Para 10° - La Riqueza Esta en Casa
Para 10° - La Riqueza Esta en Casa
Para 10° - La Riqueza Esta en Casa
Una mosca va y viene rebanando con su filudo zumbido el aire que esta sobre la niña. La casa es una
sola alcoba y tres niños más rodean la cama donde permanece el cadáver. La cocina fue acomodada
en el rincón de las goteras y la lluvia es descolgada en silencio al piso por unos hilos de nylon que
cuelgan de los agujeros del techo y llegan a una olla de aluminio; algunos escapan de vez en cuando
al aire para zarandear las hilachas de un arcoíris.
La casa es una habitación con el bombillo gris siempre prendido.
La niña murió entre semana. Correr con ella donde el patrón para demostrarle que no falto al trabajo
por flojo, sería mal visto.
Récenle – dijo como si fuera una gran decisión – Voy a la “Ley del tiempo” por un ataúd.
A las once regresó. Trajo una caja blanca que le quedo pequeña a la niña; era la primera vez que
estrenaba. La metieron en ella quedando con las rodillas dobladas lo que impidió cerrar la tapa.
Los niños ya rebuscaron flores – Le dijo ella - Yo llevo la camándula para rezar mientras mijo lleva el
ataúd… es mejor salir rápido para que no humorara la casa… ¡Ay! Cómo le doy gracias a Dios que la
caja no tenga vidrio porque verla tan dormida me da sentimiento.
Tenían que atravesar el pueblo para ir al cementerio. Al pasar por la calle del comercio él noto que
la gente se detenía a mirarlos. Avergonzado, espero a los niños y colocándoles la mano en la espalda
los apuro. El golpe afanado de sus pasos levantaba la tapa del ataúd dejando ver las rodillas de la
niña.