Polis y Civitas

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La Polis

Los griegos no diferenciaban entre sociedad y política, lo político incluía lo social, según Aristóteles el
hombre es un ζooν πoλίτικoν, “Zoom Politikon” para referirse a que el hombre se realiza solo con
plenitud en la polis, inferiendo que el que está fuera de ella es un ἰδιώτης , el Idion es aquella figura
opuesta a la del Politicón, la del Ciudadano; en este sentido hay diferencia entre hombre político y
hombre social. La Política era el vivir colectivo, el vivir social y el lugar para adoptar decisiones. La
palabra social no es griega, es latina.

Respecto al origen y constitución de la sociedad Aristoteles mantendrá, al igual que Platón, la teoría de
la «sociabilidad natural» del hombre. El hombre es un animal social (zóon politikon), es decir, un ser que
necesita de los otros de su especie para sobrevivir; no es posible pensar que el individuo sea anterior a
la sociedad, que la sociedad sea el resultado de una convención establecida entre individuos que vivían
independientemente unos de otros en estado natural:

«La ciudad es asimismo por naturaleza anterior a la familia y a cada uno de nosotros«.

El todo, argumenta Aristóteles, es anterior a las partes; destruido lo corporal, nos dice, no habrá «ni pie
ni mano a no ser en sentido equívoco»; el ejemplo que toma como referencia sugiere una interpretación
organicista de lo social, en la que se recalca la dependencia del individuo con respecto a la sociedad.

Zóon politikon (en griego, ζῷον: animal, y πoλίτικoν: social o político) es una expresión escrita por el
filósofo estagirita Aristóteles en su libro 1 de Política. El significado literal de la misma es: «animal
social» o más específicamente «animal político», y hace referencia al ser humano, el cual a diferencia de
los animales posee la capacidad natural de relacionarse políticamente, o sea crear sociedades y
organizar la vida en ciudades (ciudad, se dice «polis» en griego).

Cuando Aristóteles definía al hombre como zoon politikón, hacía referencia a sus dimensiones social y
política. El hombre y el animal por naturaleza son sociales, pero solo el hombre es político, siempre que
viva en comunidad. Por tanto, la dimensión social ayuda a constituir la base de la educación y la
dimensión política contribuye a la extensión de esa educación.

Aristóteles se preocupó tanto por la naturaleza del ser humano como por sus relaciones sociopolíticas,
creía que el individuo sólo se puede realizar plenamente en sociedad, que posee la necesidad de vivir
con otras personas. También expresó que aquellos que son incapaces de vivir en sociedad o que no la
necesitan por su propia naturaleza, es porque son bestias o dioses.
En la polis griega la política se entiende sólo en situaciones de total independencia y soberanía. La
política se restringe a las relaciones de los ciudadanos que han sido liberados de las obligaciones que
otros tienen (esclavos, mujeres, extranjeros) y pueden entregarse a la libertad de lo político, es decir a
relacionarse con otros ciudadanos iguales, sin coacción, violencia ni dominio.

Tiene una dimensión horizontal, de relaciones entre iguales. La libertad política según la entiende la
Grecia clásica está vinculada a un espacio (la polis, el ágora). Lo político empieza cuando se han resuelto
los problemas de subsistencia material, la violencia. La dedicación a lo público requiere concesiones en
lo privado, pero lo privado era considerado inferior a lo público, menos importante, el hombre no
político era un ( ἰδιώτης ), un ser incompleto.

Con Aristóteles se nos muestra un concepto absolutamente novedoso, un paso mental que nos enseña
que la palabra polis encierra un proceso de retroalimentación que engloba por un lado la entidad física
de lo que será la ciudad y por otro la gestación del concepto de ciudadano.

La política tiene por objeto la vida del hombre en la polis, el análisis de las instituciones, de las leyes y
regímenes que los hombres se han dado en su vida en común, para explorar desde ahí, cuáles de las
virtudes privadas pueden ser consideradas también virtudes públicas y cuál puede ser el régimen que
mejor concuerde con ellas. En suma, el objeto de la política es la comunidad buena de los hombres
asociados.

Como Aristóteles considera al ser humano como zoon politikón, un animal cívico, social o literalmente
un animal político, él mismo no deja de recordarnos constantemente que la virtud, la justicia y la
felicidad se alcanzan, socialmente, en relación con los otros en la ciudad, en la polis, es decir,
políticamente.

