Trabajo Final - Kerigma
Trabajo Final - Kerigma
Trabajo Final - Kerigma
La Paz – Bolivia
Octubre – 2017
0
TRIBUNAL EXAMINADOR
_________________ ____________________
Dr. Roberto Bocela Dra. Erika Aldunate
DIRECTOR PROFESOR GUÍA
_________________ ____________________
Dr. Pablo Ponce Pbro. Hugo Trujillo
JURADO JURADO
______________________
José Mullizaca Herrera
ESTUDIANTE
1
RESUMEN Y PALABRAS CLAVES
El Kerigma es el primer anuncio de la Revelación de Jesucristo, muerto y resucitado
por nosotros, que ha resonado en el transcurso de la historia hasta nuestros días.
El presente trabajo tiene como objetivo general explicar la necesidad del Kerigma,
dentro del proceso de evangelización de la Iglesia. Por este motivo los objetivos
específicos del trabajo son: estudiar los fundamentos bíbblicos sobre el tema;
reflexionar la doctrina del Kerigma en algunos padres de la Iglesia; confrontarlos con
textos del Magisterio acerca del Kerigma y con la reflexión de dos teólogos modernos.
En nuestro tiempo es muy difícil de evangelizar porque se presentan diferentes
dificultades para anunciar el Evangelio. Sin embargo Dios siempre acompaña el
camino misionero de la Iglesia. Nuestro estudio quiere explicar la necesidad de
anunciar el Kerigma superando estas dificultades.
Como cristianos tenemos que cumplir el mandato que Jesús nos ha dejado, de ser
discípulos misioneros que evangelicen con mayor fuerza y alegría a muchas personas
que no conocen el mensaje de la salvación. Por esto tenemos que estar siempre
preparados tanto intelectualmente y espiritualmente para seguir anunciando a
Jesucristo que es el centro de nuestra vidas.
Palabras Claves
Kerigma – evangelizar – Evangelio – Testimonio de fe – Discípulo.
2
ABREVIATURAS Y SIGLAS
DA Documento de Aparecida
EN Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi
NT Nuevo Testamento
RM Carta Encíclica Redemptoris Missio
SO Sínodo de los Obispos Sobre la Nueva Evangelización para la
Transmisión de la Fe Cristiana
3
ÍNDICE GENERAL
Resumen y Palabras Claves ......................................................................................... 2
Abreviaturas y siglas .................................................................................................... 3
Índice General .............................................................................................................. 4
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 6
CAPITULO I ............................................................................................................... 7
1. EL KERIGMA COMO PRIMER ANUNCIO EN LA IGLESIA ........................... 7
1.1 ANTECEDENTES ............................................................................................ 7
1.2 EL PRIMER ANUNCIO EN EL NUEVO TESTAMENTO ............................ 7
1.2.1 Testimonio de las mujeres....................................................................... 8
1.2.2 El primer anuncio en los Apóstoles Pedro y Pablo ................................. 9
1.2.3 El Kerigma paulino en la Carta a los Romanos .................................... 11
CAPITULO II ............................................................................................................ 13
2. LOS PADRES DE LA IGLESIA .......................................................................... 13
2.1 REFLEXIÓN DE LOS PADRES APOSTÓLICOS SOBRE EL KERIGMA 13
2.1.1 San Clemente de Roma ......................................................................... 13
2.1.2 San Ignacio de Antioquía ...................................................................... 14
2.2 ENSEÑANZA DE LOS PADRES APOLOGETAS SOBRE EL KERIGMA 15
2.2.1 Ireneo de Lyon ...................................................................................... 15
2.2.2 Origenes ................................................................................................ 17
2.3 LOS PADRES DE LA IGLESIA .................................................................... 18
2.3.1 San Ambrosio de Milán ........................................................................ 18
CAPITULO III ........................................................................................................... 20
3. DOCUMENTOS DE LA IGLESIA ...................................................................... 20
3.1 EVANGELII NUNTIANDI ............................................................................ 20
3.2 REDEMPTORIS MISSIO ............................................................................... 21
3.3 APARECIDA................................................................................................... 22
3.4 SINODO DE LOS OBISPOS PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN Y
PARA LA TRANSMISIÓN DE LA FE ................................................................ 23
4
CAPITULO IV .......................................................................................................... 25
4. REFLEXIÓN DE TEÓLOGOS MODERNOS SOBRE EL KERIGMA .............. 25
4.1 JOSEPH GEVAERT - LA DIMENSIÓN EXPERIENCIAL DE LA
CATEQUESIS ....................................................................................................... 25
4.2 JOSEPH RATZINGER - LA NUEVA EVANGELIZACIÓN........................ 28
CONCLUSIÓN ........................................................................................................ 252
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 324
ANEXOS ................................................................................................................. 255
5
INTRODUCCIÓN
Cumplir el mandato que nos ha dejado nuestro Señor Jesucristo: «Yo he recibido todo
poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis
discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con
ustedes hasta el fin del mundo» (Mt 28, 16-20), es un reto para los cristianos de
nuestros días, ya que se trata de transmitir con valentía a Cristo resucitado en nuestra
labor catequética y misionera. Es por esto que el tema de nuestro estudio es el
“Kerigma como primer anuncio en la Iglesia”.
El objetivo general de esta monografia es explicar la necesidad del Kerigma, dentro
del proceso de evangelización de la Iglesia. Por este motivo, los objetivos específicos
del trabajo son: estudiar los fundamentos bíblicos sobre el tema; reflexionar la doctrina
del Kerigma en algunos Padres de la Iglesia, con textos del Magisterio acerca del
Kerigma y con la reflexión de dos teólogos modernos.
La elección de este tema se debe a la exhortaciones del santo Padre Benedicto XVI,
en su invitación que hacia en torno al Año de la Fe, y del Papa Francisco, invitando a
los cristianos y a la Iglesia a “salir”, una “Iglesia en salida”. El mundo parece haber
olvidado a Dios y necesita de la luz que proviene del anuncio de Jesucristo. Es por esta
razón que se hace necesario profundizar más a fondo el contenido del Kerigma en las
Sagradas Escrituras, en los Padres de la Iglesia, en los documentos del Magisterio y
en la Reflexión teológica. Además porque el proceso de evangelización de la Iglesia,
el anuncio del Kerigma, desemboca en el beneficio de la sociedad, en recuperar la
dignidad de las personas.
El método que guiará nuestro trabajo es el analítico, y deductivo, lo cual nos permitirá
llegar a un mejor entendimiento del Kerigma de Jesucristo.
En este sentido el presente trabajo se divide en cuatro partes. La primera parte expone
los antecedentes bíblicos sobre el Primer Anuncio en el Nuevo Testamento; la segunda
parte presenta la reflexión de los Padres de la Iglesia; la tercera parte analiza algunos
documentos de la Iglesia que invitan a que anunciemos a Cristo resucitado a los pobres
y marginados etc.; en la cuarta parte se expone la reflexión de dos teólogos modernos
sobre la necesidad del anuncio del Kerigma, para finalmente presentar algunas
conclusiones.
6
CAPITULO I
1.1. Antecedentes
El significado de la palabra Kerigma ha sido estudiado por L. Coenen, que indica
ante todo el origen griego de las palabras heraldo (kh/rux - kerux) que era la persona,
que por encargo del príncipe o del estado anunciaba (el verbo khru,ssw - kerusso)
con voz fuerte y clara la noticia o el mensaje (el sustantivo kh,rugma kerygma),
encomendado1. De ahí se entiende que las características de la palabra Kerigma son:
el modo del anuncio, que era con voz clara y fuerte; y por otra parte el contenido del
anuncio, del cual el portavoz llevaba el mensaje y que tenía carácter oficial2.
