Historia de España Ebau

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APUNTES

HISTORIA DE ESPAÑA
Pregunta 1

1.Constitución de 1812 y de las Cortes de Cádiz

Tras el secuestro de los reyes Carlos IV y Fernando VII por Napoleón, el 2 de mayo de 1808 estalló en España la Guerra de
Independencia. Los franceses, con el pretexto de invadir Portugal, tomaron prácticamente toda España, con pocas excepciones, como
Canarias y la ciudad de Cádiz. Napoleón impuso como rey a su hermano José I Bonaparte, que contaba con el apoyo del ejército
francés y de unos pocos españoles, los afrancesados, que lo consideraban el mal menor para implantar el liberalismo. La mayoría de
españoles, que querían restituir a Fernando VII, se organizaron contra el invasor. Se formaron juntas locales y provinciales, que
asumieron las funciones del rey en su ausencia. La Junta Suprema Central coordinaba al resto de juntas y se refugiaba en Cádiz.
Las juntas constituyeron un precedente de la soberanía nacional.

Por influencia de los ingleses, la Junta decidió disolverse y convocar Cortes, elegidas por sufragio universal masculino, para
representar a la nación española en ausencia del rey (1810). Las Cortes de Cádiz eran decididamente liberales y buscaban acabar con
el Antiguo Régimen. La obra más importante de las Cortes fue la Constitución de Cádiz, promulgada el 19 de marzo de 1812, que
iniciaba la Edad Contemporánea en España. Su aplicación fue limitada, solo en momentos puntuales como el Trienio Liberal, pero
sirvió de modelo para otras Constituciones en Europa y América.

La Constitución de 1812 establece un régimen liberal, a pesar de que Fernando VII no lo acató a su regreso. Establece la soberanía
nacional mediante un sufragio universal masculino indirecto, en el que los diputados representan a los ciudadanos, no a los
estamentos. Establece también la separación de poderes: el legislativo lo desempeñan Cortes unicamerales; el ejecutivo recae en el
rey y el Gobierno elegido por él; el poder judicial recae en los tribunales. La Constitución de 1812 establece también la igualdad ante la
ley, incluyendo a los españoles de América y Filipinas. Así, en el artículo 1 se recoge que “La nación española es la reunión de
españoles de ambos hemisferios”. Reconoce algunos derechos individuales, como la educación primaria obligatoria, la propiedad
privada, la libertad de imprenta o la inviolabilidad del domicilio. La religión católica es la oficial de España. El territorio se divide en
provincias y municipios y se forma la Milicia Nacional para la defensa del liberalismo.

Además de la Constitución, las Cortes de Cádiz promulgaron otras leyes, los decretos, que eliminaban estructuras del Antiguo
Régimen. Por ejemplo, se anularon los señoríos jurisdiccionales, se eliminaron los gremios, se derogaron los privilegios de la Mesta y
se abolió la Inquisición.

2.La restauración del absolutismo y los intentos liberales durante el reinado de Fernando VII (1814- 1833).

El Manifiesto de los persas

“SEÑOR:
Era costumbre de los antiguos persas pasar cinco días de anarquía después del fallecimiento de su rey, a fin de que la experiencia de
los asesinatos, robos y otras desgracias les obligase a ser más fieles a su sucesor. Para serlo España a V.M. no necesitaba igual
ensayo en los seis años de su cautividad. Del número de los españoles que se complacen al ver restituido a V.M. al trono de sus
mayores, son los que firman esta reverente exposición con el carácter de representantes de España; mas como en ausencia de V. M.
se ha mudado el sistema que regía al momento de verificarse aquélla, y nos hallamos al frente de la Nación en un Congreso que
decreta lo contrario de lo que sentimos, y de lo que nuestras Provincias desean, creemos un deber manifestar nuestros votos y
circunstancias que los hacen estériles, con la concisión que permita la complicada historia de seis años de revolución. La monarquía
absoluta (...) es una obra de la razón y de la inteligencia: está subordinada a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del
estado: fue establecida por derecho de conquista, o por la sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron sus Reyes. Así
que el Soberano absoluto no tiene facultad de usar sin razón de su autoridad (derecho que no quiso tener el mismo Dios): por esto ha
sido necesario que el poder soberano fuese absoluto, para prescribir a los súbditos todo lo que mira al interés común, y obliga a la
obediencia a los que se niegan a ella. (…) El [remedio] que debemos pedir, trasladando al papel nuestros votos, y el de nuestras
provincias, es con arreglo a las leyes, fueros, usos y costumbres de España. Ojalá no hubiera materia harto cumplida para que V.M.
repita al reino el decreto que dictó en Bayona, y manifieste (...) la necesidad de remediar lo actuado en Cádiz, que a este fin se
proceda a celebrar Cortes con la solemnidad, y en la forma en que se celebraron las antiguas: que entre tanto se mantenga ilesa la
Constitución española observada por tantos siglos, y las leyes y fueros que a su virtud se acordaron: que se suspendan los efectos de
la Constitución, y decretos dictados en Cádiz, y que las nuevas Cortes tomen en consideración su nulidad, su injusticia y sus
inconvenientes (...)»

Madrid, 12 de abril de 1814.”

Este texto es una fuente histórica primaria. Es un texto político (un manifiesto) sobre el absolutismo y sus características. Los autores
son un grupo de diputados absolutistas de las Cortes de Cádiz que lo escriben para el rey Fernando VII con la intención de que este no
firme la Constitución de 1812 y restaure el Antiguo Régimen. Se redactó en 1814 para entregárselo al rey, que regresaba de su exilio
en Francia tras la Guerra de Independencia, y su lectura convenció a Fernando VII de efectivamente no aceptar la Constitución,
recuperar el Antiguo Régimen y perseguir a los liberales.

El texto se organiza en tres párrafos. En el primero, los autores denuncian que las Cortes de Cádiz no representan a los españoles: “un
Congreso que decreta lo contrario que sentimos, y de lo que nuestras Provincias desean”. En el segundo, alaban las virtudes del
absolutismo, con frases como que “la monarquía absoluta (...) es una obra de la razón y la inteligencia”. En el tercero, solicitan al rey
que no acate la Constitución ni los decretos de Cádiz: “que V.M. (...) manifieste (…) la necesidad de remediar lo actuado en Cádiz”.
Fernando VII regresó a España en 1814, tras la firma del Tratado de Valençay. Declaró nulos y sin ningún valor ni efecto la
Constitución y los decretos de Cádiz e inició un período de absolutismo, el Sexenio Absolutista (1814 – 1820), en el que se dieron
pronunciamientos liberales sin éxito. El rey reprimía con dureza cualquier oposición, por lo que muchos tuvieron que exiliarse.
En 1820, Rafael del Riego realizó un pronunciamiento exitoso que obligó al rey a acatar la Constitución y el liberalismo durante tres
años, el Trienio Liberal (1820 – 1823).

