Ome 2020

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LVI Olimpiada matemática Española (Concurso Final)

Enunciados y Soluciones

1. Decimos que un polinomio p(x), con coeficientes reales, es almeriense si


tiene la forma
p(x) = x3 + ax2 + bx + a
y sus tres raı́ces son números reales positivos en progresión aritmética. Halla
todos los polinomios almerienses tales que p(7/4) = 0.

Solución. Llamemos α ≤ β ≤ γ a las raı́ces del polinomio. De la condición de


estar en progresión aritmética tenemos que existe un número real no negativo
δ de manera que α = β − δ y γ = β + δ. Por su parte, utilizando las fórmulas
de Cardano–Viète, resulta que

αβγ = −a = α + β + γ,

o lo que es lo mismo
β(β 2 − δ 2 ) = 3β.
Como las raı́ces son distintas de cero, se llega finalmente a que

(β − δ)(β + δ) = β 2 − δ 2 = 3.

Tenemos que analizar los tres casos posibles:

(a) Si β − δ = 7/4, entonces β + δ = 12/7. De aquı́ se tiene que β = 97/56 y


δ = −1/56, lo cual contradice la hipótesis de que δ ≥ 0 (alternativamente,
no es posible que β + δ < β − δ).

(b) Si β = 7/4, entonces δ 2 = 1/4. Por lo tanto, las raı́ces del polinomio son
(3/2, 7/4, 2) y se obtiene que
21 2 73 21
p(x) = (x − 3/2)(x − 7/4)(x − 2) = x3 − x + x− .
4 8 4
1
(c) Si β + δ = 7/4, entonces β − δ = 12/7. De aquı́ se tiene que β = 97/56
y δ = 1/56. Por lo tanto, las raı́ces del polinomio son (12/7, 97/56, 7/4)
y se obtiene que
291 2 14113 291
p(x) = (x − 12/7)(x − 97/56)(x − 7/4) = x3 − x + x− .
56 1568 56

2. Consideramos la sucesión de números enteros {f (n)}∞


n=1 definida por:

ˆ f (1) = 1.

ˆ Si n es par, f (n) = f (n/2).

ˆ Si n > 1 es impar y f (n − 1) es impar, entonces f (n) = f (n − 1) − 1.

ˆ Si n > 1 es impar y f (n − 1) es par, entonces f (n) = f (n − 1) + 1

a) Calcula f (22020 − 1).


b) Demuestra que {f (n)}∞ n=1 no es periódica, es decir, no existen enteros pos-
itivos t y n0 tales que f (n + t) = f (n) para cualquier n ≥ n0 .

Solución. En primer lugar, hacemos notar que la sucesión está bien definida:
para cada n ∈ N, n > 1, el valor de f (n) está perfectamente determinado a
partir de los valores de f (r) con r < n.
Consideramos la sucesión g(n) dada por g(n) = 0 si la expresión binaria de
n tiene un número par de unos; y g(n) = 1 si la expresión binaria de n tiene
un número impar de unos. Es obvio que g cumple todas las condiciones que
definen a f , luego f (n) = g(n) para todo n ∈ N.
De esta forma, puesto que 22020 − 1 se escribe en binario con 2020 unos,

f (22020 − 1) = 0

Finalmente, veamos que la sucesión no es periódica. Supongamos que lo fuera


a partir de un valor n0 y con periodo t. Tomamos el entero, r, tal que 2r ≤ t <
2r+1 . Observamos que la expresión binaria de 2r + t se obtiene sustituyendo el
primer 1 (por la izquierda) de la expresión de t por dos dı́gitos 10, con lo que
f (2r + t) = f (t). Tomamos un entero k > r + 1 tal que 2k > n0 . Ahora, se
tiene:
Si f (t) = 1, entonces f (2k + t) = 0 y por tanto, f (2k + t) 6= f (2k ) = 1.