A este propósito se debe tomar en cuenta la información que proporciona Coenen de
que: “los testigos del NT, al igual que el judaísmo, renunciaron conscientemente a
colocarse a sí mismos, o a los mensajeros de Jesús, en un mismo plano con la
institución griega […]. La importancia no radicaba en la institución
Ante todo presentamos algunos datos sobre las palabras pertinentes al anuncio del
Kerigma presentes en el Nuevo Testamento. El sustantivo kh/rux, heraldo, está
solamente tres veces en el NT3. En cambio el sustantivo kh,rugma, anuncio, aparece
nueve veces4. Más que los anteriores está el uso del verbo khru,ssw, presente 62
veces, 17 de estas en las cartas paulinas.
De estos datos se puede observar como dice bien Coenen, “en el NT el anuncio se
entiende predominantemente como un acontecimiento, cuyo contenido no se
manifiesta hasta que no se determina su objeto” 5 . Lo que busca el anuncio, o la
proclamación del Kerigma, es la respuesta de la fe.
1 Cf. L. COENEN, “Mensaje”, en L. COENEN – E. BEYREUTHER – H. BIETENHARD, DTNT vol. III, 57.
2
Cf. ibid., 59-60.
3
En 1Tm 2,7; 2Tm 1,11; 2Pd 2,5. Cf. ibid., 59.
4
En Mt 12,41; Mc 16,8; Lc 11,32; Rm 16,25; 1Co 1,21; 2,4; 15,14; 2Tm 4,17; Tt 1,3. Cf. ibid., 59.
5
Ibid., 61.
7
Para Pablo hay que proclamar el mensaje de Cristo. El contenido de lo que Pablo
proclama es Cristo, es una persona, llamada Jesús, que fue crucificado, y por tanto es
la muerte de Jesús y su resurrección lo que se proclama en la predicación 6. El acto de
la proclamación tiene como meta no solo tomar conciencia de un seguimiento formal,
sino la entrega de sí mismo, es decir la capacidad de confiar.
La situación de la mujer en el contexto social de ese tiempo era muy limitada, lo cual
impedía su participación en la vida pública. La estudiosa M. Socorro lo describe muy
bien: “Dentro del ambiente patriarcal israelita, la actitud de las mujeres de fe era
inaudita. En una sociedad que las segregaba en lo doméstico era inconcebible su
renuncia y salida de los límites socioculturales para entregarse al anuncio
evangelizador”7.
Antiguamente la dignidad de las mujeres estaba por los suelos. Dios manifestó su
mensaje de salvación y les devolvió la dignidad a las mujeres para que luego anuncien
la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. “Aunque no las convirtiera en apóstoles,
las mujeres, únicos discípulos fieles durante la pasión, fueron quienes, por vez primera,
recibieron el anuncio de la resurrección”8 “Estaban a distancia los conocidos de Jesús,
especialmente las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, y todo esto lo
presenciaron ellas” (Lc 23, 49).
Es evidente que las mujeres en el Nuevo Testamento desarrollaron un papel activo,
ya que participaron de manera directa y comprometida en la obra evangelizadora. Jesús
permitió que lo acompañaran algunas mujeres en su camino a Jerusalén y le ayudaran
con sus bienes Es muy importante el hecho de que este grupo de mujeres, entre las que
se menciona siempre a María Magdalena, fueran las primeras en “ver al Resucitado”
y las primeras en anunciarlo a los discípulos. “Y ahora id enseguida a decir a sus
discípulos: Ha resucitado de entre los muertos. He aquí que va delante de vosotros a
Galilea; allí le veréis. He aquí os lo he dicho” (Mt 28, 7).
6
Cf. ibid., 61-63.
7
M. SOCORRO, La misión de las mujeres en la biblia, 694, en
http://javeriana.edu.co/theologica/UserFiles/Descarga/ediciones/144/La%2520mision%2520de%2520
las%2520mujeres%2520en%2520la%2520Biblia%2520-52520144.pdf (Fecha de consulta
16.10.2017).
8
J. J. BARTOLOMÉ, La resurrección de Jesús, El testimonio del Nuevo Testamento, Madrid 1994, 87.
8
La presencia de María Magdalena es indicada ya en el evangelio de Lucas: “Y
sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la
Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que
habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena,
de la que habían salido siete demonios” (Lc 8,1-2). En concreto, María Magdalena tras
ser liberada de siete demonios, había experimentado la salvación ofrecida por Jesús.
Así se muestra como real la invitación universal de Dios a seguirle. Y a esto parecen
apuntar los verbos “proclamar” y “anunciar” la Buena Noticia.
Con Jesucristo han cambiado muchas cosas, porque Dios nos ama a todos por igual,
no hace excepción de nadie, y este amor que Dios nos ha dado muriendo en la cruz y
resucitando al tercer día, debe ser compartido con la humanidad entera, “El
resucitado premia la obediencia, aproximándose a ellas cuando iban aun en camino,
y les repite el mensaje que tenía para sus discípulos, a quienes llama ahora hermanos.
A ellas les había bastado verle, para reconocerle como su Señor”9.
Pedro
El anuncio de salvación dado por los apóstoles se extendió con tanta fuerza y rapidez
por todos los confines de la tierra, trayendo consigo la paz y la esperanza a cuantos
acogen su mensaje. Cuando este primer anuncio ha sido propuesto, la respuesta no ha
sido siempre favorable sino que han tenido ciertas dificultades, pero aun así los
Apóstoles no dieron un paso atrás, sino que anunciaron con mayor fuerza a nuestro
Señor Jesucristo, su Pasión, Muerte y Resurrección.
Los primeros discursos de Pedro son el eje central del anuncio, lo encontramos en los
Hechos de los Apóstoles “El Dios de nuestros padres resucito a Jesús a quien vosotros
disteis muerte colgándole de un madero” (Hch 2,36; 5,30). Las mujeres fueron las que
ven primero al resucitado para luego anunciar y contar todo a los Apóstoles, a ellos les
pareció que deliraban y no les creyeron. Pedro, sin embargo, se levantó y corrió hacia
el sepulcro, y al asomarse, no vio más que las sábanas. Entonces regresó lleno de
admiración de lo que había sucedido.
9
Ibid., 92.
9
Al enterarse de la resurrección de Cristo, inmediatamente los discípulos marcharon
al santo sepulcro con prisa10. Entonces uno de los discípulos se quedó en la entrada del
santo sepulcro “La figura del discípulo anónimo es presentada con mayor simpatía y
en contraste, un tanto, con Pedro: es el primero en llegar a la tumba, en ver las vendas
y en llegar a la fe”11. Pedro ha sido testigo presencial de la pasión muerte y resurrección
de Cristo “No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hch 4,20).
Pedro, después de Pentecostés, predica en Jerusalén a Jesús anunciando el Kerigma:
“Sepa toda la casa de Israel, con toda seguridad, que a este Jesús a quien ustedes
crucificaron, Dios le ha hecho Señor y Mesías” (Hch 2,36).
Pablo
La palabra clave para Pablo es, “predicar”, “kerigma”. Dios se sirve de Pablo para
poder comunicar el anuncio de Cristo vivo, lo que muchos no conocían en diferentes
comunidades “De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a
Dios; en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la necedad de
la predicación” (1Cor 1, 21). El anuncio del apóstol Pablo inicia cuando se encuentra
con Dios cara a cara, para luego dar testimonio con valentía de Cristo resucitado, “pero
yendo de camino, estando ya cerca de damasco, hacia el mediodía, me envolvió de
repente una gran luz venida del cielo; caí al suelo y oí una voz que me decía: Saúl,
Saúl, ¿Por qué me persigues? Yo respondí: ¿Quién eres señor? Y el a mí: Yo soy Jesús
nazareno, a quien tú persigues” (Hch 22,6-8).
