RUBEN
RUBEN
RUBEN
Metodología de la investigación
Trabajo de Anteproyecto
Docente:
Edilson E. Neira Rodriguez
Justificación ………………………………………………………………………………..
……………………………………………………………………………………………… 5
……………………………………………………………………………………………… 6
7
Enzimas del suelo ………………………………………………………………………….
Suelos ……………………………………………………………………………………… 9
Suelos …………………………………………………………………………………… 10
10
…………………………………………………………………………………………… 10
Aplicación de Organismos y Microorganismos ……………………………………… 10
…………………………………………………………………………………………… 10
Sistema de hipótesis……………………………………………………………………… 11
Variables …………………………………………………………………………………. 11
11
11
Objetivo general ………………………………………………………………………….
12
12
…………………………………………………………………………………………….. 12
…………………………………………………………………………………………….. 13
Cronograma ……………………………………………………………………………... 13
14
Presupuesto ……………………………………………………………………………… 14
Presupuesto ……………………………………………………………………………… 15
2. PALABRAS CLAVE
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Y, por último, pero no menos importante, la urbanización con 2’335,000 ha (29.8%).
(Memoria 2001-2002. Semarnat y UACh. México. 2003). Todas estas actividades han
provocado una mayor degradación de suelo en la comunidad de Baja California Sur,
dañando la salud de los ecosistemas, degradando los suelos químicamente y físicamente, lo
cual esto nos orilla a tener menos áreas verdes, menos espacios fértiles, más contaminación
y con esto menor calidad de vida.
4. JUSTIFICACIÓN
Los resultados de esta investigación serán útiles para proponer estrategias de manejo
sostenible del suelo que puedan ser implementadas por agricultores, ingenieros, gestores
ambientales, formuladores de políticas, comunidades locales, responsables de políticas
ambientales y biodiversidad regional. Esto incluye técnicas de conservación del suelo,
reforestación con especies nativas y el uso de tecnologías avanzadas que mejorarán nuestra
calidad de vida, se protegerán los ecosistemas y sus recursos naturales.
Y se prevé cambiar las prácticas de manejo del suelo, promoviendo métodos más
sostenibles y eficientes que reduzcan la erosión y la degradación, será útil para desarrollar
políticas y programas de conservación del suelo y ofrecer soluciones prácticas para las
comunidades afectadas. (Lugo 2024).
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5. MARCO CONCEPTUAL
El 65% del territorio mexicano (1,28 millones de km²) es árido o semiárido, ubicados
principalmente en el centro y norte del país (Echevarría et al., 2006; FAO, 2013). Las
tierras secas constituyen aproximadamente el 41% de la superficie terrestre. Debido a la
expansión de actividades humanas como la ganadería y la agricultura, se estima que al
menos el 20% sufre degradación severa y, por lo tanto, cambios en sus funciones
ecosistémicas (Reynolds et al., 2007; Steffen et al., 2015).
La península se caracteriza por una larga cadena montañosa que comienza en Alta
California y corre hasta la región del Cabo. Hacia el lado del océano pacifico de esta
cordillera, la región está delimitada por vastas planicies con los llanos del Vizcaíno y de
Magdalena, los altiplanos del desierto central y el valle de San Quintín. La península de
Baja California se divide en tres ecorregiones: California mediterránea, desierto Sonorense
y sierra y planicies de El Cabo. En el caso de La Paz entra en el territorio del desierto
Sonorense, teniendo aspectos climáticos de los desiertos con calor extremo y precipitación
baja. Baja Working Group, (2021).
La península de Baja California y sus tres ecorregiones respectivas tiene uno de los índices
de huellas humanas más bajos en todo México, probablemente debido a los factores del
clima y la geografía que le han hecho históricamente inaccesible (Gonzáles-Abraham et
al.,2015). Sin embargo, el desarrollo en el noreste aumentó durante el siglo XX debido al
avance tecnológico, lo cual indica que esta región aún se enfrenta a las amenazas del
desarrollo y degradación. (Climate Science Alliance 2021).