2
Si f (t) = 0, entonces f (2k + 2r + t) = 1 + f (2r + t) = 1 + f (t) = 1 y por tanto,
f (2k + 2r + t) 6= f (2k + 2r ) = 0.

3. A cada punto del conjunto A = {(x, y, z) ∈ Z3 }, formado por los puntos


del espacio tridimensional cuyas coordenadas son enteras, le asignamos un
color de entre p colores posibles. Demuestra que forzosamente existe algún pa-
ralelepı́pedo recto (poliedro de seis caras en el que cada cara es un rectángulo)
cuyos vértices pertenecen a A y son todos del mismo color.
 
p+1
Solución. Ponemos n = p . Para cada j ∈ {0, 1, . . . , n}, pensamos
2
en el conjunto A0j = {(i, j, 0) ∈ A; 0 ≤ i ≤ p}. Por el Principio del Palomar,
podemos asegurar que, para cada j hay dos puntos de A0j del mismo color.
Puede que haya más de dos o que ocurra para más de un color; no importa,
de entre
 los p+ 1 marcamos dos que comparten color. Teniendo en cuenta que
p+1
hay p + 1 posibles valores de j, de nuevo por el Palomar, existirán al
2 
p+1
menos r = + 1 de esos A0j (digamos A0j1 , . . . , A0jr ) en los que el color
2
repetido en todos ellos es el mismo (color c). Como el número de maneras de
elegir los dos lugares (valores de i) de cada uno de esos A0jt , con t = 1, . . . , r,
 
p+1
es , usando de nuevo el Principio del Palomar, podemos asegurar que
2
existen Ajα y Ajβ , con α, β ∈ {1, . . . , r}, en los que el color c aparece dos veces
en cada uno y en los mismos lugares. O sea, queda probado que en el plano
z = 0, y con valores de la coordenada x ∈ {0, 1, . . . , p} y de la coordenada
y ∈ {0, 1, . . . , n}, existen cuatros puntos

(i1 , jα , 0), (i2 , jα , 0) ∈ Ajα (i1 , jβ , 0), (i2 , jβ , 0) ∈ Ajβ


que son vértices de un rectángulo (siempre de Lados Paralelos a los Bordes de
la Cuadrı́cula: LPBC) y los cuatro de un mismo color.
El número, m, de formas de elegir, en una cuadrı́cula de (p + 1) × (n + 1)
puntos, cuatro puntos que sean vertı́ces de un rectángulo LPBC es lo mismo
que el número de maneras
 de elegir
  dos valores de la abscisa y dos valores de
p+1 n+1
la ordenada, o sea m = .
2 2
Para cada k ∈ {0, 1, . . . , p × m} consideramos la cuadrı́cula Ak = {(i, j, k) ∈
A; 0 ≤ i ≤ p, 0 ≤ j ≤ n}. Tenemos p m + 1 cuadrı́culas y en cada una de
ellas hay cuatros puntos que comparten color y son vértices de un rectángulo

3
LBPC. Por el Principio del Palomar, hay al menos p + 1 de esas cuadrı́culas
en las que los cuatro puntos de cada una de ellas ocupan los mismos lugares
en lo referido a sus dos primeras coordenadas. Finalmente, de nuevo por el
Palomar, hay (al menos) dos de esas p + 1 cuadrı́culas tales que el color común
de los cuatro vértices de una es el mismo que el color común de los cuatro
vértices de la otra. Ası́ tenemos ocho puntos de A que comparten color y son
vértices de un paralelepı́pedo recto.

4. Ana y Benito juegan a un juego que consta de 2020 rondas. Inicialmente,


en la mesa hay 2020 cartas, numeradas de 1 a 2020, y Ana tiene una carta
adicional con el nœmero 0. En la ronda k-ésima, el jugador que no tiene la
carta k − 1 decide si toma la carta k o si se la entrega al otro jugador. El
número de cada carta indica su valor en puntos. Al terminar el juego, gana
quien tiene más puntos. Determina qué jugador tiene estrategia ganadora, o
si ambos jugadores pueden forzar el empate, y describe la estrategia a seguir.