Pablo también sufre en carne propia el desprecio por su anuncio “A no ser este solo
grito que yo lance estando en medio de ellos: Yo soy juzgado hoy por vosotros a causa
de la resurrección de los muertos” (Hch 24,21). Esto lo hace porque se trata de su
vivencia personal, que no puede callar, “Pablo es, en cambio, el único testigo de la
resurrección de Jesús que habla de ella como de un acontecimiento personal”12. La
experiencia personal de Pablo al conocer a Jesús no comprende su presencia en la
pasión, muerte y resurrección de Jesucristo “Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que
os prediqué, que habéis recibido y en el cual permanecéis firmes, por el cual también
sois salvados, si lo guardáis tal como os lo prediqué. Si no ¡habríais creído en vano!”
10
Cf. ibid., 102.
11
Ibid., 102.
12
J. J. BARTOLOMÉ, La resurrección, 27.
10
(1 Cor 15,1-2). Pablo recuerda a los cristianos de Corinto el evangelio que él les había
anunciado y se lo resume con estas palabras “Porque os transmití, en primer lugar, lo
que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que
fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas
y luego a los Doce” (1 Cor 15,3-5). En estas palabras se resume el Kerigma que Pablo
ha recibido y que ha transmitido. Por eso Bartolomé dirá: “En lo que él nos cuenta
podremos hacernos una idea aproximada de cuanto deberíamos sentir nosotros, que
tampoco conocimos a Jesús de Nazaret, si deseamos tener un encuentro con el Señor
resucitado”13.
Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no
han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique? Y ¿cómo predicarán si no son enviados?
Como dice la Escritura: ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien! Pero no todos
obedecieron a la Buena Nueva. Porque Isaías dice: ¡Señor!, ¿quién ha creído a nuestra
predicación? Por tanto, la fe viene de la predicación, y la predicación, por la palabra de
Cristo. (Rm 10, 14-17) 15.
13
Ibid., 27.
14
U. WILCKENS, La resurrección de Jesús, Estudio Histórico-Crítico del Testimonio Bíblico,
Salamanca 1981, 19.
15
Ibid., 19.
11
El Evangelio es predicado con el objetivo de alcanzar la “obediencia”, pero Pablo no
quiere correr el riesgo de que “otro evangelio” haya sido puesto como los cimientos
de una comunidad; por eso, quiere ser él quien lo haga. Pablo se alegra por la fama de
la “obediencia” de esos cristianos. Esta “obediencia” tiene su origen en la obediencia
de Cristo, que contrasta con la “desobediencia” de Adán “En efecto, así como por la
desobediencia de un hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la
obediencia de uno todos serán constituidos justos” (5,19).
Por eso, Pablo se manifiesta “celoso” de aquellos que anuncian “otro” evangelio, y
dolido por la fe “adulterada” a la que llevan a sus comunidades con esa predicación
interesada. “Los que se han convertido a la obediencia a Dios deben convertirse a
Jesús. Por el bautismo, los nuevos cristianos ganados por la predicación misionera
creen en Dios como el que ha resucitado a Jesús”16.
Pablo es el apóstol de los paganos, a estos y a los judíos quiere invitarlos a reconocer
al Señor: “Porque, si confiesas con tu boca a Jesús Señor y crees en tu corazón que
Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvado” (Rm 10,9). Por eso no hay
distinción ante Dios entre judío y griego; uno es el Señor de todos. A todos sin distinción,
comenzando por los últimos (los paganos, los bárbaros, los insensatos, cf. Rm 1,14.16).
Por tanto, Dios nos ha regalado, con inmenso amor, a cada uno de nosotros, seguir
anunciando el Kerigma de Jesucristo nuestro salvador, “El amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm
5,5). Si anunciamos a Cristo estaremos siempre unido a Él por medio de su amor
infinito que tiene a cada uno de nosotros. “Ni otra criatura alguna podrá separarnos del
amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rm 8,39).
La fe de los destinatarios es recepción de la palabra y respuesta. Para Pablo “todos”
se salvan “por la fe”. Por esto la misión que recibe Pablo de anunciar el Kerigma es un
servicio a la fe de las personas, como dice Wilckens: “Dios confía su acción salvadora
escatológica prometida a quienes mantienen la fidelidad con él a Jesús resucitado,
quien comienza a ser, desde ese momento, lo que Dios es para los suyos “el Señor”.
La fe cristiana en Jesús el Señor equivale literalmente a la fe israelita en el señor”17.
16
Ibid., 35
17
Ibid., 35
12
CAPITULO II
Fue el tercer sucesor de los apóstoles en Roma, después de Lino y Anacleto. Eusebio
de Cesarea decía que Clemente fue obispo de Roma entre los años 92-100, aunque no
se tienen datos exactos de su vida19. La Epístola a los Corintios es el único escrito que
se posee de él, parece ser que hubieron problemas en la Iglesia de Corinto, una minoría
que habían sacado a los presbíteros; san Clemente interviene con esta carta para
reconciliar las partes y reparar el escándalo20.
Precisamente en esta carta se hace referencia a la resurrección de Jesucristo, el
Kerigma apostólico, como la base de la esperanza de los elegidos, de los cristianos.
Este anuncio proviene de los apóstoles que a su vez lo recibieron de Jesucristo, Quien
fue mandado por Dios. Por tanto, para resolver los problemas de comunión en Corinto,
18
Cf. J. QUASTEN, Patrología, Tomo I, Hasta el Concilio de Nicea, Madrid 1978, 50.
19
Ibid., 52-53.
20
Ibid., 53-54.
13
san Clemente retorna al origen, a la voluntad de Dios y a anunciar el Kerigma de la
Resurrección de Cristo y a la certeza que concedida por el Espíritu Santo21.
Fue obispo de Antioquía, según se lee en su carta a los Romanos (Ad Rom. 2.2) y por
el testimonio de otros autores como Eusebio de Cesarea. Antioquía era una Iglesia que
había sido fundada por los apóstoles Bernabé y Pablo (cf. Hch 11,26). De su vida no
se sabe mucho excepto su condena a muerte en el reinado de Trajano, por lo cual fue
trasladado de Siria a Roma para el martirio. En este recorrido escribió sus famosas
cartas (a los Efesios, Magnesios, Tralianos, Romanos, Filadelfios, Esmirniotas, a
Policarpo). Llegando a Roma fue condenado a las fieras (98-117)22.
Las temáticas de las cartas varían: la historia del dogma, el episcopado, la Iglesia de
Roma puesta a la cabeza de la caridad, la imitación de Cristo23. Pero lo que llama la
atención, para el presente trabajo, es la referencia al núcleo del Kerigma. En efecto en
la carta a los Filadelfios, mientras exhorta a deponer “el espíritu de pelea”, se apela al
“Archivo” que es Jesucristo, con su cruz, muerte, resurrección; y la fe que viene de Él24.
La temática de la resurrección de Jesucristo, centro del Kerigma, es retomado en la
carta a los Esmirniotas, recordando la fe que ha recibido de los Apóstoles: “Después
de la resurrección comió y bebió con ellos como si fuese un ser carnal, aunque estaba
unido al Padre espiritualmente”25 (Ad Smirn 3.3). De modo que deja bien en claro que
la causa de la comunión, y la causa de la eucaristía y de la oración es la pasión y
resurrección de Jesucristo; mientras que la división se debe a desconocer el Kerigma26.
