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de América Latina
y el Caribe 2018
Los desafíos de las políticas
públicas en el marco de la
Agenda 2030
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Panorama Fiscal
de América Latina
y el Caribe 2018
Los desafíos de las políticas
públicas en el marco de la
Agenda 2030
Alicia Bárcena
Secretaria Ejecutiva
Mario Cimoli
Secretario Ejecutivo Adjunto Interino
Raúl García-Buchaca
Secretario Ejecutivo Adjunto para Administración y Análisis de Programas
Daniel Titelman
Director de la División de Desarrollo Económico
Ricardo Pérez
Director de la División de Publicaciones y Servicios Web
El Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe es una publicación anual de la División de Desarrollo Económico de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). La coordinación del informe estuvo a cargo de Daniel
Titelman, Director de la División de Desarrollo Económico.
Participaron en la redacción del informe Ivonne González, Michael Hanni, Juan Pablo Jiménez, Esteban Pérez
Caldentey, Andrea Podestá, Ignacio Ruelas y Daniel Titelman. Se utilizaron insumos preparados por Juan Carlos
Gómez Sabaini y Dalmiro Morán en el capítulo II y por Oscar Cetrángolo y Javier Curcio en el capítulo III.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) colaboró con el financiamiento de
esta publicación.
Esta publicación debe citarse como: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Panorama Fiscal de América Latina
y el Caribe, 2018 (LC/PUB.2018/4-P), Santiago, 2018.
La autorización para reproducir total o parcialmente esta obra debe solicitarse a la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL), División de Publicaciones y Servicios Web, publicaciones@cepal.org. Los Estados Miembros de las Naciones Unidas
y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir esta obra sin autorización previa. Solo se les solicita que mencionen la fuente
e informen a la CEPAL de tal reproducción.
ÍNDICE
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Índice 3
Prólogo................................................................................................................................................................................... 7
Capítulo I
La situación fiscal: evolución de las finanzas públicas de América Latina y el Caribe en 2017............................. 9
Introducción........................................................................................................................................................................ 11
A. La política fiscal de la región sigue caracterizándose por la consolidación, pero la recuperación
del espacio fiscal ha sido gradual.................................................................................................................................. 11
B. La consolidación fiscal y el repunte de la actividad económica atenuaron el crecimiento de la deuda pública......... 15
C. Los esfuerzos dirigidos a la consolidación fiscal se manifestaron en la contención del crecimiento
del gasto público............................................................................................................................................................ 20
D. Los ajustes del gasto público también incidieron en los objetivos socioeconómicos de la región.............................. 23
E. La evolución de los ingresos públicos empezó a apoyar la consolidación fiscal en 2017,
particularmente en América del Sur.............................................................................................................................. 26
F. Los países mantuvieron un alto ritmo de activismo tributario en 2017........................................................................ 30
G. Los gobiernos subnacionales siguieron ajustando sus cuentas al nuevo contexto económico que enfrentan............ 34
Bibliografía........................................................................................................................................................................... 39
Capítulo II
Los ingresos públicos en América Latina durante los últimos 30 años: tendencias observadas,
desafíos actuales y lineamientos de reformas.............................................................................................................. 41
Introducción........................................................................................................................................................................ 43
A. Los ingresos públicos en América Latina durante los últimos 30 años......................................................................... 44
B. Desafíos actuales relativos a los ingresos públicos en América Latina....................................................................... 54
C. Lineamientos de reforma de los mecanismos de ingresos públicos de la región......................................................... 66
D. Conclusiones................................................................................................................................................................... 73
Bibliografía........................................................................................................................................................................... 75
Capítulo III
El gasto público en América Latina y el Caribe durante los últimos 30 años........................................................... 77
Introducción........................................................................................................................................................................ 79
A. El gasto público a lo largo de tres décadas con marcadas diferencias......................................................................... 80
B. Principales desafíos del gasto público en América Latina............................................................................................ 93
C. Reflexiones finales.......................................................................................................................................................105
Bibliografía.........................................................................................................................................................................107
Capítulo IV
El rol estabilizador de la política fiscal en América Latina y el Caribe a la luz de los nuevos debates............. 109
Introducción...................................................................................................................................................................... 111
A. El consenso en torno a la política fiscal antes de la crisis y el debate sobre una nueva política fiscal ................... 112
B. El debate sobre una nueva política fiscal y su relevancia para los países en desarrollo
como los de América Latina y el Caribe ...................................................................................................................... 118
C. Conclusiones y desafíos............................................................................................................................................... 130
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 131
Cuadros
Cuadro I.1 Clasificación funcional del gasto público según la clasificación de las funciones del gobierno................. 24
Cuadro I.2 América Latina (10 países): resultados fiscales de los gobiernos subnacionales por tipo
de subsector institucional, 2015-2016........................................................................................................... 35
Cuadro I.3 América Latina (5 países): composición de la deuda pública de los gobiernos subnacionales, 2016.......... 36
Cuadro II.1 América Latina (18 países) y Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)
(34 países): ingresos tributarios promedio, 2015.......................................................................................... 54
Cuadro III.1 América Latina y el Caribe: indicadores socioeconómicos seleccionados, 1995-2015................................ 81
Cuadro III.2 América Latina: indicador sintético de calidad educativa por país en los operativos SERCE y TERCE........ 94
Cuadro III.3 América Latina: estructura del gasto en salud por país, 2015...................................................................... 97
Cuadro III.4 América Latina: indicadores del sistema de protección de la población mayor,
alrededor de 2014-2015............................................................................................................................... 101
Cuadro III.5 América Latina y el Caribe: indicadores de acceso a infraestructura por país, alrededor de 2016........... 104
Gráficos
Gráfico I.1 América Latina y el Caribe: cambio de la postura fiscal, 2013-2017............................................................ 12
Gráfico I.2 América Latina y el Caribe: resultado global, resultado primario y pago de intereses, 2015-2017............. 13
Gráfico I.3 Centroamérica (6 países), Haití, la República Dominicana y México: resultado global,
resultado primario y pago de intereses, 2015-2017...................................................................................... 13
4 Índice Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico I.4 América del Sur (7 países): resultado global, resultado primario y pago de intereses, 2015-2017............. 14
Gráfico I.5 El Caribe (11 países): resultado global, resultado primario y pago de intereses, 2015-2017....................... 15
Gráfico I.6 América Latina y el Caribe: deuda pública bruta del gobierno central, 2016-2017...................................... 16
Gráfico I.7 América Latina: factores explicativos de la dinámica de la deuda pública, 2013-2017............................... 17
Gráfico I.8 América Latina: factores explicativos de la dinámica de la deuda pública,
por subregión, 2013-2017.............................................................................................................................. 18
Gráfico I.9 América Latina: cambio en el pago de intereses y la deuda pública, 2016-2017......................................... 19
Gráfico I.10 América Latina y el Caribe: pago de intereses de la deuda pública bruta del gobierno central,
2016-2017...................................................................................................................................................... 19
Gráfico I.11 América Latina y el Caribe (países seleccionados): contribución de los componentes
del gasto público a la variación interanual de la relación entre este y el PIB, 2012-2017........................... 21
Gráfico I.12 América Latina y el Caribe: composición del gasto total de los gobiernos centrales, 2015-2017............... 22
Gráfico I.13 América Latina (17 países): variación de los gastos de capital de los
gobiernos centrales, 2016-2017.................................................................................................................... 23
Gráfico I.14 América Latina y el Caribe (países seleccionados): composición del gasto público de los gobiernos
centrales por funciones de gobierno, 2015-2016.......................................................................................... 25
Gráfico I.15 América Latina (4 países): clasificación cruzada del gasto total de los gobiernos centrales, 2015............. 26
Gráfico I.16 América Latina (14 países) y el Caribe (9 países): variación interanual de la recaudación real
del impuesto al valor agregado y el impuesto a la renta acumulada en 12 meses, 2015-2017................... 27
Gráfico I.17 América Latina y el Caribe (13 países): ingresos fiscales provenientes de recursos naturales
no renovables, 2010-2017.............................................................................................................................. 28
Gráfico I.18 América Latina y el Caribe: composición del ingreso total de los gobiernos centrales, 2015-2017............ 29
Gráfico I.19 América Latina (10 países): resultados fiscales de los gobiernos subnacionales, intermedios
y locales, 2010-2016...................................................................................................................................... 34
Gráfico I.20 América Latina (5 países): deuda pública de los gobiernos subnacionales, 2010-2016............................... 36
Gráfico I.21 América Latina: ingresos públicos de los gobiernos subnacionales, 2010-2016.......................................... 37
Gráfico I.22 América Latina (10 países): composición de los ingresos públicos de los gobiernos
subnacionales, 2016...................................................................................................................................... 37
Gráfico I.23 América Latina (10 países): gastos públicos de los gobiernos subnacionales, 2010-2016.......................... 38
Gráfico I.24 América Latina (10 países): composición del gasto público de los gobiernos subnacionales, 2016............ 39
Gráfico II.1 América Latina (18 países): evolución del nivel promedio de ingresos tributarios, 1990-2015................... 45
Gráfico II.2 América Latina (18 países): estructura relativa de la carga tributaria promedio, 1990 y 2015.................... 46
Gráfico II.3 América Latina (18 países): variación de la carga tributaria promedio y el producto interno bruto
promedio regional, 1994-2015....................................................................................................................... 47
Gráfico II.4 América Latina (18 países): ingresos tributarios, 1990 y 2015..................................................................... 49
Gráfico II.5 América Latina (18 países): estructura relativa de los ingresos tributarios, 2015........................................ 50
Gráfico II.6 América Latina (18 países): evolución de los ingresos tributarios por grupos de países, 1990-2015.......... 52
Gráfico II.7 América Latina (18 países) : recaudación de los principales impuestos por grupo de países...................... 53
Gráfico II.8 América Latina (15 países): estructura de la recaudación del impuesto sobre la renta, 2015..................... 56
Gráfico II.9 América Latina (18 países) y Unión Europea (28 países): tasa media efectiva del décimo decil
y su participación relativa en la recaudación del impuesto sobre la renta de las personas
físicas, alrededor de 2014.............................................................................................................................. 56
Gráfico II.10 América Latina (18 países): evolución por décadas de las alícuotas legales promedio
de los principales impuestos vigentes, 1975-2015....................................................................................... 57
Gráfico II.11 América Latina (15 países): gastos tributarios por tipo de impuesto, 2018 o año más reciente.................. 59
Gráfico II.12 América Latina (14 países): recaudación y tasa de evasión estimada del impuesto al valor agregado,
2014 o año más reciente................................................................................................................................ 60
Gráfico II.13 América Latina y el Caribe (24 países): pérdidas de ingresos tributarios asociadas a la manipulación
de precios del comercio internacional, 2004-2013........................................................................................ 62
Gráfico II.14 América Latina (10 países): ingresos fiscales por explotación de hidrocarburos y minerales,
2000, 2007 y 2015.......................................................................................................................................... 63
Gráfico II.15 América Latina (10 países): dependencia de los ingresos fiscales provenientes de los sectores
extractivos (hidrocarburos y minerales), 2007 y 2015................................................................................... 64
Gráfico II.16 América Latina (9 países): ingresos tributarios según nivel de gobierno, 2014........................................... 65
Gráfico II.17 América Latina (9 países): estructura relativa y nivel de los ingresos tributarios de los gobiernos
subnacionales, 2014...................................................................................................................................... 66
Gráfico III.1 América Latina: estructura del gasto público según la clasificación económica, 1990-2016...................... 82
Gráfico III.2 América Latina: inversión en infraestructura de los sectores público y privado, 1980-2015....................... 83
Gráfico III.3 América Latina: evolución del gasto público corriente según la clasificación económica, 1990-2016........ 83
Gráfico III.4 América Latina (17 países): gasto público según finalidad y función, 2000-2005 y 2010-2015................... 84
Gráfico III.5 América Latina y el Caribe: gasto público en programas de transferencias condicionadas, 1996-2015..... 88
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Índice 5
Gráfico III.6 América Latina: gasto público por países, 1995 y 2015................................................................................ 89
Gráfico III.7 América Latina: evolución del gasto público total, por grupos de países, 1995-2016................................. 90
Gráfico III.8 América Latina (19 países): composición del gasto público según su clasificación
económica, alrededor de 2016....................................................................................................................... 91
Gráfico III.9 América Latina: gasto público según clasificación funcional, por grupos de países, 2015.......................... 91
Gráfico III.10 América Latina (17 países): composición del gasto público según clasificación funcional, 2015................ 92
Gráfico III.11 América Latina (16 países): evolución del gasto público en educación, 2000, 2010 y 2015........................ 94
Gráfico III.12 América Latina (países seleccionados): puntaje promedio en las pruebas del Programa Internacional
de Evaluación de Estudiantes (PISA) (por área), resultados originales y reescalados, 2000-2015.............. 95
Gráfico III.13 América Latina: estructura del gasto en salud, 2015.................................................................................... 97
Gráfico III.14 América Latina: indicadores de protección de la población mayor de los países agrupados
por nivel de gasto......................................................................................................................................... 100
Gráfico III.15 América Latina y el Caribe: inversión en los programas de transferencias condicionadas, por país,
alrededor de 2000, 2005, 2010 y 2015........................................................................................................ 103
Gráfico III.16 América Latina y el Caribe (13 países): estructura de la inversión pública
en infraestructura por sector, 2015............................................................................................................. 105
Gráfico IV.1 Mundo (regiones seleccionadas): estímulo fiscal, 2008-2009.................................................................... 114
Gráfico IV.2 América Latina (5 países): estímulo fiscal, 2008-2010................................................................................ 115
Gráfico IV.3 Países desarrollados: crecimiento de la formación bruta de capital fijo en los cinco años previos
y posteriores a las crisis financieras, 1970-2011........................................................................................ 116
Gráfico IV.4 Países desarrollados: tasas de interés reales promedio, 1971-2015.......................................................... 117
Gráfico IV.5 América Latina (18 países): resultados fiscales y deuda pública bruta del gobierno central, 1990-2017.120
Gráfico IV.6 América Latina: países con reglas fiscales, por tipo de regla, 1998-2016................................................. 121
Gráfico IV.7 Países seleccionados: tasas de interés de largo plazo (10 años), 2000-2017............................................ 123
Gráfico IV.8 América Latina y el Caribe: saldo de títulos de deuda en mercados internacionales de los gobiernos
generales, primer trimestre de 2000 a tercer trimestre de 2017................................................................ 123
Gráfico IV.9 América Latina (19 países): gastos de capital del gobierno central, 1990-2016........................................ 127
Gráfico IV.10 Impuesto sobre la renta personal como porcentaje del PIB y el PIB per cápita, alrededor de 2013.......... 129
Gráfico IV.11 Prestaciones en efectivo por desempleo, último año disponible ............................................................... 129
Recuadros
Recuadro II.1 Nexos posibles entre la tributación y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en los países
de América Latina.......................................................................................................................................... 72
Recuadro IV.1 Un examen de la sostenibilidad de la deuda en América Latina................................................................ 124
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Prólogo 7
Prólogo
La presente edición del Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe coincide con un
importante hito: el trigésimo aniversario del Seminario Regional de Política Fiscal de la
CEPAL. Durante los últimos 30 años, este seminario ha sido un evento central en la agenda
regional para la discusión de la política fiscal.
A lo largo de estas tres décadas, en sus diferentes ediciones, el seminario ha servido
como foro de debate entre autoridades nacionales, expertos fiscales y funcionarios de
organismos internacionales acerca del desempeño, los desafíos y las oportunidades de la
política fiscal, y ha enriquecido el diseño y la gestión de políticas en los países.
En 2017 la dinámica fiscal de la región se caracterizó por una consolidación fiscal que
se refleja en una mejora del resultado primario, aunque en algunos países todavía se
observan déficits elevados. Destaca la mejora que se registró en América del Sur, donde
el déficit primario promedio bajó del 1,9% del PIB en 2016 al 1,5% del PIB en 2017. En el
norte de América Latina —conformado por Centroamérica, Haití, la República Dominicana
y México— el resultado primario se volvió superavitario y alcanzó el 0,1% del PIB, en
comparación con un déficit del 0,2% del PIB en 2016. En el Caribe, en cambio, el superávit
primario se mantuvo estable en un 1,0% del PIB.
A su vez, la mejora en la posición fiscal y el repunte de la actividad económica atenuaron
el crecimiento de la deuda pública en la región. La deuda pública bruta de América Latina
alcanzó un 38,4% del PIB en 2017, cifra que representa un leve aumento de alrededor
de 0,7 puntos porcentuales del PIB en relación con 2016, cuando se ubicó en un 37,6%
del PIB. En el Caribe, la deuda pública del gobierno central alcanzó un 70,9% del PIB, lo
que supone una disminución de 1,5 puntos porcentuales del PIB en relación con 2016
(72,5% del PIB). La consolidación fiscal en la región fue producto de una contención del
crecimiento del gasto público y una reactivación de los ingresos fiscales. En particular,
en 2017 se observó una reducción generalizada del gasto corriente primario en toda la
región, que disminuyó del 15,5% del PIB en 2016 al 15,3% del PIB en 2017 en América
Latina y del 21,9% del PIB en 2016 al 21,4% del PIB en el Caribe. En cambio, los pagos
de intereses aumentaron levemente en toda la región, impulsados principalmente por
la evolución de la deuda pública.
Se registró también una preocupante disminución de los gastos de capital en varios
países, que llevó a una caída de estas erogaciones para el conjunto de América Latina
(del 3,7% del PIB en 2016 al 3,5% en 2017). Resulta importante destacar que la merma
en la inversión pública experimentada en los últimos años tendrá efectos más allá del
corto plazo y que limitará el crecimiento potencial de la región aún más, lo que reafirma
la importancia de adoptar medidas de protección de estos gastos para que no sean
utilizados como el principal instrumento de ajuste.
A su vez, en 2017 se observaron señales de reactivación de los ingresos fiscales,
sobre todo en América del Sur, donde el repunte de la actividad económica y las nuevas
medidas tributarias adoptadas en 2016 impulsaron la recaudación tributaria. En concreto,
la variación interanual real de la recaudación de los principales impuestos en América
del Sur se volvió positiva a partir del tercer trimestre del año, después de más de cuatro
trimestres consecutivos de contracción.
Cabe mencionar que la evolución de los ingresos públicos de la región en 2017
fue apoyada, en parte, por la estabilización de los ingresos provenientes de recursos
naturales no renovables. Se estima que los ingresos procedentes de la producción y la
comercialización de hidrocarburos en la región se estabilizarán en alrededor del 3,3% del
PIB en promedio, después de registrar caídas sustanciales en 2015 y 2016. Por su parte,
los ingresos provenientes de la minería en la región se mantienen estables, pero bajos,
con un promedio de alrededor del 0,4% del PIB.
Además de analizar las tendencias de la coyuntura fiscal en la región, esta edición del
Panorama Fiscal aprovecha el trigésimo aniversario del Seminario Regional de Política Fiscal
de la CEPAL para examinar la evolución de la política fiscal durante las últimas tres décadas
y los desafíos futuros que plantea la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible. Sin duda, su adopción en la cumbre de las Naciones Unidas para la aprobación
8 Prólogo Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
de la agenda para el desarrollo después de 2015 ha exigido una reformulación del papel de la
política fiscal en la región, especialmente a la luz de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La cuestión del financiamiento del desarrollo sostenible ha adquirido un papel central y,
entre las fuentes alternativas, se ha destacado la movilización de recursos internos. Entre
otros obstáculos encontrados, en la mayoría de los países el nivel de recursos se encuentra
por debajo de su nivel potencial, no solo por deficiencias en el diseño y la administración de
los tributos, sino también, y principalmente, por la elevada evasión impositiva —tanto en el
ámbito interno como internacional— y por la existencia de cuantiosos gastos tributarios. El
impuesto a la renta personal, muy particularmente, continúa siendo el talón de Aquiles de
los sistemas tributarios de la región, con una recaudación del 1,8% del PIB en 2015 para los
países de América Latina en comparación con el 8,4% del PIB para los países miembros
de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Todo ello conduce a otro gran déficit a nivel regional: la escasa capacidad redistributiva
de la tributación, con estructuras tributarias dominadas por impuestos indirectos regresivos,
en una región como América Latina, que continúa siendo la más desigual del planeta a
pesar de los avances logrados en esta materia durante la década pasada.
Ante esta evidencia, ampliar la base impositiva y mejorar el diseño del sistema tributario,
fortalecer la administración de los impuestos y eliminar las vías para la elusión y la evasión
fiscales resultan tareas clave para mejorar el financiamiento del desarrollo sostenible y el
crecimiento inclusivo en los países de la región.
