Equilibrio Químico

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Equilibrio Químico

El equilibrio químico es la condición en la cual la velocidad de reacción en el sentido de formación de productos es igual a
la velocidad de reacción en el sentido opuesto (equilibrio dinámico).

• Reacciones irreversibles: los reaccionantes se transforman totalmente en productos (→).

• Reacciones reversibles: los reaccionantes se transforman parcialmente en productos (⇄).

Algunas reacciones reversibles se pueden transformar en irreversibles cuando uno o más de los productos formados se
remueven de la mezcla de reacción y de irreversibles a reversibles, cuando en la disociación de un ácido fuerte se cambia
el disolvente (agua por benceno).

El equilibrio químico es un estado de un sistema reaccionante en el que no se observan cambios a medida que transcurre
el tiempo, a pesar de que la reacción sigue.

En la mayoría de las reacciones químicas los reactivos no se consumen totalmente para obtener los productos deseados,
sino que, por el contrario, llega un momento en el que parece que la reacción ha concluido. Podemos comprobar,
analizando los productos formados y los reactivos consumidos, que la concentración de ambos permanece constante.

¿Significa esto que realmente la reacción se ha parado? Evidentemente no, una reacción
en equilibrio es un proceso dinámico en el que continuamente los reactivos se están
convirtiendo en productos y los productos se convierten en reactivos; cuando lo hacen a
la misma velocidad nos da la sensación de que la reacción se ha paralizado.

En la imagen se puede ver que al iniciar la reacción hay una alta velocidad de formación
de producto, y una nula velocidad de descomposición de los mismos, es decir, la reacción
inversa, formación de reactivos; mientras transcurre el tiempo durante la reacción la
velocidad de formación disminuye y la velocidad de descomposición aumenta, por lo que
cuando ambas velocidades se igualan la reacción encuentra su equilibrio.

Esto, en términos de velocidad, se puede expresar según consta en la Figura anterior. Así pues, si tenemos una reacción:

vd = velocidad de formación de los productos (velocidad directa)


vi = velocidad de descomposición de los productos (velocidad inversa)
Cuando ambas velocidades se igualan, se considera que el sistema está en equilibrio. Se
puede deducir que el sistema evolucionará cinéticamente, en uno u otro sentido, con el
fin de adaptarse a las condiciones energéticas más favorables. Cuando estas se consigan,
diremos que se ha alcanzado el equilibrio, esto es, ΔG = 0 (ver el Apartado 5.9 de esta
Unidad).

En un sistema en equilibrio se dice que el mismo se encuentra desplazado hacia la


derecha si hay más cantidad de productos (C y D) presentes en el mismo que de reactivos
(A y B), y se encontrará desplazado hacia la izquierda cuando ocurra lo contrario.

Se podrían tener, por tanto, las dos situaciones representadas en las Figuras
Representación de un sistema en equilibrio cuando predominan los reactivos (a) o los
productos (b).
Consideremos la reacción de obtención del trióxido de azufre a partir de azufre y oxígeno a 1 000 °C según:

2 SO2 (g) + O2 (g) ⇄ 2 SO3 (g)

Supongamos que inicialmente partimos de 0,4 moles de SO2 y 0,2 moles de O2 en un


recipiente de 1 litro de capacidad. Al cabo del tiempo vemos que se establece el equilibrio y
se comprueba que se han formado 0,06 moles de SO3 y quedan sin reaccionar 0,34 moles
de SO2 y 0,17 moles de O2.

Representación del equilibrio para la formación del SO3 y para la descomposición del SO3

A continuación, variamos las concentraciones de partida y realizamos otra experiencia.


Partimos ahora de 0,4 moles de SO3 en el mismo recipiente, sin añadir ni SO2 ni O2. Al
alcanzarse el equilibrio, en las mismas condiciones anteriores, 1000 °C, comprobamos que
las concentraciones de las especies que intervienen en la reacción son las mismas que las
obtenidas anteriormente.