Cabe notar que los escritos de los padres apostólicos son exhortaciones a
comunidades concretas. Se trata de exhortaciones dogmáticas y de carácter moral, que se
basan en el Kerigma que ellos han recibido y que están a la base de su trabajo pastoral.
21
Cf. CLEMENTE ROMANO, Lettera di Clemente Romano ai Corinti 42.3; en C. DELL’OSSO, I Padri
Apostolici, Roma 2011, 64.
22
J. QUASTEN, Patrología, op. cit. 73.
23
Cf. ibid., 74.
24
Cf. IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Lettera di Ignazio ai Filadelfiesi, 8,2; en C. DELL’OSSO, I Padri
Apostolici, Roma 2011, 114.
25
Ibid., 118.
26
Cf. Ibid., 114.
14
2.1.2. Enseñanza de los Padres Apologetas sobre el Kerigma
Los Padres apologetas son los antiguos escritores (siglo II y III) cristianos que se
proponían defender al cristianismo de las acusaciones de los paganos y de los judíos,
y difundir la doctrina cristiana de una manera adecuada a la cultura de su tiempo. Los
apologetas tenían dos finalidades: la primera de defender al cristianismo; y la otra,
"evangelizadora", exponiendo la fe de modo que sus contemporáneos entendiesen.
Con ellos los escritos de la Iglesia se dirigen por primera vez al mundo exterior y
entran en contacto con la cultura27. Entre ellos están: Justino Mártir, Ireneo de Lyon,
Hipólito de Roma, Novaciano, Tertuliano, Orígenes, Panteno, Cipriano de Cártago, y
otros. Ellos se propusieron tres objetivos:
San Ireneo era un hombre de fe y un pastor, nació probablemente entre los años 135
y 140 en Esmirna (Turquía) y fue discípulo del obispo san Policarpo, el cual fue a su
vez discípulo del apóstol san Juan. Los motivos de que se haya transferido de Asia
menor a la Galia no se saben. Solamente en el año 177 se encuentra a san Ireneo en el
colegio de presbíteros de Lyon. Debido a la muerte del obispo de Lyion, Potino, en la
27
Cf. J. QUASTEN, Patrología, 187.
28
Ibid., 187-188.
15
persecución de Marco Aurelio, san Ireneo fue elegido obispo de la ciudad y sirvió
como pastor hasta el año 202-203, talvez terminando su vida con el martirio29.
Como escritor buscaba defender en su grey la verdadera doctrina de los herejes y
exponer con claridad la verdadera fe. En efecto, las obras escritas que quedaron son:
“Contra las herejías” y “La exposición de la predicación apostólica”, esta última
considerada el más antiguo catecismo de la doctrina cristiana.30. Estas obras contienen
el Kerigma que él recibió de san Policarpo y que se remonta al apóstol san Juan, y que
luego lo transmitió con fidelidad dejándonos una obra de gran valor.
Ireneo demuestra que la fe fue transmitida “públicamente” con el anuncio del
Kerigma, por los Apóstoles, y que la transmisión de esta “Tradición Apostólica” es
“única” ya que se encuentran en la “regla de la fe” (regula fidei) o “verdad” (veritas).
Podemos contemplar el nexo de estos conceptos importantes con el Kerigma
apostólico en un párrafo de san Ireneo en el libro Contra las herejías:
Habiendo recibido esta predicación y esta fe [de los Apóstoles], la Iglesia, aunque esparcida
por el mundo entero, las conserva con esmero, como habitando en una sola mansión, y cree
de manera idéntica, como no teniendo más que una sola alma y un solo corazón; y las
predica, las enseña y las transmite con voz unánime, como si no poseyera más que una sola
boca. Porque, aunque las lenguas del mundo difieren entre sí, el contenido de la Tradición
es único e idéntico. Y ni las Iglesias establecidas en Alemania, ni las que están en España,
ni las que están entre los celtas, ni las de Oriente, es decir, de Egipto y Libia, ni las que
están fundadas en el centro del mundo, tienen otra fe u otra tradición (AH I, 10, 1-2)31.
29
Cf. BENEDICTO XVI, Audiencia general del 28 de Marzo de 2007, Roma, en
https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2007/documents/hf_ben-
xvi_aud_20070328.html (Fecha de consulta 27.09.2017).
30
Cf. Ibid.
31
Citación en BENEDICTO XVI, Ibid.
32
Cf. Ibid.
16
La tradición apostólica, así presentada por san Ireneo, es la respuesta a los errores de
la gnosis, porque son la transmisión del Kerigma recibido de los apóstoles de modo
“público”, “único”, “espiritual”. Reflejado en el credo bautismal33.
2.2.2. Orígenes
33
Cf. J. QUASTEN, Patrología, 300.
34
Ibid., 351-353.
35
Ibid., 354.
36
Cf. J. DANIELOU, La Catequesis en la tradición patrística, en
http://www.mercaba.org/FICHAS/CATECUMENADO/catequesis_en_los_padres.htm (fecha de
consulta 27.09.2017).
37
BENEDICTO XVI, Audiencia general del 25 de Abril de 2007, Roma, en
https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2007/documents/hf_ben-
xvi_aud_20070425.html (fecha de consulta 27.09.2017).
17
parecidos a la de los personajes de la cultura griega38. Un ataque claramente contra el
Kerigma que los apóstoles y los padres predicaban y al cual habían creído los cristianos.
Orígenes responde a los ataques de Celso, en su obra apologética “Contra Celso”,
donde defiende la fe cristiana, el Kerigma de la muerte y resurrección de Jesucristo
“No obstante, se acusa a lo largo que toda la obra un convicción profundamente
religiosa y una recia personalidad que sabe conjugar la fe con la ciencia, de forma que
el adversario desaparece enteramente en la sombra y el lector queda conquistado por
el tono digno y sereno del autor”39. Debemos concordar con lo que L. Bouyer dice
sobre este punto, y es que la resurrección a través del Nuevo Testamento es la única
explicación coherente ante el hecho de la tumba vacía y las apariciones40.
Para defender el Kerigma y la novedad del cristianismo Orígenes no dejó de usar los
conocimientos de filosofía que tenía. En efecto, Celso era platónico y la confutación
de Orígenes lo hace en su campo. Pero se debe recordar que en toda su actividad
exegética y teológica está siempre relacionada a la oración, nunca de dedica solamente
al estudio académico seco41.
San Ambrosio nació alrededor del año 340 en Tréveris, su familia era cristiana y
cuando su padre murió fue llevado por su madre a Roma y fue preparado a la carrera
civil. Por el año 370 fue nombrado gobernador de las provincias de Emilia y Liguria con
38
Cf. CELSO, Discurso verdadero contra los cristianos, en https://es.m.wikipedia.org/wiki/Celso
(Fecha de consulta 30/09/2017).
39
J. QUASTEN, Patrología, 368.
40
Cf. L. BOUYER, Il Figlio eterno, Teologia della Parola di Dio e cristologia, Alba1977, 250.
41
Cf. BENEDICTO XVI, Audiencia general del 25 de Abril de 2007, Roma.
42
Cf. Padres de la Iglesia en https://es.m.wikipedia.org/wiki/Padres_de_la_Iglesia (fecha de consulta
30.09.2017).
18
residencia en Milán43. En esa situación intervino para pacificar la lucha entre ortodoxos y
arrianos y a pesar de ser solo catecúmeno fue aclamado como obispo de Milán”44.