Por otra parte, ante la revisión de las políticas y el gasto público durante las últimas
tres décadas, así como la situación actual en materia de intervención de los Gobiernos
de América Latina y el Caribe, resulta inevitable cierta insatisfacción al comprobar la
simultaneidad de dos fenómenos: el crecimiento de la presencia estatal y su debilidad o
insuficiencia para lidiar con los graves problemas sociales y económicos de los países de
la región. Las dificultades para alcanzar tanto niveles aceptables de inclusión, equidad e
igualdad en el cumplimiento de los derechos, como una mayor eficiencia y eficacia de la
intervención pública, siguen siendo la regla.
No obstante, pese a la gran heterogeneidad de situaciones, se ha observado una
creciente preocupación por mejorar los efectos de las intervenciones. La trayectoria del
gasto público de los países obedece a varios propósitos, entre ellos mejorar la educación
y ampliar la cobertura de la protección social, lo que supone mejorar la distribución del
ingreso y consolidar políticas públicas más equitativas.
Es preciso, entonces, considerar estrategias de mediano plazo para recorrer un
sendero de reformas progresivas que no es único ni permanente y debe poder adaptarse
a los rasgos de cada política en cada lugar y momento. No solo se trata de discutir el
punto final de ese recorrido, sino también el funcionamiento de los sistemas durante un
período de transición que, necesariamente, será prolongado y obligará a redefiniciones
importantes durante el proceso. Además, la modernización y consolidación de una
burocracia estatal dinámica, flexible y eficiente es un desafío permanente de todas y
cada una de las políticas de gasto público.
En esta edición del Panorama Fiscal también se examina, desde la perspectiva de la
región, el debate que se abrió sobre los desafíos de la política fiscal a partir de la crisis de
2008-2009. Esta nueva aproximación al rol estabilizador de la política fiscal que se llevó a
cabo en los países desarrollados ha sido un soplo de aire fresco al debate sobre política
fiscal y macroeconómica. En el caso de América Latina y el Caribe —que constituye una
región muy heterogénea en términos de necesidades, capacidades y espacios fiscales— se
constata la necesidad de fortalecer los estabilizadores automáticos, examinar los espacios
para el uso de la deuda pública en un contexto global de bajas tasas de interés y reformular
el papel del gasto público como instrumento para apoyar la demanda agregada.
Alicia Bárcena
Secretaria Ejecutiva
Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL)
La situación fiscal: evolución
I
CAPÍTULO
hizo patente en los presupuestos del año. Durante este, los lineamientos de política
se basaron en medidas que suponían contener el crecimiento del gasto público o
incrementar la presión fiscal, para recuperar espacio fiscal o por lo menos limitar la
erosión de la posición fiscal. Como resultado, en ambas subregiones se observa un
creciente número de países donde el cambio de la postura fiscal se puede calificar
como neutro o de endurecimiento (véase el gráfico I.1).
Gráfico I.1
América Latina y el Caribe: cambio de la postura fiscal, 2013-2017
(En número de países)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: El endurecimiento se define como una mejora del resultado primario que representa 0,25 puntos del PIB o más en un año. La relajación se define como un
empeoramiento de dicho resultado que representa 0,25 puntos del PIB o más en un año.
Gráfico I.2
América Latina y el Caribe: resultado global, resultado primario y pago de intereses, 2015-2017
(En porcentajes del PIB)
1
0,8 1,0 1,0
0,1
0
-0,7 -0,5 -0,2
-0,9 -1,0
-1,4 -1,5
-1 -1,9
-2
-3
-4 Resultado primario
Intereses (signo invertido)
-5 Resultado global
2015 2016 2017 2015 2016 2017 2015 2016 2017 2015 2016 2017
América Latina (17 países) Centroamérica, Haití, América del Sur (8 países) El Caribe (12 países)
Rep. Dominicana y México
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Gráfico I.3
Centroamérica (6 países), Haití, la República Dominicana y México: resultado global, resultado primario y pago de intereses, 2015-2017
(En porcentajes del PIB)
4
3
2
0,9 0,7 2,7
1 1,7
0,4 0,1 0,4 0,1 1,3
0,5 0,8
0 -0,4 -0,5
-1,3 -0,3
-1 -2,4 -2,2
-3,1
-2
-3
-4
-5 Resultado primario
-6 Intereses (signo invertido)
Resultado global
-7
2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017
Costa Rica Panamá Honduras Guatemala Nicaragua Haití Rep. México El Salvador
Dominicana
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
En América del Sur, los esfuerzos para contener el crecimiento del gasto público
han conllevado una reducción del déficit primario promedio, que pasó del 1,9% del PIB
en 2016 al 1,5% del PIB en 2017 (véase el gráfico I.2). Como en el caso de los países
del norte de América Latina, se observa un incremento en el pago de intereses (que
pasó del 2,3% del PIB en 2016 al 2,4% del PIB en 2017). Esta alza atenuó el impacto
de la reducción del déficit primario sobre el desempeño del resultado global, que se
redujo del 4,2% del PIB en 2016 al 3,9% del PIB en 2017 (la primera mejora desde 2011).
Como se observa en el gráfico I.4, las medidas de consolidación adoptadas
permitieron lograr reducciones importantes del déficit primario en Colombia (del 1,6%
del PIB en 2016 al 0,6% del PIB en 2017) y el Uruguay (del 1,0% del PIB en 2016 al
0,3% del PIB en 2017). En Colombia, este resultado se debe al conjunto de medidas
que contenía la estrategia de austeridad inteligente del Gobierno, con la que se buscó
distribuir el peso del ajuste entre las diferentes herramientas disponibles (ingresos,
gastos, deuda) (Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Colombia, 2016). En el
Uruguay, después de dos años de aumento del déficit primario, se aprobaron medidas
de consolidación (tanto en el área de los ingresos como de los gastos) con el fin de
equilibrar las cuentas públicas.
Gráfico I.4
América del Sur (7 países): resultado global, resultado primario y pago de intereses, 2015-2017
(En porcentajes del PIB)
0
-0,7 -0,9 -0,6 -1,0 -0,3
-1,7 -1,3 -1,7 -1,6
-1 -2,2 -2,0 -2,0
-2,5 -2,5
-2
-3
-4
-5
-6
-7
Resultado primario
-8 Intereses (signo invertido)
Resultado global
-9
2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017 2016 2017
Argentina Chile Brasil Perú Paraguay Colombia Uruguay
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
deuda pública en estos países limita en gran medida el espacio para que la política fiscal
pueda impulsar la actividad económica. En este sentido, en el gráfico I.5 se pueden
ver superávits elevados en Jamaica (6,8% del PIB), Granada (4,7% del PIB), Barbados
(4,6% del PIB) y Belice (3,2% del PIB). Por el contrario, destaca el caso de Trinidad y
Tabago, donde el déficit primario pasó del 2,9% del PIB en 2016 al 5,4% del PIB en 2017.
Gráfico I.5
El Caribe (11 países): resultado global, resultado primario y pago de intereses, 2015-2017
(En porcentajes del PIB)
10
8
6
4 8,4
6,2 4,7 4,7 6,8
2 4,6
2,8 2,4 3,2 2,6
1,5
0
-1,1 -0,2 -0,2 -1,6
-2,5
-2 -2,9 -3,5 -3,5 -3,6
-5,4
-6,7
-4
-6
Resultado primario
-8 Intereses (signo invertido)
Resultado global
-10
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
2016
2017
Trinidad y Guyana Suriname Santa Bahamas Antigua y Saint Kitts Belice Barbados Granada Jamaica
Tabago Lucía Barbuda y Nevis
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Gráfico I.6
América Latina y el Caribe: deuda pública bruta del gobierno central, 2016-2017a b c
(En porcentajes del PIB)
Argentina
Costa Rica
Honduras
Uruguay
Colombia
El Salvador
Panamá
Rep. Dominicana
América Latina
(18 países)
México
Haití
Bolivia
(Est. Plur. de)
Nicaragua
Ecuador
Chile
Guatemala
Paraguay
Perú
B. El Caribe (13 países)
160
140
110
120
103
92
100
80 75 74 74 71
80
68
52 51 50 48
60
46
40
20 2016
0 2017
Jamaica
Barbados
Belice
Bahamas
Santa Lucía
Granada
San Vicente y
las Granadinas
El Caribe
(13 países)
Antigua y
Barbuda
Trinidad y
Tabago
Dominica
Suriname
Saint Kitts
y Nevis
Guyana
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
a Cifras preliminares de 2017.
b Cobertura del gobierno general en el caso del Brasil.
c Cifras del sector público en los casos de Guyana y Jamaica.
A nivel de las subregiones, en América del Sur la deuda pública bruta aumentó
1,4 puntos porcentuales del PIB, con lo que se alcanzó un 38,6% de este en promedio. El
Ecuador, el Brasil, Chile y el Paraguay son los países donde se observó el mayor incremento,
con 4,4, 4,0, 2,5 y 2,0 puntos porcentuales, respectivamente. En Centroamérica, el
nivel de endeudamiento se mantuvo estable con respecto al año anterior y se situó en
un 38% de este en promedio, con incrementos en Costa Rica (4,1 puntos), Honduras
(2,3 puntos) y la República Dominicana (2,2 puntos). Este escenario muestra que el
nivel de endeudamiento de América del Sur ha aumentado mucho desde 2015 e incluso
sobrepasó la tasa promedio de deuda pública de Centroamérica durante 2017.
En el Caribe, la deuda pública del gobierno central durante 2017 alcanzó un 70,9%
del PIB, lo que supone una disminución de 1,5 puntos porcentuales de este en relación
con 2016. Se mantiene la tendencia a la baja observada en los últimos años: el nivel de
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo I 17
Gráfico I.7
América Latina: factores explicativos de la dinámica de la deuda pública, 2013-2017
(En porcentajes del PIB)
A nivel de las subregiones, aunque la deuda pública de los países de América del
Sur aumentó en 2017, la posición de todas las variables relevantes mejoró en relación
con 2016. El aumento de la deuda se explica principalmente por el déficit primario, que
fue compensado por un diferencial de tasas negativo, por la mejora de las condiciones
financieras (menores tasas de interés) y por el efecto de la recuperación económica
(véase el gráfico I.8). En Centroamérica, este cambio fue casi nulo, resultado que se
explica principalmente por el diferencial negativo de las tasas de interés y la tasa de
crecimiento, dado que esta subregión ha mantenido tasas de crecimiento cercanas al
4%, y por la mejora continua en el déficit primario.
Gráfico I.8
América Latina: factores explicativos de la dinámica de la deuda pública, por subregión, 2013-2017
(En porcentajes del PIB)
-1
-2
2013 2014 2015 2016 2017
1
Ajuste por saldo flujo
0 Efecto de la tasa de interés
Déficit primario
-1 Efecto del tipo de cambio
Efecto del crecimiento
Cambio en el saldo
-2 de la deuda pública
2013 2014 2015 2016 2017
Gráfico I.9
América Latina: cambio en el pago de intereses y la deuda pública, 2016-2017
(En puntos porcentuales del PIB)
0,8
0,6
0,4
Cambio en pago de intereses
0,2
-8 -6 -4 -2 0 2 4 6
-0,2
-0,4
-0,6
-0,8
Cambio en deuda pública
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Durante 2017, el pago de intereses de América Latina alcanzó un 2,3% del PIB en
promedio, 0,2 puntos porcentuales del PIB más que en 2016. Brasil sigue siendo el
país de la región cuya deuda tiene un costo mayor, con un 5,7% del PIB, seguido de
la Argentina, Colombia, Costa Rica, Honduras y la República Dominicana, con niveles
superiores o iguales al 3,0% del PIB (véase el gráfico I.10). En el otro extremo se
encuentran Chile, el Paraguay y Haití, con niveles inferiores al 1% del PIB. En el Caribe,
el pago de intereses alcanza un 3,4% del PIB, y son Barbados y Jamaica los países cuya
deuda tiene mayor peso en las cuentas fiscales, con un valor que supera el 7% del PIB.
Gráfico I.10
América Latina y el Caribe: pago de intereses de la deuda pública bruta del gobierno central, 2016-2017a
(En porcentajes del PIB)
4
3,2 3,1 3,1 3,1 3,0
3 2,8 2,7
2,4 2,3 2,3
1,8
2 1,4
1,2 1,1 0,8 0,6
1 0,3
2016
0 2017
Brasil
Rep. Dominicana
Costa Rica
Honduras
Argentina
Colombia
El Salvador
Uruguay
México
Ecuador
América Latina
(17 países)
Panamá
Guatemala
Perú
Nicaragua
Chile
Paraguay
Haití
7
6
1 0,6
0,3
2016
0 2017
Brasil
Rep. Dominicana
Costa Rica
Honduras
Argentina
Colombia
El Salvador
Uruguay
México
Ecuador
América Latina
(17 países)
Panamá
Guatemala
Perú
Nicaragua
Chile
Paraguay
Haití
20 Capítulo I Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
7
6
5
4 3,7
3,5 3,4
3,0 3,0
3 2,5 2,5
2,2 2,0
2 1,6
1,1
1 2016
0 2017
Barbados
Jamaica
Santa Lucía
Suriname
El Caribe
(12 países)
Belice
Trinidad y
Tabago
Bahamas
Granada
Antigua y
Barbuda
San Vicente y
las Granadinas
Saint Kitts
y Nevis
Guyana
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
a Cobertura del gobierno general en el caso del Perú y del sector público federal en el caso de México.
Gráfico I.11
América Latina y el Caribe (países seleccionados): contribución de los componentes del gasto público a la variación interanual
de la relación entre este y el PIB, 2012-2017
(En porcentajes)
4 5
4
3
3
2
2
1
1
0
0
-1 -1
-2 -2
-3 -3
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2012 2013 2014 2015 2016 2017
4 5
3 4
2 3
1 2
0 1
-1 0
-2 -1
-3 -2
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Gastos de capital Gasto corriente primario Pago de intereses Gasto total
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
22 Capítulo I Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico I.12
América Latina y el Caribe: composición del gasto total de los gobiernos centrales, 2015-2017a
(En porcentajes del PIB)
35
29,4 28,9 28,9
30
3,2 3,2 3,4
24,3 24,3 24,2
25
21,1 21,3 21,1 2,2 2,3 4,6 3,8 4,1
2,4
2,1 18,3 18,7 18,4
20 2,0 2,3 4,0 3,7 3,5
3,7 3,7 3,5 1,9 2,0 2,2
15 3,5 3,7 3,5
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
a Promedios simples.
Gráfico I.13
América Latina (17 países): variación de los gastos de capital de los gobiernos centrales, 2016-2017
(En puntos porcentuales del PIB)
México -2,8
Panamá -0,5
Brasil -0,5
Argentina -0,4
Ecuador -0,4
Colombia -0,3
Chile -0,3
El Salvador -0,2
Rep. Dominicana -0,1
Haití -0,1
Uruguay -0,1
Paraguay 0,1
Guatemala 0,1
Costa Rica 0,1
Perú 0,3
Honduras 0,7
Nicaragua 0,8
-4 -3 -2 -1 0 1 2
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: Las cifras de México corresponden al sector público federal y las cifras del Perú al gobierno general.
Fuente: Naciones Unidas, Sistema de Cuentas Nacionales 2008, Nueva York, 2009.
Con esta mirada, la mayor parte (más del 60%) del gasto público total de los
países de América Latina en 2016 se concentró en las funciones de servicios públicos
generales (27,1%), salud (10%), educación (18,1%) y protección social (19,4%) (véase
el gráfico I.14). Respecto a 2015, la estructura del gasto se mantuvo prácticamente
constante. Aunado a ello, la composición de la mayor parte del gasto social difiere
cuando se analiza por subregiones. En los países de Centroamérica y México, en efecto,
se observa un mayor peso del gasto educativo (22,7%) y un menor peso del gasto en
protección social (10,2%). En contraste, en los países de América del Sur se prioriza
el gasto en protección social (27,6%) y se observa un menor peso relativo del gasto
educativo (13,9%). En ambas subregiones, el gasto en salud mantiene una importancia
relativa similar, cercana al 10% del gasto público total. Es importante mencionar que,
a los efectos de la clasificación funcional, el gasto referente al pago de los intereses
de la deuda forma parte de la función de servicios públicos generales.
En los países del Caribe destaca el mayor peso que adquieren los gastos en
servicios públicos generales y se observan casos como el de Trinidad y Tabago en
que esta función representa más del 50% del gasto total. En lo que respecta al gasto
social, su participación en el gasto total se sitúa entre el 30% (como en las Bahamas,
Jamaica, y Trinidad y Tabago) y el 40% (Barbados).
Incluir el análisis a partir de la clasificación cruzada del gasto público es de suma
relevancia para los países de la región, dado que nos permite visualizar la eficiencia real
del gasto, a través de su finalidad económico-funcional. En el caso de la Argentina, Chile,
México y el Paraguay, en el gráfico I.15 se puede observar la distinta composición del
gasto, tanto por funciones de gobierno como por finalidad económica. Así, destaca que
el mayor porcentaje del gasto (más del 90% en la mayoría de los casos) que proviene de
los servicios públicos generales, la protección social y la educación es gasto corriente.
El gasto de capital, por su parte, adquiere mayor peso en funciones relacionadas con
los asuntos económicos y la vivienda.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo I 25
Gráfico I.14
América Latina y el Caribe (países seleccionados): composición del gasto público de los gobiernos centrales por funciones
de gobierno, 2015-2016a
(En porcentajes del PIB)
24,1
25
20,9 21,3
23,5
20
18,8
18,3
15
10
0
2015 2016 2015 2016 2015 2016
B. El Caribe (4 países)
45
38,6
40
34,3
35
35,8 30,7 30,7 Gasto total
30 Protección social
25,3 29,4 30,3
25 Educación
Actividades recreativas,
20 cultura y religión
Salud
15 Vivienda y servicios comunitarios
Protección del medio ambiente
10 Asuntos económicos
5 Orden público y seguridad
Defensa
0 Servicios públicos generales
2015 2016 2015 2016 2015 2016 2015 2016
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
a Promedios simples.
26 Capítulo I Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico I.15
América Latina (4 países): clasificación cruzada del gasto total de los gobiernos centrales, 2015
(En porcentajes del PIB)
A. Argentina B. Chile
Protección social Protección social
0 2 4 6 8 10 12 0 1 2 3 4 5 6 7
C. México D. Paraguay
Servicios públicos generales Protección social
Educación Educación
Protección social Asuntos económicos
Asuntos económicos Salud
Vivienda y servicios comunitarios Defensa
Salud Orden público y seguridad
Defensa Servicios públicos generales
Orden público y seguridad Actividades recreativas, cultura
y religión
Actividades recreativas, cultura
y religión Vivienda y servicios comunitarios
Protección del medio ambiente Protección del medio ambiente
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5
Corriente Capital
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Gráfico I.16
América Latina (14 países) y el Caribe (9 países): variación interanual de la recaudación real del impuesto al valor agregado
y el impuesto a la renta acumulada en 12 meses, 2015-2017a
(En porcentajes)
10
-5
-10
Trim 1 Trim 2 Trim 3 Trim 4 Trim 1 Trim 2 Trim 3 Trim 4 Trim 1 Trim 2 Trim 3
B. Impuesto a la renta
15
10
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: Las cifras de América del Sur corresponden a la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, el Ecuador, el Perú y el Uruguay. Las cifras de Centroamérica corresponden
a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Las cifras del Caribe corresponden a Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Saint
Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, y Trinidad y Tabago.
a Promedios simples de las tasas de variación.
b Por razones analíticas, se excluyen los ingresos percibidos por concepto de programas de regularización de activos del impuesto sobre la renta en el Brasil y Chile. En el
caso de la Argentina, los ingresos por este programa no se contabilizan en la recaudación del impuesto sobre la renta sino como ingresos por otros impuestos.
En cambio, en el norte de América Latina se observa una leve baja en las tasas
de crecimiento de los principales impuestos. Esta tendencia es más evidente en la
recaudación del impuesto al valor agregado, donde la variación interanual promedio se
redujo del 5,7% a fines de 2016 al 3,9% en el tercer trimestre de 2017. Esto se debe
28 Capítulo I Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico I.17
América Latina y el Caribe (13 países): ingresos fiscales provenientes de recursos naturales no renovables, 2010-2017a
(En porcentajes del PIB)
8 1,4
7 1,2
6
1,0
5
0,8
4
0,6
3
0,4
2
1 0,2
Hidrocarburos (eje izquierdo)
0 0 Minería (eje derecho)
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: En la minería se incluye la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia, Jamaica, México, el Perú, la República Dominicana y Suriname. En
los hidrocarburos se incluye la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Colombia, Ecuador, México, el Perú, Suriname, Trinidad y Tabago, y Venezuela
(República Bolivariana de).
a Promedios simples.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo I 29
Por efecto de todas estas tendencias, en 2017 los ingresos totales de América Latina
en su conjunto se mantuvieron básicamente estables y representaron el 18,2% del PIB.
