Resumen Del Gran Tablero Mundial

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I

En busca del cónclave geoestratégico en vísperas del desequilibrio de la supremacía


estadounidense: una crítica al gran tablero mundial

Moussa Garduño

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Universidad Nacional Autónoma de


México

16 de diciembre de 2005

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Introducción

Desde el fin del sistema bipolar que se desarrolló durante la época conocida como
“guerra fría”, la división del modelo internacional cambió radicalmente desde el punto
de vista del vencedor. Estados Unidos se autoproclamó como la única superpotencia
capaz de establecer un “nuevo orden mundial” mediante la imposición de una
hegemonía que, en teoría, debería estar conformada por el consenso de los países
desarrollados y así presentar al mundo entero el triunfo del modelo democrático y
capitalista ante el socialismo devastado por su propio peso.
Comenzó así un debate entre teóricos estadounidenses sobre el futuro de su
nación y su papel en el sistema internacional. Se habló de un “fin de la historia”,
donde se proclamaba sin duda alguna el triunfo de la democracia estadounidense
sin rival de por medio; de un “choque de civilizaciones” donde se vislumbran
conflictos étnicos y religiosos; e incluso de un “gobierno trilateral” al mando de
Estados Unidos, Europa y Japón. En este contexto, también se escribió una obra
llamada “El gran tablero mundial” por uno de los estrategas más importantes en los
últimos tiempos en la sociedad estadounidense: Zbiegnew Brzezinski.
“El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos
geoestratégicos” ha sido un trabajo más acertado que las mencionadas
anteriormente y que es necesario analizar por sus lúcidas visiones sobre la política
internacional, y más aún, por su aportación a la geoestrategia internacional
La obra fue publicada en 1997 y desde entonces ha habido cambios importantes
en el sistema internacional (algunos fueron previstos por el autor sin embargo otros
no) y por lo tanto es menester indagar sobre el pensamiento geoestratégico de los
Estados Unidos tomando en cuenta la importancia de esta disciplina en el campo de
las Relaciones Internacionales y su utilización en el análisis político contemporáneo.
Así entonces, el artículo se divide en tres secciones. Por una parte, se ofrece una
breve reseña del autor; en una segunda parte, se expone un breve resumen de su
obra tratando de concentrar la propuesta geoestratégica estadounidense para jugar
en “el gran tablero mundial”, siendo la masa continental de Euroasia la que reciba
este nombre, y finalmente; se agrega una crítica al contenido de la obra haciendo
énfasis en sus aciertos, carencias, aportaciones y valor académico ofreciendo
algunas conclusiones sorprendentes sobre las dimensiones que de la obra se ha
extraído y que en un futuro podrían concretarse.

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De la escuela norteamericana

…..los que valoran las libertades individuales


y la soberanía de sus países
respectivos constituyen las fuerzas del desorden global
Zbiegnew Brzezinski

De origen judío y nacido en Varsovia en 1928, Zbigniew Brzezinski adoptó su


nacionalidad estadounidense en 1958, cinco años después de haber llegado al
continente americano1. Desde un principio se incitó por el análisis internacional e
hizo toda su escuela profesional en Estados Unidos logrando su Doctorado en
Harvard donde se desempeñó como profesor al lado de Henry Kissinger, con quién
también compartía algunas asperezas intelectuales.2
Fue miembro de todos los grandes clubes de élite y fundador de la Comisión
Trilateral además de llegar a ser Consejero de Seguridad Nacional durante el
período presidencial de Jimmy Carter (1977-1981).
Su pensamiento gira alrededor de tres ejes fundamentales: el tránsito de una
sociedad industrial a una postindustrial, el fracaso del sistema comunista y la
creación de una aldea globalizada y sin fronteras.3 Siempre ha sido partidario de la
formación de sistemas de cooperación y de la supremacía estadounidense con base
en la reunión de todos los requisitos que para ello se necesitan, esto es, la
producción, innovación y control de los medios relacionados con las nuevas
tecnologías.
Así entonces, se puede considerar a Brzezinski como uno de los padres de la
sociedad de la información. Esto va sumamente ligado a su afirmación sobre el
cambio radical dentro de las elites políticas donde los intelectuales tomarían las
riendas de las políticas exteriores, y que la política internacional sería así dominada