No obstante tenía mucha cultura, no conocía las Escrituras por lo que él se dedicó a
estudiarlas y gracias a las obras de Orígenes introdujo la meditación de las escrituras
en Occidente con la Lectio Divina, que condujo la predicación y los escritos de san
Ambrosio. Su predicación del Kerigma, y las catequesis de los grandes misterios de
Cristo, tienen como base la lectura de la Escrituras45.
43
J. QUASTEN, Patrología, 166.
44
Ibid. 166.
45
Cf. BENEDICTO XVI, Audiencia general del 24 de Octubre de 2007, Roma en
https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2007/documents/hf_ben-
xvi_aud_20071024.html (fecha de consulta 17.10.2017); así lo reconoce también Quasten: “El
estudio, unido a la incesante meditación de la Palabra de Dios, habría de ser la fuente de la actividad
pastoral y de la predicacion ambrosiana, constituyendo el contexto en el que han de colocarse los
acontecimientos historícos, políticos y sociales”, J. QUASTEN, Patrología, 167.
19
CAPITULO III
3. Documentos de la Iglesia
[E]l contenido de la fe católica que el Señor confió a los Apóstoles: traducido en todos los
lenguajes, este contenido no debe ser encentado ni mutilado; revestido de símbolos propios
en cada pueblo, explicitado por expresiones teológicas que tienen en cuenta medios
culturales, sociales y también raciales diversos, debe seguir siendo el contenido de la fe
católica tal cual el Magisterio eclesial lo ha recibido y lo transmite” (EN 65).
Por otra parte, el lenguaje que se debe usar en la proclamación del Kerigma debe ser
claro y adecuado (cf. EN 54). Ya que es necesario usar esta modalidad en diferentes
lugares de todo el mundo (cf. EN 63), para poder entendernos y así anunciar el misterio
de Cristo: “La acción evangelizadora de la Iglesia, debe buscar constantemente los
medios y el lenguaje adecuados para proponerles la revelación de Dios y la fe en
Jesucristo” (EN 56).
Al anuncio del Kerigma hace falta escucharlo y ponerlo en práctica, como dice el
apóstol Santiago (cf. Stg 1,22) 46cuando llama la atención de los que escuchan a Cristo
y se engañan porque no la ponen en práctica. Efectivamente, el anuncio no adquiere
toda su dimensión más que cuando es escuchado, aceptado, asimilado y cuando hace
nacer en quien lo ha recibido una adhesión de corazón.
Esto hace que a su vez quien recibe el anuncio se convierta en Apóstol, “[…] es
necesario que los jóvenes, bien formados en la fe y arraigados en la oración, se
46
“Estas son las maravillas que cada uno ha podido escuchar en su propia lengua. (33) Por lo demás, la
Buena Nueva del reino que llega y que ya ha comenzado es para todos los hombres de todos los tiempos.
Aquellos que ya la han recibido y que están reunidos en la comunidad de salvación, pueden y deben
comunicarla y difundirla” (EN 13; cf. también EN 12.15).
20
conviertan cada vez más en los apóstoles de la juventud” (EN 72), y que frente a
dificultades, amenazas y persecuciones les dé el coraje de predicar el Kerigma:
Jesucristo y su evangelio (cf. EN 42. 50)
La carta encíclica Redemptoris Missio, del Papa S. Juan Pablo II, fue promulgada el
año 1990, para subrayar la permanente validez del mandato misionero.
Este documento evidencia que la Iglesia primitiva anunciaba el Kerigma, la buena
noticia del Reino de Dios, porque es el anuncio de Jesucristo donde el Reino de Dios
y Jesucristo se identifican (cf. RM 16.44). Ahora bien, este anuncio del Kerigma, en
el mundo contemporáneo debe llegar hasta los confines del mismo y se convierte en
instrumento de rescate para las personas que viven en situaciones extremas de pobreza,
ya que el anuncio del Kerigma debe llegar a los pequeños grupos olvidados así como
a los nuevos modelos de desarrollo (cf. RM 37b).
El efecto de que el anuncio del Kerigma se convierta en instrumento de rescate se
debe ante todo a que el anuncio lleva como objetivo la conversión del corazón (cf. RM
20.46), por esta razón es que toda persona tiene derecho a recibir el anuncio de la
salvación (cf. RM 40).
La Iglesia, proclamando el mensaje evangélico de salvación, lleva la fuerza
liberadora que rescata a las personas de su egoísmo y tiene su efecto en la sociedad
porque promueve el desarrollo: “la conversión del corazón y de la mentalidad; ayuda
a reconocer la dignidad de cada persona; dispone a la solidaridad, al compromiso, al
servicio de los hermanos; inserta al hombre en el proyecto de Dios, que es la
construcción del Reino de paz y de justicia, a partir ya de esta vida. Es la perspectiva
bíblica de los «nuevos cielos y nueva tierra» (cf. Is 65, 17; 2 Pe 3, 13; Ap 21, 1)” (RM 59).
De esta manera Redemptoris Missio apunta la necesidad de la misión y de la
promoción de las vocaciones misioneras, ya que al anuncio evangélico necesita de
cooperadores en la viña del Señor, hombre y mujeres (cf. RM 79). El llamado directo
que hace S. Juan Pablo II dice: “dirijo mi llamada, con particular confianza y afecto, a
las familias y a los jóvenes. Las familias y, sobre todo, los padres han de ser
conscientes de que deben dar «una contribución particular a la causa misionera de la
Iglesia, cultivando las vocaciones misioneras entre sus hijos e hijas»” (RM 80; cf. RM 30).
21
Esto, sin olvidar ya las vocaciones de los Institutos de vida consagrada a los cuales se
invita a extender su actividad para la expansión del Reino de Dios (cf. RM 69b).
El modo de llevar el anuncio del Kerigma es ante todo unido a la comunidad eclesial,
a la Iglesia, porque nunca se trata de una acción individual (cf. RM 45). Además, el
anuncio evangélico debe estar siempre acompañado de la oración para que el Kerigma
sea eficaz por la ayuda de Dios (cf. RM 78). Y, cuando se lleva ayuda material a los
pobres, no se debe perder de vista que se comparte con ellos ante todo el anuncio del
Kerigma y la caridad de la fe: “La generosidad en el dar debe estar siempre iluminada
e inspirada por la fe: entonces sí que hay más alegría en dar que en recibir” (RM 81).
3.3. Aparecida
22
la esterilidad […] Sólo desde el Kerigma se da la posibilidad de una iniciación cristiana
verdadera” (DA 278a).
El contenido y la novedad del Kerigma que “la Iglesia anuncia al mundo es que
Jesucristo, el Hijo de Dios, hecho hombre, la Palabra y la Vida, vino al mundo a
hacernos ‘participes de la naturaleza divina’ (2Pe 1,4), a participar de su propia vida”
(DA 348). Anunciar el Kerigma es pues, declarar el amor de Dios, que se nos da en
Jesucristo muerto por nosotros y resucitado (cf. DA 348).
De esta manera el anuncio del Kerigma es un servicio de caridad, particularmente
para los más pobres, marginados, excluidos y los que sufren, promoviendo la dignidad
humana (cf. DA 55). Este servicio de caridad, lo recuerda “Aparecida, ha sido
testimoniado valiente por los santos y santos, sacerdotes diáconos y laicos que han
vivido con radicalidad el evangelio, mártires de ayer y hoy en nuestros pueblos que
han llegado a compartir la cruz de Cristo hasta la entrega de sus vidas” (cf. DA 98).