Los ingresos tributarios, con exclusión de los ingresos extraordinarios percibidos en 2016
por programas de regularización de activos, exhibieron un leve aumento y pasaron del
15,5% del PIB en 2016 al 15,6% del PIB en 2017 (véase el gráfico I.18). Por su parte,
los otros ingresos —compuestos sobre todo por ingresos no tributarios— aumentaron
levemente y llegaron al 2,7% del PIB.
Gráfico I.18
América Latina y el Caribe: composición del ingreso total de los gobiernos centrales, 2015-2017a
(En porcentajes del PIB)
30
26,9 26,7 26,4
25
5,6 5,5 5,2
20,7 20,2 20,2
18,3
20 2,8
18,2 18,2 2,7 2,8
2,6 16,0 16,6 16,5
2,6 2,7
2,5 0,3
15 0,1 2,4 2,5
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
a Promedios simples.
de la recaudación tributaria (2,0 puntos del PIB) y una contracción de los otros ingresos
(3,8 puntos del PIB). Esto se debió sobre todo a las menores utilidades provenientes
de las empresas públicas y a una caída de los ingresos extraordinarios de capital. Por
otro lado, los ingresos totales mejoraron en Suriname (3,4 puntos del PIB). Esto fue
producto del alza en los ingresos no tributarios provenientes de la minería, ya que la
presión tributaria se mantuvo estable después de caer considerablemente en 2016.
impuesto sobre la renta de los premios obtenidos en los juegos de azar y las carreras
de caballos: se aplicará una tasa del 12% sobre la diferencia entre el premio generado
y la apuesta realizada (con algunas excepciones).
En varios países del Caribe se subieron los impuestos relacionados con el consumo
de energía. En Barbados se aumentó la tasa del impuesto selectivo sobre la gasolina
y el diésel. En Belice, además de subir la tasa del impuesto específico que se aplica a
los combustibles, se bajó de 200 a 100 dólares mensuales de dicho país el umbral no
imponible del impuesto general sobre las ventas respecto del consumo de electricidad.
En Jamaica se aumentaron los impuestos específicos que gravan el consumo de
combustibles y se redujo de 350 kWh a 150 kWh por mes el consumo no imponible
de energía eléctrica a los efectos del impuesto general sobre el consumo.
Por otra parte, en algunos países se observó un aumento de los impuestos sobre
el comercio internacional. En Barbados se aumentó del 2% al 10% la tasa del impuesto
nacional de responsabilidad social que grava los bienes importados y los productos
manufacturados en el país. En Belice se aumentó del 2% al 3% la tasa del impuesto
ambiental sobre bienes importados. En el Ecuador se implementó una tasa de servicio
de control aduanero que grava las importaciones, aplicando una tasa de 0,10 centavos
al resultado de dividir el peso neto del bien en gramos por una unidad de control de
este tipo de bien en gramos. En el Uruguay se aumentó la tasa consular del 2% al 3%,
en relación con las importaciones provenientes de países del Mercado Común del Sur
(MERCOSUR), y del 2% al 5%, en lo que respecta a las de otros países. Por otro lado,
en el Paraguay se está debatiendo la posibilidad de crear un nuevo impuesto sobre la
exportación de soja (en el proyecto de ley se contempla una tasa del 15% sobre las
exportaciones de soja en su estado natural).
En varios países se aprobaron medidas relacionadas con la tributación de la economía
digital. En la Argentina, la reforma tributaria amplió la base gravable del IVA a los servicios
digitales prestados por empresas del exterior a residentes. En el Brasil, las municipalidades
de Río de Janeiro y São Paulo aprobaron la aplicación del impuesto sobre servicios
(ISS) a la emisión en directo de audio, video, imágenes o texto a través de Internet, a
los servicios de publicidad, al procesamiento, almacenamiento o alojamiento de datos,
textos, imágenes, videos, páginas electrónicas, aplicaciones y sistemas de información, y
al desarrollo de programas informáticos, incluidos los juegos electrónicos (con diferentes
tasas en cada municipalidad). Además, en la mayoría de los estados brasileros se amplió
la base gravable del impuesto sobre la circulación de mercaderías y servicios y se incluyó
la venta de software y otros bienes digitales, con una tasa reducida del 5% (salvo en
el caso de los juegos electrónicos). En el Uruguay, se amplió la base imponible del IVA
para gravar la prestación de servicios a residentes por parte de no residentes a través
de Internet, plataformas tecnológicas, aplicaciones informáticas o similares.
También en el Uruguay, se modificó el tratamiento de las rentas de fuente internacional
por servicios de Internet que alcanza el impuesto sobre la renta. A partir de 2018, las rentas
por la producción, distribución o intermediación de películas cinematográficas y de cintas
(tapes), y por la transmisión directa de televisión, se considerarán íntegramente como
de fuente uruguaya y se gravarán en su totalidad (el tratamiento anterior permitía una
determinación ficta). Las rentas que obtienen no residentes por la prestación de servicios
a través de Internet, plataformas tecnológicas y aplicaciones informáticas en el país se
gravarán con el impuesto sobre la renta. Asimismo, se gravarán las rentas por la mediación
e intermediación en servicios prestados a través de Internet, plataformas tecnológicas
y aplicaciones informáticas: se gravará el 100% de ellas cuando ambas partes de la
transacción se encuentren en el país, o el 50% cuando alguna de ellas esté fuera de él.
En cuanto a otras medidas, en el Estado Plurinacional de Bolivia se aumentó del
22% al 25% la alícuota adicional del impuesto sobre las utilidades de las empresas
que se aplica a las entidades de intermediación financiera, cuando el coeficiente de
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo I 33
C. Gobiernos intermedios
12 1,0
0,8
10
0,6
0,4
8
0,2
6 0
-0,2
4
-0,4
-0,6 Gasto
2
Ingreso
-0,8 Balance primario (eje derecho)
0 -1,0 Balance global (eje derecho)
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: La muestra de gobiernos subnacionales está compuesta por la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, México,
el Perú y el Uruguay. La muestra de gobiernos locales está compuesta por la Argentina, el Brasil, Chile, Costa Rica, México y el Perú.
a Promedios simples.
5 Este tipo de reglas fiscales orientadas a controlar el déficit e imponer límites al endeudamiento de los gobiernos subnacionales
se han establecido en la Argentina (2000, 2004; incluso vale agregar que en 2017 se aprobó el nuevo régimen de responsabilidad
fiscal), el Brasil (2000), el Ecuador (2010), México (2016) y el Perú (2016). Véanse más detalles sobre su análisis y operatividad
en Ter Minassian (2007) y Jiménez y Ruelas (2016).
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo I 35
En cuanto a la comparación entre los países (véase el cuadro I.2), llama la atención
los cambios en las cuentas fiscales de los gobiernos regionales del Estado Plurinacional
de Bolivia y de los departamentales de Colombia —ambos países productores de
recursos naturales no renovables—, donde la marcada disminución de los ingresos en
2016 se acompañó de una reducción semejante de los gastos, con la que, en el caso
de Colombia, se logró contener el deterioro del resultado fiscal.
Cuadro I.2
América Latina (10 países): resultados fiscales de los gobiernos subnacionales por tipo de subsector institucional, 2015-2016
(En porcentajes del PIB)
2015 2016
País Gobierno Balance Balance Balance Balance
Ingreso Gasto Ingreso Gasto
primario global primario global
Argentina Intermedio 15,2 15,9 -0,4 -0,7 15,3 15,9 -0,3 -0,6
Local 3,5 3,6 -0,1 -0,1 … … … …
Bolivia (Estado Intermedio 11,7 12,8 -1,1 -1,2 9,8 11,4 -1,5 -1,6
Plurinacional de)
Brasil Intermedio 10,9 13,3 -0,9 -2,4 11,2 13,3 -0,8 -2,0
Local 8,8 8,5 0,5 0,2 9,0 8,6 0,5 0,4
Chile Local 3,6 3,5 0,1 0,1 3,7 3,7 0,1 0,1
Colombia Intermedio 11,3 12,2 -0,8 -0,8 10,5 10,7 0,0 -0,1
Costa Rica Local 1,1 1,2 -0,1 -0,1 1,1 1,3 -0,1 -0,1
Ecuador Intermedio 5,0 4,2 0,8 0,8 5,1 4,1 1,0 1,0
México Intermedio 10,2 10,4 0,2 -0,2 10,1 10,2 0,2 -0,2
Local 2,0 2,0 0,1 0,0 1,6 1,5 0,1 0,0
Perú Local 3,1 3,7 -0,6 -0,6 2,8 3,7 -0,9 -0,9
Uruguay Intermedio 3,0 3,1 0,1 0,0 3,1 3,1 0,2 0,0
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Gráfico I.20
América Latina (5 países): deuda pública de los gobiernos subnacionales, 2010-2016a
(En porcentajes del PIB y en porcentajes de los ingresos totales)
50 4,5
45 4,0
40 3,5
35
3,0
30
2,5
25
2,0
20
1,5
15
1,0 Como porcentaje del PIB
10 (eje derecho)
5 0,5 Como porcentaje
de los ingresos totales
0 0 subnacionales (eje izquierdo)
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: Los países considerados son la Argentina, el Brasil, el Ecuador, México y el Perú.
a Promedios simples.
Resulta interesante resaltar que gran parte de la deuda pública de los gobiernos
subnacionales se mantiene dentro de la frontera institucional del mismo sector público
(véase el cuadro I.3). Esto a excepción de México y el Brasil, países que muestran un
nivel importante de endeudamiento con la banca comercial que supera el 1% del PIB
y equivale a más del 60% de la deuda total de las entidades federativas mexicanas y
al 17% de la deuda estadual del Brasil. En el caso de la Argentina, sobresale la emisión
de bonos subnacionales (3,4% del PIB).
Cuadro I.3
Composición Argentina Brasil Ecuador México Perú
América Latina (5 países):
composición de la deuda Con el sector publico 1,5 7,9 0,6 0,5 0,5
pública de los gobiernos Con el sector privado u otros 0,2 1,5 0,2 1,7 0,0
subnacionales, 2016
(En porcentajes del PIB) Emisión de bonos 3,4 0,0 0,0 0,4 0,0
Deuda externa 0,6 1,6 0,4 0,0 0,0
Total 5,7 10,9 1,3 2,6 0,6
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Gráfico I.21
América Latina: ingresos públicos de los gobiernos subnacionales, 2010-2016a
(En porcentajes del PIB)
5
4,0 4,1 4,1 3,9
3,8 3,7 3,8
4
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Como se ilustra en el gráfico I.22, si bien hubo una caída de las transferencias, la
participación de estas en la composición de los ingresos públicos sigue siendo alta.
Gráfico I.22
América Latina (10 países): composición de los ingresos públicos de los gobiernos subnacionales, 2016
(En porcentajes del PIB)
16 9
1,2 8 1,5
14
7
12 0,7 6
0,8
10 8,9 1,6 0,9 5
2,5 5,5
8 4
0,7
3 1,3
6 6,3 5,7 0,6
2 1,5
8,5
4 8,1 2,0 0,2 1,7
1 2,2 2,0 0,4
5,3 0,8 1,6 1,2
2 0,9 0 0,7
2,8 3,3 2,6
0,1 0,0 0,2 0,5
0,7 1,4 -1
0 0,5
Argentina Bolivia Brasil Colombia Ecuador México Uruguay Argentina Brasil Chile Costa Rica México Perú
(Est. Plur. de)
Otros Tranferencias Tributarios
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
38 Capítulo I Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico I.23
América Latina (10 países): gastos públicos de los gobiernos subnacionales, 2010-2016a
(En porcentajes del PIB)
8 3,5
0,8 0,7 0,7
0,8
7 0,9
2,7 3,0 0,8
2,9 3,0 2,4 0,7
6 2,5 2,4
2,4 2,5
5
2,0
4
1,5 3,0 3,1 3,1
3 2,9
2,6 2,5 2,6
4,9 5,0 5,3 5,3
4,6 4,6 4,7 1,0
2
1 0,5
0 0
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Gasto de capital Gasto corriente
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: La muestra de gobiernos subnacionales está compuesta por la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, México,
el Perú y el Uruguay. La muestra de gobiernos locales está compuesta por la Argentina, el Brasil, Chile, Costa Rica, México y el Perú.
a Promedios simples.
Aunado a lo anterior, vale resaltar el alto nivel de gasto de capital que se observó
en el Estado Plurinacional de Bolivia y en Colombia, países que en 2016 mantenían un
nivel agregado de gasto cercano al 8% del PIB, en el caso de los gobiernos regionales
bolivianos, y al 9% del producto en el caso de los departamentos colombianos (véase
el gráfico I.24). En cuanto a los gobiernos locales, destaca el caso del Perú, en donde
la cifra agregada de gasto de capital asciende a casi el 2% del PIB.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo I 39
Gráfico I.24
América Latina (10 países): composición del gasto público de los gobiernos subnacionales, 2016
(En porcentajes del PIB)
Bolivia
(Est. Plur. de)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Ecuador
México
Perú
Uruguay
Argentina
Brasil
Chile
Costa Rica
México
Perú
Gasto de capital Gasto corriente
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
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discipline?”, OECD Journal on Budgeting, vol. 6, N° 3, París, Organización de Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE).
Los ingresos públicos en
II
CAPÍTULO
22 Gráfico II.1
20,1
18,7 2011-2015 América Latina (18 países):
2006-2010 evolución del nivel
20
promedio de ingresos
tributarios, 1990-2015a
18 (En porcentajes del PIB)
16,6
15,6 2001-2005
1996-2000
16
14,2
1990-1995
14
12
10
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo
Económicos/Comisión Económica para América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/
Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015,
París, OECD Publishing, 2017.
a Para el cálculo del promedio regional, se consideran las cifras de 18 países seleccionados a nivel del gobierno general (incluye
contribuciones de la seguridad social e ingresos tributarios de los gobiernos subnacionales). Los 18 países seleccionados son:
Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras,
Nicaragua, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de).
Además del incremento del nivel de recursos, desde los primeros años del nuevo
siglo comenzaron a plasmarse importantes cambios estructurales más allá de las
características específicas de cada sistema tributario. En consecuencia, en los países
de América Latina se fue confirmando una estructura tributaria típica que se apoya
sobre dos pilares tributarios fundamentales: el IVA y el ISR. Como se observa en
el gráfico II.2, la recaudación promedio de los impuestos generales sobre bienes y
servicios (principalmente el IVA) pasó del 3,2% al 7,1% del PIB entre 1990 y 2015,
y llegó a representar más de un tercio de la carga tributaria total, mientras que los
ingresos tributarios por concepto de impuestos sobre la renta y las ganancias de
capital (principalmente el ISR) pasaron, en promedio, del 3,0% al 5,4% del PIB entre
los mismos años y alcanzaron una participación porcentual del 26,0% del total.
Gráfico II.2
América Latina (18 países): estructura relativa de la carga tributaria promedio, 1990 y 2015a
6
5,4
5
3,9
4
Generales sobre bienes
3,2 y servicios
3,0
3
Renta y ganancias de capital
2,3 Seguridad social
2,0
2 Comercio internacional
1,4 1,6
1,0 1,1 Selectivos sobre bienes
0,9 0,8 y servicios
1
0,6 Otros impuestos
0 Propiedad
1990 2015
35 33,9
30
26,0
23,8
25
22,2
20 18,6
16,7 Generales sobre bienes
14,6 y servicios
15
Renta y ganancias de capital
10,5 Seguridad social
10 Comercio internacional
7,7 7,9
5,5 Selectivos sobre bienes
4,5 4,3 3,8 y servicios
5
Otros impuestos
0 Propiedad
1990 2015
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas
tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015, París, OECD Publishing, 2017.
a Los 18 países que se seleccionaron al nivel del gobierno general para elaborar este gráfico son la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia,
Costa Rica, el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República
Bolivariana de).
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 47
6
Gráfico II.3
2006-2008 América Latina (18 países):
5 variación de la carga
2003-2005 tributaria promedio
Tasa de crecimiento del PIB
2000-2012
1
0 2015
-0,5 0 0,5 1,0 1,5 2,0
Cambio de la presión tributaria
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo
Económicos/Comisión Económica para América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/
Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015,
París, OECD Publishing, 2017; y Fondo Monetario Internacional (FMI), “World Economic Outlook Database”, 2017 [base de
datos en línea] https://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2017/02/weodata/index.aspx.
a Los 18 países que se seleccionaron al nivel del gobierno general para elaborar este gráfico son la Argentina, Bolivia (Estado
Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá,
el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de).
48 Capítulo II Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico II.4
América Latina (18 países): ingresos tributarios, 1990 y 2015
(En porcentajes del PIB)
40
35
30
25
20
15
10
5
2015
0 1990
Promedio
de la OCDE
Argentina
Brasil
Uruguay
Bolivia
(Est. Plur. de)
Costa Rica
Honduras
Ecuador
Venezuela
(Rep. Bol. de)
América Latina
(18 países)
Nicaragua
Colombia
Chile
Paraguay
México
El Salvador
Perú
Panamá
Guatemala
Rep.
Dominicana
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo
Económicos/Comisión Económica para América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/
Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015,
París, OECD Publishing, 2017.
Nota: Se consideran las cifras de los 18 países seleccionados a nivel del gobierno general.
Gráfico II.5
América Latina (18 países): estructura relativa de los ingresos tributarios, 2015
(En porcentajes de la recaudación tributaria total)
100
80
60
Propiedad
Otros impuestos
40
Selectivos sobre bienes
y servicios
Comercio internacional
20 Seguridad social
Generales sobre bienes
y servicios
0 Renta y ganancias de capital
Guatemala
México
Chile
Perú
El Salvador
Rep.
Dominicana
Colombia
Nicaragua
Honduras
Panamá
Bolivia
(Est. Plur. de)
Venezuela
(Rep. Bol. de)
Ecuador
Uruguay
Brasil
Argentina
Costa Rica
Paraguay
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas
tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015, París, OECD Publishing, 2017.
Nota: Se consideran las cifras de los 18 países seleccionados a nivel del gobierno general.
Gráfico II.6
América Latina (18 países): evolución de los ingresos tributarios por grupos de países, 1990-2015a
(En porcentajes del PIB)b
200
180
160
140
120
100
Grupo A
Grupo B
80
Grupo C
Promedio de América Latina
60 (18 países)
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2010
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2011
2012
2013
2014
2015
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas
tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015, París, OECD Publishing, 2017.
a Los 18 países que se seleccionaron al nivel del gobierno general para elaborar este gráfico son la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de).
b Base 1990=100.
Por último, resulta interesante observar las diferencias entre los tres grupos
seleccionados respecto del peso relativo de los principales componentes de la
estructura tributaria, así como su evolución en el tiempo. En el gráfico II.7 es posible
advertir que, en la actualidad, el grupo A no solo tiene la mayor carga tributaria a nivel
regional, sino que esta se apoya de manera balanceada en los tres pilares tributarios
fundamentales: el IVA, el ISR y las contribuciones a la seguridad social (CSS). Cada uno
de ellos genera un promedio de ingresos tributarios similar en términos del producto.
Cuando se observa el cambio de la recaudación en puntos porcentuales del PIB, se
puede comprobar que, en el caso del grupo A, el mayor incremento se ha dado en el
ISR, luego en las CSS y, en menor medida, en el IVA.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 53
Gráfico II.7
América Latina (18 países) : recaudación de los principales impuestos por grupo de paísesa
6
4
2
2
0 0
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas
tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015, París, OECD Publishing, 2017.
Nota: IVA corresponde a impuesto al valor agregado, ISR al impuesto sobre la renta y CSS a las contribuciones a la seguridad social. Se muestran los promedios simples
correspondientes a los tres grupos sugeridos.
a Los 18 países que se seleccionaron al nivel del gobierno general para elaborar este gráfico son la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y
Venezuela (República Bolivariana de).
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo
Económicos/Comisión Económica para América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/
Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015,
París, OECD Publishing, 2017; OECD.Stat [base de datos en línea] http://stats.oecd.org/.
a Los 18 países de América Latina que se seleccionaron al nivel del gobierno general para elaborar este gráfico son la Argentina,
Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua,
México, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de).