1
Guerra, Gómez, Manuel., “La masonería invisible”, en Burguense, núm. 44, Facultad de Teología de Burgos,
2003, pp. 167 - 204
2
Parecía que estos dos intelectuales hablaban lenguas distintas. A pesar de tener historias parecidas, la
personalidad de Kissinger era más rígida, más imponente e intentaba que su pensamiento fuera adoptado por
todo el público, mientras Brzezinski siempre hablaba de lo complejo que era el analizar el sistema internacional
y sus cambios. Véase Ramentol, Santiago., Teorías del desconcierto. viaje al fondo de la incertidumbre: los
pensadores que diseñan el futuro global, Urano – tendencias, Barcelona, 2004, pp. 77 - 79
3
Brzezinski, Zbigniew., La era tecnotrónica, Paidós, Buenos Aires, 1979, Véase Introducción.,

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por amplios grupos de estrategas quienes convertirían al conocimiento en una
herramienta útil para la adquisición del poder.4
En estas palabras, la búsqueda del poder siempre sería a lo que los estados
nunca renunciarían, por lo tanto, Estados Unidos debía hacer lo propio con base en
la aplicación de las investigaciones de sus analistas y el devenir de los cambios en
el sistema internacional, identificando los recursos necesarios para la consecución
de esos intereses. La Geoestrategia permite desde hace varios años la formulación
de planes para ello y Brzezisnki lo sabía.
A pesar de ser conocido como un estratega crítico de la política soviética, y hoy
un escéptico de la política rusa, Brzezinski nunca fue totalmente anticomunista.
Reconoció las aportaciones de la teoría marxista y se convirtió rápidamente en un
analista serio de la realidad soviética. Él siempre ha sido internacionalista y ha
trabajado por los intereses del país que ha recogido y reconocido su trabajo
académico, así podemos entender que la mayoría de sus tesis se basen en el papel
de liderazgo de los Estados Unidos, defendiendo su posición central en el sistema
internacional y en la tercera “revolución humana”, esto es, la revolución tecnológica.
Su análisis objetivo lo ha llevado a consagrarse como uno de los personajes más
importantes dentro de la política estadounidense. Actualmente se desempeña como
analista y asesor en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de
Washington donde ofrece conferencias sobre la teoría geoestratégica siendo su obra
más reciente The geostrategic triad publicada en diciembre de 2000 donde aborda
temas de estrategia en Rusia y Euroasia.

Euroasia como el tablero de ajedrez

Estados Unidos se ha convertido en la única superpotencia del mundo. Según el


autor, este hecho es sui generis pues ningún otro imperio se había hecho de tal
condición, por lo menos, en los términos que nos explica en el texto al reunir
básicamente:
- un sistema de seguridad colectiva basado en la Organización del Atlántico
Norte (OTAN)
- un sistema de cooperación económica regional y

4
Ramentol, Op.cit., pág, 82

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- una aún rudimentaria estructura constitucional y judicial global5