El proceso de formación lleva al cristiano a configurarse con el maestro, es decir,
asumir la centralidad del mandamiento del amor “Ámense los unos a los otros como
yo les he amado” (Jn 15, 12). Lo cual se convierte en la característica de cada cristiano
y que no puede dejar de ser también característica de la Iglesia. El amor fraternal del
pueblo de Dios es el primero y principal anuncio del Kerigma sin palabras. Los
discípulos misioneros de Jesucristo tenemos la tarea prioritaria de dar testimonio del
amor a dios y al prójimo con obras concretas (cf. DA 138).
El Instrumentum laboris para la XIII asamblea general del Sínodo de los obispos (SO)
del 2012, tenía como tema la Nueva evangelización para la transmisión de la fe
cristiana. En dicho documento se puede evidenciar algunas temáticas centrales.
Se comienza con la pregunta central, ¿qué es la Nueva Evangelización? y con la
respuesta también: “es la capacidad de parte de la Iglesia de vivir en modo renovado
la propia experiencia comunitaria de la fe y del anuncio dentro de las nuevas
situaciones culturales […]” (SO 47).
Vivir en modo renovado la fe significa entonces renovar el anuncio del Kerigma que
estimula a las transformaciones de la Iglesia (cf. SO 107), y que al mismo tiempo
23
reaviva a la misma comunidad: “El objetivo de tal anuncio es reavivar la fe o suscitarla,
para mantener la comunidad y los bautizados en una tensión constante y fiel hacia el
anuncio y el testimonio público de la fe que profesamos” (SO 140).
Cabe notar que el documento puntualiza que el anuncio del Evangelio es una cuestión
ante todo Espiritual, comunitaria eclesial, sin una selección de destinatarios (cf. SO
39), ya que es derecho de cada hombre recibir el anuncio del Kerigma (cf. SO 33).
Además, los sujetos del anuncio del Kerigma en la nueva evangelización son todos los
sujetos eclesiales, es decir todos los cristianos (cf. SO 77), porque el anuncio del
evangelio “es un deber de cada cristiano y de toda la Iglesia” (SO 92, cf. SO 33).
Como afirma este documento el contenido del anuncio del Kerigma, de la transmisión
del Evangelio se identifica con Jesucristo: “Ya sabemos que cuando se habla de
Evangelio que ha de ser anunciado debemos pensar en Una Palabra viva y eficaz, que
realiza lo que dice (cf. Hb 4,12; Is 55,10), es decir, se trata de una persona: Jesucristo,
Palabra definitiva de Dios, hecha hombre” (SO 26).
Y, hablando del primer anuncio del Kerigma y a quien se dirige, el documento es
claro: “se dirige “ante todo a aquellos que todavía no conocen a Jesucristo, a los no
creyentes y a aquellos que, de hecho, viven en la indiferencia religiosa” (SO 139).
Puesto que la proclamación del Kerigma es procurar el encuentro de las personas con
la persona de Jesucristo.
La finalidad del anuncio del Kerigma, subrayada en este documento, es la llamada a
la conversión, el cambio de vida, que posteriormente será acompañada con otras
formas de anuncio para iniciar a la fe (cf. SO 139). Ya que en el anuncio del Kerigma
se anuncia la salvación obrada por Cristo, salvación de nuestros pecados, y que nos
invita a participar en el amor y reconciliación (cf. SO 88). Por tanto, el fruto de
transmitir la fe y de anunciar el Kerigma es: “la purificación y a la reparación de las
consecuencias de los errores, en la confianza que la esperanza que nos ha sido dada
«no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que non ha sido dado» (Rm 5,5)” (SO 128), “cada hombre y cada mujer
deben poder sentirse atraídos en la relación íntima y transfigurante que el anuncio del
Evangelio crea entre nosotros y Cristo” (SO 33).
24
CAPITULO IV
Se ha escogido este autor para el presente trabajo porque él entra en relación con
Joseph Ratzinger hablando de la catequesis kerigmática
Para Gevaert al centro de la enseñanza del anuncio de Dios, se encuentra la
proclamación de los apóstoles, por eso el Kerigma está concebido ya en los discursos
de San Pedro y de los otros apóstoles. “Es una proclamación, autorizada y estimulante
al mismo tiempo, de hechos y datos centrales del Evangelio. El centro de todo es Dios
mismo el cual se comunica y se manifiesta sobre todo en Jesucristo, centro de la
historia de la salvación”47.
Para la enseñanza de este anuncio existen ya personas preparadas, tanto como
teólogos, expertos de pastoral, catequistas. Pero como hace notar bien este autor “la
catequesis está llamada a formar creyentes, hombres de fe, capaces de vivir su fe y su
vida cristiana en un mundo que no es ya directamente favorable a la visión cristiana
de la vida, y a menudo desfavorable a la actitud religiosa como tal”48. Por tanto, hay
un reto grande en nuestros días para la catequesis kerigmática.
El anuncio kerigmático de Dios, aunque no está al inicio de la enseñanza de Dios,
puede ser útil para proclamar una buena catequesis, la cual anuncie a Cristo resucitado.
A este respecto, como indica Gevaert, es necesario una teología kerigmática, en efecto,
los estudiosos “Querían tener otra forma de reflexión teológica, que hiciese de
mediación entre la alta especulación científica y las necesidades vitales de la
evangelización”49. Para poder conocer, aceptar y anunciar a Dios, quien es nuestro
salvador. Según Gevaert la “teología kerigmática quería estar centralizada en la
historia de la salvación y en el significado salvífico del mensaje evangélico. La
47
J. GEVAERT, La dimensión experiencial de la catequesis, 15, en
https://es.scribd.com/mobile/document/84463023/Dimension-Experiencial-de-La-Catequesis-Gevaert
(Fecha de consulta 16.10.2017).
48
Ibid., 12-13.
49
Ibid., 13.
25
revelación, en efecto, no es principalmente la comunicación de verdades por parte de
Dios, sino la comunicación y manifestación de Dios mismo como salvación”50.
Dios es el centro de todo el universo, y es Él quien nos ayuda a seguir anunciando su
palabra para la transformación de las vidas en el mundo entero. En este sentido, para
este autor, “La teología kerigmática quería así ser fuertemente cristocéntrica. El objeto
de dicha teología es el Cristo total, […] considerado no ya bajo el aspecto de la
comprensión racional de la fe, sino bajo el aspecto de la predicación y del anuncio”51.
Dios nos pide que tengamos una plena confianza en Él para que podamos enseñar de
una manera clara y concreta la doctrina sana de la Iglesia Católica. “La teología
kerigmática estaba orientada sobre todo hacia las exigencias vitales de la fe, y ya no
hacia la sola profundización intelectual y científica a nivel de investigación
universitaria”52.
Existe un cambio del anuncio kerigmático de la catequesis que está ligado con el
Padre J. A. Jungmann, quien tiene el mérito de haber tratado un tema concreto: el
problema de la renovación kerigmática de los contenidos catequéticos. “Su
pensamiento contribuyó notablemente a la renovación pastoral ratificada por el
Concilio Vaticano II”53. Para Jungmann la idea central es la revelación cristiana que
se concibe en que Dios mismo se comunica al hombre como salvación: “Por
consiguiente la catequesis no puede ser reducida a la transmisión de un sistema de
verdades. Su centro son los hechos históricos en los cuales Dios se ha manifestado
como salvación del hombre”54.
La enseñanza del anuncio de Dios debe motivar y orientar hacia la fe cristiana católica.
Dándonos a conocer y comprender la historia de la salvación. Por medio del evangelio
que es Buena Noticia debe ser también fielmente transmitido como Buena Noticia55.
