como mostrar credibilidad. En una relación de pareja, por ejemplo, una
señal de afecto o un bonito gesto demuestra que respetamos a nuestra amado/a y, en
consecuencia, mejora la cercanía, la confianza y la comunicación con esa persona.

12. Mala persuasión y capacidad de negociación


La persuasión permite transformar ideas, creencias, conductas y actitudes, satisfaciendo de esta
manera las necesidades de ambos interlocutores, es clave en el entorno de los negocios, pero
también en la vida cotidiana.

La persuasión es clave en la negociación que, a su vez, es clave en las relaciones interpersonales.


Negociar y llegar a acuerdos para que las necesidades de ambos estén, al menos en parte,
cubiertas mejora las relaciones interpersonales y la fluidez en la comunicación entre los actores.

Habilidades de comunicación a la hora de hablar en público


Para hablar en público también es necesario dominar una serie de habilidades de comunicación
que permitan cautivar a la audiencia y mantenerla entretenida y atenta.

Los errores más habituales que pueden presentarse a la hora de hablar en público son:
1. Falta de rapport inicial
El rapport es un fenómeno en el que dos personas se sienten en sintonía tanto a nivel mental
como emocional. Es clave para acercar a la persona y conectar con el mensaje, especialmente
cuando las dos personas no se conocen, como suele ocurrir en una charla o exposición en público.
Cuando no existe esta conexión, tampoco habrá una buena comunicación.

2. Carencia de sentido del humor


En un contexto como el de hablar en público, una de las mejores maneras de conectar con la
audiencia es hacer uso del sentido del humor. Gracias al sentido del humor, la capacidad de
atención y retención de la información del oyente incrementa.

Cuando la charla o exposición es demasiado seria, generalmente aburre y no ayuda a que la


comunicación fluya.

Te explicamos este y otros beneficios en nuestro artículo: “Los 9 beneficios de tener sentido del
humor”
3. Rigidez en el uso del lenguaje corporal
Cuando la persona se siente nerviosa, que es algo que puede pasar cuando alguien se enfrenta a
una audiencia, suele expresar ese nerviosismo a través del lenguaje corporal. La falta o exceso de
gesticulación, mala postura, y un contacto visual deficiente son algunos ejemplos.

4. Exceso de información y contenido demasiado intelectual


Esto puede ocurrir sobre todo en las presentaciones orales, cuando la persona que hace la
presentación es poco precisa y concisa y no conecta emocionalmente con la audiencia puesto que
la información es demasiado intelectual.

El exceso de información llega a aburrir, y es un error muy frecuente cuando no se tiene en cuenta
las necesidades y el interés de la audiencia.

5. Miedo escénico
El miedo escénico afecta negativamente a la comunicación de diferentes maneras, tanto en el
lenguaje no verbal como verbal. Cuando alguien no tiene la suficiente confianza en sí misma, la
audiencia lo notará y, por tanto, no se producirá una buena conexión emocional con ésta.

6. Uso inapropiado del silencio


El silencio puede ser una gran herramienta a la hora de hablar en público, es un elemento de
comunicación en sí mismo, cuyo valor puede llegar a equipararse al de la palabra; sin embargo,
cuando la persona lo emplea mal, puede llegar a aburrir y arruinar el flow de una charla,
conferencia o exposición oral.

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