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degradación (Rojas, 2011). La restauración ecológica es una acción crítica para controlar
los efectos de la desertificación en el ambiente biofísico y para minimizar las complejas
limitaciones sociales y ecológicas que afectan a las poblaciones.
En particular, los sistemas de islas de recursos que incluyen al mezquite amargo como
planta nodriza muestran mejoras significativas en la actividad biológica del suelo, incluso
en condiciones extremas de temperatura. Esto se debe a la capacidad de las distintas
especies de mezquite para adaptar su fisiología y optimizar su crecimiento en respuesta a
los cambios de temperatura (Reynolds et al., 1999).
La degradación del suelo es la pérdida de la productividad y utilidad (Lal et al, 1998), como
resultado de factores naturales o antrópicos (Lal, 1997), los cuales afectan sus propiedades
físicas, químicas y biológicas (Colomer y Sánchez, 2001).
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La degradación del suelo es un fenómeno que se manifiesta cuando este pierde la capacidad
de cumplir con sus funciones esenciales, lo que implica una reducción significativa en su
capacidad inherente para generar bienes económicos y desempeñar su papel como
regulador del medio ambiente (Lal et al., 1998). Este problema ha venido intensificándose
con el paso del tiempo y ha dado lugar a una serie de desafíos ambientales que se
manifiestan a nivel global, regional y local, tales como el cambio climático, la
sedimentación de lagos y la compactación del suelo (Bautista, 2005).
La degradación del suelo puede clasificarse en dos grandes categorías: la natural, que
ocurre debido a factores inherentes al proceso de formación del suelo, y la antrópica, que
resulta de actividades humanas (Lal et al., 1998). Dentro del ámbito de la degradación
causada por el ser humano, las principales fuentes provienen de actividades industriales,
urbanas y agropecuarias (López, 2002).
Existen varios tipos de degradación del suelo: la degradación química, que puede resultar
de la pérdida de nutrientes, acidificación, alcalinización o desbalance de elementos
esenciales; la degradación física, que se relaciona con la ruptura de la estructura del suelo,
aumento de la densidad aparente, impermeabilización de la superficie y reducción de la
capacidad de retención de agua; y la degradación biológica, que ocurre cuando se produce
una disminución de la materia orgánica en el suelo (Dorronsoro y García, 2004; Lal et al.,
2004).
Es crucial reconocer que estos procesos degradativos, sean físicos, químicos o biológicos,
no actúan de manera aislada, sino que interactúan y exacerban los impactos adversos en la
producción de biomasa y en el medio ambiente. La degradación del suelo, además de
disminuir la productividad de cultivos, pastizales y bosques, tiene el potencial de contribuir
a la contaminación de cuerpos de agua y la degradación de la calidad del aire, lo que
refuerza la necesidad de abordarlo como un problema integral que demanda soluciones
urgentes y sostenibles (Lal et al., 2004).
Los megaproyectos de construcción representan una amenaza significativa para los recursos
naturales y el equilibrio de los ecosistemas en Baja California Sur. Por ejemplo, el "Hotel
Bahía El Rincón," aprobado en 2018 por la SEMARNAT, planea construir seis edificios,
villas, y otras infraestructuras turísticas. Otro proyecto es "Costa Palmas," que incluye la
construcción de hoteles, residencias, y un campo de golf, afectando un área de más de 360
hectáreas. Estos proyectos implican desmontes de vegetación y cambios en el uso del suelo,
impactando negativamente los ecosistemas locales. (Cabo Pulmo Vivo, 2018).
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Prácticas como la rotación de cultivos, uso de cubiertas vegetales y siembra directa pueden
aumentar la resiliencia del suelo y mitigar la pérdida de suelos.