Sin embargo, en 1823 las potencias de la Santa Alianza intervinieron en España y restituyeron a Fernando VII como monarca absoluto
en un nuevo período, la Década Ominosa (1823 – 1833). Durante la Década Ominosa, Fernando VII aceptó algunas medidas cercanas
al liberalismo, aunque se mantenía el Antiguo Régimen. Se formaron dos tendencias: los más absolutistas, que se acercaron a su
hermano, Carlos María Isidro, y los ministros próximos a un liberalismo moderado. En tiempos de Fernando VII existía la Ley Sálica,
que impedía reinar a las mujeres; el rey firmó la Pragmática Sanción, que la derogaba. En 1833, el rey murió y se proclamó reina a su
hija Isabel II. Los sectores más absolutistas no reconocieron la Pragmática Sanción ni a Isabel II y proclamaron rey a Carlos María
Isidro. Los liberales se pusieron del lado de Isabel II y su madre María Cristina a cambio de reconocimiento. Se inició así la primera de
las Guerras Carlistas, que sacudieron el siglo XIX y generaron inestabilidad política y económica, dificultando la consolidación del
liberalismo en España.

3. Las independencias americanas en el proceso de construcción del Estado Liberal.

Vamos a comentar un mapa histórico de la América hispana sobre


las independencias, durante el primer tercio del siglo XIX.
En la leyenda se señalan los distintos períodos del reinado de
Fernando VII [Poner aquí el color de cada período]: la Guerra
de Independencia, cuando España estaba tomada por los
franceses y el rey se encontraba secuestrado en Francia; el
Sexenio Absolutista, que fue el regreso de Fernando VII y la
imposición del Antiguo Régimen mediante una durísima represión;
el Trienio Liberal, cuando el rey tuvo que acatar la Constitución de
Cádiz y establecer el liberalismo; y la Década Ominosa, un
regreso al absolutismo, pero más suave que en el primer período.

La situación en América en el período previo era la siguiente: A lo


largo del siglo XVIII, la población criolla había crecido
notablemente, pero las decisiones políticas se seguían tomando
en la península. Esto conllevó que existieran movimientos
independentistas a principios del siglo XIX, como, por ejemplo,
el de Francisco de Miranda en Venezuela en 1806, que no resultaron
exitosos.

Las causas del inicio de las independencias americanas son de


distinto tipo. En primer lugar, causas políticas: la burguesía criolla
no podía acceder a cargos políticos a pesar de su poder económico.
En segundo lugar, causas económicas: las decisiones económicas se tomaban en la
península, en ocasiones perjudicando a las colonias. En tercer lugar, las influencias extranjeras: la independencia de EE.UU servía
como ejemplo, las ideas ilustradas francesas le daban una base ideológica y el apoyo logístico inglés facilitaron las independencias. En
cuarto lugar, el vacío de poder generado por la Guerra de Independencia en España: la conquista napoleónica y la monarquía de José
I conllevaron una deslegitimación de las autoridades, lo que implicó su sustitución por criollos, creando un precedente de autogobierno.

Como se aprecia en el mapa, la independencia de los territorios americanos siguieron unas fases coincidentes en buena medida con
los períodos del reinado de Fernando VII. La primera fase se desarrolló durante la Guerra de Independencia (1808 - 1814): ante el
vacío de poder, se formaron en América juntas semejantes a las peninsulares; descontentas ante la escasa representación en las
Cortes de Cádiz, esas juntas encabezaron las primeras independencias, como la de Río de la Plata (1810) y Paraguay (1811).
Durante el Sexenio Absolutista (1814 – 1820), Fernando VII envió tropas a sofocar los intentos independentistas. Logró frenar algunas,
pero otras crecieron. En este período, como se recoge en el mapa, se independizaron Chile (1818) y la Gran Colombia (1819).

Durante el Trienio Liberal (1820 -1823), no se envían tropas, lo que hace que las independencias se aceleren, como la de Perú (1821).
También se produjo en este período la independencia de México: los terratenientes se oponían a las reformas liberales, sobre todo a
una posible desamortización, por lo que la emancipación tuvo un carácter reaccionario. Concluyó con el establecimiento del imperio de
Agustín de Iturbide en 1822.
Durante la Década Ominosa (1823 – 1833), Fernando VII intentó recuperar los territorios independizados, con escaso éxito. Tras la
derrota española en la batalla de Ayacucho (1824), las independencias se consolidaron. En adelante se formaron Estados nacionales a
partir de las grandes áreas formadas por los libertadores. Las consecuencias de las independencias americana fueron notables. En
primer lugar, las nuevas entidades políticas de América Latina se enfrentaron entre sí a lo largo de las siguientes décadas. En segundo
lugar, otros países como EE.UU y Reino Unido se vieron beneficiados con la apertura del comercio. En tercer lugar, para España
supuso un duro golpe territorial y económico. Así, hacia final del reinado de Fernando VII, los únicos territorios españoles de ultramar
fueron Cuba, Puerto Rico, Filipinas y algunas islas en el océano, hasta su cesión en 1898.
Pregunta 2

4.Explica los principales elementos del “sistema político canovista” que dieron estabilidad a la
Restauración.

En diciembre de 1874, el hijo de Isabel II, el príncipe Alfonso, firmó el Manifiesto de Sandhurst, un texto político en el que exponía su
disposición para convertirse en rey constitucional de España. Poco después, el general Martínez Campos dio un pronunciamiento para
restaurar la monarquía. Alfonso XII comenzó a reinar en 1875. Aquí comienza un nuevo período histórico, el de la Restauración, que
abarcó hasta la instauración de la dictadura de Primo de Rivera en 1923. El principal valedor de Alfonso XII y artífice de la
Restauración fue Antonio Cánovas del Castillo. Cánovas era un político vinculado a la Unión Liberal y al Partido Moderado. Durante el
Sexenio Democrático, fue recabando apoyos para el regreso de los Borbones y diseñó un sistema político estable (el sistema
canovista o sistema de la Restauración) inspirado en la legislación inglesa y estructurado en la Constitución de 1876.

Bases de la Restauración:
1. Monarquía. El rey constituía un elemento central del sistema de la Restauración porque garantizaba la estabilidad y el equilibrio. La
figura del rey contaba con amplias facultades constitucionales, pero apenas intervenía en la política para no favorecer a ningún partido
político. Era un poder neutro, es decir, solo intervenía para garantizar la libertad y el orden. Así, sobre el papel, el rey desempeñaba el
poder ejecutivo a través del Gobierno, pero en la práctica nombraba el Gobierno y no intervenía en él. La Constitución recogía la
soberanía compartida entre el rey y las Cortes, lo cual reforzaba el poder monárquico.

2. Parlamentarismo. El poder legislativo lo desempeñaba un Parlamento bicameral, compuesto por Congreso y Senado. El
parlamentarismo de la Restauración consistía en el respeto a la Constitución, al Estado de Derecho y al papel del Parlamento para la
elaboración de leyes.

3. Turnismo. La clave del sistema canovista, al igual que el inglés, era el turnismo, es decir, la alternancia pacífica en el poder de dos
grandes partidos, uno conservador y otro progresista. Ambos partidos, los denominados partidos dinásticos, habían de respetar la
monarquía, la Constitución y las reglas de juego. Si un partido está en el poder durante mucho tiempo, empieza a desgastarse, es
decir, se le achacan los males de la sociedad, y eso perjudica al sistema. Así, se fundaron dos grandes partidos semejantes a los
ingleses: el Partido Conservador, liderado por el propio Cánovas, y el Partido Liberal, liderado por Práxedes Mateo Sagasta. Ambos
partidos se parecían en lo esencial (respeto al sistema y economía capitalista), pero presentaban algunas diferencias: por ejemplo, el
Partido Conservador apoyaba a la Iglesia, mientras que el Partido Liberal introdujo mecanismos para mejorar las condiciones de los
trabajadores.

