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Lazarillo de Tormes
Tema 6
Prof.ª Lucía Maudo García
Prof. Rodrigo Olay Valdés Transmisión textual • Se conservan ejemplares de 4 ediciones (Burgos, Amberes, Alcalá y Medina del Campo), todas de 1554. Ello delata un enorme éxito, como la inmediata publicación de una Segunda parte en 1555. • El libro fue incluido en el Index de 1559, elaborado por Fernando de Valdés Salas (fundador de la Universidad de Oviedo). Se publicó después expurgado. • Precisamente, la última edición descubierta de la obra, la de Medina del Campo, apareció emparedada en el pueblo extremeño de Barcarrota en 1992. Otra vez, ello prueba, además de la circulación de la obra, el peligro de poseerla. • El éxito de la obra se traduce en el desarrollo de una nueva palabra (lazarillo) para el ‘mozo de ciego’. Anónimo y apócrifo • El Lazarillo es una obra anónima, cuyo autor se desconoce. Han sido propuestos muchos candidatos a su autoría (Luis Vives, Juan de Valdés, Alfonso de Valdés, Diego Hurtado de Mendoza, Sebastián de Orozco…), pero ninguna hipótesis puede corroborarse. • Dado su mensaje y sus características, se trata de una obra condenada a la anonimia (radiografía de manera muy crítica diferentes estamentos sociales). • La clave está en que se trata de una obra apócrifa: esto es, pretendidamente obra de “Lázaro de Tormes”. Apócrifo • El lector de la época (no existe como tal la ficción realista; la novela es en el momento o morisca o bizantina) asumiría el relato como cierto y solo poco a poco iría advirtiendo su fuerte contenido disolvente. • El prólogo es tópico precisamente para no sorprender e insistir en el juego apócrifo (F. Rico). • Lázaro de Tormes es el primer pícaro e inaugura la novela picaresca, de larga descendencia. Su nombre y su nacimiento parodian el de Amadís de Gaula (recurso luego imitado en el Quijote). • La obra se finge como una carta dictada por un ya adulto Lázaro de Tormes (y de ahí su oralidad, su estilo natural y fluido y su citado contenido realista). En la obra los nombres propios son reales y no literarios, lo que supone una novedad (verosimilitud). Estructura • Lázaro es un mozo de muchos amos. Tratado 1: el ciego (un año) Tratado 2: el clérigo de Maqueda (seis meses) Tratado 3: el escudero (dos meses) Tratado 4: el fraile de la Merced (una semana). Tratado 5: el buldero (cuatro meses). Tratado 6: maestro de pintar panderos (muy breve), aguador de un capellán (cuatro años). Tratado 7: ayudante del alguacil (muy breve), pregonero. Estructura • Cuando comienza la obra Lázaro tiene 9-10 años. Cuando termina, unos 22 (esto es aproximativo). • Hay dos hipótesis, ambas difícil de demostrar: que la obra se ambiente entre 1510-1525, más o menos; o entre 1520-1538, de acuerdo con ciertas referencias internas que pueden referirse ambas a dos acontecimientos distintos (mención a “la de los Gelves” y a las “Cortes de Toledo” de Carlos V). • F. Rico se inclina por la datación tardía; R. Navarro Durán, por la temprana. Fuentes La obra bebe de diferentes fuentes, pese a su enorme originalidad. Una es la Trapesonda o cuarto libro del esforzado caballero Reinaldos de Moltalbán (1542), según demostró A. Blecua. De esta obra proceden ingredientes como la autobiografía degradante, la crítica de los bulderos. También es importante el Asno de oro de Apuleyo (publicado en castellano en 1550, en la traducción de López de Cortegana). Por último, la obra se construye a partir de diferentes relatos folklóricos (historietas independientes con el ciego, episodio de la ‘casa lóbrega’ con el escudero, que procede de un cuento árabe). Interpretación • Se trata de una obra anticlerical que trasluce un ideario humanista. Critica a la honra mal entendida. Todos los amos de Lázaro acentuán su “educación hacia el deshonor” (F. Lázaro Carreter). El ciego: astucia tramposa (no reza las oraciones cuando quien las ha pagado desaparece). Clérigo de Maqueda: avaricia absoluta (“no sé si de su cosecha era o la había anejado con el hábito de clerecía”). Lázaro desea la muerte de los vecinos, porque solo come en los convites de los entierros. Escudero: Falsa vida en la apariencia (pobreza absoluta y hambre, pero impoluta vestidura; huye dejando a Lázaro para no pagar sus deudas; mezquindad y obsesión por la honra). Fraile de la Merced: vida licenciosa. Buldero: estafador conchabado con el alguacil (nueva crítica religiosa). Aguador de un capellán: hombre de fe que se enriquece ilegítimamente. Ayudante del alguacil: Lázaro lo abandona a su suerte por su cobardía. Interpretación • Pregonero: Conclusión de todo lo anterior. Progresión material de Lázaro (V. García de la Concha) y absoluta regresión moral. Su fortuna económica implica ser