El efecto positivo de los mezquites como plantas nodriza en zonas áridas es especialmente
notable. Bajo su dosel, se observa un aumento del contenido de nitrógeno, moderación de
las temperaturas del suelo, mayores niveles de humedad y una actividad microbiana
intensificada, lo que indica que la reforestación con plantas nativas tiene un gran potencial
para restaurar las propiedades funcionales del suelo con el tiempo (Lozano et al., 2016).
Estos beneficios sugieren que la revegetación con plantas nodriza es crucial para recuperar
la estructura y las funciones del ecosistema, favoreciendo la sucesión natural,
especialmente en ambientes muy degradados (Ren et al., 2008).
En particular, las islas de recursos formadas por el mezquite han demostrado efectos
positivos en la restauración de suelos áridos, como el aumento del contenido de nitrógeno,
la moderación de la temperatura del suelo, la retención de humedad y el incremento de la
actividad microbiana. Las plantas nodrizas, como las especies del género Prosopis
(mezquites), crean microhábitats favorables que permiten el desarrollo de otras especies y
fomentan una rica comunidad de microorganismos en el suelo.
Un estudio evaluó la calidad del suelo en islas de recursos establecidas hace 19 años en el
Desierto Sonorense, con el mezquite amargo (Prosopis articulata) como planta nodriza y el
cardón (Pachycereus pringlei) como planta objetivo. Los resultados mostraron que la
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actividad enzimática y la biomasa microbiana aumentaron significativamente en áreas
cercanas a la planta nodriza en comparación con zonas alejadas de su influencia. Además,
la capa superficial del suelo bajo el dosel del mezquite presentó mejoras en los indicadores
de calidad y funcionalidad. (Zárate 2024).
Los microorganismos del suelo liberan enzimas al ambiente para hacer posible la
degradación
compleja de moléculas orgánicas a moléculas simples de fácil absorción, por lo tanto, las
enzimas catalizan e incrementan algunas reacciones bioquímicas, que provocan la
descomposición de los materiales orgánicos, la transformación de la materia orgánica nativa
del suelo, la mineralización de nutrientes para el crecimiento de las plantas y la agregación
de suelo (Baležentienė, 2012; Ferraz-Almeida et al., 2015).
Las enzimas del suelo, sustancias proteicas producidas biológicamente, son indicadores
críticos de los procesos bioquímicos que ocurren bajo la superficie, facilitando importantes
reacciones necesarias para el ciclo de vida de los microorganismos y el ciclaje de elementos
como el carbono (Bakshi y Varma, 2010). Estas enzimas son secretadas activamente por
raíces, bacterias y hongos, o liberadas durante la descomposición de células microbianas, y
tienen un impacto significativo en la descomposición de la materia orgánica y la
estabilización de la estructura del suelo (Alef y Nannipieri, 1995). Además, son sensibles a
cambios en el entorno, como las variaciones de temperatura, que pueden acelerar o inhibir
sus actividades catalíticas dependiendo de si se encuentran en su rango óptimo (Fanin et al.,
2022).
La actividad enzimática también está íntimamente relacionada con la rizósfera, donde las
raíces de las plantas liberan compuestos orgánicos que incrementan la población
microbiana. Estos microorganismos utilizan el carbono disponible como fuente de energía,
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lo que mejora el metabolismo del suelo y promueve un entorno favorable para el
crecimiento vegetal (Dotaniya y Meena, 2015). Esta dinámica subraya la importancia de los
microorganismos y las enzimas en la regeneración y mantenimiento de suelos saludables,
particularmente en contextos agrícolas y ecosistemas en recuperación.
La actividad enzimática del suelo tiene una fuerte correlación con sus propiedades
fisicoquímicas, especialmente en relación con los niveles de nitrógeno (N), carbono
orgánico (CO) y humedad. Por lo tanto, un mayor contenido de CO y una mayor
disponibilidad de nutrientes en la capa superficial se reflejan en una mayor actividad
enzimática en estas capas comparadas con las del subsuelo (Avazpoor et al., 2019).