Por otro lado, en una serie de estudios se ha sugerido que los recursos tributarios
se ubicarían por debajo del nivel que surgiría de considerar determinadas características
estructurales de las economías latinoamericanas, como el grado de desarrollo medido
en función del PIB per cápita (Rossignolo, 2015). Más allá de las limitaciones estadísticas
de este tipo de estudios, su utilidad radica en que señalan y confirman la existencia
de cierto margen o espacio fiscal en los países de la región en cuanto al objetivo de
fortalecer las fuentes de financiamiento público. Si bien este potencial no es uniforme
entre los países ni entre las figuras impositivas, los resultados de estos estudios
sugieren que dicho margen parece ser mayor en la imposición a la renta personal y en
las contribuciones a la seguridad social, al menos en aquellos países donde se observa
un menor grado de esfuerzo fiscal.
2 En CEPAL (2014) se repasan los resultados de los principales estudios en esta materia y se confirma una menor eficiencia del
gasto público entre los países latinoamericanos en comparación con los países desarrollados, entre ellos algunos miembros
de la OCDE.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 55
fuerte contraste con el promedio que se calcula en relación con los países de la Unión
Europea (el 39,2%). Es decir, los ingresos tributarios que genera el ISR personal
provienen casi exclusivamente de los individuos de más altos ingresos. Esto debilita
no solo el potencial recaudatorio del tributo, sino también su capacidad para modificar
la distribución del ingreso en términos más generales. Es por ello que la incorporación
de las clases medias al ámbito de este impuesto es, en la actualidad y desde el punto
de vista histórico, uno de los principales desafíos en términos de política tributaria en
toda América Latina (CEPAL, 2017a).
Gráfico II.8
América Latina (15 países): estructura de la recaudación del impuesto sobre la renta, 2015
(En porcentajes de la recaudación del tributo)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
No clasificable
10 Sociedades
0 Personas
Uruguay
México
Argentina
El Salvador
Brasil
Panamá
Honduras
Costa Rica
Rep.
Dominicana
Chile
Colombia
Paraguay
Guatemala
Bolivia
(Est. Plur. de)
Perú
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas
tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015, París, OECD Publishing, 2017.
Nota: En el caso del Ecuador, Nicaragua y la República Bolivariana de Venezuela no se pudo discriminar entre los tipos de contribuyentes, por eso no se los incluyó
en el gráfico.
Gráfico II.9
América Latina (18 países) y Unión Europea (28 países): tasa media efectiva del décimo decil y su participación relativa
en la recaudación del impuesto sobre la renta de las personas físicas, alrededor de 2014a
(En porcentajes)
25 100,0 96,9
99,9 99,6 97,9
95,8 100
92,2 91,7
87,4 86,2 86,4 88,0 21,3
84,2 83,2 84,2 81,2
80,9
20 80
73,4
62,9
15 60
11,7
10 9,2 39,2 40 Participación del último decil
7,2 7,6 de ingresos en la recaudación
6,0 6,1 6,5 total del impuesto sobre
5,1 4,8
5 4,1 4,2 4,4 20 la renta de las personas físicas
3,1 3,4 (eje derecho)
1,8 2,4 2,5
0,9 1,2 Tasa media efectiva del último
0 0 decil de ingresos (eje izquierdo)
Paraguay
Bolivia
(Est. Plur. de)
Guatemala
Dominicana
Nicaragua
Costa Rica
Chile
Brasil
Argentina
Venezuela
(Rep. Bol. de)
Rep.
Colombia
Ecuador
Honduras
Perú
Panamá
Uruguay
El Salvador
México
América Latina
(18 países)
Unión Europea
(28 países)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe, 2017 (LC/PUB.2017/6-P), Santiago, marzo, 2017b.
a Las tasas medias efectivas se calculan a partir del ingreso bruto antes de impuestos directos.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 57
Gráfico II.10
América Latina (18 países): evolución por décadas de las alícuotas legales promedio de los principales impuestos vigentes, 1975-2015a
(En porcentajes)
60 60,0
55,1 49,5
50
49,0
45,2 43,9
40
33,9
30 28,5 27,4
31,6
28,3
26,8
20
15,0 15,2 Arancel promedio
13,7
11,7 Impuesto sobre la renta
10,6 de las personas físicas
10 11,8 6,5 Impuesto sobre la renta
4,3 de las sociedades
Tasa general del impuesto
0 al valor agregado
1975 1985 1995 2005 2015
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de D. Morán y M. Pecho, “La tributación en los últimos cincuenta años”, CIAT: 50 años
en el quehacer tributario de América Latina, Ciudad de Panamá, Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), 2017.
a Los 18 países que se seleccionaron para elaborar este gráfico son la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador,
El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de).
3 Entre los objetivos habituales que se suelen perseguir por medio de los incentivos tributarios se encuentran, además del
aumento de la inversión, el desarrollo de regiones atrasadas, la promoción de exportaciones, la industrialización, la generación
de empleo, el cuidado del medio ambiente, la transferencia de tecnología, la diversificación de la estructura económica y el
entrenamiento y desarrollo del capital humano.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 59
Gráfico II.11
América Latina (15 países): gastos tributarios por tipo de impuesto, 2018 o año más reciente
(En porcentajes del PIB)
8
7,55
7
6,34
5,58 6,06
6
5,34
5
4,60
3,97
4
3,45
2,80 2,97 2,77
3
2,31 2,19
2
1,40 1,45
1
0
Argentina
(2018)
Bolivia
(Est. Plur. de)
(2015)
Brasil
(2018)
Chile
(2018)
Colombia
(2016)
Costa Rica
(2016)
Ecuador
(2016)
El Salvador
(2014)
Guatemala
(2016)
Honduras
(2017)
México
(2018)
Paraguay
(2018)
Perú
(2018)
Rep.
Dominicana
(2018)
Uruguay
(2014)
Otros impuestos Impuestos selectivos Impuesto sobre la renta Impuesto al valor agregado e impuestos generales al consumo
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de A. Podestá, El gasto tributario en América Latina: tendencias actuales, avances y
desafíos, Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), inédito, 2018.
Gráfico II.12
América Latina (14 países): recaudación y tasa de evasión estimada del impuesto al valor agregado,
2014 o año más recientea
(En porcentajes del PIB y en porcentajes de la recaudación teórica)
10
9
Carga tributaria del impuesto al valor agregado
Bolivia Chile
8 (Est. Plur. de)
Uruguay Perú
Paraguay
7
Argentina El Salvador
6 Nicaragua
Rep.
5 Dominicana
Colombia Guatemala
Costa Rica
4
México
3
Panamá
2
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
Evasión del impuesto al valor agregado
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo
Económicos/Comisión Económica para América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/
Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015,
París, OECD Publishing, 2017, en lo que respecta a las cifras de recaudación; J. C. Gómez Sabaini, J. P. Jiménez y R. Martner,
“Consensos y conflictos en la política tributaria de América Latina”, Libros de la CEPAL, N° 142 (LC/PUB.2017/5-P), Santiago,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2017; y cifras oficiales, en lo que respecta a la estimación
de la evasión del impuesto al valor agregado.
a Los datos que se presentan, tanto de recaudación como de evasión del impuesto al valor agregado, corresponden a los siguientes
países y años: Argentina, 2007; El Salvador, 2010; México y Panamá, 2012; Bolivia (Estado Plurinacional de), Costa Rica y Nicaragua,
2013; Chile, Colombia, Guatemala, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, 2014.
En general, los países en los que se logra una mayor recaudación del IVA son aquellos
en los que se observa una menor tasa de evasión. No obstante, hay excepciones, como
las de Colombia o México, donde el ingreso tributario de este impuesto es bajo en
términos comparativos, y las del Perú y el Paraguay, donde el rendimiento recaudatorio
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 61
15 000
0,2
10 000
En porcentajes del PIB
0,1 (promedio simple)
5 000 (eje derecho)
En millones de dólares
(eje izquierdo)
0 0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Es necesario reconocer que, desde hace más de una década y en respuesta directa a
este fenómeno, se ha avanzado en la reforma de la legislación tributaria de los países de
la región para incorporar mecanismos orientados a evitarlo o a disminuir sustancialmente
su gravedad. Dado que la estrategia individual no ha resultado suficiente, un número
cada vez mayor de países se ha involucrado y ha comprometido su participación activa
en diversos foros regionales e internacionales que procuran sentar las bases de la
cooperación y la coordinación de actividades y programas conjuntos tendientes a
combatir las maniobras que utilizan los agentes privados. Al respecto, los esfuerzos de
la OCDE —a través del Proyecto sobre la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de
Beneficios— sobresalen por su alcance, tanto en lo que respecta a la elaboración de
marcos normativos estándar, como a la provisión de espacios de encuentro y discusión
entre un gran número de países, y a la promoción de una mayor transparencia financiera
a nivel internacional. En ese marco, se han venido consolidando grandes avances en
materia de intercambio automático de información fiscal entre países, tanto de manera
bilateral como multilateral, y hay cerca de un centenar de ellos que participan en la fase
de implementación efectiva de la Norma Común de Presentación de Información y el
Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes (AMAC).
Gráfico II.14
América Latina (10 países): ingresos fiscales por explotación de hidrocarburos y minerales,
2000, 2007 y 2015
(En porcentajes del PIB)
16
14,5
14
12 11,1
10,1 9,5 10,0
10
8,1 8,0 8,3
8
6,5 6,3
5,2
6
4,8
4,0
4
2,6 2,9
1,7 1,3 1,3 1,9 2,3
2 1,1 1,0
0,5 0,7 0,6 0,5 0,7
0,0 0,0 0,3
0
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
2000
2007
2015
Argentina Bolivia Brasil Chile Colombia Ecuador México Perú Rep. Venezuela
(Est. Plur. de) Dominicana (Rep. Bol. de)
No tributario Tributario
Gráfico II.15
América Latina (10 países): dependencia de los ingresos fiscales provenientes de los sectores extractivos
(hidrocarburos y minerales), 2007 y 2015
(En porcentajes de los ingresos totales)
55
50,6
50
45
40 38,0
35 32,2 30,9
30 29,8
26,3 24,3
25
20,7 18,9 18,1
20
15
10 9,7
5,5 4,9 4,5 5,7 3,6
5 2,4 2007
2,0 1,3
0 0,0 2015
Argentina
Perú
Colombia
Rep.
Dominicana
Brasil
Venezuela
(Rep. Bol. de)
Bolivia
(Est. Plur. de)
México
Ecuador
Chile
el segundo) superó el 15% de la recaudación nacional total. Por su parte, Chile (7,6%),
México (6,0%) y el Uruguay (4,8%) exhibieron una menor capacidad recaudatoria en
los niveles inferiores de gobierno, componente que en el resto de los países de la
región resultó casi insignificante.
Gráfico II.16
América Latina (9 países): ingresos tributarios según nivel de gobierno, 2014
(En porcentajes de la recaudación tributaria total de cada país)
100
5,8
12,6 11,0
90 21,6 7,6 20,6
26,0 24,0 2,6 27,8
80 10,8 38,5 1,6
4,2 2,4 4,4
70 16,9 6,4 4,8
60 3,2
25,9
50
86,7 86,3
40
72,4 73,6 73,3
67,4
30 61,5 58,3
20 41,7 Contribuciones
a la seguridad social
10 Gobiernos locales
Gobiernos intermedios
0 Gobierno central
Argentina Brasil Chile Colombia Costa Rica Ecuador México Perú Uruguay
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas
tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015, París, OECD Publishing, 2017, en lo que respecta a las cifras de recaudación; J.C. Gómez Sabaini, J. P. Jiménez
y R. Martner, “Consensos y conflictos en la política tributaria de América Latina”, Libros de la CEPAL, N° 142 (LC/PUB.2017/5-P), Santiago, Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2017.
Los impuestos que recaudan los gobiernos intermedios y locales son, en general,
los que gravan el patrimonio, sobre todo el impuesto a la propiedad inmueble y a la
propiedad de vehículos automotores. Sin embargo, más allá de las diferencias de nivel,
y como se puede apreciar en el gráfico II.17, en algunos casos, como en la Argentina, el
Brasil, Colombia, Costa Rica y el Ecuador, predomina la imposición sobre las actividades
económicas (en forma de patentes o tributos sobre los ingresos brutos). Los impuestos
sobre la renta prácticamente no existen a nivel subnacional, con la excepción del Brasil,
donde de todos modos estos impuestos tienen una importancia marginal. Esto contrasta
sensiblemente con lo que sucede en los países de la OCDE, donde más de un tercio
de la recaudación subnacional promedio proviene de dichos tributos.
66 Capítulo II Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico II.17
América Latina (9 países): estructura relativa y nivel de los ingresos tributarios de los gobiernos subnacionales, 2014
(En porcentajes de la recaudación subnacional total y en porcentajes del PIB)
100 15,0
90 13,5
80 12,0
70 10,5
10,8
60 9,0
50 7,5
40 5,4 6,0
30 4,5
3,0
Otros impuestos
20 3,0 Automotores
1,5 1,3
0,9 Actividad económica
10 0,7 0,5 0,5 1,5
Propiedad inmueble
0 0 Recaudación total (eje derecho)
Argentina Brasil Chile Colombia Costa Rica Ecuador México Perú Uruguay
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
América Latina y el Caribe/Centro Interamericano de Administraciones Tributarias/Banco Interamericano de Desarrollo (OCDE/CEPAL/CIAT/BID), Estadísticas
tributarias en América Latina y el Caribe 1990-2015, París, OECD Publishing, 2017, en lo que respecta a las cifras de recaudación; J. C. Gómez Sabaini, J. P. Jiménez
y R. Martner, “Consensos y conflictos en la política tributaria de América Latina”, Libros de la CEPAL, N° 142 (LC/PUB.2017/5-P), Santiago, Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2017.
Más allá del impacto variable que tuvieron sobre las economías de la región (en
parte determinado por la aplicación dispar de políticas contracíclicas), la crisis financiera
de 2008 y 2009 y el fin del extraordinario ciclo alcista de los precios internacionales de
los productos básicos pusieron en evidencia los riesgos macroeconómicos a los que se
encuentran expuestos los países de la región. En los años de posterior recuperación,
la mayoría de los gobiernos supieron aprovechar la oportunidad para incrementar
marcadamente el nivel de recursos fiscales disponibles. En años más recientes (de
2014 a 2016), la disminución del ritmo de crecimiento económico regional y global
volvió a imponer restricciones de política económica y a obligar a la mayoría de los
gobiernos a establecer la consolidación fiscal —a través del control del gasto público
y el fortalecimiento de los ingresos— como pauta general de las finanzas públicas
de la región.
A partir del Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, 2017
(CEPAL, 2018), es posible extraer una serie de hechos estilizados relativos a la situación
macroeconómica de los países de la región y al escenario macrofiscal que podría
esperarse en los próximos años a nivel regional:
• El contexto externo es más favorable que el de los últimos tres años, con
moderadas tasas de crecimiento global tanto en las economías desarrolladas
como en las emergentes, y con proyecciones alentadoras para 2018. Sin embargo,
el dinamismo actual y el esperado son considerablemente inferiores a los de
los períodos pasados (de 2003 a 2007 o de 2010 a 2012, que fueron los ciclos
expansivos más recientes).
• Se observa una recuperación del precio de los principales productos de
exportación de la región, lo que dará lugar a un aumento promedio de los
términos de intercambio en el corto plazo, sobre todo en los países exportadores
de hidrocarburos y minerales.
• En el área fiscal, la consolidación de las cuentas públicas ha permitido contener
y reducir levemente el déficit fiscal (que aún exhibe diferencias entre los países),
no solo por la desaceleración de la expansión del gasto público, sino también
por algún leve incremento del nivel de recursos públicos disponibles.
• A escala regional, se espera que la carga tributaria promedio se mantenga
estable, debido al efecto compensado del aumento que tendrá lugar en los
países de América del Sur, gracias al repunte de la actividad económica, y la
leve caída que ocurrirá en los países de Centroamérica. El impacto de algunas
reformas tributarias recientes (Colombia, Argentina, Honduras) aún es incierto,
pero seguramente incidirá en el resultado futuro.
• En cambio, se prevé que los ingresos fiscales tributarios y no tributarios
provenientes de recursos naturales no renovables muestren un paulatino
aumento en consonancia con el repunte de los precios internacionales de
referencia, aun cuando su relevancia fiscal se encuentra muy lejos de la que se
observaba hace una década.
Ante este panorama, en los países se deben tomar ciertos recaudos a la hora de
diseñar e implementar reformas fiscales de tipo estructural, es decir, aquellas que no
solo implican modificar las alícuotas de los impuestos vigentes, sino además establecer
una nueva configuración en el mecanismo de financiamiento del Estado, ampliando las
bases imponibles existentes o sumando instrumentos nuevos o renovados de recaudación
que sean capaces de constituirse en fuentes estables generadoras de recursos.
Con posterioridad a la crisis de 2008 y 2009, la política fiscal comenzó a ganar
presencia tanto en los debates públicos como en la agenda de políticas de los gobiernos.
Con el correr de los años, se ha ido incrementando el énfasis que se pone en el papel
68 Capítulo II Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
fortalecer el ISR personal constituye el principal desafío para todos los países y para
ello es preciso recorrer dos caminos paralelos. Por un lado, considerar todas las rentas
que fluyen hacia el sujeto gravado dentro de la base gravable del tributo, provengan
estas de la actividad laboral, empresarial, financiera o mixta. El sistema dual, en el que
se aplican tasas progresivas a las rentas del trabajo y proporcionales (reducidas) a las
rentas del capital, se ha venido adoptando en un número creciente de países de la
región en los últimos diez años. Esta variante constituye una escala intermedia entre
el punto de partida representado por la deteriorada situación actual del ISR personal y
un destino final representado por un sistema global de imposición sobre los ingresos
donde los principios de equidad horizontal y vertical queden efectivamente plasmados.
Además, los dividendos que provienen de sociedades, como los ingresos de intereses
financieros, deberían quedar igualados en su tratamiento tributario, a fin de evitar sesgos
en la estructura de financiamiento de los proyectos empresariales.
Por otro lado, el desarrollo de los procesos informáticos y el manejo de grandes
bases de datos, sumados a los sistemas de retención y percepción en la fuente, en
la actualidad permiten avanzar en un diseño tributario que estaba fuera del alcance de
las administraciones tributarias de América Latina hasta hace unas pocas décadas. Se
amplía el ámbito de influencia de los nuevos mecanismos de intercambio de información
entre países, lo que permite aplicar el criterio jurisdiccional de renta mundial. Sabida
la dificultad de los países para gravar de forma efectiva a los individuos más ricos,
amerita considerar la aplicación de sobretasas o impuestos adicionales a pesar de las
esperables resistencias.
Respecto del ISR corporativo, las reformas futuras deberían focalizarse en analizar
en detalle la conveniencia (los costos y los beneficios) de mantener la numerosa serie
de gastos tributarios y tratamientos especiales que se hallan vigentes en los países
de América Latina. Se requiere elaborar informes de evaluación sobre los efectos de
estos regímenes especiales, para determinar de forma fehaciente si su existencia se
justifica dados los elevados costos recaudatorios que implican al fisco. Los ingresos
tributarios adicionales brindarían cierto espacio fiscal, incluso para reducir las tasas del
ISR corporativo con el objetivo de favorecer la inversión, complementado con un aumento
de la tasa de imposición a los dividendos distribuidos que contemple un crédito por el
ISR que paga la sociedad. Estos cambios deben coordinarse también con el tratamiento
que se les da a otras rentas de tipo financiero, a fin de evitar arbitrajes que distorsionen
las fuentes de financiamiento empresarial. Esta alternativa ha tomado cada vez más
fuerza desde la reciente aprobación de la reforma tributaria de los Estados Unidos, en
virtud de la cual la tasa de imposición a la renta corporativa se redujo al 21%.
En los países productores de hidrocarburos y minerales (grupo B), el ISR que pagan
las sociedades (al igual que las regalías y otros cargos) reviste una importancia superlativa
como instrumento de apropiación estatal de una parte de las rentas producidas en
las industrias extractivas. En estos países también se deberían fortalecer todos los
mecanismos posibles para controlar las operaciones de las empresas multinacionales
y evitar el traslado de beneficios y la erosión de la base imponible. Para lidiar con el
fenómeno de la dependencia fiscal respecto a estos recursos, en estos países se
deberían promover reformas destinadas a fortalecer otros impuestos disponibles que
supongan una menor exposición a la volatilidad de los mercados internacionales. En
ese sentido, aunque se reconocen los beneficios de los fondos de estabilización, los
programas de cobertura fiscal de los precios internacionales de referencia a través de
distintos derivados financieros pueden constituir alternativas más factibles.