Aristóteles delimita perfectamente la definición de ciudadano, porque no se es ciudadano por el mero


hecho de vivir en la polis. Exclusivamente se pueden considerar ciudadanos aquellos que participan en
las funciones judiciales y de gobierno. Él mismo afirma que un niño o un anciano no son ciudadanos
plenos, y de esto se deduce que el privilegio de ser politeia viene dado por la aportación al bien de la
comunidad. En cierto modo el individuo pierde protagonismo para formar parte del todo, lo particular
pierde fuerza para cedérsela al grupo, que da sentido completo a la unidad política que es la polis.
La Polis o Ciudad Estado:

La Polis es simbolo de Civilización con un grado mayor de desarrollo, hasta el punto de que cómo forma
de organización política es considerada en cuanto a principios y reglas de organización, el antecedente
directo e inmediato del Estado Moderno. Temporalmente podemos ubicarlas entre 8.000 y 4.000 años
a.C y posteriormente también.

¿Cómo llegan a las revoluciones burguesas? A través del Renacimiento, que es una recuperación de la
estructura clásica, como modelo ideal y la traslada hasta nuestros días.

La Polis es una forma de organización política que surge simultáneamente a las Sociedades
Segmentadas, es consecuencia del desarrollo de una economía, no solo basada en la agricultura y el
comercio, sino también en la “esclavitud” este elemento será el que explique el apogeo de la polis.

La organización política de la polis:

La Polis es un Centro diferenciado, que se basa en principios de ciudadanía e igualdad legal y política, y
en mecanismos de participación política.

Con la Polis se produce el auge de las ciudades, se concentra la población en núcleos. El desarrollo
económico producido por el excedente económico, implica la necesidad de establecer mecanismos de
redistribución y acumulación. Se produce un aumento de la diferenciación y estratificación funcional, el
crecimiento económico se va especializando.

En la composición social de la polis se distingue a los: Ciudadanos: Con derechos políticos y el resto de la
sociedad como mujeres, extranjeros y esclavos que carecen de derechos políticos, pero sin embargo
todos participan en las obligaciones fiscales y militares.

Para los ciudadanos se aplican criterios universales y de logro en la composición de los estratos sociales.
El elemento de “lealtad política” a la ciudad, es importante, ya que es un vínculo que ata y obliga al
ciudadano a su ciudad lo que le da legitimidad al sistema. Con La Polis se produce un mayor desarrollo
político, si bien todavía hay uso privado de la coacción.

Aristóteles expresaba la concepción griega de la vida haciendo alusión a la polis como la unidad
constitutiva y la dimensión de la existencia. Por lo tanto en el vivir político los griegos no veían una parte
o un aspecto de la vida, la veían en su totalidad y en su particularidad, no había otra manera de asimilar
el presente. En La Polis el vivir político es al mismo tiempo el vivir colectivo, el vivir asociado y más
intensamente para alcanzar el fin último, la felicidad.

El hombre no político era un ser defectuoso, cuya insuficiencia consistía precisamente en haber perdido
o en no haber adquirido la dimensión y la plenitud de la simbiosis con la propia polis. El animal político
no se distinguía en modo alguno de un animal social, y ésta es la esencia que subyace de La Política de
Aristóteles.

Podemos considerar las polis como precursoras de las Civitas romanas, pero sin embargo existen
algunas diferencias importantes: El griego piensa en términos filosóficos, políticos o morales, como nos
ha demostrado Aristóteles, y los romanos lo hacen en términos jurídicos, es más, uno de los más
grandes legados romanos ha sido la invención del derecho, dejándonos como herencia el ius civile, que
es el derecho positivo, producto de la ciudad; el ius gentium que es el derecho común a todos los
pueblos y el ius natural. Roma tiene la particularidad de basar sus principios en el derecho y en las
instituciones jurídicas, pero la noción de la realidad en Grecia es otra cosa.

La Civitas romana.

La idea de la política vinculada a la polis como comunidad es muy distinta al concepto de cívitas, un
grupo cuya cohesión se basa en el consenso de la ley. Cuando el hombre pasa de la polis a la cosmópolis,
el sentido de la política se diluye, ya no se habla del hombre como animal político sino como animal
social.

El latín distingue claramente Civitas de urbs. Urbs es lo que llamamos ciudad, las calles, las plazas y
todos los edificios y demás construcciones que la forman. Y Civitas es un nombre que hemos perdido. Lo
más parecido es ciudadanía. Con la palabra Civitas designaban los romanos al conjunto de ciudadanos
que constituían la ciudad. La Civitas, la ciudad eran los ciudadanos. Los mismos romanos explican que
urbs viene de orbis por la forma más o menos redonda de las murallas.