Las CBS son comunidades de organismos vivos que forman una capa en la superficie del
suelo, y su relevancia en ecosistemas áridos se ha ido reconociendo gracias a estudios como
el realizado en Las Heras, Mendoza. Este estudio demostró la capacidad de las CBS para
mejorar diversos parámetros del suelo, lo que es crucial en tierras áridas y semiáridas donde
la restauración ecológica es prioritaria. (Navas Romero, 2020).
Además, las CBS tienen la capacidad de actuar como amortiguadores térmicos, reduciendo
la temperatura y compactación del suelo, lo que ayuda a proteger la biota del suelo y a
mantener condiciones más estables para el crecimiento de plantas. A pesar de estar
expuestas a altos niveles de radiación, las CBS muestran una notable resistencia, lo que las
convierte en una alternativa eficaz para la recuperación de áreas degradadas por la
desertificación y otras actividades antropogénicas. (Navas Romero, 2020).
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Estos hallazgos refuerzan la importancia de incluir a las CBS en planes de restauración de
suelos degradados en tierras áridas. Implementar estrategias basadas en la promoción de la
regeneración de estas costras podría ser una solución viable para combatir la degradación
del suelo y ayudar a recuperar servicios ecosistémicos clave, como la regulación del clima,
la conservación del agua y el mantenimiento de la biodiversidad.
Las costras biológicas aportan carbono y nitrógeno a los suelos y ayudan a la retención de
agua. Sin embargo, aún no se conoce su capacidad para propagarse en condiciones de
mayor exposición solar, menor humedad y alta salinidad, lo que podría influir en el diseño
de estrategias de restauración de suelos degradados (Rossi et al., 2012).
de Suelos
Este enfoque integral aborda los factores que contribuyen a la pérdida de suelos y presenta
soluciones basadas en el conocimiento científico y la sostenibilidad, adaptadas a las
características específicas de zonas áridas y semiáridas.
Las islas de recursos creadas por estas plantas nodriza influyen positivamente en la
disponibilidad y concentración de nutrientes del suelo, incrementando la heterogeneidad
espacial y mejorando la fertilidad del área circundante. Por ejemplo, los mezquites facilitan
la acumulación de nutrientes a través de la absorción debajo de su dosel y la redistribución
de hojarasca en la superficie del suelo, lo que ayuda a evitar la pérdida de nutrientes por
acción del viento (Kondo et al., 2012; de-Bashan et al., 2021).
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calidad del suelo y el funcionamiento biológico en islas de recursos (Hernandez et al.,
2015). Estas especies no solo mejoran el microclima del suelo, sino que también ayudan en
la fase de establecimiento y crecimiento de las plantas objetivo al proporcionar sombra,
regulación de temperaturas extremas y mayor disponibilidad de agua y nutrientes (Norisada
et al., 2005).
Suelo
El mezquite (Prosopis spp.) es una especie que, en conjunto con microorganismos como las
bacterias fijadoras de nitrógeno, tiene la capacidad de mejorar las propiedades químicas del
suelo. Esta interacción sinérgica entre el mezquite y los microorganismos facilita la
recuperación de suelos afectados por procesos de degradación, promoviendo la retención de
humedad y la disponibilidad de nutrientes, lo cual es fundamental para la rehabilitación de
suelos en Baja California Sur.
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Este estado del arte trata de reflejar la relevancia y potencial de los microorganismos y el
mezquite en la mejora y restauración de suelos degradados, destacando su importancia para
la sostenibilidad y el manejo adecuado de recursos en zonas áridas y semiáridas.
7. SISTEMA DE HIPÓTESIS
Los suelos con microorganismos ayudan asimilar los nutrientes del suelo y retener
humedad.
8. VARIABLES
8.1 DEPENDIENTES
8.2 INDEPENDIENTES
Riego.
Sombra.
Vegetación.
Fertilización.