El acontecimiento de la salvación se encuentra principalmente, desde la óptica de la
doctrina del anuncio, en el hecho histórico de Cristo muerto y resucitado, que es
mensaje y ofrecimiento de salvación; lo cual pasa a través del anuncio autorizado de
la Iglesia, y que requiere acogida y obediencia. Sin embargo, el anuncio kerigmático
50
Ibid., 13.
51
Ibid., 13.
52
Ibid., 13-14.
53
Ibid., 14.
54
Ibid., 14.
55
Cf. ibid., 14.
26
debe ser escuchado para luego ser explicado debidamente y relacionado con las
condiciones concretas en las cuales hoy hay que vivir como cristianos. En efecto,
durante el periodo del Concilio Vaticano II se observó las limitaciones de la
renovación kerigmática. Los objetivos de esta eran: “formar, con la catequesis,
cristianos convencidos y practicantes que saquen la riqueza de la salvación cristiana
de las fuentes bíblicas, litúrgicas y eclesiales”56. El problema era que muchas naciones
se preguntaban si era posible evangelizar el mundo de hoy, secularizado, descristianizado
y pluralístico desde el punto de vista religioso e ideológico57. Dos contextos obligaron a
los catequistas a reconocer la limitación de la renovación kerigmática58:
Hay que preparar el terreno, desenterrar las «piedras de espera» que están ya presentes en
la experiencia humana, en la cultura, en las religiones no cristianas. […] Obviamente este
proceso preparatorio implica también, en un segundo momento, el anuncio explícito y
conciso de Jesucristo60.
Gevaert puntualiza que en los colegios estatales existen medios insuficientes para la
práctica religiosa y más aún para su enseñanza, en el sentido de una verdadera catequesis.
Lo cual lleva a un número consistente de personas que no practican la fe cristiana de
manera adecuada, o que no se consideran cristianas, o incluso se dicen no creyentes61.
56
Ibid., 16.
57
Cf. ibid., 16.
58
Cf. ibid., 16.
59
Cf. ibid., 16.
60
Ibid., 16-17.
61
Cf. ibid., 17.
27
Este autor indica que en los colegios estatales la religión no es llevada a la práctica.
Por tanto, lo primero es enriquecerse de la palabra de Dios para luego poner en práctica
todo lo que hemos aprendido, y también buscar diferentes medios para poder
evangelizar. Si bien la mayoría de las personas recibieron el sacramento del bautismo
cuando eran niños, ahora nosotros tenemos la misión de hacer vivir su fe en Jesucristo.
En efecto Gevaert dice: “No era ya posible justificarla [la religión] apelando a la
misión evangelizadora de la Iglesia, o al hecho de que la mayor parte de los alumnos
habían sido bautizados en la primera infancia”62.
La fe en Jesucristo nos mantiene firmes porque todo procede de él. Luego el alumno
debe recibir una formación religiosa adecuada para que sea una persona generosa,
solidaria, que este siempre al servicio de los demás, ante todo a través de la
comprensión de la cultura en la cual está viviendo. “Así pues, las situaciones de la
vida, a las cuales el estudiante debería hacer frente en el presente o en la vida adulta
de mañana, llegaban a ser norma para seleccionar y elegir los contenidos de las
distintas materias”63.
62
Ibid., 17.
63
Ibid., 17-18.
64
Cf. J. RATZINGER, La nueva Evangelización, 1, en http://www.obispadoalcala.org/pdfs/01-Joseph-
Ratzinger_La-nueva-evangelizacion.pdf (Fecha de consulta 25.09.2017).
65
Ibid., 1.
28
Para evangelizar, nos dice Ratzinger, tenemos que hacer lo mismo que han hecho
nuestros antepasados: Orar. Ellos, en los afanes de la vida cotidiana, supieron
encontrar espacios para dialogar con Dios Padre: “Habla, Señor, que tu siervo
escucha” (1Sam 3, 10). Es en esos momentos de silencio y quietud cuando tenemos
más posibilidades de escuchar la voz de nuestro Padre Dios, que siempre está dispuesto
a dialogar con sus hijos. Nos viene la pregunta: ¿Por qué no buscamos esos momentos
más a menudo? Así podríamos estar preparados para escuchar Su voz y para anunciar
no nuestros pensamientos sino su mensaje. “El anuncio de Cristo, el anuncio del reino
de Dios, supone la escucha de su voz en la voz de la Iglesia. “No hablar en nombre
propio” significa hablar en la misión de la Iglesia”66.
Por este motivo la oración es fundamental para anunciar el Kerigma, el reino de
Dios, por eso todos debemos decirle siempre al Señor, como los discípulos: “Señor,
enséñanos a orar” (Lc 11,1). El Señor nos ha enseñado el Padre nuestro como modelo
de auténtica oración y nos ha dado una Madre, la Iglesia, que nos ayuda a rezar: “Todos
los métodos están vacíos sin el fundamento de la oración. La palabra del anuncio debe
siempre sumergir en una intensa vida de oración”67.
El Reino de Dios es Dios mismo y está presente en el mundo y en medio de nosotros.
Dios no es alguien lejano, sino que siempre va estar con nosotros acompañándonos
para la construcción de su reino. Así Ratzinger aclara que: “En la llamada conversión
está implícito, como condición fundamental, el anuncio del Dios vivo. El teocentrismo
es fundamental en el mansaje de Jesús y debe ser también el corazón de la nueva
evangelización. La palabra clave del anuncio de Jesús es: Reino de Dios. Pero Reino
de Dios no es una cosa, una estructura social o política, una utopía. El Reino de Dios
es Dios”68.
La comunión con Dios es una profunda necesidad de todo ser humano, de la cual se
desprende, como cristianos, que estamos llamados a cultivar también el interés
amoroso por otras personas. Esto siempre debe entenderse a la luz de cómo nos
sentimos atraídos de la relación vivificante con Dios mismo. Así Ratzinger lo indica:
“Hablar de Dios y hablar con Dios deben ir siempre juntos. El anuncio de Dios lleva a
la comunión con Dios en la comunión fraterna, fundada y vivificada por Cristo. Por
66
Ibid., 4.
67
Ibid., 4.
68
Ibid., 6.
29
eso la liturgia (los sacramentos) no es un tema “al lado de” la predicación del Dios
vivo, sino la realización de nuestra relación con Dios”69.
Al mismo tiempo que es importante subrayar que la predicación del Kerigma, del
reino de Dios, implica la venida de Dios en la historia para hacer justicia, de modo
definitivo y universal, ya que este poder lo ha entregado el Padre al Hijo (Jn 5, 22) en
estrecha relación con su misión de salvación. Lo atestiguan de modo muy elocuente
las palabras que Jesús pronunció durante el encuentro con Nicodemo: “Dios no ha
enviado a su Hijo al mundo para que juzgue al mundo, sino para que el mundo sea
salvado por Él” (Jn 3, 17). En efecto, nuestro autor dice: “Esta predicación es, por eso
mismo, anuncio del juicio, anuncio de nuestra responsabilidad. El hombre no puede
hacer o dejar de hacer lo que le apetezca. Será juzgado. Debe rendir cuentas. Esta
certeza tiene valor tanto para los poderosos como para los sencillos”70.
En esta vida todos buscan la felicidad, entonces para ser felices buscaremos siempre
el amor de Dios, anunciando su palabra a su pueblo y también anunciando su justicia.
De esta manera Ratzinger dice que “Se comprende también así la conexión entre el
Reino de Dios y los “pobres”, los que sufren todos aquellos de los que hablan las
Bienaventuranzas del Sermón de la Montaña. Están protegidos por la certeza del
juicio, por la certeza que hay justicia”71. Dios es siempre un juez justo y misericordioso
con toda la humanidad entera y todo el que proclama la palabra tiene su recompensa.