Tal estructura difiere mucho de lo que los antiguos imperios lograron formar
durante su apogeo como unidades hegemónicas. Brzezinski alude mucho al Imperio
Romano por su grandeza cultural y su enorme organización económica pero no deja
de criticar su falta de control territorial. Lo mismo hace con el imperio mongol,
negando cualquier estructura eficiente de economía e insinuando que el éxito de sus
logros se debió a su organización militar más que social. El imperio chino no es la
excepción pues critica sus frecuentes crisis de decadencia y expansión, evita la
manifestación cultural del imperio otomano y pone en tela de juicio la magnitud de
los diversos lideres europeos en sus respectivas épocas de apogeo, esto es, al
español, el francés e incluso al británico afirmando que éste último no controló ni
siquiera a Europa sino que solamente la equilibró. 6
Todos los imperios que precedieron al dominio estadounidense provinieron de
Euroasia, así entonces Estados Unidos se ha convertido en el primer imperio que no
proviene de esa región y que por ende debe hacerse de su control total para
asegurar la condición que presume.
Para Brzezinski, Euroasia es la región más importante geopolíticamente
hablando debido a que concentra el mayor número de personas, recursos naturales
y posiciones geoestratégicas y territoriales del mundo, es por eso que se denomina
como el “tablero de ajedrez” donde más de dos jugadores se disputarán la región
como recompensa. El texto se complementa con veintitrés mapas y siete cuadros
estadísticos que ilustran tal afirmación. Euroasia comprende desde los territorios de
Portugal hasta el estrecho de Bering pasando por los territorios ricos en recursos
petroleros de Medio Oriente y Asia Central. El autor divide esta gran región en cuatro
zonas donde la parte oeste pertenece a Europa Occidental, el sur al creciente fértil y
Asia Central, el este a Asia Oriental dejando a Europa Oriental y Rusia como un
espacio medio.7
Hacerse del control de los recursos energéticos y mantenerse así como la única
potencia mundial es el objetivo primordial de Estados Unidos en la región. Sin
embargo, a pesar del fin de la guerra, existen otros estados que tienen intereses

5
Brzezinski, Zbigniew., The grand chessboard: american primacy and its geostrategic imperatives, Basic Books
a division of Harper Collins Publishers, New York, 1997, pp 28 - 29
6
Brzezinski, Op. Cit, Pág. 21
7
Idem. Pág. 34

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similares y que se contraponen en muchas ocasiones con los de Estados Unidos.
Para esto, el autor identifica “jugadores geoestratégicos” y pivotes geopolíticos”
como primer paso para una política estadounidense, siendo la cuestión territorial (o
geográfica) la que juega un papel esencial en el curso de las políticas de estos
estados. La diferencia primordial entre un “jugador geoestratégico” y un “pivote
geopolítico” radica en que el primero tiene capacidad de ejercer influencia más allá
de sus fronteras y el segundo es vulnerable a esas acciones. Un acierto de
Brzezinski es que un Estado puede pasar de un papel a otro dependiendo de la
coyuntura internacional en que se encuentre.8
Una vez identificados los actores del juego, el autor hace un análisis particular de
cada uno de ellos. Se debe conocer al jugador para actuar en beneficio propio
atendiendo habilidades, debilidades y fortalezas para hacer los planes
correspondientes de acción.
Ubicar a Europa resulta difícil en los tiempos actuales. La unificación es
realmente el tema que interesa a Estados Unidos mediante el liderazgo regional de
Francia y Alemania. Brzezinski aborda los intereses de esos dos países y concluye
que ninguno de los dos por sí solo es suficientemente poderoso como para lograr
una Europa unida sino por el contrario, será con mutua ayuda como se podrá lograr
tal objetivo. Estados Unidos pone énfasis en que, una vez aparecerida una Europa
unida, ésta sea reconocida como el socio a nivel global de los Estados Unidos
tomando en cuenta el estatus que tendrá Ucrania en tal unión y la política que se
adoptará hacia Rusia una vez concluido tal proceso.
Estados Unidos requiere una Europa unida para utilizarla como “puente” para la
democracia hacia la región asiática con la cuál limita. Esto aunado con la necesaria
expansión de la OTAN ya que tal organización garantiza la seguridad europea al
mismo tiempo que garantiza la presencia militar estadounidense en esa región.
Por otra parte, la situación de Rusia es de atención. Cuando Ucrania logró su
independencia las demás ex repúblicas soviéticas siguieron su ejemplo y Rusia
perdió una posición estratégica muy importante al dejar de colindar con Polonia y los
estados bálticos. La guerra de Chechenia fue otro suceso que acabó con las

8
Como jugadores geoestratégicos el autor menciona a Francia, Alemania, Rusia, China e india mientras que por
pivote geopolítico enumera a Ucrania, Azerbaiyán, Corea del Sur, Turquía e Irán aludiendo que Gran Bretaña,
Indonesia y Japón son estados muy importantes que podrían alinearse al primer grupo próximamente.