Como parte de un proceso necesario de fortalecimiento de la descentralización
fiscal, los países de la región deberán realizar un gran esfuerzo para revalorizar el papel
de la tributación patrimonial como fuente de recursos subnacionales (Gómez Sabaini
70 Capítulo II Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
y Morán, 2016b). En la gran mayoría de los casos, los problemas son los mismos y,
por ende, se aplican con cierta generalidad recomendaciones como ampliar la base
gravable (eliminando exenciones y tratamientos especiales), aumentar las alícuotas
y modernizar los catastros y la administración tributaria subnacional. Dada la gran
dependencia respecto de las transferencias provenientes del gobierno central, resulta
indispensable reforzar la capacidad institucional y los incentivos de los gobiernos locales
para aumentar su caudal de recursos propios. Las alternativas como la asignación de
nuevas potestades tributarias, por ejemplo, aplicar sobretasas en el ISR, el IVA o los
impuestos selectivos, pueden brindar oportunidades en el marco de un compromiso
mutuo entre los distintos niveles de gobierno.
En pos de la equidad que debe prevalecer en el sistema tributario y a pesar
de las arduas negociaciones políticas que ello implique, deberá considerarse con
mayor seriedad la aplicación de un gravamen sobre la transmisión gratuita de bienes
(donaciones, legados y herencias). Como tributo ya sea nacional (Chile, Ecuador y
Uruguay, entre otros) o subnacional (Brasil y Argentina), la relevancia de este tipo de
imposición no está dada por el magro resultado recaudatorio que se suele alcanzar,
sino por los bajos costos de eficiencia y su incidencia claramente progresiva sobre la
distribución del ingreso y la riqueza. Para ello, es fundamental procurar un diseño del
gravamen que sea de carácter personal y global, con exenciones mínimas (Gómez
Sabaini y Rossignolo, 2014).
Como se ha señalado, la recaudación del IVA se ha incrementado en todos los
países a lo largo de las dos últimas décadas. Las sucesivas reformas enfocadas en
la generalización y el fortalecimiento de este tributo lo han llevado a ser el principal
instrumento generador de recursos tributarios a nivel regional, y le han permitido alcanzar
un grado aceptable de maduración en la mayoría de los países, con las excepciones
de México, Panamá y el Paraguay.
Cualquiera sea el caso, vale mencionar el rechazo que generalmente enfrentan los
gobiernos que pretenden incrementar la alícuota general del IVA. Los fundamentos de
ese rechazo suelen ser el potencial efecto negativo sobre el crecimiento y el impacto
regresivo que suele asociarse a él. En cuanto al primer fundamento, un estudio muy
reciente muestra que el efecto de los cambios tributarios sobre el PIB (el multiplicador
tributario) depende de la tasa impositiva original. Un aumento de dos puntos porcentuales
en la tasa del IVA, que tendría un impacto recaudatorio significativo en todos los casos,
podría no tener casi ningún efecto negativo en el PIB de los países que tienen tasas
impositivas bajas, como Costa Rica, El Salvador, Guatemala y el Paraguay, y hasta
sería levemente expansivo en Panamá, cuya alícuota actual es del 7%. En cambio, el
mismo aumento de la tasa impositiva provocaría una caída considerable del producto
en países cuyas tasas de IVA son relativamente altas, como la Argentina, Chile y el
Uruguay (Gunter y otros, 2017).
En cuanto al impacto distributivo, en la mayoría de los países se ha contemplado
la existencia de tasas reducidas del impuesto en lo que respecta a los bienes de la
canasta básica de consumo. Si bien esta práctica está bastante generalizada incluso
en los países desarrollados, los efectos distributivos sobre cada decil de la población
de acuerdo a sus ingresos no siempre son los deseados. En muchos casos, deberían
revisarse las exenciones objetivas y subjetivas que reducen la base del impuesto. En
todo caso, la mirada hacia el futuro en materia de IVA —y esto se aplica a todos los
países de la región— debería concentrarse en introducir mecanismos que permitieran
morigerar el impacto regresivo de este tributo, por ejemplo, a través de la compensación
por medio de programas de transferencias condicionadas destinadas a los hogares de
menores ingresos.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 71
Otro tipo de impuesto sobre el consumo que puede utilizarse para incrementar el
espacio fiscal son los impuestos selectivos, sobre todo los que recaen sobre bienes
como las bebidas alcohólicas y azucaradas, el tabaco y los alimentos ricos en grasas,
cuyo consumo ocasiona externalidades negativas en tanto el precio del bien no alcanza
a reflejar los efectos perjudiciales colaterales que su consumo tiene sobre terceros o
sobre la sociedad en su conjunto. La elasticidad precio de la mayoría de estos productos
suele ser baja, por lo que estos tributos, al menos en un primer momento, generan
un rendimiento recaudatorio significativo, si bien su objeto es desalentar el consumo.
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009) ha estimado que un
incremento del 5% al 10% de la tasa impositiva que se aplica al tabaco podría significar
un ingreso adicional anual de 1.400 millones de dólares por año en los países de bajos
ingresos y de 5.000 millones de dólares anuales en los países de ingresos medios;
un incremento del 50% del impuesto al tabaco podría cubrir cerca de la mitad de los
gastos en salud pública de algunos países en desarrollo.
Un caso que merece destacarse es el de México, donde, en el contexto de la
reforma tributaria aprobada a finales de 2013, se estableció un impuesto a las bebidas
azucaradas y un impuesto ad valorem a los alimentos no esenciales de alto contenido
calórico (bocadillos, postres y chocolate, entre otros). Según la OMS (2016), este tipo de
experiencias pueden encontrarse también en países como Dinamarca, Finlandia y Francia.
De acuerdo con un trabajo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2015), se
han podido comprobar resultados satisfactorios en términos de recaudación fiscal, una
reducción de la demanda y de las consecuencias negativas asociadas con el consumo
de bebidas azucaradas, y un mayor consumo de agua potable en las escuelas y los
lugares públicos. Recientemente, se intentó introducir este tipo de impuesto en los
sistemas tributarios del Ecuador y la Argentina, pero se terminó dando marcha atrás
con la propuesta.
Por otra parte, el debate acerca de los impuestos o las cargas sobre la nómina salarial
destinados a financiar programas de seguridad social no puede encararse de manera
aislada. Por el contrario, deben considerarse junto con los beneficios que ofrecen en materia
de protección social. De cualquier manera, aunque el nivel aceptado de contribución es
resultado de negociaciones colectivas, este es relativamente bajo en algunos países. La
creación de fondos a través de la ampliación de las contribuciones a la seguridad social
está asociada, por su naturaleza, con la expansión de la cobertura de esta. En países
como el Brasil, Costa Rica y el Uruguay, estos instrumentos están vinculados con la
introducción de innovaciones encaminadas a promover la formalización del mercado
laboral. Esto crea un círculo virtuoso en el cual, mientras más empresas migren hacia la
formalidad, mayor será también la recaudación de los impuestos y las contribuciones.
Ante la creciente preocupación social por los efectos perjudiciales de la contaminación
del medio ambiente y la congestión vehicular en los principales centros urbanos de
América Latina, los impuestos ambientales ofrecen ciertas ventajas —dentro de la amplia
gama de instrumentos disponibles— que merecen ser consideradas en las reformas
tributarias futuras. Tomando como referencia lo observado en varios países de la OCDE,
podrían realizarse esfuerzos concretos para afianzar el vínculo de la tributación vehicular
(la más representativa de este tipo de gravámenes) con las políticas ambientales, a través
de la adaptación de impuestos tradicionales en función de la eficiencia del consumo
de combustible de los motores, la emisión de gases contaminantes, el planeamiento
urbano y las políticas de transporte. Las opciones no se agotan allí, ya que incluyen el
últimamente muy estudiado impuesto al carbono (con las recientes experiencias de
Chile y México a nivel regional), los tributos que gravan la utilización de bolsas plásticas
y la producción de residuos contaminantes aéreos, sólidos o líquidos, además de otros
mecanismos innovadores que pueden contribuir de forma efectiva al aumento de los
recursos destinados a usos específicos (véase el recuadro II.1).
72 Capítulo II Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Recuadro II.1
Nexos posibles entre la tributación y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en los países de América Latina
En el marco de la Agenda 2030, existe un consenso generalizado de que la movilización de recursos internos constituye un
instrumento clave para alcanzar el desarrollo sostenible. A modo ilustrativo, se propone una vinculación de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS) con nuevas alternativas de tributación encaminadas a fortalecer los sistemas tributarios
vigentes en América Latina. Dichas alternativas se resumen en el siguiente cuadro.
La política tributaria adquiere un papel preponderante a la hora de crear incentivos para el cumplimiento de los ODS,
no solo con instrumentos innovadores, sino también a partir de la reformulación de los impuestos vigentes. Por ejemplo,
los impuestos que recaen sobre los combustibles y los vehículos automotores pueden adaptarse para que contribuyan
al ODS 13 (acción por el clima), al orientar a los consumidores hacia opciones de bajo contenido de carbono. De manera
similar, los gravámenes sobre las bolsas de plástico o sobre las emisiones de los buques pueden ser un mecanismo útil y
viable para reducir la contaminación de los mares y los océanos (ODS 14).
Las reformas pendientes relativas a los desafíos que ya existen en América Latina también pueden vincularse con
los ODS. Por ejemplo, el fortalecimiento del impuesto sobre la renta personal y los impuestos sobre el patrimonio pueden
ser efectivos en la reducción de la desigualdad económica entre los países (ODS 10). A su vez, la reducción de la evasión
interna y los flujos financieros ilícitos a nivel internacional resulta indispensable para asegurar la existencia de sociedades
pacíficas e inclusivas y de instituciones de calidad (ODS 16). Además, la reforma de los sistemas tributarios puede movilizar
recursos internos adicionales (ODS 17, alianzas para lograr los Objetivos), que pueden destinarse a financiar una mayor
inversión pública que permita cumplir con otros objetivos, como la lucha contra la pobreza y el hambre, la salud pública,
la educación de calidad y la igualdad de género (ODS 1 a 5).
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Policy Brief: Fiscal
Policies and the SDGs, Ginebra, 2016 [en línea] http://www.greenfiscalpolicy.org/wp-content/uploads/2016/05/Fiscal-Policies-and-the-SDGs-Briefing-note.pdf.
En materia de evasión tributaria es aún largo el camino por recorrer. Por un lado,
es necesario continuar y avanzar con el fortalecimiento técnico y operativo de las
administraciones tributarias, especialmente en lo que tiene que ver con la segmentación
de los contribuyentes, para aplicar estrategias diferenciadas de fiscalización y control, así
como de contacto con estos últimos. El tamaño de la economía informal en los países
de la región y la prevalencia de los pequeños contribuyentes requiere alguna adaptación
del marco legal y administrativo; los regímenes tributarios simplificados brindan la
posibilidad de facilitar su progresiva formalización, lo que redunda en beneficios sobre
las bases imponibles de los impuestos como el IVA y el ISR.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 73
D. Conclusiones
A lo largo de los últimos 30 años, en los países de América Latina se ha observado una
serie de profundos cambios en materia de políticas de ingresos públicos. Aunque este
proceso ha adoptado configuraciones distintas en cada país, desde una perspectiva de
largo plazo es posible identificar dos grandes oleadas de reformas fiscales.
Por un lado, en los años ochenta y noventa, la influencia del consenso de Washington
se tradujo en una serie de efectos —positivos y negativos— en este ámbito, que,
en cierta manera, sentaron las bases fundamentales sobre las que hoy se apoya el
financiamiento del Estado en los países de la región. La privatización de las empresas
públicas, el control de los procesos inflacionarios —que durante mucho tiempo habían
afectado la sostenibilidad de las finanzas públicas—, la consolidación del impuesto al
valor agregado, el abandono de los impuestos sobre el comercio internacional (aún
con excepciones) y la eliminación de un gran número de tributos menores son todos
ejemplos de esa primera generación de reformas fiscales.
En los primeros años del nuevo milenio, el resurgimiento de las cuestiones de
equidad distributiva (menospreciadas en décadas anteriores) se puso de manifiesto
en una serie de reformas fiscales que tuvieron al ISR como principal protagonista. El
contexto internacional muy favorable, la reducción de la pobreza y la desigualdad, y la
consolidación de procesos de crecimiento sostenido propiciaron un fortalecimiento de
los ingresos públicos, tanto tributarios como no tributarios, y una mejora significativa
de la posición fiscal de los países de América Latina. Esto permitió que se afrontaran
satisfactoriamente los efectos de la crisis financiera de 2008 y 2009, y que, en los
años siguientes, se retomara la tendencia creciente de la carga tributaria promedio,
aunque el ritmo de crecimiento económico exhibiera una marcada desaceleración.
Recientes y novedosas reformas fiscales, como las de México (2013), Chile (2014) o
Colombia (2016), han reafirmado el afán de los países de la región por incrementar el
monto de recursos disponibles sin descuidar los aspectos de equidad5.
5 La reforma tributaria de la Argentina, aprobada a fines de diciembre de 2017, es la única que va a contramano de la tendencia
regional, al implicar una merma en el nivel de la carga tributaria total. No obstante, en ella también se incluyeron medidas
progresivas, como la imposición a tasa uniforme de las rentas financieras.
74 Capítulo II Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Sin embargo, habiendo recorrido este largo camino y a pesar de los importantes
logros alcanzados, existe consenso general acerca de la persistencia de un conjunto
de debilidades estructurales en materia de ingresos públicos que, en la mayoría de
los países de la región, impiden que dichos ingresos se consoliden como base del
financiamiento del Estado y distorsionan sus variados efectos económicos.
Entre otros obstáculos, se halla que la cantidad de recursos de la mayoría de los
países se encuentra por debajo de su nivel potencial, no solo por deficiencias en el
diseño y la administración de los tributos, sino principalmente por la elevada evasión
impositiva —tanto interna como internacional— y por la existencia de cuantiosos gastos
tributarios. El ISR personal continúa siendo el talón de Aquiles de los sistemas tributarios
de la región, con alícuotas marginales máximas muy inferiores a las de los países
desarrollados, niveles de exención demasiado elevados en algunos casos, tratamientos
diferenciados para las rentas de capital y tasas inadmisibles de incumplimiento del
gravamen. Todo ello desemboca en otro gran déficit a nivel regional: la escasa capacidad
redistributiva de la tributación, con estructuras tributarias dominadas por impuestos
indirectos regresivos, en una región como América Latina, que continúa siendo la
más desigual del planeta a pesar de los avances logrados en esta materia durante la
década pasada.
Las necesidades de introducir reformas tributarias son numerosas a nivel regional, pero
varían entre los países. Así, los lineamientos que se refieren al IVA solo son válidos para
un conjunto de ellos, dados los grandes avances y el grado de consolidación del tributo
en la mayoría de las estructuras tributarias vigentes. En cambio, las recomendaciones
relativas al ISR, especialmente al impuesto sobre la renta de las personas físicas, son
de aplicación general en todos los países analizados, al menos en cuanto a los aspectos
relacionados con la ampliación de la base imponible, el tratamiento de las rentas de
capital y la reducción de los niveles de incumplimiento, que son inadmisibles. El peso
relativo de los ingresos fiscales que se obtienen de la explotación de recursos naturales
no renovables en algunos países de la región obliga a considerar el funcionamiento
del ISR corporativo, sobre todo en lo que respecta al control de las operaciones de las
empresas multinacionales. En este sentido, también se debe evaluar la pertinencia de
rebajar la alícuota para nivelarla con los promedios internacionales.
Además, dadas las crecientes necesidades de financiamiento y las dificultades que
han encontrado la mayoría de los países de la región en sus intentos por incrementar
la masa de recursos internos disponibles, resulta ineludible considerar una serie de
instrumentos innovadores que no solo apuntan a generar mayores ingresos para el
Estado, sino que también ofrecen la posibilidad de influir sobre el comportamiento
privado, o bien desalentando prácticas que atentan contra el desarrollo sostenible, o bien
fomentando acciones que puedan contribuir en tal sentido. La amplia gama de tributos
ambientales (desde el impuesto al carbono hasta aquellos que gravan la utilización de
bolsas plásticas o la producción de residuos contaminantes), así como la tributación
sobre el tabaco y las bebidas azucaradas, constituyen los ejemplos más resonantes.
Con el objetivo de mejorar la progresividad de los sistemas tributarios, también
podrían considerarse distintas variantes de impuestos solidarios sobre los ingresos más
elevados (por ejemplo, impuestos al turismo internacional) y hasta gravámenes que se
menospreciaron en épocas pasadas, como los que gravan la transmisión gratuita del
patrimonio (donaciones y herencias). Estos últimos ofrecen un beneficio adicional porque
afectan la concentración de la riqueza, que es aún mayor que la elevada concentración
de ingresos que caracteriza a la región.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo II 75
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El gasto público
III
CAPÍTULO
1. Un intento de periodización
En el último cuarto del siglo XX, los cambios en las políticas públicas definieron una
particular evolución del nivel y la estructura del gasto público. A lo largo de esos años
se observaron transformaciones que revelan una incidencia determinante de las
modificaciones en los contextos regional e internacional.
En primer lugar, la crisis de la deuda desatada a principios de los años ochenta
fue causa excluyente de un escenario macroeconómico dominado por una elevada
volatilidad e insolvencia fiscal, que presentó diferentes grados de profundidad y
duración según los casos. Durante aquellos años, las nuevas democracias debieron
buscar formas de consolidación y convivir con las múltiples demandas de la sociedad
en materia de políticas públicas que pudieran satisfacer las expectativas creadas por
los nuevos gobiernos. Al mismo tiempo, encontraron límites difíciles de sortear por
las restricciones al financiamiento y la propia volatilidad de las economías, que en
muchos casos se manifestaron en elevadas tasas de inflación. El objetivo prioritario
de las políticas públicas en ese período era el control de la emergencia.
Los años noventa marcaron el comienzo de un segundo período, cuando las
dificultades para superar esa emergencia fueron el terreno fértil para el desarrollo de
experimentos que comenzaban a dominar el debate en otras latitudes. De especial
interés para este documento resulta señalar que, conforme las nuevas concepciones del
papel del Estado, los gobiernos encararon amplios programas de reformas estructurales
que abarcaron una gran variedad de áreas. Entre ellas sobresalen la privatización de
empresas estatales, la descentralización de las políticas públicas, la desregulación de los
mercados y el retiro del Estado de áreas hasta entonces dominadas por el sector público
(por ejemplo, el sistema de pensiones). Durante este período, el objetivo manifiesto
de las reformas en las políticas de gasto público consistió en mejorar la eficiencia.
En los primeros años del presente siglo, merced a un contexto internacional de
expansión económica, aumento de los precios de los productos básicos y abundancia de
liquidez en los mercados de capitales, se observó un cambio en la orientación de muchas
políticas públicas que produjo modificaciones de diferente magnitud en varios países
de la región. Se produjo un cambio en el eje de las políticas de reforma y predominó la
preocupación por la equidad y los aspectos distributivos.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 81
En la actualidad, si bien la gran mayoría de los países de la región cumplen con los
requisitos del régimen democrático al tiempo que se consolidan los derechos políticos,
deben enfrentar altos y persistentes niveles de pobreza y desigualdad. Los obstáculos
que han encontrado para conjugar el crecimiento económico con una mayor equidad
son, en la mayoría de los casos, difíciles de superar y constituyen el desafío central de
las políticas públicas en los años por venir.
Como primera aproximación a los cambios en la definición de la intervención
estatal en la economía, en el cuadro III.1 se muestra la manera en que, merced a un
mayor número de políticas públicas y un entorno macroeconómico más favorable, los
indicadores sociales más comúnmente utilizados mejoraron notablemente durante
la última década, marcando una gran diferencia con respecto a la década anterior. El
gasto público total como porcentaje del producto interno bruto (PIB) (promedio simple
de los países sobre los que se dispone de información) creció un 15% entre 1995 y
2005 y casi un 20% entre ese año y 2015.
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
a Promedios simples.
b En dólares constantes de 2010.
c De acuerdo con la disponibilidad de datos, se consideran países de América Latina únicamente, años 1994, 2005 y 2014.
d Se considera solo la zona urbana.
e Datos de la Organización Internacional del Trabajo. Se consideró el promedio simple de los países sobre los que se dispone de
información (en 2005: Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana; en 2010, se
agregan Colombia, Guatemala, Honduras, Paraguay, Uruguay; en 2015, o 2013 y 2014, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay). Se excluye al sector agrícola.
Se observa un crecimiento del gasto público total equivalente a 7,4 puntos porcentuales
del PIB en un período de dos décadas (incremento acumulado del 37% en 20 años),
durante las cuales el producto por habitante creció un 36% en dólares constantes. Al
mismo tiempo, aunque todavía es muy insuficiente y persisten amplias brechas, se
aprecia una mejora sustantiva de los indicadores sociales y del mercado de trabajo.