Si no se cambian las condiciones de reacción, estas concentraciones permanecen inalteradas, pues se ha conseguido
alcanzar el estado de equilibrio, lo cual no quiere decir que la reacción se haya parado, ya que el estado de equilibrio es
un estado dinámico permanente

El hecho de que las concentraciones de reactivos y productos coincidan en ambos casos es casual y se debe a que se han
tomado cantidades estequiométricas en los dos casos estudiados. Si las cantidades hubieran sido otras cualesquiera, lo
único que permanecería constante sería la Keq, que estudiaremos a continuación, siempre y cuando no se modifique la
temperatura. Otra cuestión distinta es el tiempo necesario para alcanzar el equilibrio, que puede ser mayor o menor que
el del primer experimento.

Constante de equilibrio
En el ejemplo estudiado anteriormente se comprueba que las concentraciones de las sustancias que intervienen en el
proceso, cuando este llega al equilibrio, son las mismas, independientemente de la concentración inicial.

Esto hace pensar que debe existir una relación entre ellas que permanezca constante, siempre y cuando la temperatura
no varíe. Fue así como Guldberg y Waage, en 1864, encontraron, de una forma absolutamente experimental, la ley que
relacionaba las concentraciones de los reactivos y productos en el equilibrio con una magnitud, que se denominó
constante de equilibrio.

Así pues, si tenemos un equilibrio de la forma:

La velocidad de la reacción directa o hacia la derecha, si es un proceso elemental, será:

Mientras que para la reacción inversa seria:

En las expresiones anteriores, Kd y Ki son las constantes de velocidad específicas para ambas reacciones, derecha e
izquierda respectivamente. Como, por definición, ambas velocidades son iguales en el equilibrio vd = vi, se cumple que:
Pasando ambas constantes al mismo lado, y las concentraciones al otro, tenemos la siguiente formula, como a la
temperatura a la que se ha realizado el proceso Kd y Ki son constantes, se puede escribir que :

Esta constante, Kc, es la que se denomina «constante de equilibrio».


Ahora se puede comprender por qué K es siempre constante, independientemente de las concentraciones de las
sustancias reaccionantes en el equilibrio.
Siempre es igual a , el cociente de dos cantidades que en sí mismas son constantes a una temperatura dada.
Como las constantes de velocidad dependen de la temperatura, se deduce que la constante de equilibrio debe variar
también con la temperatura.
Ley de acción de masas, LAM: «En un proceso elemental, el producto de las concentraciones en el equilibrio
de los productos elevadas a sus respectivos coeficientes estequiométricos, dividido por el producto de las
concentraciones de los reactivos en el equilibrio elevadas a sus respectivos coeficientes estequiométricos, es
una constante para cada temperatura, llamada constante de equilibrio».
Los valores que se emplean para Kc están numéricamente relacionados con las concentraciones molares, Kc se considera
adimensional, es decir, no tiene unidades. De todas maneras, si en un ejercicio te piden que calcules sus unidades, debes
hacerlo.

La magnitud Kc nos informa sobre la proporción entre reactivos y productos en el equilibrio químico, así:
• Cuando Kc > 1, en el equilibrio resultante la mayoría de los reactivos se han convertido en productos.
• Cuando Kc → ∞, en el equilibrio prácticamente solo existen los productos.
• Cuando Kc < 1, indica que, cuando se establece el equilibrio, la mayoría de los reactivos quedan sin reaccionar.

Si consideramos el equilibrio estudiado anteriormente:

2 SO2 (g) + O2 (g) ⇄ 2 SO3 (g)


0,34 M 0,17 M 0,06 M

Al sustituir los valores numéricos (sin unidades) en la expresión del equilibrio nos queda:

En el sistema N2O4 (g) →← 2NO2 (g) a 25 ºC se encuentra que las concentraciones en el equilibrio son 0,0457 de NO2 y
0,448 de N2O4, ambas expresadas en moles/L.

¿Cómo será el rendimiento de esa reacción? Solución Si sustituimos ambos valores en la expresión del equilibrio tenemos:

0,0466

Este valor indica que la reacción a 25 ºC está desplazada hacia la izquierda; por tanto, el rendimiento será bajo.
Predicción del sentido de una reacción. Cociente de reacción
La expresión de la Ley de Acción de Masas para una reacción general que no haya conseguido alcanzar el equilibrio se
escribe como: a A + b B ⇄ c C + d D

Donde Q es el llamado cociente de reacción, y las concentraciones expresadas en él no son las concentraciones en el
equilibrio. Vemos que la expresión de Q tiene la misma forma que la de Kc cuando el sistema alcanza el equilibrio. Este
concepto de cociente de reacción es de gran utilidad, pues puede compararse la magnitud Q con la Kc para una reacción
en las condiciones de presión y temperatura a que tenga lugar, con el fin de prever si la reacción se desplazará hacia la
derecha (aumentando la concentración de reactivos) o hacia la izquierda.