Para garantizar la alternancia, se recurrió al pucherazo, es decir, la alteración deliberada de los resultados electorales para que ganara
el candidato que necesitaba el sistema. Cada cuatro años, el rey destituía al Gobierno y nombraba uno nuevo de distinto partido y
luego se convocaban elecciones para que el Parlamento tuviese el mismo color político que el Gobierno (es decir, fuese del mismo
partido) y así no existiesen problemas para elaborar leyes. El Ministerio de la Gobernación indicaba quién debía ganar en cada
circunscripción (provincia) y emitía una lista de nombres llamada encasillado. Esta lista se le notificaba a los caciques de cada
provincia para que empleasen los mecanismos necesarios para que ganase el candidato correspondiente. Entre otros métodos
fraudulentos se encontraban los votos de los muertos, los votos dobles, la falsificación de listas electorales, la amenaza a los
votantes... Así, aunque en 1890 el Gobierno de Sagasta estableció el sufragio universal masculino, apenas importaba porque las
elecciones eran falsas

Gracias a las elecciones fraudulentas, el sistema se hizo estable. Determinados grupos políticos que podrían hacer peligrar el sistema,
como los nacionalistas, los socialistas o los carlistas quedaban fuera del sistema, sin apenas representación o influencia política. Sin
embargo, esto generó enormes desigualdades y no estableció una democracia real, puesto que los ciudadanos no votaban libremente
ni sus representantes lo eran en la práctica.

5. Los nacionalismos periféricos

Texto

“Siendo la nacionalidad una unidad de cultura, un alma colectiva con un sentir, un pensar y un querer propio, cada nacionalidad ha de
tener la facultad de acomodar su conducta colectiva, es decir, su política, a su sentimiento de las cosas, a su sentido, a su libre
voluntad. Cada nacionalidad ha de tener su estado. [...] Así, el nacionalismo catalán, que nunca ha sido separatista, que siempre ha
sentido la unión fraternal de las nacionalidades ibéricas dentro de la organización federativa, es aspiración levantada de un pueblo,
que, con conciencia de su derecho y de su fuerza, marcha con paso seguro por el camino de los grandes ideales progresivos de la
humanidad.”

E. Prat de la Riba: La nacionalidad catalana, 1906.

“Libre e independiente de poder extraño, vivía Vizcaya, gobernándose y legislándose a sí misma, como nación aparte, como Estado
constituido, y vosotros, cansados de ser libres, habéis acatado la dominación extranjera [...] [...] vosotros, degenerados y corrompidos
por la influencia española, o lo habéis adulterado por completo, o lo habéis afeminado o embrutecido. [...] Vosotros, sin pizca de
dignidad habéis mezclado vuestra sangre con la española o maketa, os habéis hermanado con la raza más vil y despreciable de
Europa. Lo que de bueno tiene el vasco no se lo debe a Castilla y hermanas. De lo malo, casi todo lo tiene de ellas recibido. [..]”

S. Arana: Bizkaitarra, 1894


Vamos a analizar dos textos que son fuente histórica primaria. Ambos son ensayos sobre el nacionalismo vasco y catalán,
respectivamente. El primero es un fragmente de un libro y el segundo, un artículo de una revista. Al autor del primer texto fue Enric Prat
de la Riba, catalanista y principal redactor de las Bases de Manresa, un proyecto de Constitución catalana; el del segundo
fue Sabino Arana, un antiguo carlista principal impulsor del nacionalismo vasco. El objetivo de ambos textos es dar a conocer los dos
nacionalismos y sus ideas principales.

Una nación es un grupo de personas con unos rasgos culturales comunes (lengua, religión, costumbres, etc.) que lo distinguen de
otros. De este concepto surgió el nacionalismo, la ideología política que defiende que las naciones han de tener unos derechos
políticos, especialmente el de crear un Estado propio si así lo consideran. En la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX,
cuando corresponden estos textos, en Europa el nacionalismo se encontraba en auge: se habían fundado Italia y Alemania y las
distintas tensiones dentro de los Imperios Austro-húngaro y Otomano acabarían provocando la I Guerra Mundial. En España, a pesar
del centralismo de la Restauración, aparecieron nacionalismos periféricos, como el catalán y el vasco, y otros con menor
fuerza, como el gallego y el canario. Detrás del nacionalismo suele estar la burguesía y el impulso económico de la industrialización, lo
que explica por qué tuvo esa fuerza en Cataluña y el País Vasco, las dos regiones más industrializadas de España.

En el primer texto, Prat de la Riba define lo que para él es una nación y luego argumenta que Cataluña, que es nación, habría de
acomodarse a una estructura federal dentro de España. En el segundo, Sabino Arana denuncia que, desde su punto de vista, la raza
vasca se ha visto degradada por el contacto con la española y que el mestizaje ha de frenarse cuanto antes.

- ¿Qué similitudes y diferencias existieron entre los nacionalismos catalán y vasco en su origen?

El nacionalismo catalán y el vasco presentan varias similitudes: ambos son conservadores y derivan del regionalismo. Además, sus
objetivos no tuvieron respuesta hasta la II República, con la aprobación de los estatutos de autonomía, con la excepción de la
Mancomunidad Catalana, que era una unión de provincias con competencias administrativas. En ambos nacionalismos se fundaron
partidos, como la Lliga Regionalista (1901) en Cataluña y el PNV (1895), por Sabino Arana, en el caso vasco.

Sin embargo, presentan también algunas diferencias. La primera es el origen: el nacionalismo catalán tiene un origen cultural en la
Reinaixença y los Juegos Florales (una competición de poesía en catalán). El vasco, en cambio, tiene un origen más político-étnico.
Además, el catalanismo, en un inicio, no era independentista, como bien recoge Prat de la Riba cuando dice que “el nacionalismo
catalán, que nunca ha sido separatista, que siempre ha sentido la unión fraternal de las nacionalidades ibéricas dentro de la
organización federativa”. El nacionalismo vasco, en cambio, sí defendía esa independencia basándose en tesis antiespañolistas y
abiertamente racistas: “ Vosotros, sin pizca de dignidad habéis mezclado vuestra sangre con la española o maketa, os habéis
hermanado con la raza más vil y despreciable de Europa”.

6.Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su
evolución y estrategia política, durante el último cuarto del siglo XIX.

El movimiento obrero es la actividad política y social de los obreros y campesinos para mejorar su situación y defender sus derechos.
Aunque inicialmente existieron otras corrientes, las dos más importantes fueron la socialista y la anarquista. La introducción en España
de ambas fue tardía en comparación con el resto de Europa. Se produjo durante el Sexenio Democrático (1868 –1874), aprovechando
el reconocimiento de derechos y libertades de la Constitución de 1869.

El socialismo es el sistema de organización social y económica basado en la propiedad colectiva de los medios de producción y en la
regulación de las actividades económicas a partir del Estado. En España, el impulsor de esta corriente fue Pablo Iglesias Posse, que
fundó el PSOE en 1879 y el sindicato UGT en 1888.