Gráfico III.1
América Latina: estructura del gasto público según la clasificación económica, 1990-2016
(En porcentajes)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10 Pago de intereses
Gastos de capital
0 Gastos corrientes primarios
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2007
2003
2004
2005
2006
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
1 Si bien la inversión privada desempeñó un papel preponderante en ese período, no logró compensar la menor participación
del sector público. Los máximos niveles de inversión privada en este período corresponden a 1997 y 1998 y se explican por
la venta de empresas de telecomunicaciones y eléctricas en el Brasil, la adquisición de la mayoría accionaria de la empresa
chilena de energía Enel por parte de la empresa española ENDESA, S.A. y el desarrollo de concesiones viales en la Argentina,
Chile, Colombia y México (Rozas, 2010).
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 83
Gráfico III.2
América Latina: inversión en infraestructura de los sectores público y privado, 1980-2015
(Como porcentaje del PIB)
4,5
4,0
3,6
3,5
3,0
2,5
2,2 2,2
2,0
2010
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2011
2012
2013
2014
2015
Fuente: Sánchez y otros, “Inversiones en infraestructura en América Latina: tendencias, brechas y oportunidades”, serie Recursos Naturales e Infraestructura, Nº 187
(LC/TS.2017/132), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2017.
Nota: Se incluyen los siguientes países: Argentina, Brasil, Chile (excepto en 2015), Colombia, México y Perú. Asimismo, se incluyen los siguientes sectores: transporte,
energía, telecomunicaciones, agua y saneamiento. El transporte incluye solamente carreteras y ferrocarriles, excepto las inversiones públicas de la Argentina, que
incluyen el total de transporte. La energía se refiere solo a la electricidad.
Gráfico III.3
América Latina: evolución del gasto público corriente según la clasificación económica, 1990-2016
(Como porcentaje del PIB, índice 1990=100)
250
200
150
100
Subsidios y otras
transferencias corrientes
50 Sueldos y salarios
Total de gastos corrientes
Compra de bienes y servicios
0 Pago de intereses
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2007
2010
2015
2003
2004
2005
2006
2008
2009
2011
2012
2013
2014
2016
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
84 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico III.4
América Latina (17 países): gasto público según finalidad y función, 2000-2005 y 2010-2015a
(Como porcentaje del PIB y en porcentajes)
6 5,8
5,2
5
4,4 4,2
4,1
4
3,6
3,1 2,8
3
2,6
2,1
2
1,6
1,0 0,8 0,7 0,8 0,9
1
0,2 0,2 0,2
0,0
0
2000-2005 2010-2015
25
22,0
20,0
20
18,5 17,7
Servicios públicos generales
15,1 13,5 15,3 Protección social
15
Educación
11,1 Asuntos económicos
9,9 Salud
10
6,6 Orden público y seguridad
4,9 3,8 3,7 Defensa
5
3,2 3,2 Vivienda y servicios comunitarios
1,1 0,8 0,9 Recreación, cultura y religión
0,2
0 Protección del medio ambiente
2000-2005 2010-2015
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: La información corresponde al gobierno central de cada país, a excepción del Brasil, Colombia, la Argentina y México. En los dos primeros casos se refiere al
gobierno general y en los dos últimos al sector público no financiero.
a Promedios simples de cada período.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 85
Como contrapartida del incremento del gasto público en educación, mejoró la cobertura
de la educación secundaria en la región y se registraron algunos avances en materia de
calidad. Con respecto a la cobertura, habida cuenta de los niveles relativamente altos ya
alcanzados en el nivel primario en América Latina a lo largo del siglo pasado, en las últimas
décadas se observa, en términos generales, un lento crecimiento de la escolarización en
ese nivel, que fluctúa alrededor del 92% de la población correspondiente por edad. Por
otra parte, la cobertura del nivel de educación secundaria creció en forma sostenida en el
período examinado. No obstante, el promedio del 75,7% en 2013 sugiere la existencia de
importantes desafíos para ampliar la educación secundaria en el futuro. Cabe mencionar
que la cobertura de educación primaria correspondiente a las niñas se incrementó por
encima de la de los niños en la última década, alcanzando a nivelar el indicador y superando
la histórica situación desfavorable. En el caso de la escuela secundaria la inequidad de
género opera en sentido inverso, pues los adolescentes varones quedan relegados de
la cobertura escolar, muy por debajo con respecto a las mujeres.
Para considerar lo sucedido con el gasto público en salud se debe tener en cuenta
que, atendiendo a su organización institucional y financiamiento, en América Latina han
predominado los sistemas híbridos que, por lo general, han tenido grandes dificultades
para alcanzar la cobertura universal de servicios de salud de calidad. Los servicios de
atención de la salud están a cargo de una variada gama de instituciones y mecanismos
para el financiamiento, la regulación y la provisión, en la que coexisten un subsector
público (mayormente financiado con impuestos generales), la seguridad social (financiada
mediante contribuciones sobre la nómina salarial) y el subsector privado (organizado
a partir de seguros privados o pagos directos de bolsillo). La forma en que estos tres
subsectores se coordinan y articulan (o dejan de hacerlo) da origen a distintas modalidades
de funcionamiento de los sistemas de salud y determina la eficiencia en el uso de los
recursos y los niveles de equidad alcanzados. En este sentido, el análisis exclusivo del gasto
público resulta muy insuficiente para comprender la dirección de las políticas sectoriales.
La necesidad de incurrir en gastos de bolsillo para acceder a servicios de salud o
medicamentos constituye una muestra de la debilidad de las políticas públicas y se reconoce
ampliamente como una fuente importante de inequidad. En este sentido, es común definir
el grado de inequidad de los países en materia de salud según la participación del gasto de
bolsillo en el gasto total de salud (OPS, 2002; OMS, 2010a). En promedio, el 43% del gasto
en salud de la región corresponde a gasto privado, con guarismos por encima del 60%
en Guatemala. El 78,1% de este porcentaje corresponde a gasto directo de los hogares,
mientras el 17,9% se destina al financiamiento de planes prepagos de salud (OMS, 2010).
De acuerdo con este criterio, los sistemas de salud de la región resultan muy inequitativos.
Además de la fragmentación entre subsectores, en muchos países también se observa
un importante grado de fragmentación dentro de cada subsector (público, seguridad social
y privado). La descentralización en la provisión pública impulsada fuertemente durante los
años noventa (aunque no de manera exclusiva), mejoró los niveles de cobertura dentro de
cada país. Sabiendo que la estructura de financiamiento del sistema de salud no es neutra
desde la perspectiva de la equidad, la existencia de una doble institucionalidad asociada
a la provisión pública y la seguridad social tuvo efectos negativos en el financiamiento
y la prestación de los servicios. Además de promover la duplicación de funciones y el
desperdicio de recursos, se generan sistemas de salud diferenciados entre estratos
sociales. A su vez, las dificultades para regular el subsector privado de salud, que en
América Latina representa una proporción significativa del gasto total de salud, han
agravado el uso poco eficiente de los recursos que la sociedad destina al sector salud2.
2 Cuanto más importante sea el subsistema público, mayor será la redistribución implícita en el funcionamiento del sistema de
salud y más homogénea será la cobertura. Por el contrario, el mayor peso del financiamiento de bolsillo estará acompañado
de una menor redistribución y mayor inequidad. El hecho de que el gasto privado represente cerca de la mitad del gasto total
en salud y el de bolsillo se aproxime a un 37% refleja las debilidades de los sistemas regionales de salud pública y seguridad
social para brindar una cobertura de salud efectiva.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 87
Tal vez la orientación más importante a nivel regional fue la creciente preocupación por
incrementar la cobertura de pensiones en países caracterizados por una informalidad laboral
muy significativa y difícil de revertir. En esta situación, un gran porcentaje de la población
mayor no logra cumplir con los requisitos para acceder a prestaciones contributivas.
Por último, el componente del gasto público que ha sido objeto de mayores análisis
en los años recientes es el de los programas de transferencias monetarias condicionadas.
Este ha tenido importantes repercusiones políticas y, simultáneamente, un modesto
impacto en las cuentas públicas. Como se verá, este componente se ha desarrollado
mucho en el último período, caracterizado por una mayor preocupación por la equidad
y los efectos distributivos del gasto público.
Promediando la segunda mitad del siglo pasado, la creciente desocupación y
precarización laboral dejó en evidencia las fallas del sistema contributivo de protección
social para brindar cobertura a un amplio sector de la población. En respuesta a esta
carencia, desde mediados de la década de 1990 comenzaron a implementarse en
América Latina programas de transferencias monetarias que se caracterizan por el
establecimiento de condicionalidades para acceder a la prestación. Estas iniciativas se
han extendido y en la actualidad abarcan a casi todos los países de la región (Cetrángolo
y Goldschmit, 2012; Cecchini y Atuesta, 2017).
En la mayoría de los casos se trata de instrumentos centrales de las políticas de
reducción de la pobreza y la pobreza extrema. Durante los primeros años del presente
siglo, los programas constituyeron una verdadera reforma en el ámbito de los planes
de lucha contra la pobreza porque no adoptaron el modelo del seguro social y su
sistema contributivo y, a su vez, se alejaron de la práctica dominante hasta entonces,
que consistía en la entrega de “bolsas de alimentos” (Fonseca, 2006).
De acuerdo con las mediciones realizadas por Cecchini y Atuesta (2017), en las
últimas dos décadas el gasto público en programas de transferencias condicionadas
aumentó en la mayoría de países de América Latina y el Caribe, tanto medido en
dólares corrientes como en relación con el PIB. En promedio, la inversión pública en
estos programas pasó de representar el 0,06% del PIB regional en 2000 al 0,33% en
2015 (véase el gráfico III.5).
Gráfico III.5
América Latina y el Caribe: gasto público en programas de transferencias condicionadas, 1996-2015
(Como porcentaje del PIB y en millones de dólares corrientes)
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2010
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2011
2012
2013
2014
2015
Fuente: S. Cecchini y B. Atuesta, “Programas de transferencias condicionadas en América Latina y el Caribe: tendencias de cobertura e inversión”, serie Políticas Sociales,
Nº 224, Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2017.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 89
50 Gráfico III.6
América Latina: gasto
Brasil
45 público por países,
Venezuela 1995 y 2015
Argentina Bolivia (Rep. Bol. de)
40 (Como porcentaje del PIB)
Ecuador (Est. Plur. de)
35
Costa Rica Uruguay
30
Año 2015
Colombia
Nicaragua Promedio
25 Chile México
El Salvador Perú
Honduras Panamá
20
Rep. Dominicana Paraguay
15
Haití
10 Guatemala
5
5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Año 1995
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Entonces, y como resulta obvio, la evolución regional del nivel de erogaciones desde
fines de los años noventa corresponde al promedio de situaciones muy diferentes. En
el gráfico III.7 se observa la evolución del gasto público de cuatro grupos de países,
clasificados según su nivel de erogaciones actual. Estos son:
• Grupo A: países con un nivel de gasto público superior al 40% del PIB (Argentina
y Brasil). Siguen una trayectoria marcadamente más dinámica y presentan, en
especial en los últimos diez años, incrementos mucho más significativos que
el promedio4.
3 No puede dejar de señalarse la evolución del gasto público en la Argentina, donde se observa un incremento del gasto superior
al 15% del PIB entre 2005 y 2015. En ese período la presión tributaria creció cerca de 10 puntos porcentuales del PIB y, en
consecuencia, se alcanzó un nivel de desequilibrio fiscal de una magnitud excepcional (entre el 6% y el 7% del PIB) (Cetrángolo,
Gómez Sabaini y Morán, 2015).
4 Si bien en 2015 el Estado Plurinacional de Bolivia alcanzó un nivel de gasto total equivalente al 40,6% del PIB, se trató de una
situación excepcional de los años 2014 y 2015. En 2016 el gasto público de ese país volvió a ubicarse en un nivel similar al
promedio de la última década (34%) y, en consecuencia, se decidió incluirlo en el grupo B.
90 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
• Grupo B: países con un nivel de gasto público entre el 30% y el 40% del PIB
(Bolivia (Estado Plurinacional de), Costa Rica, Ecuador, Uruguay y Venezuela
(República Bolivariana de)), que crecieron a tasas similares a las del grupo A
hasta que, en los últimos años, mostraron retrocesos.
• Grupo C: países con un nivel de gasto público entre el 20% y el 30% del PIB
(Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y
República Dominicana), cuya trayectoria es muy similar al promedio regional.
• Grupo D: países con un nivel de gasto público inferior al 20% del PIB (Guatemala,
Haití y Paraguay) y menores tasas de crecimiento.
Gráfico III.7
América Latina: evolución del gasto público total, por grupos de países, 1995-2016
(Como porcentaje del PIB)
45
40
35
30
26,9 27,3 27,3 27,2
25,7 25,4 26,0 26,0
24,5
25 22,8 22,6 23,2 23,2 23,1 22,7 22,9 23,0 23,4
21,5
20,1 20,2 20,4
20
15 Grupo A
Grupo B
10 Promedio simple
Grupo C
5 Grupo D
1995
1996
1997
2010
2015
2016
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2011
2012
2013
2014
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: Grupo A: gasto público superior al 40% del PIB; Grupo B: gasto público entre el 30% y el 40% del PIB; Grupo C: gasto público entre el 20% y el 30% del PIB;
Grupo D: gasto público inferior al 20%.
Gráfico III.8
América Latina (19 países): composición del gasto público según su clasificación económica,
alrededor de 2016
(En porcentajes)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
Gastos de capital
10 Pago de intereses
0 Gastos corrientes primarios
Argentina
Bolivia
(Est. Plur. de)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Rep. Dominicana
Uruguay
Venezuela
(Rep. Bol. de)
Haití
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
30
25
20
15 Servicios públicos
10 Defensa, orden público
y seguridad
5 Asuntos económicos
0 Social
Grupo A Grupo B Grupo C Grupo D
92 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: Grupo A: gasto público superior al 40% del PIB; Grupo B: gasto público entre el 30% y el 40% del PIB; Grupo C: gasto
público entre el 20% y el 30% del PIB; Grupo D: gasto público inferior al 20%.
Gráfico III.10
América Latina (17 países): composición del gasto público según clasificación funcional, 2015
(En porcentajes)
100
90
80
70
60
50 Asuntos económicos
Defensa, orden público
40 y seguridad
30 Servicios públicos generales
Otros servicios sociales
20
Salud
10 Educación
0 Protección social
Guatemala
Rep. Dominicana
El Salvador
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Ecuador
Honduras
Chile
Uruguay
México
Perú
Colombia
Argentina
Costa Rica
Brasil
Haití
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 93
8
7
6
5
4,35
4 4,11
3 2,73
2
1 2000
2010
0 2015
Argentina
Brasil
Honduras
México
Chile
Colombia
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Rep. Dominicana
Uruguay
Promedio
Haití
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Cuadro III.2
América Latina: indicador sintético de calidad educativa por país en los operativos SERCEa y TERCEb
(Promedio simple de las puntuaciones obtenidas en matemática, lengua y ciencias)
Primaria Secundaria
País
SERCE TERCE SERCE TERCE
Argentina 507,70 522,87 502,73 513,37
Brasil 504,30 529,44 509,87 521,78
Chile 545,75 576,86 531,69 568,76
Colombia 479,97 518,99 503,99 522,25
Costa Rica 550,51 550,18 556,26 540,35
Ecuador 462,74 516,30 453,47 501,91
Guatemala 452,03 497,78 453,64 488,51
México 531,27 534,33 535,77 547,27
Nicaragua 471,29 481,36 465,43 470,64
Panamá 465,13 492,04 465,39 473,07
Paraguay 477,35 484,39 464,27 459,82
Perú 473,96 527,07 477,06 511,12
República Dominicana 395,55 451,03 421,14 445,51
Uruguay 530,59 537,36 551,23 538,41
Promedio países 490,94 515,72 488,78 502,09
Fuente: O. Cetrángolo y J. Curcio, “Financiamiento y gasto educativo en América Latina”, serie Macroeconomía del Desarrollo, Nº 192 (LC/TS.2017/95), Santiago, Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), noviembre, 2017, sobre la base de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), Informe de resultados: Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), Santiago, julio, 2015.
a Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE).
b Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE).
5 Se trata de la segunda y la tercera edición de los estudios de medición y evaluación de la calidad de los sistemas educativos de
América Latina elaborados por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE). Este se creó en
1994 como una red de unidades de medición y evaluación de la calidad de los sistemas educativos de los países de América Latina.
El SERCE se llevó a cabo en 2006 y las áreas estudiadas fueron matemática y lectura en tercer y sexto grado, y ciencias naturales
en sexto grado. El TERCE se realizó en 2013 y comprendió la evaluación de las mismas áreas y grados que el estudio anterior.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 95
Gráfico III.12
América Latina (países seleccionados): puntaje promedio en las pruebas del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes
(PISA) (por área), resultados originales y reescalados, 2000-2015a
A. Lectura B. Matemáticas
430 430
425
422
419
420 420
416
410 410 404
413 410 400 400
398
400 400
399 398
396 398
390 390 396
368
360 360
2000 2003 2006 2009 2012 2015 2000 2003 2006 2009 2012 2015
370 370
360 360
2000 2003 2006 2009 2012 2015 2000 2003 2006 2009 2012 2015
Fuente: A. Rivas y M. Scasso, “¿Qué países mejoraron la calidad educativa?: América Latina en las evaluaciones de aprendizajes”, Documento de trabajo, Nº 161, Buenos
Aires, Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), 2017.
a Los resultados reescalados se presentan para favorecer la comparabilidad luego del cambio metodológico incluido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Por lo visto, tal vez los desafíos más complejos e imprescindibles de las políticas
públicas se encuentran en el gasto en educación. Los sistemas escolares son poco
inclusivos desde el punto de vista socioeconómico, presentan importantes deficiencias
en materia de calidad y rendimiento y no logran consolidarse como palanca del
crecimiento y la igualdad. Es necesario combatir la segmentación del aprendizaje por
nivel socioeconómico, territorio, género y etnia, pues solo la educación podrá sentar las
bases de la tan deseada movilidad social y laboral que reducirá las brechas existentes.
Las mejoras en la educación también son esenciales para permitir la incorporación
del progreso técnico, la innovación y el aumento de la productividad que requieren
las economías de la región. Ciertamente, existen aspectos específicos del gasto
en educación que se consideran imprescindibles para solucionar los problemas: la
disponibilidad de materiales, la incorporación de nuevas tecnologías y modalidades de
aprendizaje, la adecuación de la infraestructura escolar, la capacitación y las buenas
prácticas de los docentes, su asistencia y puntualidad son factores reconocidos por
su incidencia positiva en el aprendizaje.
No obstante, esos factores parecen insuficientes para revertir las debilidades actuales
de los sistemas educativos. Sabiendo que las condiciones del entorno socioeconómico
y cultural determinan en buena parte el aprendizaje, se debe reconocer la existencia de
un círculo vicioso de reproducción intergeneracional de situaciones de vulnerabilidad
que es necesario interrumpir. Si bien estos factores son comunes a la totalidad del
gasto social, en la educación se encuentran las posibilidades más claras de su reversión.
Por último, y no solo con respecto a la provisión de servicios de educación, sino también
de salud y otros servicios públicos que puedan proporcionarse de manera descentralizada,
se plantea el desafío adicional que suponen las disparidades en cuanto a la capacidad
financiera y de gestión entre los territorios. Lamentablemente no se ha encontrado una
solución ideal y consensuada para lidiar con estas dificultades. No obstante, los intentos
más recientes de transferencias con asignación específica a ciertos usos predeterminados
constituyen una alternativa que merece un análisis más cuidadoso, en especial atendiendo
a las dificultades de espacio fiscal para ampliar los presupuestos públicos.
Gráfico III.13
Gasto de bolsillo América Latina: estructura
(31,9) Gastos del gobierno del gasto en salud, 2015
(28,4) (En porcentajes)
Pago voluntario de
servicios de salud Seguros contributivos
(11,2) obligatorios
(28,5)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de la Organización Mundial
de la Salud (OMS).
Nota: Promedio simple de 20 países.
Cuadro III.3
América Latina: estructura del gasto en salud por país, 2015
(Como porcentaje del PIB y en porcentajes)
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS); para la Argentina: cifras oficiales de los subsectores público y seguridad social.
a Los datos de la Argentina se obtuvieron tras la reformulación de sus cuentas nacionales.
98 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Por definición, los mecanismos más solidarios son aquellos en que la totalidad de
la población está incorporada a un sistema único financiado con tributación general y
cuya cobertura es independiente de la capacidad de pago de las personas. Esto, a su
vez, debería verse reflejado en menores niveles de gasto de bolsillo. En la región, ello se
cumple en los países del Caribe de tradición sajona, Cuba y el Brasil (CEPAL, 2006). No
obstante, en este último país el gasto privado representa una gran proporción del gasto
total (el 3,7% del PIB), mientras que el gasto público constituye el 3,6% (OPS, 2011).
