Apertura de CrÇdito
Apertura de CrÇdito
Apertura de CrÇdito
Contratos Mercantiles
El crédito en general, tal y como lo señala el tratadista, Rafael de Pina Vara, es el derecho que
tiene una persona (acreedora) de recibir de otra (deudora), la prestación a que ésta se encuentra
obligada.
La apertura de crédito, es un contrato oneroso, por el cual una persona denominada acreditante, a
cambio de una contraprestación, pone a disposición del acreditado una suma de dinero o contrae
por cuenta de este una obligación, para que el mismo haga uso del crédito concedido en la forma
y en los términos y condiciones convenidos, quedando obligado el acreditado a restituir al
acreditante las sumas de que disponga o a cubrirlo oportunamente por el importe de la obligación
que contrajo, y en todo caso pagarle los intereses, prestaciones, gastos y comisiones que se
estipulen.
La promesa de conceder crédito engendra a favor del acreditado la facultad de obtener medios de
pago, dentro del límite pactado y el derecho de aplazar la restitución dentro del plazo pactado, de
suerte que las prestaciones elegidas por el acreditado no dan lugar al surgimiento de un nuevo
contrato, sino que constituyen la ejecución de la consensualidad del contrato de crédito.
Modalidades de la figura.
La apertura de crédito puede ser simple o en cuenta corriente, la primera ocurre cuando el
importe de la suma puesta a disposición del acreditado ha sido dispuesta en su totalidad, mientras
que en la segunda, el acreditado puede disponer hasta el límite de la cantidad pactada durante
todo el plazo de disposición y cuantas veces decida hacerlo, con tal de que realice pagos parciales
o totales de las cantidades en débito.
Apertura de Crédito
Contratos Mercantiles
La apertura de crédito simple o en cuenta corriente, puede ser pactada con garantía personal o
real. La garantía se entenderá extendida, salvo pacto en contrario, a las cantidades de que el
acreditado haga uso dentro de los límites del crédito.
Salvo convenio en contrario, siempre que en virtud de una apertura de crédito, el acreditante se
obligue a aceptar u otorgar letras, a suscribir pagarés, a prestar su aval o en general a aparecer
como endosante o signatario de un título de crédito, por cuenta del acreditado, éste quedará
obligado a constituir en poder del acreditante la provisión de fondos suficiente, a más tardar el día
hábil anterior a la fecha en que el documento aceptado, otorgado o suscrito deba hacerse
efectivo.
El acreditado sólo estará obligado a devolver las cantidades que realmente supla el acreditante al
pagar las obligaciones que así hubiere contraído, y a cubrirle únicamente los intereses que
correspondan a tales sumas.
Negociado o cedido el crédito por el acreditante, éste abonará al acreditado, desde la fecha de
tales actos, los intereses correspondientes al importe de la disposición de que dicho crédito
proceda, conforme al tipo estipulado en la apertura de crédito; pero el crédito concedido no se
entenderá renovado por esa cantidad, sino cuando las partes así lo hayan convenido.
Aun cuando en el contrato se hayan fijado el importe del crédito y el plazo en que tiene derecho a
hacer uso de él el acreditado, pueden las partes convenir en que cualquiera o una sola de ellas
estará facultada para restringir el uno o el otro, o ambos a la vez, o para denunciar el contrato a
partir de una fecha determinada o en cualquier tiempo, mediante aviso dado a la otra parte en la
forma prevista en el contrato, o a falta de ésta, por ante notario o corredor, y en su defecto, por
conducto de la primera autoridad política del lugar de su residencia..
Cuando no se estipule término, se entenderá que cualquiera de las partes puede dar por concluido
el contrato en todo tiempo, denunciado el contrato o notificada su terminación de acuerdo con lo
que antecede, se extinguirá el crédito en la parte de que no hubiere hecho uso el acreditado hasta
el momento de esos actos; pero a no ser que otra cosa se estipule, no quedará liberado el
acreditado de pagar los premios, comisiones y gastos correspondientes a las sumas de que no
hubiere dispuesto, sino cuando la denuncia o la notificación dichas procedan del acreditante.
Apertura de Crédito
Contratos Mercantiles
Cuando las partes no fijen plazo para la devolución de las sumas de que puede disponer el
acreditado, o para que el mismo reintegre las que por cuenta suya pague el acreditante de
acuerdo con el contrato, se entenderá que la restitución debe hacerse al expirar el término
señalado para el uso del crédito, o en su defecto, dentro del mes que siga a la extinción de este
último; la misma regla se seguirá acerca de los premios, comisiones, gastos y demás prestaciones
que corresponda pagar al acreditado, así como respecto al saldo que a cargo de éste resulte al
extinguirse el crédito abierto en cuenta corriente.
I.- Por haber dispuesto el acreditado de la totalidad de su importe, a menos que el crédito se haya
abierto en cuenta corriente.
II.- Por la expiración del término convenido, o por la notificación de haberse dado por concluido el
contrato, conforme al artículo 294, cuando no se hubiere fijado plazo.
III.- Por la denuncia que del contrato se haga en los términos del citado artículo.
IV.- Por la falta o disminución de las garantías pactadas a cargo del acreditado, ocurridas con
posterioridad al contrato, a menos que el acreditado suplemente o substituya debidamente la
garantía en el término convenido al efecto.
V.- Por hallarse cualquiera de las partes en estado de suspensión de pagos, de liquidación judicial o
de quiebra.
VI.- Por la muerte, interdicción, inhabilitación o ausencia del acreditado, o por disolución de la
sociedad a cuyo favor se hubiere concedido crédito.
Bibliografía.