La estrategia de los socialistas en España era cambiar el sistema de forma pacífica, a través de la participación política. Así, el PSOE
se presentó a las elecciones y la UGT convocaba huelgas y manifestaciones; muy a menudo, actuaban conjuntamente. El objetivo de
crear un Estado socialista sin clases sociales ni propiedad privada resultaba demasiado ambicioso, así que se centraron en objetivos
más concretos y realizables, como alcanzar los derechos de asociación y reunión, la libertad de prensa y mejoras laborales (jornadas
de 8 horas, eliminar el trabajo infantil, igualdad salarial entre mujeres y hombres, etc.). Para dar a conocer su ideología utilizaron el
periódico El Socialista (1886) y las huelgas y manifestaciones convocadas por la UGT.

El socialismo se extendió por Extremadura, la actual Castilla-La Mancha y, sobre todo, Madrid, puesto que era más popular entre los
obreros industriales que entre el campesinado. Como resultado, la UGT obtuvo mejoras laborales. El PSOE, durante la primera parte
de la Restauración, se encontraba fuera del sistema debido al pucherazo, pero a partir del siglo XX fue creciendo. En 1910, aliado con
los republicanos, consiguió que Pablo Iglesias fuese elegido diputado.
El anarquismo es sistema de organización social y económica que defiende la eliminación de la propiedad privada, las clases sociales
y el Estado, que se sustituiría por una red de comunas autogestionadas. Fue introducido en el país por Giuseppe Fanelli, que, en 1870
fundó la Federación Regional Española (FRE), la sección española de la AIT. Además, también se sospecha de la existencia de una
organización terrorista anarquista, la llamada Mano Negra, aunque no se ha podido confirmar.

Durante el último tercio del siglo XIX, debido a la persecución del Estado, los anarquistas contestaron con la propaganda por el hecho
(atentados terroristas para generar el caos y así poder destruir el Estado burgués). Los anarquistas -según la prensa, organizados en
la Mano Negra- cometieron atentados contra altas instancias de la burguesía, la Iglesia y el Estado; el Estado, por su parte, solía
castigar de forma ejemplar a los anarquistas. Así, se creaba una espiral de acción-reacción-acción-reacción: los anarquistas cometían
un atentado, el Estado castigaba de forma desmesurada a los anarquistas, los anarquistas cometían otro atentado como respuesta.
Entrado el siglo XX, abandonaron paulatinamente el terrorismo por el anarcosindicalismo, es decir, la organización sindical de carácter
no violento. En 1910 se fundó el sindicato Comisión Nacional del Trabajo (CNT).

El anarquismo se extendió mejor entre el campesinado que entre los obreros. Además, debido a su escaso nivel de industrialización en
comparación con el resto de Europa, en España, el número de obreros era bastante menor que el de trabajadores del campo. Así, se
extendió por zonas agrarias, especialmente Andalucía, pero también en ciudades como Barcelona o Zaragoza. A pesar de las
protestas, los jornaleros no obtuvieron mejoras en sus condiciones de vida.
Pregunta 3

7.Explica las crisis de la primera parte del reinado de Alfonso XIII, a partir de las propuestas planteadas por
el “revisionismo político” dentro del sistema de la Restauración.

Alfonso XIII alcanzó la edad para reinar, los 16 años, en 1902. Al comienzo de su reinado efectivo, se aplicó el revisionismo político, es
decir, el desarrollo de las ideas regeneracionistas en la actuación política de los partidos dinásticos. Ambos habían cambiado de
líderes: Antonio Maura dirigía el Partido Conservador y José Canalejas, el Partido Liberal.
El principal objetivo político de Maura dentro del revisionismo era lo que él denominaba revolución desde arriba. Esto consistía en
realizar una democratización real del sistema de la Restauración para mejorar las condiciones sociales y evitar una revolución desde
abajo, es decir, que los obreros y jornaleros organizasen una toma del poder que destruyese el sistema de la Restauración. Contó con
la oposición frontal de los caciques, que se sentían muy cómodos con el sistema. En línea con esto, en 1907 promulgó una nueva ley
electoral en la que apelaba a la masa neutra, los ciudadanos que no tenían interés en la política, para ilusionarlos. Buscaba integrar
también a los partidos de la oposición que estaban fuera del sistema, como los nacionalistas, los socialistas o los republicanos.
Además de las reformas políticas, Maura también realizó reformas laborales, como la legalización de la huelga (1908) y el
establecimiento de inspecciones de trabajo, que garantizaban una cierta seguridad a los obreros.
En el ámbito social, destacó la creación del Instituto Nacional de Provisión (1908), precedente de la Seguridad Social; este organismo
se dedicaba, entre otras cosas, a financiar las bajas laborales y las jubilaciones, aunque su alcance fue minoritario.

En 1909 se produjo una violenta revuelta en Barcelona con motivo de la guerra para Marruecos. El acontecimiento que hizo estallar la
protesta fue la decisión de Maura de enviar soldados de reserva, pero el problema de fondo era el injusto sistema de reclutamiento en
el que se podía evitar el mismo mediante una redención en metálico (es decir, te toca ser soldado, pagas y no vas, va otro que no tiene
dinero para pagar). La protesta, instigada por socialistas y anarquistas, derivó en una huelga general que Maura reprimió con violencia.
Se acusó al pedagogo anarquista Francisco Ferrer i Guardia de ser el instigador de la revuelta y fue ejecutado.
Estos acontecimientos, la llamada Semana Trágica, acabaron con un descrédito de Maura, el cual dimitió. Canalejas se alternó con
Maura antes y después de la Semana Trágica. Entre otras reformas, destacaron la Ley de Jurisdicciones (1906), que implicaba que los
delitos de ofensa al Ejército pasarían a jurisdicción militar; la Ley del Candado (1910), que prohibía el establecimiento de nuevas
órdenes religiosas; la Ley de Reclutamiento (1912), que eliminaba la redención en metálico, como se pidió en la Semana Trágica; y la
ley de Mancomunidades (1913), que impulsó, y que consistía en que algunas provincias podían mancomunarse con fines
administrativos.. Canalejas murió asesinado por un anarquista en 1912, lo que implicó que se frenase el revisionismo. Los años
siguientes supusieron un caos político y social marcado por el aumento de la conflictividad social y por el inicio de la I Guerra Mundial
(1914 – 1918), que generó una notable inflación en España. La Restauración se mostró cada vez más ineficiente hasta que en 1923
terminó con el inicio de la dictadura.

8.A partir del análisis del texto, explica las causas del golpe de Estado de Primo de Rivera y las razones de
las organizaciones políticas y sociales que lo apoyaron o lo rechazaron.

Manifiesto de Primo de Rivera tras el golpe de Estado.

Al país y al Ejército:
Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y
que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la
Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el
cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso.
La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia
parecen pedir que gobiernen los que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo á los que han sido su único —aunque débil— freno, y
llevaron á las leyes y costumbres la poca ética sana, el tenue tinte de moral y equidad que aún tienen; pero en la realidad se avienen
fáciles y contentos al turno y al reparto, y entre ellos mismos designan la sucesión.
[...] No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, exgobernadores, agentes
de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; francachela de millones de
gastos reservados; sospechosa política arancelaria [...] porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras
intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo problema nacional; indisciplina
social, que hace al trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agraria e industrial; impune propaganda comunista;
impiedad e incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista [...].”
La Época. Madrid, 13 septiembre de 1923.

¿Cómo justifica Primo de Rivera el golpe de Estado de 1923?