Solución. Ambos jugadores pueden forzar el empate. Dividimos el juego en


505 etapas, cada una con cuatro rondas consecutivas de la forma

{k, k + 1, k + 2, k + 3}.

Vamos a demostrar que cada jugador puede conseguir al menos la mitad de


los puntos de cada etapa, independientemente de qué jugador tenga la carta
k − 1. No importa qué ocurra en la k-ésima ronda. A partir de ahı́:

ˆ El jugador que recibe la carta k (sin pérdida de generalidad, podemos


suponer que es Ana) puede asegurase al menos el empate en la etapa de
4 turnos. En efecto, si Benito le entrega también la carta k + 1 y la carta
k + 2, entonces Ana ya ha recibido 3k + 3 puntos y gana la etapa de 4
turnos. Si Benito entrega a Ana la carta k + 1 y se queda la k + 2, Ana
toma la carta k + 3 y gana la etapa de 4 turnos. Si Benito se queda la
carta k + 1, Ana entrega la carta k + 2 a Benito y se queda con la carta
k + 3, con lo que empata la etapa de 4 turnos. En resumen, quien recibe
la carta k siempre puede conseguir al menos el empate.

ˆ El jugador que no recibe la carta k (sin pérdida de generalidad, Benito)


se queda con la carta k + 1. Si Ana le entrega la carta k + 2, Benito ya
tiene 2k + 3 puntos y se garantiza el empate en la etapa de 4 turnos. Si
Ana se queda la carta k + 2, Benito se queda con la carta k + 3, con lo
que acaba con 2k + 4 puntos y gana la etapa de 4 turnos. En resumen,
quien no recibe la carta k siempre puede conseguir al menos el empate.

4
5. En un triángulo acutángulo ABC, sea M el punto medio del lado√AB y
P el pie de la altura sobre el lado BC. Prueba que si AC + BC = 2AB,
entonces la circunferencia circunscrita del triángulo BM P es tangente al lado
AC.

Solución. Sea S el punto de AC, al mismo lado de A que C, tal que AS =


√ 2
2AB/2. Este punto cumple que AS 2 = AB 2
= AB · AM , que es la potencia
de A con respecto a la circunferencia circunscrita de BM P ; luego si esta
circunferencia circunscrita pasa por S entonces es tangente a AB. Vamos a
demostrar que esto es cierto, probando que ∠M SB = ∠M P B. Sea N el

P
A N S C


punto medio de AC. Como AS = 2AB 2
= AC+BC
2
= AN + M N , tenemos
N S = N M . De ahı́ obtenemos ∠N M S = ∠N SM . √
Obsérvese que los triángulos ASB y AM S son semejantes, porque AB
AS
= 2=
AS
AM
. De aquı́ se deduce que ∠AM S = ∠ASB. Entonces ∠ABC = ∠AM N =
∠AM S − ∠N M S = ∠ASB − ∠N SM = ∠M SB.
Por otro lado, por ser M el punto medio de la hipotenusa del triángulo
rectángulo AP B, tenemos M P = M B. Esto quiere decir que ∠M P B =
∠M BP = ∠ABC = ∠M SB, como querı́amos demostrar.

6. Sea S un subconjunto finito de los números enteros. Definimos d2 (S) y


d3 (S) de la siguiente manera:

ˆ d2 (S) es el número de elementos a ∈ S para los que existen x, y ∈ Z tales


que x2 − y 2 = a.

ˆ d3 (S) es el número de elementos a ∈ S para los que existen x, y ∈ Z tales


que x3 − y 3 = a.