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aspiraciones rusas de seguir con el objetivo de reconstruir su imperio y por el
contrario una grave crisis de seguridad social devino en aquel país.
Al independizarse los estados de Asia Central, la frontera rusa se redujo casi
quinientos kilómetros y se dejó de controlar importantes reservas de petróleo
ubicadas en esos territorios. En pocas palabras Rusia tomó un rumbo diferente al
que esperaba y terminó redefiniendo su estatus étnico e histórico después de ser
una superpotencia al lado de los Estados Unidos.
Así entonces, siguiendo al autor, Rusia tenía diversas opciones de acuerdo a su
realidad para reacomodar su papel en el sistema internacional. Esto es, una
asociación madura y estratégica con Estados Unidos, una visión hacia el “extranjero
próximo” (su frontera sur) o en su defecto, una contraalianza que incluyera a algún
tipo de coalición euroasiática “anti Estados Unidos” con el fin de reducir la
preponderancia de éste último en lo que se consideraría como una zona exclusiva
de influencia.9 Brzezisnki afirma que esa última era muy poco probable que
sucediera y que la mejor opción para Rusia estaba en un acercamiento con Europa y
más aún con la OTAN.
Un problema relacionado con la Rusia actual es el denominado como “los
Balcanes euroasiáticos”. Una región que conforma lo que hoy es Asia Central y que
para Brzezinski engloba una zona de conflictos latentes junto con Medio Oriente
que, como mencioné en la introducción, comparte la mayor reserva de petróleo y
gas del mundo.
La zona del Cáucaso entra también en esta región. Los conflictos étnicos y
territoriales son un obstáculo para acceder a esos recursos por parte de Estados
Unidos pero no ahonda en ellos. Esta región se plantea como un mosaico étnico y
otros estados de la misma región (catalogados como “jugadores geoestratégicos”)
también comienzan a plantearse el cómo acceder tales recursos. Países como Irán,
Turquía, China y la misma Rusia comienzan a disputarse esta zona vecina haciendo
que el autor llame a este proceso una “contienda múltiple” donde se visualiza a
Estados Unidos como un país lejano geográficamente pero lo suficientemente
poderoso como para dejar de tener una presencia en aquella zona tan importante.10
El objetivo principal de Estados Unidos entonces será el no dejar que ningún poder
controle esta área por sí solo mediante el apoderamiento de una red de oleoductos

9
Idem. Pág. 99
10
Idem. Pp. 148 - 152

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que transporten dichos recursos hacia estados aliados en la región como Turquía,
cuidando a su vez que la política islámica en Irán no contagie a los estados de Asia
Central que comparten la misma religión desde tiempos pre soviéticos.
El último apartado que el autor analiza corresponde a la zona del Lejano Oriente.
El ancla de Estados Unidos en esta región se traduce en una jugada mortal para
ganar el juego dentro del tablero mundial. La alianza con Japón condena a China a
maniobrar con otros aliados en su búsqueda de una preeminencia global e incluso
regional.
Se busca ante todo, que China vea a Estados Unidos como un aliado natural. En
la historia, el autor refleja que Estados Unidos nunca ha tenido interés en
posesionarse de territorios chinos como alguna vez lo tuvieron el imperio británico, el
ruso y el japonés en sus respectivas épocas de dominación.
Asimismo, Brzezisnki argumenta que China esta lejos de llegar a ser una
potencia global pero que Estados Unidos puede aceptar el predominio regional
definiendo así una política de cooperación con Pekín. Esto sin duda dependerá de la
misma evolución china en los próximos años.
Mientras tanto, Japón no puede dejar escapar el “paraguas” de seguridad
estadounidense en la región, al mismo tiempo de utilizar su fortaleza económica
para buscar un reconocimiento político a escala global de manera más amplia.11
En pocas palabras, Estados Unidos busca la consolidación de un “triángulo de
poder” en la región junto con China y Japón aprovechando así la energía económica
japonesa hacia una dirección internacional y encaminar a China a un arreglo
regional. Así, no se puede tratar a China (y de hecho el autor recomienda evitarlo)
como una potencia global al dejarse llevar por las apariencias de su virtual éxito
económico.
El autor finaliza con un balance en la geoestrategia general de Estados Unidos
en Euroasia mediante tres enunciados sin precedentes:
- Estados Unidos es, por primera vez, un verdadero Estado con un estatus de
potencia global
- Es un Estado no euroasiático el preeminente a nivel global y
- Euroasia esté dominado por este Estado no euroasiático