Vamos a comentar una fuente histórica primaria. Es un texto político (un manifiesto) y público. Se publicó en La Época y en otros
periódicos el 13 de septiembre de 1923. Su autor fue el general Miguel Primo de Rivera con el objetivo de justificar ante la nación su
golpe de Estado. Primo de Rivera era el capitán general de Cataluña y estaba vinculado a las Juntas de Defensa y a la corriente
africanista del Ejército. En el texto, Primo de Rivera emplea distintos argumentos para justificar su golpe de Estado. En primer lugar,
alude a la corrupción política, que han pervertido a la nación y hasta al rey, con afirmaciones como que existe una “fracachela de
fondos reservados”, y también al turnismo, al decir que “[los políticos] se avienen al turno y al reparto”, con lo que el sistema no
funciona. En segundo lugar, denuncia el desgobierno al decir que nos España está amenazada con “un próximo fin trágico y
deshonroso” y que se producen “asesinatos de prelados, exgobernadores, patronos y obreros”. Finalmente, también se justifica con un
apoyo social y del Ejército al decir que “nuestro acto el pueblo sano demanda e impone”.

2. Resume sus causas y los apoyos con los que contó


La situación de España en 1923 era muy negativa. El sistema de la Restauración se encontraba desacreditado, la I Guerra Mundial
había producido una subida de los precios, se extendió el pistolerismo y el ejemplo de la Revolución Rusa había radicalizado el
movimiento obrero. Además, la guerra de Marruecos avanzaba desfavorablemente para España. En 1921 se produjo el desastre de
Annual, una grave derrota militar en la que murieron miles de españoles. El general Picasso redactó un informe en el cual se señalaba
a altos mandos militares y al propio Alfonso XIII como responsables de la tragedia. Ese informe llegó a Cortes, por lo que tanto al
rey como a los altos militares les convenía que no se tramitase democráticamente.
El golpe de Primo de Rivera triunfó sin apenas oposición por todo el territorio y se extendió rápidamente por la escasa resistencia
obrera y por las simpatías de los africanistas. Para la ejecución del golpe existían dos líneas de conspiración militar. Por un lado, la de
Barcelona, vinculada a las antiguas Juntas de Defensa, que buscaba acabar con el sistema liberal; por otra, la de Madrid, vinculada a
los africanistas, que buscaba defender la monarquía y la unidad de España. El rey no se opuso al golpe y aceptó la suspensión del
régimen de la Restauración. El Ejército, en su creciente antiparlamentarismo, y la Iglesia también apoyaron el golpe. Asimismo,
la burguesía (sobre todo, la catalana) y las clases medias vieron en Primo de Rivera garantía de orden frente al pistolerismo. Incluso
parte del PSOE y de la UGT trabajaron con el régimen porque el dictador solicitó su colaboración para afrontar la cuestión social.

9.Realiza una composición en la que expongas los fundamentos y las etapas de la dictadura de Primo de
Rivera hasta su crisis nal.

El general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, dio un golpe de Estado en 1923 que acabó con el régimen liberal de la
Restauración y estableció una dictadura. Su éxito se debió al apoyo del rey, que temía la tramitación del expediente Picasso, y a la
escasa oposición social ante la situación social y política e la Restauración.

La primera fase de la dictadura fue el Directorio Militar (1923 – 1925), en la cual el Gobierno estaba ocupado por militares nombrados
por el dictador. Su carácter era, en principio, provisional. Se sustituyeron los gobernadores civiles por militares. Se suspendió la
Constitución de 1876, se disolvieron las Cortes y se intervinieron los ayuntamientos. Para facilitar la gestión del país, se fundó la Unión
Patriótica, que era una agrupación semejante a un partido único que suscribía las decisiones de la dictadura.

En 1925, Primo de Rivera obtuvo una importante victoria militar en Alhucemas (Marruecos), lo que le valió una enorme popularidad. A
partir de aquí, el Directorio Militar evolucionó en Directorio Civil (1925 - 1931), en el que se sustituyó a los militares por civiles
vinculados a Unión Patriótica. La idea era perpetuar el régimen. En los primeros momentos de esta fase, creció la influencia del PSOE
y la UGT y, debido a la buena marcha de la economía, las protestas obreras se redujeron. En 1927 se creó la Asamblea Nacional
Consultiva, una cámara corporativa de carácter consultivo para darle apariencia de liberalismo al régimen, aunque sin papel
relevante porque dependía del Gobierno. Durante el Directorio Civil se realizaron reformas económicas, como un aumento del
intervencionismo con la creación de empresas públicas, la construcción de infraestructuras y obras públicas para garantizar el trabajo y
el establecimiento de una fiscalidad progresiva, a iniciativa del PSOE.

Hacia el final de la dictadura, creció la oposición desde distintos frentes. Por un lado, los anarquistas y, más tarde, los socialistas, se
enfrentaron a un régimen claramente burgués. Por otro, la intelectualidad, con figuras destacadas, como Ortega y Gasset o Unamuno,
y también las universidades, ante un clima de falta de libertad. También ejerció oposición la sección peninsular del Ejército,
descontenta ante el trato de favor a los africanistas.

Debido a la creciente oposición, Primo de Rivera dimitió y se exilió en enero de 1930. Tras esto, Alfonso XIII constitucionalizar el
régimen para mantener la monarquía, con base en el consenso y con apariencia liberal. El rey encomendó el gobierno primero al
general Berenguer y luego al almirante Aznar, en una fase final de la dictadura conocida como dictablanda.. La oposición republicana
acordó en el Pacto de San Sebastián (1930) derribar la monarquía y establecer una II República. Alfonso XIII convocó elecciones
municipales el 12 de abril de 1931. La victoria de las candidaturas republicanas en las grandes ciudades lo hizo abdicar y exiliarse. El
14 de abril de 1931 se proclamó la II República.

10.Explica el agotamiento del modelo político de la Restauración y la proclamación de la Segunda República en el


contexto de crisis económica mundial del primer tercio del siglo XX.

La II República constituyó un régimen democrático surgido tras el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera. Se proclamó el 14 de
abril de 1931 y duró hasta la Guerra Civil y el establecimiento de la dictadura de Franco (17 de julio de 1936 – 1 de abril de 1939).

Hacia finales de la dictadura, la monarquía estaba muy desacreditada por su vinculación con la propia dictadura y con la Restauración.
La oposición creció desde distintos frentes: por un lado, los anarquistas y, más tarde, los socialistas, se enfrentaron a un régimen
claramente burgués. Por otro, la intelectualidad, con figuras destacadas, como Ortega y Gasset o Unamuno, y también las
universidades, ante un clima de falta de libertad. También ejerció oposición la sección peninsular del Ejército, descontenta ante el trato
de favor a los africanistas.

Debido a la creciente oposición, Primo de Rivera dimitió y se exilió en enero de 1930. Tras esto, Alfonso XIII constitucionalizar el
régimen para mantener la monarquía, con base en el consenso y con apariencia liberal. El rey encomendó el gobierno primero al
general Berenguer y luego al almirante Aznar, en una fase final de la dictadura conocida como dictablanda.

En paralelo, la oposición se agrupó en busca de una salida republicana a la dictadura. En 1930 se firmó el Pacto de San Sebastián, un
acuerdo para derribar la monarquía. Se encontraban en el pacto republicanos históricos, monárquicos descontentos, socialistas y
nacionalistas; entre otros, estaban Niceto Alcalá-Zamora, Manuel Azaña, Alejandro Lerroux, Francisco Largo Caballero y Miguel Maura.
Se abrieron dos vías para establecer la república: la insurreccional, con el pronunciamiento de Jaca (1930), que fracasó; y la política,
reforzada por campañas de prensa y artículos de intelectuales. Destacaron El error Berenguer, de Otega y Gasset, y también un
manifiesto firmado por varios republicanos de renombre, ambos de 1930.

