Reportaje Autismo.
Reportaje Autismo.
brillan con una luz diferente. El autismo, un trastorno que afecta a uno de cada
160 niños según la Organización Mundial de la Salud, es una de esas luces que
desafían las convenciones y obligan a replantear lo que se sabe sobre la mente
humana.
Este viaje a través del laberinto del autismo llevará por caminos inesperados,
proporcionando una visión única que desafía las percepciones comunes y abre
nuevas posibilidades de comprensión. El autismo es mucho más que un
diagnóstico médico. Es una forma de vida, una forma de ver el mundo, y sobre
todo, una invitación a entender la diversidad de la experiencia humana.
El autismo, con su amplio espectro y sus múltiples manifestaciones, es un espejo
de la diversidad humana. Cada individuo con autismo tiene su propia historia, su
propia forma de interactuar con el mundo, su propia forma de aprender y crecer.
Es un viaje de descubrimiento constante, de desafíos y triunfos, de lucha y
esperanza.
En este laberinto, no hay un solo camino, no hay una única solución. Cada paso
adelante es un logro, cada obstáculo superado es una victoria. Y aunque el
camino puede ser difícil, también está lleno de momentos de alegría y realización.
La Psicóloga Guadalupe Abelar nos comenta sobre la definición de este trastorno:
“Primero definamos que es el Autismo, ya que el término hace referencia a los
trastornos del espectro autista por sus siglas (TEA), son un grupo de trastornos
neurológicos y del desarrollo que afectan la forma en que las personas interactúan
con los demás, se comunican, aprenden y se comportan”.
El término “espectro” se utiliza frecuentemente en el contexto del autismo,
reflejando la diversidad y la complejidad que caracterizan a este trastorno. Como
un arco iris que se despliega en una multitud de colores, el espectro del autismo
abarca una amplia gama de experiencias y manifestaciones.
El autismo no es una entidad única y monolítica, sino un conjunto de condiciones
interrelacionadas que se presentan en una variedad de formas y grados de
severidad. Cada individuo en el espectro del autismo tiene su propio conjunto
único de características y desafíos, así como sus propias fortalezas y talentos.
Algunas personas en el espectro pueden tener dificultades con la comunicación
social y mostrar comportamientos repetitivos, mientras que otras pueden tener
habilidades excepcionales en áreas como la música, las matemáticas o las artes
visuales. Algunas pueden requerir apoyo significativo en su vida diaria, mientras
que otras pueden vivir y trabajar de manera independiente.
Esta diversidad es precisamente lo que hace que el autismo sea tan fascinante y,
al mismo tiempo, tan desafiante de entender y abordar. Pero también es lo que
hace que cada historia de autismo sea única y valiosa.
Un caso muy interesante es el de Andrea Zelaya quien es una chica que nació en
Estados Unidos, pero de familia salvadoreña que habla ingles perfectamente y su
español no será el mejor, pero puedo mantener una corta conversación con su
hermano, su madre o su padre. Y a pesar de contar ya con 18 años su
comportamiento es de una niña pequeña esto mismo por el trastorno del espectro
autista.
“Cuesta entender su manera de ser ya que es un gran cambio para todos ya que
ellos actúan de una manera diferente y pues se piensa que son malcriados o
quieren llamar la atención o son muy inquietos y es allí donde poco apoco se va
aceptando y ayudándoles”. Comento Edna Argueta quien es madre de Andrea una
chica de 18 años que cuenta con este trastorno.
Por muchos años se ha visto a personas con este trastorno como “enfermitos” o
“loquitos” pero la realidad es que el autismo no se considera una enfermedad
porque no es una condición que se pueda “curar” o “tratar” en el sentido
tradicional. En lugar de eso, el autismo es un trastorno del desarrollo neurológico
que afecta la comunicación, la interacción social y la flexibilidad
cognitiva.
Es una parte integral de la identidad de una persona y de su forma de percibir e
interactuar con el mundo. Aunque puede presentar desafíos, también puede venir
con sus propias fortalezas y habilidades únicas.
Pero psicológicamente ¿qué es lo que pasa con los niños que tienen este
trastorno? La psicóloga Guadalupe Abelar cuenta que: “Los niños con esta
dificultad pueden experimentar varios desafíos. Por ejemplo, pueden tener
problemas para comprender el punto de vista de otra persona. Esto significa que
les puede resultar difícil ponerse en el lugar de los demás y entender cómo se
sienten o qué pueden estar pensando”.
También comento que los niños en cierto punto les costaría mucho socializar o en
los juegos que normalmente no tienen reglas escritas, sino que son imaginativas
les costaría mucho entenderlas, pero eso no les quita que tengan mucha
creatividad o que su imaginación sea nula.
Y por varios años se ha discriminado a estas personas que padecen este trastorno
y también viendo del contexto en el que el ser humano ha vivido estos últimos
años con la información y desinformación con el boom tecnológico se ha
aprendido a entender mas este trastorno del espectro autista.
La pandemia de COVID-19 en 2020 ha tenido un impacto significativo en todos los
aspectos de la vida, y el autismo no es una excepción. Aunque la pandemia no ha
influido en la aparición del autismo, ya que es un trastorno del neurodesarrollo con
causas específicas, ha afectado la vida de aquellos que viven con el trastorno.
Estudios sobre el comportamiento de niños con Trastornos del Espectro Autista
(TEA) durante la pandemia reflejan que estos niños presentaron alteraciones en la
salud mental. Exhibieron mayor agresividad, trastornos del sueño, irritabilidad,
gritos y aparición de conductas estereotipadas. El confinamiento resultó ser un
desafío para el niño autista, quien reacciona desproporcionadamente a cambios
en su rutina diaria.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Clasificación Internacional
de Enfermedades (CIE-11), el autismo se divide en tres niveles según la
necesidad que presente cada persona:
Nivel 1 (leve): Considerado el más leve, corresponde a Trastornos del
Espectro Autista (TEA) sin discapacidad intelectual y con leve o nulo
deterioro del lenguaje funcional.
Nivel 2 (moderado): Este nivel corresponde a Trastornos del Espectro
Autista (TEA) sin discapacidad intelectual y ausencia de lenguaje funcional;
o TEA con discapacidad intelectual y ausencia de lenguaje funcional.
Nivel 3 (severo): Este es el nivel más severo de autismo. Las personas en
este nivel pueden tener dificultades significativas en la comunicación y la
interacción social.
El autismo no es una enfermedad que necesita ser curada, sino una forma de
diversidad neurológica que debe ser comprendida y aceptada. Cada individuo en
el espectro del autismo tiene su propio conjunto de habilidades y desafíos, y cada
uno tiene su propia historia que contar.
En un mundo que valora cada vez más la diversidad y la inclusión, es esencial que
se reconozca y se celebre la singularidad de cada individuo en el espectro del
autismo. Al hacerlo, no sólo se puede mejorar la vida de aquellos con autismo,
sino también enriquecer nuestra sociedad en su conjunto.
En última instancia, el autismo nos recuerda que cada mente es un universo en sí
mismo, lleno de posibilidades infinitas y digno de exploración y celebración. A
través de la comprensión y la aceptación, podemos abrir las puertas a un mundo
más inclusivo y compasivo, uno en el que cada mente, en todas sus maravillosas
variaciones, es valorada y apreciada.