un cornudo consentidor. Su esposa es la barragana del arcipreste de San Salvador de Toledo, a lo que Lázaro accede por su provecho. • El de pregonero es un ‘oficio real’ (o sea, un funcionario), pero asociado todavía a la mala fama, al igual que el verdugo (todavía en tiempos de Carlos III no se les permitía hacer el servicio militar). Interpretación: el “caso” J. Caso González: “el caso” como ‘proceso’ de formación de Lázaro. F. Lázaro Carreter: “el caso” como ‘proceso educativo hacia el deshonor’. V. García de la Concha: “el caso” como ‘evolución social’ ascendente de Lázaro. F. Rico (interpretación hoy aceptada): “el caso” como el amancebamiento de la mujer de Lázaro. Se le piden explicaciones sobre ello. Él, para justificarse, cuenta toda su vida (por la que evidentemente no se le está preguntando). Interpretación: “el caso” “En el Lazarillo de Tormes, un pregonero de Toledo cuenta en primera persona, estilo llano y tono jocoso, cómo y de quiénes nació, cuál fue su infancia y a qué amos sirvió hasta conseguir el oficio que desempeña y casarse con la criada del Arcipreste de San Salvador. Lázaro quiere dar así respuesta a la pregunta de un corresponsal anónimo (a quien trata de ‘Vuestra Merced’) acerca de cierto episodio no bien determinado: ‘Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso…’. Pero en la última página se descubre que el episodio en cuestión son los rumores que corren por Toledo sobre si la mujer del pregonero es o no es barragana del arcipreste: “hasta el día de hoy nadie me oyó sobre el caso…”. Y entonces se advierte, retrospectivamente, que las estampas de su vida que Lázaro ha ido presentando están en buena parte orientadas a explicar el comportamiento que practica o se le atribuye en relación con tal caso” (F. Rico). Interpretación: “el caso” En la obra, de forma irónica, Lázaro pretende exculparse y, al hacerlo, muestra en realidad su total complicidad con su propia deshonra: ha determinado “arrimarse a los buenos” al precio que sea. Toda la obra está construida mediante una mirada doble (F. Rico): la del Lázaro que va narrando lo que ve y la del adulto que ya sabe lo que ha pasado y puede interpretar lo que antes no entendía (lo que se advierte muy claramente en el relato de las vidas de sus padres, llenas de dobles sentidos). Este ir y venir constante supone uno de los hallazgos principales del relato. Lázaro El hecho de que él cuente la historia desencadena una identificación con él que no debe hacernos olvidar que: Roba al ciego, lo deja malherido; roba también al clérigo de Maqueda; copia lo peor del escudero (honra mal entendida) y, siguiendo su amor por las apariencias, también él vestirá una espada (inútil, porque es un cobarde, como se prueba en diversos momentos: las dos veces que declara ante la autoridad delata al amante de su madre y al propio escudero; huye y deja a su suerte al alguacil); se enriquece gracias a ser aguador y pasa a ser cornudo consentidor por su provecho. Otros personajes Se insinúa que el padre de Lázaro es ladrón (Tomé González) y su madre se prostituye (ronda el molino y las caballerizas, es moza de posada). Se insinúa que el escudero no es un verdadero hidalgo, sino un falso noble (E. Martínez Mata), pues su comportamiento es inconsistente. El capellán que emplea a Lázaro es un criptojudío (cobra 30 monedas, descansa los sábados). El maestro de pintar panderos se vincula con lo celestinesco. El buldero no sabe latín y solo lo finge; urde una trampa junto con el alguacil para enriquecerse falseando la religión. Según ciertos críticos (R. Navarro Durán), también puede esconderse una alusión a las relaciones pedófilas entre el fraile de la Merced y Lázaro (“este me dio los primeros zapatos que rompí en mi vida”). Otros estudiosos no lo creen así (F. Rico). Otras claves Erasmismo (M. Bataillon): Crítica de la monetización de la religiosidad (limosnas por rezos con el ciego, comidas en los entierros con el clérigo, engaños con el buldero, aguador del capellán, pregonero del arcipreste). Vinculación con el vino: Episodios con el ciego (robo del vino, curación de sus heridas con él; pregonero finalmente de vinos del arcipreste de San Salvador). Sustitución de la honra por el provecho personal (extremo contrario, y también vicioso, al del escudero). Fragmentos seleccionados • Prólogo: importancia del tema de la honra y planteamiento del “caso”. • Tratado primero: doble perspectiva constante en el relato de los orígenes de Lázaro. Pese a la fuerte ironía, hay ingredientes melancólicos y emocionantes (hermano pequeño, despedida de la madre). • Relación con el ciego: sucesivos cuentecillos (vino, longaniza, uvas). • Clérigo de Maqueda: avaricia. Mecanismo engaño-desengaño (una vez más).