El resto de la región, donde se ha conservado parcialmente el financiamiento
mediante cargas sobre la nómina salarial, se caracteriza por sistemas fragmentados.
Mientras en algunos casos se ha tratado de integrar los sistemas contributivos financiados
mediante esas cargas con los esquemas públicos con financiamiento tributario, en
otros se mantiene una significativa segmentación de ambas formas de financiamiento6.
La cobertura efectiva en materia de salud resulta insuficiente y desigualmente
distribuida, con escasa capacidad para combatir las desigualdades que caracterizan a
los países de esta región. Aquí se entiende que el objetivo de la cobertura universal en
materia de salud es mucho más ambicioso que el enunciado de garantizar el acceso a
“algo” de cobertura para cada ciudadano y supone que todos los habitantes de un país
tengan derecho a una cobertura homogénea y suficiente (tanto desde el punto de vista
de la cantidad como de la calidad) que, necesariamente, dependerá del financiamiento.
La cobertura universal implica equidad de acceso y protección financiera. Desde el punto
de vista de las políticas públicas, la cobertura mediante recursos de cobro obligatorio
(rentas generales y cotizaciones sobre los salarios) no debería discriminar por ingresos,
como suele suceder en los sistemas fragmentados donde los trabajadores formales
(y en algunos países sus familias) acceden a niveles de cobertura superiores a los del
resto de la población (Titelman, Acosta y Cetrángolo, 2014).
Además, la imagen resultaría muy incompleta si no se incorporara la importancia
de la articulación de los servicios sociales con el sector privado por medio de los
diferentes agentes que lo conforman. En cada país la presencia del sector privado
incide en la modelación de la oferta y el financiamiento de la salud (pero también de
otros sectores sociales) y condiciona la implementación de las reformas necesarias,
imponiendo nuevos desafíos. Subestimar la importancia de una regulación adecuada
de la presencia privada en los diferentes sectores, en especial salud y educación,
significaría una grave falencia para el logro de sus objetivos.
La falta de una cobertura universal de salud también amplifica los desafíos para
formular políticas públicas que aborden los retos de la transición epidemiológica en la
región. Destaca no solamente la creciente mortalidad por causas no transmisibles, sino
también la disminución de la mortalidad por causas infecciosas y parasitarias (Di Cesare,
2011). Es importante subrayar que, en el primer caso, los cambios en el estilo de vida
y los hábitos alimenticios han incrementado considerablemente la incidencia de la
obesidad, que a su vez ha conllevado un aumento en la incidencia de enfermedades
crónicas, en especial la diabetes (Kain y otros, 2014). Esta situación exigiría una inversión
importante, dado que los costos relacionados con el tratamiento de estas enfermedades
son mucho más elevados que los de las enfermedades transmisibles. En este sentido,
se subraya la importancia de formular políticas de salud transversales, que fortalezcan
los sistemas de salud y, al mismo tiempo, inviertan en programas de prevención.
6 Cabe destacar que, al incrementar los servicios de intermediación, la fragmentación de los sistemas de salud suele, en muchos
casos, dar lugar a un aumento del gasto del sector, que no necesariamente se traduce en mayores prestaciones, sino que
corresponde a una duplicación de costos y servicios.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 99
7 En el caso de Chile, como parte de la reforma de 2008 tendiente a la configuración de un sistema integrado.
100 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Gráfico III.14
América Latina: indicadores de protección de la población mayor de los países agrupados por nivel de gasto
80
60
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Panorama Social de América Latina, 2017 (LC/PUB.2018/1-P), Santiago, febrero, 2017.
Nota: La brecha de cobertura por sexo se calculó como la cobertura de mujeres en edad de jubilarse como porcentaje de la de los hombres. La brecha de cobertura por
quintiles se define como la cobertura de mayores de 65 años del primer quintil de ingresos como porcentaje de la del quinto. El gasto en protección social de los
países fue reescalado, de manera que el 14,60% del PIB=100. Los grupos corresponden a los siguientes países: “Más del 10%” incluye Argentina y Brasil; “Entre
el 6% y el 10%” incluye Chile, Colombia y Uruguay; “Entre el 3% y el 5%” incluye Bolivia (Estado Plurinacional de), Costa Rica, México, Paraguay, Perú y Venezuela
(República Bolivariana de); y, “Menos del 3%” incluye Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana.
Cuadro III.4
América Latina: indicadores del sistema de protección de la población mayor, alrededor de 2014-2015
(En porcentajes)
Brecha en la
Afiliados de Gasto en
Cobertura de Cobertura de Cobertura de cobertura de
15 años o más protección social
País personas mayores hombres en edad mujeres en edad personas mayores
sobre total de (como porcentaje
de 65 años de jubilarse de jubilarse por quintil de
asalariados del PIB)
ingresos
Brasil 78,0 84,2 87,2 75,2 62,10 14,60
Argentinaa 68,9 90,0 84 81,3 70,44 13,95
Colombia 62,3 26,7 30,7 20,5 1,42 9,17
Uruguay 88,4 87,4 76,3 79 86,35 6,94
Chile 81,3 87,1 86,3 74,6 102,57 6,23
Paraguay 38,8 46,2 34,2 34 60,85 4,92
Bolivia (Estado 40,8 96,4 66,6 52,5 98,74 4,38
Plurinacional de)b
Costa Rica 74,5 66,8 73,7 60,7 71,45 4,00
México 44,0 70,6 75,6 66,4 94,33 3,82
Venezuela (República 72,6 60,4 53,5 47,8 21,94 3,58
Bolivariana de)
Perúb 53,5 47,8 54,3 42,2 83,42 3,12
El Salvadorb 50,7 16,4 17,6 10,7 5,99 2,73
República Dominicanab 70,7 17,2 19,3 11,2 25,86 1,82
Guatemalab 37,9 19,3 22,7 15 15,49 1,26
Panamá 76,1 78,6 75 57,9 64,59 1,18
Ecuadorb 63,0 62,8 62,4 63,1 83,66 1,12
Honduras 37,8 9,6 11,5 7,2 3,60 0,84
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Panorama Social de América Latina, 2017 (LC/PUB.2018/1-P), Santiago, febrero, 2017.
a Se considera solo la zona urbana.
b La información corresponde a la afiliación al sistema de pensiones.
En ese contexto, la Junta de los Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones
Unidas para la Coordinación adoptó la Iniciativa sobre un Nivel Mínimo de Protección
Social como una de las prioridades para hacer frente a la crisis mundial. Los niveles
mínimos de protección social deberían asegurar el acceso universal, como mínimo, a
las siguientes garantías básicas: i) el acceso a la atención de salud esencial, incluida
la atención de la maternidad; ii) la seguridad básica del ingreso para los niños; iii) la
seguridad básica del ingreso para las personas en edad activa que no puedan trabajar
(por ejemplo, las personas con discapacidad o desempleadas); y iv) la seguridad básica
del ingreso para las personas mayores, tratada en el apartado anterior.
La innovación más significativa en materia de políticas sociales de la región ha
sido la introducción casi generalizada durante el último período de programas de
transferencias monetarias condicionadas8. En 2015, el promedio regional invertido en
estos programas alcanzó el 0,33% del PIB. Entre los países con mayor inversión de este
tipo como porcentaje del PIB se encuentran la Argentina (0,59%), el Brasil (0,50%), la
República Dominicana (0,43%) y el Uruguay (0,39%)9. En el otro extremo, los países
de la región que presentan el menor nivel de inversión en estos programas expresado
como porcentaje del PIB durante ese año se encuentran Belice, Guatemala, Haití y
Panamá (todos por debajo del 0,1% del PIB de sus economías).
Estos resultados reflejan situaciones bastante dispares. En el caso de Belice y
Haití se trata de programas muy pequeños, que deberían fortalecerse para cubrir
efectivamente a la población objetivo y disminuir los niveles de extrema pobreza y
pobreza. En Guatemala, el presupuesto del programa Mi Bono Seguro se redujo un
45% en términos nominales entre 2014 y 2015. En el caso de Panamá este resultado
es la combinación de una leve disminución del gasto de la Red de Oportunidades en
2014 y 2015 y de elevadas tasas de crecimiento del PIB.
Al analizar la tendencia del gasto en programas de transferencias condicionadas entre
2000 y 2015 (véase el gráfico III.15), debe destacarse la situación del Brasil, cuya inversión en
estos programas se incrementó de manera sostenida y pasó del 0,03% del PIB en 2000 al
0,50% del PIB en 2015. Entre 2005 y 2015, la Argentina y la República Dominicana registran
los mayores incrementos de la inversión en estos programas como porcentaje del PIB,
con aumentos cercanos a 0,50 y 0,37 puntos porcentuales, respectivamente. En el mismo
período, se observa en varios países (Bolivia (Estado Plurinacional de), Honduras, México y
Uruguay) una merma de la inversión en programas de transferencias condicionadas como
porcentaje del PIB, que refleja una ralentización en el crecimiento de estas erogaciones.
Aunque sería deseable que no se requirieran programas para asegurar ingresos básicos
a los sectores más desfavorecidos, la situación actual y las expectativas a mediano plazo
(en especial referidas al mercado de trabajo) impiden imaginar que se pueda prescindir
de los programas de transferencias monetarias a los hogares más vulnerables. Así, estos
programas integran objetivos de asistencia o reducción de la pobreza a corto plazo con
la superación de la pobreza a largo plazo mediante estrategias de acumulación de capital
humano. Ello se basa en la idea de que, dado que las estrategias utilizadas por los más
pobres para afrontar las crisis pueden llevar al desahorro en capital humano y a perpetuar
la pobreza, una acción dirigida simultáneamente a abordar las consecuencias y las causas
de la pobreza puede interrumpir su reproducción intergeneracional (Villatoro, 2007).
8 Los programas de transferencias monetarias condicionadas que se desarrollaron en los países de la región se consideran
“innovadores” por varios motivos, entre ellos sus mecanismos de focalización, el establecimiento de prestaciones “en efectivo”
en lugar de “en especie” y las condicionalidades establecidas en muchos casos en relación con el desarrollo de ciertas acciones
por parte de los destinatarios, como la asistencia escolar de los niños del hogar, controles de salud, vacunas y dosis de refuerzo
(Hailu y Veras Soares, 2009).
9 Si bien el Bono de Desarrollo Humano del Ecuador presenta una inversión en programas de transferencias condicionadas
equivalente al 0,66% del PIB en 2015, se excluye del análisis porque esos recursos no solo incorporan la transferencia monetaria
condicionada para familias con niños (que representa el 0,26% del PIB) sino también la pensión para personas mayores y la
pensión para personas con discapacidad.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 103
Gráfico III.15
América Latina y el Caribe: inversión en los programas de transferencias condicionadas, por país, alrededor de 2000, 2005, 2010 y 2015
(Como porcentaje del PIB)
1,0
0,9
0,8
0,7 0,66
0,59
0,6
0,5
0,5
0,43 0,39
0,4 0,35
0,27 0,24
0,3 0,17
0,2 0,15 0,09 0,2 0,23 0,22 0,18 0,18
0,2 2000
0,1 2005
0,1 0,06
0,01 2010
0 2015
Argentina
Belice
Bolivia
(Est. Plur. de)
Brasil
Guatemala
Chile
Colombia
Costa Rica
Ecuador
El Salvador
Honduras
Jamaica
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Rep. Dominicana
Uruguay
Trinidaad y Tabago
Haití
Fuente: S. Cecchini y B. Atuesta, “Programas de transferencias condicionadas en América Latina y el Caribe: tendencias de cobertura e inversión”, serie Políticas Sociales,
Nº 224, Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2017.
10 Una serie de autores ha estimado que para acabar con dicha brecha, la región debería invertir aproximadamente el 5% del PIB
en infraestructura, por un período de tiempo prolongado (Serebrisky y otros, 2015). Para profundizar el análisis de esta temática
desde diferentes perspectivas se recomienda la lectura de CEPAL (2017a, 2015a y 2015b).
104 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Chile y Costa Rica presentan los mejores niveles de cobertura en los cuatro sectores
analizados, mientras el Brasil, el Paraguay, México, la República Bolivariana de Venezuela,
Panamá, Colombia, El Salvador y el Ecuador muestran niveles de acceso a los servicios
relativamente cercanos al promedio regional. Por último, los indicadores de acceso
más limitado se registran en la República Dominicana, el Perú, Guatemala, Nicaragua,
Honduras, el Estado Plurinacional de Bolivia y Haití.
Cuadro III.5
América Latina y el Caribe: indicadores de acceso a infraestructura por país, alrededor de 2016
Fuente: Banco Mundial, “World Development Indicators”, 2017 [en línea] https://datacatalog.worldbank.org/dataset/world-development-indicators.
Nota: La información de este cuadro corresponde a una metodología especial utilizada en el informe de referencia y puede no coincidir con los indicadores censales u
otros de uso difundido. Véase más información en Banco Mundial (2017).
a La información corresponde a 2014.
b La información corresponde a 2015.
c La información corresponde a 2016.
d Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Al observar la estructura actual de la inversión pública en los países sobre los que
se cuenta con información más reciente, se comprueba que gran parte de la inversión
pública se destina al sector del transporte. En los extremos, en Belice el 33% de los
recursos destinados a la inversión pública corresponden a dicho sector, mientras que
en Guatemala esa cifra asciende al 90%. La escasa participación de la energía y las
telecomunicaciones se relaciona con la consolidación del proceso de privatización que
tuvo lugar en ambos sectores (véase el gráfico III.16).
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo III 105
Gráfico III.16
América Latina y el Caribe (13 países): estructura de la inversión pública en infraestructura por sector, 2015
(En porcentajes)
100
90
80
70
60
50
40
30
20 Transporte
Telecomunicaciones
10 Energía
0 Agua
Argentina
Belice
Bolivia
(Est. Plur. de)
Brasil
Guatemala
Chile
Colombia
Costa Rica
México
Nicaragua
Perú
Rep. Dominicana
Trinidad y Tabago
Fuente: Comisión Económica para América Latina (CEPAL), sobre la base de Datos de Inversión en Infraestructura Económica en América Latina y el Caribe (INFRALATAM)
[base de datos en línea] http://www.infralatam.info/.
C. Reflexiones finales
Después de revisar la evolución de las políticas y el gasto público durante los últimos
30 años, así como la situación actual en materia de intervención de los Gobiernos de
América Latina, resulta inevitable cierta insatisfacción al comprobar la simultaneidad
de dos fenómenos: el crecimiento de la presencia estatal y su debilidad o insuficiencia
para lidiar con los graves problemas sociales y económicos de los países de la región.
Las dificultades para alcanzar niveles aceptables de inclusión, equidad e igualdad en
el cumplimiento de los derechos siguen siendo la regla.
No obstante, pese a la gran heterogeneidad de situaciones se ha comprobado una
creciente preocupación por mejorar los efectos de las intervenciones. La trayectoria del
gasto público de los países obedece a una variedad de situaciones pero, en general,
coincide en cierta medida con las políticas de gasto condicionadas por la emergencia
de los años ochenta, los intentos de mejorar la eficiencia mediante la retracción de la
intervención estatal en los años noventa y —bajo condiciones especiales dominadas
por la mayor disponibilidad de recursos y el cuestionamiento de la dirección previa de
las reformas— la mayor preocupación por mejorar la educación y ampliar la cobertura
de la protección social, que suponen la necesidad de mejorar la distribución del ingreso
y consolidar políticas públicas más equitativas.
106 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Por último, es necesario tomar conciencia de que las posibilidades de cumplir con la
amplia y compleja agenda de reformas aquí planteada dependerán del fortalecimiento de
las burocracias estatales. La ausencia de servicios civiles con una razonable capacidad
para implementar las iniciativas de reforma puede determinar el fracaso de muchas
de esas iniciativas o, en todo caso, hacer que los gobiernos con un mayor grado de
realismo encaren reformas menos ambiciosas pero que puedan ser implementadas
por las burocracias existentes. La modernización y consolidación de una burocracia
estatal dinámica, flexible y eficiente es un desafío permanente de todas y cada una
de las políticas de gasto público.
Bibliografía
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(2006), La protección social de cara al futuro: acceso, financiamiento y solidaridad
(LC/G.2294 (SES.31/3)), Santiago, febrero.Cetrángolo O. y J. Curcio (2017), “Financiamiento
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(LC/W.409), A. Bárcena y O. Kacef (comps.), Santiago, Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL), julio.
108 Capítulo III Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
IV
CAPÍTULO
de la política fiscal en
América Latina y el Caribe
a la luz de los nuevos debates
Introducción
A. El consenso en torno a la política fiscal antes de la crisis y el debate sobre
una nueva política fiscal
B. El debate sobre una nueva política fiscal y su relevancia para los países
en desarrollo como los de América Latina y el Caribe
C. Conclusiones y desafíos
Bibliografía
Introducción
La crisis financiera mundial de 2008-2009 y su impacto de corto y mediano plazo en
las trayectorias de crecimiento del mundo desarrollado y de algunas economías en
desarrollo ha puesto sobre la mesa la necesidad de debatir y repensar la teoría y la
política macroeconómica. Esto atañe a varios ámbitos de acción, incluida la regulación
financiera, la política macroprudencial, la política monetaria a nivel internacional y
nacional, la administración del tipo de cambio y los flujos financieros y también, desde
luego, la política fiscal.
La política fiscal ha cobrado particular relevancia en estos debates debido a varios
factores. Entre ellos se incluyen la predominancia de bajas tasas de interés, lo que limita
el papel de la política monetaria, abriendo así el espacio para promover el crecimiento
con otro tipo de políticas; el prolongado bajo crecimiento de las economías más
desarrolladas —incluso por debajo de su potencial— y también el papel más proactivo
y contracíclico que en algunas economías ha adquirido la política fiscal. Algunas ideas
que parecían estar obsoletas, como el multiplicador keynesiano, límites más amplios
al endeudamiento o una mayor discrecionalidad fiscal, aparecen hoy como opciones
viables y, según algunos autores, como parte de los elementos y consideraciones que
podrían conformar una nueva política fiscal. Huelga decir que estas propuestas tienen
detractores apegados a una política fiscal rígida, menos proactiva y más dedicada a
mantener los equilibrios fiscales. Aun así, aunque no hay un consenso establecido, el
debate está abierto y lejos de darse por concluido.
El debate macroeconómico actual se ha centrado esencialmente en los países
desarrollados y, sobre todo, en las economías más cercanas al origen de la crisis
financiera mundial y en las que más sintieron su impacto. En general, este debate
ha afectado poco a las economías en desarrollo y en particular las de América Latina
y el Caribe, con algunas excepciones. En el presente capítulo se intenta analizar y
plantear algunas de las nuevas ideas sobre la política fiscal y debatir de manera abierta
su aplicabilidad en América Latina. Más precisamente, en el capítulo se revisan las
opciones de política fiscal de la región, a la luz de la nueva política fiscal que se está
discutiendo a nivel global.
Cabe destacar, no obstante, que el contraste entre el presente y el pasado no es
tan marcado en América Latina y el Caribe como en el mundo desarrollado. Por una
parte, la región no recibió los embates de la crisis financiera mundial con la misma
intensidad que los países desarrollados. Contrariamente a otros episodios, esta crisis
no se gestó en el mundo en desarrollo. Además, como en la región la alta volatilidad
macroeconómica estuvo lejos de moderarse durante la segunda globalización, la
preocupación sobre la política fiscal, su capacidad estabilizadora y su sostenibilidad
nunca perdieron fuerza. Por último, no todas las nuevas propuestas son aplicables a
América Latina y el Caribe, una región muy heterogénea en términos de capacidades
y espacios fiscales.
Este capítulo se ordenará de la siguiente manera. En primer lugar, se analizará
el consenso existente en torno de la política fiscal y su relación con la función de
estabilización antes de la crisis y sus canales de transmisión, para después analizar
su reformulación a partir de la crisis financiera mundial de 2008-2009. Luego, se
pasará revista a las principales características de la política fiscal en América Latina y
las tendencias en la región antes de la crisis y se analizarán las opciones regionales
a la luz del debate sobre una nueva política fiscal. Finalmente, se plantearán algunas
conclusiones y desafíos pendientes.
112 Capítulo IV Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
1 Según esta hipótesis, los agentes económicos basan sus decisiones de gasto en su ingreso permanente. Este se define como
la trayectoria de ingreso de largo plazo.