En la línea con constitucionalizar el régimen, Alfonso XIII convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Aunque las
candidaturas monárquicas ganaron en el campo, en las ciudades, lejos de la influencia de los caciques, vencieron los republicanos. El
rey lo entendió como un referéndum, abdicó y se exilió. El 14 de abril se proclamó la II República.

La situación económica a comienzos de la II República era negativa debido al crack de 1929 y a la crisis mundial que conllevó. España
exportaba minerales y productos agrícolas (como cereales, aceite, plátanos y vino) al resto de Europa. La caída de las exportaciones
debido a la crisis frenó el ritmo de mecanización del país y aumentó el paro. Por ello, aumentó la conflictividad social, lo que fue una
dificultad añadida para el desarrollo del nuevo régimen.
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Pregunta 4

11.Realiza una composición en la que expongas los fundamentos ideológicos del régimen
franquista y su organización política.

El franquismo es el régimen político establecido por el general Franco y el período histórico en el que se desarrolló dicho régimen. El
inicio puede fijarse en el fin de la Guerra Civil (1 de abril de 1939) y la Transición (pueden ser varias fechas, pero tal vez la mejor sea la
promulgación de la Ley para la Reforma Política, en 1976). El régimen franquista fue una dictadura que evolucionó a lo largo del
tiempo, pero con una serie de características constantes:

1. Totalitarismo. El Estado franquista era totalitario, de inspiración fascista, con un partido y sindicato únicos. Suprimió la Constitución
de 1931. Este totalitarismo se plasmó en una férrea represión del bando perdedor y distintos mecanismos e censura.

2. Caudillismo. Franco asumió todos los poderes y el título honorífico de caudillo de España (a imitación del duce o el führer). Era jefe
del Estado, presidente del Gobierno, generalísimo de los ejércitos y líder nacional del partido único.

3. Centralismo y nacionalismo español. El Estado era centralista y nacionalista español. Se suprimieron los Estatutos de autonomía
y se españolizaron los territorios influidos por el nacionalismo periférico. Se implantó la idea falangista de la nación española como
unidad histórica a la que se le atribuye una unidad de destino en lo universal.

4. Nacionalcatolicismo. Doctrina política característica del franquismo que vincula el catolicismo con España: ser español implica ser
buen católico. Franco lo utilizó para legitimarse: según él, Dios lo había elegido para vencer en la Cruzada (la Guerra Civil) y era
caudillo por la gracia de Dios.

5. Democracia orgánica. Sistema político característico del franquismo y basado en el corporativismo fascista, por el que el régimen
de Franco buscaba dar imagen de democrático ante el mundo. La representación política no la constituían los individuos, sino lo que el
régimen consideraba las unidades orgánicas de la sociedad -la familia (donde se nace), el municipio (donde se vive) y el sindicato
(donde se trabaja)- mediante la designación y la elección indirecta de los candidatos.

Para el mantenimiento de su estructura, el régimen franquista se apoyó en tres instituciones, los llamados pilares del régimen: el
Ejército, la Iglesia y el partido único.

a) Ejército. Franco era militar, lo que le generaba simpatías al Ejército. A lo largo de toda la dictadura, los militares ostentaron cargos de
responsabilidad y de gobierno.
b) Iglesia. La Iglesia consideraba al caudillo elegido por Dios. Franco reinstauró la financiación del culto y clero y le devolvió el control
de la educación y los valores.
c) Partido único. Desde 1937, el único partido legal en el Estado franquista era Falange Española Tradicionalista y de las JONS, cuyo
líder era Franco. Gozaba de mucha influencia en los primeros momentos, pero fue perdiéndola tras el fin de la II Guerra Mundial. Así,
se le empezó a denominar Movimiento Nacional para distanciarlo del fascismo. Aportó al régimen la base doctrinal y constituyó
organizaciones de masas, como la Sección Femenina o el Sindicato Vertical.

Además, el régimen de Franco se reorganizó legal y administrativamente respecto de la II República. Aunque Franco era reacio a fijar
leyes detalladas, en respuesta a los acontecimientos externos promulgó algunas leyes complejas para asegurar su poder. Ello le
permitió consolidarse y sobrevivir políticamente a la derrota de los fascismos en la II Guerra Mundial al darse apariencia de
democracia. Estas ocho leyes se conocen como las Leyes Fundamentales del Estado. Asimismo, se regresó a una estructura
provincial centralista y homogénea. Existió el concepto no regulado de región, por encima de la provincia, para la prestación de
determinados servicios, pero sin Gobierno ni estructura propias.

12. Realiza una exposición de las principales medidas económicas del régimen franquista en la etapa del
Desarrollismo y de las transformaciones económicas y sociales que se produjeron en dicho periodo.

Durante la etapa del Desarrollismo en el régimen franquista, que abarcó aproximadamente desde finales de la década de 1950 hasta la
década de 1970, se implementaron una serie de medidas económicas con el objetivo de modernizar y desarrollar la economía
española. Estas medidas estuvieron influenciadas por la teoría económica del desarrollismo, que enfatizaba la industrialización, la
inversión extranjera y la planificación económica como medios para alcanzar el desarrollo económico.

Una de las principales medidas económicas del Desarrollismo fue el Plan de Estabilización de 1959, que buscaba estabilizar la
economía española mediante la liberalización del comercio exterior, la devaluación de la peseta y la contención del gasto público. Este
plan fue seguido por el Plan de Desarrollo de 1964, que estableció objetivos de crecimiento económico y promovió la inversión en
sectores clave como la industria, la energía y la infraestructura.

En el ámbito industrial, se fomentó la creación de grandes conglomerados empresariales a través de la política de concentración
industrial, que incentivaba las fusiones y adquisiciones entre empresas para aumentar su tamaño y eficiencia. También se promovió la
inversión extranjera, especialmente de países como Estados Unidos, que contribuyó al desarrollo de sectores como la automoción, la
petroquímica y el turismo.

En el ámbito agrícola, se llevaron a cabo reformas para modernizar el sector y aumentar la productividad, como la creación de
cooperativas agrarias, la mejora de la infraestructura rural y la promoción de técnicas agrícolas más eficientes.

Estas medidas económicas tuvieron importantes repercusiones en la sociedad española. Por un lado, contribuyeron al crecimiento
económico y al aumento del nivel de vida, especialmente en las áreas urbanas, donde se concentraba la industrialización. Sin
embargo, también provocaron desequilibrios regionales y sociales, con un énfasis en el desarrollo de ciertas regiones y sectores en
detrimento de otros.
En resumen, durante la etapa del Desarrollismo en el régimen franquista se implementaron medidas económicas orientadas a
modernizar la economía española y promover el crecimiento económico. Estas medidas tuvieron un impacto significativo en la
sociedad española, generando transformaciones económicas y sociales que marcaron el devenir del país durante este periodo.

13. A partir del análisis del texto, describe la evolución política y económica de España entre 1939 y 1959.
Relaciona estos aspectos con el contexto exterior.