5
(a) Sea m un número entero y sea S = {m, m + 1, . . . , m + 2019}. Prueba
que
13
d2 (S) > · d3 (S).
7
(b) Sea n un entero positivo y sea Sn = {1, 2, . . . , n}. Prueba que existe un
número N de manera que si n > N ,

d2 (Sn ) > 4 · d3 (Sn ).

Solución. En primer lugar, observamos que un número se puede escribir como


diferencia de cuadrados si y solo si no es de la forma 4k + 2. Para ver esto,
escribimos x2 − y 2 = α · β, donde α y β tienen la misma paridad y simplemente
ponemos x = α+β 2
, y = β−α2
. Por ejemplo, si n = 4k sirve α = 2, β = 2k; si
n = 4k + 1 o n = 4k + 3, sirve α = 1, β = n. Recı́procamente, una diferencia
de cuadrados nunca podrá dar resto 2 al dividir entre 4 (simplemente notando
que un cuadrado es 0 o 1 módulo 4).
Analicemos ahora cómo pueden ser las diferencias de dos cubos. Observamos
que la congruencia módulo 7 del cubo de un entero solo puede ser 0, 1 o 6; en
consecuencia, la diferencia de dos cubos, módulo 7, solo puede ser 0, 1, 2, 5 o
6. Haciendo lo mismo módulo 9, vemos que la congruencia de un cubo módulo
9 solo puede ser 0, 1 u 8; en consecuencia, la diferencia de dos cubos módulo
9, solo puede ser 0, 1, 2, 7 u 8. Por tanto, hay a lo sumo 5 opciones módulo 7
y 5 opciones módulo 9, y, por el teorema chino de los restos, tenemos tan solo
25 opciones módulo 63.
En un intervalo de longitud 2020 (múltiplo de 4), exactamente 3/4 partes de
los números serán no congruentes con 2 módulo 4 (esto es, d2 (S) = 1515). Por
su parte, tenemos que 2020 = 32 · 63 + 4, de manera que

d3 (S) ≤ 32 · 25 + 4 = 804.

Por tanto, tenemos que d2 (S)/d3 (S) ≥ 1515/804 > 13/7, como querı́amos
demostrar.
Pasamos ahora a resolver la segunda parte. El mismo razonamiento usado
anteriormente muestra que
3n 1 3n 1
− ≤ d2 (Sn ) ≤ + .
4 2 4 4
Será suficiente entonces con ver que asintóticamente d3 (n) < 3n
16
, esto es, que
para valores de n suficientemente grandes se cumple esa última desigualdad.

6
Supongamos que x > y > 0. Una primera observación es que si x3 − y 3 ≤ n,
entonces

n ≥ x3 − y 3 = (x − y)(x2 + xy + y 2 ) ≥ x2 + xy + y 2 > 3y 2 ,
p
con lo que y < n/3. Por su parte,

x3 ≤ n + y 3 ≤ n + (n/3)3/2 .
p
Esto es, x ≤ 3 n + (n/3)3/2 . Como el cociente n/(n/3)3/2 tiende a 0 cuando
n tiende a infinito, tenemos que para cualquier δ > 0 existirá un número N
suficientemente grande de manera que cuando n > N ,
q p
x ≤ 3 n + (n/3)3/2 < (1 + δ) n/3.

Como sabemos además que y < x, necesariamente el número de parejas está


2
acotado por (1+δ)2 n/3 . Por tanto, podemos obtener a lo sumo (1 + δ)2 n/6
números. Observamos que no es necesario considerar el caso en el que x, y < 0,
dado que los números obtenidos serán los mismos.
En el caso en que y < 0 < x, tenemos que x3 +(−y)3 ≤ n, y han de ser x, −y <
n1/3 , de manera que podemos obtener a lo sumo n2/3 números. Seleccionando
un δ suficientemente pequeño (por ejemplo δ = 0.01), concluimos que
3n
d3 (Sn ) ≤ (1 + 0.01)2 n/6 + n2/3 <
16
si n es suficientemente grande.

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