114 Capítulo IV Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
muestra que las distintas regiones del mundo, ya se trate de regiones en desarrollo o
desarrolladas, utilizaron la política fiscal para enfrentar el impacto de la crisis financiera
mundial. El estímulo fiscal representó un 9,1%, 5,9%, 4,3%, 3,4% y 2,6% para Asia
y el Pacífico, África y Oriente Medio, Europa oriental y central, economías avanzadas
y América Latina y el Caribe, respectivamente (véase el gráfico IV.1)
Gráfico IV.1 10
Mundo (regiones 9,1
seleccionadas): estímulo 9
fiscal, 2008-2009 8
(En porcentajes del PIB)
7
5,9
6
5
4,3
4
3,4
2,6
3
2
1
0
Asia y el Pacífico África y Europa oriental, Economías América Latina
(no incluye el Japón Oriente Medio central y economías desarrolladas y el Caribe
y la Rep. de Corea) en transición
Fuente: L. Laeven y F. Valencia, “The real effects of financial sector interventions during crises”, IMF Working Paper, N° 11/45,
Washington, D.C., Fondo Monetario Internacional (FMI), 2011.
2 Cabe señalar que, aunque en el Brasil el estímulo fiscal fue menor al de los demás países, se emplearon otras medidas además
de la tasa de política monetaria para contrarrestar los efectos de la crisis financiera mundial. En particular, la banca pública y el
Banco Nacional para el Desarrollo Económico y Social del Brasil (BNDES) influyeron muchísimo como instrumento contracíclico.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo IV 115
Gráfico IV.2
América Latina (5 países): estímulo fiscal, 2008-2010
(En porcentajes del PIB)
12
10
0
Estímulo fiscal 1a
-2 Estímulo fiscal 2 b
Brasil Chile Colombia México Perú
Fuente: L. Laeven y F. Valencia, “The real effects of financial sector interventions during crises”, IMF Working Paper, N° 11/45, Washington, D.C., Fondo Monetario
Internacional (FMI), 2011.
a El estímulo fiscal 1 corresponde a paquetes de estímulo fiscal discrecional anunciado, medidos mediante el efecto neto sobre los balances fiscales en el período 2008-2010
Este cambio de orientación de la política fiscal fue apoyado por organismos internacionales
como el Fondo Monetario Internacional. Así, en la publicación Perspectivas de la economía
mundial: la vivienda y el ciclo económico (FMI, 2008a) se hizo referencia al importante
rol de la política fiscal a la hora de estabilizar la economía y se destacó que, fuera del
apoyo fiscal oportuno que podrían proporcionar los estabilizadores automáticos, existía
justificación para un estímulo discrecional adicional en algunos países3. Se advirtió, no
obstante, que cualquier estímulo debía ser oportuno, bien dirigido y rápidamente retirado.
De la misma manera, el Grupo de los 20 (abril de 2009, São Paulo) apoyó una expansión
fiscal coordinada y sin precedentes que permitiría salvar millones de empleos.
Un segundo factor de cambio fue la persistente brecha entre el producto real y el
potencial, que abrió un mayor espacio para el uso de la demanda agregada con el fin de
expandir el producto, y puso de relieve la importancia del multiplicador keynesiano. De
hecho, a partir de esos años empezaron a cuestionarse las estimaciones tradicionales
del multiplicador keynesiano, que subestimaban su valor, lo que se traducía en ajustes
fiscales mayores a los requeridos. De acuerdo con el FMI (2015), los multiplicadores
son también elementos importantes que deben tenerse en cuenta en el diseño y
asesoramiento de las políticas. Subestimar los multiplicadores puede llevar a los
países a establecer objetivos fiscales inalcanzables y calcular erróneamente el ajuste
necesario para reducir su coeficiente de deuda. Esto podría afectar la credibilidad de los
programas de consolidación fiscal. Además, las autoridades podrían aplicar reiteradas
rondas de ajuste en un esfuerzo para que las variables fiscales converjan en las metas
oficiales, socavando la confianza y desencadenando un círculo vicioso de crecimiento
lento, deflación y mayor ajuste.
3 Véanse también FMI (2008b) y Lavoie (2016). Las guías para enfrentar la crisis financiera mundial se establecieron en Spilimbergo
y otros (2008), quienes afirmaron que los estabilizadores automáticos debían cumplir una importante función, al permitir aumentar
temporalmente el número de empleos en el sector público (pero no aumentar el sueldo), reducir los impuestos e incrementar
el rol de intermediario financiero del Estado. Todo esto estaba encaminado a reparar el sistema financiero y crear demanda
para así recobrar la confianza que se había perdido debido a la crisis.
116 Capítulo IV Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
8
6,1
6
4,9
4 3,7
-2
-1,4
-4
Precrisis
-4,4
-6 Poscrisis
1970-1979 1980-1989 1990-1999 2000-2011
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Fondo Monetario Internacional (FMI).
4 La disminución en la tendencia de largo plazo del crecimiento en esas economías no se origina con la crisis financiera mundial
(2007-2009) o con la crisis del euro (2009-2013). Esto contradice a FMI (2015), donde se argumenta que la crisis financiera
mundial provocó un cambio estructural en la tendencia de crecimiento de largo plazo de las economías más desarrolladas.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo IV 117
8 Gráfico IV.4
Países desarrollados: tasas
de interés reales promedio,
6
1971-2015
(En porcentajes)
4
-2
-4
-6
1971
1973
1975
1977
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013
2015
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Fondo Monetario Internacional (FMI).
Donde,
= tasa de interés real; =tasa de crecimiento del PIB real; = déficit primario
en relación al PIB; = deuda fiscal a PIB
Tal como se desprende de la ecuación (1), el impacto sobre la deuda de la diferencia
entre la tasa de crecimiento y la tasa de interés real siempre será mayor que el impacto que
tiene la reducción del déficit primario. Además, mientras que la tasa de crecimiento de la
economía sea positiva y mayor que la tasa de interés real, un déficit primario positivo está
asociado con una disminución de la razón entre deuda pública y PIB. En este sentido, no se
necesitan programas de austeridad para reducir la deuda pública5. La evidencia disponible
para las economías desarrolladas es que, en general, la tasa de interés real siempre ha
sido más baja que la tasa de crecimiento. De hecho, Kogan y otros (2015) muestran que
eso es lo que ha ocurrido en los últimos dos decenios en los Estados Unidos6.
Según algunos autores (DeLong, 2016), esta situación reflejaría un problema de
eficiencia dinámica de los mercados financieros, que empuja al alza a los activos riesgosos
y a la baja a los activos que están libres de riesgo, como por ejemplo la deuda soberana.
La solución a esta falla de mercado radicaría en aumentar la deuda pública. Al fin y al
cabo, no hay razón para no utilizar activos de bajo riesgo para financiar la inversión pública.
5 Véanse dos puntos de vista opuestos en este tema en Taylor y otros (2012) y Alesina, Stantcheva y Teso (2018).
6 Según estos autores la tasa a la cual el Gobierno de los Estados Unidos se ha endeudado en los últimos 200 años ha promediado
100 puntos base por debajo de la tasa de crecimiento de la economía.
118 Capítulo IV Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
7 El trabajo pionero dentro de esta línea de investigación ha estado a cargo de Gavin y Perotti (1997). Otros autores, como Sutton
y Catão (2002), Alesina, Campante y Tabellini (2008), Bello y Jiménez (2008), Kaminski, Reinhart y Vegh (2004) y Talvi y Vegh
(2005) llegaron a conclusiones similares. Véase una estimación reciente de la posición fiscal en relación con el ciclo en Ardanaz
y otros (2015).
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo IV 119
8 De acuerdo con la literatura especializada, se pueden utilizar diferentes indicadores para analizar el carácter cíclico de la
política fiscal. La técnica más utilizada es la estimación de saldos fiscales estructurales o ajustados por el ciclo económico,
es decir, corregidos por el impacto de la brecha entre el PIB real y potencial sobre los ingresos y gastos presupuestarios. Estas
estimaciones se complementan con otros ajustes, como, por ejemplo, aquellos que permiten eliminar el impacto fiscal de los
ciclos en los precios de los recursos naturales o de medidas fiscales de carácter transitorio. Los saldos resultantes se definen
como estructurales.
120 Capítulo IV Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
A. Resultados fiscales
3
-1
-2
-3
Resultado primario
-4 Resultado global
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
60
50
40
30
20
10 Deuda total
Deuda externa
0 Deuda interna
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2015
2016
2017
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
a Promedios simples.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo IV 121
Sin embargo, cabe señalar que la política fiscal de esta época acusó varias
inconsistencias graves (CEPAL, 2000). Los países pretendían reducir o eliminar sus
déficits fiscales, pero sus esfuerzos se vieron neutralizados por otras medidas incluidas
en los paquetes de reformas estructurales. Por ejemplo, los ingresos fiscales fueron
socavados por reformas tributarias que buscaron reducir las tasas de impuestos, así
como por la liberalización de las importaciones, que produjo una fuerte caída de los
ingresos por concepto de aranceles. Además, se señala que la descentralización fiscal
durante el período exacerbó los déficits fiscales de los gobiernos centrales, al transferir
recursos a otras entidades del sector público, pero no las obligaciones correspondientes.
Este lineamiento de política fiscal se fortaleció aún más en la década de 2000 debido
a la crisis asiática que estalló a finales de los años noventa y que provocó crisis en la
Argentina (1998-2002) y el Brasil (1999). En este período se registró un empeoramiento
del resultado fiscal y una nueva alza de la deuda pública. En respuesta, como muestra el
gráfico IV.6, un creciente número de países de la región adoptó marcos institucionales
y reglas fiscales con un énfasis en el equilibrio de las cuentas fiscales no solamente
en el corto plazo, sino también en el mediano plazo (CEPAL, 2011).
Gráfico IV.6
América Latina: países con reglas fiscales, por tipo de regla, 1998-2016
(En número de países)
18
16
14
12
10
4
Reglas en América Latina
2 Balance
Deuda
0 Gasto
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Fondo Monetario Internacional (FMI).
9 Esto es especialmente cierto para algunos países europeos, como Alemania, Francia, los Países Bajos, el Reino Unido, Suecia
y Suiza, donde los rendimientos reales implícitos sobre las emisiones de bonos a 10 años continúan siendo negativos y, en
algunos casos, muy negativos (IPF, 2017).
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo IV 123
Gráfico IV.7
Países seleccionados: tasas de interés de largo plazo (10 años), 2000-2017
(En porcentajes)
18
16
14
12
10
4 Colombia
México
2 Chile
Estados Unidos
0 Zona del euro (19 países)
Ene-2000
Jul-2000
Ene-2001
Jul-2001
Ene-2002
Jul-2002
Ene-2003
Jul-2003
Ene-2004
Jul-2004
Ene-2005
Jul-2005
Ene-2006
Jul-2006
Ene-2007
Jul-2007
Ene-2008
Jul-2008
Ene-2009
Jul-2009
Ene-2010
Jul-2010
Ene-2011
Jul-2011
Ene-2012
Jul-2012
Ene-2013
Jul-2013
Ene-2014
Jul-2014
Ene-2015
Jul-2015
Ene-2016
Jul-2016
Ene-2017
Jul-2017
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Bloomberg L.P. y Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE),
OECD.Stat [base de datos en línea] http://stats.oecd.org/.
Por consiguiente, para que los países de la región pueden sacar provecho de este
escenario de bajas tasas de interés mundial, deben acercarse a los mercados financieros
internacionales para emitir deuda en moneda extranjera. En efecto, la consolidación
de la institucionalidad macroeconómica en la región y la reducción del riesgo soberano
han permitido a los países acceder cada vez más a los mercados internacionales para
emitir deuda en condiciones muy favorables. Como se observa en el gráfico IV.8, el
saldo de títulos de deuda en mercados internacionales de los gobiernos generales de la
región ha aumentado notablemente, en particular a partir de 2014. Aunque en términos
absolutos esta alza se explica por la Argentina, es importante subrayar que 17 países
de América Latina y el Caribe emitieron bonos soberanos en 2017 (CEPAL, 2017a).
Gráfico IV.8
América Latina y el Caribe: saldo de títulos de deuda en mercados internacionales de los gobiernos generales, primer trimestre
de 2000 a tercer trimestre de 2017
(En millones de dólares)
450 000
400 000
350 000
300 000
250 000
200 000
150 000
100 000
50 000
0
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
Trim 4
Trim 1
Trim 2
Trim 3
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Argentina Otros países de América Latina y el Caribe
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de estadísticas del Banco de Pagos Internacionales (BPI).
124 Capítulo IV Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Recuadro IV.1
Un examen de la sostenibilidad de la deuda en América Latina
Resulta interesante examinar algunos escenarios simples para establecer cómo el contexto financiero internacional podría
afectar la evolución de la deuda pública en la región. Partiendo del cálculo de la dinámica de la deuda —que se define
en función del saldo fiscal primario, la tasa de interés real y la tasa de crecimiento real—, se establecen cuatro escenarios
posibles a partir de un incremento del déficit primario de un punto porcentual (reflejando un aumento del gasto público)
y mejora o deterioro de las condiciones financieras reflejadas a partir de la tasa de interés real. Cabe señalar que en estos
escenarios no se incorporan potenciales variaciones del tipo de cambio real.
En el cuadro siguiente se muestran los supuestos para los diferentes escenarios. En el caso del escenario base se
toma la situación actual en 2017, con un déficit primario del 0,7% del PIB. Para los otros escenarios, se incrementa el déficit
primario un punto porcentual (al 1,7% del PIB) y se altera la tasa de interés real al 0% en una perspectiva favorable, al 1%
en una posición neutral y al 3% en un escenario menos favorable. Cabe señalar que en estos escenarios no se considera
la posibilidad de que estas inversiones podrían autofinanciarse a través del aumento del crecimiento económico, como
plantean DeLong y Summers (2012).
Cuadro
Escenarios de tasa de interés y balance fiscal primario equilibrado para proyección de la deuda pública
Como se ilustra en el siguiente gráfico, en todos los escenarios el incremento de 1,0 punto porcentual del déficit primario
conlleva un aumento de la deuda pública respecto del PIB. Sin embargo, es preciso dimensionar este incremento. Durante
el período esta política generaría un déficit primario acumulado de 22,1 puntos porcentuales del PIB, del cual 13,0 puntos
porcentuales corresponden al gasto nuevo, en este caso nueva inversión pública. Sin embargo, en los escenarios 1 y 2 el
incremento de la deuda pública es mucho menor (pues el diferencial entre tasas se mantiene negativo), con aumentos de
8,8 y 13,9 puntos porcentuales, respectivamente. En el caso de un escenario de tasas menos favorable la deuda empieza
a mostrar una tendencia alcista.
Gráfico
América Latina: deuda pública en el mediano plazo a 2030 para distintos escenarios de tasa de interés y un incremento
(de 1 punto porcentual) del déficit primario
52,3
50
47,2
44,6
38,4
40
30
20
Escenario 3: bp = -1,7% del PIB, r = 3%
Escenario 2: bp = -1,7% del PIB, r = 1%
10
Escenario 1: bp = -1,7% del PIB, r = 0%
Base, bp = -0,7% del PIB,
0 r = 1,8%, n* = 2,6%
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
2030
20
13,9
15
8,8
10
6,2
5
0
Base, bp= -0,7% Escenario 1: bp = -1,7% Escenario 2: bp = -1,7% Escenario 3: bp = -1,7%
del PIB, r = 1,8%, n* = 2,6% del PIB, r = 0% del PIB, r = 1% del PIB, r = 3%
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Nota: bp = balance primario, n* = tasa de crecimiento potencial del producto, r = tasa de interés real estimada para países emergentes a mediano plazo.
Cabe preguntarse si existe espacio para una política fiscal con más discrecionalidad
en el contexto de bajas tasas de interés descrito por Blanchard y Summers (2017).
La evidencia sugiere que, dadas ciertas condiciones macroeconómicas y financieras,
los países podrían aprovechar los mercados internacionales para generar recursos
destinados a financiar una política fiscal más activa. No obstante, no se pueden descartar
los riesgos asociados con el financiamiento externo. Además, el uso más amplio de
estos mercados iría en contra del consenso regional en favor de la reducción de este
tipo de deuda, surgido después de la crisis de la deuda.
Gráfico IV.9
América Latina (19 países): gastos de capital del gobierno central, 1990-2016
(En porcentajes del PIB)
25 5,0
4,5
20 4,0
3,5
15 3,0
2,5
10 2,0
1,5
5 1,0
Porcentaje del gasto total
0,5 (eje derecho)
Porcentaje del PIB
0 0 (eje izquierdo)
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2004
2007
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Gráfico IV.10
Impuesto sobre la renta personal como porcentaje del PIB y el PIB per cápita, alrededor de 2013
(En porcentajes del PIB y en dólares ajustados por la paridad del poder adquisitivo (PPA) en términos del PIB per cápita)
14
y = 1,4865x-9,9232
R² = 0,2677
12
10
Impuesto sobre la renta personal
(en porcentajes del PIB)
6
Países desarrollados (36 países)
4 África (35 países)
Asia (23 países)
2 El Caribe (10 países)
Economías en transición
0 (13 países)
América Latina (15 países)
-2 Lineal (132 países)
6 7 8 9 10 11 12
Logaritmo del PIB per cápita en dólares ajustados por la paridad del poder adquisitivo
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos/Comisión Económica para
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Gráfico IV.11
Prestaciones en efectivo por desempleo, último año disponible
(En porcentajes de beneficiados)
56,5
60
46,2
50
42,5
40
28,5
30
22,5 21,8
16,7
20
12,2 12,0
10
5,6
0
América Latina América Europa Europa Asia central
y el Caribe del Norte septentrional, oriental y occidental
meridional y
occidental
Las Asia y Europa y
África Américas Las Américas el Pacífico Asia central Europa y Asia central Mundo
Fuente: Organización Internacional del Trabajo (OIT), World Social Protection Report 2017-19: Universal Social Protection to Achieve the Sustainable Development Goals,
Ginebra, 2017.
C. Conclusiones y desafíos
Como se mencionó, a partir de la crisis financiera mundial de 2008-2009, la capacidad
estabilizadora de la política fiscal se revalorizó significativamente y se recurrió a ella en
forma generalizada, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
La nueva aproximación al rol estabilizador de la política fiscal en los países desarrollados
le ha dado un impulso renovado al debate sobre política fiscal y macroeconómica, y
aunque las propuestas que han surgido para adoptar una política fiscal más flexible y
proactiva no puedan aplicarse automáticamente en la región, el análisis de las propuestas
formuladas en este debate nos permite plantear una serie de objetivos que podrían
mejorar la capacidad estabilizadora de la política fiscal.
La política fiscal de estabilización no puede diseñarse sin tener en cuenta la naturaleza
y tipo de choque que enfrenta una economía. En América Latina la política fiscal de
estabilización va más allá de una política contracíclica. También debe considerar las
características de la volatilidad agregada (tipo de choque, tamaño de las fluctuaciones
cíclicas, frecuencia de las crisis). El estudio de la región muestra que las iniciativas de
estabilización incluyen una amplia gama de factores y no se limitan solo a iniciativas
anticíclicas y estabilizadores automáticos. Estos incluyen, entre otros, políticas de
ajuste estructural y políticas anticrisis.
Existe una clara necesidad de fortalecer los estabilizadores automáticos de la política
fiscal, por el lado tanto del gasto como de los ingresos. Reforzar los sistemas de protección
social, así como mejorar el impuesto a la renta personal redundaría en un doble beneficio
al mejorar el rol de estabilización y el impacto redistributivo de la política fiscal.
Es importante perfeccionar las estimaciones del multiplicador fiscal a fin de tener
una mejor evaluación del tamaño, la persistencia y los determinantes del impacto de
la política fiscal en la demanda agregada.
Resulta central para el análisis y diseño de la política fiscal refinar el concepto
de política fiscal discrecional. Para ello es necesario contar con una buena tipología
de las reglas fiscales utilizadas en la región, así como de las diferentes formas de
discrecionalidad, que esté fundada teóricamente y tenga contrapartes empíricas bien
identificadas. Las nociones dicotómicas, como la de “reglas” frente a “discrecionalidad”,
no tienen un fundamento empírico bien determinado, por lo que enfrentan limitantes
a la hora de considerarse recomendaciones de política.
Por último, es necesario priorizar el gasto en infraestructura, destacándose la
importancia de impulsar la inversión pública como un puente hacia el futuro y de
fortalecer la contribución del gasto público a la dinámica del producto potencial. Además,
habrá que mejorar la calidad del gasto en capital, consolidando procesos, sistemas e
instituciones, con el fin de optimizar la eficacia, la eficiencia y la rendición de cuentas.
Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe • 2018 Capítulo IV 131
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En 2017 la dinámica fiscal de la región se caracterizó por
una consolidación fiscal que se refleja en una mejora del
resultado primario, aunque en algunos países todavía
se observan déficits elevados. Esta consolidación fue
producto de una contención del crecimiento del gasto
público y una reactivación de los ingresos fiscales. A
su vez, la mejora de la posición fiscal y el repunte de
la actividad económica atenuaron el crecimiento de la
deuda pública en la región.