La resolución de la ONU sobre las relaciones con España

“A) Por su origen, naturaleza, estructura y comportamiento general, el régimen de Franco es un régimen fascista,
organizado e implantado en gran parte merced a la ayuda de la Alemania nazi y de la Italia fascista de Mussolini.
B) Durante la larga lucha de las Naciones Unidas contra Hitler y Mussolini, Franco prestó una ayuda muy considerable a
las potencias enemigas, a pesar de las continuas protestas de los aliados. […] La Asamblea General, convencida de que
el Gobierno fascista de Franco en España [...] no representa al pueblo español [...],recomienda que se prohíba al
Gobierno de Franco pertenecer a los organismos internacionales creados por las Naciones Unidas, o relacionados con
ellas, y participar en conferencias y otras actividades que puedannconcertar las Naciones Unidas, o dichos organismos,
hasta que se forme en España un gobierno nuevo y adecuado. Además [...],recomienda que,si dentro de un plazo
razonable, no se establece en España un gobierno cuya autoridad proceda de sus gobernados y que se comprometa a
respetar la libertad de expresión, de religión y de reunión, y a celebrar cuanto antes elecciones en las que el pueblo
español pueda expresar su voluntad, libre de coacción y de intimidación, y de coacción de partido, el Consejo de
Seguridad estudie las medidas para remediar tal situación. Asimismo, la Asamblea recomienda que todos los Estados
miembros de las Naciones Unidas retiren inmediatamente los embajadores y ministros plenipotenciarios
que tienen acreditados en Madrid. [...].”

Resolución de la Asamblea General de Las Naciones Unidas.


Nueva York, 12 de diciembre de 1946

Es un texto que es fuente primaria histórica, y que es de carácter político. Fue escrito por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en Nueva York el 12 de diciembre de 1946 y tenía como objetivo condenar al régimen fascista de Franco por su forma de
gobierno, y por su colaboración con las potencias del Eje durante la II Guerra Mundial a través de del aislamiento del país hasta su
democratización.
Durante todo el texto se recogen diferentes argumentos a lo largo de dos apartados o párrafos: el primero de los argumentos que
tratan de explicar el porqué de la no admisión de españa en la ONU y en sus distintos organismos internacionales, fue por el carácter
fascista que tenía el régimen de franco (“el régimen de franco es un régimen fascista”), además de exponer las constantes ayudas a
otros dictadores de los países del Eje durante la II Guerra Mundial (“Franco prestó una ayuda considerable a las potencias enemigas”).
Los párrafos siguientes se detallan algunas recomendaciones de la Asamblea General, entre algunas son: prohibir al Gobiernos
franquista participar en organismos y actividades internacionales (ONU), a los Estados miembros a retirar sus embajadores de Madrid,
y el pensar en tomar acciones si no se establece un gobierno democrático en un plazo razonable para que el pueblo español pueda
tener libertad de expresión, religión,
reunión y disponer de elecciones libres.
Tras la derrota del Eje en la II Guerra Mundial, la ONU consideró el régimen de Franco como enemigo de las democracias, lo que llevó
a España a un bloqueo diplomático y económico: se retiraron embajadores y a muchas empresas extranjeras, aunque otras siguieron
trabajando dentro del país. Algunos Estados como el de Argentina, no cortaron relaciones con el régimen franquista. Se produjo un
aislamiento internacional, que le imposibilitó a España acceder a los fondos destinados al Plan Marshall.
Alguna de las consecuencias que provocó el aislamiento fue la creación de una autarquía y de un racionamiento por la escasez de
productos. Desde los 50, la autarquía se hizo cada vez más insostenible, y fue por eso, que se realizaron revisiones como la supresión
del racionamiento en 1951, pero no se abandonó totalmente por la oposición de Franco hasta nales del periodo.
A pesar de que en los años 40, el régimen de Franco estaba aislado diplomáticamente por su cercanía a los fascismo, pero en los
años 50 logró ser reconocido gracias a la intervención de Estados Unidos y del Vaticano, debido al comienzo de la Guerra Fría.
A nales de este periodo, en 1959, hubo una reforma económica conocida como el plan de Estabilización, que consistía en el
abandono de la autarquía y la liberación del mercado español. Implicó recortes en el gasto público, la congelación de salarios y el n
de muchos controles comerciales e industriales interiores, además de la devaluación de la peseta. Esto favoreció las inversiones
extranjeras, lo que a medio largo plazo supuso un desarrollo económico sin precedentes para España. Sin embargo, provocó la
reducción del número de puestos de trabajo, lo que implicó la emigración de millones de españoles a Europa y América.
En las siguientes décadas, las remesas de los emigrantes constituyen un añadido adicional a los ingresos del Estado. La alianza con
EE.UU. se consolidó con la visita del presidente Eisenhower a España en 1959.
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14.A partir del análisis del siguiente texto, elabora una composición sobre la oposición democrática, el
exilio y la represión durante el franquismo.

LEY DE MARZO DE 1940 sobre represión de la masonería y del comunismo

Artículo primero. —Constituye figura de delito, castigado conforme a las disposiciones de la presente Ley, el pertenecer a la masonería,
al comunismo y demás sociedades clandestinas a que se refieren los artículos siguientes. El Gobierno podrá añadir a dichas
organizaciones las ramas o núcleos auxiliares que juzgue necesario y aplicarles entonces las mismas disposiciones de esta Ley
debidamente adaptadas.

Artículo segundo. —Disueltas- las indicadas organizaciones, que quedan prohibidas y fuera de la Ley, sus bienes se declaran
confiscados y se entienden puestos a disposición de la jurisdicción de responsabilidades políticas.

Artículo tercero. —Toda propaganda que exalte los principios o los pretendidos beneficios de la masonería o del comunismo o siembre
ideas disolventes contra la Religión, la Patria y sus instituciones fundamentales y contra la armonía social, será castigada con la
supresión de los periódicos o entidades que la patrocinasen e incautación de sus bienes, y don pena de reclusión mayor para el
principal o principales culpables, y de reclusión menor para los cooperadores.

Artículo cuarto. —Son masones todos los que han ingresado en la masonería y no han sido expulsados o no se han dado de baja de la
misma o no han roto explícitamente toda relación con ella, y no dejan de serlo aquéllos a quienes la secta ha concedido su
autorización, anuencia o conformidad, bajo cualquier forma o expediente, para aparentar alejamiento de la misma. A los efectos de
esta Ley se consideran comunistas los inductores, dirigentes y activos colaboradores de la tarea o propaganda soviética, trotskistas,
anarquistas o similares.

Artículo quinto. —A partir de la publicación de esta Ley, los delitos de masonería y comunismo definidos en el artículo cuarto, serán
-castigados con la pena de reclusión menor. Si concurriera alguna de las circunstancias agravantes expresadas en el artículo sexto, la
pena será de reclusión mayor.

Artículo sexto.—Son circunstancias agravantes dentro de la calificación masónica, el haber obtenido alguno de los grados del
dieciocho al treinta y tres, ambos Inclusive, o el haber tomado parte en las asambleas de la asociación masónica internacional y
similares, o en las asambleas nacionales del gran oriente español, de la gran logia española o de otras cualesquiera organizaciones
masónicas residentes en España c el haber desempeñado otro cargo o comisión que acredite una especial confianza de la secta hacia
la persona que la recibió. Son circunstancias agravantes, dentro del comunismo, el figurar en los cuadros de agitación, en las jefaturas
y en los núcleos de enlace con las organizaciones extranjeras y el haber participado activamente en los congresos comunistas
nacionales o extranjeros. [...]