11
Idem. Pág. 180

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El autor recomienda pensar en movimientos anticipados (como en el ajedrez) y
llevar una tendencia geoestratégica por etapas donde el corto, el mediano y el largo
plazo se entrelacen coherentemente.
Con lo anterior se otorga, a corto plazo, una gran importancia a las maniobras y
manipulaciones destinadas a impedir el surgimiento de una coalición hostil que en el
futuro podría intentar desafiar la primacía estadounidense, por no mencionar las
posibilidades remotas de que un Estado individual lo intente. A mediano plazo esto
tendrá que coincidir con un mayor énfasis en el surgimiento de socios cada vez más
importantes pero incompatibles a nivel estratégico que, impulsados por el liderazgo
estadounidense, podrán ayudar a configurar un sistema de seguridad
transeuroasiático más cooperativo. Finalmente, a largo plazo, lo anterior podría
progresar hacia la constitución de un núcleo global de responsabilidad política
genuinamente compartida.12

La antigeoestrategia euroasiática

La obra de Brzezinski promueve el estilo de vida estadounidense sobre el estilo de


vida de todos los demás pueblos basado en la libertad y la igualdad de las personas.
Al autor le interesa mucho la aplicación de la geoestrategia en la parte más rica en
recursos naturales del mundo, requisito imprescindible para no parar el crecimiento
industrial capitalista y consolidar la transición a la etapa tecnotrónica de la cuál ya se
ha hablado.
Nunca arremetió contra los teóricos socialistas pues en su mayoría también eran
judíos y por tal motivo debió guardar cierta reserva en su trabajo como
internacionalista a diferencia de lo hecho por Kissinger quién también a pesar de ser
judío arremetió enérgicamente contra las políticas rusas.
Aunque no lo dice explícitamente, Brzezinski piensa alrededor del triunfo del libre
mercado y de la democracia occidental, sin embargo olvida el verdadero potencial
de los pueblos al minimizarlos solo como conflictos étnicos existentes en las áreas
de interés estadounidense.
En la misma región que el autor aborda, existe el mayor número de musulmanes
en todo el mundo. La opinión pública es un elemento de la geoestrategia muy

12
Idem, Pág. 198

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importante que se pierde de vista a lo largo de la obra. A veces, la opinión pública
puede influir seriamente en la aplicación o no de algunas políticas estatales y
coadyuvar en la eficacia de las políticas públicas. Los pueblos musulmanes no
tienen a Estados Unidos en un buen concepto y por el contrario, lo describen como
el infiel y corrupto enemigo de su religión.13
Un acierto de esta obra es la capacidad de análisis de cada uno de los actores
que se identifican como jugadores en el “gran tablero mundial”. Así, podemos ver
que, países catalogados como “pivotes geopolíticos” han pasado a ser “jugadores
geoestratégicos” como en el caso de Irán y viceversa como el caso de Japón.
La visión sobre la política mundial es muy interesante al exponer cada uno de los
intereses de los principales estados de Euroasia. Sus conclusiones son
sorprendentes al notar que una amenaza nacional o supranacional puede emerger
de aquella masa continental para atentar contra la presencia de Estados Unidos en
la zona. No nombra estados, nombres o formas específicas pero puedo enunciar
hoy en día el surgimiento de dos amenazas primordiales:

- El enemigo perfecto llamado terrorismo. Se vislumbra como una amenaza


que ha nacido de Euroasia y que ahora se consolida como el enemigo
sucesor al comunismo para la política estadounidense no solo en Euroasia
sino en el mundo entero. Últimamente se tienen clasificados a estados como
Irak, Irán, Siria, y Afganistán como un solo eje (del mal) que alberga o
promueve terroristas.
- La alianza inesperada por Brzezinski no solo entre Rusia y China sino que
contando además con cuatro países de la región denominada como los
“Balcanes Euroasiáticos” Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán
conformando la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) que
parecería aquel contrapeso económico militar al que Estados Unidos temía
hace ocho años y que hoy en día se ha cristalizado con el discurso de lanzar
una cooperación sustancial en el campo de la seguridad ofreciendo medios
efectivos para combatir resueltamente el terrorismo, el separatismo y el
extremismo.

13
Armstrong, Karen., El Islam, Mondadori, Barcelona, 2001, pp. 249 -250

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Si lo anterior es verdad, no podemos prescindir de otra reflexión pertinente.
Desde la existencia del imperio ruso, durante la etapa del dominio del imperio
soviético, y ahora con el dominio que intenta tener Estados Unidos en Euroasia, las
políticas imperiales siempre han estado en contra y han reprimido a las poblaciones
musulmanas (ya sean o no árabes). Hoy en día existen relaciones entre países
occidentales y países musulmanes, hechos que el pueblo oriental ha reprobado
enérgicamente por el nivel de vida deplorable que tal relación ha ocasionado y más
aún con la asimilación que occidente ha construido de terrorismo igual a musulmán.
Con esto quiero exponer que la formación de las principales alianzas de seguridad a
nivel mundial esto es, OTAN y ahora la OCS pueden servir de instrumentos que al
estar dentro de la masa euroasiática:
- Promuevan un equilibrio de poder entre los estados con intereses en
Euroasia, es decir, Estados Unidos y Europa por una parte, y Rusia con China
por la otra y
- Al mismo tiempo tengan una fuerza propia para combatir a un enemigo
común denominado terrorismo y que casualmente ha sido identificado como
un problema nacido en la sociedad musulmana donde los intereses entre
musulmanes y rusos, musulmanes y chinos y musulmanes y estadounidenses
siempre se han contrapuesto desde la narrativa de la historia hasta nuestros
días.
Siguiendo el análisis de Brzezinski, el principal objetivo de Estados Unidos es
evitar que sea expulsado de la región euroasiatica, siendo así el terrorismo y la
nueva alianza sino- rusa dos rivales fuertes capaz de hacerlo.
Sin embargo, el eje Rusia-China se enfrenta al mismo problema sobre todo en la
región de Asia Central, esto es, al terrorismo y a Estados Unidos paradójicamente.
Así entonces, existe una antigeoestrategia por parte de los pueblos de Euroasia
capaz de medir sus fuerzas con las más mortales alianzas políticas en la región.
Parece ser que, después del análisis de la obra, el problema es aún más
complejo de lo que el autor señala, concentrándose solo en divergencias políticas
gubernamentales ciertamente lúcidas que aportan mucho al pensamiento
geoestratégico, pero que parecen insuficientes conforme va avanzando la dinámica
internacional día tras día.

Página 11 de 12
Fuentes:

- Armstrong, Karen., El Islam, Mondadori, Barcelona, 2001


- Brzezinski, Zbigniew., La era tecnotrónica, Paidós, Buenos Aires, 1979
- Brzezinski, Zbigniew., The grand chessboard: american primacy and its geostrategic
imperatives, Basic Books a division of Harper Collins Publishers, New York, 1997
- Guerra, Gómez, Manuel., “La masonería invisible”, en Burguense, núm. 44, Facultad
de Teología de Burgos, 2003
- Ramentol, Santiago., Teorías del desconcierto. viaje al fondo de la incertidumbre: los
pensadores que diseñan el futuro global, Urano – tendencias, Barcelona, 2004

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