Así, por ejemplo, si en un momento determinado Q < Kc, como el sistema tiende por naturaleza al equilibrio, la reacción
hacia la derecha se producirá en mayor medida que la que va hacia la izquierda. Al contrario, cuando Q > Kc, la reacción
predominante será la inversa, es decir, de derecha a izquierda, hasta alcanzar el equilibrio.

Conocido el valor de Kc, podemos conocer el estado de la reacción calculando, si es posible, el valor de Q. De esta forma
se puede determinar si el proceso ha alcanzado o no el equilibrio.

EJEMPLO
Al comienzo de una reacción en un reactor de 3,5 L a una temperatura de 200 °C existen 0,249 moles de N2, 3,21 ⋅ 10-2
moles de H2 y 6,42 ⋅ 10-4 moles de NH3. Si el valor de la constante de equilibrio para el proceso de formación del amoniaco
vale a esa temperatura Kc = 0,65, indica si el sistema se encuentra en equilibrio y, en caso contrario, ¿qué es lo que debería
ocurrir para que el sistema alcance el equilibrio?

El cociente de reacción para este sistema en ese momento sería:

Como Qc es menor que la constante de equilibrio Kc (0,65), el sistema no está en equilibrio. Como lo que ha de ocurrir es
que aumente el valor de Qc de 0,61 a 0,65 para igualarse con Kc, el equilibrio se deberá desplazar hacia la formación del
NH3, es decir hacia la derecha.

Factores que modifican el equilibrio. Ley de Le Chatelier


Existen diversos factores capaces de modificar el estado de equilibrio en un proceso químico, entre los que destacan la
temperatura, la presión, el volumen y las concentraciones. Esto significa que, si en una reacción química en equilibrio se
modifican la presión, la temperatura o la concentración de uno o varios de los reactivos o productos, la reacción
evolucionará en uno u otro sentido hasta alcanzar un nuevo estado de equilibrio. Esto se utiliza habitualmente para
aumentar el rendimiento de un proceso químico deseado o, por el contrario, disminuirlo si es una reacción indeseable
(que interfiere o lentifica la reacción que nos interesa). La influencia de los tres factores señalados anteriormente se puede
predecir de una manera cualitativa por el Principio de Le Chatelier, que dice lo siguiente:

Si en un sistema en equilibrio se modifica alguno de los factores que influyen en el mismo (temperatura, presión o
concentración), el sistema evoluciona de forma que se desplaza en el sentido que tienda a contrarrestar dicha variación.
• Efecto de la temperatura
Es la única variable que, además de influir en el equilibrio, modifica el valor de su constante. Si una vez alcanzado el
equilibrio se aumenta la temperatura, el sistema, siguiendo el Principio de Le Chatelier, se opone a ese aumento de
energía calorífica desplazándose en el sentido que absorba calor, es decir, hacia el sentido que marca la reacción
endotérmica.
En la reacción de formación del amoniaco, ¿cómo influirá un aumento de temperatura en el rendimiento de la misma?
N2 (g) + 3 H2 (g) ⇄ NH3 (g); H = −46 kJ/mol
Cuando aumenta la temperatura, el sistema evoluciona hacia la izquierda en el sentido en que la reacción se hace
endotérmica, es decir, se produce menos NH3. El valor de la constante disminuye a medida que aumenta la
temperatura. Como ya hemos visto, es importante que te des cuenta de que la variación de temperatura modifica (y
de hecho casi siempre lo hace) el valor de la constante. Solo en las reacciones donde ΔH = 0, o sea, que no fueran ni
endo ni exotérmicas, se mantiene invariable el valor de la constante al variar la temperatura. La variación de presión,
volumen y/o concentración de las distintas sustancias no modifica los valores de Kp y Kc, pero sí puede modificar el
valor de cada concentración para que aquellas permanezcan constantes.