Ahora bien, Ratzinger deja claro que “Este es el verdadero contenido del artículo sobre
el juicio, sobre Dios juez: hay justicia. Las injusticias del mundo no son la última
palabra de la historia. Hay justicia. Solo quien no quiera que haya justicia puede
oponerse a esta verdad”72.
Todos en esta vida tenemos una gran responsabilidad de anunciar el amor de Dios a
cambio de nada. Dios siempre estará a nuestro lado para defendernos, para
perdonarnos de todos tus pecados, de manera que teniendo un corazón abierto a la
esperanza recibamos la redención, por la que Jesucristo murió por nuestros pecados.73.
La misión que tenemos que cumplir es de anunciar, el Reino de Dios con mayor
fuerza y depositando nuestra confianza en el para ser justos en todo el mundo. Ahora
69
Ibid., 7.
70
Ibid., 9.
71
Ibid., 10.
72
Ibid., 10.
73
Ibid., 10.
30
bien, el elemento central del anuncio evangelizador es la vida eterna. Ratzinger lo
explica así: “Hoy, en la vida diaria, debemos anunciar con nueva fuerza nuestra fe.
Aquí quisiera solo aludir a un aspecto a menudo descuidado actualmente de la
predicación de Jesús: el anuncio del Reino de Dios es anuncio del Dios presente, del Dios
que nos conoce, que nos escucha; del Dios que entra en la historia para hacer justicia”74.
Por tanto, siguiendo la opinión de Ratzinger, para anunciar el Kerigma, la buena
noticia, el cristiano necesita entrar en relación con Él, hacer teología es hablar de Dios
y hablar con Él75.
74
Ibid., 9.
75
Cf. Ibid., 7.
31
CONCLUSIÓN
El objetivo del presente trabajo era de explicar la necesidad del kerigma, dentro del
proceso de evangelización de la Iglesia. Al concluir esta manografia podemos obtener
los siguientes resultados.
La causa principal del anuncio del Kerigma es un evento histórico central, la Pasión,
Muerte y Resurrección de Jesucristo que, como hemos visto en la parte bíblica, ha
movido a las mujeres, a los apóstoles, a san Pablo, a anunciar el Kerigma, el amor del
Señor. Se puede decir que es la misma causa, la que ha inspirado a la Iglesia de los
primeros siglos, a los Padres de la Iglesia, a anunciar el Kerigma. Aquello que ellos
han recibido a su vez lo anuncian (cf. 1 Cor 15,3-5). En efecto los Padres de la Iglesia
y toda la patrística hacen referencia al Kerigma apostólico. De las misma manera los
documentos del Magisterio y la reflexión teológica, recuerdan que la causa del anuncio
Kerigmático está en haberlo recibido por la Iglesia, y haberlo meditado en la oración,
como escucha obediente a Cristo resucitado.
La modalidad de la proclamación del Kerigma, nos lo hace notar especialmente los
padres y entre ellos sobre todo San Ireneo, es el modo público, es decir que no habían
revelaciones privadas, que en cambio proliferaban en las sectas gnósticas. El modo
público del anuncio del Kerigma fue del que San Pablo se declara “obediente” y por
tanto lo hace con mucha valentia y audacia. Es la misma modalidad de anuncio valiente
que los documentos del Magisterio han promovido, aún en medio de persecuciones,
dificultades e incomprensiones.
Un tercer punto que provoca la reflexión es Gevaert, quien se preguntaba si era
posible evangelizar el mundo de hoy, secularizzado y descristianizado. Ciertamente
las modalidades de anunciar publicamente el Kerigma han cambiado (los apóstoles y
el anuncio kerigmático directo, la catequesis de los Padres, las apologias de los Padres
de la Iglesia, etc.) pero lo que nunca ha cambiado es el contenido del Kerigma, es
decir: proclamar a Jesucristo muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra
justicicación, para nuestra salvación.
El anterior punto, el contenido del anuncio Kerigmático, siempre ha producido
efectos. El primer beneficio es a nivel humano, el hombre recupera su dignidad, se
convierte y deja de hacer las cosas malas que hacía, madura su vida y su testimonio
cristiano. Un segundo beneficio es a nivel eclesial, ya que el Kerigma unico de la
32
Iglesia ha producido comunión. En los momentos en que surgieron las diferentes
herejías (Gnosticismo, Docetismo, etc.) fue el Kerigma y el testimonio de verdad y
amor de Cristo que consiguió superar esos momentos de descomunión. En efecto la
Iglesia, que es inspirada por el Espíritu Santo, ha siempre intervenido para sanar las
fracturas de descomunión y separación, inspirándose en la Sagrada Escritura (ej. San
Ambrosio).
Por tanto la nueva evangelización, el anuncio del Kerigma, no solo es posible sino
que es una necesidad de nuestro tiempo. Este trabajo monográfico concluye con la
evidencia que hace falta formar y preparar a los cristianos a seguir redescubriendo el
tesoro de la Iglesia que se encierra en la proclamación del Kerigma, de Jesucristo
muerto y resucitado por nosotros.
33
BIBLIOGRAFIA
Bibliografía del Magisterio
PABLO VI, “Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi” (08. 12. 1975), Don Bosco,
La Paz 1976. Texto original: AAS 68 (1976) 5-76.
JUAN PABLO II, “Carta Encíclica Redemptoris Missio” (07. 12. 1990), Don Bosco, La
Paz 1991. Texto original: AAS 83 (1991) 249-340
Bibliografia General
BOUYER, Louis, Il Figlio eterno, Teologia della Parola di Dio e cristologia, Paoline,
Alba 1977.
34
COENEN Lothar ,“Mensaje”, en COENEN Lothar – BEYREUTHER Erich – BIETENHARD
Hans, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento III, Sígueme,
Salamanca 1993, 57-64.
35
36
PERFIL MONOGRAFICO
1. TEMA:
3. OBJETIVOS
2. JUSTIFICACIÓN
Teniendo en cuenta el año de la fe y la invitación que nos ase el papa emérito Benedicto
XVI en torno al año de la fe se ha visto una necesidad del compromiso cristiano en un
mundo que parece olvidarse de Dios de ahí que viene a proclamar a Jesús crucificado
y resucitado que vendrá a ser el núcleo original del anuncio de la iglesia a partir de las
primeras comunidades cristianas a partir del día de pentecostés y retomar el verdadero
anuncio del kerigma. Es por esta razón necesario profundizar más a fondo el anuncio
del kerigma para encontrar el verdadero significado. Por esta razón es importante este
trabajo social investigativo, quiere desembocarse hacia el beneficio de la sociedad en
37
relación a la comunión y el anuncio del kerigma. Por tanto se quiere lograr explicar el
sentido profundo del anuncio kerigmatico desde la iglesia primitiva y ser en la
actualidad como se va viviendo este anuncio en la sociedad
4. METODOLOGÍA
Para explicar lo referente al Kerigma y para dar un aporte reflexivo, este trabajo
utilizara una investigación básica llamada también pura o fundamental. Ya que es
considerada como trabajo de investigación teórica, focalizados en la recopilación
documental, libros u otras fuentes secundarias, en los que el investigador procede a su
tratamiento teórico, en el sentido de que su objeto de estudio trata sobre una teoría y
lo que se pretende es profundizar y proceder a través de la documentación, al
descubrimiento de elementos que pueden contribuir a nuevos aportes.
5. TÉCNICAS DE ESTUDIO
Las técnicas a utilizar son las siguientes Fichas (bibliográficas, resumen, textuales,
síntesis, comentario) Elaboración de esquemas, recopilación bibliográfica.
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