Los romanos viven en la cosmópolis, cambio cualitativo y cuantitativo. El hombre deja de ser un animal
político para ser considerado un animal social, el sentido de la política se distingue.
Sartori dice que la concepción griega de polis tenía forma de organización horizontal, no existían
jerarquías. En el pensamiento romano tenía la misma concepción, pero donde los griegos decian polites,
los romanos decian civis, en donde esta se configura como una civitas societas que implicaba una iuris
societas. (Sartori, Giovanni. La política. Mexico, FCE. 2003, p. 204)

Sartori señala que la politica nunca fue percibida verticalmente asociandola a la idea de poder : con
Maquiavelo en el renacimiento, con su obra “El Príncipe” S.XV y XVI descubre la política y la política
romana tiene un componente más jurídico y un componente ético-político y a demás se le agrega la
religión en la baja Edad Media. (Sartori, p. 209)

Con Maquiavelo se entiende la política como algo aislado, sin componentes jurídicos, etc. Este estudia la
política como algo autónomo que tiene su propias leyes, la política es autosuficiente ya que se puede
explicar por ella misma, se puede entender como una causa primera generadora que afecta a otros
muchos ámbitos.

En Grecia eran ciudadanos todos los que fueran mayores de edad, no así las mujeres y los esclavos. En el
ámbito económico es importante a la hora de diferenciar entre política y sociedad, lo que antes era
“Polis” ahora es “Civitas”, las Civitas se organizan de forma jurídica.

La Antigua Roma designa al Estado surgido de la expansión de la ciudad de Roma, que en su época de
apogeo, llegó a abarcar desde Gran Bretaña al desierto del Sahara y desde la Península Ibérica al
Éufrates, provocando un importante florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó.

Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana, debido al relativo estado de armonía que
prevaleció en las regiones que estaban bajo el dominio romano, un período de orden y prosperidad que
marcó la edad de oro de Occidente y el despertar de Oriente.

La ciudad inicial fue levantada en el pomoerium palatino, y Rómulo quedó como único soberano. Creó el
senado, compuesto por cien miembros (patres) cuyos descendientes fueron llamados patricios y dividió
la población en 30 curias. La naciente ciudad-estado era gobernada por un rey (rex) elegido por un
consejo (senatus).

La Civitas romana:
Se refiere a aquel grupo de ciudades cuya cohesión se basaba en el conocimiento de la ley, para Seneca
el hombre pasaba a ser de hombre a hombre político u hombre social.

Resumen

En la antigua Grecia helénica, Aristóteles definió con claridad lo que él mismo entendía por ciudad
(polis) y ciudadanos (zoon politikon). En esta definición fundacional, la idea de ciudad va más allá de la
mera entidad física con sus edificios, plazas, calles y demás complementos urbanos.

Lo que realmente da sentido a la ciudad son los ciudadanos activos, los que participan, los hombres
“asociados”. De ahí que no sea suficiente con vivir en la ciudad para ser llamado ciudadano.

En la polis griega, el individuo pierde protagonismo para formar parte del todo, lo particular pierde
fuerza para cedérsela al grupo y formar así una unidad política. Desgraciadamente, lo que hoy
conocemos por “política” ha sido usurpado por grupos de poder con intereses generalmente ajenos a
los ciudadanos, los “políticos” originales.

Curiosamente, la palabra latina que designaba a las ciudades en el Imperio Romano, la civitas, también
da origen etimológico a un comportamiento ciudadano: el civismo. Sin embrago, la gran diferencia entre
la polis griega y la civitas romana fue la planificación de ésta última, o sea prever los problemas que una
gran concentración de ciudadanos provocaría, reflejada en incontables obras de infraestructura:
acueductos, puentes, murallas, teatros, caminos, etc. Cuando esta estructura física era completada, se
utilizaba otro término: urbs, la urbe. Los griegos no llegaron tan lejos.

La civitas tiene su origen en la polis griega y encuentra su desarrollo en la configuración de la República


romana. La civitas desarrolla los ideales democráticos de la polis griega, especialmente la sumisión a la
ley pública.

La ley pretende encarnar la ética ciudadana, por lo que acatarla deriva de la forma en que ha sido
elaborada y cómo la acepta el ciudadano individual. Aunque en la civitas, lo que realmente se busca es
cuáles son las medidas y cuáles son los límites de la ley, dicha ley está concebida como el instrumento
de la justicia e incluso está ideada como la garantía de la libertad.
En la polis griega el individuo está considerado antes que la ciudad y por lo tanto es en la ciudad donde
se forma, lo mismo ocurre en la civitas romana, el individuo se considera por encima de ésta con la
obligación de acatar la ley, a su vez, la civitas romana se forma por la asociación de varias familias,
donde prima el individuo, el paterfamilias y esa familia se denomina gens el cual ese grupo de gens se
rige por el derecho de gentes, el cuál se cimienta en el individuo y es el derecho común, que trata de
salvaguardar el bien común.

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