• Efecto de la presión y del volumen


La variación de presión en un equilibrio químico influye solamente cuando en el mismo intervienen especies en
estado gaseoso o disueltas y hay variación en el número de moles, ya que si n = 0, no influye la variación de presión
o de volumen. Si aumenta p, el sistema se desplazará hacia donde exista menor número de moles gaseosos (según la
estequiometría de la reacción) para así contrarrestar el efecto de disminución de V, y viceversa. Si se trata de un
sistema heterogéneo, el efecto de estas magnitudes sobre el desplazamiento del equilibrio solo depende del n
gaseosos o disueltos que se produzca.
En la reacción de formación del amoniaco, ¿cómo influirá un aumento de presión en el rendimiento de la misma?

N2 (g) + 3 H2 (g) ⇄ 2NH3 (g)


Según el principio de Le Chatelier, al aumentar la presión total disminuye el volumen, y el equilibrio se desplazará
hacia donde el número de moles sea menor. En nuestro caso hacia la derecha, pues en el término de la derecha hay
dos moles, frente a los cuatro de la izquierda.

Donde: nNH3, nN2 y nH2 son los moles en el equilibrio de amoniaco, nitrógeno e hidrógeno, respectivamente, y V
el volumen total del sistema.
Como Kc solo depende de la temperatura, es evidente que al aumentar la presión disminuye el volumen y, por
tanto, para que K permanezca constante debe aumentar en la misma proporción el término:

lo que se consigue incrementando el número de moles de NH3, así disminuye el número de moles de N2 y de H2.
Queda así perfectamente claro que un aumento de presión favorecerá la obtención del amoniaco y, por tanto, su
rendimiento.
• Efecto de las concentraciones
La variación de la concentración de cualquiera de las especies que intervienen en el equilibrio no afecta en absoluto
al valor de la constante de equilibrio; no obstante, el valor de las concentraciones de las restantes especies en el
equilibrio sí se modifica. Así, volviendo al equilibrio anterior:

Una disminución del NH3, retirándolo a medida que se va obteniendo, hará que el equilibrio se desplace hacia la
derecha y se produzca más NH3, con el fin de que Kc siga permaneciendo constante
En la reacción de formación del amoniaco, ¿cómo influirá un aumento de presión en el rendimiento de la misma?
N2 (g) + 3 H2 (g) ⇄ 2NH3 (g)
Según el principio de Le Chatelier, al aumentar la presión total disminuye el volumen, y el equilibrio se desplazará
hacia donde el número de moles sea menor. En nuestro caso hacia la derecha, pues en el término de la derecha hay
dos moles, frente a los cuatro de la izquierda.

Donde: nNH3, nN2 y nH2 son los moles en el equilibrio de amoniaco, nitrógeno e hidrógeno, respectivamente, y V
el volumen total del sistema. Como Kc solo depende de la temperatura, es evidente que al aumentar la presión
disminuye el volumen y, por tanto, para que K permanezca constante debe aumentar en la misma proporción el
término:

lo que se consigue incrementando el número de moles de NH3, así disminuye el número de moles de N2 y de H2.
Queda así perfectamente claro que un aumento de presión favorecerá la obtención del amoniaco y, por tanto, su
rendimiento. En un reactor de 1 L, a temperatura constante, se establece el equilibrio: NO2 + SO2 ⇄ NO + SO3
Siendo las concentraciones molares en el equilibrio: [NO2] = 0,2; [SO2] = 0,6; [NO] = 4,0; [SO3] = 1,2
a) Calcula el valor de Kc. y b) ¿Cuál será la nueva concentración de reactivos y productos cuando se restablezca de
nuevo el equilibrio, si se añaden 0,4 moles de NO2?

Observa que para resolver el problema solo


trabajamos con los moles. Pero es evidente
que deberíamos referirnos a concentración.
El «supuesto» fallo está en que el enunciado
dice que el volumen es de 1 L, por lo que el
número de moles y la concentración
coinciden. Esto no siempre será así, por lo que
tienes que tener mucho cuidado con el
volumen, y no «olvidarte» de él.
En los casos en los que Δn es nulo, se puede no tener en cuenta el volumen, aunque lo desconozcamos. El resultado no
depende de V.

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