Francisco Franco, 1 de marzo de 1940, BOE N.o 62, 1940, pp.1537-1539

“Ley de marzo de 1940 sobre la represión de la masonería y del comunismo” es un texto que es fuente primaria historia de carácter
político, específicamente una ley contra la masonería y del comunismo, que se recogió en la BOE el 1 de marzo de 1940. Su autor fue
Francisco Franco, antiguo dictador durante la Dictadura Franquista (1939-1975). Tenía
como destinatario a toda la población con el objetivo de provocar miedo y represión sobre el pueblo. El texto recoge 6 artículos con
diferentes argumentos: en el primero se aprueba como delito ser masón o tener comunista. En el segundo declara que todos los
bienes de estas comunidades al disolverse quedarán confiscados. En el tercero se prohíbe la
propaganda que difunda estas corrientes. En el cuarto se da a conocer lo que la ley reconoce por masón o comunista. En el quinto se
aprueba el castigo de reclusión menor y en la sexta expone que la reclusión sería mayor si algún integrante tuviera algún cargo
importante dentro de estos grupos. El régimen de Francisco Franco en España, desde su establecimiento al final de la Guerra Civil en
1939 hasta la muerte de Franco en 1975, utilizó una serie de mecanismos legales y judiciales para legitimar su política represora. La
primera fue la Ley de Responsabilidades Políticas (1939-45): condenaba a todos los antiguos republicanos y a muchos no
abiertamente franquistas. El argumento jurídico de esta ley consistía en considerar que quienes permanecieron fieles a la República
eran culpables de rebelión y del delito de
“oponerse al triunfo del Movimiento Nacional” que, según esa ley, era “históricamente inevitable”. Esta ley consideraba los delitos
políticos como crímenes de guerra, que serían juzgados por tribunales militares.

En 1940 se promulgó la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería, la cual condenaba cualquier acto de propaganda o de
pertenencia a la masonería y a organizaciones comunistas. Los que ejercieran este delito serían juzgados por unos tribunales militares.
Aunque el número de masones era bajo en España, el régimen implantó esta ley debido a que se les atribuía un fuerte poder
extranjero que pudiera acabar con el régimen.

En 1941 se implantó la Ley de Seguridad del Estado, que institucionalizada y legalizada algunos de los mecanismos de represión y
limitación de libertades que empleó. Perseguía delitos ideológicos (cosas que pudieran ofender al régimen, al ejército, instituciones,
símbolos, o el propio jefe de Estado), difundir información perjudicial contra el régimen, o celebrar huelgas o paros laborales sin
autorización. Por las intensas y numerosas huelgas a finales de 1950, en 1958 se creó el Tribunal Militar sobre Actividades Extremistas
para frenarlas. En el proceso de el Franquismo a finales de los años 60 de aparentar ser un régimen democrático, se trasladó la
jurisdicción de los delitos ideológicos de los tribunales militares a
los tribunales civiles, por lo que en 1963 se creó el Tribunal de Orden Público (Top), que juzgaba delitos ideológicos menos los más
graves (terroristas). El franquismo no buscó la reconciliación entre españoles después de la Guerra Civil:
Mientras que para el bando nacionalista ya no sufría las consecuencias de la Guerra Civil tras su fin, el bando republicano parecía que
seguía en ella. Esto resultó en el fusilamiento de 50 mil prisioneros y el exilio de 1⁄2 millón de españoles. Asimismo, al profesorado y
funcionarios contratados tras la reforma educativa de la II República, fueron despedidos y se les obligó a exiliarse de forma interior.
Además el Estado franquista confiscó bienes y fortunas de los exiliados y condenados, que pasaron a manos de altos cargos del
régimen y que provocó una diferencia social. Se encarcelaron a todos aquellos que iban en contra de la ideología del régimen, como
políticos, simpatizantes, intelectuales, homosexuales, ateos, etc.

Además se sabe que en el exilio, existía un gobierno republicano, que ejercía presión sobre el régimen represor y que actuaba
promulgando leyes, de forma que si Franco abandonaba la dictadura, se pudieran implementar directamente en España.
15. Desarrolla el proceso político de decadencia del franquismo desde 1973 hasta la muerte de Franco:
causas de la crisis de los últimos años y relación con su contexto.

Tras la prosperidad del desarrollismo en los 60, en la década de los 70, el franquismo se encontraba en su declive. Esto se debió a
varios factores. Por un lado, la crisis económica mundial del petróleo, desde 1973, que implicó un aumento del paro y el regreso de los
emigrantes. Por otro, el 25 de abril de 1974 ocurrió en Portugal la Revolución de los Claveles, que acabó con la dictadura e instauró la
democracia de forma pacífica, lo que sirvió de ejemplo para España. Y por otro, la mala salud de Franco, ya anciano.

Así, durante este período aumentó la protesta frente al régimen desde amplios sectores: la universidad, la Iglesia (con el nuevo obispo
Tarancón) o el movimiento obrero y sindical, por ejemplo. Destacó el aumento de los atentados terroristas, especialmente, por parte de
ETA.

Los partidos opositores se reforzaron. Fueron especialmente importantes el PCE, dirigido por Santiago Carrillo, y el PSOE, con su
nuevo líder Felipe González. Estos y otros partidos se organizaron en dos agrupaciones, la Junta Democrática de España (alrededor
del PCE) y la Plataforma de Convergencia Democrática (alrededor del PSOE) para coordinar la oposición.

Dentro del régimen se plantearon dos vías:: los aperturistas, que eran aquellos que buscaban cambios en el sentido democrático, y los
inmovilistas (muchos, vinculados a Falange), que querían mantener el régimen tal cual. Franco, cada vez más enfermo, se vio forzado
a delegar funciones; así, en febrero de 1973 cedió la presidencia del Gobierno al almirante Carrero Blanco. Asimismo, en 1969 nombró
como sucesor al príncipe Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII. Juan Carlos juró fidelidad a los principios del Movimiento
Nacional y al mantenimiento del régimen, lo que supondría un continuismo y no el establecimiento de una monarquía parlamentaria

En diciembre de 1973, Carrero fue asesinado por ETA, lo que mostró la debilidad el régimen, y fue sustituido por Carlos Arias Navarro.
Arias planteó que el régimen se iba a reformar gradualmente (lo que se conoce como Espíritu del 12 de febrero), pero rápidamente dio
marcha atrás.

En octubre se agravó la enfermedad de párkinson de Franco. La debilidad final del régimen y del dictador fueron aprovechadas por
Hassan II de Marruecos para dirigir la Marcha Verde: cientos de miles de marroquíes desarmados se presentaron ante la frontera del
Sáhara, el último reducto español por descolonizar para anexarlo. Arias Navarro tuvo que abandonarlo y permitió su partición entre
Marruecos y Mauritania. Previamente, el régimen, a través de príncipe Juan Carlos, había prometido un referéndum de
autodeterminación del territorio, pero nunca se produjo.

Franco murió el 20 de noviembre de 1975 y fue enterrado en el Valle de los Caídos. Juan Carlos I fue proclamado rey el 22 de
noviembre de 1975. Poco después, iniciaría el proceso de desmantelamiento del régimen, la Transición.

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