8.3 INTERVINIENTES
Viento
Temperatura
Precipitación
Humedad
Radiación solar
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9. OBJETIVO GENERAL
Implementar alternativas para mitigar y regenerar suelos en zonas áridas y semi áridas y
mitigar su degradación
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o Diseño experimental: Se implementará un experimento en campo y
laboratorio en parcelas de suelos degradados, aplicando microorganismos
aislados (bacterias fijadoras de nitrógeno y cianobacterias) y especies
vegetales como el mezquite (Prosopis spp.). El diseño experimental incluirá
parcelas control y parcelas tratadas, con un enfoque en la mejora de la
estructura del suelo y la retención de agua.
o Inoculación de microorganismos y siembra de especies nativas: La
aplicación de biofertilizantes a base de microorganismos se llevará a cabo
mediante métodos de inoculación en el suelo. Simultáneamente, se plantarán
especies nativas adaptadas a las condiciones locales, como el mezquite, para
evaluar su efecto sinérgico con los microorganismos.
o Monitoreo de variables: A lo largo de la investigación, se monitorearán
cambios en las propiedades del suelo, incluyendo la materia orgánica, la
actividad microbiana y la capacidad de retención de humedad, con el fin de
evaluar la eficacia de las intervenciones.
11. Cronograma
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Mes 10-12: Análisis de resultados y redacción del informe final.
Actividad Mes 1 Mes 2 Mes 3 Mes 4 Mes 5 Mes 6 Mes 7 Mes 8 Mes 9 Mes 10 Mes 11 Mes 12
Fase 1
Fase 2
Fase 3
Fase 4
Entrega de
informes/
productos
13. PRESUPUESTO
FUENTES
**Honorarios - - -
Penetrómetro
Compra de Equipo $2’500,000 de carga de $2’500,000
suelos
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2 palas, 2 Cajas petris
Materiales y Suministros $398,400 poceras, 1 $440.000 y medios de $838,400
rastrillo, 1 pico cultivo
Conteo de
Rastrillar,
UFC y
Mantenimiento $7000 observación $23,000 $30,000
muestreos
en laboratorio
de suelo
Renta *1ha
Arrendamientos $3’434,000 $3’434,000
por año
Gastos de
Viáticos y Gastos de viaje Alimentos por
$11’059,500 $7’000,000 gasolina por $18’059,500
(Contractual - Tiq.aéreos) año
año
Impresos y Publicaciones - - -
Seguros - - -
Reconocimie
nto de
Utilización del
Capacitación $50,000 $50,000 materiales $100,000
penetrómetro
de
laboratorio
Prácticas Académicas - - -
Predial de
terreno de 1
Impuestos y Multas $10,100 $10,100
ha para uso
agrícola
Sostenimiento de Semovientes - - -
Bolsas
plásticas,
Bebidas
Otros Gastos Generales $350,000 guantes, $273,000 $623,000
hidratantes
compost,
inoculos.
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13.2 Presupuesto Discriminado
RECURSOS
TOTA
Tipo de Dedicació
L
Investigador n Horas/ UPTC COFINANCIACIÓN
Perfil del Investigador**
* (Miles
semana
$)
Efectivo Especie Efectivo Especie
(Miles $) (Miles $) (Miles $) (Miles $)
VALOR (Miles $)
Ítem Justificación
UPTC Cofinanciación Total (Miles $)
16
Fuentes bibliográficas
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and cacti to improve soil potential nitrogen fixation during long-term restoration of arid
cuencas hidrográficas con altos índices erosivos en el ámbito árido sudcaliforniano. Caso
(Se tomó en cuenta esta información por ser relevante en el tema, además por ser del
19
Servicio de información agroalimentaria y pesquera ,. (2016-2019). Superficie susceptible
de ser cultivada.
Navas Romero, A. L., Martinez Carretero, E. E., & Herrera Moratta, M. A. (2020).
Norisada, M., Hitsuma, G., Kuroda, K., Yamanoshita, T., Masumori, M., Tange, T., Yagi,
H., Nuyim, T., Sasaki, S. y Kojima, K. (2005). Acacia mangium, a nurse tree candidate for
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